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PEDERSOLI, PUGLIESE
1 Servicio educativo: Adriana Holstein, Constanza Pedersoli, Mercedes Pugliese, Dina Fisman, Mercedes Moreno y Marisa Ojeda.
Museo de las escuelas: Silvia Alderoqui (Coordinación general), Cristina Linares (Curadora)
La exposición oral
Este método es el más usado históricamente. Su ventaja primordial es la posibilidad de
trabajar gran cantidad de contenidos con un ahorro importante de tiempo y energía. La
desventaja es que requiere alta concentración y que es el que menor incidencia tiene en la
asimilación del espectador. Es importante ser conscientes de esto al elegirlo y tener en
cuenta que dentro de una exposición hay muchas variantes para facilitar la aprehensión
del espectador que pueden ir desde recursos con el discurso mismo, por ejemplo usar el
humor, o con la incorporación de recursos externos, imágenes, música, objetos, olores,
que acompañen la exposición.
En el museo se utiliza en cada sala en función se situar históricamente los hechos y
contextualizarlos. Una de las ideas centrales es "desnaturalizar" a la escuela y entenderla
como resultado de un proceso de construcción socio-histórico-político.
La expresión oral aparece en tres momentos:
a. Antes de comenzar el recorrido o la visita en una sala. Es una forma de dar
información previa al contacto con los objetos. Por ejemplo, en la parte inicial, algunos
guías exponen sobre los inicios de la escritura en tiempos de la Antigüedad, la escritura
tipográfica en los inicios de la Modernidad hasta llegar a la oralidad secundaria
representada por los medios de comunicación audiovisuales y el ordenador. Es decir miles
de años condensados en cinco minutos.
b. Dentro de las salas. En esta instancia es común que se parta de objetos y fotos.
Por ejemplo, se muestra cómo funciona un tintero involcable y después se hace una
reseña tecnológica e histórica del objeto.
c. Al final del recorrido o sala. Para reordenar los conceptos surgidos y desde ahí
aportar nuevos conocimientos. En el jardín de infantes, por ejemplo los chicos realizan una
actividad y al terminarla se retoma lo que les ocurrió y a partir de eso se explica la idea de
Froëbel y Ma. Montessori.
Las preguntas
Este método tiene gran vigencia en la actualidad. Trabaja a partir de las preguntas que se
le hacen al espectador a partir de un objeto. Existen distintos tipos de preguntas que van
de lo más simple que es nombrar los que aparece hasta preguntas relacionadas con
opiniones del espectador. Genera mayor atención que el método anterior porque el
visitante está incluido dentro de la propuesta. El guía podrá tomar los conocimientos
previos como herramienta desde donde construir su explicación, pero también el
espectador tendrá otro tipo de recepción porque esas preguntas remueven sus propias
ideas generando una necesidad de respuesta. Es decir, el aprendizaje se convierte en
más significativo porque está respondiendo a dudas propias.
Este método es utilizado en todas las actividades propuestas en el museo. Al ser la
escuela un objeto que hasta el momento todos los espectadores conocen por experiencia
directa, son muy ricas las anécdotas y las asociaciones que surgen a partir de lo propio.
Es muy fácil que surjan las comparaciones y las reflexiones sobre distintos hechos
ocurridos. Un ejemplo es la actividad de los papeles antes de comenzar la visita. Se hace
sentar a los chicos en ronda y se les dan recortes rectangulares que simulan pupitres.
Ellos deben ordenarlos según la ubicación actual que tienen en su escuela. A partir de
esto surgen discusiones y se les hacen preguntas que incitan el análisis de las ventajas y
desventajas de cada opción. Los adultos también participan contando lo que pasaba
cuando ellos eran chicos.
El juego
Es una actividad libre a la que se entra por gusto en donde el interés es natural e
inmediato. Es la primera forma de aprendizaje del hombre, no hay persona que no haya
jugado alguna vez. Johan Huizinga en su libro “Homo Ludens” habla de esto y dice que se
habla de homo faber, homo sapiens y que él agrega, homo ludens.
“ [...] jugando fluye el espíritu creador del lenguaje constantemente de lo material a
lo pensado. Tras cada expresión de algo abstracto hay una metáfora y tras ella un juego
de palabras”. Johan Huizinga, Homo Ludens, Alianza Editorial, Madrid, 1972, p. 15 y sig.
En el museo aparece directamente como forma de conocimiento, pero también como
objeto de estudio.
El juego como forma de conocimiento:
Puede considerarse juego a las dramatizaciones o rol play (Huizinga lo llama “juego
de mímesis”). En el museo se utiliza en el aula lancasteriana, al recrear la escena de
lectura, el consultorio, donde varios alumnos representan distintas escenas escolares
imitando lo que se hacía en esos ámbitos.
Aparece también el juego compartido en el jardín de infantes cuando los visitantes
se sientan en mesas de cuatro y entre todos exploran materiales de jardines de principio
de siglo y juegan a construir libremente o según consignas.
Existe también el juego lingüístico. Basado en teorías surrealistas y en Gianni
Rodari. En el museo está representado en “si la escuela fuera...”. Este tipo de juego da
espacio para la aparición de la metáfora como representación de una idea.
El juego como objeto de estudio:
Es objetivo del museo analizar también las transformaciones del juego como parte
del universo del niño que asistió a la escuela.
Hay vitrinas en donde se observan juguetes de distintas épocas para analizar los
cambios que se produjeron a través de los tiempos.
También existe espacio del patio de la escuela en donde los chicos pueden
observar a qué se jugaba a principios de siglo y establecer comparaciones con sus propios
recreos.
Por último los chicos analizan el no-juego del aula, el disciplinamiento, y se
compara con situaciones actuales de juego en algunas clases.
La experiencia interactiva
Es la mejor forma de construcción de conocimientos porque la persona participa activa y
directamente con el concepto. La desventaja es que lleva más tiempo y hay que centrarse
en un objetivo preciso. Es importante recordar que dentro del museo no se considera a la
experiencia como “el hacer por el hacer mismo”. Siempre se desprenderá de alguna
necesidad de conocimiento. Es común que se la utilice luego de plantearse un conflicto
previo o luego de analizar un objeto.
El aula de 1900 es el lugar donde esto se expresa más claramente. Sentarse en sus
bancos, no poder moverlos, usar plumas cucharitas, sellos, bordados, etc son
experiencias que los chicos vivencian directamente. Cada uno probará lo que es por
ejemplo escribir mojando la lapicera en el tintero y cuidando que no se le manche la hoja.
Esta experiencia será imborrable, pero perdería gran parte de su fuerza como objeto
Bibliografía
ALDEROQUI, S. y C. LINARES, (2004) “El Libro de Visitantes del Museo de las Escuelas:
un diálogo entre narrativasi” en Enseñanza de las Ciencias Sociales. Revista de
Investigación, lugar (¿?), (en prensa).
i La Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Universidad de Luján crearon el Museo de las Escuelas por medio
del Protocolo Adicional N° 3 al Convenio firmado entre la Universidad Nacional de Luján y el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El
Museo de las Escuelas fue inaugurado el día 10 de septiembre de 2002. Son sus antecedentes el Proyecto de la Universidad de Luján "Operación
rescate de las huellas del pasado” (1998-1999) y el Museo Virtual de la Escuela, y la Muestra de nivel inicial: Imágenes, textos, luchas, historias...
Sobre el Jardín de Infantes. Dirección Área Educación Nivel Inicial, GCBA, junio 2002.