You are on page 1of 66
JULIO CORTAZAR Bestiario £ a G 2 w 3 e 3 a omrensag YYZYLYO) OTIn! ‘oypauap Soj ap sazeyran 50; 4 yewonps [2p olsaud ose aod ospmiad wis “one samnbqeno 0 wydoooioy 100 ‘condonsapp ‘ooppudeut ‘oormjmboxoy ‘ooruysou “omignnay> 5169 eos oxpatn ono soinbjens 0 U9 ‘9p worseiadnaas 3p ‘un 2od vpnrussuen o epeasifoa ‘eiuoumyepozed ws a1 198 spond ou ugpesyqad msq “sopearasos soyparep exqunojon 9 osezdan, sofia An95pqueg ava uaign> ap yesonog pa ueIqN ap ouPstCT 0502 2p axqaropaon sapesandtuga neg) ‘9007 9p ox ae envanzo) eams9"] ap cwung Ua UONpe ese Fa “oom ‘010 © ‘siren pp eE}O9 “97 PEPIN, 40 ap vs toyesuag SsuoPIPA eUETAUES | WI Aagiompe BS9 2CL ‘empa| ap ound @ ome wa ORIVLLSaa 561 emm0D OMAP op soropaoyy A Casa tomada Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la més ventajosa liquidacién de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia. Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa casa podfan vivir ocho personas sin estorbarse. Hacfamos la limpieza por la mafiana, levantandonos a las siete, y a eso de las once yo le dejaba a Irene las tiltimas habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzébamos a mediodia, siempré puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos ocos platos sucios. Nos resultaba grato almorzar pen- sando en la casa profunda y silenciosa y cémo nos basté- bamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella Ia que no nos dej6 casarnos. Irene rechazé dos pretendientes sin mayor motivo, a mi se me murié ‘Marfa Esther antes que llegéramos a comprometernos. Entramos en los cusrenta afios con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos, era necesaria clausura de la genealogia asen- tada por los bisabuelos en nuestra casa. Nos morirfamos 9 1 sa sand ‘ezardury x] saoey ered oapes ‘oyqox ap exsand ¥ op pyje sour soureqy eoun seo “ese ey ap ayzed wibo uo asd ois souesata of £ ouoxy foszoaour ered seuode “exoye uvayrpa as anb soy ap osuoutearedap un op uorsosdusy ey equp ‘ou 1s ‘opuvs8 Ant eso uses ej anb oun enroape eusige eqeiso exzond ey opuenc) “oueg Ja A eUDOD Fe eqeaayy anb oysanso seur oyised un od xmnfos 4 ezond ey ap sazue aquouresn{ epsombzy ef & zen espod as uaiq 0 ‘eseo e ap ope] ono o equzadura ye seu A ajqox ap eazand yy eqeanbuey as oypsed ya sod opuezuese ‘epesnas spur aured ey & exonpaoo anb orpsed yo away ye A ‘sorsoarunzop sonsouu ap seasond sey sopey soy e eft ‘uoo asrooonbrrua wxed opans je uesreyo ey A eseo Bf WOO uvsrepanb as sounad soambsa < soBea ‘exp unSye ye increible cémo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires serd una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habi- tantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una réfaga se palpa el polvo en los mirmo- les de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los pianos. Lo recordaré siempre con claridad porque fue sim- ple y sin circunstanicias imitiles. Irene estaba tejiendo en su dormitorio, erati las ocho de la noche y de repente se ine ocurrié poner al fuego la pavita' del mate, Fui por el pasillo hasta enfréntar la entornada puerta de roble, y daba la vuelta al codo que Ilevaba a la cocina cuando escuché algo en el,tomedor o la biblioteca. El sonido venia impreciso y sotdo, como un volcarse de silla sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversacién. Tam- bign Io of, al mismo tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que trafa desde aquellas piezas hasta la puerta. Me tiré contra Ja puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de golpe apoyando el cuerpo; felizmente la lave estaba puesta de nuestro lado y ademas corri el gran cerrojo para mds seguridad. Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le dije a Irene: —~Tuve que cerrar la puerta del pasillo, Han toma- do la parte del fond Dejé caer el tejido y me miré con sus graves ojos cansados, —dEstis seguro? Asenti. —Entonces —dijo recogiendo las agujas— tendre- mos que vivir en'este lado. Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tard6 un rato en reanudar su labor. Me acuerdo que tejfa un chaleco gris; a mime gustaba ese chaleco. Los primeros dias nos parecié penoso porque ambos habiamos dejado en Ja parte tomada muchas cosas que queriamos. Mis libros de literatura francesa, por ejem- plo, estaban todos en la biblioteca, Irene extrafiaba unas carpetas, un par de pantuflas que tanto Ja abrigaban en invierno. Yo sentia mi pipa de enebro y creo que Irene pens6 en una botella de Hesperidina de muchos afios Con frecuencia (pero esto solamente sucedié los prime- ros dias) cerrébamos algin cajén de las cémodas y nos mirdbamos con tristeza. —No estd aqui. Y era una cosa més de todo lo que habfamos perdi- do al otro lado de fa casa. Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificé tanto que aun levanténdose tardisimo, a Jas aueve y media por ejemplo, no daban las once y ya estabamos de brazos cruzados. Irene se acostumnbré a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidié esto: mientras yo prepa- raba el almmuerzo, Irene cocinarfa platos para comer frios de noche, Nos alegramos porque siempre resulta moles- to tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre. B SI “epen ‘on -oquouaypanant gaan -and 9] —gesoo vungje soen op odwon oistany?— “ojsezrun ws opsfar J2 93[08 opzy oso Jap opyponb ueyqey soypiao soy anb o14 opuency “ofeqap wesprod 98 A pout vy esey ueqr seaqoy sey A soueUI se] op eqeSjoo 3] oprfar qa “auazy offp —oured vaso opeutor weE— “upeu B10 9s ou eroyy “wenez Jo ua soureponb sou 4 Jooues vy adjoR ‘un ap autac “sensonu sepredso v ‘sopsos aaduais oxod auTOny Sem URsO 2s SOPMA SOT] “see LIDeY soWZDAjOA WIS {pouvo ezond ef raseq oBfuiu09 so1309 donq of A oWOT] ap ozesq je jioady ‘viombis sours sou ony “onsantt ope] {e {st9 opoo jo eqezedwi opuop owsrn opfised ya wa 0 ‘oueg Ja ua £ eurp00 ¥] wo “9]q03 ap vasond e[ 9p opel 2389 ap uvzo onb oquourezej opuesou ‘sop 80] opreqonsso soueponb sony “eaqeyed oop wis opel rut © outa 4 ‘ouniouarop ap wioUvUT vosNIg Tu UOLOUEE Y] umeyy af auasy y ‘opmuos jo eqesede ofpised yep opos jo anbyod ogeg J 9 z9A Jen 0 euD09 zy Wo Z9A [ea “eUID0N Bf uta opms Jo Jo (exfon eq[9) orroxruzop ap wazond vy apsocy ene ap osva un oumstasas & eUIDOD vf easey qr amb uaa] & affp 9] soureysooe ap some A ‘pas oxta1s yOu 9({ ‘sefouonsasuoo sey oapes owssrus o[ ruodox 1seo sp Cepmnfas uo eqejaasap our “zoa aye uo seuOs v eqez -odura aux] opens ‘oysou ap anb oso sod exo anb 0239 OX ‘sousmsaqour ou esed orsedsop spur souegusid easey, ‘ony epoun v A vpeyfeo wyuod as eseo vf sastiowus “Surayy ye 4 sorsomanzop soj e someqguios opueno oad ‘omuaTis sy sowrenraned sooaa seood Anyy ‘eye vo ueduins sopruos sono onb exed sorspra 4 ezoj ap opm opesseurop +1 Avy euro eu ug “euND ap souOPULD eqRIURD sary oO expe SPU 204 UO Ze]QLY ¥ soureruod sou ‘epeuIos aysed B opuesos ueqepanb anb ‘oueq jo A vursoo e| uyy -ez1oeur 9 ‘oupIp oproqey oa10 “Igor ap wuond vy ‘ONDE umqpe op sefoy sey sesed ye opifro un ‘volo ap seine Se[ ap OoWFIOUT 3904 Ja “sooHIspLOp sa1oUIN Soy UIA eIP aq] “ese Bf Ua opelfes equise Opoi ose ap auedy -soqutuosur soquonoax} A sommut soy ‘sOpEjaA Jap aavi] ef e sonpuos onb uewope jo sowrnuasard “19s0y ‘svstdsos soutejo Sony “ese vf Ua vsod JoMbyend equyonass as ayoou ap oxad ‘orpour sod ap Suzi fa west soLsONRUIOp somsenyy “10x19q0o Jo 1289 Ue|IEY 900A ¥ on souopnoes sopues uo uensisuoo souons sim anb ejoop auiagy “ees -xe8 vy ap ow A souons so] 9p aust anb 20a ‘oxeSeded 0 enyeiso ap 204 esa v owzemaiqey apnd ounyy “epmnos ua vqepeasop aur of 204 eye ud eqeyOS ouAsT OpuEND) -resurad urs sata opand ag “sesuad ow & sourequzaduta ood v oood 4 “uaig soueqeisy “Apoumeyy 4 uadngy ap offas undje ep ogi [2 sora anb vied jaded ap ompeapeno un sofo sof aaue enuod af anb 42 Of exo spndsap over ug, ogg ep ofngip un ep ONP “opumnso ey aur as anb ound asa avelgy— repep suas] so0aA y ‘opourga sur vio anb suouy ‘9p OFoxuLOp Ja Ua soprunar asduraIs Iseo “sesO9 sns ua ‘oun epeo ‘oypnur sousensaalp sony ‘oduron ja zeyeur ered rans out oso A ‘eded ap sejpidureaso ap worso9q0o eI ses -Isau ¥ asnd our eueutsoy mur & 1Stge ou rod oxad ‘soxqy| soy ap estivo e opipsod oood un eqepue ox “ofan vaed od -urop seut equpanb 9] anbsod eauaytos eqeisa auaiy Estdbamos con lo puesto. Me acordé de los quin- ce mil pesos en el armario de mi dormitorio. Ya era tarde ahora. Como me quedaba el reloj pulsera, vi qué eran las, once de la noche. Rodeé con mi brazo la cintura de Irene (Yo creo que ella estaba llorando) y salimos a Ja calle. Antes de alejarnos tuve léstima, cerré bien Ia puerta de entrada iré la Have a la alcantarilla. No fuese que a algin pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, 2 esa hora y con la casa tomada. Carta a una sefiorita en Paris Andrée, yo no querfa venirme a vivir a su departa- mento de la calle Suipacha. No zanto por los conejitos, mis bien porque me duele ingresar en un orden cerrado, construido ya hasta en las més finas mallas del aire, esas que en su casa preservan la misica de la lavanda, el aletear de un cisne con polvos, el juego del violin y la viola en el cuarteto de Rar. Me es amargo entrar en un 4mbito donde alguien que vive bellamente lo ha dispuesto todo como una reiteracién visible de su alma, aquf los libros (de un lado en espaiiol, del otro en francés e inglés), alli Jos almohadones verdes, en este preciso sitio de In mesita el cenicero de cristal que parece el corte de una pompa de jab6n, y siempre un perfume, un sonido, un crecer de plantas, una fotografia del amigo muerto, ritual de bande- jas con téy tenacillas de azdicar... Ah, querida Andrée, qué dificil oponerse, aun aceptindolo con entera sumisién del propio ser, al orden minucioso que una mujer ins- taura en su liviana residencia. Cudn culpable tomar una tacita de metal y ponerla al otro extremo de la mesa, ponerla alli simplemente porque uno ha traido sus diccionarios ingleses y es de este lado, al alcance de la mano, donde habrén de estar. Mover esa tacita vale por Wy or Joga un oajanaua ‘sefoz0 sns opor yop vzje omfawoo 1a “opesquias oy oxsodoad v anb yoqga Jo aes opuop wroowur Uesd e[ Us OBud of A uODTEG Te OBTUUOD ODEs Of (sesonge se] 9p eseo fur Ua BILINDO O3S9 OpUENd ap o7qeU) 04 sequoia & Joutoo op vosng ‘ouvut eun op jard ey en -uoo ofetioa un ap 091904 fap awueaTTbsoo 4 eso‘ualts ugpemMIEN esa wOD ojopup{AouE ‘ford TH eAUOD OOOH [9 wad 4 aynq 4 oproeu xoqey ap oysoysnes soared onfauos [2 ‘Sopap sof ap waxes run uoo esnjad ef ozje af ‘owen ¥] ap eunjed vy wo O8uod of apy “oxyfouoo un ayuaterarua 4 opueyq o1ad azjos0yp ap oulouos un owos ouanbod ‘ousnbad Anus anb ojos ‘osayrod A pewnsou cnrfoos un s2 ‘owauos soared oufeutos ya -oour|q onfato9 un v sefezo sej 10d oya{ns o8fen soya uo & ‘e20q vf ap sopap So] oovg ‘aiueasut OusA91q un UD sxzNdsuE ‘ooTURLTI 9 Z0]24 S9 OpO.L, “Sean ap Jes ap wouddsaasazo wun OUTS aqns onb eiqn esnyad ey esuefzeS x] uo sues v oxodsa A ‘eyzaqe ezurd wan oxo e20q e ue sopep sop ofuod aur ‘oyfouos.um zeros e oa onb owuats opuenc, ‘asopugypeo aepue 4 opeysre 359 4 osrezuofroae anb vuoi oun onb ered uozes 9 ou “esvo xembyeno a stata ou ered wozes so opy “onyfouos un Bylo a4m90 dU as OpuEND Wo OpueND 9¢q ‘oyDoIdar Of out ou ‘spupuy ‘oyposdax of our ONY “[e202 EIDeALIA Bf uD (go0908 oun dey 0) aaazae anb oj ap seioumstod seruE uuepreng 9s anb yeni oxpay jo equpzend ‘sejos v opurase opipsons vy our axdurars ow) “oulouoo un enruoa op -ueng uo opurens ap anb onuof vy v ajsvordxo v as1ouod & 84 ou oun aquauipemmeu oxod ‘peyeojsep sod anb vaso ou ‘sonue opeortdxo eiquy of 9s eounyy onfouos un aeyrar0A ® eqt anb pues osid opunias A oroumid yo anus orsnf 8r “aosuoase Jo wa sqns 4 Ouuepmsar v eEpusa onb eureonut Ts & 9stae ‘SeIaeUL Sey ory O1Dg “2[qLIIOY seu A [Ms spa eroueur ef op ‘quauRESaNpUT woze sui anb oSAy] un ap SomUaUIDAD ‘SeAGUIOS IOLA Ts OWIOD $9 selffEA Sey ap sEaLI09 se{ 094 of opueno anbiod ‘seasi09 X seaquuos ap oud|| ep un ony soaan{ jo anb ‘ued eunBuru v uequaay] om anb safedmbo opuarseq sesoy seiuey opesed ay aur ‘epra TU u9 seio[eUr seu OpELied of] ‘onsey A BIgaru anua ‘opr e] op coup se] v ‘opesed soaan{ jo gpnut apy vaaany anbiod za Je) & ‘staaeo arqqioso wisn aut anbsod A ‘ejseseatra oasn{ avared our ‘sorfouo> soy ap estes v ozaura ef 08 e1zea e389 ‘oso 10d oqui9so 2 ou o19g ‘“pzinb opuop vse eno wumsye & sus v ouey ous { sammy souang ¥ oan ap efren ey aaquiondas anb asey erouaruaauoa emus ap ued ooiesnes 4 ajduns un soureroqrya ‘eyoedig aye vf ap o1tisurezedop Jo woo gpanb sur of ‘szeq v Opr ey as parse) ‘pepzoA eT aqus as ow anb asdurots oureo ‘Jexaeu wey avared Opo,|, “esporpau op opextorfos opts o1amb ns v ‘ese ns v outa gnb sod ages pais, “souotni08 ap opueq un outos solo soy sod osed aut ogesap 4 afenn ap oiuapumuas un onb uss ‘eoisqur ap vfeo ey xedeisap ‘eredusy] cun ap znj ap ouoo Jo seuade stu29 ‘ouqyy un e sopap soy avox998 opand ou of 4 -vuelay axuenqey ns vse9 Bf op woud PU [9 Woo eusTe ns op orWWOW ves ap ‘ono wos oa{qo wpeo ap ‘seo FI por ap soUOIDE|a2 ap ofonf Ja tioyfe ene wso soaoyy “Ue2OPY ap esUOFUIS un 9p opeyfes spur atunasu: Jo uo ozeo>Ky> osoruedso owisttt Ja uod oduran ouisiuy je uesayduios as sofeqeriuo> So] sopoa ap sepzono sj adjo8 ap 1s owos ‘uejua2Q) ap uo}ejnpous eum ap orpaur ua opexadsour ofos ayquuvoy un tierno con un veloz molinete del hocico, y yo sé que puedo dejarlo ¢ irme, continuar por un tiempo’ una vida no distinta a la de tantos que compran sus conejos en las granjas. Entre el primero y el segundo piso, Andrée, como tun anuncio de lo que serfa mi vida en su casa, supe que iba a vomitar un conejito. En seguida tuve miedo (go era extrafieza? No, miedo de la misma extrafieza, acaso) porque antes de dejar mi casa, sélo dos dias antes, habia vomitado un coiejito y estaba seguro por un mes, por cinco semanas, tal vez seis con un poco de suerte. Mire usted, yo tenia perfectamente resuelto el problema de Jos conejitos. Sembraba trébol en el balcén de mi otra casa, vomitaba un conejito, lo ponia en el trébol y al cabo de un mes, cuando sospechaba que de un momen- to a otro,.. entonces regalaba el conejo ya crecido a la sefiora de Molina, que crefa en un bobby y se callaba. Ya en otra maceta venia creciendo un trébol tierno y propi- cio, yo aguardaba sin preocupacién la mafiana en que Ia cosquilla de una pelusa subiendo me cerraba le garganta, y el nuevo conejito repetia desde esa hora la vida y las costumbres del anterior. Las costumbres, Andrée, son formas coneretas del ritmo, son la cuota de ritmo que nos ayuda a vivir. No era tan terrible vomitar conejitos ‘una vez que se habia entrado en el ciclo invariable, en el método. Usted querré saber por qué todo ese trabajo, por qué todo ese trébol y Ia sefiora de Molina. Hubiera sido preferible matar en seguida al conejito y... Ah, tendsia usted que vomitar tan s6lo uno, tomarlo con dos dedos y ponérselo en la mano abierta, adherido ain a usted por el acto mismo, por el aura inefable de su proximidad 20 apenas rota. Un mes distancia tanto; un mes es tamafio, lar- g05 pelos, saltos, ojos salvajes, diferencia absoluta. Andrée, un mes es un conejo, hace de veras a un conejo; peto el minuto inicial, cuando el copo tibio y bullente encubre una presencia inajenable... Como un poema en los pri- meros minutos, el fruto de una noche de Idumea: tan de ‘uno que tno mismo... y después tan no uno, tan aislado y distante en su llano mundo blanco tamasio carta. ‘Me decidi, con todo, a matar al conejito apenas naciera. Yo vivirla cuatro meses en su casa: cuatro —quiz4, con suerte, tres— cucharadas de alcohol en el hocico. (gSabe usted que la misericordia permite matar instan- tineamente a un conejito dindole a beber una cucha- rada de alcohol? Su carne sabe luego mejor, dicen, aunque yo... Tes 0 cuatro cucharadas de alcohol, Iuego el cuarto de bafio o un paquete suméndose a los desechos.) Al cruzar el tercer piso el conejito se movia en mi i para ayudarme a que un capricho, una tienda de animales? Envolvi el conejito en mi pafiuelo, lo puse en el bolsillo del sobretodo dejando el sobretodo suelto para no oprimirlo, Apenas se movia. Su menuda conciencia debia estarle revelando hechos importantes: que la vida es un movimiento hacia arsi- ba con un click final, y que es también un cielo bajo, blanco, envolvente y oliendo a lavanda, en el fondo de un pozo tibio. Sara no vio nada, la fascinaba demasiado el arduo problemade ajustar su sentido del orden a mi valija-rope- ro, mis papeles y mi displicencia ante sus elaboradas 24 & [p 090d un— soromb £ sord sur v sopiea ‘soromb sops04 ursismb of senuomu ‘eno v aued eun op uorejarsuoa aqueHAoUr Eun OOD uEpEsEN os seUBIAT] SeyDUBUT ZOIp ‘seis se] e “exquuoyye e] sod ueaqes aonb so Isy “soayw09 upise 4 jos ajdin ns uempy ‘sojorey yu seyjonse wr euny auen ou oyou ns onbsod zny ey uewe anb soya ‘esp ns ap SoTAOUTUT ojos san so] ‘uoes Jap sexedwiR] sey BIDE ezaqed EIQh ef UeZY “soouEq sopor Ise “zaIp uoS “yoga Jo wows 2s A —ofeq seur janbeue jo ua pansn aura anb zadoy ap eunuadze exsoasry ep A ‘ogapuy Smopaens) sns sopon owii99] ejronb anb o4— oueur vy uo panUt oxqy] un UoD ‘yos Jo apsop oqUdUTE[Os oxFUr so] “Dep onb o8uay epee are sur asa easey ‘soross09 A soperqeo “uOIq ‘uatIOD “OMeWOUT UN UD Uequoe ‘uaAsnuIET ‘UeJaIe soy anb seypnund sesoumgo waquiogye vj wa aovy woyE & sojpisjoq sur teqeyno0 anb Joggn Jo seovata opuarjo ‘ages Jap owese Je sapBe aszezuvy “aes ofep so] -ezansian yur & xaqap 1 1u09 ojos ‘opettapuoo orreULTe J9 WoD o[0s ‘ojos OX Aorso cauosd ap 4 oureno ns ua eLiaroua as A —saypou seuanq sv easap our anb so oBseure seur o| “egrpuy ‘easap se] ‘uu ‘Js— soypou svuang vosap aur “eonze ap sepfoetial ap aU opnusur un Hoo efopueq F| eAdq] 98 Beg OpuENd ‘euso ey v ants onb exoy vo v eidound wp ng Cosueosap Jo & oyou Y] 4 axmosuen somfouoo soy ved onbsod ‘9389 of oseae A osorsuaps soared onreue Jo ‘sojqoposed 4 sexses ap efrure upiqurea s9 ezeg omod £ “esajsoune vy epoa ednoo anb soe) Auuag ap oosip un oBuod ‘ugpes ja ua opm Sey ‘zomp & oxanu ap ‘ouioyussop yo e/Boxie opuenr)) “02 -uttioo ue Koyso od 4 vype9 as [eug ye oxed ‘o8ye auDap aw god so anb seueueur se] sepos 9a 9] 28 ‘eaneniqnp espa aur Azapexuoyns ap opuoosap onb 1201 aqap wag “oopdura ur e ansed ye oLo3pax30p Jap sonel sey oAgT] ay “PTOI “oqo epeiasos wos aypou ns uowenp ye ‘soy exed aquEUIEfOs BILMIp aYPOT LUN so oLeUE [2 “epeaza9 euroNd % woD “wounranp exp acq zoxp Aopy -uounaNp ep aC] “pepipunyord yj ap saxounns sopued & 10s ap seaoze A yes op odzono Jo oun v 1seuU2q] soared oeq epeo v anb A exoueg ¥ auqos paisn oxsand ey anb seu ap vyjense eso ouroo opuapampus A onuep sod opueupyes ea aur & opinses ap adjo$ ojos un ua soypou sri A seyp sya waay] 08 onb ares eum ‘earn ojquu0y ww ep apaoosd epeu aysedsos ou anb ya A ‘vypadsos epeu exeg anbiog “e200 O] exeg ru foyqisodur soased anb pepsoA -onuap JqY Jue O8ua soy exoqy -edox ras ap wsadse ey & sepa Se|qE se] ‘esosoua8 ouge os onb wsond wes8 vy woo “our ~oxfaHiop ns ap opremre ofjaq Jp seu ap ey parse, “123 oufauoo un oqpou wrens Bf BX “oouEG oun sgndsap sexp sop x -ox8ou oufouoo tm gayatoa aypou ‘masfur esa orag “opezeur espod ou onb spuszdusosy “uoysmattoo eumnpp eun sopremnb exed soueur se] auropuguogel ou ‘ajqedjna ou ‘zope ou orad opequoriosap ‘raedurasap uxed sayoa atu A oysea umbnog PW puoUs O7| “sume ap Opour o]qLiLOY seu Jo EID. anb of ‘ciuaruos equisa £ eng arugumejos ‘equa ou oN ‘sono soy anb opuy seu anb oor £ ounsynbuelg ex9 onfauoo ja ‘ojanged Jo eqeopox 107% ep vuo7z vuy Cup) “exoye ofseyeur fogeq Jo ua 9419909 ow opnd seuady -«ojdunafo 10d» uptsaxdxa vj epunge apuop souctovoydxo suefio de todo dios, Andrée, el suesio nunca cumplido de los dioses—, no asi insinudndose detrés del retrato de ‘Miguel de Unamuno, en torno al jarrén verde claro, por Ja negra cavidad del escritorio, siempre menos de diez, siempre seis u ocho y yo pregunténdome dénde andarén los dos que faltan, y si Sara se levancara por cualquier cosa, y la presidencia de Rivadavia que yo queria leer en Ia historia de Lépez. No sé cémo resisto, Andrée. Usted recuerda que vine a descansar a su casa. No es culpa mia si de cuan- do en cuando vomito un conejito, si esta mudanza me alteré también por dentro —no es nominalismo, no es magia, solamente que las cosas no se pueden variar asi de pronto, a veces las cosas viran brutalmente y cuando usted esperaba la bofetada a la derecha—, Ast, Andrée, © de otro modo, pero siempre asi. Le eseribo de noche. Son las tres de Ia tarde, pero Ie escribo en Ja noche de ellos. De dia duermen. {Qué alivio esta oficina cubierta de gritos, 6rdenes, mquinas Royal, vicepresidentes y mimedgrafos! {Qué alivio, qué paz, qué horror, Andrée! Ahora me llaman por teléfono, son los amigos que se inquietan por mis noches recoletas, es Lmis que me invita a caminar 0 Jorge que me guar- da un concierto, Casi no me atrevo a decitles que no, invento prolongadas e ineficaces historias de mala salud, de traducciones atrasadas, de evasién. Y cuando regreso y subo en el ascensor —ese tramo, entre el primero y segundo piso— me formulo noche a noche irremediable- mente la vana esperanza de que no sea verdad. Hago lo que puedo para que no destrocen sus cosas. Han rofdo un poco los libros del anaquel mas bajo, usted 4 los encontraré disimulados para que Sara no se dé cuen- ta. eQueria usted mucho su lémpara con el vientre de poréelana leno de mariposas y caballeros antiguos? El trizado apenas se advierte, toda la noche trabajé con un cemento especial que me vendieron en una casa inglesa —usted sabe que’ las casas injlesas tienen los mejores cementos— y ahora me quedo al lado para que ninguno Ia alcance otra vez con las patas (es casi hermoso ver cémo les gusta pararse, nostalgia de lo humano distan- te, quizd imitacién de su dios ambulando y mirdndolos hosco; ademés usted habré advertido —en su infancia, quizé— que se puede dejar a un conejito en penitencia contra la pared, parado, las patitas apoyadas y muy quie- to horas y horas). A las cinco de la mafiana (he dormido un poco, tirado en el sofi verde y despertindome a cada carre- ra afelpada, a cada tintineo) los pongo en el armario y hago Ia limpieza. Por eso Sara encuentra todo bien aunque a veces la he visto algiin asombro contenido, un quedarse mirando un objeto, una leve decoloracién de 1a alfombra, y de nuevo el deseo de preguntarme algo, pero yo silbando las variaciones sinfonicas de Franck, de manera que nones. Para qué contarle, Andrée, las minucias desventuradas de ese amanecer sordo y vege- tal, en que camino entredormido levantando cabos de trébol, hojas sueltas, pelusas blancas, déndome contra los muebles, loco de suelo, y mi Gide que se atrasa, ‘Troyat que no he traducido, y mis respuestas a una sefiora lejana que estar preguntandose ya si... para qué seguir todo esto, para qué seguir esta carta que escribo entre teléfonos y entrevistas, 25 i -soan yras ab a00p ‘agapuy ‘sop ayouresnos so 9900 anpap anbrod ‘s0u0 woo e& ony “asimnstio9 wopand seso3 sequpno ‘ezueradso 4 joqgn ‘orreurre un woo “to1q eqLIso zarp :94 pas) “ajqesadnsur oany un outos Avy 200 ye zoip yop ‘Tur # oauens wy ““ofouo un apse ered opnd anb of aory of ‘esopSur esto eum u9 94du109 anb oywours9 woo sopezedar warq uxaso sozonsap soy ap soxponur onb an8oy] opteno pron porsn “edyno eames 9am ony “soxonEn{ ap vosng uo seoULIG sopies ayrodum out ou onb oyenxo 1seo sq “tues aiodur out ow anb oyenxo Ise sz ‘onIOAd ayueag] aS EIRE Z9A [eI ‘aqns wp [ay ‘OLeUUTE Ja Ue OAaNT 9p soprerssoue “epjor ea ef 9p apsog Jo Jesye ‘esquaoye er uvodonnso onb soyad soy xe0es owes ua option of] -sofauioo soy worta8 anb 0919 ou 04 ow equi? ‘ueqeaud oruoxd op 4 ‘ouropugsope owos & ojos wa ‘exediyy vf ap znf vf ofeq ofnoxy wo woxstA -miso ‘wore uprqurea A eaquroype vy sopad ap woseuoT, ‘sor10,1, oysnSny ap oveNdzI0Me Jop 9pr0g J9 ‘soUOTTS soy ap Sejor sey ‘seunz09 sey uoratdwoy “ouorss9 Jap souofes soy uo ouaeune & oxdutos soy onb Joqonn Jo por uouan ‘oaqurey sod ou —soyuatp s6y aszeyye vxed sowso] soy woxadox ‘opuexjes 0 asopuysed ‘soqpa & vA ueqezueoye ‘aqreiso opanfas [op Somqyy SO] eafoMA Ip oypouy “seq op vueyeur exep eunBpe eseonua x] 2s 00x50 [> anb opipags wisos “ejopupsodso wurvo wiso aye(acy “esvo ns ap a]qeajesut ozonsop [2 ua ayqedyno wea my Ou aonb apseq -o1d wuodunt aut onbsod o1s9 oos9 ay “eA vaseg -uepanb aur oub soy ap wioye sombyeno ua x98 opond 1s ‘esoye so opuLns [2 1s 9 ‘spuop wuodunt ou vd Sxemus [e 0 ‘oBany ‘zosusose |p ug “wioye ou ‘ou oxod ‘omsim esoye osvae {soxrfouos 200 UDULIONP wzaISLN UIS oYDOU wOIqND AS Uy “souOIS -109 ap korea eun ev Msise ered afop vy opuEnd ajop -upiqeiosa of ert94 onb too wuTTeo Bf eNUNTOD ow eID Tr ap ope] aisa ‘Joded yop ope] axso ur exed ‘ense [pp esormny eamquts ef asresganb of o8%0 jr9¥y a1uond jo poasn esr apuop ‘oros ety as opor oyeasoxat aso ua onb aqpaqq “hoy ap eno] ru e rode op emop rut oun anb aquand jo seciade ‘opearozur yo poasn vied vios eurzed e ap ooueig wo ozon up gopapuy ‘oUsMBIs wp [> ses9A ap sq? “soooueure ap epest8 epros eum ofeq ‘oospuy ‘esvo ns uo je onuMUOD ey “souorsTIoD ap ware zun e ansise eygop onbsod wizes eso }dumazoyuy -osid opunias Jo A oxound Jap sopato sopiBtr soy wypona ap oanbuegy anb voo wtujes asu919919 e] ‘opos 9p ompour ua ofa anb enifaye egonbod eso parsn asuord ‘zap omwourejog *-soauoyu9 A —aostures 09 “Ise 198 2p ey vieg anbsod— wostuues ua 204 pes ‘epepdix0y vozauede aut as 4 exeg e810 soy anb & oparur sod sopreypa oqap fe op anb our ‘soumeuosos sopra wea soaTanMTAoUt sns opuop Suray [a uo asopugrpsad o (gaqraureBaL wafer anb oypeyonur asa ‘pepsea ‘oounuy s9?) coupuy op ‘orsng [9 2190s opuerpes ‘soypudea A serousi.n ap souaTy A soquiaasajope eX ‘oflzey ojad Jo sojopuproeu & soay eA ‘opuarodia 4 aypou vuanyp ns ‘oSruruoo zorp soy a1uour -2jos ‘epeu sandsop ‘onfouos own un ouear ef op euyed vj ua oannuoo sesp dour sony “spur ou ed & zaIp uuos anb so ojansuos fur ‘opspuy eprronb ‘agupuy, Entonces est el amanecer y una fria soledad en la que caben Ia alegria, los recuerdos, usted y acaso tanto més. Esté este balcén sobre Suipacha Ileno de alba, los pri- meros sonidos de la ciudad. No creo que les sea dificil juntar once conejitos salpicados sobre los adoquines, tal vez ni se fijen en ellos, atareados con el otro cuerpo que conviene Ievarse pronto, antes de que pasen los primeros colegiales. 28 Lejana DIARIO DE ALINA REYES 12 de enero Anoche fue otra vez, yo tan cansada de pulseras y fardndulas, de pink champagne y la cara de Renato Vities, oh esa cara de foca balbuceante, de retrato de Dorian Gray a lo ultimo. Me acosté con gusto a bombén de menta, al Boogie del Banco Rojo, a mama bostezada y cenicienta (como quedsa ella a Ia vuelta de las fiestas, cenicienta y durmiéndose, pescado enormisimo y tan no ella). Nora que dice dormirse con luz, con bulla, entre las urgidas crénicas de su hermana a medio desvestir. Qué felices son, yo apago las luces y las manos, me des- nudo a gritos de lo diurno y moviente, quiero dormir y soy una horrible campana resonando, una ola, la cade- na que Rex arrastra toda la noche contra los ligustros. Now I lay me down to sleep... Tengo que repetir versos, © el sistema de buscar palabras con a, después con a y ¢ con las cinco vocales, con cuatro. Con dos y una consonante (ala, ola), con tres consonantes y wna vocal (tras, gris) y otra vez versos, la tuna bajé a la fragua con su polis6n de nardos, el nifio la mira mira, el nifio la esta 29 fe pepaumy ‘pepaumy ey so onb “ta1q Aoaso ow onb exeyAy sw] & sjzep anb o8uay ssouoms £ snsisex Syqisodwt so £ ueSad af ep © A ‘sepeaiooryp sexenoes 0 soxsony sel -uvseu 8 JOges UN “esporpauT B JOTeD UN oUTOD opuaTgns Ba our EIU P] WO OMIT ns A OBTUIIOS BIKER ELEY SIT opueno soxedez soj sod enue our exam ey 0 wedad out anb amuses onuap sod sezreBsop t ta our ou owgo A wos -omb ou onb aured ey sq “wosomnh ey ou ‘euvfay vy eur B onbiog “erepy SIN] ap wo199 a1uaUTE[OS © ojoptEsoq Sepreypy sit] woo opuryreq Aorso onsnf A ej aqos oasne 8 oozouos opueno ‘100d so jsy ‘souopugtonb wea £ B99 Wh Sop. so ‘so1Badse soy 330 opuesodso ‘onzied “ap exva UOd oyUIOD swOpuYsTUT [9 ‘ooTEWT UM OMIOO eye 9 anb ejoo e] uo opepooe epepy STU] & 27f0y Ue ojopugarar ‘ouerd yo wa of £ gameq aeyUeD v eq! BION opuens smuourasn{ & eumasus epues 3 0 ueqeiad 2f ‘apresed rqap aqqus0y o8ty “sofoy ues yur & ‘eypnbe eqused ary xeesed a1 gnb o19q?» :oftp “eau03 owt09 ayp -out gpanb as exoyy “oaues exadsasap our ow 4 ‘opnuas Is sayua8 sesa annua vjos Aoxso onbsod worq ommenSe x “opera op wres sofour ns aod £ 92 yo wadooe our seary so] ap oonyp 9 anb wo (owstur aruessur Jo ua 59 Is 96 O4 oxad) ouisyar ayueasur Jo uo o9tond un ono ope] ung te wa anb 4se sa anb squourejos 9g “epeu eruais onb so ON -«soiou sosedez soy sod exquo aur aaar Bf vIOqE ‘opeoy aauand un opuezis £osso eioyy> :o8tp apy ‘omuop sod ansisor exed oarosox aur A ‘seany So] ap OTD Je 93 J2 ‘sofndoy op wxoys ef & osaq un Aop a7] “eayns ang) -saourexostaodd ‘sore apsap opuesare giso of as onb ‘oses ap oso ues £ opriay opts ey ou eyaepor anb opepjos un vexed sepuoa of seoey oulog ‘ood un opnie vy soouciua anb oa X ‘mabe epsep onrende of ‘ojary a5 anb “eayns ond) “eyonp oxed ejos 4 sofay ‘onmmasoyuy ns op eganp spur o3taIs Ff foSruraos of ‘Teuosrod esoo oood un so ‘sousur euuodut aur saouOWIGT “seaRy So] ap OoTYD Jeo somBoy ap exOUDS e] © 93 Jp oan of A purems ap oqax ap ses0y sep TOS 0 opRsaa um 01100 © opuaratmp Aoxso opuens ora exadso -sop ami ou ‘Ty “unad 9 A of Aos anbsod ‘auad ay anb ~sod spur ejarpoa eye & “ep & upiqures A opens fe ueIA Ff anb soueur se] ze0azs0qe ‘ovr epreIpo cquouTEfos opang “ueSed 9] anb ‘oxyns anb ‘ony ouan anb 9s sooaa eau ap “ompo je 4 vpmnues ‘zaa eno ary aypoue ose sod A sadoy eumy ys orag “waar ou 4 sofa] opel zambpens ‘ofuewayeziong) wo muorns o énfnf us eso eyeur ap edad Ssodepng wo efspuomt ‘esoo sambyeno ios onb feuresSeue yop eurar vj ou oxad sokoy eunpy so anb esa y “aypow ap orpo za wno anb A ‘eunas ey sa ow anb easy & our auqe anbiod apquisogy “apqpsi0y “ONT +4 euror ey onbiog ‘adnpouoo ou enbzod ‘onus un auge anbod ‘a1s9 ‘osounay ue, “=A euros ey $9 “sasoy, earpy ‘sreff0Oq] epry ‘Tec 1opeayeg :searesivue sosop -aid soy Q “eutesng ‘ozne m3 osn seury Seop our o “UE couuoursp “spery ‘sosouney 4 sopogrp spur soy feud ou ‘oSrure ‘sepe po wus’ eapes ‘so1og} sory “semospusred apiea sya A ‘sop son ap ‘nena ap :sexoy osed jsy -osodax ‘eieyys ‘sosniqy ‘qeunrae ‘vungey ‘eyeqgo ‘sepemsoye som A son wor “opuearur entre esa nieve que no siento, que no siento y me esté entrando por los zapatos. 25 de enero Claro, vino Nora a vermey fuela escena. uo pumeMs Y oweUEFEUAT 0 ‘So4>y PUNY ap 294 we iC suiae 27 $9 reureadeue an otusqer Of ‘olo ‘eqesuad of of orso oxag “seuumjoo seunisases anu2 quand jap epenue ej uoo “ezeyd e] v aauocreerqe ees as eoneyd mu ap A ‘eparqod “udoyp ono 4 wrdoyy un anu ondSeiq espa v repnpes eon OX “sesrequiia & Avyo ap sazopaqag ‘Aorny seisipera A oxmeqy cape, ‘seurrapod seproanbiuejquio ap s90x94 Soiye uoo soruany 4 sons -eBlaqe soonyp wa ‘seutrus o sesvo ua auuzepanb sooo v opustionb 4 opuepue o2od tm ‘aauand jap owuorunseu jo riseqy mos sepel, vzeid ef 10g “sopeoxayy soy ap ayuond BP ‘sepet ezeld er] “ounues fo A arquiow ns 9yfeq s1q x9U -iad jo 4 oxzo;u0o Jap jeuy jo anug ‘ands ‘ezardury p20) vaauond jo wzaidwre ezeyd e ap yeuy ye onb x -(eper anb soueut sa osa & osuard of aquautejos ‘ourato 89 ou vk 0189 oxod) vzejd wun ua ors anb seqes ‘opidumsroqut + ouLoqey asin ang “o1ABe1g es[qj gype ‘seNosou maby soyding wis ‘ezeyd ung “ofduns ues ourures un se -sunerey mv A ypeg m & uorg soutoreSoyy “pueur ‘fon ex -ezed eum so oxquiow un opuop pe foaquiow ns roqes ou sod eprpsod wiotanase A asadepng ap ezeyd eum e opeday asoiqay sezoa ap 18 owro9 oood un 50 ‘ezeyd 2] ap axquiow-|a 9 ou o1eg “sojBing ‘ous UNGS “CULIG PULIqOCY :oOWIOW! [9 Ua EprANDaI So} ‘opuesuad zefeya ye sarquiou wuaaut eu “eprapzod our ou §S oqes ugiNd ““aysou ap wey ‘oypou ap aesuad ays ‘orumosur jo euesadsa aur sgndsap anb opueypadsos seued uts ns9a our ‘Uoap Jp Uo Hae, op OFS Berg es[y ap oussiouoo jop ape vy kag “amas osmb ou 4 gstiad or] ‘aiuond jo estas anb osndns ezeyd xy ap spndsagy -soad off 0 ouph eivungs pxburel] 9s pye anb zopessad unreur unSpe A sezeoseg £ Soxos sojary ap aiteuoN of Jap vuNOUD ised ‘on Ja BD -uoo vzid vun sey (Sojding fo we Otge jo auzelap 4 o14y 989 oD) jnze anses ru 9p opfsjoq [2 wo edeut [> ‘astm op osed uoo euqog ef sod sepuy “seueauiaa se] opuotoaqsoqosua o1uata ap sooay 4 soyuvouny sezeJou, ‘sopidia soauozyjod A searuBejeso ap sopezise sojfeqe> “epuoyg eapoadsiod ey uo ‘eumg eursqocy vy ap opey [> Jog “sejopuysuad epnde sey as ow ts sap.ea sey Eun Hos ou owod vonoy’ wsopyaa apex ‘opsey op vio A pepry a1quaer Bf v eqeBayy “esormno vsoo eur gsuog “'seIpour sun ‘eurefaja. un oprepueyy “ofiuqe xmosu0o opnd © ‘uefad a ou exoye 794 yey, “vavloy By ap epeu uot an ow onb sesp san sovgy “esormo vsoo eum astag axouo ap 97 viento por Ja espalda, manos de toalla de esponja Hlevan- dome por la cintura hacia el medio del puente. (Es més cémodo hablar en presente, Esto era a las ocho, cuando Elsa Piaggio tocaba el tercer bis, creo que Julién Aguirre 0 Carlos Guastavino, algo con pasto y pajatitos.) Pero me he vuelto canalla con el tiempo, ya no le tengo respeto. Me acuerdo que un dia pensé: «Alli pegan, allé la nieve me entra por los zapatos y es! en el momento, cuando me estd ocurriendo alld yo lo sé al mismo tiempo. ¢Pero por qué al mismo tiempo? A io mejor me llega tarde, a lo mejor no ha ocurrido todavia, Alo mejor le pegaran dentro de catorce afios, 0 ya es una cruz y una cifra en el cementerio de Santa Ursula. ¥ me parecia bonito, posible, tan idiota, Porque detrés de eso una siempre cae en el tiempo parejo. Si ahora ella estuvie- ra realmente entrando en el puente, sé que lo sentirfa ya mismo y'desde aqui. Me acuerdo que me paré a mirar el rio que estaba como mayonesa cortada, batiendo contra los pilares, enfurecidisimo y sonando y chicoteando. (Esto yo Jo pensaba.) Valia asomarse al parapeto del puente y sentir en las orejas la rotura del hielo ahi abajo. Valia quedarse un poco por la vista, un poco por el miedo que me venia de adentro —o era el desabrigo, la nevisca deshecha y mi tapado en el hotel—. Y después que yo soy modesta, soy una chica sin humos, pero vengan a decirme de otra que Je haya pasado lo mismo, que viaje a Hungria en pleno Odeén. Eso le da fifo a cualquiera, che, aqui o en Francia. Pero mamé me tironeaba Ja manga, ya casi no habia gente en la platea, Escribo hasta abi, sin ganas de seguir acordindome lo que pensé. Me va a hacer mal si sigo acor- déndome, Pero es cierto, cierto; pensé una cosa curiosa. 36 30 de enero Pobre Luis Maria, qué idiota casarse conmigo. No sabe lo que se echa encima. O debajo, como dice Nora que posa de emancipada intelectual. 31 de enero Tremos allé. Estuvo tan de acuerdo que casi grito. Senti miedo, ine parecié que él entra demasiado ficil- mente en este juego. Y no sabe nada, es como el peoncito de dama que remata la partida sin sospecharlo. Peoncito Lutis Marfa, al lado de su reina. De la reina y— 7 de febrero Accurarse. No escribiré el final de lo que habia pensado en el concierto. Anoche la sentf suftir otra vez. Sé que alld ‘me estarin pegando de nuevo. No puedo evitar saberlo, pero basta de er6nica, Sime hubiese limitado a dejar constancia de eso por gusto, por desahogo... Era peor, un deseo de conocer al ir releyendo; de encontrar claves en cada palabra tirada al papel después de esas noches. Como cuando pensé la plaza, el rio roto y los ruidos, y después... Pero no lo eseribo, no lo escribiré ya nunca, Ir alld y convencerme de que Ia solteria me datiaba, nada més que es0, tener veintisiete afios y sin hombre. Ahora estar mi cachorro, mi bobo, basta de pensar y a set, a ser al fin y para bien, . 37 of “ssopupé A wsvo ef wjana zep urs ‘oquata ja eNOS oxjens ovod un oped Jo ‘su8 arses ns uo eunsipuy soAayy euHY vqr ezed ey ap ounues asopugé anbiod ‘sox0x soredez soy sod opuenua eqeiso of aaonr ey anbiod ‘OLY aC] ‘gud Js eioyy “operedas ueiqey as onb ota (ek eqean 20a yea) sofo soy mage py -sojqeuoouy seSiney rod soperqoSe ‘souquioy so] omord ap 4 ‘oyfano Jo upiqure, ‘adjo8 un ye exazam ts ow1oo apopupyop owspur opnupd Pp A ‘seqpfour sey sepefour gris onbiod wffo x08 eqacy “eqesO]| sop sej ap vu atows>Mp anb gazed or “uy sod £ odns wea sod ojsviqopeo wis “exro1014 us op umfas osad ‘epesueo wey aauoureunuados xuno -sndazo zny vy ‘exony op sauorpesuas sey opusényar ‘e101 ‘ugisny e u9 sofo soy o329> ‘opuenues of: fe ‘semoped op asreyfos tn v ‘ouuny um e jenSr peporay op 339919 uh oo ‘ozeiqe ns op onuap eanjosqe 4 vsazue ejopugnuts ‘eansypedjop xofnur ee emuaZ “aqqruarsos ‘aj wor ~21298 euM Uod souDs sof anuD eqRAR|D a] OzEIGE Top easany ey anb ex0y7e9 Bf ap axs919,]9 ON}Op 2] EUTTY Y ~soxepid soy us opueadjo opearn off jp oo ‘oauend ja wa sepeeo A sepiSpr uorezesqe 28 sop sey £ oyped ns exruoo grazde as asuond jop soft 2] A ‘Sesuod & asopuy8au ‘souvir sey ugiquren oBzere & efjo ¥ oyunf oamse —ony & offgn{ ap ajqpsz0y oes um woD O19 OF— ug ye asopupsaqr ‘“JOUIES Mg “Texouod odesus uM ap sgndsop omioo svroueassp A soasad “eyqus of exoye ‘op ~wonidox eyo v orun{ oamso euryy “asopupzpuay ef ord sepezss0 oood un soweur sey ap onSoyd Jo wa ‘esonus ae exeo of ta opray £ offy o8fe 09 eqeradsa opel A oxo ofad op so(ner eaworderey ey opejosap anand jap ona [8 Uy “eprouco pep ee aszesjoa op “Hana Te ap oasap un oiuosd ap 4 (epeSiaqe waiq eqease ou) sozsnut sof ¥ eqeBad ay 9s exoqjod ej omgo vstuag “eSnsoy A ey -ueue anb ‘oyrp ‘olege op omara un aoax9 orqnuecy ep £ wuodo os satu ef anbsod ofeqen wos wioye op ~uepue ‘oxsu20 [9 easey gzns9 oy A aauond ye OB9yT ssoyexedvoso A sexooe opterqures “eno & BIOLIpTA eum op weqeiayj ej nb sonbuexe soasniq woo exesoxdxa 28 4 exorfoase oasap Jo aonb opuvlap ‘opeyseurep oyosx9 -odoxd uys oxed ‘o8je araureSea opueosng sopey au14 sod oanpue —esopmo 4 epidyr wxo— vjos zeuruneo equasnd 2 wor) ‘osrysap Je A pepnio ef 1a00U09 & OFfes CUTTY exp opunds jap apava v] ug “o1oJOAIp ns ap'saque sosou sop exo Os “zaTy pp ua uoreloze as A [EGE ap g JP aod -zpng v woreSoq] osodso ns A zozry ap saday euny “onquioy Jp we oueUT eu ajredade A°Spey ns & af OF9s TOD sezon A efjaq spur epeuTump euoz fu e greums as ‘of Aos aruatuyeas 1s yxeBalqop ag ‘epsos A eprqeput uomedimsn eso ‘vudyeur eUaTOypE ese 2140s CUTE I ap LLIOWTA By pros J “ofeqe sye Opn Jap ero: ey sefaz0 se] wo EAUOS Of ‘ouepuos [ep stpou ey ‘somazemte sou A gzeypey ey rund pug omar uorq exed oneyp ap wseq A ‘oquiase OTT) “oLIaD -uod Jap aypou ej gsued O| Outod 398 ap ey ou ozad ¥ITe some, “epsSope op wareaadso woo ‘ezurexedso op wpsBaye 09 o1se pap Us jp ap auEes msn our ow Boy ¥A— seatm{ "qprenr Ou sesoo sop sey ‘oFTeEp UN aqLIDs9 0 ¥seD 9s © BUN anbrod ‘opsemp 2989 guezz09 anb eA ‘ofrequio UIs A Omnibus —Si le viene bien, tdigame El Hogar cuando vuel- va— pidié la sefiora Roberta, reclinindose en el sillon para Ia siesta. Clara ordenaba las medicinas en la mesita de ruedas, recorria la habitacién con una mirada preci- a No faltaba nada, la nifia Matilde se quedaria cuidan- do a la sefiora Roberta, la mucama estaba al corriente de lo necesario. Ahora podia salir, con toda la tarde del sébado para ella sola, su amiga Ana esperindola para charlar, el té dulcisimo a Jas cinco y media, la radio y los chocolates Alas dos, cuando la ola de los empleados termina de romper en los umbrales de tanta casa, Villa del Parque se pone desierta y luminosa. Por Tinogasta y Zamudio bajé Clara taconeando distintamente, sabo- reando un sol de noviembre roto por islas de sombra que le tiraban a su paso los arboles de Agronomfa. En la esquina de Avenida San Martin y Nogoyé, mientras esperaba el 6mnibus 168, oy6 una batalla de gorriones sobre su cabeza, y la torre florentina de San Juan Maria Vianney le parecié més roja contra el cielo sin nubes, alto hasta dar vértigo. Pas6 don Luis, el relojero, y la salud6 apreciativo, como si alabara su figura prolij, los 4 & Bios ap sozepad woo. soppreaue sorpeqea ‘sorons sooze4p ap euoz ‘epeNsy vf evTeAg] as owls] ouaNxD OxnD Wo soxpeq Soy werptias as e1eI/) ap OpEy jap A ‘xeeaqy ferrdsoy Ppp sep Veqeseg ‘souET UBUD snqIUUHO [> Ua sopor an woig 1se9 ¥ysa 4 “eypse9eyC v va 1s soMNEL dA9T] a1U98 B| anb warq yasa ‘apuorose upi00r onb ye wasmur sosatesed soj anb jermieur sq -zesuad opuop enon eun ‘pepringos ap buo7 wun yse equidory sesqjed us sejsrunas v svzueaye luis eun v vun sexa| Sef opueapisuod ‘esezupasy K axuapy Prog VON VT caus. egiand 97 ago ung woIrdeosur ns A wous8row ap euond ey ap voueped ef opueuutexs ‘oraqueyop opjedsaz opeadonsa 19 ua sofo soy oly ‘odzan9 fp oood un seyeqsax ofep ‘vombur auoueugas “opueatur uesaramso e] sou Sof 1s ouio9 ‘senupuod A seyuare sepestur seso vopuelay ueqesod as vst ap ozuarmos ns azqos A ‘(esu9) of ou oxed) 21380 €] a9 az aN JoMar OOD ests ap UOT LUM ‘[qeure aoejuasap un opeiodss ejqey anbsod uaiq seut ‘soxofesed So] ueqeaay] anb soures so] 10d nr vfja ua solo 80] 9p viauaprouros vy 40d ou ‘oyip spur via 29a epe> onb »puonuys ‘eq9!9ar9 ozraTYso UN WoD sepEITUL sns oanasos anb tej uo vsoa eunSje zeonuo ueposed “esey") visey oxesrur soxafesed so] sopor ‘apres cnuaise offze} jo ua Sopepesur ‘snqrumg jap opuoy jo uy “opungzasneu ise Jo] um opupttoduoo seypreSzeur ap ourer un woo ‘oanp offend ep ofaja un ap solo soy weqeiso vse9 ns op somour “Huse sop y ‘seia4 ap epeforra “zapides woo wyjona asiep ozty x] epuaun.odus: eno ap eypadsos ey ‘orqepessesap uuoisoxdunt eum von ej uo ed enuag “sefoo sns 4 sorqey sns ap ofpmaso Jo ua euzosqe epmias us oanyss { ouladsa jo goes exeIC) A “oou90 UM aIqOs L9eA BUN OLUOD aqUaUIOD)Np uw aru vf A eapana orp 9s owes fo axqos sod ‘eyo v OUT F| wroUds B] soouONTY ‘aIUe[ep ap OWoIse [a us Eqefera anb sojaxep ap oures weal [op exouss e| € ofoas ap Qas9sq0 ‘orapauout jo uo ox9joq ns sepreng us epednog “esorar3u A epedejeq anua esv[-) osuad ‘«soprdmso op seg» “viarrea epor & UETvOAOYD sod oNeU as A oes GN omp snqruwo je ‘soya anus uoreTUr as ‘ere B WORT sop soy ‘eprend fo woo seaqeyed seun grqureo anb ‘saqurey ap treo Wo Opasang orga UN EX “OIUDISe Ns Uo epIPUNY Anu! vmIunsip wisey opueosng o1od erouesip ve sod ofeqen wos ‘oxiux vf upiquiey 4 ean oIp as JoxNpuoD Pp ‘tema op sore ‘une weg epruaay ap sawend jap eummbsa e[ wa X ‘opuestuy eynas ef epsens Jo oub o1 $29 -uonrgy “eye v] ap opey 9 ep asdurazs anb opserord -oxd ap sanejd opnuous fo woo opeasut as A ‘wpuaBaamusy ap muang ev espuodsazi09 anb Jo ofsea offer] Opuoj Jo BEY omaise gosnq wife esed opustiuog “ seuIND seruarur ‘esoo vundpe vues “eu¥> “esor 0 yNze J9IOq UH oraioyoq ‘eaxeUe ‘eoreyAp> sout0d OBE ‘eiouRzUT ap Os194 tun ap opz0oe as exe]. 4 ‘opesor 039[0q Jo.-o1p 9] sondsaqy ‘oe ap opeyenxa owiod ‘eu1Due op solo soy LIEDeS aT odn pp anb us “«aournb ogg» 810] offp 9] so00 soc] “sep eu sej Asofexta so] rexuenge ered oxoysuro ‘sepequics seuzard sns asqos supeduioo A wooerax ‘soSrare soood op erea wos eqezodse epend [g -019[0q |p seBed uo oxourop 95, ‘sesoo ap ows] osfoq [ Ue sepouOUE se] OpuRdsng -opaea e] ap epeyes eumbsa vj wo vsafesed ejos ‘eavjp ered vaond vy asruiqe Je oypazsnesuy opyng ooas ns opuerfos ‘goy Jo stu9Ur ~euopoUIed OUTA BIDRA aTfe9 Bf Og "PUTED vsTYG yy oxqos oouejq oafjand ns ‘efaqse spur ueyoey ef anb soredez colgindoles del pescuezo. A Clara la costaba apartarse de un paisaje que el brillo duro del sol no alcanzaba a alegrar, y apenas si una vez y otra se atrevia a dirigir tuna ojeada rpida al interior del coche. Rosas rojas y calas, mis lejos gladiolos horribles, como machucados y sucios, color rosa vieja con manchas lividas. El seftor de la tercera ventanilla (a estaba mirando, ahora no, ahora de nuevo) Ilevaba claveles casi negros apretados en ‘una sola masa continua, como una piel rugosa. Las dos muchachitas de nariz cruel que se sentaban adelante en uno de Jos asientos laterales, sostenfan entre ambas el ramo de los pobres, crisantemos y dalias, pero ellas no eran pobres, iban vestidas con saquitos bien cortados, faldas tableadas, medias blancas tres cuartos, y miraban a Clara con altanerfa, Quiso hacerles bajar los ojos, moco- sas insolentes, pero eran cuatro pupilas fijas y también el guarda, el’ sefior de los claveles, el calor en la nuca por toda esa gente de atrés, el viejo del cuello duro tan cerca, los jévenes del asiento posterior, la Paternal: boletos de Cuenca términan. Nadie bajaba, El hombre ascendi6 agilmente, enfrentando al guarda que lo esperaba a medio coche miréndole las manos. El hombre tenfa veinte centavos en la derecha y con la otra se alisaba el saco. Espers, ajeno al escratinio: “ouog spur ‘18 spur ‘ouonbad spur alo P pared goF Ja A sojos sop soya wosepang ‘seayseBreur sey ap ofora JP ‘seoqyp sop se] ‘soures sus woo sere ap sazq 204 0 sofox sajaavyo soj ‘sepeo sey uozoT[eg “soures 50} borg uo ermiie A seruyjd sey ap saoyer se] exomour only SLR op ofeqap ap oquara tm ‘oruDEA erorNy Is OmI09 ueqende os anb sourex so] anus sojopugiur “refeq ws ‘ouofesed ye opuesrar 4 ejopuysmu ‘efy uo Sopor A ane tarond v] ¢4 "zon eum op uasefeq anb exed sesor se v & soyompe[s so] & oasap Jo uoo em A eradso sywated ns 9p eqrdionzed exec) senorur ‘onojse un oasn ¢ snB5j9 9 ‘red amt’ oy exeleq onb grado oypeqonun [gf ‘ossuqe |e OP nq un o7py euzond vy & ‘ouuotroaens oamap os snag Tq JoIRNsTOD uN o ‘omg ap FopouM uM o ‘ePEULIE ap aquorpusdap un zaa jen ‘oouey 4 o7poues ‘oypeyonut opty un exg “kIeID 9p [OP aWEPP O}SeA UAISE WN UO serpowr © opnour ‘opeape] opanb A ‘soaflow sajaaep Soy ¥ anes zelop ered opesed eqey as osafesed [9 ‘oxye of uO orporede soafar sajearpp sor] -ouren ono je ue wel -e1A 98 anb waig of “reqe(eg es sovmens 194 Te EperATe WED oxad eypaeausa ns uo enarb “eavjc) eed wres[O Sax0 Set £ osnyuoo odna8 un esqey semry “See se] ‘SoforpeAs soy ‘sequieSireur sey toseatye 9s senap ‘epyyes ap tazond ey ua cuosepeasut as A ofpsed jo 20d wosortna sexrypeqonua sey -ouranuourso Jp ojastrad ye auay epeurjdxo ey & ose00e ‘uep onb seamo sop sej 2 Onu9 g9T [9 asioua}9P WS “soured sepor ap 2]opupAeo ony ofany janbe sexed wred solo sns woo oTOs ‘osuayaput ap o8fe eqenuoouo a°] “sivourepsnsqe osuod {> -ouofesed je eqerambur esoyp anb Jp sod souue somuras ap Oso9e MS ONpIUE LICL) ‘opueloge ouroo sopremma vied eyana orp as oyperfsnar [> anb easey ‘sojorpeyd soy ap ezoues ej ap ‘seumnbrp sop se] A epreng jop sepestur sey uequip aauefope ap ‘uorueur ns «ua eooq ns ua optnflas un asopupaap “ese ap ONSOI |> od woresed solo sng ‘seurredreur se] Uo omp offen yap ow ~epour [e A souiarsod ontiaist [ap sosafesed oxen soy e x94 [e oprpuardaos eqeponb as 4 ‘syne eioeq spndsap ‘ono ye A opey un e vqeatu ‘orombur erased oypeypnee yo anb gnow (oures un souay ou sod “epedt sod jeyon A ‘ema ws9 x ‘ajfea eso oxad) asiefeq ap seued wesuaa aj ‘eoanyy CurOD asopugntns ‘epeunsqo espuodsaa 3j exe[Q “zourod expord

You might also like