SEMINARIO TEOLOGICO CENTROAMERICANO

LA BENDICIÓN OLVIDADA

tarea presentada para el cumplimiento de la materia

Vida Espiritual I y II.

Daniel Martinez. Apdo. 245

2010
 AUTOBIOGRAFÍA.

Mi nombre es Daniel Martinez. Nací en Venezuela, el 30 de Abril de 1984, en la

ciudad de Maturín en el oriente del país. Mis padres, Daniel Martinez y Criseida
Palomo de Martinez son cristianos desde antes de yo nacer. Mi padre es argentino y
emigró desde su país en busca de una situación de más tranquilidad, ya que en ese
momento Argentina estaba bajo una dictadura, que entre otros innumerables daños, dejo
la desaparición de 30.000 personas entre las cuáles se encontraba el hermano mayor de
mi padre. Mi madre es venezolana y a pesar de provenir de una familia cristiana de 2
generaciones, vivió situaciones de violencia doméstica causadas por el alcoholismo de
su padrastro. En mis dos padres siempre existió el deseo de formar una familia que
tuviera la estabilidad que por distintas circunstancias no disfrutaron y cuya identidad
estuviera basad en una fuerte relación personal con Dios. En ese ambiente crecimos mis
3 hermanos y yo. A mis 4 años mis padres decidieron emigrar de nuevo hacia
Argentina en busca de mejoras económicas y allí pasé el resto de mi niñez y
adolescencia hasta los 16 años cuando motivados por la más grave crisis económica de
la historia de Argentina decidimos regresar a Venezuela. Soy Ingeniero Agrónomo.
Ninguna de las instituciones donde realicé estudios es cristiana, y creo que esto me
brinda la ventaja de interactuar con personas no cristianas de una mejor manera,
entendiendo su manera de pensar y su trasfondo.

Puedo decir con sinceridad que, aunque crecí en una familia cristiana, mi
relación personal con Dios se fortaleció a los 17 años, cuando realmente me involucré a
trabajar en el ministerio. A partir de esa edad pude servir en una variedad de ministerios
que me permitieron desarrollarme y madurar ciertos aspectos. Decidí en esos momentos
estudiar Ingeniería Agronómica en la universidad. Siempre tuve el deseo de poder
aportar en el mundo algo que pudiera cambiar de alguna manera su situación. Luego de
un semestre entendí que, la manera de cambiar el mundo es a través de Dios. Sólo Dios
puede cambiar la vida de una persona, una familia, una nación. Desde allí supe que mi
aporte lo haría a través del ministerio pastoral.

Considero que no es la manera correcta describir la vida de espiritual de alguien

a través de palabras, y menos si una persona debe escribir sobre sí misma. Puedo aportar
algo de mi experiencia ministerial. Desde que mi vida de comunión con Dios se
fortaleció he podido servir en diferentes ministerios. Mi idea básica es que, para ser un
pastor efectivo, debía conocer el funcionamiento de cada aspecto de la iglesia, por eso
definí involucrarme en varios ministerios distintos a fin de poder profundizar mi
experiencia.
 Serví como Diácono desde que tuve la edad de ser miembro de iglesia durante 5
años. Serví en el ministerio de Artes Escénicas durante 6 años. He servido como líder de
Oansa y director de juegos desde hace 3 años. Sirvo como músico desde hace 7 años, y
como líder del ministerio de música. He trabajado en el ministerio Audiovisual durante
2 años trabajando en el ministerio de Radio de la Iglesia como locutor y productor en el
programa de radio desde hace 2 años. También he estado coordinando el ministerio de
adolescentes durante 2 años, he sido maestro de escuela dominical de jóvenes por
espacio de dos años he estado coordinando el ministerio de jóvenes de manera no
formal por 1 año, fui nombrado copastor de jóvenes en este último año. He colaborado
en la organización de numerosos eventos regionales, y he servido en diferentes
ocasiones en el área de la ministración de la música y la palabra en distintas ocasiones.
En un momento me ha costado mucho ver a Dios como mi Padre, y durante mucho
tiempo asumí a Dios como un “jefe”. A pesar de todo estoy en el proceso de conocer a
Dios y amarlo como a mi padre y como a un amigo. Para mi no existe ninguna otra
razón de estar en un seminario teológico mas que la completa seguridad del propósito
que Dios tiene en mi vida.

Creo que cada circunstancia en mi vida es parte de mi crecimiento como

persona, en cada ámbito, tanto emocional, relacional, intelectual así también como
espiritual. Creo que mi mayor fuente de experiencias, proviene de mi hogar, de la
formación y del ejemplo que recibí de mis padres; de su ética de trabajo, de su
compromiso con la familia, de su genuino amor por nosotros como hijos, así como por
las cosas que realmente son importantes, y lo mas importante de su amor por Dios, y de
cómo ese amor se expresaba no sólo en sus ministerios y en la iglesia, sino
principalmente de cómo ese amor se manifestaba en las cosas cotidianas de la vida.
Creo firmemente que el amor a Dios debe reflejarse en una vida que le honre a Él en
todos los aspectos, aún los que parecieran no tan importantes. Otras experiencias, quizás
mas puntuales, no son de tanta relevancia en mi vida. Puedo mencionar aparte que mi
tiempo de servicio a Dios, me ha permitido sensibilizarme a las necesidades de los
niños, adolescentes y jóvenes. Creo que la única manera de encontrar el propósito para
la vida, es estableciendo una relacional personal con Dios, y la juventud en su mayoría,
por lo menos de mi país, carece de ese propósito porque justamente no tiene una
relación personal con Dios. Quiero ser una herramienta al servicio de Dios, para ayudar
a esa juventud.