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Marcos Nevare Historia de la Argentina 1955-2010 (Deeds ia caida de Parén en 1955 hasta le primera cécacia dl ‘9/0 100, listeria argentina se ha cerecterizado por ls nestabildad 1y@ desacuerdo, Ente le iqueldad Gitrioutvay la olarizacion social contre el autortersmno y la democracia, esta etapa puede =r ‘comprenelda también a patrdel uo y refkfo Ge proyectos poiicos ‘qu2, me alld de su enovtne variedad,tuvecon un raago en comin: la necestcad de iar con un orden social y con actores fermacios clurante la déeaca paroriste, que probarian ser mucho mas porsistentes que su régimen palico, ‘Marcos Novaro se eropone narrer este periado haciendo un esfuerz0 co sintesis que elude las vsiones meniqueas y las simalscaciones,, ¥ que logra explicar con precision los hechos y ef contexto de fos momentos més sigilicatvos:@!racaso de a Rewolucién Lbertadara, ia traglidad de ios gabiemas de Frondiz¢ lay sus plnteos ante el eronismo pxoscripte, e royecto corperative de Onganis, el secenso do las organizaciones armads, ol programe reprasvo de fos mites yla inconsistencia de sus palticas econdémicas, la quera de Manas, le esperenca que deeper Alfonan ys dicultadas que debis cerirentar, as reformas ce marcato itroducidas por el menemismo,, yl surgi y decive del Kirchner. ‘A comienzoe de nuavo sig, sien fa democracia se ha revelado ‘copaz de procesar insttucionaimente los confictos, sique atravesada por ios dlemas del medio sig anterioe. Con rigor y cleridadl exostva, Nowero rata la Pistoia de les (lima dScadas y apuesta 2 echar luz sobre los desaflos pancientes, La Biblioteca Baisica de Historia ofrece un panorama sistemético de Ia historia argentina desde ios pueblos originatios hasta el siglo XX en sus dimensiones social, politics, econémica y cultura. ‘Aportir de eélidas y actualizadas investigaciones, destacados historiadores narran el pasado de nuestro pais situandolo en su ‘contexto y en sus vinculos con América Latina y el mundo. ‘Los relatos combinan una perspectiva original yrigurose con tuna expesicién sencila y directa. Cada volumen incluye fuentes ‘eilustraciones que contribuyen a hacer més vivida la historia. a lL atores 39676128144 Marcos Nevare Historia de la Argentina 1955-2010 biolotecabéslee de historia biblioteca bésica de historia Dirigida por Luis Alberto Romero Marcos Novaro Historia de la Argentina 1955-2010 Aigo veintuno roscon ohne 6 * ale velntiune catores argentina. sa Guatemala 4826 (01 42580P), Buenos Aires, Argentina gle vertine cctores, a. de 6x. Pee Cerro det Agua 248, Deegacion Coyoacn (045 ‘igo voitino de espara eatores, 5.8 Sector Fora a, Tres Cantos (28760), Madi, Expat DE, México Narcor Nowaro Historia de a Argentina, 19552010,-1a.ed,-Buenos Altes: Siglo Veintuno Baitaes, 2010. prop; 23216 cm (Blouses Bsica de Histora / rigid por Lis Alber Romero} ISBN gr-o8y Gag 44 6 1. Historia Argentina I. Tilo DD be scion al euidado de Yana Sela y Teresa Asi. © soro, Sig Veintnno Baiteres SA. Disedio de coleci6n:tholin kvast Dice de birt: Peter Tjebbes sev grad Sapte 8 eapreso ex Geafinox // Larnaca 1876, es canes de nowenaze de 2010 ‘Hecho d depisi que marcala Ley 12.723, mpensren Argexsina // Made in Argentina indice Introduccién 1. La Revolucién Libertadora: el fracaso de ia restauracion conservadora Untegrar 0 eaccar al peronismo? ¢Restabocer a on social o| la Ibert polica? Dos asgos persistent: gua social y rss de egtimicad politica. Lo quo ef cambié con fa Ubotadora cris del estado y potarzacion de clases. La accién dela Resistencia la reerganzacin del incalleo, Las tctions de Perén ye rooas0 dela Consityyonte. La causa decsva del acaso: la cision dl redlealemo Frondizi, entre la proscripcién y la integracion 5 emusasino desarlsa y ls “Yactores de pode. Logis ‘eendricos y ssedo police. Les compe efectos coils de ie rmodemizacén: os aecuves" y as las. La cada de Fondly e gobierno de José Maris Guido Arturo fia: un gobierno moderado en la escena de la revolucién (Una tregua demasiat tril. Na en nciones: une cuore versn de polices conecss. La lucha do ideas y ol nuvo rl dai javontuk La dareta ce Vander y el gope 4. La Revolucién Argentina: de la suma del poder ala impotencia Creare yal ernpo eccnémico. Levingsion ya tempo sxc: Inftcion yvctncia, Lanusse y !fempo polco: un tet taro de conten fa ruta 8 38 6 8 Histria dof Argentina, 1055-2010 5. De la “primavera de los pueblos” al imperio del terror ‘Capora al grbiemo, Perén 3 pode. La muerte de Pern y elf ela revolt perorst. Eidescenso al leno 6. 1976-1979: la hybris procesista, el fin de una época La "quer antisutversh ylascioas hremacionais. La ‘paz rocesista y sus efectos sobre una sociedad en rica mutacin, Unas poses exresiones ce rastencia 7. 1979-1983: Némesis y transicién 5 oon20 de Martinez de oz, nauiragio de Vila ya crisis soc Galery 1 guara ce Malvnes. ln dl pacer miter ye caine hacia fa dernocracia 8. La conquista de la democracia y el agravamiento de ta crisis La primavera afonsinita. Un breve verano, B ocaso:rebaones mitre @ hperiiacén 9. Menemismo y reformas de mercado Las consscuencies de a hierintaciin: ura deslgualded equda yy persterte, Dos ios al flo del aber. La Converibiidad La ‘consolicién del modelo. La crisis del Tequie le ectoclon 10. Dective y derrumbe de la Convertibilidad a contiuldad dl iodo" La competencia police deta y fuera del oficial. E gobi ce a Aforza y el donube de te Converts 111, Argentina en el nuevo siglo: un inesperado renacimiento Un taro cambio ds tondencss, La criss pation. uhalde-Lavagra: una gestin inesperadamente extosa. Las aos dt Krchnasss Epilogo Bibliografia y fuentes ne us 167 196 228 253 279 sor 307 Introduccién Desde ta caida del régimen peronista en 1955 hasta Ta pric mera década del siglo XXI la historia argentina lieva la marca de la inestabilidad y el desacuerdo; de alli que contenga procesos politicos, ‘econémicos, sociales y culmurales muy variados y complejo, que inch. yen experimentos instinicionales de todo tipo. La etapa en euestion se injcié con una sucesién de ensayos semidemocraticos 0 directamente autoritarios, y estos iitimos terminaron por imponerse, valviéndose cada ve2 mas prolongados, ambiciosos y violentos, hasta que su fracaso rotundo dio paso, a comienzos de los afios ochenta, ala normalizacion democritica. Bl advenimiento de la democracia significé un hito funda- mental en este largo ciclo de conflicios, yaport6 un cambio de enorme importancia para el pais, pero lo cierto es que, antes que poner fina la persistente inestabilidad, apenas pudo ofrecerle un marco de conten: cin en eayo contexto los aspectos econémicos y sociales del problema incluso se agravaron- Fue asi como la recurrencia de ia criss termind por imponer una “culuura de la incertidumbre’, que ha modificado la ‘estructura misma de a sociedad. Un pats “sin rumbo jo” en sus politicas piblicas, en sw inserci6n en ‘el mundo y en las imagenes que prodace de sy para sf es un desafio para la comprensin que no pretendemos agotar aqui. Para echar luz sobre estos procesos estuliamos el dilema, surgido ya'en el ocaso de la ctapa anteriory que el peronismo habia dejado en suspenso: emo lo- grar simultineamente un régimen politico legitimo y estable y politicas pablicas que aseguren el progreso econémico y social? En el transcurso de los afios posteriores al golpe de estado de 1955 se intentaron las mis disimiles respuestas a este interrogante. Y, si bien algunas fructficaron durante un tiempo, a la larga resultaron insostenibies. Fl relato que presentamos a continuacién, enfocado primordial aunque no exclusi vamente en el proceso politico, muestra una sociedad y un estado casi permanentemente convulsionados por la imposibilidad de conformar 2 la mayoria en uno de los dos términos de esa ecuacion. O en lot dos to rstcria dela Argentina, 1855-2010 ala vez. No obstante, esa sociedad y ese estado fueron democratizando ‘sas instituciones politicas y consiguieron, en mayor © menor medida, modernizar Ia economia. ‘Vistos desde una perspectiva actual, esos cincuenta y cinco aftos de 1a historia argentina, aunque inestables y complejos, no dejan de en- cerrar un cierto orden, una direcci6n. Esta orientacién podria sinte- tizarse como el pasaje de un cuadro en el que la relativa igualdad ¢ integraci6n sociales convivian con una aguda crisis de legitimidad po- litica, 2 otro en el que finalmentt se resolvié la disputa sobre la legit midad, pero la sociedad se volvié marcadamente desigual y excluyen- te, Los desafios que conlleva este “resultado” obligan a una reflexion, sobre el pasado que prudentemente prescinda de simplificaciones y maniqueismos. De éstos y aquéllas la proximidad del Bicentenatio, con. el que se cierra el perfodo aqui estudiado, ha dado aliento a algunos «ejemplos particularmente intensos, que hemos buscado poner en cues: tién y con los que abierta o implicitamente debaten las paginas que siguen, 'Y es que la mirada obligada, desde un 2010 problemético y en ru cchos aspectos decepcionante, hacia ¢l primer Centenario, cuando ¢l ‘pais parecia haber completado con éxito las mejores previsiones de sus padres fundadores, da pie a dos interpretaciones polares: de un lado, Jade quienes proclaman inspirarse en el modelo econémico vigente en 1910 y celebran los indudables logros que el pais podia mostrar en ese momento a sus habitantes y al mundo, y piensan en la centuria transcw- rida desde entonces como “los cien afios perdidos”; del otro lado, la de quienes, bajo el influjo del revisionismo histérico, ienden a responder {que el Centenario no fue la maravilla que se cuenta, que dominaba centonces tina pequefia oligarquia que habia construido “un pais para ‘pocos". Se recrea asf una discusién que viene de largo: para los conser- vadores y liberales, Argentina habria perdido el rumbo cuando irram- pi6 el populismo de radicales y peronistas, que forz6 el abandono de las politicas de apertura al mundo, economfa de mercado y control de Ja movilizacién politica de las masas, que tan buenos resultados habfan dado; para los populistas de estos y otros signos, en cambio, el proble- ‘ma habria sido la “reacci6n conservadora y oligarquiea” ante el inconte- nible avance de los sectores populares en su aspiracién de compartir los frutos del desarrollo ampliando sus derechos politicos y sociales. Entendiendo que estos relatos polares son mas convenientes para ha- Lar culpables que para brindar buenas explicaciones de lo sucedido, hemos buscado penetrar més profundamente en los problemas, inten rtoducctin 14 tando rastrear el hilo de los acontecimientos, no tanto en un supuesta- mente imparcial "término medio” entre ellos, como es los intersticios, dobleces y complejidades que tanto abundan en la historia nacional. En la realizacion de este trabajo han colaborado los asistentes de in- vestigacién Martin Reyd6, Emilia Simison y Hernan Hugo Bubenik. A. cellos, mi sincero agradecimiento. Mas en general, este trabajo esté en deuda con el Programa de Historia Politica del Instituto Germani y con, ‘el Centro de Investigaciones Politicas, en cuyo seno se desarrollaron los studios que le dan sustento, Por iltimo, debo agradecer a Luis Alberto, Romero, director de Ia Biblioteca Basica de Historia de Siglo XXI, y a los responsables de la editorial, por haberme distinguido con la invita- ci6n a escribir este volumen de la coleccién. 1. La Revolucién Libertadora: el fracaso de la restauracién conservadora ‘Muchas cosas cambiaron en la Argentina tras el derrocamiento de Perén, pero al menos dos rasgos particulares del pais con- tinuarian vigentes por largo tiempo: Ia iqualdad reletiva en una sociedad muy movilizada, y la ya cronica disputa sobre las vies para formar gobiemos legitimos. Esas dos caracteristicas, que ‘se potenciaban entre si, sumadas ala crisis de autoridad estatal y la creciente polarizacién social y politica entre el peronismo ¥ 61 antiperonismo, condicionarian marcadamente los Intentos {do crear un orden altemativo al derrocado por el golpe de 1955. ese a ese juego cada vez més trabado, el consenso en torno 2 los valores democraticos de momento sobrevivié, y evité que ia intervencién militar se protongara en el tiempo. Untegrar 0 erradtcar al peronismo? GRestablecer el orden social ola libertad politica? Los civiles y militares que participaron del derro¢amien- to de Juan Domingo Pern en septiembre de 1955 y pretendieron que ese acto fuese el inicio de una “revolucién libertadora” estaban ivididos en dos sectores, Por un lado, los nacionalistas ¥ catblicos que rodeaban al primer jefe revohucionario, el general Eduardo Lo- nardi, entendian que los conflctos que habian debilitado al régimen Gepuesto hasta volverlo insostenible se debian principalmente a los vicios y errores de su lider e inspirador, sobre todo aquelios que lo hhabian enfrentado a Ia iglesia catélica hasta el extremo de provocar su excomuni6n. Incluso algunos peronistas compartfan esta opiniée, y por es0 no habfan hecho demasiado por evitar el golpe. Estos sectores estaban convencidos de que, una vez desplazado Perén, podria pre- servarse lo que habia de rescatable en el orden que él habia creado, igne no era poco. Por otro lado estaban aquellos que, animados por 14 Hietoria dof Argenting, 1985-2010 ideas liberales y republicanas, consideraban que el peronismo habia dado otigen a un estado autoritario, corporative y cormupto, que, al igual que los aparatos sindicales y clientelares, debia ser eliminado, No se trataba simplemente de cortar la cabeza, sino de desarmar todo l sistema de poder para que el pais volviera a la normalidad, identifi- cada con la vigencia de la Constitucién de 1853. Este segundo sector que tenia més seguidores entre los dems partidos politicos y los em- presarios~ logré desplazar a Lonardi de la présidencia de la nacién en noviembre, sélo dos meses después del golpe, y colocd en su lugar al general Pedro Eugenio Aramburu, prototipo de lo que Perén lamaba “Ja contra” o los “gorilas”. TT LF A LG BG MEP AY SEL ASB “Prohibielén de elementos de afirmacién idectégica ‘0 de propaganda peronista” CConsirerando: Que en eu exietoncia poica l Partido Peronista [.] 5 valo de una tensa propaganda destinada a engaftar la conciencia ‘cludadana ly de] la cuson de una doctina y una posicién police que ‘fends sentimiento democrético del puebio Argentino, {que} consttayen para éste una aftenta que es imprescindible bora. [.] Queda protibica fen todo el ternorio dela Nacin [.] a tizacionf..J de las imagenes, simbolos, signos, exprasiones sionifcatvas, doctrinas,aticulos y obras artistas epresertativos dl peronismo]. Se considerard especialmente Violatora de esta cisposiolcn la utizacion de la fotografia, retrato 0 e2cul tura de los funcionarios peronistas 0 aus parientes, el escudo y la bandera peronistas, el nombre propio del presidente depuesto. Decreto-ley 4161 fad por Pedro Eugenio Aremiburu el § de marzo de 1955. A Los desacuerdos entre estos dos campos impidieron que la Revohuciéi Libertadora sacara provecho del consenso inicial con que cont6, como asimismo del desconcierto y Ta desorganizacién en que se sumieron, ‘quienes seguian siendo leales a Perén. Esto permitié que el lider pero- nista recuperara répidamente la iniciativa desde su exilio en Paraguay. En ello tendrian también una influencia significativa dos factores pri- ‘mordiales: la compleja estructura politica y estatal que el régimen pero- nista habfa dejado como legado, y los grandes cambios ocurridos en la sociedad bajo su sombra, Estos factores aportaron al peronismo profun- Ls Revoluciin Libertador: acaso de ls estaurasion conservadora 18, das rafces socialesy los medios necesarios para sobrevivir a su expulsién del poder y resistir los intentos de reabsorberlo o de extirparlo, Dos rasgos persistentes: igualdad sociat yerisis de legitimidad polttica ‘Muchas cosas habrian de cambiar en la Argentina desde septiembre de 1955, pero al menos dos rasgos caracteristicos continuarfan vigentes en el pafs por largo tiempo: Ia igualdad relativa en una sociedad fuerte mente movilizada, tanto en términos sectoriales como politicos, y la ya rénica disputa sobre las vias posibles para formar gobiernos legitimos. sas dos particularidades, que se potenciaban entre si, condicionarian fuertemente los intentos de crear un orden alternativo al peronista. El golpe de 1955 puso en evidencia que, si bien el peronismo habia intro- ducido cambios profundos en Ios actores sociales y en las relaciones, entre ellos y con el estado, no habia logrado asegurarles medios eco- némicos y, sobre todo, reglas de juego para resolver sus conflictos (esto cs, una Constitucién aceptada por todas las partes que permitiera a las mayorias y las minorias alkernarse en el poder). Consecuentemente, sus sucesores heredaron estos problemas irresueltos. La falta de reglas compartidas habia signado los tiltimos afios de Pe- rn en el poder, Aunque él mantuvo vigentes ciertas pautas de la de- ‘mocracia pluralista (en particular la convocatoria regular a elecciones), progresivamente fuze suprimiendo las condiciones para su efectivo ejer- ‘cio (en primer lugar, la libertad de expresi6n), sin llegar a susticuirlas por un sistema alternativo, explicitamente corporative 0 autoritario. De alli que su régimen pueda considerarse un “hibrido” precariamente institucionalizado que terminé dependiendo de un delicadlo equilibrio entre las heterogéneas fuerzas que lo componfan: porque el origen yla legitimidad de ese orden estaban tan en denda con ¢l proyecto aacio- nalista y corporative de junio del 43 y con su protagonista ~el Ejército~ como con el 17 de octubre del 45 y el movimiento obrero, ¥ con el 24 de febrero del 46 y su imbatible aparato electoral. De esas fuerzas se alimentaha Ia autoridad del lider, quien se erigfa asi como tiico punto de encuentro y mediador necesario entre todas las partes. Tampoco cexistian, por lo tanto, reglas que resolvieran las tensiones entre e régi- ‘men y aquellos actores ajenos o no totalmente integrados al peronismo, ‘como los empresarios, la iglesia catOlica y las clases medias. Estas tensio~ nes desencadenaron Ia crisis politica de 1955, cuando los conffictosace- 16 Historia cs Argentina, 1965-2010 mulados con todos ellos y con los partidos opositores se radicalizaron y egaron a los cuarteles. ‘Asi fue como un poder hasta hacia poco oranimodo se demumbé casi sin ofrecer resistencia. Sus adversarios vieron en Ia velocidad de ese de rmambe una prueba de que el liderazgo de Perén no tararia en extin- guirse y la posibilidad de resolver ficilmente los desacuerdos. Pero lo Certo es que los vencedores estaban atin mas divididos respecto al pro Dlema de la legitimidad. Ya difcultad que ello sponta para crear un revo orden se vio potenciada por los ya mencionados rasgos igualitarios de la sociediad, que la hacian dificil de gobemnar y resistente al cambio, Dado que la igualdad suele favorecer el funcionamiento de las demo- cracias, cabe preguntarse qué forma expecifica adopt6 en la Argentina de 1955 para provocar el efecto inverso, El grado de igualdad social alcanzado salta a la vista cuando anatizamos la actividad econémica, la vida social, cultural y cotidiana de la Argentina en los afios cincuenta ‘Al comienzo de esa década, Jos asalariados habfan llegaco a sumar casi 1 50% del ingreso nacional. Con la crisis econémica desatada en 1951 perdieron algunos puntos, pero luego se recuperaron. La nueva caida, producto de la Revolucion Libertadora, tampoco alter6 en gran medi- da el panorama: pasaron del 46,5 al 43,4% del ingreso total, pero su po- der de compra siguié creciendo. Todo esto significaba niveles de vida superiores incluso a los de algunos paises europeos, y la diferencia era aiin mayor con Brasil, México 0 Chile, sociedades por entonces mucho ‘ms desiguales, y menos integradas y movilizadas. Esta igualdad obedecia a ciertos factores estructurales: la relativa ausencia de una masa de poblacién campesina, la répida expansion de las actividades agroexportadoras y Ia asimilaciOn de la inmigracién europea, Ja temprana urbanizacién y la gravitaci6n del sector moder no sobre los sectores marginales y poco desarrollados. Estos rasgos se consolidaron gracias a las reformas peronistas y pasaron a formar parte de la identidad no s6io de las clases subalternas, sino de 1a so- ciedad en su conjunto: Ia maduraci6n de Ia clase trabajaciora y las clases medias asalariadas se potencié con la extensi6n y la legitimi- dad que adquirieron tas organizaciones gremiales (hacia 1954, la tasa de sindicalizacién se calculaba en el 48%) y con una amplia red de regulaciones protectoras del trabajo. Ua mercado laboral con pleno empleo, en el que los despidos y Ia discrecionalidad de 2 patronal estaban sumamente restringidos, centrado en actividades industriales cuyos mercados también estaban protegidos y configuraban una cco- noma cerrada a la competencia externa, permitié que los intereses La Revolucin Lbertadra: el racaso de a estaurzcién conservadora 17 de los asalariados se identificaran como nticleo y ej¢ de los intereses, genetales de la sociedad. A la fortaleza de los gremios contribuyeron ademis los servicios de salud brindados por sus obras sociales, la fja- , Buonos Aires, sin ectorial, 1958. 47” El contexto exteme también aportarfa lo suyo al cambiante escenario donde se enfentaron la Libertadora y el peronismo, alternando roles fen una disputa sin cuartel por las banderas del orden y el cambio, 1a democracia, la libertad y la justicia. Yes que en la segunés mised de Jos aiios cinenenta atin subsistia el clima de posguerr: social y calta- ralmente conservador, pero asentado en el recuerdo dea lucha contre fl Eje y por lo tanto estructurado en torno a valores democrésicns orientado, politica y militarmente, por Tos Estados Unidos. La Argen- tina peronista se habia sustraido parcialmente de este clin, por lo Le Revolucii Ubertadora: el tacasa de a estaractin conservadera 23 que ingress ns tio de modo bp yao, Taro porgue o indo cobraba forma un contexto distin, ms abierto al cam- bio sca cata y sobre td al eeonomin, grads pido age del comercio internacional ye luo de capitales Aunque, debido ala (Guerra Fra, la Revolucién China y la guerra de Corea, ese escenario se veia condicionade también por el temor ala amenaza comunista ya la guerra nuclear, yen consecnencia propenso ajustifiea el rol que debi ccurplir, al menos en la periferia, un “sano autoritarismo” Este cambio en el mundo occidental, que repercui6 en la regia segiin la direccién impuesta por la diplomacia norteamericana, deter rin6 que los golpitas~que ali buscaban apoyo politico y doctrnario contra Perén, a quien, como dijimox, identficaban cone! fascismo eu- ropeo-hallaran escasasjustificacones y orientaciones para su accin: Ja apertura a un mundo signado por la lucha irreconciliable entre capitalismo y comunismo indujo a los adherentes de la Liberiadora a tener mayores motivos para disputarse entre si el poder y el derecho {apr el avo a segs una ves eiminado el "axa cro” El se refleja en el eco que pronto hallarfan en sectores de las Fuerzas Armadas, Ia iglesia y el empresariado- las posiciones mis ferozmen- te reaccionarias que por entonces circulaban en los pafze tetra agurdody ol papel dele sneatonylaqeerd, Por tro Indo, la modernizacion que posits exta apertura al mundo, ademas de fuente de divergencias y temores, también gener6 en sectores muy diversos interés por el discurso desarrollista, que proponia un “salto hacia adelante” para sacar al pafs del aprieto en que se encontraba. La formula “aceleracién del desarrollo” apareceria asi como tna resptes ta alas tensiones entre los fines democriticos y los medios autoritarios de la Libertador y, nis en general, alas demandas en pagna de los distintos:grapos de imterés que estaban alimentando el conficto so- cialy politico La accién de la Resistencia y la reorganizacién del sin

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