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Asociacién de Amigos del Pais Fundacién para la Cultura y el Desarrollo Historia PorpuLar DE GUATEMALA =] [= sve Ss a: Guatemala, 29 de junio de 1998 PRECOLOMBINA § Los origenes-de la civilizacion maya de las Tierras Bajas es a; £ BANCO CONTINENTAL Alcance efectivo 67 67 68 1 74 15 Laescritura y cl ese ene! Preclisico El fin del Preclasico y el tockAsico B Sumario B Recomendacién de leottiras 9 a Esta Historia Populares una obra insti al de la Fundacion para la Cultura y el Desarrollo Prosidont: Consejo Acad Lions! Toit Najera Lojdn Maio CCastafoda Acutia jas Lima al Controras (Cabozas C. Cabezes ©. Paz do Ramirez Homandez. Samayoa Mario Jusrez ‘Manel Aragon Coordi Diagram Disohe de presente fasciclo,basado on a Historia Ganoral de Guatemala, {ue redactaso por Oswaldo Chincha Mazariegos ‘a: mocnte-moane Parte Cot heteroatom 40 Portada: Reconstruccién hipotética del sitio El Mi- rador, Petén. Periodo Preclasico Tardio. Cortesia de la National Geographic Society. Desde los inicios de la investigacién arqueo- légica en las Tierras Bajas mayas, se ha planteado con insistencia la pregunta de cémo logré desarrollarse 1a civilizacién del Periodo Clasico en un medio ambiente apa- rentemente tan poco favorable. Con excep- cién de algunas regiones adyacentes a los principales rios, los suelos de Petén son rela- tivamente pobres. El agua es un recurso muy escaso en la estacién seca, y en muchos lugares sélo se obtiene almacendndola en aguadas durante la estacién Iuviosa. Hay zonas pantanosas extensas, que dificultan la comunicacién y son poco utilizables para la agricultura, aunque en algunas 4reas fue- ron aprovechadas para construir campos ele- vados, como parte de un sistema intensivo de agricultura, muy productivo. No obstan- te, los pueblos prehispanicos de las Tierras Bajas confrontaron tales condiciones y apren- dieron a manejar los recursos disponibles, de modo que lograron sustentar densida- des de poblacién relativamente altas, con un sistema sociopolitico complejo y una cul- tura muy elaborada. Persisten muchas pre- guntas con respecto al origen de la civiliza- cidn maya de las Tierras Bajas, pero poco a poco ha sido posible reunir un conjunto de datos basicos que permiten conocer, en sus rasgos generales, el desarrollo inicial de esta sociedad. El estudio del Preclasico en esta regién presenta problemas especiales, en parte re- lacionados con la dificultad de localizar los vestigios, que con frecuencia se encuentran enterrados bajo edificios enormes del Perio- do Clasico. Para investigarlos, los arquedlo- gos deben penetrar estos edificios por medio de tuineles o pozos muy profundos, que im- plican una gran inversién de trabajo y otros recursos, El Perfodo Preclésico en las Tierras Ba- jas puede subdividirse en tres horizontes: Pre-Mamom, Mamom y Chicanel. La Fase Pre-Mamom corresponde al Preclasico Me- dio, en tanto que Mamom y Chieanel perte- necen al Precldsico Tardio. El término “ho- rizonte” se utiliza para indicar que el inven- tario material y cultural de estas épocas fue esencialmente uniforme a lo largo de regio- nes extensas. eitivi El Preclasico Temprano No existe mucha evidencia sobre el Periodo Preclasico Temprano y, de hecho, parece ser que las sociedades sedentarias de esta zona se desarrollaron tardiamente en compara- cién con otras regiones de Mesoamérica. Se sabe que habia poblaciones agricolas alre- dedor de 2000 ac, pero la evidencia se deriva sélo del hallazgo de polen de maiz en los sedimentos depositados en el fondo de las Lagunas Quexil y Petenxil. También se ha encontrado evidencia de ocupacién de este perfodo en algunos sitios de Belice. El Horizonte Pre-Mamom Estrictamente, los restos arqueoldgicos del Periodo Precldsico Medio no conforman un enes de la civilizacion maya eT ee Fase Swasey. Alli se excavaron varias es- tructuras, que presentaban pisos de mezcla de cal con hoyos de poste y fogones. Asocia- dos a estas estructuras se encontraron res- tos de maiz y tubérculos, asi como restos de una variedad de animales de caza y otros, incluyendo venados, tortugas, armados, co- nejos, tepescuintles, peces y moluscos. Los artefactos de uso diario incluian ceramica, manos y metates, e implementos de peder- nal. No hay evidencia de estratificacién so- cial, pero se importaron pequefias cantida- des de jade, utilizado para la elaboracién de ornamentos personales. El conjunto es con- sistente con una poblacién pequefia, no es- tratificada, cuya subsistencia se basé en la agricultura, caza y recoleccién de especies silvestres. Igual que en el Altiplano, el estilo olmeca no se extendié hacia las Tierras Bajas de verdadero horizonte extendi- do a Jo largo de las Tierras Bajas. Antes bien, se han de- finido varios complejos regio- EI anilisis de polen en los nales con base en el andlisis sedimentos lacustres de Peté: de la cerdmica: el Complejo ET et ere Xe, en el drea del Rio de La . . Pasién; el Complejo EbTem- ff A lo largo de los siglos, los sedimentos arrastrados prano, en el noreste de Pe- [J por las Iluvias se depositaron en el fondo de los tén; y el Complejo Swasey, ff jagos de Petén central, donde formaron gruesas en el norte de Belice. Estos a on i tal Ties complejos representan tradi- ff C@Pas de estratos horizontales superpuestos. ciones cerdmicas indepen. [| mds antiguos han quedado en el fondo, cubiertos dientes, elaboradas por con- por sedimentos mas recientes. Por medio de méto- ee eee ne dos especiales es posible obtener muestras que abar- seen brinciselmente en ine ff can toda la historia sedimentaria de los lagos. Estos vegas de los rios. Las fechas ff sedimentos contienen polen de las especies vegeta- que se han asignado a cada ff les que prevalecian en las cuencas lacustres, de uno de estos complejos noco- ff modo que reflejan la composicién botdnica de cada inciden entre ellos. Porsuan- I regién y sus cambios a través de los siglos. Por tigiiedad, su estudio es parti- - F rm 5 fl cularmente dificil, yesdees- [J ejemplo, la introduccién de la agricultura se refleja | SaAR ar yl psa Feaaeeee ean oT tivadas, y luccién de la cant poten de especies silvestres. Por este método se ha recuperado la evidencia mas temprana sobre la agri- perar que investigaciones fu- turas logren definir con mas cultura en las Tierras Bajas, la que data de alrededor de 2000 ac. claridad las relaciones entre dichos complejos. El conjunto de evidencia més completo procede del si- tio de Cuello, Belice, donde se identificé originalmente la ie 2 A ling ES Historia Popular a Popuiar de Guatemala’ Petén y Yucatén, durante el Preclésico Me- dio. A pesar de su relativa cercania a los grandes centros del sur de Veracruz y Ta- basco, las sociedades de las Tierras Bajas no adoptaron Ja cultura olmeca, y no se han encontrado esculturas de ésta en la regién. Mencién especial merece el sitio de Copan. Aunque en términos geogréficos se encuen- tra fuera de las Tierras Bajas, en las monta- fias del extremo oeste de Honduras, este si- tio se convirtié posteriormente en uno de los principales centros de la civilizacién maya clasica. Alli se encontré un grupo de entie- rros del Precldsico Medio, que incluia ofren- das de cerémica en estilo olmeca, deposita- das en el relleno de una plataforma de mas de 20 m de largo. El entierro mas impor- tante consistia en un eraneo aislado, acom- d Rey __ Ble san Pedr Laguna’. ALTAR DE SACRIFICIOS Perdida Lago Petén Itz4 penal Laguneta RET Ey acanchy fe pafiado con mas de 300 cuentas de jade y hachuelas del mismo material, ademés de una vasija con disefios en estilo olmeca. Por su riqueza, el entierro de Copan indi- ca que para aquella época ya existian socie~ dades estratificadas. Asi lo sugieren tam- bién los depésitos de la Fase Eb, temprana, en Tikal, que incluyen articulos suntuarios y rituales. Ademés, se han encontrado res- tos de arquitectura ceremonial en los sitios de Uolantin y Yaxhé-Sacnab, en el noreste de Petén. El Horizonte Mamom En el Horizonte Mamom, de inicios del Pre- clasico Tardio, las poblaciones crecieron de 4% BECAN ‘EL MIRADOR pio A naxse << ‘OIRO ae 4 UAXACTUN * A: Laguna Rio Belice - arse es 41 Mapa del Petén y localizacin de los sitios mencionados: Tikal, Uaxactin, €1 Mirador, Nakbé, Giro, Cerros, Lamanai, Cuello, Altar de Sacrificios, Ceibal, Cecdn. pe prs crecer a aera asc Biome modo considerable, hasta ocupar todas las Tierras Bajas. Hay evidencia de compleji- dad social y liderazgo plenamente estableci- do, que se hace evidente, por ejemplo, en la capacidad de concentracién del trabajo para la edificacién de estructuras monumentales en sitios tales como Tikal, Yaxha, Altar de Sacrificios y El Mirador. En este ultimo, la plataforma del Complejo Monos se elevaba seis metros sobre su entorno, y cubria un drea de 21,000 m”. Las construcciones mas antiguas del com- plejo arquitecténico denominado Mundo Perdido, en Tikal, pertenecen al Horizonte Mamom (Fase Eb Tardfa). En esa época, el conjunto habia adoptado la forma basica de un “complejo de conmemoracién astro- némica”. Estos complejos constan de una plaza, en cuyo lado oeste se alza una pird- mide de planta cuadrada, con escalinatas en los cuatro lados, mientras que en el lado este hay una plataforma alargada que, en los ejemplos més elaborados, sostiene tres estructuras colocadas en el eje y en ambos extremos. Vistas desde la pirdmide del lado ceste de la plaza, estas estructuras estan alineadas en la direccién en la que sale el sol, durante los solsticios y equinoccios. Con frecuencia se les llama “observatorios”, pero ese término no caracteriza correctamente su funcién, pues se ha establecido que, con excepcién del de Uaxactiin, ninguno de los * ejemplos conocidos de estos complejos ar- guitecténicos est alineado con el norte verdadero y, por ende, con los solsticios equinoceios. Mas bien, parece ser que si orientacién estaba relacionada, en forma simbélica, con el ciclo solar, y es posible que sirvieran como escenarios para ritua- Jes determinados. La existencia en Tikal de un conjunto arquitecténico de este tipo, en la Fase Eb Tardfa, evidencia el grado relativamente alto de elaboracién cultural que habian al- canzado ya para esta época las poblaciones del noreste de Petén. El complejo mantuvo su forma esencialmente inalterada a lo lar- g0 del Periodo Preclasico, lo que a su vez sugiere una continuidad en los sistemas ideolégicos. Los edificios originales crecie- ron de manera considerable, por medio de El sitio de El Mirador Por su escala masiva, los edificios de El Mirador no tienen parangén en las Tierras Bajas. La reconstruccién hipo- tética muestra lo que debié ser este sitio en la época de su apogeo, es decir, durante el Preclasico Tardio. En esta época todavia no se utilizaba la bove- da, por lo que el artista que hizo dicha reconstruccién hipotetica presenta los edificios con techos de material pere- cedero. Algunas plataformas ostenta- ban enormes mascarones en sus facha- das. El Mirador fue el centro de un sistema de asentamientos que incluia otros sitios con edificaciones masivas, como Nakbé, con el cual se comunica- ba por medio de una calzada. Por moti- vos todavia desconocidos, estos sitios decayeron al final del Preclisico Tar- dio. El fechamiento de estos enormes sitios ha transformado las ideas que se tenfan anteriormente acerca del surgi- miento de la civilizacién maya, y ha. confirmado que las sociedades del Pe- riodo Preclasico alcanzaron niveles de complejidad mucho mayores de lo que se pensaba. adiciones sucesivas, de modo que para el fin del Preclésico sus dimensiones eran en verdad monumentales. En la parte final del Horizonte Mamom (Fase Tzec) se le afia- dié una calzada que comunicaba con el drea de la Acrépolis Norte, otro conjunto arqui- tecténico que experiments considerable de- sarrollo desde el Horizonte Mamom. En el Preclasico Medio (600-400 ac) se cons- truyeron en Nakbé varias edificaciones de gran escala, que requirieron una inversi6n de tra- bajo muy fuerte. Estas construcciones sugie- ren la existencia de una estructura politica Plataforma Este d- Fase Cauac 5D-86 Plataforma Este Plano de la secuencia de construccién de la Estructura 50-54 y de la Plataforma Este, del Mundo Perdido, ‘Tikal, a) Fase Eb Tardio: La Estructura 5C-54-1 tiene forma piramidal. El basamento tenia tres cuerpos escalonados, una altura de tres m y de ancho 23 m en su base. La Plataforma Este tiene 42 m de largo. b) Fase Tzec. La Estructura 5C-54-2 tiene cuatro cuerpos escalonados. Su altura actual es de ocho m. La Plataforma Este tiene 94 m de largo. c) Fase Chuen: La Estructura 5C-54-3 tiene seis cuerpos escalonados. iene 9.65 m de altura y 38 m de ancho en la base. En el quinto cuerpo tenia mascarones. La Plataforma Este tiene 96 m de largo. d) Fase Cauac: La Estructura 5C-54-4 tiene siete cuerpos, una altura de 17.5 my ‘59 m de ancho en la base; posiblemente también tenia mascarones. A la Plataforma Este se agregan tres templos. En el templo central (5D-86-4) se encontraron mascarones en forma de jaguar. rT iF mene origenes de la civil capaz de movilizar el trabajo dale Ei de un sector amplio de la po- [7 Nore Sur — i é Ln sie dso! Linea dota sada decal Linea dol sl del ot blacién, en fecha mas tempra (9121 de junio: 2121 de septientray el 21de marzo 6! 21 Ge diciembre na de lo que hasta hace poco | se creia. El Horizonte Chicanel El Horizonte Chicanel del Preclasico Tardio marcé un perfodo de gran auge a lo largo de las Tierras Bajas mayas, durante el cual se registré un crecimiento de f la poblacién y un aumento en el mimero de sitios con arquitectura ceremonial, cuya eseala llegé a ser ex- tremadamente grande. Ello se relaciona con el desarro- Ilo de sistemas de organiza- cidn sociopolitiea, mas elaborados que los de los periodos anteriores. Hay evidencia de estratificacién social mareada, por ejem- plo, en los objetos de lujo que, muchas veces, formaron parte del ajuar en entie- rros suntuosos. En esta época tuvo lugar un incremento impresionante de la construccién de edifi- cios monumentales, que respondié a la nece- sidad de despliegue del poder politico de los sefiores de los centros principales. Estos grandes conjuntos arquitecténicos sirvieron como escenarios para los rituales religiosos y politicos, que se hicieron cada vez mas elaborados, Los grandes centros del Preclé- sico Tardio fueron las cabeceras de cacicaz~ gos complejos, o Estados tempranos, que qui- 288 ejercieron control politico sobre territo- rios relativamente extensos. Algunos de los ejemplos mejor estudiados de la elaboracién arquitecténica del Preclé- sico Tardio se encuentran en Tikal, en espe- tial en el complejo de conmemoracién astro- némica de Mundo Perdido, descrito antes, y en la Acrépolis Norte (Hlustracién 42). Al final del Preclsico, la pirdmide principal de Mundo Perdido alcanzé una altura de 17.5 m, y sus fachadas se adornaron con masca- rones. En la plataforma del lado este se afia- (Grupo E). 43. Diagrama del Complejo de Conmemoracién Astronémica de Uaxactin Y Pav } Cildsico Tardio. (Fuente: S.G. Morley, La Civlizacién Maya, ilustracién 33). dieron tres templos que marcan los extre- mos y el eje central del conjunto. El acceso al templo central también estaba flanquea- do por mascarones. La Acropolis Norte de Tikal es uno de los «conjuntos arquitecténicos mejor documen- tados en el Area maya. El lugar de este con- junto monumental estuvo ocupado desde la Fase Bb, y para la época del nacimiento de Cristo presentaba ya un templo piramidal, crigido sobre una amplia plataforma, cuya fachada estaba adornada con mascarones. Adiciones sucesivas hicieron crecer este edi- ficio, hasta conformar una plataforma de di- mensiones monumentales, que sustenté un conjunto de templos piramidales. La Acré- polis Norte mantuvo su importancia como uno de los focos principales de actividad ce- remonial y de construccién a lo largo de la historia de Tikal. Ademds, albergé una serie de entierros muy elaborados, pertenecien- tes a algunos de los Sefiores de rango més elevado en la jerarquia del sitio, El Entierro 166, de Tikal, es uno de los mas tempranos. Se encontré depositado en una cémara rectangular con techo aboveda- do. Contenfa los restos de dos mujeres. La principal estaba extendida en el centro de la tumba, Su acompafiante habia sido desmem- iz~ Muti brada, y sus restos yacian amontonados cer- ca de los pies de la primera, con su créneo depositado en una de las 20 vasijas de cera- mica que acompafiaban el entierro. Algu- nas de estas vasijas estaban selladas con arcilla, posiblemente para proteger alimen- tos depositados en su interior. Otras conte- nian cinabrio (un pigmento de gran valor), o materiales marinos (que a lo largo de los siglos formaron parte importante de mu- chos depésitos ceremoniales en las Tierras Bajas mayas). Las paredes de la cémara estaban pintadas de rojo, y adornadas con seis figuras finamente ejecutadas en ne- gro, que representaban dioses o Sefiores con trajes elaborados. B] Entierro 166 con- tiene, por lo tanto, ejemplos muy tempra- nos del arte pictérico de las Tierras Bajas, ademas de uno de los casos mas antiguos que se conocen de la béveda maya, que ca- racterizé las construcciones del Periodo Clé- sico. Es también una muestra del ceremo- Los “Complejos de Conmemoracién Astronémica Se ha aplicado este nombre a un conjunto arquitec- ténico frecuente en la arquitectura de las Tierras Bajas. En su forma més tipica, consiste de una plaza, en cuyo lado oeste hay una pirémide con escalinaras en los cuatro lados. El lado este estaba cerrado por tuna estructura alargada que sostenia pequefios tem- plos localizados en el eje y en los extre mos norte y sur, Vistos desde la pirdmide, los tres templos marca- ban las direcciones de la salida del Sol durante los solsticios y los equinoccios. En ocasiones se les ha llamado “observatorios”, pero este nombre es enga- fioso, pues s6lo hay un ejemplo en el que los edificios estuvieron orientados con precisién hacia los puntos cardinales (el Grupo E de Uaxactiin), En otros casos, més bien parece que se traté de hacer una referencia simbélica al ciclo solar, sin intencién de representar- lo con mayor precisidn, (Ilustracién 43) Historia Populas de Guatemala FS Nei [apes nialismo funerario de este periodo, y se suma al citmulo de evidencias de compleji- dad social marcada en el Perfodo Preclisi- co Tardio. Igual que Tikal, Uaxacttin experiment6 fuerte desarrollo en el Preclisico Tardio. Allé se construyé un complejo de conmemora- cién astronémica (el Grupo B), el cual tiene la particularidad de estar orientado con exactitud hacia las direcciones cardinales, de modo que las orientaciones de los edifi- cios, en el lado este del conjunto, coinciden a cabalidad con las posiciones del Sol en los solsticios y equinoccios, También son pre- clasicos los edificios del Grupo H, cuya parte principal presenta un conjunto de “patron triédico”, Estos conjuntos consisten en pla- taformas que sustentan tres edificios coloca- dos en tres lados de un patio cuadrangular, cuyo cuarto lado queda abierto hacia el fren- te del conjunto. Durante el Clasico Tempra- no, tanto la Acrépolis Norte, de Tikal, como el Grupo A, de Uaxactiin, to- maron la forma de conjuntos de patrén triddico. ‘Adin més grandes que los de Tikal y Uaxactin fueron los edificios preclasicos de El Mirador, en el extremo nor- central de Petén. Su arqui- tectura se caracteriza por presentar enormes platafor- mas, varias de las cuales sus- tentan conjuntos de patrén triddico. Por su enorme masa de construccién, estas plata- formas son mayores que cual- quier edificacién de las Tie- rras Bajas, incluyendo las del Periodo Clasico. Al igual que en Tikal y Uaxactin, algu- nas fachadas preclisicas de El Mirador presentaban enormes mascarones. Un edi- ficio localizado en la acré} lis de este sitio ha sido iden ficado como un palacio res dencial del Preclasico Tardio. Una serie de calzadas co- municaba El Mirador con Nakbé y otros sitios de los 44 Estructura E-VIl-Sub, de Uaxactiin. Reconstruccién hipotética, hecha por Tatiana Proskouriakolf, Notense los mascarones estucados. Precidsico Tardio, Fase Chicane. alrededores. De hecho, El Mirador fue el centro de un extenso sistema de asenta- mientos, lo que posiblemente refleja su pre- cedencia politica sobre la regién circundan- te, El surgimiento de estos enormes sitios en fecha tan temprana, y en un drea en extremo aislada del norte de Petén, plantea problemas de interpretacién muy grandes. Los sitios se localizan sobre elevaciones del terreno circundadas por “bajos”, los cuales son atravesados por las calzadas. Otra ca- racteristica de la regién es la extrema esca- sez de agua. La base de subsistencia de una poblacién grande en este ambiente no se ha explicado a cabalidad. Esta poblacién fue capaz de desarrollar entidades politicas com- plejas, antes que la mayor parte de sus vecinos, y dispuso del excedente de trabajo necesario para la realizacién de obras mo- numentales de arquitectura. El Mirador, Nakbé, y los otros sitios que conformaban este sistema de asentamientos decayeron al final del Preclasico, cuando cesd Ja actividad de la construccién a escala mo- numental en todos ellos. Las razones de este “colapso” no estan claras. Sin embargo, el hecho comprobado de que estos grandes si- tios datan del Preclasico y sufrieron un “co- Japso” al fin de ese periodo ha venido a modi ficar de modo sustancial las ideas que exis- tian anteriormente con respecto a la evolu- cién social y cultural de los mayas de las ‘Tierras Bajas. Con anterioridad, este proce- 50 se concebia como una curva ascendente que principiaba en el Preclésico y llegaba a un pico en el Clasico Tardio, para descender rapidamente al final de ese perfodo. Actual- mente, se sabe que el patrén debe haber sido mucho mas complejo, y no todos los sitios de las Tierras Bajas siguieron el mismo pa- Apt i Historia Popular de Guatemala tron, El apogeo de El Mirador y Nakbé re- presenta un Apice en el desarrollo de com- plejidad politica y social durante el Preclasi- co Tardio, seguido por una caida al inicio del Clasico. Otros sitios mas pequefios, tales como. Cerros, situado en el extremo norte de Belice, experimentaron una caida similar, En con- traste, sitios tales como Tikal y Uaxactin continuaron en pleno desarrollo y se engran- decieron significativamente durante el Pe- riodo Clésico, para decaer hasta finales de ese periodo. El sitio de El Ceibal tuvo un desarrollo significativo durante el Preclasico ‘Tardio, pero experiment6 un periodo de deca- dencia marcada en el Clasico Temprano, para luego recuperarse y alcanzar un gran floreci- miento en el Clasico Tardio, que se extendié hasta el Clasico Terminal. De hecho, el auge 45 Estela 1, de Nakbé, Petén. Preclasico Tardio. de El Ceibal, al final del Clasico, se extendid temporalmente més alld del “colapso” de la mayoria de sitios de Petén, Teorias sobre el origen de la civilizaci6n maya Tal como se explicé en el Fasciculo 4, el Periodo Preclasico fue una época de creci- miento demografico paulatino, y de progre- siva elaboracién de las instituciones socia- les y politicas para todas las sociedades mesoamericanas. Se observé el surgimiento de sociedades estratificadas a partir del Pre- clasico Temprano, en regiones tales como la Costa del Pacifico de Guatemala, asi como el desarrollo de cacicazgos durante el Preclasi- co Medio. Por el contrario, la evidencia dis- ponible para las Tierras Bajas es menor, y apunta hacia un patrén de desarrollo relati- vamente tardio en comparacién con regio- nes vecinas. La evidencia disponible indica que las Tierras Bajas se poblaron mas lentamente que muchas otras regiones de Mesoaméri- ca. Sin embargo, a partir del Preclasico Medio se observa un crecimiento rapido de la complejidad social y politica. Los hallaz- g0s recientes en el sitio de Nakbé sugieren el surgimiento de cacicazgos a partir del Preclasico Medio, los cuales contaron con la capacidad de organizacion y la disponi- bilidad de mano de obra necesarias para la realizacién de proyectos de consttuccién de gran escala. Se han planteado varias explicaciones para el desarrollo social y cultural del Pre- clésico en las Tierras Bajas mayas. Una co- rriente de pensamiento enfatiza el creci- miento demogréfico y la competencia por los recursos naturales. Se considera que la rela tiva escasez de los recursos naturales con- dujo a una temprana consolidacién de las instituciones politicas. La expansién demo- gréfica caus6 conflictos en torno a recursos tales como la tierra para la agricultura, lo cual, a su vez, coadyuv6 en e} desarrollo del poder politico. Este modelo se complica por la dificultad de estimar los niveles demogré- ficos en el Periodo Preclasico. Una compara- cién con la poblacién del Clasico Tardio hace pensar que la densidad demografica se man- tuvo en el Preclasico en niveles relativa- mente bajos, hasta el fin del Horizonte Chi- canel. Por lo tanto, la aplicacién y evalua- cién de este modelo resulta problematica. Un modelo alternativo concede mas im- portancia al comercio en el desarrollo de ta complejidad social en las Tierras Bajas. De acuerdo con este modelo, los jefes y nobles ejercieron un mono- polio sobre la distribucién de las materias primas y ob- jetos de comercio. Los siste- mas de organizacién politi- ca mas desarrollados del Preclasico Medio y Tardio surgieron como resultado del control de las rutas de comercio ¢ intercambio de estos materiales. Esta idea también presenta proble- mas significativos. La uni- formidad de recursos natu- 46 rales en las tierras bajas es menos mareada de lo que se pensé con anterioridad. No hay evidencia de hasta qué punto el comercio de materias primas del Altiplano jugé un papel impor- tante, y tampoco se sabe si ese comercio se desarrollé con anterioridad al surgimiento de sociedades complejas en la zona. En resumen, los procesos que llevaron al desarrollo de las sociedades complejas en las Tierras Bajas mayas no estan claros. Tal tema plantea problemas significativos, con- siderando las condiciones ambientales de la region. Del mismo modo, no hay explicacio- nes definitivas para el desarrollo de algunos de los centros més importantes de esa re- gién, tales como El Mirador e incluso Tikal, en localizaciones aparentemente aisladas y pobres en recursos naturales, en especial el agua. Sin embargo, es evidente que los ha- bitantes preclasicos de las Tierras Bajas de Petén supieron aprovechar al maximo las condiciones ecolégicas del territorio que ha- bitaban, lo cual implica tecnologias agricolas suficientes para el sostenimiento de poblacio- nes crecientes. La busqueda de explicaciones Iain Tie acoR Tinyo7 GMail Detallo de un Mascarén de k Estructura E-Vil-Sub de Uaxactin. Los mascarones precldsicos En los edificios del Perfodo Preclésico, la decoracién se concentraba en los mascarones. Estas grandes imégenes re- presentaban la cara de seres sobrena- turales, y se colocaban en las fachadas de las estruc- turas, a ambos tral, Se han encontrado ij mascarones Entre los ma- yores y mejor \ _ conservados estén fos del Herr: H de Uaxactin, que fueron idadosamente enterrados al final del Precldsico. Los mascarones presentan indicaciones del simbolismo mitolégi- 0 que se asociaba a estos edificios. para éstos procesos plantea un reto signifi- cativo para la investigacién arqueoldgica. EI Arte Maya en el Periodo Preclasico Las artes plisticas del Periodo Preclasico muestran contrastes significativos en com- paracién con las del Clasico. Ya se mencio- naron los complejos arquitecténicos de pa- trén triddico y complejos de conmemoracin astronémica, los cuales se mantuvieron vi- gentes durante el Clasico. Algunos edificios en estos conjuntos, tales como los del Grupo H, de Uaxactiin, exhiben los primeros ejem- plos conocidos de la béveda maya, que, sin {ie PA hte RI Mistazia Popular de Guatemala embargo, no se convirtié en un rasgo predo- minante de la arquitectura maya sino hasta el Clasico Temprano. El Grupo H, de Uaxactiin también pr senta uno de los conjuntos mds impresio- nantes de decoracién arquitecténica pre- clasica, cuyos componentes mas importan- tes eran los mascarones de las fachadas. Se trataba de representaciones monumenta- los de seres mitolégicos, colocadas sobre los taludes de los edificios, flanqueando las es- calinatas de acceso. Estos mascarones esta- ban formados por una base de piedra, con revestimiento de estuco grueso, modelado para obtener las formas deseadas. Los mas- carones indican el simbolismo religioso aso- ciado con cada estructura. ‘Un contraste importante entre el arte Pre- clasico y el del Clasico concierne a las repre- sentaciones humanas. Las de los sefiores y nobles pueden haber adquirido una posi- cidn central en el arte del Perfodo Clasico, cuando la figura humana se convirtié en el tema central de la mayoria de esculturas. Las estelas cldsicas representan a los reyes glorificados, como participes en escenas ri- tuales o guerreras. Sin embargo, las figuras de reyes y sefiores eran mucho menos fre- cuentes en el Preclasico. Una de las estelas més tempranas del drea maya es la Estela 1, de Nakbé (Ilus- tracién 45), que data del Preclasico Tardio. Representa dos individuos de pie, enfren- tados. Llevan trajes y tocados elaborados. Caracteristicas del arte del Preclasico Tar- dio son las grandes orejeras y las bandas anudadas, que los personajes usaban como brazaletes y tobilleras. Es dificil estable- cer si se trata de seres humanos 0 deida- des, pero su atuendo muestra algunas ca- racteristicas que continuaron presentes en las representaciones de los reyes durante el Clasico Temprano. El Grupo H, de Uaxactin, también po- see figuras humanas ejecutadas en estuco, sobre las esquinas de uno de los edificios principales. Por sus trajes, estas represen- taciones son muy similares a las de la Este- la 1 de Nakbé, pero en este caso aparecen en medio de una serie de volutas. Una re- presentacién muy similar se encuentra en un edificio contempordneo de la Acrépolis Norte, de Tikal. En este caso, el exterior del edificio esta adornado con pinturas mura- les, en uno de los ejemplos mas tempranos que se conocen de este arte. Aunque muy destruidas, se distinguen las figuras antro- pomérficas en medio de volutas. Esas pare- cen representar agua, en cuyo caso, las fi- guras del mural estarian inmersas en un medio acuoso, lo que hace pensar que se trata de una escena sobrenatural. La ana- logia con las de Uaxacttin es atin mas fuer- te, por el hecho de que en ambos conjuntos las figuras humanas, rodeadas de volutas, se encuentran precisamente en las esqui- nas de los edificios. Estos patrones comu- nes muestran la existencia de un sistema ideolégico extendido a lo largo de aquella regién, en dicha fecha. Algunos elementos en estos y otros ejem- plos del arte del Preclasico Tardio encuen- tran paralelos en la escultura contempora. nea de Kaminaljuyt, Abaj Takalik, Izapa y otros sitios de la Costa del Pacifico y del Altiplano. Como se recordar, el arte olmeca dejé huella en Kaminaljuyd y en la Costa del Pacifico durante el Preclasico Medio, pero esté ausente de las Tierras Bajas mayas. Algunos autores han planteado la idea de que los habitantes de las Tierras Bajas adop- taron muchos elementos ideolégicos y artis- ticos del Altiplano y de la Costa del Pacifico, cuyo origen podria trazarse en wltima ins- tancia hasta la cultura olmeca, Entre estos elementos podrian mencionarse, por ejem- plo, el calendario y la escritura. Los descu- brimientos recientes en lugares como Nakbé, El Mirador y Tikal obligan a poner en duda tales ideas. Esta claro que estos centros pe- teneros habian alcanzado niveles de desa- rrollo social y cultural tan altos como cual- quier sitio del Altiplano, la Costa Sur, u otras regiones de Mesoamérica, para el Pre- clasico Tardio, Descubrimientos tales como la Estela 1, de Nakbé, los murales de la Acrépolis Norte, de Tikal, y los relieves del Grupo H, de Uaxactiin, muestran que los artistas preclasicos de las Tierras Bajas con- taban con un repertorio iconogréfico muy rico y con técnicas bien desarrolladas para plasmarlo en escultura o pintura. El arte de

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