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CAPÍTULO 5
Editado por
Etienne G. Krug, Linda L. Dahlberg, James A. Mercy,
Anthony B. Zwi y Rafael Lozano
ISBN 92 75 31588 4
1. VIOLENCIA
2. VIOLENCIA DOMÉSTICA
3. SUICIDIO
4. DELITOS SEXUALES
5. FACTORES DE RIESGO
6. GUERRA
LC HV6625.O68im
Cita sugerida: Informe mundial sobre la violencia y la salud. Washington, D.C., Organización Panamericana de la Salud, Oficina Regional para
las Américas de la Organización Mundial de la Salud, 2003.
La fotografía de Nelson Mandela se reproduce con la autorización del Congreso Nacional Africano.
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ciones de productos patentados llevan en las publicaciones de la OPS letra inicial mayúscula.
La expresión “país o zona” que aparece en encabezamientos de cuadros abarca países, territorios, ciudades y zonas.
COLABORADORES • iii
Contenido
Prólogo xi
Prefacio xiii
Colaboradores xv
Agradecimiento xix
Introducción xxi
Capítulo 3. Maltrato y descuido de los menores por los padres u otras personas a cargo 63
Antecedentes 65
¿Cómo se definen el maltrato y descuido de los menores? 65
Aspectos culturales 65
Tipos de maltrato 65
La magnitud del problema 66
El maltrato mortal 66
El maltrato no mortal 68
¿Cuáles son los factores de riesgo en el maltrato y descuido de los menores? 72
Factores que aumentan la vulnerabilidad del niño 72
Características de las personas a cargo y de la familia 73
Factores de la comunidad 75
Factores sociales 75
Las consecuencias del maltrato de menores 76
Carga para la salud 76
Carga financiera 77
¿Qué se puede hacer para prevenir el maltrato y descuido de menores? 77
CONTENIDO • v
Recomendaciones 122
Investigación sobre la violencia en la relación de pareja 122
Fortalecimiento de las fuentes informales de apoyo 123
Hacer causa común con otros programas sociales 123
Inversión en prevención primaria 124
Conclusiones 124
Referencias 124
Prólogo
El siglo XX se recordará como un siglo marcado por la violencia. Nos abruma con
su legado de destrucción masiva, de violencia infligida a una escala nunca vista y
nunca antes posible en la historia de la Humanidad. Pero este legado, fruto de las
nuevas tecnologías al servicio de ideologías de odio, no es el único que sopor-
tamos ni que debemos arrostrar.
Menos visible, pero aún más difundido, es el legado del sufrimiento indivi-
dual y cotidiano: el dolor de los niños maltratados por las personas que deberían
protegerlos, de las mujeres heridas o humilladas por parejas violentas, de los
ancianos maltratados por sus cuidadores, de los jóvenes intimidados por otros jóvenes y de personas de
todas las edades que actúan violentamente contra sí mismas. Este sufrimiento, del que podría dar muchos
más ejemplos, es un legado que se reproduce a sí mismo a medida que las nuevas generaciones aprenden
de la violencia de las anteriores, las víctimas aprenden de sus agresores y se permite que perduren las
condiciones sociales que favorecen la violencia. Ningún país, ninguna ciudad, ninguna comunidad es
inmune a la violencia, pero tampoco estamos inermes ante ella.
La violencia medra cuando no existe democracia, respeto por los derechos humanos ni condiciones de
buen gobierno. Hablamos a menudo de cómo puede enraizarse una “cultura de la violencia”. Es muy
cierto: como sudafricano que ha vivido en el apartheid y vive ahora el período posterior, lo he visto y lo he
experimentado. También es cierto que los comportamientos violentos están más difundidos y generaliza-
dos en las sociedades en las que las autoridades respaldan el uso de la violencia con sus propias acciones. En
muchas sociedades, la violencia está tan generalizada que desbarata las esperanzas de desarrollo económico
y social. No podemos permitir que esta situación se mantenga.
Muchas personas que conviven con la violencia casi a diario la asumen como consustancial a la condi-
ción humana, pero no es así. Es posible prevenirla, así como reorientar por completo las culturas en las que
impera. En mi propio país, y en todo el mundo, tenemos magníficos ejemplos de cómo se ha contrarres-
tado la violencia. Los gobiernos, las comunidades y los individuos pueden cambiar la situación.
Doy la bienvenida a este primer Informe mundial sobre la violencia y la salud, que constituye una contribución
de primer orden a nuestro conocimiento de la violencia y de su repercusión en las sociedades. Arroja luz
sobre los diversos rostros de la violencia, desde el sufrimiento “invisible” de los individuos más vulnera-
bles de la sociedad a la tragedia tan notoria de las sociedades en conflicto. Hace progresar nuestro análisis
de los factores que conducen a la violencia y las posibles respuestas de los distintos sectores de la sociedad,
y con ello nos recuerda que la seguridad y las garantías no surgen de manera espontánea, sino como fruto
del consenso colectivo y la inversión pública.
El informe es descriptivo y formula recomendaciones para actuar a nivel local, nacional e internacional,
por lo que será un instrumento valiosísimo para las instancias normativas, los investigadores, los médicos,
los activistas y los voluntarios implicados en la prevención de la violencia. Esta ha sido tradicionalmente
incumbencia del sistema jurídico penal, pero el informe se muestra claramente a favor de que en las
iniciativas de prevención participen todos los sectores de la sociedad.
xii • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
A nuestros hijos, los ciudadanos más vulnerables de cualquier sociedad, les debemos una vida sin
violencia ni temor. Para garantizarla hemos de ser incansables en nuestros esfuerzos por lograr la paz, la
justicia y la prosperidad no solo para los países, sino también para las comunidades y los miembros de una
misma familia. Debemos hacer frente a las raíces de la violencia. Solo entonces transformaremos el legado
del siglo pasado de lastre oneroso en experiencia aleccionadora.
Nelson Mandela
COLABORADORES • xiii
Prefacio
La violencia es una constante en la vida de gran número de personas en todo el
mundo, y nos afecta a todos de un modo u otro. Para muchos, permanecer a salvo
consiste en cerrar puertas y ventanas, y evitar los lugares peligrosos. Para otros, en
cambio, no hay escapatoria, porque la amenaza de la violencia está detrás de esas
puertas, oculta a los ojos de los demás. Y para quienes viven en medio de guerras
y conflictos, la violencia impregna todos los aspectos de la vida.
Este informe, que constituye la primera recapitulación general del problema
a escala mundial, no solo presenta el tributo humano que la violencia se cobra,
materializado en más de 1,6 millones de vidas perdidas cada año e innumerables
más dañadas de maneras no siempre evidentes, sino que expone también los
muchos rostros de la violencia interpersonal, colectiva y dirigida contra uno mismo, así como los ámbitos
en los que se desarrolla. Demuestra que allí donde la violencia persiste, la salud corre grave peligro.
El informe nos lanza también un reto en muchos terrenos. Nos obliga a ir más allá de nuestro concepto de lo
aceptable y cómodo para cuestionar la idea de que los actos violentos son meras cuestiones de intimidad
familiar o de elección individual, o bien aspectos inevitables de la vida. La violencia es un problema complejo,
relacionado con esquemas de pensamiento y comportamiento conformados por multitud de fuerzas en el seno
de nuestras familias y comunidades, fuerzas que pueden también traspasar las fronteras nacionales. El informe
nos insta a trabajar con colaboradores diversos y a adoptar una estrategia preventiva, científica e integral.
Como queda de manifiesto a lo largo de todo el informe, disponemos de algunos de los instrumentos
y de los conocimientos necesarios para cambiar la situación, los mismos instrumentos que se han utilizado
con éxito para abordar otros problemas de salud, y sabemos dónde aplicar nuestros conocimientos. A
menudo, la violencia puede preverse y prevenirse. Al igual que otros problemas de salud, no se distribuye
de manera uniforme entre los diversos grupos de población o ámbitos. Muchos de los factores que elevan
el riesgo de violencia son comunes a los distintos tipos de esta, y es posible modificarlos.
Una cuestión que se repite en todo el informe es la importancia de la prevención primaria. En este aspecto,
incluso las inversiones pequeñas pueden reportar beneficios importantes y duraderos, pero es indispensable
contar con líderes resueltos y con el respaldo a las iniciativas de prevención por parte de un variado conjunto
de colaboradores de los sectores público y privado, y de los países tanto industrializados como en desarrollo.
La salud pública ha logrado algunos éxitos notables en las últimas décadas, sobre todo en lo tocante a
reducir la frecuencia de muchas enfermedades de la infancia. Sin embargo, sería un fracaso de la salud pública
salvar a nuestros niños de estas enfermedades solo para verlos caer víctimas de la violencia o, ya mayores, de
su pareja, o de la ferocidad de las guerras y los conflictos, o por lesiones autoinfligidas o víctimas del suicidio.
La salud pública no ofrece todas las respuestas a este problema complejo de la violencia, pero estamos
decididos a desempeñar nuestro papel en su prevención a escala mundial. Este informe contribuirá a
estructurar la respuesta del mundo a la violencia y a hacer de este un lugar más seguro y saludable para
todos. Los invito a leer detenidamente el informe, y a unirse a mí y a los numerosos expertos internacio-
nales en prevención de la violencia que han contribuido a su preparación, para poner en práctica el vital
llamamiento a la acción que contiene.
Colaboradores
Orientación editorial
Comité de redacción
Etienne G. Krug, Linda L. Dahlberg, James A. Mercy, Anthony B. Zwi, Rafael Lozano
Redactora ejecutiva
Linda L. Dahlberg
Comité consultivo
Nana Apt, Philippe Biberson, Jacquelyn Campbell, Radhika Coomaraswamy,William Foege, Adam Graycar, Rodrigo
Guerrero, Marianne Kastrup, Reginald Moreels, Paulo Sergio Pinheiro, Mark L. Rosenberg, Terezinha da Silva,
Mohd Sham Kasim
Secretaría de la OMS
Ahmed Abdullatif, Susan Bassiri, Assia Brandrup-Lukanow, Alberto Concha-Eastman, Colette Dehlot, Antonio Pedro
Filipe,Viviana Mangiaterra, Hisahi Ogawa, Francesca Racioppi, Sawat Ramaboot, Pang Ruyan, Gyanendra Sharma,
Safia Singhateh,Yasuhiro Suzuki, Nerayo Tecklemichael,Tomris Turmen, Madan Upadhyay, DerekYach
Consultores regionales
Región de África de la OMS
Nana Apt, Niresh Bhagwandin, Chiane Esther, Helena Zacarías, Pedro Garinne, Rachel Jewkes, Naira Khan, Romi-
lla Maharaj, Sandra Marais, David Nyamwaya, Philista Onyango, Welile Shasha, Safia Singhateh, Isseu Diop Touré,
Greer van Zyl
Autores y revisores
Capítulo 1. La violencia, un problema mundial de salud pública
Autores: Linda L. Dahlberg, Etienne G. Krug
Recuadros: Alberto Concha-Eastman, Rodrigo Guerrero (1.1); Alexander Butchart (1.2);Vittorio Di Martino (1.3)
Capítulo 3. Maltrato y descuido de los menores por los padres u otras personas a cargo
Autores: Desmond Runyan, Corrine Wattam, Robin Ikeda, Fatma Hassan, Laurie Ramiro
Recuadros: Desmond Runyan (3.1); Akila Belembaogo, Peter Newell (3.2); Philista Onyango (3.3); Magdalena
Cerdá, Mara Bustelo, Pamela Coffey (3.4)
Revisores: Tilman Furniss, Fu-Yong Jiao, Philista Onyango, Zelided Alma de Ruiz
Anexo estadístico
Colin Mathers, Mie Inoue,Yaniss Guigoz, Rafael Lozano, Lana Tomaskovic
Recursos
Laura Sminkey, Alexander Butchart, Andrés Villaveces, Magdalena Cerdá
COLABORADORES • xix
Agradecimiento
Introducción
En 1996, la 49.a Asamblea Mundial de la Salud adoptó la resolución WHA49.25, en la que se declara que la
violencia es un problema de salud pública fundamental y creciente en todo el mundo (véase el texto
completo en el recuadro).
En esta resolución, la Asamblea hizo resaltar las graves consecuencias de la violencia, tanto a corto como
a largo plazo, para los individuos, las familias, las comunidades y los países, y recalcó los efectos perjudicia-
les de la violencia en los servicios de atención de salud.
La Asamblea pidió a los Estados Miembros que consideraran urgentemente el problema de la violencia
dentro de sus propias fronteras, y solicitó al Director General de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) que estableciera actividades de salud pública para abordar el problema.
Este primer Informe mundial sobre la violencia y la salud es una parte importante de la respuesta de la OMS a la
resolución WHA49.25. Se dirige principalmente a los investigadores y profesionales. Entre estos últimos
figuran los trabajadores de la salud, los asistentes sociales, los que intervienen en el establecimiento y
ejecución de los programas y servicios de prevención, los educadores y la policía. Existe asimismo un
resumen del informe.1
Metas
Las metas del informe son aumentar la conciencia acerca del problema de la violencia en el mundo, y dejar
claro que la violencia puede prevenirse y que la salud pública tiene el cometido fundamental de abordar
sus causas y consecuencias.
Objetivos más específicos son:
— describir la magnitud y las repercusiones de la violencia en el mundo;
— describir los factores de riesgo fundamentales de la violencia;
— presentar los tipos de intervención y de respuestas de política que se han puesto a prueba y resumir
lo que se sabe acerca de su eficacia;
— hacer recomendaciones para la acción a escala local, nacional e internacional.
Temas y alcance
En el presente informe se estudian los tipos de violencia que existen en todo el mundo en la vida
cotidiana de las personas y que constituyen el grueso de la carga sanitaria que la violencia impone. En
consecuencia, la información se ha organizado en nueve capítulos, que abarcan los siguientes temas:
1. La violencia, un problema mundial de salud pública
2. La violencia juvenil
3. El maltrato y descuido de los menores por los padres u otras personas a cargo
4. La violencia en la pareja
1
Informe mundial sobre la violencia y la salud , publicado en español por la Organización Panamericana de la Salud para la Organización
Mundial de la Salud, Washington, D.C., 2002.
xxii • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
(continuación)
Dado que es imposible cubrir plena y adecuadamente todos los tipos de violencia en un único
documento, cada capítulo se centra en un aspecto específico. Por ejemplo, el capítulo sobre la violencia
juvenil examina la violencia interpersonal entre los adolescentes y los adultos jóvenes en la comunidad.
En el capítulo sobre el maltrato de los menores se abordan los planos físico, sexual y psíquico, así como
el descuido por los padres u otras personas a cargo. En otros lugares del informe se abordan otras formas
de maltrato de los niños, como la prostitución o su utilización como soldados. El capítulo sobre el
maltrato de las personas mayores se centra en el que infligen los cuidadores en ámbitos domésticos e
institucionales, mientras que el de la violencia colectiva trata de los conflictos violentos. El capítulo sobre
la violencia en la pareja y el capítulo sobre la violencia sexual insisten principalmente en la violencia
contra las mujeres, si bien el segundo incluye algunos comentarios relativos a hombres y muchachos. El
capítulo sobre la violencia autoinfligida se centra fundamentalmente en el comportamiento suicida. Se ha
incluido este capítulo en el informe porque el comportamiento suicida es una de las causas externas de
daño físico, y suele ser la resultante de los mismos factores sociales, psicológicos y ambientales que
subyacen en otros tipos de violencia.
Los capítulos tienen una estructura similar. Todos empiezan por una breve relación de las definiciones
del tipo específico de violencia tratado en el capítulo, seguida de un resumen de los conocimientos
actuales acerca de la magnitud del problema en diferentes regiones del mundo. Cuando es posible, se
presentan datos de cada país y resultados de diversos estudios de investigación. A continuación, se describen
las causas y consecuencias de la violencia, se resumen las intervenciones y las respuestas de política que se
xxiv • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
han puesto a prueba, y se hacen recomendaciones para la investigación y la acción futuras. Se incluyen
cuadros, figuras y recuadros para destacar perfiles epidemiológicos y resultados específicos, dar ejemplos
de actividades de prevención y hacer resaltar determinados temas.
El informe finaliza con dos secciones adicionales: un anexo estadístico y una lista de recursos de
Internet. El anexo estadístico contiene datos mundiales, regionales y nacionales procedentes de la base de
datos de mortalidad y morbilidad de la OMS y de la Versión 1 del proyecto Carga Mundial de Morbilidad
de la OMS de 2000. Se presentan las fuentes de datos y los métodos de recolección y análisis.
La lista de recursos de Internet incluye direcciones de sitios web de organizaciones que participan en la
investigación y en la prevención de la violencia así como en la defensa de los derechos de las personas.
Asimismo, contiene metasitios (cada uno de los cuales da acceso a cientos de organizaciones interesadas
en los problemas recién mencionados), sitios web para personas interesadas en un tipo específico de
violencia, otros que abordan temas contextuales más amplios relacionados con la violencia, y algunos más
que ofrecen instrumentos de vigilancia para mejorar la comprensión de la violencia.
El futuro
El presente informe, el primero en su tipo, aunque amplio, es solo un comienzo. Es de esperar que
promueva el debate tanto local como nacional e internacional, y que sirva de plataforma para incrementar
las actividades que prevengan la violencia.
CAPÍTULO 1
La violencia, un problema
mundial de salud pública
2 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
CAPÍTULO 1. LA VIOLENCIA, UN PROBLEMA MUNDIAL DE SALUD PÚBLICA • 3
salud y ampliar y mejorar la atención y la seguridad El enfoque de salud pública también hace hinca-
de todas las poblaciones. pié en la acción colectiva. Ha demostrado una y otra
El enfoque de salud pública a cualquier proble- vez que las iniciativas de cooperación de sectores
ma es interdisciplinario y se basa en datos científi- tan diversos como los de la salud, la educación, los
cos (1). Además, extrae conocimientos de muchas servicios sociales, la justicia y la política, son necesa-
disciplinas, entre ellas la medicina, la epidemio- rias para resolver problemas que por lo general se
logía, la sociología, la psicología, la criminología, consideran netamente “médicos”. Cada sector tiene
la pedagogía y la economía. Esto le ha permitido un papel importante que desempeñar al abordar el
al campo de la salud pública ser innovador y re- problema de la violencia y, conjuntamente, las estra-
ceptivo con respecto a una amplia variedad de tegias adoptadas por cada uno tienen el potencial
enfermedades, padecimientos y lesiones en todo de producir reducciones importantes de la violen-
el mundo. cia (recuadro 1.1).
RECUADRO 1.1
cabe destacar dos puntos importantes. Primero, ellos) (4) y tanto si tienen carácter delictivo como
aunque la violencia se distingue de los hechos no si no lo tienen. Cada uno de estos aspectos es im-
intencionales que ocasionan lesiones, la presencia portante para comprender las causas de la violencia
de la intención de usar la fuerza no significa nece- y elaborar programas de prevención.
sariamente que haya habido la intención de causar
daño. En efecto, puede haber una considerable dis- Tipología de la violencia
paridad entre la intención del comportamiento y En 1996, la Asamblea Mundial de la Salud, por con-
las consecuencias intentadas. Una persona puede ducto de la resolución WHA49.25, declaró que la
cometer intencionalmente un acto que, a juzgar violencia es un importante problema de salud pú-
por normas objetivas, se considera peligroso y con blica en todo el mundo y pidió a la Organización
toda probabilidad causará efectos adversos sobre la Mundial de la Salud que elaborara una tipología de
salud, pero puede suceder que el autor no los per- la violencia para caracterizar los diferentes tipos de
ciba como tales. violencia y los vínculos entre ellos. Hay pocas clasi-
Por ejemplo, un joven puede participar en una ficaciones taxonómicas y ninguna es completa (5).
riña con otros jóvenes. Los puñetazos a la cabeza o
el uso de un arma aumentan sin duda el riesgo de Tipos de violencia
sufrir traumatismo grave o muerte, aunque esa no La clasificación que se propone aquí divide la vio-
haya sido la intención. Uno de los padres puede lencia en tres categorías generales, según las carac-
sacudir vigorosamente a su bebé que llora, con la terísticas de los que cometen el acto de violencia:
intención de callarlo. En vez de ello, sin embargo, – la violencia autoinfligida;
ese acto puede causar daño cerebral a la criatura. El – la violencia interpersonal;
empleo de la fuerza es evidente, pero no existió la – la violencia colectiva.
intención de lastimar. Esta categorización inicial distingue entre la vio-
El segundo punto relacionado con la intencio- lencia que una persona se inflige a sí misma, la violen-
nalidad radica en la distinción entre la intención cia impuesta por otro individuo o un número
de lesionar y la intención de “usar la violencia”. La pequeño de individuos y la violencia infligida por
violencia, según Walters y Parke (3), está determi- grupos más grandes, como el Estado, contingentes
nada por la cultura. Algunas personas tienen la in- políticos organizados, tropas irregulares y organi-
tención de dañar a otros pero, por sus antecedentes zaciones terroristas (figura 1.1).
culturales y sus creencias, no consideran que sus Estas tres categorías generales se subdividen a su
actos sean violentos. No obstante, la Organización vez para reflejar tipos de violencia más específicos.
Mundial de la Salud define la violencia teniendo
en cuenta su relación con la salud o el bienestar de La violencia autoinfligida
las personas. Ciertos comportamientos —como gol- La violencia autoinfligida comprende el compor-
pear al cónyuge— pueden ser considerados por al- tamiento suicida y las autolesiones. El primero in-
gunas personas como prácticas culturales admisibles, cluye pensamientos suicidas, intentos de suicidio
pero se consideran actos de violencia con efectos —también llamados “parasuicidio” o “intento de-
importantes para la salud de la persona. liberado de matarse” en algunos países— y suici-
La definición lleva implícitos otros aspectos de dio consumado. Por contraposición, el automaltrato
la violencia que no se enuncian en forma explícita. incluye actos como la automutilación.
Por ejemplo, la definición incluye implícitamente
todos los actos de violencia, sean públicos o priva- La violencia interpersonal
dos, sean reactivos (en respuesta a acontecimien- La violencia interpersonal se divide en dos subca-
tos anteriores, por ejemplo, una provocación) o tegorías:
activos (que son decisivos para lograr resultados • Violencia familiar o de pareja: esto es, la vio-
más favorables para el agresor o para anticiparse a lencia que se produce sobre todo entre los
CAPÍTULO 1. LA VIOLENCIA, UN PROBLEMA MUNDIAL DE SALUD PÚBLICA • 7
FIGURA 1.1
Una tipología de la violencia
Violencia
Naturaleza de la violencia
Física
Sexual
Psíquica
Privaciones o descuido
miembros de la familia o de la pareja, y que Estado y actos similares llevados a cabo por grupos
por lo general, aunque no siempre, sucede en más grandes. La violencia económica comprende
el hogar. los ataques por parte de grupos más grandes moti-
• Violencia comunitaria: es la que se produce vados por el afán de lucro económico, tales como
entre personas que no guardan parentesco y los llevados a cabo con la finalidad de trastornar las
que pueden conocerse o no, y sucede por lo actividades económicas, negar el acceso a servicios
general fuera del hogar. esenciales o crear división económica y fragmenta-
En el primer grupo se incluyen formas de vio- ción. Evidentemente, los actos cometidos por gru-
lencia, como el maltrato de los menores, la violen- pos más grandes pueden tener motivos múltiples.
cia contra la pareja y el maltrato de las personas
mayores. El segundo abarca la violencia juvenil, los La naturaleza de los actos de violencia
actos fortuitos de violencia, la violación o ataque En la figura 1.1 se ilustra la naturaleza de los actos
sexual por parte de extraños y la violencia en esta- de violencia, que puede ser:
blecimientos como escuelas, lugares de trabajo, pri- – física;
siones y hogares de ancianos. – sexual;
– psíquica;
La violencia colectiva – que incluye privaciones o descuido.
La violencia colectiva se subdivide en violencia so- En sentido horizontal se muestra quiénes son
cial, violencia política y violencia económica. A di- afectados, y en el vertical, de qué manera lo son.
ferencia de las otras dos categorías generales, las Estos cuatro tipos de actos de violencia, con ex-
subcategorías de la violencia colectiva indican los cepción de la autoinfligida, suceden en cada una
posibles motivos de la violencia cometida por gru- de las categorías generales y sus subcategorías des-
pos más grandes de individuos o por el Estado. La critas con anterioridad. Por ejemplo, la violencia
violencia colectiva infligida para promover intere- contra los niños cometida en el seno del hogar pue-
ses sociales sectoriales incluye, por ejemplo, los ac- de incluir abuso físico, sexual y psíquico, así como
tos delictivos de odio cometidos por grupos negligencia o descuido. La violencia comunitaria
organizados, las acciones terroristas y la violencia puede incluir agresiones físicas entre los jóvenes,
de masas. La violencia política incluye la guerra y violencia sexual en el lugar de trabajo y descuido
otros conflictos violentos afines, la violencia del de las personas mayores en los establecimientos
8 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
asistenciales de largo plazo. La violencia política en alto riesgo con respecto a la violencia, y hacer
puede incluir la violación durante los conflictos las comparaciones dentro de un país y entre países.
armados, la guerra como tal y la llamada guerra psi-
cológica. Otro tipo de datos
Aunque es imperfecta y dista mucho de gozar Las cifras de mortalidad, sin embargo, son solo un
de aceptación universal, esta clasificación propor- tipo posible de datos para describir la magnitud
ciona un marco útil para comprender los tipos com- del problema. Como los resultados no mortales son
plejos de violencia que acontecen en todo el mun- mucho más comunes que los mortales, y como
do, así como la violencia en la vida diaria de las ciertos tipos de violencia no están plenamente
personas, las familias y las comunidades. También representados por los datos de mortalidad, se
supera muchas de las limitaciones de otras clasifi- necesita otro tipo de información. Tal información
caciones porque capta la naturaleza de los actos de puede ayudar a comprender las circunstancias que
violencia, la importancia del entorno, la relación rodean a determinados incidentes y a describir to-
entre el agresor y la víctima, y, en el caso de la vio- das las repercusiones de la violencia en la salud de
lencia colectiva, los posibles motivos de la violen- las personas y las comunidades. Estos datos incluyen:
cia. Sin embargo, tanto en la investigación como en – información sobre enfermedades, lesiones y
la práctica no siempre están claras las líneas diviso- otros problemas de salud;
rias entre los diferentes tipos de violencia. – información, comunicada espontáneamente,
sobre actitudes, creencias, comportamientos,
Medición de la violencia prácticas culturales, victimización y exposición
y sus efectos a la violencia;
– información de la comunidad sobre las carac-
Tipos de datos
terísticas de la población y los niveles de in-
Se necesitan distintos tipos de datos para diferen- greso, educación y desempleo;
tes finalidades, entre ellas las siguientes: – datos sobre criminalidad, incluidas las carac-
– describir la magnitud y las repercusiones de la terísticas y las circunstancias de los sucesos vio-
violencia; lentos y sus perpetradores;
– entender qué factores aumentan el riesgo de – información económica sobre los costos de
ser víctima de la violencia y de que se come- los tratamientos y los servicios sociales;
tan actos violentos; – datos sobre la carga económica impuesta a los
– saber cuán eficaces son los programas de pre- sistemas de asistencia sanitaria y los ahorros
vención de la violencia. posibles que se logran gracias a los programas
Algunos de estos tipos de datos y sus fuentes se de prevención;
describen en el cuadro 1.1. – información política y legislativa.
como son la edad y el sexo de las personas. Algunas domiciliaria en Sudáfrica reveló que entre 50% y
fuentes —incluidos expedientes médicos, regis- 80% de las víctimas de actos de violencia recibieron
tros policiales, certificados de defunción e infor- tratamiento médico por lesiones relacionadas con
me de los depósitos de cadáveres— incluyen in- la violencia sin que se notificara el incidente a la
formación específica del acto violento o la lesión. policía (6). En otro estudio realizado en los Estados
Los datos de los departamentos de urgencias de los Unidos, 46% de las víctimas que buscaron trata-
hospitales, por ejemplo, pueden proporcionar in- miento de urgencia no informaron a la policía (7).
formación sobre la naturaleza de una lesión, cómo
se produjo, y cuándo y dónde ocurrió el incidente. Problemas de la recopilación de datos
Los datos recogidos por la policía pueden incluir Varían considerablemente la disponibilidad, cali-
información sobre la relación entre la víctima y el dad y utilidad de las diferentes fuentes de datos
agresor, si hubo un arma de por medio y otras cir- para comparar los tipos de violencia dentro de un
cunstancias relacionadas con el delito. país y entre los países. Los países de todo el mundo
Las encuestas y los estudios especiales pueden están en etapas muy diferentes con respecto a su
facilitar información detallada acerca de la víctima capacidad de recopilación de datos.
o el agresor y sus antecedentes, actitudes, compor-
tamientos y posible participación anterior en actos Disponibilidad de los datos
de violencia. Asimismo, esas fuentes pueden ayudar Los datos de mortalidad son los que por lo general
a descubrir la violencia que no se informa a la poli- se recogen y están disponibles de manera más am-
cía ni a otros organismos. Por ejemplo, una encuesta plia. Muchos países llevan registros de nacimientos
y muertes y proporcionan recuen-
tos básicos de homicidios y suici-
CUADRO 1.1
Tipo de datos y posibles fuentes para la recopilación de información dios. Sin embargo, no siempre es
Tipos de datos Fuentes Ejemplos de la información posible calcular las tasas basándose
recopilada en esos recuentos básicos porque
Mortalidad Certificados de defunción, Características de la víctima, a menudo no hay datos de pobla-
registros de estadísticas causa de muerte, lugar, fecha,
demográficas, informes forma de la muerte ción o son poco fidedignos. Esto
de los médicos, de los forenses sucede sobre todo en los lugares
o de depósitos de cadáveres
donde las poblaciones son fluc-
Morbilidad y otros Expedientes médicos Enfermedades, lesiones,
datos de salud de hospital, de consultorio información sobre la salud física, tuantes —por ejemplo, en zonas
o de otro tipo mental o reproductiva donde hay conflictos armados en-
Por respuesta directa Encuestas, estudios especiales, Actitudes, creencias, tre grupos de población o despla-
grupos de discusión, medios comportamientos, prácticas
informativos culturales, victimización zamientos continuos— o donde
y perpetración, exposición
a la violencia en el hogar
resulta difícil censar a los habitan-
o la comunidad tes, como sucede en regiones den-
Comunitarios Registros de población, Recuentos de población, samente pobladas o muy remotas.
registros del gobierno local, densidad demográfica, niveles
otros registros institucionales de ingreso y educación, tasas
En la mayoría de los países no se
de desempleo, tasas de divorcio cuenta con datos sistemáticos sobre
Sobre delitos Registros policiales, registros Tipo de delito, características las consecuencias no mortales, aun-
del poder judicial, laboratorios del agresor, relación entre
criminológicos la víctima y el agresor,
que actualmente se están preparan-
circunstancias del hecho do sistemas para recopilar tales
Económicos Registros del programa, Gastos en salud, alojamiento datos. En años recientes se han pu-
institución u organismo, o servicios sociales, costos
estudios especiales de tratar las lesiones relacionadas
blicado varios informes que pro-
con la violencia, uso de servicios porcionan orientación para medir
De política y Registros gubernamentales Leyes, normas y procedimientos diferentes tipos de violencia en una
legislación o legislativos institucionales
variedad de circunstancias (8–14).
10 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
FIGURA 1.2
Tasas de homicidios y de suicidio por regiones de la OMS, 2000
25
Homicidios
20
Tasa por 100 000
Suicidio
15
10
0
África Américas Mediterráneo Europa Asia Pacífico
Oriental Sudoriental Occidental
Región de la OMS
homicidios (38,6 por 100 000) más de dos veces vez (incluidas las víctimas de tentativa de ataque)
superior a la de sus coetáneos hispanos (17,3 por varió de 15,3% en Toronto a 21,7% en León (Ni-
100 000) y más de 12 veces superior a la tasa de los caragua), 23,0% en Londres y 25,0% en una pro-
caucásicos no hispanos del mismo grupo de edad vincia de Zimbabwe (21–25). Entre adolescentes
(3,1 por 100 000) (17). varones de escuelas secundarias, el porcentaje que
notificó haber intervenido en una riña a golpes en el
Estimaciones de la violencia no mortal último año varió de 22,0% en Suecia y 44,0% en los
Las cifras de mortalidad antes mencionadas son, casi Estados Unidos a 76,0% en Jerusalén, Israel (26–28).
con toda certeza, subestimaciones de la carga verda- Un aspecto importante al respecto es que estos
dera de la violencia. En todo el mundo, las defun- datos se basan en gran parte en información comu-
ciones representan solo la “punta del iceberg” en lo nicada espontáneamente. Es difícil saber si estas
que concierne a la violencia. Las agresiones físicas y cifras representan una sobrestimación o subesti-
sexuales ocurren diariamente, aunque no se cuenta mación del grado real de las agresiones físicas y
con estimaciones nacionales e internacionales pre- sexuales en estos grupos de población. Sin duda,
cisas. No toda agresión ocasiona lesiones suficiente- en los países sometidos a fuertes presiones cultura-
mente graves como para requerir atención médica; les para mantener la violencia “a puerta cerrada” o
pero aun cuando dieran lugar a lesiones graves, mu- sencillamente para aceptarla como “algo natural”,
chos países no disponen de sistemas de vigilancia es probable que la violencia no mortal se subnoti-
para la notificación y recopilación de estas lesiones, fique. Las víctimas de la violencia quizá sean re-
o estos sistemas apenas empiezan a funcionar. nuentes a hablar de sus experiencias, no solamente
Gran parte de lo que se sabe acerca de la violen- por vergüenza y a causa de los tabúes, sino también
cia no mortal proviene de encuestas y estudios es- por temor. Admitir que se ha sido víctima de cier-
peciales de diferentes grupos de población. Por tos actos violentos, como la violación, en algunos
ejemplo, en encuestas nacionales, el porcentaje de países puede acarrear la muerte. En ciertas culturas,
mujeres que informaron haber sido atacadas física- la preservación del honor familiar es un motivo
mente por su pareja alguna vez, varió de 10% en el tradicional para matar a las mujeres que han sido
Paraguay y Filipinas, a 22,1% en los Estados Uni- violadas (las llamadas “muertes por honor”).
dos, 29,0% en el Canadá y 34,4% en Egipto (18–
21). La proporción de mujeres de diversas Los costos de la violencia
ciudades o provincias en todo el mundo que in- La violencia se cobra un tributo tanto humano como
formaron haber sido atacadas sexualmente alguna económico en las naciones, y cuesta a las economías
CAPÍTULO 1. LA VIOLENCIA, UN PROBLEMA MUNDIAL DE SALUD PÚBLICA • 13
muchos miles de millones de dólares cada año en Como también faltan cálculos de costos nacio-
concepto de asistencia sanitaria, costos legales, au- nales en relación con otros problemas de salud,
sentismo y productividad perdida. En los Estados como la depresión, el tabaquismo, el abuso del al-
Unidos, un estudio de 1992 calculó que los costos cohol y de drogas, el embarazo no deseado, la in-
anuales directos e indirectos de las heridas por arma fección por el virus de la inmunodeficiencia hu-
de fuego sumaban US$ 126 000 millones. Las heri- mana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida
das por arma punzocortante costaron otros US$ (VIH/SIDA), otras enfermedades de transmisión
51 000 millones (29). En un estudio realizado en sexual y otras infecciones (todas las cuales se han
1996 en la provincia canadiense de Nueva vinculado con la violencia en estudios de escala
Brunswick, el costo total medio de las muertes por reducida) (32–37), aún no es posible calcular la
suicidio fue superior a US$ 849 000. Los costos carga económica mundial de estos problemas y su
totales directos e indirectos, incluidos los de los relación con la violencia.
servicios de asistencia sanitaria, las autopsias, las
investigaciones policiales y la productividad per- Examen de las raíces
dida resultante de las muertes prematuras, ascen- de la violencia: un modelo
dieron a casi US$ 80 millones (30). ecológico
El costo elevado de la violencia no es exclusivo Ningún factor por sí solo explica por qué algunos
del Canadá y los Estados Unidos. Entre 1996 y 1997, individuos tienen comportamientos violentos ha-
el Banco Interamericano de Desarrollo patrocinó cia otros o por qué la violencia es más prevalente
algunos estudios sobre la magnitud y la repercu- en algunas comunidades que en otras. La violencia
sión económica de la violencia en seis países latino- es el resultado de la acción recíproca y compleja de
americanos (31). En cada estudio se examinaron los factores individuales, relacionales, sociales, cultu-
gastos, como resultado de la violencia, en concep- rales y ambientales. Comprender la forma en que
to de asistencia sanitaria, servicios para la aplica- estos factores están vinculados con la violencia es
ción del cumplimiento de la ley y judiciales, así uno de los pasos importantes en el enfoque de sa-
como las pérdidas intangibles y por la transferencia lud pública para prevenir la violencia.
de bienes. Expresado como porcentaje del produc-
to interno bruto (PIB), en 1997 el costo de los Niveles múltiples
gastos de asistencia sanitaria derivados de la vio- En los capítulos del presente informe se recurre a
lencia fue de 1,9% del PIB en el Brasil, 5,0% en un modelo ecológico para ayudar a comprender la
Colombia, 4,3% en El Salvador, 1,3% en México, naturaleza polifacética de la violencia. Este modelo
1,5% en el Perú y 0,3% en Venezuela. ecológico, introducido a fines de los años setenta
Es difícil calcular con precisión la carga que im- (38, 39), se aplicó inicialmente al maltrato de me-
ponen todos los tipos de violencia a los sistemas nores (38) y posteriormente a la violencia juvenil
de asistencia sanitaria, o sus efectos sobre la pro- (40, 41). En fecha más reciente, los investigadores
ductividad económica en todo el mundo. Las prue- lo han usado para comprender la violencia de pareja
bas conocidas demuestran que las víctimas de (42, 43) y el maltrato de las personas mayores (44,
violencia doméstica y sexual padecen más proble- 45). El modelo explora la relación entre los factores
mas de salud, generan costos de asistencia sanitaria individuales y contextuales y considera la violen-
significativamente mayores y acuden más a menudo cia como el producto de muchos niveles de in-
a los servicios de urgencias a lo largo de su vida que fluencia sobre el comportamiento (figura 1.3).
las personas que no sufren maltrato (capítulos 4 y
6). Lo mismo ocurre en el caso de los menores mal- El nivel individual
tratados y desatendidos (capítulo 3). Estos costos El primer nivel del modelo ecológico pretende
contribuyen sustancialmente a incrementar los gas- identificar los factores biológicos y de la historia
tos anuales de asistencia sanitaria. personal que influyen en el comportamiento de
14 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
– normas que refuerzan el dominio masculino (53) y el maltrato de las personas mayores (56, 57).
sobre las mujeres y los niños; En Sri Lanka, se comprobó que las tasas de suicidio
– normas que respaldan el uso de la fuerza exce- bajaron en tiempo de guerra, solo para volver a
siva policial contra los ciudadanos; aumentar una vez concluido el conflicto (58). En
– normas que apoyan los conflictos políticos. muchos países que han sufrido conflictos violen-
Entre los factores más generales también cabe tos, las tasas de violencia interpersonal siguieron
mencionar las políticas sanitarias, educativas, eco- siendo altas aun después de la cesación de las hos-
nómicas y sociales que mantienen niveles altos de tilidades, entre otras razones, debido a la manera
desigualdad económica o social entre distintos gru- en que la violencia se convierte en algo socialmen-
pos de la sociedad (recuadro 1.2). te más aceptado y a la disponibilidad de armas.
El modelo ecológico destaca las causas múltiples de Los vínculos entre la violencia y la interacción
la violencia y la interacción de los factores de riesgo entre los factores individuales y los contextos
que operan dentro de la familia y en los ámbitos so- sociales, culturales y económicos más amplios
cial, cultural y económico más amplios. En un contex- indican que abordar los factores de riesgo en los
to de desarrollo, el modelo ecológico indica también diversos niveles del modelo ecológico puede
el modo en que la violencia puede ser causada por ayudar a disminuir más de un tipo de violencia.
diferentes factores en distintas etapas de la vida.
¿Cómo se puede prevenir la
Vínculos complejos violencia?
Si bien algunos factores de riesgo pueden ser ex- Los dos primeros pasos del modelo de salud públi-
clusivos de un tipo particular de violencia, es más ca brindan información importante sobre las
común que los diversos tipos de violencia compar- poblaciones que requieren intervenciones preven-
tan varios factores de riesgo. Las normas culturales tivas, así como sobre los factores de riesgo y pro-
predominantes, la pobreza y el aislamiento social, tectores que es necesario abordar. Poner este
así como el alcoholismo, el abuso de sustancias psi- conocimiento en práctica es una meta central de la
coactivas y el acceso a armas de fuego son factores salud pública.
de riesgo en relación con varios tipos de violencia.
Como resultado, no es inusual que algunas personas Tipos de prevención
en riesgo en cuanto a la violencia experimenten Las intervenciones de salud pública se clasifican
varios tipos de violencia. Las mujeres en riesgo de tradicionalmente en tres niveles de prevención:
ser agredidas físicamente por su pareja, por ejem- • Prevención primaria: intervenciones dirigidas
plo, también están en riesgo con respecto a la a prevenir la violencia antes de que ocurra.
violencia sexual (18). • Prevención secundaria: medidas centradas en las
Tampoco es inusual detectar conexiones entre respuestas más inmediatas a la violencia, como la
diferentes tipos de violencia. Las investigaciones atención prehospitalaria, los servicios de urgen-
han indicado que la exposición a la violencia en el cia o el tratamiento de las enfermedades de
hogar se asocia con ser víctima o perpetrador de transmisión sexual después de una violación.
actos violentos en la adolescencia y la edad adulta • Prevención terciaria: intervenciones centradas
(49). La experiencia de ser rechazados, descuidados en la atención a largo plazo con posterioridad a
o ignorados por los padres coloca a los hijos en los actos violentos, como la rehabilitación y
riesgo mayor de desplegar una conducta agresiva y reintegración, e intentos por reducir los trau-
antisocial, incluido el comportamiento abusivo mas o la discapacidad de larga duración asocia-
como adultos (50–52). Se han hallado asociaciones da con la violencia.
entre el comportamiento suicida y varios tipos de Estos tres niveles de prevención se definen por
violencia, incluido el maltrato de menores (53, 54), sus características temporales; es decir, si tienen
la violencia de pareja (33, 55), la agresión sexual lugar antes de que se produzca el acto violento,
16 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 1.2
Gracias al movimiento e intercambio cada vez más rápido y generalizado de información, ideas, servi-
cios y productos, la globalización ha desdibujado los límites funcionales y políticos que separaban a las
personas en estados soberanos. Por un lado, ello ha conducido a una enorme ampliación del comercio
mundial, acompañada de una demanda de mayor producción económica, que a su vez ha creado
millones de trabajos y elevado el nivel de vida de algunos países de manera antes inimaginable. Por otro
lado, los efectos de la globalización han sido notablemente desiguales. En algunas partes del mundo, la
globalización ha aumentado las desigualdades de ingreso y ha ayudado a destruir aspectos tales como
la cohesión social, que habían protegido contra la violencia interpersonal.
Los beneficios y los obstáculos para la prevención de la violencia surgidos de la globalización pueden
resumirse del siguiente modo.
hacerse. Lo que es aún más importante, les propor- los asistentes sociales, los empleadores y los fun-
ciona una orientación valiosa sobre las medidas que cionarios del gobierno. Es mucho lo que puede
tienen más probabilidades de reducir la violencia. hacerse aquí para promover la prevención de la vio-
lencia. Los programas de demostración y los pro-
Una acción equilibrada de salud pública yectos de investigación en pequeña escala pueden
La investigación rigurosa tarda en producir resulta- proporcionar un medio para ensayar ideas y —qui-
dos. El impulso de invertir solo en estrategias zá lo más importante— pueden servir para que di-
comprobadas no debe ser un obstáculo para apoyar ferentes sectores asociados se acostumbren a trabajar
iniciativas prometedoras. Por tales se entiende juntos. Estructuras tales como los grupos de trabajo
aquellas que se han evaluado pero requieren más o las comisiones que reúnen a diferentes sectores y
pruebas en diversos ámbitos y con diferentes gru- mantienen contactos tanto formales como infor-
pos de población. males son indispensables para que este tipo de co-
También es prudente ensayar y someter a prue- laboración resulte exitosa.
ba una variedad de programas, y usar las iniciativas
e ideas de las comunidades locales. La violencia es Nivel nacional
un problema demasiado urgente para demorar la Las asociaciones multisectoriales son sumamente
acción de salud pública a la espera de adquirir el aconsejables a nivel tanto nacional como local. Di-
conocimiento perfecto. versos ministerios del gobierno —no solo los que
Abordar las normas culturales se encargan de velar por el cumplimiento de la ley,
los servicios sociales y la salud— pueden hacer gran-
En diversas partes del mundo, la especificidad cul-
des aportes para prevenir la violencia. Evidente-
tural y la tradición se dan a veces como justificacio-
mente, los ministerios de educación son socios que
nes de prácticas sociales particulares que perpetúan
no pueden faltar, dada la importancia de intervenir
la violencia. La opresión de las mujeres es uno de
en las escuelas. Los ministerios de trabajo pueden
los ejemplos más ampliamente citados, pero hay
hacer mucho para reducir la violencia en los luga-
muchos otros.
res de trabajo, especialmente en colaboración con
Las normas culturales se deben tratar de manera
los sindicatos y los empleadores (recuadro 1.3). Los
inteligente y respetuosa en todas las actividades
ministerios de defensa pueden influir positivamen-
preventivas; lo primero, porque las personas sue-
te en las actitudes hacia la violencia de los numero-
len tener nexos apasionados con sus tradiciones, y
sos jóvenes que están bajo su control, fomentando
lo segundo, porque la cultura suele ser una fuente
la disciplina, promoviendo códigos de honor y
de protección contra la violencia. La experiencia
creando una clara conciencia de la índole mortífera
ha revelado que, cuando se diseñan y aplican los
programas, es importante efectuar consultas tem- de las armas. A los líderes y las organizaciones reli-
pranas y constantes con líderes religiosos y tradi- giosas les compete desempeñar un papel en su tra-
cionales, grupos de legos y figuras prominentes de bajo pastoral y, si corresponde, ofrecer sus buenos
la comunidad, como los curanderos. oficios para mediar en problemas concretos.
RECUADRO 1.3
Los costos
La violencia en el lugar de trabajo trastorna de inmediato, y a menudo por tiempo prolongado, las
relaciones interpersonales y el ambiente laboral en su totalidad. Entre los costos de este tipo de
violencia cabe mencionar:
■ Costos directos, que provienen entre otras cosas, de:
– accidentes;
– enfermedades;
– discapacidad y muerte;
– ausentismo;
– recambio del personal.
■ Costos indirectos, que incluyen:
– mengua del rendimiento en el trabajo;
– descenso de la calidad de los productos o el servicio y una producción más lenta;
– disminución de la competitividad.
■ Costos más intangibles, como:
– daño a la imagen de la institución;
– mengua de la motivación y la moral de los empleados;
– menor lealtad a la institución;
– niveles inferiores de creatividad;
– un ambiente que no propicia el trabajo.
Las respuestas
Al igual que sucede con otros ámbitos, para abordar la violencia que se produce en el lugar de trabajo
se requiere un enfoque integral. La violencia en el trabajo no es sencillamente un problema individual
que sucede en forma esporádica, sino un problema estructural con causas socioeconómicas, culturales
e institucionales mucho más generales.
20 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
desempeñar un papel destacado en este sentido, Problemas para los que toman las
por tratarse del organismo de las Naciones Unidas decisiones en el ámbito nacional
que tiene a su cargo la salud. Sin embargo, hay otros Si la violencia es en gran parte prevenible, surge la
organismos internacionales que también tienen pregunta: ¿por qué no hay más iniciativas para pre-
mucho que ofrecer en sus campos de especializa- venirla, en particular a nivel nacional o provincial
ción. Cabe mencionar entre ellos la Oficina del Alto y estatal?
Comisionado de las Naciones Unidas para los De- Un gran obstáculo es, sencillamente, la falta de
rechos Humanos (en relación con los derechos hu- conocimientos. Para muchos responsables políti-
manos), la Oficina del Alto Comisionado de las cos, la idea de que la violencia es un problema de
Naciones Unidas para los Refugiados (los refugia- salud pública es nueva; a decir verdad, va muy en
dos), el Fondo de las Naciones Unidas para la In- contra de su convicción de que es un problema de
fancia (el bienestar de los niños), el Fondo de índole delictiva. Esto es lo que sucede en particular
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer y el en relación con las formas menos visibles de la vio-
Fondo de Población de las Naciones Unidas (la sa- lencia: el maltrato de los niños, las mujeres y las
lud de la mujer), el Programa de las Naciones Uni- personas mayores. La idea de que la violencia pue-
das para el Desarrollo (el desarrollo humano), el de prevenirse también les resulta nueva o dudosa a
Instituto Interregional de las Naciones Unidas para los encargados de adoptar decisiones. Para muchos
Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia que ocupan cargos de autoridad, una sociedad sin
(la delincuencia) y el Banco Mundial (financia- violencia es algo inalcanzable; parece mucho más
miento y condiciones de buen gobierno). Diver- realista un nivel “aceptable” de violencia, especial-
sos donantes internacionales, programas bilaterales, mente en las calles donde ellos viven. Hay otros
organizaciones no gubernamentales y organizacio- que, paradójicamente, creen lo contrario: como gran
nes religiosas ya participan en actividades de pre- parte de la violencia está oculta y es distante o es-
vención de la violencia en todo el mundo. porádica, les parece que lo que prevalece es la paz y
CAPÍTULO 1. LA VIOLENCIA, UN PROBLEMA MUNDIAL DE SALUD PÚBLICA • 21
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CAPÍTULO 2
La violencia juvenil
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 27
FIGURA 2.1
Tasas estimadas de homicidios entre los jóvenes de 10 a 29 años de edad,a 2000
a Se calcularon las tasas por región de la OMS y por el nivel de ingreso de los países y luego se las agrupó conforme a su magnitud.
o en Asia, como el Japón (0,4 por 100 000). En recopilados por la OMS o los datos son incomple-
varios países se registran menos de 20 homicidios tos. Cuando existe información suficiente sobre los
juveniles al año. homicidios juveniles, como en varios estudios efec-
En casi todos los países, las tasas de homicidios tuados en países de África (entre ellos Nigeria, la
juveniles entre las mujeres son sustancialmente in- República Unida de Tanzanía y Sudáfrica) y de Asia
feriores a las de los hombres, lo que indica que el y el Pacífico (como China [incluida la Provincia de
hecho de ser varón es un fuerte factor demográfico Taiwán] y Fiji) (9–16), se han comunicado perfiles
de riesgo. La razón entre la tasa de homicidios ju- epidemiológicos similares, a saber:
veniles masculina y la femenina tiende a ser mayor – un marcado predominio de víctimas masculi-
en los países con tasas altas de población masculina. nas de homicidio con respecto a las femeninas;
Por ejemplo, la razón es de 13,1:1 en Colombia, – una variación sustancial de las tasas entre los
14,6:1 en El Salvador, 16,0:1 en Filipinas y 16,5:1 países y las regiones.
en Venezuela. Cuando las tasas de población mascu-
lina son más bajas, la razón es generalmente infe- Tendencias en los homicidios de jóvenes
rior, como en Hungría (0,9:1) y los Países Bajos y la Entre 1985 y 1994, en muchas partes del mundo
República de Corea (1,6:1). La variación de la tasa aumentaron las tasas de homicidios juveniles, es-
de homicidios femeninos entre los países es consi- pecialmente entre los jóvenes de edades compren-
derablemente menor que la variación observada en didas entre los 10 y los 24 años. Hubo también
la tasa masculina. diferencias importantes entre los sexos y entre los
Los resultados epidemiológicos concernientes a países y regiones. En general, las tasas de homici-
los homicidios juveniles son escasos en los países y dios en los jóvenes de 15 a 19 y de 20 a 24 años se
regiones donde se carece de datos de mortalidad incrementaron más que la tasa correspondiente al
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 29
Porcentaje de homicidios
de ataque (figura 2.3). Instrumento
30 cortante
Mientras que las tasas de homicidios juveniles en
Europa oriental y la antigua Unión Soviética se ele-
varon extraordinariamente después del derrumba-
20
miento del comunismo a fines de los años ochenta y Otros
principios de los noventa, en Europa occidental las
tasas permanecieron en general bajas y estables. En- 10
tre 1985 y 1994, en la Federación de Rusia las tasas Ahorcamiento
o estrangulamiento
en el grupo de 10 a 24 años de edad aumentaron
más de 150% (de 7,0 por 100 000 a 18,0 por 0
100 000), mientras que en Letonia hubo un ascen- 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994
Año
so de 125% (de 4,4 por 100 000 a 9,9 por 100 000).
a Basada en los datos de la OMS sobre la mortalidad en 46 países.
En el mismo período, en muchos de estos países se
produjo un aumento exorbitante de la proporción
de muertes provocadas por heridas con armas de En contraste, en el Reino Unido las tasas de ho-
fuego; esa proporción subió a más del doble en Azer- micidio entre los jóvenes de 10 a 24 años de edad
baiyán, la Federación de Rusia y Letonia. crecieron 37,5% (de 0,8 por 100 000 a 1,1 por
100 000) durante el mismo período de 10 años.
FIGURA 2.2
En Francia, las tasas de homicidios en los jóvenes
Tendencias mundiales de las tasas de homicidios juveni- aumentaron 28,6% (de 0,7 por 100 000 a 0,9 por
les entre los varones y las mujeres de 10 a 24 años de 100 000) en el mismo período. En Alemania, dichas
edad, 1985– – 1994 a
tasas aumentaron 12,5% (de 0,8 por 100 000 a
25
0,9 por 100 000) entre 1990 y 1994. Aunque las
tasas mencionadas se incrementaron en esos países
durante el período en cuestión, la proporción de
Tasas de homicidios (por 100 000)
20
Varones
homicidios de jóvenes perpetrados con armas de
fuego quedó en alrededor de 30%.
15 Se advirtieron diferencias notables en las ten-
dencias de los homicidios juveniles entre 1985 y
1994 en el continente americano. En el Canadá,
10
donde se cometen con armas de fuego alrededor
de un tercio de los homicidios de jóvenes, las tasas
descendieron un 9,5% (de 2,1 por 100 000 a 1,9
5
Mujeres por 100 000). En los Estados Unidos, la tendencia
fue exactamente inversa, con más de 70% de los
0 homicidios de jóvenes cometidos con armas de fue-
1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 go y un aumento de los homicidios de 77% (de
Año 8,8 por 100 000 a 15,6 por 100 000). En Chile, las
a Basada en los datos de la OMS sobre la mortalidad en 66 países. tasas en ese período continuaron siendo bajas y
30 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
encontró que 17,3% habían portado un arma en los muchachos. De igual manera, en un estudio de
los 30 días anteriores y 6,9% había llevado un arma seguimiento de casi 400 jóvenes efectuado en
a los establecimientos de enseñanza (32). Jyväskylä, Finlandia (56), las apreciaciones de la
agresividad por parte de los compañeros a las eda-
La dinámica de la violencia juvenil des de 8 y 14 años predijeron significativamente la
Las pautas de comportamiento, incluida la violen- violencia hasta la edad de 20 años.
cia, cambian en el curso de la vida de las personas. Hay también pruebas de una continuidad del
La adolescencia y los primeros años de la edad adulta comportamiento agresivo desde la adolescencia
constituyen un período en que la violencia, así hasta la edad adulta. En un estudio efectuado en
como otro tipo de comportamientos, a menudo se Columbus, Estados Unidos, 59% de los jóvenes
expresan con más intensidad (45). Conocer cuándo detenidos por delitos violentos antes de la edad de
y en qué condiciones se presenta de manera carac- 18 años fueron arrestados nuevamente cuando ya
terística el comportamiento violento conforme se eran adultos y 42% de estos delincuentes adultos
desarrolla la persona puede ayudar a planificar in- fueron acusados de al menos un delito violento
tervenciones y políticas de prevención orientadas grave, como homicidio, asalto con agravantes o vio-
a los grupos de edad más críticos (3). lación (57). La proporción de los detenidos cuan-
do eran más jóvenes por delitos que implicaban
¿Cómo empieza la violencia juvenil? violencia grave que fueron arrestados nuevamente
La violencia juvenil puede desarrollarse de dife- ya adultos fue mayor que entre los jóvenes deteni-
rentes maneras. Algunos niños presentan compor- dos por delitos que entrañaban violencia menor.
tamientos problemáticos en la primera infancia que Un estudio sobre el desarrollo de la delincuencia
gradualmente se van agravando hasta llegar a formas en Cambridge, Inglaterra, encontró que un tercio
más graves de agresión antes de la adolescencia y de los hombres jóvenes menores de 20 años decla-
durante ella. Entre 20% y 45% de los varones y rados culpables de delitos que implicaban violen-
entre 47% y 69% de las muchachas que son delin- cia fueron nuevamente condenados entre los 21 y
cuentes juveniles violentos a la edad de 16 a 17 los 40 años de edad, en comparación con solo 8%
años han tomado lo que se denomina un “camino de aquellos no condenados por esa clase de delitos
de desarrollo que persistirá toda la vida” (3, 46– cuando eran adolescentes (58).
50). Los jóvenes que encajan en esta categoría co- La existencia de un camino de desarrollo que
meten los actos de violencia más graves y a menudo persistirá toda la vida ayuda a explicar la continui-
siguen teniendo un comportamiento violento hasta dad del comportamiento agresivo y violento en el
la edad adulta (51–54). transcurso del tiempo. Hay ciertos individuos en
Los estudios longitudinales han examinado de los que persiste una mayor tendencia subyacente
qué manera la agresión puede proseguir desde la hacia el comportamiento agresivo y violento. En
niñez hasta la adolescencia y desde la adolescencia otras palabras, quienes son relativamente más
hasta la edad adulta para crear una pauta de delito agresivos a cierta edad también tienden a ser
persistente durante toda la vida. Varios estudios han relativamente más agresivos más adelante, aunque
revelado que la agresividad en la niñez es un buen los grados absolutos de su violencia pueden variar.
factor predictivo de la violencia en la adolescencia Quizá con el transcurso del tiempo también haya
y los primeros años de la edad adulta. En un estu- progresiones de un tipo de agresión a otro. Por ejem-
dio realizado en Örebro, Suecia (55), dos tercios plo, en un estudio longitudinal realizado en Pitts-
de una muestra de alrededor de 1 000 hombres burgh, Estados Unidos, que incluyó a más de 1 500
jóvenes que mostraban comportamientos violen- muchachos originalmente estudiados a los 7, 10 y
tos a la edad de 26 años ya habían exhibido una 13 años de edad, Loeber et al. informaron que la
marcada agresividad a las edades de 10 y 13 años, agresión en la niñez tendía a convertirse en riñas de
en comparación con cerca de un tercio del total de pandillas y posteriormente en violencia juvenil (59).
34 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
No obstante, los delincuentes que a lo largo de los autores eran adolescentes o veinteañeros, cerca
toda su vida exhiben un comportamiento agresivo de la mitad de los ataques personales violentos fue-
pertinaz representan solo una proporción peque- ron motivados por la búsqueda de emociones esti-
ña de quienes cometen actos de violencia. La ma- mulantes, a menudo en compañía de otros
yor parte de los jóvenes violentos cometen actos delincuentes, y la otra mitad obedeció a objetivos
de violencia durante períodos mucho más cortos. racionales o utilitarios (60). Sin embargo, en todos
A estos jóvenes se los llama “delincuentes circuns- los delitos la motivación principal de los autores
critos a la adolescencia”. Los resultados de la En- cambió de la búsqueda de emociones en la adoles-
cuesta Nacional de la Juventud realizada en los cencia a propósitos utilitarios —que incluían una
Estados Unidos —basada en una muestra nacional planificación previa, la intimidación psicológica y
de jóvenes de 11 a 17 años en 1976, cuyo segui- el empleo de armas— después de los 20 años (61).
miento se efectuó hasta que alcanzaron edades La Encuesta Nacional de la Juventud efectuada
comprendidas entre los 27 y los 33 años— mues- en los Estados Unidos encontró que los actos de
tran que si bien una proporción pequeña de los violencia se cometieron en general en represalia
jóvenes siguieron cometiendo actos de violencia por un ataque anterior, por venganza o debido a
hasta llegar a la edad adulta y más adelante, unas una provocación o a la ira (61). En el estudio reali-
tres cuartas partes de los jóvenes que habían incu- zado en Cambridge mencionado anteriormente, los
rrido en violencia grave abandonaron su compor- motivos de las riñas dependieron de que el mu-
tamiento violento alrededor de uno a tres años chacho se peleara solo o en grupo (62). En las riñas
después (3). La mayoría de los jóvenes que se tornan individuales, generalmente el joven fue provoca-
violentos son delincuentes circunscritos a la adoles- do, se enojó y golpeó para lastimar a su adversario
cencia que, en realidad, han dado pocas o ninguna o liberar las tensiones internas. En las riñas en gru-
muestra de grados altos de agresividad u otros com- po, los muchachos a menudo tomaron parte para
portamientos problemáticos durante la niñez (3). ayudar a amigos o porque fueron atacados, rara vez
porque estaban enojados. No obstante, las riñas en
Factores situacionales grupo fueron en general más graves. A menudo co-
Entre los jóvenes que solo delinquen durante la menzaron como incidentes menores que luego se
adolescencia, ciertos factores situacionales pueden intensificaron, ocurrieron de manera característica
tener una influencia importante en el origen del en bares o en la calle, fue más probable que se usa-
comportamiento violento. El análisis de la situa- ran armas, provocaron traumatismos e intervino la
ción —que explica las interacciones entre el even- policía.
tual perpetrador y la víctima en una situación La embriaguez es un importante factor situacio-
dada— describe cómo el potencial de violencia nal inmediato que puede precipitar la violencia.
quizá se convierta en violencia real. Los factores Según un estudio sueco, cerca de tres cuartas partes
situacionales son: de los delincuentes violentos y alrededor de la mi-
– los móviles del comportamiento violento; tad de las víctimas de la violencia estaban ebrios en
– el lugar donde se manifiesta el comportamiento; el momento del incidente, y en el estudio de Cam-
– si intervienen el alcohol o las armas; bridge, muchos de los muchachos participaron en
– si están presentes otras personas además de la riñas después de ingerir bebidas alcohólicas (62, 63).
víctima y el agresor; Una característica interesante de los jóvenes que
– si existen otras acciones (como el robo) que cometen actos delictivos violentos, que puede au-
podrían conducir a la violencia. mentar la probabilidad de que se vean envueltos
Los móviles de la violencia juvenil varían según en situaciones que conducen a la violencia, es su
la edad de los participantes y el hecho de que estén tendencia a involucrarse en una amplia gama de
o no presentes otras personas. Un estudio de la de- delitos, así como el hecho de que suelen exhibir
lincuencia en Montreal, Canadá, reveló que, cuando diversos comportamientos problemáticos. Por lo
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 35
general, dichos jóvenes son versátiles y no se espe- antecedentes de enfermedad psiquiátrica (68). En
cializan en los tipos de delitos que cometen. En estos casos, 32% de los varones expuestos a com-
realidad, los jóvenes violentos suelen cometer más plicaciones significativas durante el parto fueron
delitos no violentos que violentos (64–66). En el detenidos por actos de violencia, en comparación
estudio de Cambridge, los delincuentes violentos con 5% de los que no estuvieron expuestos
declarados culpables antes de los 21 años tenían a ninguna complicación durante el parto o presen-
casi tres veces más condenas por transgresiones no taron solo problemas menores. Lamentablemente,
violentas que por delitos violentos (58). estos resultados no se repitieron en el Proyecto
Biosocial de Filadelfia realizado por Denno (69),
¿Cuáles son los factores de riesgo un estudio de casi 1 000 niños afroestadouniden-
en la violencia juvenil? ses de Filadelfia, a quienes se siguió desde el naci-
Factores individuales miento hasta los 22 años de edad. Por tanto, puede
ser que el embarazo y las complicaciones del parto
A nivel individual, los factores que afectan al po-
permitan predecir la violencia solo o principalmente
tencial de comportamiento violento incluyen ca-
cuando ocurren en combinación con otros proble-
racterísticas biológicas, psicológicas y conductuales.
mas dentro de la familia.
Estos factores pueden aparecer desde la niñez o la
Las frecuencias cardíacas bajas, estudiadas sobre
adolescencia y, en grados variables, pueden ser in-
todo en muchachos, se asocian con la búsqueda de
fluidos por la familia y los compañeros, y por otros
emociones y el deseo de correr riesgos, y ambas
factores sociales y culturales.
características pueden predisponer a los muchachos
a la agresión y la violencia en sus intentos por au-
Características biológicas
mentar la estimulación y el grado de excitación
Entre los factores biológicos posibles, ha habido (70–73). Sin embargo, especialmente en los lactan-
estudios sobre las lesiones y complicaciones aso- tes y en los niños pequeños, las frecuencias cardía-
ciadas con el embarazo y el parto, ya que se ha se- cas altas se vinculan con ansiedad, temor e inhibi-
ñalado que estos trastornos quizá produzcan daño ciones (71).
neurológico, que a su vez podría conducir a la vio-
lencia. En un estudio realizado en Copenhague Características psicológicas y del
(Dinamarca), Kandel y Mednick (67) efectuaron el comportamiento
seguimiento de 200 niños nacidos entre 1959 y Entre los principales factores de la personalidad y
1961. Su investigación indicó que las complica- del comportamiento que pueden predecir la vio-
ciones del parto eran un factor predictivo de las lencia juvenil están la hiperactividad, la impulsivi-
detenciones por actos de violencia hasta la edad de dad, el control deficiente del comportamiento y
22 años. De los jóvenes detenidos por cometer de- los problemas de atención. No obstante, la nervio-
litos violentos, 80% fueron incluidos en el inter- sidad y la ansiedad están relacionadas negativamente
valo de valores altos en cuanto a las probabilidades con la violencia. En la ciudad de Dunedin, Nueva
de que hubieran estado expuestos a complicacio- Zelandia, en un estudio de seguimiento de más de
nes del parto al nacer, en comparación con 30% de 1 000 adolescentes varones se observó que los mu-
los detenidos por cometer delitos relacionados con chachos que habían sido condenados por delitos
la propiedad y 47% de los jóvenes sin anteceden- violentos antes de los 18 años de edad tenían sig-
tes penales. Por otra parte, las complicaciones del nificativamente más probabilidades de haber pre-
embarazo no fueron un factor significativamente sentado puntuaciones deficientes en el control del
predictivo de la violencia. comportamiento (por ejemplo, impulsividad y falta
Es interesante señalar que las complicaciones de persistencia) entre los 3 y los 5 años, en compa-
del parto se asociaron fuertemente con violencia ración con los muchachos sin condenas o con sen-
futura cuando alguno de los progenitores tenía tencias por delitos no violentos (74). En el mismo
36 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
estudio, los factores vinculados con la represión de abstracto y la formación de conceptos, la fijación
la personalidad (como la cautela y evitar emocio- de metas, la previsión y planificación, la percep-
nes estimulantes) y con la emotividad negativa ción y vigilancia efectivas del propio comporta-
(como la nerviosidad y la alienación) a la edad de miento, y las inhibiciones con respecto a compor-
18 años se correlacionaron significativamente en tamientos inapropiados o impulsivos (79). Es
forma inversa con condenas por violencia (75). interesante que, en otra investigación realizada en
Los estudios longitudinales realizados en Co- Montreal —que incluyó a más de 1 100 niños ini-
penhague, Dinamarca (68), Örebro, Suecia (76), cialmente estudiados a los 6 años de edad y segui-
Cambridge, Inglaterra (77) y Pittsburgh, Estados dos a partir de la edad de 10 años—, las funciones
Unidos (77), también mostraron las conexiones en- ejecutivas a los 14 años, medidas por medio de
tre esos rasgos de la personalidad y las condenas pruebas cognoscitivas y neuropsicológicas, consti-
por violencia, incluida la admitida espontánea- tuyeron un instrumento importante para diferen-
mente. La hiperactividad, los comportamientos que ciar entre los niños violentos y los no violentos
expresan grados altos de temeridad y el deseo de (80). Esa relación fue independiente de factores
correr riesgos, la concentración deficiente y las di- familiares tales como la situación socioeconómica,
ficultades de atención antes de la edad de 13 años el nivel educativo de los padres y su edad al nacer el
fueron todas características que predijeron cabal- primer hijo, o la eventual separación o divorcio de
mente la violencia en los adultos jóvenes. Los gra- los padres.
dos altos de ansiedad y nerviosidad estuvieron
negativamente relacionados con la violencia en los Factores relacionales
estudios realizados en Cambridge y en los Estados Los factores individuales de riesgo de violencia ju-
Unidos. venil, tales como los descritos anteriormente, no
Sistemáticamente se ha encontrado que la escasa existen aislados de otros factores de riesgo. Los fac-
inteligencia y los niveles bajos de progreso en la tores asociados con las relaciones interpersonales
escuela se asocian con violencia juvenil (78). En el de los jóvenes —con sus familias, amigos y compa-
proyecto de Filadelfia (69), las puntuaciones bajas ñeros— también pueden influir mucho en el com-
del cociente de inteligencia (CI) en las pruebas de portamiento agresivo y violento y configurar rasgos
CI verbales y de desempeño a las edades de 4 y 7 de la personalidad que a su vez pueden contribuir
años así como las puntuaciones bajas en las pruebas al comportamiento violento. La influencia de las
ordinarias de aprovechamiento escolar a los 13 y familias es por lo general mayor en este sentido
14 años se vincularon con una mayor probabilidad durante la niñez, mientras que durante la adoles-
de ser detenidos por hechos de violencia antes de cencia los amigos y los compañeros tienen un efec-
los 22 años de edad. En un estudio efectuado en to cada vez más importante (81).
Copenhague, Dinamarca, que incluyó a más de
12 000 niños nacidos en 1953, el CI bajo a los 12 Influencia de la familia
años de edad predecía con bastante exactitud la El comportamiento de los progenitores y el am-
violencia registrada por la policía entre los 15 y los biente familiar son factores fundamentales en el
22 años de edad. La conexión entre el CI y la vio- desarrollo de conductas violentas en los jóvenes. La
lencia fue más marcada entre los niños de los gru- falta de vigilancia y supervisión de los niños por
pos socioeconómicos más bajos. los padres y el uso del castigo físico severo para
La impulsividad, los problemas de atención, la disciplinar a los niños son sólidos factores predic-
escasa inteligencia y el bajo progreso educativo tivos de la violencia durante la adolescencia y la
pueden estar vinculados con deficiencias en las edad adulta. En su estudio de 250 niños en Boston,
funciones ejecutivas del cerebro, ubicadas en los Estados Unidos, McCord (82) encontró que la su-
lóbulos frontales. Estas funciones incluyen: la aten- pervisión deficiente, la agresión y la aplicación de
ción y concentración sostenidas, el razonamiento una disciplina muy rigurosa por parte de los padres
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 37
a los niños de 10 años de edad se vincularon firme- de violencia antes de los 21 años de edad (92). En
mente con mayor riesgo de condenas posteriores el estudio llevado a cabo en Dunedin, Nueva Ze-
por actos violentos antes de los 45 años de edad. landia, el hecho de vivir a los 13 años con un padre
Eron, Huesmann y Zelli (83) efectuaron el se- o madre solteros permitió vaticinar condenas por
guimiento de casi 900 niños en Nueva York. violencia antes de los 18 años (74). Las pocas opor-
Encontraron que el castigo físico severo infligido tunidades de recibir apoyo y probablemente los
por los padres a la edad de 8 años permitía predecir menores recursos económicos en estas situaciones
no solo arrestos por incidentes de violencia antes quizá sean las razones de que a menudo se deterio-
de la edad de 30 años, sino también, en los re la crianza y aumente el riesgo de que los jóvenes
muchachos, la severidad con que estos castigarían a incurran en actos de violencia.
sus hijos y sus propias historias de maltrato del En general, el estrato socioeconómico bajo de la
cónyuge. En un estudio de más de 900 niños familia se asocia con violencia futura. Por ejemplo,
maltratados y casi 700 testigos, Widom indicó que en una encuesta nacional de jóvenes en los Estados
los antecedentes registrados de abuso físico y des- Unidos, la frecuencia con que los jóvenes de clases
cuido de los niños se vincularon con arrestos pos- socioeconómicas bajas admitieron haber consuma-
teriores por actos violentos, independientemente do asaltos y robos fue cerca del doble de la preva-
de otros factores predictivos como el sexo, el gru- lente entre los jóvenes de clase media (93). En Lima,
po étnico y la edad (84). Otros estudios han obte- Perú, se encontró que la baja escolaridad de la ma-
nido resultados similares (77, 85, 86). dre y la alta densidad habitacional se asociaron con
La violencia en la adolescencia y hasta la edad la violencia juvenil (94). Un estudio de adultos jó-
adulta también ha estado relacionada firmemente venes en São Paulo, Brasil, reveló que, después de
con los conflictos entre los progenitores durante la hacer ajustes según el sexo y la edad, el riesgo de ser
primera infancia (77, 82) y con los vínculos víctimas de la violencia fue significativamente
afectivos deficientes entre padres e hijos (87, 88). mayor entre los jóvenes de clase socioeconómica
Otros factores son: una familia con muchos herma- baja por comparación con los de clase alta (95). Se
nos (65, 77); una madre que tuvo su primer hijo a han obtenido resultados similares en estudios rea-
edad temprana, posiblemente cuando era adoles- lizados en Dinamarca (96), Nueva Zelandia (74) y
cente (77, 89, 90), y un escaso grado de cohesión Suecia (97).
familiar (91). Muchos de estos factores, a falta de Dada la importancia de la supervisión de los pa-
otro apoyo social, pueden afectar al funcionamiento dres, la estructura familiar y la situación económica
y comportamiento emocional y social de los niños. como factores que contribuyen a determinar la pre-
McCord (87), por ejemplo, indicó que los delin- valencia de la violencia juvenil, se esperaría un au-
cuentes violentos tenían menos probabilidades que mento de la violencia cuando las familias se han
los no violentos de haber sido criados con afecto y desintegrado como resultado de guerras o epide-
disciplina y supervisión apropiados. mias, o por los rápidos cambios sociales. En el caso
La estructura familiar es también un factor im- de las epidemias, unos 13 millones de niños en el
portante de la agresión y la violencia posteriores. mundo han perdido a uno o ambos padres debido
Los resultados de estudios realizados en los Estados al SIDA, más de 90% de ellos en África al sur del
Unidos, Nueva Zelandia y el Reino Unido indican Sahara, donde probablemente millones de niños
que los niños que se crían en familias monoparen- más quedarán huérfanos en los próximos años (98).
tales están expuestos a mayor riesgo de violencia La mortandad provocada por el SIDA entre las per-
(74, 77, 92). Por ejemplo, en un estudio de 5 300 sonas en edad fértil está aumentando la cantidad
niños de Inglaterra, Escocia y Gales, el hecho de de huérfanos con tal velocidad, que muchas comu-
haber experimentado la separación de sus proge- nidades ya no pueden depender de las estructuras
nitores entre el nacimiento y los 10 años aumentó tradicionales para atenderlos. Por lo tanto, la epide-
las probabilidades de recibir condenas por hechos mia de SIDA probablemente tendrá repercusiones
38 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
adversas graves en la violencia en los jóvenes, en factor importante para explicar por qué la tasa de
particular en África, donde las tasas de violencia arrestos de menores por homicidio se elevó a más
juvenil ya son sumamente altas. del doble entre 1984 y 1993 (de 5,4 por 100 000
a 14,5 por 100 000) (97, 101, 102). Blumstein su-
Influencias de los compañeros girió que este incremento estaba vinculado con
Las influencias de los compañeros durante la ado- aumentos verificados en el mismo período en el
lescencia se consideran en general positivas e im- número de jóvenes que portan armas de fuego, la
portantes para configurar las relaciones interperso- cantidad de pandillas y los enfrentamientos por la
nales, pero también pueden tener efectos negativos. venta de crack (cocaína para fumar) (103). De acuer-
Tener amigos delincuentes, por ejemplo, se asocia do con el estudio de Pittsburgh ya mencionado, la
con violencia en los jóvenes (88). Los resultados de iniciación en el tráfico de drogas coincidió con un
los estudios en los países desarrollados (78, 88) con- aumento significativo de la tenencia de armas y
cuerdan con un estudio realizado en Lima, Perú 80% de los jóvenes de 19 años de edad que ven-
(94), que encontró una correlación entre el com- dían drogas “duras” (como la cocaína) también por-
portamiento violento y el hecho de tener amigos taban un arma de fuego (104). En Rio de Janeiro,
que usaban drogas. Sin embargo, no está clara la Brasil, donde la mayoría de las víctimas y perpetra-
dirección causal en esta correlación, a saber, si te- dores de homicidios tienen 25 años de edad o
ner amigos delincuentes viene antes o después de menos, el tráfico de drogas es responsable de gran
ser un delincuente violento (99). En su estudio, parte de los homicidios, los conflictos y las lesio-
Elliott y Menard concluyeron que la delincuencia nes (105). En otras partes de América Latina y el
generó lazos con compañeros y, al mismo tiempo, Caribe, las pandillas juveniles involucradas en el trá-
que los vínculos con compañeros delincuentes ge- fico de drogas muestran niveles de violencia supe-
neraron delincuencia (100). riores a los observados en las pandillas que no
participan en él (106).
Factores comunitarios
Las comunidades en las cuales viven los jóvenes Integración social
ejercen una influencia importante en su familia, El grado de integración social dentro de una co-
en la índole de su grupo de compañeros y en la munidad también afecta a las tasas de violencia
forma en que pueden estar expuestos a situaciones juvenil. El capital social es un concepto que intenta
que conducen a la violencia. En términos genera- medir esa integración de las comunidades. Se re-
les, los muchachos de las zonas urbanas tienen más fiere aproximadamente a las reglas, normas, obliga-
probabilidades de desplegar un comportamiento ciones, reciprocidad y confianza que existen en las
violento que los que viven en las zonas rurales (77, relaciones y las instituciones sociales (107). Los
88, 93). Dentro de las zonas urbanas, los que viven jóvenes que viven en lugares que carecen de capital
en vecindarios con niveles altos de criminalidad social tienden a mostrar un rendimiento escolar
tienen más probabilidades de exhibir un compor- deficiente y son mayores las probabilidades de que
tamiento violento que los que viven en otros ve- abandonen por completo la escuela (108).
cindarios (77, 88). Moser y Holland (109) estudiaron cinco comu-
nidades urbanas pobres en Jamaica. Encontraron una
Pandillas, armas de fuego y drogas relación cíclica entre la violencia y la destrucción
La existencia de pandillas (recuadro 2.1), armas de del capital social. Cuando había violencia en la co-
fuego y drogas en una localidad es una combina- munidad, se restringía la movilidad física en la lo-
ción potente que aumenta las probabilidades de calidad particular, se reducían las oportunidades
que se cometan actos de violencia. En los Estados laborales y educacionales, las empresas se mostra-
Unidos, por ejemplo, la presencia en los vecinda- ban renuentes a invertir en la zona y era menos
rios de estos tres elementos juntos parecería ser un probable que las personas del lugar construyeran
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 39
RECUADRO 2.1
casas nuevas o repararan o mejoraran las propieda- En su análisis demográfico de los jóvenes de Áfri-
des ya existentes. Esta reducción del capital social ca, Lauras-Locoh y Lopez-Escartin (113) sugieren
—la mayor desconfianza resultante de la destruc- que la tensión entre una población de jóvenes que
ción de la infraestructura, las instalaciones de es- crece con rapidez y una infraestructura en deterio-
parcimiento y las oportunidades— aumentó las ro ha dado lugar a revueltas estudiantiles origina-
probabilidades de comportamiento violento, es- das en las escuelas. Diallo Co-Trung (115) encontró
pecialmente entre los jóvenes. Un estudio sobre la una situación similar de huelgas y rebeliones de
relación entre el capital social y la criminalidad en estudiantes en Senegal, donde la población de me-
una amplia gama de países durante el período com- nos de 20 años de edad se duplicó entre 1970 y
prendido entre 1980 y 1994, encontró que el gra- 1988, durante un período de recesión económica
do de confianza entre los miembros de la comuni- e implantación de políticas de ajuste estructural.
dad tenía un fuerte efecto sobre la incidencia de En una encuesta entre jóvenes de Argelia, Rarrbo
delitos violentos (107). Wilkinson, Kawachi y Ken- (116) encontró que el rápido crecimiento demo-
nedy (110) indicaron que los índices de capital gráfico y la urbanización acelerada crearon desem-
social que reflejan escasa cohesión social y altos gra- pleo y condiciones habitacionales de extrema
dos de desconfianza recíproca estaban vinculados precariedad, que a su vez condujeron a la frustra-
con tasas más altas de homicidios y mayor desigual- ción extrema, la ira y la acumulación de tensiones
dad económica. entre los jóvenes. Como resultado, era más proba-
ble que los jóvenes cometieran delitos menores y
Factores sociales actos de violencia, en particular bajo la influencia
Varios factores sociales pueden crear condiciones de los compañeros.
conducentes a la violencia entre los jóvenes. Sin En Papua Nueva Guinea, Dinnen (117) describe
la evolución de “raskolism” (las pandillas de delin-
embargo, gran parte de los datos relacionados con
cuentes) en el contexto más amplio de la descolo-
estos factores se basan en estudios transversales o
nización y los cambios sociales y políticos
ecológicos y son principalmente útiles para iden-
subsiguientes, incluido el crecimiento demográfi-
tificar asociaciones importantes, más que causas
co rápido no igualado por el crecimiento econó-
directas.
mico. Tal fenómeno también ha sido citado como
Cambios demográficos y sociales un problema en algunas de las anteriores econo-
mías comunistas (118), donde, a medida que el
Los cambios demográficos rápidos en la población desempleo se ha elevado vertiginosamente y se ha
de jóvenes, la modernización, la emigración, la ur- recortado en forma drástica el sistema de asistencia
banización y la modificación de las políticas socia- social, los jóvenes han carecido de ingresos y ocu-
les han estado todos vinculados con un aumento paciones legítimos, así como del apoyo social ne-
de la violencia juvenil (111). En los lugares que han cesario en el período entre la conclusión de los
experimentado crisis económicas y políticas subsi- estudios y la consecución de un trabajo. Al carecer
guientes a medidas de ajuste estructural, como en de ese apoyo, algunos han pasado a la criminalidad
África y partes de América Latina, los salarios reales y la violencia.
a menudo han declinado marcadamente, se han de-
bilitado o desechado las leyes concebidas para pro- Desigualdad de ingresos
teger a los trabajadores y se ha producido un La investigación ha revelado las conexiones entre
deterioro sustancial de la infraestructura y los ser- el crecimiento económico y la violencia, y entre la
vicios sociales básicos (112, 113). La pobreza se ha desigualdad de ingresos y la violencia (119). Gart-
concentrado masivamente en las ciudades, que pre- ner, en un estudio de 18 países industrializados
sentan altas tasas de crecimiento de la población de durante el período comprendido entre 1950 y
jóvenes (114). 1980 (6), encontró que la desigualdad de ingresos,
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 41
según la mide el coeficiente de Gini, tenía un con- policía figuraba entre los principales perpetrado-
siderable efecto favorecedor de la tasa de homici- res de violencia contra los jóvenes. Las acciones po-
dios. Fajnzylber, Lederman y Loayza (120) obtuvie- liciales —en particular contra hombres jóvenes de
ron los mismos resultados en una investigación las clases socioeconómicas más bajas— incluían la
realizada en 45 países industrializados y en desa- violencia física, el abuso sexual, la violación y el
rrollo entre 1965 y 1995. La tasa de crecimiento cohecho. Sanjuán (123) señaló que la idea de que la
del producto interno bruto (PIB) también se aso- justicia dependía de la clase socioeconómica era
ció significativamente con una reducción de la tasa un factor importante en la aparición de una cultura
de homicidios, pero este efecto fue en muchos ca- de la violencia entre los jóvenes marginados de Ca-
sos contrarrestado por los niveles ascendentes de la racas,Venezuela. De igual manera, Aitchinson (124)
desigualdad de ingresos. Unnithan y Whitt llega- concluyó que en Sudáfrica, después del apartheid,
ron a conclusiones similares en su estudio transna- la impunidad para los que habían cometido abusos
cional (121), a saber, que esa desigualdad de ingre- contra los derechos humanos y la incapacidad de la
sos estaba estrechamente vinculada con las tasas de policía de cambiar significativamente sus métodos,
homicidios y que estas tasas también disminuye- han contribuido a un sentimiento generalizado de
ron a medida que se incrementaba el PIB per cápita. inseguridad y han incrementado el número de ac-
ciones extrajudiciales que incluyen la violencia.
Estructuras políticas La protección social por el Estado, otro aspecto
La calidad de las condiciones de buen gobierno en de las condiciones de buen gobierno, es también
un país, en cuanto al marco legal y las políticas importante. En su estudio, Pampel y Gartner (125)
que ofrecen protección social, es un factor deter- usaron un indicador que medía el grado de desa-
minante fundamental de la violencia. En particular, rrollo de las instituciones nacionales responsables
el grado en que una sociedad hace cumplir las leyes de la protección social colectiva. Estaban interesa-
existentes sobre la violencia al detener y encausar a dos en averiguar por qué diferentes países, cuyos
los delincuentes, puede actuar como factor disua- grupos de edad de 15 a 29 años habían crecido
sivo contra la violencia. Fajnzylber, Lederman y según la misma tasa durante un período dado, ex-
Loayza (120) encontraron que la tasa de arrestos perimentaron sin embargo aumentos dispares en
por homicidio tenía un efecto negativo conside- sus tasas de homicidios. Pampel y Gartner llegaron
rable sobre la tasa de homicidios. En su estudio, las a la conclusión de que la solidez de las institucio-
mediciones objetivas de las condiciones de buen nes de protección social del país tenían un efecto
gobierno (como las tasas de arrestos) se correlacio- negativo sobre la tasa de homicidios. Además, el
naron negativamente con las tasas de criminalidad, hecho de contar con esas instituciones podría con-
mientras que las mediciones subjetivas (como la trarrestar los efectos sobre la tasa de homicidios
confianza en el poder judicial y la calidad percibi- asociados con aumentos en el grupo de 15 a 29
da de las condiciones de buen gobierno) solo se años de edad, sector que tradicionalmente presen-
correlacionaron débilmente con las tasas de crimi- ta tasas altas de víctimas o perpetradores de homi-
nalidad. cidios.
Por consiguiente, el ejercicio del buen gobier- Messner y Rosenfeld (126) examinaron la reper-
no puede tener repercusiones sobre la violencia, cusión de los esfuerzos por proteger a las poblacio-
en particular la que afecta a los jóvenes. Noronha et nes vulnerables de las fuerzas del mercado, por
al. (122), en su estudio sobre la violencia que afec- ejemplo de la recesión económica. Se encontró que
ta a diversos grupos étnicos en Salvador, Bahía (Bra- los gastos más elevados en asistencia social se aso-
sil), concluyeron que la insatisfacción con la policía, ciaban con disminuciones de la tasa de homici-
el sistema judicial y las cárceles aumentó el empleo dios, lo que indica que las sociedades con redes de
de modalidades no oficiales de justicia. En Rio de seguridad económica presentan menos homicidios.
Janeiro, de Souza Minayo (105) encontró que la Briggs y Cutright (7), en un estudio de 21 países
42 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
durante el período comprendido entre 1965 y en general y en sus comunidades en particular. Se-
1988, establecieron que el gasto en seguridad so- ñalan que se fomenta una cultura de la violencia a
cial, como una proporción del PIB, se correlaciona- nivel de la comunidad mediante la creciente acep-
ba con reducciones de los homicidios entre los tación del “dinero fácil” (gran parte de esto se rela-
niños de hasta 14 años de edad. ciona con el tráfico de drogas) y de cualquier
medio adecuado para obtenerlo, así como mediante
Influencias culturales
la corrupción de la policía, el poder judicial, los
La cultura, que se refleja en las normas y los valores militares y la administración local.
hereditarios de la sociedad, contribuye a determi- Las influencias culturales que traspasan las fron-
nar cómo responden las personas a un ámbito cam- teras de los países también han estado vinculadas
biante. Los factores culturales pueden influir en el con el aumento de la violencia juvenil. En una en-
nivel de violencia presente en una sociedad, por cuesta de pandillas juveniles en América Latina y el
ejemplo, al respaldar la violencia como un medio Caribe, Rodgers (106) ha mostrado que en ciuda-
normal para resolver los conflictos y al enseñar a los des del norte y el sudoeste de México, donde es
jóvenes a adoptar normas y valores que favorecen más alta la inmigración desde los Estados Unidos,
el comportamiento violento. han surgido bandas violentas que siguen el mode-
Un instrumento importante mediante el cual se lo de las pandillas de Los Ángeles. Se ha encontrado
difunden imágenes, normas y valores que instigan un fenómeno similar en El Salvador, país que ha
a la violencia son los medios de comunicación. La experimentado una tasa alta de deportaciones de
exposición de los niños y los jóvenes a las diversas ciudadanos salvadoreños desde Estados Unidos a
formas de estos medios ha aumentado extraordi- partir de 1992; muchos de los deportados han sido
nariamente en años recientes. Los nuevos tipos
miembros de pandillas en los Estados Unidos.
de medios —entre ellos los videojuegos, las video-
cintas e Internet— han multiplicado las oportuni- ¿Qué se puede hacer para
dades de que los jóvenes estén expuestos a la prevenir la violencia juvenil?
violencia. Varios estudios han revelado que la in-
troducción de la televisión en los países se asoció Al diseñar programas nacionales para prevenir la
con aumentos de la escala de violencia (127–131), violencia juvenil es importante abordar no solo los
si bien estos estudios en general no tuvieron en factores individuales cognoscitivos, sociales y del
cuenta otros factores que pueden haber influido comportamiento, sino también los sistemas socia-
simultáneamente en las tasas de violencia (3). El les que configuran esos factores.
predominio de las pruebas hasta la fecha indica que Los cuadros 2.3 y 2.4 ilustran los ejemplos de las
la exposición a la violencia mostrada en la televi- estrategias de prevención de la violencia juvenil
sión aumenta las probabilidades de comportamien- como matrices, relacionando los sistemas ecológi-
tos agresivos inmediatos y produce a más largo plazo cos mediante los cuales se puede prevenir la vio-
un efecto desconocido en la violencia grave (3) lencia con las etapas del desarrollo, desde la lactancia
(recuadro 2.2). No hay datos suficientes acerca de hasta los primeros años de la edad adulta, cuando
la repercusión de algunos de los medios de comu- es probable que surjan comportamientos violentos
nicación más nuevos. o el riesgo de que estos se produzcan. Las estrate-
Las culturas que no logran proporcionar opcio- gias de prevención presentadas en estos cuadros
nes no violentas para resolver los conflictos pare- no son exhaustivas ni constituyen necesariamente
cen tener tasas mayores de violencia juvenil. En su estrategias de eficacia comprobada. En realidad, se
estudio de las pandillas en Medellín, Colombia, ha comprobado que algunas son ineficaces. Más
Bedoya Marín y Jaramillo Martínez (136) describen bien, las matrices sirven para ilustrar el amplio aba-
cómo los jóvenes de bajos ingresos reciben la in- nico de soluciones posibles al problema de la vio-
fluencia de la cultura de la violencia en la sociedad lencia juvenil, y para recalcar la necesidad de aplicar
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 43
RECUADRO 2.2
una variedad de estrategias diferentes en las diver- beneficios para los niños, tales como una menor
sas etapas de desarrollo. participación en hechos violentos y otros compor-
tamientos delictivos (138–140).
Estrategias individuales Los programas de desarrollo social para reducir el
Las intervenciones más comunes contra la violen- comportamiento antisocial y agresivo en los niños y
cia juvenil procuran aumentar la influencia de los la violencia en los adolescentes adoptan diversas es-
factores protectores asociados con las aptitudes, las trategias. Estas comúnmente incluyen mejorar la com-
actitudes y las creencias individuales. petencia y las aptitudes sociales con los compañeros
Una estrategia de prevención de la violencia y, en general, promover comportamientos positi-
apropiada para la primera infancia —aunque gene- vos, amistosos y cooperativos (141). Estos programas
ralmente no se piensa en ella como tal— es la adop- se pueden dirigir a todo el mundo o solo a grupos
ción de programas de refuerzo preescolar. Estos de alto riesgo y suelen llevarse a cabo en ámbitos
programas fomentan desde el principio en los ni- escolares (142, 143). Ordinariamente se concentran
ños pequeños el desarrollo de las aptitudes necesa- en uno o más de los siguientes aspectos (143):
rias para mejorar el éxito escolar, y por consiguiente – controlar la ira;
aumentan la probabilidad de obtener resultados – modificar el comportamiento;
académicos exitosos en el futuro. Tales programas – adoptar una perspectiva social;
pueden fortalecer los lazos del niño con la escuela – promover el desarrollo moral;
y aumentar el aprovechamiento y la autoestima – desarrollar aptitudes sociales;
(137). Los estudios de seguimiento a largo plazo – resolver problemas sociales;
de prototipos de esos programas han encontrado – solucionar los conflictos.
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 45
CUADRO 2.3
Estrategias de prevención de la violencia utilizadas según la etapa del desarrollo (desde la lactancia hasta mediados
de la niñez) y el contexto ecológico
Contexto ecológico Etapa del desarrollo
Lactancia Primera infancia Mediados de la niñez
(0 a 3 años de edad) (3 a 5 años de edad) (6 a 11 años de edad)
El individuo • Prevención de los embarazos • Programas de desarrollo sociala • Programas de desarrollo sociala
no deseados • Programas de refuerzo • Programas que proporcionan
• Mayor acceso a la atención preescolara información acerca del abuso
prenatal y posnatal de drogasb
Las relaciones • Visita domiciliariaa • Capacitación para la crianzaa • Programas con mentores
(por ejemplo, la familia, • Capacitación para la crianza a • Programas de asociación
los compañeros) del hogar y la escuela para
promover la participación
de los progenitores
La comunidad • Vigilancia de las concentraciones • Vigilancia de las concentraciones • Establecimiento de rutas seguras
de plomo y eliminación de los de plomo y eliminación de los para los niños en su camino
productos tóxicos de uso productos tóxicos de uso a la escuela o de regreso
doméstico doméstico de esta u otras actividades
• Aumento de la disponibilidad • Aumento de la disponibilidad de la comunidad
y calidad de los centros y calidad de los programas • Mejoramiento de los ámbitos
de puericultura de refuerzo preescolar escolares, incluidas las prácticas
de enseñanza, las políticas
y la seguridad escolares
• Programación
de actividades posteriores
a las horas de clase para
extender la supervisión
de los adultos
• Actividades extracurriculares
La sociedad • Desconcentración de la pobreza • Desconcentración de la pobreza • Desconcentración de la pobreza
• Reducción de la desigualdad de • Reducción de la desigualdad • Reducción de la desigualdad
ingresos de ingresos de ingresos
• Reducción de la exhibición • Reducción de la exhibición
de la violencia en los medios de la violencia en los medios
• Campañas de información • Campañas de información
al público al público
• Reforma de los sistemas
educacionales
a De comprobada eficacia para reducir la violencia juvenil o los factores de riesgo de violencia juvenil.
b Se ha comprobado que no son eficaces para reducir la violencia juvenil ni los factores de riesgo de violencia juvenil.
Hay indicios de que estos programas de desa- programa para prevenir la intimidación, introdu-
rrollo social pueden ser eficaces para reducir la cido en escuelas primarias e intermedias de Ber-
violencia juvenil y mejorar las aptitudes sociales gen, Noruega. Gracias a esta intervención, los
(144–146). Los programas que se centran en las ap- incidentes de intimidación se redujeron a la mitad
titudes sociales y de competencia parecen estar en- en dos años (147). Se ha repetido el programa en
tre las estrategias más eficaces de prevención de la Alemania, Estados Unidos e Inglaterra con resulta-
violencia juvenil (3). También parecen resultar más dos similares (3).
eficaces cuando se aplican a los niños de los centros Otras intervenciones orientadas a los individuos
preescolares y escuelas primarias, en lugar de a los que quizá resulten eficaces son las siguientes, si
estudiantes de colegios secundarios. bien se necesitan más datos para confirmar su efec-
Un ejemplo de programa de desarrollo social to sobre el comportamiento violento y agresivo
que utiliza técnicas conductuales en el aula es un (137, 148):
46 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
CUADRO 2.4
Estrategias de prevención de la violencia utilizadas según la etapa del desarrollo (adolescencia y primeros años de
la edad adulta) y el contexto ecológico
Contexto ecológico Etapa del desarrollo
Adolescencia Primeros años de la edad adulta
(12 a 19 años de edad) (20 a 29 años de edad)
El individuo • Programas de desarrollo sociala • Insentivos para proseguir cursos
• Incentivos a los jóvenes en alto riesgo de violencia para que en la educación superior
completen la escuela secundariaa • Adiestramiento vocacional
• Orientación individualb
• Programas de períodos de prueba o de libertad condicional,
que incluyen reuniones con presidiarios que describen
la brutalidad de la vida en prisiónb
• Programas de internación en instituciones psiquiátricas
o correccionalesb
• Programas que informan sobre el abuso de drogasb
• Programas de refuerzo académico
• Adiestramiento en el uso seguro de las armas de fuego b
• Programas que siguen el modelo del adiestramiento militar
básicob
• Enjuiciamiento de los delincuentes jóvenes en tribunales para
adultos b
Las relaciones (por • Programas con mentoresa • Programas para fortalecer
ejemplo, la familia, los • Mediación de los compañeros u orientación por estos b los vínculos familiares y laborales,
compañeros) • Programas de tutela temporal para delincuentes graves y reducir la participación en
y crónicos acciones violentas
• Terapia familiara
La comunidad • Establecimiento de rutas seguras para los jóvenes en su camino • Programas recreativos para
a la escuela o de regreso de esta u otras actividades adultos
de la comunidad • Vigilancia policial de la comunidad
• Mejoramiento de los ámbitos escolares, incluidas las prácticas • Reducción de la disponibilidad
de enseñanza, las políticas y la seguridad escolares de alcohol
• Actividades extracurriculares • Mejoramiento de la respuesta de
• Programas contra la formación de las pandillasb urgencia, la atención
• Capacitación de los trabajadores de atención de salud para traumatológica y el acceso a los
que identifiquen a los jóvenes en alto riesgo de violencia servicios de salud
y los envíen a los servicios pertinentes • Recompra de armas de fuegob
• Vigilancia policial de la comunidad
• Reducción de la disponibilidad de alcohol
• Mejoramiento de la respuesta de urgencia, la atención
traumatológica y el acceso a los servicios de salud
• Recompra de armas de fuegob
La sociedad • Desconcentración de la pobreza • Desconcentración de la pobreza
• Reducción de la desigualdad de ingresos • Reducción de la desigualdad de
• Campañas de información al público ingresos
• Disminución de la exhibición de la violencia en los medios • Programas de creación de
• Cumplimiento de las leyes que prohíben la transferencia ilegal empleos para los desempleados
de armas de fuego a los jóvenes crónicos
• Promoción del almacenamiento seguro e inviolable de las armas • Campañas de información del
de fuego público
• Fortalecimiento y mejora de los sistemas policiales y judiciales • Promoción del almacenamiento
• Reforma de los sistemas educacionales seguro e inviolable de las armas
de fuego
• Fortalecimiento y mejora de los
sistemas policiales y judiciales
a De comprobada eficacia para reducir la violencia juvenil o los factores de riesgo de violencia juvenil.
b Se ha comprobado que no son eficaces para reducir la violencia juvenil ni los factores de riesgo de violencia juvenil.
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 47
graves de comportamiento. El programa —o ele- disminuir las probabilidades del consumo de dro-
mentos de él— se ha puesto en práctica o se está gas, mejorar las relaciones con los padres y reducir
aplicando actualmente en Alemania, China (RAE de las formas de comportamiento antisocial admitidas
Hong Kong), Nueva Zelandia, el Reino Unido y espontáneamente (161).
Singapur (154).
Varios estudios de evaluación han encontrado Estrategias terapéuticas y de otro tipo
que la capacitación para la crianza tiene éxito y hay Los enfoques terapéuticos también se han usado
algunos indicios de un efecto a largo plazo de re- en las familias para prevenir la violencia juvenil.
ducción del comportamiento antisocial (155–158). Hay muchas formas de esta terapia, pero sus objeti-
En un estudio sobre la eficacia en función de los vos comunes son mejorar la comunicación y la in-
costos de las intervenciones tempranas para preve- teracción entre padres e hijos y resolver los proble-
nir formas graves de criminalidad en California, Es- mas que se plantean (143). Algunos programas
tados Unidos, se calculó que la capacitación de los también procuran ayudar a las familias a controlar
padres de los niños en edad escolar que presenta- los factores ambientales que contribuyen al com-
ban comportamientos agresivos, había prevenido portamiento antisocial y a utilizar mejor los recur-
157 delitos graves (tales como homicidio, viola- sos en la comunidad. Los programas de terapia fa-
ción, incendio intencional y robo) por cada mi- miliar a menudo son costosos, pero hay pruebas
llón de dólares gastados (159). En realidad, se estimó sustanciales de que pueden ser eficaces para mejo-
que la capacitación para la crianza era cerca de tres rar el funcionamiento familiar y reducir los pro-
veces más eficaz en función de los costos que la blemas de comportamiento de los hijos (162–164).
denominada ley de los “tres arrestos” en California, La terapia familiar funcional (165) y la terapia mul-
una ley que decreta sentencias severas para los que tisistémica (166) son dos estrategias particulares
delinquen reiteradamente. usadas en los Estados Unidos, que han demostrado
tener efectos positivos a largo plazo al reducir el
Programas con mentores comportamiento violento y delictivo de los delin-
Se piensa que una relación cordial y de apoyo con cuentes juveniles a un costo más bajo que el de
un adulto que actúa como modelo positivo a imi- otros programas de tratamiento (3).
tar es un factor protector contra la violencia juvenil Otras intervenciones orientadas a las relaciones
(3, 146). Los programas con mentores basados en de los jóvenes que quizá resulten eficaces son (3):
esta teoría asignan una persona joven —en parti- – los programas de asociación del hogar y la es-
cular una en alto riesgo de comportamiento anti- cuela para promover la participación de los
social o que haya crecido en una familia con un progenitores;
solo progenitor— a un adulto que se preocupe por – la educación compensatoria, como la asigna-
él —el mentor—, ajeno a la familia del menor (160). ción de tutores adultos.
Los mentores pueden ser compañeros de clase de Entre los programas que abordan las relaciones
más edad, docentes, consejeros, oficiales de poli- de los jóvenes y que no parecen ser eficaces para
cía u otros miembros de la comunidad. Los objeti- reducir la violencia de los adolescentes están (137):
vos de estos programas son ayudar a los jóvenes a • La mediación de los compañeros, es decir, la
que desarrollen aptitudes y proporcionarles una re- participación de los estudiantes para ayudar a
lación sostenida con alguien que les sirva como otros estudiantes a resolver controversias.
modelo a imitar y como guía (143). Si bien no han • El asesoramiento de los compañeros.
sido tan ampliamente evaluadas como algunas de • La reorientación del comportamiento de los
las otras estrategias para reducir la violencia juve- jóvenes y la modificación de las normas del
nil, hay indicios de que la relación positiva con grupo de compañeros, que pretenden encami-
un mentor puede mejorar en forma significativa nar a los jóvenes en alto riesgo de violencia ha-
la asistencia a la escuela y el desempeño escolar, cia actividades ordinarias, pero que en realidad
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 49
– integrales, es decir, abordar la amplia gama de Las actividades de extensión y orientación han te-
factores de riesgo de violencia y delincuencia nido la consecuencia no deseada e inesperada de
juveniles; incrementar la cohesión de las pandillas (178). En
– apropiados desde la perspectiva del desarrollo; Medellín, Colombia, se han usado con éxito pro-
– de larga duración. gramas para alentar a los miembros de las pandillas a
Por ejemplo, en Maputo, Mozambique (175), la interesarse en la política y participar en proyectos
Essor puso en marcha un programa comunitario de desarrollo social locales (179), mientras que en
concebido para abordar la delincuencia juvenil en Nicaragua y en los Estados Unidos tales programas
dos vecindarios de bajos ingresos. El programa, de “oportunidad” solamente han tenido un éxito
orientado a los adolescentes de 13 y 18 años de limitado (106).
edad, ofrece deportes y pasatiempos para promo-
ver la expresión personal y la formación de equi- Otras estrategias
pos. El personal del programa también mantiene Otras intervenciones orientadas a las comunidades
contacto con los jóvenes por medio de visitas do- que pueden resultar eficaces son (148, 180):
miciliarias periódicas. Una evaluación del progra- • El monitoreo de las concentraciones de plo-
ma mostró mejoras significativas en el comporta- mo y la eliminación de los productos tóxicos
miento constructivo y la comunicación con los de uso doméstico para reducir el riesgo de daño
padres en un período de 18 meses, junto con una cerebral en los niños, algo que puede conducir
disminución considerable del comportamiento an- indirectamente a la violencia juvenil.
tisocial. • El aumento de la disponibilidad y la calidad de
los centros y programas de puericultura y de
Supresión de la violencia de las pandillas refuerzo preescolar para promover el desarro-
Los programas comunitarios para prevenir la vio- llo saludable y facilitar el éxito en la escuela.
lencia de las pandillas han adoptado varias formas. • Los intentos de mejorar los ámbitos escolares,
Las estrategias preventivas han incluido intentos tales como cambiar las prácticas de enseñanza y
de suprimir las pandillas juveniles o de organizar a las normas y reglamentos escolares y aumentar
las comunidades afectadas por ellas de tal manera la seguridad (por ejemplo, instalando detecto-
que operen de otro modo y no incurran en activi- res de metales o videocámaras de vigilancia).
dades delictivas (106). Las estrategias rehabilitado- • El establecimiento de rutas seguras para los ni-
ras o correctivas incluyen programas de extensión ños en su camino a la escuela y de regreso de
y orientación para los miembros de las pandillas, esta u otras actividades de la comunidad.
así como programas que procuran encauzar sus ac- Los sistemas de atención de salud pueden con-
tividades en direcciones socialmente productivas tribuir considerablemente a responder y prevenir
(106). Hay pocos indicios de que los programas para la violencia juvenil:
suprimir las pandillas, organizar las comunidades o – mejorando la respuesta y el desempeño de los
proporcionar servicios de orientación o extensión servicios de urgencia;
sean eficaces. En Nicaragua, los muy variados es- – mejorando el acceso a los servicios de salud;
fuerzos policiales por suprimir las actividades de – capacitando a los trabajadores de asistencia sa-
las pandillas en 1997 tuvieron solo un éxito tem- nitaria para que identifiquen a los jóvenes en
poral y finalmente tal vez hayan agravado el pro- alto riesgo y los envíen a los servicios perti-
blema (176). Los intentos de organización comu- nentes.
nitaria en los Estados Unidos, en Boston y Chicago, Un tipo de programa que parece ser poco eficaz
no han tenido éxito en reducir la violencia de las para reducir la violencia juvenil es ofrecer dinero
pandillas, quizá porque las comunidades afectadas como recompensa por la entrega de armas de fuego
no estaban suficientemente integradas o cohesio- a la policía u otros organismos de la comunidad, en
nadas para mantener esfuerzos organizados (177). lo que se conoce como un “programa de recompra
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 51
de armas de fuego”. Hay algunos indicios de que Evitar la violencia con armas de fuego entre los
los tipos de armas de fuego entregadas no son los jóvenes
que suelen usarse en los homicidios cometidos por El cambio del ámbito social para mantener las armas
los jóvenes (3). de fuego y otras armas letales fuera del alcance de
los niños y los jóvenes no supervisados puede ser
Estrategias sociales
una estrategia viable para reducir el número de
Los cambios del ámbito social y cultural orientados muertes producidas por la violencia juvenil. Los
a reducir la violencia son la estrategia que se em- jóvenes y otras personas que no deben poseer
plea con menos frecuencia para prevenir la violen- armas de fuego, inevitablemente terminan por con-
cia juvenil. Ese enfoque procura reducir las barreras
seguirlas. Algunas de estas personas lo harán para
económicas o sociales para el desarrollo —por ejem-
cometer delitos, mientras que otras —cuya capaci-
plo, creando programas de empleo o fortaleciendo
dad de discernimiento ha sido deteriorada por el
el sistema de justicia penal— o modificar las nor-
alcohol o las drogas— carecerán del cuidado y la
mas y los valores culturales arraigados que estimu-
responsabilidad adecuados que deben acompañar
lan la violencia.
la posesión de armas de fuego.
Abordar la pobreza En muchos países, los medios por los cuales los
jóvenes pueden obtener armas de fuego son ya ile-
Las políticas que intentan reducir la concentración
gales. En este caso, un cumplimiento más estricto
de la pobreza en las zonas urbanas quizá sean efica-
de las leyes existentes que reglamentan la transfe-
ces para combatir la violencia juvenil. Estas políti-
rencia ilegal de armas de fuego puede dar buenos
cas, tendientes a ofrecer mejores oportunidades de
resultados en cuanto a la reducción de la violencia
vida, se han experimentado en Maryland, Estados
armada entre los adolescentes (182). Sin embargo,
Unidos, en un programa sobre la vivienda y la mo-
se sabe poco acerca de la eficacia de tal estrategia.
vilidad llamado “Moving to Opportunity” [Cam-
Otro enfoque para abordar el problema de los
bio de Domicilio para Mejorar] (181). En un estudio
de la repercusión de este programa, se clasificó en jóvenes que poseen armas letales es sancionar y
tres grupos a las familias de los vecindarios con alto poner en vigor leyes que exijan el almacenamiento
grado de pobreza de la ciudad de Baltimore: seguro e inviolable de las armas de fuego. Esto pue-
– familias que habían recibido subsidios, orien- de tener el efecto de limitar directamente el acceso
tación y otro tipo de asistencia específicamen- indebido al hacer más difícil que los jóvenes sa-
te para que se mudaran a comunidades con quen las armas de fuego fuera de sus hogares e,
menores grados de pobreza; indirectamente, reducir las posibilidades de que
–familias que solo habían recibido subsidios, las personas roben las armas de fuego. El hurto es
pero sin restricciones acerca de dónde podrían una fuente importante de armas de fuego para los
mudarse; mercados ilegales, y el hurto y el robo son la máxi-
– familias que no habían recibido ninguna asis- ma (aunque no siempre la más reciente) fuente de
tencia especial. la cual obtienen armas de fuego los menores (182,
El estudio encontró que dar a las familias la opor- 183). Una estrategia a más largo plazo para reducir
tunidad de mudarse a vecindarios con grados me- el acceso no autorizado a las armas de fuego por
nores de pobreza redujo sustancialmente el parte de los niños y adolescentes sería crear armas
comportamiento violento de los adolescentes de fuego “inteligentes”, que no funcionen si in-
(181). Es preciso conocer mejor los mecanismos tenta usarlas alguien que no sea su dueño legítimo
mediante los cuales los vecindarios y los grupos de (184). Estas armas de fuego podrían operar recono-
compañeros influyen en la violencia juvenil para ciendo la impresión de la palma del dueño o re-
comprender plenamente las implicaciones de estos quiriendo la proximidad cercana de una funda o
resultados. anillo especial para funcionar.
52 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Se han evaluado algunas otras intervenciones di- – las reformas institucionales de los sistemas
señadas para controlar el mal uso de las armas de educativos.
fuego. En 1977 se sancionó en Washington, D.C., Según resulta evidente al examinar los factores
una ley restrictiva de concesión de licencias que de riesgo y las estrategias de prevención, la violen-
prohíbe la propiedad de armas cortas a todos ex- cia juvenil se origina en una interacción compleja
cepto a los oficiales de policía, los guardias de se- entre múltiples factores, y las medidas adoptadas
guridad y los propietarios ya existentes de armas para reducir este problema de manera sustancial
de fuego. Posteriormente, la incidencia de los ho- deberán ser polifacéticas. Como ha mostrado la ex-
micidios y los suicidios relacionados con armas de posición precedente, hay varios factores —algunos
fuego descendió en 25% (185). Sin embargo, no se presentes en el individuo, otros en la familia y el
conoce la repercusión de esta ley en cuanto a la ámbito social— que aumentan las probabilidades
reducción de la violencia relacionada con armas de de agresión y violencia durante la niñez, la adoles-
fuego específicamente entre los jóvenes. En Cali y cencia y los primeros años de la edad adulta. En
Bogotá, Colombia, durante los años noventa se pro- condiciones ideales, los programas deben acercarse
hibió portar armas de fuego durante los períodos a los jóvenes a través de múltiples sistemas de in-
en que, por experiencia anterior, se sabía que ha- fluencia (del individuo, la familia, la comunidad y
bía tasas más altas de homicidios (186), como por la sociedad) y proporcionar un proceso continuo
ejemplo los fines de semana posteriores a los días de intervenciones y actividades que abarquen las
de pago, los fines de semana vinculados con los etapas del desarrollo. Esos programas pueden abor-
feriados y los días de elecciones. Una evaluación dar factores de riesgo coincidentes, tales como el
encontró que la incidencia de los homicidios fue bajo rendimiento escolar, el embarazo en las ado-
inferior durante los períodos en que estuvo en vi- lescentes, las relaciones sexuales arriesgadas y el uso
gor la prohibición de portar armas de fuego (186). de drogas, y de ese modo abordar las necesidades
Los autores del estudio señalaron que las prohibi- de los jóvenes en distintas esferas de su vida.
ciones intermitentes de portar armas de fuego en
toda la ciudad podrían ser útiles para prevenir ho- Recomendaciones
micidios, en particular en las regiones del mundo Las defunciones y lesiones causadas por la violen-
con tasas muy altas de este tipo de delitos. cia juvenil constituyen un importante problema
de salud pública en muchas partes del mundo. Exis-
Otras estrategias ten variaciones significativas en la magnitud de este
Otras estrategias que abordan los factores socioeco- problema entre los países y las regiones del mundo
nómicos y culturales y que quizá resulten eficaces y en el seno de cada uno de los países. Hay una
para la prevención de la violencia juvenil, pero que gama amplia de estrategias viables para prevenir la
no se han evaluado adecuadamente, son (148, 170): violencia juvenil, algunas de las cuales se ha com-
– las campañas de información al público para probado que son particularmente eficaces. Sin em-
cambiar las pautas comunitarias prevalecien- bargo, es probable que ninguna estrategia por sí
tes y promover el buen comportamiento so- sola sea suficiente para reducir la carga sobre la sa-
cial; lud que genera la violencia juvenil. En cambio, se
– las medidas para reducir la exhibición de la requerirán numerosos métodos concurrentes, que
violencia en los medios de comunicación; deberán ser apropiados para el lugar particular don-
– los programas para reducir la desigualdad de de se aplican. Una medida que tiene éxito para
ingresos; prevenir la violencia juvenil en Dinamarca, por
– las actividades y las políticas para mitigar los ejemplo, no necesariamente resultará eficaz en Co-
efectos de los cambios sociales rápidos; lombia o Sudáfrica.
– los esfuerzos por fortalecer y mejorar los siste- Durante los dos últimos decenios, se ha apren-
mas policiales y judiciales; dido mucho acerca de la naturaleza y las causas de la
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 53
violencia juvenil y cómo prevenirla. Este conoci- sificadas según el método de ataque, la edad y
miento, si bien se basa principalmente en investi- el sexo de la víctima. Estos datos pueden usar-
gaciones llevadas a cabo en países desarrollados, se luego para calcular la magnitud del proble-
proporciona una base a partir de la cual se pueden ma de la violencia juvenil cuando se dispone
elaborar programas que tengan éxito para prevenir de un solo tipo de datos, como la mortalidad
la violencia juvenil. Sin embargo, resta mucho más o la morbilidad.
por conocer acerca de la prevención. Basadas en • Se debe instar a todos los países y regiones a
los conocimientos actuales, las siguientes recomen- establecer centros donde se puedan compilar
daciones, si se ponen en práctica, deben conducir y comparar los datos ordinarios provenientes
a una mayor comprensión y una prevención más de los servicios de salud (incluidos los de ur-
eficaz de la violencia juvenil. gencia), la policía y otras autoridades, rela-
cionados con la violencia. Esto ayudará
Establecimiento de sistemas de enormemente a formular y poner en práctica
recopilación de datos programas de prevención.
La creación de sistemas de información para la vi-
gilancia ordinaria de las tendencias del comporta- Más investigaciones científicas
miento violento, las lesiones y las defunciones Los datos científicos —tanto cualitativos como
debe constituir la base de las medidas de preven- cuantitativos— sobre las características y las causas
ción. Esos datos proporcionarán información va- de la violencia juvenil son esenciales para formular
liosa para elaborar políticas públicas y programas respuestas racionales y eficaces al problema. Si bien
de prevención de la violencia juvenil, y para eva- se ha progresado enormemente en la comprensión
luar los programas y las políticas. Se necesitan mé- del fenómeno de la violencia, subsisten lagunas sig-
todos sencillos de vigilancia de la violencia juvenil nificativas que podrían contribuir a llenar las in-
que puedan aplicarse en una gama amplia de ámbi- vestigaciones en relación con los siguientes aspectos:
tos culturales. En este sentido, se debe asignar prio- – en el plano transcultural, las causas, el desarro-
ridad a los siguientes puntos. llo y la prevención de la violencia juvenil, para
• Se deben crear normas uniformes para definir explicar las grandes variaciones mundiales de
y medir la violencia juvenil e incorporarlas en los niveles de violencia juvenil;
los sistemas de vigilancia de la violencia y los – la validez y las ventajas relativas de usar los
traumatismos. Estas normas deben incluir ca- registros oficiales, los registros de hospitales y
tegorías de edad que reflejen con exactitud la notificación espontánea para medir la vio-
los diferentes riesgos para los jóvenes de ser lencia juvenil;
víctimas o autores de actos violentos. – la comparación de los jóvenes que cometen
• Se debe asignar prioridad al establecimiento delitos violentos con los que cometen delitos
de sistemas para vigilar las muertes violentas no violentos y los que no participan en accio-
en las regiones donde los datos sobre los ho- nes violentas o delictivas;
micidios son actualmente insuficientes o no – la determinación de los factores de riesgo que
existen. Estas regiones son África, el Medite- tienen efectos diferenciales sobre la persis-
rráneo Oriental y Asia Sudoriental, y partes de tencia, el aumento, la disminución y el cese
las Américas y el Pacífico Occidental, especial- de la violencia a diversas edades;
mente las zonas más pobres de estas dos re- – la identificación de los factores que protegen
giones. contra la violencia juvenil;
• Paralelamente a la vigilancia, se deben realizar – la participación femenina en la violencia ju-
estudios especiales para establecer la razón en- venil;
tre los casos mortales y los casos no mortales – en el plano transcultural, las influencias socia-
de lesiones relacionadas con la violencia, cla- les y culturales en la violencia juvenil;
54 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
– estudios longitudinales que midan gran va- – pruebas de una reducción estadísticamente
riedad de riesgos y factores protectores, para significativa de la incidencia de comporta-
ampliar los conocimientos acerca de las vías mientos violentos o de los traumatismos rela-
de desarrollo de la violencia juvenil; cionados con la violencia;
– la disponibilidad de una mejor comprensión – la obtención de los mismos resultados en di-
de la forma en que se podrían modificar efi- ferentes sitios y distintos contextos cultura-
cazmente los factores sociales y macroeconó- les;
micos para reducir la violencia juvenil. – pruebas de que los efectos se mantienen con
Además de las investigaciones enumeradas antes: el transcurso del tiempo.
• Se necesitan cálculos del costo total de la vio-
lencia juvenil para la sociedad, con el fin de Difusión de los conocimientos
evaluar mejor la eficacia en función de los Hay que realizar más esfuerzos para aplicar lo que se
costos de los programas de prevención y tra- ha aprendido acerca de las causas y la prevención
tamiento. de la violencia juvenil. Actualmente, los conoci-
• Se deben establecer instituciones para orga- mientos sobre este tema se difunden con gran di-
nizar, coordinar y financiar la investigación ficultad a los profesionales y los responsables
mundial sobre la violencia juvenil. políticos en todo el mundo, sobre todo debido a
una infraestructura deficiente de comunicación. Las
Formulación de estrategias de prevención siguientes áreas en particular deben recibir mayor
Hasta el momento, la mayoría de los recursos asig- atención:
nados a la prevención han correspondido a progra- • Se necesita una coordinación mundial para es-
mas que no han sido puestos a prueba. Muchos de tablecer redes de organizaciones que se con-
estos programas se han basado en suposiciones du- centren en el intercambio de información, la
dosas y se han realizado de manera poco sistemáti- capacitación y la asistencia técnica.
ca, sin control de calidad. La capacidad de prevenir • Se deben asignar recursos a la aplicación de la
y controlar eficazmente la violencia juvenil requie- tecnología de Internet. En partes del mundo
re, sobre todo, la evaluación sistemática de las in- donde esto presenta problemas, hay que pro-
tervenciones. En particular, se necesitan muchas más mover otras formas no electrónicas de inter-
investigaciones sobre los siguientes aspectos rela- cambio de información.
cionados con los programas de prevención de la • Es preciso establecer centros internacionales
violencia juvenil: de distribución de información para identi-
– estudios longitudinales que evalúen las re- ficar y traducir la información apropiada pro-
percusiones a largo plazo de las intervencio- veniente de todas partes del mundo, en parti-
nes realizadas durante la lactancia o la niñez; cular de las fuentes menos conocidas.
– evaluaciones del efecto de las intervenciones • Se requieren investigaciones sobre cómo po-
en los factores sociales asociados con la vio- ner mejor en práctica las estrategias y las polí-
lencia juvenil, tales como las desigualdades de ticas de prevención de la violencia juvenil. El
ingreso y la concentración de la pobreza; mero conocimiento de cuáles son las estrate-
– estudios sobre la eficacia en función de los gias que han demostrado ser eficaces no basta
costos de los programas y las políticas de pre- para asegurar que tendrán éxito cuando se las
vención. aplique.
Es preciso contar con normas uniformes para los • Los programas de prevención de la violencia
estudios de evaluación de la eficacia de los progra- juvenil deben integrarse, siempre que sea po-
mas y las políticas para evitar la violencia juvenil. sible, con programas para evitar el maltrato de
Estas normas deben incluir: menores y otras formas de violencia dentro
– la aplicación de un diseño experimental; de la familia.
CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 55
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CAPÍTULO 2. LA VIOLENCIA JUVENIL • 61
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CAPÍTULO 3
Maltrato y descuido
de los menores por los padres
u otras personas a cargo
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 65
el maltrato de menores incluye explícitamente la los datos de mortalidad. Según la Organización Mun-
violencia contra los niños en instituciones asisten- dial de la Salud, en 2000 hubo unas 57 000 defun-
ciales o escolares (14–17). ciones atribuidas a homicidios en los menores de
La definición dada anteriormente (8) cubre una 15 años de edad. Las estimaciones de los homicidios
amplia gama de tipos de maltrato. Este capítulo se de niños a nivel mundial indican que los lactantes y
concentra principalmente en los actos cometidos u los niños muy pequeños corren un riesgo mayor,
omitidos por los padres u otras personas a cargo con tasas en el grupo de 0 a 4 años de edad que
que dan como resultado el daño al niño. En parti- equivalen a más del doble de las observadas en los
cular, se investigan la prevalencia, las causas y las niños de 5 a 14 años (véase el Anexo estadístico).
consecuencias de cuatro tipos de maltrato de niños El riesgo de maltrato mortal de los niños varía
por los cuidadores, a saber: según el nivel de ingreso del país y la región del
– el maltrato físico; mundo. En los niños menores de 5 años que viven
– el abuso sexual; en los países de ingreso alto, la tasa de homicidios
– el maltrato emocional; es de 2,2 por 100 000 para los varones y de 1,8 por
– el descuido. 100 000 para las niñas. En los países de ingreso
Se define el maltrato físico de un niño como los mediano o bajo las tasas son de dos a tres veces más
actos infligidos por un cuidador que causan un daño altas: 6,1 por 100 000 para los niños y 5,1 por
físico real o tienen el potencial de provocarlo. El 100 000 para las niñas. Las tasas más altas de homi-
abuso sexual se define como los actos en que una cidios de menores de 5 años de edad se encuen-
persona usa a un niño para su gratificación sexual. tran en la Región de África de la OMS: 17,9 por
El maltrato emocional se produce cuando un cui- 100 000 para los varones y 12,7 por 100 000 para
dador no brinda las condiciones apropiadas y pro- las niñas. Se presentan las tasas más bajas en los países
picias e incluye actos que tienen efectos adversos de ingreso alto de las regiones de la OMS de Europa,
sobre la salud emocional y el desarrollo del niño. el Mediterráneo Oriental y el Pacífico Occidental
Tales actos incluyen la restricción de los movimien- (véase el Anexo estadístico).
tos del menor, la denigración, la ridiculización, las Sin embargo, habitualmente no se investigan
amenazas e intimidación, la discriminación, el re- muchas defunciones de menores ni se llevan a cabo
chazo y otras formas no físicas de tratamiento hostil. exámenes posmortem, lo que dificulta establecer
El descuido se produce cuando uno de los pa- con precisión la cantidad de muertes causadas por
dres no toma medidas para promover el desarrollo el maltrato de menores en un país determinado.
del niño —estando en condiciones de hacerlo— Aun en los países ricos hay problemas para recono-
en una o varias de las siguientes áreas: la salud, la cer adecuadamente los casos de infanticidio y me-
educación, el desarrollo emocional, la nutrición, el dir su incidencia. Por ejemplo, en varios estados de
amparo y las condiciones de vida seguras. Por lo los Estados Unidos se han encontrado grados signi-
tanto, el descuido se distingue de la situación de ficativos de clasificación errónea de la causa de
pobreza en que puede ocurrir solo en los casos en muerte señalada en los certificados de defunción.
que la familia u otras personas a cargo disponen de A menudo se ha comprobado en la reinvestigación
recursos razonables. que defunciones atribuidas a otras causas —por
En el recuadro 3.1 se describen con más detalles ejemplo, síndrome de muerte súbita del lactante o
las manifestaciones de estos tipos de maltrato. accidentes— eran homicidios (18, 19).
A pesar de la evidente clasificación errónea ge-
La magnitud del problema
neralizada, por lo regular se concuerda en que las
El maltrato mortal muertes resultantes del maltrato de menores son
La información sobre el número de niños que mue- mucho más frecuentes de lo que indican los regis-
ren cada año como resultado del maltrato proviene tros oficiales en cada país donde se han emprendido
principalmente de los registros de defunciones o estudios sobre las defunciones de lactantes (20–22).
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 67
RECUADRO 3.1
El lactante zamarreado
El zamarreo es una forma frecuente de maltrato observado en los niños muy pequeños. La mayoría de
los niños zamarreados tienen menos de 9 meses de edad. Los autores de este tipo de maltrato común-
mente son varones y esto puede ser más bien un reflejo del hecho de que los hombres, que en promedio
son más fuertes que las mujeres, tienden a aplicar mayor fuerza, y no de que sean más propensos que
las mujeres a zamarrear a los niños. Se pueden producir hemorragias intracraneales, hemorragias
retinianas y pequeñas fracturas „astilladas„ en las principales articulaciones de las extremidades del
niño, como resultado del zamarreo muy rápido. Estas lesiones también pueden ser consecuencia de una
combinación de zamarreo y del golpe de la cabeza contra una superficie. Hay indicios de que cerca de
un tercio de los lactantes sacudidos violentamente mueren y que la mayoría de los sobrevivientes sufren
consecuencias a largo plazo, como retraso mental, parálisis cerebral o ceguera.
El niño golpeado
Uno de los síndromes del maltrato de menores es el del „niño golpeado„. Este término se aplica en
general a los niños que presentan lesiones repetidas y graves en la piel, el aparato esquelético o el
sistema nervioso. Incluye a niños con fracturas múltiples producidas en distinas fechas, traumatismo
craneoencefálico y traumatismo visceral grave, con indicios de un castigo repetido. Afortunadamente,
si bien los casos son trágicos, esta modalidad de maltrato es poco frecuente.
Abuso sexual
Los niños pueden ser llevados a servicios profesionales debido a problemas físicos o de conducta que,
cuando se investigan más a fondo, resultan ser consecuencia del abuso sexual. No es poco común que los
niños que han sido maltratados sexualmente presenten síntomas de infección, lesión genital, dolor
abdominal, estreñimiento, infecciones crónicas o recurrentes de las vías urinarias o problemas de
conducta. Para poder detectar el abuso sexual de menores se requiere una gran suspicacia y estar
familiarizado con los indicadores verbales, conductuales y físicos del abuso. Muchos niños revelan
espontáneamente el abuso a las personas que los cuidan o a otras personas, aunque quizá también haya
signos indirectos físicos o de conducta.
Descuido
Existen muchas manifestaciones del descuido de los menores, entre ellas el incumplimiento de las
recomendaciones de atención de la salud, no buscar la asistencia sanitaria apropiada, la privación de
alimentos que produce hambre y la falta de progreso físico en el niño. Otras causas de preocupación son
la exposición de los niños a las drogas y la ausencia de protección contra los peligros ambientales.
Además, el desamparo, la supervisión inadecuada, la falta de higiene y ser privados de educación son
todos elementos que se consideran signos de descuido.
68 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Entre las defunciones atribuidas al maltrato de me- República de Corea, Rumania, Sudáfrica y Zim-
nores, la causa más común de muerte es una lesión babwe (12, 14–17, 26, 34–43).
en la cabeza, seguida de traumatismo en el abdo-
men (18, 23, 24). También se ha informado muy a El maltrato físico
menudo la sofocación intencional como causa de Las estimaciones de los casos de maltrato físico de
la muerte (19, 22). menores obtenidas en las encuestas basadas en la
población varían considerablemente. En una en-
El maltrato no mortal cuesta efectuada en 1995 en los Estados Unidos, se
Los datos sobre el maltrato y descuido de menores preguntó a los padres cómo castigaban a sus hijos
con resultados no mortales provienen de diversas (12). A partir de esta encuesta se obtuvo una tasa de
fuentes, tales como las estadísticas oficiales, los maltrato físico de 49 por 1 000 niños cuando se
informes de casos y las encuestas basadas en la incluyeron los siguientes comportamientos: gol-
población. No obstante, difiere la utilidad de estas pear al niño con un objeto en un sitio que no eran
fuentes para describir las dimensiones plenas del las nalgas, patearlo, vapulearlo, y amenazarlo con
problema. un cuchillo o arma de fuego.
Las estadísticas oficiales a menudo revelan poco Las investigaciones existentes indican que en
acerca de las características del maltrato de menores. muchos otros países las tasas no son inferiores y
Esto obedece en parte a que en muchos países no pueden en verdad ser superiores a las estimaciones
hay ningún sistema jurídico o social con la responsa- del maltrato físico en los Estados Unidos. Recien-
bilidad específica de registrar informes sobre el temente se han obtenido, entre otros, los siguien-
maltrato y descuido de menores y, mucho menos, de tes resultados en todo el mundo:
responder a ellos (7). Además, existen diversas defi- • En una encuesta transversal entre menores de
niciones jurídicas y culturales del maltrato y el Egipto, 37% informaron que eran golpeados o
descuido en los distintos países. Hay también prue- atados por sus padres y 26% comunicaron que
bas de que solo una proporción pequeña de los casos habían sufrido lesiones físicas como fracturas,
de maltrato de menores se informan a las autorida- pérdida del conocimiento o discapacidad per-
des, aunque exista la notificación obligatoria (25). manente a causa de los golpe o ataduras (17).
Se han publicado series de casos en muchos paí- • En un estudio reciente efectuado en la Repú-
ses, que son importantes para orientar las medidas blica de Corea, se preguntó a los padres acerca
locales destinadas a combatir el maltrato de meno- de su comportamiento hacia sus hijos. Dos ter-
res y aumentar la conciencia y la preocupación del cios de los padres informaron que azotaban a
público y de los profesionales acerca de este pro- sus hijos y 45% confirmaron que los habían
blema (26–32). Las series de casos pueden revelar golpeado, pateado o vapuleado (26).
semejanzas entre las experiencias en diferentes paí- • Una encuesta en hogares de Rumania encon-
ses y plantear nuevas hipótesis. Sin embargo, no tró que 4,6% de los niños informaron sufrir
son particularmente útiles para evaluar la impor- malos tratos físicos graves y frecuentes, como
tancia relativa del posible riesgo o los factores pro- ser golpeados con un objeto, ser quemados o
tectores en distintos contextos culturales (33). privados de alimentos. Casi la mitad de los
Las encuestas basadas en la población son un padres rumanos admitieron que golpeaban a
elemento esencial para determinar las dimensio- sus hijos “habitualmente”, y 16%, que los
nes reales del problema del maltrato no mortal de golpeaban con objetos (34).
menores. Se han efectuado recientemente encues- • En Etiopía, 21% de los escolares urbanos y 64%
tas de este tipo en varios países, como Australia, de los escolares rurales informaron que tenían
Brasil, Canadá, Chile, China, Costa Rica, Egipto, magulladuras o tumefacciones en el cuerpo
Estados Unidos, Etiopía, Filipinas, India, Italia, como resultado del castigo administrado por
México, Nueva Zelandia, Nicaragua, Noruega, la sus progenitores (14).
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 69
En este aspecto, el estudio de WorldSAFE indicó los niños en las escuelas y otras instituciones (re-
una divergencia mayor entre las sociedades y las cuadro 3.2).
culturas. Dar nalgadas a los niños fue la medida dis-
ciplinaria más comúnmente notificada en los El abuso sexual
países, con la excepción de Egipto, donde otras Las estimaciones de la prevalencia del abuso sexual
formas de castigo, como zamarrear a los niños, pe- varían enormemente según las definiciones usadas
llizcarlos, darles un golpe con la mano abierta en la y la manera en que se recopila la información. Al-
cara o la cabeza, se usaron con mayor frecuencia. No gunas encuestas se realizan con niños, otras con ado-
obstante, ambos padres en las zonas rurales de la lescentes y adultos que informan sobre su niñez,
India informaron que abofeteaban a sus hijos o les mientras que en otras se pregunta a los padres acer-
pegaban en la cabeza con la mano abierta casi con la ca de lo que pueden haber experimentado sus hi-
misma frecuencia con que les propinaban nalga- jos. Estos tres métodos diferentes pueden producir
das, mientras que en los otros países las bofetadas y resultados muy distintos. Por ejemplo, en la en-
los golpes en la cabeza ocurrían menos a menudo. cuesta entre familias rumanas ya mencionada, se
Las formas moderadas y severas de castigo no encontró que 0,1% de los padres admitieron ha-
están limitadas a la familia o el ámbito doméstico. ber abusado sexualmente de sus hijos, mientras
Gran parte de los castigos excesivos los administran 9,1% de los hijos informaron que habían sufrido
los docentes y otros responsables del cuidado de abuso sexual (34). Esta discrepancia quizá se expli-
RECUADRO 3.2
Castigo corporal
El castigo corporal de los niños ·en forma de golpes, puñetazos, patadas o vapuleo· es algo social y
jurídicamente aceptado en la mayoría de los países. En muchos, es un fenómeno significativo en las
escuelas y otras instituciones y en los sistemas penales para delincuentes juveniles.
La Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas estipula que los estados deben
proteger a los niños „contra toda forma de perjuicio o abuso físico o mental‰ mientras están al cuidado
de los padres o de otras personas, y el Comité de los Derechos del Niño, de las Naciones Unidas, ha
subrayado que el castigo corporal es incompatible con la convención.
En 1979, Suecia se convirtió en el primer país en prohibir todas las formas de castigo corporal de los
niños. Desde entonces, lo han prohibido al menos 10 estados más. También se han anunciado fallos de
tribunales constitucionales o cortes supremas que condenan el castigo corporal en las escuelas y los
sistemas penales ·como en Namibia, Sudáfrica y Zimbabwe· y en 2000 la corte suprema de Israel
declaró ilegal todo castigo físico. En Etiopía, la constitución de 1994 afirma el derecho de los niños de
estar exentos de castigo corporal en las escuelas y las instituciones de asistencia. El castigo corporal en
las escuelas también ha sido prohibido en Nueva Zelandia, la República de Corea, Tailandia y Uganda.
No obstante, las encuestas indican que en al menos 60 países el castigo corporal sigue siendo lícito
para los delincuentes juveniles y, en al menos 65 países, en las escuelas y otras instituciones. El castigo
corporal de los niños en el hogar es jurídicamente aceptable en todos menos 11 países. Cuando la
práctica no ha sido encarada persistentemente mediante reformas jurídicas y la educación del público,
los pocos estudios existentes sobre la prevalencia indican que sigue siendo sumamente común.
El castigo corporal es peligroso para los niños; a corto plazo, cada año mata a miles de niños y daña
e incapacita a muchos más. Gran cantidad de investigaciones han revelado que, a más largo plazo, es
un factor importante en el desarrollo de comportamientos violentos y se asocia con otros problemas en
la niñez y etapas posteriores de la vida.
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 71
que en parte por el hecho de que a los niños se les definición, probablemente diferirán mucho según
pidió que incluyeran el abuso sexual por otras per- el contexto y la edad del niño.
sonas además de sus padres. Hay datos que indican que gritar a los niños es
Entre los estudios publicados de adultos que in- una respuesta común de los padres en muchos paí-
formaban retrospectivamente sobre su propia ni- ses. Maldecir a los niños e insultarlos es un compor-
ñez, las tasas de prevalencia del abuso sexual en la tamiento que parece variar mucho más. En los cinco
niñez entre los varones varían de 1% (44) —usan- países del estudio WorldSAFE, la tasa de incidencia
do una definición restringida de contacto sexual más baja de insultos dirigidos a los niños en los seis
que implica presión o fuerza— a 19% (38), cuan- meses anteriores fue de 15% (cuadro 3.2). Sin em-
do se empleó una definición más amplia. En las bargo, las prácticas de amenazar a los niños con aban-
mujeres adultas, las tasas de prevalencia a lo largo donarlos o dejarlos fuera de la casa y echar llave a la
de toda la vida de la victimización sexual en la ni- puerta variaron mucho entre los distintos países.
ñez varían de 0,9% (45), usando la violación como En Filipinas, por ejemplo, las amenazas de abandono
definición del abuso, a 45% (38) con una defini- fueron notificadas frecuentemente por las madres
ción mucho más amplia. Los resultados informados como una medida disciplinaria. En Chile, solo cerca
en los estudios internacionales realizados desde de 8% de las madres recurrían a este tipo de
1980 revelan una tasa media de prevalencia a lo amenazas.
largo de toda la vida de la victimización sexual en Son sumamente escasos los datos sobre el grado
la niñez de 20% en las mujeres y de 5% a 10% en en que los padres u otras personas a cargo en dife-
los varones (46, 47). rentes culturas y partes del mundo emplean méto-
Estas variaciones amplias en las estimaciones de dos disciplinarios no violentos que no representan
la prevalencia publicadas podrían ser resultado de maltrato. Los datos limitados del proyecto de
diferencias reales del riesgo que existe en las dis- WorldSAFE indican que la mayoría de los padres
tintas culturas o de las diferencias en la forma en utilizan prácticas disciplinarias no violentas, tales
que se efectuaron los estudios (46). La inclusión como explicar a los niños por qué su comporta-
del abuso por los pares en la definición de abuso miento estaba equivocado y decirles que no de-
sexual de los niños puede aumentar la prevalencia ben actuar así, cancelar prerrogativas y usar otros
en un 9% (48), y la inclusión de los casos donde no métodos no violentos para corregir los problemas
se produce contacto físico puede aumentar las tasas de conducta (cuadro 3.3). En otras partes, por ejem-
en alrededor de 16% (49). plo en Costa Rica, los padres admitieron que em-
pleaban el castigo físico para disciplinar a los niños,
El maltrato emocional y psíquico pero señalaron que era el método que menos les
El maltrato psíquico de los niños ha recibido aun gustaba (50).
menos atención mundial que el
maltrato físico y el abuso sexual. Los CUADRO 3.2
factores culturales parecen influir Tasas de castigo verbal o psíquico infligido en los seis meses anteriores,
conforme a lo informado por las madres en el estudio WorldSAFE
vigorosamente en las modalidades Castigo verbal o psíquico Incidencia (%)
no físicas que los padres eligen para Chile Egipto Indiaa Filipinas EUA
disciplinar a sus hijos, algunas de Le gritó al niño 84 72 70 82 85
las cuales pueden ser consideradas Insultó al niño 15 44 29 24 17
Maldijo al niño 3 51 —b 0 24
psíquicamente nocivas por perso- Rehusó hablar con el niño 17 48 31 15 —b
nas de otros ambientes culturales. Amenazó echar al niño del hogar 5 0 —b 26 6
Por consiguiente, es muy difícil Amenazó abandonarlo 8 10 20 48 —b
Lo amenazó con espíritus malignos 12 6 20 24 —b
definir el maltrato psíquico. Ade- Cerró la puerta y dejó al niño fuera de la casa 2 1 —b 12 —b
más, las consecuencias del maltra- a Zonas rurales.
to psíquico, cualquiera que sea su b Pregunta no hecha en la encuesta.
72 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
(6, 12, 65, 73). En los Estados Unidos, por ejemplo, antisociales (6, 67, 75, 76, 79). Los padres negligen-
es tres veces más probable que las madres solteras tes tienen muchos de estos mismos problemas y tal
informen que administran castigos físicos severos, vez también les resulte difícil planificar los aconte-
en comparación con las madres de hogares que cimientos importantes de la vida, tales como casarse,
cuentan con los dos progenitores (12). Se han in- tener hijos o buscar empleo. Muchas de esas caracte-
formado resultados similares en la Argentina (73). rísticas afectan negativamente a la crianza y se aso-
Estudios efectuados en Bangladesh, Colombia, cian con la ruptura de las relaciones sociales, la inca-
Kenya, Italia, el Reino Unido, Suecia y Tailandia pacidad de hacer frente al estrés y las dificultades
también han encontrado que la escasa educación y para tener acceso a los sistemas de apoyo social (6).
la falta de ingresos para satisfacer las necesidades de Los padres que maltratan a sus hijos quizá no
la familia aumentan el potencial de violencia física estén bien informados y tengan expectativas poco
contra los niños (39, 52, 62, 67, 74–76), aunque se realistas acerca del desarrollo del niño (6, 57, 67,
han observado excepciones a esta pauta en otras 80). Las investigaciones han encontrado que estos
partes (14). En un estudio de familias palestinas, la padres responden con mayor irritación y fastidio
falta de dinero para cubrir las necesidades del niño ante los estados de ánimo y el comportamiento de
fue una de las razones principales dadas por los pa- sus hijos, que los apoyan menos, son poco cariño-
dres para maltratar psíquicamente a sus hijos (77). sos, no juegan con ellos, desatienden sus deman-
das, y son más dominantes y hostiles (6, 39).
El tamaño de la familia y la composición
de la unidad familiar Antecedentes de maltrato
El tamaño de la familia también puede aumentar el Los estudios también han revelado que los padres
riesgo de maltrato. Un estudio de padres realizado que fueron maltratados cuando eran niños son más
en Chile, por ejemplo, encontró que en las familias propensos a maltratar a sus propios hijos (6, 58, 67,
con cuatro o más hijos era tres veces más probable 81, 82). No obstante, la relación aquí es compleja
que los padres trataran a sus hijos en forma violen- (81–83) y algunas investigaciones han indicado que
ta, en comparación con los padres con menos hijos la mayoría de los padres que maltratan a sus hijos
(78). Sin embargo, no siempre es sencillamente el no fueron en realidad maltratados ellos mismos
tamaño de la familia lo que influye. Datos prove- (58). Si bien los datos empíricos señalan que hay
nientes de diversos países indican que el hacina- en verdad una relación, quizá se haya exagerado la
miento doméstico aumenta el riesgo de maltrato importancia de este factor de riesgo. Otros factores
de menores (17, 41, 52, 57, 74, 79). Los ambientes que han estado vinculados con el maltrato de me-
familiares inestables, en los cuales cambia con fre- nores, tales como la juventud de los padres, el es-
cuencia la composición del hogar cuando se van trés, el aislamiento, el hacinamiento en el hogar, el
unos miembros de la familia y llegan otros, son una abuso de sustancias psicotrópicas y la pobreza, quizá
característica particularmente observada en los ca- sean más predictivos.
sos de descuido crónico (6, 57).
La violencia en el hogar
Características de la personalidad Se está prestando cada vez más atención a la violen-
y del comportamiento cia en la pareja y su relación con el maltrato de
Varias características de la personalidad y del com- menores. Los datos de estudios realizados en países
portamiento han estado vinculadas en muchos es- geográfica y culturalmente tan diversos como China,
tudios con el maltrato y descuido de menores. Los Colombia, Egipto, Estados Unidos, Filipinas, la
padres con más probabilidades de maltratar física- India, México y Sudáfrica indican todos una
mente a sus hijos suelen tener una baja autoesti- relación estrecha entre estas dos formas de violencia
ma, poco control de sus impulsos y problemas de (6, 15, 17, 37, 40, 43, 67). En un estudio reciente
salud mental, además de mostrar comportamientos efectuado en la India, la presencia de violencia
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 75
por estrés, la depresión grave, los trastornos de an- incluía estimaciones de los ingresos futuros perdi-
siedad y las alteraciones del sueño (53, 97, 98). Por dos, los costos educacionales y los servicios de salud
ejemplo, un reciente estudio longitudinal de una mental para los adultos. En el Reino Unido se ha
cohorte efectuado en Christchurch (Nueva Zelan- hablado de un costo anual estimado de alrededor
dia) encontró asociaciones significativas entre el de US$ 1 200 millones solo por servicios inmedia-
abuso sexual durante la niñez y problemas ulterio- tos de asistencia social y jurídicos (104). Los costos
res de salud mental, tales como depresión, trastor- preventivos probablemente sean muy superados por
nos de ansiedad y pensamientos y comportamientos el total combinado de los costos a corto y a largo
suicidas (97). plazo del maltrato y el descuido de menores para los
Las manifestaciones físicas, emocionales y del com- individuos, las familias y la sociedad.
portamiento resultantes del maltrato varían entre los
menores según la etapa de desarrollo del niño en que ¿Qué se puede hacer para
se produce el maltrato, la gravedad de este, la relación prevenir el maltrato y el descuido
del agresor con el niño, la duración del período en el de los menores?
cual continúa el maltrato y otros factores presentes en Mientras que en casi todo el mundo se proclama
el entorno del niño (6, 23, 72, 95–101). que la prevención del maltrato de menores es una
política social importante, sorprendentemente se
Carga financiera ha hecho muy poco para investigar la eficacia de las
Los costos financieros asociados con la atención a intervenciones preventivas. Se ha realizado un es-
corto y a largo plazo de las víctimas representan tudio cuidadoso de algunas intervenciones, como
una proporción significativa de la carga general la visita domiciliaria (105–107), pero se carece de
creada por el maltrato y descuido de menores. Se una evaluación adecuada de muchas más interven-
incluyen en el cálculo los costos directos asociados ciones en este campo (108).
con el tratamiento, las visitas al hospital y al médi- La gran mayoría de los programas se concentran
co y otros servicios de salud. Una variedad de cos- en las víctimas o causantes del maltrato y descuido
tos indirectos se relacionan con la productividad de menores; muy pocos hacen hincapié en estrate-
perdida, la discapacidad, la menor calidad de vida gias de prevención primaria encaminadas a impe-
y la muerte prematura. Hay también costos asumi- dir que aquellos se produzcan. A continuación se
dos por el sistema de justicia penal y otras institu- describen las respuestas más comunes.
ciones, como:
– los gastos relacionados con la aprehensión y Estrategias de apoyo a la familia
enjuiciamiento de los agresores; Capacitación para la crianza de los hijos
– los costos para las organizaciones de asistencia Se han establecido varias intervenciones para me-
social resultantes de la investigación de los in- jorar las prácticas de crianza y prestar apoyo a la
formes de maltrato y de la protección de los familia. Este tipo de programas en general instru-
niños contra el maltrato; yen a los padres acerca del desarrollo del niño y los
– los costos asociados con el cuidado de los me- ayudan a mejorar sus aptitudes para manejar el com-
nores en hogares de guarda; portamiento de sus hijos. Mientras que la mayoría
– los costos para el sistema educativo; de estos programas están concebidos para las fami-
– los costos para el sector del empleo generados lias de alto riesgo o para aquellas en las cuales ya ha
por el ausentismo y la baja productividad. ocurrido el maltrato, cada vez más se considera que
Los datos provenientes de algunos países desa- puede ser beneficioso proporcionar educación y
rrollados ilustran la carga financiera potencial. En capacitación en este aspecto a todos los padres o
1996, se estimó en unos US$ 12 400 millones el futuros padres. En Singapur, por ejemplo, la educa-
costo financiero asociado con el maltrato y descui- ción y la capacitación para la crianza empiezan en la
do de menores en los Estados Unidos (8). Esta cifra escuela secundaria, con clases de “preparación para
78 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
la paternidad y la maternidad”. Los estudiantes información, apoyo y otros servicios para mejorar
aprenden acerca del cuidado y el desarrollo de los el funcionamiento de la familia. Se han elaborado y
niños y tienen una experiencia directa al trabajar estudiado diversos modelos de visita domiciliaria.
con niños pequeños en centros y guarderías infan- En algunos de ellos, las visitas se hacen a todas las
tiles (8). familias, independientemente de su situación de
En el caso de las familias en las cuales ya ha ocu- riesgo, mientras que en otros se concentran en las
rrido el maltrato de menores, el principal objetivo familias en riesgo de violencia, como las constitui-
es prevenir nuevos abusos, así como otros resulta- das por un solo progenitor o por padres adolescen-
dos negativos para el niño, como son los proble- tes o primerizos que viven en comunidades con
mas emocionales o el retraso del desarrollo. Si bien altos índices de pobreza.
las evaluaciones de los programas sobre la educa- En una encuesta que abarcó más de 1 900 pro-
ción y la capacitación para la crianza de los hijos gramas de visitas domiciliarias, Wasik y Roberts
han mostrado resultados promisorios al reducir la (110) señalaron 224 que básicamente prestaban
violencia juvenil, son menos los estudios que han servicios a los niños maltratados y desamparados.
examinado específicamente la repercusión de di- En esos programas, se consideró que los servicios
chos programas en las tasas de maltrato y descuido más importantes eran perfeccionar las aptitudes para
de menores. En cambio, para medir la eficacia de la crianza y aumentar la capacidad de los padres de
muchas de las intervenciones se han usado resulta- hacer frente a las dificultades, seguidos del apoyo
dos afines, como la competencia y aptitudes de los emocional. En general se visitó a las familias sema-
padres, los conflictos entre padres e hijos y la salud nalmente o cada dos semanas y se prestaron los ser-
mental de los padres. vicios durante un período que fluctuó entre seis
Por ejemplo, Wolfe et al. evaluaron una inter- meses y dos años.
vención conductual para proporcionar capacitación Un ejemplo de programa de ese tipo es el que
para la crianza, específicamente diseñada para las lleva a cabo el Centro de Padres en Ciudad del Cabo
familias consideradas en riesgo (109). Se asignaron (Sudáfrica). Los visitantes domiciliarios son reclu-
aleatoriamente las parejas constituidas por una ma- tados en la comunidad, adiestrados por el centro y
dre y su hijo al grupo de la intervención o a un supervisados por asistentes sociales profesionales.
grupo testigo. Las madres que recibieron capacita- Se visita a las familias mensualmente durante el pe-
ción para la crianza notificaron menos problemas ríodo prenatal, semanalmente durante los dos pri-
de conducta con sus hijos y menos problemas de meros meses posteriores al nacimiento, luego cada
ajuste asociados con un maltrato potencial, en com- dos semanas durante dos meses más, y después
paración con las madres del grupo testigo. Además, mensualmente hasta que el niño cumple los 6 me-
una evaluación de seguimiento por los asistentes ses de edad. En ese momento, las visitas pueden
sociales indicó que era menor el riesgo de maltrato seguir o se terminan, según la evaluación del su-
en el caso de las madres que habían recibido la pervisor. Cuando se considera apropiado, las fami-
capacitación mencionada. lias pueden ser remitidas a otros organismos para
los servicios.
Las visitas domiciliarias y otros programas Olds et al. (106) realizaron uno de los pocos es-
de apoyo a la familia tudios sobre los efectos a largo plazo de la visita
Los programas de visitas domiciliarias llevan re- domiciliaria en el maltrato y descuido de los
cursos de la comunidad a las familias en sus hoga- menores. Estos investigadores concluyeron que, a
res. Se ha identificado este tipo de intervención lo largo del período de 15 años posterior al
como uno de los más prometedores para prevenir nacimiento del primer hijo, era menos probable
varios resultados negativos, incluidos la violencia que las mujeres que habían sido visitadas por las
juvenil (capítulo 2) y el maltrato de menores (105– enfermeras durante su embarazo y durante la
107). Durante las visitas a domicilio, se ofrecen lactancia de su hijo fueran identificadas como
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 79
causantes de malos tratos, en comparación con las aspectos positivos de la familia e incluía un ele-
mujeres que no habían recibido esas visitas. mento de apoyo social, produjeron mejores resulta-
dos que los programas sin esos componentes (112).
Servicios intensivos de protección de la familia
El propósito de este tipo de servicios es mantener a Estrategias de los servicios de salud
la familia unida e impedir que los niños sean colo- La detección por los profesionales
cados bajo tutela. Orientada hacia las familias en las de la asistencia sanitaria
cuales se ha confirmado el maltrato de niños, la in- Los profesionales de la asistencia sanitaria cumplen
tervención es breve (unas pocas semanas o meses) e una función clave al identificar, tratar y remitir a
intensa: en general se dedican de 10 a 30 horas a la los servicios apropiados los casos de maltrato y des-
semana a una familia particular, ya sea en el hogar o cuido de menores y al notificar los presuntos casos
en alguna otra parte que sea familiar para el niño. de maltrato a las autoridades pertinentes. Es vital
Comúnmente se ofrece una amplia variedad de ser- que los casos de maltrato de niños se detecten des-
vicios, según las necesidades de la familia, que in- de el principio, con el fin de reducir al mínimo las
cluyen diversas formas de terapia y servicios más consecuencias para el niño y poner en marcha cuan-
prácticos, tales como los subsidios temporales para to antes los servicios necesarios.
alquiler. Tradicionalmente, la detección es la identifica-
Un ejemplo de esos programas en los Estados ción de un problema de salud antes de que aparez-
Unidos es Constructores de Hogares, una interven- can los signos y síntomas. En el caso del maltrato y
ción domiciliaria intensiva para casos de crisis fa- descuido de menores, la detección podría presen-
miliares, que incluye un programa de educación tar problemas pues dependería de la información
(111). Las familias que tienen uno o varios niños obtenida directamente del perpetrador o de ob-
en peligro inminente de ser colocados bajo tutela servadores. Por tal motivo, se han descrito relati-
son referidas a este programa por los trabajadores vamente pocas estrategias de detección, y en la
estatales. Durante cuatro meses, las familias reciben mayoría de ellas el objetivo esencial ha sido per-
servicios intensivos de los terapeutas que están de feccionar el reconocimiento temprano por los pro-
guardia 24 horas al día. La amplia gama de servicios veedores de la asistencia sanitaria del maltrato y
que se ofrecen incluye ayuda para satisfacer necesi- descuido de menores, sobre todo mediante mayo-
dades básicas como los alimentos y el albergue, y res niveles de capacitación y educación.
para aprender nuevas aptitudes.
Las evaluaciones de este tipo de intervención Capacitación para los profesionales
han sido limitadas y sus resultados son poco con- de la salud
cluyentes, sobre todo debido a que los programas En diversos países, los estudios han destacado la
ofrecen gran variedad de servicios y relativamente necesidad de la educación continua de los profe-
pocos estudios han incluido un grupo testigo. Al- sionales de asistencia sanitaria en relación con la
gunos datos indican que los programas para prote- detección y notificación de los signos y síntomas
ger la unidad familiar pueden contribuir a evitar la tempranos del maltrato y el descuido de menores
colocación de los niños bajo tutela, al menos a cor- (113–115). En consecuencia, varias organizaciones
to plazo. Sin embargo, hay pocos indicios de que la de atención de salud han elaborado programas de
disfunción familiar subyacente que causa el pro- capacitación para mejorar tanto la detección y no-
blema pueda resolverse con servicios intensivos tificación del maltrato y el descuido como el cono-
breves de este tipo. Un metanálisis de varios pro- cimiento entre los trabajadores de asistencia
gramas intensivos de protección de la familia di- sanitaria acerca de los servicios disponibles en la
ferentes encontró que aquellos en los que había comunidad. En los Estados Unidos, por ejemplo, la
grados altos de participación de los involucrados Asociación Médica Estadounidense y la Academia
y que usaban un enfoque que aprovechaba los Estadounidense de Pediatría han elaborado pautas
80 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
para el diagnóstico y tratamiento del maltrato de en todo el mundo, por ejemplo en Argentina, Chi-
menores (116) y el abuso sexual (117). En el estado na (RAE de Hong Kong), Eslovaquia, la Federación
de Nueva York, los profesionales de la salud están de Rusia, Grecia, Panamá y Senegal (7).
obligados a tomar un curso de dos horas sobre la
identificación y notificación del maltrato y el Servicios para las víctimas
descuido de menores, como requisito previo para Un examen de los programas de tratamiento para
obtener una licencia profesional (118). También ha niños maltratados físicamente encontró que la asis-
habido mociones en varios países europeos y en tencia en centros de atención diurna —centrada
otras partes para aumentar esa capacitación de los en mejorar las aptitudes cognoscitivas y del desa-
profesionales de la salud (7, 119–121). rrollo— era la estrategia más popular (126). La asis-
Sin embargo, no siempre es sencillo detectar el tencia en centros de atención diurna ha sido
maltrato y el descuido de menores (122–124), y en recomendada para diversos trastornos relacionados
general se requieren técnicas específicas de entre- con el maltrato, como los problemas emocionales,
vista y determinados tipos de examen físico. Los de conducta o afectivos, y retrasos cognoscitivos o
profesionales médicos también deben estar alerta del desarrollo. Esta estrategia incorpora la terapia y
para descubrir la presencia de factores de riesgo en métodos de tratamiento específicos en el curso de
la familia o de otro tipo que quizás indiquen la las actividades diarias del niño en un centro de
existencia de maltrato de menores. cuidados infantiles. La mayoría de los programas de
Con el fin de mantener un proceso continuo y este tipo también incluyen la terapia y la educa-
dinámico de educación, algunos investigadores han ción de los padres.
propuesto programas de estudios estructurados con Fantuzzo et al. (127) han descrito un ejemplo de
múltiples componentes para los profesionales de la un método de tratamiento específico para los niños
salud, según su grado particular de participación maltratados que se aíslan socialmente. Se colocó a
en la atención de casos de maltrato de menores niños maltratados en edad preescolar socialmente
(125). Conforme a esta propuesta, se prepararían muy aislados en grupos de juego junto con niños
por un lado cursos de formación integrada para los con grados más altos de integración social. Se enseñó
estudiantes de medicina para los médicos que se a los niños mejor integrados a actuar como “ejem-
capacitan, respectivamente, y por otro, cursos para plos de conducta social” de los niños más retraídos y
los que tienen un interés específico en el maltrato a alentar a estos a participar en las sesiones de juego.
de menores. Sus tareas incluían hacer apropiadas insinuaciones
Las evaluaciones de los programas de capacita- verbales y físicas de acercamiento a los niños retraí-
ción se han concentrado principalmente en el co- dos, por ejemplo, ofreciéndoles un juguete. Se ob-
nocimiento y el comportamiento del trabajador de servaron mejoras en el comportamiento social de los
la salud en relación con el maltrato de menores. No niños retraídos, pero no se evaluaron los efectos a
se conoce la repercusión de los programas sobre largo plazo de esta estrategia. La mayoría de los otros
otros aspectos tales como una mejor atención y re- programas de tratamiento descritos en el examen
ferencia de los niños. antes mencionado también han sido sometidos a
poca o ninguna evaluación (126).
Estrategias terapéuticas Del mismo modo que el maltrato físico, las mani-
Las respuestas al maltrato y el descuido de menores festaciones del abuso sexual pueden variar conside-
dependen de muchos factores, como son la edad y rablemente según varios factores, tales como las
la etapa de desarrollo del niño y la presencia de características individuales de la víctima, la relación
factores ambientales que causan estrés. Por este del perpetrador con la víctima y las circunstancias
motivo, se ha diseñado una gama amplia de servi- del abuso. En consecuencia, se ha adoptado una am-
cios terapéuticos que pueden utilizar las personas. plia variedad de enfoques de intervención y méto-
Se han puesto en marcha programas terapéuticos dos terapéuticos para tratar a los niños que han sido
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 81
víctimas de abuso sexual, como la terapia indivi- serie de trastornos, como la adicción a sustancias
dual, en grupo y familiar (128–131). Aunque las psicotrópicas, los problemas de salud mental y el
limitadas investigaciones efectuadas indican que la alcoholismo (96–99, 137). Además, las víctimas del
salud mental de las víctimas mejora como resultado abuso tal vez no sean identificadas como tales hasta
de las intervenciones, hay considerablemente menos etapas posteriores de la vida y quizá no presenten
información sobre otros beneficios. síntomas hasta mucho tiempo después de haber
sufrido el abuso. Por estas razones, ha habido un
Servicios para los niños que presencian aumento reciente de los servicios para los adultos
la violencia que fueron vejados en la niñez, en particular el
Uno de los agregados más recientes a la colección envío de casos a los servicios de salud mental. La-
de estrategias de intervención son los servicios para mentablemente, se han publicado pocas evaluacio-
los niños que presencian la violencia en el hogar nes de la repercusión de las intervenciones para
(132–134). Las investigaciones han indicado que adultos víctimas de abuso en la niñez. La mayoría
tal exposición puede tener numerosas consecuen- de las investigaciones se han concentrado en niñas
cias negativas. Por ejemplo, los niños que presen- que sufrieron abuso sexual cometido por sus pa-
cian la violencia tienen mayores probabilidades de dres (138).
reproducir, cuando llegan a la edad adulta, las rela-
ciones disfuncionales que existían dentro de su Recursos jurídicos y conexos
propia familia. La notificación obligatoria y voluntaria
Al igual que en los casos de agresión física o La notificación por los profesionales de la salud de
sexual directa, los niños que son testigos de la vio- presuntos casos de maltrato y descuido de menores
lencia pueden presentar diversos síntomas, entre es obligatoria por ley en diversos países, tales como
ellos, problemas de conducta, emocionales o so- Argentina, España, Estados Unidos, Finlandia, Is-
ciales y retraso del desarrollo cognoscitivo o físico, rael, Kirguistán, la República de Corea, Rwanda y
si bien algunos de esos niños tal vez no sufran nin- Sri Lanka. Aun así, son relativamente pocos los paí-
gún problema. Dada esta variabilidad, se han ela- ses del mundo que tienen leyes que estipulan la
borado diferentes estrategias de intervención y notificación obligatoria del maltrato y el descuido
métodos de tratamiento teniendo en cuenta la etapa de menores. Una encuesta mundial reciente en-
de desarrollo del niño. Son limitados y a menudo contró que, de los 58 países que respondieron, 33
contradictorios los datos obtenidos hasta la fecha tenían en vigor leyes de notificación obligatoria, y
acerca de la eficacia de estos programas. Por ejem- 20, leyes sobre la notificación voluntaria (7).
plo, dos evaluaciones del mismo programa de orien- El razonamiento que sustentaba la introducción
tación en grupos efectuado durante 10 semanas de las leyes de notificación obligatoria fue que la
dieron resultados dispares. En una evaluación, los detección temprana del maltrato contribuiría a im-
niños en el grupo de intervención pudieron des- pedir las lesiones graves, aumentaría la seguridad
cribir más aptitudes y estrategias para evitar verse de las víctimas al eximirlas de la necesidad de efec-
envueltos en conflictos violentos entre sus padres tuar la denuncia y fomentaría la coordinación en-
y buscar apoyo externo que los niños en el grupo tre las respuestas jurídicas, de atención de salud y
de comparación, mientras que en la otra evalua- de servicios.
ción no se observó ninguna diferencia entre el gru- En el Brasil, es obligatoria la notificación a un
po de tratamiento y el de comparación (135, 136). “Consejo de Tutores”, integrado por cinco perso-
nas (8). Los miembros del consejo, elegidos para
Servicios para adultos víctimas de abuso sexual desempeñar el cargo durante dos años, tienen la
en la niñez responsabilidad de proteger a los menores vícti-
Varios estudios han encontrado una conexión en- mas de maltrato y descuido empleando todos los
tre los antecedentes de abuso en la niñez y una recursos sociales, como son la colocación temporal
82 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
en hogares de guarda o la hospitalización. Los as- niños y las familias varían mucho. Si bien se han
pectos jurídicos del maltrato y descuido de meno- publicado algunos estudios sobre el proceso de
res —tales como el enjuiciamiento de los autores toma de decisiones con respecto al tratamiento
del maltrato y la revocación de la patria potestad— apropiado, así como sobre las deficiencias actuales
no son abordados por el consejo. —por ejemplo la necesidad de aplicar criterios es-
Las leyes de notificación obligatoria son poten- pecíficos uniformes para identificar a las familias
cialmente útiles para la recopilación de datos, pero cuyos niños se encuentran en riesgo de sufrir mal-
no se sabe cuán eficaces son para prevenir los casos de trato—, se ha investigado poco la eficacia de los
maltrato y descuido. Los críticos de este enfoque han servicios de protección a la infancia para reducir las
planteado diversas inquietudes, por ejemplo, si los tasas de maltrato.
organismos de asistencia social, cuyo financiamiento
es deficiente, están en condiciones de beneficiar al Equipos revisores de las causas de muertes
niño y su familia o si, en cambio, pueden hacer más infantiles
daño que bien al inducir esperanzas falsas (139). En los Estados Unidos, una mayor conciencia de la
Existen diversos tipos de sistemas de notificación existencia de casos de violencia grave contra los
voluntaria en todo el mundo, por ejemplo en Barba- niños ha conducido al establecimiento de equipos
dos, Camerún, Croacia, Japón, la República Unida de para la revisión de las muertes de niños en muchos
Tanzanía y Rumania (7). En los Países Bajos, los casos estados (141). Estos equipos multidisciplinarios
de presunto maltrato de menores pueden notificarse examinan las defunciones producidas entre los ni-
voluntariamente a uno de dos organismos públicos ños y obtienen datos y pruebas de la policía, los
independientes: el Consejo de Asistencia y Protec- abogados de la fiscalía, los profesionales de la asis-
ción de los Niños y la Oficina Confidencial del Médi- tencia sanitaria, los servicios de protección de los
co. Los dos organismos tienen la misión de proteger a niños y los médicos forenses. Los investigadores
los niños del maltrato y el descuido, y ambos actúan han encontrado que estos equipos especializados
para investigar informes de presunto maltrato. tienen más probabilidades de detectar signos de
Ninguno de ellos presta servicios directos al niño ni a maltrato y descuido de menores que los equipos
la familia y, en cambio, envían a los niños y los miem- sin adiestramiento específico. Por consiguiente,
bros de la familia a otros sitios para que reciban los uno de los objetivos de este tipo de intervención
servicios apropiados (140). es mejorar la exactitud de la clasificación de las
muertes de niños.
Servicios de protección a los niños A su vez, la mayor exactitud de la clasificación
Los organismos que prestan servicios de protec- puede contribuir a que los enjuiciamientos ten-
ción a los niños investigan y tratan de comprobar gan más éxito gracias a la reunión de más pruebas.
los informes de presunto maltrato de menores. Los En un análisis de los datos recogidos a partir de las
informes iniciales pueden provenir de diversas revisiones de la mortalidad entre los niños en el
fuentes, tales como el personal de atención de sa- estado de Georgia, Estados Unidos (142), los inves-
lud, la policía, maestros y vecinos. tigadores encontraron que la revisión de las causas
Si se comprueba la veracidad de los informes, el de muertes infantiles permitía detectar más fiel-
personal de los servicios de protección al menor mente las defunciones por maltrato y el síndrome
tiene que decidir acerca del tratamiento y el envío de muerte súbita del lactante. Después de la inves-
a otros servicios apropiados. Esas decisiones son a tigación de la mortalidad de niños realizada por el
menudo difíciles, ya que es preciso encontrar un equipo especializado, 2% de las defunciones acae-
equilibrio entre diversos requisitos que potencial- cidas durante el año de estudio no clasificadas ini-
mente compiten entre sí, como son la necesidad cialmente como relacionadas con el maltrato o el
de proteger al niño y el deseo de mantener unida a descuido fueron posteriormente reclasificadas
la familia. Por lo tanto, los servicios ofrecidos a los como causadas por el maltrato.
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 83
Otros objetivos de estos equipos son evitar las También se pueden efectuar en una escala mayor,
muertes futuras de niños por maltrato mediante la por ejemplo, en algunos de los sectores de la po-
revisión, el análisis y la implantación de medidas blación, o incluso en toda la comunidad, con la
correctivas, y promover una mejor coordinación participación de muchos sectores.
entre los diversos organismos y disciplinas involu-
crados. Programas escolares
Los programas escolares creados para evitar el abu-
Las políticas de arresto y enjuiciamiento so sexual de los niños son una de las estrategias
Las políticas de justicia criminal varían notablemen- preventivas más ampliamente aplicadas y se han in-
te y reflejan diferentes criterios acerca de la función corporado a los programas ordinarios de las escue-
del sistema judicial con respecto al maltrato de ni- las en varios países. En Irlanda, por ejemplo, el Pro-
ños. La decisión de enjuiciar a supuestos autores de grama de Prevención Primaria Cuídate actualmente
maltrato depende de diversos factores, como por se aplica en casi todas las escuelas primarias, con el
ejemplo la gravedad del maltrato, la solidez de las apoyo total del Departamento de Educación y los
pruebas, que el niño pueda ser un testigo compe- líderes religiosos (146).
tente y que haya alguna opción viable del enjuicia- Estos programas en general tienen como objeti-
miento (143). Un examen de la acción penal en los vo enseñarles a los niños cómo reconocer las situa-
casos de abuso sexual de niños (144) encontró que ciones peligrosas y desarrollar en ellos las aptitudes
72% de 451 imputaciones presentadas durante un necesarias para protegerse contra el abuso. Los con-
período de dos años fueron consideradas probables ceptos que sustentan estos programas son que los
casos de abuso sexual. Sin embargo, se presentaron niños son dueños de su cuerpo y pueden prevenir
cargos en firme en poco más de la mitad de estos el abuso, y que hay diferentes tipos de contacto
casos. En otro estudio de imputaciones de abuso físico. Se enseña a los niños cómo responder a un
sexual de niños (145), los fiscales aceptaron 60% de adulto si les pide que hagan algo que encuentran
los casos que se les remitieron. desagradable. Los programas escolares son muy
variados en cuanto a su contenido y presentación y
Tratamiento obligatorio para los agresores muchos también incluyen a los padres u otras per-
El tratamiento ordenado por un tribunal para los acu- sonas a cargo.
sados de maltrato de menores es una estrategia reco- Aunque hay consenso entre los investigadores
mendada en muchos países. No obstante, hay un de- en cuanto a que los niños pueden adquirir conoci-
bate entre los investigadores sobre si el tratamiento mientos y aptitudes para protegerse del abuso, se
establecido a través del sistema judicial es preferible han planteado interrogantes acerca de si estas apti-
a la inscripción voluntaria en programas de trata- tudes se conservan con el paso del tiempo y si pro-
miento. El tratamiento obligatorio es resultado de la tegerían a un niño en una situación de abuso, en
creencia de que, a falta de consecuencias legales, al- particular cuando el agresor es alguien bien cono-
gunos agresores se negarán a recibir el tratamiento. cido y goza de la confianza del niño. Por ejemplo,
En oposición a esto, existe el criterio de que el tra- en una evaluación del Programa de Prevención Cuí-
tamiento forzoso impuesto por un tribunal en rea- date de Irlanda mencionado anteriormente, los ni-
lidad podría crear resistencia al tratamiento por par- ños incluidos en el programa mostraron mejoras
te de los agresores, y que la participación voluntaria significativas en cuanto a conocimientos y aptitu-
de estos es esencial para el éxito del tratamiento. des (146). Cuando se efectuaron observaciones
después de tres meses, se comprobó que se habían
Actividades comunitarias conservado las aptitudes.
Las intervenciones comunitarias a menudo se con- Un metanálisis reciente (147) llegó a la conclu-
centran en determinado grupo de población o se sión de que los programas para prevenir la victimi-
realizan en un ámbito específico, como las escuelas. zación fueron bastante eficaces en enseñarles a los
84 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
niños los conceptos y aptitudes relacionados con la coordinadas para cambiar las actitudes y el compor-
protección contra el abuso sexual. Los investigado- tamiento de la comunidad, y aplicarlas en diversos
res también encontraron que la retención de esta sectores. Un ejemplo de este tipo de programas es
información era satisfactoria. Sin embargo, conclu- la respuesta integral al maltrato y descuido de me-
yeron que la comprobación definitiva de la efica- nores en Kenya (recuadro 3.3).
cia de estos programas requeriría demostrar que las En Zimbabwe, el Centro de Apoyo a la Investi-
aptitudes aprendidas habían sido transferidas con gación y la Capacitación instauró un programa par-
éxito a las situaciones de la vida real. ticipativo multisectorial para abordar el problema
del abuso sexual de niños (8). El centro convocó a
Campañas preventivas y educativas un grupo variado de personas, incluidos algunos
Las campañas preventivas y educativas de amplia di- profesionales, de las zonas rurales y urbanas del país.
fusión son otra estrategia empleada para reducir el Se usaron la representación de papeles, la dramati-
maltrato y descuido de los menores. Estas interven- zación, pinturas y sesiones de discusión para resaltar
ciones se originan en la creencia de que una mayor las experiencias y las percepciones del abuso sexual
sensibilización y comprensión del fenómeno por de niños y considerar lo que podría hacerse para
parte de la población general disminuirán el maltra- prevenir y detectar el problema.
to. Esto podría producirse directamente (cuando los Después de esta primera etapa, el grupo de parti-
agresores reconocen que su propio comportamien- cipantes posteriormente estableció y puso en prác-
to está equivocado y constituye un maltrato y buscan tica dos programas de acción. El primero, un programa
tratamiento) o indirectamente (cuando se incre- escolar elaborado en colaboración con los Ministe-
mentan el reconocimiento y la notificación del mal- rios de Educación y Cultura, abarcó la capacitación,
trato por parte de las víctimas o de terceras personas). el mejoramiento de las aptitudes profesionales y la
En 1991–1992, se realizó en los Países Bajos una preparación de materiales de trabajo para los psico-
campaña en diversos medios de difusión (148, 149). pedagogos, los maestros, el personal administrativo
La meta era aumentar la divulgación de los casos de y los niños. El segundo era un programa jurídico
maltrato de menores, tanto por parte de las víctimas elaborado conjuntamente con el Ministerio de Jus-
como de quienes tienen estrecho contacto con los ticia, Asuntos Jurídicos y Parlamentarios. Este pro-
niños, como los maestros. La campaña incluía un do- grama —destinado a enfermeras, trabajadores de
cumental televisado, cortometrajes y anuncios, un organizaciones no gubernamentales, oficiales de
programa de radio y materiales impresos como car- policía y otros funcionarios encargados de hacer
teles, etiquetas adhesivas, folletos y artículos de pe- cumplir la ley— estableció cursos de capacitación
riódicos. Se realizaron sesiones regionales de sobre cómo manejar a los agresores sexuales jóvenes.
capacitación para los maestros. En una evaluación de El adiestramiento abordó además la creación de tri-
esta intervención, Hoefnagels y Baartman (149) con- bunales que fueran comprensivos hacia las víctimas,
cluyeron que la campaña en los medios aumentó la destinados a los testigos vulnerables. También se ela-
divulgación, medida por la cantidad de llamadas boraron pautas para la notificación.
telefónicas al servicio Línea Nacional de los Niños
antes y después de la campaña. Sin embargo, es Estrategias en el ámbito social
preciso investigar más a fondo el efecto de una mayor Políticas y programas nacionales
divulgación sobre las tasas de abuso de menores y La mayoría de las iniciativas de prevención del mal-
sobre la salud mental de las víctimas. trato de menores hacen hincapié en las víctimas y
los victimarios sin abordar necesariamente las cau-
Intervenciones para cambiar las actitudes sas fundamentales del problema. No obstante, se
y el comportamiento de la comunidad piensa que atacando con éxito la pobreza, mejoran-
Otra estrategia de prevención del maltrato y descuido do los niveles educativos y las oportunidades labo-
de menores consiste en establecer intervenciones rales y aumentando la disponibilidad y la calidad de
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 85
RECUADRO 3.3
la asistencia prestada a los niños, se pueden reducir han medido resultados tales como el desarrollo del
significativamente las tasas de maltrato y descuido niño y el éxito escolar.
de menores. Las investigaciones efectuadas en varios Otras políticas que pueden afectar indirectamen-
países de Europa occidental, así como en Canadá, te a los niveles de maltrato y descuido de menores
Colombia y partes de Asia y el Pacífico, indican que son las relacionadas con la salud reproductiva. Se ha
la disponibilidad de programas de alta calidad para mencionado que las políticas liberales sobre la sa-
la primera infancia puede compensar las desigualda- lud reproductiva proporcionan mayor sensación de
des sociales y económicas y mejorar los resultados control del tamaño de la familia, y que esto a su vez
escolares (150). Sin embargo, se carece de datos que beneficia a las mujeres y a los niños. Estas políticas,
vinculen directamente la disponibilidad de tales por ejemplo, han posibilitado una mayor flexibili-
programas con una disminución del maltrato de dad en el empleo materno y han facilitado las dis-
niños. Los estudios de estos programas generalmente posiciones para el cuidado de los niños.
86 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Sin embargo, también son importantes la índo- y el daño que causan. Esa vigilancia puede consistir
le y el alcance de estas políticas. Algunos investiga- en reunir informes de casos, realizar encuestas pe-
dores han sostenido que las políticas que limitan riódicas o usar otros métodos apropiados, y cabe
el tamaño de las familias, como la política de “un esperar la colaboración de las instituciones acadé-
solo hijo” en China, han tenido el efecto indirecto micas, el sistema de atención de salud y las organi-
de reducir las tasas de maltrato y descuido de me- zaciones no gubernamentales. Dado que en muchos
nores (151), pero otros señalan la mayor cantidad países los profesionales no han sido capacitados en
de niñas abandonadas en China como prueba de relación con este problema y en general se carece
que tales políticas en realidad pueden aumentar la de programas gubernamentales, en la mayoría de
incidencia del maltrato. los lugares probablemente no será suficiente basar-
se en los informes oficiales para despertar el interés
Tratados internacionales del público acerca del maltrato y el descuido de
En noviembre de 1989, la Asamblea General de las menores. Posiblemente se requieran encuestas pe-
Naciones Unidas adoptó la Convención sobre los riódicas basadas en la población.
Derechos del Niño. Un principio orientador de la
Convención es que los niños son individuos con Mejores sistemas de respuesta
derechos iguales a los de los adultos. No obstante, Es esencial que existan sistemas para responder al
como los niños dependen de los adultos, rara vez maltrato y el descuido de menores que funcionen.
se tienen en cuenta sus opiniones cuando los go- En Filipinas, por ejemplo, los hospitales privados y
biernos plantean las políticas. Al mismo tiempo, públicos proporcionan la primera línea de respuesta
los niños son a menudo el grupo más vulnerable en al maltrato de menores, seguidos del sistema de jus-
cuanto a las disposiciones gubernamentales ticia penal nacional (152). Evidentemente, es vital
referidas al ambiente, las condiciones de vida, la que quienes prestan servicios a los niños en todas las
atención de salud y la nutrición. La Convención etapas sean expertos sensibles. Las investigaciones,
sobre los Derechos del Niño proporciona a todas las evaluaciones médicas, la atención de salud física
las naciones signatarias normas y obligaciones claras y mental, las intervenciones familiares y los servicios
para la protección de los niños. jurídicos deben ser completamente seguros para los
La Convención sobre los Derechos del Niño es niños y las familias afectados. En los países donde
uno de los tratados y convenios internacionales más hay una tradición de sociedades privadas de ayuda a
ampliamente ratificados. Sin embargo, sus efectos los niños que prestan estos servicios, quizá sea nece-
en cuanto a proteger a los niños del maltrato y el sario vigilar solo la atención. Sin embargo, es impor-
descuido aún no se han concretado plenamente tante que los gobiernos garanticen la calidad y la
(recuadro 3.4). disponibilidad de los servicios y los proporcionen
cuando no exista ningún otro prestador.
Recomendaciones
Hay varios campos importantes para la acción que Formulación de políticas
deben ser abordados por los gobiernos, los investi- Los gobiernos deben ayudar a los organismos locales
gadores, los trabajadores de la salud, los asistentes a instaurar servicios eficaces de protección de los
sociales, los profesionales de la educación y el de- niños. Tal vez se requieran nuevas políticas, como:
recho, las organizaciones no gubernamentales y otras – asegurar que haya personal capacitado;
personas e instituciones que luchan por evitar el – preparar respuestas usando una variedad de
maltrato y el descuido de los menores. disciplinas;
– proporcionar hogares alternativos para el cui-
Mejor evaluación y vigilancia dado de los niños;
Es necesaria la vigilancia de los gobiernos para de- – garantizar el acceso a los recursos de salud;
tectar los casos de maltrato y descuido de menores – proporcionar recursos para las familias.
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 87
RECUADRO 3.4
Un aspecto importante de las políticas que es operativas del maltrato y a prestar atención a las
preciso abordar es la forma en que opera el sistema variaciones culturales dentro de los países. Esas va-
de justicia con respecto a las víctimas del maltrato y riaciones culturales quizá sean efectivamente la ra-
descuido de menores. Algunos países han asignado zón fundamental de algunas de las manifestaciones
recursos para mejorar los juzgados de menores, en- insólitas del maltrato de menores informadas en la
contrar maneras de reducir al mínimo la necesidad bibliografía médica (153). Algunos de los datos ci-
del testimonio de los niños y asegurar que, cuando tados anteriormente indican que bien puede ha-
un niño atestigua en el tribunal, estén presentes ber en las distintas culturas una concordancia más
personas que lo apoyen. general que lo que se creía anteriormente sobre
cuáles prácticas disciplinarias se consideran inadmi-
Mejores datos sibles y constituyen maltrato. Sin embargo, se re-
La falta de datos adecuados sobre el grado y las con- quieren investigaciones que exploren aún más si
secuencias del maltrato y el descuido ha restringi- se puede alcanzar también un consenso más amplio
do la elaboración de respuestas apropiadas en casi en cuanto a los castigos muy severos.
todo el mundo. Sin datos locales de calidad, tam-
bién es difícil crear una sensibilización adecuada El descuido
sobre el maltrato y el descuido de los menores y Hay también una gran necesidad de incrementar
generar los conocimientos para abordar el problema los estudios sobre el problema del descuido de los
entre los profesionales de los servicios sanitarios, niños. Dado que el descuido se asocia tan estre-
jurídicos y sociales. Si bien es esencial efectuar un chamente con la escasa educación y los ingresos
estudio sistemático sobre el maltrato y el descuido bajos, es importante descubrir cómo distinguir
de los menores dentro de cada país, se debe alentar mejor el descuido en que incurren los padres de las
a los investigadores a que utilicen las técnicas de carencias resultantes de la pobreza.
medición ya empleadas con éxito en otros sitios,
de tal modo que se puedan hacer comparaciones Factores de riesgo
transculturales significativas y examinar las razones Muchos factores de riesgo parecen operar de igual
que explican las variaciones entre los países. manera en todas las sociedades; no obstante, hay al-
gunos, que es preciso investigar más a fondo, que
Más investigaciones parecen depender de la cultura. Si bien hay una aso-
Prácticas disciplinarias ciación clara entre el riesgo de maltrato y la edad del
Se necesitan más investigaciones para explorar las niño, las tasas máximas de maltrato físico se presen-
variaciones de la definición de comportamientos tan en diferentes edades en los distintos países. Este
disciplinarios aceptables en las distintas culturas. fenómeno requiere investigaciones adicionales. En
Las características de las variaciones culturales de particular, es necesario conocer mejor cómo las ex-
los métodos para disciplinar a los niños pueden pectativas de los padres acerca del comportamiento
ayudar a todos los países a elaborar definiciones de sus hijos varía según las culturas, así como qué
CAPÍTULO 3. MALTRATO Y DESCUIDO DE LOS MENORES POR LOS PADRES U OTRAS PERSONAS A CARGO • 89
función desempeñan las características del niño en programas de capacitación para maestros deben to-
la manifestación del maltrato. dos incluir el tema del maltrato de menores y la
Otros elementos que se han propuesto ya sea elaboración de las respuestas al problema dentro
como factores de riesgo o como factores protecto- de las organizaciones. Es preciso que los profesio-
res en relación con el maltrato de menores —como nales eminentes en todos estos campos trabajen en
el estrés, el capital social, el apoyo social, la dispo- forma activa para conseguir recursos que permitan
nibilidad de una familia ampliada que ayude a cui- poner en práctica de manera adecuada esos progra-
dar a los niños, la violencia doméstica y el abuso de mas de estudios.
sustancias psicotrópicas— también deben ser in-
vestigados. Conclusiones
Igualmente necesario es un mejor conocimien- El maltrato de los menores es un grave problema
to de cómo factores sociales, culturales y económi- mundial de salud. Aunque la mayoría de los estudios
cos más amplios influyen en la vida familiar. Se cree sobre este problema se han realizado en los países
que esas fuerzas interactúan con los factores indi- desarrollados, hay pruebas irrefutables de que es
viduales y familiares para producir formas de com- un fenómeno frecuente en todo el mundo.
portamiento coercitivas y violentas. Sin embargo, Mucho más puede y debe hacerse al respecto. En
la mayoría de esas fuerzas no se han tenido en cuen- muchos países, hay poco conocimiento sobre el
ta en los estudios del maltrato de menores. maltrato de los menores entre el público o los pro-
fesionales de la salud. El reconocimiento y la con-
Documentación de las respuestas eficaces cientización, si bien son constituyen elementos
Se han llevado a cabo relativamente pocos estudios esenciales para la prevención eficaz, son solo parte
sobre la eficacia de las respuestas para evitar el mal- de la solución. Los esfuerzos y las políticas de pre-
trato y el descuido de los menores. Por lo tanto, en vención deben dirigirse directamente a los niños,
los países tanto industrializados como en desarrollo a quienes les prestan asistencia y a los entornos en
es urgente la necesidad de efectuar una evaluación los que viven, para prevenir que se produzca el
rigurosa de muchas de las respuestas preventivas maltrato potencial y tratar eficazmente los casos de
descritas anteriormente. Otras intervenciones maltrato y descuido que se hayan producido. Se
existentes también deben ser evaluadas con respecto requieren aquí los esfuerzos concertados y coordi-
a su potencial para prevenir el maltrato, por ejemplo, nados de una amplia gama de sectores, y los inves-
los pagos de subsidios por hijos, las licencias por tigadores y los profesionales de la salud pública
maternidad y por paternidad con goce de sueldo y pueden desempeñar una función clave al liderar y
los programas de asistencia en la primera infancia. facilitar el proceso.
Finalmente, se deben formular y poner a prueba
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CAPÍTULO 4
La violencia en la pareja
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 97
CUADRO 4.1
Agresión física a las mujeres por su pareja masculina, según estudios basados en poblaciones seleccionadas, 1982–
– 1999
País o zona Año Cobertura Muestra Proporción de mujeres agredidas
del estudio físicamente por su pareja (%)
Tamaño Población Edad En los En la Alguna
estudiada a (años) 12 meses relación vez
anteriores actual
África
Etiopía 1995 Meskanena Woreda 673 II ≥15 10b 45
Kenia 1984–1987 Distrito Kisii 612 VI ≥15 42
Nigeria 1993 No declarado 1 000 I — 31c
Sudáfrica 1998 Eastern Cape 396 III 18–49 11 27
Mpumalanga 419 III 18–49 12 28
Northern Province 464 III 18–49 5 19
Nacional 10 190 III 15–49 6 13
Zimbabwe 1996 Midlands Province 966 I ≥18 17 d
América del Norte
Canadá 1991–1992 Toronto 420 I 18–64 27c
1993 Nacional 12 300 I ≥18 3 d,e 29 d,e
Estados Unidos 1995–1996 Nacional 8 000 I ≥18 1,3c 22c
América Latina y el Caribe
Antigua 1990 Nacional 97 I 29–45 30 d
Barbados 1990 Nacional 264 I 20–45 30 c,e
Bolivia 1998 Tres distritos 289 I ≥20 17c
Chile 1993 Provincia de Santiago 1 000 II 22–55 26/11f
1997 Santiago 310 II 15–49 23
Colombia 1995 Nacional 6 097 II 15–49 19
México 1996 Guadalajara 650 III ≥15 27
Monterrey 1 064 III ≥15 17
Nicaragua 1995 León 360 III 15–49 27/20f 52/37f
1997 Managua 378 III 15–49 33/28 69
1998 Nacional 8 507 III 15–49 12/8f 28/21f
Paraguay 1995–1996 Nacional, excepto 5 940 III 15–49 10
la región del Chaco
Perú 1997 Lima, zona metropolitana 359 II 17–55 31
(ingreso mediano y bajo)
Puerto Rico 1995–1996 Nacional 4 755 III 15–49 13 g
Uruguay 1997 Dos regiones 545 II h 22–55 10e
Asia y Pacífico Occidental
Australia 1996 Nacional 6 300 I — 3d 8d
Bangladesh 1992 Nacional (aldeas) 1 225 II <50 19 47
1993 Dos regiones rurales 10 368 II 15–49 42
Camboya 1996 Seis regiones 1 374 III — 16
India 1993–1994 Tamil Nadu 859 II 15–39 37
1993–1994 Uttar Pradesh 983 II 15–39 45
1995–1996 Uttar Pradesh, 6 695 IV 15–65 30
cinco distritos
1998–1999 Nacional 89 199 III 15–49 11i 19i
1999 Seis estados 9 938 III 15–49 14 40/26
Filipinas 1993 Nacional 8 481 V 15–49 10
1998 Cagayan de Oro City 1 660 II 15–49 26j
y Bukidnon Province
Papua Nueva Guinea 1982 Nacional, aldeas rurales 628 IIIh — 67
1984 Port Moresby 298 IIIh — 56
República de Corea 1989 Nacional 707 II ≥20 38/12f
Tailandia 1994 Bangkok 619 IV — 20
Europa
Noruega 1989 Trondheim 111 III 20–49 18
Países Bajos 1986 Nacional 989 I 20–60 21/11 c,f
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 99
que notifican el uso de la violencia contra la esposa; V = mujeres con un resultado de embarazo; VI = mujeres casadas,
la mitad con resultado de embarazo, la mitad sin ese resultado.
b En los últimos tres meses.
c El grupo de la muestra incluyó a mujeres que nunca habían estado en relación de pareja y, por consiguiente, no estaban en riesgo
de violencia en la pareja.
d Aunque la muestra incluye a todas las mujeres, se presenta la tasa de maltrato para las mujeres alguna vez casadas/unidas (no se
da el número).
e Maltrato físico o sexual.
g La tasa de maltrato por la pareja en las mujeres algunas vez casadas/unidas se volvió a calcular a partir de los datos del autor.
denunciaron maltrato grave (12). El número prome- Unidos, según un estudio nacional realizado en
dio de agresiones físicas durante el año precedente 1996, fue de tres (5).
entre las mujeres que actualmente sufrían maltrato, Diversos tipos de maltrato suelen coexistir en la
según una encuesta efectuada en Londres, Inglate- misma relación. Sin embargo, los estudios de preva-
rra, fue de siete (13), mientras que en los Estados lencia de la violencia doméstica son un campo nue-
vo de investigación y en general no se cuenta con
FIGURA 4.1
datos sobre los diversos tipos de violencia en las
Intersecciones de los conjuntos de mujeres maltrata-
das sexual, física y psíquicamente en León (Nicaragua) relaciones de pareja diferentes de la violencia física.
(N = 360 mujeres que algunas vez estuvieron Las cifras del cuadro 4.1, por consiguiente, se refie-
en una relación íntima)
ren en forma exclusiva a la agresión física. Aun así,
debido a diferencias metodológicas, los datos de
Nunca
Maltratadas estos estudios bien diseñados no son directamente
sexualmente
maltratadas 1 comparables. Los cálculos publicados del maltrato son
97
3
sumamente sensibles a las definiciones particulares
74 usadas, la manera en la cual se formulan las pregun-
Maltratadas
109
Maltratadas tas, el grado de privacidad de las entrevistas y la
psíquicamente físicamente
71 5
naturaleza de la población examinada (14) (recua-
dro 4.1). Por consiguiente, las diferencias entre los
Fuente: referencia 9. países —especialmente las muy pequeñas— bien
100 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 4.1
Estimular la denuncia
Todos los estudios sobre temas delicados como la violencia se enfrentan con el problema de cómo lograr
que las personas hablen abiertamente acerca de aspectos íntimos de su vida. El éxito dependerá en
parte de la forma en que las preguntas se enmarquen y se formulen, así como del grado de comodidad
de los entrevistados durante la entrevista. Lo último depende de factores tales como el sexo del
entrevistador, la duración de la entrevista, si otras personas están presentes, y el grado de interés y la
ausencia de una actitud crítica de parte del entrevistador.
Diversas estrategias pueden ayudar a mejorar la denuncia. Ellos son:
■ Dar al entrevistado varias oportunidades durante la entrevista para que pueda explayarse sobre
la violencia.
■ Usar preguntas sobre comportamientos específicos en vez de preguntas subjetivas tales como
„œAlguna vez ha sido maltratada?‰
■ Seleccionar cuidadosamente a los entrevistadores y adiestrarlos para que entablen una buena
relación con las entrevistadas.
■ Apoyar a las entrevistadas para ayudar a evitar represalias por parte de la pareja o de algún
miembro de la familia que las maltrata.
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 101
podrían reflejar variaciones metodológicas y no di- violencia física porque se conceptualiza y se mide
ferencias reales de las tasas de prevalencia. más fácilmente, los estudios cualitativos indican
que para algunas mujeres el maltrato y la degrada-
Medición de la violencia masculina ción psicológicos resultan aún más intolerables que
en la pareja la violencia física (1, 20, 21).
En las encuestas de violencia en la pareja, a las muje-
res por lo general se les pregunta si han experimen- Violencia y asesinato en la pareja
tado algún maltrato de una lista de actos específicos Los datos de una gama amplia de países indican
de agresión, tales como bofetadas, golpes, puñeta- que la violencia en la pareja es la causa de un nú-
zos, patadas o amenazas con un arma. Las investiga- mero significativo de muertes por asesinato entre
ciones han revelado que preguntas específicamente las mujeres. Estudios efectuados en Australia, Cana-
referidas al comportamiento, como “¿Alguna vez ha dá, los Estados Unidos, Israel y Sudáfrica revelan
sido obligada a tener relaciones sexuales contra su que en 40% a 70% de los asesinatos de mujeres las
voluntad?”, producen mayores tasas de respuesta víctimas fueron muertas por su esposo o novio, a
positiva que las preguntas que piden a las mujeres menudo en el contexto de una relación de maltra-
indicar si han sido “maltratadas” o “violadas” (17). to constante (22–25). Esto contrasta notablemente
Tales preguntas específicamente referidas al compor- con la situación de las víctimas masculinas de asesi-
tamiento también permiten a los investigadores nato. En los Estados Unidos, por ejemplo, solo 4%
medir la gravedad y la frecuencia relativa del maltra- de los hombres asesinados entre 1976 y 1996 fue-
to sufrido. Los actos físicos que son más graves que ron muertos por su esposa, ex esposa o novia (26).
abofetear, dar empujones o lanzarle objetos a una En Australia, entre 1989 y 1996, la cifra fue de
persona se definen en general en los estudios como 8,6% (27).
“violencia grave”, aunque algunos observadores se Los factores culturales y la disponibilidad de ar-
oponen a que la gravedad se defina exclusivamente mas definen los perfiles de los asesinatos cometidos
según el acto (18). por la pareja en diferentes países. En los Estados
Centrarse exclusivamente en los actos también Unidos, el número de asesinatos de mujeres con armas
puede ocultar la atmósfera de terror que a veces de fuego es mayor que el cometido con todos los
impregna las relaciones violentas. En una encuesta otros tipos de armas combinados (28). En la India, el
nacional de la violencia contra la mujer realizada uso de armas de fuego es raro, pero las golpizas y la
en el Canadá, por ejemplo, una tercera parte de las muerte por fuego son comunes. Una treta habitual
mujeres que habían sido agredidas físicamente por consiste en rociar a una mujer con queroseno,
su pareja declararon que habían temido por su vida prenderle fuego y luego afirmar que murió en un
en algún momento de la relación (19). Aunque los “accidente de cocina”. Los funcionarios indios de
estudios internacionales se han concentrado en la salud pública sospechan que muchos asesinatos de
102 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
mujeres quedan ocultos por las estadísticas oficiales para detectar la segunda forma, más moderada, de
como “quemaduras accidentales”. En un estudio violencia —también conocida como “violencia co-
realizado a mediados de los años ochenta se encon- mún de pareja”— y el tipo grave conocido como
tró que entre las mujeres de 15 a 44 años de edad en maltrato físico. Esto puede ayudar a explicar por
el gran Bombay y otras zonas urbanas del estado de qué las encuestas comunitarias de violencia en los
Maharashtra, una de cada cinco defunciones se países industrializados a menudo encuentran in-
imputaron a “quemaduras accidentales” (29). dicios sustanciales de agresión física por las muje-
res, a pesar de que la gran mayoría de las víctimas
Nociones tradicionales del honor masculino que solicitan atención de los proveedores de ser-
En muchos lugares, las ideas del honor masculino y vicios (por ejemplo, en albergues) y de la policía o
la castidad femenina ponen a las mujeres en riesgo los tribunales son mujeres. Aunque se ha compro-
(véase también el capítulo 6). Por ejemplo, en par- bado en los países industrializados que las mujeres
tes del Mediterráneo Oriental, el honor de un hom- llevan a cabo la violencia común de pareja, hay po-
bre a menudo está vinculado a la “pureza” sexual cos indicios de que sometan a los hombres al mis-
percibida de las mujeres de su familia. Si una mujer mo tipo de violencia grave y paulatina que se
es “deshonrada” sexualmente —mediante la viola- observa con frecuencia en grupos clínicos de mu-
ción o porque incurre voluntariamente en relacio- jeres golpeadas (32, 33).
nes sexuales extramatrimoniales— se considera que De igual manera, la investigación indica que las
ha dañado el honor familiar. En algunas sociedades, consecuencias de la violencia en la relación de
la única manera de limpiar el honor familiar es matar pareja difieren entre los hombres y las mujeres, lo
a la mujer o muchacha acusada del “agravio”. En un mismo que los motivos para perpetrarla. Estudios
estudio de las defunciones femeninas ocurridas por realizados en el Canadá y los Estados Unidos han
asesinato en Alejandría (Egipto), se encontró que revelado que las mujeres tienen muchas más
47% de las mujeres habían sido muertas por un probabilidades de resultar lastimadas durante las
pariente después de que habían sido violadas (30). agresiones de la pareja y sufren formas más graves
de violencia (5, 34–36). En el Canadá, las víctimas
La dinámica de la violencia en la femeninas de la violencia conyugal tienen tres veces
pareja más probabilidades de resultar lastimadas, cinco
Investigaciones recientes realizadas en los países in- veces más de recibir atención médica y cinco veces
dustrializados indican que las formas de violencia más de temer por sus vidas, por comparación con
infligida por la pareja que se observan no son las las víctimas masculinas (36). En los casos de
mismas para todas las parejas que experimentan con- violencia perpetrada por las mujeres, lo más
flictos violentos. Parecería haber al menos dos mo- probable es que sea en defensa propia (32, 37, 38).
dalidades (31, 32): En las sociedades más tradicionales, golpear a la
• Una modalidad grave y cada vez más frecuente esposa se considera en gran medida como una con-
de violencia es la caracterizada por muchas for- secuencia del derecho del hombre a castigar física-
mas de maltrato, amedrentamiento y amena- mente a su mujer, tal como lo indican estudios
zas, aunadas a una conducta posesiva y un com- realizados en países tan diversos como Bangladesh,
portamiento dominante paulatinos por parte Camboya, India, México, Nigeria, Pakistán, Papua
del agresor. Nueva Guinea, la República Unida de Tanzanía y
• Una forma más moderada de violencia en las Zimbabwe (39–47). Las justificaciones culturales de
relaciones íntimas, en que la frustración y la la violencia generalmente se desprenden de las ideas
ira continuas ocasionalmente estallan en for- tradicionales de los roles que corresponden a los
ma de agresión física. hombres y a las mujeres. En muchas situaciones, se
Algunos investigadores han postulado la hipóte- espera que las mujeres cuiden del hogar, se ocupen
sis de que las encuestas comunitarias son más aptas de los hijos y muestren obediencia y respeto al
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 103
CUADRO 4.2
Porcentaje de entrevistados que aprueban el uso de la violencia física contra la cónyuge, según la justificación, en
– 1999
estudios seleccionados, 1995–
País o zona Año Entrevistado Justificación del maltrato físico
Ella descuida Ella se niega a Él sospecha Ella le replica
a los niños tener relaciones que ella o desobedece
o el hogar sexuales con él comete adulterio
Brasil (Salvador, Bahía) 1999 H — — 19 a —
M — — 11 a —
Chile (Santiago) 1999 H — — 12 a —
M — — 14 a —
Colombia (Cali) 1999 H — — 14 a —
M — — 13 a —
Egipto 1996 M urbana 40 57 — 59
M rural 61 81 — 78
El Salvador (San Salvador) 1999 H — — 5a —
M — — 9a —
Ghanab 1999 H — 43 — —
M — 33 — —
India (Uttar Pradesh) 1996 H — — — 10–50
Nueva Zelandia 1995 H 1 1 5c 1d
Nicaraguae 1999 M urbana 15 5 22 —
M rural 25 10 32 —
Singapur 1996 H — 5 33f 4
Venezuela (Caracas) 1999 H — — 8a —
M — — 8a —
Ribera Occidental y Faja de Gazag 1996 Hh — 28 71 57
Fuente: reproducido de la referencia 6 con el permiso de la editorial.
H = hombre; M = mujer; — indica que la pregunta no se formuló.
a “Una mujer infiel merece ser golpeada.”
b Además, 51% de los hombres y 43% de las mujeres estuvieron de acuerdo: “El esposo tiene razón en pegarle a su mujer si esta usa la
e Además, 11% de las mujeres urbanas y 23% de las mujeres rurales estuvieron de acuerdo en que “el marido tiene razón en pegarle a
g Además, 23% de los hombres estuvieron de acuerdo en que “pegarle a la mujer está justificado” si ella no respeta a los familiares de su
marido.
h Población palestina.
las exigencias del marido (3, 59–61). Lo que a un apoyo económico, la preocupación por los hijos, la
observador externo le puede parecer una falta de dependencia emocional, la falta de apoyo de la fa-
respuesta positiva por parte de la mujer, en reali- milia y los amigos, y la esperanza constante de que
dad puede ser un cálculo meditado de esta, que el hombre cambie (9, 40, 42, 62, 63). En los países
opta por lo que se necesita para sobrevivir en el en desarrollo, las mujeres también citan la estigma-
matrimonio y protegerse a sí misma y a sus hijos. tización que trae aparejada el hecho de no estar
La respuesta de una mujer al maltrato suele estar casadas como una barrera adicional que les impide
limitada por las opciones de que dispone (60). Estu- dejar una relación violenta(40, 56, 64).
dios cualitativos integrales de mujeres en Estados A menudo, la negación y el temor de aislarse
Unidos y África, América Latina, Asia y Europa, reve- socialmente impiden a las mujeres buscar ayuda. Se
lan que diversos factores pueden determinar que las ha comprobado que alrededor de 20% a 70% de
mujeres continúen en una relación en la que son las mujeres maltratadas nunca mencionan el
maltratadas. Entre ellos sobresalen comúnmente: el maltrato a otras personas hasta que son entrevistadas
temor al castigo, la falta de medios alternativos de para el estudio (cuadro 4.3). Las que buscan ayuda
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 105
45% en el distrito de Banda. La proporción de los que un hombre cometa actos de violencia contra
que obligaban físicamente a la esposa a que acepta- su pareja. Con todo, esta información debe consi-
ra las relaciones sexuales varió de 14% a 36% entre derarse incompleta y sumamente tentativa. Pueden
los distritos (cuadro 4.4). Tales variaciones plan- faltar varios factores importantes porque ningún
tean una pregunta interesante e imperiosa: ¿qué estudio ha examinado su importancia, mientras que
hay en esos ámbitos que pueda explicar las grandes otros quizá solo sean elementos correlacionados de
diferencias en las agresiones físicas y sexuales? la agresión de la compañera y no sean factores
Recientemente, los investigadores se han inte- causales verdaderos.
resado más en explorar tales preguntas, aunque los
datos recabados hasta ahora resultan insuficientes Factores individuales
para acometer la tarea. Lo que sabemos actualmente Hace poco, Black et al. examinaron la bibliografía
de los factores que determinan la prevalencia de la de ciencias sociales de los Estados Unidos y el Ca-
violencia en la pareja se basa en gran parte en nadá acerca de los factores de riesgo de agredir fí-
estudios realizados en los Estados Unidos y el Ca- sicamente a la pareja (76). Solo examinaron los
nadá, por lo cual quizá no sea forzosamente estudios que consideraron metodológicamente só-
aplicable a otros ámbitos. Se conocen varios estu- lidos y que se basaban ya fuese en una muestra re-
dios basados en la población realizados en países presentativa de la comunidad o en una muestra
en desarrollo, pero su utilidad para investigar los clínica con un grupo testigo apropiado. De este aná-
factores de riesgo y los factores protectores está li- lisis surgieron varios factores demográficos, de an-
mitada por su diseño transversal y por la escasa tecedentes personales y de personalidad vinculados
cantidad de factores predictivos que exploran. En de manera uniforme con la probabilidad de que
general, los datos científicos actuales se inclinan un hombre agrediera físicamente a su pareja. Entre
demasiado a investigar los aspectos individuales en ellos, se encontró sistemáticamente que la edad
lugar de los elementos comunitarios o sociales que joven y los ingresos bajos eran factores vinculados
pueden determinar la probabilidad del maltrato. con la probabilidad de que un hombre fuese vio-
En efecto, si bien empieza a formarse el consen- lento con su compañera.
so de que una acción recíproca de los factores per- Algunos estudios han encontrado una relación
sonales, coyunturales, sociales y culturales se entre la agresión física y la combinación de medi-
combina para causar el maltrato (55, 75), aún es ciones sobre el nivel socioeconómico y educativo,
limitada la información acerca de los factores más aunque los datos no son del todo coherentes. El Es-
importantes. En el cuadro 4.5 se resumen los factores tudio de Salud y Desarrollo de Dunedin (Nueva Ze-
que se consideran relacionados con el riesgo de landia) —uno de los pocos estudios longitudinales
de cohorte de nacimiento para ex-
CUADRO 4.4 plorar la violencia de pareja— com-
Variaciones en las actitudes masculinas y uso notificado de la violencia, probó que la pobreza familiar en la
distritos seleccionados de Uttar Pradesh, India, 1995– – 1996 niñez y la adolescencia, el bajo ni-
Distrito Tamaño Proporción de hombres que:
de la Admitieron Estuvieron Admitieron Le pegaron
vel de instrucción y la delincuencia
muestra (N) obligar a la de acuerdo en haber a su esposa agresiva a la edad de 15 años ser-
esposa a tener que, si la esposa pegado a en el último vían para predecir en gran medida
relaciones desobedece, hay la esposa año
sexuales que pegarle (%) (%)
el maltrato físico de la compañera
(%) (%) por los hombres a la edad de 21 años
Aligarh 323 31 15 29 17 (77). Este estudio ha sido uno de
Banda 765 17 50 45 33 los pocos que han evaluado si los
Gonda 369 36 27 31 20
Kanpur Nagar 256 14 11 22 10
mismos factores de riesgo predicen
Naintal 277 21 10 18 11 la agresión por parte de las mujeres
Fuente: reproducido de la referencia 6 con el permiso de la editorial. y los hombres contra su pareja.
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 107
CUADRO 4.5
Factores asociados con el riesgo de que un hombre maltrate a su pareja
Factores individuales Factores de la relación Factores comunitarios Factores sociales
ser agredidas por su compañero que las que vivían Factores comunitarios
con hombres que no bebían (19). Se ha encontrado en general que un nivel socioeco-
nómico alto ofrece cierta protección contra el ries-
Trastornos de la personalidad go de violencia física hacia la pareja íntima, si bien
Varios estudios han intentado identificar si ciertos hay excepciones (39). Los estudios de una gama
factores o trastornos de la personalidad están vin- amplia de ámbitos revelan que, aunque este tipo
culados sistemáticamente con la violencia contra la de violencia física contra la pareja afecta a todos los
pareja. Estudios efectuados en el Canadá y los Esta- grupos socioeconómicos, las mujeres que viven en
dos Unidos revelan que los hombres que agreden a la pobreza la padecen en forma desproporcionada
sus esposas es más probable que sean emocional- (12, 19, 49, 78, 79, 81, 92–96).
mente dependientes e inseguros y tengan poca Aún no está claro por qué la pobreza aumenta el
autoestima, y es más probable que tengan dificul- riesgo de violencia: si es debido a los ingresos bajos
tades para controlar sus impulsos (33). Comparados en sí o a otros factores acompañantes, como el haci-
con sus pares no violentos, también tienden a ma- namiento o la desesperanza. Para algunos hombres,
nifestar más ira y hostilidad, a deprimirse y a sacar vivir en la pobreza con toda probabilidad genera
puntuaciones altas en ciertas escalas de trastornos estrés, frustración y un sentido de ineficacia por no
de la personalidad, incluidos los trastornos de per- haber logrado cumplir con su papel culturalmente
sonalidad antisocial, agresiva y limítrofe (76). Aun- esperado de proveedores de sus familias. También
que las tasas de trastornos psicopatológicos por lo puede aportar motivos para las desavenencias
general son mayores en los hombres que maltratan matrimoniales o hacer más difícil que las mujeres
a sus esposas, no todos los hombres que infligen den por terminada una relación violenta o insatis-
malos tratos físicos presentan tales trastornos psi- factoria por otras razones. Sean cuales fueren los
cológicos. La proporción de las agresiones por la mecanismos precisos, es probable que la pobreza
pareja vinculadas con trastornos psicopatológicos actúe como un “marcador” de diversas condiciones
suele ser relativamente baja en entornos donde este sociales que se combinan y aumentan el riesgo con
tipo de violencia es común. que se enfrentan las mujeres (55).
La forma en que una comunidad responde a la
Factores de la relación violencia en la pareja puede influir en los niveles
En el plano interpersonal, el marcador más unifor- generales del maltrato en esa comunidad. En un
me que ha surgido respecto de la violencia en la estudio comparativo de 16 sociedades con tasas
pareja son los conflictos o desavenencias matrimo- altas y bajas de violencia en la pareja, Counts, Brown
niales. En todos y cada uno de los estudios exami- y Campbell encontraron que las sociedades con los
nados por Black et al., los conflictos matrimoniales niveles más bajos de violencia en la pareja eran las
se relacionaron desde moderada hasta firmemente que preveían sanciones de la comunidad contra esta
con la violencia masculina contra la pareja (76). y aquellas donde las mujeres maltratadas tenían ac-
También se encontró que tales conflictos prece- ceso al amparo, en forma de albergues o apoyo fa-
dían a la violencia en la pareja en un estudio basa- miliar (73). Las sanciones o prohibiciones de la co-
do en la población de mujeres y hombres realizado munidad podían adoptar la forma de sanciones
en Sudáfrica (87) y en una muestra representativa legales formales o de presiones morales para que
de hombres casados en Bangkok (Tailandia) (92). los vecinos intervinieran si una mujer era golpea-
En este último estudio, el conflicto verbal de los da. Este contexto de “sanciones y amparo” permite
cónyuges tuvo una relación significativa con la agre- proponer la hipótesis de que la violencia infligida
sión física a la esposa, incluso después de controlar por la pareja alcanzará su nivel más alto en las socie-
el estado socioeconómico, el nivel de estrés del dades donde la situación de las mujeres se halla en
esposo y otros aspectos relacionados con el matri- un estado de transición. En los lugares donde las
monio, como el compañerismo y la estabilidad (92). mujeres tienen una categoría socioeconómica muy
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 109
baja, la violencia no es “necesaria” para hacer cum- recurren habitualmente a la violencia para resolver
plir la autoridad masculina. Al contrario, en los sitios sus conflictos. El segundo factor predictivo de im-
donde las mujeres tienen mejor situación socioeco- portancia en este estudio de la frecuencia del mal-
nómica, probablemente habrán logrado suficiente trato físico de la esposa fue la ausencia de grupos de
poder conjunto para cambiar los roles tradicionales trabajo formados exclusivamente por mujeres. Le-
de género. La violencia en la pareja, por lo tanto, vinson postula la hipótesis de que la presencia de
suele alcanzar el punto más alto cuando las mujeres grupos de trabajo femeninos brinda protección con-
empiezan a desempeñar papeles no tradicionales o tra el maltrato físico de la esposa porque proporcio-
entran a formar parte de la fuerza de trabajo. na a las mujeres una fuente estable de apoyo social,
Se ha propuesto que varios otros factores de la así como la independencia económica respecto de
comunidad posiblemente influyan en la incidencia su esposo y de la familia.
general de la violencia por la pareja, pero pocos de Diversos investigadores han propuesto varios
ellos se han sometido a pruebas empíricas. Un estu- otros factores que quizá contribuyan a que haya
dio múltiple en curso patrocinado por la Organiza- tasas mayores de violencia de pareja. Se ha argu-
ción Mundial de la Salud en ocho países (Bangladesh, mentado, por ejemplo, que esta forma de violen-
Brasil, Japón, Namibia, Perú, la República Unida de cia es más común en los lugares donde hay o ha
Tanzanía, Samoa y Tailandia) está recopilando datos habido recientemente guerra u otros conflictos o
sobre varios factores a nivel de la comunidad para alteraciones sociales. En los lugares donde la vio-
examinar su relación posible con la violencia por la lencia se ha vuelto común y los individuos tienen
pareja. Esos factores son los siguientes: acceso fácil a las armas, las relaciones sociales —in-
• Las tasas de otros delitos violentos. cluidos los roles del hombre y la mujer— se alteran
• El capital social (véase el capítulo 2). con frecuencia. Durante esas épocas de trastorno
• Las normas sociales relacionadas con la vida económico y social, las mujeres son a menudo más
íntima familiar. independientes y asumen mayores responsabilida-
• Las normas de la comunidad relacionadas con des económicas, mientras que los hombres quizá
la autoridad masculina sobre las mujeres. sean menos capaces de cumplir sus funciones cul-
El estudio arrojará luz sobre la contribución re- turalmente esperadas de protectores y proveedo-
lativa de los factores individuales y a nivel comu- res. Tales factores bien pueden aumentar la violencia
nitario a las tasas de violencia en la pareja. en la pareja, pero esto no pasa de ser algo anecdótico
y aún no se ha comprobado.
Factores sociales Otros autores han señalado que las desigualdades
En estudios de investigación realizados en distintas estructurales entre los hombres y las mujeres, los ro-
culturas se han encontrado varios factores sociales y les de género rígidos y las ideas de hombría vincula-
culturales que podrían dar lugar a mayores grados de da al dominio, el honor masculino y la agresión,
violencia. Levinson, por ejemplo, analizó estadísti- aumentan en conjunto el riesgo de violencia en la
camente los datos etnográficos codificados de 90 pareja (55). Aunque estas hipótesis parecen razona-
sociedades para examinar las modalidades culturales bles, hay que demostrarlas con pruebas sólidas.
de maltrato físico de la esposa, explorando los facto-
res que distinguen sistemáticamente las socieda- Las consecuencias de la violencia
des donde golpear a la esposa es común de aquellas en la pareja
donde la práctica es rara o no existe (74). El análisis Las consecuencias del maltrato son profundas, y van
de Levinson indica que el maltrato físico de la espo- más allá de la salud y la felicidad de los individuos
sa ocurre más a menudo en las sociedades en las cua- para afectar al bienestar de toda la comunidad. Vivir
les los hombres tienen poder económico y de toma en una relación violenta afecta al sentido de autoes-
de decisiones en el hogar, donde las mujeres no tie- tima de una mujer y a su capacidad de participar en
nen acceso fácil al divorcio y donde los adultos el mundo. Diversos estudios han revelado que las
110 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
el antecedente de maltrato físico o sexual (98, 125– Aunque la violencia masculina en la pareja no
127). Las mujeres que han sido maltratadas también afecta uniformemente a la probabilidad general de
experimentan una mengua del funcionamiento fí- que una mujer esté empleada, sí parece influir en
sico, más síntomas físicos y permanecen mayor nú- sus ingresos y en su capacidad de conservar un tra-
mero de días en cama por comparación con las no bajo (139, 142, 143). En un estudio efectuado en
maltratadas (97, 98, 101, 124, 125, 128). Chicago (Estados Unidos), se encontró que las
mujeres con antecedentes de haber sido víctimas
Salud mental de la violencia en la pareja solían haber experi-
Las mujeres maltratadas por su pareja padecen más mentado períodos de desempleo, haber cambiado
depresión, ansiedad y fobias que las no maltrata- con mayor frecuencia de trabajo y haber sufrido
das, según estudios realizados en Australia, Estados más problemas de salud físicos y mentales que po-
Unidos, Nicaragua y Pakistán (129–132). De modo dían afectar a su desempeño laboral. También per-
parecido, las investigaciones indican que las muje- cibían ingresos inferiores y mostraban una tenden-
res maltratadas por su pareja presentan mayor riesgo cia significativamente mayor a recibir asistencia
de suicidio e intentos de suicidio (25, 49, 133–136). social del Estado que las mujeres que no informa-
ron el antecedente de violencia por la pareja (143).
Uso de los servicios de salud De igual manera, en un estudio realizado en Mana-
Dados los efrectos a largo plazo de la violencia en la gua (Nicaragua) las mujeres maltratadas ganaban 46%
salud de las mujeres, aquellas que han sido maltra- menos que las mujeres que no informaron sufrir
tadas tienen mayores probabilidades de ser usua- maltrato, incluso después de controlar otros factores
rias a largo plazo de los servicios de salud, lo que que podrían influir en los ingresos (139).
acrecienta los costos de la asistencia sanitaria. Estu-
dios realizados en los Estados Unidos, Nicaragua y Repercusiones en los hijos
Zimbabwe indican que las mujeres que han sufri- Los hijos a menudo están presentes durante los al-
do agresión física o sexual, ya sea en la niñez o en la tercados domésticos. En un estudio hecho en Ir-
edad adulta, usan los servicios de salud con más landa (62), 64% de las mujeres maltratadas dijeron
frecuencia que las mujeres no maltratadas (98, 100, que sus hijos presenciaban habitualmente la vio-
137–140). Por término medio, las víctimas de mal- lencia; lo mismo declararon 50% de las mujeres
trato presentan más operaciones quirúrgicas, visi- maltratadas en Monterrey (México) (11).
tas médicas, estancias hospitalarias, visitas a farma- Los hijos que presencian la violencia matrimo-
cias y consultas de salud mental a lo largo de sus nial presentan mayor riesgo de sufrir una amplia
vidas que las no maltratadas, aun después de tener gama de problemas emocionales y de conducta,
en cuenta los posibles factores de confusión. entre ellos ansiedad, depresión, mal rendimiento
escolar, poca autoestima, desobediencia, pesadillas
Repercusiones económicas de la violencia y quejas sobre la salud física (9, 144–146). En efec-
Además de sus costos humanos, la violencia impo- to, estudios realizados en los Estados Unidos y el
ne una carga económica enorme a las sociedades Canadá indican que los hijos que presencian
desde el punto de vista de la productividad perdi- episodios violentos entre sus padres presentan con
da y el mayor uso de los servicios sociales. Entre las frecuencia muchos de los mismos trastornos
mujeres que tomaron parte en una encuesta en Nag- conductuales y psicológicos de los niños que son
pur (India), por ejemplo, 13% tuvieron que re- maltratados directamente (145, 147).
nunciar al trabajo remunerado debido al maltrato, Datos recientes indican que la violencia tam-
luego de perder un promedio de siete días labora- bién puede afectar directa o indirectamente a la
les por incidente, y 11% no habían podido realizar mortalidad en la niñez (148, 149). Un grupo de
las tareas domésticas debido a un incidente de vio- investigadores de León (Nicaragua) encontró que,
lencia (141). después de controlar otros factores de confusión
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 113
posibles, los hijos de mujeres que habían sido mal- A pesar de más de 20 años de activismo en el
tratadas física y sexualmente por su pareja presen- campo de la violencia contra la mujer, es notable
taban seis veces más probabilidades de morir antes que tan pocas intervenciones se hayan evaluado
de los 5 años de edad que los hijos de mujeres que rigurosamente. En efecto, el examen reciente de
no habían sido maltratadas. El maltrato infligido los programas para la prevención de la violencia
por la pareja representó hasta un tercio de las muer- familiar en los Estados Unidos efectuado por el Con-
tes entre los niños de esa región (149). En otro sejo Nacional de Investigación encontró solo 34
estudio que se hizo en los estados indios de Tamil estudios que habían intentado evaluar las inter-
Nadu y Uttar Pradesh, se encontró que las mujeres venciones relacionadas con el maltrato infligido
que habían sido golpeadas mostraban una tenden- por la pareja. De ellos, 19 centraron su atención en
cia significativamente mayor que las mujeres no la aplicación de la ley, lo cual refleja la marcada in-
maltratadas a haber presentado mortalidad infantil clinación de los funcionarios gubernamentales por
o pérdida del embarazo (aborto provocado, aborto recurrir al sistema penal para hacer frente a la vio-
espontáneo o mortinato), aun después de contro- lencia (150). La investigación sobre intervenciones
lar factores predictivos bien establecidos de mor- en los países en desarrollo es aún más limitada. Solo
talidad en la niñez, como la edad de la mujer, el hay un puñado de estudios que hayan intentado
nivel educativo y el número de embarazos anterio- examinar críticamente las intervenciones actuales.
res que acabaron en un nacido vivo (148). Entre ellos cabe mencionar un examen de los pro-
gramas sobre la violencia contra la mujer en cuatro
¿Qué se puede hacer para estados de la India. Además, el Fondo de Desarrollo
prevenir la violencia en la de las Naciones Unidas para la Mujer examinó siete
relación de pareja? proyectos puestos en práctica en cinco regiones
La mayor parte de las investigaciones efectuadas hasta con el financiamiento del fondo fiduciario en apo-
la fecha sobre la violencia por la pareja han sido yo de las medidas para eliminar la violencia contra
encabezadas por organizaciones de mujeres, con la mujer, con la intención de difundir las enseñan-
financiamiento y asistencia ocasional de los go- zas extraídas de esos proyectos (151).
biernos. En los sitios donde los gobiernos han to-
mado parte —como en Australia, América Latina, Apoyo a las víctimas
Estados Unidos, Canadá y partes de Europa—, ha En el mundo desarrollado, los centros para ayuda
sido en general como respuesta a exigencias de la de mujeres en crisis y los albergues para mujeres
sociedad civil en favor de una acción constructiva. golpeadas han sido la piedra angular de los progra-
La primera ola de actividad generalmente ha in- mas de ayuda a las víctimas de la violencia domésti-
cluido elementos de reforma jurídica, adiestramien- ca. En 1995, había alrededor de 1 800 programas
to policial y establecimiento de servicios especia- de esta clase en los Estados Unidos, 1 200 de los
lizados para las víctimas. Docenas de países han cuales proporcionaban albergue de urgencia ade-
promulgado leyes sobre la violencia doméstica, más de apoyo emocional, legal y material a las mu-
aunque muchos funcionarios aún no conocen las jeres y sus hijos (152). Estos centros generalmente
nuevas leyes o son renuentes a aplicarlas. Las perso- facilitaban el contacto con grupos de apoyo y orien-
nas que forman parte del sistema (en la policía o el tación psicosocial individual, capacitación laboral,
aparato judicial, por ejemplo) comparten con fre- programas para los niños, ayuda para tratar con los
cuencia los mismos prejuicios que predominan en servicios sociales y con los asuntos legales, y re-
la sociedad en su conjunto. La experiencia ha de- misiones para el tratamiento del abuso de drogas y
mostrado reiteradamente que, si no se despliegan alcohol. La mayoría de los albergues y centros de cri-
esfuerzos incesantes para cambiar la cultura y las sis en Europa y los Estados Unidos fueron estableci-
prácticas institucionales, la mayoría de las reformas dos originalmente por activistas defensores de los
legales y normativas surten poco efecto. derechos de las mujeres, aunque en la actualidad
114 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
muchos son administrados por profesionales y re- que la violencia es un asunto privado, familiar. Ade-
ciben financiamiento del gobierno. más de introducir leyes nuevas o ampliar las exis-
Desde principios de los años ochenta, en mu- tentes, en algunos países desarrollados se han
chos países en desarrollo también han surgido al- realizado experimentos para respaldar la legislación
bergues y centros de crisis para las mujeres. En la creando tribunales especiales de violencia domés-
mayoría de los países hay al menos algunas organi- tica, capacitando a la policía, los funcionarios del
zaciones no gubernamentales que ofrecen servi- tribunal y los abogados litigantes, y proporcionan-
cios especializados a las víctimas del maltrato y do asesores especiales que ayuden a las mujeres a
hacen campaña en su nombre. Algunos países cuen- tratar con el sistema penal. Aunque la evaluación
tan con centenares de organizaciones de este tipo. rigurosa de estas medidas ha sido escasa hasta hoy,
Sin embargo, el mantenimiento de los albergues es la revisión reciente de las intervenciones contra la
costoso, y muchos países en desarrollo han evitado violencia familiar realizada por la Academia Nacio-
este modelo estableciendo en su lugar líneas tele- nal de Ciencias de los Estados Unidos concluye:
fónicas de asistencia urgente o centros de crisis no “Las pruebas anecdóticas indican que las unidades
residenciales que proporcionan algunos de los mis- especializadas y las reformas integrales en los de-
mos servicios ofrecidos por los residenciales. partamentos de policía, las fiscalías y los tribunales
Donde no es posible organizar un albergue for- especializados han mejorado la experiencia de los
mal, las mujeres suelen encontrar otras maneras de niños y mujeres maltratados” (150).
tratar las urgencias relacionadas con el maltrato Se están llevando a cabo experimentos similares
doméstico. Un método consiste en establecer una en otros sitios. En la India, por ejemplo, los gobier-
red informal de “hogares seguros”, por medio de la nos estatales han establecido células de ayuda legal,
cual las mujeres en dificultades pueden encontrar tribunales familiares, lok adalat (tribunales del pue-
albergue temporal en la casa de algún vecino. Algu- blo) y mahilla lok adalat (tribunales de mujeres). En
nas comunidades han designado sus lugares de cul- una evaluación reciente se señala que estos órga-
to —templos o iglesias, por ejemplo— como nos son sobre todo mecanismos conciliatorios, que
refugio donde las mujeres pueden pasar la noche dependen en forma exclusiva de la mediación y
con sus hijos para escapar de un compañero borra- orientación para promover la reconciliación fami-
cho o violento. liar. Sin embargo, se ha señalado que estas institu-
ciones no son satisfactorias ni siquiera como
Recursos jurídicos y reformas legislativas mecanismos conciliatorios y que los mediadores
Penalización del maltrato tienden a colocar el bienestar de las mujeres por
En los años ochenta y noventa se produjo una ver- debajo del interés del Estado por mantener unidas
dadera oleada de reformas legales en relación con a las familias (155).
el maltrato físico y sexual infligido por la pareja
(153, 154). En los 10 últimos años, por ejemplo, 24 Leyes y normas sobre el arresto
países de América Latina y el Caribe han promulga- Después de los servicios de apoyo a las víctimas, las
do leyes específicas sobre la violencia doméstica iniciativas para reformar la práctica policial son el
(154). Las reformas más comunes incluyen la pena- tipo más común de intervención contra la violen-
lización del maltrato físico, sexual y psíquico por cia doméstica. En un principio, lo que se pretendía
parte de la pareja, ya sea mediante leyes nuevas so- era adiestrar a la policía, pero cuando esta sola me-
bre violencia doméstica o por la modificación de dida resultó en gran parte ineficaz para cambiar el
los códigos penales existentes. comportamiento policial, los esfuerzos se encami-
El mensaje que transmite tal legislación es que la naron a buscar leyes que prescribieran el arresto
violencia por la pareja es un delito y no será tolera- obligatorio en los casos de violencia doméstica y
da por la sociedad. Sacarla a relucir públicamente es normas que obligaran a los oficiales de policía a
también una manera de echar por tierra la idea de intervenir de manera más activa.
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 115
la suposición de que las mujeres policías son más a ellos, nunca se anotan (178). Una evaluación del
solidarias con las víctimas no siempre ha resultado Programa de Prevención de la Violencia en el Rei-
verdad, y en algunos lugares la creación de unida- no Unido, por ejemplo, indicó que 65% de los
des policiales especializadas en los delitos cometi- hombres no se presentaron a la primera sesión, 33%
dos contra las mujeres ha facilitado que el resto de asistieron a menos de seis sesiones y solo 33% con-
la fuerza policial se desentienda de las quejas de tinuaron en la segunda etapa (179).
estas últimas. En un examen que se llevó a cabo de Una evaluación reciente de los programas reali-
las comisarías de policía atendidas exclusivamente zados en cuatro ciudades estadounidenses reveló
por mujeres en la India, se observó que “las muje- que la mayoría de las mujeres maltratadas se sintie-
res víctimas se ven obligadas a viajar grandes dis- ron “mejor “ y “seguras” después de que su compa-
tancias para presentar su denuncia en dichas ñero se había sometido a tratamiento (177). No
comisarías, y no se les puede asegurar protección obstante, en este estudio se encontró que al cabo
policial rápida en su vecindario”. Para que esta es- de 30 meses casi la mitad de los hombres habían
trategia sea viable se debe acompañar de programas recurrido a la violencia una vez y 23% habían sido
de capacitación para aumentar la sensibilidad de reiteradamente violentos y siguieron provocando
las mujeres policías, incentivos para promover ese graves lesiones; por el contrario, 21% de los hom-
tipo de trabajo y prestación de una variedad mayor bres no infligieron maltrato físico ni verbal. En to-
de servicios (155, 168, 170). tal, 60% de las parejas se separaron y 24% ya no
estaban en contacto.
Tratamiento de los hombres que maltratan Según un examen internacional efectuado re-
a su pareja cientemente por investigadores de la Universidad
Los programas de tratamiento para los hombres que del Norte de Londres (179), las evaluaciones indi-
maltratan a su pareja son una innovación que se ha can conjuntamente que los programas de tratamien-
difundido de los Estados Unidos a Australia, Cana- to funcionan mejor si:
dá, Europa y varios países en desarrollo (173–175). – se aplican por períodos más bien largos y no
En la mayoría de los programas se usa el método de cortos;
grupos para tratar los roles de género y enseñar ap- – cambian las actitudes de los hombres en grado
titudes, entre ellas cómo hacer frente al estrés y la suficiente como para que hablen de su compor-
ira, cómo asumir la responsabilidad de sus propios tamiento;
actos y cómo expresar los sentimientos a los demás. – sostienen la participación en el programa;
En años recientes, las tentativas para evaluar es- – trabajan en combinación con el sistema penal,
tos programas han tropezado con obstáculos a cau- que interviene estrictamente cuando no se
sa de las dificultades metodológicas que siguen cumple con las condiciones del programa.
planteando problemas a la hora de interpretar los En Pittsburgh, Pensilvania, la tasa de inasistencia
resultados. Investigaciones realizadas en los Estados descendió de 36% a 6% entre 1994 y 1997, cuan-
Unidos indican que la mayoría de los hombres (en- do el sistema de justicia empezó a expedir órdenes
tre 53% y 85%) que finalizan programas de trata- de arresto en contra de los hombres que no com-
miento dejan de ser físicamente violentos hasta por parecían a la entrevista inicial del programa (179).
dos años, y las tasas son menores conforme aumen-
ta el período de seguimiento (176, 177). Estas tasas Intervenciones de los servicios de salud
de éxito, sin embargo, deben examinarse tenien- En años recientes, la atención se ha dirigido hacia
do en cuenta la elevada proporción de deserciones la reforma de la respuesta de los prestadores de asis-
que se producen en tales programas; en términos tencia sanitaria a las víctimas del maltrato. La mayo-
generales, entre un tercio y la mitad de los hom- ría de las mujeres establecen contacto con el sistema
bres que se inscriben en estos programas no los de salud en algún momento de sus vidas: por ejem-
finalizan (176), y muchos de los que son remitidos plo, cuando solicitan métodos anticonceptivos, dan
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 117
a luz o buscan atención para sus hijos. Por esta ra- de uno de estos cursos, se encontró que las partici-
zón, los centros de atención de salud son un lugar pantes ya no pensaban que golpear a una mujer
importante para detectar a las mujeres maltratadas, estaba justificado y que la mayoría admitieron que
brindarles apoyo y enviarlas, si fuera necesario, a una mujer podía ser violada por su esposo.
los servicios especializados. Lamentablemente, los La detección activa del maltrato —preguntar a
estudios revelan que en la mayor parte de los países las pacientes sobre posibles antecedentes de agre-
los médicos y las enfermeras rara vez preguntan a sión por parte de la pareja o compañero — en ge-
las mujeres si han sido maltratadas y ni siquiera neral se considera una práctica adecuada en este
buscan signos obvios de violencia (180–186). campo. Sin embargo, mientras que varios estudios
Las intervenciones existentes se han concentra- revelan reiteradamente que las mujeres aceptan de
do en sensibilizar a los prestadores de asistencia buen grado que se les pregunte sobre la violencia
sanitaria, alentar la detección sistemática del mal- desde una posición moralmente neutra (181, 182,
trato y establecer protocolos para el tratamiento 193), no se ha evaluado de manera muy sistemática
adecuado. Una cantidad cada vez mayor de países si la detección del abuso puede mejorar la seguridad
—entre ellos Brasil, Filipinas, Irlanda, Malasia, Mé- de las mujeres o su comportamiento de búsqueda
xico, Nicaragua y Sudáfrica— han iniciado proyec- de servicios de salud y, si lo hace, en qué condicio-
tos piloto para capacitar a los trabajadores de la salud nes (194).
para que puedan identificar el maltrato y darle res-
puesta (187–189). Varios países latinoamericanos Iniciativas comunitarias
también han incorporado normas para abordar la Trabajo de extensión
violencia doméstica en las políticas del sector de la El trabajo de extensión ha sido parte destacada de
salud (190). la respuesta de las organizaciones no gubernamen-
Las investigaciones indican que la introducción tales a la violencia de la pareja. Los agentes de ex-
de cambios en los procedimientos asistenciales tensión — que a menudo son educadores de sus
—tales como estampar un recordatorio para el per- pares— visitan a las víctimas de la violencia en sus
sonal de salud en el expediente de la paciente o hogares y comunidades. Las organizaciones no gu-
incorporar preguntas sobre el maltrato en los for- bernamentales con frecuencia reclutan y adiestran
mularios corrientes de ingreso— surte el máximo a mujeres que anteriormente han sido agredidas
efecto sobre el comportamiento del personal sani- por sus parejas para que brinden apoyo a sus pares.
tario (191, 192). Ha habido proyectos, tanto gubernamentales
También es importante hacer frente a creencias como no gubernamentales, que han empleado a
y actitudes muy arraigadas. En Sudáfrica, el Proyec- “defensores”, es decir, personas que proporcionan
to Agisanang para la Prevención y Capacitación en información y asesoramiento a las mujeres maltra-
materia de Maltrato y su asociado, el Departamento tadas, particularmente para ayudarlas a negociar los
de Desarrollo de Sistemas de Salud de la Universidad aspectos complejos del sistema legal y las prestacio-
de Witwatersrand, han preparado un curso de salud nes de bienestar familiar y otras semejantes a que
reproductiva y género para las enfermeras, que in- tienen derecho. Estas personas centran su atención
cluye un componente importante sobre la violencia en los derechos que asisten a las víctimas de la vio-
doméstica. En las clases, se emplean dichos popula- lencia y llevan a cabo su trabajo en instituciones
res, canciones de boda y la representación de papeles tan diversas como comisarías de policía, fiscalías y
para analizar las ideas que se tienen comúnmente hospitales.
acerca de la violencia y los roles que se espera que Se han evaluado varios programas de extensión.
cumplan los hombres y las mujeres. Después del En el proyecto Domestic Violence Matters [Cues-
ejercicio, hay una discusión sobre la responsabilidad tiones de violencia doméstica] del distrito Isling-
de las enfermeras como profesionales de la salud. ton (Londres), se colocaron defensores civiles en
En el análisis de una encuesta completada después las comisarías locales de policía, con el cometido
118 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
de entrar en contacto con todas las víctimas de la personas tales como el párroco local, el alcalde, los
violencia doméstica en el plazo de las 24 horas si- promotores de salud comunitaria, los magistrados
guientes a su llamada a la policía. Otra iniciativa y los representantes de los grupos de mujeres. El
realizada en Londres, el proyecto Domestic Violen- proyecto de la OPS empezó con un estudio de in-
ce Intervention [Intervención en Violencia Domés- vestigación cualitativa —conocido como la ruta
tica], en Hammersmith y Fulham, combinó un pro- crítica— para examinar lo que sucede a las mujeres
grama de educación para los hombres violentos con en las comunidades rurales cuando buscan ayuda,
intervenciones apropiadas para sus compañeras. Una cuyos resultados se resumen en el recuadro 4.2.
revisión reciente de estos programas encontró que Rara vez se han evaluado este tipo de interven-
el proyecto de Islington había reducido el número ciones comunitarias. Un estudio encontró un au-
de llamadas repetidas a la policía y, se infiere, había mento estadísticamente significativo de la propor-
reducido la reaparición de la violencia doméstica. ción de las llamadas a la policía que daban lugar a
Al mismo tiempo, aumentó el uso de los nuevos arrestos, así como de la proporción de los hombres
servicios por las mujeres, incluidos los albergues, el arrestados que se llevaban a los tribunales, después
asesoramiento legal y los grupos de apoyo. El se- de la implantación de un proyecto de interven-
gundo proyecto logró alcanzar a mayor cantidad de ción comunitaria (196). El estudio también encon-
mujeres de minorías étnicas y profesionales que tró un aumento significativo de la proporción de
otros servicios para víctimas de la violencia domés- los hombres que eran remitidos a orientación obli-
tica (195). gatoria en cada una de las comunidades, aunque
no está claro qué repercusión, si la hubo, tuvieron
Intervenciones comunitarias coordinadas estas medidas en las tasas de maltrato.
Los consejos o foros interinstitucionales de coor- Las evaluaciones cualitativas han señalado que
dinación son un medio cada vez más popular de muchas de estas intervenciones se centran princi-
vigilar y mejorar las respuestas a la violencia mascu- palmente en la coordinación de los refugios y el
lina en la pareja en el ámbito de la comunidad (166). sistema penal, con lo que se descuida la mayor par-
Sus objetivos son: ticipación de las comunidades religiosas, las escue-
– intercambiar información; las, el sistema de salud u otros organismos de
– identificar y abordar los problemas en la pres- servicio social. Un examen reciente de los foros
tación de los servicios; interinstitucionales en el Reino Unido llegó a la
– promover las prácticas adecuadas mediante la conclusión de que aunque los consejos coordina-
capacitación y la elaboración de normas; dores pueden mejorar la calidad de los servicios
– rastrear los casos y llevar a cabo auditorías ins- ofrecidos a las mujeres y los niños, el trabajo inter-
titucionales para evaluar la práctica de diver- institucional puede actuar como una pantalla de
sos organismos; humo que oculta el hecho de que es muy poco lo
– promover la sensibilización de la comunidad que en realidad cambia. El examen indicó que las
y el trabajo de prevención. organizaciones deben determinar criterios firmes
Este tipo de intervenciones, adaptado de pro- para la autoevaluación que aborden la satisfacción
gramas piloto originales realizados en California, de las usuarias y los cambios reales en las normas y
Massachusetts y Minnesota, se ha difundido am- procedimientos (197).
pliamente al resto de los Estados Unidos, así como
a Canadá, el Reino Unido y partes de América Latina. Campañas de prevención
La Organización Panamericana de la Salud (OPS), Las organizaciones de mujeres han usado por mu-
por ejemplo, ha establecido proyectos piloto en cho tiempo las campañas de comunicación, los
16 países latinoamericanos para someter a prueba mensajes a pequeña escala en los medios informati-
esta estrategia en zonas urbanas y rurales. En el ám- vos y otras actividades con el fin de aumentar la con-
bito rural, los consejos coordinadores incluyen a ciencia sobre la violencia por la pareja y el cambio
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 119
RECUADRO 4.2
de comportamiento. Hay indicios de que tales cam- aumentar la conciencia sobre la repercusión de la
pañas llegan a gran cantidad de personas, aunque violencia en las mujeres (198). Valiéndose de lemas
solo unas pocas se han evaluado en cuanto a su como “Quiero vivir sin violencia”, las campañas
eficacia para cambiar las actitudes o el comporta- movilizaron a las comunidades contra el maltrato.
miento. En los años noventa, por ejemplo, una red De igual manera, el Fondo de Desarrollo de las
de grupos de mujeres en Nicaragua montó una cam- Naciones Unidas para la Mujer, junto con varios
paña anual en los medios de comunicación para otros organismos de las Naciones Unidas, ha estado
120 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 4.3
hacia la violencia masculina en la pareja y sus prio- Históricamente, la tendencia de los programas ha
ridades en cuanto a tener en cuenta los intereses sido concentrarse en un solo sector, pero la expe-
de las mujeres durante la planificación y la ejecu- riencia ha demostrado que a menudo ello produce
ción de las intervenciones (205). malos resultados (155).
La seguridad de las mujeres se debe considerar
cuidadosamente al planificar y llevar a la práctica Recomendaciones
las intervenciones. Las que ponen en primer lugar Se ha demostrado que la violencia contra la mujer
la seguridad y la autonomía de las mujeres han re- por su pareja es un problema grave y generalizado
sultado en general más fructíferas. Por ejemplo, se en todo el mundo. Asimismo, cada vez se acopia
han planteado inquietudes acerca de las leyes que más documentación de los efectos perjudiciales de
exigen al personal sanitario que notifique a la po- la violencia en la salud física y mental de las mujeres
licía los presuntos casos de maltrato. Este tipo de y su bienestar general. Las principales recomenda-
intervenciones despojan a las mujeres del control y ciones para la acción son las siguientes:
por lo general han resultado contraproducentes. • Los gobiernos y otros donantes deben ser alen-
Puede ocurrir que pongan la seguridad de una mujer tados a invertir mucho más en investigaciones
en riesgo, con lo cual disminuyen las probabilida- sobre la violencia contra la mujer en la rela-
des de que esta busque atención (206–208). Tales ción de pareja durante el próximo decenio.
leyes también transforman al personal sanitario en • Los programas deben hacer más hincapié en
un brazo del sistema judicial, lo que va en contra habilitar a las familias, los círculos de amigos y
de la protección emocional que el ambiente del los grupos de la comunidad, incluidas las co-
consultorio debe proporcionar (150). munidades religiosas, para que puedan hacer
frente a los problemas de la violencia en la
Cambio de las culturas institucionales relación de pareja.
Por lo común son pocos los cambios duraderos que • Los programas sobre la violencia en la pareja de-
se logran mediante actividades a corto plazo para ben integrarse con otros programas, como los
sensibilizar a los actores institucionales, a menos que que combaten la violencia juvenil, el embarazo
se acompañen de tentativas reales para comprome- en las adolescentes, el abuso de sustancias psico-
ter a toda la institución. La naturaleza del liderazgo activas y otras formas de violencia familiar.
de la organización, la manera en que se evalúa y se • Los programas deben prestar más atención a la
premia el rendimiento, y los sesgos culturales y las prevención primaria de la violencia en la
creencias arraigadas revisten importancia primordial relación de pareja.
en este sentido (209, 210). Cuando se pretende re-
formar la práctica de la atención de salud, la capaci- Investigación sobre la violencia en la
tación por sí sola rara vez ha sido suficiente para relación de pareja
cambiar el comportamiento institucional hacia las La falta de una comprensión teórica clara de las cau-
víctimas de la violencia (211, 212). Aunque la capa- sas de la violencia en la pareja y su relación con
citación puede mejorar el conocimiento y la prácti- otras formas de violencia interpersonal ha frustrado
ca a corto plazo, su efecto va menguando rápidamente las tentativas de montar una respuesta mundial
a menos que se acompañe de cambios instituciona- eficaz. Se necesitan estudios para adelantar el
les en las políticas y el desempeño (211, 213). conocimiento de la violencia en diversos frentes,
entre ellos:
Un enfoque multisectorial • Estudios que examinen la prevalencia, las con-
Diversos sectores, tales como el sistema policial y el secuencias, los factores de riesgo y los factores
de servicios de salud, así como los servicios de apo- protectores de la violencia en la pareja en dis-
yo judicial y social, deben colaborar para afrontar tintos ámbitos culturales, aplicando métodos
los problemas de la violencia masculina en la pareja. normalizados.
CAPÍTULO 4. LA VIOLENCIA EN LA PAREJA • 123
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CAPÍTULO 5
El maltrato
de las personas mayores
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 135
1 000
2025 do a muchas personas de edad avanzada desprovis-
tas de ingresos jubilatorios y de los servicios de
800
salud y bienestar social que proporcionaban los
regímenes comunistas anteriores. Tanto en las eco-
600 nomías de los países en desarrollo como en las de
los países desarrollados, muchas veces la población
400 general se ha visto afectada por problemas deriva-
dos de las desigualdades estructurales, como son
200 los bajos salarios, la elevada tasa de desempleo, las
deficiencias de los servicios de salud, la falta de
0 oportunidades educativas y la discriminación con-
Varones Mujeres Total tra la mujer. Todo ello ha contribuido a que los an-
Fuente: División de Población de las Naciones Unidas, 2002. cianos sean más pobres y vulnerables.
Las personas mayores de los países en desarrollo
todavía corren riesgos significativos de contraer en-
sobre todo a que las tasas de mortalidad materna fermedades transmisibles. Además, a medida que
son mayores y, en los últimos años, también a la aumenta la esperanza de vida, el anciano será vícti-
epidemia de SIDA. ma de las mismas enfermedades prolongadas aso-
Estos cambios demográficos están ocurriendo en ciadas con la vejez, en gran medida incurables y a
los países en desarrollo simultáneamente con el menudo discapacitantes, que actualmente son las
aumento de la movilidad y la modificación de las de mayor prevalencia en los países desarrollados.
estructuras familiares. La industrialización está so- También deberán hacer frente a los problemas am-
cavando modelos muy antiguos de interdependen- bientales y a las posibilidades de violencia en las
cia entre varias generaciones de una misma familia. sociedades en que viven. No obstante, los adelan-
Para las personas mayores, este fenómeno suele aca- tos de las ciencias médicas y del bienestar social
rrear dificultades materiales y emocionales. En mu- permitirán asegurar que muchos ancianos puedan
chos países en desarrollo, la rapidez con que se gozar de períodos de vejez más prolongados y li-
producen los cambios sociales y económicos ha bres de discapacidades. Se podrán evitar ciertas en-
contribuido a debilitar, y a menudo destruir, las fermedades o reducir sus efectos mediante el
redes familiares y comunitarias que en otras épocas perfeccionamiento de las estrategias de atención de
habían servido de apoyo a la generación mayor. La salud. La gran cantidad de personas de edad resul-
pandemia de SIDA también está afectando signifi- tante, con su valiosa reserva de experiencia y co-
cativamente a la vida de las personas mayores. Por nocimientos, será muy beneficiosa para la sociedad.
ejemplo, en numerosas regiones del África sub-
sahariana, muchísimos niños están quedando huér- ¿Cómo se define el maltrato de
fanos porque sus padres mueren por causa de esa las personas mayores?
enfermedad. Los ancianos, que habían contado con En general, se conviene en que el maltrato de las
el apoyo de sus hijos durante la vejez, se encuentran personas mayores se puede cometer tanto por ac-
con que son ellos mismos los principales proveedo- ción como por omisión (en ese caso, por lo común
res de cuidados y que no contarán con una familia se denomina “descuido”), y que puede ser inten-
que los ayude en el futuro. cional o no. Además, puede ser de carácter físico o
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 137
psíquico (este último incluye las agresiones emo- cumplirla. Esto puede entrañar o no la tenta-
cionales o verbales), o puede entrañar abuso econó- tiva, consciente e intencional, de causar sufri-
mico u otros perjuicios materiales. Cualquiera que miento físico o emocional a la persona mayor.
sea el tipo de maltrato, es indudable que el anciano En esta definición han influido en gran medida
será víctima de sufrimientos innecesarios, de lesio- las investigaciones realizadas en Canadá, Estados
nes o dolor, pérdida o violación de sus derechos Unidos y el Reino Unido. Los estudios llevados a
humanos y deterioro de su calidad de vida (4). La cabo en China (la RAE de Hong Kong), Finlandia,
calificación de una conducta como maltrato, des- Grecia, India, Irlanda, Israel, Noruega, Polonia y Sud-
cuido o explotación dependerá, probablemente, de áfrica han abordado el tema con enfoques bien di-
la frecuencia con que se produzcan, su duración, ferenciados (8). Por ejemplo, los investigadores
gravedad y consecuencias, y, sobre todo, del contex- noruegos identificaron el maltrato con un “triángu-
to cultural. Por ejemplo, entre los navajos de los Esta- lo de violencia” que incluye a una víctima, un agre-
dos Unidos, el hecho de que los ancianos de la tribu sor y otras personas que, en forma directa o indirecta,
compartieran sus bienes materiales con los miem- observan a los protagonistas principales. En países
bros de la familia había sido calificado por un inves- como China, que hacen hincapié en la armonía y
tigador ajeno a dicha cultura como explotación respeto sociales, descuidar a una persona mayor se
económica por parte de esos parientes. Sin embar- considera como maltrato. El hecho de que los miem-
go, los ancianos en cuestión lo consideraban como bros de la familia no cumplan con sus obligaciones,
un deber cultural, e incluso un verdadero privilegio derivadas de la relación de parentesco, de propor-
(5). En otras tribus indígenas de los Estados Unidos cionar a la persona mayor alimentos y vivienda, tam-
el maltrato de los ancianos se consideraba como un bién se considera como descuido.
problema comunitario y no individual (6).
Según la definición de la organización Acción Las sociedades tradicionales
contra el Maltrato de los Ancianos en el Reino Uni-
do (7), adoptada por la Red Internacional para la En el pasado, muchas sociedades tradicionales con-
Prevención del Maltrato de las Personas Mayores, sideraban que la armonía familiar era un elemento
“el maltrato de los ancianos consiste en realizar un importante de las relaciones familiares. Esta vene-
acto único o reiterado o dejar de tomar determina- ración de la familia se veía reforzada por las tradi-
das medidas necesarias, en el contexto de cualquier ciones filosóficas y las políticas públicas. En la
relación en la que existen expectativas de confian- sociedad china, estaba inmersa en un sistema de
za, y que provocan daño o angustia a una persona valores que otorgaba suma importancia a la “devo-
mayor”. Por lo general, el maltrato se clasifica en las ción filial”. No se reconocía el maltrato de los an-
categorías siguientes: cianos y, por cierto, no se lo denunciaba. Estas
• Maltrato físico: causar dolor o lesiones, ejercer tradiciones ejercen su influencia hasta el día de
coerción física o restringir la libertad de movi- hoy. Ciertos estudios realizados en los Estados Uni-
mientos mediante la fuerza o el uso de drogas. dos sobre las actitudes frente al maltrato de las per-
• Maltrato psíquico o emocional: infligir sufri- sonas mayores pusieron de manifiesto que los
miento psíquico. ciudadanos de origen coreano creían que la armo-
• Abuso económico o material: explotar a una nía familiar debía privar por sobre el bienestar in-
persona mayor o hacer uso de sus fondos o dividual y que este criterio se empleaba como
recursos en forma ilícita o indebida. patrón para determinar si una conducta determi-
• Abuso sexual: mantener contacto sexual no nada podía considerarse como un acto de maltrato
consentido de cualquier tipo con una perso- (9). Del mismo modo, las personas de origen japo-
na mayor. nés creían que el “grupo” era primordial y que el
• Descuido: negarse a cumplir con la obliga- bienestar de una persona debía sacrificarse en pos
ción de atender a una persona mayor, o no del bien del grupo (10).
138 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Desplazar a las personas mayores de su posición – la falta de respeto a los ancianos, que se equi-
como jefes del hogar y privarlas de su autonomía en paró con el descuido;
nombre del afecto son normas culturales, aun en los – las acusaciones de brujería;
países en los que la familia es la institución básica y – el maltrato infligido por los sistemas (en los
el sentimiento de deber filial es fuerte (11). Esa “in- dispensarios y en los organismos burocráticos).
fantilización” y sobreprotección pueden hacer que Los grupos de discusión elaboraron las defini-
la persona mayor se sienta aislada, deprimida y des- ciones siguientes (15):
moralizada y suele considerarse como una forma de • Maltrato físico: pegarles y manosearlos violen-
maltrato. En algunas sociedades tradicionales, se aban- tamente.
dona a las viudas ancianas y se les quita los bienes. • Maltrato emocional y verbal: discriminar a los
Los ritos de duelo de las viudas en ciertos lugares de ancianos por motivos de edad, insultarlos y
África y la India incluyen prácticas que en otras par- usar palabras hirientes, denigrarlos, intimidar-
tes del mundo se considerarían crueles, como la vio- los, formular acusaciones falsas, causarles do-
lencia sexual, el levirato (la costumbre de obligar al lor psíquico y sufrimiento.
hermano de un hombre que murió sin hijos a casar- • Abuso económico: extorsionar a los ancianos
se con la viuda) y la expulsión del hogar (12). En y controlar el dinero de la pensión, robarles
algunos lugares, las acusaciones de brujería, muchas los bienes y explotarlos, obligándolos a aten-
veces vinculadas con situaciones difíciles de expli- der a los nietos.
car ocurridas en la comunidad local, tales como una • Abuso sexual: el incesto, la violación y otros
muerte o la pérdida de la cosecha, recaen en las mu- tipos de coacción sexual.
jeres mayores y solas (13). En el África subsahariana, • Descuido: perder el respeto por los ancianos,
esas acusaciones han obligado a muchas mujeres negarles el afecto y desentenderse de su bien-
mayores a abandonar su hogar y su comunidad para estar.
vivir en condiciones de pobreza en las zonas urba- • Acusaciones de brujería: estigmatizar a los an-
nas. En la República Unida de Tanzanía se estima que cianos y excluirlos de la comunidad.
unas 500 mujeres mayores son asecinadas cada año • Maltrato infligido por los sistemas: deshuma-
acusadas de brujería (14). Estos actos de violencia se nizar el trato a los ancianos en los dispensarios
han convertido en costumbres muy arraigadas en la y en las oficinas de los servicios de pensión, y
sociedad, que quizá no las considere como “maltra- hacerlos objeto de marginación por parte del
to de los ancianos” (recuadro 5.1). gobierno.
En un taller sobre el maltrato de los ancianos Estas definiciones, propuestas por los participan-
celebrado en Sudáfrica en 1992 se estableció una tes y clasificadas por los investigadores, fueron el
distinción entre vejación (que incluye el maltrato resultado de un primer intento realizado en Sud-
verbal, el descuido pasivo y activo, la explotación áfrica por obtener información sobre el maltrato de
económica y el exceso de medicación) y maltrato los ancianos recurriendo directamente a ellos. Tam-
(que incluye la violencia física, psíquica y sexual y bién son la primera tentativa de clasificar el maltrato
el robo) (8). Desde entonces, se han realizado re- de los ancianos en un país en desarrollo, fundándo-
uniones de grupos de discusión con los ancianos se en el modelo occidental pero incorporando los
de tres municipios de Sudáfrica, tradicionalmente elementos propios de la población indígena.
“negros”, con el objeto de determinar el nivel de
La magnitud del problema
conocimiento y de comprensión del fenómeno del
maltrato de los ancianos en esas comunidades. Ade- En el ámbito doméstico
más del típico esquema occidental, que compren- Como la mayoría de los países en desarrollo solo
de el maltrato físico, verbal y económico, el abuso han tomado conciencia de este problema en los
sexual y el descuido, los participantes quisieron últimos años, para obtener información sobre la fre-
agregar a la definición: cuencia del maltrato de ancianos ha sido necesario
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 139
RECUADRO 5.1
radica en las diferencias temporales. Los estudios la mayoría de los países africanos se encuentran an-
realizados en Canadá, Estados Unidos y los Países cianos en los pabellones de los hospitales de inter-
Bajos hacen referencia al “año anterior”. El estudio nación prolongada, en los hogares para indigentes
de Finlandia investigó los malos tratos a partir de la y discapacitados y, en algunos países subsaharianos,
“edad de la jubilación”, mientras que en el estudio en los “campos de brujas”. Los cambios sociales,
de Gran Bretaña se examinaron los casos de “los económicos y culturales que se están produciendo
últimos años”. En la primera serie de estudios (Ca- en algunas de las sociedades en desarrollo harán
nadá, Estados Unidos y los Países Bajos) no se en- que las familias no tengan las mismas posibilidades
contró ninguna diferencia significativa en las tasas de cuidar a sus miembros más vulnerables y, por
de prevalencia de maltrato, desglosadas por edad o tanto, presagian mayor demanda de asistencia ins-
por sexo. En el estudio de Finlandia se comprobó titucional. En China, la expectativa de asistencia
que había mayor proporción de víctimas femeni- institucional para las personas mayores se está con-
nas (7,0%) que masculinas (2,5%), mientras que virtiendo en norma. En Taiwán (China), la asisten-
en el estudio británico no se hizo ningún desglose cia institucional de los ancianos ha superado
por edad o sexo. Debido a las diferencias metodo- rápidamente a la atención familiar (AY Kwan, datos
lógicas de las cinco encuestas y al número relati- inéditos, 2000).
vamente pequeño de víctimas, no se justifica un En América Latina, las tasas de internamiento en
análisis comparativo más exhaustivo. hogares de ancianos varían entre 1% y 4%. El cui-
En una encuesta reciente sobre la violencia do- dado de las personas mayores en instituciones es-
méstica en el Canadá se determinó que en los cinco pecializadas ya no se considera inadmisible, sino
años anteriores 7% de las personas mayores habían que las familias lo ven como una opción posible.
experimentado alguna forma de maltrato emocio- Los asilos patrocinados por el Estado, enormes ins-
nal, 1% habían sido víctimas de abuso económico y tituciones semejantes a los antiguos asilos de po-
1% habían sufrido maltrato físico o agresiones sexua- bres de Inglaterra se han transformado en estable-
les a manos de los niños, las personas que las aten- cimientos más pequeños, con personal profesional
dían o el cónyuge (21). Los hombres (9%) tienen multidisciplinario. Otros hogares están a cargo de
mayores probabilidades de denunciar maltrato emo- las comunidades religiosas creadas por los inmi-
cional o económico que las mujeres (6%). Como las grantes. No se dispone de cifras correspondientes a
preguntas y el marco temporal de la encuesta eran las tasas de reclusión de los ancianos en los países
distintos a los del estudio anterior llevado a cabo en del ex bloque de Europa oriental porque las auto-
el Canadá, los resultados de ambos no son compara- ridades de entonces no permitían que se publicara
bles. En el primer estudio mencionado, la propor- ese tipo de información.
ción de maltrato emocional era mucho más baja A pesar de que existe una vasta bibliografía so-
(1,4%) y la tasa de maltrato económico más elevada bre la calidad de la atención en las instituciones, y
(2,5%) (17). que los casos de maltrato de ancianos han sido bien
documentados en los informes de investigaciones
En los ámbitos institucionales gubernamentales, en los estudios etnográficos y las
Hace un cuarto de siglo, la proporción de ancianos historias personales no hay datos nacionales sobre
que vivían en instituciones en los países desarro- la prevalencia o la incidencia del maltrato sino solo
llados había llegado a 9% (22). Desde entonces, los datos locales de estudios en pequeña escala. Una
criterios se han modificado y se hace mas hincapié encuesta realizada al personal de un hogar de an-
en la atención comunitaria y en el uso de ámbitos cianos en un estado de los Estados Unidos permi-
residenciales menos restrictivos. Las tasas actuales tió comprobar que 36% del personal de enfermería
de uso de los hogares de ancianos oscilan entre 4% y de servicios generales declaró que en el curso del
y 7% en los países como Canadá (6,8%), Estados último año había presenciado al menos un inciden-
Unidos (4%), Israel (4,4%) y Sudáfrica (4,5%). En te de maltrato físico contra un residente cometido
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 141
por otro miembro del personal, mientras que 10% Factores individuales
admitió haber cometido al menos un acto de mal- Los primeros investigadores en este campo le resta-
trato físico. Asimismo, 81% de la muestra había ron importancia a los trastornos de la personalidad,
observado al menos un incidente de maltrato psí- en tanto agentes causales de la violencia domésti-
quico contra un residente durante el año anterior ca, para dar mayor relevancia a los factores sociales y
y 40% reconoció también haber cometido actos culturales (27). No obstante, más recientemente las
de ese tipo (23). Los resultados indican que proba- investigaciones sobre la violencia familiar han de-
blemente el maltrato de los residentes de edad avan- mostrado que quienes ejercen violencia física es
zada en las instituciones sea un fenómeno aún más más probable que tengan trastornos de personali-
generalizado de lo que se cree. dad y problemas asociados con el abuso del alcohol
Las tasas probables de maltrato de los ancianos, que la población general (28). Del mismo modo,
tanto en los ámbitos comunitarios como institu- los estudios limitados a la violencia contra los an-
cionales, quizá sean mayores de lo que permiten cianos en el ámbito doméstico han comprobado
inferir las estadísticas generales recopiladas por los que quienes la infligen tienen más probabilidades
países sobre los actos de violencia. Algunas de las de padecer problemas de salud mental y de abuso
discrepancias se deben a que el maltrato de los an- de sustancias que los miembros de la familia de los
cianos no había sido reconocido como tal hasta los ancianos u otros cuidadores, que no son violentos
años setenta. Las defunciones de las personas ma- o propensos a maltratar a los demás (29-31).
yores, tanto en los ámbitos institucionales como En los primeros estudios también se estableció
en la comunidad, se atribuían muchas veces a cau- que las deficiencias cognoscitivas y físicas de las
sas naturales, accidentes o motivos indetermina- personas mayores maltratadas estaban asociadas es-
dos, cuando en realidad habían sido consecuencia trechamente con los factores de riesgo de maltrato.
del maltrato o el descuido. Sin embargo, un estudio posterior sobre diversos
casos realizado por un organismo de servicios so-
¿Cuáles son los factores de riesgo ciales puso de manifiesto que los ancianos que ha-
en el maltrato de las personas bían sido maltratados no eran más débiles que sus
mayores? pares no maltratados y que el maltrato podía ser
La mayoría de las investigaciones iniciales sobre el aun menor, especialmente en los casos de maltrato
maltrato de los ancianos se limitaban a estudiar el físico y verbal (32). En otros estudios, una compa-
tema en el ámbito doméstico y se llevaron a cabo ración de cohortes de pacientes con enfermedad
en los países desarrollados. Para tratar de explicar el de Alzheimer permitió inferir que el grado de de-
maltrato de los ancianos, los investigadores exami- ficiencia no era un factor de riesgo de maltrato (33,
naron la bibliografía especializada en psicología, 34). Sin embargo, entre los casos de maltrato de-
sociología y gerontología y en el estudio de la vio- nunciados a las autoridades, la mayor proporción
lencia doméstica. Para poder tener en cuenta la com- generalmente correspondía a las personas muy an-
plejidad de este tema y los diversos factores asocia- cianas y más disminuidas.
dos con él, los investigadores han recurrido al Algunos investigadores han postulado que el gé-
modelo ecológico, que se aplicó por primera vez nero puede ser un factor determinante del maltrato
en el estudio del maltrato y el descuido de los me- de ancianos, porque es posible que las mujeres ma-
nores (24), y más recientemente en la del maltrato yores hayan sido objeto de opresión y hayan estado
de los ancianos (25, 26). Este modelo permite con- en situación de desventaja económica durante toda
siderar las interacciones que se producen entre va- su vida (35). Sin embargo, como parecen indicar los
rios sistemas. Como se indica en el capítulo 1, el estudios comunitarios de prevalencia, el nivel de
modelo consiste en una jerarquía de cuatro niveles riesgo de maltrato de los ancianos por parte de sus
superpuestos: el individual, el relacional, el comu- cónyuges, hijos adultos y otros familiares es aproxi-
nitario y el social. madamente el mismo que el de las ancianas (16, 17).
142 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Aunque en un estudio de prevalencia del mal- la atención y quien la brinda, las conductas pertur-
trato de las personas mayores realizado en los Esta- badoras y la agresión por parte del receptor de la
dos Unidos los ingresos de estas no resultaron un atención y la depresión del cuidador (42).
elemento significativo, las dificultades económi- Ciertas condiciones de vida, en especial el haci-
cas del agresor parecían ser un factor de riesgo im- namiento y la falta de privacidad, han sido asociadas
portante. A veces este fenómeno tenía relación con con los conflictos familiares. Aunque el maltrato pue-
un problema de abuso de sustancias de un hijo adul- de producirse cuando la persona que lo inflige y la
to, que lo llevaba a extorsionar a la persona mayor, que lo sufre viven separados, este último corre más
por ejemplo, quitándole el cheque de la jubila- riesgo cuando ambos viven bajo el mismo techo.
ción. El resentimiento de los miembros de la fami- En las primeras teorías sobre este tema también
lia por los gastos que entraña la atención de la se intentó establecer si existía una relación entre la
persona mayor también puede haber desempeña- dependencia y el mayor riesgo de maltrato. Inicial-
do un papel en este tipo de maltrato. mente, se hizo hincapié en la relación de depen-
dencia de la víctima con la persona que la cuida o
Factores relacionales el agresor, aunque estudios de casos posteriores per-
En los primeros modelos teóricos, se consideró que mitieron detectar situaciones en que los agresores
el nivel de estrés de quienes cuidan a una persona dependían de la persona mayor; por lo general, hi-
de edad era un factor de riesgo en el que estaba jos adultos que dependen de sus padres ancianos
asociado el maltrato del anciano con la atención de para el alojamiento o el sustento (32). En algunos
un familiar anciano (36, 37). Si bien la mayoría de de estos casos resultó evidente la existencia de una
la gente ve en el maltrato a una víctima depen- “maraña de interdependencias”, esto es, un víncu-
diente y a una persona agobiada que la cuida, hay lo emocional muy fuerte entre la víctima y el agre-
cada vez más datos probatorios de que ninguno de sor, que muchas veces dificultaba la intervención
estos dos factores permite explicar en forma ade- de terceros.
cuada los casos de maltrato. Aunque los investiga-
dores no descartan que el estrés sea uno de los Factores comunitarios y sociales
componentes, ahora suelen tenerlo en cuenta en En casi todos los estudios de los factores de riesgo, el
un contexto más amplio, en el que la calidad de la factor comunitario de aislamiento social resulta sig-
relación en general es un factor causal (30, 34, 38). nificativo en el maltrato de los ancianos (17, 29, 43,
Algunos de los estudios que incluyen variables ta- 44). Como sucede con las mujeres maltratadas, el ais-
les como el estrés del cuidador, la enfermedad de lamiento de las personas de edad puede ser tanto
Alzheimer y el maltrato de los ancianos, indican una causa como una consecuencia del maltrato. Mu-
que el carácter de la relación entre los que brindan chas veces se procede a aislar a las personas de edad
el cuidado y los que lo reciben, antes de que se debido a ciertas deficiencias físicas o mentales. Ade-
produzca el maltrato, puede ser un factor impor- más, la pérdida de amigos y de miembros de la fami-
tante para predecir el maltrato (34, 39, 40). Por con- lia reduce las posibilidades de interacción social.
siguiente, hoy día se cree que el estrés puede ser un Aunque hasta ahora hay pocas pruebas empíri-
factor coadyuvante en los casos de maltrato, pero no cas sólidas, hoy día se considera que los factores
explica por sí mismo este fenómeno. sociales son importantes como factores de riesgo
El trabajo con pacientes afectados de demencia en el maltrato de los ancianos, tanto en los países
ha demostrado que las acciones violentas de quien en desarrollo como en los industrializados. En el
recibe la atención pueden actuar como “factores pasado, generalmente se hacía hincapié en los atri-
desencadenantes” de la violencia correlativa del butos individuales o interpersonales como posi-
cuidador (41). Puede ser que la violencia sea el re- bles factores causales del maltrato de las personas
sultado de la acción recíproca de varios factores, de edad. En la actualidad, se reconoce que las nor-
entre ellos el estrés, la relación entre quien recibe mas culturales y las tradiciones, como los prejuicios
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 143
contra la vejez, el sexismo y la cultura de la violen- riesgo de maltrato de los ancianos. Se ha señalado
cia, también desempeñan un papel subyacente im- que algunos de los factores que han afectado a la
portante. Muchas veces se dice que las personas salud y al bienestar psicosocial del conjunto de la
mayores son frágiles, débiles y dependientes, y por población, en especial de los ancianos, cuya vulne-
ello menos merecedoras que otros grupos de los rabilidad al maltrato se ha agravado en consecuen-
fondos del Estado, e incluso de la atención fami- cia, son los siguientes:
liar, y se las ha considerado como blancos fáciles – la pauperización creciente de segmentos im-
para la explotación. portantes de la sociedad;
En cuanto al África subsahariana en especial, los – el elevado nivel de desempleo;
factores sociales y comunitarios comprenden (12): – la falta de estabilidad y de servicios de seguri-
– los sistemas de descendencia patrilineal y ma- dad social;
trilineal y los derechos de tierras, que deter- – la exteriorización de una actitud agresiva, es-
minan la distribución del poder; pecialmente en los jóvenes.
– la forma en que las sociedades conciben la fun- Con respecto a la sociedad china, se han pro-
ción de las mujeres; puesto varios motivos (45) para explicar el maltra-
– el debilitamiento de los vínculos estrechos en- to de las personas mayores:
tre las generaciones de una misma familia, cau- – la falta de respeto de las generaciones más jó-
sado por la emigración del campo a la ciudad venes;
y la mayor instrucción formal; – las tensiones entre las estructuras familiares
– la pérdida, provocada por la modernización, tradicionales y las nuevas;
de la tradicional función ritual y de arbitraje – la reestructuración de las redes básicas de apo-
familiar de las personas mayores. yo a los ancianos;
Según el estudio de los grupos de discusión rea- – la emigración de las parejas jóvenes a las nue-
lizado en Sudáfrica, gran parte del maltrato, y en vas ciudades, dejando a los padres ancianos en
especial de la violencia doméstica, ocurría como zonas de viviendas cada vez más deterioradas,
resultado de los trastornos sociales, exacerbados por ubicadas en el centro de las ciudades.
el delito, el alcohol y las drogas. En un ejercicio En general, los estudios sobre el maltrato de los
realizado por siete líderes comunitarios varones del ancianos se han centrado en los problemas inter-
campamento de ocupantes ilegales de Tamaho, en personales y familiares. Sin embargo, es más apro-
Katlehong (Sudáfrica), se llegó a las mismas conclu- piado emplear un modelo integrado, que abarque
siones (15). Trazando un vínculo entre la pobreza y las perspectivas individuales, interpersonales, co-
la violencia, describieron la manera en que una vida munitarias y sociales y reduzca en alguna medida el
familiar disfuncional, la carencia de dinero para los sesgo observado en los estudios anteriores. En este
artículos esenciales y la falta de educación y de modelo se toman en cuenta las dificultades con
oportunidades laborales contribuyen a que los jó- que se enfrentan las personas mayores, especial-
venes se dediquen al delito, el tráfico de drogas y mente las mujeres. Muchas veces estas personas vi-
la prostitución. En este tipo de sociedades, las per- ven en condiciones de pobreza, sin poder satisfacer
sonas mayores se consideran como un blanco para las necesidades vitales básicas y sin contar con el
el maltrato y la explotación, pues su vulnerabilidad apoyo de la familia, factores que agravan el riesgo
es el resultado de una situación de pobreza carac- de maltrato, descuido y explotación.
terizada por la carencia de una jubilación y de opor-
tunidades de trabajo, la falta de higiene, la enfer- Consecuencias del maltrato de las
medad y la mala nutrición. personas mayores
Las transformaciones políticas ocurridas en Eu- Para los ancianos, las consecuencias del maltrato
ropa oriental después de la caída del comunismo pueden ser especialmente graves. Se trata de perso-
también han creado condiciones que aumentan el nas físicamente más débiles y más vulnerables que
144 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
los adultos más jóvenes, sus huesos son más que- telefónicamente. La información sobre malos tratos
bradizos y los procesos de convalecencia son más y descuido fue recopilada por asistentes sociales que
prolongados. Incluso una lesión relativamente leve utilizaron los protocolos existentes tras investigar
puede causar daños graves y permanentes. Muchos las denuncias de maltrato, por lo general mediante
ancianos sobreviven con ingresos limitados, de una visita domiciliaria. La base de datos combinada
modo que la pérdida de una suma de dinero, por permitió a los investigadores identificar a los inte-
pequeña que sea, puede tener un impacto signifi- grantes de la muestra que, durante el estudio de
cativo. Posiblemente vivan aislados, solos o atribula- nueve años, habían sido víctimas comprobadas de
dos por alguna enfermedad, y en ese caso están más maltrato físico o descuido. Se calcularon luego las
expuestos a convertirse en blanco de algún fraude. tasas de mortalidad, empezando el primer año de la
encuesta y durante los 12 años posteriores, tanto
En el ámbito doméstico para los que habían sido víctimas de malos tratos o
Se han realizado muy pocos estudios empíricos para descuido como para el resto del grupo. Cuando se
determinar las consecuencias del maltrato, aunque compararon las tasas de mortalidad de ambos gru-
en los estudios clínicos y de casos hay abundante pos, 13 años después de iniciado el estudio, se in-
información sobre las graves dificultades emocio- formó que 40% de las personas que no habían sido
nales de las personas mayores maltratadas. En diver- víctimas de maltrato o descuido aún vivían, mien-
sas investigaciones realizadas en los países desarro- tras que en el otro grupo la proporción era de 9%.
llados se encuentran ciertos datos fidedignos que Después de verificar todos los factores que podían
demuestran que la depresión o las dificultades psi- influir en la mortalidad (como la edad, el sexo, los
cológicas son más frecuentes en los ancianos mal- ingresos, las condiciones funcionales y cognosciti-
tratados que en sus pares no maltratados (31, 46, vas, el diagnóstico y el grado de apoyo social), y al
47). Como las investigaciones mencionadas se hi- no haber encontrado ninguna relación significativa
cieron empleando un diseño transversal, no se pue- con estos otros factores, los investigadores conclu-
de determinar si las condiciones eran preexisten- yeron que el maltrato genera un gran estrés inter-
tes o una consecuencia del maltrato. También se ha personal que puede aumentar el riesgo de muerte.
señalado que existen otros síntomas asociados con
los casos de maltrato, como los sentimientos de im- En los ámbitos institucionales
potencia, alienación, culpa, vergüenza, temor, an- Se ha comprobado que se produce maltrato de las
siedad, negación y el estrés postraumático (48, 49). personas mayores en los establecimientos de aten-
Los participantes en el estudio del grupo de discu- ción permanente (como los hogares de ancianos, los
sión de Sudáfrica también señalaron que se produ- establecimientos de atención residencial, los hospi-
cían efectos emocionales y problemas de salud y, al tales y los centros de atención ambulatoria) de casi
decir de uno de ellos, “se enferma el corazón” (15). todos los países donde existen este tipo de institu-
En una investigación sumamente importante rea- ciones. Son varias las personas que pueden infligir
lizada en New Haven (Estados Unidos), los datos de malos tratos: un miembro del personal asalariado,
un estudio integral anual de salud y bienestar efec- otro residente, un visitante voluntario o los familia-
tuado en una muestra representativa de 2 812 per- res y amigos. Una relación de maltrato o descuido
sonas mayores, todos los años durante nueve años, entre el anciano y la persona que lo atiende en su
se combinaron con la base de datos del organismo hogar no se interrumpe necesariamente cuando aquel
local que se ocupa de los problemas de maltrato de ingresa al sistema de asistencia institucional. A ve-
los adultos (50). La información de la encuesta de ces, el maltrato continúa en el nuevo ámbito.
salud fue registrada por enfermeras que entrevista- Es preciso distinguir entre los actos individuales
ban a las personas mayores en un hospital, el primer de maltrato o descuido en un ámbito institucional y
año para registrar sus datos y luego cada tres años. el maltrato institucional, en el que el régimen pre-
En los años intermedios, los datos se actualizaban dominante en la propia institución es el maltrato o
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 145
descuido. Sin embargo, muchas veces resulta difícil utilizado para ese fin es aprovecharse de la situación
determinar en la práctica si el maltrato o descuido de dependencia de las personas mayores. También se
descubiertos en una institución han sido conse- observó que la falta de personal de dirección capaci-
cuencia de actos individuales o se originan en fa- tado profesionalmente agrava este problema.
llas institucionales, pues en muchos casos ambos se A la luz de los conocimientos actuales, es impo-
superponen. sible saber con qué frecuencia se producen este
La variedad de actos de maltrato y descuido en las tipo de situaciones. En 1997, el gobierno de los
instituciones es considerable (51) y puede estar re- Estados Unidos realizó una encuesta en 15 000
lacionada con cualquiera de los factores siguientes: hogares de ancianos (52) con el objeto de detectar
• La prestación de la atención: por ejemplo, la las deficiencias más importantes. A continuación se
resistencia a los cambios en la medicina geriá- enumeran las 10 más graves, clasificadas en catego-
trica, el deterioro de la atención individual, rías generales:
la alimentación inadecuada y las deficiencias 1. Preparación de alimentos (21,8%).
en la atención de enfermería (por ejemplo la 2. Evaluación integral: una evaluación documen-
falta de cuidado de las úlceras de decúbito). tada de todas las necesidades de atención, en-
• Los problemas del personal: por ejemplo, el tre ellas la atención médica, de enfermería y la
estrés laboral y el agotamiento, el trabajo en atención social (17,3%).
condiciones materiales deficientes, la falta de 3. Planes de atención integrales: generalmente en
capacitación, y los problemas psíquicos. forma de un registro en el que se especifican
• Las dificultades en las interacciones entre el las necesidades de atención cotidiana de un
personal y los residentes: por ejemplo, la falta paciente y se designa a la persona responsable
de comunicación, la agresividad de los resi- de brindarla, así como observaciones sobre su
dentes y las diferencias culturales. evolución y los cambios necesarios (17,1%).
• Las condiciones externas: por ejemplo, la falta 4. Accidentes (16,6%).
de privacidad esencial, el deterioro de los es- 5. Úlceras de decúbito (16,1%).
tablecimientos, el uso de medios de inmovi- 6. Calidad de la atención (14,4%).
lización, la falta de estimulación sensorial 7. Uso de medios de inmovilización (13,3%).
adecuada y la propensión a los accidentes den- 8. Administración interna (13,3%).
tro de la institución. 9. Falta de dignidad (13,2%).
• Las políticas institucionales: por ejemplo, las 10. Prevención de accidentes (11,9%).
que se adoptan para beneficio de la institu- El maltrato y el descuido pueden producirse en
ción dejando a los residentes pocas posibili- muchos tipos de instituciones, aun en las que pare-
dades de elección en lo que respecta a su vida cen prestar una atención de excelente calidad a los
cotidiana, las actitudes burocráticas o de in- pacientes. Una constatación fundamental, resultante
diferencia hacia los internados, la escasez de de un examen de las investigaciones realizadas sobre
personal o su rotación frecuente, el manejo los escándalos ocurridos en la atención institucional,
fraudulento de las pertenencias o el dinero da motivos para creer que un régimen aceptable o
de los pacientes y la inexistencia de un conse- bueno de atención podría transformarse en maltrato
jo de residentes o de un consejo de familiares con relativa facilidad y rapidez, sin que se produjeran
de los residentes. cambios detectables de la situación aparente (53).
Ciertos datos anecdóticos procedentes de la In-
dia parecen indicar que muchas veces el personal ¿Qué se puede hacer para
perpetúa el maltrato institucional mediante la apli- prevenir el maltrato
cación de un sistema regimentado, que no admite de las personas mayores?
cuestionamientos, establecido en nombre de la dis- Los efectos de la violencia física y psicológica sobre
ciplina o de una protección impuesta. Otro recurso la salud de una persona mayor se ven exacerbados
146 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
por el proceso de envejecimiento y las enfermeda- el Comité Nacional para la Prevención del Maltrato
des características de la vejez. Es más difícil para los de los Ancianos, una organización sin fines de lu-
ancianos evadirse de una relación de maltrato o cro creada en 1988, y la Asociación Nacional de
tomar las decisiones apropiadas debido a las defi- Administradores de los Servicios Estatales de Pro-
ciencias físicas y cognoscitivas que generalmente tección de los Ancianos, creada en 1989.
sufren. En algunos lugares, las obligaciones deriva- En Australia y el Canadá, algunas provincias o
das del parentesco y el recurso al círculo familiar estados han establecido sistemas para atender los
ampliado para resolver las dificultades también casos de maltrato de ancianos, pero no se ha elabo-
pueden reducir la capacidad de las personas mayo- rado ninguna política oficial en el plano federal.
res, en especial de las mujeres, para eludir las situa- Nueva Zelandia ha puesto en marcha una serie de
ciones peligrosas. A menudo, el agresor puede ser proyectos piloto en todo el país. Estos tres países
la única compañía con que cuenta la persona mal- tienen grupos nacionales. El Consejo Asesor Nacio-
tratada. Por estas y otras consideraciones, prevenir nal de Nueva Zelandia sobre el Maltrato y el Des-
el maltrato de los ancianos plantea a los profesio- cuido de los Ancianos se creó a comienzos de los
nales un sinnúmero de problemas. En la mayoría de años noventa para elaborar un enfoque nacional
los casos, el mayor dilema es cómo lograr un equi- para las estrategias de atención y protección de las
librio entre el derecho a la autodeterminación de personas de edad avanzada. La Red Australiana de
la persona de más edad y la necesidad de adoptar Prevención del Maltrato de los Ancianos se consti-
las medidas necesarias para poner fin a la situación tuyó en 1998 como centro de contacto e inter-
de maltrato. cambio de información entre quienes trabajan con
adultos mayores víctimas de malos tratos. En 1999,
Respuestas a escala nacional se fundó la Red Canadiense para la Prevención del
Los esfuerzos por impulsar la acción social contra el Maltrato de los Ancianos con objetivos similares:
maltrato de los ancianos en el plano nacional y ela- encontrar formas de elaborar políticas, programas y
borar leyes y otras iniciativas de políticas tienen servicios dirigidos a eliminar el maltrato de los an-
distintos grados de desarrollo en todo el mundo. cianos.
Algunos autores (54, 55) han utilizado el modelo En el Reino Unido, Acción contra el Maltrato de
de Blumer (56) de los problemas sociales para defi- los Ancianos, una organización no gubernamental
nir las diversas etapas del proceso: de nivel nacional, ha contribuido a centrar la aten-
– la aparición de un problema; ción del gobierno en el maltrato de las personas
– la legitimación del problema; mayores, impulsando la elaboración de documen-
– la movilización en favor de la adopción de tos de política por parte del Departamento de Sa-
medidas; lud y la Dirección de Servicios Sociales. Noruega es
– la formulación de un plan oficial; el país escandinavo más avanzado en esta materia y
– la ejecución del plan. ha logrado la aprobación parlamentaria de un pro-
Estados Unidos es el país más avanzado en cuanto yecto de servicios en Oslo y un centro de recursos
a las respuestas en el ámbito nacional, y cuenta con para la información y la investigación sobre la vio-
un sistema plenamente desarrollado de notificación lencia. Este último se ha concretado en gran parte
y tratamiento de los casos de maltrato de ancianos. como resultado de la acción de los activistas contra
Este sistema funciona a nivel estatal y la participa- el maltrato de los ancianos. Otros países europeos,
ción del gobierno federal se limita al apoyo presta- como Alemania, Francia, Italia y Polonia, están en
do al Centro Nacional para la Prevención del Mal- la etapa de “legitimación” del modelo de Blumer.
trato de los Ancianos, que proporciona asistencia Las actividades en favor de la prevención del mal-
técnica y un monto reducido de fondos a los servi- trato de los ancianos en estos países se limitan prin-
cios estatales de prevención del maltrato de los an- cipalmente a la labor individual de los investiga-
cianos. Otros centros nacionales de referencia son dores y a algunos programas locales.
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 147
ha demostrado que en varios países de ingreso bajo Cada vez hay mas interés por proporcionar ser-
o mediano el maltrato de los ancianos también exis- vicios a los ancianos víctimas de malos tratos, apli-
te, se han implantado pocos programas específicos. cando criterios similares a los desarrollados para las
En esos países, los casos de maltrato de ancianos mujeres golpeadas. Los refugios de emergencia y
suelen ser manejados por organismos de servicios los grupos de apoyo especiales para las personas de
sociales gubernamentales o no gubernamentales, edad maltratadas son relativamente nuevos. Cons-
aunque quizás el personal no siempre esté bien tituyen un ámbito donde las víctimas pueden con-
informado sobre el tema. Una excepción es Costa versar sobre sus experiencias, fortalecerse psíqui-
Rica, donde existe un programa nacional muy im- camente para superar sus miedos, sus dudas, el estrés
portante (11). En algunos países no existe ningún y la ansiedad, y mejorar su autoestima. Un ejemplo
servicio social o sistema de atención de salud para de cómo se ha adaptado el modelo de la violencia
abordar el maltrato de los ancianos. doméstica para abordar el problema del maltrato
de las personas mayores es el programa desarrollado
Servicios sociales por la Federación Finlandesa de Hogares y Residen-
En general, los países que prestan servicios a las cias para Madres y Niños, en colaboración con un
personas mayores maltratadas, descuidadas o explo- hogar de ancianos local y el sistema de atención de
tadas lo han hecho por conducto de la red de servi- salud finlandés. Mediante este proyecto se provee
cios sociales y de salud existentes. Muchas veces de camas de urgencia en el hogar de ancianos, una
estos casos suponen problemas médicos, jurídicos, línea telefónica de ayuda que brinda asesoramiento,
éticos, psíquicos, financieros, de fiscalización y am- y la posibilidad de que las víctimas hablen de sus
bientales. Se han elaborado normas y protocolos problemas y asistan a una reunión de grupos de apo-
para ayudar a los asistentes sociales y generalmente yo cada dos semanas. En Alemania, Canadá, Estados
se les proporciona capacitación especial. Lo más Unidos y Japón existen refugios de emergencia de
común es que la atención se planifique con equi- ese tipo.
pos de consultores especializados en una amplia En los países de ingreso bajo, que carecen de la
gama de disciplinas. Estos servicios suelen operar infraestructura de servicios sociales necesaria para
en estrecha colaboración con grupos de trabajo, que aplicar este tipo de programas, pueden establecer-
en la mayoría de los casos representan órganos esta- se proyectos locales para ayudar a las personas ma-
tutarios y organizaciones de voluntarios, privadas yores a planificar los programas y crear sus propios
y de beneficencia que prestan servicios de asesora- servicios, así como para organizar campañas que
miento, imparten capacitación, elaboran modelos promuevan un cambio de conducta. Estas activida-
de legislación e identifican las deficiencias del sis- des también permitirán fortalecer a las personas
tema. Muchas veces, estos servicios cuentan con lí- mayores y mejorar su autoestima. Por ejemplo, en
neas telefónicas de ayuda para recibir denuncias de Guatemala, las personas mayores ciegas que habían
malos tratos (59, 60). Actualmente, hay líneas de sido expulsadas de su hogar por la familia forma-
este tipo en el Reino Unido y en comunidades ron su propio comité, crearon su propia casa refu-
locales de Alemania, Francia y Japón (recuadro 5.2). gio y pusieron en marcha proyectos de artesanías y
Solo los Estados Unidos y varias provincias del Ca- de otro tipo, que generaran ingresos locales para
nadá han creado un sistema para manejar exclusi- ayudar a financiarla (61).
vamente las denuncias de maltrato de adultos. En
estos servicios de protección de las personas adul- Atención de salud
tas (como se los conoce), los asistentes sociales in- En algunos países latinoamericanos y europeos,
vestigan y evalúan los casos, elaboran planes para así como en Australia, los profesionales de la me-
atenderlos en forma adecuada y realizan una tarea dicina han desempeñado un papel protagónico
de supervisión hasta que puedan derivarse a los en la difusión pública del problema del maltrato
organismos de servicios para las personas de edad. de los ancianos. En otros países, como el Canadá y
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 149
RECUADRO 5.2
los Estados Unidos, los médicos han quedado reza- maltrato porque este tipo de situaciones no son
gados muchos años con respecto a los trabajadores parte de su adiestramiento formal o profesional y,
sociales y los profesionales de enfermería. Es poco en consecuencia, no figuran en su lista de diagnós-
común que los hospitales cuenten con programas ticos diferenciales.
de intervención en favor de las personas mayores En las salas de urgencias, también se tiene la im-
maltratadas, y cuando los tienen, generalmente con- presión de que, por lo general, se presta escasa aten-
sisten en equipos de consulta que están en guardia ción a las necesidades especiales de las personas
pasiva por si se denuncia un presunto caso de mal- mayores. Los profesionales de la atención de salud
trato. El personal sanitario puede desempeñar un a menudo se sienten más cómodos tratando a los
papel importante en los programas orientados a de- jóvenes que a los ancianos, y muchas veces prestan
tectar el maltrato. poca atención a las inquietudes de estos últimos.
Si bien cabe suponer que los médicos son quie- Pocos departamentos de urgencia emplean proto-
nes están en mejores condiciones para detectar los colos para detectar y tratar los problemas de maltra-
casos de maltrato, debido en parte a la confianza to de las personas mayores y rara vez intentan
que la mayoría de las personas de edad depositan abordar las cuestiones relacionadas con la salud
en ellos, muchos no son capaces de diagnosticar el mental o los signos conductuales del maltrato de
150 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
CUADRO 5.1
Indicadores de maltrato a las personas mayores
Indicadores relacionados con la persona de edad Indicadores relacionados
con el cuidador
Físicos Conductuales y Sexuales Económicos
emocionales
• Quejas de agresiones • Cambios en los hábitos • Quejas de agresión • Retiros de dinero • El cuidador parece
físicas alimentarios sexual irregulares o atípicos cansado o estresado
• Caídas y lesiones o problemas • Conducta sexual de la persona de edad • El cuidador parece
no explicadas para dormir que no condice con las • Retiros de dinero muy preocupado
• Quemaduras • Actitud de temor, relaciones habituales incompatibles con o indiferente
y hematomas en confusión y la personalidad los medios • El cuidador culpa
lugares sospechosos o resignación anterior de la persona de la persona de edad a la persona de edad
o de tipo sospechoso • Pasividad, retraimiento • Cambios no explicados • Cambio de un por ciertos actos,
• Cortes, marcas en los o mayor depresión en la conducta, como testamento o título como la incontinencia
dedos u otros indicios • Indefensión, la agresividad, de propiedad que deja • El cuidador
de uso de medios desesperanza el retraimiento la vivienda o el dinero se comporta
de inmovilización o ansiedad o la automutilación a “nuevos amigos agresivamente
• Pedido demasiado • Afirmaciones • Quejas frecuentes o parientes” • El cuidador trata
reiterado de recetas contradictorias de dolores • Falta de una propiedad a la persona de edad
de medicamentos u otras ambivalencias abdominales • La persona de edad como a un niño
o poco uso que no son el o hemorragias no puede encontrar o en forma inhumana
de los medicamentos resultado vaginales o anales joyas o efectos • El cuidador tiene
• Desnutrición de la confusión mental inexplicadas personales antecedentes de
o deshidratación sin • Renuencia a conversar • Infecciones genitales • Movimientos abuso de sustancias
una causa que guarde abiertamente recurrentes sospechosos psicotrópicas
relación con • La persona evade el o hematomas en la cuenta o de maltratar a otros
la enfermedad contacto físico con su alrededor de la tarjeta de crédito • El cuidador se niega
• Signos de atención cuidador, no lo mira de las mamas • Falta de comodidades, a que la persona de
inadecuada o de poca a los ojos y evita o en las zonas pese a que la persona edad sea entrevistada
higiene la comunicación verbal genitales de edad podría sola
• Búsqueda de atención • La persona mayor • Prendas íntimas permitírselas • El cuidador se pone
sanitaria con varios es dejada de lado desgarradas, • Problemas de salud a la defensiva cuando
médicos o en centros por los demás manchadas física o mental se le pregunta algo;
de atención de salud o ensangrentadas sin tratamiento puede ser hostil
• El nivel de atención o esquivo
que recibe la persona • El cuidador ha estado
de edad no está atendiendo a la
a la altura de sus persona de edad
ingresos o medios durante
un período prolongado
conferencias científicas. Los destinatarios deberían los grupos de autoayuda y de apoyo, pueden con-
ser no solo los profesionales de las diversas disci- tribuir a esta labor de educación.
plinas pertinentes (que van desde la medicina, la Los medios de comunicación son un instrumento
salud mental y la enfermería hasta la asistencia so- de gran valor para sensibilizar a la opinión pública.
cial, la justicia penal y la religión), sino también los Pueden ayudar a modificar las actitudes actuales
investigadores, los educadores y los encargados de hacia las personas mayores y reducir los estereoti-
formular las políticas y adoptar las decisiones. Un pos vigentes, transmitiendo una imagen más posi-
programa de estudio básico característico, apropia- tiva y dándoles un lugar más destacado. Los
do para la mayoría de las disciplinas, debe incluir participantes del estudio del grupo de discusión
una introducción al tema del maltrato de las perso- realizado en Sudáfrica recalcaron la importancia de
nas mayores, la consideración de los signos y sínto- los medios de comunicación para sensibilizar al
mas de maltrato y, por último, información detallada público (15), sugiriendo que también debería pro-
de las organizaciones locales que pueden propor- moverse la toma de conciencia del problema del
cionar asistencia. Los cursos de capacitación más maltrato de los ancianos en talleres comunitarios,
especializados deberán concentrarse en el desarro- con participación gubernamental. En otros países
llo de aptitudes para realizar entrevistas, evaluar los en desarrollo, cuyos recursos son limitados, las aso-
casos de maltrato y planificar los programas de asis- ciaciones locales pueden proporcionar la educa-
tencia. Para tratar los aspectos éticos y jurídicos será ción básica junto con la asistencia sanitaria.
necesaria una enseñanza aún más avanzada, propor- Hasta la fecha se han evaluado pocos programas
cionada por especialistas en estos temas. En los pro- de intervención. Por lo tanto, no se puede deter-
gramas de capacitación avanzada sobre el tema del minar cuáles son los estrategias que han tenido ma-
maltrato de los ancianos también se han incorpora- yor éxito. Los intentos de valorar la eficacia de los
do cursos sobre el trabajo con otros profesionales y diversos proyectos se han visto obstaculizados por
la participación en equipos multidisciplinarios. la falta de definiciones comunes, la diversidad de
La educación y la sensibilización de la opinión explicaciones teóricas, el poco interés por parte de
pública son elementos igualmente importantes la comunidad científica y la falta de financiamien-
para la prevención del maltrato y el descuido. Lo to para la realización de estudios rigurosos en la
mismo que en la educación pública sobre el mal- materia.
trato de los menores y la violencia en la pareja, el Una revisión bibliográfica de los estudios sobre
objetivo es informar al público general sobre los las intervenciones relacionadas con el maltrato de las
diversos tipos de maltrato, cómo identificar los personas mayores reveló que 117 de ellos se habían
signos y dónde se puede acudir para obtener ayu- publicado en inglés entre 1989 y 1998 (G. Bolen, J.
da. Las personas que tienen contacto frecuente con Ploeg y B. Hutchinson, datos inéditos, 1999). Sin
ancianos son los destinatarios más importantes de embargo, en ninguno se incluyó un grupo de com-
este tipo de educación. Además de los miembros paración ni se cumplieron los criterios habituales
de la familia y los amigos, se incluye a los trabaja- que se tienen en cuenta para que un estudio de
dores del correo, los cajeros de los bancos y los evaluación sea válido. Sobre la base de estos resulta-
inspectores de medidores de electricidad y de gas. dos, los autores opinaron que no había pruebas su-
Los programas de educación orientados directa- ficientes que avalaran alguna de esas intervenciones.
mente a las personas mayores suelen ser más efica- Se individualizaron seis de los estudios examinados
ces cuando la información acerca del maltrato por considerar que cumplían más estrictamente con
forma parte de un tema más amplio, como puede los criterios establecidos, aunque también en ellos
ser el envejecimiento o la atención de salud satis- había deficiencias metodológicas graves. Entre estos
factorios. Tanto las organizaciones para ancianos, seis estudios, la proporción de casos bien resueltos,
los centros comunitarios, los programas de asis- como resultado de una intervención determinada,
tencia diurna y las escuelas (recuadro 5.3), como variaba entre 22% y 75%.
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 153
RECUADRO 5.3
información sobre el maltrato de los ancianos (67). personas mayores, teniendo en cuenta que este se
Se debería establecer un grupo de trabajo a nivel consideró inicialmente como la causa principal de
mundial sobre el maltrato de las personas mayores maltrato. La prevalencia creciente de la enfermedad
que se encargara de abordar todos estos temas. En- de Alzheimer en el mundo y el agravamiento de las
tre otras cosas, un órgano de esas características conductas agresivas en las familias donde uno de
podría reunir y normalizar las estadísticas mundia- los miembros padece la enfermedad, hace necesa-
les, además de elaborar los requisitos necesarios para rio prestar mayor atención a la relación entre el que
crear un formulario común para la notificación de brinda la asistencia y el que la recibe. Si bien puede
los datos pertinentes. También se debería investi- resultar obvio que el aislamiento social o la falta de
gar y explicar mejor cuál es el papel preciso que apoyo pueden contribuir al maltrato o descuido,
desempeñan las distintas culturas en relación con también es cierto que las personas que se encuen-
el maltrato de las personas mayores. tran en esta situación y sufren malos tratos general-
Urge realizar investigaciones que culminen en mente son reacias a participar en los programas que
intervenciones eficaces. Se deben llevar a cabo es- promueven la interacción social, tales como los cen-
tudios para evaluar la forma en que los adultos ma- tros para ancianos o las actividades de asistencia
yores pueden desempeñar un papel más importante diurna. Realizar investigaciones sobre quiénes son
en el diseño de los programas de prevención y par- estas víctimas y cuál es su situación quizás ayude a
ticipar de manera más activa en ellos. Esto ya ha encontrar soluciones más adecuadas.
comenzado a hacerse en el Canadá, y podría ser Todavía es necesario investigar adecuadamente
especialmente pertinente en los países en desarro- el papel de los prejuicios contra la vejez (la discri-
llo, donde lograr la participación de los adultos minación contra los ancianos y su estigmatización)
mayores en el diseño y puesta en práctica de los como una causa posible del maltrato de ancianos,
programas puede contribuir a sensibilizar a la opi- aunque algunos especialistas en esta materia han se-
nión pública acerca de sus derechos, a abordar los ñalado que la marginación del anciano es un factor
problemas relacionados con la exclusión social y a que interviene en este fenómeno. Los estudios trans-
ayudarlos a obtener poder de decisión (3). culturales podrían ayudar a comprenderlo mejor.
Es preciso definir normas más rigurosas para la Resulta claro que en algunos países en desarrollo
investigación científica sobre el maltrato de los an- ciertos factores sociales y culturales están directa-
cianos. Muchas investigaciones anteriores se han rea- mente vinculados con el maltrato, como las creen-
lizado sobre muestras pequeñas, empleando cias en la brujería y el desamparo de las viudas. Es
métodos carentes de solidez que a veces han pro- necesario examinar otras prácticas que muchas ve-
ducido resultados contradictorios. En algunos es- ces se citan también como factores causales impor-
tudios se ha demostrado que el estado psíquico tantes, ya que no se han realizado investigaciones
del agresor y el abuso de sustancias psicotrópicas que confirmen las afirmaciones en este sentido.
son factores de riesgo, pero no se ha investigado Otros factores culturales y socioeconómicos,
con exactitud por qué estos factores contribuyeron como la pobreza, la modernización y los regímenes
al maltrato o al descuido de una persona en algunos sucesorios, pueden ser causas indirectas del maltra-
casos y en otros no. También es preciso continuar to. La aplicación del modelo ecológico para expli-
con las investigaciones a fin de resolver las contra- car el maltrato de los ancianos todavía es muy
dicciones existentes en los datos sobre las deficien- reciente y se necesitan estudios más exhaustivos
cias cognoscitivas y físicas que padecen los ancianos, de los factores que inciden en los diferentes nive-
en su calidad de factores de riesgo de maltrato. les del modelo.
tiene en la propia víctima. Por consiguiente, los brujería y la práctica de abandonar a las viudas. Para
estudios longitudinales en los que se realice un eliminar estas costumbres se necesitará un alto gra-
seguimiento durante un período prolongado de do de colaboración entre diversos grupos, proba-
las personas maltratadas y de las que no lo han sido blemente durante mucho tiempo. Para impulsar este
deberían formar parte de las investigaciones. En par- proceso:
ticular, son escasos los estudios en los que se han • Deben crearse grupos integrados por adultos
evaluado los efectos psíquicos sobre las personas mayores y jóvenes que promuevan esta causa
maltratadas. Con excepción de los problemas de en los planos local, provincial y nacional, me-
depresión, es poco lo que se conoce acerca del daño diante campañas en favor del cambio.
emocional causado a las víctimas. • Los programas gubernamentales de salud y
bienestar social deben tratar de mitigar acti-
Evaluación de las intervenciones vamente las repercusiones negativas que tie-
Se ha ideado una variedad de intervenciones, en- nen para las personas de edad muchos procesos
tre ellas las relacionadas con la notificación obliga- de modernización y los cambios en la estruc-
toria, las unidades de servicios de protección, los tura familiar que suponen.
protocolos de servicio social, los refugios de emer- • Los gobiernos deben establecer un sistema de
gencia, los grupos de apoyo y de ayuda mutua y los pensiones adecuado en todos los países don-
equipos de consulta. Sin embargo, muy pocos mo- de todavía no exista.
delos se han evaluado empleando diseños de in-
vestigación experimental o cuasiexperimental, por Necesidad de aplicar estrategias
lo que urge realizar investigaciones de evaluación de prevención más eficaces
de alto nivel. Lamentablemente, el tema del mal- En el nivel más básico, se debe dar más importancia
trato de los ancianos no ha atraído la atención de a la prevención primaria. Para ello es necesario cons-
muchos investigadores de renombre, cuya capaci- truir una sociedad que garantice una existencia
dad técnica, no obstante, sería muy necesaria. Au- digna a las personas de edad, con sus necesidades
mentar la inversión de recursos en los estudios sobre cubiertas adecuadamente y con oportunidades rea-
el maltrato de los ancianos sin duda estimularía las les de realización personal. Para las sociedades abru-
investigaciones pertinentes. madas por la pobreza, el reto es enorme.
La prevención comienza con la sensibilización.
Necesidad de promulgar leyes más severas
Una manera importante de crear conciencia, tanto
Derechos básicos en el público general como en los profesionales
Los derechos humanos de los ancianos deben ga- involucrados, es mediante la educación y la capaci-
rantizarse en todo el mundo. A tales efectos: tación. Los encargados de brindar asistencia sanitaria
• Las leyes existentes sobre la violencia domés- y servicios sociales en todos los niveles, ya sea en la
tica o intrafamiliar deben ampliarse a fin de comunidad o en los ámbitos institucionales, deben
incluir a las personas mayores como grupo. adiestrarse en las técnicas básicas de detección del
• La legislación penal y civil existente debe abar- maltrato de los ancianos. Los medios de comunica-
car en forma explícita el maltrato, el descuido ción son otro instrumento de gran poder para sensi-
y la explotación de las personas de edad. bilizar al público general, y también a las autoridades,
• Los gobiernos deben dictar nuevas leyes des- con respecto al problema y sus posibles soluciones.
tinadas específicamente a proteger a los an- Los programas para prevenir el maltrato de los
cianos. ancianos en su hogar, en los cuales estos últimos
desempeñan un papel protagónico, se ocupan de:
Tradiciones de maltrato – reclutar y capacitar a los ancianos para que se
Subsisten muchas tradiciones que suponen maltra- encarguen de visitar o acompañar a otros an-
to hacia las mujeres mayores, como las creencias en la cianos que viven marginados;
156 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
– crear grupos de apoyo para las víctimas de los ancianos tengan el derecho de vivir con digni-
malos tratos; dad, sin sufrir malos tratos ni explotación, y se les
– preparar programas comunitarios para fomen- brinde la posibilidad de participar plenamente en
tar la interacción social y la participación de las actividades educativas, culturales, espirituales y
los ancianos; económicas (3).
– construir redes sociales de personas de edad
avanzada en las aldeas, los vecindarios y las Referencias
unidades habitacionales; 1. Baker AA. Granny-battering. Modern Geriatrics, 1975,
– trabajar con las personas mayores en la elabo- 5:20–24.
ración de planes de “autoayuda” que les per- 2. Burston GR. “Granny battering”. British Medical Jour-
nal, 1975, 3:592.
mitan ser productivas.
3. Randal J, German T. The ageing and development report:
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sus agresores a resolver sus propios problemas, en HelpAge International, 1999.
particular a los hijos adultos, es una tarea difícil. A 4. Hudson MF. Elder mistreatment: a taxonomy with
continuación se enumeran algunas de las medidas definitions by Delphi. Journal of Elder Abuse and Ne-
glect,1991, 3:1–20.
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– proporcionar servicios para el tratamiento de American tribe. Journal of Elder Abuse and Neglect, 1989,
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– ofrecer trabajo y educación; mistreatment of elderly in two Plains Indian tribes.
– encontrar nuevas formas de resolver los con- Journal of Cross-Cultural Gerontology, 1992, 7:3–22.
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flictos, especialmente en los casos en que el
1995, 11 (May–June).
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ción de conflictos se ha debilitado. on elder abuse from a worldwide perspective. En:
También es mucho lo que se puede hacer para Kosberg JI, Garcia JL, eds. Elder abuse: international
prevenir el maltrato de los ancianos en los ámbitos and cross-cultural perspectives. Binghamton, NY, Haworth
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institucionales. Entre las medidas que pueden re-
9. Moon A, Williams O. Perceptions of elder abuse
sultar útiles cabe mencionar las siguientes: and help-seeking patterns among African-Ameri-
– elaborar y ejecutar planes de asistencia inte- can, Caucasian-American, and Korean-American
grales; elderly women. The Gerontologist, 1993, 33:386–395.
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– diseñar políticas y programas que tengan en among the Japanese. En: Tatara T, ed. Understanding
elder abuse in minority populations. Filadelfia, PA, Fran-
cuenta el estrés del personal relacionado con cis & Taylor, 1999:119–139.
su trabajo; 11. Gilliland N, Picado LE. Elder abuse in Costa Rica.
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condiciones físicas y sociales de la institución. 12. Owen M. A world of widows. Londres, Zed Books, 1996.
13. Gorman M, Petersen T. Violence against older people and
Conclusiones its health consequences: experience from Africa and Asia.
Londres, HelpAge International, 1999.
El problema del maltrato de los ancianos no puede 14. Witchcraft: a violent threat. Ageing and Development,
resolverse adecuadamente si no se satisfacen sus 2000, 6:9.
necesidades esenciales, como la alimentación, la 15. Keikelame J, Ferreira M. Mpathekombi, ya bantu abadala:
vivienda, la seguridad y el acceso a la asistencia sa- elder abuse in black townships on the Cape Flats. Ciudad del
Cabo, Human Sciences Research Council and Uni-
nitaria. Las naciones del mundo deben crear ámbi-
versity of Cape Town Centre for Gerontology, 2000.
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parte natural del ciclo de vida; se desalienten las a random sample survey. The Gerontologist, 1988,
actitudes que tiendan a negar el paso de los años; 28:51–57.
CAPÍTULO 5. EL MALTRATO DE LAS PERSONAS MAYORES • 157
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CAPÍTULO 6
La violencia sexual
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 161
– la violación por parte de desconocidos; Para el tráfico sexual se emplea la coacción física,
– la violación sistemática durante los conflictos el engaño y el sometimiento logrado mediante una
armados; deuda forzada. En la trata de mujeres y niños, por
– las insinuaciones o el acoso no deseados de ejemplo, muchas veces se les promete un empleo
carácter sexual, con inclusión de la exigencia en el servicio doméstico u otro tipo de servicios,
de mantener relaciones sexuales a cambio de pero en cambio generalmente se los lleva a burde-
favores; les donde se los despoja de su pasaporte u otros
– el abuso sexual de personas física o mental- documentos de identidad. Puede ocurrir que se
mente discapacitadas; los golpee o encierre, y se les prometa la libertad
– el abuso sexual de menores; solo después de que ganen, mediante la prostitu-
– el matrimonio o la cohabitación forzados, in- ción, el precio pagado por su compra, así como los
cluido el matrimonio de menores; costos de viaje y de visado (30–33).
– la denegación del derecho a hacer uso de la
anticoncepción o a adoptar otras medidas de La magnitud del problema
protección contra las enfermedades de trans- Fuentes de datos
misión sexual; Los datos sobre la violencia sexual generalmente
– el aborto forzado; provienen de la policía, los centros clínicos, las or-
– los actos de violencia que afecten a la integri- ganizaciones no gubernamentales y las investiga-
dad sexual de las mujeres, incluida la mutila- ciones mediante encuestas. La relación entre estas
ción genital femenina y las inspecciones fuentes de información y la magnitud mundial del
obligatorias para comprobar la virginidad; problema de la violencia sexual puede representar-
– la prostitución forzada y la trata de personas se por un iceberg flotando en el agua (34) (figura
con fines de explotación sexual. 6.1). La pequeña punta visible representa los casos
No existe ninguna definición universalmente denunciados a la policía. Una sección más grande
aceptada de trata con fines de explotación sexual. puede descubrirse a través de las investigaciones
El término abarca el movimiento organizado de mediante encuestas y el trabajo de las organizacio-
personas, por lo general mujeres, entre países y en nes no gubernamentales. Pero bajo la superficie
los países, para obligarlas a ejercer la prostitución. queda una parte sustancial aunque no cuantificada
Este tipo de tráfico también incluye el acto de obli- del problema.
gar a un inmigrante a realizar un acto sexual como En general, la violencia sexual ha sido un tema
condición para permitir o tramitar su inmigración. poco explorado en las investigaciones. La informa-
FIGURA 6.1
Magnitud del problema de la violencia sexual
lac
io
n
ac es s
ep ex
s ta ua
a da le
Violación revelada en las encuestas ad s s
or z in com no d
f sit o e
s en re se
le te su ad
ua sa s, lta as
s ex nio oro c
o han do per
e s o m ar ta de o
n tr a i m a tim je r
Violación no revelada o
ci a it
la l m a c añ , am ueg
por vergüenza, e e n as e os
R n u Explotación sexual resultante na
culpa u otros e en za
factores o de la vulnerabilidad económica s
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 163
ción es escasa y fragmentaria; por ejemplo, a menu- más en Tirana (Albania) (6,0%), Buenos Aires (Ar-
do los datos de la policía son incompletos y limita- gentina) (5,8%), Rio de Janeiro (Brasil) (8,0%) y
dos. Muchas mujeres no denuncian la violencia Bogotá (Colombia) (5,0%). Es importante señalar
sexual a la policía por vergüenza, por temor a que que en estas cifras no se ha hecho distinción algu-
se las culpe de la situación, no se les crea o se las na entre la violación por parte de desconocidos o
someta a otro tipo de vejaciones. Por otra parte, es de la pareja. En las encuestas en que no se logra
posible que los datos de los consultorios de medi- establecer esta distinción o en las que solo se exa-
cina forense reflejen los incidentes de abuso sexual mina la violación por desconocidos, suele subesti-
más violentos. La proporción de mujeres que recu- marse considerablemente la prevalencia de la vio-
rren a los servicios médicos para resolver los pro- lencia sexual (34).
blemas inmediatos relacionados con la violencia Aparte de las encuestas sobre delitos, se ha reali-
sexual también es relativamente pequeña. zado un número pequeño de encuestas, emplean-
Aunque durante el último decenio se ha avanza- do muestras representativas, en las que se ha
do bastante en cuanto a la medición del fenómeno a preguntado a las mujeres sobre la violencia sexual.
través de las investigaciones mediante encuestas, las Por ejemplo, en una encuesta nacional llevada a
definiciones empleadas en los diversos estudios han cabo en los Estados Unidos, 14,8% de las mujeres
sido bastante distintas. También hay
diferencias significativas entre las
CUADRO 6.1
culturas en lo que hace a la decisión Porcentaje de mujeres de 16 o más años de edad que declararon haber sido
de revelar los actos de violencia agredidas sexualmente en los 5 años anteriores, en distintas ciudades del
sexual a los investigadores. Por con- mundo (1992–– 1997)
País Población estudiada Año Tamaño Porcentaje de mujeres
siguiente, es preciso ser cuidadoso de la muestra (16 años o más)
al realizar comparaciones sobre la agredidas sexualmente
prevalencia de la violencia sexual en en los 5 años anteriores
África
el mundo. Botswana Gaborone 1997 644 0,8
Egipto El Cairo 1992 1 000 3,1
Estimaciones de la violencia Sudáfrica Johannesburgo 1996 1 006 2,3
sexual Túnez Gran Túnez 1993 1 087 1,9
Uganda Kampala 1996 1 197 4,5
En muchas ciudades y países se han Zimbabwe Harare 1996 1 006 2,2
realizado encuestas a víctimas de América Latina
delitos, empleando un método co- Argentina Buenos Aires 1996 1 000 5,8
Bolivia La Paz 1996 999 1,4
mún que favorece la comparabili-
Brasil Rio de Janeiro 1996 1 000 8,0
dad, las cuales generalmente inclu- Colombia Bogotá 1997 1 000 5,0
yen preguntas sobre la violencia Costa Rica San José 1996 1 000 4,3
sexual. En el cuadro 6.1 se resumen Paraguay Asunción 1996 587 2,7
Asia
los datos de algunas de estas en-
China Beijing 1994 2 000 1,6
cuestas sobre la prevalencia de las India Bombay 1996 1 200 1,9
agresiones sexuales en los 5 años Indonesia Yakarta y Surabaya 1996 1 400 2,7
anteriores (35, 36). Según estos es- Filipinas Manila 1996 1 500 0,3
Europa oriental
tudios, el porcentaje de mujeres
Albania Tirana 1996 1 200 6,0
que declaran haber sido víctimas Hungría Budapest 1996 756 2,0
de agresiones sexuales es inferior a Lituania Ðiauliai, Kaunas,
^
de más de 17 años de edad informaron haber sido de su pareja. En varias otras ciudades se han obteni-
violadas alguna vez en su vida (a las que se suma un do cifras similares: Guadalajara (México) (23,0%),
2,8% que habían sido víctimas de intentos de vio- León (Nicaragua) (21,7%), Lima (Perú) (22,5%),
lación). Además, 0,3% de la muestra informó que y en la provincia de Midlands (Zimbabwe)
habían sido violadas en el año precedente (37). (25,0%). La prevalencia de mujeres víctimas de
Mediante una encuesta de una muestra representa- agresiones sexuales por su pareja alguna vez en su
tiva de mujeres de 18 a 49 de años de edad de tres vida (con inclusión de los intentos de agresión)
provincias de Sudáfrica, se comprobó que en el también ha sido calculada en algunas encuestas na-
año precedente 1,3% de ellas habían sido obliga- cionales. Por ejemplo, en Canadá, 8,0%; Inglaterra,
das, mediante la fuerza física o las amenazas verba- Gales y Escocia (combinadas), 14,2%; Finlandia,
les, a tener relaciones sexuales no consensuadas (34). 5,9%; Suiza, 11,6%; y Estados Unidos, 7,7%.
En otra encuesta realizada a una muestra represen-
tativa de la población general de más de 15 años de Iniciación sexual forzada
edad en la República Checa (38), 11,6% de las Una cantidad creciente de estudios, realizados es-
mujeres informaron que alguna vez en su vida ha- pecialmente en África al sur del Sahara, indican que
bían sido forzadas a tener contactos sexuales y 3,4% la primera experiencia sexual de las muchachas a
dijeron que esto les había ocurrido más de una vez. menudo es no deseada y forzada. Por ejemplo, en
La forma más común de contacto forzado era me- un estudio de casos y testigos de 191 adolescentes
diante las relaciones sexuales por vía vaginal. del sexo femenino (con una edad promedio de
16,3 años), que asistían a un consultorio prenatal
Violencia sexual en la pareja en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, y 353 adolescentes
En muchos países, una proporción significativa de no embarazadas pareadas según la edad y el
las mujeres víctimas de violencia física también vecindario o la escuela, 31,9% de los casos del
sufren abuso sexual. En México y en los Estados estudio y 18,1% de las testigos informaron que en
Unidos, los estudios efectuados permiten calcular su iniciación sexual se había empleado la fuerza.
que 40% a 52% de las mujeres cuyo compañero Cuando se les preguntó sobre las consecuencias de
íntimo ejerce violencia física hacia ellas, también rechazar las relaciones sexuales, 77,9% de los casos
han sido obligadas por este a tener relaciones de estudio y 72,1% de las testigos dijeron que
sexuales (39, 40). A veces, la violencia sexual se temían ser golpeadas si se negaban (4).
inflige sin recurrir a la violencia física (1). En el En muchos estudios realizados con mujeres y
estado de Uttar Pradesh, en la India, 7% de los hombres jóvenes se ha informado sobre la iniciación
integrantes de una muestra representativa de más sexual forzada y la coacción durante la adolescencia
de 6 000 hombres informaron haber maltratado (cuadro 6.3 y recuadro 6.1). En los estudios en que
física y sexualmente a sus esposas, 22% manifestaron se ha incluido tanto a hombres como a mujeres en la
que habían ejercido violencia sexual sin emplear la muestra, la prevalencia informada de violaciones o
violencia física y 17% dijeron que solo habían em- coacción sexual ha sido mayor entre las mujeres que
pleado la violencia física (41). entre los varones (5, 6, 54–60). Por ejemplo, casi la
En el cuadro 6.2 se resumen algunos datos sobre mitad de las mujeres adolescentes sexualmente acti-
la prevalencia de la coacción sexual por parte de la vas que participaron en un estudio que incluyó a
pareja (1–3, 37, 42–53). Los resultados de estos es- varios países del Caribe, declararon que sus primeras
tudios indican que la agresión sexual por la pareja relaciones sexuales fueron forzadas, en comparación
no es infrecuente ni tampoco privativa de alguna con un tercio de los varones adolescentes (60). En
región del mundo en particular. Por ejemplo, 23% Lima, el porcentaje de mujeres jóvenes que decían
de las mujeres del norte de Londres informaron haber sido iniciadas sexualmente por la fuerza fue
que alguna vez en su vida habían sido víctimas de casi cuatro veces mayor que el de varones jóvenes
una violación o un intento de violación por parte (40% y 11%, respectivamente) (56).
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 165
CUADRO 6.2
Porcentaje de mujeres adultas que declararon haber sido víctimas de agresión sexual por parte de su pareja; algunas
encuestas basadas en la población (1989–– 2000)
País Población estudiada Año Tamaño Porcentaje de mujeres Porcentaje de mujeres
de la muestra agredidas en los 12 meses agredidas alguna vez
anteriores
Tentativa Tentativa Coito forzado
o consumación o consumación
de coito forzado de coito forzado
Brasil a São Paulo 2000 941a 2,8 10,1
Pernambuco 2000 1 188a 5,6 14,3
Canadá Todo el país 1993 12 300 8,0
Toronto 1991–1992 420 15,3b
Chile Santiago 1997 310 9,1
Estados Unidos Todo el país 1995–1996 8 000 0,2 b 7,7 b
Finlandia Todo el país 1997–1998 7 051 2,5 5,9
Indonesia Java Central 1999–2000 765 13,0 22,0
Japón a Yokohama 2000 1 287a 1,3 6,2
México Durango 1996 384 42,0
Guadalajara 1996 650 15,0 23,0
Nicaragua León 1993 360 21,7
Managua 1997 378 17,7
Perú a Cuzco 2000 1 534a 22,9 46,7
Lima 2000 1 086a 7,1 22,5
Puerto Rico Todo el país 1993–1996 7 079 5,7 b
Reino Unido Norte de Londres 1993 430 6,0 b 23,0b
Inglaterra, 1989 14,2d
Escocia y Gales 1 007
Ribera Occidental Palestinas 1995 2 410 27,0
y Faja de Gaza
Suecia Teg, Umeå 1991 251 7,5c
Suiza Todo el país 1994–1995 1 500 11,6
Tailandia a Bangkok 2000 1 051 a 17,1 29,9
Nakornsawan 2000 1 027a 15,6 28,9
Turquía Anatolia oriental 1998 599 51,9b
y sudoriental
Zimbabwe Provincia de Midlands 1996 966 25,0
Fuente: referencias 1–3, 37 y 42–53.
a Resultados preliminares del estudio multipaíses de la OMS sobre salud de la mujer y violencia doméstica, Ginebra, Organización Mundial
de la Salud, 2000 (inédito). Para calcular la tasa de prevalencia se emplea como denominador el tamaño de la muestra declarado y no el
tamaño total de la muestra del estudio.
b El grupo de la muestra incluía a mujeres que nunca habían tenido una relación de pareja y, por consiguiente, no estaban en situación
CUADRO 6.3
Porcentaje de adolescentes que declararon haber tenido un iniciación sexual forzada; algunas encuestas basadas en
– 1999
la población, 1993–
País o zona Población estudiada Año Muestra Porcentaje que declaró haber
tenido una iniciación sexual forzada
Tamaño a Grupo de edad Mujeres Hombres
(en años)
Camerún Bamenda 1995 646 12–25 37,3 29,9
Caribe Nueve paísesb 1997–1998 15 695 10–18 47,6 c 31,9c
Estados Unidos Nacional 1995 2 042 15–24 9,1 —
Ghana Tres zonas urbanas 1996 750 12–24 21,0 5,0
Mozambique Maputo 1999 1 659 13–18 18,8 6,7
Nueva Zelandia Dunedin 1993–1994 935 Cohorte de nacimientod 7,0 0,2
Perú Lima 1995 611 16–17 40,0 11,0
República Unida Mwanza 1996 892 12–19 29,1 6,9
de Tanzanía
Sudáfrica Transkei 1994–1995 1 975 15–18 28,4 6,4
Fuente: referencias 5, 6 y 54–60.
a Cantidad de adolescentes que participaron en el estudio. Las tasas se basan en las que habían tenido relaciones sexuales.
b Antigua, Bahamas, Barbados, Dominica, Granada, Guyana, Islas Vírgenes Británicas, Jamaica y Santa Lucía.
c Porcentaje de adolescentes que responden que su primera relación sexual fue forzada o “algo” forzada.
d Estudio longitudinal de una cohorte nacida en los años 1972 y 1973. Los integrantes del estudio fueron encuestados sobre su conducta
Tráfico de personas con fines de explotación un estudio realizado con el auspicio de la Agencia
sexual Central de Inteligencia de los Estados Unidos, se cal-
Todos los años, cientos de miles de mujeres y niñas culó que entre 45 000 y 50 000 mujeres y niños
de todo el mundo son compradas y vendidas para ingresan anualmente al país en el marco de esa acti-
que ejerzan la prostitución o se conviertan en es- vidad (63). Entre 1996 y 1999, el Departamento de
clavas sexuales (30–32, 63, 64). Las investigaciones Justicia de los Estados Unidos elevó a los tribunales
realizadas en Kirguistán han permitido calcular que más de 150 casos de trata (63). El problema también
alrededor de 4 000 personas de ese país habían existe en Europa. En otra investigación realizada por
sido víctimas de ese tipo de tráfico en 1999 y que la Organización Internacional para las Migraciones,
los principales destinos eran China, Alemania, Ka- se calculó que 10% a 15% de 2 000 prostitutas ex-
zajstán, la Federación de Rusia, Turquía y los Emira- tranjeras conocidas en Bélgica habían sido vendidas
tos Árabes Unidos. De ellas, 62% informaron que por la fuerza desde el exterior (30); y en un estudio
se habían visto obligadas a trabajar sin percibir re- realizado en Italia, que abarcó entre 19 000 y 25 000
muneración alguna, en tanto que más de 50% dije- prostitutas extranjeras, se calculó que unas 2 000
ron haber sido víctimas de maltrato físico o torturas habían sido víctimas de trata (66). La mayoría tenía
por parte de sus empleadores (31). En un informe menos de 25 años de edad, y muchas, entre 15 y 18
de la Organización Mundial contra la Tortura se se- años (30, 66). La mayor parte provenía de Europa
ñaló que, entre 1990 y 1997, más de 200 000 central y oriental, especialmente de Albania, y tam-
mujeres de Bangladesh habían sido víctimas de tra- bién de Colombia, Nigeria y Perú (66).
ta (65). Unas 5 000 a 7 000 mujeres y niñas nepale-
sas por año habían sido objeto de comercio ilícito La violencia sexual contra los profesionales
a la India. También se ha informado de trata de del sexo
mujeres tailandesas a Japón (32). La trata de blancas Sean o no víctimas de trata, los profesionales del
también se lleva a cabo dentro de algunos países, sexo están muy expuestos tanto a la violencia física
muchas veces de las zonas rurales a las urbanas. como sexual, en especial en los lugares donde la pros-
Canadá y Estados Unidos son también un destino titución es ilícita (67). Una encuesta realizada a pro-
importante de la trata internacional de mujeres. En fesionales del sexo en Leeds (Inglaterra) y Glasgow y
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 167
RECUADRO 6.1
Edimburgo (Escocia) demostró que 30% habían compañeros de clase y otras 19 murieron en un
recibido bofetadas, golpes de puño o puntapiés internado en Meru (Kenya) (71). Si bien gran parte
de un cliente mientras trabajaban, 13% habían sido de las investigaciones sobre este tema se realiza en
golpeadas, 11% habían sido violadas, y 22% ha- África, no resulta claro si esto se debe a que en esa
bían sido víctimas de un intento de violación (68). región la prevalencia del problema es particular-
Solo 34% de las que habían sufrido actos violencia mente elevada o si, sencillamente, ha tenido mayor
a manos de un cliente lo habían denunciado a la visibilidad que en otras partes del mundo.
policía. En una encuesta realizada a las profesiona- Lo más probable es que el acoso de las mucha-
les del sexo de Bangladesh se comprobó que 49% chas por los varones sea un problema mundial. En
de ellas habían sido violadas y 59% golpeadas por el Canadá, por ejemplo, 23% de las niñas habían
la policía en el último año. En el caso de los hom- sido víctimas de acoso sexual en la escuela (72). Sin
bres, los niveles de violencia habían sido mucho embargo, las investigaciones realizadas en África han
menores (69). En Etiopía, en un estudio sobre los permitido poner de manifiesto que los docentes
profesionales del sexo también se comprobó que desempeñan un papel importante en la facilitación
las tasas de violencia física y sexual por parte de un o el ejercicio de la coacción sexual. En un informe
cliente eran elevadas, especialmente cuando aque- de Africa Rights (28) se informó que en Ghana,
llos eran niños (70). Nigeria, la República Democrática del Congo, So-
malia, Sudáfrica, Sudán, Zambia y Zimbabwe hubo
La violencia sexual en las escuelas, en los casos de docentes que intentaron tener relaciones
centros de atención de salud, durante los sexuales con sus alumnas a cambio de darles buenas
conflictos armados y en los campamentos
calificaciones o no reprobarlas. En una encuesta
para refugiados
nacional realizada recientemente en Sudáfrica, que
En las escuelas incluía preguntas sobre las experiencias de viola-
Para muchas jóvenes, el lugar donde son objeto de ción antes de los 15 años de edad, se comprobó
coacción o acoso sexual con mayor frecuencia es la que los docentes eran responsables de 32% de las
escuela. En un caso extremo de violencia ocurrido violaciones de niños denunciadas (34). En un estu-
en 1991, 71 adolescentes fueron violadas por sus dio retrospectivo de casos denunciados de abuso
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 169
sexual a los niños, realizado en Zimbabwe durante Rwanda y las repúblicas de la Antigua Yugoslavia, la
un período de ocho años (1990 a 1997), se com- violación se ha usado como una estrategia deliberada,
probó que las tasas de abuso sexual cometido por dirigida a socavar los vínculos comunitarios y por
los maestros de las escuelas primarias rurales eran ende la percepción del enemigo, y además como
elevadas. Muchas de las víctimas habían sido niñas herramienta para la “depuración étnica”. En Timor
de 11 a 13 años de edad, y el tipo de abuso sexual Oriental se denunció que los militares indonesios
más prevalente era la relación sexual con penetra- habían empleado la violencia sexual contra las mu-
ción (73). jeres en forma generalizada (94).
En un estudio llevado cabo en Monrovia (Libe-
En los centros de atención de salud ria), se comprobó que era más probable que quie-
En muchos países se ha informado de violencia nes denunciaran haber sido víctimas de intento de
sexual contra los pacientes en los establecimientos violación y coacción sexual durante el conflicto
de salud (74–79). Por ejemplo, en un estudio sobre fueran las mujeres de menos de 25 años de edad
los médicos sancionados por cometer delitos sexua- que las de 25 o más (18% y 4%, respectivamente)
les en los Estados Unidos, se comprobó que el nú- (29). Las mujeres obligadas a cocinar para alguna de
mero de casos había aumentado de 42 en 1989 a las facciones en guerra corrían un riesgo significa-
147 en 1996, y que la proporción de medidas dis- tivamente mayor.
ciplinarias relacionadas con este tipo de delitos Otra consecuencia inevitable de los conflictos
había aumentado de 2,1% a 4,4% en el mismo armados es la desintegración económica y social,
período (76). No obstante, este incremento po- que puede obligar a gran número de personas a
dría ser reflejo de una mayor predisposición a pre- prostituirse (94), una observación que también vale
sentar las denuncias correspondientes. para los refugiados que huyen de los conflictos ar-
Otras formas documentadas de violencia sexual mados o de desastres naturales tales como las inun-
contra las pacientes incluyen la participación del daciones, los terremotos o las tormentas muy
personal médico en la práctica de la clitoridecto- destructivas.
mía en Egipto (80), los exámenes ginecológicos Los refugiados que huyen de los conflictos ar-
forzados y la amenaza de abortos forzados en China mados y otras situaciones de peligro muchas veces
(81) y las inspecciones de la virginidad en Turquía se exponen a ser víctimas de violaciones en su nue-
(82). La violencia sexual es parte de un problema vo ámbito. Por ejemplo, los datos de la Oficina del
más amplio de la violencia ejercida contra las pa- Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
cientes por trabajadores de la salud, que ha sido Refugiados indicaron que entre los vietnamitas que
denunciado en muchos países y al que hasta hace huyeron de su país en pequeñas embarcaciones a
poco se había prestado escasa atención (83–87).Tam- fines de los años setenta y principios de los ochen-
bién se ha informado de acoso sexual a enfermeras ta, 39% de las mujeres fueron raptadas o violadas
por parte de los médicos varones (88, 89). por piratas mientras se encontraban en alta mar,
aunque esta cifra puede ser una subestimación (27).
Durante los conflictos armados y en los Del mismo modo, en muchos campamentos de re-
campamentos para refugiados fugiados, con inclusión de los de Kenya y la Repú-
La violación se ha usado como estrategia en muchos blica Unida de Tanzanía, se ha comprobado que las
conflictos, por ejemplo en Corea durante la segunda violaciones son un problema grave (95, 96).
guerra mundial y en Bangladesh durante la guerra de
Formas “culturales” de violencia sexual
independencia, así como en diversos conflictos ar-
mados, como los de Argelia (90), India (Cachemira) Matrimonio de niños
(91), Indonesia (92), Liberia (29), Rwanda y Uganda El matrimonio se usa muchas veces para legitimar
(93). En algunos conflictos de este tipo, como los de una variedad de formas de violencia sexual contra
170 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
la mujer. En muchos lugares del mundo existe la en Canadá, Suiza y el Reino Unido, 2% en Bélgica y
costumbre de casar a los niños pequeños, en espe- Alemania, 3% en España, y 4% en Estados Unidos)
cial a las niñas. Esta práctica, legal en muchos países, (103).
es una forma de violencia sexual, ya que los niños
afectados no pueden dar o negar su consentimien- Otras costumbres que llevan a la violencia
to. En la mayoría de los casos, es poco o nada lo que
En muchos lugares existen otras costumbres que
saben sobre el sexo antes de casarse. Por consiguien-
no son el matrimonio entre menores pero que tam-
te, es muy común que esta situación los atemorice
bién suponen el ejercicio de violencia sexual con-
(97) y que los primeros encuentros sexuales sean
tra las mujeres. Por ejemplo, en Zimbabwe, existe
forzados (98).
la costumbre denominada ngozi, según la cual una
El matrimonio precoz es muy común en África y
niña puede ser entregada a una familia como com-
Asia Meridional, aunque también se da en Oriente
pensación por la muerte de uno de sus integrantes
Medio y en algunos lugares de América Latina y
varones a manos de un miembro de la familia de
Europa oriental (99, 100). Por ejemplo, en Etiopía
aquella. Al llegar a la pubertad la niña deberá tener
y en determinadas zonas de África occidental, el
relaciones sexuales con el hermano o el padre del
matrimonio a los 7 u 8 años de edad no es infre-
difunto a fin de procrear un hijo que reemplace al
cuente. En Nigeria, la edad promedio al contraer el
muerto. Según otra costumbre, denominada chimut-
primer matrimonio es de 17 años, pero en el esta-
sa mapfiwa (“herencia de esposa”), cuando muere
do de Kebbi, en el norte del país, es apenas poco
una mujer casada, su hermana tiene la obligación
más de 11 años (100). También se ha informado de
de reemplazarla en su matrimonio.
que en Malí, Níger, la República Democrática del
Congo y Uganda las tasas de matrimonios entre
¿Cuáles son los factores de riesgo
menores son elevadas (99, 100).
en la violencia sexual?
En Asia meridional, el matrimonio de menores
es especialmente común en las zonas rurales, pero Explicar la violencia sexual contra la mujer se com-
también se observa en las zonas urbanas (100–102). plica por la multiplicidad de formas que adopta y
En Nepal, la edad al contraer el primer matrimonio la diversidad de circunstancias en que se produce.
es de 19 años. Sin embargo, 7% de las niñas están Se observa una superposición apreciable entre las
casadas antes de los 10 años de edad y 40% a los 15 diversas modalidades de la violencia sexual y la vio-
años (100). En la India, la mediana de la edad al lencia infligida por la pareja. Muchas de las causas
contraer el primer matrimonio para las mujeres es son similares a las que se han examinado en el capí-
de 16,4 años. En una encuesta realizada a 5 000 tulo 4. Hay ciertos factores que aumentan el riesgo
mujeres en el estado indio de Rajastán, se compro- de que una persona sea coaccionada con fines sexua-
bó que 56% de las mujeres se habían casado antes les o de que un hombre determinado fuerce sexual-
de los 15 años de edad, y de estas, 17% estaban mente a otra persona. También hay ciertos factores
casadas antes de los 10 años. En otra encuesta reali- en el ambiente social, entre los que cabe mencio-
zada en el estado de Madhya Pradesh se determinó nar a los pares y la familia, que influyen en la pro-
que 14% de las niñas ya estaban casadas entre los babilidad de que se produzca una violación y
10 y los 14 años de edad (100). determinan la reacción de ese entorno. Las investi-
En otras regiones, como en América Latina por gaciones indican que los diversos factores tienen
ejemplo, se ha informado de casos de primeros ma- un efecto aditivo, de modo que cuantos más sean
trimonios contraídos a edad temprana en Cuba, los que intervengan en una situación determina-
Guatemala, Honduras, México y Paraguay (99, 100). da, tanto mayor será la probabilidad de que se ejer-
En Canadá, Estados Unidos y Europa occidental, la za violencia sexual. Además, la importancia de un
proporción de niñas que se casan antes de los 19 factor determinado puede variar en las distintas
años de edad es menor que 5% (por ejemplo: 1% etapas de la vida.
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 171
probable que tuviera más compañeros sexuales du- estén trabajando y por lo tanto sean vulnerables a la
rante la edad adulta que las mujeres no maltratadas o explotación sexual.
que las mujeres maltratadas moderadamente (110). La pobreza obliga a muchas mujeres y niñas a
En estudios longitudinales realizados con mujeres buscar ocupaciones que suponen un riesgo relati-
jóvenes en Nueva Zelandia y Noruega se han vamente elevado de violencia sexual (113), en es-
obtenido resultados similares (107, 109). pecial la prostitución (114). También les genera
enormes presiones para encontrar o mantener un
El nivel de instrucción trabajo, realizar actividades comerciales y, si están
Las mujeres corren mayor riesgo de violencia sexual estudiando, obtener buenas calificaciones, todo lo
y de violencia física por parte de su pareja cuanto cual las hace vulnerables a la coacción sexual de
mayor sea su nivel de instrucción y, por ende, su quienes pueden prometerles estas cosas (28). Las
capacidad de realización social. En una encuesta mujeres más pobres también corren mayor riesgo
nacional realizada en Sudáfrica se comprobó que de violencia por parte de su pareja íntima, de la
las mujeres sin instrucción tenían mucho menos cual la violencia sexual suele ser una manifestación
probabilidades de ser víctimas de la violencia sexual (41, 115).
que las que tenían niveles de instrucción más altos
(34). En Zimbabwe, la probabilidad de que las Factores que aumentan el riesgo de que los
mujeres que trabajaban denunciaran haber sido hombres cometan una violación
obligadas por su cónyuge a tener relaciones sexua- Los datos sobre los hombres propensos a la violen-
les era mucho mayor de que lo hicieran las que no cia sexual son relativamente escasos y correspon-
trabajaban (42). La explicación probable es que una den en su mayor parte a los violadores detenidos,
mayor capacidad social de la mujer genera mayor salvo en los Estados Unidos, donde también se han
resistencia de estas a las normas patriarcales (111), realizado investigaciones sobre los estudiantes uni-
por lo que los hombres suelen recurrir a la violen- versitarios varones. Pese a que el volumen de in-
cia para tratar de recuperar el control. La relación formación sobre los hombres proclives a ejercer la
entre la mayor capacidad de realización social y la violencia sexual es limitado, se tiene la impresión
violencia física tiene la forma de una U invertida: de que se trata de un fenómeno que afecta a casi
al aumentar aquella, el riesgo es mayor hasta un ni- todos los países (aunque los niveles de prevalencia
vel determinado, más allá del cual comienza a con- sean distintos), a todas las clases socioeconómicas y
vertirse en factor de protección (105, 112). No a todos los grupos de edad, de la niñez en adelante.
obstante, todavía no se sabe si esto también es vá- Estos datos también indican que la mayoría de ellos
lido para la violencia sexual. ejercen la violencia contra mujeres que ya conocen
(116, 117). Entre los factores que aumentan el ries-
La pobreza go de que un hombre cometa una violación cabe
Las mujeres y las niñas pobres quizá corran mayor mencionar los que guardan relación con las actitu-
riesgo de violación mientras realizan sus tareas co- des y creencias, así como las conductas originadas
tidianas que las que están en mejor situación eco- por determinadas situaciones y condiciones sociales
nómica. La violación puede producirse, por que hacen viable la perpetración de actos de abuso
ejemplo, cuando regresan solas del trabajo al hogar y los sustentan (cuadro 6.4).
a horas avanzadas de la noche, o cuando trabajan en
el campo o recogen leña solas. Los hijos de las mu- Consumo de alcohol y otras drogas
jeres pobres suelen tener menos supervisión ma- Se ha demostrado que uno de los efectos del al-
terna cuando no están en la escuela, ya que la madre cohol es desinhibir determinado tipo de conduc-
puede estar trabajando y no cuenta con los medios tas sexualmente agresivas (118); lo mismo ocurre
necesarios para contratar a alguien para que los con algunos estupefacientes, en especial la cocaí-
cuide. De hecho, es posible que los propios niños na (119). El alcohol tiene determinados efectos
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 173
CUADRO 6.4
Factores que aumentan el riesgo de que los hombres cometan una violación
Factores individuales Factores relacionales Factores comunitarios Factores sociales
• El consumo de alcohol y • Las relaciones con pares • La pobreza, mediada por • La existencia de normas
drogas delincuentes y sexualmente ciertas formas de crisis de sociales que favorecen la
• Las fantasías sexuales agresivos identidad masculina violencia sexual
coercitivas y otras actitudes y • Un ambiente familiar • La falta de oportunidades • La existencia de normas
creencias que apoyen la caracterizado por la violencia laborales sociales que sustenten la
violencia sexual física y la falta de recursos • La falta de apoyo institucional superioridad masculina y el
• Las tendencias impulsivas y • Una relación o un ámbito del sistema policial y judicial derecho sexual
antisociales familiar fuertemente • La tolerancia general a la • La falta de leyes y políticas
• La preferencia por las patriarcales agresión sexual en la estrictas relacionadas con la
relaciones sexuales • Los ámbitos familiares comunidad violencia sexual
impersonales carentes de contención • La falta de sanciones • La falta de leyes y políticas
• Los sentimientos de hostilidad emocional comunitarias estrictas contra estrictas relacionadas con la
hacia las mujeres • Un ámbito en que el honor los perpetradores de la igualdad de género
• Los antecedentes de abuso familiar se considera más violencia sexual • El elevado nivel de
sexual durante la niñez importante que la salud y la criminalidad y otras formas de
• El haber presenciado seguridad de la víctima violencia
situaciones de violencia
doméstica durante la niñez
psicofarmacológicos, como reducir las inhibicio- pueden llevar a cometer una violación. Se ha de-
nes, nublar el entendimiento y disminuir la capa- mostrado que es más probable que los hombres
cidad para interpretar las “señales” de los demás proclives a ejercer la violencia sexual consideren
(120). No obstante, las relaciones biológicas entre que sus víctimas son las responsables de la viola-
el alcohol y la violencia son complejas (118). Las ción y tengan menos conocimiento de sus efectos
investigaciones sobre la antropología social del con- sobre estas (122). Este tipo de hombres quizá mal-
sumo de alcohol parecen indicar que las relaciones interprete las “señales” emitidas por las mujeres en
entre la violencia, el consumo de bebidas alcohóli- los ámbitos sociales y carezca de las inhibiciones
cas y la embriaguez no son universales, sino que que intervienen en la supresión de las asociaciones
son producto del aprendizaje social (121). Algunos entre el sexo y la agresión (122, 123). Tienen fanta-
investigadores han señalado que el consumo de al- sías sexuales coercitivas (122, 123), por lo general
cohol puede servir como “desahogos” violentos fomentadas por el acceso a la pornografía (124) y
basados en pautas culturales, en los que se incurre en general suelen sentir mayor hostilidad hacia las
en conductas antisociales. Por lo tanto, la probabi- mujeres que los hombres que no son proclives a la
lidad de que los hombres actúen violentamente violencia sexual (106, 125, 126). Además de estos
cuando beben es mayor porque consideran que no factores, se considera que estos hombres difieren
se los hará responsables de su comportamiento. Tam- de los otros en cuanto a las tendencias impulsivas y
bién se asocian con la bebida ciertas formas de vio- antisociales (105). También suelen tener un senti-
lencia sexual grupal. En estos entornos, el consumo do exagerado de la masculinidad.
de alcohol es un acto que fortalece los vínculos La violencia sexual también se asocia con la pre-
grupales, en el que desaparecen las inhibiciones en ferencia por las relaciones sexuales impersonales
forma colectiva y el entendimiento individual cede (en contraposición con las relaciones en las que
su lugar al del grupo. existe un vínculo afectivo), con el hecho de tener
muchos compañeros sexuales y con la tendencia a
Factores psicológicos refirmar los intereses personales a expensas de los
En los últimos años se han realizado numerosas in- de los demás (125, 127). Otro factor relacionado
vestigaciones sobre el papel que desempeñan las con estas conductas tiene que ver con las actitudes
variables cognitivas en el conjunto de factores que de enfrentamiento con el sexo opuesto, según las
174 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
cuales las mujeres son adversarios a quienes es pre- que esté haciendo algo malo y tiene ideas falsas y
ciso desafiar y conquistar (128). malsanas sobre la sexualidad.
Los entornos de la niñez que son físicamente
Factores vinculados a la relación con los violentos, que carecen de apoyo emocional y que
pares y la familia se caracterizan por la competencia para obtener los
Violación múltiple por una pandilla escasos recursos disponibles, han sido asociados con
Algunas formas de violencia sexual, como la viola- la violencia sexual (105, 126, 131, 135). Por ejem-
ción múltiple, son cometidas principalmente por plo, el comportamiento sexualmente agresivo de
hombres jóvenes (129). La agresión sexual se con- los hombres jóvenes se ha vinculado con el hecho
sidera muchas veces como una característica que de haber presenciado situaciones de violencia en
define la virilidad en el grupo que, a su vez, guarda el hogar y haber tenido padres emocionalmente
íntima relación con el deseo de ser admirado por distantes e indiferentes (126, 131). Asimismo, si se
los demás (130). Las conductas sexualmente agresi- comparan los varones criados en familias con es-
vas de los hombres jóvenes se han vinculado con el tructuras fuertemente patriarcales con los que han
hecho de ser miembros de una pandilla y tener crecido en hogares más igualitarios, se comprueba
pares que cometen delitos (126, 131). Las investi- que los primeros son más propensos a ejercer la
gaciones también indican que la probabilidad de violencia, cometer violaciones y emplear la coac-
que los hombres cuyos pares son sexualmente agre- ción sexual con las mujeres, así como de maltratar a
sivos declaren haber tenido relaciones sexuales coer- su pareja (105).
citivas o forzadas fuera del ámbito de la pandilla, es
mucho más elevada que la de quienes carecen de El honor de la familia y la pureza sexual
pares sexualmente agresivos (132). Otro factor asociado con las relaciones sociales es la
Muchas veces la violación múltiple es conside- respuesta familiar a la violencia sexual, que culpa a
rada legítima por los hombres que participan en las mujeres sin castigar a los hombres, haciendo hin-
ella, y a veces por otros también, pues se supone capié, en cambio, en reparar la “pérdida” del honor
que desalienta o castiga lo que se percibe como familiar. Esta respuesta genera un entorno social en
conductas “inmorales” de las mujeres, como el uso el que la violación puede quedar impune.
de faldas cortas o la concurrencia a los bares. Por Si bien muchas familias tratan de proteger de la
este motivo, los que cometen la violación no la violación a sus miembros femeninos y también
pueden equiparar con la imagen de un delito. En pueden hacer que las hijas empleen métodos anti-
varias zonas de Papua Nueva Guinea, las mujeres conceptivos para evitar los signos visibles si fueran
pueden ser castigadas mediante la violación públi- violadas (136), no es frecuente que se ejerzan pre-
ca realizada por una pandilla, muchas veces con la siones sociales significativas para controlar a los
anuencia de los ancianos de la comunidad (133). hombres jóvenes o persuadirlos de que está mal
obligar a una mujer a tener relaciones sexuales. En
El entorno en la primera infancia cambio, en algunos países es común que la familia
Hay datos probatorios de que, en algunos hom- apoye a sus miembros para que hagan todo lo ne-
bres, la violencia sexual también es una conducta cesario, incluso recurrir al asesinato, para mitigar la
aprendida, en especial en lo que se refiere al abuso “vergüenza” asociada con una violación u otra trans-
sexual de los niños. Los estudios sobre los niños gresión sexual. En un examen de todos los delitos
víctimas de abuso sexual han demostrado que alre- de honor que se cometieron en Jordania en 1995
dedor de uno de cada cinco se convierte, en alguna (137), los investigadores encontraron que en más
etapa posterior de su vida, en victimario de otros de 60% de los casos la víctima había muerto como
niños (134). Estas experiencias pueden generar un consecuencia de las múltiples heridas producidas por
modelo de conducta por la cual el hombre justifica un arma de fuego, principalmente a manos de un
sistemáticamente el hecho de ser violento, niega hermano. Cuando la víctima era una mujer soltera
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 175
embarazada, el autor había sido absuelto o conde- victimario. No obstante, el hecho de que una mujer
nado a una pena leve. sea secuestrada por un desconocido muchas veces es
Aunque muchas veces es la pobreza lo que im- el preludio de una violación y las posibilidades de
pulsa al matrimonio de menores, ciertos factores secuestro dependen en parte del entorno físico.
como el deseo de mantener la pureza sexual de una Sin embargo, el entorno social prevaleciente en
niña joven y protegerla de las relaciones sexuales una comunidad suele ser más importante que el
prenupciales, la infección por el VIH y las insinua- físico. La profundidad con que están arraigadas en
ciones sexuales no deseadas, también son algunas la comunidad las creencias sobre la superioridad
de las razones que esgrimen las familias para justifi- masculina y el derecho de los hombres a tener rela-
car esos matrimonios (100). ciones sexuales afectará enormemente a las proba-
bilidades de que se produzcan actos de violencia
Factores comunitarios sexual. También incidirá el grado de tolerancia de
La pobreza la comunidad hacia las agresiones sexuales y la gra-
La pobreza está vinculada tanto con el ejercicio de vedad de las sanciones contra los agresores, si las
la violencia sexual como con el riesgo de ser vícti- hubiera (116, 143). Por ejemplo, en algunos luga-
ma de ella. Varios autores han alegado que la rela- res puede incluso ocurrir que la violación se reali-
ción entre la pobreza y la perpetración de actos de ce en público y los transeúntes se nieguen a
violencia sexual está mediada por ciertas formas de intervenir (133). También puede pasar que las de-
crisis de identidad masculina (95, 112, 138–140). nuncias de violación sean tratadas a la ligera por la
En sus artículos sobre la vida en el este del barrio policía, sobre todo si la agresión es cometida por el
de Harlem, en Nueva York (138), Bourgois descri- esposo o durante una cita amorosa. Cuando se rea-
bió cómo los hombres jóvenes se sentían presio- liza una investigación policial y el caso se presenta
nados por los modelos de masculinidad “exitosa” y ante un tribunal, los procedimientos suelen ser muy
de estructura familiar transmitida por las genera- poco estrictos, cuando no venales. Por ejemplo, al-
ciones de sus padres y sus abuelos, así como por los gunas pruebas de la investigación pueden “perder-
modelos actuales de virilidad, en los que también se” a cambio de un soborno.
se hace hincapié en el consumo de bienes materia-
les. Prisioneros de la pobreza del barrio, con escasa Factores sociales
o ninguna posibilidad de empleo, es improbable Los factores que operan a nivel social e influyen en
que logren cumplir con estos modelos o expectati- la violencia sexual comprenden las leyes y las polí-
vas de “éxito” masculino. En tales circunstancias, se ticas adoptadas por el país en relación con la igual-
reconfiguran los ideales de masculinidad, haciendo dad de género en general y con la violencia sexual
hincapié en la misoginia, el abuso de sustancias psi- en particular. También inciden las normas relativas
cotrópicas y la participación en actividades delicti- al uso de la violencia. Si bien los diversos factores
vas (138), y muchas veces también en la xenofobia y operan en gran parte en el plano local, en las fami-
el racismo. Así, la violación múltiple y la conquista lias, las escuelas, los lugares de trabajo y las comuni-
sexual se convierten en norma, en la medida en que dades también influyen las leyes y las normas
los hombres vuelcan su agresión contra las mujeres nacionales vigentes e incluso las internacionales.
que ya no pueden controlar mediante una estructu-
ra patriarcal o sostener económicamente. Leyes y políticas
Los enfoques de los diversos países sobre la violen-
El entorno físico y social cia sexual son muy distintos. Algunos cuentan con
Si bien el temor a la violación generalmente está leyes y procedimientos jurídicos de gran alcance,
asociado con la ausencia del hogar (141, 142), en con una definición amplia de la violación que inclu-
realidad la gran mayoría de los hechos de violencia ye la violación en el matrimonio. La legislación esta-
sexual se producen en el hogar de la víctima o del blece sanciones graves para quienes sean declarados
176 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
culpables y un fuerte apoyo a las víctimas. El com- de la violencia o que se encuentran inmersos en un
promiso con la prevención o el control de la violen- conflicto violento, casi todas las formas de violen-
cia sexual también se refleja en el énfasis que se da al cia aumentan, entre ellas la sexual (148–151).
tema en el adiestramiento de la policía y en la asig-
nación de los recursos policiales, en la prioridad otor- Tendencias y factores económicos mundiales
gada a las investigaciones de los casos de agresión Muchos de los factores que inciden en el plano
sexual y en los recursos proporcionados para apoyar nacional tienen una dimensión internacional. Por
a las víctimas y prestar servicios médicos y jurídicos. ejemplo, las tendencias mundiales al libre comer-
En el otro extremo de la escala, están los países que cio han venido acompañadas de un aumento de los
abordan el tema con excesiva condescendencia, y desplazamientos de las mujeres y las niñas por todo
en los que no se permite la condena de un presunto el mundo en busca de trabajo, incluida la prostitu-
agresor exclusivamente sobre la base de las pruebas ción (152). Los programas económicos de ajuste
aportadas por la mujer, se excluyen de manera espe- estructural propuestos por los organismos interna-
cífica de la definición jurídica ciertas formas o ám- cionales han agravado la pobreza y el desempleo en
bitos de la violencia sexual, y las víctimas de la varios países, incrementando las posibilidades de
violación son muy reacias a llevar la cuestión ante trata de mujeres y de violencia sexual (153), un fe-
un tribunal por temor al castigo que supone presen- nómeno observado especialmente en Centroaméri-
tar una demanda por violación “no probada”. ca, el Caribe (114) y en ciertas zonas de África (113).
tasa nacional de embarazos asociados con una vio- reconocidas de la violación (159). Las investigacio-
lación era de 5% por cada violación, lo que signifi- nes sobre mujeres que llegan a los refugios indican
ca que todos los años más de 32 000 mujeres que las que fueron víctimas de abuso tanto sexual
quedan embarazadas como resultado de una viola- como físico por parte de su pareja tienen una pro-
ción en todo el país (7). En muchos países, las mu- babilidad significativamente mayor de haber con-
jeres violadas se ven obligadas a tener el niño para traído enfermedades de transmisión sexual (160).
no poner en riesgo sus vidas por realizar un aborto En el caso de las mujeres víctimas de trata y obliga-
en condiciones inadecuadas. das a prostituirse, es probable que los riesgos de
Una experiencia de relaciones sexuales forzadas contraer la infección por el VIH y otras enfermeda-
a temprana edad reduce la capacidad de la mujer des de transmisión sexual sean especialmente ele-
para considerar que puede ejercer control sobre su vados. Las relaciones entre la infección por el VIH y
sexualidad. Así, es menos probable que una adoles- la violencia sexual y las estrategias de prevención
cente que se ha visto obligada a tener relaciones pertinentes se abordan en el recuadro 6.2.
sexuales use condones u otras formas de anticon-
cepción, y esto aumentará sus probabilidades de La salud mental
quedar embarazada (4, 16, 157, 158). En un estudio La violencia sexual se ha asociado con diversos pro-
sobre los factores asociados con el embarazo de ado- blemas de salud mental y de conducta en la adoles-
lescentes en Ciudad del Cabo, se determinó que la cencia y la edad adulta (17–20, 22, 23, 161). En un
iniciación sexual forzada era el factor que ocupaba estudio basado en la población, la prevalencia de
el tercer lugar en cuanto al grado de correlación, síntomas o signos que hacen pensar en trastornos
después de la frecuencia de las relaciones sexuales psiquiátricos fue de 33% para las mujeres con an-
y el uso de anticonceptivos modernos (4). El coito tecedentes de abuso sexual durante la edad adulta,
forzado también puede conducir a un embarazo 15% para las que tenían antecedentes de violencia
no intencional en las mujeres adultas. En la India, física por parte de su pareja y 6% para las que no
un estudio llevado a cabo con hombres casados per- habían sufrido malos tratos (162). La violencia
mitió comprobar que los que admitieron obligar a sexual perpetrada por la pareja agrava los efectos de
sus esposas a tener relaciones sexuales tenían 2,6 la violencia física sobre la salud mental.
veces más probabilidades de haber provocado un Las mujeres víctimas de maltrato que informan
embarazo no intencional que quienes no recono- de experiencias de coito forzado corren un riesgo
cieron haber incurriro en ese tipo de conducta (41). significativamente mayor de sufrir depresión y tras-
Se ha determinado que existe una relación sis- torno postraumático por estrés que las mujeres no
temática entre las complicaciones ginecológicas y maltratadas (14, 18, 22, 23). El trastorno postraumá-
el coito forzado. Estas comprenden las hemorragias tico por estrés posterior a la violación es más pro-
o infecciones vaginales, los fibromas, la disminu- bable si en el transcurso de esta se producen
ción del deseo sexual, la irritación de la zona geni- lesiones, o si existen antecedentes de depresión o
tal, el dolor durante el coito, los dolores crónicos de abuso de alcohol (24). En un estudio realizado
de la pelvis y las infecciones de las vías urinarias con adolescentes en Francia también se comprobó
(8–15). Las mujeres víctimas de abuso tanto físico que existe una relación entre haber sido víctima
como sexual por parte de su pareja corren mayor de una violación y las dificultades actuales para
riesgo de experimentar problemas de salud en ge- dormir, síntomas de depresión, afecciones somáti-
neral que las víctimas de violencia física solamente cas, consumo de tabaco y problemas conductuales
(8, 14). (como las conductas agresivas, el robo y el ausen-
tismo escolar) (163). Si la víctima no recibe orien-
Enfermedades de transmisión sexual tación postraumática, se ha observado que los
La infección por el VIH y otras enfermedades de efectos psíquicos negativos pueden persistir por
transmisión sexual son algunas de las consecuencias lo menos un año después de la violación, aunque
178 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 6.2
El coito violento o forzado puede aumentar el riesgo de transmisión del VIH. En la penetración vaginal
forzada es muy común que se produzcan abrasiones y cortes que facilitan el ingreso del virus (cuando
está presente) a través de la mucosa vaginal. Las adolescentes son especialmente susceptibles a la
infección por el VIH en los casos de coito forzado, y también cuando no lo es, porque la mucosa vaginal
aún no ha adquirido la densidad celular necesaria para constituir una barrera eficaz, ya que esta se
desarrolla más avanzada la adolescencia. Las víctimas de una violación por vía anal (niños y hombres, así
como niñas y mujeres) también son considerablemente más susceptibles a la infección por el VIH que
cuando el coito no es forzado, pues es más probable que se produzcan daños en los tejidos del ano que
faciliten el ingreso del virus al organismo.
Diversas conductas de riesgo son comunes al hecho de haber sido víctima de violencia sexual y ser
susceptible a la infección por el VIH. Por ejemplo, es más probable que una víctima de coito forzado en
la niñez o la adolescencia tenga relaciones sexuales sin protección, sea promiscua, se prostituya o abuse
de sustancias psicotrópicas. Quienes han sido víctimas de un coito forzado por parte de su pareja suelen
tener dificultades para conversar con este sobre la posibilidad de usar preservativos, ya sea porque se
podría interpretar como una falta de confianza en él o como un reconocimiento de conductas promis-
cuas, o por temor a una reacción violenta. La coacción sexual entre los adolescentes y los adultos
también está asociada con disminución de la autoestima y depresión, es decir, con factores vinculados
con muchas de las conductas de riesgo de infección por el VIH.
Estar infectado por el VIH o tener un familiar seropositivo también puede agravar el riesgo de ser
víctima de violencia sexual, especialmente en el caso de las mujeres. Como resultado del estigma
asociado con la infección por el VIH y con el SIDA, en muchos países una mujer infectada puede ser
desalojada de su casa. Además, el hecho de que un integrante de un hogar pobre enferme o muera de
SIDA puede hacer que la situación económica se haga apremiante. Las mujeres pueden verse obligadas
a prostituirse, lo que aumenta el riesgo de violencia sexual y de contraer la infección por el VIH y el
SIDA. Los niños que han quedado huérfanos a causa de esta enfermedad, empobrecidos y sin nadie que
se ocupe de ellos, pueden no tener otra alternativa que vivir en la calle y corren grave riesgo de ser
víctimas de abuso sexual.
Hay varias maneras de reducir la incidencia de la violencia sexual y de la infección por el VIH, pero
la educación quizá sea la más importante. Sobre todo en el caso de los jóvenes, es preciso implantar
intervenciones integrales en las escuelas y otras instituciones educativas, los grupos de jóvenes y los
lugares de trabajo. Los programas escolares deben abarcar los aspectos pertinentes de la salud sexual
y reproductiva, las relaciones y la violencia. También deben contemplar la adquisición de aptitudes para
la vida, como la forma de evitar situaciones riesgosas o amenazantes relacionadas con la violencia, las
relaciones sexuales o el consumo de drogas, y de exigir conductas sexuales seguras.
Para la población adulta general debe haber información completa y accesible sobre la salud sexual
y las consecuencias de determinadas prácticas sexuales. Además, es preciso implantar intervenciones
dirigidas a abandonar los modelos de comportamiento perjudiciales y las normas sociales que impiden
la comunicación sobre los temas sexuales.
Es importante brindar a los trabajadores de la salud y otros proveedores de servicios una capacita-
ción integrada sobre el género y la salud reproductiva, así como sobre la violencia por motivos de
género y las enfermedades de transmisión sexual, como la infección por el VIH.
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 179
cho lo que se sabe sobre su aplicabilidad en otros recientemente (para un examen de estos progra-
entornos. Las intervenciones que ya han sido apli- mas, véase el capítulo 4). Una reacción frecuente
cadas pueden clasificarse del siguiente modo. de los hombres que cometen actos de violencia
sexual es negar que ellos sean los responsables del
Enfoques individuales incidente y que este constituya un hecho de vio-
Atención y apoyo psicológicos lencia (146, 181). Para ser eficaces, los programas
dirigidos a los agresores deben tener por objeto
Se ha comprobado que la orientación, la terapia y
lograr que estos admitan su responsabilidad y que
las iniciativas de grupos de apoyo son útiles des-
la sociedad los considere responsables de sus actos
pués de las agresiones sexuales, sobre todo cuando
(182). Una forma de hacerlo es establecer mecanis-
determinados factores relacionados con la violen-
mos de colaboración entre estos programas y los
cia propiamente dicha o el proceso de recupera-
servicios de apoyo a las víctimas y las campañas con-
ción pueden complicar la situación. Existen algunos
tra la violencia sexual.
indicios de que un tratamiento breve, cognitivo-
conductual, realizado al poco tiempo de produci- Aptitudes para la vida y otros programas de
da la agresión, puede acelerar la reparación del daño educación
psíquico provocado por el trauma (177, 178). Como
En los últimos años, varios programas de promo-
ya se ha dicho, a veces las víctimas de la violencia
ción de la salud sexual y reproductiva, en especial
sexual se sienten culpables del incidente y tam-
los que promueven la prevención de la infección
bién se ha comprobado que abordar esto en la psi-
por el VIH, han comenzado a incluir cuestiones de
coterapia es importante para la recuperación (179).
género y abordar el problema de la violencia sexual
Sin embargo, es preciso realizar evaluaciones más
y física contra la mujer. Dos ejemplos notables,
exhaustivas de los programas breves de orientación
elaborados para África pero aplicados en muchas
y tratamiento utilizados tras los actos de violencia
partes del mundo en desarrollo, son los programas
sexual.
“Stepping Stone” [Peldaños] y “Men As Partners”
La mayor parte del apoyo psicológico formal a
[Los hombres como compañeros] (183, 184), los
las víctimas de la violencia sexual ha estado a cargo
cuales han sido ideados para grupos de pares,
del sector no gubernamental, especialmente los
integrados por hombres y mujeres, y constan de
centros de crisis para casos de violación y diversas
varias sesiones de trabajo en los que se utilizan
organizaciones de mujeres. Resulta inevitable que
métodos de aprendizaje participativo. Su enfoque
el número de víctimas de la violencia sexual que
integral ayuda a los hombres, que de otro modo
tienen acceso a esos servicios sea muy reducido.
podrían ser reticentes a asistir a programas dirigi-
Una solución para ampliarlos es a través de la crea-
dos en forma exclusiva a tratar el tema de la violen-
ción de líneas telefónicas de ayuda, preferiblemen-
cia contra la mujer, a participar y abordar una gama
te gratuitas. Por ejemplo, una de estas líneas de ayuda
de temas relativos a la violencia. Además, aunque
de Sudáfrica, denominada “Stop Woman Abuse”
los hombres sean los perpetradores de la violencia
[Basta de maltrato a la mujer], recibió 150 000 lla-
sexual, en los programas se tiene sumo cuidado de
madas en los cinco primeros meses de funciona-
no calificarlos de tales.
miento (180).
Un examen de los resultados del programa “Step-
ping Stones” en África y Asia permitió comprobar
Programas para los agresores
que los talleres ayudaban a los participantes varo-
Los pocos programas destinados a los perpetrado- nes a asumir mayor responsabilidad por sus actos,
res de la violencia sexual por lo general han estado relacionarse mejor con los demás, tener mayor res-
dirigidos a los hombres condenados por viola- peto por las mujeres y comunicarse mejor. Se ha in-
ción. La mayoría se llevan a cabo en los países formado de que, como resultado del programa, la
industrializados y solo han comenzado a evaluarse violencia contra las mujeres en ciertas comunidades
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 181
correspondiente, y, cuando proceda, la prue- • Identificar las situaciones, en las familias o los
ba de la infección por el VIH; hogares, que suponen un riesgo de violencia
– la adopción de medidas anticonceptivas de elevado y en las que sería apropiado realizar:
urgencia y, en los países donde sea legal, el – intervenciones primarias, en especial en co-
suministro de orientación sobre el aborto; laboración con otros profesionales;
– el apoyo psicológico y la derivación a otros – intervenciones secundarias, que incluyan
servicios de este tipo. la identificación de las víctimas de la vio-
En algunos países, los protocolos forman parte lencia, la comprensión de los procedimien-
del procedimiento de un “estuche para la obten- tos legales básicos y de presentación de
ción de pruebas sobre agresiones sexuales”, que pruebas, la derivación y el seguimiento de
incluye instrucciones y envases para recoger las los pacientes y la ayuda a las víctimas para
pruebas, los formularios legales y los documentos reintegrarse a la sociedad.
necesarios para registrar los antecedentes (191). Los Estos módulos de capacitación se incorporan a los
exámenes de las víctimas de violación son, por su programas de estudios de los estudiantes de enfer-
propio carácter, sumamente estresantes. Se ha com- mería y de medicina. Para los primeros, los once
probado que el uso de un video para explicar el módulos se distribuyen durante los cuatro años de
procedimiento antes de realizar el examen reduce instrucción formal, y para los segundos, durante los
significativamente el estrés (192). últimos tres años de capacitación práctica.
embargo, durante una violación, en razón de la enfermeras, conocidas como “enfermeras encarga-
fuerza usada, es mucho más probable que se pro- das de examinar a las víctimas de agresiones sexua-
duzcan desgarramientos macroscópicos o micros- les”, reciben adiestramiento para prestar atención
cópicos de la mucosa vaginal, lo que aumenta integral a las víctimas de la violencia sexual. Estas
enormemente la probabilidad de transmisión del profesionales derivan a las pacientes a un médico
VIH (194). cuando consideran necesaria su intervención. En la
No se cuenta con información sobre la viabili- provincia de Ontario, el primer centro de atención
dad o la eficacia en función del costo de ofrecer a las víctimas de agresiones sexuales abrió sus puer-
regularmente a las víctimas de violación pertene- tas en 1984 y desde entonces se han creado otros
cientes a ámbitos de escasos recursos un tratamien- 26. Estos centros proporcionan o coordinan una
to para la profilaxis de la infección por el VIH. Las amplia gama de servicios, tales como la atención de
pruebas de detección del VIH después de la viola- urgencias médicas y el seguimiento médico, acti-
ción son difíciles en todos los casos. Inmediata- vidades de orientación, reunión de pruebas fo-
mente después de un incidente, pocas mujeres están renses sobre la agresión, apoyo jurídico y consultas
en condiciones de comprender íntegramente la con las comunidades y actividades de educación
información, de por sí compleja, sobre las pruebas (198). En muchos países se están desarrollando cen-
de detección del virus y los riesgos de la infección tros que brindan una variedad de servicios para las
por el VIH. También es difícil efectuar un segui- víctimas de agresiones sexuales, que muchas veces
miento adecuado, pues muchas víctimas no asisti- se ubican en lugares como un hospital o una comi-
rán a las entrevistas programadas por motivos que saría (recuadro 6.3). Este tipo de centros especiali-
probablemente guarden relación con el esfuerzo zados tienen la ventaja de contar con personal
psíquico necesario para sobrellevar el trauma de la debidamente capacitado y experimentado. En cam-
agresión. Asimismo, es posible que los efectos co- bio, en algunos lugares existen centros integrados
laterales del tratamiento antirretrovírico sean con- que prestan servicios a las víctimas de distintas for-
siderables e impulsen a las víctimas a abandonar el mas de violencia.
plan de tratamiento (195, 197), aunque es muy pro-
bable que quienes sienten que su situación es de Actividades comunitarias
alto riesgo lo cumplan rigurosamente (197).
Campañas de prevención
Pese a la falta de conocimientos sobre la eficacia
de la profilaxis de la infección por el VIH después Los intentos por modificar las actitudes de la gente
de una violación, muchas organizaciones la han con respecto a la violencia sexual a través de los
recomendado. Por ejemplo, los planes de asistencia medios de comunicación han incluido la coloca-
médica de los países de ingreso alto los están inclu- ción de anuncios en carteleras y en el transporte
yendo cada vez más en sus conjuntos de prestacio- público y su emisión a través de la radio y la televi-
nes de atención de salud. Urge realizar investiga- sión. Esta última se ha usado con eficacia en Sudá-
ciones en los países de ingreso bajo y mediano frica y Zimbabwe. La serie de televisión sudafricana
sobre la eficacia del tratamiento antirretrovírico Soul City, transmitida en el horario de mayor sinto-
después de una violación y cómo podría incorpo- nía, se describe en el recuadro 9.1 del capítulo 9.
rarse a la asistencia de pacientes. En Zimbabwe, la organización no gubernamental
Musasa ha desarrollado iniciativas de sensibiliza-
Centros de atención integral a las víctimas ción a través del teatro, reuniones y debates públi-
de agresiones sexuales cos, y también en una serie de televisión en la que
Debido a la escasez de médicos en muchos países, los sobrevivientes de las agresiones describían sus
en algunos lugares se han empleado enfermeras es- experiencias (199).
pecialmente adiestradas para ayudar a las víctimas Además de las campañas en los medios de comu-
de agresiones sexuales (187). En el Canadá, ciertas nicación, en muchos países se han realizado otras
184 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 6.3
iniciativas. Por ejemplo, el Sisterhood Is Global Ins- – sensibilizar a la opinión pública sobre los cos-
titute de Montreal ha preparado un manual ade- tos individuales, sociales y económicos de la
cuado para las comunidades musulmanas, cuyo violencia contra la mujer y las niñas;
objeto es sensibilizar a sus integrantes y fomentar – fortalecer la capacidad de los gobiernos para
el debate sobre los temas relacionados con la igual- elaborar y aplicar leyes contra la violencia de
dad de género y la violencia contra la mujer y las género;
niñas (200). Se han realizado pruebas piloto con el – reforzar las redes de organizaciones públicas y
manual en Egipto, Jordania y Líbano, y en Zim- privadas y llevar a cabo programas para preve-
babwe se utilizó una adaptación para contextos no nir la violencia contra la mujer y las niñas.
musulmanes.
En 16 países de América Latina y el Caribe se está Activismo comunitario de los hombres
llevando a cabo una iniciativa interinstitucional Un elemento importante de la prevención de la vio-
de las Naciones Unidas para luchar contra la vio- lencia sexual y física contra la mujer es lograr que los
lencia de género (201). Los objetivos de la campa- hombres protagonicen iniciativas colectivas. En Áfri-
ña son: ca, América Latina y el Caribe, Asia y Australia, así
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 185
ha permitido comprobar que los fiscales general- por violación, a menos que existieran circunstan-
mente pasan por alto la flexibilización del requisi- cias atenuantes.
to de corroboración y muy pocas veces se omiten
las pruebas forenses (203). Tratados internacionales
En los últimos tiempos, varios países de Asia, Los tratados internacionales son importantes por-
con inclusión de las Filipinas, han sancionado le- que establecen normas para las leyes nacionales y
yes en las que se introducen definiciones total- brindan argumentos a los grupos locales en las cam-
mente nuevas de violación y se establece la obliga- pañas en pro de las reformas legislativas. Entre los
ción del Estado de prestar asistencia a las víctimas. tratados que contienen disposiciones sobre la vio-
El resultado ha sido un aumento significativo del lencia sexual y su prevención cabe mencionar:
número de denuncias. Para que las nuevas leyes sean – la Convención sobre la eliminación de todas
realmente efectivas, también es preciso organizar las formas de discriminación contra la mujer
campañas para informar al público general sobre (1979);
sus derechos – la Convención sobre los Derechos del Niño
A fin de evitar que en los juicios se admita la (1989) y el Protocolo facultativo de la Con-
presentación de información irrelevante, el Tri- vención sobre los Derechos del Niño relativo
bunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia ela- a la venta de menores, la prostitución infantil
boró determinadas reglas que podrían servir de y la utilización de niños en la pornografía
modelo para asegurar la eficacia de las leyes y los (2000);
procedimientos empleados en otros contextos. En – la Convención de las Naciones Unidas contra
el artículo 96 del Estatuto del Tribunal se especi- la Delincuencia Organizada Transnacional
fica que, en los casos de agresión sexual, no es (2000) y el Protocolo complementario para
necesaria corroboración alguna del testimonio de prevenir, reprimir y sancionar el tráfico de per-
la víctima y que sus antecedentes sexuales no po- sonas, especialmente de mujeres y niños
drán presentarse como prueba. El artículo también (2000), y
hace referencia a la eventual reclamación del acusa- – la Convención contra la Tortura y Otros Tratos
do de que la víctima había dado su consentimien- o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes
to al acto, estableciendo que el consentimiento (1984).
no podrá ser aceptado como argumento de la de- Varios otros convenios internacionales estable-
fensa si la víctima hubiera sido sometida o ame- cen normas y límites que han de regir la conducta
nazada con violencia física o psíquica o con la de los beligerantes, que deben incorporarse a las
detención, o si hubiera tenido temor de dicha disposiciones de las leyes nacionales. Por ejem-
violencia o detención. Además, con arreglo al mis- plo, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Interna-
mo artículo, tampoco se admite el argumento del cional (1998) abarca una amplia gama de delitos
consentimiento si la víctima hubiera tenido mo- relacionados específicamente con el género, en-
tivos fundados para temer que, si él o ella no se tre ellos la violación, la esclavitud sexual y la pros-
hubieran sometido, otra persona podría ser so- titución, el embarazo y la esterilización forzadas.
metida de ese modo, amenazada o atemorizada. También comprende ciertas formas de violencia
Aunque la alegación de consentimiento se permi- sexual que constituyen una violación o transgre-
ta, el acusado debe convencer al tribunal de que las sión grave de los Convenios de Ginebra de 1949,
pruebas son pertinentes y creíbles antes de que así como otras formas de violencia sexual cuya gra-
puedan presentarse. vedad sea comparable a la de los crímenes de lesa
En muchos países, los jueces dictan penas espe- humanidad. La inclusión de los crímenes de gé-
cialmente leves para los casos de violencia sexual nero en las disposiciones del estatuto es un acon-
(204, 205). Una manera de superar esta dificultad tecimiento importante en la historia del derecho
ha sido fijar una pena mínima para las condenas internacional (206).
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 187
Medidas para prevenir otras formas de tasas de mutilación genital femenina. El programa,
violencia sexual dirigido por la Sabiny Elders’ Association, trató de
Tráfico de personas obtener el apoyo de los ancianos de la comunidad
con el objeto de desvincular la práctica de la mutila-
En general, las iniciativas para prevenir el tráfico de
ción genital femenina de los valores culturales que
personas con fines sexuales han tenido por objeto:
se desea salvaguardar. Estas prácticas se sustituyeron
– desarrollar programas económicos en ciertos
por otras que permitían conservar la tradición cul-
países para las mujeres en situación de riesgo
tural original (209). En el recuadro 6.4 se describe
de ser víctimas del tráfico de personas;
otro programa que se lleva a cabo en Egipto para
– proporcionar información y promover la sen-
prevenir la mutilación genital femenina.
sibilización de las mujeres en situación de ries-
go potencial para que tomen conciencia del Matrimonio de menores
peligro del tráfico de personas.
El matrimonio de menores tiene una base cultural
Además, varios programas gubernamentales y de
y en muchos lugares es legal, de modo que modifi-
organizaciones no gubernamentales están desarro-
car esta tradición exigirá enormes esfuerzos. El ex-
llando servicios para las víctimas del tráfico de per-
pediente de declararlo ilegal no será suficiente, por
sonas (207). En Chipre, el Departamento de Extran-
sí mismo, para evitar esta práctica. En muchos paí-
jería e Inmigración toma contacto con las mujeres ses, el registro de los nacimientos es tan irregular
que ingresan al país para trabajar en los sectores del que puede resultar difícil determinar la edad al
esparcimiento y el servicio doméstico. El departa- contraer el primer matrimonio (100). Es más fácil
mento informa a las mujeres sobre sus derechos y lograr los resultados buscados mediante estrategias
obligaciones y sobre las formas de protección con- dirigidas a abordar el problema de la pobreza (un
tra el maltrato, la explotación y el proxenetismo. En factor importante en el que se basan muchos de
la Unión Europea y los Estados Unidos, las víctimas estos matrimonios) y centradas en la educación, las
del tráfico de personas que están dispuestas a coo- consecuencias para la salud de los partos a edad
perar con el sistema judicial para imputar a los tra- temprana y los derechos de los niños.
ficantes pueden hacerse acreedoras de permisos
temporales de residencia. En Bélgica e Italia se crea- Las violaciones durante los conflictos armados
ron refugios para las víctimas del tráfico de perso- En los últimos tiempos, el tema de la violencia
nas. En Mumbai (India), se estableció un centro sexual en los conflictos armados ha vuelto al pri-
contra el tráfico de personas para facilitar la deten- mer plano por la acción de organizaciones como la
ción e imputación de los agresores y dar asistencia Asociación de Viudas del Genocidio (AVEGA) y el
e información a las víctimas. Foro de Mujeres Africanas para la Educación (FAWE).
La primera ha prestado asistencia a las viudas de
Mutilación genital femenina
guerra y a las víctimas de violación en Rwanda, y el
Para abordar las prácticas culturales que entrañan vio- segundo ha proporcionado atención médica y
lencia sexual es preciso comprender su contexto so- orientación a las víctimas de Sierra Leona (210).
cial, cultural y económico. Khafagi ha aducido (208) En 1995, la Oficina del Alto Comisionado de las
que estas prácticas, entre las que cabe mencionar la Naciones Unidas para los Refugiados dio a conocer
mutilación genital femenina, deben entenderse des- las normas para la prevención de la violencia sexual
de el punto de vista de quienes las utilizan y que en las poblaciones de refugiados y la respuesta a
este entendimiento puede emplearse para diseñar esta (211). En ellas se incluyen disposiciones para:
intervenciones culturalmente apropiadas para pre- – el diseño y la organización de los campamen-
venirlas. En el distrito de Kapchorwa (Uganda), el tos, a fin de reducir las posibilidades de vio-
Programa de Salud Reproductiva, Educación y Salud lencia;
de la Comunidad (REACH) ha logrado reducir las – la documentación de los casos;
188 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 6.4
– la educación y la capacitación del personal para – la atención médica y otros servicios de apoyo,
que pueda identificar y prevenir la violencia entre ellos los procedimientos necesarios para
sexual y responder a ella; evitar traumas aun mayores a las víctimas.
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 189
Las normas también hacen referencia a las cam- – los factores de riesgo de la violencia sexual,
pañas de sensibilización de la opinión pública, las tanto para la víctima como para el agresor;
actividades educativas y la creación de grupos de – las consecuencias sanitarias y sociales de las
mujeres que denuncien los actos de violencia y distintas formas de violencia sexual;
respondan a ella. – los factores que influyen en la recuperación
Tomando como base el trabajo realizado en Gui- de la salud tras una agresión sexual;
nea (212) y la República Unida de Tanzanía (96), – los contextos sociales de las distintas formas
el Comité Internacional de Rescate ha elaborado de violencia sexual, entre ellas la trata de blan-
un programa para luchar contra la violencia sexual cas, y las relaciones entre la violencia sexual y
en las comunidades de refugiados. Este incluye el otras formas de violencia.
empleo de métodos participativos para evaluar la
prevalencia de la violencia sexual y de género en Cómo desarrollar respuestas eficaces
las poblaciones de refugiados; la capacitación y También deben estudiarse las intervenciones para
redistribución de trabajadores comunitarios con comprender mejor qué medidas son eficaces en
el objeto de identificar los casos y poner en marcha distintos contextos para prevenir la violencia sexual
sistemas apropiados de prevención, y una serie y para tratar a las víctimas y prestarles asistencia.
de medidas para que los líderes comunitarios y Debe darse prioridad a lo siguiente:
otros funcionarios puedan procesar a los agreso- • Documentar y evaluar los servicios y las inter-
res. El programa se ha utilizado en muchos lugares venciones de a poyo a los sobrevivientes o el
para luchar contra la violencia sexual y de género, trabajo con los perpetradores de la violencia
como por ejemplo en Bosnia y Herzegovina, la sexual.
República Democrática del Congo, Timor Orien- • Determinar las respuestas más apropiadas del
tal, Kenya, Sierra Leona y la Antigua República Yu- sector de la salud a la violencia sexual, tales
goslava de Macedonia. como la función de la profilaxis con antirre-
trovíricos para la prevención de la infección
Recomendaciones por el VIH después de la violación, recomen-
En general, la violencia sexual ha sido un tema poco dando distintos conjuntos de servicios bási-
explorado en las investigaciones en buena parte cos para los diversos ámbitos, según el nivel
del mundo. Sin embargo, la información indica que de recursos disponibles.
es un problema de salud pública de gran magnitud. • Determinar lo que constituye un apoyo psi-
Es preciso hacer mucho más, tanto para compren- cológico apropiado para distintos ámbitos y
der el fenómeno como para prevenirlo. circunstancias.
• Evaluar los programas orientados a prevenir la
Necesidad de ampliar las investigaciones violencia sexual, con inclusión de las inter-
La falta de una definición aceptada de violencia venciones comunitarias (en particular, las di-
sexual y la escasez de datos sobre las características y rigidas al sexo masculino), y los programas
el alcance del problema en todo el mundo han con- escolares.
tribuido a que este no figure en la agenda de los • Estudiar el efecto de las reformas jurídicas y
responsables políticos y los donantes. Hace falta las penas.
ampliar significativamente las investigaciones sobre
casi todos los aspectos de la violencia sexual, como Necesidad de prestar mayor atención
son: a la prevención primaria
– la incidencia y prevalencia de la violencia Muchas veces se deja de lado la prevención prima-
sexual en una variedad de ámbitos, emplean- ria de la violencia sexual en favor de la prestación
do un procedimiento de investigación nor- de servicios a los sobrevivientes. Por consiguiente,
malizado para medir la coacción sexual; los responsables políticos, los investigadores, los
190 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
donantes y las organizaciones no gubernamentales los casos de abuso y compilar las pruebas per-
deben prestar mucha mayor atención a esta área tan tinentes, y realizar campañas para que los go-
importante. biernos y los servicios de salud adopten las
Debe darse prioridad a lo siguiente: medidas pertinentes;
– la prevención primaria de todas las formas de – establecer códigos de prácticas y procedimien-
violencia sexual, mediante programas dirigi- tos de denuncias adecuados, así como medi-
dos a los ámbitos comunitarios, escolares y de das disciplinarias estrictas para los trabajadores
refugiados; de la salud que sometan a abusos a los pacien-
– el apoyo a los enfoques dirigidos a modificar tes en los centros de asistencia sanitaria.
las actitudes y las conductas, que tengan en
cuenta los aspectos culturales y participativos; Conclusiones
– el respaldo a los programas que aborden el tema La violencia sexual es un problema de salud públi-
de la prevención de la violencia sexual en el ca frecuente y grave, que todos los años afecta a
contexto más amplio de la promoción de la millones de personas en todo el mundo. Los facto-
igualdad de género; res desencadenantes son muy diversos y dependen
– los programas que aborden algunas de las cau- del contexto social, cultural y económico. Las cau-
sas socioeconómicas que subyacen a la violen- sas fundamentales de la violencia sexual contra las
cia, como la pobreza y la falta de instrucción, mujeres son las desigualdades de género.
por ejemplo, proporcionando oportunidades Numerosos países carecen de datos sobre la
de trabajo a los jóvenes; mayoría de los aspectos de la violencia sexual y en
– los programas para mejorar la crianza de niños, todos lados es preciso realizar investigaciones sobre
reducir la vulnerabilidad de las mujeres y pro- la totalidad de estos aspectos. Igual importancia
mover ideas de masculinidad más equitativas revisten las intervenciones, que pueden ser de
en relación con el género. diversos tipos, pero las más importantes guardan
relación con la prevención primaria de la violencia
Cómo abordar el problema del abuso sexual, dirigida tanto a las mujeres como a los
sexual en el sector de la salud hombres; las intervenciones de asistencia a las
La violencia sexual contra los pacientes se ejerce en víctimas de agresiones sexuales; la adopción de
muchos ámbitos del sector de la salud, pero gene- medidas que hagan más probable la detención y la
ralmente no se reconoce que este sea un problema. sanción de los agresores; y las estrategias para cam-
Es preciso adoptar diversas medidas para superar biar las normas sociales y mejorar la situación jurí-
esta negación y enfrentar el problema. Entre ellas dica de las mujeres. Es fundamental elaborar inter-
cabe mencionar las siguientes (83, 85): venciones para los ámbitos de escasos recursos y
– incorporar los temas de género y violencia evaluar rigurosamente los programas, tanto en los
sexual, tales como las consideraciones éticas países industrializados como en los países en desa-
relativas a la profesión médica, a los progra- rrollo.
mas de estudios básicos y de posgrado de Los profesionales de la salud pueden desempe-
médicos, personal de enfermería y otros tra- ñar un papel importante en el apoyo a las víctimas
bajadores de la salud; de agresiones sexuales, tanto en sus aspectos médi-
– tratar por todos los medios de identificar e cos como psicológicos, así como en la reunión de
investigar los casos posibles de abuso de pa- las pruebas necesarias para los juicios. El sector de la
cientes en las instituciones de salud; salud es considerablemente más eficaz en los países
– recurrir a las organismos internacionales de donde existen protocolos y normas para manejar
médicos y enfermeras y a las organizaciones no los casos y reunir las pruebas, donde el personal
gubernamentales (incluidas las organizaciones está bien adiestrado y donde la colaboración con el
de mujeres) para realizar un seguimiento de sistema judicial es adecuada. En última instancia,
CAPÍTULO 6. LA VIOLENCIA SEXUAL • 191
para poner fin a la violencia sexual se requiere un 15. Collett BJ et al. A comparative study of women
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CAPÍTULO 7
La violencia autoinfligida
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 201
FIGURA 7.1
Tasas mundiales de suicidio por edad y por sexo, 1995
80
Tasa de suicidio por 100 000
Mujeres
60
Varones
40
20
0
5–14 15–24 25–34 35–44 45–54 55–64 65–74 ≥75
Edad (años)
Si bien las tasas de suicidio son en general más El sexo, la cultura, la raza y el grupo étnico son
elevadas en las personas mayores, el número abso- también factores importantes en la epidemiología
luto de casos registrados entre quienes tienen me- del suicidio. Las tasas de suicidio de los hombres son
nos de 45 años de edad es en realidad más alto que superiores a las observadas en las mujeres. La razón
en las personas de más de 45 años, dadas las distri- entre la tasa de suicidio de los hombres y la de las
buciones demográficas (cuadro 7.2). Este es un mujeres varía de 1,0:1 a 10,4:1 (cuadro 7.1). En
cambio notable observado desde hace apenas 50 esta razón parece influir en parte el contexto cultu-
años, cuando el número absoluto de casos de suici- ral. La razón es relativamente baja en zonas de Asia
dio aumentaba aproximadamente con la edad. El (por ejemplo, 1,0:1 en China, 1,6:1 en Filipinas,
cambio no se explica en términos del envejeci- 1,5:1 en Singapur), alta en varios países de la anti-
miento general de la población mundial; en reali- gua Unión Soviética (6,7:1 en Belarús, 6,2:1 en Li-
dad, contradice esta tendencia demográfica. Hoy tuania) y muy alta en Chile (8,1:1) y Puerto Rico
en día, en aproximadamente un tercio de los paí- (10,4:1). En promedio, parece que hay cerca de tres
ses, las tasas de suicidio son ya superiores entre las suicidios masculinos por cada suicidio femenino y
personas de menos de 45 años de edad que entre esto es más o menos constante en diferentes grupos
quienes superan los 45 años, un fenómeno que de edad, con la excepción de la vejez avanzada, cuan-
parece existir en todos los continentes y no se co- do los hombres tienden a presentar tasas aun más
rrelaciona con los niveles de industrialización o altas. En términos generales, la diferencia entre los
riqueza. Como ejemplos de países y zonas en los sexos en cuanto a las tasas de suicidio en los países
que las tasas actuales de suicidio (así como el nú- asiáticos (15) es más reducida que en otros sitios del
mero absoluto de casos) son más altas en las personas mundo. Las diferencias a menudo grandes de las ta-
por debajo de los 45 años de edad que en quienes sas entre los países y según el sexo muestran cuán
sobrepasan los 45 años podemos mencionar a Aus- importante es que cada país vigile sus tendencias
tralia, Bahrein, Canadá, Colombia,
Ecuador, Guyana, Kuwait, Mauri-
cio, Nueva Zelandia, el Reino Uni- CUADRO 7.2
Porcentaje del total de suicidios por edad y por sexoa
do y Sri Lanka. Las tasas de suicidio Edad (años)
juvenil son particularmente altas en 5–14 15–24 25–34 35–44 45–54 55–64 65–74 ≥75 Total
varias islas del Pacífico, como Fiji Varones 0,7 12,7 18,3 20,5 17,0 13,9 9,6 7,3 100
Mujeres 0,9 13,3 15,0 15,4 14,7 13,9 13,7 13,1 100
(entre las etnias indígenas) y Samoa, Total 0,8 12,8 17,5 19,2 16,4 13,9 10,7 8,7 100
tanto en los hombres como en las a Basado en los datos de los países que notifican el suicidio a la Organización Mundial
mujeres (14). de la Salud, en el año más reciente disponible entre 1990 y 2000.
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 205
epidemiológicas para determinar qué grupos de Dentro de un determinado país, las tasas de sui-
población corren un riesgo mayor de suicidio. cidio informadas también pueden variar según la
En los países, la prevalencia del suicidio entre los fuente de los datos. Por ejemplo, en China, las
caucásicos es aproximadamente el doble de la obser- estimaciones varían de 18,3 por 100 000 (datos
vada en otras razas, si bien recientemente en los Es- comunicados a la Organización Mundial de la Sa-
tados Unidos se ha informado una tasa más alta en lud) a 22 por 100 000 (datos del Ministerio de
los afroestadounidenses (2). Esta modalidad de una Salud) y a 30 por 100 000 (estadísticas de la Aca-
prevalencia más elevada en los caucásicos también se demia China de Medicina Preventiva) (26).
ha comunicado en Sudáfrica y Zimbabwe (16). Las Los datos sobre la mortalidad por suicidio en
excepciones a la tasa generalmente superior en los general subestiman la verdadera prevalencia del
caucásicos se encuentran en las antiguas repúblicas suicidio en una población. Esos datos son el pro-
soviéticas de Armenia, Azerbaiyán y Georgia (17). ducto final de una cadena de informantes, que in-
El hecho de pertenecer al mismo grupo étnico cluye a quienes encuentran el cuerpo (a menudo
parece asociarse con tasas similares de suicidio, miembros de la familia), médicos, la policía, médi-
como sucede en el interesante ejemplo que ofre- cos forenses y estadísticos. Cualquiera de estas per-
cen Estonia, Finlandia y Hungría, países que tie- sonas, por una serie de razones, quizá sea renuente
nen todos tasas muy altas, a pesar de que Hungría a definir la muerte como un suicidio. Esto tiende a
está geográficamente muy distante de Estonia y ser más frecuente en los lugares donde las actitudes
Finlandia. Por el contrario, grupos étnicos diferen- religiosas y culturales condenan el suicidio. No
tes —aunque vivan en el mismo lugar— pueden obstante, Cooper y Milroy (27) han encontrado una
tener tasas muy disímiles de suicidio. En Singapur, subnotificación del suicidio del 40% en los regis-
por ejemplo, los chinos y los indios tienen tasas tros oficiales en ciertas regiones de Inglaterra. Se
mucho más altas que los malayos (18). puede ocultar un suicidio para evitar la estigmati-
Las tasas de suicidio son con frecuencia más ele- zación de la persona que ha acabado con su propia
vadas en los grupos indígenas, por ejemplo, en al- vida, o de la familia de la persona, por convenien-
gunos de estos grupos de Australia (19), China cia social, por razones políticas, para beneficiarse
(Provincia de Taiwán) (20) y Canadá y Estados Uni- de pólizas de seguro, o porque la persona que co-
dos (21) (recuadro 7.1). mete el suicidio deliberadamente lo hace parecer
un accidente, por ejemplo, un accidente en la ca-
Precauciones al usar los datos sobre el suicidio rretera. El suicidio también puede clasificarse equi-
La manera en que se registran las defunciones de vocadamente como defunción por una causa
todo tipo varía enormemente según los países, lo indeterminada de muerte, o por causas naturales,
cual hace sumamente difícil comparar las tasas de por ejemplo cuando las personas —en particular,
suicidio de diferentes países. Aun en aquellos que las de edad avanzada— no toman las medicinas que
han elaborado criterios uniformes, como Australia, las mantienen con vida.
la forma en la cual se aplican estos criterios puede El suicidio puede no ser reconocido oficialmente
variar considerablemente (24). Las estimaciones cuando quienes están recibiendo medicamentos
erróneas de las tasas de suicidio a veces pueden ser toman una sobredosis, cuando las personas delibe-
resultado de circunstancias tan sencillas como fe- radamente se dejan morir de hambre (en lo que se
chas límite impuestas por el gobierno para las esta- denomina suicidio por inanición [28]) o cuando
dísticas oficiales publicadas o retrasos a causa de las las personas mueren algún tiempo después del in-
investigaciones de los médicos forenses. Por ejem- tento de suicidio. En estos casos, así como en los de
plo, se piensa que, en la RAE de Hong Kong (Chi- eutanasia o suicidio asistido, la causa clínica de
na), los suicidios son subestimados entre 5% y 18% muerte es por lo general la que se informa oficial-
exclusivamente por razones de esta índole (25). mente. La subnotificación está también relacionada
206 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 7.1
entre los jóvenes incluye varios programas orientados a los jóvenes indígenas. Estos programas tienen la
finalidad de abordar las necesidades específicas de dichos jóvenes y son llevados a cabo conjuntamente
con organismos que representan los intereses de los pueblos indígenas, como el Consejo Coordinador
Aborigen.
Las medidas constructivas para prevenir el suicidio en el ˘rtico canadiense incluyen mejores respues-
tas a las crisis, un nuevo desarrollo generalizado de la comunidad y el progreso hacia el establecimiento
de un gobierno autónomo en las zonas indígenas. El nuevo y vasto Territorio de Nunavut fue creado el
1 de abril de 1999; se les otorgó a las comunidades inuit la autodeterminación local y se les devolvió
parte de sus derechos y patrimonio.
con la edad y el fenómeno suele ser mucho más la gran mayoría de las personas suicidas siguen pa-
frecuente entre las personas mayores. A pesar de sando inadvertidas (31). Varias instituciones, in-
todas estas advertencias, se ha alegado que la clasi- cluidos los centros nacionales para el control y la
ficación relativa de las tasas nacionales de suicidio prevención de lesiones, los departamentos de es-
es razonablemente exacta. tadística y, en varios países, los departamentos de
justicia, mantienen registros de los sucesos no mor-
Comportamiento suicida no mortal y tales registrados en los servicios de salud. Esos re-
pensamientos suicidas gistros proporcionan datos útiles para fines de
Relativamente pocos países tienen datos fidedig- investigación y de prevención, ya que quienes in-
nos sobre el comportamiento suicida no mortal; la tentan suicidarse corren un alto riesgo de incurrir
razón principal reside en la dificultad de recopilar en un comportamiento suicida posterior, tanto
la información. Solo una minoría de los que inten- mortal como no mortal. Los funcionarios de salud
tan suicidarse van a los establecimientos de salud pública también se basan en el examen de los re-
para recibir atención médica. Además, en muchos gistros de hospitales, las encuestas de población y
países en desarrollo, la tentativa de suicidio sigue estudios especiales, fuentes que a menudo inclu-
siendo un delito penado y, por consiguiente, los yen datos que no existen en los sistemas de datos
hospitales no registran los casos. Por otra parte, en de la mortalidad.
muchos lugares no es obligatorio notificar las le- Las cifras —en relación con el tamaño de la po-
siones y, en consecuencia, no se recopila la infor- blación y en números absolutos— indican que el
mación sobre ellas en ningún nivel. Otros factores comportamiento suicida no mortal es más preva-
también pueden influir en la notificación, como la lente en los jóvenes que en las personas mayores. Se
edad, el método de la tentativa de suicidio, la cultu- estima generalmente que la razón entre el compor-
ra y la accesibilidad de la atención de salud. En resu- tamiento suicida mortal y el no mortal en los ma-
men, no se conoce claramente la magnitud de los yores de 65 años es del orden de 1:2-3, mientras
intentos de suicidio en la mayor parte de los países. que en los jóvenes menores de 25 años la razón
Hay algunos datos que indican que, en prome- puede alcanzar un valor de 1:100-200 (32, 33). Si
dio, solo cerca de 25% de los que llevan a cabo bien el comportamiento suicida es menos frecuente
actos suicidas hacen contacto con un hospital pú- en los ancianos, las probabilidades de un resultado
blico (posiblemente uno de los mejores lugares para mortal son mucho mayores (28, 34). En promedio,
la recopilación de datos) (29, 30) y estos casos no los intentos de suicidio en la vejez son, en térmi-
son necesariamente los más graves. Los casos infor- nos psicológicos y médicos, más graves y el “fraca-
mados son por lo tanto solo la punta del iceberg y so” de un intento de suicidio es a menudo
208 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
resultado del azar. Además, como tendencia gene- de 1985 sobre grupos de adolescentes (en particu-
ral, las tasas de comportamiento suicida no mortal lar, estudiantes de escuelas secundarias) indicó que
tienden a ser de dos a tres veces más frecuentes en entre 3,5% y 52,1% de los adolescentes informan
las mujeres que en los hombres. No obstante, Fin- tener pensamientos suicidas (31). Es posible que
landia es una excepción notable a esta pauta (35). estas diferencias grandes de porcentaje puedan
Los datos de un estudio multinacional sobre el explicarse por el empleo de distintas definiciones
comportamiento suicida no mortal en 13 países de la ideación suicida y por los diferentes períodos
muestran que, en el período comprendido entre a los cuales se refirieron los estudios. Hay indicios
1989 y 1992, la tasa media estandarizada por edades de que las mujeres, incluidas las de edad avanzada,
más alta de intentos de suicidio en los hombres se son más propensas a tener pensamientos suicidas
encontró en Helsinki, Finlandia (314 por 100 000), que los hombres (37). En términos generales, se ha
mientras que la tasa más baja (45 por 100 000) se calculado que la prevalencia de la ideación suicida
observó en Guipúzcoa, España, con un valor siete entre los adultos mayores de ambos sexos varía entre
veces menor (35). La tasa media estandarizada por 2,3% (para los que han tenido pensamientos
edades más alta para las mujeres se registró en Cergy- suicidas en las últimas dos semanas) y 17% (para
Pontoise, Francia (462 por 100 000), y la más baja los que alguna vez han tenido pensamientos
(69 por 100 000) correspondió nuevamente a suicidas) (38). Sin embargo, en comparación con
Guipúzcoa. Con una sola excepción, la de Helsinki, otras formas de comportamiento suicida, como el
las tasas de intentos de suicidio fueron más altas en intento de suicidio, la ideación suicida tal vez no
las mujeres que en los hombres. En la mayoría de los sea un indicador útil de cuáles adolescentes o
centros, se observaron las tasas más altas en los gru- adultos necesitan más los servicios preventivos.
pos de menos edad, mientras que las tasas en las per-
sonas de 55 y más años de edad fueron en general las ¿Cuáles son los factores de riesgo
más bajas. El método más comúnmente usado fue el en el comportamiento suicida?
envenenamiento, seguido por las cortaduras. Más de El comportamiento suicida tiene gran número de
la mitad de los que intentaban suicidarse hicieron causas. Los factores que ponen a los individuos en
más de una tentativa y casi el 20% de los segundos riesgo de cometer suicidio son complejos y se in-
intentos fueron hechos dentro de los 12 meses pos- fluyen recíprocamente. La identificación de estos
teriores al primero. factores y la comprensión de sus funciones en el
Los datos de una muestra longitudinal repre- comportamiento suicida mortal y no mortal son
sentativa en Noruega, que incluyó a casi 10 000 fundamentales para prevenir los suicidios. Los epi-
adolescentes de 12 a 20 años de edad, mostraron demiólogos y los expertos en suicidio han descrito
que un 8% habían intentado suicidarse en alguna varias características específicas que se asocian es-
ocasión y 2,7% habían hecho ese intento durante trechamente con un mayor riesgo de comporta-
los dos años del período de estudio. Los análisis de miento suicida. Aparte de los factores personales
regresión logística de los datos demostraron que —como la edad y el sexo, ya mencionados ante-
había mayor probabilidad de intento de suicidio riormente— esas características incluyen factores
si la persona había hecho una tentativa anterior, biológicos, psiquiátricos, sociales y ambientales, así
era de sexo femenino, de edad próxima a la puber- como factores relacionados con la historia personal
tad, tenía pensamientos suicidas, consumía alco- del individuo.
hol, no vivía con ambos padres o tenía escaso grado
de autoestima (36). Factores psiquiátricos
Los pensamientos suicidas son más comunes que Gran parte de lo que se conoce acerca del riesgo de
el suicidio tanto intentado como consumado (8); suicidio proviene de estudios donde los investi-
sin embargo, su importancia está todavía poco cla- gadores han entrevistado a un progenitor sobre-
ra. Un examen de los estudios publicados después viviente u otro pariente cercano o amigo para
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 209
identificar los acontecimientos vitales y síntomas enfermedad; los pacientes con recaídas crónicas, y
psiquiátricos específicos que había experimenta- los pacientes que temen sufrir una “desintegra-
do la víctima de suicidio en las semanas o los meses ción mental” (48).
anteriores a la muerte. Este tipo de estudio se co- Otros factores, como los sentimientos de deses-
noce como “autopsia psicológica”. Usando este mé- peranza e impotencia, también aumentan el riesgo
todo, la investigación ha revelado que muchos de suicidio. Por ejemplo, en un estudio longitudi-
adultos que consuman el suicidio presentan signos nal efectuado durante 10 años en los Estados Uni-
o síntomas que indican un trastorno psiquiátrico dos, Beck et al. (49) destacaron la importancia de
meses o aun años antes de su muerte (39, 40). los sentimientos de desesperanza como factor pre-
Algunos de los principales factores psiquiátri- dictivo del comportamiento suicida. En este estu-
cos y psicológicos asociados con el suicidio son dio, la falta de expectativas permitió identificar
(41–48): correctamente a un 91% de los individuos que pos-
– depresión grave; teriormente se suicidaron.
– otros trastornos del estado de ánimo [afecti- El abuso del alcohol y otras drogas también
vos], como el trastorno bipolar (enfermedad desempeña una función trascendente en el suici-
caracterizada por períodos de depresión al- dio. En los Estados Unidos, se informa que al me-
ternados con períodos de excitación o manía, nos una cuarta parte de los suicidios están vincula-
en la cual la alteración del estado de ánimo dos con el abuso del alcohol (50). El riesgo a lo
puede durar días o aun meses); largo de toda la vida de cometer suicidio en las
– esquizofrenia; personas alcohólicas no es mucho menor que en las
– ansiedad y trastornos de la conducta y la per- que presentan trastornos depresivos (50). Hay, sin
sonalidad; embargo, muchas conexiones cercanas entre el abu-
– impulsividad; so del alcohol y la depresión, y a menudo es difícil
– sensación de desesperanza. determinar cuál de los dos es el trastorno principal.
La depresión desempeña una función destacada Por ejemplo:
en el suicidio y se piensa que interviene en aproxi- • El abuso del alcohol puede conducir a la de-
madamente 65%–90% del total de suicidios rela- presión directa o indirectamente mediante la
cionados con enfermedades psiquiátricas (42). En sensación de declinación y fracaso que expe-
los pacientes con depresión, el riesgo parece ser rimenta la mayoría de las personas con depen-
mayor cuando no siguen su tratamiento, piensan dencia del alcohol.
que no son tratables o son considerados no trata- • El abuso del alcohol puede ser una forma de
bles por los especialistas (43) (recuadro 7.2). Se ha automedicación para aliviar la depresión.
estimado en alrededor de 12% a 15% el riesgo de • Tanto la depresión como el abuso del alcohol
suicidio durante toda la vida en las personas afec- quizá sean el resultado de factores específicos
tadas por depresión grave y bipolar (44, 45), pero presentes en la vida de la persona que causan
una nueva evaluación reciente de los datos ha in- estrés.
dicado un nivel de riesgo mucho menor (46). Sin embargo, si bien el suicidio entre los que
La esquizofrenia es otro trastorno psiquiátrico padecen trastornos depresivos se produce en una
que muestra una asociación alta con el suicidio y etapa relativamente temprana de la enfermedad,
se estima que el riesgo de suicidio a lo largo de en particular en el grupo de 30 a 40 años de edad,
toda la vida en las personas con esquizofrenia es el suicidio entre quienes sufren dependencia del
de cerca de 10% a 12% (47). El riesgo es particu- alcohol suele ocurrir en una etapa tardía de la adic-
larmente grande en los pacientes varones jóvenes; ción. Además, cuando se produce, suele ir acompa-
los pacientes en las primeras etapas de la enferme- ñado de otros factores, tales como el deterioro en
dad, en especial los que han funcionado bien men- las relaciones, la marginación social, la pobreza y la
tal y socialmente antes de la aparición de la aparición de deterioro físico como resultado del
210 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 7.2
La depresión y el suicidio
La depresión es el trastorno mental que más a menudo se asocia con el suicidio. La ansiedad, una
potente fuerza impulsora en el proceso del suicidio, está estrechamente entrelazada con la depresión
y los dos trastornos son a veces indistinguibles. Los estudios han revelado que hasta 80% de las personas
que se suicidaron tenían varios síntomas depresivos.
Las personas de todas las edades pueden sufrir depresión. Sin embargo, a menudo es difícil detectar
la depresión en los hombres, que por lo común, en todo caso, buscan ayuda médica con menos frecuen-
cia que las mujeres. La depresión en los hombres a veces es precedida por diversos tipos de maltrato y
violencia, tanto dentro como fuera de la familia. El tratamiento de la depresión en los hombres es muy
importante, ya que en muchas culturas el suicidio es en gran medida un fenómeno masculino.
En los niños y adolescentes, la índole de la depresión suele ser diferente de la encontrada en los
adultos. Los jóvenes deprimidos tienden a presentar más muestras de „exteriorización‰, como el ausen-
tismo escolar, calificaciones cada vez peores en la escuela, mal comportamiento, violencia y abuso del
alcohol o drogas, y también duermen y comen más. Al mismo tiempo, la negativa a comer y el compor-
tamiento anoréxico se encuentran con frecuencia en combinación con la depresión en los jóvenes, en
particular entre las muchachas, pero también en los varones. Estos trastornos graves de los hábitos
alimentarios se asocian con mayor riesgo de suicidio.
La depresión a menudo tiene manifestaciones físicas, en particular entre las personas mayores, como
por ejemplo dolencias del estómago, mareos, palpitaciones y dolor en diversas partes del cuerpo. La
depresión en los ancianos puede acompañar a otros trastornos y enfermedades físicas, tales como el
accidente cerebrovascular, el infarto del miocardio, el cáncer, el reumatismo, la enfermedad de Parkin-
son y la enfermedad de Alzheimer.
La tendencia al suicidio puede reducirse si se tratan la depresión y la ansiedad. Muchos estudios han
confirmado los efectos beneficiosos de los antidepresivos y diversas formas de psicoterapia, en particu-
lar la terapia conductual cognoscitiva. También se ha comprobado que la prestación de apoyo psicoso-
cial adecuado a las personas mayores, como el empleo del teléfono para ponerse en contacto con
asistentes sociales, trabajadores de salud y otro personal, produce una reducción significativa de la
depresión y del número de defunciones por suicidio entre las personas de edad.
abuso crónico del alcohol. Se piensa que el abuso mayor en el primer año después del intento, espe-
del alcohol y de drogas desempeña una función cialmente en los seis primeros meses. Casi 1% de
menos importante en el suicidio en partes de Asia los individuos que intentan suicidarse mueren en
que en otras regiones. En un estudio del suicidio el lapso de un año (52) y aproximadamente 10%
entre los adolescentes efectuado en China (RAE de con el tiempo consuman el suicidio. Las estimacio-
Hong Kong), solo cerca de 5% de los que se suici- nes del aumento del riesgo vinculado con antece-
daron tenían antecedentes de abuso del alcohol o dentes de intentos anteriores varían de un estudio
de drogas (51). Este resultado quizás explique la a otro. Gunnell y Frankel, por ejemplo, informan
tasa relativamente baja de suicidio entre los ado- sobre un riesgo de 20 a 30 veces mayor en compa-
lescentes en Asia, excepto por China. ración con la población general, resultado que es
Sin embargo, un intento anterior de suicidio es compatible con otros informes (53). Si bien el ante-
uno de los más potentes factores predictivos del com- cedente de una tentativa de suicidio aumenta el ries-
portamiento suicida mortal ulterior (2). El riesgo es go de que una persona se quite la vida, la mayoría de
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 211
los que mueren por suicidio no lo habían intenta- predisponen a los individuos al suicidio. Por ejem-
do anteriormente (24). plo, algunos estudios han encontrado alteraciones
de las concentraciones de metabolitos de la seroto-
Marcadores biológicos y médicos nina en el líquido cefalorraquídeo de pacientes
Los antecedentes familiares de suicidio son un re- psiquiátricos adultos que se suicidaron (56, 57). La
conocido marcador que señala mayor riesgo de sui- serotonina es una neurohormona muy importante
cidio. Para algunos investigadores, esto indica que que controla el estado de ánimo y la agresión. Se ha
puede haber un rasgo genético que predispone a comprobado que persisten por algún tiempo las
algunas personas al comportamiento suicida. En efec- concentraciones bajas de serotonina y la escasa res-
to, los datos provenientes de estudios sobre geme- puesta a las pruebas que dificultan el metabolismo
los y niños adoptados confirman la posibilidad de de la hormona después de episodios de enferme-
que los factores biológicos tengan alguna influencia dad (58, 59). Un deterioro del funcionamiento de
en cierto comportamiento suicida. Los estudios so- las neuronas que contienen serotonina en la corte-
bre los gemelos han revelado que los gemelos mo- za prefrontal del cerebro puede ser una causa sub-
nocigóticos, que comparten 100% de sus genes, yacente de la menor capacidad de una persona para
tienen una concordancia significativamente mayor resistir los impulsos de dejarse llevar por pensa-
tanto para el suicidio como para el intento de suici- mientos suicidas (60, 61).
dio que los gemelos dicigóticos, que comparten El suicidio quizá también sea la consecuencia de
50% de sus genes (54). Sin embargo, hasta ahora no una enfermedad grave y dolorosa, especialmente si
ha habido ningún estudio sobre gemelos monoci- es discapacitante. Se estima que la prevalencia de la
góticos criados por separado —un requisito previo enfermedad física en los que se suicidan es al menos
para un estudio metodológicamente sólido— y nin- de 25%, aunque puede llegar a 80% entre las perso-
guno de los estudios sobre gemelos ha indagado nas mayores que se suicidan (62). En más de 40% de
cuidadosamente la posible influencia de trastornos los casos se considera que la enfermedad física es un
psiquiátricos. Podría ser que sea un trastorno psi- factor contributivo importante al comportamiento
quiátrico lo que se hereda, en lugar de una predis- y la ideación suicidas, especialmente cuando hay tam-
posición genética al comportamiento suicida, y que bién trastornos del estado de ánimo o síntomas de-
ese trastorno haga más probable el comportamiento presivos (63). Es comprensible que la perspectiva de
suicida en los individuos emparentados. un sufrimiento insoportable y una dependencia
Los resultados de un estudio de casos y testigos humillante lleve a las personas a considerar la posi-
entre niños adoptados revelaron que, entre los que bilidad de acabar con su vida. Sin embargo, varias
se suicidaron, fue más frecuente la existencia de investigaciones han indicado que las personas que
familiares biológicos que cometieron suicidio (55). sufren una enfermedad física rara vez se suicidan
Estos suicidios en gran parte fueron independien- cuando no existe ningún síntoma psiquiátrico (42).
tes de la presencia de un trastorno psiquiátrico, lo
que indica que hay una predisposición genética al Acontecimientos de la vida como factores
suicidio independiente de los trastornos psiquiá- desencadenantes
tricos graves asociados con el suicidio, o posible- Ciertos acontecimientos de la vida pueden servir
mente sumada a ellos. Otros factores sociales y como factores desencadenantes del suicidio. Los su-
ambientales probablemente también interactúen cesos particulares que un número pequeño de estu-
con los antecedentes familiares para aumentar el dios han tratado de vincular con el riesgo de suicidio
riesgo de suicidio. incluyen la pérdida personal, el conflicto interper-
Otros datos que indican la existencia de una base sonal, una relación rota o perturbada y problemas
biológica para el suicidio provienen de estudios jurídicos o relacionados con el trabajo (64–67).
de los procesos neurobiológicos que originan mu- La pérdida de un ser querido, ya sea por divor-
chos trastornos psiquiátricos, incluidos los que cio, separación o muerte, puede desencadenar
212 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
sentimientos depresivos intensos, especialmente sufrieron maltrato físico o abuso sexual antes de la
si se ha sufrido la pérdida de la pareja o de alguien edad de 18 años. Los sujetos entre las edades de 15
excepcionalmente cercano. Los conflictos en las re- y 21 años que habían sufrido abuso presentaron
laciones interpersonales en el hogar, o en los luga- comportamiento suicida, depresión, ansiedad, tras-
res de estudio o trabajo, también pueden desenca- tornos psiquiátricos y otros problemas emociona-
denar sentimientos de desesperanza y depresión. les y de conducta con más frecuencia que los que
En un estudio de más de 16 000 adolescentes rea- no lo habían sufrido (79).
lizado en Finlandia, por ejemplo, los investigado- La orientación sexual quizá también esté rela-
res encontraron mayor prevalencia de la depresión cionada con mayor riesgo de suicidio entre los ado-
y la ideación suicida grave tanto entre los que eran lescentes y los adultos jóvenes (80, 81). Las estima-
intimidados en la escuela como entre los autores ciones de la prevalencia del suicidio entre los
de la intimidación (68). En un estudio retrospecti- jóvenes homosexuales tanto varones como muje-
vo efectuado en el sudeste de Escocia, donde se res, por ejemplo, varían de 2,5% a 30,0% (82, 83).
tuvieron en cuenta la edad, el sexo y los trastornos Los factores que pueden contribuir al suicidio y el
mentales, se encontró que el conflicto interperso- intento de suicidio en estos casos incluyen la dis-
nal adverso se asociaba independientemente con criminación, el estrés en las relaciones interperso-
los suicidios (69). En un examen de todos los sui- nales, las drogas y el alcohol, la ansiedad acerca de la
cidios cometidos durante un período de dos años infección por el VIH y el SIDA y limitadas fuentes
en Ballarat (Australia), se encontró que las dificul- de apoyo (84, 85).
tades sociales y personales se vinculaban con el sui- Por otra parte, tener una relación matrimonial
cidio en más de un tercio de los casos (70). Otras estable parecería en general ser un factor “protec-
investigaciones también han mostrado mayor pro- tor” contra el suicidio. Las responsabilidades de la
babilidad de depresión e intentos de suicidio en- crianza de los hijos confieren un elemento protec-
tre las víctimas de la violencia infligida por la pare- tor adicional (86). Los estudios sobre la relación
ja (71–74). entre el estado civil y el suicidio revelan tasas altas
Los antecedentes de maltrato físico o abuso de suicidio entre las personas solteras o que nunca
sexual en la niñez pueden aumentar el riesgo de se han casado en las culturas occidentales, tasas aun
suicidio en la adolescencia y la edad adulta (75– más elevadas entre las personas viudas y algunas de
77). Las víctimas de abuso sexual comúnmente sien- las tasas más altas entre las personas separadas o di-
ten humillación y vergüenza (2). Quienes sufrie- vorciadas (87, 88). Este último fenómeno es parti-
ron abuso durante la niñez y la adolescencia a cularmente evidente entre los hombres, especial-
menudo sienten desconfianza en las relaciones in- mente en los primeros meses después de la pérdida
terpersonales y tienen dificultad para mantenerlas. o separación (89).
Experimentan dificultades sexuales persistentes y Como excepción al efecto generalmente protec-
sentimientos intensos de inadecuación e inferio- tor del matrimonio, quienes se casan temprano (an-
ridad. En los Países Bajos, algunos investigadores tes de los 20 años de edad) tienen una tasa más alta
examinaron la relación entre el abuso sexual y el de comportamiento suicida que sus pares solteros,
comportamiento suicida en 1 490 estudiantes ado- según algunos estudios (90, 91). Además, el
lescentes y encontraron que los que habían sufrido matrimonio no es protector en todas las culturas.
abuso sexual mostraban un comportamiento suici- Se han comunicado tasas más elevadas de compor-
da significativamente mayor, así como otros pro- tamiento suicida tanto mortal como no mortal en
blemas emocionales y de conducta, en comparación las mujeres casadas de Pakistán, en comparación tan-
con sus compañeros que no lo habían sufrido (78). to con los hombres casados como con las mujeres
En un estudio longitudinal de 17 años que está en solteras (92, 93). Esto puede obedecer a que la dis-
curso en los Estados Unidos y abarca a 375 sujetos, se criminación social, económica y jurídica produce
encontró que 11% de ellos habían informado que un estrés psíquico que predispone a estas mujeres
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 213
al comportamiento suicida (92). También se han edad que habían sido remitidos a un hospital ge-
informado tasas superiores de suicidio entre las neral se encontró que los problemas más frecuen-
mujeres casadas mayores de 60 años en la RAE de tes que sustentaban ese comportamiento eran las
Hong Kong (China), comparadas con las mujeres dificultades en la relación con los padres, los pro-
viudas y divorciadas de este grupo de edad (90). blemas con amigos y el aislamiento social (104).
Si bien los problemas en las relaciones interper-
sonales suelen aumentar el riesgo de comporta- Factores sociales y ambientales
miento suicida, el aislamiento social también puede Las investigaciones han identificado varios facto-
ser un factor precipitante de este. El aislamiento res sociales y ambientales importantes relaciona-
social sustentó los conceptos de Durkheim del sui- dos con el comportamiento suicida, que incluyen
cidio “egoísta” y “anómico” (94), ambos relacio- factores tan diversos como la disponibilidad de un
nados con la idea de incapacidad de conectarse medio para cometer el suicidio, el lugar de resi-
socialmente. Muchas publicaciones indican que los dencia de la persona, su situación laboral o migra-
individuos que experimentan aislamiento en su toria, su credo religioso y la situación económica.
vida son más vulnerables al suicidio que los que
tienen vínculos sociales fuertes con otras personas El método elegido
(95–98). Después de la muerte de un ser querido, Un factor importante que determina que el com-
por ejemplo, una persona puede intentar suicidarse portamiento suicida sea o no mortal es el método
si quienes están cerca de ella no le brindan suficien- elegido. En los Estados Unidos, las armas de fuego
te apoyo durante el período de duelo. se usan en alrededor de dos terceras partes del total
En un estudio comparativo del comportamien- de los suicidios (105). En otras partes del mundo,
to social de grupos de personas que han intentado es más común el ahorcamiento, método que es se-
suicidarse, personas que han consumado el suici- guido en orden de frecuencia por el empleo de un
dio y personas que mueren por causas naturales, arma de fuego, saltar desde un lugar alto y el ahoga-
Maris (99) encontró que los que consumaron el miento. En China, el envenenamiento con plagui-
suicidio habían participado menos en la organiza- cidas es el método más común (106, 107).
ción social, a menudo no tenían amigos y habían En los dos últimos decenios, en algunos países,
sufrido una declinación progresiva de las relacio- como Australia, ha habido un aumento notable del
nes interpersonales que los condujo a un estado de suicidio por ahorcamiento, especialmente entre los
aislamiento social total. Los estudios de la autopsia jóvenes, acompañado de una disminución paralela
psicológica revelan que el aislamiento social pre- en el empleo de armas de fuego (108). En general,
cede con frecuencia al acto suicida (99). Esto tam- las personas mayores tienden a adoptar métodos que
bién se señaló en un estudio de Negron et al. (100), impliquen menos fuerza física, como ahogarse o sal-
quienes encontraron que era más probable que se tar desde las alturas; esto se ha registrado en particu-
aislaran durante una fase suicida aguda las personas lar en los casos de suicidio en la RAE de Hong Kong
que intentaron suicidarse que aquellas con idea- (China) y Singapur (18). Casi en todas partes, las
ción suicida. Wenz (101) identificó la anomia —el mujeres tienden a adoptar métodos “más suaves”
sentimiento de alienación de la sociedad causado —por ejemplo, una sobredosis de medicamentos—
por la percepción de la ausencia de un marco social en los intentos de suicidio tanto mortal como no
de apoyo— como un factor en el comportamiento mortal (35). Una excepción notable a esto es la prác-
suicida de las viudas, junto con el aislamiento so- tica de autoinmolación observada en la India.
cial real y esperado. El aislamiento social con fre- Aparte de la edad y el sexo, en la elección del
cuencia ha sido identificado como factor contri- método de suicidio pueden influir otros factores.
buyente a la ideación suicida entre los ancianos En el Japón, por ejemplo, se sigue usando la prácti-
(102, 103). En un estudio de las tentativas de suici- ca tradicional de abrirse el vientre con una espada
dio en los adolescentes de menos de 16 años de (llamada harakiri). Es conocida la imitación de un
214 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
método de suicidio, especialmente entre los jóve- plaguicidas los convierte en opciones favoritas para
nes y en relación con la muerte de una celebridad el suicidio. Lo mismo sucede en Samoa, donde el
(109–111). La decisión de una persona de suicidarse control de las ventas del herbicida paraquat con-
generalmente guarda relación con la letalidad del dujo a una disminución en el número de suicidios
método elegido: las personas de edad, por ejemplo, (116). En las comunidades rurales de Australia, don-
expresan normalmente una voluntad de morir ma- de es común la posesión de armas de fuego, el sui-
yor que la de otras personas y tienden a elegir méto- cidio mediante un disparo es el procedimiento
dos más violentos —como un disparo, saltar desde registrado con más frecuencia (114).
un sitio alto o ahorcarse— y que ofrecen menos
posibilidades de un rescate durante el intento (112). La inmigración
Se ha estudiado el efecto de la inmigración en las
Las diferencias entre las zonas urbanas tasas de suicidio en países como Australia, Canadá y
y las rurales Estados Unidos, que tienen una mezcla grande de
Hay con frecuencia grandes disparidades entre las grupos étnicos. En estos países, se ha encontrado que
tasas de suicidio de las zonas urbanas y las rurales. Por la tasa de comportamiento suicida en un grupo dado
ejemplo, en el distrito de Manhattan de la ciudad de de inmigrantes es similar a la tasa en su país de ori-
Nueva York se registraron 1 372 suicidios en 1997, gen. En Australia, por ejemplo, entre los inmigrantes
el triple de la cantidad (411) de suicidios del estado de Grecia, Italia y Pakistán las tasas de suicidio son
de Nevada, constituido en gran parte por zonas inferiores a las de los inmigrantes de los países de
rurales, pero la tasa en Nevada fue más de tres veces Europa oriental o de Irlanda o Escocia, todos ellos
superior a la del estado de Nueva York (24,5 por países con tasas de suicidio tradicionalmente altas
100 000 —la más alta en los Estados Unidos— en (117) (véase también el cuadro 7.3). Esto indica que
contraste con 7,6 por 100 000) (113). Se han infor- los factores culturales desempeñan una función des-
mado diferencias similares entre las zonas urbanas y tacada en el comportamiento suicida.
rurales, por ejemplo, en Australia (114), y en países
europeos, como Inglaterra y Gales (datos combina- El empleo y otros factores económicos
dos) y Escocia, donde entre los agricultores se regis- Varios estudios han encontrado tasas de suicidio
tran tasas elevadas de suicidio (115). También se ha más elevadas durante los períodos de recesión eco-
señalado que las tasas de suicidio
entre las mujeres de las zonas rura- CUADRO 7.3
les de China son mayores que las de Tasas de suicidio estandarizadas por edad en Australia, por 100 000 habi-
tantes y según el lugar de nacimiento, 1982– – 1992
las zonas urbanas (26). Año Lugar de nacimiento Total de
Estas tasas más altas de suicidio Asia Australia Europa Irlanda Oceaníab nacidos
que se registran en muchas zonas Oriental Meridional Occidental a y Reino en el
Unido extranjero
rurales pueden deberse al aisla- 1982 8 11 31 7 19 12 14 13
miento social y las dificultades para 1983 12 11 21 8 16 12 10 12
1984 9 11 17 5 17 11 17 11
detectar las señales de advertencia,
1985 7 11 20 6 17 12 14 12
el acceso limitado a los servicios 1986 8 12 17 6 19 13 14 12
de salud y los niveles inferiores de 1987 8 14 28 7 17 14 17 13
educación. Los métodos de suici- 1988 9 13 20 8 14 15 17 13
1989 8 12 16 7 16 13 14 12
dio en las zonas rurales también 1990 8 13 14 5 19 12 14 11
suelen ser diferentes de los usados 1991 8 14 22 9 19 14 13 12
en las zonas urbanas. En las comu- 1992 7 13 24 8 17 13 14 12
Fuente: Reproducido de la referencia 118, con cambios de redacción menores y con el
nidades rurales de Europa orien-
permiso de la editorial.
tal y partes de Asia Sudoriental, la a Excluidos Irlanda y el Reino Unido.
disponibilidad de herbicidas y b Excluida Australia.
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 215
nómica y de desempleo alto (119–123), y también pasado por alto los trastornos psiquiátricos y de la
se ha comprobado la relación inversa. En un estu- personalidad (127, 128).
dio de las repercusiones de los factores económi-
cos en el suicidio en Alemania, Weyerer y Wieden- La religión
mann (122) investigaron el efecto de cuatro variables Desde hace mucho tiempo se ha considerado la reli-
económicas y sus relaciones con las tasas de suici- gión como un factor importante en el comporta-
dio en el período comprendido entre 1881 y 1989. miento suicida. Las investigaciones han revelado que
Se encontró la correlación más fuerte durante las una clasificación aproximada de los países según las
épocas de desintegración social, cuando había un creencias religiosas y siguiendo un orden descen-
alto desempleo con bajos niveles de asistencia o dente de las tasas de suicidio, sería la siguiente:
protección estatal y mayores riesgos de bancarrota. • Los países donde se prohíben o se desalientan
Una investigación preliminar sobre la tasa de suici- con energía las prácticas religiosas (como fue
dio superior al promedio en la cuenca de Kuznetsk el caso en los países anteriormente comunis-
(Federación de Rusia), efectuada entre 1980 y tas de Europa oriental y en la antigua Unión
1995, mencionó la inestabilidad económica, la des- Soviética).
integración de la antigua Unión Soviética y otros • Los países donde predominan el budismo, el
factores históricos específicos como posibles fac- hinduismo u otras religiones asiáticas.
tores contribuyentes (123). Al relatar sus visitas a • Los países donde muchas personas son pro-
Bosnia y Herzegovina, Berk (124) se refirió a una testantes.
tasa de suicidio mayor de lo previsto y a la depen- • Los países donde los habitantes son predomi-
dencia del alcohol entre los niños. Si bien habían nantemente católicos romanos.
sobrevivido a las amenazas más inmediatas del con- • Los países donde gran parte de la población es
flicto armado entre 1992 y 1995, los niños habían musulmana.
sucumbido al estrés a largo plazo. En Sri Lanka, la Lituania es una excepción notable a este mode-
comunidad tamil, que tiene una historia de vio- lo aproximado. La población siempre ha sido pre-
lencia e inestabilidad política y económica, ha pre- dominantemente católica, con muchos creyentes
sentado tradicionalmente tasas elevadas de suici- practicantes y una fuerte influencia de la iglesia, a
dio. Hoy la comunidad cingalesa, en la que hace 20 pesar de que el país formó parte de la antigua Unión
años se registraban tasas de suicidio muy bajas, tam- Soviética. No obstante, las tasas de suicidio fueron
bién tiene tasas altas. Esto destaca claramente la es- y siguen siendo altísimas. Es evidente que la
trecha relación entre el suicidio, la violencia polí- clasificación aproximativa dada anteriormente no
tica y el derrumbe social. tiene en cuenta la firmeza con que los individuos
A nivel individual, el comportamiento suicida en un país particular creen en su religión y obser-
es más frecuente entre los desempleados que en- van sus preceptos (129). La clasificación tampoco
tre las personas que trabajan (119, 125, 126). La incluye el animismo —principalmente encontra-
pobreza y una función socialmente disminuida do en África— porque en general no se conocen
—ambas consecuencias del desempleo— a menu- las tasas de suicidio entre los seguidores de las
do parecen asociarse con un incremento del com- creencias animistas.
portamiento suicida, en especial cuando se ha Durkheim pensaba que el suicidio se originaba
perdido repentinamente el trabajo. Sin embargo, en una falta de identificación con un grupo unita-
las investigaciones realizadas en este campo pre- rio y sostenía que las tasas de suicidio debían ser
sentan algunas limitaciones. En particular, no siem- inferiores donde existe un alto grado de integra-
pre se ha tenido en cuenta la duración del ción religiosa. En consecuencia, alegó que las prác-
desempleo. Las personas que esperan obtener su ticas religiosas y las creencias compartidas, tales
primer trabajo a veces han sido agrupadas junto como las asociadas con el catolicismo, son factores
con otras que han perdido sus empleos y se han protectores contra el suicidio (94). Algunos estu-
216 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
dios que pusieron a prueba la hipótesis de Durk- tal vez no cree las condiciones idóneas para la idea-
heim han tendido a apoyarlo (130, 131). Sin em- ción o el comportamiento suicidas en un indivi-
bargo, otros estudios no han encontrado una duo. El estudio de los factores protectores está todavía
asociación entre la proporción de los católicos ro- en pañales. Si se desea que la investigación y la pre-
manos en una población y las tasas de suicidio (132, vención del suicidio logren avances reales, es preci-
133). Un estudio de Simpson y Conlin (134) sobre so conocer mucho mejor los factores protectores para
las repercusiones de la religión encontró que la alcanzar adelantos similares a los realizados en los
creencia en el islamismo reducía las tasas de suici- decenios recientes en la comprensión de los facto-
dio más que la creencia en el cristianismo. res predisponentes y desencadenantes del suicidio.
Algunos estudios han tratado de usar la concu- Además de las observaciones de Durkheim so-
rrencia a la iglesia y la extensión de las redes reli- bre el matrimonio y la religión, varias investiga-
giosas como una medida de la fe religiosa, que luego ciones han arrojado luz sobre las funciones
han procurado vincular con las tasas de suicidio. protectoras de la paternidad (139), el apoyo social
Sus resultados indican que la concurrencia a la igle- y la integración familiar (36, 140–142), la autoesti-
sia tiene fuerte influencia preventiva (135) y el ma (143) y la represión del ego (144). Otros estu-
grado de compromiso con una religión particular dios han medido directamente el equilibrio entre
es un inhibidor del suicidio (136). De igual mane- los factores de riesgo y los factores protectores al
ra, un estudio efectuado por Kok (137) examinó tratar de predecir el comportamiento suicida. En
las tasas de suicidio entre los tres grupos étnicos de uno de esos estudios —una encuesta entre jóvenes
Singapur. La conclusión fue que los grupos étnicos indígenas de los Estados Unidos y de Alaska—, Bo-
malayos, abrumadoramente seguidores del islamis- rowsky et al. (145) encontraron que concentrarse
mo, religión que se opone enérgicamente al suici- en factores protectores como el bienestar emocio-
dio, tuvieron con mucho la tasa más baja de suicidio. nal y la integración con la familia y los amigos fue
Al mismo tiempo, los grupos étnicos indios tenían tanto o más útil que tratar de reducir los factores de
la tasa más alta de suicidio en la isla. Los indios de riesgo en la prevención del suicidio. El estudio de
Singapur son en general seguidores del hinduis- los factores protectores parecería ser un campo pro-
mo, una religión que cree en la reencarnación y no metedor para la investigación futura.
prohíbe estrictamente el suicidio. Otro estudio que
examinó las diferencias entre las poblaciones ¿Qué se puede hacer para
afroestadounidense y caucásica de los Estados Uni- prevenir los suicidios?
dos encontró que la tasa más baja de suicidio entre Con el aumento general del comportamiento sui-
los afroestadounidenses podría atribuirse a una cida, en particular entre los jóvenes, hay una gran
mayor devoción personal por una religión (138). necesidad de intervenciones eficaces. Según se ha
visto, existen numerosos posibles factores de ries-
Resumen go de comportamiento suicida y las intervencio-
Los factores de riesgo de comportamiento suicida nes se basan generalmente en un conocimiento de
son numerosos e interactúan unos con otros. El co- estos factores. Si bien desde hace mucho tiempo se
nocimiento de cuáles son los individuos que tie- cuenta con diversas intervenciones, muy pocas han
nen predisposición al suicidio y posiblemente mostrado un efecto considerable para reducir el
también afronten una combinación de factores de comportamiento suicida o han producido resulta-
riesgo, puede ayudar a detectar a quienes más ne- dos sostenibles a largo plazo (146).
cesitan la prevención.
Enfoques del tratamiento
Cuando hay factores protectores suficientemente
fuertes, aun la presencia de varios factores de riesgo Tratamiento de los trastornos mentales
—tales como la depresión grave, la esquizofrenia, el Ya que mucho material publicado y la experiencia
abuso del alcohol o la pérdida de un ser querido— clínica indican que varios trastornos mentales se
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 217
Un estudio realizado en los Estados Unidos (150) verde sí parece tener algunos efectos beneficiosos
examinó la eficacia de la terapia conductual para los que consideran el suicidio por primera vez
dialéctica con pacientes que presentaban trastornos (152, 153).
de la personalidad limítrofe, disfunciones conduc- En un estudio reciente se usó la tarjeta verde
tuales múltiples, trastornos mentales importantes y con pacientes que habían intentado el suicidio por
antecedentes de múltiples intentos de suicidio. La primera vez y con otros con antecedentes de in-
terapia conductual dialéctica es un tratamiento tentos de suicidio (154). Los participantes en el
concebido para los pacientes crónicamente suici- estudio fueron asignados aleatoriamente a grupos
das, que usa el análisis de comportamientos y una testigos, que recibieron solo el tratamiento ordi-
estrategia de solución de problemas. Durante el nario para el intento de suicidio, y grupos experi-
primer año posterior al tratamiento, los pacientes mentales, que recibieron el tratamiento ordinario
que recibieron la terapia hicieron menos intentos más una tarjeta verde. La tarjeta verde ofrecía du-
de suicidio que los que habían recibido el rante las 24 horas del día una consulta telefónica
tratamiento ordinario. con un psiquiatra para las situaciones de crisis. El
Otra investigación efectuada en los Estados Uni- efecto de la tarjeta verde fue diferente entre los
dos (151) que adoptó un enfoque de terapia con- dos tipos de grupos experimentales. Tuvo un efecto
ductual examinó a pacientes con antecedentes de protector en los que habían intentado el suicidio
intentos de suicidio. El objetivo era ver si mostra- por primera vez (aunque no fue estadísticamente
ban un “déficit en el pensamiento futuro positi- significativo), pero no causó ningún efecto sobre
vo”, es decir, si carecían de esperanzas y expectativas los que habían hecho intentos anteriores. Puede
para el futuro. Si era así, el estudio procuró estable- ser que el apoyo telefónico solo ofrecido por la
cer si tal déficit podría modificarse mediante una tarjeta verde en el estudio no fuera suficiente y
intervención psicológica breve conocida como “te- que la tarjeta tendría que haber facilitado el acceso
rapia conductual cognoscitiva con la ayuda de un a otros servicios para situaciones de crisis.
manual” (TCCM). En esta intervención, el proble- Otra intervención, basada en el principio de la
ma se soluciona con la orientación de un manual, conexión, la disponibilidad de ayuda y el acceso
con el fin de estandarizar el tratamiento. Se asignó fácil a ella, es el servicio de Teleayuda y Telecontrol
aleatoriamente a los pacientes la TCCM o el trata- para las personas de edad que opera en Italia (155).
miento ordinario para los intentos de suicidio y se Teleayuda es un sistema de alarma que el cliente
volvió a evaluar a los pacientes después de seis puede activar para pedir ayuda. El servicio de
meses. El estudio encontró que los pacientes con Telecontrol se pone en contacto con los clientes
antecedentes de intentos de suicidio mostraban dos veces a la semana para conocer sus necesidades
menos esperanzas y menos expectativas positivas y ofrecer apoyo emocional. En un estudio, a 12
para el futuro que el grupo de testigos pareados de 135 individuos de 65 o más años de edad se les
la comunidad. Después de la intervención de TCCM, dio el servicio de Teleayuda y Telecontrol por cuatro
sus expectativas mejoraron significativamente, años (155). Durante este período, hubo solo un
mientras que los que recibieron el tratamiento or- suicidio en el grupo, en contraste con los siete
dinario solo presentaron una mejora marginal. previstos según las estadísticas (156).
reducir el comportamiento suicida repetido. El en- dos grupos, pero el grupo que recibió la asistencia
foque general consiste en explorar los problemas social individualizada centrada en las tareas mostró
en diferentes esferas de la vida social del paciente mayor mejoría en el manejo de los problemas so-
para que el terapeuta trate de abordarlos. Aunque ciales que la observada en el grupo testigo.
la meta principal es prevenir el comportamiento En un estudio realizado por Hawton et al. (158),
suicida recurrente, el mejoramiento de las relacio- 80 pacientes que habían tomado una sobredosis
nes sociales se considera también importante en sí recibieron orientación en forma ambulatoria o fue-
mismo. ron enviados a su médico general con recomenda-
Las investigaciones sobre la eficacia del enfoque ciones para la atención adicional. Tampoco hubo
vinculado con las relaciones no han demostrado ninguna diferencia estadística entre las tasas de in-
efectos positivos para disminuir el comportamiento tentos repetidos de suicidio, pero sí pareció exis-
suicida. Sin embargo, se ha comprobado que el tir cierto beneficio para el grupo de pacientes
enfoque produce un mejoramiento de las relacio- ambulatorios cuando fueron evaluados después de
nes sociales de las personas. cuatro meses. Una mayor proporción del grupo de
pacientes ambulatorios, en comparación con el
Intervenciones psicosociales segundo grupo, mostró mejoras en cuanto al ajuste
Litman y Wold (156) investigaron un método par- social, el ajuste matrimonial y las relaciones con la
ticular para llegar al paciente, conocido como “el familia. La orientación pareció sumamente benefi-
mantenimiento continuo de las relaciones” (MCR). ciosa para las mujeres y para los pacientes con pro-
En este método, el consejero busca activamente blemas que implicaban una relación entre dos
comunicarse con la persona que pretende suicidar- personas, como las relaciones entre marido y mujer,
se y trata de mantener una relación constante con madre e hijo, padre e hijo o supervisor y empleado.
ella. Un total de 400 personas en alto riesgo de
suicidio participaron en este programa durante un Actividades comunitarias
promedio de 18 meses, asignadas al grupo experi- Centros de prevención del suicidio
mental (de MCR) o a un grupo testigo. En el grupo Además de las intervenciones descritas anterior-
testigo, los sujetos recibieron orientación perma- mente, existen servicios de salud mental de la co-
nente y tomaron ellos mismos la iniciativa de hacer munidad específicos para las personas que pre-
contacto con el consejero. La intervención no lo- sentan comportamientos suicidas. El centro de
gró reducir la ideación suicida, los intentos de sui- prevención del suicidio tiene la finalidad de servir
cidio ni la consumación del suicidio. Sin embargo, de punto de atención de crisis que ofrece ayuda
se alcanzaron varias metas intermedias y el grupo inmediata, generalmente mediante el enlace tele-
de MCR mostró mejoras significativas en compara- fónico, pero hay también programas que brindan
ción con el grupo testigo. Estas mejoras incluyeron orientación por medio del contacto directo con el
la disminución de la soledad, relaciones íntimas paciente y servicios periféricos.
más satisfactorias, menos depresión y mayor con- Dew et al. (159) llevaron a cabo una revisión
fianza al usar los servicios comunitarios. bibliográfica cuantitativa de la eficacia de los cen-
Gibbons et al. (157) compararon la eficacia de la tros de prevención del suicidio y no encontraron
“asistencia social individualizada centrada en las ningún efecto general, ya fuera positivo o negati-
tareas” —un método de solución de problemas que vo, en las tasas de suicidio. Sin embargo, las limita-
hace hincapié en la colaboración entre un paciente ciones metodológicas de su estudio dificultan llegar
y un asistente social con respecto a las cuestiones a una conclusión definitiva. Los autores sí encon-
de la vida diaria— con la del tratamiento ordinario traron que la proporción de suicidios entre quie-
en pacientes que habían hecho una tentativa pre- nes asistían a los centros de prevención era mayor
via de suicidio. No hubo ninguna diferencia entre que la proporción de suicidios en la población
las tasas de intentos repetidos de suicidio de los general, y que era más probable que los individuos
220 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
que se suicidaron hubieran concurrido a estos cen- encontraron una reducción de las tasas de suicidio
tros. Estos resultados indican que los centros de cuando se restringió el acceso a los sedantes, prin-
prevención del suicidio al menos están atrayendo a cipalmente los barbitúricos, que son letales en do-
la población de alto riesgo a la que deberían estar sis altas.
ayudando. Además de este estudio sobre los sedantes, hay
Lester (160) revisó 14 estudios que examinaban también pruebas de una reducción de las tasas de
la eficacia de los centros de prevención del suici- suicidio cuando se controlan otras sustancias tóxi-
dio para reducir las tasas de suicidio. Siete de estos cas, por ejemplo los plaguicidas, que están amplia-
estudios aportaron algunas pruebas de un efecto mente difundidos en las zonas rurales de muchos
preventivo. Un estudio sobre los centros de pre- países en desarrollo. Quizás uno de los ejemplos
vención del suicidio en 25 ciudades de Alemania mejor estudiados es el de Samoa (116), donde, has-
en realidad encontró un aumento de las tasas de ta 1972, cuando por primera vez se introdujo el
suicidio en tres de las ciudades (161). paraquat en el país, la cantidad de suicidios había
sido inferior a 10. El número empezó a elevarse
Intervenciones basadas en la escuela abruptamente a mediados de los años setenta y lle-
Se han establecido programas para capacitar al per- gó a casi 50 en 1981, cuando se empezó a controlar
sonal escolar, los miembros de la comunidad y los la disponibilidad del paraquat. Durante ese perío-
prestadores de asistencia sanitaria con el fin de que do, las tasas de suicidio aumentaron 367%, de 6,7
puedan identificar a las personas en riesgo de sui- por 100 000 en 1972 a 31,3 por 100 000 en 1981.
cidio y remitirlas a los servicios de salud mental Al cabo de tres años, la tasa de suicidios había des-
apropiados. El grado de capacitación varía de un cendido a alrededor de 9,4 por 100 000. A pesar
programa a otro, pero en todos los casos es esencial del control posterior del paraquat, en 1988 más de
una sólida conexión con los servicios de salud men- 90% de los suicidios se llevaron a cabo usando este
tal locales. plaguicida (figura 7.2).
No obstante, Lester (162) hizo una advertencia Se ha comprobado que la destoxificación del
al señalar que, a medida que el personal escolar se gas —la eliminación del monóxido de carbono del
vuelva más versado, tal vez refiera a los estudiantes gas de uso doméstico y del escape de los automó-
a los profesionales de la salud mental con menos viles— es eficaz para reducir las tasas de suicidio.
frecuencia, hecho que en sí puede dar lugar a más En Inglaterra, los suicidios mediante intoxicación
suicidios. Si bien la educación del personal escolar, con gas doméstico empezaron a descender poco
los padres y otros participantes en los programas después de que se extrajera el monóxido de carbo-
escolares es sumamente importante, estas personas no del gas doméstico (164) (figura 7.3). Se han
no pueden reemplazar a los profesionales de la sa- observado disminuciones similares en el empleo
lud mental. Sin embargo, los establecimientos de del gas doméstico para el suicidio en Escocia, Esta-
asistencia sanitaria no pueden por sí solos satisfa- dos Unidos, Japón, los Países Bajos y Suiza (165).
cer todas las necesidades de los jóvenes y las escue- Otros estudios también han encontrado una re-
las deben ser capaces de actuar como un medio para ducción de los suicidios después de la introduc-
prevenir los suicidios. ción de los convertidores catalíticos, que, entre
otras cosas, extraen el monóxido de carbono de los
Enfoques sociales gases de escape de los automóviles (165, 166).
Restricción del acceso a elementos letales Se ha observado la asociación entre la posesión
La restricción del acceso a los elementos que sue- de armas de fuego en el hogar y las tasas de suicidio
len usar los suicidas es particularmente pertinente (167–169). Hay diversos enfoques orientados a re-
cuando dicho acceso se puede controlar con facili- ducir las lesiones por armas de fuego, ya sean acci-
dad. Esto fue demostrado por primera vez en 1972 dentales o intencionales. Por lo general, esos
en Australia por Oliver y Hetzel (163), quienes enfoques se basan en la legislación sobre la venta y
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 221
FIGURA 7.2
Número de suicidios en Samoa en relación con la llegada de los plaguicidas que contienen paraquat y el control de
las ventas de este plaguicida
60
Control de la disponibilidad de paraquat
Tasa de suicidio por 100 000
50
40
30
Llegada
del paraquat
20
10 Total de suicidios
Suicidos vinculados
con el paraquat
0
Año
Fuente: Referencia 116.
FIGURA 7.3
Repercusiones de la destoxificación del gas de uso doméstico (% de monóxido de carbono) en las tasas de suicidio en
Inglaterra y Gales, 1950·1995
16
Tasa de suicidio por 100 000/Porcentaje
14
en el gas de uso doméstico
12
10 Total de suicidios
8
6
Porcentaje de monóxido de carbono presente
4 Suicidios por intoxicación en el gas de uso doméstico
con gas de uso doméstico
2
0
1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995
Año
Fuente: referencia 164.
222 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
fue abrumador. La novela inspiró no solo emoción ayuda y recursos externos. Esos grupos de apoyo
sino también emulación, en una ola de suicidios de mutuo parecen ser beneficiosos para quienes han
jóvenes vestidos de igual manera [que Werther] con perdido a alguien a causa del suicidio. La experien-
chaqueta azul y chaleco amarillo” (170). cia común de la pérdida por suicidio une a las per-
Los datos actuales indican que el efecto de la sonas y las alienta a comunicar sus sentimientos (172).
difusión de los suicidios en los medios en cuanto a
estimular la imitación depende en gran parte de la Respuestas mediante políticas
manera de informar: el tono e idioma usados, cómo En 1996, el Departamento de las Naciones Unidas
se destacan los informes y el hecho de que vayan para la Coordinación de Políticas y el Desarrollo Sos-
acompañados de material gráfico o de otro tipo tenible elaboró un documento que destacaba la im-
que sean inapropiados. La inquietud es que la di- portancia de una política orientadora sobre la pre-
vulgación extrema de noticias sobre suicidios vención del suicidio (173). La Organización Mundial
pueda crear una cultura del suicidio, en la cual se lo de la Salud posteriormente preparó una serie de
considere como una forma normal y aceptable de documentos sobre la prevención del suicidio (171,
abandonar un mundo difícil. 172, 174–177) y dos publicaciones sobre trastornos
Se considera absolutamente imperativo que haya mentales, neurológicos y psicosociales (41, 178).
una comunicación responsable de los suicidios por También se han elaborado otros informes y normas
los medios informativos, y cualquier manera de sobre la prevención de suicidios (179).
lograr esto deber ser recibida con beneplácito. Di- En 1999, la Organización Mundial de la Salud
versas organizaciones y gobiernos han propuesto lanzó una iniciativa mundial para la prevención del
normas para la comunicación del comportamiento suicidio, con los siguientes objetivos:
suicida, como Befrienders International en el Rei- • Reducir en forma duradera la frecuencia de
no Unido, los Centros para el Control y la Preven- los comportamientos suicidas, haciendo hin-
ción de Enfermedades en los Estados Unidos, la capié en los países en desarrollo y los países
Organización Mundial de la Salud y los gobiernos en transición social y económica.
de Australia y Nueva Zelandia (171). • Identificar, evaluar y eliminar en las etapas ini-
ciales, en la medida de lo posible, los factores
Intervención después de un suicidio que pueden dar lugar a que los jóvenes aca-
El suicidio de un ser querido puede despertar en ben con su propia vida.
los familiares y los amigos íntimos sentimientos de • Aumentar la concientización general acerca del
aflicción que son diferentes de los sentimientos suicidio y prestar apoyo psicosocial a las per-
que se experimentan cuando la muerte obedece a sonas con pensamientos suicidas o experien-
causas naturales. En general, hay todavía un tabú cias de tentativas de suicidio, así como a los
para hablar del suicidio y los que pierden a un ser amigos y familiares de quienes han intentado
querido que se suicida pueden tener menos opor- o consumado el suicidio.
tunidades de compartir su aflicción con otras per- La estrategia principal para la puesta en práctica
sonas. La comunicación de los sentimientos es una de esta iniciativa contempla dos elementos, de
parte importante del proceso curativo. Por este acuerdo con la estrategia de atención primaria de
motivo, los grupos de apoyo cumplen una función salud de la Organización Mundial de la Salud:
importante. En 1970, se iniciaron en América del • La organización de actividades multisectoria-
Norte los primeros grupos de apoyo y ayuda mutua les a nivel mundial, regional y nacional para
para los familiares y amigos de las personas que se aumentar la concientización acerca de los com-
han suicidado (172). Se establecieron posterior- portamientos suicidas y cómo prevenirlos de
mente grupos similares en diversos países de todo manera eficaz.
el mundo. Los grupos de apoyo y ayuda mutua son • El fortalecimiento de la capacidad de los paí-
manejados por sus miembros, pero tienen acceso a ses de elaborar y evaluar políticas y planes
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 223
nacionales para la prevención del suicidio, que y definiciones uniformes que —una vez esta-
pueden incluir: blecidos— deben ser aplicados en forma sis-
– apoyo y tratamiento a las poblaciones en temática y revisados continuamente.
riesgo, como son las personas con depre- • La recopilación de datos debe organizarse de
sión, las personas de edad y los jóvenes; tal modo que se evite la duplicación de los
– reducción de la disponibilidad de medios registros estadísticos; al mismo tiempo, la in-
para suicidarse y del acceso a ellos, por ejem- formación tiene que ser fácilmente accesible
plo, las sustancias tóxicas; para los investigadores que realizan encuestas
– apoyo y fortalecimiento de las redes para analíticas y epidemiológicas.
sobrevivientes del suicidio; • Hay que esforzarse por mejorar el enlace de la
– capacitación de los trabajadores de aten- información a través de una variedad de orga-
ción primaria de salud y de los trabajadores nismos, tales como los hospitales, las institu-
de otros sectores pertinentes. ciones psiquiátricas y médicas de otro tipo y
La iniciativa se ha complementado actualmente los departamentos de policía y de medicina
con un estudio que procura identificar factores de forense.
riesgo e intervenciones específicas que sean efica- • Todos los profesionales de la salud y los fun-
ces para disminuir los comportamientos suicidas. cionarios en los organismos pertinentes deben
recibir capacitación para detectar y remitir a las
Recomendaciones personas en riesgo de comportamientos suici-
A partir de lo expuesto en el presente capítulo, se das, y para codificar esos casos apropiadamente
pueden formular varias recomendaciones impor- en los sistemas de recopilación de datos.
tantes para la reducción del comportamiento sui- • Es preciso recopilar información sobre los in-
cida tanto mortal como no mortal. dicadores sociales —como son los indicadores
de la calidad de vida, las tasas de divorcio y los
Mejores datos cambios sociales y demográficos— junto con
Hay una necesidad urgente de obtener más infor- los datos concernientes al comportamiento
mación en el plano nacional e internacional sobre suicida, con el fin de mejorar la comprensión
las causas del suicidio, en particular en los grupos actual del problema.
minoritarios. Deben promoverse los estudios trans-
culturales, que pueden conducir a una mejor com- Más investigaciones
prensión de los factores causales y protectores y, en Se deben realizar más investigaciones que exami-
consecuencia, ayudar a mejorar las actividades de nen la contribución relativa de los factores psico-
prevención. Las siguientes son algunas recomen- sociales y biológicos en el comportamiento suicida.
daciones específicas para obtener mejor informa- Un mayor acoplamiento de los dos tipos de facto-
ción sobre el suicidio: res en los programas de investigación permitiría
• Se debe alentar a los gobiernos a recopilar da- lograr importantes adelantos en el conocimiento
tos sobre el comportamiento suicida tanto actual del suicidio. Un campo particularmente pro-
mortal como no mortal y ponerlos a disposi- metedor es la investigación en rápida expansión
ción de la Organización Mundial de la Salud. de la genética molecular, donde, entre otras cosas,
Es preciso instar encarecidamente a los hospi- hay ahora mayor conocimiento acerca del control
tales y otros servicios sociales y médicos a lle- del metabolismo de la serotonina.
var registros del comportamiento suicida no Hay que llevar a cabo más investigaciones clínicas
mortal. sobre la función causal de las afecciones coexisten-
• Los datos sobre el suicidio y el intento de sui- tes, por ejemplo la interacción entre la depresión y
cidio tienen que ser válidos y actualizados. Es el abuso del alcohol. También debe haber mayor
necesario contar con un conjunto de criterios énfasis en los subgrupos de la población según la
224 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
edad (ya que el suicidio en las personas de edad sufren no solo trastornos mentales sino tam-
tiene características diferentes del suicidio en los bién dependencia de las drogas y el alcohol. El
jóvenes), la personalidad y el temperamento. La programa establecido por Rutz (181) en Got-
obtención de imágenes cerebrales es otro campo land (Suecia) puede proporcionar un modelo
que requiere más esfuerzos de investigación. Fi- útil para otros países.
nalmente, debe haber más investigaciones sobre la
función de la hostilidad, la agresión y la impulsivi- Cambios en el ámbito de vida
dad en el comportamiento suicida. Se sugiere una variedad de modificaciones para di-
ficultar las posibilidades de suicidarse, tales como:
Mejor tratamiento psiquiátrico • Colocar vallas en los puentes altos.
La considerable contribución que los factores psi- • Limitar el acceso a los techos y los sitios exte-
quiátricos hacen al comportamiento suicida indica riores altos de los edificios elevados.
que la mejora del tratamiento para las personas con • Obligar a los fabricantes de automóviles a mo-
trastornos psiquiátricos es importante para preve- dificar la forma de los caños de escape de los
nir el suicidio. En este sentido, se deben adoptar vehículos y a introducir un mecanismo me-
las siguientes medidas. diante el cual el motor se apague automática-
• Es preciso instar a las empresas farmacéuticas a mente después de un período específico en
preparar más medicamentos eficaces para los que esté en marcha sin que se desplace el ve-
trastornos psiquiátricos. El advenimiento de hículo.
los inhibidores selectivos de recaptación de • Restringir el acceso a los plaguicidas y los fer-
la serotonina, por ejemplo, puede haber pro- tilizantes para los que no son agricultores.
ducido una disminución de las tasas de suici- • En lo concerniente a medicamentos en po-
dio en Escandinavia (180). tencia letales:
• El financiamiento de la investigación debe di- – exigir el monitoreo estricto de las prescrip-
rigirse a crear técnicas más eficaces de psicote- ciones por los médicos y los farmacéuticos;
rapia y orientación para los suicidas. En – reducir al máximo el tamaño de las pres-
particular, debe haber técnicas más específicas cripciones;
para las personas cuyos trastornos de la perso- – envasar los medicamentos en ampollas de
nalidad se asocian estrechamente con el com- material plástico;
portamiento suicida. – cuando sea posible, prescribir medicamen-
• Es necesario hacer que muchas más personas tos en forma de supositorios.
conozcan los signos y síntomas del compor- • Reducir el acceso a las armas de fuego entre los
tamiento suicida y sepan dónde se puede ob- grupos en riesgo de cometer suicidio.
tener ayuda si es necesario, ya sea de la familia
y los amigos, los médicos, los asistentes so- Fortalecer las actividades comunitarias
ciales, los líderes religiosos, los empleadores Las comunidades locales son ámbitos importantes
o profesores y otro personal escolar. Los mé- para las actividades existentes de prevención del
dicos y otros prestadores de asistencia sani- suicidio, si bien se puede hacer mucho más para
taria, en particular, deben ser instruidos y fortalecer los esfuerzos comunitarios. En particular,
capacitados para reconocer, remitir y tratar a se debe prestar atención a:
las personas con trastornos psiquiátricos, es- • Elaborar y evaluar programas comunitarios.
pecialmente trastornos afectivos. • Mejorar la calidad de los servicios en los pro-
• Una prioridad urgente para los gobiernos y gramas existentes.
sus departamentos de planificación de la asis- • Otorgar mayor financiamiento gubernamental
tencia sanitaria es la identificación y el trata- y apoyo profesional a las actividades de:
miento tempranos de los individuos que – los centros de prevención del suicidio;
CAPÍTULO 7. LA VIOLENCIA AUTOINFLIGIDA • 225
– los grupos de apoyo para las personas que de las intervenciones. Hasta la fecha, la mayoría de
han perdido a un ser querido a causa del los proyectos han sido de corta duración, con poca
suicidio (como un hijo, un compañero ín- o ninguna evaluación.
timo o un progenitor) y que, por lo tanto, Finalmente, las actividades de prevención del
pueden tener ellas mismas mayor riesgo de suicidio serán ineficaces si no se establecen en el
suicidarse; marco de planes a gran escala elaborados por equi-
– reducción del aislamiento social promovien- pos multidisciplinarios que incluyan a funcionarios
do programas comunitarios como los cen- del gobierno, planificadores y trabajadores de la
tros para jóvenes y para personas mayores. atención de salud e investigadores y profesionales
• Establecer asociaciones y mejorar la colabora- de diversas disciplinas y sectores. Las inversiones
ción entre los organismos pertinentes. importantes en la planificación, los recursos y la co-
• Crear programas educativos de prevención del laboración entre estos grupos contribuirán a reducir
comportamiento suicida, no solo para las es- este trascendente problema de salud pública.
cuelas, como es casi siempre el caso en la ac-
tualidad, sino también para otros grupos, Referencias
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CAPÍTULO 8
La violencia colectiva
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 235
Leaning (3) propone cuatro resultados caracte- describirlos. Los ejemplos incluyen “guerras nue-
rísticos de las situaciones complejas de emergen- vas”, para describir los conflictos en los que se han
cia, todos los cuales tienen consecuencias profundas desdibujado los límites entre los conceptos tradi-
para la salud pública: cionales de la guerra, la delincuencia organizada y
– el desplazamiento de poblaciones; las violaciones a gran escala de los derechos huma-
– la destrucción de las redes sociales y los eco- nos (5), y “guerra asimétrica”. Este último término,
sistemas; que se asocia estrechamente con el fenómeno del
– la inseguridad que afecta a la población civil y terrorismo moderno (6), se usa para describir una
a otras personas que no participan en la lucha; forma de conflicto en la cual un grupo organizado
– las violaciones de los derechos humanos. —que carece de fuerza militar y poder económi-
Algunos analistas (4) usan el término “situacio- co— procura atacar los puntos débiles intrínsecos
nes políticas complejas de emergencia” para desta- de sociedades relativamente prósperas y abiertas.
car la naturaleza política de ciertas crisis. Las Los ataques tienen lugar con armas y tácticas no
situaciones políticas complejas de emergencia tie- convencionales y sin respeto por códigos de con-
nen las siguientes características: ducta militares o políticos.
– trascienden las fronteras;
– sus raíces estan ligadas a la competencia por el El genocidio
poder y los recursos; El genocidio es una forma particularmente abomi-
– son de duración prolongada; nable de violencia colectiva, en especial porque
– se producen dentro de las estructuras y divi- sus perpetradores escogen de manera intencional a
siones sociales, políticas, económicas y cultu- un grupo de población con el propósito de des-
rales existentes y las reflejan; truirlo. En consecuencia, el genocidio tiene, por
– a menudo se caracterizan por un dominio so- definición, una dimensión colectiva.
cial de carácter “depredador”. Sin embargo, el concepto de genocidio es re-
ciente. Aunque el término fue aplicado retrospec-
Conflictos armados tivamente por los historiadores y otras personas a
Aunque “guerra” es un término que se usa amplia- sucesos que ocurrieron antes de 1939 (y se emplea
mente para describir los conflictos —y comúnmente en el sentido histórico en ejemplos citados poste-
se entiende en su sentido histórico como violen- riormente en este capítulo), solo se le dio una de-
cia entre estados—, su definición jurídica es polé- finición jurídica después de la segunda guerra
mica. La controversia gira en torno de cuestiones mundial. Los horrores del holocausto nazi impul-
como la cuantificación (por ejemplo, cuántas muer- saron el debate internacional que condujo a la co-
tes debe causar la contienda y durante cuánto tiem- dificación del término en 1948, en la Convención
po debe extenderse para ser calificada como una para la Prevención y la Sanción del Delito de Geno-
guerra), de que las hostilidades hayan sido declara- cidio, que entró en vigencia el 12 de enero de
das abiertamente o no, y de cuáles son sus límites 1951. El artículo 2 de la convención define el ge-
geográficos (por ejemplo, si la guerra es necesaria- nocidio como “cualquiera de los actos menciona-
mente entre estados o se produce en el interior de dos a continuación, perpetrados con la intención
un estado). Para evitar estas controversias, y en par- de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacio-
ticular para prevenir las lagunas en la aplicabilidad nal, étnico, racial o religioso, como tal:
del derecho humanitario, muchos instrumentos in- – matanza de miembros del grupo;
ternacionales (como los Convenios de Ginebra de – lesión grave a la integridad física o mental de
1949) usan el término “conflicto armado”. los miembros del grupo;
Sin embargo, la gran variedad de conflictos ar- – sometimiento intencional del grupo a condi-
mados y de combatientes implicados ha obligado a ciones de existencia que hayan de acarrear su
los observadores a buscar nuevos términos para destrucción física, total o parcial;
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 237
– medidas destinadas a impedir los nacimien- Humanos vigila las defunciones y otras consecuen-
tos en el seno del grupo; cias de los abusos en todo el mundo.
– traslado por fuerza de niños del grupo a otro
grupo”. Problemas con la recopilación de datos
El delito de genocidio está penado en la con- La mayoría de los países pobres carecen de sistemas
vención, junto con la complicidad en el genocidio fiables de registro de datos concernientes a la salud,
y la conspiración, la incitación directa y pública al lo cual hace particularmente difícil determinar la pro-
genocidio y el intento de cometerlo. porción de defunciones, enfermedades y discapaci-
Después del conflicto de 1994 en Rwanda, el dad relacionadas con los conflictos. Además, las
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ex- situaciones complejas de emergencia invariablemen-
presó en diversas resoluciones su profunda pre- te desorganizan los sistemas de vigilancia e informa-
ocupación por los informes de genocidio y decidió ción existentes (7). No obstante, se han ideado
establecer un Tribunal Penal Internacional para algunas técnicas innovadoras para superar estas difi-
Rwanda. El Tribunal ya ha impuesto y confirmado cultades. En Guatemala, se combinaron tres compi-
en apelación varias sentencias por genocidio. La laciones distintas de datos junto con los datos
Cámara de Primera Instancia del Tribunal Penal In- aportados por los testigos y las víctimas para llegar a
ternacional para la antigua Yugoslavia dictó, en agos- una estimación del total de defunciones causadas
to de 2001, su primera sentencia por genocidio en por la guerra civil. Este método indicó que habían
el contexto del conflicto en Bosnia y Herzegovina, perdido la vida alrededor de 132 000 personas. La
en relación con la masacre de musulmanes bosnios cifra registrada oficialmente fue muy inferior, ya que
que tuvo lugar en Srebrenica en julio de 1995. no se contabilizaron unas 100 000 defunciones (8).
Las bajas entre las fuerzas armadas se registran en
Datos sobre la violencia colectiva
general según los procedimientos militares pres-
Fuentes de datos critos y las cifras probablemente sean bastante exac-
Diversos institutos de investigación recopilan y tas. Las cifras concernientes a los genocidios
analizan los datos sobre las víctimas de los conflic- evidentemente están expuestas a mayor manipula-
tos tanto internacionales como dentro de un país. ción y, por lo tanto, son más difíciles de confirmar.
Entre ellos están el Instituto Internacional de Esto- Las estimaciones de las matanzas en masa de la po-
colmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), que blación civil pueden variar hasta por un factor de
ha elaborado un formato detallado y estandarizado 10. En el genocidio rwandés de 1994, las defun-
para sus informes anuales sobre la repercusión de ciones calculadas variaron de 500 000 a 1 000 000.
los conflictos, y el proyecto Correlates of War [Co- En Timor Oriental, se informó la desaparición de
rrelaciones de la Guerra], de la Universidad de Mi- decenas de miles de personas inmediatamente des-
chigan (Estados Unidos), una fuente ampliamente pués del conflicto en 1999, y varios meses más tarde
citada en relación con la magnitud y las causas de todavía era poco claro si los cálculos originales
los conflictos desde el siglo XIX hasta la actualidad. habían sido correctos. Poco se sabe con certeza acerca
Los datos concernientes específicamente a la tor- del número de víctimas en el conflicto en la
tura y la violación de los derechos humanos son República Democrática del Congo entre 1998 y
recogidos por una gama amplia de organismos na- 2001, si bien estimaciones recientes han señalado
cionales de derechos humanos, así como por un que probablemente han perdido la vida más de
número creciente de organizaciones no guberna- 2,5 millones de personas (9).
mentales internacionales, tales como Derechos Afri- Se afrontan muchas dificultades al recopilar los
canos, Amnistía Internacional y Human Rights datos, entre ellas los problemas de evaluar la salud y
Watch. En los Países Bajos, el Programa de Investi- la mortalidad en poblaciones que cambian rápida-
gaciones Interdisciplinarias sobre las Causas Fun- mente, la falta de acceso a servicios en los cuales se
damentales de las Violaciones de los Derechos puedan recopilar datos y una serie de sesgos. Las
238 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
partes implicadas en los conflictos a menudo tratan respectivamente en cada siglo, de 1,6 millones, 6,1
de manipular los datos sobre las víctimas y los recur- millones, 7,0 millones, 19,4 millones y 109,7 mi-
sos. Por consiguiente, es probable que haya sesgos llones (12, 13). Esas cifras, naturalmente, ocultan las
en la información y en la forma en que se cuentan las circunstancias en las que murieron las personas. Por
víctimas. Por este motivo, las organizaciones de la ejemplo, se estima que 6 millones de personas per-
sociedad civil tienen un papel importante que des- dieron la vida en la captura y el transporte de escla-
empeñar en la documentación de los casos de vio- vos durante cuatro siglos, y 10 millones de
lencia colectiva. Los datos sobre violaciones de los indígenas americanos murieron a manos de los co-
derechos humanos también suelen ser difíciles de lonizadores europeos.
comprobar, ya que los autores de esas violaciones Según una estimación (14), alrededor de 191
hacen todo lo posible —mediante secuestros, des- millones de personas perdieron la vida directa o
apariciones y asesinatos políticos— por ocultar las indirectamente en los 25 casos principales de vio-
pruebas de sus actos. Varios organismos, como Am- lencia colectiva en el siglo XX, y 60% de esas de-
nistía Internacional, Human Rights Watch y Médi- funciones correspondieron a personas que no
cos en pro de los Derechos Humanos, han creado participaban en la lucha. Además de la primera y la
técnicas integrales para reunir, evaluar y verificar los segunda guerras mundiales, dos de los sucesos más
datos sobre violaciones de los derechos humanos. catastróficos en pérdidas humanas fueron el exter-
minio en el período del terror estalinista y la muerte
La magnitud del problema de millones de personas en China durante el Gran
La Organización Mundial de la Salud calcula que Salto Adelante (1958-1960). Persiste en ambos ca-
cerca de 310 000 personas murieron por heridas sos la incertidumbre en torno a la magnitud de las
relacionadas con la guerra en el año 2000 (véase el pérdidas humanas. Las defunciones relacionadas con
Anexo estadístico). Estas defunciones se registran conflictos en los 25 casos más importantes corres-
según los códigos de la Clasificación Internacional pondieron a unos 39 millones de soldados y 33
de Enfermedades (CIE) para las lesiones resultantes millones de civiles. La hambruna relacionada con
de operaciones de guerra (CIE-91 E990–E999 o CIE- conflictos o el genocidio en el siglo XX acabó con
102 Y36). Las tasas de defunciones relacionadas con otros 40 millones de personas.
la guerra variaron de menos de 1 por 100 000 ha- Un hecho relativamente nuevo en los conflictos
bitantes en los países de ingreso alto a 6,2 por armados es el número cada vez mayor de defuncio-
100 000 en los países de ingreso bajo y mediano. nes violentas de civiles empleados de las Naciones
En todo el mundo, las tasas más altas de defuncio- Unidas y trabajadores de organizaciones no guber-
nes relacionadas con la guerra se encontraron en la namentales en las zonas de conflicto. Entre 1985 y
Región de África de la OMS (32,0 por 100 000), 1998 se produjeron más de 380 defunciones entre
seguida por los países de ingreso bajo y mediano los trabajadores humanitarios (15) y murieron más
de la Región del Mediterráneo Oriental de la OMS civiles miembros del personal de las Naciones Uni-
(8,2 por 100 000) y de la Región de Europa de la das que integrantes de las tropas de mantenimien-
OMS (7,6 por 100 000), respectivamente. to de la paz de la organización.
RECUADRO 8.1
La tortura
Varios tratados internacionales han definido la tortura. La Convención contra la Tortura y Otros Tratos
o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas
en 1984 se refiere a ‰todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o
sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales„, con el fin de obtener información o una confesión, de
castigarla, intimidarla o coaccionarla, ‰o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discrimina-
ción„. La Convención hace referencia a la tortura infligida por un funcionario público u otra persona en
el ejercicio de funciones oficiales.
Al preparar su informe de 2000 sobre la tortura (16), la organización de derechos humanos Amnistía
Internacional encontró en más de 150 países informes de tortura o malos tratos a manos de funciona-
rios. En más de 70 países, al parecer la práctica estaba generalizada y en más de 80 murieron personas
presuntamente como resultado de la tortura. La mayoría de las víctimas parecían haber sido personas
sospechosas o declaradas culpables de haber cometido delitos penales, y la mayor parte de los tortura-
dores eran oficiales de la policía.
Es muy posible que la notificación de los casos de tortura de presuntos delincuentes sea incompleta,
ya que en general es menos probable que las víctimas presenten quejas. En algunos países, la práctica
inveterada de torturar a los delincuentes comunes atrae la atención solo cuando ha disminuido la
represión política más evidente. A falta de adiestramiento y mecanismos de investigación adecuados,
tal vez la policía recurra a la tortura o los malos tratos para conseguir rápidamente confesiones y
condenas.
En algunos casos de tortura, la finalidad es extraer información, obtener una confesión (ya sea cierta
o falsa), forzar la colaboración o ‰quebrantar„ a la víctima como un ejemplo para otros. En otros casos,
el castigo y la humillación son el objetivo primario. La tortura es también a veces empleada como medio
de extorsión. Una vez establecido, el régimen de tortura puede perpetuarse.
La tortura tiene graves consecuencias para la salud pública, pues daña la salud mental y física de las
personas. Las víctimas pueden quedarse en su propio país y adaptarse como mejor puedan, con o sin
apoyo médico y psicosocial. Si sus necesidades no son adecuadamente atendidas, corren el riesgo de
convertirse en miembros cada vez más enajenados o disfuncionales de la sociedad. Lo mismo sucede
cuando se exilian. Los datos existentes sobre personas que buscan asilo, algunas de las cuales han sufrido
la tortura en su país de origen, revelan que tienen considerables necesidades de salud (17, 18).
Cuando no se controla el empleo de la tortura, se promueve la práctica deficiente por parte de las
fuerzas policiales y de seguridad y una mayor tolerancia de las violaciones de los derechos humanos y la
violencia. Diversas organizaciones de profesionales de la salud han adoptado una posición enérgica
contra la tortura, pues consideran que su prevención está estrechamente vinculada con su vocación
médica y el bien de la salud pública (19). Las organizaciones no gubernamentales también han promo-
vido la prevención (20).
Se ha recomendado para uso a nivel mundial un mecanismo particular de control, el sistema de
inspección del Consejo de Europa. Un proyecto de ‰Protocolo Optativo„ a la Convención de las Naciones
Unidas sobre la Tortura proporcionaría un sistema similar de inspección en los lugares de detención.
Hasta la fecha, ha sido lento el progreso en la elaboración de ese Protocolo Optativo.
Las iniciativas para investigar y documentar la tortura se han incrementado en los últimos años. Las
pautas de las Naciones Unidas para la evaluación y el registro de las pruebas médicas de la tortura,
conocidas como el ‰Protocolo de Estambul„, fueron elaboradas en 1999 por científicos forenses, médi-
cos, supervisores de derechos humanos y abogados de 15 países, y se publicaron dos años después (21).
240 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Aunque las mujeres constituyen la abrumadora involucradas en conflictos mediante ataques aéreos
mayoría de las víctimas de violación, también se masivos, como en la Guerra del Golfo contra Iraq
produce la violación de varones en los conflictos. en 1991 y en la campaña de la Organización del
Las estimaciones del número de mujeres violadas Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) contra la
en Bosnia y Herzegovina durante el conflicto que República Federativa de Yugoslavia en 1999.
tuvo lugar entre 1992 y 1995 varían de 10 000 a Muchos de los conflictos producidos desde el
60 000 (22). En los últimos decenios también se final de la segunda guerra mundial han tenido lu-
han documentado casos de violaciones durante los gar en países en desarrollo. Después del colapso de
conflictos violentos de Bangladesh, Liberia, Rwan- los regímenes comunistas en Europa oriental y la
da y Uganda, entre otros países (véase el capítulo antigua Unión Soviética a fines de los años ochen-
6). La violación a menudo se usa para aterrorizar y ta y principios de los noventa, se produjo durante
desmoralizar a las comunidades, obligar a las perso- un tiempo un aumento brusco de conflictos arma-
nas a huir y destruir las estructuras comunitarias. dos en Europa.
Los efectos físicos y psíquicos sobre las víctimas La extensión de la zona del conflicto ha cambia-
son muy profundos (23, 24). do en forma radical en los dos últimos siglos. Hasta
principios del siglo XIX, las acciones bélicas entre
La naturaleza de los conflictos los estados se desarrollaban en un “campo de bata-
Desde la segunda guerra mundial, ha habido un lla”. La movilización de ciudadanos reclutados en
total de 190 conflictos armados, de los cuales solo masa como soldados durante las guerras napoleó-
uno de ellos fue entre estados. En realidad, los nicas creó campos de batalla más grandes, pero esen-
conflictos actuales tienen lugar cada vez más den- cialmente similares. El desarrollo de los ferrocarriles
tro de un mismo estado. La mayoría de los conflic- y la mecanización del transporte colectivo en el
tos armados que estallaron después de la segunda siglo XIX aumentaron la movilidad de los ejércitos
guerra mundial han durado menos de seis meses, en zonas geográficas más amplias. Después, la fabri-
pero los que se prolongaron por más tiempo a me- cación de tanques, submarinos, aviones cazabom-
nudo continuaron durante muchos años. Por ejem- barderos y proyectiles guiados por láser sentó las
plo, en Viet Nam, el conflicto violento abarcó más bases de campos de batalla sin límites geográficos.
de dos decenios. Otros casos similares son los con- Los conflictos recientes, como el librado en 1999
flictos de Afganistán y Angola. El número total de por la OTAN contra la República Federativa de Yu-
conflictos armados en curso fue de menos de 20 en goslavia, se han denominado “guerras virtuales”
los años cincuenta, más de 30 en los años sesenta y (25), debido al grado en que en ellos se emplean
setenta, y se elevó a más de 50 a fines de los años proyectiles controlados a distancia, sin participa-
ochenta. Si bien hubo menos conflictos armados ción de las fuerzas terrestres.
en curso después de 1992, los que se produjeron
fueron, por término medio, de mayor duración. ¿Cuáles son los factores de riesgo
A pesar de que los conflictos dentro de los esta- en la violencia colectiva?
dos son los más frecuentes, todavía se producen La buena práctica de salud pública requiere iden-
enfrentamientos armados entre los países. Se calcu- tificar tanto los factores de riesgo como los deter-
la que en la guerra entre Iraq y la República Islámica minantes de la violencia colectiva y concebir estra-
del Irán, que duró de 1980 a 1988, murieron tegias para resolver los conflictos sin recurrir a la
450 000 soldados y 50 000 civiles (13). El conflic- violencia. Se han identificado una serie de factores
to entre Eritrea y Etiopía a fines del siglo XX en de riesgo de conflictos políticos importantes. En
gran parte se dirimió entre dos ejércitos tradicio- particular, la Carnegie Commission on Preventing
nales, con armamento pesado y guerra de trinche- Deadly Conflict (26) ha enumerado diversos indi-
ras, y se cobró decenas de miles de vidas. También cadores para países en riesgo de colapso y conflic-
ha habido coaliciones de fuerzas multinacionales tos internos (cuadro 8.1). En combinación, estos
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 241
factores interactúan unos con otros y crean condi- El liderazgo no democrático, especialmente cuan-
ciones propicias para que se desencadenen con- do es represivo y el poder emana de una identidad
flictos violentos. Por sí solos, quizá ninguno de étnica o religiosa, es un poderoso factor contribu-
ellos sea suficiente para conducir a la violencia o yente a los conflictos. La disminución de los servi-
desintegración de un Estado. cios públicos, que suele afectar particularmente a
Los factores de riesgo de conflictos violentos se los sectores más pobres de la sociedad, quizá sea un
dividen de la siguiente manera: signo temprano de una situación en deterioro.
• Factores políticos: El conflicto es menos probable en situaciones
– la ausencia de procesos democráticos; de crecimiento económico que en épocas de rece-
– el acceso desigual al poder. sión, en las que se intensifica la competencia por
• Factores económicos: los recursos.
– la distribución excesivamente desigual de
los recursos; La globalización
– el acceso desigual a los recursos; Las tendencias de la economía mundial han acelera-
– el control de los recursos naturales esenciales; do el ritmo de la integración y el crecimiento eco-
– el control de la producción o comercializa- nómico para algunos países y para algunos grupos
ción de drogas.
• Factores sociales y de la comu-
CUADRO 8.1
nidad: Indicadores para países en riesgo de colapso y conflictos internos
– la desigualdad entre grupos; Indicador Signos
– la instigación al fanatismo Desigualdad • Crecientes desigualdades sociales y económicas,
especialmente entre grupos definidos de la población,
de los grupos, aprovechan- más que dentro de esos grupos
do características étnicas, Características demográficas • Tasas elevadas de mortalidad infantil
nacionales o religiosas; rápidamente cambiantes • Cambios rápidos en la estructura de la población,
– la disponibilidad de armas incluidos los desplazamientos a gran escala
de refugiados
pequeñas y de otro tipo. • Densidad demográfica excesivamente alta
• Factores demográficos: • Niveles elevados de desempleo, en particular entre
– los cambios demográficos gran número de jóvenes
• Abastecimiento insuficiente de alimentos o falta
rápidos. de acceso al agua potable
Muchos de estos factores de ries- • Disputas de tierras o de recursos ambientales
go pueden ser identificados antes entre grupos étnicos distintos
de que se produzca la violencia Falta de procesos • Violaciones de los derechos humanos
democráticos • Comportamiento delictivo del Estado
colectiva abierta.
• Gobiernos corruptos
Inestabilidad política • Cambios rápidos de los regímenes
Factores políticos Composición étnica del • Poder político y económico ejercido —y aplicado
y económicos grupo gobernante en forma diferencial— según la identidad étnica
drásticamente diferente o religiosa
La distribución excesivamente a la de la población • Profanación de símbolos étnicos o religiosos
desigual de los recursos, en parti- general
Deterioro de los servicios • Disminución significativa del alcance y eficacia
cular de los servicios de salud y
públicos de las redes de seguridad social destinadas a
educación, y las diferencias en el asegurar las normas universales mínimas del servicio
acceso a estos recursos y al poder Declinación económica • Desarrollo económico desigual
político —ya sea por zona geográ- grave • Ganancias o pérdidas excesivamente desiguales entre
diferentes grupos de población o zonas geográficas
fica, clase social, religión, raza o como resultado de grandes cambios económicos
grupo étnico— son factores impor- • Transferencias o pérdidas económicas masivas
tantes que pueden contribuir a ori- en períodos breves
ginar conflictos entre los grupos. Ciclos de venganza violenta • Un ciclo continuo de violencia entre grupos rivales
242 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
dentro de los países y, al mismo tiempo, han con- drogas han contribuido a desencadenar conflictos
tribuido a la fragmentación y marginación econó- violentos.
mica de otros países y grupos. Otros posibles factores
de riesgo de conflictos vinculados con la globaliza- Factores sociales y comunitarios
ción pueden ser de índole financiera (los frecuen- Un factor de riesgo particularmente importante
temente grandes y rápidos movimientos de divisas asociado al surgimiento de conflictos es la existen-
en todo el mundo) y cultural (las aspiraciones in- cia de desigualdades entre grupos, especialmente
dividuales y colectivas instigadas por los medios cuando se van ampliando (28) y se considera que
de difusión en todo el mundo, pero que no pue- reflejan una asignación desigual de los recursos
den concretarse en la realidad). No se sabe aún si las dentro de la sociedad. Este factor se observa a me-
tendencias actuales en la globalización conducirán nudo en los países donde el gobierno es domina-
a más conflictos y mayor violencia dentro de los do por una sola comunidad, que ejerce el poder
estados o entre ellos. La figura 8.1 muestra las posi- político, militar y económico sobre comunidades
bles conexiones entre las tendencias de la globali- muy diferentes.
zación y los conflictos (27). La disponibilidad inmediata de armas pequeñas
o de otro tipo en la población en general también
Los recursos naturales puede aumentar el riesgo de conflicto. Esto es parti-
Las pugnas por el control de los recursos naturales cularmente problemático en los lugares donde ha
esenciales suelen desempeñar un papel clave en el habido anteriormente conflictos y son inadecuados
estallido y la prolongación de los conflictos. Hay los programas de desmovilización, decomiso de las
ejemplos de conflictos en los dos últimos decenios armas y creación de empleos para los ex soldados, o
que se relacionan con los diamantes en Angola, la donde no se han establecido estas medidas.
República Democrática del Congo y Sierra Leona;
con el petróleo en Angola y al sur de Sudán; y con la Factores demográficos
madera y las piedras preciosas en Camboya. En otros Los cambios demográficos rápidos, por ejemplo el
lugares, como Afganistán, Colombia y Myanmar, el aumento de la densidad de población y de la pro-
afán de controlar la producción y distribución de porción de jóvenes, combinados con la incapacidad
FIGURA 8.1
Posibles vínculos entre la globalización, las desigualdades y los conflictos
Desigualdad cada
Globalización Conflicto
vez mayor
años ochenta, la mortalidad infantil en Uganda au- En Nicaragua, en 1985 y 1986, una epidemia de
mentó a más de 600 por 1 000 en algunas zonas sarampión fue en gran parte atribuida a la dismi-
afectadas por el conflicto (30). Según el Fondo de nución de la capacidad de los servicios de salud de
las Naciones Unidas para la Infancia, se informaron vacunar a los niños en riesgo en las zonas afectadas
reducciones de la mortalidad infantil en todos los por el conflicto (35). En Etiopía (36) y Mozambi-
países de África meridional durante el período que (37), el deterioro de las actividades de control
comprendido entre 1960 y 1986, con la excep- de la malaria se vinculó con epidemias de esta en-
ción de Angola y Mozambique, ambos países afec- fermedad, lo que pone de relieve la vulnerabilidad
tados por conflictos en curso (31). Los esfuerzos de los programas de control de enfermedades en
por erradicar enfermedades infecciosas como la tiempos de conflicto. Muchos opinaron que el brote
poliomielitis son obstaculizados por focos residua- de fiebre hemorrágica de Ebola en Gulu (Uganda)
les de la enfermedad en las zonas afectadas por los en el año 2000 estaba relacionado con el retorno
conflictos. de las tropas que habían combatido en la Repúbli-
En Zepa (Bosnia y Herzegovina) —“zona segu- ca Democrática del Congo.
ra” controlada por las Naciones Unidas posterior- En Etiopía, a fines de los años ochenta, se pensó
mente invadida por fuerzas serbiobosnias— las tasas que las epidemias de tifus y de fiebre recurrente
de mortalidad perinatal e infantil se duplicaron al —enfermedades infecciosas transmitidas por ga-
cabo de solo un año de conflicto. En Sarajevo, los rrapatas, pulgas o piojos infectados— provenían
nacimientos de niños prematuros se habían dupli- de los sobrepoblados campamentos del ejército, las
cado y los pesos medios al nacer se habían reduci- prisiones y los campamentos de socorro, así como
do en un 20% para 1993. de la venta de frazadas y ropa infectadas que los
soldados en retirada vendían en las comunidades
Enfermedades transmisibles locales (36). En el éxodo de Rwanda en 1994, las
El mayor riesgo de enfermedades transmisibles epidemias de enfermedades relacionadas con el
durante los conflictos en general se origina en: agua, como el cólera y la disentería, causadas por
– la disminución de la cobertura de vacunación; especies de Shigella, condujeron en el lapso de un
– los desplazamientos de la población y el haci- mes a la muerte de 6% a 10% de la población de
namiento en los campamentos de refugiados; refugiados que llegaban a Zaire (ahora conocido
– la mayor exposición a los vectores y los riesgos como la República Democrática del Congo) (38).
ambientales, como el agua contaminada; La tasa bruta de mortalidad de 20–35 por 10 000
– la merma de las campañas de salud pública y habitantes por día fue de dos a tres veces más alta
las actividades de extensión; que la anteriormente informada en las poblaciones
– la falta de acceso a los servicios de atención de de refugiados.
salud. Durante los conflictos violentos y después de
Durante la contienda en Bosnia y Herzegovina, ellos, suele aumentar sustancialmente el riesgo de
menos de 35% de los niños, estaban inmunizados transmisión de la infección por el VIH y de otras
en 1994 frente a 95% de antes de que se rompie- enfermedades de transmisión sexual (39). En las
ran las hostilidades (32, 33). En Iraq, la cobertura de fuerzas armadas de algunos países, ya ha alcanzado
vacunación disminuyó bruscamente después de la altos niveles la prevalencia de la infección por el
Guerra del Golfo en 1991 y la ulterior imposición VIH (40). En épocas de conflicto, las fuerzas
de sanciones económicas y políticas. Sin embargo, militares (a veces incluidos también los cuerpos
datos recientes de El Salvador indican que es posi- encargados del mantenimiento de la paz) se arrogan
ble, con intervenciones selectivas de atención de el derecho de exigir servicios sexuales a las personas
salud y el suministro de recursos adecuados, mejo- del lugar, ya sea por la fuerza o mediante un pago
rar ciertos problemas de salud durante los conflic- (41). La infección por el VIH y otras enfermedades
tos (34). de transmisión sexual se difunde aún más debido a
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 245
no todos los que sufrieron traumas psíquicos bajo dispone de más recursos. Este hecho complica la
el apartheid se convirtieron en “víctimas”. En cambio, medición de las repercusiones del conflicto sobre
al menos en algunos casos, los individuos pudieron la salud.
responder firmemente porque consideraban que
luchaban por causas valiosas y legítimas. El modelo La población civil
médico que atribuye a los individuos el trastorno Según los Convenios de Ginebra de 1949, las fuer-
del “síndrome postraumático de estrés” tal vez no zas armadas deben aplicar los principios de la pro-
tenga en cuenta la variedad y complejidad de las porcionalidad y la distinción en la elección de sus
respuestas humanas a los acontecimientos estresantes objetivos. La proporcionalidad implica tratar de redu-
(48). Está ahora tornándose más claro que la recu- cir al mínimo las víctimas civiles al perseguir sus
peración del trauma psíquico resultante del con- objetivos militares y otros conexos. La distinción sig-
flicto violento se asocia con la reconstrucción de nifica evitar objetivos civiles siempre que sea po-
las redes económicas y sociales y de las institucio- sible (52). A pesar de esos intentos de controlar las
nes culturales (50). repercusiones, los conflictos armados causan mu-
Las tasas más altas de depresión, abuso de sus- chas muertes en la población civil.
tancias y suicidio a menudo son consecuencia de Si bien las muertes de civiles pueden ser el re-
conflictos violentos (34). Antes de sus dos dece- sultado directo de las operaciones militares, las ta-
nios de conflicto violento, Sri Lanka tenía una tasa sas más elevadas de mortalidad entre la población
general de suicidio mucho más baja que la actual civil en épocas de conflicto son por lo general un
(53). Se han informado resultados similares en El reflejo de los efectos combinados de:
Salvador (34). En ambos casos, el aumento brusco – el menor acceso a los alimentos, que conduce
de los suicidios fue, al menos en parte, una secuela a una nutrición deficiente;
de la violencia política. – el mayor riesgo de contraer enfermedades
Desde el punto de vista de la salud mental, las transmisibles;
poblaciones afectadas por conflictos violentos pue- – la reducción del acceso a los servicios de salud;
den clasificarse en tres grupos (54): – la disminución de los programas de salud pú-
– las que tienen enfermedades psiquiátricas dis- blica;
capacitantes; – las condiciones ambientales deficientes;
– las que sufren reacciones psíquicas graves al – la zozobra psicosocial.
trauma;
– las que se pueden adaptar una vez que se res- Los refugiados y los desplazados internos
tauran la paz y el orden, y que son mayoría. Las tasas de mortalidad de los refugiados y los des-
Es probable que los dos primeros grupos se be- plazados internos suelen ser altas, sobre todo en el
neficien considerablemente con los servicios de período inmediatamente posterior a su emigración
atención de salud mental que tienen en cuenta los (55, 56). Las revisiones de la salud de los refugiados
factores culturales y socioeconómicos. y las poblaciones desplazadas han revelado tasas de
mortalidad masivamente elevadas, en el peor caso
Repercusiones en poblaciones específicas de hasta 60 veces las tasas de mortalidad previstas
El efecto directo del conflicto sobre la salud de las durante la fase aguda de desplazamiento (55, 57, 58).
fuerzas armadas por lo general se registra con cierto En Monrovia (Liberia), la tasa de mortalidad entre la
grado de precisión; sin embargo, a menudo es es- población civil desplazada durante el conflicto en
pecialmente difícil determinar las repercusiones del 1990 fue siete veces mayor que la tasa de mortalidad
conflicto sobre determinados grupos. El tamaño y previa (57).
la densidad de la población pueden variar enor- Se producen defunciones por malnutrición, dia-
memente durante períodos breves cuando las per- rrea y enfermedades infecciosas en especial en los
sonas se mudan a zonas seguras y a lugares donde se niños, mientras que otras enfermedades infecciosas
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 247
como la malaria, la tuberculosis y la infección por desplazaron dentro de los países en un momento
el VIH, así como una serie de enfermedades no dado (60), la mayoría de ellos para abandonar zo-
transmisibles, lesiones y violencia, afectan de ma- nas de conflicto. Los desplazados internos proba-
nera característica a los adultos. El estado previo de blemente tienen menos acceso a los recursos y el
salud de la población, su acceso a elementos claves apoyo internacional que los refugiados que escapan
para la salud (tales como alimentos, albergue, agua, a través de las fronteras, y es también más probable
saneamiento y servicios de salud), el grado de ex- que estén en riesgo continuo de violencia (61).
posición a nuevas enfermedades y la disponibili- El cuadro 8.3 muestra los movimientos de los
dad de recursos tienen gran influencia en la salud refugiados y los desplazadas internos durante los
de los refugiados durante los conflictos y después años noventa (62). En África, las Américas y Europa,
de ellos. durante este período hubo muchos más desplaza-
dos internos que refugiados, mientras que en Asia
Repercusiones demográficas y el Medio Oriente sucedió lo contrario.
Una consecuencia del cambio en los métodos de la El reasentamiento forzoso de las poblaciones prac-
guerra moderna, donde cada vez más comunidades ticado por algunos gobiernos por razones declaradas
enteras constituyen el objetivo, ha sido el gran nú- de seguridad, ideología o desarrollo, también pue-
mero de personas desplazadas. Las cantidades tota- de tener efectos graves sobre la salud. Entre 1985 y
les de refugiados que huyen a través de las fronteras 1988, alrededor de 5,7 millones de personas, es
nacionales subieron de alrededor de 2,5 millones decir, el 15% de la población rural, fueron traslada-
en 1970 y 11 millones en 1983 a 23 millones en das desde las provincias septentrionales y orientales
1997 (59, 60). Además, a comienzos de los años hasta aldeas del sudeste, conforme a un programa
noventa se calculó que 30 millones de personas se impuesto por el gobierno en Etiopía (63). Durante
CUADRO 8.3
Personas desplazadas dentro de los países y refugiados (en millones), por región y por año
1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998
Personas desplazadas
dentro de los países (PDDP)
África 13,5 14,2 17,4 16,9 15,7 10,2 8,5 7,6 8,8
Américas 1,1 1,2 1,3 1,4 1,4 1,3 1,2 1,6 1,8
Asia Meridional 3,1 2,7 1,8 0,9 1,8 1,6 2,4 2,2 2,1
Asia Oriental y el Pacífico 0,3 0,7 0,7 0,6 0,6 0,6 1,1 0,8 0,5
Europa 1,0 1,8 1,6 2,8 5,2 5,1 4,7 3,7 3,3
Oriente Medio 1,3 1,4 0,8 2,0 1,7 1,7 1,5 1,5 1,6
Refugiados
África 5,4 5,3 5,7 5,8 5,9 5,2 3,6 2,9 2,7
Américas 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,1 0,4
Asia Meridional 6,3 6,9 4,7 3,9 3,3 2,8 3,2 3,0 2,9
Asia Oriental y el Pacífico 0,7 0,8 0,5 0,8 0,7 0,6 0,6 0,7 0,7
Europa 0,0 0,1 2,5 1,9 1,8 1,8 1,9 1,3 1,3
Oriente Medio 3,5 2,8 2,8 3,0 3,8 4,0 4,4 4,3 4,4
Razón PDDP:refugiados
África 2,5 2,7 3,0 2,9 2,7 2,0 2,4 2,6 3,2
Américas 7,5 10,1 13,5 14,0 11,7 18,3 17,4 27,0 4,9
Asia Meridional 0,5 0,4 0,4 0,2 0,5 0,6 0,8 0,8 0,7
Asia Oriental y el Pacífico 0,5 0,8 1,4 0,8 0,9 0,9 1,6 1,1 0,8
Europa 14,7 0,6 1,4 2,9 2,8 2,5 2,8 2,5
Oriente Medio 0,4 0,5 0,3 0,7 0,4 0,4 0,3 0,3 0,4
Fuente: referencia 62.
248 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
el régimen de Pol Pot en Camboya (1975 a 1979), las semillas y el ganado. En Tigre y Eritrea, los com-
cientos de miles de personas de las zonas urbanas batientes reclutaron a los agricultores, colocaron
fueron forzadas a trasladarse a las zonas rurales. minas en los campos, confiscaron los alimentos y
mataron el ganado bovino (36). La pérdida del ga-
Repercusiones socioeconómicas nado priva a los agricultores de un recurso necesa-
Las repercusiones económicas de un conflicto pue- rio para poner la tierra en producción y, por
den ser profundas (64, 65). Es probable que se re- consiguiente, tiene efectos adversos inmediatos y
duzca drásticamente el gasto público en sectores a largo plazo.
como el de la salud y la educación cuando el Estado
afronta dificultades para recaudar impuestos y re- La infraestructura
currir a otras fuentes de ingresos —por ejemplo, el Los conflictos pueden dañar importantes infraes-
turismo— y aumenta el gasto militar. En Etiopía, el tructuras. En el caso de la infraestructura de agua y
gasto militar aumentó de 11,2% en el presupuesto saneamiento, el daño causado puede tener efectos
gubernamental de 1973–1974 a 36,5% en el de directos y graves sobre la salud. En los conflictos en
1990–1991, mientras que, simultáneamente, la el sur de Sudán y Uganda a principios y mediados de
proporción del presupuesto sanitario descendió en los años ochenta, las bombas manuales para extraer
forma drástica, cayendo de 6,1% a 3,2% (36). agua en las aldeas fueron deliberadamente destrui-
Los conflictos también afectan significativamen- das por las tropas del gobierno que operaban en las
te a los recursos humanos y a la productividad. A zonas controladas por las fuerzas rebeldes, y por las
nivel doméstico, las fuentes disponibles de ingre- guerrillas en las zonas controladas por el gobierno
sos probablemente también se reduzcan en forma (30). Durante las operaciones militares contra Iraq
considerable. La manipulación de los precios o del en 1991, los sistemas de abastecimiento de agua,
suministro de productos esenciales y otras formas eliminación de aguas residuales y otros servicios de
de especulación pueden perturbar aun más la vida saneamiento fueron afectados drásticamente por los
de las personas. intensos bombardeos (68).
Se han hecho algunos intentos de medir los cos-
tos de oportunidad del desarrollo no alcanzado a Los servicios de atención de salud
causa de un conflicto. Los países en conflicto siste- Las repercusiones del conflicto en los servicios de
máticamente han logrado menos avances en cuanto atención de salud son muy variadas (cuadro 8.4).
a prolongar la esperanza de vida y reducir la mortali- Antes de la Guerra del Golfo en 1991, los servicios
dad infantil y las tasas brutas de mortalidad, compa- de salud en Iraq asistían a 90% de la población y la
rados con otros países de la misma región que tienen gran mayoría de los niños menores de 5 años eran
un nivel socioeconómico similar (66). No obstante, por lo común vacunados. Durante el conflicto, mu-
en análisis como estos puede ser factor de confusión chos hospitales y consultorios resultaron gravemen-
la influencia simultánea de la pandemia de SIDA, la te dañados y tuvieron que cerrar, mientras que los
cual a su vez puede verse exacerbada considerable- que todavía funcionaban tenían que atender zonas
mente por el conflicto y la inestabilidad (42, 43). de captación mucho más grandes. El daño generali-
zado a los sistemas de abastecimiento de agua y elec-
Los alimentos y la producción agropecuaria tricidad y de eliminación de aguas residuales redujo
A menudo la producción y distribución de alimen- aún más la capacidad operativa de los servicios de
tos constituye un blanco específico durante los pe- salud que quedaban (68). En el conflicto violento
ríodos de conflicto (67). En el conflicto en Etiopía en Timor Oriental en 1999, después del referéndum
entre las fuerzas del gobierno y las fuerzas separatis- para decidir acerca de la independencia, las milicias
tas de Eritrea y Tigre que tuvo lugar entre 1974 y destruyeron prácticamente todos los servicios de
1991, se impidió por la fuerza a los agricultores sem- atención de salud. Solo quedó en pie el hospital
brar y cosechar sus cultivos y los soldados robaron principal en la ciudad más importante, Dili.
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 249
RECUADRO 8.2
entre los grupos sociales. La vigilancia de la distribu- atención de salud. Dependen entonces de lo que
ción y tendencias de las enfermedades asociadas con esté disponible en el país de llegada o lo que les
la pobreza, de los trastornos médicamente preveni- puedan proporcionar en servicios complementarios
bles o tratables y de las desigualdades en la supervi- los organismos internacionales y las organizaciones
vencia, es esencial para detectar las disparidades so- no gubernamentales. Los servicios de los países que
ciales en gran parte no reconocidas, pero importantes dan acogida a gran número de refugiados pueden
y posiblemente crecientes. verse abrumados si estos se radican repentinamen-
El sector de la salud también puede prestar un te en una zona y procuran utilizar los servicios de
servicio trascendental al divulgar las repercusiones salud locales. Esta puede ser una fuente de antago-
sociales y económicas de los conflictos violentos y nismo entre los refugiados y la población del país
sus efectos sobre la salud. huésped, que puede desbordarse en nueva violen-
cia. Ese antagonismo puede agravarse si a los refu-
Respuestas a los conflictos violentos giados se les ofrecen servicios, incluidos los de
salud, más accesibles o a menor costo que los dis-
Prestación de servicios durante los conflictos
ponibles para la población local, o si el país hués-
Los problemas comunes que afrontan las operacio- ped no recibe recursos externos adicionales para
nes humanitarias en época de conflicto son (71): hacer frente a esta situación. Cuando habitantes de
– cómo mejorar los servicios de asistencia sani- origen albanés de Kosovo huyeron a Albania y a la
taria para la población anfitriona paralelamente antigua República Yugoslava de Macedonia durante
a la prestación de servicios a los refugiados; el conflicto de 1999, la Organización Mundial de
– cómo prestar servicios de buena calidad, de la Salud y otros organismos trataron de ayudar a los
manera humanitaria y eficiente; sistemas de salud y bienestar social de los países
– cómo involucrar a las comunidades para de- huéspedes a afrontar la sobrecarga, en lugar de sen-
terminar las prioridades y las formas de pres- cillamente organizar un sistema de salud paralelo
tación de los servicios; “importado” por los organismos de ayuda.
– cómo crear mecanismos sostenibles que per- Al planificar las respuestas a las crisis, los gobier-
mitan aprovechar la experiencia obtenida so- nos y los organismos deben:
bre el terreno para formular las políticas. – evaluar en una etapa muy temprana quiénes
Los refugiados que abandonan su país a través son particularmente vulnerables y cuáles son
de las fronteras pierden sus proveedores usuales de sus necesidades;
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 253
– coordinar estrictamente las actividades entre ninguna medida eficaz para hacer cumplir sus prin-
los diversos agentes; cipios o evaluar si está siendo aplicado en forma
– trabajar para aumentar la capacidad local, na- eficiente.
cional y mundial de prestar servicios de salud
eficaces durante las diversas etapas de la situa- Consideraciones éticas acerca de la prestación
ción de emergencia. de ayuda
La Organización Mundial de la Salud ha creado Hay problemas éticos en relación con las interven-
mecanismos de vigilancia para ayudar a identificar ciones en las situaciones de emergencia y, en parti-
los conflictos y responder a ellos en las etapas inicia- cular, cómo distribuir la ayuda. En algunos casos,
les. Su Red de información sanitaria para la planifi- como la crisis en Somalia a comienzos de los años
cación en previsión de emergencias proporciona noventa, los organismos de ayuda han contratado a
acceso rápido a información actualizada sobre de- guardias armados para poder llevar a cabo sus ope-
terminados países y sus índices de salud, así como raciones, una medida que se considera éticamente
orientación sobre las prácticas más adecuadas y datos dudosa. En cuanto a la distribución de la ayuda,
sobre la vigilancia de enfermedades. con frecuencia existe la expectativa de que una
En caso de emergencia, las organizaciones hu- proporción sea desviada hacia las partes en conflicto.
manitarias procuran en primer lugar evitar la pér- Los organismos de ayuda en general han aceptado la
dida de vidas y posteriormente intentan restablecer idea de que es aceptable cierto grado de “pérdida”
un ámbito donde sea posible la promoción de la de los recursos, siempre que la mayor parte de ellos
salud. Muchos organismos de socorro consideran lleguen al destino planeado. No obstante, en algu-
que su función primordial es salvar las vidas que se nos lugares la proporción de alimentos y otro tipo
hallan en riesgo como resultado de sucesos atípi- de ayuda desviados ha sido tan grande que los orga-
cos, sin tener que preocuparse porque otros agen- nismos han decidido retirar sus servicios.
tes de salud se hagan cargo a su vez de las actividades Otras preocupaciones éticas se centran en el he-
o las sostengan a largo plazo. Por otra parte, los or- cho de que el trabajo con las facciones en conflicto
ganismos que adoptan una perspectiva específica- les confiere indirectamente cierta legitimidad tan-
mente relacionada con el desarrollo intentan desde to a estas como a sus actividades. Surgen interro-
el inicio tener en cuenta aspectos como la eficien- gantes sobre si los organismos de ayuda deben
cia, la sostenibilidad, la igualdad y el sentido de guardar silencio acerca de los abusos observados o
propiedad local, lo que producirá mayores benefi- hablar claro, y si deben continuar prestando servi-
cios a más largo plazo. Este enfoque hace hincapié cios cuando los abusos continúan. Anderson (72),
en la creación de capacidad local y el mantenimiento entre otros autores, trata los temas más amplios de
de costos bajos. No obstante, es difícil extender las cómo la ayuda en casos de emergencia puede con-
respuestas a corto plazo para tratar de establecer tribuir a promover la paz o, por el contrario, pro-
sistemas a más largo plazo. longar el conflicto.
Las organizaciones tienen que trabajar en estre-
cha colaboración si desean aprovechar al máximo La participación comunitaria
sus recursos, reducir al mínimo cualquier posible En épocas de conflicto, las estructuras de la comu-
duplicación de actividades y mejorar la eficiencia nidad y las actividades locales pueden resultar se-
de las operaciones. El Código de Conducta para las riamente perturbadas. Las personas quizá teman
Organizaciones Humanitarias, propuesto por la Fe- debatir activamente temas tales como la política
deración Internacional de Sociedades de la Cruz social o hacer campañas en favor de grupos margi-
Roja y de la Media Luna Roja (62), establece algu- nados o vulnerables. Esto es aún más probable bajo
nos principios esenciales que muchas organizacio- regímenes políticos no democráticos y cuando la
nes humanitarias ven como una base para su trabajo. violencia estatal amenaza a los presuntos adversa-
Sin embargo, ese código es voluntario y no hay rios del régimen.
254 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Sin embargo, en algunos casos puede haber un Anteriormente, se hacía especial hincapié en la re-
resultado positivo en cuanto a la respuesta de la construcción física y en los programas de control
comunidad, donde en realidad se hace más fácil el de enfermedades, pero se daba relativamente poca
desarrollo de estructuras sociales, incluidos los ser- importancia a la coordinación de las respuestas de
vicios de salud. Este tipo de respuesta parecería ser los donantes o el establecimiento de marcos de po-
más común en los conflictos de carácter ideológi- líticas eficaces.
co, tales como los de la última parte del siglo XX en
Mozambique, Nicaragua y Viet Nam. En el conflic- Documentación, investigación y difusión
to en Etiopía entre 1974 y 1991, los movimientos de la información
políticos comunitarios en Eritrea y Tigre colabora- La vigilancia y la documentación son aspectos fun-
ron mucho en la creación de estructuras locales par- damentales para las actividades de salud pública
ticipativas para la toma de decisiones y la elabora- relacionadas con los conflictos. Si bien, como ya se
ción de estrategias de promoción de la salud (73). mencionó, los datos sobre la violencia colectiva son
a menudo insatisfactorios e imprecisos, en este
Restablecimiento de los servicios después campo por lo general no se justifica una preocupa-
de los conflictos ción exagerada por la precisión de los datos. Aun
Ha habido un considerable debate sobre cómo res- así, es esencial que los datos sean válidos.
tablecer mejor los servicios cuando los países salen Proporcionar datos válidos a los encargados de
de períodos de conflicto (74–76). Cuando se abren formular las políticas es un componente igualmen-
zonas inaccesibles después de las situaciones com- te sustancial de las actividades de salud pública. Las
plejas de emergencia, se desbloquea un cúmulo de Naciones Unidas, los organismos internacionales,
necesidades de salud pública pendientes, por mu- las organizaciones no gubernamentales y los profe-
cho tiempo desatendidas, caracterizadas por las sionales de la salud tienen funciones esenciales que
epidemias de sarampión. Además, los acuerdos de cumplir en este aspecto. Por ejemplo, el Comité
cese de fuego, aunque sean precarios, deben in- Internacional de la Cruz Roja (CICR), mediante su
cluir la necesidad de apoyo especial de salud para extensa investigación y labor de campaña, desem-
los soldados que serán desmovilizados, planes para peñó un papel fundamental en la promoción del
la remoción de minas y arreglos para el retorno de proceso de Ottawa, que condujo a la adopción del
los refugiados y los desplazados internos. Todas es- Tratado de Prohibición Total de Minas Terrestres
tas exigencias probablemente se plantean en mo- Antipersonales, que entró en vigor el 1° de marzo
mentos en que la infraestructura del sistema local de 1999. Un funcionario del CICR que participó
de salud está muy debilitada y se han agotado otros en esta empresa expresó: “La observación y la do-
recursos económicos. cumentación de los efectos de las armas no produ-
Se necesita información más precisa sobre las cen cambios en las creencias, el comportamiento
intervenciones en diferentes sitios, las condicio- ni la ley a menos que sean comunicados en forma
nes bajo las cuales tienen lugar, y sus efectos y limi- imperiosa tanto a los encargados de formular las
taciones. Un problema de la recopilación de datos políticas como al público” (77).
sobre los conflictos es determinar el punto final de Algunas organizaciones no gubernamentales,
estos. Generalmente, el límite entre el final de un como Amnistía Internacional, tienen el mandato
conflicto y el comienzo del período posterior a él, explícito de hablar claro sobre las violaciones a los
está lejos de ser nítido, ya que a menudo persisten derechos humanos. También lo hacen algunos or-
grados significativos de inseguridad e inestabilidad ganismos de las Naciones Unidas, como la Oficina
por un tiempo considerable. del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
En el cuadro 8.5 se esbozan algunos de los enfo- los Derechos Humanos. Sin embargo, otros orga-
ques característicos usados para reconstruir los sis- nismos se muestran renuentes a explayarse contra
temas de atención de salud después de los conflictos. los implicados en un conflicto por temor a que
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 255
CUADRO 8.5
Retos para el sector de la salud después del conflicto
Componente de la Situación característica en la Medidas para una respuesta más apropiada
actividad del sector actualidad
de la salud después
del conflicto
Formulación de • Las actividades son consideradas • Desarrollar tempranamente los marcos de política en los que puedan
políticas como proyectos independientes basarse los proyectos
• Se presta poca atención al • Promover el apoyo de donantes al ministerio de salud para la
establecimiento de marcos de formulación de políticas y la recopilación y difusión de información
política • Facilitar la comunicación entre los participantes fundamentales
Coordinación • Los donantes en principio están de • Identificar las áreas de interés común y basarse en ellas
de los donantes acuerdo en que la coordinación es • Fortalecer la capacidad del ministerio de salud de asumir un papel
aconsejable, pero ninguno desea protagónico y de coordinar a los donantes y organizaciones no
ser coordinado gubernamentales
Trabajo con el • A menudo se elude al gobierno y el • Reformar el sistema internacional de ayuda para permitir que las
gobierno apoyo es canalizado por conducto actividades de desarrollo tengan lugar antes en el período de
de organizaciones no recuperación posterior al conflicto
gubernamentales y organismos de • Considerar enfoques intersectoriales integrados, donde los donantes
las Naciones Unidas estén de acuerdo en trabajar dentro de un marco acordado de
políticas
Desarrollo de la • El objetivo es reconstruir • Examinar las necesidades de servicios y su distribución
infraestructura exactamente lo que existía • Racionalizar y hacer más equitativa la distribución de los servicios
anteriormente disponibles
• Al establecer servicios nuevos, tener en cuenta los cambios en las
características de la población
Problemas de • El control de enfermedades y la • Facilitar las vinculaciones entre diferentes programas
enfermedades prestación de servicios están muy • Asegurar que los programas operen por medio de las principales
específicas concentrados estructuras del sistema de salud
• Los donantes tienen un considerable • Asegurar que las intervenciones centradas en una enfermedad y las
control de los programas y que están orientadas al sistema de salud se complementen entre sí
proporcionan la mayor parte de los • Comprometer plenamente a todos los participantes pertinentes,
fondos incluido el sector público local y nacional, las organizaciones no
gubernamentales y el sector privado
Trabajo de • Las actividades giran alrededor • Reconocer el valor simbólico de la atención de salud en la restauración
reconciliación de la cesación temporal de las de las relaciones entre comunidades
hostilidades, con el fin de llevar a • Reconocer la promoción de la justicia y la reconciliación como objetivos
cabo el control de las enfermedades a largo plazo que incluyen la a menudo lenta restauración de la
confianza entre las comunidades
• Promover toda oportunidad razonable para la colaboración entre las
comunidades
• Considerar las respuestas innovadoras, como las comisiones de la
verdad y la reconciliación
Función del sector • Se realizan intentos de diversificar la • Promover la función del Estado en cuanto a enmarcar las políticas, fijar
privado gama de prestadores de servicios y las normas y vigilar la calidad de los servicios
desregular el sector privado • Reconocer al mismo tiempo la función importante del sector privado en
la prestación de la atención de salud
• Crear incentivos para promover el acceso equitativo a los servicios de
salud pública importantes y la prestación de estos
Fomento de una • Generalmente es considerado • Reconocer que el logro de estructuras sociales equitativas es un
sociedad equitativa importante, pero a menudo se lo objetivo primordial, pero que, en el corto plazo, tal vez sea preciso
deja para una etapa posterior retrasar algunas reformas en interés de la estabilidad
• Forjar vínculos entre grupos de población en competencia y diferentes
localidades como elementos claves de la reforma posterior al conflicto
Capacitación • A menudo se pasa por alto la • Reconocer la importancia de la formación de recursos humanos
capacitación, o esta es fragmentada • Descubrir maneras de integrar a las personas que se han capacitado
e incoordinada con diferentes sistemas
• Invertir en la capacitación de los planificadores y administradores
Sistemas de • La información no se considera una • Dar prioridad a la documentación
información prioridad • Establecer un depósito central para la información
• Aunque exista información, esta no • Usar nuevas tecnologías para difundir la información
se comparte • Condicionar el financiamiento a que se comparta la información
256 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
pudiera ponerse en peligro su capacidad de prestar poblaciones, incluidos los desplazados inter-
servicios esenciales. En esos casos, los organismos nos, los refugiados que se han integrado en
tal vez decidan transmitir la información indirec- las comunidades anfitrionas, y grupos vulne-
tamente, por conducto de terceros o de los medios rables específicos como los niños soldados (re-
de comunicación. cuadro 8.3).
Si se desea que la divulgación sea eficaz, se ne- • Se deben mejorar los métodos que analizan la
cesitan datos fehacientes y se deben analizar ade- repercusión de los conflictos en los sistemas
cuadamente las experiencias de las intervenciones. de salud y la respuesta de los sistemas.
La investigación es crucial para evaluar las repercu-
siones del conflicto en la salud y en los sistemas de Otras investigaciones
atención de salud, y para determinar qué interven- Es evidente que se necesitan más investigaciones,
ciones son eficaces. documentación y análisis para prevenir conflictos
futuros, reducir la vulnerabilidad de determinados
Recomendaciones grupos y prestar los servicios más apropiados de la
Es preciso tomar diversas medidas para prevenir la manera más eficaz durante las crisis de violencia y
aparición de conflictos y, cuando se producen, para después de ellas. Dos aspectos particulares de la
reducir sus repercusiones. Estas medidas se clasifi- documentación y el análisis en los que es preciso
can en las siguientes grandes categorías: concentrarse son:
– la obtención de información más extensa y • La creación de maneras eficaces de registrar las
una mejor comprensión de los conflictos; experiencias de las poblaciones afectadas por
– la adopción de medidas políticas para prede- conflictos.
cir, prevenir y responder a los conflictos; • La realización de análisis objetivos posterio-
– actividades de mantenimiento de la paz; res al conflicto, que describan el proceso que
– respuestas del sector de la salud a los conflictos; condujo a la violencia, sus repercusiones y las
– respuestas humanitarias. respuestas a ella. Se han llevado a cabo algunos
análisis de este tipo, en particular después del
Información y conocimientos genocidio rwandés de 1994 (74).
Datos y vigilancia Un interrogante específico que es necesario in-
Las siguientes son algunas de las medidas impor- vestigar es por qué ciertos países que presentan
tantes que es necesario adoptar con el objeto de algunos signos de riesgo de conflicto violento son
obtener información más válida y precisa sobre los en realidad capaces de evitarlo, mientras que otros
conflictos y cómo responder a ellos: se ven cada vez más envueltos en el conflicto o
• Se deben determinar los indicadores relacio- incluso llegan a una situación de casi colapso del
nados con la salud pública y el desempeño de Estado. Angola, Liberia, Sierra Leona, Somalia y la
los servicios de salud, junto con formas efica- antigua Yugoslavia son algunos ejemplos de esta úl-
ces de medir estos indicadores, para que sea tima categoría. Una vía útil de investigación sería
posible detectar desviaciones de las normas determinar un conjunto de indicadores detecta-
de salud en grupos particulares, que quizá sean bles antes de la situación de emergencia que pu-
los signos tempranos de las tensiones entre dieran ayudar a predecir si una crisis degenerará en
los grupos. una situación grave y compleja de emergencia.
• Es preciso perfeccionar más la recopilación de
datos recientes y las técnicas de vigilancia del Prevención de los conflictos violentos
estado de salud en las poblaciones afectadas, La prevención total de los conflictos debe ser una
a fin de aumentar los conocimientos sobre prioridad desde el punto de vista de la salud pú-
las repercusiones de los conflictos en otras blica.
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 257
RECUADRO 8.3
Las medidas esenciales para los gobiernos en este por ejemplo, las Naciones Unidas han mante-
contexto incluyen: nido el Registro de Armas Convencionales, que
• Respetar los derechos humanos, adhiriéndose incluye datos sobre las transferencias interna-
estrictamente al espíritu de la Carta de las Na- cionales de armas, así como información pro-
ciones Unidas y promoviendo la adopción ca- porcionada por los Estados Miembros sobre
bal de las leyes sobre derechos humanos y las pertrechos militares, adquisiciones naciona-
leyes humanitarias internacionales. les y las políticas pertinentes.
• Promover la adopción de tratados y otras me- • Vigilar los efectos adversos de la globalización
didas que restrinjan la producción, distribu- y promover formas más equitativas de desarro-
ción y el empleo de minas terrestres llo y asistencia para un desarrollo más eficaz.
• Fomentar las iniciativas para reducir la pro- • Trabajar para instaurar políticas de buen go-
ducción y disponibilidad de armas biológi- bierno en todo el mundo.
cas, químicas, nucleares y de otro tipo; espe- Boutros Boutros-Ghali, el anterior Secretario
cíficamente, se deben promover con energía General de las Naciones Unidas, ha declarado que
otras medidas sobre armas ligeras, incluido el la integración social debe ser considerada una prio-
código de conducta europeo en la transferen- ridad del desarrollo: “Las manifestaciones de la fal-
cia de dichas armas ligeras. ta de integración social son muy conocidas: la
• Basarse en las medidas recientes para integrar discriminación, el fanatismo, la intolerancia, la per-
la supervisión del movimiento de armas pe- secución. Las consecuencias también resultan fa-
queñas con otros sistemas de advertencia tem- miliares: la desafección social, el separatismo, el
prana de posibles conflictos (79). Desde 1992, micronacionalismo y el conflicto” (80).
CAPÍTULO 8. LA VIOLENCIA COLECTIVA • 259
El mundo tendrá que aprender rápidamente 12. Sivard RL. World military and social expenditures, 14th
cómo combatir la nueva amenaza del terrorismo ed. Washington, D.C., World Priorities, 1991.
13. Sivard RL. World military and social expenditures, 16th
mundial en todas sus formas y, al mismo tiempo,
ed. Washington, D.C., World Priorities, 1996.
mostrar un grado alto de determinación para pre- 14. Rummel RJ. Death by government: genocide and mass mur-
venir y reducir el impacto de las formas tradiciona- der since 1900. New Brunswick, NJ y Londres, Trans-
les de violencia colectiva, que siguen causando una action Publications, 1994.
proporción abrumadora de muertes, enfermeda- 15. Sheil M et al. Deaths among humanitarian work-
ers. British Medical Journal, 2000, 321:166–168.
des, lesiones y destrucción. Se necesita una volun-
16. Take a step to stamp out torture. Londres, Amnistía In-
tad firme, junto con un compromiso generoso de ternacional, 2000.
los recursos, no solo para alcanzar una comprensión 17. Burnett A, Peel M. Asylum-seekers and refugees in
mucho más profunda de los problemas del conflicto Britain: health needs of asylum seekers and refu-
violento sino también para encontrar soluciones. gees. British Medical Journal, 2001, 322:544–547.
18. Harris MF, Telfer BL. The health needs of asylum-
seekers living in the community. Medical Journal of
Referencias
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CAPÍTULO 9
Cómo proceder:
recomendaciones
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 265
ejemplos en que el contexto cultural exacerba las • El abuso de alcohol y de sustancias psicotrópi-
consecuencias de la violencia, creando graves pro- cas, que se relaciona con todas las formas de vio-
blemas en términos de prevención. Un ejemplo es lencia interpersonal, así como con el suicidio.
la creencia, que existe en muchas sociedades, de • Los antecedentes de violencia familiar, y su
que el hombre tiene derecho a castigar a su esposa nexo con la violencia juvenil, la violencia en
—aun recurriendo a la fuerza física— por diversas la pareja, la violencia sexual y el suicidio.
razones, entre las que figura su negativa a tener La superposición de factores de riesgo de diver-
relaciones sexuales con él. El comportamiento de- sos tipos de violencia pone de manifiesto la nece-
rivado de dicha creencia pone a las mujeres no solo sidad de que aúnen esfuerzos los grupos dedicados
en riesgo inmediato de violencia física y psíquica, tanto a la prevención primaria como a la secunda-
sino también de embarazo no deseado y de enfer- ria: los funcionarios municipales y de la comuni-
medades de transmisión sexual. Otro ejemplo es la dad, los planificadores de viviendas sociales, la
aceptación, profundamente arraigada en algunas policía, los trabajadores sociales, los grupos de de-
sociedades, de los castigos corporales durante la rechos humanos y de derechos específicos de las
crianza de los niños. Las intervenciones tienen es- mujeres, los profesionales de la salud y los investi-
casa probabilidad de éxito, a menos que tomen en gadores de cada campo específico. Estos esfuerzos
consideración la fuerza de estas creencias y actitu- mancomunados pueden ofrecer varias ventajas:
des y la forma en que se relacionan con otros as- – mejorar la eficacia de las intervenciones;
pectos de la cultura local. – evitar la duplicación de esfuerzos;
Al mismo tiempo, las tradiciones culturales tam- – aumentar los recursos disponibles, mancomu-
bién pueden ser protectoras; los investigadores y nando fondos y personal en acciones conjuntas;
los que diseñan los programas deben estar prepara- – posibilitar la realización de actividades con-
dos para identificarlas y usarlas en las intervencio- juntas de investigación y de prevención, de
nes. Por ejemplo, en el capítulo 7 (La violencia manera más colectiva y coordinada.
autoinfligida) se describe cómo la filiación reli- Por desgracia, las actividades de investigación y
giosa al parecer contribuye a reducir el riesgo de prevención de los diversos tipos de violencia se
suicidio, y se comentan las posibles razones de ello, han desarrollado a menudo aisladas unas de otras.
como el sentimiento de pertenencia a una religión Si pudiera superarse esta fragmentación, habrá cam-
o la prohibición específica del suicidio. po en el futuro para intervenciones más integrales
y eficaces.
Aprovechar los vínculos
Diferentes tipos de violencia están vinculados en- Centrarse en los grupos más vulnerables
tre sí de muchas maneras, y a menudo comparten La violencia, como tantos problemas de salud, no es
factores de riesgo similares. Se presenta un ejemplo neutra. Si bien todas las clases sociales conocen la
de ello en el capítulo 3 (Maltrato y descuido de los violencia, las investigaciones demuestran sistemáti-
menores por los padres u otras personas a cargo), camente que las personas de nivel socioeconómico
donde la lista de los factores de riesgo se superpo- más bajo son las que corren mayor riesgo. Con fre-
ne en gran medida con la de otros tipos de violen- cuencia son los factores relacionados con la pobreza
cia. Algunos de estos factores son: y no la pobreza misma los que hacen que aumente el
• La pobreza, que está vinculada con todas las riesgo de violencia. En el capítulo 2, por ejemplo, se
formas de violencia. aborda el papel que la vivienda deficiente, la falta
• Los antecedentes familiares o personales mar- de educación, el desempleo y otras condiciones re-
cados por el divorcio o la separación, factores lacionadas con la pobreza desempeñan en la violen-
que también se asocian con la violencia juve- cia juvenil, y cómo estos factores contribuyen a
nil, la violencia en la pareja, la violencia sexual aumentar el riesgo de que algunos jóvenes se dejen
y el suicidio. influir por compañeros que incurren en el delito y
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 267
terminen por participar actos delictivos. También son que siempre ha estado presente en la sociedad, por
importantes el ritmo de acceso a la pobreza —al per- lo que siempre seguirá existiendo. A menudo, esta
der recursos de los que antes se disponía— y la pro- autocomplacencia se ve reforzada por el propio in-
pia percepción de tal pobreza, es decir, la privación terés. La aceptación social, por ejemplo, de que los
relativa en un ámbito particular, más que el nivel hombres tienen derecho a “castigar” a sus esposas
absoluto de pobreza. beneficia claramente más a los hombres que a las
El capítulo 6 (La violencia sexual) describe cómo mujeres. El comercio de la droga prospera por su
la pobreza exacerba la vulnerabilidad de las mujeres situación ilegal, en la cual la violencia es una mane-
y las niñas. Al llevar a cabo sus tareas diarias, como ra, que los implicados consideran aceptable, de re-
trabajar en el campo, ir solas a buscar agua o volver solver las controversias o aumentar su participación
caminando del trabajo a casa por las noches, las mu- en el mercado.
jeres y las niñas pobres de zonas rurales o económi- Al describir algunos de los elementos que crean
camente desfavorecidas corren a menudo riesgo de una cultura de la violencia, en varios capítulos del
violación. Su pobreza las hace vulnerables a la explo- presente informe se hace hincapié en que dicha cul-
tación sexual en situaciones tan diversas como bus- tura suele estar respaldada tanto por las leyes como
car empleo, comerciar o educarse. La pobreza es por las actitudes. Ambas pueden colaborar en facto-
asimismo un factor clave que empuja a las mujeres a res tales como la exaltación de la violencia en los
la prostitución y fuerza a las familias a vender a sus medios de comunicación, la tolerancia de la agre-
hijos a los traficantes sexuales. En el capítulo 8 (La sión sexual o de la violencia contra la pareja, los se-
violencia colectiva) se amplía el debate, y se señala veros castigos corporales aplicados por los padres a
que la pobreza y la desigualdad se encuentran entre sus hijos en el hogar como método disciplinario, la
las fuerzas impulsoras de conflictos violentos, y que intimidación en las escuelas y en los juegos, el uso
largos períodos de conflicto pueden hacer que la de niveles inaceptables de fuerza por la policía y la
pobreza aumente, lo que a su vez crea condiciones exposición prolongada de niños y adolescentes a
que dan origen a otras formas de violencia. situaciones bélicas. Resultará difícil reducir signifi-
No es nuevo que se descuide a los pobres: en la cativamente la violencia interpersonal y colectiva si
mayoría de las sociedades, los más pobres son los no llega a desaparecer la autocomplacencia hacia ella.
peor atendidos por los diversos servicios estatales
de protección y asistencia. Sin embargo, el hecho de Comprometer a quienes toman las decisiones
que la violencia esté vinculada con la pobreza pue- Si bien es mucho lo que las organizaciones e insti-
de ser una razón adicional de que los que formulan tuciones locales y las personas pueden hacer, gran
las políticas y las autoridades hayan descuidado la parte del éxito de las iniciativas de salud pública
perspectiva de salud pública de la violencia —que depende en último término del compromiso polí-
consistiría en ofrecer a las familias y las comunida- tico. El apoyo de los líderes políticos es necesario
des pobres mayor proporción de servicios y recur- no solo para asegurarse el financiamiento apropia-
sos—, privilegiando la intervención policial y la do y una legislación efectiva, sino también para
habilitación de cárceles. Para prevenir la violencia que las actividades de prevención cobren mayor
hay que corregir este estado de cosas. legitimidad y adquieran más importancia en la con-
ciencia pública. Este compromiso es tan importan-
Combatir la autocomplacencia te en el ámbito nacional, donde se adoptan las
Algo que promueve enormemente la violencia, y decisiones políticas y legislativas, como en los ni-
es un obstáculo formidable para responder a ella, veles provincial, de distrito y municipal, donde se
es la autocomplacencia. Así ocurre, en particular, controla la aplicación diaria de muchos programas.
con la actitud que considera la violencia (al igual El fuerte compromiso necesario para abordar la
que el problema de la desigualdad entre los sexos, violencia suele ser la resultante de los esfuerzos con-
tan estrechamente relacionado con ella) como algo tinuados de muchos sectores de la sociedad. Los
268 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
centralizado hasta un sistema federal con división duraderos que las políticas reactivas a corto plazo.
de poderes entre los gobiernos local, regional y Dicho plan de acción requerirá un compromiso po-
nacional. Sea cual sea la estructura, sin embargo, los lítico visible y el peso de su autoridad moral.
procesos de planificación estratégica —por lo ge- Un plan nacional de acción para prevenir la vio-
neral dirigidos por el gobierno nacional, pero en lencia debe incluir objetivos, prioridades, estrate-
los que se incluye a otros niveles y sectores— pue- gias y responsabilidades asignadas, así como un
den ser útiles para generar consenso, establecer calendario y un mecanismo de evaluación. Debe
objetivos y calendarios y asignar responsabilidades basarse en un consenso entre muchos agentes gu-
a todos aquellos que puedan contribuir con algo. bernamentales y no gubernamentales, con inclu-
Algunas organizaciones de las Naciones Unidas y sión de las organizaciones participantes que
organismos de desarrollo bilateral han adquirido proceden. El plan debería tomar en cuenta los re-
considerable pericia en la planificación estratégica cursos humanos y financieros disponibles ahora y
de cuestiones de salud pública en países en desa- en el futuro para su ejecución e incluir elementos
rrollo, y podrían ayudar a prevenir la violencia. tales como la revisión y reforma de las leyes y las
políticas existentes, el desarrollo de medios para la
Recomendaciones recolección de datos y la investigación, el fortale-
Las recomendaciones siguientes pretenden incitar cimiento de los servicios para las víctimas, y el esta-
a la acción en respuesta a la violencia. Para que se blecimiento y evaluación de respuestas preventivas.
logren sus objetivos, todas las recomendaciones Para que el plan pase de la teoría a la práctica, es
deben ser tomadas en cuenta por los diversos sec- indispensable atribuir a una organización concreta
tores y partes interesadas. la responsabilidad de vigilar e informar periódica-
Obviamente, estas recomendaciones deben apli- mente sobre el progreso logrado en estos y otros
carse con flexibilidad y con una adecuada com- elementos del plan.
prensión de las condiciones y capacidades locales. Se necesitará arbitrar mecanismos de coordina-
Los países que atraviesan una situación de violen- ción a escala local, nacional e internacional para
cia colectiva, o cuyos recursos financieros y huma- permitir la colaboración fructífera entre sectores
nos son escasos, tendrán dificultades o no podrán como el jurídico penal, el educativo, el laboral, el
por sí solos aplicar algunas de las recomendaciones sanitario y el de bienestar social, así como de otros
nacionales y locales. En tales circunstancias, quizá posiblemente interesados en el desarrollo y la eje-
puedan trabajar con organizaciones internaciona- cución del plan. Mecanismos tales como los grupos
les o no gubernamentales que operan en su terri- de estudio nacionales, los comités interministeria-
torio, las cuales pueden apoyar o poner en práctica les y los grupos de trabajo de las Naciones Unidas
algunas de las recomendaciones. podrían facilitar tal coordinación. A nivel local pue-
den crearse o utilizarse consejos, grupos de estu-
Recomendación 1. dio comunitarios y redes para ayudar a elaborar y
Crear, aplicar y supervisar un plan nacional poner en práctica el plan.
de acción para prevenir la violencia
La elaboración de un plan nacional de acción mul- Recomendación 2.
tisectorial es un elemento fundamental para reali- Aumentar la capacidad de recolección de
zar actividades permanentes de prevención de la datos sobre la violencia
violencia. Quizá no siempre sea fácil de lograr, da- En el plan nacional de acción para la prevención de
das las comprensibles exigencias populares de ac- la violencia debe contemplarse establecer o mejo-
ción inmediata para tratar los efectos más visibles de rar la capacidad nacional de recolectar y analizar
la violencia. Pero los dirigentes nacionales deben datos relativos a la magnitud, las causas y las conse-
comprender que los beneficios de una estrategia cuencias de la violencia. Estos datos son necesarios
sostenida de salud pública serán más sustanciales y para fijar las prioridades, orientar el diseño de los
270 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
programas y vigilar el progreso del plan de acción. normativa de recopilación de datos internacional-
Según se ha visto a lo largo del informe, en todos los mente aceptada. La clasificación internacional de
países se realizan al menos algunos esfuerzos de re- las causas externas de los traumatismos (1) y los li-
copilación de datos, pero puede mejorar la calidad neamientos para la vigilancia de los traumatismos
de estos y los procedimientos para compartirlos. (2) preparadas por la Organización Mundial de la
En algunos países, puede ser útil que el gobier- Salud y los Centros para el Control y la Prevención de
no nacional designe una institución, organismo o Enfermedades (EUA), son pasos en esa dirección.
dependencia gubernamental como responsable de
la compilación y comparación de la información Recomendación 3.
procedente de las autoridades sanitarias, policiales Definir las prioridades y apoyar la
y de otras que estén en contacto regular con las investigación de las causas, las
víctimas y los autores de actos violentos. Esa insti- consecuencias, los costos y la prevención
tución podría ser un “centro de excelencia”, res- de la violencia
ponsable de documentar el grado de violencia en Aunque el informe muestra lo que se ha avanzado
el país, promover o realizar investigaciones y capa- en el conocimiento de la violencia en diversos gru-
citar personal para tal efecto. Serviría de enlace con pos de población y escenarios, sigue necesitándo-
otras instituciones y organismos equivalentes para se urgentemente más investigaciones. Son muchos
intercambiar datos, herramientas de investigación los motivos para emprender estas investigaciones,
y métodos. En los países con recursos limitados, pero uno de los más importantes es lograr una me-
este organismo también podría asumir la función jor comprensión del problema en distintos con-
de supervisión descrita en la recomendación 1. textos culturales, para poder elaborar respuestas
La recopilación de datos es importante a todos apropiadas y evaluarlas.
los niveles, pero su calidad y su carácter integral se En el ámbito nacional, y como parte del plan de
determinarán a nivel local. Hay que diseñar sistemas acción, puede impulsarse un temario de investiga-
sencillos y económicos, adecuados al grado de peri- ciones mediante políticas de gobierno, la partici-
cia del personal que los maneja, y acordes con las pación directa de las instituciones gubernamentales
normas nacionales e internacionales. Además, debe- (muchos servicios sociales o ministerios del inte-
rían establecerse procedimientos para que las auto- rior, así como organismos de la justicia penal, dis-
ridades pertinentes (tales como las responsables de ponen de programas propios de investigación) y la
la salud, la justicia penal y las políticas sociales) y las financiación a instituciones universitarias e inves-
partes interesadas compartieran los datos así como la tigadores independientes.
capacidad de llevar a cabo análisis comparativos. También se pueden y se deberían emprender in-
No existen en la actualidad normas internacio- vestigaciones en el ámbito local. La investigación
nalmente aceptadas de recopilación de datos sobre local es sobre todo valiosa de cara a las actividades
la violencia que permitan mejorar la comparación locales de prevención de la violencia, pero también
de los datos procedentes de diversas naciones y es un componente importante del esfuerzo global
culturas. Esto es grave, entre otras cosas porque los necesario para hacer frente al problema de la violen-
actuales desfases en la información dificultan cuan- cia a escala mundial. Para obtener los máximos bene-
tificar la magnitud de la violencia en todo el mun- ficios, las autoridades locales tendrían que compro-
do, y por consiguiente emprender una investiga- meter a todos los colaboradores con experiencia
ción o planear intervenciones a escala mundial. aplicable a esta tarea, como las facultades universita-
Muchos de estos desfases se deben sencillamente a rias (por ejemplo las de medicina, ciencias sociales,
que faltan datos; otros, a las diversas formas que criminología y epidemiología), centros de investi-
tienen los países (y a veces los diferentes organis- gación y organizaciones no gubernamentales.
mos de un mismo país) de clasificarlos. Esto puede El grueso de la investigación requerida para pre-
y debe remediarse creando y difundiendo una venir la violencia debe llevarse a cabo a nivel local,
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 271
Los medios de comunicación tienen considera- eficazmente a los autores de actos violentos
ble potencial, tanto negativo como positivo, para de reincidir;
prevenir la violencia. Aunque no existen aún re- – ofrecer apoyo social, programas de prevención
sultados concluyentes de investigaciones acerca de y otros servicios para proteger a las familias en
la manera en que la exposición a la violencia a tra- riesgo de violencia y reducir el estrés de los
vés de los medios de comunicación influye en cuidadores;
muchos tipos de violencia, hay indicios de que – incorporar módulos de prevención de la vio-
existe una relación entre la notificación de suici- lencia a los programas de estudios de medici-
dios y ulteriores suicidios. Los medios de comuni- na y enfermería.
cación pueden servir para cambiar las actitudes en Cada una de estas respuestas puede ayudar a re-
relación con la violencia y los comportamientos, ducir al mínimo las repercusiones de la violencia
así como las normas sociales, mediante informa- sobre las personas y su costo para los sistemas sani-
ción contraria a la violencia, o difundiendo men- tario y social. Los mecanismos de respuesta inme-
sajes contra esta en programas de entretenimiento diata y la atención prehospitalaria pueden reducir
como las telenovelas (recuadro 9.1). significativamente el riesgo de muerte o discapa-
Dependiendo de las condiciones imperantes en cidad resultante de un traumatismo físico. Menos
cada lugar, la mayor parte de estas intervenciones tangibles, pero igualmente importantes, son las
de prevención primaria pueden también tener medidas dirigidas a cambiar las actitudes de la po-
importantes efectos de refuerzo mutuo. licía y otros funcionarios públicos, educándolos
sobre la violencia sexual y de pareja y adiestrándo-
Recomendación 5. los para reconocer y responder a los casos de vio-
Reforzar las respuestas a las víctimas de la lencia.
violencia En los países donde los ministerios de salud es-
Los servicios de salud, sociales y jurídicos que se tablecen los lineamientos de los planes de estudio
ofrecen a las víctimas de la violencia deben fortale- de las escuelas de medicina y de enfermería, la po-
cerse en todos los países. Esto requiere revisar los lítica nacional debe asegurar que estos futuros pro-
servicios que se proveen actualmente y mejorar la fesionales se capaciten en materia violencia, sus
capacitación del personal y la integración del apo- consecuencias y prevención. Al completar sus estu-
yo sanitario, social y jurídico. dios deberían estar en condiciones de reconocer
El sistema de salud en su conjunto debería fijar- los signos de violencia y encarar con resolución las
se como objetivo nacional el fortalecimiento de la medidas apropiadas. Tales medidas pueden resultar
capacidad y la financiación para brindar atención muy útiles en el caso de personas que no pueden
de calidad a las víctimas de todos los tipos de vio- comunicar lo que les ha sucedido, como los niños
lencia, así como los servicios de rehabilitación y pequeños o los ancianos incapacitados, o que tie-
apoyo necesarios para prevenir ulteriores compli- nen miedo de hacerlo, como puede ocurrir con las
caciones. Entre las prioridades se cuentan: víctimas de la violencia doméstica, los profesiona-
– mejorar los sistemas de respuesta urgencia y la les del sexo o los inmigrantes indocumentados.
capacidad del sector sanitario para el trata- La aplicación práctica de estas políticas debe eje-
miento y rehabilitación de las víctimas; cutarse y evaluarse cuidadosamente para no volver
– reconocer los signos de incidentes violentos a victimizar a las víctimas de la violencia. Por ejem-
o de situaciones de violencia continua, y en- plo, si el personal comprueba que un paciente ha
viar a las víctimas a los organismos adecuados sido víctima de la violencia, los procedimientos
para ofrecerles seguimiento y apoyo; para investigar lo sucedido no deben poner al pa-
– velar por que los servicios asistenciales, judi- ciente en riesgo de sufrir nuevos actos de violen-
ciales, policiales y sociales eviten la “revic- cia, censuras por parte de su familia o la comunidad,
timización” de las víctimas y disuadan u otras consecuencias negativas.
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 273
RECUADRO 9.1
al desarrollar estas intervenciones, para que sean del ahorro resultante de mancomunar conocimien-
factibles y eficaces. tos, redes, fondos e instalaciones nacionales. Hay
Al mismo tiempo, hay que reforzar las políticas que explorar mecanismos para mejorar la coopera-
y programas de protección social, tanto para la po- ción, tal vez comenzando en pequeña escala e in-
blación general como para los grupos más desfavo- cluyendo a unas pocas organizaciones que tienen
recidos. Estas medidas representan una carga mandatos para prevenir la violencia y cuentan con
excesiva en muchas partes del mundo como resul- la experiencia práctica necesaria para cumplirlos
tado de varios factores, entre ellos, las repercusio- (recuadro 9.3).
nes de la globalización, la deuda y las políticas de Los enormes progresos de la tecnología de la
ajuste estructural, el paso de una economía asistida comunicación en años recientes son un aspecto
a una de mercado, y los conflictos armados. Muchos positivo de la globalización, que ha hecho posible
países han sufrido la caída de los salarios reales, el la creación de miles de redes en muchos campos.
deterioro de la infraestructura básica, especialmente En el de la prevención de la violencia y campos
en las zonas urbanas, y la reducción constante de la afines, las redes de investigadores y profesionales
calidad y la cantidad de los servicios de salud, edu- han mejorado enormemente la base mundial de
cativos y sociales. Dados los nexos entre estas si- conocimientos y han propuesto diversos modelos
tuaciones y la violencia, los gobiernos han de de prevención, debatiendo los métodos y anali-
esforzarse al máximo por mantener operativos los zando críticamente los resultados de las investiga-
servicios de protección social, incluso reorgani- ciones. El intercambio de información e ideas entre
zando, si es preciso, las prioridades de sus presu- ellos es crucial para el progreso futuro, junto con el
puestos nacionales. trabajo de las autoridades gubernamentales, los pro-
veedores de servicios y los grupos de defensa de
Recomendación 7. derechos.
Incrementar la colaboración y el Los grupos de defensa de derechos son también
intercambio de información sobre la colaboradores importantes de la salud pública. Son
prevención de la violencia paradigmáticos los grupos que combaten la vio-
Conviene evaluar las relaciones y comunicaciones lencia contra la mujer y las violaciones de los de-
de trabajo entre los organismos internacionales y rechos humanos (en particular la tortura y los
gubernamentales, los investigadores, las redes y las crímenes de guerra). Estos grupos han demostra-
organizaciones no gubernamentales involucrados do su capacidad de movilizar recursos, recolectar
en la prevención de la violencia, para poder com- y difundir información sobre problemas impor-
partir mejor los conocimientos, ponerse de acuer- tantes, y organizar campañas que han tenido re-
do sobre los objetivos de prevención y coordinar percusión en las instancias decisorias. También los
las acciones. Todos tienen importantes cometidos grupos que trabajan en otros temas, como el mal-
que desempeñar en la prevención de la violencia trato de las personas mayores y el suicidio, han
(recuadro 9.2). adquirido importancia en años recientes. Hay que
Varios organismos internacionales, institucio- reconocer la valía de estos grupos, por ejemplo,
nes regionales y órganos de las Naciones Unidas, mediante medidas prácticas tales como concederles
como son los de asuntos económicos, derechos hu- rango oficial en las conferencias internacionales más
manos, derecho internacional y desarrollo sosteni- importantes sobre prevención de la violencia e
ble, trabajan actualmente en la prevención de la incluirlos en los grupos oficiales de trabajo.
violencia, o bien tienen mandatos o realizan acti- Otro campo importante donde podrían lograrse
vidades de suma importancia para reducir la vio- avances es el del intercambio de información entre
lencia. Hasta la fecha, la coordinación entre ellos los expertos que trabajan en los distintos subtipos
sigue siendo insuficiente. Esto debe remediarse de violencia. Quienes trabajan en cuestiones relati-
para evitar duplicaciones innecesarias y beneficiarse vas al maltrato de los menores, la violencia juvenil, la
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 275
RECUADRO 9.2
violencia en la pareja, la prevención del maltrato de ocupan de otros tipos de violencia. Como el presen-
las personas de edad o el suicidio suelen colaborar te informe pone de manifiesto, los distintos ti-
estrechamente con los que trabajan en el mismo tipo pos de violencia comparten factores de riesgo y
de violencia, pero mucho menos con los que se estrategias de prevención. Por consiguiente, mucho
276 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
RECUADRO 9.3
podría ganarse creando plataformas que facilitaran comportamientos. Entre los más importantes en el
el intercambio de información, así como las investi- contexto del presente informe figuran:
gaciones conjuntas y las acciones de sensibilización. • La Convención para la Prevención y la Sanción
del Delito de Genocidio (1948).
Recomendación 8. • El Convenio para la Represión de la Trata de
Promover y supervisar el cumplimiento de Personas y de la Explotación de la Prostitu-
los tratados internacionales y la legislación ción Ajena (1949).
y otros mecanismos de protección de los • La Convención Internacional sobre la Elimi-
derechos humanos nación de todas las Formas de Discriminación
En los últimos 50 años, los gobiernos nacionales han Racial (1965).
firmado diversos convenios jurídicos internaciona- • El Pacto Internacional de Derechos Económi-
les directamente relacionados con la violencia y su cos, Sociales y Culturales (1966).
prevención. Dichos convenios establecen pautas para • El Pacto Internacional de Derechos Civiles y
la legislación nacional y normas y límites para los Políticos (1966).
CAPÍTULO 9. CÓMO PROCEDER: RECOMENDACIONES • 277
externas. Por ejemplo, los códigos para las lesiones Población de las Naciones Unidas (7). Se confec-
intencionales son los siguientes:1 cionaron nuevas tablas de vida para el año 2000 de
• homicidio: CIE–9 E960–E969 o CIE–10 X85– los 191 Estados Miembros de la OMS (8, 9). Los
Y09; resultados de la primera versión del proyecto de
• suicidio: CIE–9 E950–E959 o CIE–10 X60– CMM de 2000 con respecto a las lesiones que se
X84; dan a conocer aquí se basan en un análisis extenso
• lesiones resultantes de operaciones de guerra: de los datos de mortalidad para todas las regiones
CIE–9 E990–E999 o CIE–10 Y36; del mundo, junto con exámenes sistemáticos de
• intervención legal: CIE–9 E970–E978 o CIE– estudios epidemiológicos y datos de servicios de
10 Y35; salud (4). Los datos de registros de estadísticas vita-
• todas las lesiones intencionales: CIE–9 E950– les completos o incompletos, junto con los de sis-
E978, E990–E999 o CIE–10 X60–Y09, Y35, temas de registro de muestras, abarcan el 72% de
Y36. mortalidad mundial. Los datos de encuestas y ob-
Los números absolutos y las tasas por 100 000 tenidos por técnicas demográficas indirectas pro-
habitantes se presentan por sexo y región de la OMS porcionan información sobre los niveles de la
para seis grupos de edad: 0–4 años, 5–14 años, mortalidad de niños y adultos para el 28% restante
15–29 años, 30–44 años, 45–59 años y 60 años o de la mortalidad mundial calculada.
más. Los datos sobre la causa de defunción se han
analizado para tener en cuenta la cobertura incom-
Regiones de la OMS pleta de los registros de estadísticas vitales en los
Los Estados Miembros de la OMS se agrupan en seis países y las diferencias probables en las pautas de
regiones: África, las Américas, Europa, Mediterrá- las causa de muerte que cabría prever en los subgru-
neo Oriental, Asia Sudoriental y Pacífico Occiden- pos de población no cubiertos y a menudo más
tal. Los países incluidos en cada región se indican pobres (4). Por ejemplo, las características de las
en el cuadro A.1. causas de defunción en China y la India se basaron
Los países pertenecientes a las seis regiones de la en los sistemas existentes de registro de mortali-
OMS en los cuadros A.1 a A.5 se subdividen por el dad. En China, se usaron el sistema de vigilancia de
nivel de ingresos, sobre la base de los cálculos para enfermedades por puntos y el sistema de registro
el año 1996 del producto nacional bruto (PNB) de estadísticas vitales del Ministerio de Salud. En la
per cápita (actualmente denominado ingreso na- India, los datos de mortalidad tomados del certifi-
cional bruto) compilados por el Banco Mundial y cado médico de la causa de defunción se usaron
usados en el Informe sobre la Salud en el Mundo 1999 (6). para las zonas urbanas, y la encuesta anual de causas
Usando el PNB per cápita, las economías se clasifi- de muerte se empleó para las zonas rurales.
can como de ingreso bajo (US$ 785 o menos), de Para todos los otros países que carecían de datos
ingreso mediano (US$ 786–9 635) o de ingreso de registro de estadísticas vitales, se usaron mode-
alto (US$ 9 636 o más). los de la causa de defunción para hacer un cálculo
inicial de la distribución de máxima probabilidad
Estimaciones mundiales de la mortalidad de las defunciones en las categorías generales de
El proyecto de CMM de 2000 usa los cálculos más enfermedades transmisibles, enfermedades no
recientes del número de habitantes de los Estados transmisibles y lesiones, basándose en las tasas de
Miembros de la OMS preparados por la División de mortalidad total estimadas y en los ingresos. A con-
tinuación, se elaboró un modelo regional de cau-
sas específicas de muerte basado en los datos locales
1
Basados en la Clasificación internacional de enfermedades, nove- del registro de estadísticas vitales y de la autopsia
na revisión (CIE-9), y en la Clasificación estadística internacional de
enfermedades y problemas relacionados con la salud, décima revi-
verbal, y esta distribución proporcional se aplicó
sión (CIE-10) (2). luego dentro de cada grupo general de causas.
ANEXO ESTADÍSTICO • 283
Finalmente, se ajustaron los cálculos resultantes que es lo bastante grave para necesitar atención
basándose en otros datos epidemiológicos proce- médica o que conduce a la muerte. La estimación
dentes de estudios de enfermedades y lesiones es- de los AVD secundarios a lesiones se basó en el aná-
pecíficas. lisis de las bases de datos de establecimientos de
Se prestó atención especial a los problemas de la salud que registraron los códigos tanto del tipo
atribución errónea o la mala codificación de las cau- como de la naturaleza de la lesión. Las bases de da-
sas de defunción. La categoría «Lesiones en las que tos nacionales de Australia, Chile, Estados Unidos,
se ignora si fueron accidental o intencionalmente Mauricio y Suecia se usaron para obtener las razo-
infligidas» (E980–E989 en los códigos de tres dí- nes entre la mortalidad y la incidencia. Estas razones
gitos de la CIE–9 o Y10–Y34 en la CIE–10) a me- sirvieron luego para extrapolar los AVD de las de-
nudo puede incluir una proporción considerable funciones debidas a lesiones para todas las regio-
de defunciones por lesión. Salvo en los casos en nes del mundo. Las razones de mortalidad a
que se cuenta con información local más detallada, incidencia fueron muy uniformes para los países
estas defunciones se han asignado proporcional- desarrollados y en desarrollo. La proporción de ca-
mente a las otras causas de muerte por lesión. sos nuevos que ocasionaron secuelas discapacitan-
tes a largo plazo se calculó para cada categoría de la
Clasificaciones mundiales y regionales de naturaleza de la lesión sobre la base de un examen
los años de vida ajustados en función de la de estudios epidemiológicos a largo plazo de los
discapacidad (AVAD) resultados de las lesiones.
La medida basada en los años de vida ajustados en Para obtener el ordenamiento del cuadro A.6,
función de la discapacidad (AVAD) se usa para cuan- las defunciones y las discapacidades se dividieron
tificar la carga de morbilidad (3, 10). El AVAD es primero en tres grupos generales:
una medida de las deficiencias de salud que com- – enfermedades transmisibles, causas maternas
bina la información sobre el número de años de y afecciones que surgen en el período perina-
vida perdidos por muerte prematura con la relativa tal, y carencias nutricionales;
a la pérdida de salud por discapacidad. – enfermedades no transmisibles;
Los años vividos con discapacidad (AVD) son el – lesiones.
componente de discapacidad de los AVAD. Los AVD A continuación, las defunciones y las discapaci-
miden los años equivalentes de vida saludable per- dades se agruparon en categorías. Por ejemplo, las
didos como resultado de las secuelas discapacitan- lesiones se dividieron en no intencionales e in-
tes de las enfermedades y lesiones. Para calcularlos tencionales. Después de este nivel de desglose, las
es necesario estimar la incidencia, la duración pro- defunciones y las discapacidades se dividieron aún
medio de la discapacidad y las ponderaciones por más en subcategorías. Las lesiones no intenciona-
discapacidad (que van de 0 a 1). les, por ejemplo, se subdividieron en lesiones cau-
Muchas fuentes de información se usaron para sadas por accidentes de tráfico, envenenamientos,
calcular los AVD para las enfermedades y lesiones caídas, incendios, ahogamiento y otras; por su parte,
en el proyecto de la CMM de 2000. Entre ellas cabe las lesiones intencionales se subdividieron en le-
mencionar datos nacionales e internacionales de siones autoprovocadas, violencia interpersonal y
vigilancia y registros de enfermedades, datos de en- lesiones relacionadas con la guerra. Las posiciones
cuestas de salud, datos de hospitales y servicios definitivas se obtuvieron ordenando las subcate-
médicos, y estudios epidemiológicos internacio- gorías.
nales y de determinados países (4). Las 10 causas principales de defunción y AVAD
El análisis de la carga de las lesiones efectuado se presentan en el cuadro A.6 para todos los Estados
por el proyecto de CMM de 2000 se basa en los Miembros en conjunto y para cada una de las seis
métodos creados para el estudio de la CMM de 1990. regiones de la OMS. En las regiones donde las de-
Estos métodos definen un caso de lesión como el funciones y los AVAD relacionados con la violencia
284 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
CUADRO A.1
Población (en miles) por sexo y grupo de edad, de todos los Estados Miembros de la OMS, 2000a
Estados Miembros por región Total Varones
de la OMS y nivel de ingreso Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edades años años años años años años
Todos 6 045 172 3 045 375 314 256 615 986 797 048 643 148 404 000 270 937
Ingreso alto 915 866 451 069 27 970 59 366 94 800 106 787 86 747 75 398
Ingreso bajo y mediano 5 129 306 2 594 306 286 286 556 619 702 249 536 361 317 253 195 539
África (ingreso 639 631 318 751 54 547 87 461 88 948 48 416 25 515 13 865
bajo y mediano) c
Angola 13 134 6 499 1 300 1 867 1 683 888 493 269
Argelia 30 291 15 346 1 798 3 601 4 724 2 959 1 425 839
Benin 6 272 3 092 557 900 839 441 227 127
Botswana 1 541 755 113 214 234 118 50 26
Burkina Faso 11 535 5 576 1 114 1 713 1 531 658 332 227
Burundi 6 356 3 088 559 955 837 423 211 104
Cabo Verde 427 199 31 54 62 38 5 9
Camerún 14 876 7 405 1 182 2 046 2 099 1 089 609 381
Chad 7 885 3 900 749 1 087 1 031 557 302 174
Comoras 706 354 59 95 104 55 27 13
Congo 3 018 1 478 282 413 391 212 113 68
Côte d’Ivoire 16 013 8 206 1 219 2 166 2 317 1 301 785 417
Eritrea 3 659 1 817 311 496 488 287 156 78
Etiopía 62 908 31 259 5 628 8 629 8 284 4 730 2 617 1 372
Gabón 1 230 609 98 150 147 95 69 49
Gambia 1 303 644 103 159 165 118 66 32
Ghana 19 306 9 613 1 421 2 555 2 836 1 526 823 452
Guinea 8 154 4 102 733 1 087 1 129 646 338 169
Guinea Ecuatorial 457 225 40 60 58 35 20 12
Guinea-Bissau 1 199 591 105 156 154 93 53 31
Kenya 30 669 15 273 2 367 4 333 4 697 2 251 1 023 602
Lesotho 2 035 1 009 148 256 281 167 99 59
Liberia 2 913 1 465 277 347 499 183 99 61
Madagascar 15 970 7 943 1 436 2 140 2 122 1 248 646 350
Malawi 11 308 5 617 1 038 1 609 1 534 783 420 233
Malí 11 351 5 624 1 081 1 552 1 531 778 394 287
Mauricio 1 161 579 48 103 154 145 84 45
Mauritania 2 665 1 321 236 354 361 203 110 56
Mozambique 18 292 9 042 1 589 2 426 2 475 1 377 753 421
Namibia 1 757 868 142 245 242 132 64 44
Níger 10 832 5 459 1 157 1 584 1 457 746 352 162
Nigeria 113 862 57 383 9 996 16 068 15 825 8 410 4 546 2 538
República Centroafricana 3 717 1 811 304 494 489 268 158 98
República Democrática del Congo 50 948 25 245 5 043 7 427 6 522 3 414 1 834 1 005
República Unida de Tanzanía 35 119 17 422 3 015 4 937 4 960 2 552 1 319 639
Rwanda 7 609 3 765 642 1 040 1 137 540 267 140
Santo Tomé y Príncipe 138 64 10 17 20 12 2 3
Senegal 9 421 4 697 805 1 303 1 296 731 385 178
Seychelles 80 40 3 7 11 10 6 3
Sierra Leona 4 405 2 165 403 568 580 336 185 94
Sudáfrica 43 309 21 323 2 608 4 784 6 334 4 340 2 270 986
Swazilandia 925 456 70 123 130 72 39 22
Togo 4 527 2 248 386 620 628 335 178 100
Uganda 23 300 11 625 2 358 3 393 3 181 1 515 774 403
Zambia 10 421 5 236 954 1 497 1 501 701 369 214
Zimbabwe 12 627 6 315 1 030 1 831 1 864 898 418 273
Américas (ingreso alto) 314 291 155 035 11 201 23 350 32 303 37 526 28 679 21 977
Bahamas 304 150 15 30 42 35 17 11
Canadá 30 757 15 229 920 2 095 3 166 3 817 2 953 2 277
Estados Unidos de América 283 230 139 655 10 265 21 225 29 095 33 674 25 709 19 689
ANEXO ESTADÍSTICO • 287
CUADRO A.2
Mortalidad estimada causada por lesiones intencionales,a por sexo, grupo de edad, región de la OMS y nivel
de ingreso, 2000
Números absolutos (miles)b
Región de la OMS Nivel de ingreso Totalc Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edades años años años años años años
Todas todos 1 659 1 153 41 54 351 320 205 182
alto 149 111 1 1 24 31 27 27
bajo y mediano 1 510 1 042 40 54 326 288 178 156
Áfricad bajo y mediano 311 225 17 23 72 57 31 25
Américas todos 228 196 2 3 87 60 28 17
alto 56 44 <1 1 13 14 9 7
bajo y mediano 171 152 1 2 74 46 19 10
Asia Sudorientald bajo y mediano 317 216 5 15 69 59 38 29
Europa todos 303 239 2 5 53 78 58 44
alto 55 41 <1 <1 7 11 10 12
bajo y mediano 248 198 2 5 46 67 48 31
Mediterráneo Oriental todos 95 62 14 5 20 11 7 5
alto 1 <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 95 61 14 5 20 11 7 5
Pacífico Occidental todos 405 216 1 4 50 55 44 62
alto 37 26 <1 <1 4 6 8 7
bajo y mediano 368 190 1 4 45 48 36 55
CUADRO A.3
Mortalidad estimada causada por homicidio,a por sexo, grupo de edad, región de la OMS y nivel de ingreso, 2000
Números absolutos (miles)b
Región de la OMS Nivel de ingreso Totalc Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edades años años años años años años
Todas todos 520 401 18 13 155 120 60 35
alto 26 19 1 <1 8 6 3 1
bajo y mediano 494 382 18 13 147 114 57 34
Áfricad bajo y mediano 116 82 10 4 30 19 10 9
Américas todos 159 142 1 2 72 44 17 7
alto 19 15 <1 <1 7 4 2 1
bajo y mediano 140 128 1 2 65 39 15 6
Asia Sudorientald bajo y mediano 78 54 3 4 13 14 11 9
Europa todos 78 58 <1 1 15 23 13 6
alto 4 3 <1 <1 1 1 1 <1
bajo y mediano 74 56 <1 <1 14 22 13 6
Mediterráneo Oriental todos 31 20 2 1 8 5 2 2
alto <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 30 19 2 1 8 5 2 2
Pacífico Occidental todos 59 45 1 2 17 15 6 3
alto 2 1 <1 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 57 44 1 2 17 15 6 3
CUADRO A.4
Mortalidad estimada causada por suicidio,a por sexo, grupo de edad, región de la OMS y nivel de ingreso,
2000
Números absolutos (miles)b
Región de la OMS Nivel de ingreso Totalc Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edades años años años años años años
Todas todos 815 509 0 10 124 138 115 122
alto 122 91 0 <1 16 25 24 25
bajo y mediano 692 418 0 10 108 113 91 96
Áfricad bajo y mediano 27 21 0 1 6 5 5 4
Américas todos 65 52 0 1 14 15 11 10
alto 36 29 0 <1 6 9 7 6
bajo y mediano 29 22 0 <1 8 6 4 4
Asia Sudorientald bajo y mediano 168 107 0 5 37 30 21 14
Europa todos 186 149 0 1 30 46 39 33
alto 51 38 0 <1 6 10 9 12
bajo y mediano 135 111 0 1 24 35 29 21
Mediterráneo Oriental todos 24 12 0 1 5 3 2 1
alto <1 <1 0 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 23 12 0 1 5 3 2 1
Pacífico Occidental todos 344 169 0 2 32 39 38 59
alto 35 24 0 <1 4 6 8 7
bajo y mediano 309 144 0 2 28 33 30 52
CUADRO A.5
Mortalidad estimada causada por lesiones vinculadas con la guerra,a por sexo, grupo de edad, región de la
OMS y nivel de ingresos, 2000
Números absolutos (miles)b
Región de la OMS Nivel de ingreso Totalc Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edades años años años años años años
Todas todos 310 233 22 30 69 58 29 25
alto <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 310 233 22 30 69 58 29 25
Áfricad bajo y mediano 167 122 7 18 36 33 16 13
Américas todos 2 2 <1 <1 <1 <1 <1 <1
alto <1 <1 0 0 0 0 <1 <1
bajo y mediano 2 2 <1 <1 <1 <1 <1 <1
Asia Sudorientald bajo y mediano 63 49 2 6 18 13 5 5
Europa todos 37 30 1 3 8 9 5 4
alto <1 <1 0 0 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 37 30 1 3 8 9 5 4
Mediterráneo Oriental todos 39 29 12 3 7 3 2 2
alto <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1 <1
bajo y mediano 39 28 12 3 7 3 2 2
Pacífico Occidental todos 2 1 0 <1 <1 <1 0 <1
alto 0 0 0 0 0 0 0 0
bajo y mediano 2 1 0 <1 <1 <1 0 <1
CUADRO A.6
Las 10 causas principales de muerte y AVAD, y posiciones de las muertes vinculadas con la violencia y
AVAD, por región de la OMS, 2000
TODOS LOS ESTADOS MIEMBROS
Total
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 12,4 1 Infecciones respiratorias inferiores 6,4
2 Enfermedad cerebrovascular 9,2 2 Afecciones perinatales 6,2
3 Infecciones respiratorias inferiores 6,9 3 Infección por el VIH/SIDA 6,1
4 Infección por el VIH/SIDA 5,3 4 Trastornos depresivos unipolares 4,4
5 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 4,5 5 Enfermedades diarreicas 4,2
6 Afecciones perinatales 4,4 6 Cardiopatía isquémica 3,8
7 Enfermedades diarreicas 3,8 7 Enfermedad cerebrovascular 3,1
8 Tuberculosis 3,0 8 Lesiones por accidentes de tráfico 2,8
9 Lesiones por accidentes de tráfico 2,3 9 Malaria 2,7
10 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 2,2 10 Tuberculosis 2,4
13 Suicidio 1,5 17 Lesiones autoinfligidas 1,3
22 Homicidio 0,9 21 Violencia interpersonal 1,1
30 Guerra 0,6 32 Guerra 0,7
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 12,2 1 Afecciones perinatales 6,4
2 Enfermedad cerebrovascular 8,1 2 Infecciones respiratorias inferiores 6,4
3 Infecciones respiratorias inferiores 7,0 3 Infección por el VIH/SIDA 5,8
4 Infección por el VIH/SIDA 5,0 4 Enfermedades diarreicas 4,2
5 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 4,6 5 Cardiopatía isquémica 4,2
6 Afecciones perinatales 4,4 6 Lesiones por accidentes de tráfico 4,0
7 Enfermedades diarreicas 4,0 7 Trastornos depresivos unipolares 3,4
8 Tuberculosis 3,5 8 Enfermedad cerebrovascular 3,0
9 Lesiones por accidentes de tráfico 3,1 9 Tuberculosis 2,9
10 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 3,0 10 Malaria 2,5
13 Suicidio 1,7 16 Violencia interpersonal 1,6
17 Homicidio 1,4 19 Lesiones autoinfligidas 1,5
27 Guerra 0,8 26 Guerra 1,0
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 12,6 1 Infección por el VIH/SIDA 6,5
2 Enfermedad cerebrovascular 10,4 2 Infecciones respiratorias inferiores 6,4
3 Infecciones respiratorias inferiores 6,9 3 Afecciones perinatales 6,0
4 Infección por el VIH/SIDA 5,6 4 Trastornos depresivos unipolares 5,5
5 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 4,4 5 Enfermedades diarreicas 4,2
6 Afecciones perinatales 4,4 6 Cardiopatía isquémica 3,4
7 Enfermedades diarreicas 3,6 7 Enfermedad cerebrovascular 3,2
8 Tuberculosis 2,4 8 Malaria 3,0
9 Malaria 2,1 9 Anomalías congénitas 2,2
10 Cardiopatía hipertensiva 1,9 10 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2,1
17 Suicidio 1,2 18 Lesiones autoinfligidas 1,1
37 Homicidio 0,5 43 Violencia interpersonal 0,5
46 Guerra 0,3 49 Guerra 0,4
ANEXO ESTADÍSTICO • 311
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Infección por el VIH/SIDA 20,9 1 Infección por el VIH/SIDA 18,7
2 Infecciones respiratorias inferiores 11,2 2 Infecciones respiratorias inferiores 9,6
3 Malaria 8,4 3 Malaria 9,5
4 Enfermedades diarreicas 7,2 4 Afecciones perinatales 7,2
5 Afecciones perinatales 6,1 5 Enfermedades diarreicas 6,7
6 Tuberculosis 4,8 6 Sarampión 4,5
7 Sarampión 4,2 7 Tuberculosis 3,6
8 Cardiopatía isquémica 2,9 8 Lesiones por accidentes de tráfico 2,1
9 Guerra 2,3 9 Guerra 2,1
10 Enfermedad cerebrovascular 2,1 10 Tos ferina 1,8
13 Homicidio 1,5 12 Violencia interpersonal 1,4
28 Suicidio 0,4 44 Lesiones autoinfligidas 0,3
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Infección por el VIH/SIDA 24,4 1 Infección por el VIH/SIDA 22,4
2 Malaria 9,9 2 Malaria 10,7
3 Infecciones respiratorias inferiores 8,9 3 Infecciones respiratorias inferiores 7,6
4 Enfermedades diarreicas 6,1 4 Enfermedades diarreicas 5,5
5 Afecciones perinatales 4,8 5 Afecciones perinatales 5,4
6 Sarampión 4,4 6 Sarampión 4,5
7 Enfermedad cerebrovascular 3,7 7 Tuberculosis 1,9
8 Cardiopatía isquémica 3,3 8 Tos ferina 1,9
9 Tuberculosis 2,4 9 Desnutrición proteinocalórica 1,5
10 Tos ferina 1,6 10 Trastornos depresivos unipolares 1,4
17 Guerra 0,9 18 Guerra 1,0
22 Homicidio 0,7 25 Violencia interpersonal 0,7
53 Suicidio 0,1 69 Lesiones autoinfligidas 0,1
ANEXO ESTADÍSTICO • 313
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 15,5 1 Trastornos por consumo de alcohol 6,6
2 Enfermedad cerebrovascular 6,5 2 Violencia interpersonal 6,2
3 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 4,6 3 Trastornos depresivos unipolares 5,5
4 Homicidio 4,5 4 Cardiopatía isquémica 4,9
5 Infecciones respiratorias inferiores 4,1 5 Lesiones por accidentes de tráfico 4,5
6 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3,6 6 Afecciones perinatales 4,1
7 Lesiones por accidentes de tráfico 3,3 7 Enfermedad cerebrovascular 2,8
8 Diabetes mellitus 3,1 8 Infecciones respiratorias inferiores 2,7
9 Afecciones perinatales 2,8 9 Hipoacusia, de inicio en la vida adulta 2,6
10 Cirrosis hepática 2,4 10 Anomalías congénitas 2,5
15 Suicidio 1,6 19 Lesiones autoinfligidas 1,5
51 Guerra 0,1 73 Guerra 0,1
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 15,7 1 Trastornos depresivos unipolares 11,2
2 Enfermedad cerebrovascular 9,1 2 Cardiopatía isquémica 3,8
3 Infecciones respiratorias inferiores 4,7 3 Enfermedad cerebrovascular 3,8
4 Diabetes mellitus 4,5 4 Afecciones perinatales 3,7
5 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3,4 5 Diabetes mellitus 2,8
6 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 3,2 6 Anomalías congénitas 2,8
7 Cáncer de mama 3,2 7 Infecciones respiratorias inferiores 2,7
8 Cardiopatía hipertensiva 2,7 8 Hipoacusia, de inicio en la vida adulta 2,6
9 Afecciones perinatales 2,3 9 Enfermedades diarreicas 2,0
10 Cánceres de colon y recto 2,0 10 Anemia 2,0
30 Homicidio 0,6 27 Violencia interpersonal 0,9
32 Suicidio 0,5 42 Lesiones autoinfligidas 0,6
66 Guerra 0,0 87 Guerra 0,0
ANEXO ESTADÍSTICO • 315
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 13,6 1 Afecciones perinatales 9,0
2 Infecciones respiratorias inferiores 9,8 2 Infecciones respiratorias inferiores 7,2
3 Enfermedades diarreicas 7,1 3 Enfermedades diarreicas 5,4
4 Afecciones perinatales 6,8 4 Lesiones por accidentes de tráfico 5,0
5 Enfermedad cerebrovascular 5,3 5 Cardiopatía isquémica 4,8
6 Tuberculosis 5,1 6 Tuberculosis 4,0
7 Lesiones por accidentes de tráfico 4,3 7 Trastornos depresivos unipolares 3,7
8 Infección por el VIH/SIDA 3,1 8 Infección por el VIH/SIDA 3,3
9 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2,1 9 Anomalías congénitas 3,1
10 Cirrosis hepática 1,9 10 Hipoacusia, de inicio en la vida adulta 2,1
14 Suicidio 1,4 17 Lesiones autoinfligidas 1,3
22 Homicidio 0,7 27 Guerra 0,8
25 Guerra 0,6 32 Violencia interpersonal 0,7
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 13,9 1 Afecciones perinatales 8,7
2 Infecciones respiratorias inferiores 9,0 2 Infecciones respiratorias inferiores 7,6
3 Afecciones perinatales 7,5 3 Trastornos depresivos unipolares 5,7
4 Enfermedades diarreicas 6,3 4 Enfermedades diarreicas 5,6
5 Enfermedad cerebrovascular 6,2 5 Cardiopatía isquémica 4,1
6 Tuberculosis 4,3 6 Tuberculosis 3,1
7 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2,3 7 Anomalías congénitas 2,9
8 Anomalías congénitas 2,0 8 Anemia 2,7
9 Infección por el VIH/SIDA 2,0 9 Enfermedad cerebrovascular 2,1
10 Cáncer del cuello uterino 1,8 10 Infección por el VIH/SIDA 2,1
20 Suicidio 0,9 25 Lesiones autoinfligidas 1,0
37 Homicidio 0,4 51 Violencia interpersonal 0,3
48 Guerra 0,2 63 Guerra 0,2
ANEXO ESTADÍSTICO • 317
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 23,4 1 Cardiopatía isquémica 11,0
2 Enfermedad cerebrovascular 11,6 2 Enfermedad cerebrovascular 5,6
3 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 6,0 3 Trastornos por consumo de alcohol 5,1
4 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 3,6 4 Trastornos depresivos unipolares 4,0
5 Suicidio 3,0 5 Lesiones autoinfligidas 3,7
6 Infecciones respiratorias inferiores 3,0 6 Lesiones por accidentes de tráfico 3,4
7 Cánceres de colon y recto 2,4 7 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 3,2
8 Cáncer de estómago 2,2 8 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2,6
9 Cirrosis hepática 2,2 9 Infecciones respiratorias inferiores 2,5
10 Cáncer de próstata 1,9 10 Envenenamientos 2,1
14 Homicidio 1,2 15 Violencia interpersonal 1,9
29 Guerra 0,6 26 Guerra 1,0
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 25,2 1 Cardiopatía isquémica 9,0
2 Enfermedad cerebrovascular 19,3 2 Trastornos depresivos unipolares 8,6
3 Cáncer de mama 3,3 3 Enfermedad cerebrovascular 8,3
4 Infecciones respiratorias inferiores 3,1 4 Enfermedad de Alzheimer y otras demencias 4,2
5 Cánceres de colon y recto 2,5 5 Osteoartrosis 2,9
6 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 2,0 6 Cáncer de mama 2,8
7 Cardiopatía hipertensiva 2,0 7 Hipoacusia, de inicio en la vida adulta 2,5
8 Diabetes mellitus 1,8 8 Infecciones respiratorias inferiores 2,3
9 Cáncer de estómago 1,6 9 Diabetes mellitus 2,0
10 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 1,6 10 Afecciones perinatales 1,8
16 Suicidio 0,8 21 Lesiones autoinfligidas 1,1
28 Homicidio 0,4 34 Violencia interpersonal 0,7
44 Guerra 0,1 58 Guerra 0,3
ANEXO ESTADÍSTICO • 319
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Cardiopatía isquémica 11,7 1 Afecciones perinatales 8,9
2 Infecciones respiratorias inferiores 8,6 2 Infecciones respiratorias inferiores 8,3
3 Afecciones perinatales 7,6 3 Enfermedades diarreicas 6,7
4 Enfermedades diarreicas 6,7 4 Lesiones por accidentes de tráfico 3,7
5 Enfermedad cerebrovascular 5,0 5 Cardiopatía isquémica 3,6
6 Tuberculosis 4,3 6 Anomalías congénitas 3,3
7 Lesiones por accidentes de tráfico 3,2 7 Tuberculosis 2,8
8 Anomalías congénitas 2,1 8 Trastornos depresivos unipolares 2,8
9 Sarampión 1,9 9 Sarampión 2,1
10 Nefritis y nefrosis 1,8 10 Enfermedad cerebrovascular 2,0
15 Guerra 1,3 15 Guerra 1,5
21 Homicidio 0,9 25 Violencia interpersonal 0,9
26 Suicidio 0,6 37 Lesiones autoinfligidas 0,5
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Infecciones respiratorias inferiores 9,6 1 Infecciones respiratorias inferiores 8,4
2 Cardiopatía isquémica 9,2 2 Afecciones perinatales 7,9
3 Enfermedades diarreicas 7,5 3 Enfermedades diarreicas 7,1
4 Afecciones perinatales 7,4 4 Trastornos depresivos unipolares 4,2
5 Enfermedad cerebrovascular 5,7 5 Anomalías congénitas 3,2
6 Tuberculosis 2,3 6 Cardiopatía isquémica 2,6
7 Anomalías congénitas 2,2 7 Anemia 2,3
8 Sarampión 2,1 8 Sarampión 2,2
9 Cardiopatía hipertensiva 2,0 9 Enfermedad cerebrovascular 2,0
10 Diabetes mellitus 1,7 10 Tos ferina 1,7
26 Suicidio 0,6 36 Lesiones autoinfligidas 0,6
27 Homicidio 0,6 39 Guerra 0,6
29 Guerra 0,5 40 Violencia interpersonal 0,5
ANEXO ESTADÍSTICO • 321
Varones
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Enfermedad cerebrovascular 15,8 1 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 7,3
2 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 13,1 2 Enfermedad cerebrovascular 6,1
3 Cardiopatía isquémica 8,3 3 Lesiones por accidentes de tráfico 4,9
4 Cáncer de hígado 4,5 4 Trastornos depresivos unipolares 4,8
5 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 4,5 5 Infecciones respiratorias inferiores 4,6
6 Infecciones respiratorias inferiores 4,0 6 Afecciones perinatales 4,3
7 Cáncer de estómago 3,8 7 Cardiopatía isquémica 3,2
8 Lesiones por accidentes de tráfico 3,4 8 Anemia 3,1
9 Tuberculosis 3,3 9 Caídas 2,8
10 Suicidio 2,7 10 Cáncer de hígado 2,7
23 Homicidio 0,7 13 Lesiones autoinfligidas 2,3
56 Guerra 0,0 27 Violencia interpersonal 0,9
75 Guerra 0,1
Mujeres
Posición Causa Proporción del total Posición Causa Proporción del total
(%) (%)
Defunciones AVAD
1 Enfermedad cerebrovascular 16,6 1 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 7,2
2 Enfermedad pulmonar obstructiva crónica 14,6 2 Trastornos depresivos unipolares 7,1
3 Cardiopatía isquémica 8,1 3 Infecciones respiratorias inferiores 5,9
4 Infecciones respiratorias inferiores 5,6 4 Enfermedad cerebrovascular 5,5
5 Suicidio 3,5 5 Afecciones perinatales 4,9
6 Afecciones perinatales 3,2 6 Lesiones autoinfligidas 3,5
7 Cardiopatía hipertensiva 2,8 7 Anemia 3,3
8 Tuberculosis 2,7 8 Cardiopatía isquémica 2,6
9 Cáncer de estómago 2,5 9 Osteoartrosis 2,5
10 Cánceres de tráquea, bronquios y pulmón 2,3 10 Anomalías congénitas 2,4
39 Homicidio 0,3 51 Violencia interpersonal 0,4
67 Guerra 0,0 86 Guerra 0,0
ANEXO ESTADÍSTICO • 323
CUADRO A.7
Mortalidad causada por lesiones intencionales, a por sexo, grupo de edad y país, para el año más reciente
disponible entre 1990 y 2000b
País o zona Año Medidac Totald, e Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edadesd años años años años años años
Albania 1998 No. 846 689 4 16 333 193 103 39
Tasa 26,7 46,4 — — 93,1 53,2 45,9 27,8
Alemania 1999 No. 11 928 8 532 27 65 1 185 2 348 2 133 2 774
Tasa 11,5 17,7 1,3 1,0 15,9 22,6 26,9 36,4
Argentina 1996 No. 3 980 3 145 37 85 936 720 689 678
Tasa 11,4 19,0 2,1 1,7 21,0 21,9 28,5 34,1
Armenia 1999 No. 167 128 2 3 29 45 27 22
Tasa 4,3 6,9 — — 5,9 10,4 12,0 10,3
Australia 1998 No. 2 954 2 325 9 23 727 803 435 328
Tasa 14,9 23,6 — 1,1 34,6 37,4 25,7 24,0
Austria 1999 No. 1 629 1 161 3 7 174 304 279 394
Tasa 16,3 25,0 — — 22,1 29,6 36,7 60,4
Azerbaiyán 1999 No. 430 367 0 10 185 107 41 24
Tasa 5,8 10,0 — — 17,5 12,6 10,9 8,3
Bahamas 1995-1997 No. 47 40 1 2 21 11 3 2
Tasa 16,0 28,4 — — 50,4 — — —
Barbados 1993-1995 No. 36 28 0 0 11 9 4 3
Tasa 14,0 22,1 — — — — — —
Belarús 1999 No. 4 537 3 664 3 27 755 1 226 968 685
Tasa 41,4 72,5 — 2,7 67,6 105,9 125,6 101,5
Bélgica 1995 No. 2 330 1 653 3 14 276 505 395 460
Tasa 19,5 28,9 — — 26,6 42,7 44,4 50,4
Brasil 1995 No. 43 866 39 046 99 573 20 183 12 011 4 344 1 835
Tasa 27,7 50,2 1,2 2,2 89,1 71,9 49,5 35,8
Bulgaria 1999 No. 1 550 1 143 4 12 156 227 293 451
Tasa 14,9 23,5 — — 17,0 27,2 37,0 57,9
Canadá 1997 No. 4 145 3222 14 65 784 1 091 758 510
Tasa 12,8 20,1 — 2,1 24,8 28,4 28,7 23,8
Chile 1994 No. 1 226 1 070 10 16 365 329 191 159
Tasa 9,0 16,5 — — 19,7 21,5 22,2 28,1
China 1996 No. 863 548 5 14 105 181 103 141
(RAE de Hong Kong)
Tasa 12,3 15,9 — — 15,0 19,8 20,0 33,6
(algunas zonas 1999 No. 19 276 9 719 16 143 1 766 2 702 1 944 3 148
urbanas y rurales)
Tasa 15,5 15,9 — 1,1 10,1 17,2 20,7 47,7
Colombia 1995 No. 24 728 22 685 56 310 12 169 7 272 2 141 737
Tasa 65,1 122,4 2,3 4,6 220,5 191,3 116,5 65,1
Costa Rica 1995 No. 394 330 3 9 124 124 50 21
Tasa 12,0 20,1 — — 24,9 32,9 27,0 18,3
Croacia 1999 No. 1 134 825 1 8 131 207 197 281
Tasa 21,4 34,8 — — 27,1 39,6 49,8 86,2
Cuba 1997 No. 2 819 2 024 7 17 511 581 375 533
Tasa 23,5 33,9 — — 35,7 44,4 42,7 78,0
Dinamarca 1996 No. 955 670 2 4 92 178 184 210
Tasa 14,8 21,6 — — 16,7 29,9 34,6 47,1
Ecuador 1996 No. 2 242 1 905 5 34 872 643 234 117
Tasa 20,8 36,0 — 1,6 50,7 58,5 41,5 32,6
El Salvador 1991 No. 2 776 2 491 2 31 1 464 552 250 192
Tasa 61,9 119,2 — 2,9 204,9 143,2 106,3 125,2
Eslovaquia 1999 No. 825 680 0 5 111 208 215 141
Tasa 13,8 24,1 — — 16,3 34,9 46,4 42,9
ANEXO ESTADÍSTICO • 325
persona se distribuyeron proporcionalmente entre los grupos etarios basándose en la distribución de las muertes por lesiones intencionales
en la población. Por lo tanto, el número de defunciones se ha redondeado al entero más próximo. Toda discrepancia aparente de las
sumas totales obedece al redondeo. La tasa no se calculó si se notificaron menos de 20 defunciones. El número de habitantes en que se
basan las tasas puede obtenerse de la Organización Mundial de la Salud en: http://www3.who.int/whosis/whsa/ftp/download.htm
d Estandarizado por edad.
e Total combinado para varones y mujeres.
ANEXO ESTADÍSTICO • 331
CUADRO A.8
Mortalidad causada por homicidio,a por sexo, grupo de edad y país, para el año más reciente disponible
entre 1990 y 2000b
País o zona Año Medidac Totald, e Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edadesd años años años años años años
Albania 1998 No. 660 573 2 9 286 165 84 27
Tasa 21,0 38,7 — — 79,9 45,5 37,2 19,4
Alemania 1999 No. 720 418 27 12 95 127 101 56
Tasa 0,9 1,0 1,3 — 1,3 1,2 1,3 0,7
Argentina 1996 No. 1 611 1 347 37 35 514 371 239 152
Tasa 4,7 8,1 2,1 1,0 11,5 11,3 9,9 7,6
Armenia 1999 No. 98 77 2 1 20 29 16 9
Tasa 2,6 4,2 — — 4,1 6,7 — —
Australia 1998 No. 295 201 9 8 59 66 42 17
Tasa 1,6 2,1 — — 2,8 3,1 2,5 —
Austria 1999 No. 68 32 3 2 3 15 4 5
Tasa 0,8 0,8 — — — — — —
Azerbaiyán 1999 No. 375 323 0 10 176 86 32 19
Tasa 5,0 8,7 — — 16,6 10,1 8,5 —
Bahamas 1995-1997 No. 43 37 1 1 20 10 3 2
Tasa 14,9 26,1 — — 48,4 — — —
Belarús 1999 No. 1 123 784 3 2 203 303 171 102
Tasa 10,5 15,6 — — 18,2 26,2 22,1 15,1
Bélgica 1995 No. 169 100 3 1 24 34 22 16
Tasa 1,6 1,9 — — 2,3 2,9 2,5 —
Brasil 1995 No. 37 076 33 751 99 436 18 400 10 352 3 393 1 071
Tasa 23,0 42,5 1,2 2,5 81,2 61,9 38,7 20,9
Bulgaria 1999 No. 238 174 4 1 38 47 48 36
Tasa 2,6 4,0 — — 4,1 5,6 6,1 4,6
Canadá 1997 No. 431 285 14 12 100 76 48 35
Tasa 1,4 1,9 — — 3,2 2,0 1,8 1,6
Chile 1994 No. 410 356 10 4 125 118 58 41
Tasa 3,0 5,4 — — 6,7 7,7 6,7 7,2
China 1996 No. 63 39 5 3 8 10 3 9
(RAE de Hong Kong)
Tasa 1,0 1,3 — — — — — —
(algunas zonas 1999 No. 2 405 1 655 16 44 514 684 264 133
urbanas y rurales)
Tasa 1,8 2,5 — 0,5 3,0 4,4 2,8 2,0
Colombia 1995 No. 23 443 21 705 56 239 11 730 7 039 2 016 625
Tasa 61,6 116,8 2,3 5,5 212,5 185,1 109,7 55,2
Costa Rica 1995 No. 179 153 3 1 57 62 22 7
Tasa 5,4 9,3 — — 11,5 16,6 12,2 —
Croacia 1999 No. 128 95 1 1 17 33 22 21
Tasa 2,6 4,0 — — — 6,3 5,6 6,4
Cuba 1997 No. 747 584 7 5 263 210 63 36
Tasa 6,2 9,6 — — 18,4 16,0 7,2 5,3
Dinamarca 1996 No. 59 36 2 1 12 14 4 3
Tasa 1,1 1,4 — — — — — —
Ecuador 1996 No. 1 632 1 501 5 21 684 535 178 78
Tasa 15,3 28,2 — 1,5 39,8 48,7 31,5 21,8
El Salvador 1993 No. 2 480 2 290 8 35 1 043 659 344 201
Tasa 55,6 108,4 — 5,1 133,1 165,4 139,5 122,7
Eslovaquia 1999 No. 132 89 0 0 21 38 18 12
Tasa 2,3 3,2 — — 3,1 6,4 — —
Eslovenia 1999 No. 30 20 1 0 3 6 7 3
Tasa 1,3 1,8 — — — — — —
España 1998 No. 355 255 2 3 70 91 50 39
Tasa 0,8 1,2 — — 1,5 2,1 1,5 1,1
ANEXO ESTADÍSTICO • 333
persona se distribuyeron proporcionalmente entre los grupos etarios basándose en la distribución de las muertes por lesiones intencionales en
la población. Por lo tanto, el número de defunciones se ha redondeado al entero más próximo. Toda discrepancia aparente de las sumas totales
obedece al redondeo. La tasa no se calculó si se notificaron menos de 20 defunciones. El número de habitantes en que se basan las tasas puede
obtenerse de la Organización Mundial de la Salud en: http://www3.who.int/whosis/whsa/ftp/download.htm
d Estandarizado por edad.
e Total combinado para varones y mujeres.
ANEXO ESTADÍSTICO • 337
CUADRO A.9
Mortalidad causada por suicidio,a por sexo, grupo de edad y país, para el año más reciente disponible entre
1990 y 2000b
País o zona Año Medidac Totald, e Varones
Todas 0–4 5–14 15–29 30–44 45–59 ≥ 60
las edadesd años años años años años años
Albania 1998 No. 165 104 0 2 46 28 18 10
Tasa 5,3 7,1 — — 12,7 7,8 — —
Alemania 1999 No. 11 160 8 082 0 26 1 087 2 221 2 032 2 716
Tasa 10,6 16,7 — 0,6 14,6 21,3 25,6 35,6
Argentina 1996 No. 2 245 1 709 0 14 402 328 442 523
Tasa 6,5 10,6 — — 9,0 10,0 18,3 26,3
Armenia 1999 No. 67 49 0 0 9 16 11 13
Tasa 1,7 2,6 — — — — — —
Australia 1998 No. 2 633 2 108 0 6 666 732 393 311
Tasa 13,3 21,4 — — 31,7 34,1 23,2 22,7
Austria 1999 No. 1 555 1 126 0 2 171 289 275 389
Tasa 15,5 24,2 — — 21,7 28,2 36,1 59,7
Azerbaiyán 1999 No. 54 44 0 0 9 21 9 5
Tasa 0,8 1,3 — — — 2,5 — —
Belarús 1999 No. 3 408 2 877 0 22 552 923 797 583
Tasa 30,9 56,9 — 2,9 49,4 79,7 103,4 86,3
Bélgica 1995 No. 2 155 1 550 0 10 252 471 373 444
Tasa 17,9 27,1 — — 24,3 39,9 41,9 48,7
Bosnia y 1991 No. 531 457 0 15 167 151 83 41
Herzegovina
Tasa 11,3 19,4 — — 27,0 29,4 22,9 20,4
Brasil 1995 No. 6 584 5 174 0 38 1 812 1 649 935 740
Tasa 4,7 7,6 — 0,2 8,0 9,9 10,7 14,4
Bulgaria 1999 No. 1 307 965 0 7 118 180 245 415
Tasa 12,3 19,6 — — 12,8 21,5 30,9 53,3
Canadá 1997 No. 3 681 2 914 0 39 682 1 010 708 475
Tasa 11,3 18,1 — 1,9 21,6 26,3 26,8 22,1
Chile 1994 No. 801 704 0 2 240 211 133 118
Tasa 6,1 11,1 — — 12,9 13,8 15,5 20,9
China 1996 No. 788 501 0 6 96 168 99 131
(RAE de Hong Kong)
Tasa 11,2 14,6 — — 13,8 18,5 19,4 31,2
(algunas zonas 1999 No. 16 836 8 048 0 83 1 252 2 018 1 680 3 015
urbanas y rurales)
Tasa 13,7 13,5 — 0,9 7,2 12,9 17,9 45,7
Colombia 1995 No. 1 172 905 0 15 427 230 123 110
Tasa 3,4 5,5 — — 7,7 6,1 6,7 9,7
Costa Rica 1995 No. 211 174 0 5 66 61 27 14
Tasa 6,6 10,9 — — 13,4 16,4 14,8 —
Croacia 1999 No. 989 716 0 5 112 170 171 258
Tasa 18,5 30,2 — — 23,2 32,5 43,2 79,1
Cuba 1997 No. 2 029 1 401 0 5 235 355 310 496
Tasa 17,1 23,8 — — 16,4 27,1 35,3 72,6
Dinamarca 1996 No. 892 631 0 1 80 163 180 207
Tasa 13,6 20,2 — — 14,5 27,4 33,8 46,5
Ecuador 1996 No. 593 396 0 7 188 107 56 38
Tasa 5,5 7,8 — — 10,9 9,7 9,9 10,5
El Salvador 1993 No. 429 276 0 4 168 56 26 21
Tasa 8,5 12,1 — — 21,5 14,0 10,7 13,0
Eslovaquia 1999 No. 692 590 0 5 90 170 197 128
Tasa 11,5 20,8 — — 13,2 28,5 42,5 38,9
ANEXO ESTADÍSTICO • 339
persona se distribuyeron proporcionalmente entre los grupos etarios basándose en la distribución de las muertes por suicidios en la
población. Por lo tanto, el número de defunciones se ha redondeado al entero más próximo. Toda discrepancia aparente de las sumas
totales obedece al redondeo. La tasa no se calculó si se notificaron menos de 20 defunciones. El número de habitantes en que se basan
las tasas puede obtenerse de la Organización Mundial de la Salud en: http://www3.who.int/whosis/whsa/ftp/download.htm
d Estandarizado por edad.
e Total combinado para varones y mujeres.
ANEXO ESTADÍSTICO • 345
CUADRO A.10
Mortalidad causada por armas de fuego, según la forma de la muertea y país, para el año más reciente
disponible entre 1990 y 2000b
País o zona Año Medidac Totald, e Mortalidad por armas de fuego
Homicidio Suicidio No intencional Indeterminada
Albania 1998 No. 741 591 98 50 2
Tasa 22,1 17,6 2,9 1,5 —
Alemania 1999 No. 1 201 155 906 16 124
Tasa 1,5 0,2 1,1 — 0,2
Australia 1998 No. 334 56 248 23 7
Tasa 1,8 0,3 1,3 0,1 —
Austria 1999 No. 293 17 272 3 1
Tasa 3,6 — 3,4 — —
Bélgica 1995 No. 379 59 289 2 29
Tasa 3,7 0,6 2,9 — 0,3
Bulgaria 1999 No. 133 51 55 20 7
Tasa 1,6 0,6 0,7 0,2 —
Canadá 1997 No. 1 034 159 818 45 12
Tasa 3,4 0,5 2,7 0,1 —
China 1996 No. 6 3 3 0 0
(RAE de Hong Kong)
Tasa — — — — —
Croacia 1999 No. 226 69 145 11 1
Tasa 5,0 1,5 3,2 — —
Dinamarca 1996 No. 101 15 80 4 2
Tasa 1,9 — 1,5 — —
Eslovaquia 1999 No. 171 43 88 20 20
Tasa 3,2 0,8 1,6 0,4 0,4
Eslovenia 1999 No. 61 9 49 2 1
Tasa 3,1 — 2,5 — —
España 1998 No. 352 85 224 43 0
Tasa 0,9 0,2 0,6 0,1 —
Estados Unidos 1998 No. 30 419 11 802 17 432 866 319
de América
Tasa 11,3 4,4 6,4 0,3 0,1
Estonia 1999 No. 71 31 32 1 7
Tasa 4,9 2,1 2,2 — —
Finlandia 1998 No. 295 22 267 3 3
Tasa 5,7 0,4 5,2 — —
Francia 1998 No. 2 964 170 2 386 68 340
Tasa 5,0 0,3 4,1 0,1 0,6
Grecia 1998 No. 194 74 86 34 0
Tasa 1,8 0,7 0,8 0,3 —
Hungría 1999 No. 129 31 96 1 1
Tasa 1,3 0,3 1,0 — —
Islandia 1994-1996 No. 7 1 5 0 1
Tasa — — — — —
Irlanda 1997 No. 54 7 44 3 0
Tasa 1,5 — 1,2 — —
Israel 1997 No. 161 15 73 0 73
Tasa 2,8 — 1,3 — 1,3
Italia 1997 No. 1 171 463 626 38 44
Tasa 2,0 0,8 1,1 0,1 0,1
Japón 1997 No. 83 22 45 10 6
Tasa 0,1 0,0 0,0 — —
Kuwait 1999 No 16 16 0 0 0
Tasa — — — — —
ANEXO ESTADÍSTICO • 347
por disparo de arma de fuego, no intencional = CIE-10 W32-W34 (CIE-9 E922); por disparo de arma de fuego con intención indeterminada =
CIE-10 Y22-Y24 (CIE-9 E985).
b O el promedio de los tres años más recientes disponibles entre 1990 y 2000 para los países con menos de 1 millón de habitantes.
c No. = número de muertes; tasa = tasa por 100 000 habitantes. La tasa no se calculó si se notificaron menos de 20 muertes. El número de
habitantes en que se basan las tasas puede obtenerse de la Organización Mundial de la Salud en: http://www3.who.int/whosis/whsa/ftp/
download.htm.
348 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
ANEXO ESTADÍSTICO • 349
Recursos
Se presenta a continuación una lista de recursos sobre temas relacionados con la violencia, principalmente
direcciones de Internet de organizaciones interesadas en la investigación y prevención de la violencia y
en la promoción de la causa en contra de ella. La lista se ha confeccionado con la intención de ofrecer una
muestra ilustrativa y no se pretende dar una enumeración exhaustiva de los recursos. Se ha procurado que
los sitios web enumerados sean fiables, estén actualizados y tengan un contenido rico. En la sección I se
presenta una lista de metasitios; en la sección II, una lista de sitios web clasificados según el tipo de
violencia; y en la sección III, una lista de los sitios web generales que pueden ser de interés para quienes
participan en la investigación y prevención de la violencia, y en la promoción de la lucha contra ella.
Economics of Civil Wars, Crime and Violence [La economía de las guerras civiles, la
delincuencia y la violencia]: enlaces afines
http://www.worldbank.org/research/conflict
Hospedado en el sitio web del Banco Mundial, este enlace da acceso a sitios web dedicados al estudio
de los conflictos. La lista incluye datos sobre las variables políticas y económicas de los países que han
experimentado conflictos internos violentos; información sobre organizaciones e institutos que están
trabajando en el campo de la resolución de conflictos; y sitios que proporcionan antecedentes históricos
y análisis de casos específicos de conflicto interno.
Injury Control Resource Information Network [Red de información sobre recursos para el
control de las lesiones]
http://www.injurycontrol.com/icrin
Esta red ofrece una lista dinámica de recursos claves relacionados con el campo de la investigación y el
control de las lesiones y la violencia que son accesibles por Internet. Los sitios están ordenados por
categorías, por ejemplo, datos y estadísticas, investigaciones recientes, y educación y capacitación. Si bien
la mayoría de los sitios corresponden a organismos federales y estatales de los Estados Unidos, hay algunos
sitios de otros países.
350 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Minnesota Center Against Violence and Abuse [Centro de Minnesota contra la violencia y
el maltrato]: centro electrónico de distribución de información
http://www.mincava.umn.edu
El centro proporciona artículos, hojas informativas y otros recursos informativos, así como enlaces a
sitios web sobre una amplia variedad de temas relacionados con la violencia, entre ellos el maltrato de
menores, la violencia de pandillas y el maltrato de los ancianos. El sitio también proporciona bases de
datos con motor de búsqueda en las que se reúnen más de 700 manuales de capacitación, videos y otros
recursos educativos.
CUADRO 1.
Sitios web relacionados con la violencia
Tipo de violencia Sitio web
Maltrato de las personas mayores
Cuadro 1. (continuación)
Tipo de violencia Sitio web
Great Lakes Area Regional Resource Center: Early Prevention of http://www.glarrc.org/Resources/EPVD.cfm
Violence Database [Centro de Recursos de la Región de los
Grandes Lagos: Base de datos para la prevención temprana de
la violencia]
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los http://www.unhchr.ch/html/menu2/6/crc.htm
Derechos Humanos: Convención sobre los Derechos del Niño
Suicidio
Violencia colectiva
Centre for the Study of Violence and Reconciliation [Centro para http://www.wits.ac.za/csvr
el Estudio de la Violencia y la Reconciliación]
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los http://www.unhcr.ch
Refugiados
CUADRO 1. (continuación)
Tipo de violencia Sitio web
Network of East-West Women [Red de Mujeres Este-Oeste] http://www.neww.org/index.htm
Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las http://www.unhchr.ch/women/index.html
Naciones Unidas: Los derechos de la mujer son derechos
humanos
Research, Action and Information Network for the Bodily Integrity http://www.rainbo.org
of Women [Red de Investigación, Acción e Información para
Preservar la Integridad del Cuerpo de la Mujer]
Violencia juvenil
Center for the Study and Prevention of Violence [Centro para el http://www.colorado.edu/cspv
Estudio y la Prevención de la Violencia]
CUADRO 2.
Otros sitios web
Organización Sitio web
Amnistía Internacional http://www.amnesty.org/
Cuadro 2. (continuación)
Otros sitios web
Organización Sitio web
Organización Panamericana de la Salud: Prevención de la http://www.paho.org/English/hcp/hcn/violence-unit-page.htm
Violencia y las Lesiones http://www.paho.org/English/hcp/hcn/guidelines-eng.htm
(Normas para la vigilancia epidemiológica de la violencia y las
lesiones en las Américas)
Trauma.org http://www.trauma.org/trauma.html
Los lectores que no tienen acceso a Internet pueden solicitar al Departamento de Traumatismos y
Prevención de la Violencia de la OMS la lista completa de direcciones postales de las organizaciones
enumeradas. Para ello dirigirse a:
Departamento de Traumatismos y Prevención de la Violencia,
Organización Mundial de la Salud,
20 Avenida Appia 1211
Ginebra 27
Suiza
Tel.: +41 22 791 3480
Fax: +41 22 791 4332
Correo electrónico: vip@who.int
ÍNDICE • 355
Índice
Nota: los números de página en negrita corresponden a las entradas y definiciones principales.
y la Organización del Tratado del Atlántico Norte y violencia juvenil, 29–32, 51–52
(OTAN), 240 Armas de fuego
América Latina (véase también Américas, las) prevención de la violencia, 271
atención a los ancianos, 140, 146–147 recomendaciones, 271
costos relacionados con la violencia, 13 suicidio, 213, 220–221
iniciativas contra la violencia doméstica, 114, 115, violencia juvenil, 51
118–119 y homicidios juveniles, 27, 31–32, 38, 45
legislación sobre los derechos del niño, 87 y mortalidad por país, 346–347
matrimonio temprano, 169, 170 Arresto obligatorio en casos de violencia doméstica,
tasas de suicidio, 202–203 114–115
violencia de pareja, 97, 98 Asamblea Mundial de la Salud, iniciativas de paz, 235
violencia juvenil, 38, 40, 42 Asia (véanse también Asia y el Pacífico Occidental; Asia
violencia sexual, 163–164, 184 Sudoriental)
Américas, las (véanse también América Latina; América del iniciativas contra el maltrato de ancianos, 147
Norte; Organización Panamericana de la Salud) iniciativas de prevención, 147, 180, 186
coalición para la prevención de la violencia, 275 matrimonio de niños, 170
estadísticas de homicidios, 11–12, 298–301 refugiados, 247
estadísticas de población, 286–289 tráfico sexual, 166, 168
estadísticas de suicidios, 11–12, 302–305 violencia sexual, 163, 166, 180, 186
mortalidad por lesiones intencionales, 294–297 Asia Sudoriental (véanse también Asia; Asia y el Pacífico
mortalidad relacionada con la guerra, 306–309 Occidental)
principales causas de muerte/AVAD, 314–315 estadísticas de homicidios, 11–12, 298–301
promoción de la salud por la OPS/OMS, 251–252 estadísticas de población, 288–289
refugiados, 247 estadísticas de suicidios, 11–12, 302–305
Amnistía Internacional, 237, 239, 250, 254 mortalidad causada por las guerras, 306–309
sitio web, 353 mortalidad por lesiones intencionales, 294–297
Ancianos (véase Personas mayores) principales causas de muerte/AVAD, 316–317
Ansiedad como causa de suicidio, 209 Asia y el Pacífico Occidental (véanse también Asia; Asia
Años de vida perdidos ajustados en función de la Sudoriental)
discapacidad (AVAD), 281, 283–284, 310–313 tasas de homicidio juvenil, 27, 28
Apoyo a las víctimas violencia masculina en la pareja, 98
de violencia sexual, 180, 183 Asilo, solicitantes de (véase Refugiados)
en materia de protección, 273, 274 Atención de los ancianos
masculinas, 167–168 en el ámbito doméstico, 138–140
mujeres golpeadas, 113–114 en los ámbitos institucionales, 140–141
recomendación para mejores servicios de, 272 Atención de salud
Aptitudes abuso sexual en el sector de, 169, 182, 190
para la crianza, 77–78 de los refugiados, 252
para la vida, adiestramiento en, 180 en los conflictos armados, 248–249, 250–253, 256
su mejoramiento por programas de desarrollo iniciativas de la OPS/OMS sobre, 251–252
social, 44–47 su restablecimiento después de un conflicto, 254–255,
Armas (véase también Armas de fuego) 258
respuestas al tráfico de, 277 y capacitación de los profesionales, 79–80, 89, 182
y suicidio, 213 y costos de la violencia, 3, 12–13
y violencia colectiva, 242, 243, 258, 259 y detección del maltrato de menores, 79–80
y violencia en la pareja, 101 y maltrato de ancianos, 148–150
ÍNDICE • 357
estadísticas de suicidios por, 11, 302–305, 338–345 modelo ecológico, 13–15, 45–46, 72, 141–143,
mortalidad por heridas de guerra según la, 306–309 154
mortalidad por lesiones intencionales según la, para abordar la violencia colectiva, 236
294–297, 324–331 para la recopilación de datos, 254, 256
poblaciones de los Estados Miembros de la OMS por, para prevenir la violencia, 3–5, 10–13, 17, 265–277
286–293 Enfoque interdisciplinario
riesgo de suicidio según la, 203–204, 206 para prevenir el suicidio, 225, 226
tasas de homicidios por, 27, 28–30 para prevenir la violencia, 4, 18–19, 266, 269
Educación (véase también Capacitación), 4, 273 Entornos o ámbitos (véase también Infraestructuras)
campañas de prevención en los medios de recomendaciones para prevenir la violencia, 271
comunicación, 271–272, 273 reducción de sustancias tóxicas en los, 50
e infección por el VIH/SIDA, 178 y suicidio, 213–215, 224–225
mutilación genital femenina, 188 y violencia juvenil, 37–41
nexo con la violencia contra las mujeres, 172 Entornos urbanos
para la crianza, 47, 77–78 tasas de suicidio, 214
para prevenir el maltrato de ancianos, 151–152, violencia juvenil, 38–40
155–156 Epidemias
para prevenir el maltrato de menores, 83–84 conflictos armados, 244–245
para prevenir la violencia juvenil, 44, 45, 49, 50 SIDA, 37–38, 111, 178, 248
para prevenir la violencia sexual, 180–181, 185 Equipos revisores de causas de muertes infantiles, 82–83
Embarazo, 111, 176 Escalas de tácticas para conflictos entre padres e hijos,
Emergencias complejas, 235–236, 253 69–70
Empleo (véase también Factores socioeconómicos) Esclavitud (véase también Tráfico), 238
mujeres maltratadas, 112 Escuelas
suicidio, 214–215 actividades extracurriculares (para prevenir la
Enfermedad de Alzheimer, 141, 142, 154 violencia juvenil), 49–50
Enfermedades (véase también Morbilidad) castigo corporal en las, 70
carga mundial, 281 e iniciativas de prevención de la violencia en la
como consecuencia del maltrato de menores, 76–77 pareja, 120, 121
de transmisión sexual, 177, 178, 243, 257 y prevención de la violencia juvenil, 44, 45, 49, 50
principales causas de muerte/AVAD, 281–284, y prevención de la violencia sexual, 178, 185
310–323 y prevención del maltrato de menores, 83–84
riesgo de, en los ancianos, 136 y prevención del maltrato de ancianos, 152, 153
transmisibles, 136, 243–244, 247 y prevención del suicidio, 220
y suicidio, 211 y programas de desarrollo social, 44–45, 46
y violencia colectiva, 243–246 y violencia sexual, 168–169
y violencia en la pareja, 110–112 Esquizofrenia y riesgo de suicidio, 209, 217
Enfermedades de transmisión sexual (véase también Virus Estadísticas, 281–346
de la inmunodeficiencia humana), 177, 178, comparabilidad de datos, 9, 99, 100–101, 205, 270
243, 257 mortalidad mundial, 281, 282–283, 310–311
Enfermedades transmisibles (véase también Virus de la mortalidad por país, 283, 324–331, 346–347
inmunodeficiencia humana), 136, 243–244, mortalidad por región de la OMS, 294–297, 298–301,
247 302–305, 306–309, 312–323
Enfoque de salud pública tipos y fuentes de datos, 8–9, 162–163, 237
del maltrato de los ancianos, 135,148–149 Estados (véase también Gobiernos)
después de un conflicto, 254, 255 protección social, 41
ÍNDICE • 361
mortalidad por lesiones intencionales, 294–297, discapacidad causada por la, 245
324–331 distinciones aplicables a su definición, 236
niños maltratados, 71, 73 historia de la, 238, 240
poblaciones de Estados Miembros de la OMS, 286–293 principales causas de muerte/AVAD, debidas a la,
promoción de la igualdad, 273–274 310–323
suicidio, 11, 203, 204, 208, 302–305, 338–345 violaciones durante la, 169, 238
violencia juvenil, 28–31 Guerra del Golfo, 244, 248
violencia sexual, 190 Guerras mundiales, 238
Genética, predisposición, al suicidio, 211, 223
Genital, mutilación (véase Mutilación genital) H
Genocidio, 236–237, 276 Hambruna relacionada con los conflictos, 238
Geográficas, variaciones (véase Variaciones geográficas) Hinduismo, 215
Globalización Historia, guerra, 238, 240
desigualdades por la, 16, 242 Holocausto nazi, 236
necesidad de investigación en un contexto de, 270 “Hogares seguros”
políticas de protección social en un contexto de, para ancianos maltratados, 148
274 para mujeres maltratadas, 108, 113–114
posibles beneficios de la, 250 Hombres (véase también Niños)
tráfico sexual en un contexto de, 176 depresión en los, 210
violencia colectiva en la, 241–242, 256–258, 259–260 maltratados en la niñez, 71
Gobiernos perpetradores de maltrato, 73
iniciativas de prevención de la violencia por los, 18, perpetradores de violencia contra la mujer, 97–124
21, 86, 256–258, 259–260 que padecen crisis de identidad, 175
investigación sobre violencia por los, 122, 270–271 su participación en la violencia juvenil, 27–32
necesidad de compromiso de los, 267–268 tasas de homicidio y suicidio entre los, 11, 28–29,
planes nacionales de acción, 269–270 206
y derechos humanos, 250, 258, 276–277 víctimas de violencia en el lugar de trabajo, 19
y planificación de la respuesta a las crisis, 252–253 violencia contra los, 101–102, 164, 167–168
y políticas de prevención de la violencia, 268–269, y violencia sexual, 172–174, 180, 184–185
273 Homicidios, 10–12, 41–42, 52–53
y prevención de la violencia juvenil, 41–42 de niños, por malos tratos, 66–68, 72, 82–83
y prevención del suicidio, 223–224 de personas mayores, 138, 139, 141
Grupos en el lugar de trabajo, 19
de apoyo a parientes de suicidas, 222–223 mortalidad por país, 332–337
en las peleas juveniles, 34 mortalidad por región de la OMS, 298–301
pro defensa de derechos, 274 por arma de fuego, por país, 346–347
víctimas de genocidio, 236–237 por el honor familiar, 102, 174–175
vulnerables, 266–267 por violencia en la pareja, 101–102, 105, 111
Guarderías, niños maltratados, 80–81 por violencia juvenil, 27–31, 38–41, 52–53
Guerra (véanse también Conflictos armados; Violencia por violencia sexual, 161
colectiva), 15 y desigualdad de ingresos, 40
asimétrica, 236 Hospitales
cálculos de mortalidad en la, 10, 237–238 centros de crisis por agresión sexual, 183
cambios en las modalidades de la, 240 maltrato de ancianos, 148–149
definiciones, 236 prevención del maltrato de menores, 86
364 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
estadísticas de suicidios, 12, 302–305 por maltrato de ancianos, 138, 139, 141, 144
mortalidad por lesiones intencionales, 294–297 por suicidio, 201–207, 215
mortalidad relacionada con guerras, 306–309 por violencia colectiva, 10, 237–238, 243–244,
principales causas de muerte/AVAD, 320–321 246–247
violencia de pareja, 99 por violencia sexual, 161, 162
Mentores, programas con, para la violencia juvenil, 48 relacionada con la guerra, 238, 246, 306–309
Menores, maltrato de, y abuso de sustancias tasas por país, 284
psicotrópicas, 74 Mortalidad en la niñez
Métodos por conflictos armados, 243–244, 246–247
de homicidio juvenil, 29 por maltrato de menores, 66–68, 72, 82
de suicidio, 213–214, 220–221 por violencia doméstica, 111, 112–113
Minas terrestres, 245, 254, 258 Mortalidad materna, 111
Minorías étnicas Motivaciones
afectadas diversamente por el suicidio, 204–205, para la violación, 161
206–207, 214 para la violencia en la pareja, 102–103
víctimas de genocidio, 236–237 para la violencia juvenil, 34–35
Modelo de Blumer para definir el maltrato de los Muertes, véanse Homicidios; Mortalidad
ancianos, 146 Mujeres (véanse también Niñas; Viudas), 5, 11, 71, 73,
Modelo ecológico, 13–15 108, 171–172
en la prevención de la violencia juvenil, 45–46, 181 abuso de las ancianas, 138, 139, 154
para explicar el maltrato de ancianos, 141–143, 154 abuso sexual en los centros de atención de salud,
para explicar el maltrato de menores, 72 169
Modelos a imitar, para prevenir la violencia juvenil, 48 acusaciones de brujería contra las, 138, 139, 154
Monitoreo comisarías de mujeres policías exclusivamente,
de la violencia juvenil, 53 115–116
del maltrato de menores, 86 esperanza de vida de las, 135
Monóxido de carbono, reducción de los suicidios por, estigma de la infección por el VIH/SIDA en las, 178
220 mutilación genital femenina, 187, 188
Morbilidad (véanse también Enfermedades; Lesiones) respuesta al abuso de las, 103–105, 118
fuentes de datos sobre, 8 sitios web para prevenir la violencia contra las, 350–352
mundial, 3 suicidio de las, 208, 212
por violencia colectiva, 243 tasas de mortalidad de las, 11, 101, 111, 162
y costos relacionados con la violencia, 12–13 tráfico sexual de, 166, 186, 187
Mortalidad violencia en el lugar de trabajo contra las, 19
cálculos mundiales de, 3, 8–12, 27–33, 281, 282, violencia infligida por la pareja a las, 97–124
310–311 violencia sexual contra las, 161–191
causas principales por región de la OMS, 312–323 vulnerabilidad de las, 171–174
de mujeres maltratadas, 101–102, 111 y el maltrato de esposas, 102–103, 109, 266
en la niñez, 66, 72, 82–83, 112–113, 243–244 y la “herencia de esposa”, 170
estadísticas de homicidios, 298–301, 332–337 y programas contra la violencia doméstica, 121
estadísticas de suicidios, 302–305, 338–335 y riesgo de pobreza, 266–267
infantil, 67, 72, 243–244 Mujeres maltratadas
materna, 111 centros de crisis para las, 113–114, 180, 183
por armas de fuego, por país, 346–347 por violencia masculina en la pareja, 97, 101–102
por homicidio juvenil, 27–32, 38–42, 51–52 Mutilación
por lesiones intencionales, 294–297, 324–331 en conflictos armados, 245
ÍNDICE • 367
genital femenina, 162, 187, 188 sobre datos probatorios de la agresión sexual, 181
sobre información acerca de suicidios, en los
N medios, 222
Naciones Unidas Notificación
actividades de mantenimiento de la paz por las, 259 maltrato de menores, 84
comité permanente interorganizaciones de las, 235 violencia infligida por la pareja, 100
iniciativas de prevención de la violencia doméstica Notificación obligatoria
por las, 118–120 del maltrato de ancianos, 150–151
iniciativas de prevención de la violencia por las, 276 del maltrato de menores, 81–82
muertes de su personal en zonas de conflicto, 238
prevención de la violencia sexual por las, 184 O
prevención del suicidio por las, 222 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
protocolo de Estambul para documentar casos de para los Derechos Humanos, 20, 254, 351, 352
tortura, con lineamientos de las, 239 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
sitios web, 350–352 para los Refugiados, 20, 169, 187, 351
Neurobiológicos factores, y suicidio, 211, 217 OMCT, véase Organización Mundial contra la Tortura
Niñas (véase también Mujeres), 73, 168–169, 178 OMS, véase Organización Mundial de la Salud
iniciación sexual forzada de las, 164 Órdenes de protección, violencia doméstica, 114–115
tasas de homicidio de, 28–30 Organismos especializados de las Naciones Unidas,
víctimas de mutilación genital, 187, 188 funciones de los 20
Niños (véanse también Descuido; Hombres; Maltrato de Organismos internacionales, recomendaciones de
menores; Descuido; Violencia juvenil), 32–33, colaboración con los, 274
210, 215 Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
abuso sexual por los docentes, 168–169 la Ciencia y la Cultura, 275, 353
descuidados, 36–37, 67, 68, 72, 74, 88 Organización de los Estados Americanos, 275
educación de los, para prevenir el maltrato de Organización Mundial contra la Tortura (OMCT), 166
ancianos, 153 Organización Mundial de la Salud (OMS), 5, 11, 18
educación de los, mediante iniciativas de prevención cálculos de bajas de guerra estimados por la, 238
primaria, 271 cálculos de homicidios niños estimados por la, 66
influencia de los medios de comunicación en los, directrices de la, para la vigilancia de lesiones, 270
43–44, 273 directrices de la, sobre la violencia en la pareja, 101
matrimonio de, 169–170, 175, 187 e iniciativas de paz, 235, 251–252
programas preescolares para prevenir la violencia estudio por la, de la violencia en la pareja, 109
entre los, 44–45 población de los Estados Miembros de la, 286–293
soldados, 257–258 sitio web, 353
víctimas de la violencia doméstica, 74–75, 81, 111, y la prevención de la violencia colectiva, 252, 258
112–113, 124 y la prevención del maltrato de menores, 65
vulnerabilidad de los, 72–73 y la prevención del suicidio, 222
y la disciplina, 69–71, 73, 88, 266 Organización Panamericana de la Salud (OPS), 118,
Normas 119, 251, 275
de investigación de la violencia juvenil, 53 sitio web, 354
de la OMS sobre violencia en la pareja, 101 Organizaciones humanitarias
del Protocolo de Estambul sobre la tortura, 239 código de conducta para las, 253
para prevenir la violencia sexual entre los intervenciones de las, contra la violencia colectiva,
refugiados, 189 252–253, 259
recopilación de datos, 269–270 y las muertes relacionadas con la guerra, 238
368 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
Población de los Estados Miembros de la OMS, 286–293 de la violencia juvenil, 42, 44–54
Pobreza de la violencia juvenil, mediante actividades
ancianos víctimas de la, 136, 139, 143 recreativas, 50
coadyuvante en la violencia de la pareja, 108 de la violencia sexual, 167–168, 179–190
coadyuvante en la violencia juvenil, 40, 51–52 definiciones, 15–17
coadyuvante en la violencia sexual, 172, 175 del maltrato de ancianos, 145–156
en relación con la violencia, 266–267 del maltrato de menores, 77–89
y maltrato de menores, 74 del suicidio, 216–223
y suicidio, 215 perspectiva de salud pública en la, 3–5, 10–13,
Poder, abuso de, 5, 161 15–20, 265–277
Policía, 114, 175, 185, 239 planes nacionales de, 269–270
ante la violencia juvenil, 41, 49 recomendaciones, 269–277
comisarías a cargo exclusivamente de mujeres, 115–116 Prevención primaria, 15, 265, 271–272
Política/o de la violencia en la pareja, 121, 124
necesidad de compromiso, 267–268 de la violencia sexual, 189–190
del maltrato de ancianos, 154–155
y violencia colectiva, 240–241, 249–250
Prevención secundaria, 15, 272
Políticas
Prevención terciaria, 15
de prevención de la violencia juvenil, 41–42, 52–53
Prioridades
de prevención del maltrato de menores, 82–83,
apoyo a las víctimas, 272
84–86
establecimiento de, 270–271
de prevención del suicidio, 222–223
prevención de la violencia sexual, 190
de protección social, 272
prevención del maltrato de ancianos, 153
de suministro de datos sobre conflictos, 254, 256
Prisiones y violencia sexual, 167
para reducir el potencial de conflictos violentos,
Privaciones o descuido, 7
249–256
Producción de alimentos en los conflictos armados, 248
sobre violencia doméstica, 114–115
Profesionales del sexo
sobre violencia sexual, 167–168, 175–176
víctimas del tráfico de personas, 162, 166–168,
Prácticas de notificación y denuncia 176, 186–187
sobre maltrato de ancianos, 150–151 violencia sexual contra, 162
sobre maltrato de menores, 69, 79, 81, 85 Profilaxis de la infección por el VIH, 182–183, 189
sobre suicidio, 205, 222 Programas (véanse también Intervenciones; Prevención)
sobre violencia sexual, 162–163, 167, 185 con mentores para la violencia juvenil, 48
y factores culturales, 12 de apoyo familiar, 78–79
Preescolar, programas de enriquecimiento, 44, 45, 50 de autoayuda (véase Autoayuda)
Presión de los compañeros/pares de desarrollo social, 44–47
en la violencia juvenil, 38 de educación para padres, 47, 78
en la violencia sexual, 174 de enriquecimiento preescolar, 44–45, 50
Prevención (véanse también Intervenciones; Programas), 3, de extensión (véase Extensión)
15–20 de intervención en crisis (véase Crisis)
actividades recreativas para la, 50 de prevención de la violencia en la pareja, 116–117,
campañas en los medios de comunicación, 271–272, 121
273 de prevención de la violencia juvenil, 42, 44–55
de la violencia autoinfligida, 216–223 de prevención de la violencia sexual, 179–180, 183,
de la violencia colectiva, 249–259 190
de la violencia en el lugar de trabajo, 19–20 de prevención del maltrato de ancianos, 147–153,
de la violencia en la pareja, 113–122 155–156
370 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD
de prevención del maltrato de menores, 80–86 riesgo de VIH entre los, 245
de promoción de la salud de la OPS/OMS, 251–252 víctimas de violencia sexual, 169, 189
de salud pública, 4 Rehabilitación de niños soldados, 258
de visita domiciliaria, 78–79 Reino Unido, Acción contra el Maltrato de los Ancianos,
pro reducción de la mutilación genital femenina, institución del, 137, 146, 351
187 Relaciones/relacionales, factores
Promiscuidad y violencia sexual, 171–172 abusivas, 104–105, 119
Prostitución (véase también Profesionales del sexo), 166–168 como factores de riesgo en las violaciones, 172–173
Protección en el modelo ecológico, 13, 14
de las mujeres maltratadas, estrategias de, 103–105 en el suicidio, 211–213, 218–219
de niños maltratados, 81–84 en la violencia de pareja, 105, 106, 108
del Estado, 41–42 en la violencia juvenil, 36–38, 47–48
Protección social, recomendaciones de políticas, 274 que influyen en el maltrato de ancianos, 142
Protocolo de Estambul, 239 Religión y suicidio, 215–216, 266
Protocolos probatorios de agresión sexual, 181–182 Repercusiones económicas
Proyecto WorldSAFE (véase Estudios mundiales sobre el de la globalización, 16
abuso en el entorno familiar) de la violencia colectiva, 248–249
Psicológicos, factores (véase Factores psicológicos) en la violencia contra la mujer, 112
Psicotrópicas, sustancias, abuso de, y maltrato de en la violencia en general, 3, 12–13, 19
menores, 75 Repercusiones sanitarias
Pueblos aborígenes (o autóctonos o indígenas) de la violencia colectiva, 236, 243–246, 248–249,
ancianos en los, 137 257–258
muertes sufridas por, en conflictos armados, 218 de la violencia en la pareja, 110–112
suicidio entre los, 206–207, 216 de la violencia sexual, 161, 176–177, 179
del maltrato de ancianos, 137, 144, 155
R del maltrato de menores, 76–77
Rebelión estudiantil, 40 Riesgo (véase Factores de riesgo)
Recomendaciones sobre Riñas, en la violencia juvenil, 12, 31, 32
maltrato de ancianos, 153–156
prevención de la violencia, 269–277 S
prevención de la violencia juvenil, 52–54 Salud mental
prevención del maltrato de menores, 86–89 y maltrato de menores, 76–77
prevención del suicidio, 223–225 y prevención del suicidio, 216–217
violencia colectiva, 256, 258–259 y violencia colectiva, 245–246
violencia infligida por la pareja, 122–124 y violencia en la pareja, 110, 112
violencia sexual, 189–190 y violencia sexual, 161, 177
Recopilación de datos, 5, 269–270 Salud pública (véase Enfoque de salud pública)
sobre protección de los niños, 86, 88 Salud reproductiva
sobre suicidio, 205, 223 maltrato de menores y, 85–86
sobre violencia colectiva, 237, 254, 256 violencia en la pareja y, 110, 111
sobre violencia juvenil, 53 violencia sexual y, 161, 176–177
sobre violencia sexual, 162 Sector de la salud, 169, 173, 182
Red Internacional para la Prevención del Maltrato de funciones del, 250, 258, 259
Personas Mayores (INPEA), 137, 147, 351 responsabilidades del, 268–269, 272
Refugiados, 239, 246–247 Seguridad de las mujeres maltratadas, en las entrevistas,
prestación de servicios de salud para, 252 101, 121–122
ÍNDICE • 371
sesgo de los datos sobre, 238 influencia de los medios de comunicación, 42, 43–44
sitios web, 351 magnitud del problema, 27–33
víctimas, 237–238, 243–245 no mortal, 30–32
Violencia conyugal (véase Violencia en la pareja) prevención, 42, 44–55
Violencia doméstica (véase también Violencia en la pareja), recomendaciones preventivas, 52–55
15 relación con la pobreza, 267
arresto obligatorio en casos de, 114–115 sitios web, 352
iniciativas de prevención, 118–120 tendencias, 28–30
legislación, 113–116 Violencia no mortal (véase también Lesiones), 9
maltrato de ancianos, 144, 155–156 cálculos mundiales sobre la, 12–13
niños, 74–75, 81, 112–113 contra las mujeres, 110
servicios de apoyo, 113–114, 123 contra los niños, 68–72
trabajo de extensión, 117–118 en la pareja, 97–101
variaciones locales, 105–106 en los intentos de suicidio, 201, 205, 207
Violencia en el lugar de trabajo, 19–20 entre los jóvenes, 30–32
Violencia en la pareja (véase también Violencia doméstica), Violencia psíquica, 5, 7, 19
6–7, 12–14, 15, 89–124 266 contra las mujeres, 97, 100, 110
alcohol y, 107–108 contra los ancianos, 137, 141, 145–146
comparabilidad de los datos, 100 contra los niños, 71, 76–77
consecuencias, 102–103, 109–113 Violencia sexual (véanse también Maltrato de menores;
consejos de coordinación, 118 Violencia en la pareja), 6–7, 12, 15, 161–191,
definiciones, 97 265–266
detección, 117 alcohol y, 171, 172–173
dinámica, 102–105 ancianos, 137, 140, 151
enfoques multisectoriales, 122 bajo coerción, 161, 162–164, 166, 167–168,
factores de riesgo, 105–109 177–178
homicidios, 101–102 como causa de infección por el VIH/SIDA, 178–179
magnitud del problema, 97–102, 106 como causa de suicidio, 179, 212
mortalidad materna, 111 como conducta aprendida, 174
niños, 74–75, 80, 111, 112–113, 124 consecuencias y complicaciones, 167, 176–179
prácticas adecuadas, 120–121 convenciones internacionales sobre, 186
prevención, 113–124 definiciones, 161–162
recomendaciones, 122–124 en centros de atención de salud, 169, 182, 190
sitios web, 351–352 en la niñez, consecuencias en el adulto 15, 81, 171
sociedades no violentas, 105–106 factores de riesgo para la, 170–176
violencia sexual, 163–164, 170, 177 magnitud del problema, 162–170
Violencia juvenil, 12, 16, 27–55, 34–35 prevención, 83–84, 179–189
alcohol y, 34–35, 49 recomendaciones preventivas, 189–190
definiciones, 27 tipos, 161–162
desarrollo de la, 33–34 tráfico de personas y, 162, 166, 168
dinámica de la, 33–35 víctimas masculinas, 167–168
escuelas, actividades curriculares en las (para y sistemas de creencias, 176
prevenirla), 49–50 Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) (véase
factores coyunturales de la, 34–35 también Síndrome de inmunodeficiencia
factores de riesgo, 35–42, 52–53 adquirida), 111, 180
homicidios por, 28–30, 38, 41–42, 51–52 profilaxis, 182–183, 189
374 • INFORME MUNDIAL SOBRE LA VIOLENCIA Y LA SALUD