Professional Documents
Culture Documents
No nos damos cuenta que nuestros ngeles guardianes estn all junto a nosotros,
dispuestos a ayudarnos.
.
Y estn llamando continuamente a la puerta, esperando que nosotros respondamos a su
invitacin.
1 QU ES UN NGEL DE LA GUARDA?
Porque cuando dijo Dios: hgase la luz, y se hizo la luz, si se entiende bien en esta luz la
creacin de los ngeles, sin duda que los hizo partcipes de la luz eterna.
Que es la inmutable sabidura de Dios, por quien fueron criadas todas las cosas, a quien
llamamos el unignito de Dios.
Para que, alumbrados con la luz sobrenatural que fueron criados, se hicieran luz y se
llamaran da.
Por la participacin de aquella inmutable luz y da, que es el Verbo divino, por quien ellos y
todas las cosas fueron criadas. (Libro 11, captulo 9)
Esto tiene sentido porque el Sol y Luna no fueron creados hasta el cuarto da.
Como resultado, los ngeles son una parte separada de la creacin de Dios y no
se conviertan en un ser completamente nuevo cuando morimos.
Siguen siendo ngeles y nosotros seguimos siendo humanos y si se nos concede la
visin beatfica, seremos transfigurados y recibiremos nuestros cuerpos
resucitados al final del tiempo.
9 CMO PODEMOS DARLES LAS GRACIAS POR LA AYUDA QUE NOS DAN?
La Congregacin declar:
La devocin popular a los Santos ngeles, que es legtima y buena, puede, sin
embargo, tambin dar lugar a posibles diferencias:
-cuando, como a veces puede suceder, los fieles son tomados por la idea de que el
mundo est sujeto a luchas demirgicas,
o una batalla incesante entre el bien y el mal espritus o ngeles y demonios, en
que el hombre se deja a merced de fuerzas superiores y sobre las cual l no
puede hacer nada: tales cosmologas tienen poca relacin con la verdadera visin
evanglica de la lucha para vencer al diablo, que requiere un compromiso moral,
una opcin fundamental por el Evangelio, la humildad y la oracin;
-cuando los hechos cotidianos de la vida, que tienen poco o nada que ver con
nuestra progresiva maduracin en el viaje hacia Cristo se leen de forma
esquemtica o simplista,
de hecho, infantilmente, con el fin de atribuir todos los reveses al diablo y todo el
xito a los ngeles Guardianes.