selucidas y Roma En 537, Ciro permite a los judos regresar a Jerusaln, donde gozan de autonoma. En la poca de los selucidas se renuevan las luchas, especialmente cuando Antioco IV implant en Jerusaln el culto de Zeus en lugar del de Jehov (168). La familia d los Macabeos dirige el movimiento de liberacin, que se logr, tras heroica lucha, en 130. Gracias a su amistad con Roma, Juan Hircano (130-105) representa un nuevo apogeo de Jud, regido por reyes que son sumos sacerdotes. Despus de nuevas turbulencias, el general romano Pompeyo incorpora Judea a la provincia de Siria; pero conserva su autonoma bajo el