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Consejos Prácticos para los Nuevos

Conversos

Iglesia Adventista del Séptimo Día, A. R.


Octubre de 1998
Contenido

PRÓLOGO ..............................................................................3

I. CONVERSIÓN .....................................................................4

II. RELACIONES CON LA IGLESIA ..........................................5


1. LA IGLESIA REMANENTE ........................................................5
2. ASISTENCIA A LA IGLESIA .......................................................6
3. LOS JÓVENES .....................................................................7
4. EDUCACIÓN ........................................................................8
5. SERVICIO CRISTIANO ............................................................8
6. LIBERALIDAD ......................................................................9
7. DEBIDA OBSERVANCIA DEL SÁBADO ...................................... 10
III. EL HOGAR ......................................................................13
1. NOVIAZGO Y MATRIMONIO ................................................... 13
2. EL HOGAR CRISTIANO......................................................... 14
3. EL ALTAR DE LA FAMILIA ..................................................... 16
4. LA PUNTUALIDAD ............................................................... 16
5. LA REFORMA DE SALUD ...................................................... 17
6. LIMPIEZA DE LA CASA Y LOS ALREDEDORES DE ELLA ................ 18
7. EVÍTENSE LAS DEUDAS ....................................................... 18
IV. ACTIVIDADES SOCIALES ................................................19
1. ASISTENCIA A LOS TEATROS Y CINEMATÓGRAFOS ..................... 19
2. LOTERÍAS ......................................................................... 19
3. SOCIEDADES SECRETAS ...................................................... 20
4. CONSERVACIÓN DE LA UNIDAD ............................................. 22
CONCLUSION .......................................................................24

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Prólogo

El objetivo de estos consejos es dar a los nuevos conversos


información respecto a sus obligaciones cristianas, a las
costumbres de la iglesia, y a la manera de dirigir sus vidas y
hogares en armonía con su fe recién hallada. Dios llama a un
pueblo de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Muchos
proceden de iglesias cuyas costumbres son completamente
diferentes. Otros vienen del mundo en donde no hay preparación
religiosa de ninguna clase. El propósito de Dios es que entren en
armonía y unidad con su programa, conforme se revela en las
Sagradas Escrituras y en el Espíritu de profecía. Se necesita un
milagro para alcanzar este objetivo, y este milagro lo realiza la
influencia del Espíritu Santo.

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I. Conversión

El nuevo converso debe estar seguro de que ha experimentado


el nuevo nacimiento a que Jesús se refiere en los primeros
versículos del tercer capítulo de Juan. Es difícil explicar el cambio
radical producido en la vida de un hombre en el momento de su
conversión, pero las Sagradas Escrituras nos describen
claramente los resultados que se verán más tarde en su vida. El
converso debería revisar su experiencia conforme a las siguientes
normas, procurando alcanzarlas.

“Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que


amamos a los hermanos.” I Juan 3:14. En esta iglesia remanente
el nuevo converso hallará creyentes de diversas esferas sociales.
Debe preguntarse: ¿Les amo a todos? Si esto no es así, necesita
un cambio más intenso de corazón y de vida.

“Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de


arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la
mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.” Colosenses 3:
1, 2. He aquí otra prueba. ¿Tiene todavía sus afectos puestos en
las cosas de esta tierra? ¿Divaga todavía su mente en temas como
los vestidos, las modas, los placeres mundanos, etc.? Si esto es
así, es prueba que su conversión todavía no es completa.

Otra prueba de conversión genuina es el deseo de estar en


armonía con todos los mandamientos bíblicos, no importa su
costo, y de unirse a la iglesia que enseña toda la verdad. No hay
incertidumbre para hallar esta iglesia.

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II. Relaciones con la Iglesia

1. La Iglesia Remanente

La profecía de los 2,300 días de Daniel 8:14 es una de las más


grandes de la Biblia. Fija no sólo el año exacto del bautismo de
Jesús, sino también el tiempo de su crucifixión. Señala la escena
del juicio investigativo en el santuario celestial y anuncia el
tiempo preciso, en el año 1844 de la era cristiana, en que los
mensajes de los tres ángeles del capítulo catorce del Apocalipsis
deberían proclamarse al mundo. La profecía de este capitulo
declara que surgiría un pueblo que guardaría “los mandamientos
de Dios y la fe de Jesús.” Apocalipsis 14:12. El movimiento
adventista del séptimo día surgió en esta fecha profética y llenó
todas las especificaciones de la profecía. Esta es la iglesia
remanente y es la única iglesia que está proclamando el mensaje:
“Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha
llegado.” Apocalipsis 14:6,7. Este movimiento se ha desarrollado
desde un pequeño principio hasta rodear el mundo. Hoy hallamos
en todos los países del mundo miembros de esta iglesia
remanente. Los conversos aumentan tan rápidamente que es
señal de que pronto se completará el sellamiento del pueblo de
Dios.

Estos hechos llenan de confianza al nuevo converso, pues le


demuestran que no comete ningún error al agregarse a una
iglesia que, desde el punto de vista del mundo, no parece muy
popular. Puede dar razones definidas, fundadas en las Sagradas
Escrituras, para su elección. Todo miembro de la iglesia
remanente debería estar bien enterado de este asunto, a fin de
permanecer incólume en los días de prueba y persecución que
pronto se desencadenarán sobre el pueblo de Dios. Los siguientes
hechos le darán confianza adicional:

La Iglesia Adventista del Séptimo Día tiene las características


de la iglesia remanente mencionada en Apocalipsis 12:17.

Es una iglesia que observa los mandamientos. Una iglesia que no


observe el Sábado o el reposo del séptimo día, especificado en el
cuarto mandamiento, no puede asegurar que es una iglesia
observante del verdadero día de descanso.

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Tiene el Espíritu de profecía. El nuevo converso, en la búsqueda
de la verdadera iglesia, puede hallar alguna que profese observar
el reposo del séptimo día, pero que no tiene el don de profecía En
Apocalipsis 12:17 se nos describe la iglesia remanente con las
siguientes palabras: “Guardan los mandamientos de Dios y tienen
el testimonio de Jesucristo.” En Apocalipsis 19:10 se interpreta:
el “testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.” La Iglesia
Adventista del Séptimo Día tiene este día, y cumple todos los
requisitos de las Sagradas Escrituras. Los libros del Espíritu de
profecía, escritos hace muchos años, describen los sucesos de los
días postreros y sus palabras se cumplen maravillosamente en
las condiciones de los días actuales. En estos escritos el converso
hallará instrucción que le permitirá cultivar un carácter capaz de
resistir la prueba del juicio. En estas páginas nos referiremos a
esos escritos como a los “Testimonios” o “los escritos del Espíritu
de profecía.”

También sabemos por Apocalipsis 12:11 que el dragón sería


airado contra la iglesia remanente. Como es de suponer, esta ira
aumentaría al acercarse el fin. Si el nuevo converso es perseguido
por la iglesia que ha dejado, o por sus padres y parientes, esto es
prueba adicional de que ha encontrado la iglesia remanente que
despertaría la ira del dragón.

Esta iglesia concuerda exactamente en doctrina y ordenanzas con


la iglesia establecida por Jesús y sus apóstoles Si seguimos las
huellas de Jesús y hacemos como Él, andaremos por la angosta
senda que lleva a la vida eterna. No cometemos ningún error.

2. Asistencia a la Iglesia

Quienes estamos verdaderamente convertidos, deseamos


hallarnos con el pueblo de Dios en la casa dedicada a su culto.
Escuchamos así la admonición de Hebreos 10:25: “No dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”

Hay otro texto que parece tener una significación especial


para los Adventistas del Séptimo Día, “Congregaos y meditad, oh
nación sin pudor, antes que tenga efecto el decreto, y el día se
pase como el tamo; antes que venga sobre vosotros el furor de la
ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre
vosotros.” Sofonías 2:1,2. El decreto mencionado en este texto es
el de Apocalipsis 22:11, que Cristo pronunciará cuando termine
el período de gracia para los hombres. Se nos da un motivo de la

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reunión: “Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los
que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad
mansedumbre; quizás seréis guardados en el día del enojo de
Jehová” Sofonías 2:3.

Existe otra razón por la cual el Señor recalca la importancia


de que nos congreguemos en estos días postreros. El pueblo de
Dios recibirá el Espíritu Santo en la lluvia tardía antes de que se
dicte el decreto de Apocalipsis 22:11. Los discípulos estaban
juntos cuando recibieron la lluvia temprana. Dios puede desear
que su pueblo esté reunido, cuando reciba la “lluvia tardía.”

Es señal de firmeza de carácter tener un registro de asistencia


perfecta a la escuela sabática, así como asistir regularmente a las
reuniones de oración y otros servicios de la iglesia. En la reunión
de oración encontramos a los miembros más fieles y consagrados
de la iglesia. Los hombres se conmoverán con su consagración, al
observar la asistencia regular de usted a los servicios de iglesia.
Esa fidelidad se anota en los libros celestiales.

Tal vez el nuevo converso observe que algunos miembros de


iglesia no son asistentes regulares a la reunión de oración, a
mediados de semana, ni a la escuela sabática. No debe ceder a la
influencia de su ejemplo. Ningún miembro de iglesia puede
resolverse a faltar a la reunión de oración. Se le ha fijado para
mediados de semana a fin de que la iglesia pueda recibir
bendiciones renovadas, fuerza y valor para seguir avanzando en
los demás días de la semana. Es posible que el nuevo converso
sea un ejemplo para los viejos miembros de la iglesia, en cuanto a
asistencia regular a la reunión de oración.

Ningún miembro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día se


gradúa de la escuela sabática. En otras palabras, ningún
miembro llega a ser tan completo en sus conocimientos de las
Sagradas Escrituras que no necesite aprender más. Quizás llegue
el momento en que no se nos permita conservar nuestras Biblias.
¡Sería una bendición, para ese entonces, tener las verdades de la
Biblia almacenadas en la memoria! Que todo nuevo converso se
proponga tener un registro perfecto de asistencia a la escuela
sabática.

3. Los Jóvenes

El joven varón o señorita aceptado en la iglesia tiene también


un deber y una responsabilidad. Las responsabilidades son para

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los jóvenes tanto como para los mayores, en proporción a su edad
y su habilidad natural. En la iglesia tenemos una organización
para los jóvenes, que les brinda la oportunidad de estudio y
servicio. Todo joven que ingrese a la iglesia debe aprovechar estas
oportunidades de mejoramiento propio y de servicio. La Sociedad
de Jóvenes Adventistas en la iglesia local se alegra de que todos
los jóvenes participen con entusiasmo en la obra de esa
organización.

4. Educación

La educación cristiana es algo completamente diferente a lo


que suele obtenerse en el mundo. Los temas estudiados quizás
sean semejantes, en términos generales, pero el fondo es
absolutamente distinto. Todos los padres deberían estudiar los
principios de la educación cristiana y, en cuanto sea posible,
colocar a sus hijos bajo aquellas influencias que les hagan
cristianos. Al mismo tiempo deben darles las oportunidades de
prepararse para los deberes y responsabilidades del mundo
actual tanto como del mundo venidero.

Todo joven varón y señorita debería aprovecharse de las


oportunidades que se le ofrecen en las escuelas preparatorias de
la División Interamericana. El mejor lugar para obtener la
preparación necesaria a fin de ocupar un puesto en la obra del
Señor es una de estas instituciones educativas. Todo joven
debería pedir información acerca de estas escuelas y esforzarse,
en la medida de sus recursos, por adquirir esta preparación.

5. Servicio Cristiano

Se salva al cristiano para que sirva. Si esta verdaderamente


convertido, deseará llevar a los demás las buenas nuevas.
Reconoce el plan de Dios para finalizar la obra, especialmente a
través de los esfuerzos de conquista de almas realizados por los
miembros laicos, y está dispuesto para el servicio. El creyente
debe realizar alguna obra misionera todos los días, con el objeto
de cumplir el plan de Dios. Así el nuevo converso podrá anotar
una obra substancial, cuando se le dé el esqueleto de informe
misionero cada sábado. Conviene que el cristiano lleve siempre la
Biblia consigo y que aproveche toda oportunidad de presentar la
verdad. Su objetivo principal debe ser la conquista de almas; con
su trabajo diario y regular podrá cubrir sus gastos.

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El nuevo miembro de la iglesia se alista en un ejército en que
se espera que cada uno asuma cierta responsabilidad. Todos
procurarán prepararse para esas responsabilidades y
considerarán un privilegio que la iglesia les escoja para ellas.
Cristo es nuestro Comandante. La llamada que nos viene a través
de la iglesia, debemos reconocerla como la llamada del Maestro.
Al aceptar las responsabilidades, aumentarnos nuestras fuerzas y
habilidades para llevar cargas mas pesadas, y al mismo tiempo
desarrollamos nuestro carácter.

El cristiano no ha de permitir que la actividad misionera le


ocupe tanto, que descuide sus períodos regulares de devoción
privada y estudio bíblico. Es preciso estudiar las Sagradas
Escrituras a fin de presentar la verdad con claridad y eficacia.
Más importante aun es leerla y estudiarla con el objeto de hallar
alimento para nuestro crecimiento personal y espiritual.

6. Liberalidad

Al unirse a la iglesia, el nuevo converso hallará múltiples


llamados de ayuda financiera para sostener la obra del Señor en
rápido crecimiento. Es conveniente ser generoso con el Señor, ya
que Él tiene las llaves del almacén de todas las bendiciones
temporales y espirituales. El Señor ha hecho algunas promesas
notables respecto a la liberalidad. “Pero el generoso pensará
generosidades, y por generosidades será exaltado.” Isaías 32:8.
“El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también
será saciado.” Proverbios 11:25.

De las siguientes declaraciones que se nos han dado por


conducto del Espíritu de profecía se desprende que Dios espera
que cada cristiano cultive la virtud de la generosidad:

“La generosidad no es tan natural en nosotros como para que


la obtengamos por accidente. Debe ser cultivada. Debemos
resolver deliberadamente que honraremos a Dios con nuestra
substancia; y entonces no debernos dejar que nada nos tiente a
privarle de los diezmos y ofrendas que le debemos.” – Testimonios
Selectos, tomo IV, págs. 69, 70.

“La prosperidad espiritual está estrechamente vinculada con


la liberalidad cristiana. Los seguidores de Cristo deben regocijarse
por el privilegio de revelar en sus vidas la caridad de su Redentor.
Mientras dan para el Señor, tienen la seguridad de que sus
tesoros van delante de ellos a los atrios celestiales. ¿Quieren los

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hombres asegurar su propiedad? Colóquenla entonces en las
manos que llevan las marcas de la crucifixión.” – Los Hechos de
los Apóstoles, pág. 277.

“Para que el hombre no perdiese los preciosos frutos de la


práctica de la beneficencia, nuestro Redentor concibió el plan de
hacerle su colaborador… Por un encadenamiento de
circunstancias que invitan a practicar la caridad, otorga al
hombre los mejores medios para cultivar la beneficencia y
observar la costumbre de dar, ya sea a los pobres o para el
adelantamiento de la causa de Dios… Al dispensar a otros, los
bendecimos; así es como atesoramos riquezas verdaderas.” –
Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 401,402

7. Debida observancia del Sábado

El reposo del séptimo día es una prueba para el pueblo de


Dios en los días postreros. Los discípulos que siguieron a Jesús
durante su ministerio terrenal escucharon sus enseñanzas,
vieron como observaba el sábado, y “descansaron el Sábado,
conforme al mandamiento.” Lucas 23:56.

Para observar el sábado conforme al mandamiento, es


necesario recordar ciertas cosas. En la primera palabra del cuarto
mandamiento, Dios recalca la importancia de acordarse de
santificar el día de reposo.

(a) Recuérdese el tiempo exacto en que el sábado comienza y


termina. Levítico 23:32; Marcos 1:32.

(b) Recuérdese tener el culto de familia al comienzo y fin del


Sábado.

“Antes de la puesta del sol, congréguense los miembros de la


familia para leer la palabra de Dios y para cantar y orar.” – Joyas
de los Testimonios, tomo 3, pág. 23.

“Al bajar el sol, señalen la voz de la oración y el himno de


alabanza el fin de las horas sagradas, e invitad a Dios a
acompañaros con su presencia en los cuidados de la semana de
trabajos.” – Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 25.

Recuérdese que el viernes es el día de preparación para el sábado.


Debe suspenderse todo trabajo innecesario antes de la puesta del
sol el viernes. El sábado no debe comprarse nada. Débese atender

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a todo esto antes de que se ponga el sol el viernes. Donde sea
posible, debe cocinarse lo necesario antes del comienzo del
sagrado día de reposo. Algunos han llegado al extremo de
asegurar que es malo encender fuego, o siquiera calentar leche
para los niños o calentar la comida para la familia en las horas
del sábado. El Señor nos ha dado la siguiente instrucción a este
respecto:

“Aunque debe evitarse el cocinar en Sábado, no es necesario


comer alimentos fríos. En tiempo frío, caliéntese el alimento
preparado el día antes. Y sean las comidas, aunque sencillas,
atrayentes y sabrosas. Provéase algo que sea considerado como
un plato especial, algo que la familia no tiene cada día.” – Joyas
de los Testimonios, tomo 3, pág. 23.

El día de preparación deben zurcirse y limpiarse los vestidos,


lustrarse los zapatos y hacer todo otro trabajo semejante. Con el
fin de observar el sábado, en armonía con la instrucción dada en
Isaías 58:13,14, los periódicos y revistas seculares deben hacerse
a un lado antes de la puesta del sol el viernes. Todos deben
abstenerse de usar los aparatos de radio durante las horas
sagradas.

En los Testimonios se nos dice que “debemos cuidar


celosamente las primeras y últimas horas del Sábado.” Es
importante que estemos informados del tiempo exacto del
comienzo y el fin del sábado. Se nos dice que “el Sábado es un
broche de oro que une a Dios y su pueblo.”

Pocos padres reconocen en la forma debida las grandes


responsabilidades que Dios ha puesto sobre ellos, en la tarea de
preparar a sus hijos para el reino. Los padres especialmente
tienen su tiempo tan ocupado en los negocios y actividades fuera
del hogar, que no pueden pasar mucho tiempo con sus niños o
hijos. El sábado es una dorada oportunidad, pero hay la
tendencia de dedicarlo al ocio. No se aprovecha debidamente esta
oportunidad. El Señor nos ha dado instrucciones y consejos
definidos respecto a esta obligación. En Joyas de los Testimonios,
tomo 3, págs. 24,25 se lee:

“La escuela sabática y la reunión del culto ocupan sólo una


parte del Sábado. La parte que queda para la familia puede
abarcar las más sagradas y preciosas horas del sábado. Mucho de
este tiempo deben pasarlo los padres con sus hijos. En muchas
familias se deja solos a los niños menores, para que se diviertan

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lo mejor que puedan. En tales condiciones, no tardan en volverse
inquietos, empiezan a jugar y se dedican a causar perjuicios. Así
el sábado no tiene para ellos significado sagrado. Cuando el
tiempo es agradable, paseen los padres con sus hijos por los
campos y huertos. En medio de las cosas hermosas de la
naturaleza, explíquenles por qué fue instituido el sábado.
Descríbanles la gran obra creadora de Dios. Díganles que cuando
la tierra salió de su mano era santa y hermosa. Cada flor, cada
arbusto, cada árbol, respondía al propósito de su Creador. Todo
lo que veían los ojos era hermoso y llenaba la mente de
pensamientos relativos al amor de Dios. Todo sonido era música
en armonía con la voz de Dios. Mostradles que fue el pecado lo
que mancilló la obra perfecta de Dios; que las espinas y los
cardos, el pesar y la muerte, son todos resultados de la
desobediencia a Dios. Invitadlos a ver cómo la tierra, aunque
mancillada por la maldición del pecado, sigue revelando la
bondad de Dios. Los campos verdes, los altos árboles, la alegre
luz del sol, las nubes, el rocío, la quietud solemne de la noche, la
gloria del cielo estrellado, y la luna en su belleza, todo da
testimonio del Creador. No cae una gota de lluvia, ni se derrama
un rayo de sol sobre nuestro mundo desagradecido, que no
testifique de la tolerancia y del amor de Dios.

“Habladles del camino de la salvación; de como „amó Dios al


mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que
en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.‟ Repítase la dulce
historia de Belén. Preséntese a Jesús a los niños, como niño
obediente a sus padres, como joven fiel y laborioso, que ayudaba
a sostener la familia. Así podéis enseñarles que el Salvador
conoce las pruebas, perplejidades y tentaciones, las esperanzas y
los goces de los jóvenes, y que puede simpatizar con ellos y
ayudarles. De vez en cuando, leedles las interesantes historias de
la Biblia. Interrogadlos acerca de lo que han aprendido en la
escuela sabática, y estudiad con ellos la lección del próximo
Sábado.”

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III. EL HOGAR

1. Noviazgo y Matrimonio

Si consideramos que la aceptación del mensaje de Dios para


estos días ofrece graves problemas a nuestros jóvenes, haremos
bien en estudiar definidamente el consejo que el Señor le ha dado
a la juventud adventista para estos días postreros. Cuando una
joven señorita que está comprometida en matrimonio con un
joven del mundo o con un joven de diferente credo religioso,
acepta la verdad, es un verdadero problema para ella saber lo que
el Señor quiere que haga. Por otra parte, quizás sea el joven varón
quien acepte el mensaje y la señorita la que no sea creyente. Aquí
también el problema es grave, aunque de naturaleza diferente.
Una joven se agrega a una iglesia adventista del séptimo día, en
la que no hay jóvenes casaderos. ¿Sería prudente en estas
circunstancias contraer matrimonio con un joven que no es
adventista del séptimo día, con la esperanza de convencerle para
la verdad? A nuestros jóvenes se les ofrecen numerosos
problemas parecidos. El Señor tiene respuesta o solución para
todos ellos. Nos ha dado consejo que se refieren a todos los casos.

Se nos dice en II Corintios 6:14; “No os unáis en yugo con los


incrédulos.” Si nuestros jóvenes obedecen este consejo, se verán
libres de mucho pesar y angustia de espíritu. Este asunto es tan
importante que el Señor nos ha enviado numerosos testimonios
para precavernos contra este peligro.

“Hermana mía, a menos que quiera tener un hogar del que


nunca se levanten las sombras, no se una con un enemigo de
Dios.” – Hogar Adventista, pág. 58.

“Es algo peligroso aliarse con el mundo. Satanás sabe muy


bien que la hora del casamiento de muchos jóvenes, tanto de un
sexo como del otro, cierra la historia de su experiencia religiosa y
de su utilidad. Quedan perdidos para Cristo. Tal vez hagan
durante un tiempo un esfuerzo para vivir una vida cristiana; pero
todas sus luchas se estrellan contra una constante influencia en
la dirección opuesta. Hubo un tiempo en que era para ellos un
privilegio y un gozo hablar de su fe y esperanza; pero luego llegan
a no tener deseo de mencionar el asunto, sabiendo que la persona
a la cual han ligado su destino no se interesa en ello. Como
resultado, la fe en la preciosa verdad muere en el corazón, y

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Satanás teje insidiosamente en derredor de ellos una tela de
escepticismo.

“Centenares de personas han sacrificado a Cristo y el cielo al


casarse con personas inconversas. ¿Pueden conceder tan poco
valor al amor y a la comunión de Cristo que prefieren la compañía
de pobres mortales? ¿Estiman tan poco el cielo que están
dispuestos a arriesgar sus goces uniéndose con una persona que
no ama al precioso Salvador?” – Hogar Adventista, pág. 56,57.

Estos testimonios se hallan en armonía con el consejo de II


Corintios 6:14. Hay muchas otras admoniciones de naturaleza
semejante. Podríamos relatar muchas tristes experiencias que
nos demuestran cómo los jóvenes que despreciaron estos
consejos, formaron hogares “en los que nunca, se levantaron las
sombras.”

2. El Hogar Cristiano

La verdadera religión se ve primeramente en el hogar. El


nuevo converso reorganizara su hogar y lo pondrá en armonía
con los principios cristianos. Una de las cosas más preciosas en
la vida es un hogar cristiano. Era precioso cuando el Señor lo
instituyó en el huerto del Edén. Ahora es mucho más precioso,
dado el contraste que existe entre el hogar de un cristiano
consagrado y el hogar de un hombre mundano. Los hogares de
los adventistas del séptimo día deben ser lares modelos, que
irradien una influencia realzadora y auxiliadora.

¡Cuán feliz es el hogar en que el esposo y la esposa son


cristianos, que comparten una misma fe! Estos padres pueden
combinar sus esfuerzos en la preparación de sus hijos para el
reino de Dios. Cuando solamente uno de los esposos ha aceptado
la fe, a menudo surgen dificultades e inconvenientes. Debe
hacerse frente a éstos con un espíritu cristiano y con delicadeza
cristiana.

Las siguientes sugestiones serán útiles para allanar algunas


dificultades:

(a) No emplee ninguna forma de fuerza o compulsión, para


convencer a su cónyuge para su fe; las manifestaciones de amor
son más eficaces.

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Como esposa, procure que su esposo disfrute de la comida el
sábado y que no pase ninguna molestia. Como esposo, demuestre
su agradecimiento por los esfuerzos que su esposa realiza para
complacerlo.

Después de adoptar los principios de reforma de salud, no espere


que su consorte siga estrictamente su programa, hasta tanto no
se decida por él. La demostración práctica que usted haga de los
principios de reforma será el argumento más convincente.

No permita nunca que su religión se haga odiosa para su


consorte. Una vida cristiana consecuente es la influencia más
poderosa para convencer a un incrédulo.

Mantenga siempre encendida la hoguera del amor, aunque sus


doctrinas religiosas sean diferentes.

No deje de reconocer sus responsabilidades de preparar a sus


niños para el reino. Muchos padres, al estudiar su vida pasada,
desean haber sido más amigos de sus hijos, haber pasado más
tiempo a su lado.

Un método adecuado de presentarle la verdad a su familia


consiste en llevar literatura a la casa y ponerla donde los
miembros tengan oportunidades de leerla en sus mementos de
ocio. Es indudable que el Espíritu Santo conmoverá el corazón de
quienes la lean. No deje de rogar fervientemente para que sus
esfuerzos tengan resultado feliz.

Aunque su consorte se niegue a orar con usted en el altar


familiar, no deje de celebrar el culto con los niños, ya que éstos
jamás olvidarán las lecciones aprendidas en sus primeros años.

La esposa no debe olvidar su responsabilidad de ser compañera


de su esposo. Al aceptar la verdad, cambiarán algunas de sus
inclinaciones. Sentirá que no debe ir a ciertos lugares, que
acostumbraban a visitar juntos antes de su conversión. Quizás
piense que debe dedicar su tiempo a la obra misionera. Pero si
descuida su puesto de compañera de su esposo, olvida su obra
misionera especialísima. Debe ser su compañera en todo lo que
no exija, el sacrificio de sus principios. Si el hombre cambia su
actitud hacia ella, quizás se deba a que ella ha dejado de ser su
compañera ideal en el hogar.

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3. El Altar de la Familia

Entre las primeras cosas que debe establecerse en el hogar,


está el altar de la familia. Es indispensable para el desarrollo
espiritual de la familia, sobre todo cuando hay niños a quienes
preparar para el reino de Dios. El Señor nos ha dado
instrucciones definidas respecto a la importancia del altar de la
familia para todos nosotros:

“En muchos hogares, se descuida la oración. Los padres creen


que no disponen de tiempo para los ejercicios de devoción por la
mañana y por la noche. No tienen algunos minutos para dar las
gracias a Dios por los dones de su gracia – por el bendito sol y la
lluvia que hacen prosperar la vegetación, y por la protección de
santos ángeles. No tienen tiempo para pedir la ayuda y protección
divinas, y la presencia permanente de Jesús en la familia. Sin un
solo pensamiento en Dios o en el cielo empiezan su trabajo como
el buey o el caballo. Sus almas son tan preciosas que para no
dejarlas ir a la perdición eterna, el Hijo de Dios dio su vida para
rescatarlas. Pero saben apreciar esta gran bondad poco más que
los animales que perecen.” – Patriarcas y Profetas, págs. 139,
140.

En los Testimonios también hallamos sugestiones referentes


al servicio que ha de celebrarse en el hogar.

“Tomen parte los niños en el culto de familia. Traigan todos


sus Biblias, y lea cada uno de ellos uno o dos versículos. Luego
cántese algún himno familiar, seguido de oración. Para ésta,
Cristo ha dejado un modelo. El Padrenuestro no fue destinado a
ser repetido simplemente como una fórmula, sino que es una
ilustración de lo que deben ser nuestras oraciones: sencillas,
fervientes y abarcantes. En una simple petición, expresad al
Señor vuestras necesidades y gratitud por su misericordia. Así
invitáis a Jesús como vuestro huésped bienvenido en el hogar y el
corazón. En la familia, las largas oraciones acerca de objetos
remotos, no están en su lugar. Hacen cansadora la hora de la
oración, cuando debiera ser considerada como un privilegio y una
bendición. Procurad que ese momento ofrezca interés y gozo.” –
Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 23,24.

4. La Puntualidad

La puntualidad es un factor importantísimo para hacer que el


programa del hogar marche a perfección. Los movimientos del

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universo celestial nos indican cuán importante es la exactitud en
la opinión del Creador. El orden y el sistema se destacan en todas
las obras de las manos de Dios. Le gustará ver puntualidad y
orden en los hogares y vidas de su pueblo.

Debemos tener una hora regular para levantarnos en la


mañana, una hora regular para el culto de familia, para las
comidas, para el trabajo, para la recreación y para acostarnos. Si
en el hogar hay puntualidad y orden, se eliminarán muchas
preocupaciones, confusiones e impaciencias. Edificamos
caracteres para la eternidad. Procuremos construir en armonía
con el plan de Dios.

5. La Reforma de Salud

El cristiano recibe numerosas bendiciones al separarse del


mundo y agregarse a la iglesia remanente. Entre éstas tiene gran
importancia la que recibe al escuchar las instrucciones de las
Sagradas Escrituras y los “Testimonios,” y al poner su vida en
armonía con los principios de la reforma de salud. No es
necesario ser un fanático para obedecer estas instrucciones. Se
les destina para beneficio del pueblo de Dios, para darle mentes
más claras a fin de comprender la verdad, y poder más grande a
fin de resistir la tentación. El miembro de la iglesia, cuyo anhelo
sea recibir la vida eterna, se conformará con los principios divinos
dados para instrucción suya.

El nuevo converso debe estudiar la Biblia y los “Testimonios”


para estar enterado sobre este asunto. Los siguientes puntos
merecen un estudio cuidadoso:

(a) Un programa bien equilibrado de trabajo, descanso y


recreo.

(b) Una casa bien ventilada.

(c) La eliminación de todas las complacencias y costumbres


dañinas.

(d) La eliminación de toda comida nociva, especialmente la


condenada por las Sagradas Escrituras.

(e) Intervalos adecuados entre comidas.

(f) Combinación apropiada de los alimentos.

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(g) Aprovechamiento de las grandes bendiciones de Dios para
la humanidad: la luz solar, el aire puro y el agua.

6. Limpieza de la Casa y los Alrededores de Ella

Es posible formarse una opinión aproximada del carácter de


un hombre o una mujer por el aspecto de su casa y sus
alrededores. La casa del cristiano puede ser humilde, pero debe
ser limpia y aseada. Quizás el cristiano no pueda comprar
muebles y ropas costosas, pero la limpieza y el cuidado son aun
más esenciales que esto.

Dondequiera que se proclame el postrer mensaje de


prevención de Dios, se llama a la reforma. Se abandonan los
hábitos perniciosos; se limpia la casa de todo polvo y suciedad; el
aseo y el orden reemplazan al descuido y la confusión. Los
funcionarios de los trenes, tranvías y edificios públicos,
consideran necesario colocar anuncios en que se prohibe escupir
en el suelo, poner los pies en los muebles, regar basuras y
desperdicios, etc. Estas advertencias no deberían ser necesarias
en casa del cristiano. Nos preparamos para ir a un lugar donde
todo está limpio y ordenado.

7. Evítense las Deudas

En los “Testimonios” se nos dice que evitemos las deudas, tal


como evitaríamos la lepra. Las deudas traen numerosas
dificultades y perplejidades al hogar. Debemos huir de ellas.
Vivimos en tiempos de incertidumbres y no sabemos qué nos
traería el mañana. La única seguridad para los cristianos consiste
en vivir dentro de sus ingresos.

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IV. ACTIVIDADES SOCIALES

En estos días postreros el cristiano se ve frente a muchas


tentaciones sutiles. A veces está perplejo, pues ignora cuál debe
ser su actitud ante ellas. En este consejo no nos proponemos
analizar minuciosamente estas tentaciones, sino sólo presentar al
nuevo converso el consejo que el Señor le ha dado a la iglesia
remanente.

1. Asistencia a los Teatros y Cinematógrafos

La siguiente cita se refiere a los teatros, pero también se


aplica directamente a las diversiones del cinematógrafo moderno.

“Uno de los lugares de diversión que entraña más peligro es


sin duda el teatro. En vez de ser una escuela de moralidad y
virtud, como tan a menudo se sostiene, es un verdadero foco de
inmoralidad. Hábitos viciosos, y propensiones pecaminosas se
fortalecen y confirman por su influencia. Canciones bajas,
ademanes vulgares, expresiones y actitudes deshonestas,
corrompen la imaginación y rebajan la moralidad del individuo.
Cada joven que por costumbre asiste a tales exhibiciones irá poco
a poco corrompiendo sus principios, porque no hay influencia
más poderosa en nuestro país para envenenar la imaginación,
destruir las impresiones religiosas y quitar el gusto por los
placeres tranquilos y las realidades sobrias de la vida, que las
funciones teatrales. El amor por estas escenas aumenta a medida
que se siente más indulgencia con ellas; así como el deseo por las
bebidas intoxicantes cobra fuerza con su uso. El único camino
seguro es evitar el teatro, el circo, y todo lugar de
entretenimientos dudosos.” – Estudios de los Testimonios, págs.
47,48.

2. Loterías

Otra pregunta que a menudo se hace el nuevo converso, y


aun los demás de la iglesia, es: ¿Debe el cristiano comprar billetes
de lotería? Unas cuantas frases de los “Testimonios” responderán
a esta pregunta:

“Las salas de espectáculos, los teatros y toda esa clase de


diversiones desmoralizadoras, están substrayendo el dinero del
país y la pobreza aumenta constantemente, Hombres pobres

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invierten su último centavo en una jugada de lotería con la
esperanza de sacar un premio y tienen luego que mendigar el
alimento necesario para sostener la vida o si no andar
hambrientos.” – Fundamentos de la Educación Cristiana, pág.
319.

“Mientras rehuimos lo falso y artificial, y descartamos las


carreras de caballos, el juego de naipes, las loterías, los asaltos de
boxeo, las bebidas alcohólicas y el consumo de tabaco, debemos
proveer fuentes de placer que sean puras, nobles y elevadoras.” –
Hogar Adventista, pág. 453.

En este testimonio se menciona las loterías junto con otros


males que los cristianos deben esquivar. Ganar dinero pronto y
fácil mediante una lotería constituye una tentación para muchas
personas, pero es una forma de juego de suerte y azar en que los
cristianos no deben participar.

3. Sociedades Secretas

Algunas personas que se han hecho miembros de la iglesia


remanente, estaban relacionadas con logias y sociedades
secretas. Quieren saber ahora cuál debe ser su actitud respecto a
esas sociedades. En Mensajes Selectos se incluyó el contenido del
folleto titulado “¿Deberían los cristianos ser miembros de
sociedades secretas?” el cual contiene instrucciones precisas
sobre este punto. He aquí algunas citas de ese tratado:

“„No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque


¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué
comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordancia Cristo
con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué
acuerdo hay entre el templo de Dios con los ídolos? Porque
vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré
y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Por
lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no
toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por
Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor
Todopoderoso.‟ (2 Corintios 6:14-18).

“La orden del Señor, „No os unáis en yugo desigual con los
incrédulos,‟ no se refiere solamente al matrimonio de los
cristianos con los irreligiosos, sino a cualquier clase de asociación
en que las partes están en íntima vinculación, y que requiera
armonía de espíritu y acción. El Señor dio directivas especiales a

20
los israelitas para que se mantuvieran separados de los idólatras.
No debían casarse con las mujeres de éstos ni darles las suyas en
matrimonio, ni formar ninguna clase de asociación con ellos:
„Guárdate de hacer alianza con los moradores de la tierra donde
has de entrar, para que no sean tropezadero en medio de ti.
Derribaréis sus altares, y quebraréis sus estatuas, y cortaréis sus
imágenes de Asera. Porque no te has de inclinar a ningún otro
dios, pues Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es.‟ (Exodo
34:12-14).

“„Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu


Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos
los pueblos que están sobre la tierra. No por ser vosotros más que
todos los pueblos os ha querido Jehová, y os ha escogido, pues
vosotros erais los el más insignificante de todos los pueblos; sino
por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró
a vuestros padres… Conoce pues, que Jehová tu Dios es Dios,
Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman
y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones.‟
(Deuteronomio 7:6-9).

“El Señor vuelve a declarar por medio del profeta Isaías:


„Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados… Tomad consejo, y será
anulado; proferid palabra, y no será firme; porque Dios está con
nosotros. Porque Jehová me dijo de esta manera con mano fuerte,
y me enseñó que no caminase por el camino de este pueblo,
diciendo: No llaméis conspiración a todas las cosas que este
pueblo llama conspiración; ni temáis lo que ellos temen, ni
tengáis miedo. A Jehová de los ejércitos, a él santificad; sea él
vuestro temor, y él sea vuestro miedo.‟ (Isaías 8:9-13).

“Los que no pueden distinguir entre quienes sirven a Dios y


quienes no le sirven, pueden quedar encantados con estas
sociedades que no tienen relación con Dios, pero ningún cristiano
puede prosperar en una atmósfera semejante. El aire vitalizador
del cielo no está allí. Su alma está vacía, y él siente que carece del
refrigerio del Espíritu Santo tal como las montañas de Gilboa
carecían de rocío y lluvia.

“Cristo nunca inducirá a sus seguidores a que formulen votos


que los unirán con personas que no tienen relación con Dios, que
no están bajo la influencia consoladora de su Espíritu Santo. La
única norma verdadera para el carácter es la santa ley de Dios, y
es imposible para quienes hacen de esa ley de Dios la guía de su
vida, unirse en confianza y en cordial y fraternidad con los que

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convierten la verdad de Dios mentira, y consideran la autoridad
de Dios como algo sin valor.” – Mensajes Selectos, tomo 2, págs.
139-145

4. Conservación de la Unidad

Uno de los pecados más peligrosos que acechan a la iglesia de


Dios es la tendencia de criticar y censurar.

Nos rodean debilidades humanas que procuran


constantemente dominamos, a medida que marchamos hacia la
ciudad de Dios. Debemos ser bondadosos y amables en nuestras
opiniones del prójimo.

Habrá momentos en que nos sentiremos heridos por alguna


ofensa, real o imaginaria, que nos infiera un buen hermano o una
buena hermana. En esas circunstancias debernos seguir
literalmente la instrucción que se nos da en Mateo 18:15-17. Esta
instrucción se aplica a todos los casos en que se trata de ofensa
personal. Por otra parte, los miembros de iglesia se abstendrán
rigurosamente de todo chisme y murmuración, protegiendo con el
máximo de cuidado la reputación de sus hermanos en la fe.

“Uno puede permitirse buscar faltas, ridiculizar y deformar


deliberadamente el carácter de los demás, sólo a expensas del
envilecimiento de su propia alma. El uso de tales armas no
contribuye al logro de preciosas victoria por parte de vosotros; por
el contrario envilece la mente y separa al alma de Dios. Se
rebajan las cosas sagradas al nivel de comunes y se crea una
situación que agrada al príncipe de las tinieblas y entristece y
ahuyenta al Espíritu de Dios.” –Testimonios para los Ministros,
pág. 466.

“Nos horrorizamos al pensar en el caníbal que come con


deleite la carne aún caliente y temblorosa de su víctima, pero,
¿son los resultados de esta práctica más terribles que la agonía y
la ruina causadas por el hábito de falsear los motivos, manchar la
reputación y disecar el carácter?” – La Educación, pág. 231.

“Practicad el hábito de hablar bien de los demás. Pensad en


las buenas cualidades de aquellos a quienes tratáis, y fijaos lo
menos posible en sus faltas y errores. Cuando sintáis la tentación
de lamentar lo que alguien haya dicho o hecho, alabad algo de su
vida y carácter. Cultivad el agradecimiento. Alabad a Dios por su
amor admirable de haber dado a Cristo para que muriera por

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nosotros. Nada sacamos con pensar en nuestros agravios. Dios
nos invita a que pensemos en su misericordia y amor
incomparables para que seamos movidos a alabarle.

“Los que trabajan fervorosamente no tienen tiempo para


fijarse en las faltas ajenas. No podemos vivir de las cáscaras de
las faltas o errores de los demás. Hablar mal es una maldición
doble, que recae más pesadamente sobre el que habla que sobre
el que oye. El que esparce las semillas de la disensión y la
discordia cosecha en su propia alma los frutos mortíferos. El
mero acto de buscar algo malo en otros, desarrolla el mal en los
que lo buscan. Al espaciarnos en los defectos de los demás, nos
transformamos a la imagen de ellos. Por el contrario, mirando a
Jesús, hablando de su amor y de la perfección de su carácter, nos
transformamos a su imagen.” – El Ministerio de Curación, pág.
392, 393.

Hay siempre el peligro de que quienes aceptan este


maravilloso mensaje, lleguen a la iglesia esperando hallar
únicamente cristianos perfectos. Se equivocan quienes así
piensan. Por el contrario, verán seguramente debilidades y
errores en quienes se esfuerzan por desarrollar caracteres que
resistan la prueba del juicio. No haga usted que los errores de los
demás sean una disculpa para sus propias deficiencias. Ni se deje
desanimar por el ejemplo de los demás. Mantenga los ojos en
Cristo, nuestra Norma, y no en los hermanos. Aunque usted vea
errores y debilidades, no adquiera el hábito de criticar. Recuerde
las palabras del Salvador: “No juzguéis, para que no seáis
juzgados.”

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CONCLUSION

Es importante que cada miembro de iglesia estudie el Espíritu


de profecía, inclusive los “Testimonios para la Iglesia.” Indican el
curso que debe seguir el cristiano, cuando se vea frente a
problemas y dificultades con relación a las normas seguidas por
el pueblo adventista.

El Espíritu de profecía nos dice que sólo podemos llevar dos


cosas con nosotros al reino: a nuestros hijos y nuestros
caracteres. Procuremos sinceramente preparar a nuestros hijos
para el reino de Dios, y cultivar un carácter simétrico.

Este consejo para los nuevos conversos no estaría completo,


si no recalcara la importancia de la devoción privada en la vida
diaria. La oración ante el altar de la familia no debe substituir a
la devoción privada. Cada persona deseará estar a solas con Dios,
a fin de presentarle los problemas que le afligen. Querrá “servir al
Señor,” a fin de que el Señor se comunique con ella. El lugar más
apropiado para esta comunión es aquél que se halla libre de
interrupciones. Todo converso que desee vivir cerca de su Señor,
debe fijarse una hora especial para esta comunión secreta. Daniel
se comunicaba con Dios tres veces al día. Hoy, Dios se
comunicará con el cristiano que llene esta condición.

Rogamos para que el Señor le bendiga a usted


abundantemente y para que le haga aumentar diariamente en
gracia, a medida que estudia la palabra de Dios y procura seguir
las huellas de Jesús.

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