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1. INTRODUCCION
El único país sumido en el Oriente que los griegos y romanos conocieron fue la India.
Luego de la expedición de Alejandro Magno, se comentaron en Grecia las maravillas que
explicaban los hombres de ciencia que acompañaron al gran conquistador y a ello se
debieron en Europa las primeras noticias positivas de los pueblos indios tres siglos antes
del nacimiento de Jesucristo.
En la actualidad, se considera a la India como la cuna de un arte que ha conocido un
campo de irradiación extensísimo; ya que aparte de haber abarcado originariamente un
área que está constituída por lo que conocemos como el subcontinente indio, incluído en
este Sri Lanka, se expandió o irradió por el territorio del actual Afganistán al lado de gran
parte del de Beluchistán. Y en el transcurso de los siglos llegó hasta los territorios de la
dinastía Khmer, durante los siglos X y XII a Indochina y trascendió a Birmania, Tailandia,
aparte de dejar su huella en el Tibet, China y Japón.
2. Mapa India
Como lo comentáramos, la India es un subcontinente cuya primera singularidad es su
diversidad tanto natural como humana. Desde este último punto de vista, la India viene a
ser una encrucijada de religiones, que además, están muy enraizadas en la vida cotidiana
del pueblo
Por otra parte, con cuanta frecuencia leemos con fascinación los anuncios o reportajes
que nos hablan de este sitio. Calificativos como “misteriosa”, “exótica”, “sensual” así
como descripciones de viajeros que nos hablan de haber encontrado la panacea para la
solución a todos sus conflictos típicamente occidentale como los de índole espiritual y
emocional abundan.
3. Imagen de los sesenta
En la década de los años sesenta y setenta, al lado del revival que tiene lugar en los
noventa hasta nuestros días con corrientes como las de la Nueva Era, somos testigos de
una especie de boom de todo aquello que tenga que ver con la India: esto va desde una
forma de vestir hasta el obligado viaje para quien pueda pagarlo a un ashram que le
promete la salvación y la cura a todos sus conflictos, ignorándose de que, incluso en la
India, este fenómeno forma parte de una de las mayores y eficases estrategias de
mercadeo turístico existentes y que dejan ganancias notables a este singular territorio.
7.
Al respecto, en 1978, aparecerá una publicación que causará un enorme impacto al seno
de los estudios orientales por parte de un profesor de literatura inglesa comparada de la
Universidad de Columbia en Nueva York, el palestino Edward Said. Esta obra vino a
replantear todo lo antes expuesto y a socavar las ideas y preconcepciones que se tenía
con respecto a Oriente hasta la fecha. En esta obra Said puso en tela de juicio los
exámenes previos hechos por los estudiosos occidentales con respecto a Oriente,
considerándolos reductivos de lo “oriental” en todas sus manifestaciones culturales desde
su arte hasta su religión, literatura,etc, todo ello en favor no de las culturas en estudio,
sino en provecho y reafirmación de la superioridad tecnológica, económica y militar que se
empleaba o empleó para sojusgar, explotar y conquistar a estos pueblos.
Para Saíd, la concepción del Oriente en general que se ha poseído en Occidente bien
puede considerarse como una “invención europea”, esto tiene lugar icluso, como se
apuntara anteriormente, desde la Antiguedad, cuando Oriente se presentó como el sitio
ideal para el escenario de romances, seres exóticos, recuerdos y paisajes inolvidables y
experiencias extraordinarias. Todo esto nos dice que la idea de Oriente que se ha
manejado en parte en Occidente es una reconstrucción de raiz absolutamente europea
que no ha promovido el que sean los mismos pueblos orientales los que se expliquen y
muestren tal como son. Este es un caso muy similar al de la llegada de Cristobal Colón a
nuestro continente, cuando se inicia la utopía o invención de América vista desde “mí
mismo” y no desde la perspectiva del otro.
8.
Al respecto, y en lo que compete al presente curso, nos interesa dejar tan solo la impronta
esclarecedora de la problemática, en particular bibliográfica, que podemos enfrentar
cuando se propone un curso de este tipo. Cabe recalcar que el mismo pretende una
visión lo más clara y pura del arte de la India y sus efectos en el resto del orbe asiático, en
ningún momento ofreceremos en el mismo tendencias hacia el exotismo extendiéndose el
mismo hasta las corrientes de la Nueva Era, soluciones a nuestros conflictos o simples
vías para efectuar una clase de yoga. En primer lugar, pretenderemos partir desde
adentro, en la medida de lo posible, con ojos indios y no occidentales, para así de tal
forma obtener una visión libre de estereotipos y alcanzar lo que por definición sería el real
sentido del arte de la India, considerada como la madre de las expresiones artísticas del
oriente sagrado.
PRIMERA PARTE
1. INTRODUCCION AL PENSAMIENTO FILOSOFICO/RELIGIOSO DE LA INDIA:
BUDISMO, HINDUISMO Y JAINISMO
1. Imagen de Cristo
Antes de iniciar una introducción al pensamiento filosófico/religioso indio es importante
que realicemos un estudio comparativo entre lo que denominaremos la convergencia
entre dos grandes tradiciones de pensamiento: la Occidental y la Oriental. Uno de los
preceptos básicos del dogma cristiano es el creer que hace dos mil años tuvieron lugar en
Medio Oriente toda una serie de acontecimientos, como el que Dios vino al mundo bajo la
forma de su hijo Jesús, El cual, luego de tres días de su crucificción resucitó entre los
muertos. En este sentido, el cristianismo es una religión con un importante sentido
histórico, ya que se basa en la creencia de un conjunto de hechos puntuales y concretos.
2.
En cambio, las grandes religiones de Oriente, como el hinduismo o el budismo no
comparten en absoluto esta decisiva dimensión historicista, que es a su vez la
responsable de nuestra percepción del tiempo y del espacio: nacemos, somos bautizados
y entramos en la gracia de Dios al ser borrado de nosotros el pecado original. Luego de
esto vivimos hasta nuestra muerte, para la cual, si hemos cumplido con los preceptos
cristianos, tenemos la oportunidad de resucitar como lo hizo Jesucristo y esperar que en
su segunda venida el día del Juicio Final podamos ir a vivir en estado de gracia por la
eternidad en su Corte Celestial. Este ejemplo nos demuestra una percepción
absolutamente lineal del tiempo, que entra en contradicción con las estructuras mentales
de otras culturas con vivencias espirituales diversas.
3.
En Oriente, por lo general se conserva una tradición sobre la vida de los fundadores o
fieles de sus religiones más importantes, pero en ningún caso el hecho de pertenecer a
una u otra religión viene determinado por la creencia o no de sucesos tan puntuales como
sucede con las religiones reveladas. De hecho, lo importante, o casi, lo más importante
en este contexto, es el identificarse con las doctrinas filosóficas sobre las que se
fundamentan y, sencillamente, intentar vivir de acuerdo con ellas. De ahí, que en
definitiva, estas religiones posean un carácter mucho más “filosófico” y, al mismo tiempo,
menos “historicista” que el cristianismo. Tal vez, en la tradición oriental la filosofía ha
seguido su camino en perfecta consonancia y simbiosis con la religión, al contrario que en
la tradición occidental. Esto último explica el que la filosofía haya gozado de una mayor
libertad a la hora de formular sus planteamientos y conclusiones. Desde siempre, la
filosofía de la India se ha basado en los sucesivos comentarios sobre obras ya escritas,
de manera que un filósofo es en realidad un intérprete de dichos textos. Estos por otra
parte, se inscriben en muy diversas tradiciones y constituyen el signo de la identidad de
los adeptos a cada una de esas escuelas. En el período clásico, las principales eran la
hindú, la budista y la jainista.
4. Letra OM
Dentro de los textos filosóficos más importantes tenemos los Upanishads, la obra
metafísica más importante de la ortodoxia hindú, se escribieron en la India entre los siglos
VIII y V a.C. en su lengua sagrada, que es el sánscrito, el cual, para la experta
costarricense Sol Arguello significa “pulido, cultivado” en oposición al prácrito o lengua de
las masas sin educación, o sea el idioma hablado por los pueblos indoeuropeos que
invadieron la India a mediados del 2do mlilenio a.C. En tanto que ya para el 1er milenio el
sánscrito se va a perfilar en la lengua clásica por excelencia de la India. La lengua
idoeuropea o indoaria en el período antiguo de la India, va a incluir el sánscrito védico
(veda: visto,revelado) con la creación del Rig Veda en los últimos siglos del 2do milenio
A.C. en adelante. Entre las características propias de esta lengua es su uso literario, sin
embargo, en donde posee mayor importancia es en su uso religioso: el ritual védico desde
hace por lo menos tres mil años, consiste en la repetición exacta de cada uno de los
sonidos de los himnos védicos, sin equivocación, ya que un solo error invalida el ritual. En
este ritual participa exclusivamente la clase sacerdotal, es decir, los brahmanes, que a su
vez han conservado con pocas variaciones el sánscrito por la necesidad de mantener
invariable cada sonido de los poemas védicos; esto dio origen a un alfabeto fonéticamente
ordenado apoyado en la escritura por los caracteres en devanagari una familia de
escrituras indias derivadas del Brahmi, la más antigua lengua de todas.
A la época anteriormente mencionada pertenece la literatura védica cuyas obras se
llaman de esta forma: Samhita (recopilaciones): Rig Veda, Yajur Veda, Sama Veda y
Atharva Veda; Brahmanas y Aranyakas y por último los Upanishadas.
5.
Retornando a los Upanishadas, en estos poemas encontramos que se trata de la
naturaleza de la realidad, que aparece dividida entre dos reinos de desigual importancia:
por un lado el mundo que se nos aparece a través de nuestros sentidos, el de la
experiencia, y por otro el que se encuentra más allá de éste, que permanece inaccesible
al ser humano. La percepción que se tiene del primer mundo, del que tenemos
experiencia, viene determinada necesariamente por la condición física de los sentidos por
los que se percibe la realidad, la cual tan sólo existe mientras es percibida. Tanto los
sentidos como las operaciones mentales posteriores actúan de muy diversas maneras, de
forma que el mundo que percibimos no es más que algo efímero e inestable que acaba
diluyéndose en la nada como si se tratase de un sueño. Por ello mismo, la realidad viene
a ser como un velo de ilusión tras el que se encuentra la realidad permanente, que, lejos
de estar dividida en la multitud de objetos diferentes, como sucede en este mundo
efímero, constituye un todo integrado y único o como lo afirman los filósofos indios el Uno.
Así pues, la aparente división en objetos individuales que se da en el mundo de la
experiencia, incluido el ser humano, es una de las manifestaciones ilusorias de ese
mundo ya que, en el fondo, son diversas representaciones de la misma cosa, el mismo
Uno. Cuando una persona muere se convierte en un pequeño riachuelo que vierte sus
aguas en el océano: su breve existencia individual cesa para volverse a integrar de nuevo
en el vasto océano del ser.
6.
En este punto es conveniente introducirles en las principales religiones de la India, sin
cuyo conocimiento careceríamos de un referente fundamental para la comprensión de su
arte. En primer lugar tenemos las culturas protoindias o drávidas, asentadas y conocidas
como la civilización del Valle del Indo y de Mohenjo Daro. Esta cultura habitó
originalmente el territorio indio hasta la invasión por parte de los arios, cuando sus
creencias se asimilan a las que los invasores traían consigo. Pese a que nos son mal
conocidas sus creencias religiosas, gracias a los millares de tabletas y cilíndros
encontrados tallados en un tipo de jeroglífico que se han podido traducir, se han podido
encontrar textos poéticos históricos, escrito generalmente en verso, y otros muchos de
sentido religioso. Si bien no se ha encontrado un verdadero corpus dogmático, ni nada
parecido a una historia de sus dioses, de sus frases y de sus obras de arte se deducen las
ideas básicas de aquella cultura.
7.
El signo de escritura para representar la idea de Dios es un hombre con dos pares de
brazos, lo que simbólicamente significa que Dios tiene más potencia que los seres
humanos (por tener más brazos), este es un referente fundamental para nuestro posterior
estudio de las creencias y las representaciones de las divinidades indias como la de Siva,
quien aparece representado con ocho brazos (el ocho es el número sagrado para Dios
según los protoindios). Por otra parte, dentro de esta cultura protoindia a Dios se le
denomina como iruven “el que es” o “el que existe”. También a Dios se le llama “el que
tiene cuernos de carnero” (símbolo de fuerza), también “el que tiene ojos de pez”, una
alusión a su omnisciencia o conocimiento de todo en todo instante, ya que los peces, por
no poseer párpados, no pueden cerrar los ojos ni aún cuando duermen. De esta forma
podemos apreciar que partiendo del análisis de estos textos y de las obras de arte, se
deduce que los protoindios creían en un dios único, cuya esencia era el existir, pero que
se manifiestaba en una trinidad. A él se sometían dioses menores, especie de espíritus
de la naturaleza, como: “Este es el Dios de las nubes de lluvia que están en 6 soles” como
cita una inscripción.
8.
La religión védica es la aportada por los arios blancos, indoeuropeos, invasores de la India
drávida. El tronco de todas las creencias que se desarrollarán en la India a partir de este
momento será el vedantismo. Como lo expresáramos anteriormente el término Veda/s
posee el significado de “visto / revelado” … “lo percibido de forma sobrenatural (shruti), y
en otros textos se afirma también que “veda” quiere decir: “ ciencia sagrada”. Los arios
inauguran el período Védico (1500-800 / 600 a.C.) que va a presidir la conjunción de la
cultura invasora (aria patriarcal, nómada y ganadera) y de la cultura aborigen (drávida,
matriarcal, sedentaria y agrícola) en el cual predominan los textos sagrados ya
mencionados, en particular los Cuatro Vedas, 4 voluminosos textos, que recopilan todo el
pensamiento indio, al principio transmitido de forma oral, pero a partir del 800 o 600 a.C.
manuscritos en sánscrito, lo que permite a los linguistas establecer un orden relativo de
aparición: el primero y más sagrado es el Rig-Veda (Veda de Himnos y Alabanzas a los
dioses); seguido por los prácticamente coetáneos entre sí y que atañen directamente al
vedi, Yajur-Veda (Veda de Adoración) y Sama o Soma-Veda (Veda del Soma y de los
cantos y melodías) (Veda del Soma (bebida de sacrificio védico, un alucinógeno
estimulante (asclepias acida), a la cual se le atribuían poderes mágicos como el de la
inmortalidad, también se convertirá con el tiempo en una divinidad); y más tardíamente del
Atharva-Veda (Veda del brahman Atharvan de carácter más apócrifo y popular, que
contiene el Ayurveda o Veda de la Inmortalidad.
9.
En el período Brahmánico (800 o 600-300 a.C.) los Cuatro Vedas dan lugar a los
numerosos textos interpretativos y normativos que componen los Vedanta, y también a
las Upanishad, a las epopeyas Mahabharata y Ramayana, y un sinfín de Shastras y
Puranas. Llamaremos vedismo (1500-800 o 600 a.C.) al pensamiento recopilado en los
Vedas, mientras que el brahmanismo (800 o 600-300 a.C.) a su puesta en práctica en una
sociedad jerarquizada en varnas.
Según la tradición, estas creencias fueron reveladas a los seres humanos por el dios
Brahma. La religión y las creencias brahmánicas rituales, por su parte, se concentraban
en los sacrificios, las oraciones y las ofrendas, asegurándoles el fuego sagrado el
contacto entre el oficiante y la divinidad. Dentro del curso del tiempo se configuraron
diversas divinidades, entre ellas las principales eran, en primer lugar el dios del sol Mitra y
el dios del cielo Varuna (ambos con indisolubles lazos con la religión mazdeísta de los
aqueménidas en la Persia de la Antiguedad). Ambos dioses se muestran como
protectores del “orden universal eterno” (rita) el cual se manifiesta en la naturaleza, las
costumbres y los ritos como fuerza ordenadora del cosmos. Las creencias arias
aportadas portan el nombre de un henoteísmo, es decir, que dioses distintos reciben en la
veneración algunas veces el atributo de amo supremo del mundo, este punto es
fundamental para comprender la complejidad del panteón de dioses indios y no creer de
esta forma que son millares los dioses en cuanto que más bien pueden ser tan solo tres
como veremos más adelante. Por otra parte, las doctrinas cambiaron entre una creencia
en una ley universal supraindividual que está por encima de todos los dioses y la creencia
en un Dios supremo que dirige la ley universal; esta discrepancia ha continuado hasta el
día de hoy en la India.
10.
Varuna y Mitra son los Adityas o soberanos; los Rudras o guerreros son Indra y Agni (el
importante dios del fuego) y por último los Vastus o nutritivos representados por los
gemelos Acvinis o Nasatyas (los saludadores) otorgaban la fecundidad, la suerte y
curaban las enfermedades. También tenemos a Vishnu uno de los dioses védicos más
populares y adorados, cuida el orden del universo, mide con 3 pasos gigantescos: 1ero la
tierra, el segundo el aire y el tercero, invisible, el paraíso de la “fuente de la miel” al que
aspiran los seres justos. Krishna es otro dios muy difundido que incluso se convirtió en
un héroe humano. Participa, a pesar de esto de la divinidad universal. La compensación
femenina de todas estas divinidades, sobre todo de las de carácter nutritivo, es un vago
principio que se relaciona con el fondo común de los indoeuropeos, y que recibe variedad
de funciones y de epítetos, por lo que da la impresión de haberse transformado en varias
diosas, aunque todas ellas sólo son aspectos o funciones diferentes del principio
primordial femenino: como Surya es diosa del sol, como Dhishana de la tierra y cuando
se refiere a la aurora se representa como una bella muchacha rodeada de rayos y con los
pechos desnudos que se llama Ushas y monta en un carro radiante, dispersa las tinieblas
y llama a los seres al trabajo.
Hacia el año 1000 a.C. los arios penetraron desde el Penjab hacia el este y el sur en la
fértil llanura del Ganges y sometieron a la población mediante la introducción de las
castas o varnas, sistema que ha permanecido hasta nuestros días en la India.
Específicamente el término “varna· quiere decir en sánscrito “color”, fueron más bien los
portugueses quienes le dieron a este término el acertado significado de “casta” para
explicar la rígida jerarquización social de la India condicionada según el grado de pureza
del alma (y no en función de la nobleza de sangre o del poder adquisitivo). Durante el
tiempo de su constitución los arios constituyeron las tres castas superiores, mientras que
los indígenas y sus descendientes pertenecieron a los “sudras” (4to estamento). Por
medio de complicados rituales y normas sobre ofrendas, la casta de los brahmanes
alcanzó en lo sucesivo una influencia como en ninguna otra religión gracias a la
pretensión de que los mismos dioses tenían que someterse a su ciencia y podían ser
influidos por ellos, los sacerdotes (este aspecto continúa también hoy día).
11.
Ya desde el período brahmánico los indios demostraron una fuerte inclinación hacia el
misticismo y la filosofía, los cuales constantemente se encuentran mezclados y no pueden
separarse entre sí. Su principio básico es que el mundo actual ha nacido de la ignorancia
y que esta ignorancia es creadora, por eso la misión de la religión consiste en liberarse de
la existencia por el conocimiento. Esta idea común a todos los indios, fue desarrollada de
manera diferente por cada grupo y época y alcanzó su máxima expresión con el budismo.
Por lo general se admiten seis escuelas ortodoxas de filosofía religiosa, muchas de estas
escuelas tuvieron poco desarrollo o extinguieron pronto, en cambio la Vedanta (esta es la
principal orientación filosófica de los Upanishads y parte del concepto de la existencia del
Brahmán, el Verbo, que explica la unidad de todo lo existente) y la Sankhya alcanzaron
una enorme difusión y consecuencias.
Para la Vedanta el Brahmán es el Ser, es decir Dios. ¿Cómo conocerlo? El mismo indicó
el camino: amándole se le reconoce en todos los seres y, finalmente, en uno mismo, así
se llega a su propio Ser (Atman), que lo abarca todo. El único objeto digno de
conocimiento es, por tanto, el Atman, palabra que empezó significando “aliento” , luego
soplo de vida, alma y ser. Este es el fundamento del famoso panteísmo indio, que afirma
que Dios y el universo se identifican en un sólo ser. El Atman tiene su réplica cósmica , el
Mahatman, la “Gran Alma del Mundo”.
12.
Una de las escuelas indias más populares en Occidente en el yoga, que en muchos casos
posee valores de sugestión, higiene mental y hasta prácticas de salud física. Se divide en
7 subescuelas muy diferentes entre sí, algunas son el Hatha Yoga, el Dyana Yoga o el
Raja Yoga, referido a la vida espiritual fundado por el filósofo Patañjali y se encuentra
sustentada por fundamentos muy antiguos y referidos a la espiritualidad india apoyados
en cinco principios esenciales: los seres humanos poseen muchas existencias
(reencarnación), es una parte del gran organismo del universo, donde todo progresa hacia
un fin superior que se cumplirá en la perfección absoluta (ley universal del Dharma: rueda
de la ley); los seres se encuentran sometidos a la ley de causa y efecto (Karma), sus
actos anteriores al momento presente son determinantes inevitables de consecuencias,
pero es dueño de su futuro según sus actos actuales; no existe el pecado, el perdón ni la
redención; los seres humanos tienen cinco planos de conciencia: física, emocional,
intelectual, intuitiva y volitiva, y generalmente ejercita las inferiores con olvido de las
superiores; el objetivo de los seres humanos, dado su plano superior en comparación con
otras formas de vida poseen la oportunidad de remediar en esta vida todo su karma
anterior; para ello deberá penetrar en la existencia con todas sus consecuencias: “Pra el
sabio todo es sufrimiento”.
EL HINDUISMO
13.
El hinduismo es la religión india que cuenta actualmente con mayor número de fieles y su
raiz es en especial védico. Se entiende por hinduismo un complejo de ideas religiosas
que se formó a comienzos de nuestra era, tras la separación del budismo y el jainismo (de
los que hablaremos posteriormente). Es de dificil definición, aunque bien puede afirmarse
que es una forma más elaborada de brhamanismo del cual sin lugar a dudas procede;
posee a su vez como referente, en un principio, las mismas escrituras sagradas o sanhitas
ya mencionadas con respecto al vedantismo y al brahmanismo. El cosmos existe para el
hinduismo tanto en lo grande como en lo pequeño como un todo ordenado. Es regido por
la ley universal (dharma), que al mismo tiempo actúa como orden natural y moral. Este es
un principio de ordenamiento de los seres humanos por su nacimiento ya mencionado: las
castas o varna. El dharma es uno y eterno y la ley universal para todos los seres vivos,
aunque en la práctica sea diferente para las distintas castas y etapas de la vida
(ashramas), lo cual exige especiales preceptos religiosos y de culto para cada una de las
castas. Las prescripciones ortodoxas sobre las castas intervienen en todas las relaciones
de la vida diaria y se exteriorizan en mandamientos de clara delimitación, como los
referentes a los matrimonios y las comidas. Las castas son una característica del
hinduísmo y para otras religiones e ideologías son muy difíciles de entender o aceptar.
14.
En la cima de la pirámide social encontramos a los sacerdotes o Brahmanes, quienes
subrayan los mandamientos de pureza, se ocupan casi exclusivamente de cosas
espirituales y se encuentran más cerca de la divinidad por efecto de los rituales y
sacrificios. El segundo estamento es el de los guerreros (Kshatriya) los cuales se dedican
a la protección del orden social. El tercero lo forman los campesinos y ganaderos,
industriales y comerciantes (Vaishyas), esta es la clase productora y se suma con las dos
anteriores a lo que denominaremos las clases superiores ya que fueron formadas
después de la conquista de los arios, son los llamados “nacidos dos veces” al
experimentar un nuevo nacimiento social con la llegada de los invasores. Para el
hinduismo ortodoxo sólo estas clases pueden estudiar los sagrados libros vedas.
15.
Las castas inferiores están separadas de las superiores. La cuarta clase o los Sudras son
trabajadores y artesanos de las “tareas inferiores” y tienen que servir a las clses
superiores, que están fuertemente jerarquizadas con areglo a su pureza en un segundo
sistema de castas. De tal forma que los tejedores y alfareros se encuentran en una
situación superior a la de los lavanderos, carniceros, pescadores y trabajadores de la piel.
El grupo inferior, la clase quinta es llamada pancamas (también parias o “intocables”).
Viven a menudo en la sociedad india tradicional una existencia miserable y ejercen un
oficio “impuro” o “deshonroso”: son los barrenderos, limpiadores de letrinas o miembros de
las diferentes castas de mendigos y ladrones. Las dos clases más bajas están formadas
por los descendientes de la población originaria india, es decir los drávidas. Todas estas
subdivisiones y otras más existentes no mencionadas se encuentran sustentadas en el
ámbito religioso al ser concebidas como propias de un orden natural que es al mismo
tiempo un orden cósmico moral.
16.
Es importante que tomemos en cuenta que el paso del brahmanismo al hinduismo se
produce de forma imperceptible. La tolerancia de la dinastía gupta y su apoyo a las
tradiciones ancestrales opacadas por un lapso de 8 siglos por parte del budismo, trajeron
como consecuencia una pacífica revolución socio-religiosa. Los brahmanes o sacerdotes
hindúes habían sobrevivido aisladamente, integrándose en las poblaciones rurales y
recogiendo las creencias populares, mayoritariamente simples cultos locales que el
budismo había despreciado. Poco a poco irán canalizando toda esta devoción (bhakti)
hacia una forma de doctrina superior que se convertirá en una nueva religión con bases
ancestrales: el hinduismo.
17.
Cabe recalcar, que el hinduismo, como el vedismo y el brahmanismo en los que se basa,
es monoteísta; Brahma es el dios creador, que preserva y destruye a fin que las almas
individuales puedan reencarnarse hasta conseguir la pureza (karma) necesaria para
absorberse de nuevo en él. Pero todas sus actualiciones y manifestaciones infinitas
pueden tener un culto individualizado si la devoción lo requiere. Así surgen las
variadísimas advocaciones de su energía en forma de dioses, una auténtica mitología que
el fervor popular vive de forma politeísta. Desde un punto de vista básico existe lo que
denominaremos el trimurti (algo así como nuestro concepto de la trinidad divina)
conformado por el antes mencionado Brahma, Vishnu y Shiva, los tres se organizan en
una trinidad en la que cada dios es un aspecto de la misma divinidad (única) y por lo tanto
poseen la misma naturaleza y son uno mismo, aunque diversas apariencias y con
funciones específicas: Brahma crea mundos y edades (kalpas), Vishnu conserva el
universo y rige las leyes naturales, Shiva o Siva destruye el universo al final de cada
kalpa, y el ciclo vuelve a comenzar para repetirse eternamente.
18.
El concepto de Brahma es demasiado abstracto para la comprensión de sus adoradores,
por lo que prácticamente ha desaparecido de la religión popular para formar parte de la
filosofía. Vishnu es, en cambio, muy popular, con su apariencia de joven sentado sobre
una flor de loto, cabalgando sobre el águila Garuna y recostado sobre la Serpiente del
Mundo. Su bella esposa es Lakshmi la diosa de la suerte y la felicidad, como su
compañero es el dios benefactor. Se le adora en sus innumerables avatares
(reencarnaciones) en forma de pez o pájaro, pero las más famosas son las de Rama y
Krishna. Ambos tuvieron primitivamente carácter de héroes, identificados pronto como
reencarnaciones de Vishnú.
19.
Con respecto a Krishna, cabe la aclaración de que en realidad existen dos deidades con
un mismo nombre, tenemos al Krishna nacido en Dwarka venerado como un avatar de
Vishnu, nacido en el varna ashram de los kschatrya. También tendremos al Krishna
nacido en Vrindhavan bajo la forma de un pastor y venerado como una divinidad superior
que coexiste con la misma energía primordial del Trimurti. Krishna es el protagonista de
una de las más bellas epopeyas indias, que al lado de episodios heroicos y
sobrenaturales, intercala otros de un profundo sentido amatorio, pues él es el dios o la
manifestación energética del amor divino o Bakhti Yoga. Las relaciones eróticas entre
Krishna y la bella pastorcita Radha simbolizan la unión, a través del amor, de lo divino y lo
humano.
20.
Por su parte Siva ofrece aspectos tan diversos como contradictorios, al aparecer
representado en 4 aspectos difrerentes: su forma eterna será el del Siva de la meditación
o Sadha Siva; el Siva o Rudra de la regeneración o destructor propio del trimurti y
vinculado a la danza con el nombre de Siva Nataraj (quien hace 3 danzas distintas) y el
Siva Sankara. Como destructor, necesario para la renovación del universo, se le
representa con 4 brazos (la pluralidad de brazos y cabezas en las representaciones de las
divinidades indias por lo general no tienen nada que ver con formas mounstruosas como
se creyó en Occidente, sino más bien a los innumerables atributos que una sola entidad
ejecuta a un mismo tiempo) y bailando la danza cósmica, acompañado por la música de
Nandi, el toro blanco que le acompaña y le sirve de superintendente de su ejército y de su
palacio. La danza del dios, de rostro imperturbable e indiferente, estático, mientras sus
miembros se agitan velozmente, acabará aniquilando el mundo en sus giros.
21.
Siva también es el dios de la fecundidad, simbolizada por el enorme falo, y se une tan
íntimamente a su esposa que, entonces, forman como un ser de doble sexo o
hermafrodita. También es la divinidad de la meditación y del yoga, y en este caso
aparece casi desnudo, en éxtasis y sentado en un montón de cenizas sobre la cabeza de
un elefante. Su esposa, Uma, posee un gran prestigio en India. Sus nombres son tan
numerosos como sus advocaciones, y éstas tan contradictorias como las de su esposo:
como Kali (la negra) es una divinidad terrible, que en ciertas épocas exigió víctimas
humanas; pero con Parvati es la benéfica hija de la montaña; como Sati la buena,etc. Por
lo general, el hinduismo admite numerosos dioses más de aspecto animal o semianimal,
que iremos conociendo en el transcurso de este curso.
22.
El texto sagrado del hinduismo es el Bhagavadgita un total de 700 estrofas del
Mahabharata que son el lazo de unión entre los hinduistas y fundamento de su sentido
religioso. El argumento principal de esta monumental obra es la lucha entre dos clanes
emparentados, los Pandavas y los Kurus, pero en ella toman parte los dioses y hay
numerosos pasajes de tipo religioso fundamentales para comprender el sentido final del
hinduismo. Uno de ellos es el de la metempsícosis que supone que cuando un ser
humano muere, su espíritu se vuelve a reencarnar en otro ser ya fuere animal, humano,
etc. Si la vida que ha llevado es justa, volverá a la existencia en una forma superior; si no
observó toda la rectitud necesaria o el dharma, se reencarnará en un ser de casta inferior;
si fue un gran pecador puede retornar al mundo bajo la forma de una animal inmundo. El
drama del pensamiento indio, en general, es precisamente ese encadenamiento fatal de
existencias sin reposo posible, ya que se ligan a las miserias y sufrimientos de este
mundo sin que exista esperanza de un fin, sin que la muerte sea el remedio supremo y
definitivo. El centro de ese universo es Dios, identificado con todas las cosas y
confundiéndose con ellas (panteísmo), y concebido en el doble aspecto de “fuente de
origen y de la destrucción de todo”, algo así como la doble contradictoria y
complementaria cara de la divinidad.
25.
Por último, un punto fundamental, las religiones occidentales parten del concepto de que
uno – un dios, un libro, un hijo, una iglesia, una nación regida por dios – es mejor que
muchos. El hindú deslumbrado por las maravillosa variedad de la creación, no podía ver
las cosas de esta forma. Para un mundo de tal multiplicidad, cuántos dioses mejor.
¿Cómo podía un sólo dios haber realizado una creación tan variada? ¿Y porqué no
buscar una alternativa al monoteísmo y al politeísmo? El orientalista de Oxford Max
Muller (1823-1900), que introdujo a Occidente en el conocimiento del Rig-Veda, tuvo que
inventar una palabra para la actitud hindú antes mencionada: el katenoteísmo, el culto de
un sólo dios a la vez, describía la forma en que el hindú se sentía asombrado ante las
maravillas de la creación. Una especie de actitud democrática permitía al devoto centrar
su darsan en un dios concreto en cada momento. Pero ese dios no era superior a los
demás. En esta comunidad tolerante y siempre creciente de dioses y diosas, cada
divinidad se mostraba dispuesta a alternarse para recibir el darsan de los fieles. Al
contrario del cristinanismo, el islamismo o judaismo en donde encontramos a un Dios
único y celoso de su posición, en el hinduísmo Visnú, Siva y Devi son vistos cada uno de
ellos en un momento como creador, sostenedor y poder supremo, cada uno rodeado de
una galaxia de dioses menores. Este hecho desconcierta y confunde al devoto occidental
cuando intenta según su cultura encontrar en el hinduismo una jerarquía divina
establecida. Lo mismo sucede cuando intentamos encontrar el tradicional relato de la
creación del mundo en el hinduísmo, este es múltiple ya que para el hindú la creación no
es el comienzo del existir, antes bien, es un desmembramiento, una desintegración de la
unidad original. Para el hindú la creación no es la expresión de un hacedor racional y
benévolo en nuevas maravillosas formas, sino la fragmentación de la unidad de la
naturaleza en innumerables formas limitadas.
26.
En lugar de transformar la nada en todo, la creación hindú desintegraba lo que ya existía
en innumerables fragmentos imperfectos. El hindú dirige su mirada a la unidad que
existía en el principio y aspira a conseguir la reitegración de la naturaleza. Los ciclos del
nacimiento y muerte han perpetuado la fuerza desintegradora de la creación. Un nuevo
concepto Samsara es la transmigración de las almas de una vida a otra, perpetuando el
aislamiento de los individuos en su forma de una rueda, siendo el objetivo primordial el
salirse de la rueda del samsara y fundirse de una vez por todo con el Uno. Esto nos dice
que mientras el objetivo del devoto cristiano sería la “vida eterna”, el objetivo de un hindú
es el no ser creado. El yoga o “unión” será por lo tanto el esfuerzo disciplinado para
deshacer la creación y retomar a la Unidad perfecta a partir de la cual el mundo ha sido
fragmentado.
EL BUDISMO
27.
El popular personaje conocido bajo el nombre de Buddha puede ser considerado desde
tres de puntos de vista, en primer lugar como un ser humano histórico, en segundo como
un principio espiritual y como una entidad situable entre los dos puntos de vista anteriores.
El Buddha histórico nació al norte de la India en el actual Nepal. Su nombre humano era
Siddharta, sin embargo también se le designó como Gautama (según el nombre de un
maestro védico del cual descendía la familia) o Shakyamuni equivalente a aquel que
procede del sabio linaje de los Shakya. Su padre fue Suddodana un rajá que reinaba en
sus dominios de Kapilavastu junto a su madre Maya Devi. El nacimiento de Siddarta
Gautama usualmente se ubica entre los años 560 al 466 a.C. (según el concilio
internacional que tuvo lugar en Sri Lanka en 1964).
Su historia se desarrolla en el período brahmánico en torno al reino de Magadha y cuenta
a su vez con otras tres etapas equivalentes a las antes mencionadas: la cortesana, la
ascética y la de predicación. Su vida tiene inicio cuando su madre Maya sueña que un
elefantito blanco se posa en su seno (lo que será interpretado como la sagrada
concepción de un príncipe o un sacerdote célebres). Desde este momento su vida
cortesana estará acompañada de hechos milagrosos y anécdotas extraordinarias: su
nacimiento en Lumbini es el producto de uno de los relatos más bellos, la muerte de su
madre a los 7 días de nacido el pequeño y quien lo concibiera de forma inmaculada a
través del elefantito soñado, la educación principesca atendida por su padre y su tía
Mahaprajapati, su matrimonio con la princesa Yashodhara, el nacimiento de su hijo
Rahula. Se cuenta que ya de pequeño un asceta descubrió en sus pies las 32 señales
específicas que hacían de él un tathagata, es decir, poseía las marcas del dharma
ocultas en su cuerpo, lo cual le hacía un ser elegido como tantos han aparecido en la
tierra predestinados a la prédica y transformación espiritual de la humanidad. Este hecho
no hizo mucha gracia a su padre, quien decide proteger a su hijo de todo contacto con el
mundo exterior, sumergiéndolo en una especie de jaula de oro en el palacio que habitaba
en donde no le faltaban lujos, placeres y alegrías, de esta forma se aseguraría un sucesor
a su trono. Sin embargo, cuando Siddharta cuenta con 29 años tienen lugar los Cuatro
Encuentros o Presagios (purvanimihttani) al salir oculto de palacio lleno de curiosidad,
estos encuentros fueron: con un anciano, un enfermo, un muerto y un pobre asceta.
28.
Estos encuentros lo sumen en un doloroso cuestionamiento con respecto a la vida y su
fin, haciéndole tomar la decisión de abandonar sigilosamente el palacio y su familia para
buscar respuestas a través de una vida de ermitaño. A partir de este momento y por un
lapso aproximado de 6 a 7 años el príncipe se convierte en un asceta que practicaba el
yoga con el fin de alcanzar la espiritualidad más pura y la eliminación de los obstáculos
exteriores a partir de ejercicios; pero insatisfecho con la enseñanza y la vía ascética
errante, decide en Bodhgaya alimentarse con un cuenco de arroz y otro de leche, que le
ofrecen las hermanas campesinas Sujata y Bala (acto que escandaliza a sus cicnco
compañeros ascetas hasta el punto que le abandonan); a continuación se sienta bajo un
árbol pippal yermo (que se transformará en el fértil bodhi o árbol de la iluminación), para
meditar aproximadamente siete semanas, firmemente decidido a encontrar la liberación
de la humnidad. Pero tiene que superar toda una suerte de tentaciones por parte del
demoníaco Mara, superadas éstas, luego de su meditación adquiere la Iluminación por
ello, de ahora en adelante lo conoceremos con el nombre del Buddha o Iluminado.
29.
Una vez adquirida su Iluminación inicia de inmediato una larga y próspera vida de
predicación: primero se dirige a Sarnath, donde explica su doctrina ya para el siglo VI
a.C., al escucharle muchos van a sentirse cautivados por sus prédicas y pronto tendrá
incluso varios discípulos que le acompañan en su vida de predicación. Sintetizando, el
budismo es una heterodoxia, es decir, hace un replanteamiento del hinduísmo, al que se
enfrenta, por ejemplo, aboliendo el sistema de castas (varna), los rituales brahmánicos y
el sacrificio védico; postula por el contrario el ahimsa o ausencia de violencia, la
austeridad y la meditación. Desde la fundación de la primera comunidad budista o
sangha, los monjes y las monjas budistas divulgaron por todo India el Ratna o el chakra,
es decir la Ley Sagrada o Dharma (Dhamma en pali, la lengua práctica del sánscrito en la
que predicó Buddha) hasta que en el siglo III a.C. el emperador Ashoka declaró el
budismo religión oficial. Desde el año 260 a.C. hasta el 490 el budismo catalizará toda la
cultura india, para después lenta pero inexorablemente desaparece prácticamente de la
India siendo asumido por el hinduismo. Sin embargo, hoy día el budismo sigue vivo y
relativamente fiel a su forma primitiva. Los diversos yana o vías espirituales en especial
budistas también continúan vigentes: el más antiguo y ortodoxo hinayana (Pequeño
Vehículo) conocido también bajo el nombre de theravada (doctrina de los ancianos) se
localiza en el sudeste asiático principalmente en Sri Lanca, Myanmar (antigua Birmania) y
Tailandia; también en Camboya, Indonesia y en todos los países del Himalaya (Ladakh,
Tíbet, Nepal, Sikkim y Bhutan), aunque más modificado por creencias locales, tántricas e
hinduistas, en su rama esotérica vajrayana o lamaísmo (vehículo de sabiduría o vehículo
del diamante); en Extremo Oriente, triunfa en su forma de dhyanayana o de meditación
(chan en China, zen en Japón y Son en Corea). El mahayana (Gran Vehículo) triunfa
gracias al emperador Kanishka a partir del siglo II dn.C. , que estaba siendo defendido
por el filósofo Nagarjuna, y que brinda el nirvana (“extinción” estado inmutable obtenido
por la ausencia de deseo y del sufrimiento) a todos los creyentes budistas. Es menos
ortodoxo que el hinayana y la modalidad más popular incluso dentro de los occidentales
conversos y el budismo tibetano.
30.
Específicamente en su prédica Buda no poseía la respuesta para el enigma de la creación
y esto es lo que ha generado una enorme atracción hacia el budismo, el hecho que deriva
de esa razonable negativa a intentar responder preguntas para las que no hay respuesta.
¿Es el universo eterno o no lo es, o ambas cosas? ¿Es el universo especialmente infinito
o no finito, ambas cosas o ninguna de las dos? Buda incluía estas preguntas en la lista de
14 interrogantes para las que no tenía respuesta. Este planteamiento realista puede
sorprendernos en Occidente, donde habitualmente consideramos al budismo como un
sistema de pensamiento místico, sin embargo, en la corriente budista se instaló una sana
reticencia a lo que llegó a denominarse como el “silencio de Buda” ante aspectos como la
explicación de la existencia de Dios o la creación del mundo, para él era más importante
la supresión del sufrimiento, que mejorar al mundo. También caeríamos en un error en
pensar que nos propone una filosofía o una religión, sin embargo, desarrolló,
adelantándose en varios miles de años, un conocimiento de la psicología humana tan
profundo, que ni el mismo Carl Jung podría negar su influencia en sus escritos e
investigaciones dentro del psicoanálisis en el siglo XX de nuestra era.
31.
Buda rechazó como “impura” toda religión anterior, desde la védica a la brahmánica,
aunque se fundamenta sobre ellas, mejor dicho, sobre lo más profundo y antiguo del
pensamiento indio, y su refutación de los dioses no signifuca que los niegue como
existencias, sino como doctrina para llegar a la eterna felicidad. Buda no fundó en realidad
una religión nueva, con nuevos dioses y sistemas por encima de los conceptos religiosos.
Su doctrina es “una norma de conducta”, una manera de vivir, una solución para lo que las
viejas religiones dejaban en el vacío. Por esto se le consideró a veces como un hereje o
enemigo de las antiguas creencias, que en realidad continuó y superó al dar una solución
metafísica y una norma práctica al alcance de los seres humanos para llegar a ella. No
combate a los dioses, lucha contra el encadenamiento de las existencias en las
reencarnaciones, es decir la prisión del samsara, que es la principal fuente de dolor, pues
el sufrimiento no lo sitúa en un mundo de castigos infernales del más allá, sino que el
lugar de las penas es este mundo. El universo entero sufre porque existe, los mismos
dioses deben beneficiarse del descubrimiento de Buda, pues no están libres de las
reencarnaciones.
Resumiendo los aspectos generales del budismo los encontramos en las Cuatro Nobles
Verdades postuladas por el mismo Buda: 1. ¿Qué es el dolor? 2. ¿Cuál es el origen del
dolor? 3. ¿En qué consiste la supresión del dolor? y 4. ¿Cuál es el camino para la
supresión del dolor?. También luego de alcanzar la Iluminación nos comunicó su visión
de cuatro maneras: por medio de conceptos, de símbolos, de acciones y a través del
silencio.
En términos conceptuales bajo el árbol bodhi, el Buda vio la verdad del cambio, vio que
todo y todos eran procesos. Se dio cuenta de que esto era verdad en todos los niveles: no
solamente en el plano mental. Se dio cuenta de que, de hecho, no había nada en ninguna
parte del mundo, de la existencia condicionada, que no cambiará y que no fuera un
proceso. En términos del pensamiento hindú, el Buda vio que en realidad no existía tal
cosa llamada “ser” , ni el “no ser”. Vio que todas las cosas surgen y luego se desvanecen.
La ley de la condicionalidad es el principio fundamental del budismo, la misma puede
enunciarse de una forma simple: al estar presente A, surge B; en la ausencia de A, no
surge B.
32.
Estos condicionamientos referidos a las 4 nobles verdades tienen que ver: con el
nacimiento, la vejez y la muerte, así como con el drama de la separatividad entre los seres
que amamos: nacemos solos, morimos solos. Ante este drama no existe una solución
meramente humana, todo esfuerzo por huir de esas verdades es inútil. El Buda afirma
que la “sed o el deseo” son los culpables del origen del dolor, que continua de
reencarnación en reencarnación. Ante estas afirmaciones que nos ubican en una suerte
de callejón sin salida, han sido malinterpretadas, ya que se ha tildado al budismo como
una vía pesimista, por el contrario, el budismo ofrece soluciones viables para todos los
seres humanos, en los cuales ve a un Buda en potencia. Las mismas radican en el
razonamiento de la supresión de la sed o el deseo a través del conocido como Octuple
Sendero o sea el camino de la salvación de una vida esclava no solo de la mente sino del
cuerpo y del mundo, para ello debemos “despertar” y estar conscientes y presentes ante
la vida. El Octuple Sendero consiste en 8 aspectos: el recto propósito, las rectas
decisiones, la recta palabra, la recta conducta, la recta vida, el recto esfuerzo, la recta
atención y la recta meditación.
33.
Como podemos apreciar, Buda nos enseña ante todo una ética de vida que pretende en sí
misma suprimir el temor, despreciar el dolor, despreciar el placer, no entregarse a la
alegría, ni al amor, ni a la sabiduría, ser inconmovible frente a todo, acabar en síntesis con
todo deseo o apego que nos aten a la mentira del mundo que como un imán nos atraen a
la rueda implacable del samsara. Para el budismo más duro y ortodoxo no existen
oraciones, ni surte efecto adorar a los dioses; si el pecado no se puede perdonar (ley del
karma: todo se paga), ni los ritos funerarios influyen lo más mínimo sobre el futuro, sobran
el culto y sus sacerdotes. Sin embargo, como ya hemos visto, la creciente injerencia del
budismo en India precisó pronto de una versión más benévola y menos desesperanzadora
y personalista e individualista que alentaba el retiro y la vida contemplativa. Con todo esto
último nos referimos concretamentamente el budismo Hinayana, una filosofía literalmente
atea. Sin embargo, el Mahayana cambia esta visión al considerar al Buda no como un
maestro mortal cuyos preceptos había que seguir, sino como a un dios que hubiera
existido eternamente, igual que Brahma o Jeovah, sin principio ni fin. En esta modalidad
el budismo se hizo más conciliable con otras creencias religiosas tanto en India como en
China y Japón. Su abstracción primera quizas era demasiado para los seres humanos tan
necesitados de estatuas, ceremonias, seres superiores y protectores, etc. Con el
Mahayana desde un punto de vista trascendental el Buda histórico devino una ilusión
acaecida en un mundo ilusorio, a un nivel intelectual abría las puertas al culto de un
panteón búdico de deidades antropomórficas y, en ciertas ocasiones, al lado de
divinidades pertenecientes a otras religiones. De estre estas divinidades las más
importantes eran los bodhisattvas o budas potenciales, quienes sacrificaron el Nirvana,
siendo capaces de alcanzarlo, para redimir a la humanidad.
EL JAINISMO
34.
Esta religión fue fundada por Mahavira en el siglo VI a.C.. El jainismo como casi todas las
heterodoxias del Brahmanismo, consiste en un método espiritual basado en su
propia teoría metafísica: su objetivo es liberar el alma; porque el universo está
poblado por infinitud de almas individuales, algunas de las cuales han tenido la
desgracia de caer prisioneras en la tierra y viven como animales y seres humanos.
No hay lugar para un dios creador y omnipotente, por lo que los jainistas o jainas se
declaran ateos; de hecho, consideran a las divinidades menores que decoran sus
templos como una especie de seres privilegiados capaces, por su experiencia, de
ayudar a los seres humanos a liberar su alma. Aunque abolieron las castas y
lucharon contra el sacrificio védico admitieron las reencarnaciones kármicas, pero
como algo terrible, pues es precisamente lo que va creando un cuerpo
excesivamente sólido, que aprisiona al alma como una “costra”. Su método de
liberación consiste en la “visión recta” o “conocimiento recto” y en consecuencia la
“conducta recta”, respetando las Cinco Abstenciones Mayores: no matar (ni siquiera
a los animales incluyendo el insecto más diminuto), no mentir, no robar, no abusar
del sexo y no codiciar.
35.
Desde el principio los jainas se dedicaron al comercio, a la metalistería, a la
administración y a todo tipo de servicio que no implicara daños a otros seres. Los civiles, a
pesar de su gran poder económico, deben llevar una vida austera y patrocinar templos,
universidades y hospitales; los monjes y monjas deben llevar una vida itinerante y no
permanecer en los monasterios más de tres días, excepto en casos concretos. Las dos
sectas mayoritarias son las de los jainas nudistas o “vestidos de aire”, la más antigua
desde el siglo II los jainas “vestidos de blanco”.
Los jainas adquirieron enorme importancia histórica-cultural, y su influencia siempre ha
sido muy intensa en la India, a pesar de las persecusiones que sufrieron. Por temor a
matar algún insecto al aspirarlo distraídamente, se colocan un velo ante la cara. Recogen
animales viejos e inválidos y los cuidan en una especie de asilos. Su doctrina atrae
multitudes, sobre todo en el sur, y matiza buena parte de la educación primaria india.
1.
El arte de la India desde su génesis y quizas hasta la actualidad, en algunos casos, es
ante todo una manifestación de lo sagrado. Este siempre se constituyó en la herramienta
expresiva más eficaz para hacer comprensible lo que no es posible explicar con tan sólo
las palabras. El arte es concebido como una vía de realización humana y espiritual, así
como una práctica que posibilita, tanto al artista creador como al fiel, sediento de
retroalimentarse con el darsan de la deidad tanto en su forma esculpida como en el
espacio en que se ubique, del contacto, la comunicación y en última instancia de la
realización de la dimensión religiosa, espiritual, mística, sagrada, que constituye la
esencia de esa enigmática realidad en la que esta cultura se encuentra inmersa.
Otro aspecto indispensable para la comprensión de sus manifestaciones artísticas es el
necesario conocimiento de su percepción estética, que sin lugar a dudas no puede
considerarse como paralela a la nuestra o al menos a lo que se encuentra acostumbrada
nuestra percepción del mundo occidental.
Cabe recalcar la extrema complejidad ya desde el punto de vista simbólico como
iconográfico del arte indio y de todo el orbe asiático al cual se circunscribió su legado,
razón por la cual se torna impresindible un pequeño estudio introductorio de lo que
denominaremos el sentido y las pretensiones del arte en estas regiones.
2.
En primer lugar, el símbolo será la condición indispensable y presente, ya que es el
encargado de mostrarse mediante su apariencia como la forma privilegiada de representar
o revelar lo Sagrado. En este sentido el estado contemplativo, una de las actitudes
centrales del yoga y en todo camino espiritual, vendrá a otorgarle al símbolo de una
connotación medular al arte indio, ya que la contemplación que el artista debe haber
llevado a cabo de la realidad que trata de expresar a través de su creación es la misma
que ha de lograr aquel que accede al goce estético mediante la contemplación de la obra
de arte. De aquí que el arte sea considerado como una especie de yoga (shilpa yoga).
Del sánscrito Shilpa o arte, su significado es doble ya que es tanto el tratadista sagrado
como el que realiza la obra, también en la India shilpa es todo trabajo manual, ya que
aquí no existe una distinción entre Bellas Artes y Artesanía. El shilpin (el artista) es
anónimo y se plantea su acción, como una oración, para un lugar, tiempo y culto
perfectamente definidos; participa de la obra creadora de la naturaleza y obtiene una
purificación en el proceso de la que también se beneficia el espectador. Este fenómeno
es denominado como rasa. Por ello el artista indio se prepara física y espiritualmente a
través de la meditación y el yoga. Su ancestro mítico es el grupo de los Ribhukshan
(ingeniosos), tres artistas celestiales amigos de Indra. Dentro de la injerencia del islam la
India contó más bien con el ustad indoislámico (del urdu “maestro”), un artista con
características más afines a sus homólogos occidentales.
3.
Analicemos ahora el concepto de rasa (sabor) el cual expresa emoción, elevación del
espíritu, experiencia estética, en síntesis el estado subjetivo que el arte crea en el
espectador. Nunca se podrá obtener el rasa sin la interacción entre el creador y el
espectador en el cual provoca 9 estados anímicos: 1- adbhuta (admirativo), 2. bhayanaka
(temeroso), 3. hashya (cómico), 4. karuna (compasivo), 5. raudra (furioso), 6. shanta
(pacífico), 7. shringara (amoroso), 8. vibhatsa (repulsivo) y 9. vira (heroico). Rasa se sirve
de abhasa, la plástica, la materia con la que se construyen los templos o se configuran las
imágenes; en el arte indio las imágenes de culto reciben el nombre genérico de archa.
4.
El arte indio en general en tanto que arte sagrado, participa de los principios de la
metafísica, del sentido de la religión y de la virtualidad propia del comportamiento
característico de la espiritualidad, por ello también es visto como un camino más para la
realización espiritual, en la cual la contemplación (dhyana) va a desempeñar un papel
central, no sólo en el espectador, sino también y en primer lugar en el artista creador. A
esto podemos agregar que de inmediato que el núcleo de la estética india se encuentra
indicado por el concepto de rasa antes mencionado, ya que este es el que nos conduce
hacia la experiencia o esencia estética.
Bastante temprano se vieron en la necesidad de crear todo un corpus estético teórico que
se ajustara a sus necesidades, un ejemplo de ello son las 6 reglas indias (Shadangga)
anónimas y que se piensa se remontan al siglo III d.C. : 1. la ciencia de las formas (rupa-
bheda), 2. el sentido de las relaciones o medidas exactas (pramani), 3. la influencia
del sentimiento sobre la forma (bhava), 4. el sentido de la gracia (lavanya-yoganam),
5. las comparaciones (sadrishyam) y 6. la ciencia de los colores (varnikabhangga). La
explicación que los indios han dado de los Shadangga es muy instructiva, pues demuestra
que la India no sólo tomó una posición muy temprana en el debate que opone el arte
objetivo al subjetivo. De esta forma rupa la forma, no es para los artistas indios el
aspecto natural del objeto, sino esencialmente el aspecto producido: lo que el artista
representa no es un objeto “visto”, sino un objeto “conocido”.
5.
De ningún modo hace una copia servil de la naturaleza, sino que trabaja según un
prototipo ideal que es una selección ideal en una serie de objetos reales de una categoría
determinada. El objeto, pues, no es tratado por sí mismo ni del natural, sino que está
dotado de todo el potencial de evocación que puede contener su categoría. Pues rupa
significa a la vez la forma sensible y la forma mental, determinando el análisis y la síntesis
de las formas por los sentidos y por el espíritu. “La vista sola no revelará el espíritu ni el
alma encerrados en la materia…Depender únicamente de la vista descuidando el espíritu
es limitarse a no ver y a no pintar más que el lado superficial de la forma. Para adquirir el
verdadero conocimiento de la forma, hay que iluminar todas las cosas con el rayo de
nuestra alma y estar dispuesto a recibir la luz que emana de las cosas visibles e
invisibles” (Abanindranath Tagore).
Al tercer concepto de las leyes estéticas indias bhava o sea la influencia del sentimiento
sobre la forma modernamente se le agregó el ya comentado de rasa que vendría a ser la
quintaesencia del gusto. Estas dos nociones tan próximas una de la otra, corresponden a
un doble estado psiquíco, es decir la ya mencionada interacción entre creador y
espectador, este proceso incidirá en todos los ámbitos del arte indio: música, danza y
poesía.
6.
La India insiste en el justo cumplimiento de las leyes establecidas con la consecuente
participación de un creador especialmente dotado que sea capaz de otorgarle a su obra la
expresividad necesaria. Se insiste en la exactitud de las proporciones a observar, en los
colores a emplear según los temas y en las comparaciones, estas últimas denominadas
como sadrishyam vendrán a ser una trasposición de las significaciones del objeto o bien
de las imágenes paralelas, más o menos sistematizadas, asociaciones de ideas que, aún
siendo incomprensibles para la mentalidad occidental, permanecen siempre desde el
punto de vista formal en el orden natural de las cosas, deteniéndose el indio
voluntariamente al borde de lo que para nosotros sería el absurso.
7.
El simbolismo de los colores, el vocabulario de los gestos (mudras (gestos simbólicos de
las manos) y hasta (gestos menores de las manos y de actitudes corporales (anga) suelen
ser descriptivos y son un buen recurso narrativo popular) y las expresiones faciales
pertenecen a este dominio.
8.
Así es como los personajes divinos llevan collares de serpientes, adornan sus cabellos
con lunas en creciente o sostienen sobre sus dedos levantados una cierva saltando. Los
tonos de piel verde o azul adoptados por algunas divinidades desafían las leyes de la
naturaleza y están de acuerdo con el simbolismo moderno, igual que los colores dados
por los Tantra a cada letra del alfabeto.
9.
Por otra parte la concepción de las sombras y del espacio perspectivo indio también van a
poseer sus particularidades. En la India el modelado del cuerpo se obtiene por sombras
discretas que subrayan la redondez de las formas sin preocuparse de una fuente luminosa
concreta.
10.
La perspectiva, en particular la utilizada en las cuevas de Ajanta – en la que terminan
según parece los intentos anteriores – es similar a la perspectiva europea pero es más
sutil. Como en Europa, el pintor indio utiliza una línea del horizonte, pero en lugar de no
situar más que un punto de fuga, distribuye varios; incluso a veces se multiplican líneas de
horizonte en una misma escena. Este fenómeno se debe a que el artista trabaja no del
natural, sino según su imagen mental destinada a ilustrar un acto determinado. Al
espectador no se le supone inmóvil, fuera del cuadro como en la pintura occidental, sino
que está introducido en él por el artista, quien lo hace evolucionar mostrándole
simultáneamente la fachada de un edificio y su costado, tal como los vería realmente
desplazándose a lo largo de un edificio. Es la aplicación más sutil que jamás se haya
hecho de la perspectiva llamada de rotación, y es también un procedimiento que, llevado
a su extremo, habría podido conducir a las búsquedas modernas del simultaneísmo.
Sintetizando, la India en su perspectiva utiliza toda la superficie y cierra su horizonte con
elementos de paisaje o cualquier otra combinación lo contrario a el concepto chino, el cual
da un valor concreto al vacío y abre el horizonte sobre el infinito.
11.
Por último, para los indios no existe diferencia entre espacio y materia sólida. Según la
cosmogonía india nuestro mundo visible se compone de una sustancia resplandesciente
que todo lo inunda: el akasa o éter, una pequeña porción del cual se condensa para
formar el aire. A través de un proceso análogo del aire se formó el fuego, del fuego el
agua y del agua la tierra. Tan substancia es el aire como los demás elementos; no hay
espacio vacío en el cosmos y de ahí que el problema de crear una ilusión de espacio en
los relieves o pinturas, que atrapó y obsesionó a los artistas europeos durante tantos
siglos no se suscitara en la India.
12. Perspectiva Renacentista
13.
De ahí que el escultor indio diera forma a las figuras mediante un proceso similar al de la
condensación del éter en sustancia yangible bajo la influencia creadora del divino ser
supremo. Esta bien podría ser una de las tantas explicaciones al barroquismo que
podemos apreciar en el arte indio. Si las artes visuales se encuentran atadas a las
contingencias del Espacio, son, sin embargo, libres e incondicionadas por el Tiempo, es
decir, no se encuentran limitadas a un espacio temporal definido y rígido para transmitir su
mensaje. La representación visual ofrece una visión sintética omniabarcante que
trasciende el tiempo. Por la representación simultánea de todas sus partes, un objeto
pintado o esculpido adquiere el poder de penetrar directamente los centros vitales de
quien lo contempla. Es aprehendido al mismo tiempo por todas sus facultades orgánicas
e intelectuales sin tener que ser mentalmente conectadas a través de una secuencia de
impresiones. Espacialmente la representación simbólica, que trasciende las
concepciones espaciales y temporales, en la que todas las dimensiones se funden en una
única entidad y que puede ofrecer la totalidad de una sola fórmula, que puede se
aprehendida por la visión interna.
14.
El arte indio considera al arte figurativo como el más eficaz ya que este proviene de la
mente del Creador. Poco a poco éste revela el origen de las imágenes, el proceso por el
que son producidas y la influencia que ejercen sobre el devoto. De tal forma que de la
contemplación de imágenes cree el deleite, del deleite la fe, de la fe la firme devoción, de
tal devoción la comprensión superior (paravidya); viniendo a ser este el verdadero camino
de la liberación (moksha) y es obtenida, como ya hemos visto mediante el darsan.
15.
Respecto a la estética en la arquitectura podremos verificar interesantes descubrimientos
que forman parte de los arquetipos típicos de la mente humana con respecto a la
construcción de un espacio sagrado específico. Recordemos que el diseño y la
construcción de edificios sagrados es el arte a su máxima escala. También on seguridad
es la forma de arte más ambiciosa, ya que los seres humanos pretenden recrear el reino
de los dioses en la tierra, en un espacio tridimensional en el que los devotos puedan
ingresar tanto física como espiritualmente. Desde las épocas más remotas, los seres
humanos han creído que el cosmos es algo más que el mundo más próximo a ellos. Al
cielo suele considerársele como el reino de la perfección y el objetivo de buena parte la
arquitectura sagrada es reproducir en la tierra dicha perfección. En diversas creencias de
todo el mundo aparece un eje vertical que une este mundo con el superior y con el
inferior, bajo tres imágenes predominantes. Probablemente, las más conocidas son la
Montaña del Mundo y el Arbol Cósmico; la tercera sería el Fuego con su columna de
humo que asciende hacia el cielo. En arquitectura la columna suele representar el eje
cósmico arquetípico, la línea central en torno a la cual giran otros objetos y con la cual se
relacionan. Las columnas pueden así mismo representar ideas que no se relacionan con
el centro: como el tallo de loto, hasta el lingam o falo del dios Siva.
Las imágenes de un eje cósmico son particualrmente fuertes en Asia, en donde pueden
remontarse hasta la antigua cosmología india del Monte Meru que se yergue en el centro
del mundo. Los dioses indios agrarraron este eje montañoso y lo utilizaron para agitar el
océano primordial, iniciando de esa forma la creación del universo.
16.
Otra imagen importante es la del nómon y se encuentra relacionada con la que
mencionamos anteriormente, el nómon es el poste que arroja su sombra sobre el reloj de
sol. En la antigua India, el nómon era una columna y tenía dos funciones: arrojar las
sombras mediante las cuales se establecían los 4 puntos cardinales y ser una
representación arquitectónica del rey de los dioses, Indra, quien separó mediante
columnas cielo y tierra. Tanto el monte Meru como el Nómon están representados por la
shikhara, la torre central de un templo. Por ello cada vez que se ocnstruye un templo, se
trata de una reiteración simbólica de aquel acto de separación que permite surja la vida.
Mientras el caos primordial esté separado en distintas partes a lo largo de la vertical,
como los reinos celestial, terrenal y el inferior, el mundo podrá seguir existiendo.
También será importante la selección del sitio en donde se construirá un templo sagrado,
por ejemplo la cima de una montaña o un manatial, son focos de la presencia divina;
muchos templos hindúes se erigen en un sangam o confluencia de dos ríos, lugares que
son especialmente favorables. O determinados acontecimientos ocurridos en él pueden
sacralizar un lugar, cosa que también puede conseguirse realizando determinados ritos.
17.
En muchas ocasiones se ha considerado a los edificios como reproducciones, no sólo del
cosmos, sino también del cuerpo humano. Esta correspondencia puede incluso
considerarse como parte de la sacralidad del edificio. El templo hindú clásico se
construye de acuerdo con el vastupurusha mandala, un diagrama de 64 o 81 cuadrados
sobre el que se dibujan la cabeza, el tronco y las piernas del hombre cósmico original
(purusha); las deidades se colocan en diversos cuadrados. Hay un ritual que representa
la plantación en tierra de la “semilla” del futuro templo, en una zona sagrada que es como
un santuario del vientre que luego quedará en el corazón del templo una vez “crecido”.
Existe una interpretación hindú del templo que ve la entrada como una boca, la cúpula
como la cabeza, el florón de remate de la cúpula la sutura del cráneo humano (la parte
blanda del cráneo que se cierra tras el nacimiento) y el santuario como el que alberga el
alma humana. El viaje al santuario es también, por lo tanto, un viaje al interior de uno
mismo.
18.
En el templo hindú la fuente material del poder espiritual no son las reliquias, sino las
imágenes, estatuas por ejemplo, a las cuales se considera como si fueran los dioses
mismos. Las imágenes, al igual que los edificios, necesitan una consagración para pasar
de ser obra humana a ser una realidad divina. Las estatuas hindúes pueden consagrarse
mediante la oración y mediante la ofrenda de alimentos salpicados de agua. En Sri Lanka
y Tailandia, las estatuas de Buda se consagran pintándoles los ojos. Es el momento en
que las infunde el espíritu, un instante tan peligroso que el pintor utiliza un espejo para
que el espíritu no le atrape con su mirada.
Así vemos que si existe una palabra clave para designar el templo indio es la de vastu-
purusha-mandala: mandala o yantra denota un polígono cerrado, un diagrama, cuya
forma esencial es el cuadrado.
19.
Dentro de su significación básica el mandala quiere decir “círculo” y se encuentra muy
vinculado al tantra una de las tradiciones más ancestrales de la India, cuyo origen puede
ubicarse en la civilización neolítica del Valle del Indo (3000-1500 a.C.). Literalmente
significa “trama” y consiste en una filosofía que busca llegar a la verdad y no averiguar
qué es la verdad. Parte de la idea de la bondad humana, de su relación de polaridad con
el universo, y de que el cuerpo es un potenciador espiritual y no un mero receptáculo del
alma, por lo que todo lo que le atañe es estudiarlo en profundidad; por ejemplo la energía
sexual o Kundalini o Shesha “vestigio” del universo destruído y germen de cualquier
creación futura. Es el rey de las serpientes, el nagaraja por autonomasia, que reside en el
Patala (mundo subterráneo).
20.
Es una serpiente mitológica, en forma de cobra colosal con mil cabezas (de las que
habitualmente solo se representan 7 y son lo que se conocen los chakras (rueda) un
elemento fundamental en la cultura india y de su visión cíclica poseedor de muchos
significados, en el caso de la kundalini para los indios el cuerpo se encuentra constituído
por 7 centros energéticos cuya base y constitución es la serpiente o kundalini).
21.
Lógicamente el Tantra se podrá adaptar a cualquier religión menos a las que padecen la
creencia bíblica del pecado carnal; hay hinduismo tántrico, budismo tántrico, jainismo
tántrico,etc. Muchos aspectos de la cultura india tienen su origen en el Tantra, como el
sistema de chakras, la técnica del yoga, la magia (los Grandes Magos del Lamaísmo), los
mithuna eróticos, los mantras y el poder del sonido,etc. El Tantra desde sus inicios está
impregnado de cultos bhakti, que fueron personalizando ideas, creando dioses o
mahavidya (grandes sabios); entre todos ellos reina Shakti y sus advocaciones como
Tara, Kali y Durga. En cualquier caso, todas estas materializaciones forman parte de los
yantras (potenciadores energéticos visuales), que a su vez están protagonizados por el
mandala, en los que formas y colores se utilizan según su poder “empático”, energético y
trascendental.
22.
La forma del mandala es la forma más compacta de la planta de los templos indios, es un
diagrama que representa la estructura del universo y que se utiliza en rituales y como
elemento de meditación. Como plano es el fundamento del templo de los mundos tanto
hindú, budista y jainista. Combina el círculo (significado primitivo del término) que
representa el reino celestial, con el cuadrado, que representa la forma del mundo material
en la tierra. Sus lados están orientados hacia los 4 puntos cardinales, en tanto que un
punto que hay en su centro representa el monte Meru, la montaña cósmica y el eje del
universo. En la meditación, el mandala es el apoyo del viaje mental hacia el centro del
diagrama, o lo que es lo mismo, hacia la iluminación. En la arquitectura se utiliza como
plano base para el templo, de tal manera que el templo reproduce la estructura del
universo y se convierte en un elemento de meditación en tres dimensiones.
Retornando al concepto que analizamos (vastu-purusha-mandala) continuamos con la
significación de Purusha el cual es el Hombre Cósmico, el Espíritu primordial, el origen y
fuente de la Existencia, la Escencia Divina y por último Vastu viene a ser la extensión de
la Existencia, su estado ordenado, contemplado aquí a semejanza del Purusha. Todos
estos elementos interactúan en el templo, en el caso del concepto de Vastu literalmente
es “morada”, existen los textos denominados “shastras” (regla, norma) y para la
arquitectura, así como para otras artes existe el Vastu-Shastra (para la arquitectura
hindú), recreando la vastuvidya (arte arquitectónico) y son el proceso de la construcción
de un templo, desde la elección del lugar (vastu-bhumi) hasta la colocación del vaso
sagrado kalasha, que consagra la obra. Desde un punto general, para completar este
paseo por la estética india existen también los shilpa-shastras (para toda la iconografía
sagrada india, sin distinción religiosa y se refieren a las normas del arte) son interpretadas
por el shilpin y se utilizan para configurar cualquier imagen sagrada.
12.
Llegado el momento en que el centro urbano se hizo necesario. Este debía superponerse
a la naturaleza sagrada, donde residían cantidad de deidades, a las que en ningún caso
pretendían perturbar. El proceso de formación de un centro urbano será lento y
sumamente respetuoso. Sabemos que las principales deidades arias estaban
íntimamente relacionadas con la madre naturaleza. Vayu (dios del viento), Maruts (dioses
de la tempestad), Indra (dios de las tormentas). De ésta manera los encargados de las
trazas urbanas deberán serlo las personas más respetadas, los brahmanes, que de éste
modo aparecen como sthapati o sacerdotes arquitectos. Estos sacerdotes tenían
asignadas varias funciones en la sociedad védica, siendo la más importante la de dirigir
los ritos védicos, que son descritos con gran detalle en Los Vedas.
13.
Los brahmanes eran en definitiva un medium entre los seres humanos y la divinidad.
Brahma, al que se debe el rita u orden cósmico. De ésta forma se encargaron que éstas
competencias exclusivas fueran un auténtico secreto, envolviéndolas en un oscuro paño
esotérico. Así los sthapati utilizaban unos manuales, los ya mencionados vastu-shastras
que pasaban de unos a otros.
El trazado de una ciudad no deja de ser un rito más y como tal encuentra sus orígenes en
los altares védicos de sacrificios. Por lo tanto, debemos suponer que sus legendarias
ciudades fueron construídas siguiendo los textos del vastu-shastra, escritos sobre hojas
secas de palmera.
10. Chaitya Ellora (arriba der.) h. 50 d.C., Ajanta (arriba,iz), Ellora (en medio 2) s.VIII,
Stupa Sanchi
Esta estancia proporcionaba un alojamiento para el stupa, al que el devoto podía
acercarse directamente o, según la costumbre, a través del pasillo que queda entre las
columnas y el muro; se conformaba así el rito del pradaksina. La luz filtrada a través de la
gran ventana sobre la entrada principal, se focaliza en el stupa. (volver a 9) La decoración
se limita a columnas, todas ellas con la base esculpida en forma de cántaro de agua (una
posible alusión a las aguas bajo el cosmos) con un fuste de 16 caras, un capitel
acampanado y, encima una pareja de elefantes transportando figuras masculinas y
femeninas encaradas a la nave y parejas de caballos orientados a los pasillos. (volver a
10)
18. Cabeza de Buda, Gandhara, siglo III d.C., compuesto de cal (estuco)
Uno de los más antiguos Budas de Gandhara se cuenta además entre los más clásicos en
sentido europeo del término. En esta cabeza la simetría y equilibrio, así como el reposo
típicamente griego se combinan con la sensual espiritualidad de la India para crear una
imagen sublime de la serenidad oriental lograda tan sólo, según el budismo a través de la
meditación. Los principales enclaves Kushana se convirtieron en talleres artísticos,
destacando
24. Buda Sedente, Katra, Mathura, siglo II d.C., piedra arenizca, 67.3 cmts de altura
También conocida como Muttra, Mathura es una ciudad de Uttar Pradesh a 60 km de
Agra, cuya fundación se remonta al siglo VI a.C.. Durante el Imperio Kushana fue la
ciudad más importante de la Ruta de la Seda india. Durante el siglo II al V los escultores
de Mathura van a producir un sinfín de esculturas tanto budistas como hinduistas, en su
piedra local característica: una arenisca rosada moteada de amarillo, que tyransmite
alegría y desenfado). El estilo de Mathura puede, por contraste, catalogarse como
puramente indio. Aquí el Buda, o mejor dicho como afirma su inscripción Sakyamuni
(maestro mortal reverenciado que accedió al Nirvana: liberación del espíritu del ciclo de
reencarnaciones y obtuvo la Iluminación) antes de alcanzar la iluminación, sehalla
sentado en la pose yoghi de piernas cruzadas meditando bajo el árbol Boddhi. Su status
está indicado por el trono de leones y los dos ciervos con espantamoscas, su poder
celestial se muestra por los seres celestiales que revolotean en la parte superior y en las
plantas de los pies. Este tipo de imágenes vendrá a ejercer influencia en los escultores de
Gandhara.
25. Boddhisattva, Mathura, Uttar Paradesh, piedra roja, 2.48 mts, h. 123 d.C. *
El estilo escultórico de Mathura a su vez se enfrenta con el eclecticismo de Gandhara,
idealizando conceptualmente las imágenes de la divinidad a través de los shilpa-
shastras, de lo que resultará una etnia suprahumana (no personas bellas y perfectas).
27. Buda enseñando en Sarnath, arte Gupta, piedra, h. 400, 1.6 mts
Tanto las artes de Gandhara como las de Mathura contribuyeron a la cristalización de lo
que vulgarmente se denomina estilo “clásico” del arte indio. Alcanzó la plenitud durante el
siglo III d.C., en el período Gupta, que toma su nombre Chandra Gupta I, coronado en el
320 d.C., en la antigua capital maurya de Pataliputra. Entre las obras maestras de este
estilo, se encuentra un altorelieve con el Buda pronunciando su primer sermón. La
soberbia maestría técnica de la talla podría derivar de la tradición gandharesa, si bien
refinada previamente por una exquisita precisión de detalles y una sensual y sutil
definición de la forma, distinta de cualquier producto occidental. En esta obra gupta el
Buda surge como una deidad de esencia divina, puro espíritu limpio de materia terrena csi
como una luz sin calor. Una figura así se diría producto de la misma meditación que
estaba destinada a suscitar, trascendiendo los sentidos entre los que, para los indios, el
intelecto es uno más. Los símbolos esenciales de las anteriores representaciones de este
tema se habían asimilado y sometido al efecto global: los seres celestes, la rueda, el
ciervo y los discípulos. Las manos delicadamente expresivas del Buda, en uno de los
mudras que conforman el lenguaje esotérico de signos. Al igual que muchas estatuas
indias la figura es inferior al tamaño natural. En pos de una realidad espiritual más
introspectiva, una búsqueda que les inmunizaba de la obsesión occidental por el
naturalismo y el parecido.
28. Interior de Chaitya, Cueva 26, Ajanta, Maharashtra, P. Gupta, siglo V, *
Los escultores indios trabajaban muy a menudo, y tal vez fuera aquí donde alcanzaron la
máxima eficacia, con formatos pequeños, pese a que ocasionalmente pasaran al extremo
opuesto de la escala colosal.
31. Grutas estilo gupta con pinturas murales, Cuevas de Ajanta, siglos V al VII
Las pinturas de los templos rupestres conocidas como “cuevas” de Ajanta demuestran
que la pintura de la época Gupta alcanzó un alto nivel pudiendo igualarse al de la
escultura, y ello a pesar del mal estado de conservación en que se encuentran.
32. Gran Boddhisattva, Cuevas de Ajanta, pintura mural, s.VII
Una de las más espléndidas y menos deterioradas presenta un Boddhisattva bastante
mayor que el tamaño natural y mucho más grande que las numerosas figuras que lo
rodean. La técnica es semejante al fresco: la sup. rocosa fue revestida con una mezcla
de arcilla y otros materiales y sobre esta capa se aplicó cal para absorber los pigmentos
antes del secado; los contornos se pintaron de rojo, rellenándose después con colores,
finalmente la totalidad de la superficie se abrillantó con un barniz. Las formas se definen a
base de perfiles con un uso ocasional del claroscuro para sugerir la corporeidad y no
como medio de plasmación de efectos lumínicos (la línea de la nariz del boddhisattva es
más pálida que el resto de la piel y está sombreada por ambos lados)
Una armonía visionaria irradia de esta pintura. Pese a la abundancia de figuras éstas se
disponen con tanta naturalidad que no producen sensación de apiñamiento. Más que del
“horror vacui” (aversión al vacío) hay que hablar de un anhelo de plenitud.
35. Simhala dirige un ejército montado en elefante blanco, Cueva XVII, sV,
Cuando en el ámbito cultural indio se habla del término “gupta” , éste equivale al modelo
más digno de imitación y de mayor prestigio; es decir, a lo clásico.
En el arte indio, gupta va a significar el máximo esplendor y en el sublime el momento
más intelectual, tanto por la culminación de sus estudios metafísicos como por la
recopilación rigurosa de los sutras (textos budistas) traducidos al sánscrito, que, a su vez,
brilla con escritores de fama mundial como Kalidasa.
Esta era se inicia en el 320 d.C. cuando son unificados los reinos de Gandhara (Indo) y de
Magada ( Mathura, Ganges) bajo el Imperio Gupta que se mantendrá en el poder hasta el
490 d.C.
Un aspecto fundamental por su repercusión histórica-artística es el hecho de que los
gupta no eran budistas, sino hindúes adoradores de Vishnu y, aunque respetan al
budismo como religión oficial, lógicamente va a favorecer también al hinduismo,
patrocinando templos e mágenes de cul hindú.
Por lo tanto, en el arte gupta asistiremos por una parte a la culminación de la India budista
(la subsiguiente historia del arte budista se desenvuelve principalmente fuera de India) y
por otra parte del nacimiento del arte hindú.
2) ARTE HINDUISTA
1. Beata Sita Rama, bronce, S.X, período Chola (esposa fiel de Rama)
Durante el primer milenio de la era cristiana el Budismo, el Jainismo y el Hinduismo, se
desarrollaron en vecindad sin fricciones, participando de las mismas corrientes de
influencia, intercambiando ideas y puntos de vista. Ni los jainitas ni los budistas
practicaron siempre los valores de la no violencia que postulaban – como tampoco lo
hicieron los cristianos – sin embargo, no persiguieron (tampoco ellos fueron perseguidos)
a los adeptos de las otras creencias religiosas y filosóficas múltiples y adogmáticas que
corresponden al hinduísmo. De tal forma que las artes de estas religiones difieren menos
en lo que al estilo se refiere que en si iconografía. Recordemos que el hinduísmo se ha
mantenido hasta nuestros días como la religión de la mayoría de los indios, y su
patrimonio artístico es incomparablemente más rico que el del budismo indio o el jainismo
(que fue siempre una secta relativamente pequeña). También su iconografía es mucho
más compleja, incorporando numerosas figuras de significación polivalente.
3. Siva Mahadeva, Templo de Siva, Isla Elefanta, 5.44m de altura, siglo VI, piedra
Como decíamos la trinidad ortodoxa hindú está formada por Brahma, el creador, Vishnu,
su conservador y protector y Shiva, el destructor y regenerador. Dado que su sustancia
es la misma, sus funciones son intercambiables y cada uno de ellos posee en potencia la
de los otros dos. Shiva también es representado a su vez como un trimurti o trinidad, tal
como aparece en esta escultura en arenisca esculpida en el sitio, en la cueva de Shiva, en
la isla de Elefanta, un santuario rupestre. Esta tríada parece brotar del suelo desde un
huevo tenebroso situado al lado opuesto de la estrada al lugar. Un severo perfil
masculino coronado por una cobra y una calavera se ve compensado del otro lado por el
complemento femenino, suavemente modelado. Connotan respectivamente los principios
masculino y femenino, destructor / creador. Al centro se encuentra el rostro del Absoluto
abstraído y andrógino, quien resume los dos complementos a su lado.
Esta imagen tan contrastante con las deidades antropomórficas simples de Occidente,
proporciona una forma concreta al misterio del desdoblamiento del Absoluto.
14. Gran Templo de Bhuvanesvar, Templo de Brameshara, complejo iniciado entre siglo
VII-VIII, este templo concluído hacia el 1075
La torre en forma de colmena que constituye el rasgo más prominente de muchos
conjuntos sagrados indios, como el de Bhuvanesvar al norte del país, va a denominarse
sikhara, cuyo significado es “cumbre”. Las dimensiones de estos edificios estaban
determinadas por una escala de proporción matemática muy elaborada referida a la
mística numérica del universo. La elegancia de este templo se hace eco con las cuatro
pequeñas torres en las esquinas. Esta torre es un ratha vertical. Revisando los aspectos
cosmológicos del templo podemos observar que el plan de elevación se encuentra
ubicado hacia el este. Su planta está basada en un módulo rectangular, el santuario está
ubicado al centro del cuadrado más alto. Este diseño reproduce un patrón clásico
cosmológico. El corte muestra de qué forma las enormes estructuras del techo
empequeñecen los espacios internos. La forma clásica del gran templo hindú se
desarrolló durante la Edad Media (h. 500-1500), en el mismo período en que en Europa se
construían las grandes catedrales. A pesar de las enormes adiciones y complejidades, los
templos siguieron la misma estructura básica de los primeros. La casa-vientre contiene
un santuario central (vimana) en el que se encuentra entronizada la deidad principal.
Justamente encima de esta cripta se levanta el shikhara que representa el monte Meru
como centro del universo. El templo se encuentra rodeado por una galería o sendero para
poder circunvalarlo y normalmente suele tener una sala de reunión adjunta (mandapa).
En el templo hindú existen dos tradiciones principales: la tradición de Nagara
(septentrional al norte) y la tradición Drávida (meridional al sur). El ejemplo que
observamos se remite a la tradición de Nagara: se destaca por su desarrollo de la
imagen de la semilla acostillada de una planta medicinal, la amala, que simboliza la
fertilidad, la salud y los procesos vitales fructíferos. Inicialmente utilizada para coronar
las columnas sin remate, esta semilla aumentada de tamaño, llegó a proporcionar la forma
principal de la techumbre del templo, superpuesta a su eje central. Bajo ellas se agrupan
otras torres y santuarios, proporcionando soporte arquitectónico para esta imagen de
fertilidad y de los ciclos eternos de la vida.
15. Brihadisvara, tradición drávida *
En la tradición meridional la forma primaria es un pabellón peristilado con techumbre a
modo de tonel. En torno a uno mayor, ase agrupan otros pabellones menores formando
las gradas de una estructura piramidal. Los servicios y festividades tienen lugar en los
templos hindúes en fechas propicias, pero los fieles pueden entrar en ellos para hacer sus
ofrendas en cualquier momento. Las deidades del exterior son las protectoras de la
localidad y son más accesibles que las del interior. Este es el vimana del complejo de
templos en este lugar está la cripta, que po lo general se encuentra detrás de una celosía
o puerta. Es ahí donde los fieles hacen sus ofrendas de flores, arroz, fruta o dulces y
donde el brahman devuelve algunas de estas ofrendas como prasad, la bendición del
dios en forma de comida sobrante.
25. Vimala Vasani, Monte Abu, Templo Jain, ciudad sagrada, h. 1032
En tanto el arte hindú alcanzó sus máxima expresión en Khajuraho, algunos de los pocos,
en un inicio, templos jainitas son distinguibles del complejo. La arquitectura del jainismo
tiene que ver mucho con la expansión misma de su religión, el resultado ha sido una serie
de edificaciones que datan del siglo XI al XIV. Los devotos a Mahavira adoptaron las
formas hindúes y muestran su prosperidad construyendo todo o parte de sus edificios con
magníficos y suntuosos materiales. La entrada a este templo situado en el Monte Abu
posee un falso domo sostenido por soportes. Observamos una madapa (pabellón, sala de
oración destinada a los fieles) de forma octogonal, los pilares maravillosamente
esculpidos sostienen a su vez el domo decorado con 16 ninfas celestiales. El dintel se
encuentra reforzado por sostenes, utilizando un ingenioso sistema de soportes
triangulados que compensan los delgados arcos.
32. Shiva: “El que mira hacia el sur”, siglo XII / Krishna adolescente Siglo XIII, P. Chola,
bronce
El reino de Cholamandalam se extendía no sólo por la costa sudoriental de India, llegó a
conquistar Orissa y Bengala, y estableció colonias ultramarinas en el norte de Sri Lanka,
Malasia, Shrivijaya (Indonesia, reino establecido en Sumatra) y las islas Andaman y
Nicobar; para controlar este auténtico imperio se creó la armada en el puerto de
Nagapattinam, y, por primera vez en el sur de la India, se redactaron crónicas históricas.
Retomando este período dentro del contexto artístico, debemos tener en cuenta que los
chola eran unos fervientes devotos del dios Shiva, y para extender su culto le dedicaron
himnos exclusivos (Tervaram) y danzas (Bharata Natyam Shastra), le construyeron los
mejores vimanas (santuarios) todos ellos plagados de esculturas danzantes, y definieron
una iconografía que todavía hoy sigue vigente: el Ardhanarishvara o el Andrógino,
Parvati, la doncella Uma y por sobre todo…
3. Imagen de bailarina negra Mohenjo-Daro o Harappa (culturas del Valle del Indo)
Se dispone de poca información acerca de las antiguas tradiciones musicales de la India.
Mucho antes de las invasiones arias, origen de la cultura védica, existía una rica tradición
musical protoshivaíta
3. Texto antiguo en sánscrito o una miniatura bien antigua india (Música de fondo)
Durante el período védico ya podemos contar con ejemplos de himnos, en particular los
del Sama Veda fruto de la unión de toda una tradición prearia con la aria, lo mismo
sucede con los Rig-Veda en donde ya se indica la melodía que puede adaptarse a las
estrofas y utiliza signos de notación sumarios. (Himno Védico No 3 / No 7) . Este último
aspecto referente a la escritura sorprende sobre todo cuando estamos ante todo
estudiando una cultura musical que se funda primordialmente en la improvisación musical.
El sistema actual (que ya existía en la época de Buda) no se ha utilizado en absoluto en la
música clásica sino para ayudar a la memoria de los músicos a volver a encontrar las
formas melódicas características con que habrían de nutrir sus improvisaciones.
5. Imagen de músicos
Debemos distinguir en la India dos categorías de música, a las que corresponden dos
métodos y dos actitudes musicales. La primera llamada marga (“el camino”), se funda en
las leyes invariables de la música celeste (gandarva) y puede conducir al moksha o
nirvana: esta es la unión de la tradición autóctona proshivaíta y las védicas, lo cual
conformará el período clásico en la música india. La segunda llamada deshi (“regional”),
sin implicación metafísica, varía según las comarcas: de ella proceden los floclores y las
músicas tribales, que adoptan sistemas netamente diferenciados, ligados, sin embargo, a
las grandes tradiciones. (Buscar ejemplos de ambas)
7. La Vina
Gran laúd (sur) o cítara (norte) con 7 cuerdas, es el más antiguo de los instrumentos de
cuerda todavía en uso en India. La vina del sur se compone de una caja redonda (casi
semiesférica) y un resonador en calabaza fijado al mástil, hacia la extremidad superior; la
vina del norte no tiene caja, sino dos resonadores en calabaza, fijados bajo el cuerpo de
bambú del instrumento.
8. El Sitar
Es un gran laúd con caja hemisférica y un muy largo mango o mástil con puentes móviles.
Su origen se remonta probablemente al siglo XV (el setar persa), pero sólo se adoptó su
forma actual en el siglo XVII. Tiene seis o siete cuerdas principales (dos de ellas de
bordón) y una veintena de cuerdas que vibran por resonancia y que pasan generalmente
por debajo de los puentes o trastes. Los vina y sitar utilizan para la ejecución de los
glissandi y de los ornamentos una técnica muy particular que consiste en tirar de las
cuerdas de lado.
9. Sarode
Especie de sitar de exquisito sonido, de mástil más corto cuya caja de tensión a una piel
sobre la que apoya el puente. Ali Akbar Khan el maestro de Ravi Shankar es el más
ilustre sarodista de nuestro tiempo.
10. El Tampura
es un laúd de 4 cuerdas, de forma análoga al sitar, pero de factura más rudimentaria.
Desde el norte hasta el sur es el elemento fundamental del acompañamiento del canto y
nunca tiene un papel melódico.
11. La Saragi
De la familia de las violas, es el principal instrumento de arco de la India. Su forma varía
de Norte a Sur, pero sus caracteres esenciales son casi constantes: mástil corto y muy
ancho, sobre el que se tienden tres o cuatro cuerdas principales que se tañen con un arco
curvo, y trece cuerdas situadas bajo las cuerdas principales. La caja es rectangular en el
sur y redondeada, en forma de laúd al norte.
12. El Shahnai
Es un instrumento de viento de la familia de los oboes, con una calidad de sonido
admirable. Su cuerpo cónico, perforado de orificios, está provisto en una extremidad de
una boquilla doble de caña y en la otra un pabellón de metal.
13. Flauta
En la India existen una gran cantidad de flautas de todas clases, y una de las más
importantes es la murali, flauta traversa de bambú que, según la leyenda,sería el
instrumento de Krishna.
15. Instrumentistas
La improvisación que constituye el principio esencial de la música clásica india.
Necesariamente se inicia con un largo preludio sin ritmo (alap) (ejemplo), que tiene la
misión de introducir al oyente en el universo del raga elegido, de hacer que descubra su
esencia. Es una parte difícil y capital de la improvisación, ya que a cada raga a cada
intervalo, a la relación de cada sonido con la tónica, está ligada una carga emocional que
el músico ha de revelar de antemano al oyente si quiere ser comprendido luego. El
concepto de “emoción” en la música india, dado su carácter sagrado, es esencial y es
poseedora de 8 arquetípicas emociones con sus correspondientes deidades y colores: por
ejemplo Shringar – Amor – Vishnu – Verde luminoso; o Adhuta – Maravilla – Brahama –
Amarillo. Teóricos más tardíos están de acuerdo en agregar unos más: Rasa – Shanta –
Serenidad – Naraqana – Blanco. Estos y otros mencionados con respecto a la plástica,
son los prototipos de la escala de emociones que el arte en todo sentido debe provocar.
DANZA
1. Bailarina
En la India la música es un concepto inseparable de la danza. Aparte de las diversas
variedades de danzas floclóricas tradicionales, en la India existen 5 danzas consideradas
como clásicas: bharato-natyam, kathakali, odissi, manapuri y kathak. Las referencias más
antiguas de estas danzas se encuentran en la literatura india, en el Mahabharata y en el
Ramayana, en estos textos se detallan las danzas tanto de Shiva como de Krishna.
2. Shiva Nataraja
Shiva, como ya lo hemos visto danza con su pequeño tambor (damru) con el cual baila su
danza de la creación al ritmo de su tambor. Este detalle nos indica que la danza india sin
ritmo es imposible de realizar.
En la India tanto el ritmo como el sonido son considerados y venerados como símbolos de
la creación
Existen dos tipos de danzas contrastantes – la danza pura (nritta) y la danza programática
(nritya) – en las cuales se relata una historia o se expresa una disposición de ánimo. En
ambos casos tanto el ritmo como el sonido son indispensables. El primer tratado de
danza es atribuído a Nadikesvara (h. el siglo III d.C.) quien en su Abhinaya-darpana
discute las posturas (hasta y mudras) tanto de manos o pies, así como su movimiento.
Ya hemos estudiado los valores estéticos considerados para las artes plásticas y la
música en la India, recordemos por ejemplo el concepto de “rasa” (gusto) y la evocación
de estados de ánimo (rasvastha). En el caso de la danza podremos apreciar que esta
puede considerarse como privilegiada: ya que combina en sí misma las características de
todas las artes.
El cuerpo de la bailarina es visto como una personificación de estructuras, de hecho el o
la bailarina son considerados como esculturas en movimiento. De acuerdo a esto el
cuerpo humano consiste en dos secciones básicas: la sección mayor contiene los brazos
y piernas, cabeza y torso; la sección menor el rostro.
En el arte indio se encuentra basado en una estructura del esqueleto estereotipada. Es
en este contexto la división de los conceptos de nritta/nritya es cuando revelan su
importancia.
En nritta la abstracción escultórica domina los movimientos, mientras que nritya se
concentra por la artística y total expresividad del rostro. La interacción entre ambos tipos:
lo estructural / escultórico y lo dramático / emocional proveen la peculiar característica de
la naturaleza de la danza clásica de la India.
Las danzas pueden corresponder tanto a categorías masculinas como femeninas, sin
embargo cuando la temática envuelve un concepto más universal como el amor, la danza
expresa este sentimiento a través de la interacción de ambos sexos.
Dasi Attam o como se le denomina hoy día Bharata Natyam (Danza de la India), es un
tipo de danza clásica que originalmente era bailado por bailarinas de templos del sur de la
India, en donde se conserva con la mayor pureza la tradición y donde los conceptos de
nritta y nritya son ejecutados juntos, con el más elaborado ritmo de los pies, enfatizado
por las pulceritas con campanas atadas a los tobillos de las bailarinas. Estas danzas
poseen siete partes incluyendo la recitación de un verso en sánscrito, en cierta forma
estas danzas pueden bien considerarse como danzas-teatrales o dramatizadas, algunas
de estas son el Kucripudi Yaksu-gana o el Kutiyattam. El acompañamiento de este tipo de
danzas consiste en tambores, címbalos y cantantes /declamadores, sin embargo otros
instrumentos, en particualr en el sur de India, como la vina, el violín, la flauta o el clarinete
bien pueden forman parte de la representación.
TERCERA PARTE
EXPANSION DEL ARTE INDIO: ASIA SUDORIENTAL
1. Mapa Indonesia
Los estilos del arte indio se esparcieron por el sureste de Asia y el archipiélago Indonesio
con el alborear de las religiones indias. El budismo fue la primera religión proselitista, la
primera en ofrecer la salvación al conjunto de todos los seres humanos y en romper con el
culto a las divinidades populares y de la carácter privado. El emperador Ashoka envió
misioneros a predicar su doctrina pacifista a los reinos helenísticos del oeste. Mucho
mayor éxito tuvo su hijo, enviando a propagar el budismo a Sri Lanka, donde fue
prontamente adoptado como culto oficial en su forma del hinayana o teravada, en que ha
sobrevivido (al igual que en Myanmar (Birmania) ) hasta la actualidad.
La expansión subsiguiente fue facilitada por el desarrollo del mahayana, con sus
bodhisattvas, mientras que los cultos hindúes de Vishnu y Shiva, los cuales funsionaron la
piedad del pueblo con su metafísica trascendental, se propagaban en la misma dirección.
Sin embargo, no hay ninguna traza de provincialismo en la arquitectura y escultura budista
e hinduísta de estas regiones, conocidas con frecuencia como la Gran India. Los estilos
originados en la India adquirieron un vigor expontáneo y se desarrollaron con bastante
independencia, especialmente en Java y en el territorio Khmer, así como en el Tibet.
3. Los templos en la altiplanicie Dieng, plano del grupo Arjuno: planta y alzado del grupo
Arjuno (izquierdo), planta y alzado del Candi Arjuno con el templo secundario Candi
Semar situado enfrente (derecha). *
Las construcciones son relativamente pequeñas, hechas sobre un suelo pantanoso,
siguen todas un mismo esquema: sobre un fundamento cuadrado se erige una planta más
pequeña (patio interior del templo) que está abierta en dirección oeste, lo que podría llevar
a pensar que se trata de un templo funerario. La corona del techo se extiende hacia atrás
de forma escalonada y es una réplica reducida de la forma del patio interior con lingam o
stupas. El interior del patio es un cubo hueco bajo un tejado en forma de pirámide también
hueco. En cima de la entrada al patio se encuentra una escultura con la cabeza de kala
(hijo de Shiva), un motivo al que se recurre una y otra vez. Es una cabeza de demonio
protectora que, como guardián del umbral, protégé a lo más sagrado. Enfrente de los
templos propiamente dichos hay un templo secundario cuya función no está clara. Quizás
sirvía de morada para los sacerdotes o era un lugar para almacenar objetos de culto.
Todos los templos estaban consagrados a los dioses principales del trimurti. El único
templo que muestra este trimurti es el de Candi Srikandi, aunque hay que decir que no
están en buen estado de conservación: en el sur está Brahma, el creador, en el norte
Vishnu, el protector y en el este está Shiva, el destructor y renovador. Existirán otros
templos de importancia como el de Bima ya que posee un estilo más maduro.
8. Relieves, Borobudur
esta se refuerza con los cerca de 1300 bajorelieves hechos en basalto que describen la
vida entrera del Buda humano, en un intento aleccionador de que la salvación sí es
posible). La última esfera es arupadhatu (la esfera de la falta de forma) en donde no
encontramos ya imágenes y formas, de la liberación del sufrimiento humano. Es el círculo
de lo absoluto donde las imágenes de los Budas permanecen dentro de los stupas
agujereados.
BALI
1. Templo Pura Taman Ayun, Bali *
Después de principios del siglo XVI tuvo lugar en la isla de Bali un desarrollo cultural
independiente. Anteriormente ya existía aquí una cultura hinduista que se intensificó aún
más con la boda a finales del siglo X del príncipe balinés Undayana y de una princesa de
Java Oriental, hija del rey Sindok. La historia de Bali está marcada por las conquistas por
parte de reinos de Java Oriental. Java ejerció su influencia sobre todo en la región
situada en el sur de Bali, que representa el Bali “original”, y el sur, que estuvo influído por
la religión hindú javanesa.
En ningún otro lugar de la tierra existen tantos templos como en Bali; su número se estima
en 20.000. Hay templos familiares, otros compartidos por varias familias, algunos para
zonas de dominio individuales, templos para todo Bali y los tres obligatorios que
corresponden a cada aldea. Cabe recalcar que los templos de Bali no son edificios, son
espacios libres en lugares santos venerados desde hace mucho tiempo. Allí se
encuentran las grandes sillas y tronos de piedra y madera en los que posan los dioses
invisibles cuando el sacerdote los llama.
Cada aldea, como apuntáramos posee por lo general tres templos que están situados a lo
largo de un eje orientado de montaña a mar, en el que la o las montañas se consideran la
morada de los dioses y el mar la morada de los demonios. La dirección que va hacia la
montaña (kaja) se considera que es la de la pureza y la de carácter divino, mientras que
la dirección que hacia el mar (kelod) simboliza lo impuro y demoníaco. Estas fuerzas
antagónicas deben hacerse compatibles ofreciendo de igual modo sacrificios a las fuerzas
benignas como a las malignas. Esta es una de las diferencias fundamentales con la
religión cristiana: a ningún cristiano se le ocurriría ofrecer un sacrificio al demonio. El
templo que siempre está situado de cara al mar en las afueras del pueblo, cerca del lugar
del lugar del entierro y la incineración, se denomina Pura Dalem. En este lugar se llevan
a cabo sacrificios para los seres del mundo subterráneo. El Pura Desa es el templo
central de la aldea en el que generalmente tienen lugar las ceremonias religiosas y lugar
de reunión de la comunidad. El Pura Puseh siempre está ubicado de cara a la montaña
de la aldea. En este centro ritual de la aldea se hacen sacrificios para las fuerzas divinas
del mundo celestial.
4. Torre puerta con cuatro rostros del bodhisattva Lokesvara, Camboya, último cuarto del
siglo XII al primer cuarto del XIII, Puerta sur del Bayón, Angkor Thom *
Angkor la “maravilla” de la jungla se impone y cautiva a quienes un destino favorable
acerca a este misterioso lugar. Impresionado por la espiritualidad del incomparable
conjunto de obras arquitectónicas, ruinas y vegetación, uno se pregunta menos por la
descendencia cultural y étnica de la cultura que creó los monumentos de la jungla que por
los motivos de la desmesura arquitectónica. Según la leyenda, el poderoso reino jemer
tuvo su origen en la unión conyugal entre Kambu, un asceta y Mera, una ninfa divinizada.
Los Kambuya, hijos de Kambu dieron nombre al país. Durante miles de años Indochina
estuvo aislada del resto del mundo y sólo periféricamente mantuvo relaciones con sus
poderosos vecinos la India y China, que descubrieron este país no antes del primer
milenio para difundir ahí sus creencias y tendencias artísticas.
5. Prasat Kravanh (Arriba der.), 921, ladrillo; Baksei Chamkrong (pirámide escalonada de
laterita con un prasat (santuario torre) iz. abajo), 900-921; Relieve en ladrillo de Laksmi
(derecha), diosa de la felicidad y belleza esposa de Vishnu, h. 925, Prasat Kravanh
El precedente inmediato del reino de Angkor fue la dinastía del sol Chen-la, surgida de la
ya mencionada unión entre Mera y Kambu. Los vínculos entre escultura camboyana y el
arte indio son tan lejanos como para que se diera la extraordinaria combinación de dos
divinidades Vishnu y Shiva. Sin embargo, la ocupación Khmer o jemer procedente del
norte de la región y que abarcó la totalidad de la península Indochina, trajo consigo
notables cambios. Los gobernantes jemer alternaron el culto budista con el hindú (como
sucediera en Java); llegando a cambiarse a veces una religión por otra durante un mismo
reinado; al someterse ambas doctrinas a un mismo uso político fue suficiente un único
estilo. Para los jemeres fue importante el reinado de Indravarman I (877-889) por sus
conquistas y su iniciativa para la creación de un gran imperio. Mandó construir el
santuario hindú de Bakong (probablemente inspirado en Borobudur) construcción que nos
permite datar en el 881 la constitución de la ciudad de Angkor. Los demás sucesores de
este mandatario construyeron toda una serie de templos como los que observamos, el
prasat (santuario) de Kravanh (921) en un buen estado de conservación y el Baskei
Chamkrong (900-921) es una pirámide escalonada clásica de laterita con una santuario o
prasat de ladrillo y es la expresión simbólica del templo montaña. El de Kravanh también
era de ladrillo y tenía dispuestas cinco torres en línea recta. En el interior del santuario
hay relieves de ladrillo, entre ellos una bellísima representación de Laksmi. Tras un breve
período de unos 20 años de duración en que la capital del reino fue Koh Ker, al norte de
Angkor, Rajendravarman II (944-968) fijó de nuevo su residencia en Angkor.
6. Buda Meditando, Relieve de Anghor Thom, 1200-1220
Cada mandatario, por lo general, se proclamaba Devaraja o “Rey Dios”, la encarnación de
un bodhisattva o avatar de una divinidad hindú, una idea totalmente extraña al
pensamiento indio. Sin embargo, la uniformidad es uno de los caracteres más distintivos
del arte jemer. Cientos de relieves y estatuas exentas se esculpieron con los mismos
rasgos, pero, pese a su alto valor estético, estos relieves, en particular carecen de
espiritualidad, es decir parecen poseer un carácter meramente estético sin lograr
trascender su propósito real.
8. (3) Torre puerta con cuatro rostros del bodisattva Lokesvara, siglos XII-XIII *
Fue construido sin mortero, uniendo enormes bloques de piedra por medio de grapas de
hierro, mientras que los techos de las galerías se resolvieron a base de falsas bóvedas.
10. Bayón
En efecto, se trata de una enorme flor en cuyo centro se alza sobre los patios interiores la
torre central, de 43 mts de altura. Además de esta torre hay 16 torres grandes y 40
pequeñas; cada torre posee un rostro en cada uno de sus lados. Cuatro rostros, ocho
ojos, y así en todas las torres, escrutan, abarcando el mundo, el horizonte más lejano, lo
visible y lo invisible. Como el ojo del sol hace madurar la tierra, los ojos de Bayón
mantienen el mundo en equilibrio y determinan que el sol y la luna permanezcan en su
órbita. Efectivamente, la vista significa dominio y poder, la vista es inmortalidad alcanzada
a través de la representación. Se dice que las cabezas de las torres poseen los rasgos de
Jayavarman VII cuya compasión era tan grande que compartía los sufrimientos de sus
súbditos, por cuyo bienestar velaba con sus múltiples ojos más allá de la muerte. El
Bayón posee por lo tanto una significación astrológica, pues como hace mil años los
jemeres creen en los augurios, en los presagios y en el mal de ojo.
12. “Guardián Mono” (Hanuman), estilo Anghor, piedra arenisca, 88.6 X 50 X 41 cmt, 967
*
Escultura de Ganesha, piedra arenisca, 63.8X24.2X21 cmts, Camboya o Tailandia *
Su estética se encuentra centrada en la expresión de la estilización y representación
sobrenaturales. En el Extremo Oriente la colocación de “animales vigilantes” o seres
mitológicos como vigilantes en los templos tiene una larga tradición: leones, elefantes,
Ganesha, seres con partes de elefantes, águilas y mounstruos acuáticos, son figuras
exentas, generalmente grandiosas, que se encuentran en el recinto de los templos. Los
naga (“serpientes” representadas como cobras de varias cabezas), los Kala (“del color de
la noche”, mounstruos míticos que devoran al tiempo) y los garuda (aves míticas en
guerra constante con los naga”) están incomparablemente integrados a la arquitectura.
13. Batido del mar de leche, Angkor Vat, siglo XII, relieve piedra *
Hasta cierto punto son un descubrimiento jemer las figuras y los relieves escultóricos de
las apsara (“las que se deslizan sobre el agua” , ninfas celestiales nacidas del batido de
mar de leche). Con las cinco torres de Angkor Vat son un símbolo de la cultura jemer. En
el arte jemer la figura femenina es de lo más “atractivo”. Como estuvo secularmente
vinculada al primer estilo Sambor, la escultura del período angkoriano (siglo XII) se
conoce en general con el nombre de clasicismo jemer. En el período del Bayón (siglo XIII)
la escultura adquiere rasgos más individualizados, aunque también presenta unas
proporciones más toscas y un adorno corporal más acentuado.
TAILANDIA
1. Vat Mahathat, Sukhothai, Tailandia, 1345 *
Tailandia ocupa la mayor parte central de Indochina, un lugar preferente entre Malasya al
sur, Laos al nordeste y al este, Myanma (Birmania) al noroeste y oeste y Camboya al
sudeste. Antiguamente conocida como el reino de Siam, uno de los rasgos más
significativos de este país respecto a los restantes que componen el Sudeste Asiático, el
Asia Insular o la propia Asia Meridional, es el hecho de que escapó siempre de la
colonización europea, ya que el antiguo reino de Siam supo aprovechar las querellas
intercolonialistas de franceses e ingleses para sustraerse a la dominación europea. Bien
puede considerarse al reino de Siam como el período de apogeo del arte tailandés, duró
200 años, del siglo XIII al XV. Antes, y también en coincidencia temporal (siglos VII-XIV),
el este, el noreste y el centro de Tailandia estuvieron marcados por el arte de los
poderosos jemeres, cuya influencia artística fue determinante y comenzó con el reinado
de Suryavarman I (1002-1050). Específicamente el estilo Chiang Mai se constituye en el
inicio de un arte thai idependiente. Una diferencia fundamental entre el arte thai y el arte
jemer, es la interpretación del rey como dios entre los jemeres, que lo veneraban en
consecuencia. Por el contrario, los monarcas Skhothai estaban “cerca del pueblo” y sus
súbditos tomaban parte en todos los ritos y fiestas religiosos que en los reinos jemeres
estaban reservados a la élite.
La fusión equilibrada de las diversas influencias sufridas por esta cultura se concretan en
el corazón del reino ubicado en Vat Mahathat de Sukhothai, que estaba rodeado por un
río artificial y por un muro, símbolos respectivamente del océano cósmico y de la pared
fronteriza del universo. En esta imagen estas estatuas son unas de las pocas esculturas
que se conservan de la época fundacional del “vat”. El Vat Mahathat significa una reliquia
de Buda, este es el santuario más importante y se encuentra al centro de la ciudad
rectangular de Sukhothai. Las 9 torres existentes en la plataforma alzada se interpretan
como símbolo arquitectónico del monte Meru (Kailasa) y de sus alrededores.
2. Vat Mahathat, parte de complejo principal con “madapa” o vestíbulo abierto, pabellón o
templo en forma de tienda, 1345 *
El templo o cedi (sinónimo de stupa o santuario) destinado a las reliquias de Buda (un
pelo y un hueso de la nuca), que según la tradición procedían de Sri Lanka, fue concluído
por el rey Lo Thai. El santuario principal es una obra maestra de la “fantasía
arquitectónica” siamesa, con las 9 torres ya mencionadas y coronado por el singular cedi
del loto, este complejo sacro une simbólicamente la superioridad política de Shkothai con
una elegancia artística en la cual prima el eclecticismo: la torre central está rodeada por 4
cedi más pequeños en el estilo de Srivijaya proveniente de Sumatra (una isla en
Indonesia) en alternancia con los 4 prang (stupa de estilo jemer en forma de mazorca de
maíz. En los prangs aún quedan restos de la primitiva decoración en estuco y algunos
relieves con representaciones monásticas.. El punto culminante en el interior del vat era
una alegoría del mítico monte Meru, que se encontraba en el centro del universo. Todavía
se encuentran entre las ruinas algunas estatuas sedentes de Buda originales, así como
también monumentales estatuas de Buda de pie en actitud benevolente, éstos confieren al
conjunto un aspecto estético mítico muy fuerte.
4. Estatua de Guardiana, Vat Pra Keo, Bangkok, Tailandia, recuvierta de oro, 1782 *
La historia del reino de Ayutthaya estuvo marcada por contínuas luchas políticas y por
guerras con el reino de Birmania. El año de 1767, tras la larga serie de asedios de los
400 años anteriores, tuvo lugar la derrota, con la consiguiente decadencia, de Ayutthaya,
que los birmanos incendiaron y destruyeron hasta el punto de que su reconstrucción fue
impensable. El reino de Siam se extendió entonces hacia el sur, primero hasta Thonburi y
después hasta Bangkok, que en traducción libre quiere decir: “ aldea pantanosa de los
olivos silvestres” aunque el epíritu de los thai no se exteinguió en Ayutthahaya. En
Bangkok la nueva capital podremos apreciar la última fase del estilo thai que se prolongó
hasta finales del siglo XIX. El general Chakri fundó en 1782, con el nombre de Rama I
(1782-1809), la dinastía Chakri e inmediatamente aprobó un amplio programa de
construcciones.
5. El Templo Real del Buda Esmeralda, Vat Pra Keo, Bangkok, Tailandia, iniciado en 1782
Se construyeron en particular templos, que el soberano enriqueció con estatuas de Buda
que mandó buscar en el reino devastado para llevarlas a Bangkok. Los techos y
frontones terminan en llamas y cuernos que son un lejano recuerdo de la serpiente Naga,
y los colores vivos y claros crean una suntuosa decoración en la que es notable la
influencia china. Al respecto, esta última infuencia mencionada, debemos reconocer que,
pese a que la dinastía reinante deseaba hacer una recreación viva de lo que fuera
Ayutthaya, ya para esta época podremos apreciar más bien un nuevo y sincrético
constraste debidas a las influencias tanto chinas como europeas. Sin embargo, como lo
podemos apreciar en el caso de los tejados con sus pináculos, pese a que estos nos
puedan parecer inequívocamente de influencia china, poseen una personalidad propia
tailandesa.
MYANMA (BIRMANIA)
1. Skwe Dagon, Rangún, Birmania *
Myanma, nombre oficial que sustituye la antigua denominación de Birmania, es un país
del Asia monzónica y punto de intersección entre dos áreas geográficas dispares del sur
asiático: la península de Indochina, que se constituye en el eje central del Sudeste
Asiático , y el subcontinente indio, centro de irradiación del Asia Meridional. Dado su
carácter de horizonte de transición, Myanma presenta rasgos geográficos, culturales,
étnicos y sociales de ambos mundos. Antes de que tuviera lugar el esplendor de lo que
denominaremos propiamente la primera dinastía birmana, conocida como cultura de
Pagan, esta región estuvo habitada por un pueblo denominado pyu entre los siglos V y
finales del IX cuando se cree que éstos fueron dominados y esclavizados por Yunnan una
provincia china, surgiendo de esta forma la injerencia en birmania de los pueblos y la
cultura mon (pueblo originario de China occidental) quienes antes del régimen thai, desde
el siglo XIII también tuvieron parte en el dominio de Tailandia al lado de los jemeres. Los
mon de Suvannabhumi en Birmania meridional y los mon de Dvaravati desarrollaron sus
propios medios de expresión artística, sobre todo en forma de estatuas de Buda de
tamaño natural, antes de quedar totalmente asimilados a la cultura birmana. La aportación
fundamental de los mon a la historia cultural de Birmania consistió ante todo en su
proclamación del budismo theravada.
2. Trabajo de marquetería (detalle), Vat Xieng Thong, pared lateral del sim, Luang
Prabang, Laos, 1559 *
Laos posee la carcterística de encontrarse entre ese tipo de países limítrofes fuertes y
poderosos, sin embargo, este país durante su historia sufrió innumerables invasiones:
China, Siam, Birmania, Vietnam y los jemeres dominaron el país y dejaron huellas claras
en la cultura laosiana. En 1345 Laos puede considerarse como independiente y forma el
reino de Lane Xang: “país de los millones de elefantes y de las sombrillas blancas” – se
extendía desde el norte de Camboya hasta la frontera sur de Yunan y desde Siam al
oeste hasta el reino de Dai-Viet (Vietnam) al este. Su primer soberano fue Fa Ngoum
(1335-1373), quien se educó en la corte jemer de Angkor y estableció en Luang Prabang
la capital del país en 1353, declarando al budismo theravada como la religión oficial. A
partir de este momento comenzaron a desarrollarse tanto un arte como una cultura
específicamente laosianas.
3. Vat Xieng Thong, Hor Latsalot, capilla fúnebre. Luang Prabang, Laos, 1559 *
Sin embargo, los únicos restos que han llegado hasta nosotros datan del siglo XVI, pues
las incursiones birmanas y thai supusieron una enorme devastación y ruina para, en este
caso, las manifestaciones artísticas laosianas. No obstante las reconstrucciones, llevadas
a cabo con fidelidad a los originales, han permitido salvar documentos de los primeros
tiempos de esta cultura. Además los edificios son mayoritariamente en madera y por
tanto corren el peligro de un rápido deterioro, en tanto que los saqueos de los invasores
hicieron lo demás. Como ya lo hemos estudiado, el arte del Extremo Oriente posee un
carácter marcadamente religioso, pero laos no alcanzó a obtener el rango de una cultura
muy desarrollada como los jemeres o la de los thai. Usualmente encontramos la razón de
esto al enterarnos de que el arte de Laos usualmente se estudia como un apéndice del de
Tailandia, con quien mantiene extrechas relaciones. Ambos países se alimentan de las
mismas fuentes, sin embargo Laos desarrolló un sentido ornamental propio, que nos hace
parecer su arquitectura como una frágil joya por lo que se ha denominado su “vuelo de
altura” arquitectónico y que floreció en particular en Luang Prabang y en Vientiane. Un
ejemplo claro de esto es esta pared exterior decorada con tallas en madera dorada, que
representa escenas de la epopeya Ramakien.
5. Vat Xieng Thong, frontón del sim (santuario principal y sala de ordenación en un
complejo de templos de Laos. Lugar reservado a los monjes), Luang Prabang, laos,1559 *
La ciudad real de Luang Prabang se encuentra en el “triángulo de oro”, entre montañas,
en el curso superior de Mekong. Esta es una ciudad casi mítica y extraordinariamente
interesante y fue en sus tiempos la ciudad preferida de los colonizadores franceses.
Según la leyenda, en este lugar, designado con el nombre de Xien Thong (ciudad de
moreras), residían antiguamente dos ermitaños. Nótese que el nombre anterior de Luang
Prabang era Chawa, traducible por Java. Actualmente debido a sus expléndidos
monumentos artísticos la UNESCO ha declarado Luang Prabang patrimonio de la
humanidad. Todavía se conservan perfectamente más de 30 de los 60 vat existentes
antiguamente en la ciudad real; detacan por sus tejados en el estilo de Luang Prabang
que pueden superponerse hasta 7 veces y llegan suavemente hasta el suelo. Los
remates arqueados hacia arriba ( chao fa: “príncipes del cielo”), sirven de trampas para
los espíritus malignos. El vat más importante de esta ciudad es Xieng Thong empezado
en 1599 por el rey Setthathirat y superó intacto todo tipo de ataques. Es el prototipo del
estilo local. La parte posterior del sim está decorada con un mosaico vidriado, en el que
aparece representada la higuera o árbol bodhi (thong), la cual da nombre al edificio.
8. Estatuas de Buda, Vat Sri Saket, nichos con estatuas de Buda, 1818 *
En este vat se encuentran las 120 figuras de Buda en la actitud de bhumisparshamudra:
la mano derecha descansa en la rodilla derecha con el índice señalando hacia abajo; la
mano izquierda descansa en el regazo con la palma hacia arriba. Buda convoca a la
diosa tierra como testigo de su Iluminación y de su visctoria sobre Mara, el rey de los
demonios. En conjunto el Vat Sri Saket posee 6840 estatuas de Buda; varios miles de
ellas están en los nichos de las paredes de la galería. Son mayoritariamente de los siglos
XVI-XIX y proceden de los templos de la ciudad de Luang Prabang. Hay estatuas de
piedra, de bronce y de madera y, entre trabajos de extraordinaria calidad, hay algunas
piezas ingenuas proceden de las aldeas cercanas.
9. That Luang, Vientiane, Laos, construido en 1566 destruido en 1828, reconstruido hacia
1900, vista general ////// Hojas de Loto, Idem *
El That Luang es el símbolo de Vientiane y al mismo tiempo de la independencia del país.
La grandiosa stupa dorada se encuentra en una colina al noroeste de la ciudad, y su
brillante punta, parecida a una escultura moderna, se alza sobre la ciudad y,
simbólicamente, sobre todo Laos. Según la tradición este that se construyó sobre un
relicario del siglo III, aunque las excavaciones únicamente descubrieron restos de un
templo jemer. La arquitectura actual procede de un santuario construido en 1556 por el
rey Setthathirat, que también sucumbió al salvajismo de los thai y de los chinos. La base
del that es una combinación estilística de influencias jemeres, laosianas y cingalesas; la
galería circundante fue añadida a principios del siglo XIX como una obra de fortificación.
La primera terraza del stupa de 69 X 69 m, tiene en cada una de sus alas un hor way
(templo de sacrificios cubierto en vat laosiano o tailandés). La segunda terraza de la
stupa mide 48X48 m, está rodeada por flores de loto y presenta en su base 33 stupas
más pequeñas que contienen las 33 tablas de la ley en pali y además protegían del
saqueo una stupa de oro puro. Este tramo de terraza es la vía procesional que conduce a
la Iluminación. A la tercera y última terraza se accede por la puerta de la oración, que es
semicircular, sobre ella se alza la corona del santuario, parecida a un capullo de loto que,
enmarcado en sus hojas, se recorta nítidamente contra el cielo (abajo, en el centro de la
fotografía aparece una estela conmemorativa).
VIETNAM
10. Río en proximidades de Da Nang (paisaje vietnamita) *
Es curioso, pero cuando el nombre Vietnam nos es mencionado o viene a nuestra mente,
lo primero que provoca para muchos, en su asociación de ideas, vienen menos imágenes
de sitios históricos y de monumentos artísticos, en comparación con el remolino de
imágenes y alusiones que tienen que ver con colonización, Francia quien consideraba a
su colonia como “el París del este, quizas para alguno más refinado la presencia de
Marguerite Duras en esta región o la película de la película El Amante inspirada en una
obra de la escritora francesa sea un motivo de alusión a Vietnam.
12. Palacio Imperial, puerta de Ngo Mon Hue (puerta del mediodía), Vietnam, 1833 *
La lucha por la identidad y supervivencia de un pueblo formado por 54 grupos étnicos
contra la superioridad de China y de otros pueblos limítrofes y finalmente contra Europa y
los Estados Unidos viene a ser en verdad una historia muy agitada llena de dolor e
injusticia. Incluso para la adquisición vital de una designación como cultura Vietnamtuvo
que pedir la aprobación de China en 1802, cuando el emperador vietnamita buscó la
autorización de la unión del viejo reino de An Nam con el del Viet Thuong, bajo el nuevo
nombre de Nam Viet. Esta pretensión fue objeto de largas deliveraciones en la corte
china y no fue aprobada en la forma propuesta, pues Viet Nam recordaba demasiado al
viejo reino de Nam Viet Dong del que formaban parte algunas provincias chinas.
Buscando un equilibrio, los chinos propusieron el traslape de las dos sílabas y el nuevo
reino se designó con el nombre de Viet Nam. La palabra “Viet” estaba en relación con el
mayor grupo étnico del sur del país, en tanto que “Nam” contribuía supuestamente a
diferenciar entre los viet del norte residentes en China y los que emigraron al sur. El
edicto del Emperador chino vino a consumar por segunda vez la decadencia del primer
reino vietnamita de Nam Viet con la brillante cultura histórica de Dong Son, destruida en el
siglo II a.C. por los invasores chinos. De tal forma que se confirmaba así la imposición de
la influencia china en el país.
14. Pagoda de Thien Mu, Phuoc Duyen pagoda torre, Hue, Vietnam, iniciada 1601 *
Durante la dinastía Hue se reconstruyó la Pagoda de Thien Mu con una torre de la suerte
y el encanto, de 7 plantas y 21 metros de altura ejecutadas en 1844 por el emperador
Theiu Tri (1841-1847). Thien Mu significa “pagoda de la mujer celestial”. En cada una de
las 7 plantas de la torre hay un altar consagrado a las diversas imágenes de Buda.
Dentro de su más reciente historia Thien Mu posee dentro de su historia una celebridad
más triste que supera el esplendor con que se quiso edificarla,
20. Torre sagrada, kalan, Vietnam meridional, antes del siglo 1471 *
Hacia el centro de Vietnam nos encontramos con unas ruinas abandonadas en lo alto de
las colinas. Se trata de unos restos del pasado que nada tienen que ver con la cultura de
influencia china en Vietnam. Estas ruinas tienen un origen en los reinos de los sham,
cuyo apogeo se extendió entre los siglos IV y XV. En la actualidad los sham constituyen
una de las minorías étnicas de esta región y solo siguen viviendo de manera aislada en
comunidades sham, principalmente en el sur de Vietnam y en Camboya. Su legado aún
no ha sido develado del todo, recientemente estudiosos japoneses y vietnamitas han
mostrado interés por esta cultura. Existe una gran confusión debido a que las ruinas de
los reinos de Shampa, que originariamente poseían nombres hindúes, hoy día presentan
denominaciones vietnamitas.
22. Estatua de Dharmapala, madera policromada, Thien –phuc, hacia el siglo XVII
Con respecto a la escultura vietnamita, resulta un coherente que el hecho de que esta
cultura ha demostrado una importante tradición en torno al trabajo artesanal, el que la
escultura, para su ejecución contara con una inagotable variedad de tipos de maderas, lo
cual hace que, en particular, la escultura vietnamita encuentre su mayor riqueza en la
madera. Desde tiempos inmemoriales, muchas especies de árboles preciosos crecían en
las montañas de Tonkín y de Anam. El artista y el artesano no tenían obstáculo alguno
para la selección entre los tipos de madera más diversa: negra, roja, ruginosa, amarillenta,
veteada, madera de dureza y de estructuras variadas, madera que no sufre la acción de la
carcoma ni de la putrefacción,etc. También tenían a su disposición el tipo de árbol cuya
resina servía de base para el material de la policromía. Al observar a través del tiempo,
por lo que se refiere a la escultura, en Vietnam la escultura en piedra estará vinculada a
la cultura Sham de influencia hinduista, mientras que la escultura en madera se manifiesta
exclusivamente bajo la influencia china que fue adaptada de forma original por los
vietnamitas. En Vietnam la escultura en madera tuvo su principal desarrollo artístico ante
todo con la introducción del budismo en los siglos VIII y IX (Dai – La) y, de nuevo, a
principios del siglo XI, bajo la dinastía de los Ly.
CUARTA PARTE
1. LA INDIA BAJO EL IMPERIO MOGOL
1. Hazaña de Akbar, Imperio Mogol, miniatura, siglos XVII-XVIII
La expansión del Islam por el Indostán (norte de la India) dio lugar a la formación del
sultanato de Delhi en el siglo XIII, cuya descomposición en la segunda mitad del XIV se
tradujo en la formación de numerosos principados musulmanes y en la revitalización de
otros principados hindúes que no habían llegado a ser totalmente dominados por los
invasores. Entre los primeros principados islámicos destacó el sultanato de Bengala,
surgido en 1338 y que no desaparecería hasta 1576, cuando fue absorbido por el Imperio
Mogol.
2. Man Sagar, Jai Mahal, isla en afueras de Jaipur, alrededoe de 1735, chhattris
conmemorativos de los soberanos de la región *
Por otro lado, en los extensos territorios situados en la llanura indogangética hasta las
fronteras de Cachemira – reino independiente desde 1315 -, por el norte del Decán, por el
sur, se habían formado también a partir de finales del siglo XV, una serie de pequeños
principados – Malwa, Gujarat, Jaunpur, Khandesh y Multan – que acabaron siendo
anexionados por los mongoles en el transcurso del siglo XVI. Este es tan sólo un ejemplo
de la desmenbración política que sufría la India desde finales del siglo XV, en un contexto
religioso-cultural en el cual tanto el islamismo como el hinduismo convivían desde hacía
siglos sin que realmente los contactos mutuos hubieran dado lugar a la aparición de una
nueva cultura que sintetizara los principios fundamentales de una y otra.
3. Coronación de Rama y los avatares de Vishnu(sigloXVIII), Habitación en el Raj Mahal,
Orchha, Rajastán, sigloXVI *
En efecto, la invasión musulmana, que se inició en el siglo VIII, había logrado el dominio
de la mayor parte del país, pero tal circunstancia no se tradujo en una verdadera
islamización de la población sometida. Ciertamente en los ámbitos relativos a la música o
a la arquitectura, en determinados aspectos de la cultura material, había llegado a existir
cierta interacción mutua, pero sin que ésta hubiera alcanzado el fundamental campo de
las vivencias religiosas, por mucho que se discuta si el misticismo hindú influyó o no en el
de algunas sectas del islam.
4. Palacio Fortificado: Kotla Firuz Shah, Delhi, Firuz Shah Tughluq, siglo XIV *
Por otra parte, la invasión islámica tampoco había alterado el sistema de castas, con sus
tabúes excluyentes y su rígida separación entre los distintos grupos sociales, que
resultaba tan extraño al igualitarismo islámico. Este es un palacio fortificado construído
cerca de Delhi por Firuz Shah Tughluq, es un ejemplo del tipo de construcción realizado
bajo el dominio musulmán anterior al Imperio Mogol, consta de una inusual pirámide
ceremonial, hoy en ruinas, tras la cual surge uno de los memorables pilares mandados a
erigir por el emperador budista Ashoka en el siglo III a.C. , el cual se transportó desde una
enorme distancia a capricho de Firuz para ser reciclado como un emblema del poder real.
7. Diwan-I Khass o Sala de la Audiencia Privada, diseño de Akbar, Fatehpur Sikri (capital
mogola), 1571 *
Los reyes mogoles atribuían una enorme importancia a la arquitectura como un símbolo
de su soberanía, el historiador mogol Qandahari escribía: “Un rey se hace un buen
nombre con majestuosos edificios: es decir, el valor de sus edificios indica la grandeza de
sus nombres, y la majestuosidad señala el estado de la casa real”. La arquitectura
mogola se caracteriza por el éxito en la conjunción de estructuras islámicas e hindúes, y
por la excelente técnica y los magníficos materiales que han permitido a sus obras
sobrevivir intactas hasta la actualidad. Un recurso clasificactorio básico consiste en datar
en el siglo XVI la arquitectura en arenisca roja, en el siglo XVII la de mármol blanco de
makrana y posteriores las de materiales pobres enlucidos o revestidos de chuna o
estuco. En esta imagen observamos una de las tantas obras maestras palaciegas
mandadas a construir por los mogoles, este es un diseño del mismo Akbar y nos muestra
una de las carcterísticas fundamentales del arte mogol: el sincretismo.
12. Una de las ocho fachadas del Taj Mahal: cúpula principal, 1632-1648
Parece ser que su arquitecto Ustad Ahmad Mu´amar Nadir al-Asar (m. 1649), un persa
que más tarde fue el autor del proyecto del Fuerte Rojo en Delhi (1639-1648), sin
embargo, es curioso que el aspecto que ofrece el Taj Mahal, con su inmensa estructura
octogonal de mármol blanco, con su enorme cúpula flanqueada por minaretes que en
algunos casos alcanzan una altura de 43 mts, no es del todo iraní, a pesar de la
relevancia de algunas formas típicamente persas como el iwan y la doble cúpula bulbosa
que recuerda la de la tumba de Timur Lang en Samarcanda.
13. Pórtico del mausoleo de Akbar, Sikandra, 1612-1614 *
La impresión general difiere por entero de la que pueda producir cualquier otra
construcción al norte del Hindu-Kush. Ya que el Taj Mahal es la última manifestación del
refinamiento y la culminación estilística de un estilo desarrollado desde la tumba de
Humayun hasta la de Akbar concluída en 1613 cuyo opulento portal apreciamos en este
momento y se corresponde a los edificios construidos durante la soberanía de Yahangir.