La comunicación es esencial para el funcionamiento adecuado de cualquier empresa. Mejora la competitividad y la capacidad de adaptación a los cambios, fomenta la motivación de los empleados y el compromiso con las tareas. Existen dos tipos de comunicación en la empresa: la interna, entre los miembros de la empresa, que es vital para fomentar la participación pero a menudo no se valora lo suficiente; y la externa, que es una herramienta estratégica para posicionar a la empresa en el mercado y proyectar su imagen corporativa.
La comunicación es esencial para el funcionamiento adecuado de cualquier empresa. Mejora la competitividad y la capacidad de adaptación a los cambios, fomenta la motivación de los empleados y el compromiso con las tareas. Existen dos tipos de comunicación en la empresa: la interna, entre los miembros de la empresa, que es vital para fomentar la participación pero a menudo no se valora lo suficiente; y la externa, que es una herramienta estratégica para posicionar a la empresa en el mercado y proyectar su imagen corporativa.
La comunicación es esencial para el funcionamiento adecuado de cualquier empresa. Mejora la competitividad y la capacidad de adaptación a los cambios, fomenta la motivación de los empleados y el compromiso con las tareas. Existen dos tipos de comunicación en la empresa: la interna, entre los miembros de la empresa, que es vital para fomentar la participación pero a menudo no se valora lo suficiente; y la externa, que es una herramienta estratégica para posicionar a la empresa en el mercado y proyectar su imagen corporativa.