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Asociacién de Amigos del Pais Fundacién para la Cultura y el Desarrollo Tomol) farelot Poca ee || t i Guatemala, 8 de febrero de 1999 Politica y sociedad durante el Postclasico Temprano FoCatienals La transicién al Periodo P&tclAsico fue una época de cambios culturales y politicos en toda Mesoamérica, los cuales involucraron movimientos de poblacién, transformaciones en los sistemas econémicos, en la tecnologia y en los patrones de asentamiento. Casi to- dos los principales sitios del Perfodo Clasico fueron abandonados y sustituidos por nue- vos centros de poder. Muy pocos sitios im- portantes del Clasico mantuvieron su pre- eminencia durante el Postclasico. En el drea maya, el Periodo Postelasico ha sido usualmente caracterizado por dos factores: el incremento del militarismo y la influencia mexicana, La informacién reca- bada en las ultimas décadas exige aclarar varios puntos importantes en relacién con estos dos factores. En cuanto al militarismo, : F se ha demostrado que la guerra estuvo pre- delos' Cokchiqueles 774 j sente durante el Periodo Clasico y, aun an- " , | tes, la actividad bélica jugé un papel impor- puis los Serre og eee tante en el desarrollo sociopolitico. Por tan- to, es falso considerarla como una caracte- Dorn eet | ristica propia del Postclasico. Ciertamente, Steric. en varias regiones se nota un cambio en los patrones de localizacién de los centros prin- cipales, que en el Periodo Clasico se encon- traban en valles abiertos, mientras que en cl Posteldsico se situaron, de modo preferi- ble, en localidades defendibles. Este cambio se observa notablemente en el Altiplano de Guatemala. Esto pudo ser resultado de transformaciones en las tacticas militares, posiblemente relacionadasgon una intensi- ficacién de los conflictos, pero no debe consi- derarse como consecuencia de un cambio ra- dical entre sociedades pacificas y guerreras durante la transicién entre ambos perfodos, El concepto de “influencia mexicana” es igualmente problematico, porque en muchos casos los autores no especifican a qué region de México se refieren, ni la época en que oourrié la adquisicién de elementos cultura- Tes especificos. En fasciculos anteriores se ha discutido cl importante papel que jugé Teotihuacan durante el Clasico Tem- prano, y la adopcién de elementos artisticos € ideoldgicos relacionados con esta gran cit Gad del Altiplano mexicano en varias regi nes del 4rea maya, Es evidente, por tanto, que los contactos con sociedades del centro rN cates Patt secicr sarin eA gma de México son mucho més antiguos que el Postclasico. De hecho, hay muchos rasgos de origen mexicano que se observan en el arte del Perfodo Clasico. Nuevamente, parece més acertado hablar de una intensificacion de los contactos culturales a larga distancia entre diferentes regiones de Mesoamerica, durante el Postclasico, lo que trajo consigo la difusin de numerosos rasgos culturales en toda el area. EI Postclasico en Petén Las Tierras Bajas de Petén no quedaron abandonadas tras el “colapso” de los gran- des sitios del Clasico. Se registr6, por cierto, un fuerte descenso de poblacién, pero las investigaciones han demostrado la presen- cia de sitios arqueolégicos plenamente acti- vos a lo largo del Postelsico. En especial, la regién central de los lagos tuvo una ocupa- cidn intensa, que se extendié hasta entrado el perfodo colonial. Entre los sitios postclasicos de esta re- gidn cabe mencionar a Ixhi, localizado en el istmo que separa los Lagos de Salpetén y Petén Itza. Este sitio pose estelas con ins- cripciones del Periodo Clasico Terminal, de a segunda mitad del siglo IX. Su ocupacion se extiende dentro del Postcldsico, cuando se construyeron numerosos grupos ceremo- niales pequefios, y se colocaron nuevas es- tructuras en los espacios formados por pla- zas del Perfodo Clasico, Ixhi presenta un caso de continuidad en la ocupacién, desde el Perfodo Clasico hasta el Postclasico. Enel 4rea de la laguna de Macanché se encuentran los sitios de Yalain y Muralla del Leén, Este iltimo se halla en una mese- ta facilmente defendible y fortificada con un muro defensivo. Uno de los sitios mas importantes del Postclasico, en Petén, es Topoxté, situado sobre un grupo de islas del Lago Yaxjé, el cual también presenta ocupacién desde el Periodo Clasico, que con- tinué con fuerza en el Postelasico. Es posi- ble que la continuidad de ocupacién se haya debido a factores ecolégicos propios de la zona de los lagos, que permitieron el soste- nimiento de los sistemas agricolas en un Area que tuvo densidad de poblacién mode- rada en el Clasico. Los itzaes Enel siglo XVI, la regién de los lagos estaba ocupada por una serie de pueblos, que se conocen como “itzaes”. Los textos coloniales de Yucatan hablan de un grupo, con ese nombre, que dominé Chichén Itza por al- giin tiempo, pero que fue expulsado de alli alrededor de 1200 DC, tras lo cual se dirigie- ron al sur y se establecieron en un gran lago, que la mayoria de autores identifica como Petén Itz4. Sin embargo, la Arqueolo- gia no ha producido evidencia de una gran migracién procedente de Yucatan, hacia esta época, pues la cerdmica de ambas regiones muestra pocas semejanzas. En los documentos espaiioles, la region entera recibié el nombre de Taiza, corrup- cién de Tah Itzd, “lugar del itzd”. De ahi derivé el nombre de Tayasal, que se aplicé al poblado principal del area, situado en una isla del lago, donde actualmente se localiza Flores, la cabecera departamental. En el si- glo XVII, esta isla se conocia como Noh Pe- tén, “isla grande”; alli tenian su corte los 106 Pequefia vasija efigio, encontrada en un contexto. del Postclasico Tardio, en la Peninsula Zacpetén, Lago de Salpetén. Didmetro, 14 cm. Museo Nacio- nal de Arqueologla y Etnologia, Guatemala. | 30° daeettthat iiisiorie Popular Se Guatemaia 107. Sitios arqueolégicos de la regién de los lagos, del centro de Petén, en los que se confirm ocupacién postetésica. sefiores Can Ek, quienes, efectivamente, tra- zaban el origen de su linaje a Chichén Itzé. Investigaciones recientes han demostra- do que la regidn se encontraba dividida en una serie de provincias gobernadas por fa- milias prominentes, que mantenjan un sis- tema complejo de relaciones politicas. Ade- més de la Can Ek, las principales provincias en el siglo XVI eran las de Yalain y Couoh. Desde Noh Petén, los sefiores Can Ek con- trolaban las cuencas sur y este del Lago Petén Itz, desde el Lago Quexil hasta el Lago Sacpuy. El gobernante principal reci- bia el titulo de Ah (Sefior) Can Ek, y gober- naba en compafifa de un consejo, compuesto por lideres de los otros grupos principales. La provincia de Yalain abarcaba el terri- torio que se extendia desde el extremo este del Lago Petén Itz4 hasta el area de Tipt, enel actual territorio de Belice. Los sacerdo- tes espafioles establecieron misiones en Tipt, desde el siglo XVI, y esta regién sirvié como punto de avanzada para los esfuerzos por conquistar a los itzaes y convertirlos al cris- tianismo. El centro principal de Yalain esta- ba situado junto al Lago de Macanché. (Véa- se Tlustracién 109). La provincia Couoh se situaba al norte del Lago Petén Itz4, con dos centros principales, lamados Saklamakhal y Ketz, situados, respectivamente, en las ri- eras norte y este del lago. Hay indicaciones de que los Cououh eran descendientes de un grupo con el mismo nombre, originario del gran sitio de Mayapan, el centro principal de poder en Yucatan, después del abandono de Chichén lézd. Es posible que los Couch hayan emigrado al Petén tras la cafda de Mayapén en 1450. En la época colonial, Noh Petén era la capital de un frdgil sistema de alianzas, que unia la regién bajo el liderazgo de los Can Ek. Al parecer, estos sefiores habian esta- blecido lazos estrechos con los de Yalain, posiblemente en un esfuerzo por proteger la provincia contra el avance de los espafoles desde Tipt. Aparentemente, los Couoh es- tuvieron al margen de esta alianza, aunque se sabe que establecieron lazos matrimonia- les con los Can Ek. Estd claro que estos sefiorfos no se mantuvieron totalmente ais- lados, pues tenfan contactos con las misio- nes de Belice, asi como con los pueblos més alejados de la Verapaz y Yucatén. Sin em- bargo, lograron quedar al margen de la colo- nizacién europea, y se ganaron la fama de pueblo independiente y fiero, al atacar, en varias oportunidades, a las misiones espa- fiolas de Belice y del sur de Yucatén Los documentos relacionados con la con- quista de Petén proporcionan interesantes detalles sobre los vinculos politicos entre los sefiorfos de la region. El ultimo Ah Can Ek buseé establecer contactos con los espafioles e, incluso, en 1695 envié a su sobrino, como emisario, a Mérida. Al saber de esta embaja- da, los Couch emprendieron la guerra con- tra los Can Ek y sus aliados, Aunque no tuvieron éxito, la confedera por los Can Ek se desestabilizé, pues algu- nos de sus miembros se oponian al contacto con los esparioles. En medio de este cuadro, tuvieron lugar dos expediciones espafiolas, casi simulténeas, contra los itzaes: una des- de Guatemala y otra desde Yucatén. La ex- pedicién guatemaltecd se retiré tras sufrir una derrota cerca del Lago Petén Itzd. La expedicién dirigida, desde Yucatn, por Mar- tin de Ursa establecié un campamento a orillas del lago, en 1696, y después de cons- truir una embareacién, logré tomar por asal- to la isla de Noh Petén, en 1697. Los. Lacandones Los itzaes no fueron el tinico pueblo de las Tierras Bajas que Iogré escapar al dominio espafiol, por mucho tiempo. En toda la parte sur de Petén y en la regién actualmente conocida como ja “selva lacandona” de Chia- pas, vivieron varios grupos esencialmente independientes, entre los que se cuentan los. manchés, choles, xocmoes, ah xoyes, acalaes ylacandones. Todos estos pueblos tenfan en comin el hecho de hablar idiomas pertene- cientes a la rama chol, de la familia de len- guas mayas. En esto se diferenciaban de los. gM emai} itzaes, cuya lengua se clasifica dentro de la rama yucateca. El més importante de los grupos aludidos era el de los lacandones, que en el siglo XVI tenia su centro principal en una isla posible- mente localizada en el Lago Miramar, Chia- pas. Los lacandones sufrieron varias incur- siones espafiolas en los siglos XVI y XVII, pero la regién no cayé bajo el control colo- nial sino hasta 1695, poco antes de la con- quista de los itzaes. En los siglos que siguie- ron a esta conquista, todas las poblaciones de lengua chol, en la selva lacandona y en el sur de Petén, se extinguicron. Gradualmen- te, pequerios grupos de familias de lengua yucateca se establecieron en la regién y, a pesar de su origen diferente, se les aplicé el mismo nombre de “lacandones”; el uso de este término se extendié para abarcar a to- dos los grupos que habitaban las zonas sel- vaticas de Chiapas y Petén, especialmente en la regién de los rios Usumacinta y de La Pasi6n. Por su relativo aislamiento hasta el siglo presente, estos lacandones lograron desarrollar patrones culturales propios y sis- temas eficientes de adaptacién al medio am- biente selvatico. Alencontrar estos pequerios grupos de per- sonas, viviendo aislados en la selva, algunos viajeros y estudiosos del siglo pasado y de principios del presente pensaron que se tra- taba de los descendientes més directos de los mayas clésicos, que habjan subsistido sin con- tacto con el exterior. Sin embargo, la historia ha demostrado que las Tierras Bajas sufrie- ron, al igual que otras regionas, e] embate de la colonizacién espafiola, lo que ocasioné la desaparicién de los pueblos de lengua chol en el sur de Petén y en la selva lacandona. El Postclasico Temprano en el Altiplano El Periodo Posteldsico Temprano es una épo- ca relativamente oscura en la historia cultu- ral de Guatemala. Se conocen pocos sitios de este perfodé con ocupacién significativa y, en muchas regiones, no hay una ruptura de las. tendencias culturales del Periodo ClAsico, por fier” Jo que algunos autores se inclinan por postu- lar un Perfodo “Clasico Terminal” o “Epiclé- sico”, enfatizando de ese modo la continuidad ‘eon cl perfodo anterior. Sin embargo, la tran- sicién al Postelasico se mare notablemente en ciertas regiones. En el Altiplano Central, Kaminaljuya decayé definitivamente, hasta convertirse en una aldea. La poblacién de todo el valle de Guatemala se desplazé a pe- queiios poblados rurales. Uno de los ejemplos més claros del asen- tamiento postclsico temprano se encuentra en él sitio de Tajumuleo, San Marcos, que fue ocupado exclusivamente en este perio- do, entre los afios 1000 y 1200 DC. A juzgar por su extension se trataba de un centro provincial de dimensién media. Esta forma- Go por cinco monticulos construidos con la- jas de piedra, dispuestos alrededor de una plaza cuadrada, en la cual habia esculturas Jabradas en un estilo peculiar. El sitio posee ‘un interesante conjunto de esculturas con motivos iconograficos muy particulares. ‘Zaculeu (Huchuetenango) destaca entre los sitios que no sufrieron abandono al fi- nal del Periodo Clasico. Por su Jocalizacién: en el recodo de un rio protegido por barran- cos, se anticipé en la biisqueda de posicio- nes defensivas, lo que se conyertiria en una pauta durante el Postclisico. Quizés por éllo no fue abandonado al final del Clasico, y entré en una etapa de desarrollo acelera- do durante el Postclasico Temprano. En esta Spoca se construyeron varias estructuras ceremoniales, incluyendo posiblemente el juego de pelota. El sitio Los Cerritos-Chijoj, cerca de Ca- nilld, Quiché, también muestra continuidad de ocupacién entre el Clasico y el Postelési- co. Su parte central consiste de una plaza cuadrangular de tamafio medio, cerrada por estructuras que combinan lo ceremonial, fu- nerario y habitacional de elite. Estas edifi- caciones incluyen un juego de pelota cerr: do en sus cuatro lados. La mayoria de off tructuras experimentaron ampliaciones en el Periodo Epiclésico. Un rompimiento con el Clasico se hace evidente gn la profar cién sistematica de las tumbas de este perio- do, lo que también se dio en varios sitios del ‘Altiplano Norte. Otro cambio importante Histo: ‘Popular de Guatemala acaecié en el lado sur de la plaza, en donde dos estructuras originalmente separadas fue- ron unidas para formar una plataforma que cerraba casi todo este lado. La necesidad de una plataforma tan amplia sugiere nuevas funciones de administracién, que prefigu- ran las estructuras conocidas como “casas largas” o “casas del consejo” en los sitios postclasicos tardios. Caracteristicas muy si- milares se presentan en los sitios del valle del Rio Chixoy, especialmente en Los En- cuentros (Baja Verapaz). También aqui se registré el alargamiento de las estructuras mas antiguas para formar grandes platafor- mas, asi como la profanacién de tumbas del Clasico. No estén claras las motivaciones para la profanacién de tumbas clisicas en toda esta region. Chichén Itza, Tula y los toltecas Los textos de la época de la Conquista pro- veen una serie de relatos, parcialmente his- téricos pero con un fuerte componente miti- co, sobre el origen de grupos particulares, en especial los que ocupaban posiciones socio- politicas preeminentes. Muchos de estos re- Jatos mencionan a Tula como una ciudad Jegendaria, donde los ancestros adquirieron insignias de poder, deidades tutelares, y otros elementos esenciales para su constitucion social, En los documentos del centro de Méxi- co, Tula aparece como la capital de los tolte- cas, a quienes se consideraba poseedores de una alta civilizacién, asi como grandes sa- bios y artistas, de quienes habian surgido todos los elementos de la vida civilizada. La legendaria Tula ha sido identificada arqueolégicamente con un gran sitio locali- zado en el estado de Hidalgo (México), que se constituyé como el principal centro de poder durante el Postclasico Temprano en el Altiplano mexicano. Tula parece haber ocupado el lugar que anteriormente tuvo ‘Teotihuacan, restableciendo el control cen- tralizado en esa regidn. Sin embargo, Tula no aleanzé las dimensiones ni el grado de desarrollo urbano presentes en Teotihua- ‘can, y su hegemonia parece haber sido bre- ve, de unos 200 afios como maximo, Con base en los relatos de Ja época de la Conquista, se ha pensado tradicionalmen- te que un grupo de toltecas exiliados de Tula, al mando de su depuesto rey Topiltzin- Quetzalcoatl, conquisté el si- tio de Chichén Itzd, Yucatan, al final del Periodo Clasico, y establecieron una sociedad caracterizada por rasgos cul- turales mexicanos. Estudios més recientes han puesto en duda esta reconstruccién, Se ha observado que los rasgos mexicanos se hicieron pre- sentes en Chichén Itza desde el Periodo Clasico Terminal, y se ha pensadg que fueron levados alli por gentes origi- narias de Tabasco, que por esa época establecieron una extensa red de relaciones comerciales, por via maritima, alrededor de la Peninsula de Yucatan. Chichén Itza fue el poder domi- nante en Yucatdn durante el Postclasico ‘Temprano. Los estudios recientes han legado a cues- tionar la identificacién de Tula, Hidalgo, con el sitio mencionado en las fuentes escritas del 4rea maya como el lugar originario de poder y civilizacién. Se ha observado que, desde el Clasico Tardio, los reyes mayas uti- lizaron conscientemente simbolos asociados con el centro de México, aparentemente evo- cando el poder y cultura de Teotihuacan, que ya por entonces estaba en franca deca- dencia. En esto, los textos clasicos son sor- prendentemente similares a los relatos de la época de la conquista espaiiola. El nombre de “Tula” se aplicé en el Postelasico a mu- chos lugares de Mesoamérica, incluyendo Teotihuacan y el gran sitio de Cholula, si- tuado en el Estado de Puebla, México. Al igual que el nombre, es probable que las cualidades atribuidas a esa legendaria ciu- dad hayan sido otorgadas a diferentes ciu- dades en diversas épocas. Mas que una rea- lidad histérica, la Tula que aparece en los mitos del origen de los pueblos postclasicos pudiera ser un lugar puramente legendario, 108. Isla de Flores, actual cabecera del Departamento de Petén, Guatema- la, Se supone que fue el centro de gobiemo dal linaje Canek y de sus aliados, conocidos por los espafioles como los itzaes, concebido como fuente de civilizacién y legi- timidad para las casas gobernantes. Chichén Itza es uno de los mayores sitios arqueolégicos de Mesoamerica. El centro del sitio posee grandes edificios ejecutados en unestilo propio, que se aparta tanto del esti- lo maya clasico como del estilo arquitecténi- co de la mayorfa de los sitios vecinos, en Yucatan, 'Tradicionalmente se ha pensado que los estilos arquitecténico y escultérico de Chichén Itz fueron el resultado de la influencia de Tula, Hidalgo, pero esta posi- cién ha sido seriamente cuestionada. Aun- que muestran similitudes significativas, los edificios y esculturas de Chichén Ttz4 ‘son mucho mds grandes y elaborados que los de ‘Tula, y se ha legado a plantear que la in- fluencia pudo establecerse en sentido con- trario, es decir, desde Chichén Itz4 hacia ‘Tula. El sitio esta rodeado por una gran cantidad de conjuntos habitacionales, que se comunican con el centro por medio de numerosas calzadas. Chichén Itzd decayé hacia 1200 DC. Des- pués de esa fecha, el sitio de Mayapdn sur- gid como el nuevo centro dominante en Yu- catan. Aunque mucho mas pequefio que Chichén Itz4, Mayapén fue construido, en buena medida, a imitacién de su predecesor. storia Populai Far Agama El sitio se caracteriza por po- seer una alta densidad de asentamientos dentro de un recinto amurallado. A su vez, Mayapén quedé abandonado hacia 1450. En la época de la conquista ospafiola, la Ponin- sula de Yucatan estaba divi- dida en una serie de reinos independientes. Fuentes escritas de la 6poca colonial Nuestros conocimientos so- bre las sociedades del Perio- do Postclasico se enriquecen, considerable- mente, gracias a un conjunto de documen- tos escritos que, junto con el registro ar- queolégico, son fientes importantes de in- formacién, Tales documentos fueron escri- tos, después de la Conquista, por espafioles y por indigenas que aprendieron a utilizar el alfabeto espafiol. Con excepcién de la escritura maya cldsica, que sélo en afios recientes ha revelado una parte sustancial de su contenido, los documentos coloniales constituyen la tinica fuente de informacién escrita sobre las sociedades prehispénicas. Aunque se conocen varios testimonios de su existencia, en el actual territorio no se ha conservado ningtin libro guatemalte- co escrito durante la época prehispdnica. Se sabe que los cédices mayas de Dresden, Paris y Madrid se originaron en Yucatan, en tanto que el cédice Grolier proviene de Tabasco (ver Fasciculo 9). En contraste, se ha conservado un conjunto muy importan- te de documentos escritos después de la Conquista, en idiomas indigenas, pero con el alfabeto espafiol. Ademas de poser un enorme valor histérico, algunos de los do- cumentos indigenas de Guatemala se cuen- tan entre las principales obras literarias del Nuevo Mundo. Los autores de estos textos fueron indige- nas que aprendieron con los frailes que los cristianizaron, Muchos de dichos documentos 109 Reconstruccién provisional de la geogratia politica de los mayas de Petén, en el siglo XVII, hecha por Grant D.Jones. El mapa mues- ‘alas &reas aproximadas de los territorios 0 provincias de los tres: linajes mayas principales: Canek, Yalain y Couoh. de informacién sobre historia, religién, mi- tos, patrones culturales e idioma de los pue- blos indigenas, en la época de la Conquista, y son fuentes primordiales para estudiar El Ah Can Ek, de Tayasal Un documento de 1695 ‘describe la llegada de Ah Can Ek, el rey de Tayasal, al pueblo de Chacén, situa- do en la margen del Lago Petén Itz4, para dar la bienvenida a tres franciscanos proce- dentes de Yucatén, uno de los cuales escribié una relacién, conocida parcialmente, llamada Manuscrito Canek. El pasaje transmite una impresi6n vivida, tanto de Ia apariencia perso- nal del rey como del entorno ritual que acompaiié su visit “..y alzando la vista vimos que se venfa por el lado a donde se levanta el sol una muy grande malleta de canoas, todas ellas adomnadas de muchas flores, y tocando mucha fiidsica de palos y de tambores y churumbelas de madera, y sentado en una més grande que todas el rey de los itzaes, que es el Sefior Can Ek, que quiere decir la estrella veinte serpiente. Y todos los que estén en el pueblo de Chacan fuéronse a la ribera de Ja laguna. Tenfa el Rey Can Ek muy bien adomado de su cabeza ornada [con una] grande corona de oro puro con copéte de oro y trafa las orejas tapadas con discos de oro y los discos tienen colgaduras que se mueven y se caen por cima de los hombros como colgajos, y asimismo en los brazos tiene aros de oro puro. ¥ en los arnifiones de las manos tenia también aros de oro. Y se viste con una ttinica de color blanco puro, que est4 toda adornada con bordados de color azul, y en la capa que lo cubre, que es blanca muy limpia, tiene flecos de color azul, y la orilla de la capa est toda bordada de color azul, y cifie la cintura con una ancha faja a guisa de atadura, que esta es negra, y quiere decir que Can Ek se es también sacerdote de los itzaes, y las sandalias son unas muy finas, hechas de hilo azul con muchas sonajas de oro, y la capa tiene un grande signo de su nombre que es de Ia escritura maya, y que quiere decir la estrella veinte serpiente. Y es asf. [dibujo] Cuando Can Ek leg6 a la orilla de la laguna, pusieron una estera larga para que pasara por encima de ella. ¥ asf que vino andando por la estera, pardse en la meta de ella. Y todos los soldados mayas que salicron de las canoas vinicron a ponerse a su vera. Pero que en nada dejaba de tocar la miisica de las-churumbas de madera y los palos, y las tamboras no cesaban de tocar hasta que Can Ek alz6 la mano con el cafiuto de piedra que tiene en la diestra, pero que tiene muchos adornos de plumas. Y se Ilegaron a él los sacerdotes de los chacanes, todos ellos vestidos del color negro. Y todos se hicieron una muy grande reverencia...” (Fuente: “Manuscrito Canek”. Revista de la Universi- dad del Valle de Guatemala, 1994 (4):25-26]. tienen fuerte influencia de la religién cristia- las sociedades postclasicas, La mayor parte SSN Politica y socied: na y otros aspectos de la cultura espafiola y, por lo tanto, no pueden considerarse como ejemplos pristinos de la cultura prehispénica. A pesar de ello, proven’ una gran riqueza de estos documentos se’ originaron en el Altiplano Occidental, donde, en el siglo XVI, se encomtfaban las sociedadés mas comple- jas de Guatemala:’<. °,” Popol Vuh Por la riqueza de informacién religiosa, his- térica y lingiifstica, el Popol Vuh es uno de los documentos més importantes para el estudio de los pueblos prehispénicos de Gua- temala. Fue escrito, hacia mediados del si- glo XVI, por un autor desconocido, quien tuvo el cuidado de indicar, en el texto, que lo escribfa para sustituir un libro prehisp4- nico que ya se habia perdido. Por lo tanto, es posible que mucho de su contenido se haya derivado de manuscritos pictdricos pre- hispdnicos, destruidos poco después de la conquista espafiola. El manuscrito que se conoce del Popol Vuh es una copia hecha por fray Francisco Ximénez a principios del siglo XVIII, quien también hizo la primera traduccién al espafiol. El contenido del Popo! Vik puede subdi- vidirse en dos partes principales. La prime- ra se refiere a la creacién del mundo y alos intentos iniciales, infruetuosos, que hicie- 110 Guenco tripode, engobe rojo sobre beige, con pa- tas efigie: a) serpiente; b) Ave. Fase Qankyak, Postclésico Temprano, Zaculeu. Didmetro a: 12 ‘om; b: 22 om. fa gmt WiFi Se Cannas ER EE 111 Estructura de un salén abierto, del Postetasico Tar- dio (posterior a 1200), en el sitio Nixtin-Chich’, en la Peninsula de Candelaria, parte occidental de Lago Petén itz, Se puede ver una “banca” baja, a lolargo (este-ceste) y atras (norte) de la estructu- ra, con el frente abierto al sur. Se supone que atras de la banca se erigieron paredes de material pere- ‘cedero, con pilares dentro del érea, rodeadas por bancas en el frente, para soportar las vigas en que se apoyaba e! techo de pala. ron los dioses para crear a los hombres a partir de madera y barro. A continuacién, el libro pasa a relatar una serie de mitos cen- trados alrededor de una pareja de héroes, hermanos gemelos, Hamados Hunahpt Ixbalanqué, quienes en diversas circunstan- cias derrotan a sus rivales. En el episodio més largo, los gemelos descienden a Xibal- bA, el reino de la muerte, donde su padre habia sido sacrificado tras perder en el jue- g0 de pelota. Hunahptie Ixbalanqué vencen alos sefiores de Xibalba gracias a su astucia y, finalmente, ascienden al cielo, en donde se transforman en el Sol y la Luna. Estos relatos son ricos en contenido mitolégico, y, su origen se remonta a una gran antigiie- dad, pues se presentan correspondencias sig- nificativas con algunas escenas representa- das en el arte maya clasico. ‘Aunque también ofrece un alto contenido mitico, la segunda parte del Popol Vuh se enfoca en la historia de los ancestros de las casas reales del reino quiché. Se refiere bre- vemente a la creacién del hombre, para rela- tar cémo los primeros cuatro ancestros qui- chés fueron creados por los dioses a partir del maiz. Seguidamente, narra la ida de éstos a S- Tula, donde recibieron sus dioses tutelares y otros dones. De ahi partieron en una larga migracién, pasando por muchos lugares, has- ta establecerse en el érea del Quiché, donde se engrandecieron y afirmaron su suprema- cia sobre otros pueblos. Los descendientes establecieron su capital en Gumarcaaj (el si- tio de Utatlén, cerca de Santa Cruz del Qui- ché) y expandieron su sefiorio sobre una re- gin extensa del Altiplano. El libro concluye enumerando los titulos principales en la es- tructura politica del reino quiché, y la des- cendencia de los cuatro primeros hombres. Se ha discutido mucho sobre el grado de influencia cristiana presente en la obra. Al- gunos autores se inclinan por considerarlo casi exento de ella, mientras que otros la per- ciben en muchos pasajes del libro. Por ejem- plo, los parrafos iniciales, roferentes a la crea- cién del mundo, encuentran interesantes pa- ralelos con los relatos biblicos. También ha Mamado la atencién el contraste entre las dos secciones que, con excepcién de los pasajes relacionados con la creacién del hombre, pa- recen casi totalmente independientes entre si, Se ha propuesto que el libro es en realidad una compilacién de dos tradiciones diferen- tes. La historia de los héroes gemelos, en la primera parte, podria derivarse de los mitos, de los pueblos choles del norte dela Verapaz, en tanto que la segunda seccién es claramen- te una versién escrita de la historia semimiti- ca de los sefiores del reino quiché, y segura- mente se originé en el 4rea de Santa Cruz del Quiché o Chichicastenango. En la época co- lonial, tanto Verapaz como Quiché estuvie- ron administrados en lo religioso por frailes de la orden dominica. Estos problemas es- tan lejos de resolverse, y han originado inte- resantes controversias entre los estudiosos del libro, las cuales reflejan el alto valor que Ja obra posee como documento primario para la historia de los pueblos prehispanicos de Guatemala. Memorial de Solold o Anales de los Cakchiqueles Por su extensién y contenido, el Memorial de Sololé se aproxima al Popol Vuh como fuente 2 y Sociedad durant. | EI caballo dejado por Cortés en Petén En 1526, Hernén Cortés condujo una expedici6n por tierra, desde México hasta Honduras, atravesando Tabasco, parte de Campeche y Petén. Pas6 por el Lago Petén Itz4, donde fue recibido pacificamente por los itzaes, y siguié adelante sin | ocasionar conflicto. All{ dej6 un caballo que no pudo continuar por haber sufrido lastimaduras. Cortés le dedicé unas Ifneas en su carta de relaci6n: “En este pueblo, digo en aquellas labranzas, qued6 un caballo que se hincé un palo por el pie y no pudo andar; prometiéme el sefior de lo curar; no sé lo que hard”. Otro participante en la expedici6n, Bernal Diaz del Castillo, escribié su propia versi6n del incidente: “., mand6 que dejésemos en aquel pueblo un caballo morcillo, que estaba malo de la caza de los venados, y se le habia derretido el unto en el cuerpo y no se podia ner ‘ Es probable que el caballo haya vivido poco tiempo, pero en cambio su memoria nunca se perdi6. En 1696, fray Andrés de Avendafio y Loyola lo mencioné entre los dioses de los itzaes: “...sabfa yo c6mo se hallaba en dicho Petén | YtzA el dicho idolo. de Yaxchecab; el de Cocahmut, del de Ytziman Kauil que quiere decir caballo del Demonio, inventado este idolo por ellos desde que Cortés “entr6 allé, antes de la conquista de esta provincia pasando desde el puerto de Chanpot6n al de Honduras, por haberles encomendado allf un caballo suyo despeado, y como se les murié por que le daban a comer carne, y otras cosas ajenas de su sustento, Io erigieron en una figura que hicieron de caballo de cal y canto, y lo adoraron para que no entendiera el espafiol que de poca estimacién y aprecio habfa muerto. Esta figura conservan hasta hoy, y le dan cult”. | El caballo de Cortés pas6 a formar parte del folklore petenero, y sigue siendo una de las historias obligadas al hablar del Lago y su isla. Curioso destino para un caballo, permanecer tanto tiempo en la memoria popular, que tan pronto olvidé a los humanos que corrieron su misma suerte. Slo Bernal Dfaz los recordé: “...en este pueblo se huy6 un negro y dos indios naborias, y se quedaron tres espaiioles, que no se echaron menos hasta de ahf a tres dfas; que més querfan quedar entre enemigos que venir con tanto trabajo con nosotros”, etnogréfica, pero tiene mayor carécter hist6- rico. Este libro fue escrito por varios miem- bros de la parcialidad Xahil de Solold, una de las ms importantes del reino cakchiquel (ver Fasciculo 1-13). La parte substancial fue es- crita por Francisco Hernandez Arana, nieto de uno de los reyes de Iximché, quien inicié la composicién del libro a mediados del siglo XVI.A partir de 1583, otros autores lo exten- dieron hasta los primeros atios del siglo XVI. El Memorial de Solold carece de una sec- cién mitolégica semejante a los relatos so- bre los héroes gemelos en el Popol Vuh, pero, al igual que éste, contiene una sec. cidn sobre la creacién de los primeros hom- bres, la estadia en Tula y las migraciones de los primeros pueblos hasta establecerse en el Altiplano de Guatemala. El libro da detalles abundantes sobre las guerras sos- tenidas por los sefiores cakchiqueles, y la iiss ae storia Popular 112. Cabeza de Péjaro. Hecha de cobre y pintada, pro- cedente de Zaculeu, Huehuetenango. Una campanita estaba montada adentro de la cabeza y tenia un ventilador debajo de su pico. El sonido dabala ‘voz’ al pajaro. Posteldsico Temprano, Fase Qankyak Altura: 520m. forma en la que establecieron su dominio politico sobre otros pueblos del Altiplano Central. Esta obra es muy importante como documento histérico, no solamente por la abundancia de detalles que contiene, sino también porque muchos de estos datos es- tan situados con precisién en el tiempo, por . medio de un sistema calendérico propio, ‘cuyo punto de inicio se sitiia en 1493, afio en que tuvo lugar una gran revuelta con- tra los reyes principales de Iximché. A diferencia del Popol Vuh, el Memorial no se limité al perfodo prehispénico, sino que se extendié para relatar la conquista espafiola y el estqblecimiertto de la sociedad lonial. Esta secdién'es extremadamente liosa por tratarse de una perspectiva indi- ena de la conquista y colonizacién, que ofre- ce un cbntraste valioso aH los relatos espa- Holes.|P¢F su emotividad, lds ie pasaisidel Me: , morial dé So} 2 dontitiacién espa- dota tra muyna idea del cho- ;paga Ios indige- de Guatemala’ en la comunidad de Sololé, ya para entonces convertida en un pueblo de indios, sujeto al régimen colonial espaiiol. Titulo de los Sefiores de Totonicapan Este documento, también conocido simple- mente como Titulo de Totonicapdn, es el mas extenso entre un amplio conjunto de titulos escritos por los indigenas con el objeto de justificar la posesién legal de sus tierras bajo el dominio espafol. Para vindicar aquellos derechos, los titulos usualmiente empezaron por relatar la manera en que adquirieron las tierras en cuestién, lo que equivale a relatar su historia prehispanica, tal como la - concebian los autores. La influencia espaiiola es perceptible en muchos titulos. El texto del Titulo de los Sefores de Totonicapdn se inicia con pasa- jes tomados de la Theologia Indorum, un tratado compuesto por fray Domingo de Vico, uno de los primeros evangelizadores, quien en este libro tradujo los elementos esenciales de la teologia cristiana a los i mas indigenas. Bajo esta influencia, los autores del Titulo explicaron su propio ori- gen en términos de la tradicién biblica, y se Hegaron a considerar como descendientes de las tribus de Israel. Esta idea no era incompatible con la propia tradicién indi- gena, que incluja un episodio de migracién a través del mar. Después de la seccién biblica, el Titulo de Totonicapdn relata la historia de los ances- tros quichds hasta la conquista espafola. En muchos aspectos, la narracién corre pa- ralela al relato del Popol Vish, pero hay otros pasajes en los que el texto del Titulo se con- vierte en un complemento valioso, pues apor- ta versiones diferentes de los mismos he- chos, ¢ incluye detalles que no estén presen- tes en aquél. E] texto concluye.con un relato de la ocupacién quiché de la regién de Toto- nicapan, y da a conocer los limites de las tierras de este pueblo. Esta seecién era fun- damental para los reclamos de tierras que "yaran el propésito en la: éldboyacién de los titulos. F Politica Sociedad durantex, GG Bo “Son ee ae Ur aNte, 7 Se conocen otros titulos de tierras proce- dentes de varios pueblos del Altiplano Occi- dental, la Verapaz e incluso la Costa del Pacifico. La mayoria de estos documentos fueron producidos hacia la mitad del siglo Y, por su importancia legal, fueron con- servados celosamente en las comunidades indigenas. En muchas ocasiones se presen- taron como evidencia en los litigios que tu- vieron las comunidades entre si o con terra- tenientes espafioles y criollos. Gracias a su valor legal, los titulos de tierras preserva- ron aspectos importantes de la historia pre- hispanica de Guatemala. Documentos espatioles demas de los documentos indigenas, el pe- riodo anterior a la conquista se ve ilumina- do por los escritos de autores espafoles. Una de las fuentes mas importantes para el estu- dio de la sociedad maya es la Relacién de las La metalurgia prehispanica Cosas de Yucatan, escrita por el Obispo fray Diego de Landa. Esta obra contiene gran riqueza de detalles sobre la historia, cos- tumbres, religién, calendario y escritura de los yucatecos (ver fasciculo 9). Desafortuna- damente, no se produjo ningin trabajo com- parable sobre los sefiorios del Altiplano de Guatemala en el siglo XVI. Para esta zona, Ja fuente mds importante es la Apologética Historia de las Indias, de fray Bartolomé de las Casas, que incluyé algunos capitulos so- bre la religién y costumbres de los pueblos de Quiché y la Verapaz. Mucho mas amplia en su contenido es la Recordacién Florida, por Francisco Antonio de Fuentes y Guz- mén, pero su valor para la historia prehis- pénica se reduce, por tratarse de un trabajo , mucho més tardio, compuesto a fines del siglo XVII. Para escribir su versién de la historia prehispanica, Fuentes y Guzman. se basé en varios titulos indigenas del siglo XVI, la mayorfa de los cuales se perdieron posteriormente. Se ha mencionado ya la con- Los metales no fueron utilizados por los pueblos prehispénicos de Guatemala sino hasta épocas muy tardias. Los ejemplos més tempranos de artefactos de metal que se conocen en contextos arqueoldgicos datan del fin del Perfodo Clasico, y la mayorfa son postcldsicos. Los metales utilizados fueron el cobre, el oro y 1a plata. ‘Nunca Hegaron a desplazar a los artefactos de piedra como componentes principa- les del inventario de utensilios de uso diario, pero fueron importantes como objetos suntuarios, adornos personales y bienes de intercambio, En Guatemala, los ejem= plos mas importantes son ormamentos de oro encontrados en entierros del Perfodo Postclasico. Entre ellos se cuentan cascabeles, diademas cuentas, y otros atayios. Algunos de los ejemplos conocidos estén decorados por medio de la técnica de tepujado. Los pueblos mesoamericanos también conocieron la técnica de fundi- ci6n'por medio de la cera perdida, en la cual se fabrica inicialmente un modelo del_ Objeto en cera, que Iuego se recubre con arcilla, Al fundirse la cera queda un molde del objeto en arcilla, dentro del cual se puede verter el metal fundido. Es muy | probable que ésta y otras técnicas metalirgicas hayan sido introducidas a Meso- américa desde otras partes del istmo centroamericano, notablemente Costa Rica y Panamé, donde esta tecnologfa se desarrollé mucho més temprano. Los ancestros quichés en Tula, segtin el Popol Vuh El siguiente pasaje del Popol Vuh relata la manera en la que los cuatro primeros ancesiros de los sefiores quichés (Ilamados Balam-Quitzé, Balam Acab, Mahucutah Iqui-Balam), recibieron sus dioses en la legendaria ciudad de Tula o Tulén. Este pasaje también ofrece una justificaci6n para Ia unidad entre los Quichés, los Tamub y los Tlocab, los tres grupos principales que conformaban el reino quiché. Durante su estancia en Tula, los tres grupos recibieron como dios tutelar a Tohil. De ese modo, el texto del Popol Vuh coloca en Tula el origen de varios aspectos esenciales de la conformaci6n sociopolitica y la religién quiché. “Asi, pues, llegaron todos a Tulén, No era posible contar los hombres que legaron; eran muchisimos y caminaban ordenadamente. Fue entonces la salida de sus dioses, primero los de Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam, quienes se Ilena- ron de alegria: {Por fin hemos hallado lo que buscabamos!, dijeron. ¥ el primero que sali6 fue Tohil, que asf se llamaba este dios, y lo sacé a cuestas en su arca Balam Quitzé. En seguida sacaron al dios que se lama Avilix, a quien Ilev6 Balam-Acab. Al dios que se llamaba Hacavitz lo tlevaba Mahucutah; y al dios llamado Nicahtacah lo condujo Iqui-Balam. Y junto con la gente del Quiché, lo recibieron también los de Tamub. ¥ asimismo Tohil fue el nombre del dios de los de Tamub, que recibieron al abuelo y padre de los Sefiores de Tamub que conocemos hoy dia. En tercer lugar estaban los de Hocab. Tohil era también el nombre del dios que recibieron los abuelos y los padres de los Sefiores a quienes igualmente conocemos ahora. ‘Asi fueron Ilamadas las tres familias quichés y no se separaron porque era uno el nombre de su dios, Tohil de los Quichés, Tohil de los Tamub y de los Hlocab; uno solo era el nombre del dios, y por eso no se dividieron las tres familias quichés. Grande era en verdad la naturaleza de los tres, Tohil, Avilix y Hacavitz.” tribucién de fray Francisco Ximénez, quien incluyé el texto del Popol Vuh como parte inicial de su historia de la orden de Santo Domingo en Guatemala. Otro aporte de gran valor se encuentra en los diccionarios y gramaticas compuestas por religiosos espafioles, que se dedicaron a estudiar las lenguas indigenas con el objeto de facilitar la evangelizacién. Muchos de es- as tos trabajos son obras maestras desde el pun- 443 Vasija Doble, Plomizo Tohil. Tiene una efigie de to de vista lingiifstico, y reflejan el alto gra- guerrero y probablemente proviene del sitio. do de preparacién de sus autores. Ademés Pantzac, cerca de San Andrés Sajcabajd, Quiché. de ofrecer un registro muy valioso de los Postelisico Temprano. Altura: 10.5em. idiomas, estos diccionarios con frecuencia a EER rae vt asa wari PH nT contienen datos de valor etnografico e histé- rico. Muchos de los conceptos expresados por medio de glosas en estas compilaciones tie- nen su origen en la época prehispanica, y por tanto, constituyen fuentes de valor ines- timable para el estudio de las sociedades indigenas, antes y después de la conquista espafola. Sumario El Periodo Postclésico Temprano fue una &poca de cambios profundos en Mesoaméri- ca. El “colapso” de los grandes sitios del Clasico, en las Tierras Bajas, dio lugar al surgimiento de nuevos centros, principal- mente en la region de los lagos del centro de Petén. La regién nunca se recuperé de la disminucién demografica que experimen- t6 al fin del Periodo Clasico, pero debe des- cartarse la idea de que se encontraba total- mente despoblada. El sefiorfo de los itzaes, centrado en el Lago Petén Itzd, fue el mas importante entre varios que se desarrolla- ron en la zona, durante el Postclasico. El aislamiento relativo de este y otros grupos que habitaban Petén, en la época de la con- quista espafiola, les permitié permanecer independientes del dominio colonial por mucho tiempo. En la Peninsula de Yucatan, el Postclsi- co Temprano fue uno de los perfodos de ma- yor esplendor, especialmente por el gran de- sarrollo que alcanzé Chichén Itzd. Los do- cumentos de la época de la Conquista sugie- ren que existié una relacién cercana entre Chichén Itzé y Tula, la capital de los tolte- cas, situada en el Estado de Hidalgo, Méxi- co, Sin embargo, la naturaleza de dicha re- lacién es incierta. Los documentos escritos a principios de la Colonia también proveen valiosa informacién sobre las sociedades pos- tclasicas del Altiplano de Guatemala. En esta zona, durante el Postcldsico Temprano se registré el surgimiento de nuevos centros de poder politico que sustituyeron a los del Periodo Clasico, los cuales eventualmente dieron lugar al surgimiento de los Estados que dominaban el Altiplano en la época de Ja conquista espaiiola. 114. Vasija Plomizo Tohil. Procedente de San Agustin Acasaguastlén, El Progreso. Postclésico Tempra- no. Altura: 17 om. Recomendacion de Lecturas Ademés de los trabajos contenidos en el tomo Ide la Historia General de Guatemala, para elaborar este fasciculo se utilizaron los si- guientes trabajos: “The Toltecs until de Fall of Tula” por Nigel Davies University of Okl- ahoma Press, 1977); “La Paz de Dios y del Rey: La Conquista de la Selva Lacandona’, por Jan de Vox (Fondo de Cultura Bconémi ca, México), y “El Manuscrito Can-Ek”, por George Stuart y Grant D. Jones (Instituto Nacional de Antropologia de Historia, Méxi- co), “E] Titulo de Totonicapdn” por Robert Carmack y James Mondloch (Universidad Nacional Auténoma de México), asi como las Cartas de Relacién de Hernan Cortés y la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva Espaiia, por Bernal Diaz del Castillo (varias ediciones disponibles). BPOCA PRECOLOMBINA . 1 _Elmedio fisico y el origen del nombre Guatemala oe 2 Mesoamérica y el area maya eee 3 Les primeros habitantes: de la recolecci6n a la agricultura ecco 4 Losseftorios preclésicos del Altiplano y ia Costa Sur — 5 Losorigenes de la civilizacion maya de las Tierras Bajas a 6 EI Clisico Temprano en et ‘Altiplano y la Cobta Sur eae} 7 Cotaumalguapa y el Clasico Tarclio, enel Altiplano y la Costa Sur asi 8 Historia y onganizacién social de los mayas clésicos eons} 9 Calendario, escritura y religion de los mayas clasicos. | 10 ‘Arquitectura y artes de los mayas clasicos — 11, Economia, politica yel “colapso” del Periodo Clisico = 12. Politicay sociedad durante el Posiclisico Femy = B Sociedad, economia y cultura durante el Posiclisico Tardio 2 Mots fective ADELAVTE GUATEMALA jSIGAMOS CRECTENDO JUNTOS!

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