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2008 - 2009
Las áreas protegidas nacionales de la Región Noreste Argentina (NEA) resultan áreas
sumamente pequeñas para conservar muestras representativas de los ambientes que allí se
protegen. En este sentido, la ocurrencia de disturbios de mediana a alta magnitud (incendios
de grandes dimensiones o de gran intensidad, invasión de especies exóticas, entre otras)
puede poner en riesgo la totalidad del área y la conservación de numerosas especies.
En enero de 1996 ocurrió un incendio de alta intensidad que abarcó parte de la población de
crataegus y que fue aprovechado para medir la efectividad del fuego en el control de esta
especie. A un año del incendio, se comprobó que el fuego frontal de alta intensidad afectó el
100% de la cobertura de los crataegus. Asimismo, se observó que hubo una letalidad
considerable en las plantas de crataegus, tanto pequeñas como grandes, observada luego del
rebrote (alrededor de un 50% de letalidad). Cabe señalar, que desde la primera quema la
fructificación se interrumpe y, con ella, gran parte del proceso de invasión (Maranta y Ferreira,
op.cit). En base a las observaciones realizadas y a los datos obtenidos de este incendio se pudo
determinar el daño que el fuego ocasionó a las plantas de crataegus (Coria y Coria, 2004).
Igualmente, los monitoreos posteriores justifican la toma de medidas de acción sobre esta exótica
ya que muestran el importante grado de avance que presenta, no solo en la parcela a quemar de
manera experimental, sino también en el resto del área protegida.
De acuerdo a las conclusiones del “Taller Interno para planificación del control de Crataegus en
el PN El Palmar”, realizado los días 5 y 6 de febrero de 2004, surge como resultado que la
alternativa más viable en términos operativos y ambientales es la combinación de tres
tratamientos en el siguiente orden: Fuego de alta intensidad, fuego moderado y por último
aplicación de herbicida. En el taller se hace mención a la importancia de la realización de
planes de monitoreo para la implementación de la alternativa seleccionada.
Objetivos específicos
Cabe destacar que en este documento se vuelcan los resultados de los tres monitoreos
(febrero 2008, marzo 2009 y diciembre 2009) realizados por el personal técnico de la DRNEA y
colaboradores. (Anexo I).
Además, se debe tener muy presente, que este informe se complementa con el documento de
“Aspectos operativos y de seguridad de la quema de alta intensidad” presentado
oportunamente por el técnico Pablo Pérez de la Clif (2008). En el mismo, se realiza un análisis
detallado de estos aspectos planteando los aciertos y desaciertos de las técnicas de quema
empleadas a cada paso, así como el comportamiento del fuego a lo largo de la quema de la
parcela. También aquí se plantean los puntos discutidos en la reunión final y de evaluación que
se realizara el día 27 de febrero de 2008). (Anexo II).
1- PARCELA EXPERIMENTAL
La superficie estimada de la parcela completa es de 71 ha, con forma de triángulo con la base
apoyada sobre la margen Norte del camino principal de ingreso al área protegida y el vértice
tocando el Arroyo Los Loros. Presenta terreno levemente ondulado, con una marcada
pendiente hacia el Norte, suelos húmedos en algunos sectores con un bajo con forma de
media luna en el sector Sureste de la misma. (Ver figura 1).
Los crataeguzales llegan al 100 % de cobertura en las inmediaciones del Arroyo Los Loros y en
el abanico Sudeste-Noreste, se vuelven la vegetación dominante.
Los ambientes del área a intervenir y circundante, también presentan una alta cobertura de
chilca, especialmente Baccharis dracunculifolia, Baccharis medulosa y Eupatorium buniifolium,
la que cubre más del 25 %.
2- METODOLOGÍA
2.1- Pre-Quema
Previo a la quema prescripta se recorrió el perímetro de la parcela y se colocaron varillas de
caña de aproximadamente 3 metros de altura con banderines de papel color rojo cada 100
metros, en el borde Este de la parcela para observar velocidad de avance del fuego. (Figura 2).
Figura 2: Varilla con banderín de color rojo para determinar velocidad de avance del fuego.
A- Flora
- Crataegus: se consideraron tres categorías de tamaño de ejemplares (diámetro de
copa) menor a 2 m, entre 2 y 4 m y mayor de 4 m.
- Chilcas: se analizó
• Cobertura total
• Reducida (tocón)
• Carbonizada
• Chamuscada
• Parcialmente afectada
• Verde
- Palmeras
• Coronada
• Tronco y primeras hojas
• Tronco quemado
• Copa quemada
• Sin quemar
Espesor de la corteza quemada
• De 1 a 5 mm
• De 5 a 10 mm
• De 10 a 15 mm
- Pastos
• No se observan
• Raro (menos del 20 %)
• Frecuente (entre el 20 y el 50 %)
• Abundante (más del 50 %)
B- Fauna
Por otro lado se registró la fauna viva, muerta y rastros en todas las transectas
(observada en un radio de 10 mts para cada punto de muestreo) y se agregaron
comentarios adicionales de la recorrida.
3- RESULTADOS
Para analizar los resultados de los puntos muestreados en las transectas definidas para cada
uno de los monitoreos, se simuló el área como si fuera una cuadrícula conformada por las
transectas y los puntos y se procedió a analizarlas por fajas perpendiculares al avance del
fuego como se muestra en el siguiente gráfico. (Figura 4).
Punto de muestreo
Faja analizada
Transecta
3.1- Quema
La quema del sector Norte logró alcanzar el 73% de la superficie (17,64 ha). (Figura 5).
Figura 5: Gráfico que muestra superficie total, parcela dividida y área alcanzada efectivamente por el fuego.
Figura 6: Avance del fuego y altura de llama alcanzada a los pocos minutos de iniciado el fuego
A los 7 minutos de inicio, el fuego era de alta intensidad continuando así por 15 minutos más
donde, al chocar con las formaciones más densas del crataegus, pierde fuerza.
La velocidad de avance del fuego utilizando los banderines colocados cada 100 metros no fue
posible de estimar correctamente debido a la altura de llama y al humo que generaba el
material combustible al momento del paso del fuego por los banderines; esto impidió su
visualización.
Asimismo, se debe aclarar que el viento Sureste provocó que el fuego tenga una tendencia
hacia el Noroeste dejando sectores del borde Este de la parcela sin quemar.
a- Flora
La vegetación que iba siendo alcanzada por el fuego se quemaba completamente cuando se
trataba de los pastos y crepitaba cuando alcanzaba a las chilcas. En algunos casos las chilcas
alcanzaron a quemarse de manera completa y en otros solo se quemo la parte aérea. Caso
similar ocurrió con los crataegus.
A medida que avanzaba el fuego se observó una inambú común (Nothura maculosa) cruzando
el camino hacia el Este y un pico de plata (Hymenops perspicillata) que voló desde la parcela
Norte, posándose luego en un arbusto de la parcela Sur.
Unos minutos después, a unos 200 metros del inicio de la quema, se observaron tres
ejemplares de ciervo axis (Axis axis) aparentemente hembras, mientras los brigadistas
observan otros tres ciervos axis y un carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) a unos 100 metros
de este lugar hacia el inicio de la quema. Todos estos fueron observados escapando de la
parcela a quemar en dirección Este, cruzando el camino.
Desde el mirador del arroyo, otro observador identificó durante el tiempo de quema, 2 ciervos
axis, 2 carpinchos, 1 zorro de monte (Cerdocyon thous.), 2 jabalíes (Sus scrofa), una pareja de
taguató (Buteo magnirostris) y un halcón peregrino (Falco peregrinus).
A 300 metros del inicio de la quema se observa una Mabuya dorsivittata cruzando el camino,
escapando del fuego y los brigadistas observan una culebra verde grande con vida y otra
recientemente quemada.
De los 17 tempils instalados para medir intensidad de fuego sobre el borde Este de la parcela,
5 fueron recogidos inmediatamente terminada la quema, mientras que el resto se levantó al
día siguiente y dos no fueron encontrados. Del total de los tempils solo 5 mostraron variación
de color describiendo la temperatura alcanzada por el fuego en ese punto. (Figura 7).
De los que si respondieron positivamente al fuego, el número 11 (204ºC) fue el más cercano al
crataeguzal cerrado, hasta donde evidentemente el fuego pudo penetrar pero ya con muy
poca intensidad. Los puntos intermedios 13 y 14 (816ºC) fueron los que se encontraban en el
borde de matorrales de crataegus, los que estaban rodeados de chilcas muy altas o de pastizal.
Es por tal razón, que estos alcanzaron a quemarse muy bien y con mucha fuerza pero sólo
golpeando el perímetro del matorral de la exótica. Por último, los punto 16 y 17 (704ºC)
lograron un valor de intensidad importante. Como se puede apreciar en la imagen, estuvieron
ubicados al Sureste de la parcela donde la ignición iniciaba y contaba con la presencia de
chilcas altas.
a- Flora
El monitoreo contempló 4 tipos de vegetación a observar, crataegus, chilcas, palmeras y
pastos, de acuerdo a la metodología descripta.
En cuanto a los ejemplares de chilca observados y el grado de incidencia del fuego, se observó
una afectación total (categorías carbonizada y reducida) del 90% de los ejemplares de chilca en
la primer faja analizada, disminuyendo al 76,6 % en la segunda, 80% en la tercera, 90% en la
cuarta, 75% en la quinta, 88% en la sexta y a partir de allí disminuyendo a 77% en la séptima,
70% en la octava y 43% en la novena y última faja alcanzada por el fuego.
En cuanto a los pastos observados en las transectas, se quemó la totalidad de la parte aérea
del área donde ingresó el fuego. Asimismo, al día siguiente de la quema y luego de una lluvia,
se registró el rebrote inmediato de los pastos afectados. (Figura 11).
En referencia a las palmeras todas tuvieron algún grado leve de afectación, algunas hojas
quemadas y troncos ennegrecidos.
Figura 13: Ejemplar de lagarto overo vivo en la parcela quemada el día anterior
Las observaciones de las heces y huellas de axis y jabalí así como las osadas de este último
demuestran la inmediata presencia de estas especies en la parcela recién quemada
Quema experimental y monitoreo de crataegus – PN El Palmar 14
3.3- Monitoreo post-quema marzo 2009
El siguiente gráfico muestran los resultados de ejemplares quemados vs rebrotados para las 14
fajas analizadas. (Figura 14).
En este monitoreo de las transectas, se observó que el 89% de los ejemplares de crataegus se
habían quemado, el 10,40% habían rebrotado y un 0,6 % permanecía verde. (Figura 16).
Durante los últimos 2 monitoreos se contó con gps, y se volcaron los datos en Arcview para el
análisis de los mismos. A fin de analizar el resultado de la quema en cuanto a éxito de la misma,
A fin de facilitar la observación de los cambios en la vegetación se tomó una imagen de marzo
de 2008 y se asignó la siguiente combinación de bandas: 5-4-3. De esta forma, al norte del área
delimitada y relevada, se observa en la imagen una coloración verde indicando vegetación
densa donde el fuego no penetró. A su vez, se observa con claridad el área que fue quemada en
un tono violeta, distinguiéndose dos pequeñas áreas algo verdes, una de ellas próxima a puntos
de muestreo con valores bajos (0 – 10%) de ejemplares quemados.
Asimismo, se puede ver una diferencia de tono azul – violeta, la cual indica la diferencia de
tiempo en la quema del sector, la parcela sur (azulado) fue quemada en los pocos días previos a
la captura de la imagen.
Por otro lado, para verificar la interpretación de la imagen, se obtuvo un índice de vegetación
(NDVI) el cual permite discriminar las áreas fotosintéticamente más activas, es decir, las que
crecen más (color blanco), de las áreas desprovistas de vegetación (color negro). El mismo se
muestra en la imagen que sigue.
Como se puede deducir de los resultados obtenidos, los objetivos planteados para la quema de
la parcela Norte realizada el día 26 de febrero de 2008, se lograron satisfactoriamente.
Para evaluar la efectividad de esta quema se consideró el área realmente alcanzada por el
fuego (70,8%) y en base a los posteriores monitoreos (marzo 2009 y diciembre 2009) se
corroboró si los ejemplares afectados por el fuego continuaron quemados o rebrotaron,
considerándose el rebrote como indicador de supervivencia de la planta. De esta manera, a lo
largo de los monitoreos realizados en el año 2009 se concluye que el fuego de alta intensidad
logró controlar de manera efectiva el 84 % de los crataegus que fueron alcanzados por el fuego.
Respecto de las chilcas y pastos que también fueron afectados de diferentes maneras durante
la quema, se han recuperado prácticamente en su totalidad cubriendo en un principio a modo
de tapiz vegetal y ya, a un año y medio de la quema, han alcanzado gran altura y excelente
cobertura de suelo.
En relación a la vegetación leñosa que se quemó, también se pudo observar que más del 95 %
rebrotó a pesar de tener gran parte del ejemplar aéreo quemado. (Figura 17).
Se deberá tener especial atención a los ejemplares arbustivos de exóticas como ligustro, paraíso
y ligustrina que han aparecido en la base de los ejemplares muertos e incluso en la base de los
ejemplares de leñosas nativas.
Finalmente se propone:
- Planificar la réplica de las quemas prescriptas de alta intensidad en otras parcelas de
características similares a la ya tratada.
- Continuar el monitoreo de la parcela quemada.
- Aplicar la secuencia de tratamientos consensuados en el “Taller Interno para
planificación del control de Crataegus en el PN El Palmar”
- Analizar nuevas metodologías para el tratamiento de áreas con invasión severa.
- Monitorear sistemáticamente la afectación del fuego sobre las leñosas nativas.
Pre-quema
La colocación de los tempils debería ser en sectores estratégicos y tratando de cubrir la mayor
parte de la parcela a analizar y no necesariamente en una misma línea como se realizó en esta
quema. Por otro lado, dado lo dificultoso del ingreso a las parcelas invadidas con crataegus, se
complica la instalación de los tempils así como el relevamiento y marcación de individuos
previo a la quema.
Quema
En cuanto a la metodología implementada, se deberá tener en cuenta para futuros monitoreos:
- definir con anticipación el número de personas que participarán del monitoreo,
- unificar criterios de la toma de datos (numero de individuos o porcentajes de cobertura) y
- dotar de gps a cada uno de los técnicos que realicen el monitoreo.
Estas recomendaciones surgen a partir de los inconvenientes surgidos durante el primer
monitoreo, para el cual se planeaba un método sencillo a realizar por dos técnicos,
modificándose sobre la marcha al contar con mas personas para colaborar.
Durante la quema se contó con el apoyo de un helicóptero prestado por el Plan Nacional de
Manejo de Fuego. Si bien, resultó ser importante esta colaboración, hubiese sido conveniente
prever el abastecimiento de combustible para poder sobrevolar durante todo el período en el
que se desarrolló la quema, incluso una vez finalizada la misma para ver en que condiciones
quedó la parcela quemada.
Post-quema
Finalmente, en el monitoreo de diciembre de 2009, surgieron dos inconvenientes que
dificultaron la realización del mismo. Uno de ellos fue la instalación de un potrero de caballos
para las cabalgatas en el sector sur de la parcela a monitorear (6,8 ha). Aquí se pudo apreciar
una diferencia importante en cuanto a cobertura del suelo entre el área pastoreada y el sector
fuera del potrero. Fuera del potrero los pastos habían cubierto con gran éxito el suelo,
disminuyendo en principio los ejemplares de chilca (obs. personal).
PERSONAL AFECTADO