María recibe una planta mágica de un joven misterioso cuando entrega los residuos orgánicos de su nuevo baño seco en el camión recolector. La planta florecerá junto al jacarandá de María y cumplirá su deseo. María espera que su mamá se recupere de su cansancio y gripe de primavera, y teme que no puedan pagar el servicio del camión recolector. Sin embargo, el baño seco ha mejorado la salud de sus hermanos.
María recibe una planta mágica de un joven misterioso cuando entrega los residuos orgánicos de su nuevo baño seco en el camión recolector. La planta florecerá junto al jacarandá de María y cumplirá su deseo. María espera que su mamá se recupere de su cansancio y gripe de primavera, y teme que no puedan pagar el servicio del camión recolector. Sin embargo, el baño seco ha mejorado la salud de sus hermanos.
María recibe una planta mágica de un joven misterioso cuando entrega los residuos orgánicos de su nuevo baño seco en el camión recolector. La planta florecerá junto al jacarandá de María y cumplirá su deseo. María espera que su mamá se recupere de su cansancio y gripe de primavera, y teme que no puedan pagar el servicio del camión recolector. Sin embargo, el baño seco ha mejorado la salud de sus hermanos.
vuelve a soar Heriberto Tejo Ilustraciones: Alexis Rodrguez 8 Un nuevo deseo
Todos los viernes, al comenzar la maana, Mara sala
de casa con su balde azul y caminaba hacia el camin recolector. A su lado la segua su pequeo perro Yago. Tena que caminar un largo trecho, por un sendero sal- 9 picado de piedras, pero vala la pena. En el balde azul, envueltos en una bolsa tambin azul, llevaba los resi- duos orgnicos almacenados en su nuevo bao seco. Su mam lo haba colocado en la casa haca pocos meses. Antes, en un rincn apartado de la casa, tenan su pequea letrina, pero tenan que luchar constantemente con las moscas y otros insectos para mantener limpia la casa. Ahora era distinto. El bao tena un cmodo inodoro que funcionaba sin agua, separando lo lquido de lo slido (su mam le haba dicho que era ms higinico, ms ecolgico, aun- que no entenda bien el significado de estas palabras). Mara, sin embargo, saba muy bien que tener agua potable en la casa, aunque fuera solo un balde, era muy necesario. Indispensable. Por eso, todas las maanas, antes de que su mam saliera a trabajar, ella caminaba hasta el viejo pozo, lle- naba su balde con agua y regresaba contenta a su casa, acompaada de su perro. Con el agua lavaba los platos y preparaba la comi- da para sus hermanitos, pero, sobre todo, regaba con mucha ternura su arbolito de jacarand que creca junto 11 a la puerta de su casa. Mara se senta muy agradecida con l, pues, tal como se lo dijo su abuela, la pasada primavera lleg a florecer y logr as que su gran deseo se hiciera realidad. Hola, mi lindo jacarand le deca mientras echaba el agua alrededor del tronco; quiero que florezcas en la primavera Si volvieras a florecer pensaba, mi nuevo deseo se hara realidad. La mam de Mara trabajaba en una pequea fbri- ca textil que quedaba muy lejos y, aunque le haban aumentado el sueldo, segua siendo muy poco para lo mucho que trabajaba. Mam, chate un rato le deca, te ves muy agotada. Descansar en la noche, hijita, cuando duerma le replicaba soltando una sonrisa y aada: Anda, mi cielo, ahora vete a estudiar. Yo me ocupo de tus hermanitos. Y Mara, resuelta, coga su mochila, se despeda de ellos y se iba contenta a la escuela. Pero, ltimamente, a Mara le preocupaba que su mam no solo se senta cansada cuando volva del tra- bajo. Algo ms serio la debilitaba por dentro, aunque no quera darle mayor importancia. No es nada, hijita le deca con su voz ronca. Pronto se me pasar. No es ms que una tonta gripe de 13 primavera. Mara, sin embargo, se consolaba diciendo: Yo te cui- dar, mamita. Pronto estars bien. Una planta mgica?
Un viernes por la maana, mientras se acercaba al
camin recolector con su balde azul, Mara vio a lo lejos algo resplandeciente que por un momento la paraliz. Envuelto entre la densa niebla, un joven alto y delga- do, vestido de azul cielo y una gorra blanca, ofreca un 15 obsequio a quienes entregaban la bolsa azul que lleva- ban en el balde. Mara, como ya era costumbre, se puso en la cola, junto con su inseparable Yago. En el suelo, al lado del joven, haba un montn de plantitas acomodadas en bolsas con tierra orgnica. Hola, nia la salud el joven apenas recibi la bolsa azul. Hola le sonri. El joven tom una plantita del suelo y, mirndola a los ojos, se la entreg. Toma, te la regalo. Gracias susurr la nia estirando la mano. Es una planta mgica. Una planta mgica? se sorprendi la nia. S, una planta maravillosa que debers colocar junto a tu rbol de jacarand asinti moviendo ligeramente la cabeza y continu: El da que veas brotar su nacara- da flor blanca entre las flores lilas del jacarand, ese da se cumplir tu deseo. Ten paciencia, Mara. Cmo sabes mi nombre? pregunt asombrada. Qu? Te llamas Mara? sonri el joven frotndose la frente. Qu coincidencia! Estas cosas suceden. Mara no dejaba de observar la verde plantita que tena entre sus manos. Y esto qu es?, caf? dijo sealando la masa oscura que rodeaba la planta. El joven sonri. No, jovencita, eso es un fertilizante natural que ha sido elaborado con todos los residuos que traen en los baldes. 17 Ah, s? No saba que esto poda salir de mi caqui- ta dijo la nia despertando la risa de todos los que la rodeaban. El joven hizo un gesto con la mano y continu repar- tiendo las pequeas plantas a los que se acercaban con su balde azul. Mara, mientras regresaba a casa con la planta entre las manos, pensaba: El da que vea su nacarada flor blan- ca, y enseguida soltaba una carcajada que haca ladrar a Yago. Mara se senta feliz con el bao seco en la casa, pero tena temor de que su mam se atrasara con el pago mensual que haca por el servicio del camin recolector. Es tan poco lo que le pagan, pensaba apenada. Sin embargo, enseguida recobraba el nimo, pues saba que con el bao seco sus hermanitos ya no sufran de dia- rreas y resfriados, como suceda antes.