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La ruta / Cantabria
e
ANTABRIA, históricamente
uno de los puertos de Castilla
es también tierra de altas mon-
tañas y grandes praderas que
acoge la que se ha denominado
como la Capilla Sixtina de la Pre-
historia: las cuevas de Altamira.
Pero lo que tal vez sorprenderá
al lector es que en Cantabria
hay muchísimas más cuevas
con pinturas prehistóricas.
Así, en una de las comuni-
dades autónomas más pe-
queñas de España se pueden
encontrar más de seis mil
cavidades, en un millar de
las cuales se han encontrado
evidencias de uso por parte
de alguna especie de homíni-
dos. De ese total, unas 62 dis-
ponen de pinturas rupestres
de la época del Paleolítico.
Sin duda se trata de la región
con mayor número de cuevas
decoradas, de las cuales 7 es-
tán abiertas al público.
El 7 de julio de 2008, la
UNESCO comunicó oficial-
mente que 9 de estas cuevas
cántabras pasaban a engrosar el
Patrimonio de la Humanidad. Se
suman de esta manera al catálogo de
arte rupestre del que ya formaba parte
56 clfo
En julio del año pasado, 9 cuevas cántabras
pasaron a ser Patrimonio de la Humanidad.
la cueva de Altamira desde
1985, un enclave famo-
so por las espectaculares
pinturas de bisontes y de
otros animales. Las cuevas
que ahora han sido cataloga-
das son la de Chufín, Hornos de
la Peña, Las Monedas, El Castillo,
Las Chimeneas, La Pasiega, El Pen-
do, Covalanas y La Garma. De esta
manera, la UNESCO ha confirmado
a estas cavidades como una refe-
rencia mundial del arte paleolítico.
Uno de los valores añadidos de las
cuevas prehistóricas de Cantabria, y
uno de sus principales atractivos, es
que muchas de ellas son visitables y
permiten al visitante disfrutar de la
aventura de la arqueología en vivo
y en directo.
... ESPÁTULA encontrada en la cueva de La
Garma, un enclave único en el mundo por la
enorme cantidad de huesos y piezas Ifticas.
~ ADEMÁS DE MONTAÑAS Y praderas,
Cantabria acoge más de un millar de
cuevas, sesenta y dos de las cuales
exhiben pinturas paleolfticas.
LA MAYOR CONCENTRACiÓN
DE ARTE RUPESTRE DEL MUNDO
Marcos García, coordinador del orga-
nismo Cuevas Prehistóricas de Can-
tabria, que gestiona estas cuevas,
nos explica que efectivamente en la
Cornisa Cantábrica (también en los
Pirineos franceses) se da la mayor con-
centración de arte rupestre paleolítico
del mundo. A fecha de hoy no hay una
explicación convincente para interpre-
tar esta mayor densidad de cavidades
decoradas. Tradicionalmente, algunos
investigadores han vinculado tal hecho
a una mayor densidad de población en
toda la franja costera. Probablemente
la cornisa cantábrica de la Prehistoria
gozara de un clima más atemperado
y contara con una gran diversidad de
biotopos y por lo tanto de recursos ali-
menticios. Hoy ~n día, sin embargo,
no parece ser ésta la explicación más
plausible, o al menos la única.
Según algunos historiadores, esta
gran cantidad de cuevas prehistóricas
localizadas en la cornisa cantábrica po-
dría deberse en realidad a que ha sido
 Antes de 1915, se hallaron valiosos conjuntos
de pinturas rupestres cerca de Altamira.
un territorio más prospectado, y por
tanto se han localizado mayor número
de yacimientos. También habría otro
factor muy importante: la geología.
La caliza, el tipo de material geológico
dominante en esta zona, habría permi-
tido una mayor conservación de estas
obras de arte. De este modo, las cuevas
de caliza de Cantabria se habrían con-
vertido en auténticos frigoríficos para
estas pinturas. Por el contrario, en el
interior o en la costa mediterránea ha-
bría menos cavidades con las posibi-
lidades de conservación, y por eso las
pinturas se habrían perdido a causa
de las inclemencias metereológicas o,
sencillamente, por el paso del tiempo.
Los dibujos, grabados y esculturas
que se han encontrado en Cantabria
pertenecen a una época que se deno-
mina Paleolítico Superior, un término
científico que hace referencia a un
lapso temporal que se inicia hace unos
37.000 años y alcanza hasta hace unos
10.000 años, es decir, unos 27.000
años. Son obras de arte que realizaron
los primeros Homo sapiens. Humanos
como nosotros que subsistían a partir
de la caza, la recolección y la pesca,
pero que desconocían la agricultura y
la ganadería. Eran nómadas que vivían
en las entradas de las cuevas o en po-
blados al aire libre, donde construían
cabañas para resguardarse.
"¡MIRA PAPÁ,
BUEYES PINTADOS!"
Las pinturas de Altamira fueron descu-
biertas por el geólogo Marcelino Sanz
de Sautuola en el verano de 1879 en
una de las múltiples excursiones que
éste realizaba con su hija María, de
doce años, por la zona de Santillana
del Mar. Cuenta una leyenda que al in-
ternarse en una de las cuevas del lugar
la niña miró al techo y exclamó: "¡Mira
papá, bueyes pintados!" Altamira su-
puso el primer conjunto pictórico pre-
histórico de gran extensión conocido
hasta ese momento. Su primer defen-
sor fue el propio Marcelino Sanz de
Sautuola, y su valor fue avalado por
posteriores hallazgos arqueológicos en
Francia, donde se encontraron, tam-
bién a fines del siglo XIX, dibujos de
animales desaparecidos. Tras un agrio
debate entre partidarios y detractores,
Emile Cartailhac (uno de los grandes
opositores a la autenticidad de Alta-
mira) acabó reconociendo en un ar-
tículo titulado La gratte d' Altamira.
Mea culpa d' un sceptique, en la revista
L'Antrapologie (1902), el carácter ex-
cepcional de esta cueva española.
Tras esa confirmación académica,
nos comenta Marcos García, se pro-
dujo lo que se ha llamado "la carrera
de los descubrimientos". Un reducido
conjunto de personas, que estuvieron
implicadas o siguieron el desarrollo de
la polémica, empezaron a buscar "cosas
similares" en lugares próximos. Este
intenso trabajo de personajes como el
arqueólogo Hermilio Alcalde del Río
provocó que ya antes de 1915 se co-
nocieran otros conjuntos excepciona-
les de pinturas rupestres como los de
El Castillo, La Pasiega y Covalanas en
Cantabria, o El Pindal en Asturias.
Hoy en día el panorama ha cambia-
do. Los descubrimientos son poco nu-
merosos. Se han producido algunos
hallazgos casuales por parte de espe-
leólogos o por gentes del territorio,
incluidos algunos pastores. No obs-
tante, siempre cabe la puerta abierta a
la sorpresa debido especialmente a la
ingente cantidad de obra pública que
se está realizando estos últimos años
en la región. Somos auténticos "come-
dores" del paisaje, reestructuramos el
entorno y movilizamos enormes canti-
dades de tierra. Estas actuaciones son
las que provocan que en ocasiones se
descubra alguna otra cavidad que ha-
bía permanecido durante milenios
sellada, atesorando así este particular
patrimonio de pinturas, grabados, di-
bujos y esculturas rupestres. ~~
o CIERVO PINTADO EN NEGRO en el
interior de la cueva de las Chimeneas,
una de las grutas que conforman el
valioso conjunto del yacimiento
paleolítico del Monte Castillo.
fA BISONTE de la cueva de El Castillo, en la
que se han catalogado más de 150 figuras,
y aún quedan muchas por estudiar.
iJ CABAllO de la cueva de la Pasiega.
ello 57
 La ruta / Cantabria
En la cueva de La Garma se conservan miles de huesos y restos líticos
utilizados por las personas que decoraron las paredes de la cavidad.
EL PALEOLíTICO EN CANTABRIA
Santander
Santillana del Mar
~ ;;:;::::¡~:e!!~~~~U~rdiales
• Cuevas Patrimonio de
EL PAís DE LAS MIL
Y UNA CUEVAS
La importancia de las cuevas prehis-
tóricas y del arte rupestre es tal en
Cantabria que se ha convertido en uno
de los referentes de este territorio,
nos asegura de nuevo Marcos García.
Hasta tal punto es así que el bisonte
de Altamira se ha convertido en un
58 clfo
Castro
icono nacional e internacional, en un
producto de atracción para el turismo
cultural a escala mundial. Por eso ya
desde los inicios de las campañas in-
ternacionales de la UNESCO fue consi-
derada pronto Patrimonio Mundial.
Aun así, en la cornisa cantábrica no
sólo está Altamira, y por eso desde la
década de los años 90 del pasado siglo
historiadores, expertos y miembros
de diversas administraciones públi-
cas empezaron a barajar la idea de
ampliar la categoría a otras cuevas de
la zona. Marcos García reconoce que
durante el proceso de propuesta de la
candidatura a la UNESCO hubo que
realizar una selección de lo conocido.
Se seleccionó considerando la repre-
sentatividad de los conjuntos artísti-
cos, es decir, se destacaron aquellos
que fueran representativos de lo que
es el arte paleolítico, que a través del
conocimiento de las cuevas inscritas
en la lista de Patrimonio Mundial una
persona entendiera lo que es y lo que
significa el arte paleolítico.
Dentro de esa selección propuesta se
clasificaron dos grandes tipos de cavi-
dades. Aquellas cuevas que podrían ser
descritas como monográficas, es decir,
que contienen un poco de todo (de las
diferentes temáticas, de los diversos
procedimientos técnicos y de la varie-
dad de estilos) y aquellas cuevas en las
que se desarrollan aspectos concretos.
En la primera categoría entrarían las
cuevas de El Castillo y La Garma (en
Cantabria), y las de Tito Bustillo y Llo-
nín (en Asturias). En el segundo grupo
estarían las cuevas de Chufín, Hornos
de la Peña, Las Monedas, Las Chime-
neas, El Pendo y Covalanas (en Can-
tabria); Peña de Candamo, Covaciella y
El Pindal (en Asturias), y Santimamiñe,
Ekain y Altxerri (en el País Vasco).
Algunas cavidades, además de alber-
gar conjuntos artísticos repartidos por
las paredes, presentan una singulari-
dad más, nos comenta Marcos García.
Sus depósitos estratigráficos contie-
nen evidencias de las actividades hu-
manas que se realizaron, generalmen-
te vinculadas a actividades domésticas
(descuartizar animales, producir ins-
trumentos y adornos, hacer fuego y un
largo etcétera). Así, por ejemplo, en la
entrada a la cueva de El Castillo hay
un yacimiento arqueológico que con-
tiene evidencias de ocupación huma-
na de los últimos 180.000 años. En El
~ EL SOPLAD acoge un importantísimo
yacimiento de ámbar en el que quedaron
atrapados insectos de hace 110 millones de años.
 Altamira está mejor que hace algunos años, pero no todo lo bien que se
quisiera debido a la sobreexplotación incontrolada a la que fue sometida.

Pendo se ha encontrado un conjunto do realizando muestran la existencia se conseguirá el auténtico equilibrio

único de arte mueble, es decir, huesos, de determinadas problemáticas que se entre conservación y disfrute de un Pa-
cornamentas y piedras decoradas con están estudiando con el fin de erradi- trimonio Mundial. Mientras tanto,está
figuras animales o signos. En esta com- carlas. "Para ser directo en la respues- la réplica o Neocueva, así como otras
plementariedad entre arte y ocupación ta: Altamira está mejor que hace unos cavidades originales que también pue-
humana destaca la cueva de La Garma, años pero no todo lo bien que siempre den visitar.
donde bajo las paredes con pinturas y se quisiera, porque se ha abusado de Además, para el coordinador del
grabados se conservan, como si una ella y ahora estamos pagando las con- organismo Cuevas Prehistóricas de
alfombra se tratara, miles de huesos y secuencias de una sobreexplotación in- Cantabria, el hecho de que las cuevas
restos líticos utilizados por las perso- controlada". prehistóricas de la cornisa cantábrica
nas que decoraron; un caso excepcio- ¿Se abrirá algún día otra vez al pú- se hayan convertido en Patrimonio de
nal y único en el mundo. blico? "Seguro que sí. Creo, y quiero la Humanidad implica ante todo un
creer que, en el momento que los compromiso por parte de todos para
HEREDEROS DE UN LEGADO problemas estén bien controlados, se velar por su conservación. Ya sea por
¿Qué diferencias hay entre Altamira abrirá para el disfrute social. Pero de- parte de las administraciones públicas
y las otras cuevas prehistóricas de la berá hacerse con las restricciones que desarrollando planes de conservación y
zona? La respuesta de Marcos García sean necesarias, es decir, los gestores puestas en valor con criterios de racio-
es realmente tajante: Nada. Verdadera- responsables deberán determinar cuán- nalidad sostenible, ya sea por parte de
mente, todas las cuevas con arte rupes- tas personas al día y durante cuánto los ciudadanos, los herederos de esos
tre son parte de una misma tradición , tiempo podrán ver Altamira sin pro- hombres que hace treinta mil años fue-
artística y de pensamiento. Muchas fi- vocar efecto negativo alguno". Con ello ron capaces de inventar el arte.
guras existentes en El Castillo,
Las Monedas o La Pasiega, las
tres en el Monte Castillo, fue-
ron realizadas por gentes que
compartieron la misma tradi-
ción cultural con las personas
que decoraron Altamira. No
hay que hablar de diferencia,
sino de complementariedad.
Altamira es una pieza clave
para la investigación, pero no
se puede entender por sí mis-
ma. La clave para entender
aspectos de Altamira está en
otras cuevas, y viceversa.
"Altamira es una cueva con
pinturas, con un maravillo-
so techo con policromos que
ha sufrido mucho", cuenta
Marcos García. "Durante mu-
chos años se ha sobrepasado
la capacidad de aguante que
tenía, y ello ha derivado en
unas consecuencias negativas
que es necesario caracterizar y
entender". Hoy, tras el cierre,
la cueva ha reducido el sufri-
miento al que se ha sometido,
y ello es positivo. Los numero-
sos estudios que se han veni-

~ EL BISONTE de Altamira es un icono

internacional. una atracción para el
turismo cultural a nivel mundial.

ello 59
La ruta / Cantabria
DE CUEVAS POR CANTABRIA
LA RECIENTE DECLARACiÓN DE ALGUNAS CUEVAS DE LA CORNISA CANTÁBRICA COMO PATRIMONIO
MUNDIAL NOS OFRECE UNA EXCUSA PERFECTA PARA ADENTRARNOS EN LAS PRINCIPALES
CAVIDADES Y REALIZAR UN AUTÉNTICO VIAJE A LOS ORíGENES DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
LA VISITA PODRíA EMPEZAR por San-
tander, la capital de esta pequeña co-
munidad autónoma que dispone de un
interesante Museo Regional de Pre-
historia y Arqueología. Una visita que
nos permitirá conocer el marco histó-
rico del arte rupestre. En este museo
encontraremos además una de las más
importantes colecciones de objetos de-
corados, utensilios, armas de caza, res-
tos de animales y piezas diversas de la
época del Paleolítico. Las más antiguas
provienen de la cueva de El Castillo, y
se remontan al periodo Achelense, con
mas de 100.000 años de antigüedad, en
tiempos del Paleolítico Inferior. El centro
alberga también diferentes herramien-
tas como raspadores y puntas de sílex
con más de 40.000 años. No obstante,
la colección más abundante es la que
60 elfo
corresponde al Paleolítico Superior, en-
tre los 10.000 y 35.000 años atrás, que
es también la época en que se realizaron
las pinturas rupestres.
DE ALTAMIRA A PUENTE DE VIESGO
Desde Santander es conveniente dirigir-
se a Santillana del Mar, preciosa pobla-
ción donde se encuentra la más famosas
de las cuevas española, nos referimos a
Altamira Ésta se encuentra sobre una
colina que domina una amplia extensión
del municipio. La cavidad cuenta con una
longitud de más de 270 metros y estuvo
habitada hace más de 14.000 años. Sus
pobladores dejaron en su interior uno de
los más fabulosos tesoros de la historia
del arte. Debido a una gran sobre explota-
ción turística, la calidad de las pinturas ha
comenzado a resentirse, motivo por el que
se ha cerrado la cueva y ya no se permite
la entrada al público. Sin embargo, junto
a ella se encuentra el Museo Nacional y el
centro de Investigación de Altamira, uno
de los más importantes museos europeos
del Paleolítico, donde se halla la Neocue-
va, una reproducción a tamaño real de la
cueva original para cuya realización se uti-
lizaron las tecnologías más modernas con
el fin de conseguir una réplica exacta de la
cueva de Altamira.
Saliendo de Santillana nos encamina-
mos hacia Puente de Viesgo, donde se
ubica el complejo del Monte Castillo. Aquí
nos encontramos con otro de los yacimien-
tos paleolíticos más importantes de Can-
tabria. Situado en las inmediaciones del río
Pas, entre valles y no muy lejos del litoral,
ésta era una zona muy buena para la caza
y la pesca. El monte ,de forma cónica, tiene
350 metros de altitud y es de estructura
caliza. En su interior se encuentran varias
grutas con muestras de arte rupestre: El
Castillo, Las Monedas, La Pasiega y Las
Chimeneas.
La cueva de El Castillo dispone además
de un centro de interpretación donde se
presenta el yacimiento y se explican los
proyectos de excavación y restauración
que se están realizando. En esta cueva hay
más de 150 figuras catalogadas y un gran
numero aún por estudiar, con vestigios de
haber estado habitada desde el Paleolítico
Inferior hasta la Edad de Bronce. Entre las
figuras encontradas destacan grabados
de ciervos, caballos, bisontes y cérvidos,
así como manos en negativo pintadas con
pigmentos en rojo. Otro conjunto de gran
interés está compuesto por varios dibujos
de significado desconocido y que están
formados por líneas y puntos.
También en el Pico Castillo se encuen-
tra la cueva de Las Monedas, descubier-
ta en 1952. Se trata de una cavidad muy
compleja con galerías interconectadas
y muchas ramificaciones. Aquí todas las
pinturas son de trazo negro y se hallaní-
-4 LA CUEVA DE CHUFfN, en la localidad
de Riclones. estuvo ocupada por el
hombre hace alrededor de 20.000 años.

Cantabria es rica en lugares en los que
comer bien y dormir mejor. Como este
recorrido precisa más de un día, reco-
mendamos algunos de los estableci-
mientos que se encuentran en las inme-
diaciones de las cuevas visitadas y que
destacan por su originalidad.
Cerca de la cueva Covalanas (Rama-
les) está la Torre de Ruesga, en La Bár-
cena s/n. 39810 Valle de Ruesga. Tel.:
942641060 reservas@t-ruesta.com
Es un hotel con restaurante que se
asienta en un edificio de principios
del siglo XVII, un palacio con torre
austera. Su confortable interior está
decorado con muebles de estilo que
acompañan una ambientación deci-
monónica. Su restaurante indaga en
la cocina tradicional cántabra.
cerca de la entrada. La mayoría de las imá-
genes representan caballos, aunque tam-
bién hay bisontes, cabras montesas, osos
y algún reno. El complejo de El Castillo
está abierto al público, pero el numero de
visitantes está reducido a un cupo diario,
por lo que se aconseja concertar la visita
previamente.
COVALANAS y EL MIRÓN
Desde Puente de Viesgo se puede ir hasta
Ramales de la Victoria, en las inmediacio-
nes del río Calera, afluente del Asón. En la
ladera del monte de Ramales nos encon-
tramos otras dos interesantes oquedades:
la de Covalanas y, unos metros por debajo,
la de El Mirón. Estas dos cuevas son visi-
tables pero es imprescindible concertar la
visita por teléfono.
Covalanas es una cavidad de modera-
das dimensiones, de cuyo vestíbulo par-
ten dos galerías. La de la izquierda guarda
una serie de imágenes muy deterioradas,
mientras que en la galería de la derecha
se encuentran unas pinturas muy bien
conservadas. Aquí podemos contemplar
importantes grupos de ciervas con hoci-
cos en forma de cuña y orejas en forma de
"V". Al contrario de lo que sucede en otros
yacimientos, aquí no se han encontrado
grabados ni figuras superpuestas. Se pien-
sa que las pinturas se dibujaron en una sola
vez hace un mínimo de 17.000 años. Por su
parte, en la cueva de El Mirón se han rea-
Cerca de El Soplao está la Casona Pa-
lacio Guevara. Barrio La Plaza, 22. 39592
Treceño. Tel.: 942 703 330. El gran alero
de maderas nobles enmarca la fachada
de un palacio del barroco montañés. En
el interior la piedra se entremezcla con
antigüedades y modernas notas de con-
fort. Aquí se alojó Calor V y aún parece
flotar por las estancias algo de su espíri-
tu. Su cocina, que se sirve en un bien am-
bientado restaurante repartido en varias
salas, tiene toques modernistas.
lizado diversas excavaciones que han do-
cumentado secuencias de varios periodos
del Paleolítico Superior. Se cree que esta
cueva era un lugar de hábitat. mientras que
Cavalanas tenía una función ritual.
EL PENDO Y CHUFíN
De regreso de nuevo a Puente del Viesgo
nos acercamos a Escobedo de Camargo,
ya en las cercanías de Santander. Aquí nos
topamos con la cueva de El Pendo que se
caracteriza por su amplitud y alcanza los
40 metros de altura en más de un punto.
Gracias a las continuas excavaciones rea-
lizadas se han encontrado un gran número
de piezas de gran interés, como arpones,
espátulas con forma de pez, etc. En 1997
se descubrió un gran panel de pinturas
en la pared más alejada de la entrada. Un
friso de 25 metros de longitud con 24 figu-
ras pintadas, alguna de más de un metro
de longitud. Este espectacular conjunto
tiene pintado ciervas, un caballo, una ca-
bra y dos animales no identificados. Las
pinturas de El Pendo se han relacionado
con varias cuevas del valle del Asón, como
Covalanas, sin embargo se les atribuye
una mayor antigüedad, puesto que están
datadas con más de 20.000 años.
En las confluencias de los ríos Lamasón
y Nansa, se encuentra la localidad de Ri-
clones, donde podemos visitar la cueva de
Chufín. Esta cavidad ha tenido diferentes
épocas de ocupación, las más antiguas
. .
"LUGARES DE-:INTERÉS -
Se recomienda visitar la cuevas con
buen calzado y llevar ropa de abrigo
(en cualquier época del año ). Está pro-
hibido realizar fotos en todas ellas.
Museo Regional de Prehistoria
y Arqueología
www.culturadecantabria.com
Museo Nacional de Altamira
http://museodealtamira.mcu.es
La venta anticipada de entradas se
realiza a través de las oficinas del
Banco Santander Hispano.
Complejo del Monte Castillo
www.culturadecantabria.com
Las visitas están limitadas a 380 per-
sonas al día y en grupos de 20. La
duración de la visita es de 45 minutos
aproximadamente. Es muy recomen-
dable concertar la visita con un mí-
nimo de 24 horas de antelación.
Cueva de Covalanas y El Mirón
Tel.: 942 646 504
Imprescindible concertar las visitas-
por teléfono. Éstas están limitadas a
60 personas diarias, en grupos de 10.
Cueva de El Pendo
Tel.: 942 259 214
Recorridos de 45 minutos en grupos
de 20 personas. El acceso resulta
muy sencillo. Se requiere concertar
la visita por teléfono.
Cueva de Chufín
Tel.: 942 727 457
Dos visitas diarias de 4 personas
cada una de ellas. Es imprescindible
reservar con antelación.
datadas alrededor de los 20.000 años.
En esta cueva destaca la sencillez de los
profundos grabados y pinturas rojas don-
de se han representado ciervas, cabras,
y bóvidos. Estas pinturas se caracterizan
por utilizar técnicas muy esquemáticas
algunas de ellas con tan sólo tres certe-
ros trazos que representan la cabeza, el
pecho y el contorno cérvico-dorsal. En
Chufín también se encuentra un intere-
sante panel de signos formados por enig-
máticas hileras de puntos además de los
denominados "bastones" ....
ello 61