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1 Timoteo 2: 3-4

El día de ayer un lector escribió un comentario recordándome que me había pedido que
analizara el pasaje de 1 Timoteo 2: 3-4, pues como dijo él, “muchos usan ese pasaje para
enseñar sobre la expiación universal.” Y es cierto! Muchos arminianos -y hay muchos en
las iglesias evangélicas latinoamericanas, aunque no lo sepan- utilizan este pasaje para
defender la idea de que Cristo murió por todos los hombres.

Pero, por supuesto, esto deja claro una vez más la locura de esta filosofía. El arminianismo
está plagado de contradicciones-por lo menos el arminianismo moderno. Y lo peor del caso
es que muchas de estas personas ni siquiera se han puesto a pensar en las cosas que creen y
dicen. ¿A qué me refiero? Leamos primero lo que dice Pablo en este pasaje y analicemos
estas contradicciones arminianas de las que hablo. Pablo escribe,
1
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y
acciones de gracias, por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que
están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad
y honestidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, 6 el cual se dio a sí mismo en
rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” 1Timoteo
2: 1-6

A la Defensa de Dios

Uno de los argumentos arminianos en contra de la doctrina reformada es que nosotros


enseñamos a un Dios injusto. Es decir, cuando decimos que el hombre no tiene la libertad
de hacer el bien, ni siquiera para escoger creer en Cristo, y que Dios no tiene la intención de
salvar a todos los hombres, sino que ha destinado tan sólo a un grupo de hombres para que
tengan vida eterna, hacemos pasar a Dios por injusto. Su argumento es que Dios es justo-y
tienen toda la razón, -pero dicen que debido a ese carácter de Dios, Él debe darle la
oportunidad a todos los hombres de ser salvos.

Su error está en que asumen que el hombre tiene la capacidad moral de hacer el bien o el
mal indistintamente. El hombre, dicen ellos, tiene en sí mismo la libertad y capacidad para
decidir amar a Dios o rechazarle. Es la decisión del hombre la regla máxima que decide lo
que ocurre en el universo de Dios.

El Deseo de Exaltar al Hombre

Por supuesto que esto es algo que pasa desapercibido en la mente de los arminianos-o de
aquellos que profesan y defienden el libre albedrío. Si les preguntáramos al respecto,
negarían que su intención es exaltar al hombre, pero al final, eso es lo que terminan
haciendo. Al ver y estudiar sus vidas, notan que ellos toman decisiones a cada segundo.
Deciden levantarse temprano; deciden que camisa o corbata ponerse; qué tipo de café
tomar; el restaurante al que saldrán a comer por la noche, etc.
1
El problema es que ven esa realidad y la aplican a su vida espiritual, y terminan exaltando
al hombre y denigrando la gloria de Dios.

Cristo Murió para Hacer Posible la Salvación de los Hombres

Esta es una falacia! Y esto nace de los errores arminianos descritos en los dos puntos
anteriores. Es decir, el argumento fluye de la siguiente manera: “Como Dios es justo y debe
darle la oportunidad a todos los hombres que decidan su eternidad, Cristo tan sólo murió en
la cruz para que aquellos que aplicaran su libre albedrío y decidieran creer en Cristo,
pudieran ser salvos. Los que rechazaron esa posibilidad irán al infierno, pues rechazaron la
oferta de Cristo.”

¿Pueden ver lo ridículo y grave de este argumento?

La Respuesta Reformada

¿Cómo respondemos a estos argumentos desde el punto de vista reformado? Obviamente


con las doctrinas bíblicas! Lo primero que debemos decir es que Dios no está obligado a
hacer nada. Él es el Dios soberano. Él es el Creador. Él es la sola autoridad. Aparte de Él no
hay nada! Y dada esa soberanía, Dios no le debe nada al hombre, y mucho menos a un
pecador que se ha rebelado contra Su autoridad y lo único que merece es el castigo eterno.

Esta soberanía de Dios se extiende a todas las cosas. Por eso Dios puede decir cosas como,

“Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace


según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y
no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” (Daniel 4: 35).

El Dios soberano de la Biblia hace lo que quiere con Su creación, pero debemos hacer notar
que lo que sea que Él haga será para Su gloria, decretado en la eternidad bajo Su infinita
sabiduría, amor, paciencia, benignidad, etc. Dios no hace lo que quiere necia o tercamente,
sino que lo hace perfectamente.

También, podemos notar que en esa soberanía Dios decreta todo lo que va a ocurrir, no
porque pueda ver en el futuro lo que va a ocurrir, como si Dios pudiera aprender algo que
no conoce, sino porque Él lo decretó en la eternidad. Por eso vemos a Dios diciendo a
través del profeta Isaías lo siguiente,

“9 Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy
Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10 que anuncio lo por
venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que
digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero; 11 que llamo desde
el oriente al ave, y de tierra lejana al varón de mi consejo. Yo hablé, y lo
haré venir; lo he pensado, y también lo haré” (Isaías 46: 9-11).

Lo mismo dice el apóstol Pablo cuando habla acerca del plan de salvación de Dios para sus
elegidos, y escribe a los efesios,

2
En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al
propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad“

Este no es el Dios que profesan los arminianos! Para ellos Dios depende de las criaturas
para poder actuar. El Dios de la Biblia hace a los hombres como quiere, y todo para Su
gloria (ver Romanos 9: 20-24). Para los arminianos Él aprende cada día algo nuevo, pues
debe ver al futuro para poder saber qué es lo que van a hacer los hombres. Pero, quiero que
noten tal contradicción. Si decimos que Dios mira en el futuro, y ve lo que van a hacer las
personas, ¿no está el futuro ya fijado? Pues, si no está fijado de antemano, ¿cómo podría
saber Dios qué es lo que va a hacer un hombre? Si el futuro no está fijado, entonces Dios no
podría saber qué es lo que va a hacer un hombre. Esta es una de las tantas fallas del
arminianismo.

Pero, si el futuro ya está fijado, y Dios puede ver qué es lo que va a hacer un hombre,
¿quién fija ese futuro? Si no es Dios, y por el contrario es el hombre, estamos blasfemando.
Pero si es Dios quien fija el futuro, entonces es Dios quien determina el destino de cada una
de Sus criaturas, y queda demostrado lo que enseña la Biblia con respecto a su soberanía.

Segundo, por otro lado, como reformados creemos totalmente en la enseñanza bíblica
acerca del hombre. No voy a repetir lo que profesamos al respecto, pero para ilustrar, la
Biblia enseña que el hombre no es libre en el aspecto moral, como para decidir entre hacer
el bien o el mal. Este es otro de los errores y contradicciones arminianas. Las Escrituras
dicen,
10
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; 11 No hay quien entienda, No
hay quien busque a Dios.12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.” Romanos 3: 10-12

1
Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y
pecados, 2 en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de
este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de desobediencia, 3 entre los cuales también todos nosotros
vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad
de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo
mismo que los demás.” Efesios 2: 1-3

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace
pecado, esclavo es del pecado.” Juan 8: 34

El hombre natural no es libre, sino que tiene un amo, y ese amo es el pecado. Un esclavo no
puede hacer nada que provenga de su voluntad, sino que debe hacer todo lo que su amo le
ordene. Pues, Jesús enseñó que el hombre natural debe hacer todo lo que el pecado le
ordene, es decir: pecar. Eso es lo único que el hombre natural puede hacer dado que está
muerto espiritualmente en sus delitos y pecados. Pero para el arminianismo, este muerto
puede elegir y tiene la capacidad de hacer lo que Pablo negó: buscar a Dios.

Tercero, afirmar que Cristo murió por todos los hombres es una contradicción e ir contra las
mismas enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo. Veamos esto del texto que estamos
analizando. Pablo escribe en el versículo 6, “el cual se dio a sí mismo en rescate por todos,
3
de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” Hmmm! ¿Está diciendo Pablo que Cristo
se dio a Sí mismo en rescate por toda la humanidad? ¿Qué fue lo que enseñó Cristo?
Leemos en Mateo 20: 28 que Jesús dijo, “como el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.“

La palabra utilizada por Pablo es una variación de la utilizada por Mateo, se trata de λυτρον
(lutron) que quiere decir rescate. Pero, si decimos que Pablo está enseñando que Cristo
murió por todos los hombres, ¿no estamos afirmando que Pablo y Jesús se contradicen?
¿Puede ser esto posible? Jamás! Las palabras de Pablo fueron dadas por el Espíritu Santo, y
si afirmamos con la Biblia que Dios es uno, entonces, el Espíritu Santo no puede
contradecir al Hijo. Entonces, ¿qué es lo que está diciendo el apóstol Pablo?

Noten lo que está pidiendo Pablo a la iglesia en Creta liderada por Timoteo,

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y


acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que
están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad” (versículos 1-2).

Noten que todos los hombres se está refiriendo a los reyes y todos los que están en
eminencia. Entonces, Pablo no está pidiéndole a Timoteo que oren por toda la humanidad,
sino por los reyes y hombres que están en autoridad con el fin de que los creyentes puedan
vivir “quieta y reposadamente.” Entonces, no se trata de toda la humanidad, sino que
ciertos tipos de hombres, “reyes” y “todos los que están en eminencia.”

Estas oraciones y plegarias de los creyentes por los que están en eminencia es lo que dice el
apóstol es “agradable delante de Dios nuestro Salvador.” Ahora, Pablo prosigue con su
argumento con respecto a estos hombres, de los cuales dice que Dios desea que “sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” Estos hombres del versículo 6 no pueden
ser otros distintos a los que están siendo referidos en los versículos 1 y 2. Entonces, si
Pablo está diciendo que debemos orar por hombres que están en eminencia, es claro que
nos está diciendo que Dios quiere salvar también a este tipo de hombres.

La palabra pas y que se traduce como “todos los hombres” puede significar “todo tipo,” lo
cual es lo que debe entenderse de las palabras de Pablo, es decir, que Dios quiere que todo
tipo de hombres vengan al conocimiento de la verdad, y por los cuales Cristo se entregó a
Sí mismo en rescate. Esto sí que está de acuerdo con lo que dijo Jesús en Mateo 20: 28, esto
es, que Cristo vino a morir por muchos o por todo tipo de personas, entre los cuales están
judíos, gentiles, pobres, ricos, reyes y esclavos, de toda nación, lengua y raza. Pablo y
Cristo no pueden contradecirse, por lo tanto la interpretación arminiana debe ser desechada.
Calvino escribió al respecto diciendo,

Por lo tanto vemos la locura infantil de aquellos que representan este pasaje
opuesto a la predestinación. “Si Dios” dicen ellos, “desea que todos los
hombres indiscriminadamente sean salvos, es falso que algunos sean
predestinados por Su eterno propósito a la salvación, y otros a perdición.”
Ellos pueden tener algunos argumentos para decir esto, si Pablo estuviera
hablando aquí de hombres individuales…Pero no digo nada sobre ese tema,
4
debido a que no tiene nada que ver con este pasaje; pues el Apóstol
simplemente quiere decir, que no hay personas ni rango en el mundo que esté
excluido de la salvación; pues Dios desea que el evangelio sea proclamado a
todos sin excepción. Ahora, la predicación del evangelio da vida; y por lo
tanto justamente concluye que Dios invita a todos igualmente a compartir la
salvación. Pero el presente discurso se trata de clases de hombres, no de
personas individuales; pues este es el objeto, incluir en este número a
príncipes y naciones extranjeras. Que Dios desea que la doctrina de la
salvación sea disfrutada por ellos tanto como por otros, es evidente del pasaje
citado, así como de otros pasajes de naturaleza similar.” Commentary on
Timothy 2: 4.

Queda claro, entonces que Pablo no se refiere a todos los hombres individualmente, sino a
clases de hombres, y en este pasaje se refiere a que Dios no excluye a los hombres que
están en eminencia de disfrutar de la salvación, pues Él se dispuso en la eternidad salvar a
estos también.

Debido a que ya he comentado acerca de la locura de la doctrina de la expiación universal,


no trataré este tema en esta entrada, pues creo que queda claro al hacer una correcta
exégesis del pasaje en mención, que nunca se está tratando de la universalidad de la
expiación.

http://sujetosalaroca.org/2009/09/11/descifrando-pasajes-dificiles-1-timoteo-2-
3-4/

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