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AUTORES, TEXTOS Y TEMAS Maurice Halbwachs CIENCIAS SOCIALES Cakes dain por sat Bein » LOS MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA Postfacio de Gérard Namer Trnduccide Maru! Antonio Bacay Michel Muga os @r tS Seas Sees A ANTBROPOS LOS MARCOS SOCIALES DE LA MEMORIA. ‘Genes Ulead Cente ens 200 oe | en-us 2 nel 3 ny a “Tul rig: Ls cosh soins de de ‘riers einen ops Ei 2008, Boo Ain Miche SAP 1954 anteps aa 204 ‘ike dips Eel Rak Breda) reed eopescam errr ear tho Cenc Soc ela Une canopy foci de Goa zoos Soa de Data eal Ven ssi eens rp ept 2.262006 Biz leetiny contac Phd Sev Eres ‘hea S) RU Tye 73098 peor Nowe ea 3 Moncada Ree impresen Epi -Prina Spa PROLOGO. Recientemente, cuando hojedbames un vigjo volumen del Magasin Pctoresque,lelmos ua singular historia de wna nia de 9 10 atios que fe encontrada en los bosques, en las inme- dliaciones de Chalons, en 1731. Nunca se supo ni de dénde venta ni en qué lugar habfa nacido y, adem ella no guard hingin recuerdo de su infaneia. Relaclonando Tos detalles ‘dados por ela de diversas etapas de su vida, pudimos inferit ‘que nacid en el norte de Europa y,eabe sospechar, donde los ‘esquimales, y que fue levada para las Antillas y fnalmente ‘para Francia. Ella aseguraba haber atravesade dos veces co: Siderables exiemsiones de mar, y parecia turbarse cuando see ‘mostraban imdgenes que representaban chozas y embarca- ciones del pats de los eaquimales,o focas, ocaa de azicar u otros productos de islas de América. Ademds, crela recordar con muchisima nitider que habia sido esclava de una seRora {que la estimaba conelderablemente, pero que el amo, no pur dlendo soportarla la habia hecho embarcar! ‘Sireproducimos eae relat, del que desconocemos su au- tenticidad y que solo sanocemos de segunda mano, es porque nos permite comprendar en qué sentido podemos decir que la ‘memoria depend del entorno social. A los 99 10 afos, un nino posce numerosos recuerdos, recientesy también lejanos. Tr Mayet Porque, 899. 1 Cone referencia later egret sche tn ei sar de Prope 7 ‘Sestniz onbeotca en2 r e e 8 pesrta silo separaran bruscamente de ot uyos, rans forcindolo aun pak donde nose habla lengua, en donde Fret aspeco de sus hablantes, ni de los Iugars, ni de sus Fates ycostumbres, no Henen nada que le resule familia para ea ehlonces?Elninoba abandonado una sociedad para pasar a otra, Parece qu en un primer momento haja perdido TEfacatid de recordar en esta lima todo lo que ha hecho, todo To quel impresionaba y ve recordaba, sn ning es ferzo,en la socked de origen, Para que cieros recuerdos Inclerfos eincempletos reaparezcan, es necesario que en la Stetedd donde se encuentra en sl momento presente, ele Irucstealmenos imagenes que recontrayan el grupo Yl medio de donde ol ha sido arrancado. EL ejemplo anterior no es mis que un caso extreme, Pero siezaminamos mis de cere el modo come recordamos, reco poceremos ~indudablemente- que la mayoria de estos ‘eoerdousemanifistanen el momento qe hess paren tes amigos w otras personas los evocan. Muchas veces nos ssombramos euandoleemos ens tntados de pseologiadon- ‘Eoscestula el cma de lamemoria, quee! hombre peda ser tstudiado como un se aislado,Parece que para comprender fuentes operacionce mentale, debemos paride indo JTearar tos los lvoe que to unen con Ta soiedad de sus Zemefantes Sn embargo, es en la sociedad donde normal Tent cliombresquercous ees, eval dondelos evo. {los reconoce 9 Tos localiza, Contemos en tna Jomada el ‘Mimero de recucrdos que hemos revivid, de momentos en {tc hemos tenido ractonesdiectas indectas con ots ombres: En ess esos, nos daremos cuenta que la mayoria de las eces uillzamos el recurso de miesra memoria para ‘spondera peeuntss que otra personas nos plantean, ave ‘nonemos Pdtfan hacernosas, que ademas, para spon dre tenemos que colocanos cist gar haciendonos ver emo parte del sino grapo ode erapossemeants, Pero prslemos preguntarnos st aguello que ex cleto para un gan Fimero de estos recuerdos no priser para todos. Lo fms ual es queyyome acuerdo de agulo que los ates me Intueonarevordar que su meroria viene enya de a mia {Quelaimfaseapoyaenla de clos, Almens, en estou casos, ln Shanifetacion de mis recuerdos no iene nada de mistriovo. No hay que averiguar si se encuentran o se conservan en cerebro o en una recéndita parte de mi esprit, donde yo serfa, por lo demas, el nico que tendria acceso. Puesto que Jo recuerdos son evocadas desde afuers,ylos grupos de los que formo parte me ofrecen en cada momento los medios de reconstruiros, siempre y cuando me acerque a ellos y adopte, al menos, temporalmente sus modos de pensar. Pero real: ‘mentees asi en todos ls casos? Es en este sentido que existirfa una memoria colectivay los marcos sociales de la memoria, yes en la medida en que nuestro pensamiento individual se reubiea en estos marcos ¥y participa en esta memoria que seria capar de recordar. Ast Se comprendera que nuestro estudio te inicie por tno e i= ‘Dito on, metos propo cantous El nur Se oe Props de Aan, ‘eit cpio sean hs artes Pare #8 B conversacion, os seh crefdo que ciertamente se trataba de algo que habiammos visto o de una conversacién. Pero cusndo Tas formas pierden su liste y sus contornos desaparecen, pa- rece que no queda mas en el espiitu que una vsién simplifi- cadaya voces, esta misma representacion da lugar a una serie tie palabras 0 frases, que no se corresponden, por otra parte, nlcon imagenes visuals (palabras impresas, por ejemplo) ni audltvas (suponiendo que existan tales imsgenes); por poco {Que nos representemos esas palabras: gpensar que se habla, ‘noc In misma cosa qué hablar mentalmente? Hasta cl presente, parecerfa que no hubiéramos avanzado lo sufcient. Es posible que un hombre que duermehable interior mente sn que nada se manifest exterormente: pero esta pal- brainterir es permanente, cuando sedesplicga, zejere alguna fnfluneia sobre el curso de nuestros suehos? Es posible inch so crefble que un hombre que suefa que habla, habe interior ‘mente: no obstante, el lenguaje interior se reduce solamente 8 ‘sa palabras de las que tiene conseienea, yque se plerden gene ralmente en medio de una tal eantida de mgenes sobre todo ‘suas, que forman la materia principal de nuestros suetios? Indiscuiblemente, sila sucesién de esas mismas imge- res se explicara por una sucesidn de palabras o de sonidos aiculados, eomprenderiamos mejor cerias caracteristicas del seo" En primer lugas; si las imagenes del sueno desflan con extrema rapidez, si parece que se precpitan, tanto como pata imped jar por mucho tiempo la atencion en cada una Aleella,gno seré porque dea misma manera tambien se pre cipita In palabra interior? A veces, nos asombramos cuando ecordamos una serie de acontecimientos vistos en suetio. (Como aquéllos onde lasimagenes aparecen sibtamente unas después de las otras, permitiendo que de pronto tun cuadro se ‘complete, y que una determinada Figura se transforme sin su \debido proceso de formacién, y donde el suefio parece mis bien una carera frenética en que se pasa de un objeto otro, sin eso periodos de descanso donde el pensamiento regresa sobre sf mismo, donde reflexiona y se separa de la imagen “hits ee ees en ete Stedtience esau ce tng terse cp. ¥D> {Caps oa te wrt ea Se, 6 4 para recuperar Ia conciencia de sf mismo: pero nada nos da tina idea de ese ritmo acelerada salvo Ia volubilidad dela pa- Iabra, tal como se observa en ciertos casos de parafasiay en algunos maniacos, e incluso en el curso de una conversaci6n, fen Ia que nos preocupamos de lenar todas las lagunas pos bles. Existe un delirio verbal que, en el orden dela palabra, ¢s proporcional al deliria visual y auditvo: plo, la parafasi no puede decise que el sujelo sea ineapas de onan neon ara ‘Siro yetpoumten hana cde irre Mare, peseotnda pox primera vere cence se one a des se Le pin def Sis bar SeSCIOo en tan memoria, eran hl ene yeas ee nisin vc etn Pea ‘is ipernity Wldttina er Vaade ce oc ett ces ose ‘sane delatersclon ead elope ner yes near di gels ‘Tretorn dass emer a pronunciar unas palabras o determina categoris de pal Erect esque es dca no respondan masa ss imagenes reo Ste en agar de palabras onentadas po un let ‘Phd apeecen palabras con in sent distin, totalmente aad reenable.” Adams an ener ae 5 {Sine dvesos objeto as partes del everpo et al me- ‘eunbrargcoreclament algunos de ellos cuando su aten- Minne se producto que se denominalintoxeacen salar ana dels palabras qu ven de pronancia Tindney deade co omen, apt pradesignar cal {ule Em cso dos enon, a funcon que disminnye no or des otetgeeia panic? Sucede To mismo —arees Pere Mari con la incomprensin dela palabra, sores PEGS Mucho eaun simon propimente sensorial dado que ‘Ghenfctmno sualmens peccbe tof las palabras de modo SEASIE ee cleonjnto de lace la ques le escape, 9 sto Teese ade mucho msl orien des comprensin inc ea ade a aa misma acicin especial», Por To do- stan cle desordene dea afin de Wemicke moet it TSE deamente af lenguaje,afectan al eonjunto de la tnigencia 3 muy especllment, las cosas disctcamente ‘prongs: Represaemos sobre sta kina afrmacion.* Btn ate debate resulta que eas lleracanes del len uae yrodacen sn desonden pernanenteyprofundo de sie Rarque ellenguje noes shplemente un instrumenso itycnsamiant, que condcionatodoclconjntodenuestas ‘tations mtlectates, Sino nos dao cuenta desde pine Gploves por elempeno de racira ctvidady los desrde- suis la memaria en lenge fsologico. Peo los hechos igus ce explcan porns hechospsguicos,y se complica Teskimado itll etudo de ess hechos, en el momento she te nfunde con arguments de oto orden. Cuando se blade eacelones motes postriores alas representaco- 28 Beelmism i ren coarse epics tinted ees ae Fe naan densio pe esadn ar dc SEE Sipe yaa maya Eden ae nes, de movimientos 6 onmociones nerviosas que prolongan Tas imagenes, por na parte se construyen unas hipétesis (de ‘esas reacciones y conmocionesfisieas conocemos muy poco ‘por observacion directa), por la oa se desvia su atencién de {so que se podria denomsnar el agpecto pstquico de esos he- cchos de los que el agpecto material ofisieo se nos escapa. Si bien, no sabemos en qué consiste el mecanismo cerebral del Tenguaje, percibimos cuando hablamos que atribuimos alas palabras y alas frases un significado, es deci, que nuestro {spirit no esta vactoy, por otra parte, consideramos que este Significado e= convencional, Nosotros comprendemos a los ‘otros ysabemos gue nos comprenden, yes por esta razén que $abemos que nos comprendemos nosoiros mismos:el lengua jeconsiste, pues, en una cirtaactitud del esprit, que solo es Concebible en el interior de una sociedad, ficticin 0 reales la fimciGn colectiva por excelencia del pensamiento. ‘*Ellenguaie, ha dicho Meillet es hecho eminentemente social, En efecto, esta idea encuadra exactamente ena defini ‘ién propuesta por Durkheim; una lengua existe independien- temente delos individuos quela hablan, s, aunque ellano tenga ‘ninguna realidad fuera de a suma de esos individuos, no obs- ‘ante, es por su generaidad, externa a cada uno de ellos; es lo ‘que demuestra que no depende de cada uno de ellos el cam- Darla, y que toda desviacién individual de su uso provoca una reaccin.+® Sila afasia consisteen un conjunto de desviacio- ines de ese tipo, sis le reconoce su exstencia es debido a las reacclones del grupo del que el aésico forma parte,y que se asombra de que uno de sus miembros no otorga alas pala- ‘bras el sentido convencional que los otros miembros les atri- ‘buyen. Uno se equivoca cuando se busca la causa de un deter rminado desorden en una lesin cerebral, en wna perturbacion psiquice lmitada a la coneiencia individual del enfermo. Su- pongamos una sociedad en la que el sentido de las palabras ‘Sea indeterminado y cambie sin cesar, sea porque cada inno- ‘acid linglsticareaizada porno importa qué miembro del {rupo sea inmediatamente adoptada, sea por qucla lengua se odifigue incesantemente por una Serle ininterrumpida de feeretos los hombres de espirita muy lento y de memoria 2S. Mel Lng sin gin eel 8B, 230, 9 ‘demasiado perezosa para prestarse a una semejante gimnasia | meatal agus ques ncorpraran al grupo desputs de lina ausencla momenténea, se encontrarfan en las mismas Condiciones y en elmismo estado que el afisico. Al contraio, Shel individuo no soportase més Ta presign continua de los IsbitoslingUtsticos del grupo, modifica ripidamente el ser tide de los términos por él utilizados, y erearia unos nuevos {éeminos para designar objetos familiares. Como plantea Milt sla palabra, sea pronunciada o ea escuchals, no ma- nifiesta cast nunca el objeto oel acto del cuales el signo,aca- fo, solamente, unas tendeneias de otra naturaleza, aquellas {qucestimularian la percepeidn de cada objeto o de cada acto, unguede un modo bastante débil. Una imagen tan poco evo- ada, y precisamente por lo mismo estaria suetaa modifcarse Sin grandes resistencias, Tal hombre estarfa, con relacin al frupo, en las mismas condiciones que un afisico. Las pal bras en efecto, las expresiones ylas frases de una lengua, des deel momento que las fuerzas que las apoyaban de alguna ‘manera, no se ejereen mas, no se apoyam entre ella, estén Expuestas a soportar la accion de las diversas influencias que tienden a modificar el sentido>.* La causa dela afesia no se encuentra, por consigwiente, en uns lesion cerebral, dado que podria producirse en un sujeto perfectamente sano.” Es un fesorden intelectual que se explica por una profunda altera- tn de las relaciones entre el individuo ye grupo, Dicho con bas palabras, existiria en el espiritu de todo hombre normal \iviendo en sociedad, una funcion de descomposicidn, de re- ‘comporicion y de coordinacion de as imagenes, quele permi- tearticular su experiencia y sus actos con la experiencia y los ‘actos de los miembros de su grupo. En casos excepcionales donde esta funcion deja de regularse, se debiitao desaparece ‘demode duradero, se dice que el hombreesafésico, dado que tl sintoma mas marcado de esta perturbacién es que el hom- trees incapaz de utiliza ls palabras unde eer mentees pa rode one Sihaaipetasetdeieneneaecaes nario 0 -Hemos encontrado una confirmacién valiosa de esta tesis cenlas notables abservaciones sobre afésics dela guerra que fueron publicadas por Head. Hasta ese momento, sea porque los sujetos observados hubiesen colaborado muy poto, sea porque los cbservadares no hubiesen jurgado provechoso ‘rientarla encuestaen ese sentido, se poseiainformacién poco precisa sobre el modo en que los afisicosrealizan (ono reali ‘2an) esas operaciones un poco complejas que suponen la i {eligencia dels convenciones prcticas admitidas en su gru po." Head ha podido estudiar once casos de afisicos por hreridas de guertas, es decir, de jovenes personas heridas en ‘un momento que posefan un estado de salud enviable, «xmay inteligentes, mds eufrless que deprimidas» (en la media que st reeuperacion progresa); en este sentido, son muy diferen- tes de los afisicos ordinarios afectados por degeneracién terial, y son mas capaces que ellos de analizase y de pres- tarse a pruebas bastantes largas y algunas veces comple). Igualmente, el autor ha estudiado precisamente en esos alssicos el papel de las palabras y de otros modos de repre- fentacién simbelica en Ia evocacién y Ta coordinacion de las magenes o recuerdos viuales: es decir queen vista de la so- [icin del problema que nos nteresa, ha wtilizado nuevos test, yh sabido sacar provecho los ya conocidos. Deningin modo udaremos en mostrar agut en todos sus detalles algunas dde sus experiencias.” Yate sabia que tn affsico es, a menudo, incapaz de repro- Aducir certos movimientos mas 9 menos complejos que se eje- cutan delante de él y eso se explicaba, algunas veces, por la {desaparicion de las Imagenes o de los recuerdos correspon ‘lentes, ¢Esta incapacidad no serfa mas bien el resultado di- spn por hones min rs Sem ap nota ‘modelo sme de on gon euros a copa dl model comple x eta yep, pr nL fcr acs ae ‘lone pao eo et precamente rsa 635 “Sic Hendra ged or of seach ra 38, ji po. 7.185 Decode Had en aon Scar dion pr ‘noone ercre noon paenyeenas ues pha de oigc ‘Mnpuina padi de una wombs toque poison oan Soa ‘dda fecn ba orn som a recto del olvido de las palabras? Es lo que Head ha intentado plantear del modo que veremos a continuacién ‘La prucba sdel ojo y de la oreja, que consisteen hacer re prodicir por el enfermo gestos tales como: toque vuestraoreja erecta con vuestra mano izquerda, et, era ejecutada en las condiciones siguientes: en in inieo, el observador se ubicaba frenteal sujet yejecutaba los movimientos, sin decir una pal bra: después, el sujeto se encontraba delante de un espejo, ye ‘observador se ubicaba detnis do dl, los dos frente al espe. ‘shor bien, se ha consiatado que en general la prucba daba ‘mejores resultados cuando se trataba de imitar «ene spo». Sucedia lo mismo, cuando se presentaba inmediatamente frente Alsujeto, un dibujo reproduciend el gesioa ejecutary cuando Selle mostraba el mismo dibujo reflejado en un espe: éste se tquivocaba en el primer caso pero no en el segundo. En fin, fuando la orden era hecha oralment, 0 cuando, sin decir una palabra, se mostraba al sujeto una cartulina en la quela orden Ersindicada encaraeteresimpresos, se obienian resultados muy parecidos que cuando el sujeto o el dibujo reproduciendo el estoy el observador, se refljaban en un espejo." De acuerdo ‘con Fadl, puede concluirse que la ineapacidad de éjecutara de Feproducr el gesto, cuando de hecho existe, noes el resultado tela destruccion dels imsgenes sino dela stata de palabras» Sin liar a dudas, cuando el sueto reproduce el gsto visto en ‘unio reproduction corrects los movimintor eel segundo, ho ke pe. ‘sults den seeoiton germs ne mye ‘Sete semen st Head tee, ran ets ig inn BD eeaec primal ta sds ergs sacle dee lar na a em ae tac lL espejo, Ia imitacion es automata, no hay nada que com: prender,éIno tene necesidad de distingur la derecha de la Tequierda, su brazo esta de una clerta manera atraido por el bazodel observador Es en cl dominio visual lo anlogo dela colli.” Pero cere momento quetun sujtose encuentra frente ‘amie intenta lita los movimientos de mi mano derecha © ‘nquierda, puesta en contacto con no de mis ojos o una de mis ‘reins, la palabra interna es una fase del acto normal. Enton- es, antes que nada es necesario comprender el gesto, es decir, texpresarloo representarlo de un modo convencional es cuan~ 4o, al menos, se hace necesario formula palabras tales como: ‘derecha onqulerda,y radueiren alguna medida el gsto visto tn lengusje interior «Vo he dicho siempre, declara en este sen- tido uno de los sujetos, ue es como si tradujera una lengua textranjera que no sé bien.» Deuna manera general, «todo eto {que exigela intervencién del aspecto nominal del pensamiento ‘dela expresién simbolica [eonvencional] es mal ejecutado» Es por eso quea titulo de contra-pruebs, se manifesta que los ‘mismos sjetosejecutan la orden oral oescrita: en efecto, las palabras anticuladas 0 escritas, yon elas, Js simbolos nece- saris lesson, entonces, dados. ¥ esto es debido.a que el sujeto zo puede sino con muchas difieultades indicar por escrito el _gesto, eal dibujado, aun cuando lo vearelejad en un espe: escribir necesita de la interpolacicn de las palabras en lo que Inabria sido de otro mado tn acto de imitacin no verbale = {agareaac ve etl epee) y tambien quel manne ements i Sliscurcpodeacetacarca ene ssmovinenery sore pacie. (orsninalrtbienlopsen states es nasa linn cere aro td de Seatac tamer etapa ddlrode bass tga tr epcomgoasoajapet sper oe avencaateacueei eee Bip coe inarenie baa eerie Sr ae eee Ee jn snaioectgien Satara #2osbecieee eres oeareaaoe concent ore 93 Enirela idea clara de un gesto ode un conjunto de gestos.y Jacomprensién den dibujo, o su reproduccién, no existe gran diferencia. Puede suceder que los alésicos tengandificultades fen dibujar, o puede que sean casi incapaces de hacerlo. ¢Es febido a que no tienen en mente cuando dibujan Is imagen o tlrecuerdo deallado y conereto del modelo? Bergson, hablan- Ado de los enfermos afectados de cepuera verbal, entendida esta {iin como una pérdida del reconocimiento visual limitada a Tos caracteres del alfabeto, subrayaba que a menudo éstos no cram capaces de weaptar aquello que se podria denominar el ‘movimiento dela letras cuando intentaban copiarls.Inician 101 dad definida. Ademss, puede (a diferencia de los amnésicos) recordar los princes acontecimientos de su propio pasa- do, yde alin mod revivirls, aun cvando no pueda mostrar ‘os otros una idea o sulicientemente pormenorizada de ellos. ‘Un buena parte desu memoria, aquella que rtienclos acon: tecimientos conserva el recuerdo de las personas, se mantie- fhe en contacto con la memoria colectivay se encuentra bajo fu control. Hace l esfuerz0 de hacerse comprender por los otros y de igual forma de comprenderos. Es parecido al caso ‘deun hombre que se enewentra en un pais extranjero, no ha- biael idioma, pero conoce a historia de ese patsy no ha olvi- dado su propia historia, Pero una buena cantidad de nocio- nes habituales no las maneja. Precisamente existe un clerto ‘nimero de convenciones de las que no comprende el sentido, sibien conoce de su existencia, y que se esfuerce initilmente ‘enadaptarsea ella. Una palabra leida o escuchada no se en- ‘entra acompafiada del sentimiento que ha comprendido st ‘Sentido; imagenes de objetos desfilan delante de sus os sin {que pueda nombrarlos, es decir sin que reconozca la natura- Ikea la funcién, No puede més, en determinadas ircunstan- clas, identifiear ss pensamiento con el delos otros, yelevarse ‘sia forma de representacion social que es una nocién, un ‘Coquema oun simbole de un gesto ode una eosa. En una gran ‘cantdad cle detalles, el contacto entre su pensamiento y la ‘memoria colectiva se interrumpe. ‘Al contrario, durante el suefio, las imégenes que desfilan cen la mente del hombre que suefia, cada una por separado, fon ereconoeldass, es dect, que el esprit comprende eso que tllas representan, capta st sentido y tiene el poder de nom- brarlas. Lo que conduce a pensar que, incluso cuando duer ime,el hombre conserva el uso dela palabra, dado que lapala- braesun instrumento de comprensién. El hombre diferencia Tas cosas y los actos, y se ubica desde el punto de vista de la sociedad para distingurlos. Supongamos que un hombre des plerto se encontrara en medio de hombres dormidos que ex presaran en alta vox eso que ven en los suefios: é los com- Drenderfa,y habria en ese espacio como un rudimentode vida Social, Sibien sabemos que el hombre despierto nose encuen- tra en eapacidad de relacionar lasucesién de los pensamien- tos de un hombre dormido con les de otro, hacer algo ast, 102 como dice Pascal, ue puedan sofiar en compaia® De dow mondlogos de hombres dermklos nose terra la posibidad de reerearun dislogo, Para ello, en efecto, seria necesario que el espritu de Ios hombres que ensuenan nose limitara a ope: rar con nociones prestadas del medio soca sino que sus pen. samientos se orientaran eonforme al orien donde se siguen Jos pensamientos de a sociedad. La soriedad, indudablemen te, plensa por conjuntos:vincula sus nociones entre elas, as agrupa en representaciones mis complejas de personas y acon {ecimientes, Inchuyéndolas en unas hociones todavia mucho ‘mas complejas. Ahora bien, siel hombre durante el suefo Fememora personas y hechos parecidis a los de la vspers, pero no evgea, con relacién a cada tino de ellos, todos exoe detalles caracteristicos que, cuando se encuentra despiert, constituyen para lla personalidad dels hombres yla realidad de los hechos. Esos que construye librementey al arbitrio de su imaginacién, no tienen ni consistenei, ni profiad, ni coherencia, nj estabilidad, En otras palabras la condicion del Suefo parece ser tal que elhombre mientras duerme, aun can do considere ls reglas que determinan el sentde de as pala bras, asf como el sentido de ls objetosy de las imagenes vs tos aisladamente, no recuerda ms de las conveneiones que fijan, en el espacio yen el medio social, el lugar relativo de los lugares y de los acontecimientos ash como el de las persons. El hombre durante suefo no puede sale de si mismo, en el sentido de que no es capaz de considerar desde el punto de Vista colestivo esos eonjuntos, hombres y hechos, resiones y periodos, grupos de abjetos e imagenes en general, que seen {uentran en el primer plano de la memoria dela sociedad, ‘Apresurémopos en agregar que esta distineion es siempre relativa, y que @60s dos aspectos de la memoria, que se pre- Sentan disociadgs nla afasiay en el seo, no estn, por lo ‘menos, intimamente asociados. En los casos deafssia aguda es sumamente dificil saber sila memoria delos acontecimien: tos se conserva, y hasta qué punto el enfermo recanoce las secanpetnes loge tsantemalyertas eis igty meso 103 personas, Los affsicas menos afectadas que no pueden, por Falta de palabras, narrar su pasado, y puesto que sus relacio~ nes con los otros hombres disminuyen, deben conservar un Sentimiento bastante impreciso delos tempos, de os lugares {de las personas. Por otr parte, sreconocemos someramente Tus imagenes que aparecen en el suefo, tenemos de ellas una visiGn superficial y confuss: nuestros suefios se encuentran Denetrados de tantas contradicciones, nos liberamos durante {Cl sueio hasta tal punto de las leyesfisteas y de las replas Sociales, que entre las ideas que nos hacemos de los mismos bjetossislados, yas nociones que deellos tendriamos estan ‘do despirtos, solo existe tna relacion muy Iejana. En suma, {entre una nocion simple y otra compleja, entre un objeto ais fado y un conjunto, dénde est el limite? conforme con los puntos de vista la snizma agrupacién de hechos ode partcu- Firidades, no podré ser considerada de modo indistinto? No te menos cierto que i se pierde el contacto con la memoria electiva de dos iodos tan distmlles, debe seguramente exis- thy enestaitima, dos sistemas de convenciones que, habitual ment, seimponen simaltaneamente los hombres, incluso fefortalecen asociindose, y pueden también manifestarse por eparado, Heinos comprobado que el hombre durante el sueRo escapade reconstruire recuerdo de los acontecimientos ‘omplejos. que ocupan una duracion y una extensién espacial ‘otables;es que ha olvidado las convenciones que permiten al hombre despierta integra en su pensamiento tales conjun- tos Sin embargo, puede rememorar imagenes inacabadas ¥ Feconocerlas, es decin comprender el significado; puesto que hha conservad los convenciones que permiten al hombre des- pierto nombra los objetos y distinguirlos por sus nombres {as convenciones verbal constituyen el mareo més elemental {Yevtable de la memoria colectiva: marco singularmente im- preciso ¢ indeterminado, puesto que deja pasar todos los re- Flerdos aunque sean poco complejs, y slo conserva unos {etalles aslados y unos elementos descontinuados de mues- ‘as representaciones. 108 CapfruLo II LA RECONSTITUCION DEL PASADO- ‘Cuando nos eae entre las manos uno de os libros que cons tiquyeron la alegria demuestra infancia,y que no hemos aber todesdeentonces, noes sn una certacuriosidad, sin Ia espera de un despertar de recuerdos, y de una especie de rejuve- ‘necimiento Interior, que comenzamas la lectura. S6lo de pen- ‘Sar, nosotros ereemos encontrarnos en el estado mental en el ‘cual estabamos entonces, plicacién: de momento ellos se contentan con reencontrar, en Toque venoenlo que seles cuenta por primera vez, una forma ‘nueva o una nueva combinacion de realidades familiares. La pasividad y Ia indiferencia de los nines es mucho mis, ‘arcadia cuando se trata de leyes y costurnbres dela sovie~ dad, que cuando se les pone en contacto con los hechos dela nnaturalers. Una erupeién de un voledn, un cielén, una tem- pestad, e incluso os fendmenos mas frecuentes, la Tuvia, la Sucesién de las estaciones el movimiento del so, la vegeta- ‘in, las diversas formas de a vida animal, les asombra; quie- ren que sees brinde una explicacionsuficientemente clara y bastante completa; multipliean las preguntas yno se cansan con los detalles con los cuales pueden recargarse ls respues- tas; muy bien retinen, en un sistema rudimentario todo cuan= tahhan aprendido y observado al respecto. Al contratio, acep- tan sin dificultad la diversidad de los usosy das condiciones sociales y, quiz, no presten atenciGn. Es bastante dificil ex: plicar a Jos ios lo que es un extranjero, un ico, un pobre, “in obrero, Desde el momento en que sees habla de una inti- {ucién como ls impuestor, los tribunals, el comercio, escu han ms distraidamente,y se pereibe que aquello noes inte ‘esa, Rousseau no se ha equivocado, clando consideraba que Ini no es més que un pequeno salvaje, que debe ser envia~ ‘doaala escuela de In naturaleza y que todo cuanto se le dice {ela sociedad no son para él sino palabras vacias de sentido. Las distinciones sociales no le interesan sino evando éstas se ‘raducen en una forma pintoresca. Un monje un soldado, por sr vestimenta y por su uniforme, un earnicero, un panadero, tun eochero, porlo que de material hay en su actividad, inter- 107

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