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Para concluir
Como hemos visto, Lacan no deja de interrogarse a lo largo de su
enseanza sobre el deseo del analista. Y lo hace, dice, en tanto
atae a la formacin del analista que es el objetivo de ella (47). El
anlisis didctico no puede servir sino para conducir a l (48).
Sin embargo, Lacan aade en su Discurso a la EFP que, una vez
instalados, los psicoanalistas se olvidan del acto que los ha
constituido y no quieren creer en el inconsciente para
reclutarse(48). No consideran un criterio de seleccin la elaboracin
del inconsciente. Pero, una vez acabado el anlisis, el analista ha de
seguir interrogando su relacin con l.
Cmo alguien deviene, ha devenido analista? Para responder a esta
pregunta, Lacan invent el pase, donde se trata de reclutar al
analista a partir de cmo la experiencia analtica modific su
inconsciente, como vari la economa de su goce, cmo el sujeto se
las arregl con el s final, qu hizo con el resto pulsional. Cada
testimonio de AE, deja ver una respuesta.
El final del anlisis no implica ninguna identificacin ni a los ideales
sociales ni a ninguna norma o moral colectiva. Se trata de una
solucin sinthomticasingular, es decir, para uno, no para todos.
No es tanto una identificacin al sinthome como de un saber
arreglrselas con l.
En el reciente Congreso de la AMP, Graciela Brodsky plante que la
mejor brjula que tiene el analista, para no extraviarse en la
direccin de la cura es su sinthome, con el tratamiento que le dio en
el anlisis. El deseo del analista es uno de sus destinos posibles (50).
El analista no analiza sin su sinthome. Este ltimo sustituira al deseo
del analista.
No hay manera de medir el deseo del analista sin ese lazo con otro,
donde se trata de medir el propio acto respecto al propio sntoma.
Cuanto ms la brjula es el sinthome, ms es necesario el anlisis de
control.
* Texto publicado en Cuadernos de Psicoanlisis 37. Revista del
Instituto del Campo Freudiano en Espaa. Madrid, 2015. Sobre este
tema, se puede leer tambin la entrada en este