Prólogo Capítulo 1 - "El que no aprendió, se embromó...

"
Ahora sí, esto no lo puedo prolongar más; debo escri-
bir algo tras 10 años de enseñanza...
Ordenar los recuerdos, darles forma coherente y que
resulte de provecho para el público en general es todo
un tema...
Espero que este librito les sea de utilidad tanto en el
sentido anecdótico como en lo técnico (sé que no fui
muy claro),... entonces, dicho de otra manera: habrá
detalles técnicos interesantes para los sedientos en
cuanto al tema de imagen digital y algunos pensa-
mientos divertidos nacidos de la ineludible cosecha de Uno de mis primeros recuerdos en materia de comu-
más de diez años en la guerra por enseñar y tratar de nicación visual dedicada a la gráfica comercial se pro-
comer por este medio... dujo en los años setenta cuando el que era por enton-
ces mi cuñado fue tomado a prueba en una prestigio-
Dedico este libro a mi querida Carolina que se casó sa agencia de publicidad de la ciudad de Rosario.
conmigo en año 1999 cuando apenas llevaba 1 año A través de lo que nos contaba acerca del nuevo tra-
enseñando diseño digital (¡¡qué coraje!!). bajo, lo que se hacía, se hacía a mano; fibras, lápices
y el famoso "letraset"... (los viejitos dedicados al
rubro recordarán esas plantillitas de letras tipo "trans-
fer").
Llegué a ver un aviso en el Diario "La Capital" de
Rosario hecho por mi ex cuñado...(realmente se había
"matado" poniendo letritas transfer por todos lados).
Sin duda era bien legible aunque un tanto barroco y
efecticista (pero no tanto como yo mismo llegaría a
serlo en el futuro con la compu...).
Recuerdo que, aquellos que deseaban cubrir una
superficie en un dibujo de forma pareja, debían hacer
prolijas rayitas con las fibras de colores y tener a
mano tempera blanca para corregir si se pasaban.
Desde aquellos esfuerzos por obtener dibujos nítidos
y "vendedores" hasta la extrema precisión de los grá-
ficos vectoriales de hoy en día y la consecuente velo-
cidad de producción, los interesados en la gráfica han
visto la caída de una forma de trabajo y el estableci-
miento casi "obligatorio" de otro.
No nos engañemos, hay quienes defienden los
métodos antiguos de diseño como si estuvieran
en juego valores eternos y no es así (please...,
bajen un cambio que no es para tanto...)
Aparecen hoy expuestas las sensibilidades de los que
NO QUISIERON saber nada con los adelantos.
Me acuerdo del testimonio de un operario en un diario
cuya especialidad se denominaba "Tipógrafo".
Mientras escuchaba el relato había siempre un aguje-
ro en la historia; una aclaración que no surgía en la
entrevista: ¿PORQUE NO TE ACTUALIZASTE?; ¿por-
qué no comenzaste a hacer un curso de computación,
aunque sea de lo más elemental?... No, en la entre-
vista lo que se exponía de forma relevante era la que,
la "mala sociedad" había debajo afuera a alguien...
No desconozco ni niego cierto aspecto "caníbal" en la
sociedades actuales, ok, no vivo en un termo; lo que
propongo es determinar si frente a la necesidad de
poder vender lo que hago o deseo hacer en materia
de diseño, puedo o no interesar a la demanda, sea de
particulares o de empresas.
Podés quedarte enojado/a refunfuñando en un rincón
mientras otros, que pagaron el precio, logran en
pocos minutos dar forma a sus ideas mientras vos
recién estás sacando la punta a los lápices... (si hasta
aquí no te enojaste conmigo...)
Aclaro, soy de los que proponen dar forma al diseño
de los sitios webs primero en papel y luego pasar a la
máquina.
Por otra parte muchos proyectos requieren de un pre-
vio "Brainstorm", tal vez sin compus presentes, y si
con pizarras y blocs de notas.
Vos que demonizás a los robots industriales porque te
sacaron el puesto, deberías pensar que el desarrollo
tecnológico no te pedirá permiso para seguir adelan-
te, más bien entendamos que, en una civilización con
tantos cambios y acelerándose estos de forma expo-
nencial en las ultimas dos décadas, los hombres y
mujeres que transiten estos "acelerados" años debe-
rán adaptarse; en alguna medida "TODOS"...
Esto me hace acordar a la necesidad ineludible de la
industria farmacéutica de producir permanentemente
nuevos antibióticos y vacunas. Todavía aparecen cada
tanto algunos defendiendo los remedios de la abuela
cuando se les presenta una angina pensando que con
miel y limón van a pelear contra un estreptococo...(la
ingenuidad no es una virtud).
A los románticos que viven a la defensa de los viejos
métodos de producción de bienes y servicios, va mi
saludo y mi interés de compartir en paz (no te pelees
conmigo) algo de lo que me ha sido muy útil en lo
laboral y más.
Capítulo 2 - De la diversión al trabajo
¿Trabajo divertido?
En el año 1995 pude disponer de una PC. Se trataba
de una Intel 486 dx2 66 con un disco rígido (enorme
para aquellos días) de 500 Megas y 4 megas de ram.
Por aquellos días todavía se utilizaba el Windows 3.11
y mis primeros intentos de diseño eran muy recarga-
dos y llenos de efectos.
Trabajaba en una agencia de seguros y tenía alguna
actividad administrativa. Me permitían practicar con
el "chiche" y me quedaba después de hora en las ofi-
cinas para poder lograr algo.
Una vez me llamaron para que me retirara de las ofici-
nas porque eran como la 1 de la madrugada y no que-
ría dejar.
Era una época rara para las compus; por algún motivo
lo que se podía comprar en Argentina parecía de
segunda; a la PC antes mencionada tuve que cam-
biarle la motherboard y en poco tiempo (durante el
1995) le instalé un procesador Cyrix y nueva mother.
De a poco fui llevando esa maquinita hasta los 32
megas de ram y por aquellos días muy pocos tenían
una máquina así.
Llegó la era de las Pentium hacia finales del 95 princi-
pios del 96 y la potencia se instaló en los hogares.
Cuando en Argentina se vendieron muchas Pentium
166 con 32 Megas de ram, yo hice un esfuercito y me
compré una Pentium 233 con 128 megas de ram.
Por aquellos días aprendía que una Pc dedicada al dise-
ño, mejor dicho, dedicada a "soportar" el software de
diseño, cuesta el doble que una para actividades admi-
nistrativas.
Hasta el presente he adquirido ya 6 compus, y esto de
forma casi obligada; ya que de lo contrario no podría
haber cambiado en las versiones de software.
¿Porqué cuento esto?...
En la pequeña escala de mis actividades no tuve otra
opción que renovar permanentemente mi equipa-
miento y mis conocimientos en materia de diseño digi-
tal; realmente no tuve alternativa ya que la única
opción era dedicarme a otra cosa.
En los comienzos de mi vida laboral, la primera inten-
ción fue dedicarme a la música, algo en lo que invertí
mucho tiempo, esfuerzo y dinero. En el año 1987 reco-
nociendo que el dinero sólo salía y prácticamente
nunca entraba, tuve que buscar otras opciones labo-
rales y todas las que abordaba estaban muy lejos de
gustarme y muy lejos de aquello artístico y original en
mi.
A mediados de los 90 mi hermano me contaba sus
experiencias crecientes en cuanto al uso de computa-
doras; según sus dichos trabajaba con un monitor de
grises y luego, para imprimir en color, debía imaginar
cómo resultaría.
Un día, de alguna manera llegó a convencerme pero
no lo suficiente como para invertir mi dinero, por lo
tanto le propuse a mi viejo que comprara la primera
PC.
En poco tiempo estaba haciendo mis primeros diseños
y trucando las fotografías de mis amigos. Todo era
diversión.
Algunos conocidos al enterarse de mi nuevo hobbie
me encargaron trabajos.
Sufriendo los problemas típicos de la inexperiencia los
tomé y gracias a Dios pude responder dignamente.
Esta fue mi época "barroca", según la opinión de
alguien.
Así pasé 3 años haciendo bromas, locuras y algunas
pocas cosas serias con la compu, hasta que sucedió lo
que algunos temíamos que podía pasar: ciertas leyes
relacionadas con los seguros de accidentes de trabajo
cambiaban, por lo tanto, la sección principal que ali-
mentaba la agencia de seguros en la que yo trabajaba
quedaba prácticamente desaparecida..., en el año
1997 entendí que ahora yo debía "desaparecer" de
aquella agencia.
Vacaciones 97/98
Tras regresar del Sur Argentino, decidí poner mi pri-
mer aviso en el Diario La Capital de Rosario y comenzó
a sonar el teléfono...
El aviso decía algo así: "Curso Personalizado de
Gráfica Digital", y empecé a dar turnos y turnos y tur-
nos...
Conocí tantos tipos de personas desde aquel Febrero
de 1998 que modificó mi forma de "entender" (como si
se pudiera...) a los demás.
Realmente viví un gran experimento sociológico de
más de diez años.
Sintetizar eso es casi imposible, en especial porque a
lo largo de los años muchas caras y situaciones casi no
las recuerdo todas a menos que encuentre algún dis-
quito de 3 ½ o un CD viejo de alguien que se lo dejó
olvidado...
Lo que sigue nos está muy ordenado que digamos
pero creo que les será útil.
Capítulo 3 - ¿Será para todos?
¡Imagínense!: debía convencer a los nuevos alumnos
que se atrevían a llamar al número que aparecía en el
aviso del diario de las bondades del curso que ofrecía
así como también estimularles en cuanto a creer que
esto podía resultarles útil y que serían capaces de
aprender.
Así fue que me manejé durante los primeros años con
esta idea: "Todos pueden hacer sus propios diseños
asistidos por una computadora"... hasta que algunas
experiencias me fueron convenciendo de otra cosa.
Encontré que en algunas personas se desarrolla una
especie de extraña guerra "amor-odio" respecto de lo
tecnológico. Por un lado aman los resultados práctico-
estéticos del uso de la computadora, mientras luchan
angustiosamente por incorporar las técnicas para
lograrlo; sufriendo, enojándose, autoinsultándose,
etc.
He visto algo similar en personas que anhelan apren-
der un idioma nuevo, pero parece como si sus almas
estuvieran equipadas con anticuerpos lingüísticos que
sólo les permiten utilizar la lengua nativa.
En el caso del uso de la computadora la situación se
pone áspera y cuesta arriba cuando las personas
entienden la necesidad de capacitarse pero no logran
"domarse" a si mismas e "incrustarse" los conocimien-
tos técnicos que tanto les hace falta...
En el taller donde he dado clases tantos años no falta-
ron las lágrimas, expresiones de impotencia, ira...
(nunca me pegaron...)
Con los años he llegado a la conclusión siguiente: En el
manejo de la PC hay uno o varios ingredientes "antina-
turales" que resultan particularmente molestos a cier-
tas personas; especialmente a aquellas que ya expre-
saban cierta aversión a equipos de audio, minicompo-
nentes, complicados estéreos de autos, etc.
Ud. mi estimado lector lo debe haber visto: gente
mayor que en los 80´s se compraron videocasseteras,
alquilaron unas pocas películas, lucharon cada vez
debieron meter la cinta, encontrar el play y mucho
peor: devolver la película "rebobinada"... El resultado:
hoy esos equipos lucen como nuevos por el desuso...
Esas personas debieron entrar forzadamente a la era
de la telefonía celular y experimentaron las mismas
limitaciones; los hijos quieren llamarlos pero ellos
reniegan hasta encontrar el aparatito, no recuerdan
cuál es la tecla para atender la llamada y menos cargar
crédito cuando éste se terminó...
En estos años he visto tantas situaciones en este sen-
tido, que me han llevado a modificar drásticamente mi
opinión respecto de la real posibilidad de que ciertas
personas puedan utilizar la computadora como herra-
mienta de diseño.
Te menciono ciertos tipos.
Los que quieren saltear el OS
Quieren ir directo a los programas de edición, pero ni
idea del uso del Windows.
Estos "salteadores" suelen tener problemas serios con
el mantenimiento del equipo, no recuerdan donde
guardaron sus archivos y, ni idea de usar otra carpeta
que no sea "Mis Documentos".
A estos hay que "rogarles" para que hagan un curso de
"Operador PC" a fin de que, al iniciarse en el rubro
"Gráfica Digital", posean cierta plataforma sólida por
lo menos en cuanto a operatividad.
Los que necesitan aprender para aspirar
a un trabajo
Aquí el tema se pone muy bravo cuando se trata de
personas que ya han formado su familia y la necesidad
de capacitarse hace la diferencia entre ser tenido en
cuenta para un puesto de trabajo o no... Tal vez están
cansados de andar con sus carpetitas de diseños,
tocando timbres para mostrar lo que hoy no se aprecia
como se debería...
El sistema ha enviado los anticuerpos, estos llevarán a
muchos a deponer las armas; tomar los trabajos de
otros tiempos y dejarlos archivados ante la indiferen-
cia de los gerentes de personal. Parece que lo "temido"
se ha vuelto ley.
¿Qué pensás hacer?...
Si estás seguro/a que tenés mucho para dar en este
loco rubro de la comunicación visual deberías adaptar-
te y dar el saltito que te falta.
Los que quieren divertirse
Tal vez el mejor grupo, ya que inician su viaje en el
mundo de los vectores y los píxeles desde una pers-
pectiva lúdica, sin muchas angustias y con la evidente
posibilidad de contar con tiempo para aprender y prac-
ticar.
Yo mismo comencé de esta manera cuando el tema
laboral no me resultaba un dilema, tres años más
tarde tuve que exprimir mis conocimientos hasta que
saliera un juguito monetario...
Los que pretenden meterse en el tema
como terapia
Yo les diría que en este caso tengan cuidado si no han
tenido experiencia previa en el tema de la gráfica digi-
tal. Largarse con algo dentro de lo cual no sé como me
voy a desarrollar tiene sus riesgos.
He conocido gente que ha llorado frente al monitor y
no creo que esto sea muy "terapéutico"... Si alguno
necesita algún tipo de terapia ocupacional, por favor
consulte con su Psicólogo de confianza...
Los que quieren "ocupar"
a sus hijos "desocupados"...
Pretender que un tipo largue los juegos online para
aprender algún software de diseño es un acto de inge-
nuidad.
Aquel padre que tiene a un hijo encerrado la mayor
parte del día con su notebook, obviamente atrapado
por la entumecedora manía de los tiempos que corren,
y pretende que, en el mismo cuarto donde pierde lite-
ralmente parte de su vida, este hijo realice estudios
que lo ayuden a convertirse en alguien de provecho;
debo decir que ese padre ve la vida desde una pers-
pectiva ingenua y triste...
Los que cursan o son egresados
de las escuelas de diseño
Este grupo necesita ahora convertir lo que aprendie-
ron en algo que sea requerido por la sociedad. La pre-
gunta que se impone en este caso es: "¿Habrá clientes
interesados en lo que ofrezco?"; "¿Trabajaré solo o
bajo patrón?"; y la pregunta que nos interesa: "¿De-
beré usar computadora, o podré safar con mis fibras y
témperas?"
Los estudiantes o egresados de las escuelas de diseño
deberán entender que en la actualidad el rubro del
diseño tiene su desarrollo y expresión casi de forma
exclusiva en computadoras.
El dibujo a mano seguirá, así como también la pintura;
pero si hay interés de publicar, sea de forma impresa o
a través de medios electrónicos, la compu aparecerá
irremediablemente...(no te enojes conmigo...).
Imaginemos un profesor en una escuela de diseño o
publicidad cuyos orígenes como experto provengan de
la vieja escuela. En el mejor de los casos este profesio-
nal debería haberse actualizado a lo largo de los años
enseñando a sus alumnos lo mejor de ambas eras; el
problema se agudiza cuando el docente reniega de las
nuevas herramientas sustentando su posición con
argumentos absurdos.
No la piensen tanto, comiencen estudiando algún soft
vectorial profesional e inmediatamente otro dedicado
al tratamiento de imágenes. No pierdan un minuto
más de su tiempo si lo que desean es poder vender sus
ideas.
Me atrevo a dejarte un consejo
Mi recomendación es muy simple: Inténtalo; la expe-
riencia de aprender el uso de las herramientas actua-
les de diseño digital seguramente te será muy útil, aún
cuando no te dediques de forma profesional.
Siempre hay una amigo a quien hacerle "modificacio-
nes", un pariente a quien hacerle su tarjetita de cum-
pleaños, etc.
Por otra parte si es sólo un intento, te recomiendo que
no empieces gastando dinero; en la Web hay tanto
material de aprendizaje gratuito que con eso puedes
tener un muy buen comienzo.
Esto es sólo una pequeña parte de lo que he conocido
en estos 10 años en los que he tratado de capacitar a
muchos en el campo del diseño digital.
La pregunta queda en flotando en el éter:
¿Será para todos?...
 Estimados Lector:
Como habrás podido comprobar al leer este “microbio” de
libro, no soy escritor... (aunque tengo cosas que decir).
Si encuentras errores ortográficos o de otra índole te
agradecería la ayuda enviando la corrección a
reeduardo@artedigitalrosario.com.ar

Gracias