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Pero hay ms causas que han propiciado este caos, por ejemplo al haber tantas aes de
manera inconsciente se otorga el gnero femenino a aquellas palabras terminadas en
-a. Palabras que en su origen snscrito eran en su mayora neutras o masculinas (la
regla general snscrita dice que las palabras terminadas en -a breve son
masculinas/neutras mientras que las acabadas en -a larga son femeninas) quedando
as transliteradas con el gnero opuesto.
Bueno, no voy a seguir presentando ms casos y ejemplos del caos, evidente es que lo
hay, y ya en artculo anterior ya mencionamos algo de eso. Mi humilde sugerencia es
la de encontrar una pauta en el reconocimiento de tales fallas para restaurar las
palabras de acuerdo a un sentido comn, que siento que valdr algo ms que el
material que lleva circulando por ah aos y aos maniatado bajo el predominio de la
cultura americana o inglesa o como lo queris llamar.
Otro caso es el de la palabra kriy, femenina en origen con vocal final de doble
duracin, que todos pronunciamos kriya, como llana o grave, erradamente. Poder
trasladarla a kriy, ms coherente fonticamente con nuestra costumbre y
tremendamente similar al sonido original hind.
En fin, no os quiero agobiar ms con estas cosas,; en estos manuales le propuse a Siri
impulsar el cambio slo con la palabra sana, pero ella se anim a hacerlo tambin
con mudr y gunas, lo cual seguramente ha resultado excesivo.
Hace unos meses tuve una conversacin epistolar con Agustn Pniker, quien, entre
otras crticas, haca alusin a este caos del que hablamos. No s hasta qu punto un
profesional de yoga debiera ser conocedor del idioma que ha atesorado y transmitido
la tradicin yguica a lo largo del tiempo histrico, pero me parece que un mnimo
tendra que drsele al snscrito.