dolo del mercantilismo

Crucificado por la mano que martill desde las sombras,

que vapule su luz, en plena mocedad de la legin guerrillera.

A los condes insuflados por la herldica su nombre

recuerda; es un condenado que esconde su andrajo bajo la barba
del chancho.

Oxidado Martn que creci como ro, como tormenta para

confundirse en una primavera desarraigada y fermentada.

Provino su vida con el smbolo de miles de rosas armadas

en una sola fibra.

Es un hroe arrancado de la fosa y no ajustado a la

ortodoxia de los hroes.

Es un hroe inventado y no homrico, condicionado por una

faccin de desvergonzados que solo saben imponer.

Tuvo dos nacimientos: del primero, con el pecado original

del que luego fue lavado; del segundo, con una imprudencia de
la militancia del que nunca se lav, porque la plvora se pega
a la sangre, y ms an si esa sangre es de paloma.

Su rostro se ondea en una camiseta alrededor de las

esquinas.