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4º Aniversario de la Capilla de Adoración Perpetua y

Procesión de Corpus Christi

“Gracias a Ti, nuestra capacidad de silencio y de adoración


se convertirá en capacidad de Amar y de Servir”, Juan Pablo II

Hace 5 años mi mamá, quien ya llevaba años en la Comunidad


de San Martin de Porres, me invitó a Casa Abierta de la Parroquia. En
ese entonces con otras personas teníamos la inquietud de encontrar
una iglesia o capilla que no tuviera la puerta cerrada para poder
visitar a Jesús y acompañarle por lo menos una vez a la semana con
el rezo del rosario. Así que en esa reunión aproveché para preguntar
por qué no se abría el Templo o la Capilla, y la respuesta inmediata
fue muy lógica: Dios está en todas partes. Pero, afortunadamente el
padre Papito estaba presente y dijo que sí se tenía el deseo de abrir
la Capilla del Santísimo Sacramento; y esta respuesta fue decisiva
para decidirme a ir al retiro y luego formar comunidad.

Dios está presente en todos lados, pero en la Eucaristía está en


Su Divinidad completa y plena: Su Cuerpo, Alma y Sangre
Preciosísima, para ser adorado, glorificado, santificado, bendecido,
alabado, acompañado y para hacer reparación….no hay comparación.

Un par de meses después, la Capilla del Santísimo Sacramento


abrió sus puertas de las 8:30 a.m. a las 5:30 p.m. y las Pequeñas
Comunidades se organizaron para acompañar a Jesús Eucarístico. Por
esos días una persona me regaló la estampita de Nuestra Señora del
Santísimo Sacramento. Unos meses después otra persona me invitó a
participar de la venida de un sacerdote a Guatemala que estaba
promoviendo la Adoración Perpetua. Él venía de la orden de Nuestra
Señora del Santísimo Sacramento para iniciar la Adoración Perpetua
en Guatemala, y tenían en mente iniciar en una parroquia de la zona
10.

Pero los caminos de Dios no son los nuestros y los


acontecimientos se fueron dando de tal manera que esta iniciativa se
acogiera en San Martín de Porres, con el apoyo de nuestro párroco, el
padre Papito, un plan de adoración perpetua a Nuestro Señor: las 24
horas del día los 365 días del año.

Cuando se empezó a anunciar en las misas, Dios abrió las


puertas de muchos corazones, que se hicieron disponibles para este
servicio de una manera u otra. Algunos de estos corazones
pertenecían a la Comunidad de San Martín y otros fueron feligreses
que nos apoyaron y colaboraron en esta apertura de horario.
También hubo una gran respuesta de corazones de otras zonas
de la ciudad enamorados de Jesús que querían hacer su visita ante la
Presencia Real una vez por semana, y saben que es la hora y la cita
más importante de la semana. Se experimenta una gran alegría en el
corazón el poder servir, ya sea como instrumento de trabajo, de
motivación, o de apoyo, pues es un espíritu de amor y servicio con el
que glorificamos al Señor de Señores, al Rey de Reyes y al Amor de
los Amores.

Sabemos que la mayoría somos como dijo el profeta Oseas


infieles, nos acercamos y nos alejamos de Dios. Pero nuestra
confianza no puede desmayar y debe de ser absoluta en cuanto a no
cejar en nuestro servicio y nuestras visitas a Nuestro Señor………y
será ésta una alabanza y adoración para SIEMPRE ¡ ……o sea, que en
fe, ESPERAMOS SEA ETERNA!

La culminación de cada aniversario de adoración perpetua a


Nuestro Señor es una alegría. La Procesión……..único día en que Él
sale a las calles de nuestro barrio, y nos bendice a Su paso. Que Jesús
pueda derramar Sus gracias ¡es desborde de amor! Esta es una gran
fiesta para todos. Si verdaderamente reconocemos la presencia real
de Jesús en la Eucaristía, con su verdadero cuerpo y preciosísima
sangre, no podemos más que caer rendidos ante Él, de rodillas, y de
sentir ese profundo enamoramiento que embarga al corazón. Ana
Karen Block

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