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En contra de la musica Herramientas para pensar, comprender in contra de la musica Julio Mendivil En contra de la musica Herramientas para pensar, comprender y vivir las musicas Appadani, Aj. Medonity at Large Call Dimension: of Gbtzaton (ender: Uniersty of Minert Pes, 199) Bute, Jui Gonder Tras Fini and the Sorin ofl (New Yrs Rote, 1990) (Clif, “Tnroductin: Parl tat Ci, James Marcas Geonge (eds) Bring Cale The Brian Plt of rbarapy (Bethy? Lox Angee / Londo: Universi of alfa Pres 1988), pp 1-26. aid Jaques “Eni Devine, a damn lft de _ flo Baseane: Pde, 1987), 77-122 bin Johanas. Time andthe Ot Hows Antreplgy Mat es Obie (New “Yor: Calrbin Univer Pras, 1983) ad, Steven. Sud and Seton Bink, ping, Pati, and Son in Kel _Esreion Philadelphia Univer of Penny Pres, 1982, (Gee, Cir. "The User of Dien" Mion Quarry Revi, Vl XY, 171.1986) p. 105-23. —."Desripei densa: hacia un tori interpetatva det”, Gers ta erprenin dare (Bacloa: Ge, 20), p19, Gilder, Aathony. 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Ye accedido hace orgie tea que er nueto debe como enomasieslogo experiments tri meta saberes lr generacones frre No bstante, tbe comenarhacend una advenencla No esperen de a ve ds rectas pts leit el to enna tea, Vengo al eat como el ajo qu ga ent ermine on Jscanso Yrsin ms certersquc Toque a vst ene cain, Por tan 1 {ue aleance a deci no Gene nfs vrwd gue sre ead demi Spercacn, No es mejor que ota ca an slot manny de sr Stromitlge Ps espli el ipo de etomeniclgi quero ceo qu seh certo con sgn cose che rl psvona St sping al Parts dei toga no To hago con un in arctan pore {reo que ello ler syudrs entender por que estoy agu oy park hablar dela etnomsclogla amo un proyecto hum Nctenmyfer prince lonator seman neo de cle mediante yceileendopomas de Béoqcry Abra ‘Valcomas,ccichado + Bach y 4 Chopin en wn clei pido lime, digi por un oxi scor de rgenrumanoalemi, dl cial we rumorea qu er un nat reign, Allen teen de fara diplnacintenson eon, fan lao problemicoy tay tempano spend cl alo de palabra inebordinad, ue ‘ome ag! pesonae sola marme cuando me rependadelate detodoel sina. la ctanca,comprendo qu mina pest lo dura que results mi experiencia en ese colegio, fue privlegiada Alli aunque bajo un yugo autoritario,recibt una sélida formacién intelectual, pero sobre todo aprendi a luchat por Ia libertad de ppensamiento ya rebelarme conta tado tipo de autoritarsmo, Mis tarde, en mi adolescencia, comencé a leer a Baudelaire, a Rilke y 3 ‘Rimbaud y, contagico por los gustos musicales de mis hermanos -mayotes “un perioista eon aspiraciones teraras y pokes y un escltor rebelde que eargaba algunas reminiscencias del hippismo- empecé a interesarme por los Beatles ye rock progresvo de Jethro ‘Tall, Yes, Emerson, Lake 8 Palmer y Pink Floyd y, por afiadidora, también por el de sus seguidores en ls teras peruanas. Fueron justamente esos grupos de rock pscodelio peruanos los aque despestaron mi interés por aquello que en etnologia denomi- rnamos el Otzo (as, con mayiseulas). Como parte del eclecticism ‘musical que los inspraba los grupos de gock de Fnales defo sesenta Y princpios de los setenta habian vuelto la vista a las expresiones musicales de culeurasremotas como la India oe Japon, abriendo a miles de seguidores el universo de las misicas no occidentale, Enel Peri grupos como El Polen y E] Opio vireron su rostoa as expre- sionesindigenas, as cuales, emulando la experiencia de us parango- nes britinios,velan como el Otro interno y como posible cantera de material musical extico. Yo comencé a tocar en un grupo defn” Iamado Madsiga, que drigia el quenista Emilio Flores, y fue por se grupo,al que ingrexé cuando bordeaba lo veinte aos, que deci aprender a toca instrumentos andinos pata integraroe en nuestra misica. Pesto que yo tocaba la guitarra, me decd por el charango, st pequefa gitarsilla de cinco cuerdas que tocan mestizos e ind sgenas desde los Andes centres peruanos hasta la serra bolivia, El contacto com ls cultura indigenascambié mi vida e hi evi dente que aunque jams habia slido de d, hasta exe momento, no habia conocido el Peré verdaderamente. Fue resién entonces que descubri que mis alli de mis naries habia un mundo de pobreza, de injstcias, de frustraciones. Peo también un mundo de Iuchas yy esperanzas. Fue asi entonces que, nsprado por Ia efervescencia politica desatada por Ia revolucién sundinista en Nicaragua y la por fentonces ain plausible leyenda de la experiencia socilistacubsna, ‘Aninana! uamamatgicone in pepe ana ‘ne inci en autores marxistas como Gramsci, Totaly, sobre tod, José Carlos Mariétegui quienes dediaron buena parte de aus esei- tos al tema de la cultura. Del Amautaaprendt que una revoluciéa ‘en el Pent era imposible sn atender los problemas de los indigenas, pes buena parte de la pablacon peruana era de oxigen indigena Se me ocurié ast que para ser un msico realmente peruano tenia que tocar en vez de rock progresivo, la misea de esa cultura que, sulyugada en mi pas, venta resistiendo desde la egada de los con~ ‘quistadores: Ia misica de los Andes. Debo admiti que mi interés por la misica andina se convitié entonees en uno exclusivamente politico, Pero tae suerte. principios de los ochent,ingresé ala Escuela Nacional de Folklore José Maria Asguedas 2 estudiar con el legendario inérprte de charango Jaime Guardia y con el no menos legendario guitarista ayacuchano Rail Garcia Zarate, dos de Toe ne reconocidosintéeptetes de msia anda, Igualmente, me uni a tuna tropa de sir que dirgia Alfredo Curaaz, sn dada uno de loe teferentes més imporeanes de la misica puneia en Lima. Yo venia ‘on a usin ingen del hippie rezagadoY ellor de una experien- cia de discriminacién y de lucha por lreconocimiento cultural en la capital. Yo queria fusionar masica, hacerla moderns, cambiar el ‘mundo, ellos, en cambio, amaban el folklore, et cul considerban trar que tas elas tambien se escondian ereencasconvicciones cul~ turales tan profindas como la idea de Heimar,la idea de un mundo ‘6 pico en oposicin 2 los procesos de modemizacin de a sociedad ‘occidental; que lo que realizaban tales actores sociales era una rebe~ Tién conservadora fente ala reflexividad de los tiempos modernos, cx decir, frente a esa dindmicacoastante de cambio que caracteriza Ta logics cultural del capitalism tard. ‘Como no queria ser un esritor poscolonial de esos que escri- ‘ben con tono quejoso radical y aleanero, fcilitindols asus adver~ sitios que no los tomen en sero, tive que idae ardvamente con las formas de epresentacin afine I etnologit. No queda ser un cectitor poscolonal porque pensaba, y pienso, que con wn lengua de resistencia tales autores reprodcen su condiciGn de subalernos. Y¥ no queria subordinarme, Por eso decid escribir mi monografia en un fono distnto en wn ton ino. La iroata habia so, efec~ ‘ivamente, un arma may fina en la investigacin sobre el schlager ¥y muchos investigndores de pretigio se habla valido de ella para ‘hurlarse del género, de sus intérpetes 0 de su public. Yo opté por cl camino inverso, aplicando la ironfa al discuso académico sobre cl schlager. Fue esa mirada ininica jastamente la que me hizo ver «que Iz burla no era sno wns exprsin del dabitus de los académi= cos para distancarse colturalmente de un producto que, sein el consenso social ra de poco valor cultural y por tanto no digno de su consentimiento, De esa manera mi minida inca hizo evident «que una buena cantidad de literatura cientifia sobee el schlager estaba destinada a produce distinién social para los investigadores, quienes acumulaban mais capital cultural al mostratse citcos con el gusto popular 0, como dria Bourdiew, al distanciase del gusto ieggtimo de los sectors menos letrados. La etnologa, como Io ha dicho Clifford Geestzen su momento, ha jugado un gol importante al recordamos que las convicciones propas no deben levarnos a la autocomplacencia yal ensefarnos que Is diferencia también puede ser el producto de un pensamiento raional y erquematizado, reci- samente a mi,a un etomusislogo peruano anclado en Alemania, me tocérecondaries alos académicos germanos que los productores yy consumidores de schlager merecian la misma tolerancia que elon, jjystamente, reclamaban para ls ealturasremotas que estdiaban en ‘Africa, en Asia o en América Latina. Mi tercer trabajo de largo aento es una letura critica de Ia his- toria de In etnomusicologiadedicada a la risica de los Andes. De alguna manera, se inspira en la lecture que ha hecho James Clifford ‘sobre la historia de a emologia en ef siglo XX. Guiado por ls t2- rias narativstas de la historia de Arthur Danto, Hayden White, Keith Jenkins y Frank Ankersmit, entre otre, emprendi un reco" rrido arqueoégco, ene sentido foucautiano, dela formacisn de la musica de los Andes como objeto de investigacién etmomusiolS= ‘ica. Me habla llamado la atenckin que, pese @contar més o menos on los misrnos datos, a historias sobre la misica andina diferian ‘adicalmente una de ota. Asi que 3 me ocures analiza los cam Dios concepruales en la naeracisn de It historia que prsentaban fos tuabsjospublicados desde finales del siglo XIX, cuando la musiolo- ‘a descubri la misica indigena, En dicho trabajo explocé cémo, 4 partir del descubrimiento de la pentafonia como sisterna musical ndino, fue formando un discurso sobre la musica inea,toman ‘Ariana anomastpa conan pee rame 4 xt pero como pars rn pate pore todo) dela cars frchopnias- Al aalzrov evloe ysena concepts de ES historias dela misea pd poner al dessbiee que eae dco sco coda marado por Coco momentos deeriants que Gsracaenaben eno estaoe ore ma ann 1) una nat ln gc desde navn evolu considera x pr Sia muscles andi como epenvenas den patado Ineo primo; 2) une nurcin sta dee una prion dion {he declicabe ln opciad erent de cure adios pre Savina como mers repetiones de logos lana en crs Intade; 9) mac de ovesigadore cakes de orig nding que impuscron uma noes fxn de arin pica -o monies sta ene denon de Nerache, que aban de mostrar que te mite inci ert an dearly exes como la ise tien contesana crops; 4) cro de profeonalraién de Tretnologt, donde se mpo el eam coogi yd itor fa donde vino sealers n pins psc ioe abn en In preentaion de aos dm abd en dacmentor cones 0 paris oro porque eevant esr eton cambio en inetrtur de aati dea ise de os Andes? Qo jostiaba thandonar momentincamente metodo cet de I ipinay neers cova ire hoy anacréni? Vio eupecalient, tl propio preci xconde exh nets academia Sin rnbargoseq unin ne motvaba un nes plc En bor Gk etude a misin anda habia ot que ste and tics como tn Datu, Car Vea o Jone Maria Argues Inblancomenzado a ser ton por interpreter y promote al tures como fonts iefabls a que abi que eur cada ter qu la mia andina fers “ameniadt por abearcoente, Usopimando clas aves geersons de mito, Por ea tabi quedecnsriese “texts sagrado”y mosis como To tue rainene som daerot Toad en un momento stc0 Tian condiciones cnc decency eechament ig de proyeoesepsterolgios pliner "Aner ety ta de tea To gu he hs todo ete tiempo como enomclog puedo dec qe glen et lgado de John Blacking, he watado de estudiar al humano come productor y consumidor de saberes relacionados con la mésica. Desde Alan Merriam hemos aceptado que la misica er mis que estructuras arménicas © sitmica, que a msica es un conjunta de conceptos Y¥ comportamientos, y que estos, como afirma Timothy Rice, se forman histiricamente y, por tanto, se transforman todo e tiempo Desde este punto de vista, la misica es un hecho soci. Y siendo Ja misica un hecho socal es imposible etudiarla sin poner en el centro de nuesraatencin también a los humanos que la producen, Ja ejecutan y la consumen; es imposible no poner en el centro de nuestra atencin sus vidas, Sus lucas, sus aspiraciones y sus sues, pues son ellos los que dan pee a sus formas de expresion cultuals, Po eso creo firmemente que el mejor sporte dela etnomusicologia a Tas eiencias todas es que,al estudiar Ia mica como un hecho social, nos ayuda a entender mejor las sociedades que hemos desarcollado los seres humans alo largo de la historia, Pero los humanos no somos una masa amorfa de individu, sino sujetoscircunseitos adeterminadas estructurassociles, Despues de Michel Foucault hemos comprendido que no existe saber que no ‘estérelacionado con el poder Por eso una constane en mi trabajo ha Sido también estudiat las relaciones de poder que surgen en la pro- dlucin y reproduccin de las précticas musicales como en el cas0 de a lata de venado- y estudiar las relaciones de poder entre os investigadore y os productores y consumidores de mica ~como ‘encel caso del schlager ye a historia dela sien andina- Por qué ‘importante esto timo? ‘Thomas Turino ha dicho que una de las funciones sociales de la ‘emomusicologia es, defendiendo un punto de vista telativstacul= tural, aprender y ensetar sobre modos cadicalmente diferentes de conceptualizar el mundo de manera que podamos tener més mode~ ls para pensar yactuar en el propio. Creo que esta es sin duda fa labor itima de muestra dsciplina: defender la dversidad cltural y

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