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Segn Axelrod, esto es precisamente lo que TIT FOR TAT logra en tanto y en
cuanto no sea un individuo slo tratando de cooperar en un mundo de
completos traidores. Es ms sostiene que si tan slo hubiera una pequeo
nmero de individuos dispuestos a cooperar, stos obtendran un mejor
resultado que los completos traidores con tal slo un muy pequeo nmero de
interacciones entre s, mientras que los otros ser estaran traicionando todo el
tiempo. Este mnimo requisito le dara viabilidad.
Durante la guerra de trincheras , en la Primera Guerra Mundial, sucedieron
algunos episodios memorables. No hablo de hazaas blicas, sino de todo lo
contrario, de hazaas pacficas, de ejemplos de cooperacin en el marco
menos cooperativo que se puede imaginar, como es una guerra. Si la
cooperacin puede surgir con cierta estabilidad en un escenario blico, y si
puede ser explicada de manera racional, apelando al inters no de una
colectividad que comprende facciones enemigas, sino al inters individual, algo
habremos ganado en su comprensin.
El Papa Benedicto XV haba llamado a una tregua tiempo antes, pero nadie le
hizo el menor caso. Los generales y oficiales eran contrarios a este tipo de
treguas hasta el punto de considerar poco menos que desertores o traidores,
juicio sumarsimo incluido, a quienes estuvieran involucrados en ellas. Cules
eran, entonces, las circunstancias que permitieron la evolucin de la
cooperacin?
Para los soldados enfrentados la guerra tiene una perspectiva muy distinta que
para los generales. En una situacin de gran igualdad como era la guerra de
trincheras, un batalln aliado y otro alemn pueden luchar o no luchar. Si
ambos luchan, habr muchas bajas por ambas partes, con pocas
probabilidades de lograr una mejora en las posiciones (o, por lo menos, una
mejora que le merezca la pena al soldado del batalln). Si ninguno lucha, no
habr bajas y la vida en la trinchera puede hacerse llevadera. El problema es
que si uno no lucha est invitando al enemigo a que s lo haga y gane la
posicin sin bajas. Tenemos un dilema del prisionero. Es la guerra.
Pero es un dilema del prisionero repetido. Da tras da, mes tras mes, ao tras
ao, sin un final claro. Un juego repetido es muy distinto a uno jugado solo una
vez, sobre todo si no es un juego de suma cero, como este caso. Con la
repeticin del juego aparecen nuevas estrategias y nuevos equilibrios.