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La calamidad del itiflico

DESDE hace varias madrugadas ya he


perdido cuntas vienen siendo he
despertado
con una itifalia fuera de tiempo.
Al intentar voltearme de espalda, para caer
de frente al colchn, me hace incomodar la
entrepierna.
No es que me queje de tenerla,
para nada, porque ms que malestar,
la veo como una bendicin.
Pero de qu me sirve tener el
gevo tieso sin tomar una vagina
hmeda y febril para penetrar?
Y no es porque me sea difcil conquistar a una
mujer para mis brazos, nada ms falso que eso,
puedo seducir a cualquiera y poseerla.
Una rubia, por ejemplo, o una negra, o una morena de un
culo rollizo.
Pero a estas alturas de mi vida le huyo al
compromiso que genera una relacin. No quiero
ahogarme en responsabilidades que demanda el amor,
es suficiente estrangulacin mis
impagos con el banco y no quiero ms
razones para otra neurosis.
Adems, el solo imaginarme el abrir los ojos y ver a
la misma mujer de la noche previa, eso me descompone
espiritualmente.
A estas alturas me conformo con animarme
con una ramera, que dicho sea de paso, tiene
la disposicin
de ofrecer cualquiera de sus hoyos para
descargarte en ellos
a placer, luego de cautivarla permtanme el
eufemismo con un
breve paseo, sin el paradigma recurrente de los
encuentros interpersonales.
Disponer de unos cuantos billetes para fornicar,
y acabada la jodienda,
cada uno por su lado:
Ella a su esquina, yo relajado.
Usualmente, las mujeres que ms
frecuento mea culpa, temen dilatar con
facilidad sus carnes,
quiz porque la mayora,
de creencia conservadora y medrosa, les
asquea la lujuria spera, y solo se
satisfacen con la penetracin vaginal,
mientras
le arrojan el resuello al
rostro empapado de sudor. que
en lo personal, es un hbito
crnico.
Masturbarme? Es para m una opcin? Acaso
no escapo de las provocaciones
de la carne para desahogarme de ese modo tan
pueril?
Qu vaina! Qu ms! Me tocar pararme,
buscar en la gaveta el ltimo habano que me queda.
No tena estipulado
terminar la madrugada con insomnio, teniendo
de testigo a la luna mientras me sacudo la mano
hasta el relax.

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