You are on page 1of 10
a Significacién del cuerpo humano en contextos contempordneos de muerte violenta Alejandro Arteaga Saucedo Maestria en Estudios Mesoamericanos, Universidad Nacional Auténoma de México Resets esde ticmpos remotog cl tratamiento del cuerpo sve para expresar emaciones yreflexiones en tor no a la muerte, Pero zqué pasa cuando el eadiver no es de un ser querido? Para qué se usa el cuer- ‘que atravesa México, ete articul profundiza en el trata que dan ls asesinos al everpo de us vieti= mas desde la perspectiva dela antropologiaforense, Se expone la importancia de inclu ala arqueo Jogia en el estudio del contetoforende para su ands junto con Ia antropologla socal o cultural, El tema se apoya en la idea del cadiver como herramienta de comunicacibn que expres un mensaje ala expera de ser deeoditicad, Palabra dave watamiento mormorio, context arqueoldgieo, antopologa forense, volenca, muerte Ansa From ancient times mortuary treatment has been away of expressing emotions, feling, and reflec tions concerning death, but what happens when the body i not that of a relaive ot loved one? What isthe body used for in these cases and what kinds of messages can be expressed? In the context of violence and organized crime that currently prevails Mexico, this text seeks o explore the treatment that murderers give the body of ther victims from the perspective of forensic anthropology. Empha- sis is placed on the importance of including archaeology inthe study of the forensic content fr its analyst in conjunction wth social or cultural anthropology Interpretation is base on the idea of the body a tool for communication, which conveys a message waiting to be decowed, Keywords: mortuary treatment, archaeological context, Forensic anthropology, violence, death, 80 6 NE 1, ROBO BERIT #1 lean Arca Saucedo wo ssa euler onlin ely eds aria, antropologia biologica de campo Ja muerte y la experiencia humana respecto a la misma ~rtos funerarios, eligin, an- cestros- Binford, 1971; Buikstra, 2006; Chapman, Kinnes y Randsborg, 1981; Gonzalez, 2009: Larsen, 1997, 2001; Lomnitz, 2006; Marquez y Heménde2, 2006; Parker, 2008; Serrano, 2003; Serrano y Terrazas, 2007; Thomas, 1993; Tieses, 2006) Antropologia forense Justo por la anterior la antropologia tiene las herramientas metodolégicas y concep- tuales apropiadas para la intervencidn de contextos forenses; es decir, eseenarios de -muertes ocurridas en fechas recientes y cuyo interés persigue fines legales. Gabe se- Fialar que la antropologia forense de la medicina forense (Dwight, 1878), y luego de la antropotogia fisica (Krogman, 1939), euyos fines eran la identificacién humana, Em el caso de América Latina, su inclusion en los asuntos legales ha sido més cercana alos derechos humanos, debido a la stuaei6n de violen lidad social, donde el antropélogo se enfrenta a la desaparicién de personas que es una de las consecuencias de los confictos armados internos y violaciones contra los derechos ‘humanos-. Como ejemplo se puede mencionar a Argentina (Equipo Argentino de An- tropologia Forense), Guatemala (Manual... sf), Pert (Equipo Peruano de Antropologia Yorense; Parra y Palma, 2005) y Colombia (Blair, 2005). En estos casos el investigador debe tener conocimientos de téenicas propias de la antropologia Fisica y la arqueologia, pero ademés de la antropologia socal y los derechos humanos internacionales \6 como especialidad, en primer lugar, a partir ,represiin, crimen ¢ inestabi= Sinica del cuerpo humane en context contemporineas de must isles Debido al entorno de violencia que se vive en Colombia, Flsa Blair (2005) argue menta que la antropologia forense puede contribuir a hacer menos doloroso el con- flicto mediante la basqueda ¢ identificacién de personas muertas, para con esto dar tranquilidad a sus familiares y al mismo tiempo generar aportes teéricos para la re~ rte violenta, entendida como un fenémeno social, Al adoptar esta postura para el caso mexicano es factible sugerir que la antropo- logia forense debe estudiar el hecho concreto es decir, el contexto-, para después aproximarse al comportamiento criminal y su efecto en la sociedad, La finalidad es comprender, explicar y crear alternativas de solueién a un fenémeno social comple~ Jo como el que viven algunos paises en América, En ese sentido se debe entender al erimen como un hecho social que involucra la violencia, la impunidad y el sadismo como formas de romper el orden y la legalidad en una realidad social que nos involucra a todos, tanto a los asesinos como a las vic~ timas y los testigos Gon base en el escenario de violencia e inestabilidad social, resulta fundamental asimilar a la antropologia forense como una especialidad o linea de investigacién de la antropologta general, y no como una subdiseiplina de la antropologia fisica, De esta forma adquicre un enfoque social ~y no sélo practico~ en el que se reconoce al contex- tw antropoldgico forense como el reflejo de conductas y fenbmenos sociales que mere~ cen ser explicados (Talavera y Rojas, 2006) fexién sobre la n Contexto antopoliicaforense A partir de esta premisa, el contexto es una de las herramientas principales para com- prender las conductas que involucran el sometimiento, asesinato y manipulacién del cuerpo humano. La hipétesis plantea que la manera en que un cuerpo es manipula- do refleja aspectos tanto individuales como colectives, y nos permiten entender la for- ‘ma en que las personas lidian con la muerte del ser humano en situaciones como éstas “no sélo com la de la victima, sino también como un reflejo de la muerte personal. En el contexto o escenario forense es posible encontrar pistas que leven al entendi- imiento de estos fenémenos, pero antes se debe tomar en consideracién que el contexto es diacrOnico; es decir, eambia con el tiempo y a causa de miitipls factores, por lo que no representa una fotografia intacta del acontecimiento, Asi el escenario se debe asi- rilar como el elemento principal de una investigacion antropoldgica forense, al menos durante la etapa de registro y recuperacion de los restos. Esto significa que, a pesar de S805, NEM ID NERO NO BEIT #3 lean Arca Saucedo {que el cuerpo es el elemento central, no debe ser alo ti durante esta etapa, ya que se debe poner atencién a los otras componentes, que son 1) la manera en que los restos son colocados en el espacio y el tipo de espacio die seiiado, construido, cavado o simplemente considerado para su depésito, y 2) todos los objetos y rasgos naturales y aricfactos, omamentos, huellas, marcas, residuos y cualquier otra evidencia que permi- ta reconstruir el hecho. Respecto al elemento central, cabe sefialar que el cuerpo es un objeto social y pri= vad la ver: es vehiculo de represen (2005: 44), es “superficie de inscripcién y emisor, portador y productor de signos [...] cs portador de la memoria social”. Asi, se convierte en instrumento y espacio de sig- nificacién y comunicacion. ‘Muestra de lo anterior es la manera en que la cultura modela los cuerpos y los hi bitos para vestirse y adornarse como parte de una practica comiin de cargar al cuer~ po de simbolos. En cuanto al cadaver, éste se convierte en objeto de construccién y representacién que permite ver la relacién establecida con la muerte y las dimensio- ws de las que se cure (ibidem: 46-50) En México, al igual que otras partes del mundo, se usa al cuerpo humano como par- te del escenario para producir dolor y sulfimiento, como manifestaciin de violencia y ‘muerte; un ejemplo es su reduccién hasta su particula més pequetia, con lo que se des- truye por completo y se anulan en forma permanente las posbilidades de identificacin, Pareciera que esta accién se levara a cabo para evadir la justicia, aunque esta claro ‘que la justicia es algo que los grupos criminales han eludido en los titimos afios. Ene tonces, gpara qué destruir al cuerpo? Si se considera una perspectiva antropolégica, ¢s posible suponer que la finalidad consiste en negar la idenificac las personas ¢ infligir dolor, desconcierto ¢ incertidumbre a la sociedad, pues familia- res y amigos jamés sabrén qué ocurrié con su ser querido. ‘0 que se preste atencién ulturales asociados directamente, Entre éstos se ineluyen jgno y significante, En palabras de Blair nes simbéli 1, “desaparecer” a Violencia Para justficar el contexto y entender el tratamiento mortuorio se deben abordar dos ‘conceptos, en primer lugat la violencia. Por ahora, basta con recordar que es una ac= cién que “implica el so de la fuerza fisica, moral o psicoligica que ocasiona datios” (Gutiérres, Magdaleno y Yatiez, 2010: 107). Para Hernéndez (2011: 3) “es instintiva yy adquirida culturalmente y se manifiesta de manera individual, colectva y cotidiana- Sinica del cuerpo humane en context contemporineas de must isles mente”. Tambi cional (Echeburiia, 2010), y colectiva, puesto que todos los miembros de la sociedad. participan al ensefiarla, repetitia o permitila (Bafios, 2005) En nuestro pais, la violencia ¢jercida por el crimen organizado, las autoridades o la lad civil se puede asociar con la eficiencia del Estado, la descomfianva en las insti- tuciones estatales y religiosas, o bien con intereses econémicos y de poder. Sin embargo, lia safia con que se llega a practicar relata un odio social, un proceso de cambio en las relaciones existentes entre los miembros de la comunidad (Pereyra, 2012; Blair, 2005). Es importante sefialar que éste no es un fendmeno nuevo en México ni se asocia en exclusiva con el narcotrafico, ya que existen el crimen comtin o la violencia en la familia, por citar algunos ejemplos. Estos tipos de violencia no son el punto focal del presente articulo; en cambio, se presta especial atencién en los fenémenos desenca- denados por la “guerra” contra el crimen que comenz6 en 2006 y continiia hasta la fe cha, In estos casos trasciende la participacién de los antropélogos para investigar las, causas y explicar el entorno a partir del estudio del contexto, Desde el denbito acadé ‘ico, a intencién es comprender los detonantes socioculturales que llevan a las personas a cometer actos de violencia, pues estos personajes forman parte de la misma sociedad a Ja que atacan no son los otros, 1 se le considera una forma de relacién social, con un cardcter inten- Muerte El andlisis de la muerte también es de interés para la antropologta forense, pues- to que las creencias al respecto son elementales al ofrecer determinado tratamiento al cuerpo. De manera paradidjica, esas concepeiones, plasmadas en un cadaver, son cfectuadas por los vivos, quienes revelan su manera de entender y relacionarse con el tuniverso, el eual asu vez es un espacio construido por la conciencia humana, repleto de significados y conceptos creados para entenderio (Parker, 2008) Una vision universal relata u experiencia colectiva, de un hecho cultural ehistri- co, que en palabras de Blasco (2008: §) “ha sido una de las principales preocupaciones de as personas religiosas ono, en todas as épocasy lugares”. Al respecto, Morin (2007 28) considera que desde la prehistoria “el cadaver humano ha suscitado ya emociones que han adquirido eardcter social en forma de pricticas funeratias, y que esta conser vvacin del cacaver implica una prolongacién de la vida". Perder la vida es lo tinico, lo mas grave cierto y necesario de la vida; es algo desco- nocido, porque nadie sabe qué pasa después dela muerte. Ademas es un tabs, porque S805, NOM ID RO NNO BEDIT « lean Arca Saucedo cen la mayorfa de las sociedades no se puede abandonar al eadiver (Blasco, 2009), Bs- te valor va mas alld de la respuesta sanitaria de deshacerse de un organismo en estado de descomposicién. El tratamiento que se da a un cuerpo implica emociones, sensa-

You might also like