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Marco Institucional
Fotografías tapa María José Montero, Julio Diaz Clemente y Rosa Estela Guzmán
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E ste material intenta abrir nuestras mentes y tocar nuestra sensibilidad para escuchar lo que quieren decirnos
hombres y mujeres de distintos lugares del país. Cuando escuchamos o leemos sus relatos, en sus propias palabras,
es posible comprender su mundo de vida y aprender de ellos, aquello que no está presente en los textos técnicos o
académicos, sino que es transmitido a través de códigos vivos.
El personal técnico de algunas organizaciones que forman parte de la Red PROCOSI, tuvo la oportunidad, a través de la
capitalización de experiencias, de expresar sus propias vivencias así como de recoger y facilitar la expresión de la gente
con la que se relaciona cotidianamente en el ámbito de su trabajo (comunarios y comunarias, usuarios de servicios de
salud, entre otros). Los relatos producidos se constituyen en testimonios que logran interpelar sobre los sentidos y la
esencia misma de nuestra labor como sujetos del desarrollo.
En la “Capitalización del conocimiento desde la experiencia”, como la denomina Pierre de Zutter, no se busca la
objetividad, por el contrario es una cosecha abierta de subjetividades, que nutren y enriquecen nuestras propias vidas,
esperando que puedan motivar procesos de inter aprendizajes capaces de transformar la realidad, o como decía André
Breton, “cambiar al fin la vida”.
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Ser ACS Autora: María José Montero
Institución: CARE Bolivia
Mientras íbamos al barrio, yo trataba de ver todo lo que encontrábamos, cómo era el barrio, los problemas que
se veían al caminar, las viviendas, la dispersión de las casas, imaginaba de qué viviría la gente, etc.
Ese día iba muy contenta y con la expectativa de cómo Danitza haría este primer acompañamiento, no pensé
en una supervisión formal, solo quería ver lo que pasaba y quería hacer esto porque en el proyecto todavia
no tenemos un instrumento, y esperaba tener una idea de cómo se iban a sentir mis colegas, porque como se
dice una cosa son los talleres y otra cosa es la práctica y la visita domiciliaria es una de las actividades más
importantes del proyecto.
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Llegamos a la casa de la ACS, quien salió con kilo de papeles, la pobre hacía mucho esfuerzo por no hacer caer
tanto material impreso, y me dió pena porque no les hemos dado una bolsa para cargarlos. Para mi sorpresa, la
ACS era la señora que en el Taller de Materno en Puerto Suárez, contó que había tenido 15 hijos, obviamente
yo la ubiqué inmediatamente porque a estas personas no se las puede olvidar por lo especiales que son.
Mientras íbamos a buscar a una señora embarazada, nos contó que su marido había muerto en Santa Cruz
pocos meses atras, y que este señor se había ido de Puerto Suárez hace 8 años huyendo de la cantidad de
hijos, me dijo. Entonces, me pregunté: ¿cómo hacen estas señoras tan valientes para cuidar a tantos hijos y
cómo la pasarán los hijos al ser tantos y en circunstancias que económicamente no son las mejores?, porque la
señora es económicamente pobre.
Allá, nos quedamos afuerita con Rolando parados hablando de la vida en esos barrios, y claro sobre el registro
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de datos. Me encantó ver en la práctica el seguimiento a los pasos de la visita domiciliaria, tan practicados en
los talleres, pero que a la hora de la verdad son distintos, pues las casas no tienen puertas, no se usa el saludo
protocolar y bueno tantos detalles que muestran la sencillez de este proceso.
Desde la entrada a la casa, que era un alambrado, veíamos que la señora Feliciana conversaba primero con una
jovencita, y después se juntaron varios a escuchar a la ACS.
Terminó la visita, y le pregunté a la señora cómo se sintió, ella dijo que le gustaba mucho hacer esa labor y
que estaba esperando orientar a las mujeres para que puedan hacer multi mixtura porque necesitan mucho
mejorar la nutrición de los niños, la señora realmente se veía contenta por realizar la actividad y con muchas
ideas para el futuro, principalmente relacionadas con la nutrición de los y las chiquis, que estaban jugando en
la calle, junto a gallos de pelea y alguno que otro perro.
Le pregunté a Danitza cómo se sintió y también dijo que le gustaba acompañar la visita, pero que hacía falta
practicar un poquito más con la ACS y que la próxima vez se pondrían de acuerdo en algunos puntos antes de
ir a la visita, pero en general dijo sentirse bien haciendo la actividad. Así, retornamos a Puerto Suárez porque
teníamos que tomar el tren a Robore.
Aprendizajes
Esa tarde, me fui pensando en la vida, en sus injusticias, en la pobreza, en las diferencias abismales entre
barrios de gente con mucho dinero y los otros donde apenas se sostienen los techos, la alegría contagiante
de los niños y niñas cuando juegan y también pensé en la ACS. Me entró una espinita por saber que es lo que
motiva a las personas voluntarias a apoyar a los demás, a no recibir un pago, de repente esperan otro tipo de
reconocimientos, pero que es lo que hace a estas personas distintas, me puse a pensar si yo misma sería una
ACS de mi barrio, si dentro del equipo cuántos serían ACS, y qué motiva, qué mueve a estas personas a tener
vocación de servicio.
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PREGUNTAS PARA INCENTIVAR EL APRENDIZAJE COLECTIVO
¿Sientes que durante tu trabajo estás abierto o abierta al encuentro con la realidad, o
crees que estás sujeto/a a búsquedas preestablecidas?
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Los Caminos de la Vida Autora y fotógrafa: Rosa Estela Guzmán
Institución: CEPAC
Era un amanecer muy fresco, lleno de rocío, cuando Martha, Andrés y mi persona salíamos en la camioneta
a cumplir una actividad programada en la zona de Piso Firme. Como era la primera vez que iba por esa zona
tan comentada por los compañeros que la conocían, tenía mucha inquietud por llegar rápido al lugar, pero
conforme iba avanzando la camioneta, fuimos pasando barriales y charcos de agua. Llegamos a un punto donde
se hundió al pasar un charco bastante larguito que al final había tenido un pozo hondo lleno de arena y barro.
Mientras los segundos pasaban, el barro absorbía las llantas, llegando a entrar agua dentro la camioneta
donde iban nuestros bolsones de ropa de invierno para una semana, materiales para el desarrollo del taller y
documentos de la información básica de la zona de San Martín y Piso Firme.
mpañeros
udando a sus co
rtha Montoya ay
La facilitadora Ma
a salir del agua.
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Mosquitos zancudos y mariposas nos rodeaban y no nos dejaban hacer nada, ni al repelente le hacían caso y ya
el día se terminaba. A pesar de todo esto seguimos el camino pero con una mala suerte para nuestro trabajo
porque no llegamos a nuestro destino, tuvimos que regresar, pero buena suerte para nosotros porque llegamos
a nuestros hogares sólo con picaduras de mosquitos y zancudos.
APRENDIZAJES
• El esfuerzo personal en nuestro trabajo y no saber que destino nos espera en el camino.
• El trabajo en equipo nos ayuda mucho para poder salir de situaciones que se nos presentan, sean buenas o
malas, porque tres cabezas piensan mejor que una.
• Evitar salir a zonas muy alejadas en época de lluvias, sabiendo el área geográfica en la que estamos
desarrollando nuestras actividades, para así conservar nuestra integridad personal y el medio de
transporte que utilizamos.
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Autora: Daniela Silva Soto
Institución: PROCOSI
Era uno de los primeros talleres de reflexión de Imágenes que Hablan, un proceso de autodiagnóstico
comunitario que iniciamos en el Proyecto de Salud Comunitaria con el objetivo de conocer las percepciones de
la comunidad en torno a su salud a través de fotografías, que fueron tomadas por sus representantes, y de
sus testimonios orales.
Tenía a mi cargo la coordinación general y el acompañamiento del proceso y uno de los momentos clave era
los talleres de reflexión donde se entrevistaba a los y las participantes y se facilitaba la selección de las
fotografías más representativas del municipio, desde su propia mirada.
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En algunos casos expresaron ciertas dificultades que tuvieron en la toma de fotografías, debido a la
desconfianza de la comunidad sobre el destino de las fotos, esto por algunas experiencias previas que habían
tenido con algunas organizaciones que, utilizaron sus fotografías para beneficio propio y no de la comunidad.
Al escuchar esas percepciones, entendí sus temores y susceptibilidades.
Más tarde, en el proceso de recojo de testimonios sobre las fotografías, me impresionó mucho una señora a
quién tuve la oportunidad de entrevistar. Admiré el compromiso con su comunidad, había visitado cada una de
las viviendas y conversado con cada familia. Me contó la historia de cada una con una inmensa emotividad.
Escuché muy atenta y en algunos casos muy conmovida.
Sus palabras me devolvieron la confianza en el trabajo que estamos desarrollando. No podíamos pretender que
esas profundas necesidades dejen de existir de la noche a la mañana, pero sí motivar a la gente y fortalecer
su compromiso e interés de llevar adelante acciones comunitarias que contribuyan a mejorar la calidad de vida
de sus familias. Eso ya era algo muy valioso.
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COMENTARIO
Imágenes que Hablan, se desarrolló en 41 municipios de los
departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Chuquisaca. En este
proceso participaron alrededor de 800 representantes de diferentes
comunidades y fueron seleccionadas y priorizadas alrededor de 400
fotografías que formaron parte de exhibiciones municipales y 45 de
ellas de exhibiciones departamentales con el propósito de contribuir a
las acciones de abogacía y alianzas del proyecto.
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Personalmente, esta experiencia me
permitió acercarme a la realidad de
las comunidades, a sus vivencias, a
escuchar sus voces a través de sus
fotografías, a comprender la compleja
y multidimensional problemática social
de nuestro país en general y de la
salud en particular. Cada comunidad,
de acuerdo a su contexto tiene sin
duda características muy particulares
que pudimos develar a través de esta
metodología, el proceso me interpeló
profundamente.
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APRENDIZAJES
A veces, no resulta facil rescatar la riqueza de las experiencias en términos de aprendizajes. Sin embargo,
creo que esta experiencia en particular, plantea algunos aspectos destacables:
• Es muy valiosa, para la gente, la oportunidad de expresarse y de sentir que lo que piensa es importante,
lo que implica un gran desafío para quienes trabajamos en el ámbito del desarrollo, porque debemos ser
capaces de facilitar cada vez más ese tipo de espacios o metodologías.
• En las comunidades existen personas muy valiosas y comprometidas con su realidad y con la necesidad de
mejorarla. No escatiman esfuerzos con la esperanza de lograr algo que pueda mejorar sus condiciones
de vida.
• Es necesario transparentar de manera clara los objetivos y resultados de las acciones que emprendemos
en el marco de los proyectos, para no generar susceptibilidades, que a veces surgen por experiencias
previas de las comunidades.
• Es importante que se tome muy en cuenta las expectativas que se generan en las comunidades y el
impacto que pueden generar éstas en la vida de las personas.
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PREGUNTAS PARA INCENTIVAR EL APRENDIZAJE COLECTIVO
¿Somos capaces de reconocer y valorar el compromiso de las personas que dedican su tiempo
y se esfuerzan por mejorar la salud de su comunidad? ¿Cómo?
¿Qué sentirán las personas que captan una gran necesidad de la comunidad y se dan cuenta
que no hay posibilidades de satisfacerla? ¿Qué deberían hacer?
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Shirley y La Zafra de La Caña de Azúcar Autora: María Cristina Rentería
Institución: PROCOSI
Cuando encontré la casa de la señora Mercedes, quien era de mediana edad y oriunda de Sucre, quedé
sorprendida. En ese terreno que le pertenecía, vi una casa grande de 2 pisos, otras 3 más pequeñas y un
camión cuya carrocería estaba cubierta con un toldo. Además vi varias mujeres, unas embarazadas, otras con
niños y niñas que jugaban en la tierra.
Observé a todas las mujeres y decidí entrevistar a una madre niña que estaba dando de mamar a un bebé como
de 2 meses. Me llamó mucho la atención, lo joven que era, además que tenía un párpado caído que le tapaba un
ojo y solo podía ver con el otro. Empecé a imaginar cómo sería su vida.
Se llamaba Shirley y tenía 16 años, le pregunté por qué había tantas casas, tantas mujeres y tantos niños
y niñas. Me contó que ella era de Mizque, que todas esas mujeres estaban ahí y vivían ahí porque venían a
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trabajar con sus familias a la zafra; que ella, su suegra, su esposo y su cuñado vivían en el camión tapado con
toldo y que la señora Mercedes era la dueña, que les pagaba 30 Bs. por quintal de caña puesta en un camión
y que de esa cantidad, les descontaba para pagar la comida, la vivienda (el alquiler del camión) y otras cosas
más y que al final, no les quedaba dinero para regresar a su tierra, por lo que debían realizar otros trabajos
para juntar para sus pasajes.
No hice la entrevista, cómo? si ella vivía en semejantes circunstancias, iba a preguntarle sobre sus prácticas
de alimentación. Me despedí de Shirley con una gran amargura en el corazón.
Aprendizaje
Ese día volví al hotel, un lindo hotel, pensando en la vida, en la pobreza, en las inequidades, en la falta de
oportunidades, en las personas poderosas que oprimen y explotan a seres indefensos y necesitados.
Pregunta
El Proyecto de Salud Comunitaria que propone mejorar la salud y la calidad de vida de las personas de la
comunidad, está trabajando en áreas y con personas que van y vienen de la zafra y que seguramente viven la
misma realidad ¿habrá algo que podamos hacer o sólo quedarnos y ver pasar lo que pasa?
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La Oscuridad Autora y fotógrafa: Elsa Sánchez
Institución: PROCOSI
Un día lluvioso y frío, mi único deseo era meterme a la cama con una taza de leche caliente y un buen libro.
En ese preciso momento, alguien toco mi puerta y era don Félix el partero de la comunidad con el rostro
sudoroso y cansado por las 6 horas de caminata; en cuanto me vió en la puerta, antes del saludo protocolar
que acostumbraba, vomitó la angustia diciendo “doña Juana Gutiérrez, se está muriendo; hace dos días que
está con dolores de parto y la wawa en lugar de nacer de cabecita quiere nacer de mano”.
Entendí la razón de su preocupación, e inmediatamente juntos fuimos a buscar al conductor del proyecto a su
casa, para nuestra mala suerte, él estaba en la casa de su madre, entonces nos dividimos el trabajo: mientras
él se encargaba de ubicarlo yo me fui a preparar el maletín de parto, otros insumos y medicamentos. En 15
minutos estuvimos en camino.
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angustia, algunas personas se acercaron a don Félix y le preguntaron algo en y él sin contestar empezó a
caminar cuesta arriba en dirección de la casa y la gente en silencio nos acompañó.
Después de 30 minutos nos aproximamos a la casa, un perro salió al encuentro y en ese mismo momento salió
una persona con un palo para hacerle callar y detrás de esta persona apareció un hombre furioso, con el
rostro desencajado solicitando que nos fuéramos y decía: “mi mujer está bien, se salvara, he conseguido a
otra partera porque el de aquí no sabe, porque no ha hecho nada y por eso se ha escapado. Después del saludo
le solicité que nos dejará verla - él se negó totalmente, insistimos y tratamos de explicarle el problema-
finalmente a mucha insistencia permitió que entráramos al ambiente donde se encontraba la señora Juana.
El cuadro que encontramos no fue nada alentador, lo busqué al esposo para explicarle sobre la gravedad del
asunto y él desapareció, solicitamos a un vecino que lo fuera a buscar. Mientras esperábamos la reaparición del
esposo la colocamos en una frazada para cargarla hasta la movilidad y solicitamos el apoyo de algunas personas
que estaban en el patio de la casa.
Empezamos a caminar cuesta abajo y en ese momento el esposo apareció furioso y gritando en aimara “nadie
se va a llevar a mi esposa, ella va a tener su wawa aquí en su comunidad y en su casa, porque todos mis hijos han
nacido aquí y además no tengo plata para pagar al hospital”, yo me acerqué para explicarle, sin resultado. Miré
a mi alrededor solicitando apoyo de los que estaban cerca, pero nadie intercedió, me acerqué al secretario
general que también estaba cerca y le solicité que él como autoridad haga algo, y él con toda tranquilidad me
dijo “aquí en la comunidad no creemos en los doctores, porque aquí y en la otra comunidad tenemos parteras”.
Al escuchar esto las cuatro personas que estaban agarrando las cuatro esquinas de la frazada la soltaron
e inmediatamente reaccioné y les dije “seguiremos bajando ya hemos perdido mucho tiempo” y las cuatro
personas dudaron un poco y finalmente levantaron la frazada y avanzamos muy poco porque el esposo empezó
a jalar la frazada en sentido contrario. Nuevamente nos detuvimos y recurrí a las mujeres que estaban cerca
para pedir su ayuda tanto para convencer al esposo como para bajar a la señora, porque dos de los que estaban
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ayudando se fueron. Ninguna de las mujeres se movieron ni para interceder, ni para agarrar la frazada. El
esposo por alguna razón se alejó del lugar y aprovechamos ese momento para bajarla hasta la movilidad. Yo
tenía el corazón hecho un nudo, porque veía y sentía que doña Juana se nos iba y efectivamente se nos fue. Al
poco tiempo nos enteramos que el esposo para enterrarla mató el mejor toro.
Comentario
Ese día mi corazón se rompió, mi esquema mental de un estilo de trabajo comunitario se hizo añicos y me hice
algunas preguntas que por algún tiempo me han perseguido y todavía hoy me persiguen.
Este hecho marcó mi vida profesional: ese día pude evaluar los resultados de tres años de trabajo comunitario
en salud y me di cuenta que no había hecho nada.
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“Riesgo Total” Autor y fotógrafo: Julio Díaz
Institución: CARE Bolivia
Había llorado tanto la Niña que Pailón estaba aislada de Santa Cruz. El turbión había rebasado el lecho del
río e invadido toda la vía del tren, el pueblo estaba en un gran riesgo de inundación, por lo que las autoridades
abrieron brechas en el asfaltado.
Las personas, cual hormiguitas, caminaban en ambas direcciones guiadas por la vía ferroviaria en medio del
agua para poder llegar a su destino. Algunos sueltos y otros cargaban con todo su equipaje. Vimos como una
persona fue arrastrada por la corriente y logró llegar a la copa de un árbol y quedarse ahí esperando al grupo
de salvamento.
Quería llegar a Santa Cruz, no tenía otra alternativa que pasar por entre el agua ese tramo de más de un
kilómetro, después de ver las dificultades de los demás. Había que ingresar por el sector más profundo, fue
un reto para mí.
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Pensé en toda la gente que está en sus comunidades, aisladas y pasando momentos muy difíciles, me llevó a
escribir algunos versos dedicados a ese momento.
Aprendizajes
• Sólo el compromiso de algunos técnicos hace que arriesguen su vida, su seguridad o su comodidad, por
cumplir con los compromisos a pesar de los problemas climáticos.
• La situación de las poblaciones de áreas inundadas, es un elemento que interpela profundamente a los
técnicos que trabajan en la zona.
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Salir del Anonimato Nombre: Rosa Albornoz
Institución: Visión Mundial PSC
Hoy el día está con chilchi y con ganas de llover. A medida que se realizaba las encuestas de línea de base a la
organización comunitaria de mujeres, una de las últimas señoras me conmovió cuando contaba que cuando era
más joven no sabía cómo cuidarse para no tener muchos hijos.
Ella veía que algunas de sus vecinas no tenían hijos tan seguido y ella cuenta que les pedía que le enseñaran
porque también quería tener hijos con espacio de más tiempo, ellas tenían vergüenza de indicar o explicar cómo
era que se cuidaban aunque le avisaban, nunca fue exacto o correcto y seguía con otro embarazo. Luego empezó
a ver y controlar que es lo que su esposo hacía y no hacía para saber como el evitaba un embarazo; ella insistía
en saber, pero el esposo no quería que aprendiera, porque si ella aprendía, temía que ella empezara a tener en el
futuro otra pareja o que lo engañara y se fuera.
Su constancia fue inútil, nadie le dio una información, por lo menos la cercana a la
realidad.
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Él fue una de las personas que apoyó a las mujeres en la presentación en el concurso de sociodramas y ahora es
uno de los que más apoya al proyecto en su comunidad.
Ahora podemos ver que doña María cambió como persona, es notable y ella tiene un grado más que las otras
socias en liderazgo y decisión y entiende el objetivo de la Estrategia de Participación Comunitaria de mujeres
(Warmi). Un día yo estaba de retorno de San Antonio de Lomerío a Concepción después de realizar la selección y
cuentas de línea de base y en el micro los vi subir a ambos, a María y José, sin niños y después de saludarnos, la
pregunta surgió, dónde viajaban? y me contestaron a un taller en Concepción sobre “tierra y territorio” durante
cuatro días. A sus hijos y nietos los dejaron con la abuelita.
En Concepción mientras realizaba encuestas pude observar que ambos María y José sentados en sillas
desarrollaban trabajo de grupos.
Aprendizaje
Ahora puedo observar como una persona cambia y mejora su autoestima. Cuando hay cococimiento y apoyo del
esposo, mejora la pareja, la familia y por ende la comunidad. Cuando aprendemos y ponemos en práctica todo lo
aprendido podemos liberarnos de muchos complejos y dependencia de parte del esposo.
Algunas inquietudes
¿Cuántas mujeres vivieron una experiencia igual a la de María?
¿Cuándo se podrá lograr que las mujeres de todas los confines de nuestro país conozcan sobre salud sexual y
reproductiva?
Si todos los hombres fueran más amplios y comprensivos se podría solucionar muchos problemas.
¿Nosotros, los del sector salud, estamos realizando el trabajo en lugares donde se requiere?
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Historias de Vida Nombre: S. Rolando Colque
Institución: CARE Bolivia
Sí historias, historias de vida que reflejan algo o que demuestran tal vez algo diferente de la realidad, pues
miren, he recorrido muchos, pero muchos lugares, he conocido a mucha gente y en resumen, lo que veo es que las
historias de vida de mucha gente, de muchos niños y niñas, en fin de las familias, se traduce en la misma historia con
diferentes matices, en diferentes circunstancias, en un medio diferente pero al final la misma historia, el mismo
contenido.
Si alguien me preguntara que es lo que veo en esta imagen, y si no hubiera tenido la oportunidad de visitar diferentes
regiones, podria decir que veo unos niños preparándose empanadas de queso en su casa como ayuda en la casa, pero
si doy una mirada al pasado, a mi recorrido, me pongo a pensar en la diversidad de realidades que nos toca vivir
a diario, les digo que esta es una historia de vida muy común en nuestros suelos. Esta niña y los niños preparan
empanadas, pero no para ellos, si no como un medio de generación de
pequeños ingresos económicos destinados a solventar los pequeños gastos
familiares, ya que en muchos casos tienen un padre que ya hace mucho les
abandonó o en su caso la madre que ha empezado una nueva vida, fácil no?.
- Grupo 5
Salud Comunitria
Foto: Proyecto de
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palabras de personas que tal vez, no les importa en lo más mínimo esa realidad, o frente a quienes pueden hacer
algo, como nosotros.
Y si me preguntan una historia de vida que me impacte, pues les cuento miles pero miles de historias de las que aún
existen, traducidas en un común denominador que es la pobreza, el abandono, las ganas de sobrevivir y no morir. Al
final esto se convierte en un círculo vicioso que al crecer estos niños o niñas repiten la historia una y otra vez de
generación en generación.
Ahora surge la pregunta, ¿Estamos dispuestos a tratar de cambiar primero nuestras vidas antes de poder intentar
cambiar la de los demás?
Aprendizaje:
Esta historia debe reflexionarnos a cada uno de nosotros de una manera distinta, a la que no podemos inducir.
¿Es suficiente ver la realidad, o abrir los ojos y hacer algo por nuestras vidas?.
¿Cómo podemos incidir en las políticas públicas para evitar que los
niños asuman responsabilidades de adultos antes de tiempo?
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Experiencia Vivida Nombre: Karin Nibuscha Rapu
Institución: Visión Mundial. PSC Vida
En el municipio de San Ramón, mi persona fue asignada como Facilitadora Educadora para implementar una nueva
estrategia de participación comunitaria con mujeres, Warmi.
Al saber de esa estrategia, quedé impresionada porque por primera vez se implementaría en el oriente y con un
poco de miedo porque no estaba bien informada sobre la estrategia. Conforme fuimos capacitados por la Lic. Elsa
Sánchez, me pareció que los ayudaría mucho a las mujeres el hacerles conocer sus derechos.
En la primera etapa, fuimos a identificar a las organizaciones comunitarias de mujeres (OCM) del municipio para
promocionar la estrategia. Luego recibí de algunas mujeres preguntas sobre la misma, se les explicó y quedaron
alegres, pero su miedo era que sus esposos no las dejen participar porque se trataba de salud sexual reproductiva,
ellos dicen “vamos a tener los hijos que Dios quiera”.
Las señoras decidieron participar y luego dijeron que ya era tiempo de que ellas tengan una buena comunicación con
toda su familia y que es importante, tanto para ellas como para todos los de la comunidad.
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A pesar de todo lo que a mí me preocupa es que estas mujeres vivan frustradas y con esta nueva estrategia,
podemos sacarlas de todo eso, hacerles conocer sus derechos y creo que vamos a lograr que estos hogares
superen los problemas que ellos están pasando.
Me preguntaba:
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Nostalgias Nombre: Damiana Escóbar
Institución: CARE Bolivia
Un 14 de mayo llegué a Santa Cruz porque me invitaron a trabajar en el Proyecto de Salud Comunitaria PSC. En
dos oportunidades rechacé el trabajo en Santa Cruz, en CARE y en el CSRA. Por una casualidad me contrataron
para hacer encuestas y volví a CARE para una entrevista con la gerente y acepté.
Tenía una gran curiosidad por conocer Santa Cruz primero y por conocer a su gente, su cultura, sus costumbres,
etc.
Un 21 de mayo llegué a Roboré y sentía que me ahogaba y me arrepentí de la decisión que había tomado y no se
dieron cuenta del dolor que sentía de haber dejado a mi familia, mi trabajo y a mi novio. Estar lejos, me parecía
que el sol me quemaba hasta dentro del cuerpo, de vez en cuando me escapaba camino al hospital de Roboré y
me arrepentía de haber ido a ese lugar.
Nadie se dio cuenta que me estaba asfixiando, empecé a llorar y tenía muchas ganas de irme.
Cuando teníamos que regresar a Santa Cruz para hacer los informes, saqué todas mis pertenencias para irme
a La Paz y no volver nunca más, tenía una depresión muy fuerte, sólo me escuchaba una amiga a la que traje de
La Paz y a veces hasta se molestaba porque sentía que me estaba enfermando, ella me dijo que nos fuéramos.
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Nos fuimos y otra vez volví, había algo que me pedía volver y no sabía que era. En esta segunda entrada me
enviaron a Pailón, me dieron a escoger donde quería trabajar y de repente se me iluminó la idea de trabajar
cerca de Santa Cruz me animé y apasioné, nunca había escuchado ese nombre ni la distancia ni nada. Terminó el
mes y nuevamente volví a La Paz pensando no volver, pero volví por tercera vez. En ese tren me di cuenta que en
90 días estaba involucrada con las autoridades, con la gente, conocí a mucha gente que necesitaba mucho, agua,
alimento y me dije, aquí me quedo.
Empecé a reflexionar y me preguntaba que voy a hacer en la ciudad; en la ciudad ya tienen todo organizado y
acá encontré algo que realmente necesitaba, un lugar donde necesitaba dar algo de mi, especialmente en las
comunidades indígenas donde nadie les ha dado apoyo ni nada, donde a gritos están pidiendo información y
orientación.
En todo este tiempo llegué a cumplir un año y ahora no pienso, ni siquiera se me ocurre irme, tengo que llegar
hacer muchas cosas, sólo tengo miedo que el tiempo no me alcance, para cumplir metas personales, dar como
ser humano información especialmente a la mujer que es discriminada. Ahora trato de aprovechar todos los
minutos de estar con ellas y sé que con el apoyo de las personas que me rodean voy a lograr conseguir que las
personas conozcan y ejerzan sus derechos, de aportar en algo para que no sean discriminadas especialmente en
las comunidades ayoreas. Sé que es difícil pero no imposible.
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Este material ha sido impreso gracias al apoyo proporcionado por el Gobierno de los Estados Unidos de América, a través
de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), bajo los términos del Acuerdo Cooperativo
Nº 511-A-00-05-00113-00 NGO UMBRELLA.
Los contenidos expresados representan a las personas que participan en el Proyecto de Salud Comunitaria y no
necesariamente la opinión de USAID.