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28/06/09
PERSEVERANDO EN LA ORACIN
La oracin, a mi modesto entender, es una prctica que debemos perseguir,
luchar por ello, e insistir en ello, hasta que entendamos nuestro privilegio,
entendamos nuestra responsabilidad, y consolidemos sta prctica como un
verdadero hbito: orar, comunicarnos con Dios, ser tiles con l.
El hermano Lorenzo sola decir: Debemos afirmar nuestra vida en la realidad de la Presencia de Dios,
conversando continuamente con l. Sera algo vergonzoso dejar de conversar con l para pensar en
insignificancias y tonteras. Deberamos alimentar y nutrir nuestra alma, llenndola con pensamientos
enaltecidos acerca de Dios. La lectura de la Biblia nos puede ayudar a esto. Debemos acrecentar y dar
vida a nuestra fe. Es lamentable que tengamos tan poca fe. Los hombres se entretienen con devociones
triviales, que van cambiando diariamente. El camino de la fe es el espritu de la iglesia, y es suficiente
para llevarnos a un alto grado de perfeccin. Debemos entregarnos a Dios tanto en las cosas
temporales como en las espirituales, y buscar nuestra satisfaccin solamente en el cumplimiento de Su
voluntad, ya sea que l nos conduzca a travs del sufrimiento o lo haga a travs de la consolacin. Todo
debe ser igual para un alma verdaderamente entregada a l. Necesitamos fidelidad en la oracin en
momentos de sequedad espiritual, de insensibilidad y de tedio, por medio de las cuales Dios prueba
nuestro amor a l; esos momentos son propicios para que hagamos buenos y eficaces actos de
entrega, actos que uno debera repetir frecuentemente para facilitar nuestro progreso espiritual. Lorenzo
deca que, aunque diariamente oa acerca de las miserias y los pecados que hay en el mundo, l estaba
muy lejos de sorprenderse de ellos; y que, por el contrario, estaba sorprendido de que no hubiera ms
maldad, considerando las iniquidades de que son capaces los pecadores. l, por su parte, oraba por
ellos; y no se dejaba vencer por preocupaciones como stas, sabiendo que Dios puede remediar el
dao que ellos hagan, cuando l as lo vea conveniente. Lorenzo deca que para llegar a la entrega que
Dios requiere de uno, debemos vigilar atentamente todas las pasiones que se mezclan tanto con las
cosas espirituales como con aquellas que son de una naturaleza ms burda. Si verdaderamente
deseamos servir a Dios, l nos dar luz con respecto a esas pasiones y nos liberar. Amn.