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“El film… Libera el arte barroco de su catalepsia convulsiva. Por primera vez, la
imagen de las cosas es también la de su duración y como la momia del
cambio”
André Bazin
El ser humano siempre se ha preocupado por captar y representar el
movimiento.
La Historia del Cine es literalmente la historia de las luces y sombras
proyectadas para crear una ilusión. La sombra arrojada por un soporte opaco, o
translúcido o transparente es, sin duda, el método más antiguo y sencillo de
crear imágenes en movimiento.
Los pasos que ha dado el cine a lo largo de más de un siglo de existencia
confirman un trayecto histórico plagado de realidades que, en forma de
películas, han consolidado una estructura creativa e industrial que ha permitido
superar los problemas que han surgido al cabo de los años. En su evolución el
cine ha consolidado un lenguaje, ha definido trayectos artísticos, modelos
empresariales que han favorecido el surgimiento de carreras artísticas de todo
tipo, construidas sobre modelos y representaciones que, en muchos casos, han
trascendido su propio ámbito cinematográfico. En el camino, el cine se vio
marcado por todo tipo de vanguardias artísticas, movimientos culturales,
circunstancias políticas y conflictos bélicos.
“El éxito del cine está ligado desde sus orígenes a que reproduce el
movimiento y la vida, o mejor; a que está hecho para eso. Humos,
sacudimientos de hojas, nubes, corrientes de agua, todos esos temas de
interludios que vienen a ser como el núcleo del cine, su “grano” propio, y
también, si se quiere, su estupidez.” (Bonitzer:2007 p.29)
Precedentes
El Cinematógrafo se presenta en sociedad en los últimos años del siglo XIX.
Este nuevo invento, surge a partir de la convergencia de una serie de
progresos científicos que arrancan desde siglos atrás, a partir de aportaciones
habidas en el campo de la Física y la Química, de la óptica y de las cámaras, y
mejoras en terrenos como la proyección de las imágenes, tanto de aquellas
que pueden ser fijas —la fotografía- como de las que, por aplicación de ciertos
mecanismos, consiguen dar sensación de movimiento.
Desde la teoría de la visión, impulsada por Johannes Kleper en 1602, hasta
los inicios de la industria óptica, que consolida Joseph Fraunhofer en 1807, se
confirma la posibilidad de uso de la cámara oscura que ya había anticipado
Leonardo da Vinci, aunque se atribuya a Giambattista della Porta la
invención de dicho mecanismo. Estos estudiosos e inventores pusieron los
cimientos para el desarrollo de las cámaras fotográficas que impulsarían
hombres como Friedrich Voigtländer en 1841, Thomas Lutton —el inventor
de la cámara réflex- en 1860 y George W. Eastman, quien en 1888 presentó
en sociedad la famosa cámara Kodak.
El nacimiento de la fotografía se sitúa en 1839, cuando Joseph N. Niepce
obtuvo, tras una larga exposición, obtener una sombra. Fue un avance que
para el hombre de la calle pasó desapercibido, pero no para aquellos
científicos, empresarios e intelectuales que se dieron cuenta que algo estaba
pasando en el mundo de la obtención de imágenes. En apenas unos años, este
nuevo procedimiento enfrentó a pintores y fotógrafos, entendiendo los primeros
que la fotografía iba a acabar con su trabajo.
La fotografía hacia finales del siglo XIX se socializó de tal manera que muchos
ciudadanos en todo el mundo podía disponer de una cámara. Y la fotografía fue
el soporte que animó a otros inventores en pensar en cómo se podía obtener
una imagen en movimiento. Desde finales del siglo XVIII ya se proyectan
imágenes fijas que se intentan animar mediante procedimientos como la
linterna mágica -que había sido inventada por Athanasius Kircher- y otros
artilugios llamados Phantascopio (Etienne Robertson en 1799), Praxinoscopio
(Emile Reynaud en 1880) o Zoopraxiscopio (Eadweard Muybridge en 1881).
Estas ilusiones ópticas dieron paso a otras generadas por sistemas mecánicos
como el revólver fotográfico que utilizó Jules Jansen en 1874, o el fusil
fotográfico que aplicó Etienne Jules Marey en 1882. Estas y otras muchas
investigaciones buscaron el otorgar movilidad a la imagen fotográfica. Ayudó a
alcanzar este objetivo la comercialización del rollo de película (celuloide)
comercializado por los hermanos Hyatt en 1868 y que desarrolló plenamente,
George W. Eastman cuando son mostradas al público en diversos países, las
primeras imágenes en movimiento.
El Cinematógrafo —el Cine- llegó a ser una realidad cuando todos los
procedimientos y sistemas de captación y fijación de imágenes permitieron
alcanzar la mayoría de edad necesaria para ser presentado al público como un
nuevo espectáculo.
“Sombras”
Joseph N. Niepce
Durante unos años, los temas de las películas se repiten con cierta frecuencia, y
los espectadores se dejan atrapar, sobre todo, por aquellas que les resultan más
sorprendentes. En esta línea trabaja en mago francés Georges Méliès que
comienza a dirigir una serie de películas que tienen muchos trucos y efectos,
imágenes mágicas en las que desaparecen personajes (Escamoteo de una
dama, 1896), chocan trenes, crecen los objetos y hasta se puede viajar a lugares
desconocidos (Viaje a la Luna, 1902). Esta línea creativa la desarrollará el
español Segundo de Chomón, que compite con Méliès en la producción de
películas sorprendentes (El hotel eléctrico, 1908). También fueron importantes las
aportaciones de los fotógrafos de la Escuela de Brighton, pioneros británicos que
sorprendieron por la utilización narrativa de ciertos recursos que dieron fuerza a
la historia que contaban, como sucedió con La lupa de la abuela (1900), de
James A. Williamson, en donde el punto de vista da mayor expresividad a los
hechos que se narran.
Llegada de un
tren a la estación.
Viaje a la Luna.
Georges Méliès
El desarrollo y evolución
El desarrollo de la industria del cine ha propiciado la definición de un lenguaje
específico que se encargaron de ir definiendo los directores que trabajaron en
el tránsito del siglo XIX al XX. Sorprende que los pioneros no se limitaran a
seguir con la simple "toma de vista" durante muchos años. Hubo quien se
preocupó por dar a entender que la utilización de varios planos de distinto
tamaño servían para enriquecer la historia y la acción de los personajes.
La evolución que se aprecia en los primeros años tiene que ver con las
primeras imágenes impresionadas por los primeros operadores en todo el
mundo. Un paso más lo dan los fotógrafos de Brighton a partir de 1900, fecha a
partir de la que utilizan en sus películas diversos recursos (puntos de vista,
panorámicas, sobreimpresiones, etc.) para organizar la historia.
Simultáneamente, Méliès y Segundo de Chomón aplican técnicas —como el
paso de manivela, que permitía el construir una historia fotograma a fotograma-
para generar historias fantásticas y con efectos; es el momento del cine de
trucos en el que se intenta sorprender al espectador haciendo aparecer y
desaparecer personas y objetos. Esta fase la cierra Edwin S. Porter cuando en
Salvamento en un incendio (1902) va más allá de la estructura lineal que
plantea todo el mundo, intercalando situaciones que atraen de manera especial
la atención del espectador —insertos-; es decir, intercala una serie de planos
en los que destaca ciertos detalles del ambiente, de la acción de los personajes
y con los que se pasa de un espacio a otro sin ningún tipo de explicación —el
montaje paralelo-.
A partir de 1910, los europeos comienzan a producir películas más largas que
sorprenden por su buena factura. Las adaptaciones de obras de Victor Hugo y
Emile Zola sirvieron de garantía para diversas producciones francesas. Por su
parte, los italianos consolidaron un modo de hacer que afectará a las industria
cinematográficas de todo el mundo. Quo Vadis? (1913), de Enrico Guazzoni,
superó las dos horas de proyección. Cabiria (1914), de Giovanni Pastrone, se
convirtió en uno de los grandes monumentos cinematográficos de la historia
por su tratamiento de la historia, de los personajes, del espacio, de la
iluminación, de la escenografía (estas producciones italianas dan un impulso a
la construcción de decorados corpóreos). Fue el momento en el que se dio un
paso importante: cambiar la cámara de lugar, buscar nuevos ángulos desde los
que contar la historia al tiempo que se mantiene la continuidad de acción —en
la que también han de ser funcionales los rótulos que se intercalan para
recoger el diálogo de los actores-; es el momento en el que se construye una
situación a partir del plano-contraplano.
El cine al irse desarrollando a través de los diferentes medios, tuvo dos factores
importantes en los cuales se muestra mucho más el desarrollo a nivel fílmico y
gráfico. En los años 20 en dónde se marco de manera determinada un
desarrollo hacia el lado de la creación y producción masiva que quedarón en la
historia como importancia a Europa y Estados Unidos.
El cine Europeo
(De los 20)
Metrópolis
El cine Estadounidense
(De los 20)
Después del aprendizaje que muchos directores tuvieron a lo largo de los años
diez, no debe resultar llamativo el hecho de que a lo largo de los años veinte
dirigieran algunas de las películas más importantes, llamativas y sorprendentes
de sus respectivas carreras y de la Historia del Cine.
El chico
El maquinista de la General
Desde comienzos de los años diez se fueron fundando las más importantes
empresas de cine estadounidenses como la Universal Pictures, Fox Film
Corporation —después conocida por 20th Century Fox-, United Artists, Warner
Bros., Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), Columbia, Paramount, RKO, que irían
sufriendo diversas modificaciones en su estructura de gestión al fusionarse con
otras empresas dedicadas a la exhibición y la distribución. La consolidación de
estas firmas permitieron que la década de los años treinta se definiera como la
"Edad de oro" de los grandes Estudios cinematográficos estadounidenses (y
del mundo). El motivo no es sólo la producción continuada que se realiza en
cada uno de ellos, sino el desarrollo de las más diversas líneas temáticas que
dieron lugar una política de géneros más definida.
Desde finales del siglo XIX, cuando se producen las primeras imágenes en
movimiento, se intentó que tanto el fonógrafo inventado por Edison como el
gramófono diseñado por Emil Berliner pudieran se acoplados al Cinematógrafo.
Quien lo intentó en primer lugar fue el francés Auguste Baron, después le
siguieron otros muchos. No obstante, cuando el Cinematógrafo comienza a
difundirse por el mundo, lo empresarios tenían más interés en explotar el nuevo
espectáculo que en pensar en rentabilizar algo nuevo, económicamente más
costoso.
El cantor de Jazz
Las primeras películas sonoras que comenzaron a circular por todo el mundo
se adaptaron a las circunstancias del momento. Se proyectaron películas
mudas sonorizadas y se remontaron otras incorporándoles partes sonoras. Los
Estudios afincados en Hollywood comenzaron a producir películas en varias
versiones (idiomas) con el fin de comercializar cada una en su correspondiente
país, sobre todo cuando la versión original con subtítulos fue rechazada en la
mayoría de los países. Este sistema perduró durante unos años hasta que
vieron que resultaba muy costoso. Fue el momento en que los productores
decidieron adoptar el doblaje como opción más económica. Con el tiempo, se
adoptó e implantó definitivamente dicho procedimiento en casi todos los países,
con lo que la obra original comenzó a tener "versiones" derivadas de la
traducción realizada en cada país.
Entre las películas que muestran los problemas que se vivieron en diversos
países entre 1926 y 1931, cabe mencionar El séptimo cielo (1927), de Frank
Borzage, La muchacha de Londres (1929), de Alfred Hitchcock, M, el vampiro
de Dusseldorf (1931), de Fritz Lang, y la española El misterio de la Puerta del
Sol (1928), de Francisco Elías, entre otras. Sobre la vivencias de los actores y
los problemas económicos y técnicos vividos en los grandes Estudios
estadounidenses durante los rodajes de las primeras películas sonoras, debe
recordarse Cantando bajo la lluvia (1952), de Stanley Donen.
Géneros de la historia Cinematográfica
Paramout por su parte apoyó los grandes filmes históricos de Cecil B. De Mille
como El signo de la cruz (1932) y Cleopatra (1934), la comedia sofisticada y de
fina ironía de Ernst Lubitsch (Un ladrón en mi alcoba, 1932; La viuda alegre,
1934) o el cine de gangsters y de terror dirigidos con buen pulso por Rouben
Mamoulian (Las calles de la ciudad, 1931; El hombre y el moustruo. Dr. Jekyll y
Mr. Hyde, 1932). Sus películas musicales fueron mas bien historias en las que
diversos actores cantaban unas canciones (Mae West, Bing Crosby, etc.).
La RKO produjo los musicales de la pareja de baile más famosa del cine: Fred
Astaire y Ginger Rogers, especialmente con La alegre divorciada (1934) y
Sombrero de copa (1935). La Columbia se centró en una producción más
familiar, destacando las comedias de Frank Capra en la línea de Sucedió una
noche (1934), con Claudette Colbert y Clark Gable, El secreto de vivir (1936),
con Gary Cooper y Jean Arthur, y Vive como quieras (1938), con Jean Arthur
emparejada en esta ocasión con James Stewart.
El cine Latinoamericano
Los países latinoamericanos fueron recibiendo al Cinematógrafo al igual que en
el resto del mundo, a finales del siglo XIX. Las circunstancias sociales,
económicas y políticas marcaron con los años su progreso cinematográfico, en
el que tanto tuvieron que ver los promotores españoles, franceses e italianos
como la presencia de las películas estadounidenses en sus pantallas. Muy
pronto el mercado de cada uno de los países comenzó a estar controlado por el
cine de Hollywood. No obstante, esta situación no impidió que en diversas
épocas floreciesen aportaciones que mostraron la singularidad de la producción
latinoamericana, que se apoyaría a lo largo del tiempo y en gran medida en la
coproducción entre países de habla hispana.
Audrey Hepburn
A veces era la propia estrella la que imponía sus gustos a la hora de vestir en
la película, cómo hacían por ejemplo Greta Garbo, Marilyn Monroe o Marlene
Dietrich. En otros casos (los más habituales) era y es el director el que decidía
el vestuario, creando algunos muy fáciles de reconocer, cómo el vestuario de
las películas de Woody Allen.
Rebeca
Clark Gable
Se podría decir que a partir de las películas La ley del silencio (1954) y
Rebelde sin causa (1955) es cuando el hombre empieza a darle
importancia al vestir.
James Dean, ese ídolo de masas, protagonizó el quizás más famoso caso de
alteración de hábitos de consumo de la gente de a pie. En Rebelde sin causa
Dean lleva una cazadora de cuero en casi todas las escena. Lo que no hay
que olvidar es que este tipo de prenda fue creada para, cómo su propio nombre
indica, cazar. Hasta ese momento nadie la habia llevado para la vida de diario.
Hasta que apareció James Dean en la gran pantalla y los jovenes la
convirtieron en un símbolo de rebeldía juvenil, llegando hasta nuestros tiempos
cómo una prenda habitual en muchos armarios.
James Dean
Marilyn Monroe (1954)
“El imortal vestido blanco”
Pelicula: The Seven Year Itch
Bibliografía
El campo ciego ensayos sobre el realismo del cine. Pascal Bonitzer. Santiago
Arcos editor. Buenos Aires. 2007.
HISTORIA DEL CINE:
http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque1/index.html
http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/historiadelcine.htm
(Historia del cine) http://www.youtube.com/watch?v=ditiCdg9Yg0
PRECEDENTES: http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque1/pag1.html .
NACIMIENTO DEL CINE:
http://recursos.cnice.mec.es/media/cine/bloque1/pag2.html
http://www.sitographics.com/especial/cronocine/cronocine.html
http://www.slideshare.net/presioneescapeparasalir/breve-historia-del-cine
http://latinfashionews.com/2012/08/marilynm/
Fuente fotografías: © García Fernández, Emilio C. Historia ilustrada del cine
español. Madrid Planeta, 1985. Archivo Emilio García
http://modadelsigloxix.blogspot.com.ar