Sabemos, por ejemplo, que el miedo, el enojo, la ansiedad, inundan el sistema inmune de

hormonas como la adrenalina y el cortisol y que si se cronifican invariablemente llevan a la

enfermedad y en el corto plazo generan malestar. En cambio, el amor, la alegra y la compasin
generan cascadas de hormonas y neurotransmisores como la oxitocina, la serotonina, GABA,
dopamina etc. (el Dr. Joel Roberts, en su libro Natural Prozac cita los actos altruistas como una
forma de generar serotonina, la compasin es un antidepresivo natural). Llama la atencin que
estas hormonas y neurotransmisores como la serotonina y la dopamina no slo nos hacen
sentirnos bien, tambin facultan la cognicin.

En el budismo se habla de tres aflicciones de la mente, las cuales se consideran literalmente

venenos. Los tres venenos son la confusin o la ignorancia, la ambicin, avaricia o apego sensual y
el odio o la ira (segn distintas traducciones). Estas aflicciones de la mente envenenan el
organismo como si tomramos una droga que no slo intoxica nuestro cuerpo si no tambin
nuestra mente y nos hacen cometer actos que nos mantienen atrapados en el samsara

En una reciente pltica, el lama tibetano Chkyi Nyima Rinpoche dijo que la causa esencial del
sufrimiento en este plano de existencia es la ignorancia que tenemos los seres humanos de cmo
funciona la mente. Fundamentalmente, de que "las emociones negativas producen infelicidad y las
emociones positivas producen felicidad". Siendo conscientes de esto, es evidente que somos
responsables de nuestra salud y la causa de nuestras enfermedades yace en nuestra conducta y en
nuestra ignorancia. Lo cual significa tambin que tenemos en nosotros todo lo necesario para
sanar y ser felices sin que dependamos del azar, la fortuna, la divinidad o alguna otra causa
contingente o fuera de nuestro control. El cuerpo es un crisol alqumico y las emociones y las
intenciones son la materia prima de la transformacin hacia la gran obra que es la existencia
disuelta en sabidura.

ALEJANDRO MARTNEZ GALLARDO