Asociacién de Amigos del Pais
Fundacién para la Cultura y el Desarrollo
Tomol) farelot Poca
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Guatemala, 8 de febrero de 1999
Politica y sociedad durante el Postclasico TempranoFoCatienals
La transicién al Periodo P&tclAsico fue una
época de cambios culturales y politicos en
toda Mesoamérica, los cuales involucraron
movimientos de poblacién, transformaciones
en los sistemas econémicos, en la tecnologia
y en los patrones de asentamiento. Casi to-
dos los principales sitios del Perfodo Clasico
fueron abandonados y sustituidos por nue-
vos centros de poder. Muy pocos sitios im-
portantes del Clasico mantuvieron su pre-
eminencia durante el Postclasico.
En el drea maya, el Periodo Postelasico
ha sido usualmente caracterizado por dos
factores: el incremento del militarismo y la
influencia mexicana, La informacién reca-
bada en las ultimas décadas exige aclarar
varios puntos importantes en relacién con
estos dos factores. En cuanto al militarismo,
: F se ha demostrado que la guerra estuvo pre-
delos' Cokchiqueles 774 j sente durante el Periodo Clasico y, aun an-
" , | tes, la actividad bélica jugé un papel impor-
puis los Serre og eee tante en el desarrollo sociopolitico. Por tan-
to, es falso considerarla como una caracte-
Dorn eet | ristica propia del Postclasico. Ciertamente,
Steric. en varias regiones se nota un cambio en los
patrones de localizacién de los centros prin-
cipales, que en el Periodo Clasico se encon-
traban en valles abiertos, mientras que en
cl Posteldsico se situaron, de modo preferi-
ble, en localidades defendibles. Este cambio
se observa notablemente en el Altiplano de
Guatemala. Esto pudo ser resultado de
transformaciones en las tacticas militares,
posiblemente relacionadasgon una intensi-
ficacién de los conflictos, pero no debe consi-
derarse como consecuencia de un cambio ra-
dical entre sociedades pacificas y guerreras
durante la transicién entre ambos perfodos,
El concepto de “influencia mexicana” es
igualmente problematico, porque en muchos
casos los autores no especifican a qué region
de México se refieren, ni la época en que
oourrié la adquisicién de elementos cultura-
Tes especificos. En fasciculos anteriores se
ha discutido cl importante papel que
jugé Teotihuacan durante el Clasico Tem-
prano, y la adopcién de elementos artisticos
€ ideoldgicos relacionados con esta gran cit
Gad del Altiplano mexicano en varias regi
nes del 4rea maya, Es evidente, por tanto,
que los contactos con sociedades del centrorN cates Patt secicr sarin eA gma
de México son mucho més antiguos que el
Postclasico. De hecho, hay muchos rasgos de
origen mexicano que se observan en el arte
del Perfodo Clasico. Nuevamente, parece
més acertado hablar de una intensificacion
de los contactos culturales a larga distancia
entre diferentes regiones de Mesoamerica,
durante el Postclasico, lo que trajo consigo
la difusin de numerosos rasgos culturales
en toda el area.
EI Postclasico en Petén
Las Tierras Bajas de Petén no quedaron
abandonadas tras el “colapso” de los gran-
des sitios del Clasico. Se registr6, por cierto,
un fuerte descenso de poblacién, pero las
investigaciones han demostrado la presen-
cia de sitios arqueolégicos plenamente acti-
vos a lo largo del Postelsico. En especial, la
regién central de los lagos tuvo una ocupa-
cidn intensa, que se extendié hasta entrado
el perfodo colonial.
Entre los sitios postclasicos de esta re-
gidn cabe mencionar a Ixhi, localizado en el
istmo que separa los Lagos de Salpetén y
Petén Itza. Este sitio pose estelas con ins-
cripciones del Periodo Clasico Terminal, de
a segunda mitad del siglo IX. Su ocupacion
se extiende dentro del Postcldsico, cuando
se construyeron numerosos grupos ceremo-
niales pequefios, y se colocaron nuevas es-
tructuras en los espacios formados por pla-
zas del Perfodo Clasico, Ixhi presenta un
caso de continuidad en la ocupacién, desde
el Perfodo Clasico hasta el Postclasico.
Enel 4rea de la laguna de Macanché se
encuentran los sitios de Yalain y Muralla
del Leén, Este iltimo se halla en una mese-
ta facilmente defendible y fortificada con
un muro defensivo. Uno de los sitios mas
importantes del Postclasico, en Petén, es
Topoxté, situado sobre un grupo de islas
del Lago Yaxjé, el cual también presenta
ocupacién desde el Periodo Clasico, que con-
tinué con fuerza en el Postelasico. Es posi-
ble que la continuidad de ocupacién se haya
debido a factores ecolégicos propios de la
zona de los lagos, que permitieron el soste-
nimiento de los sistemas agricolas en un
Area que tuvo densidad de poblacién mode-
rada en el Clasico.
Los itzaes
Enel siglo XVI, la regién de los lagos estaba
ocupada por una serie de pueblos, que se
conocen como “itzaes”. Los textos coloniales
de Yucatan hablan de un grupo, con ese
nombre, que dominé Chichén Itza por al-
giin tiempo, pero que fue expulsado de alli
alrededor de 1200 DC, tras lo cual se dirigie-
ron al sur y se establecieron en un gran
lago, que la mayoria de autores identifica
como Petén Itz4. Sin embargo, la Arqueolo-
gia no ha producido evidencia de una gran
migracién procedente de Yucatan, hacia esta
época, pues la cerdmica de ambas regiones
muestra pocas semejanzas.
En los documentos espaiioles, la region
entera recibié el nombre de Taiza, corrup-
cién de Tah Itzd, “lugar del itzd”. De ahi
derivé el nombre de Tayasal, que se aplicé al
poblado principal del area, situado en una
isla del lago, donde actualmente se localiza
Flores, la cabecera departamental. En el si-
glo XVII, esta isla se conocia como Noh Pe-
tén, “isla grande”; alli tenian su corte los
106 Pequefia vasija efigio, encontrada en un contexto.
del Postclasico Tardio, en la Peninsula Zacpetén,
Lago de Salpetén. Didmetro, 14 cm. Museo Nacio-
nal de Arqueologla y Etnologia, Guatemala.
|30° daeettthat iiisiorie Popular Se Guatemaia
107. Sitios arqueolégicos de la regién de los lagos, del centro de Petén, en los que se confirm ocupacién postetésica.
sefiores Can Ek, quienes, efectivamente, tra-
zaban el origen de su linaje a Chichén Itzé.
Investigaciones recientes han demostra-
do que la regidn se encontraba dividida en
una serie de provincias gobernadas por fa-
milias prominentes, que mantenjan un sis-
tema complejo de relaciones politicas. Ade-
més de la Can Ek, las principales provincias
en el siglo XVI eran las de Yalain y Couoh.
Desde Noh Petén, los sefiores Can Ek con-
trolaban las cuencas sur y este del Lago
Petén Itz, desde el Lago Quexil hasta el
Lago Sacpuy. El gobernante principal reci-
bia el titulo de Ah (Sefior) Can Ek, y gober-
naba en compafifa de un consejo, compuesto
por lideres de los otros grupos principales.
La provincia de Yalain abarcaba el terri-
torio que se extendia desde el extremo este
del Lago Petén Itz4 hasta el area de Tipt,
enel actual territorio de Belice. Los sacerdo-
tes espafioles establecieron misiones en Tipt,
desde el siglo XVI, y esta regién sirvié como
punto de avanzada para los esfuerzos por
conquistar a los itzaes y convertirlos al cris-
tianismo. El centro principal de Yalain esta-
ba situado junto al Lago de Macanché. (Véa-
se Tlustracién 109). La provincia Couoh se
situaba al norte del Lago Petén Itz4, con dos
centros principales, lamados Saklamakhal
y Ketz, situados, respectivamente, en las ri-
eras norte y este del lago. Hay indicaciones
de que los Cououh eran descendientes de un
grupo con el mismo nombre, originario del
gran sitio de Mayapan, el centro principal
de poder en Yucatan, después del abandono
de Chichén lézd. Es posible que los Couch
hayan emigrado al Petén tras la cafda de
Mayapén en 1450.
En la época colonial, Noh Petén era la
capital de un frdgil sistema de alianzas, que
unia la regién bajo el liderazgo de los Can
Ek. Al parecer, estos sefiores habian esta-
blecido lazos estrechos con los de Yalain,
posiblemente en un esfuerzo por proteger la
provincia contra el avance de los espafoles
desde Tipt. Aparentemente, los Couoh es-tuvieron al margen de esta alianza, aunque
se sabe que establecieron lazos matrimonia-
les con los Can Ek. Estd claro que estos
sefiorfos no se mantuvieron totalmente ais-
lados, pues tenfan contactos con las misio-
nes de Belice, asi como con los pueblos més
alejados de la Verapaz y Yucatén. Sin em-
bargo, lograron quedar al margen de la colo-
nizacién europea, y se ganaron la fama de
pueblo independiente y fiero, al atacar, en
varias oportunidades, a las misiones espa-
fiolas de Belice y del sur de Yucatén
Los documentos relacionados con la con-
quista de Petén proporcionan interesantes
detalles sobre los vinculos politicos entre los
sefiorfos de la region. El ultimo Ah Can Ek
buseé establecer contactos con los espafioles
e, incluso, en 1695 envié a su sobrino, como
emisario, a Mérida. Al saber de esta embaja-
da, los Couch emprendieron la guerra con-
tra los Can Ek y sus aliados, Aunque no
tuvieron éxito, la confedera
por los Can Ek se desestabilizé, pues algu-
nos de sus miembros se oponian al contacto
con los esparioles. En medio de este cuadro,
tuvieron lugar dos expediciones espafiolas,
casi simulténeas, contra los itzaes: una des-
de Guatemala y otra desde Yucatén. La ex-
pedicién guatemaltecd se retiré tras sufrir
una derrota cerca del Lago Petén Itzd. La
expedicién dirigida, desde Yucatn, por Mar-
tin de Ursa establecié un campamento a
orillas del lago, en 1696, y después de cons-
truir una embareacién, logré tomar por asal-
to la isla de Noh Petén, en 1697.
Los. Lacandones
Los itzaes no fueron el tinico pueblo de las
Tierras Bajas que Iogré escapar al dominio
espafiol, por mucho tiempo. En toda la parte
sur de Petén y en la regién actualmente
conocida como ja “selva lacandona” de Chia-
pas, vivieron varios grupos esencialmente
independientes, entre los que se cuentan los.
manchés, choles, xocmoes, ah xoyes, acalaes
ylacandones. Todos estos pueblos tenfan en
comin el hecho de hablar idiomas pertene-
cientes a la rama chol, de la familia de len-
guas mayas. En esto se diferenciaban de los.
gM emai}
itzaes, cuya lengua se clasifica dentro de la
rama yucateca.
El més importante de los grupos aludidos
era el de los lacandones, que en el siglo XVI
tenia su centro principal en una isla posible-
mente localizada en el Lago Miramar, Chia-
pas. Los lacandones sufrieron varias incur-
siones espafiolas en los siglos XVI y XVII,
pero la regién no cayé bajo el control colo-
nial sino hasta 1695, poco antes de la con-
quista de los itzaes. En los siglos que siguie-
ron a esta conquista, todas las poblaciones
de lengua chol, en la selva lacandona y en el
sur de Petén, se extinguicron. Gradualmen-
te, pequerios grupos de familias de lengua
yucateca se establecieron en la regién y, a
pesar de su origen diferente, se les aplicé el
mismo nombre de “lacandones”; el uso de
este término se extendié para abarcar a to-
dos los grupos que habitaban las zonas sel-
vaticas de Chiapas y Petén, especialmente
en la regién de los rios Usumacinta y de La
Pasi6n. Por su relativo aislamiento hasta el
siglo presente, estos lacandones lograron
desarrollar patrones culturales propios y sis-
temas eficientes de adaptacién al medio am-
biente selvatico.
Alencontrar estos pequerios grupos de per-
sonas, viviendo aislados en la selva, algunos
viajeros y estudiosos del siglo pasado y de
principios del presente pensaron que se tra-
taba de los descendientes més directos de los
mayas clésicos, que habjan subsistido sin con-
tacto con el exterior. Sin embargo, la historia
ha demostrado que las Tierras Bajas sufrie-
ron, al igual que otras regionas, e] embate de
la colonizacién espafiola, lo que ocasioné la
desaparicién de los pueblos de lengua chol en
el sur de Petén y en la selva lacandona.
El Postclasico Temprano
en el Altiplano
El Periodo Posteldsico Temprano es una épo-
ca relativamente oscura en la historia cultu-
ral de Guatemala. Se conocen pocos sitios de
este perfodé con ocupacién significativa y, en
muchas regiones, no hay una ruptura de las.
tendencias culturales del Periodo ClAsico, porfier”
Jo que algunos autores se inclinan por postu-
lar un Perfodo “Clasico Terminal” o “Epiclé-
sico”, enfatizando de ese modo la continuidad
‘eon cl perfodo anterior. Sin embargo, la tran-
sicién al Postelasico se mare notablemente
en ciertas regiones. En el Altiplano Central,
Kaminaljuya decayé definitivamente, hasta
convertirse en una aldea. La poblacién de
todo el valle de Guatemala se desplazé a pe-
queiios poblados rurales.
Uno de los ejemplos més claros del asen-
tamiento postclsico temprano se encuentra
en él sitio de Tajumuleo, San Marcos, que
fue ocupado exclusivamente en este perio-
do, entre los afios 1000 y 1200 DC. A juzgar
por su extension se trataba de un centro
provincial de dimensién media. Esta forma-
Go por cinco monticulos construidos con la-
jas de piedra, dispuestos alrededor de una
plaza cuadrada, en la cual habia esculturas
Jabradas en un estilo peculiar. El sitio posee
‘un interesante conjunto de esculturas con
motivos iconograficos muy particulares.
‘Zaculeu (Huchuetenango) destaca entre
los sitios que no sufrieron abandono al fi-
nal del Periodo Clasico. Por su Jocalizacién:
en el recodo de un rio protegido por barran-
cos, se anticipé en la biisqueda de posicio-
nes defensivas, lo que se conyertiria en una
pauta durante el Postclisico. Quizés por
éllo no fue abandonado al final del Clasico,
y entré en una etapa de desarrollo acelera-
do durante el Postclasico Temprano. En esta
Spoca se construyeron varias estructuras
ceremoniales, incluyendo posiblemente el
juego de pelota.
El sitio Los Cerritos-Chijoj, cerca de Ca-
nilld, Quiché, también muestra continuidad
de ocupacién entre el Clasico y el Postelési-
co. Su parte central consiste de una plaza
cuadrangular de tamafio medio, cerrada por
estructuras que combinan lo ceremonial, fu-
nerario y habitacional de elite. Estas edifi-
caciones incluyen un juego de pelota cerr:
do en sus cuatro lados. La mayoria de off
tructuras experimentaron ampliaciones en
el Periodo Epiclésico. Un rompimiento con
el Clasico se hace evidente gn la profar
cién sistematica de las tumbas de este perio-
do, lo que también se dio en varios sitios del
‘Altiplano Norte. Otro cambio importante
Histo:
‘Popular de Guatemala
acaecié en el lado sur de la plaza, en donde
dos estructuras originalmente separadas fue-
ron unidas para formar una plataforma que
cerraba casi todo este lado. La necesidad de
una plataforma tan amplia sugiere nuevas
funciones de administracién, que prefigu-
ran las estructuras conocidas como “casas
largas” o “casas del consejo” en los sitios
postclasicos tardios. Caracteristicas muy si-
milares se presentan en los sitios del valle
del Rio Chixoy, especialmente en Los En-
cuentros (Baja Verapaz). También aqui se
registré el alargamiento de las estructuras
mas antiguas para formar grandes platafor-
mas, asi como la profanacién de tumbas del
Clasico. No estén claras las motivaciones
para la profanacién de tumbas clisicas en
toda esta region.
Chichén Itza, Tula y los toltecas
Los textos de la época de la Conquista pro-
veen una serie de relatos, parcialmente his-
téricos pero con un fuerte componente miti-
co, sobre el origen de grupos particulares, en
especial los que ocupaban posiciones socio-
politicas preeminentes. Muchos de estos re-
Jatos mencionan a Tula como una ciudad
Jegendaria, donde los ancestros adquirieron
insignias de poder, deidades tutelares, y otros
elementos esenciales para su constitucion
social, En los documentos del centro de Méxi-
co, Tula aparece como la capital de los tolte-
cas, a quienes se consideraba poseedores de
una alta civilizacién, asi como grandes sa-
bios y artistas, de quienes habian surgido
todos los elementos de la vida civilizada.
La legendaria Tula ha sido identificada
arqueolégicamente con un gran sitio locali-
zado en el estado de Hidalgo (México), que
se constituyé como el principal centro de
poder durante el Postclasico Temprano en
el Altiplano mexicano. Tula parece haber
ocupado el lugar que anteriormente tuvo
‘Teotihuacan, restableciendo el control cen-
tralizado en esa regidn. Sin embargo, Tula
no aleanzé las dimensiones ni el grado de
desarrollo urbano presentes en Teotihua-
‘can, y su hegemonia parece haber sido bre-
ve, de unos 200 afios como maximo,Con base en los relatos de
Ja época de la Conquista, se
ha pensado tradicionalmen-
te que un grupo de toltecas
exiliados de Tula, al mando
de su depuesto rey Topiltzin-
Quetzalcoatl, conquisté el si-
tio de Chichén Itzd, Yucatan,
al final del Periodo Clasico, y
establecieron una sociedad
caracterizada por rasgos cul-
turales mexicanos. Estudios
més recientes han puesto en
duda esta reconstruccién, Se
ha observado que los rasgos
mexicanos se hicieron pre-
sentes en Chichén Itza desde
el Periodo Clasico Terminal,
y se ha pensadg que fueron
levados alli por gentes origi-
narias de Tabasco, que por
esa época establecieron una
extensa red de relaciones comerciales, por
via maritima, alrededor de la Peninsula de
Yucatan. Chichén Itza fue el poder domi-
nante en Yucatdn durante el Postclasico
‘Temprano.
Los estudios recientes han legado a cues-
tionar la identificacién de Tula, Hidalgo, con
el sitio mencionado en las fuentes escritas
del 4rea maya como el lugar originario de
poder y civilizacién. Se ha observado que,
desde el Clasico Tardio, los reyes mayas uti-
lizaron conscientemente simbolos asociados
con el centro de México, aparentemente evo-
cando el poder y cultura de Teotihuacan,
que ya por entonces estaba en franca deca-
dencia. En esto, los textos clasicos son sor-
prendentemente similares a los relatos de la
época de la conquista espaiiola. El nombre
de “Tula” se aplicé en el Postelasico a mu-
chos lugares de Mesoamérica, incluyendo
Teotihuacan y el gran sitio de Cholula, si-
tuado en el Estado de Puebla, México. Al
igual que el nombre, es probable que las
cualidades atribuidas a esa legendaria ciu-
dad hayan sido otorgadas a diferentes ciu-
dades en diversas épocas. Mas que una rea-
lidad histérica, la Tula que aparece en los
mitos del origen de los pueblos postclasicos
pudiera ser un lugar puramente legendario,
108. Isla de Flores, actual cabecera del Departamento de Petén, Guatema-
la, Se supone que fue el centro de gobiemo dal linaje Canek y de sus
aliados, conocidos por los espafioles como los itzaes,
concebido como fuente de civilizacién y legi-
timidad para las casas gobernantes.
Chichén Itza es uno de los mayores sitios
arqueolégicos de Mesoamerica. El centro del
sitio posee grandes edificios ejecutados en
unestilo propio, que se aparta tanto del esti-
lo maya clasico como del estilo arquitecténi-
co de la mayorfa de los sitios vecinos, en
Yucatan, 'Tradicionalmente se ha pensado
que los estilos arquitecténico y escultérico
de Chichén Itz fueron el resultado de la
influencia de Tula, Hidalgo, pero esta posi-
cién ha sido seriamente cuestionada. Aun-
que muestran similitudes significativas, los
edificios y esculturas de Chichén Ttz4 ‘son
mucho mds grandes y elaborados que los de
‘Tula, y se ha legado a plantear que la in-
fluencia pudo establecerse en sentido con-
trario, es decir, desde Chichén Itz4 hacia
‘Tula. El sitio esta rodeado por una gran
cantidad de conjuntos habitacionales, que
se comunican con el centro por medio de
numerosas calzadas.
Chichén Itzd decayé hacia 1200 DC. Des-
pués de esa fecha, el sitio de Mayapdn sur-
gid como el nuevo centro dominante en Yu-
catan. Aunque mucho mas pequefio que
Chichén Itz4, Mayapén fue construido, en
buena medida, a imitacién de su predecesor.storia Populai
Far Agama
El sitio se caracteriza por po-
seer una alta densidad de
asentamientos dentro de un
recinto amurallado. A su vez,
Mayapén quedé abandonado
hacia 1450. En la época de la
conquista ospafiola, la Ponin-
sula de Yucatan estaba divi-
dida en una serie de reinos
independientes.
Fuentes
escritas de la
6poca colonial
Nuestros conocimientos so-
bre las sociedades del Perio-
do Postclasico se enriquecen, considerable-
mente, gracias a un conjunto de documen-
tos escritos que, junto con el registro ar-
queolégico, son fientes importantes de in-
formacién, Tales documentos fueron escri-
tos, después de la Conquista, por espafioles
y por indigenas que aprendieron a utilizar
el alfabeto espafiol. Con excepcién de la
escritura maya cldsica, que sélo en afios
recientes ha revelado una parte sustancial
de su contenido, los documentos coloniales
constituyen la tinica fuente de informacién
escrita sobre las sociedades prehispénicas.
Aunque se conocen varios testimonios
de su existencia, en el actual territorio no
se ha conservado ningtin libro guatemalte-
co escrito durante la época prehispdnica.
Se sabe que los cédices mayas de Dresden,
Paris y Madrid se originaron en Yucatan,
en tanto que el cédice Grolier proviene de
Tabasco (ver Fasciculo 9). En contraste, se
ha conservado un conjunto muy importan-
te de documentos escritos después de la
Conquista, en idiomas indigenas, pero con
el alfabeto espafiol. Ademas de poser un
enorme valor histérico, algunos de los do-
cumentos indigenas de Guatemala se cuen-
tan entre las principales obras literarias
del Nuevo Mundo.
Los autores de estos textos fueron indige-
nas que aprendieron con los frailes que los
cristianizaron, Muchos de dichos documentos
109 Reconstruccién provisional de la geogratia politica de los mayas
de Petén, en el siglo XVII, hecha por Grant D.Jones. El mapa mues-
‘alas &reas aproximadas de los territorios 0 provincias de los tres:
linajes mayas principales: Canek, Yalain y Couoh.
de informacién sobre historia, religién, mi-
tos, patrones culturales e idioma de los pue-
blos indigenas, en la época de la Conquista,
y son fuentes primordiales para estudiar
El Ah Can Ek, de Tayasal
Un documento de 1695
‘describe la llegada de Ah
Can Ek, el rey de Tayasal,
al pueblo de Chacén, situa-
do en la margen del Lago
Petén Itz4, para dar la bienvenida a tres franciscanos proce-
dentes de Yucatén, uno de los cuales escribié una relacién,
conocida parcialmente, llamada Manuscrito Canek. El pasaje
transmite una impresi6n vivida, tanto de Ia apariencia perso-
nal del rey como del entorno ritual que acompaiié su visit
“..y alzando la vista vimos que se venfa por el lado a donde se levanta el sol una muy grande malleta
de canoas, todas ellas adomnadas de muchas flores, y tocando mucha fiidsica de palos y de tambores y
churumbelas de madera, y sentado en una més grande que todas el rey de los itzaes, que es el Sefior Can
Ek, que quiere decir la estrella veinte serpiente. Y todos los que estén en el pueblo de Chacan fuéronse a
la ribera de Ja laguna. Tenfa el Rey Can Ek muy bien adomado de su cabeza ornada [con una] grande
corona de oro puro con copéte de oro y trafa las orejas tapadas con discos de oro y los discos tienen
colgaduras que se mueven y se caen por cima de los hombros como colgajos, y asimismo en los brazos
tiene aros de oro puro. ¥ en los arnifiones de las manos tenia también aros de oro. Y se viste con una
ttinica de color blanco puro, que est4 toda adornada con bordados de color azul, y en la capa que lo cubre,
que es blanca muy limpia, tiene flecos de color azul, y la orilla de la capa est toda bordada de color azul,
y cifie la cintura con una ancha faja a guisa de atadura, que esta es negra, y quiere decir que Can Ek se es
también sacerdote de los itzaes, y las sandalias son unas muy finas, hechas de hilo azul con muchas
sonajas de oro, y la capa tiene un grande signo de su nombre que es de Ia escritura maya, y que quiere
decir la estrella veinte serpiente. Y es asf. [dibujo] Cuando Can Ek leg6 a la orilla de la laguna, pusieron
una estera larga para que pasara por encima de ella. ¥ asf que vino andando por la estera, pardse en la
meta de ella. Y todos los soldados mayas que salicron de las canoas vinicron a ponerse a su vera. Pero que
en nada dejaba de tocar la miisica de las-churumbas de madera y los palos, y las tamboras no cesaban de
tocar hasta que Can Ek alz6 la mano con el cafiuto de piedra que tiene en la diestra, pero que tiene muchos
adornos de plumas. Y se Ilegaron a él los sacerdotes de los chacanes, todos ellos vestidos del color negro.
Y todos se hicieron una muy grande reverencia...” (Fuente: “Manuscrito Canek”. Revista de la Universi-
dad del Valle de Guatemala, 1994 (4):25-26].
tienen fuerte influencia de la religién cristia- las sociedades postclasicas, La mayor parte
SSN Politica y socied:
na y otros aspectos de la cultura espafiola y,
por lo tanto, no pueden considerarse como
ejemplos pristinos de la cultura prehispénica.
A pesar de ello, proven’ una gran riqueza
de estos documentos se’ originaron en el
Altiplano Occidental, donde, en el siglo XVI,
se encomtfaban las sociedadés mas comple-
jas de Guatemala:’<. °,”
Popol Vuh
Por la riqueza de informacién religiosa, his-
térica y lingiifstica, el Popol Vuh es uno de
los documentos més importantes para el
estudio de los pueblos prehispénicos de Gua-
temala. Fue escrito, hacia mediados del si-
glo XVI, por un autor desconocido, quien
tuvo el cuidado de indicar, en el texto, que
lo escribfa para sustituir un libro prehisp4-
nico que ya se habia perdido. Por lo tanto,
es posible que mucho de su contenido se
haya derivado de manuscritos pictdricos pre-
hispdnicos, destruidos poco después de la
conquista espafiola. El manuscrito que se
conoce del Popol Vuh es una copia hecha
por fray Francisco Ximénez a principios del
siglo XVIII, quien también hizo la primera
traduccién al espafiol.
El contenido del Popo! Vik puede subdi-
vidirse en dos partes principales. La prime-
ra se refiere a la creacién del mundo y alos
intentos iniciales, infruetuosos, que hicie-
110 Guenco tripode, engobe rojo sobre beige, con pa-
tas efigie: a) serpiente; b) Ave. Fase Qankyak,
Postclésico Temprano, Zaculeu. Didmetro a: 12
‘om; b: 22 om.fa gmt WiFi Se Cannas ER EE
111 Estructura de un salén abierto, del Postetasico Tar-
dio (posterior a 1200), en el sitio Nixtin-Chich’, en
la Peninsula de Candelaria, parte occidental de
Lago Petén itz, Se puede ver una “banca” baja, a
lolargo (este-ceste) y atras (norte) de la estructu-
ra, con el frente abierto al sur. Se supone que atras
de la banca se erigieron paredes de material pere-
‘cedero, con pilares dentro del érea, rodeadas por
bancas en el frente, para soportar las vigas en
que se apoyaba e! techo de pala.
ron los dioses para crear a los hombres a
partir de madera y barro. A continuacién, el
libro pasa a relatar una serie de mitos cen-
trados alrededor de una pareja de héroes,
hermanos gemelos, Hamados Hunahpt
Ixbalanqué, quienes en diversas circunstan-
cias derrotan a sus rivales. En el episodio
més largo, los gemelos descienden a Xibal-
bA, el reino de la muerte, donde su padre
habia sido sacrificado tras perder en el jue-
g0 de pelota. Hunahptie Ixbalanqué vencen
alos sefiores de Xibalba gracias a su astucia
y, finalmente, ascienden al cielo, en donde
se transforman en el Sol y la Luna. Estos
relatos son ricos en contenido mitolégico, y,
su origen se remonta a una gran antigiie-
dad, pues se presentan correspondencias sig-
nificativas con algunas escenas representa-
das en el arte maya clasico.
‘Aunque también ofrece un alto contenido
mitico, la segunda parte del Popol Vuh se
enfoca en la historia de los ancestros de las
casas reales del reino quiché. Se refiere bre-
vemente a la creacién del hombre, para rela-
tar cémo los primeros cuatro ancestros qui-
chés fueron creados por los dioses a partir del
maiz. Seguidamente, narra la ida de éstos a
S-
Tula, donde recibieron sus dioses tutelares y
otros dones. De ahi partieron en una larga
migracién, pasando por muchos lugares, has-
ta establecerse en el érea del Quiché, donde
se engrandecieron y afirmaron su suprema-
cia sobre otros pueblos. Los descendientes
establecieron su capital en Gumarcaaj (el si-
tio de Utatlén, cerca de Santa Cruz del Qui-
ché) y expandieron su sefiorio sobre una re-
gin extensa del Altiplano. El libro concluye
enumerando los titulos principales en la es-
tructura politica del reino quiché, y la des-
cendencia de los cuatro primeros hombres.
Se ha discutido mucho sobre el grado de
influencia cristiana presente en la obra. Al-
gunos autores se inclinan por considerarlo
casi exento de ella, mientras que otros la per-
ciben en muchos pasajes del libro. Por ejem-
plo, los parrafos iniciales, roferentes a la crea-
cién del mundo, encuentran interesantes pa-
ralelos con los relatos biblicos. También ha
Mamado la atencién el contraste entre las dos
secciones que, con excepcién de los pasajes
relacionados con la creacién del hombre, pa-
recen casi totalmente independientes entre
si, Se ha propuesto que el libro es en realidad
una compilacién de dos tradiciones diferen-
tes. La historia de los héroes gemelos, en la
primera parte, podria derivarse de los mitos,
de los pueblos choles del norte dela Verapaz,
en tanto que la segunda seccién es claramen-
te una versién escrita de la historia semimiti-
ca de los sefiores del reino quiché, y segura-
mente se originé en el 4rea de Santa Cruz del
Quiché o Chichicastenango. En la época co-
lonial, tanto Verapaz como Quiché estuvie-
ron administrados en lo religioso por frailes
de la orden dominica. Estos problemas es-
tan lejos de resolverse, y han originado inte-
resantes controversias entre los estudiosos
del libro, las cuales reflejan el alto valor que
Ja obra posee como documento primario para
la historia de los pueblos prehispanicos de
Guatemala.
Memorial de Solold o Anales de
los Cakchiqueles
Por su extensién y contenido, el Memorial de
Sololé se aproxima al Popol Vuh como fuente2 y Sociedad durant.
| EI caballo dejado por Cortés en Petén
En 1526, Hernén Cortés condujo una expedici6n por tierra, desde México hasta
Honduras, atravesando Tabasco, parte de Campeche y Petén. Pas6 por el Lago
Petén Itz4, donde fue recibido pacificamente por los itzaes, y siguié adelante sin |
ocasionar conflicto. All{ dej6 un caballo que no pudo continuar por haber sufrido
lastimaduras. Cortés le dedicé unas Ifneas en su carta de relaci6n: “En este pueblo,
digo en aquellas labranzas, qued6 un caballo que se hincé un palo por el pie y no
pudo andar; prometiéme el sefior de lo curar; no sé lo que hard”. Otro participante
en la expedici6n, Bernal Diaz del Castillo, escribié su propia versi6n del incidente:
“., mand6 que dejésemos en aquel pueblo un caballo morcillo, que estaba malo de
la caza de los venados, y se le habia derretido el unto en el cuerpo y no se podia
ner ‘
Es probable que el caballo haya vivido poco tiempo, pero en cambio su
memoria nunca se perdi6. En 1696, fray Andrés de Avendafio y Loyola lo
mencioné entre los dioses de los itzaes: “...sabfa yo c6mo se hallaba en dicho Petén |
YtzA el dicho idolo. de Yaxchecab; el de Cocahmut, del de Ytziman Kauil que
quiere decir caballo del Demonio, inventado este idolo por ellos desde que Cortés
“entr6 allé, antes de la conquista de esta provincia pasando desde el puerto de
Chanpot6n al de Honduras, por haberles encomendado allf un caballo suyo
despeado, y como se les murié por que le daban a comer carne, y otras cosas ajenas
de su sustento, Io erigieron en una figura que hicieron de caballo de cal y canto, y
lo adoraron para que no entendiera el espafiol que de poca estimacién y aprecio
habfa muerto. Esta figura conservan hasta hoy, y le dan cult”.
| El caballo de Cortés pas6 a formar parte del folklore petenero, y sigue siendo
una de las historias obligadas al hablar del Lago y su isla. Curioso destino para un
caballo, permanecer tanto tiempo en la memoria popular, que tan pronto olvidé a
los humanos que corrieron su misma suerte. Slo Bernal Dfaz los recordé: “...en
este pueblo se huy6 un negro y dos indios naborias, y se quedaron tres espaiioles,
que no se echaron menos hasta de ahf a tres dfas; que més querfan quedar entre
enemigos que venir con tanto trabajo con nosotros”,
etnogréfica, pero tiene mayor carécter hist6-
rico. Este libro fue escrito por varios miem-
bros de la parcialidad Xahil de Solold, una de
las ms importantes del reino cakchiquel (ver
Fasciculo 1-13). La parte substancial fue es-
crita por Francisco Hernandez Arana, nieto
de uno de los reyes de Iximché, quien inicié la
composicién del libro a mediados del siglo
XVI.A partir de 1583, otros autores lo exten-
dieron hasta los primeros atios del siglo XVI.
El Memorial de Solold carece de una sec-
cién mitolégica semejante a los relatos so-
bre los héroes gemelos en el Popol Vuh,
pero, al igual que éste, contiene una sec.
cidn sobre la creacién de los primeros hom-
bres, la estadia en Tula y las migraciones
de los primeros pueblos hasta establecerse
en el Altiplano de Guatemala. El libro da
detalles abundantes sobre las guerras sos-
tenidas por los sefiores cakchiqueles, y laiiss ae storia Popular
112. Cabeza de Péjaro. Hecha de cobre y pintada, pro-
cedente de Zaculeu, Huehuetenango. Una
campanita estaba montada adentro de la cabeza
y tenia un ventilador debajo de su pico. El sonido
dabala ‘voz’ al pajaro. Posteldsico Temprano, Fase
Qankyak Altura: 520m.
forma en la que establecieron su dominio
politico sobre otros pueblos del Altiplano
Central. Esta obra es muy importante como
documento histérico, no solamente por la
abundancia de detalles que contiene, sino
también porque muchos de estos datos es-
tan situados con precisién en el tiempo, por
. medio de un sistema calendérico propio,
‘cuyo punto de inicio se sitiia en 1493, afio
en que tuvo lugar una gran revuelta con-
tra los reyes principales de Iximché.
A diferencia del Popol Vuh, el Memorial
no se limité al perfodo prehispénico, sino
que se extendié para relatar la conquista
espafiola y el estqblecimiertto de la sociedad
lonial. Esta secdién'es extremadamente
liosa por tratarse de una perspectiva indi-
ena de la conquista y colonizacién, que ofre-
ce un cbntraste valioso aH los relatos espa-
Holes.|P¢F su emotividad, lds ie pasaisidel Me: ,
morial dé So} 2 dontitiacién espa-
dota tra muyna idea del cho-
;paga Ios indige-
de Guatemala’
en la comunidad de Sololé, ya para entonces
convertida en un pueblo de indios, sujeto al
régimen colonial espaiiol.
Titulo de los Sefiores de
Totonicapan
Este documento, también conocido simple-
mente como Titulo de Totonicapdn, es el mas
extenso entre un amplio conjunto de titulos
escritos por los indigenas con el objeto de
justificar la posesién legal de sus tierras bajo
el dominio espafol. Para vindicar aquellos
derechos, los titulos usualmiente empezaron
por relatar la manera en que adquirieron
las tierras en cuestién, lo que equivale a
relatar su historia prehispanica, tal como la -
concebian los autores.
La influencia espaiiola es perceptible en
muchos titulos. El texto del Titulo de los
Sefores de Totonicapdn se inicia con pasa-
jes tomados de la Theologia Indorum, un
tratado compuesto por fray Domingo de
Vico, uno de los primeros evangelizadores,
quien en este libro tradujo los elementos
esenciales de la teologia cristiana a los i
mas indigenas. Bajo esta influencia, los
autores del Titulo explicaron su propio ori-
gen en términos de la tradicién biblica, y se
Hegaron a considerar como descendientes
de las tribus de Israel. Esta idea no era
incompatible con la propia tradicién indi-
gena, que incluja un episodio de migracién
a través del mar.
Después de la seccién biblica, el Titulo de
Totonicapdn relata la historia de los ances-
tros quichds hasta la conquista espafola.
En muchos aspectos, la narracién corre pa-
ralela al relato del Popol Vish, pero hay otros
pasajes en los que el texto del Titulo se con-
vierte en un complemento valioso, pues apor-
ta versiones diferentes de los mismos he-
chos, ¢ incluye detalles que no estén presen-
tes en aquél. E] texto concluye.con un relato
de la ocupacién quiché de la regién de Toto-
nicapan, y da a conocer los limites de las
tierras de este pueblo. Esta seecién era fun-
damental para los reclamos de tierras que
"yaran el propésito en la: éldboyacién de los
titulos.F Politica Sociedad durantex, GG Bo
“Son ee ae Ur aNte, 7
Se conocen otros titulos de tierras proce-
dentes de varios pueblos del Altiplano Occi-
dental, la Verapaz e incluso la Costa del
Pacifico. La mayoria de estos documentos
fueron producidos hacia la mitad del siglo
Y, por su importancia legal, fueron con-
servados celosamente en las comunidades
indigenas. En muchas ocasiones se presen-
taron como evidencia en los litigios que tu-
vieron las comunidades entre si o con terra-
tenientes espafioles y criollos. Gracias a su
valor legal, los titulos de tierras preserva-
ron aspectos importantes de la historia pre-
hispanica de Guatemala.
Documentos espatioles
demas de los documentos indigenas, el pe-
riodo anterior a la conquista se ve ilumina-
do por los escritos de autores espafoles. Una
de las fuentes mas importantes para el estu-
dio de la sociedad maya es la Relacién de las
La metalurgia prehispanica
Cosas de Yucatan, escrita por el Obispo fray
Diego de Landa. Esta obra contiene gran
riqueza de detalles sobre la historia, cos-
tumbres, religién, calendario y escritura de
los yucatecos (ver fasciculo 9). Desafortuna-
damente, no se produjo ningin trabajo com-
parable sobre los sefiorios del Altiplano de
Guatemala en el siglo XVI. Para esta zona,
Ja fuente mds importante es la Apologética
Historia de las Indias, de fray Bartolomé de
las Casas, que incluyé algunos capitulos so-
bre la religién y costumbres de los pueblos
de Quiché y la Verapaz. Mucho mas amplia
en su contenido es la Recordacién Florida,
por Francisco Antonio de Fuentes y Guz-
mén, pero su valor para la historia prehis-
pénica se reduce, por tratarse de un trabajo ,
mucho més tardio, compuesto a fines del
siglo XVII. Para escribir su versién de la
historia prehispanica, Fuentes y Guzman.
se basé en varios titulos indigenas del siglo
XVI, la mayorfa de los cuales se perdieron
posteriormente. Se ha mencionado ya la con-
Los metales no fueron utilizados por los pueblos prehispénicos de Guatemala sino
hasta épocas muy tardias. Los ejemplos més tempranos de artefactos de metal que
se conocen en contextos arqueoldgicos datan del fin del Perfodo Clasico, y la
mayorfa son postcldsicos. Los metales utilizados fueron el cobre, el oro y 1a plata.
‘Nunca Hegaron a desplazar a los artefactos de piedra como componentes principa-
les del inventario de utensilios de uso diario, pero fueron importantes como objetos
suntuarios, adornos personales y bienes de intercambio, En Guatemala, los ejem=
plos mas importantes son ormamentos de oro encontrados en entierros del Perfodo
Postclasico. Entre ellos se cuentan cascabeles, diademas cuentas, y otros atayios.
Algunos de los ejemplos conocidos estén decorados por medio de la técnica de
tepujado. Los pueblos mesoamericanos también conocieron la técnica de fundi-
ci6n'por medio de la cera perdida, en la cual se fabrica inicialmente un modelo del_
Objeto en cera, que Iuego se recubre con arcilla, Al fundirse la cera queda un molde
del objeto en arcilla, dentro del cual se puede verter el metal fundido. Es muy |
probable que ésta y otras técnicas metalirgicas hayan sido introducidas a Meso-
américa desde otras partes del istmo centroamericano, notablemente Costa Rica y
Panamé, donde esta tecnologfa se desarrollé mucho més temprano.Los ancestros quichés en Tula, segtin el Popol Vuh
El siguiente pasaje del Popol Vuh relata la manera en la que los cuatro primeros
ancesiros de los sefiores quichés (Ilamados Balam-Quitzé, Balam Acab, Mahucutah
Iqui-Balam), recibieron sus dioses en la legendaria ciudad de Tula o Tulén. Este pasaje
también ofrece una justificaci6n para Ia unidad entre los Quichés, los Tamub y los
Tlocab, los tres grupos principales que conformaban el reino quiché. Durante su
estancia en Tula, los tres grupos recibieron como dios tutelar a Tohil. De ese modo, el
texto del Popol Vuh coloca en Tula el origen de varios aspectos esenciales de la
conformaci6n sociopolitica y la religién quiché.
“Asi, pues, llegaron todos a Tulén, No era posible contar los hombres que legaron;
eran muchisimos y caminaban ordenadamente. Fue entonces la salida de sus dioses,
primero los de Balam-Quitzé, Balam-Acab, Mahucutah e Iqui-Balam, quienes se Ilena-
ron de alegria: {Por fin hemos hallado lo que buscabamos!, dijeron.
¥ el primero que sali6 fue Tohil, que asf se llamaba este dios, y lo sacé a cuestas en
su arca Balam Quitzé. En seguida sacaron al dios que se lama Avilix, a quien Ilev6
Balam-Acab. Al dios que se llamaba Hacavitz lo tlevaba Mahucutah; y al dios llamado
Nicahtacah lo condujo Iqui-Balam.
Y junto con la gente del Quiché, lo recibieron también los de Tamub. ¥ asimismo
Tohil fue el nombre del dios de los de Tamub, que recibieron al abuelo y padre de los
Sefiores de Tamub que conocemos hoy dia.
En tercer lugar estaban los de Hocab. Tohil era también el nombre del dios que
recibieron los abuelos y los padres de los Sefiores a quienes igualmente conocemos
ahora.
‘Asi fueron Ilamadas las tres familias quichés y no se separaron porque era uno el
nombre de su dios, Tohil de los Quichés, Tohil de los Tamub y de los Hlocab; uno
solo era el nombre del dios, y por eso no se dividieron las tres familias quichés.
Grande era en verdad la naturaleza de
los tres, Tohil, Avilix y Hacavitz.”
tribucién de fray Francisco Ximénez, quien
incluyé el texto del Popol Vuh como parte
inicial de su historia de la orden de Santo
Domingo en Guatemala.
Otro aporte de gran valor se encuentra
en los diccionarios y gramaticas compuestas
por religiosos espafioles, que se dedicaron a
estudiar las lenguas indigenas con el objeto
de facilitar la evangelizacién. Muchos de es-
as tos trabajos son obras maestras desde el pun-
443 Vasija Doble, Plomizo Tohil. Tiene una efigie de to de vista lingiifstico, y reflejan el alto gra-
guerrero y probablemente proviene del sitio. do de preparacién de sus autores. Ademés
Pantzac, cerca de San Andrés Sajcabajd, Quiché. de ofrecer un registro muy valioso de los
Postelisico Temprano. Altura: 10.5em. idiomas, estos diccionarios con frecuenciaa EER rae vt asa wari PH nT
contienen datos de valor etnografico e histé-
rico. Muchos de los conceptos expresados por
medio de glosas en estas compilaciones tie-
nen su origen en la época prehispanica, y
por tanto, constituyen fuentes de valor ines-
timable para el estudio de las sociedades
indigenas, antes y después de la conquista
espafola.
Sumario
El Periodo Postclésico Temprano fue una
&poca de cambios profundos en Mesoaméri-
ca. El “colapso” de los grandes sitios del
Clasico, en las Tierras Bajas, dio lugar al
surgimiento de nuevos centros, principal-
mente en la region de los lagos del centro
de Petén. La regién nunca se recuperé de
la disminucién demografica que experimen-
t6 al fin del Periodo Clasico, pero debe des-
cartarse la idea de que se encontraba total-
mente despoblada. El sefiorfo de los itzaes,
centrado en el Lago Petén Itzd, fue el mas
importante entre varios que se desarrolla-
ron en la zona, durante el Postclasico. El
aislamiento relativo de este y otros grupos
que habitaban Petén, en la época de la con-
quista espafiola, les permitié permanecer
independientes del dominio colonial por
mucho tiempo.
En la Peninsula de Yucatan, el Postclsi-
co Temprano fue uno de los perfodos de ma-
yor esplendor, especialmente por el gran de-
sarrollo que alcanzé Chichén Itzd. Los do-
cumentos de la época de la Conquista sugie-
ren que existié una relacién cercana entre
Chichén Itzé y Tula, la capital de los tolte-
cas, situada en el Estado de Hidalgo, Méxi-
co, Sin embargo, la naturaleza de dicha re-
lacién es incierta. Los documentos escritos a
principios de la Colonia también proveen
valiosa informacién sobre las sociedades pos-
tclasicas del Altiplano de Guatemala. En
esta zona, durante el Postcldsico Temprano
se registré el surgimiento de nuevos centros
de poder politico que sustituyeron a los del
Periodo Clasico, los cuales eventualmente
dieron lugar al surgimiento de los Estados
que dominaban el Altiplano en la época de
Ja conquista espaiiola.
114. Vasija Plomizo Tohil. Procedente de San Agustin
Acasaguastlén, El Progreso. Postclésico Tempra-
no. Altura: 17 om.
Recomendacion de Lecturas
Ademés de los trabajos contenidos en el tomo
Ide la Historia General de Guatemala, para
elaborar este fasciculo se utilizaron los si-
guientes trabajos: “The Toltecs until de Fall
of Tula” por Nigel Davies University of Okl-
ahoma Press, 1977); “La Paz de Dios y del
Rey: La Conquista de la Selva Lacandona’,
por Jan de Vox (Fondo de Cultura Bconémi
ca, México), y “El Manuscrito Can-Ek”, por
George Stuart y Grant D. Jones (Instituto
Nacional de Antropologia de Historia, Méxi-
co), “E] Titulo de Totonicapdn” por Robert
Carmack y James Mondloch (Universidad
Nacional Auténoma de México), asi como las
Cartas de Relacién de Hernan Cortés y la
Historia Verdadera de la Conquista de la
Nueva Espaiia, por Bernal Diaz del Castillo
(varias ediciones disponibles).BPOCA PRECOLOMBINA
. 1 _Elmedio fisico y el origen
del nombre Guatemala
oe 2 Mesoamérica y el area maya
eee 3 Les primeros habitantes: de la
recolecci6n a la agricultura
ecco 4 Losseftorios preclésicos del
Altiplano y ia Costa Sur
— 5 Losorigenes de la civilizacion
maya de las Tierras Bajas
a 6 EI Clisico Temprano en et
‘Altiplano y la Cobta Sur
eae} 7 Cotaumalguapa y el Clasico Tarclio,
enel Altiplano y la Costa Sur
asi 8 Historia y onganizacién social
de los mayas clésicos
eons} 9 Calendario, escritura y religion
de los mayas clasicos.
| 10 ‘Arquitectura y artes de los mayas clasicos
— 11, Economia, politica yel “colapso”
del Periodo Clisico
= 12. Politicay sociedad durante el
Posiclisico Femy
= B Sociedad, economia y cultura durante
el Posiclisico Tardio
2
Mots
fective
ADELAVTE GUATEMALA
jSIGAMOS CRECTENDO JUNTOS!