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Elisabeth Roudinesco

PSICOANÁLISIS vs PROZAC
LA SOCIEDAD DEPRESIVA Y LOS ATAQUES AL PSICOANÁLISIS

ElisabethRoudinesco
Este texto nació de una constatación: me pregunté por qué, ciente. Y sin embargo, el inconsciente resurge a través del
luego de cien años de existencia y resultados clínicos indis- cuerpo, oponiendo una fuerte resistencia a las disciplinas y
cutibles, el psicoanálisis sigue siendo violentamente atacado prácticas destinadas a evidenciarlo. De allí el fracaso relativo
por aquellos que pretenden sustituirlo con tratamientos quí- de las terapias que proliferan, compadeciéndose del sujeto
micos (juzgados más eficaces porque llegarían a las causas depresivo, pero sin lograr curarlo ni aprehender las verdade-
denominadas “cerebrales” de los desgarramientos del alma). ras causas de su tormento.

Lejos de discutir la utilidad de esas sustancias y despreciar el Los medicamentos del espíritu
confort que aportan, he querido mostrar que no sabrían curar
al hombre de su sufrimiento psíquico, ya sea normal o patoló- Desde 1950 las sustancias químicas –o psicotrópicas- han modi-
gico. La muerte, las pasiones, la sexualidad, la locura, el ficado el paisaje de la locura. Han vaciado los asilos, sustituído la
inconciente, la relación con los otros dan forma a la subjetivi- camisa de fuerza y los electroshocks por los medicamentos. Si
dad de cada quien, y ninguna ciencia digna de ese nombre bien no curan ninguna enfermedad mental ni nerviosa, han revo-
resolverá estas cuestiones, afortunadamente. lucionado las representaciones del psiquismo mediante la fabri-
cación de un hombre nuevo, liso y sin humor, agotado por el
El psicoanálisis da testimonio de un avance de la civilización evitamiento de sus pasiones, avergonzado por no ser conforme
sobre la barbarie, restaura la idea de que el hombre es libre por al ideal que se le propone.
su palabra y que su destino no está limitado a su ser biológi-
co; y debería tener un lugar importante junto a las demás cien- Recetados tanto por los médicos generalistas como por los espe-
cias para luchar contra las pretensiones oscurantistas ten- cialistas en psicopatología, los psicotrópicos tienen como efecto
dientes a reducir el pensamiento a una neurona o a confundir normalizar los comportamientos y suprimir los síntomas más do-
el deseo con una secreción química. lorosos del sufrimiento psíquico sin buscar su significación.

La sociedad depresiva Los psicotrópicos están clasificados en tres grupos: psicolépticos,


psicoanalépticos y psicodislépticos. En el primer grupo encon-
Forma atenuada de la vieja melancolía, la depresión domina la tramos los hipnóticos (que tratan los trastornos del sueño), los
subjetividad contemporánea como la histeria de fin de siglo ansiolíticos y los tranquilizantes (que suprimen los signos de la
XIX reinaba en Viena a través de Anna O., la famosa paciente angustia, la ansiedad, la fobia y las diversas neurosis), y final-
de Josef Breuer, o en París con Augustine, la célebre loca de mente los neurolépticos –o antipsicóticos-, medicamentos espe-
Charcot en la Salpêtrière. En la víspera del tercer milenio, la cíficos para la psicosis y las formas de delirio crónico o agudo. En
depresión se ha transformado en la epidemia psíquica de las el segundo grupo están reunidos los estimulantes y los
sociedades democráticas al tiempo que los tratamientos se antidepresivos, y en el tercero los medicamentos alucinógenos,
multiplican para ofrecer a cada consumidor una solución hon- los estupefacientes y los reguladores del humor.
rosa. Por supuesto, la histeria no ha desaparecido, pero cada
vez más es vivida y tratada como una depresión. Pero este La psicofarmacología aportó en un principio un espacio de liber-
reemplazo de un paradigma1 por otro no es inocente. tad al hombre. Puestos en circulación en 1952 por dos psiquiatras
franceses, Jean Delay y Pierre Deniker, los neurolépticos han de-
La sustitución se acompaña de una valorización de los proce- vuelto al loco su palabra. Permitieron su reintegración en la vida
sos psicológicos de normalización en detrimento de las dife- social. Gracias a ellos, los tratamientos bárbaros e ineficaces fue-
rentes formas de exploración del inconciente. Tratado como ron abandonados. En cuanto a los ansiolíticos y los
una depresión, el conflicto neurótico contemporáneo parece antidepresivos, aportaron a los neuróticos y a los depresivos
no expresar ninguna causalidad psíquica surgida del incons- una tranquilidad mayor.
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Psicoanálisis vs Prozac
Sin embargo, a fuerza de creer en el poder de estas pociones, la la locura. De este modo, el sujeto que se cree impotente tomará
psicofarmacología ha terminado por perder una parte de su pres- Viagra4 para poner fin a su angustia sin conocer jamás la causalidad
tigio en desmedro de su formidable eficacia. Encerró al sujeto en psíquica expresada por su síntoma. Mientras, por otro lado, el
una nueva alienación, al pretender curarlo de la esencia misma hombre cuyo miembro realmente desfallece tomará el mismo me-
de la condición humana. También ha alimentado, a través de sus dicamento para mejorar sus performances, pero sin aprehender
ilusiones, un nuevo irracionalismo. Porque cuanto más se pro- nunca la causa orgánica de su impotencia. Lo mismo sucede
mete un “punto final” para el sufrimiento psíquico a través de la con la utilización de ansiolíticos y antidepresivos. La persona
ingestión de píldoras (que no hacen más que levantar los sínto- “normal”, golpeada por una serie de desgracias (pérdida de un
mas o transformar la personalidad), más el sujeto, decepcionado, ser querido, abandono, desempleo, accidente) verá que se le
se inclina hacia tratamientos corporales o mágicos. No nos asom- prescribe, en caso de angustia o duelo, el mismo medicamento
brará entonces que los excesos de la psicofarmacología hayan que a otro que no tiene ningún drama para afrontar, pero pre-
sido denunciados por aquellos mismos que hacían su elogio y senta trastornos idénticos por su estructura melancólica o
que reclaman hoy en día que los medicamentos del espíritu sean depresiva: “Cuántos médicos”, escribe E. Zarifian, “prescri-
administrados de manera más racional y en forma coordinada ben un tratamiento antidepresivo a personas que simplemente
con otras formas de cura: psicoterapia y psicoanálisis. están tristes, y a las cuales la ansiedad las conduce a una
dificultad para conciliar el sueño”.
Era ya la opinión de Jean Delay, principal representante fran-
cés de la psiquiatría biológica, quien en 1956 afirmaba: “con- La histeria de antaño traduce una protesta del orden burgués
viene recordar que en psiquiatría los medicamentos no son que atraviesa el cuerpo de las mujeres. A esta revuelta impoten-
más que un momento del tratamiento de una enfermedad men- te, pero fuertemente significativa por sus contenidos sexuales,
tal, y que el tratamiento de fondo sigue siendo la psicotera- Freud le atribuía un valor emancipador del cual se beneficiarían
pia”. todas las mujeres. Cien años después de este gesto inaugural,
asistimos a una regresión. En los países democráticos, todo su-
En cuanto a su inventor, Henri Laborit, siempre ha declarado que cede como si ya no fuese posible ninguna rebelión, como si la
la psicofarmacología no era, en tanto tal, la solución a todos los idea misma de subversión social, incluso intelectual, se hubiese
problemas: «¿por qué nos alegra contar con los psicotrópicos? vuelto ilusoria, como si el conformismo y el higienismo propios
Porque la sociedad en la que vivimos es insoportable. La gente de la nueva barbarie del bio-poder hubiesen ganado la partida.
no puede dormir, está angustiada, tiene necesidad de ser tran- De allí la tristeza del alma y la impotencia del sexo, de allí el para-
quilizada, más en las megalópolis que en las afueras. A veces se digma de la depresión5 .
me reprocha haber inventado el “chaleco químico”. Pero segura-
mente han olvidado el tiempo en que como médico de guardia de Diez años después de la celebración mundial del bicentenario de
la Marina, yo entraba en el pabellón de los agitados con un la revolución francesa, el ideal revolucionario tiende a desapare-
revólver y dos enfermeros fornidos, porque los enfermos grita- cer de los discursos y de las representaciones. ¿Podrá continuar
ban desde sus chalecos de fuerza, transpirando y gimiendo (...). ejerciendo la misma fascinación tras la caída del muro de Berlín y
La humanidad, en el transcurso de su evolución, ha sido forzada el fracaso del sistema comunista?
a pasar por las drogas. Sin los psicotrópicos, habría habido se-
guramente una revolución en la conciencia humana que dijera: Si la emergencia del paradigma de la depresión significa que la
“Esto no se soporta más!”, y ha sido soportado con los reivindicación de una norma ha relevado la valorización del
psicotrópicos. En un futuro lejano, la farmacología presentará conflicto, esto quiere decir también que el psicoanálisis ha
quizás menos interés, salvo probablemente en traumatología, perdido su fuerza subversiva. Tras haber contribuido amplia-
donde seguramente desaparecerá»2 . mente, durante todo el siglo XIX, no sólo a la emancipación de
las mujeres y de las minorías oprimidas sino también a la in-
Sin embargo, la psicofarmacología se ha transformado hoy en vención de nuevas formas de libertad, ha sido desalojado (como
día, a su pesar, en el estandarte de una suerte de imperialismo. la histeria) de la posición central que ocupaba tanto en los
Permite, en efecto, a los médicos (y sobre todo a los generalistas)
abordar del mismo modo toda suerte de afecciones sin que se
sepa nunca de qué tratamiento se trata. Psicosis, neurosis, fobias, Asociaci n
melancolías y depresiones son tratadas entonces por la Escuela Argentina
psicofarmacología, así como tantos estados ansiosos consecu- de Psicoterapia
tivos a duelos, a crisis de pánico pasajeras, o a una nerviosidad para Graduados
extrema debida a un entorno difícil: “El medicamento !""""""#
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psicotrópico”, escribe Edouard Zarifian, “ devino lo que es sólo INSCRIPCIÓN A 1º AÑO
porque apareció en el momento oportuno. Se transformó así en
el símbolo de la ciencia triunfante -la que explica lo irracional y F ormación pluralista en Psicoanálisis
cura lo incurable (...)- El psicotrópico simboliza el triunfo del cursado intensivo para residentes del interior y exterior
pragmatismo y del materialismo sobre las elucubraciones psi- Posibilidades de inserción para los egresados, en el Centro
cológicas y filosóficas que intentan aprehender al hombre”3 . de Asistencia Psicoanalítica «Dr. Arnaldo Rascovsky»

El poder de la ideología medicamentosa es tal que cuando pre-


tende ofrecer al hombre los atributos de su virilidad, se acerca a 4865-2050 Julián Alvarez 1933 Cap. Fed.

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saberes de orden terapéutico y clínico (psiquiatría, psicotera- del humor de diversos niveles. A menudo de forma adecuada,
pia, psicología clínica) como de las disciplinas mayores que le pero sin embargo, a pesar de los indiscutibles progresos diag-
rendían tributo (psicología, psicopatología). nósticos y terapéuticos realizados en particular por nuestros
colegas generalistas, se indican en aproximadamente la mitad
La paradoja de esta nueva situación es que el psicoanálisis de los estados depresivos estimados a nivel de la población
cada vez más es confundido con el conjunto de prácticas so- general. Por otra parte, asistimos a una definición ampliada de
bre las cuales antes ejercía su supremacía. Testimonio de ello la depresión y su medicalización (...). Podemos pensar que la
es el empleo generalizado del término “psi” para designar, con- evolución sociocultural actual contribuye a aumentar la canti-
fundidas todas las tendencias, a la vez la ciencia del espíritu y dad de personas comunes que, denominadas con gusto
las prácticas terapéuticas asociadas. neuróticos normales, han bajado el umbral de tolerancia a los
sufrimientos ineluctables habituales, a las dificultades y las
Mientras que el cuerpo de las mujeres se ha tornado depresi- pruebas de la existencia8 .
vo y la antigua belleza convulsiva de la histeria, tan admirada
por los surrealistas, ha dejado lugar a una nosografía insigni- Todos los estudios sociológicos muestran también que la
ficante, el psicoanálisis está aquejado por el mismo síntoma y sociedad depresiva tiende a quebrar la esencia de la resis-
parece no estar más adaptado a la sociedad depresiva que tencia humana. Entre el miedo al desorden y la valoración
prefiere la psicología clínica. Tiende a convertirse en una dis- de una competitividad fundada solamente en el éxito mate-
ciplina de notables, un psicoanálisis para psicoanalistas. rial, son muchos los sujetos que prefieren entregarse volunta-
riamente a las sustancias químicas antes que hablar de sus
Cuanto más implosionan las instituciones psicoanalíticas, más sufrimientos íntimos. El poder de los medicamentos del espíri-
presente está el psicoanálisis en las diferentes esferas de la tu es de este modo el síntoma de una modernidad que tiende a
sociedad, y más sirve como referencia histórica a esta psico- abolir en el hombre no sólo el deseo de libertad, sino la idea
logía clínica que sin embargo lo sustituye. La lengua del psi- misma de enfrentarse a la prueba que ésta supone. El silencio
coanálisis se ha transformado en un idioma común, hablado es, así, preferible al lenguaje, fuente de angustia y vergüenza.
tanto por las masas como por las elites, y en todo caso por
todos los practicantes del continente “psi”. Ya nadie ignora, Si el umbral de tolerancia de los pacientes ha bajado, si su
hoy en día, el vocabulario freudiano: fantasía, superyó, de- deseo de libertad está atenuado, lo mismo sucede con los
seo, libido, sexualidad, etc. médicos que prescriben ansiolíticos y antidepresivos. Una
encuesta reciente, publicada por el diario Le Monde muestra
El psicoanálisis reina con maestría en todas partes, pero tam- que numerosos médicos generalistas (especialmente aque-
bién en todas partes se lo pone al lado de la farmacología, al llos que se ocupan de las urgencias) no están mejor que
punto de ser él mismo utilizado como una píldora. En este sus pacientes. Inquietos, infelices, hostigados por los la-
sentido, Derrida tuvo razón al subrayar, en un texto reciente6 , boratorios e impotentes para curar y para escuchar un do-
que el psicoanálisis ha sido asimilado en nuestros días a un lor psíquico que los desborda cotidianamente, parecen no
“medicamento perimido relegado al fondo de la farmacia: siem- tener otra solución más que responder a la demanda masi-
pre puede servir en caso de urgencia o de falta, pero mientras va de psicotrópicos.
tanto se han inventado mejores”. Traducción: Lic. Luciana Volco

1
Sabemos sin embargo que el medicamento no se opone en sí En el sentido de marco de pensamiento, conjunto de representa-
al tratamiento por la palabra. Francia es hoy en día el país de ciones propias de una época a partir de las cuales se construye la
Europa con el consumo de psicotrópicos (a excepción de los reflexión. (Ver T. Kuhn) 2 Jean Delay, “Allocution finale du
neurolépticos) más elevado y en el cual, simultáneamente, el colloque international sur la clorpromazine et les médicaments
psicoanálisis está más instalado (tanto por la vía médica y neuroleptiques en psychiatrie”, L´Encephale, 1956, p. 1-81. 3 El
psiquiatra francés E. Zarifian denunció los excesos de la
curativa –psiquiatría, psicoterapia- como por la vía cultural –
psicofarmacología en Le prix du bien-ètre. Psichotrope et societé,
literatura, filosofía-). Si entonces el psicoanálisis es colocado Paris, Odile Jacob, 1996. 4 Comercializado como “píldora de la
junto a la psicofarmacología, es también porque los pacientes felicidad”, es un vasodilatador no afrodisíaco y sin efecto sobre el
mismos, sometidos a la barbarie de la biopolítica, reclaman deseo sexual. Sólo actúa sobre disfunciones eréctiles ligadas a
cada vez más que sus síntomas psíquicos tengan una causa causas orgánicas precisas. 5 No se hace suficiente hincapié en que
orgánica. A menudo se sienten inferiorizados cuando el médi- los antidepresivos producen a menudo como efecto secundario una
co intenta indicarles otra aproximación7 . baja del apetito sexual y fenómenos de impotencia en algunos
hombres. 6 Resistences de la psychanalyse, Paris, Galilée, 1996, p. 9.
7
Consecuentemente, entre los psicotrópicos, los antidepresivos En EEUU se ha inventado una nueva epidemia para designar la
histeria: el sindrome de fatiga crónica. Ligado a la noción de perso-
son los más indicados, sin que pueda afirmarse que los esta-
nalidad múltiple, este síndrome se trata con medicación, y los
dos depresivos estén en aumento. Simplemente, la medicina médicos afirman que la causa es un virus aún desconocido.
actual responde también al paradigma de la depresión. Por 8
Pierre Juillet, “La société avant et depuis l´introduction des médicaments
ende, cura casi todos los sufrimientos psíquicos como si se psychotropes en thérapeutique”, Bulletin..., 181, 6, p. 1039-1046.
tratara de estados a la vez ansiosos y depresivos. Lo atesti-
guan numerosos estudios aparecidos en 1997 en el Bulletin Este texto es parte de (la introducción y el capítulo 2) del
de l´Academie nacionale de médecine: “Indicados actualmen- último libro de Elisabeth Roudinesco «Pourquoi la
te en su mayor parte por los médicos generalistas”, escribe P. psychanalyse?» (Fayard- Paris, 1999)
Juillet, “los antidepresivos parecen aplicarse a los trastornos
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