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Jojo’s Bizarre Adventure: Overheaven
La novela original fue escrita por Nisio Oisin y Hirohiko Araki.
La traducción al inglés fue hecha por el usuario Kewl0210.
Traducción al español hecha por Frillypegasusknight (Maka).
Para el señor Jotaro Kujo

Favor de reenviar

Si dijera que no vacilé al respecto de restaurar y descifrar el cuadernillo que el señor Jotaro Kujo
quemó en Egipto, estaría sin duda, mintiendo. Esto debido a que sentí que el hecho de traer de
vuelta a este mundo esos contenidos que él vio como poco interesantes, estaba a un nivel de
ética profesional o fundamentalmente, a un nivel barbárico imperdonable. Pero luego de
muchos vericuetos, la verdadera razón por la que acepté este encargo de la Fundación
Speedwagon, se debió que al final, esto no podía no relacionarse con su actual pérdida de
memoria y estado comatoso.
La Fundación infiere que quizás en dicho cuadernillo se encuentre alguna pista que lleve a la
recuperación del señor Kujo. Cuando me dijeron que yo era alguien que le debía una a ese
hombre, no me encontraba en posición de discutir acerca de ética o sentido común. E incluso
aunque esto no nos llevara a su recuperación, si tan sólo estas notas nos dieran un indicio sobre
cómo él llegó a tal estado, haría hasta lo imposible por restaurar cada página.
Sin embargo, si dijera que esa fue la única razón para dedicarme a ello, también estaría
mintiendo. A decir verdad, la primera vez que me contacté con la Fundación Speedwagon o en
otras palabras, cuando me enteré de la existencia de este cuadernillo, sucumbí ante una dulce
tentación. Sentí con fuerza que algo me decía que no debía hacerlo, pero por otro lado y con la
misma intensidad, era algo que quería hacer.
El hombre que una vez intentó hundir al mundo en la oscuridad, Dio Brando. No, sería más
apropiado llamarlo Dio Joestar, o quizás simplemente Dio. De cualquier forma, al enterarme de
la existencia de un diario en el cual un vampiro que trascendió a la humanidad guardaba sus
objetivos, entonces ni yo, ni ningún investigador se hubiese negado ante la emoción.
Si me fuera a manifestar sin el miedo a cometer un error, admito que en el primer plano de mi
mente, estaba elaborando un trabajo académico sin ninguna consciencia moral.
Luego de que el señor Kujo lo quemó, incluso la Fundación consideró este altercado como un
secreto de alta confidencialidad de tercera clase. En otras palabras, el descubrir y restaurar los
contenidos de un diario de tal importancia, constituían un reto que no podía rechazar.
Aquel vampiro que poseía un carisma tan intenso, que podía seducir a la gente para hacer el
mal, que con esa atrayente personalidad logró reunir a muchos de sus sirvientes; ese hombre
descrito como la encarnación de la maldad; aquel hombre que dejó un eco resonante incluso
después de su muerte. ¿Cómo podría yo, no querer conocer lo que pensaba, lo que planeaba y la
forma en que vivía? Por lo tanto no tenía excusas. Excusas políticamente correctas como “por el
bien del señor Kujo” o “por el bien de la paz mundial”. No, eso no tenía importancia para mí.
Pensé que si no opinaba de esa forma, no sería justo que yo fuera la primera persona con el
derecho de leer un documento de tanta envergadura.
Y ya que estoy hablando de justicia, entonces debo mencionar que descifrar el cuadernillo no
fue tarea fácil. El sólo hecho de volver a unir fragmentos de papel quemado casi convertidos en
cenizas, al punto de que ni el señor Josuke Higashikata podía volver a restaurar en un texto
legible, ya era muy complejo.
Estaba demasiado encriptado y poco claro. La mayoría de los sustantivos clave fueron
inspeccionados en contra de los resultados de mi descodificación y sostenidos por los hechos
que ya habían sido verificados. Por lo tanto, creo que ahora es mucho más fácil de leer, pero no
puedo deshacerme de esa sensación de “amalgama disparatada”.
Y todas esas idiosincrasias y puntos principales, así como la “forma de ir al cielo” que este
emperador del mal describía con tanto entusiasmo, son, desafortunadamente, demasiado
profundos y complejos de entender, tanto que ni siquiera un especialista como yo puede decir
que realmente lo comprendió.
Muchos de estos conceptos están escritos en una especie de traducción literal. Así que no tuve
más remedio que dejar la verdadera decodificación a los sabios lectores.
Algunos podrán decir que mi trabajo está recién comenzando. Y por supuesto, tomaré la
responsabilidad por cualquier traducción errónea en el documento o cualquier contradicción a
causa de ello. Pero primero debo decir, que no estoy de acuerdo en que exista alguna para
empezar.

-Autor
“Dio, no importa lo que suceda. Debes vivir noble y con orgullo. Si lo haces, de seguro te irás al
cielo”.
¿Me pregunto si mi madre –quién siempre solía decirme eso- logró llegar al cielo? A pesar de que
ella vivió en el último peldaño de la sociedad, vivió con un orgullo que jamás perdió en todo el
transcurso de su vida. Y porque esa era su forma de ver las cosas…no. Más bien porque esa era su
esencia, no creo que obtuviese un boleto para llegar a su paraíso.
No lo creo.
Ella era noble, orgullosa, y también pura, honrada y hermosa. Se podría decir que era casi como
una diosa, pero a la vez era una mujer irremediablemente estúpida.
Yo odiaba esa estupidez.
Tomando esto como ejemplo:
Nosotros éramos tan pobres, que nuestra única preocupación diaria era comer. Mientras ella y yo,
su hijo, vivíamos en un entorno donde sufríamos por nuestros estómagos vacíos, ella compartía la
mísera suma de dinero que ganaba con el sudor de su frente con los niños del vecindario.
Y no sólo con los niños, también con los ancianos y algunos animales. Ella era caritativa y
misericordiosa con los más “débiles”, como si ése fuese su deber.
¿Cómo es la palabra? Amable. Ella compartía libremente sus cosas con aquellos a su alrededor.
¿Qué era eso si no era estupidez?
No podía evitar odiarlo.
Esa forma de vivir en la que ella se colocaba a sí misma y a su propia familia en segundo lugar era
algo noble y orgulloso de hacer, pero en ese pueblo tan mísero, no había nadie que se diera
cuenta de ello.
Dependiendo del lugar (como por ejemplo ese lugar utópico donde vivía la familia Joestar) esas
características hubieran sido apreciadas con razón. Pero sinceramente, en aquel pueblo que era
peor que un foso, la convertían en un hazmerreír.
Los niños y ancianos que recibían la caridad de mi madre se reían de ella. Rugían de la risa, como si
estuvieran presenciando un espectáculo cómico.
Y cuando yo oía esas risas, no sentía casi nada.
Pensaba que ellos tenían razón. Tanto que incluso me daban ganas de reír con ellos. Pero mi enojo
con mi madre estaba primero, así que obviamente no lo hice. Fue así como lo percibí.
Mi madre era estúpida.
Irremediablemente estúpida.
Sea como fuere, como podría esperarse, yo, siendo el hijo de una madre de la que todos se
burlaban, a veces era mirado con desprecio. Y no podía dejar que esa gente que se atrevía a
burlarse de ella, se saliera con la suya. Sin embargo cuando hacía algo al respecto, mi madre me
reprendía.
En vez de enfrentarse a aquellos que la miraban en menos, ella me reprendía a mí. Y eso me
enfurecía.
“No debes hacer eso, Dio. No debes recurrir a la violencia. Si haces eso, no te irás al cielo”.
Ahora que lo pienso, esa era su frase favorita.
Las palabras como tal tienen significados concretos. Tal vez para ella esas tenían magia, como si
fueran un hechizo.
Cuando las decía, dejaba una huella en mí. Sólo le bastaba con decir la palabra “cielo” para
hacerme sentir que ella podría encontrar la salvación. Tenía que creerlo, porque de otra forma me
era imposible comprender lo que pensaba.
No, aunque la entendiera a la perfección, mi madre era imposible de descifrar pero…analizándolo
bien, siento que aquello sí trajo una considerable porción de luz a su vida. Una luz de la que todos
se reían.
Pero en cualquier caso, ella, mi madre, tomaba cada oportunidad que tenía para decírmelo.
Si haces esto, te irás al cielo.
S haces esto otro, no te irás al cielo.
Cielo, cielo, cielo.
Y todo el tiempo, me irritaba. Mi mente de niño ya había conocido lo que era la ira. Entonces las
veía como palabras sin sentido.
No podía perdonarla.
Por ese motivo, cada vez que veía a mi borracho padre violentarla, me sentía aliviado. “Eso es lo
que te mereces” pensaba.
También ahora que lo pienso, puede sonar tonto pero…desde niño, me agradaba más mi padre
que mi madre. Sentía que mi desgraciado, insignificante y desesperanzado padre era mejor que mi
noble y orgullosa madre.
Si pudiese clasificarla como “dadora” o tal vez una “donante”, entonces en ese caso mi padre era
un “sustractor”.
Recordando mis vínculos con la familia Joestar, un vínculo predestinado que abarcó más de cien
años, su hábito de robar podría haber sido un ímpetu…y la causa era aquello que “sustrajo” de
George Joestar.
Nunca lo vi trabajar.
Nunca lo vi ganarse nada por su propio esfuerzo.
Él “sustraía” comida y dinero de los pueblerinos mediante apuestas, estafas, extorsión y juegos
aleatorios. Él nunca ganaba, él “sustraía”. Siempre lo hacía. La forma en la que vivió su vida hasta
su muerte era exactamente lo opuesto a cómo vivió mi madre.
Y en ese pueblo, aquel que estaba en lo correcto era él. El estilo de vida de mi padre era honesto y
correcto.
De último, pensaba que esa forma tan desinhibida y astuta en la que mi padre vivía su vida, era
genial. No digo que quería ser como él, pero sí lo respetaba.
En verdad se oye estúpido ahora que lo recuerdo, pero…no estaba completamente en mis cabales.
Sinceramente pensaba que su forma de vivir era habilosa. Él siempre tomaba cosas de los débiles.
Y respondiendo a esa necesidad (o incluso no haciéndolo) estaba dispuesto a golpear a otros. Para
mí, en ese entonces un niño inocente, nadie podía ser más fuerte.
Lo observaba.
Él era fuerte, genial y hábil.
En ese desglosado tugurio de pueblo, sabiendo cómo era, él era el orgullo más grande de mi vida.
Pero mi madre repudiaba eso.
Lo criticaba completamente.
“Cariño por favor detente. Vamos a devolver todo el dinero que robaste. No debes hacer estas
cosas. Si sigues así, jamás llegarás al cielo”
Siempre que decía eso, él la golpeaba.
Una mujer estúpida siendo golpeada estúpidamente.
Cuando ella colapsaba, él la empezaba a patear con violencia para luego aventarle botellas de
licor.
Yo me di cuenta de esto después pero, mi pequeño hermano o hermana que pude haber tenido, al
parecer se perdió en uno de esos arranques violentos.
Es una historia cruel. Muy cruel, ¿cierto? Claro que lo es.
Pero entre todas esas golpizas, ella se mantuvo inmutable hasta el final.
Mi madre continuaba hablando de justicia, ética y moral aun estando en ese lóbrego fondo de la
sociedad. Se aferraba profundamente a esas cosas tan inútiles como si se trataran de un tesoro.
Me hubiese gustado que se callara.
O al menos que hubiese ignorado las acciones de mi padre. Si así lo hubiese hecho, al menos nos
hubiéramos evitado todos esos golpes.
No. Cuando me acuerdo que a él le daban esos ataques de borrachera, pienso que ni siquiera
ignorándolo podríamos haber escapado, sin importar lo que hiciéramos…sin embargo cuando yo
era niño, en un intento de lograrlo, guardaba silencio y me alejaba cuando él bebía para minimizar
la cantidad de daño que solía recibir.
Un niño había logrado darse cuenta de eso, pero ella no. Si no al contrario. Cuando mi padre bebía
en exceso y quedaba asquerosamente borracho, ella lo reprendía aún más.
“No debes beber tanto”
Y cosas así.
Ella decía cosas obvias como esa.
Era abusada y aun así decía cosas como esa. ¿Qué era exactamente lo que obtenía al decir esas
tonterías? Si lo piensas, debería haber sido fácil descubrirlo. El verla tratar de hacer entrar en
razón a mi padre a pesar del hecho de que ella no hacía nada para defenderse de sus golpes no
puede ser definido como nada más que algo cómico.
Es raro.
No puedo evitar cuestionármelo.
Aunque no pudo zafarse de las burlas, al menos debió haber sido capaz de huir de las
golpizas…entonces ¿Por qué no lo hizo?
¿Acaso yo tenía razón y ella era simplemente estúpida? ¿Porque no era una mujer inteligente?
¿Realmente mi madre era una idiota sin remedio?
Eso no era así.
Ahora que han pasado cien años, me doy cuenta de que no era así…
Ahora que conozco el tal llamado mundo exterior y el mundo que a éste le sigue.
Es cierto que al menos mi madre poseía inteligencia y educación. Incluso en nuestra situación
deplorable donde yo apenas podía ir a la escuela, aquella que me enseñó muchas cosas en lugar
de un profesor no era nadie más que ella.
Y fue gracias a esa educación tan básica que me dio que luego pude vivir con determinación. Sin
embargo, nunca le agradecí por eso mientras estaba viva. No pensaba que tal cosa me fuese a ser
de utilidad, pero si no hubiese sido por ella, dudo que yo hubiese sido capaz de vivir en la refinada
mansión de los Joestar.
Además nunca me importó mucho el linaje de mi madre. No obstante, cuando investigué, me
encontré con que ella tal vez provenía de los peldaños más altos de la sociedad.
Si se me permite decir algo un poco prejuicioso, su refinamiento y dignidad así como esa piedad
que poseía definitivamente no eran algo que naciera de la pobreza…eran cosas nacidas de una
vida de lujos. Pero no puedo saber con certeza los motivos de por qué una mujer así se casó con
un tipo como mi padre, o cómo fue ella a caer en ese pueblo indigente. No lo entiendo.
A propósito de eso, mi padre me dijo algo una vez mientras estaba ebrio. Algo acerca de haberse
fugado con mi madre y de cómo eso había sido una expresión de amor y romance y otras
estupideces sin sentido como esas. Lo ignoré, como si se tratara de tonterías típicas de un hombre
borracho. Lo cierto es que no sé si esas afirmaciones eran reales o no. Las rechacé como si se
tratase de una historia increíble. Pero así como no puedo afirmarlo, tampoco puedo descartar su
veracidad.
Quizás ese padre mío dijo la verdad…pero no había forma de comprobarlo.
“Dio, no culpes a tu padre. Él es una buena persona, sólo debería dejar de beber. Si así lo hiciera,
estoy segura de que trabajaría con honor”.
Esas sí que eran estupideces. Mi madre decía esas cosas sin mover un solo músculo de la cara…y
me costaba un montón el hecho de aguantarme gritarle. Quería preguntarle cómo podía ser tan
estúpida.
¿Así que él es una buena persona?
¿Si tan sólo dejase de beber?
¿De qué forma se puede excusar algo así? ¿Cómo se puede pensar de esa manera…? Lo único que
podía deducir era que mi madre había perdido la razón después de haber sido violentada tantas
veces.
Aparte de eso, se podría decir que eran una pareja perfecta. Pero al final, sin importar cómo se
viera, eran una pareja increíblemente incompatible.
Y a pesar de todo, vivir como la esposa de un hombre del bajo mundo, era la razón de mi madre
para cometer buenas acciones, lo que la impulsó para alcanzar el cielo aunque aquello era
equivalente a una tortura.
O quizás para ella ésa era la forma correcta de actuar.
Tal vez ella pensó que unirse a un hombre tan lamentable y terminar casada con él, era una misión
que Dios le había dado. Algo más o menos así.
Esta es sólo una hipótesis para la cual no tengo una base sólida, pero si no pienso que las cosas
fueron realmente así, entonces no podría hallarle otra explicación.
Su forma de vivir era incomprensible.
Ella era el hazmerreír del pueblo, pero aun así ayudaba a hombres como ése. A ella la golpeaban
hasta que quedaba inconsciente, pero seguía sirviéndole.
Todos los días, mi madre trabajaba hasta el colapso. Y llegó el día en que lo hizo y efectivamente
murió. Ese fue el día en que mi confusión alcanzó el pináculo de la incomprensión.
Me pregunto si al final, ¿Logró llegar al cielo?
No creo que lo haya hecho.
Claro, no podía ir a ningún otro lado.
No tenía a dónde llegar ni a dónde regresar.
Tal vez sí existe una forma de llegar ahí.
Llegó un punto de mi vida en que lo pensé.
Pero cuando era niño esos pensamientos jamás cruzaron mi mente, y puede ser que el cielo que
aquí describo no sea el mismo que describía mi madre. Pero igualmente hubo un punto en el que
empecé a desarrollar esa idea.
Cuando digo “en algún punto”, me refiero a que no recuerdo exactamente el momento en que
ocurrió. Y no es porque no esté seguro de cuándo sucedió, nada parecido…Al contrario, recuerdo
ese momento a la perfección. Fue cuando esa anciana, la bruja Enya, me mostró esos dos objetos:
“El arco y la flecha” y que posteriormente me dieron mi stand, “The World”…o para ser más
precisos, fue cuando mi habilidad, “The World” despertó.
La habilidad para controlar el tiempo.
Así es, fue cuando esa increíble habilidad que despertó como los engranajes incesantes, que logré
convencerme…
No, supongo que decir “convencer” es exagerar. Sólo lo digo porque así es más fácil de entender.
Pero no fue así como pasó exactamente. De hecho, lo vi más como una posibilidad real, como un
“tal vez”.
Pero lo pensé.
Lo pensé.
Pensé en que había una forma de alcanzar el cielo. De alguna forma lo hice.
Y cuando digo “en ese momento”, digo que empecé en ese momento y lugar, pero ahora
recordándolo, me doy cuenta de que siempre estuve buscando esa respuesta.
Ese propósito.
Hasta llegué a pensar que yo había nacido para eso.
Pensé que ése era mi objetivo en la vida.
Los cuatro años que hasta ahora había pasado en la superficie luego de haber vivido cien años en
la profundidad del océano habían sucedido por el bien de ir al cielo.
Necesito ver el cielo.
Debo ir al cielo.
Eso fue lo que dije, ¿cierto? Así que es correcto decir que esa idea llegó a mí después de obtener
mi stand.
La idea que me indicaba que se podía llegar al paraíso.
Y la busqué…
Quizás lo hice en lugar de mi estúpida madre. ¿Por eso es que quiero llegar ahí? ¿Tal vez sólo
quiero ver el cielo para poder contarle a ella cómo es?
No. Claro que no.
Incluso hoy, sigo pensando en ella como una persona irremediablemente estúpida. Una tonta
incurable.
Ella vivió así.
No es de sorprenderse el que haya muerto.
Si hablo acerca de mi madre, puedo afirmar que su muerte fue causa de sobre exigirse a sí misma
además del exceso de trabajo, o podría decir que murió a causa de la violencia rutinaria de mi
padre. O aunque no fuera ninguna de esas opciones, fuese cual fuese la razón; con ese estilo de
vida que llevaba era imposible que viviera por más tiempo.
Murió mientras se reían de ella.
Murió mientras la golpeaban.
Pero ella jamás culpó ni resintió a nadie. Ni siquiera en sus últimos momentos de vida.
“Dio, no importa lo que suceda. Debes vivir noble y con orgullo. Si lo haces, de seguro te irás al
cielo”.
Mantuvo esa idea inverosímil hasta el final.
Hasta el verdadero final, ella me seguía diciendo esas cosas.
Hasta el punto de su muerte, lo decía.
Pienso que esas palabras eran dignas del pecado. De verdad lo creía.
Y no porque me las decía específicamente a mí, pero…en ese pueblucho que hacía ver el infierno
como un lugar acogedor, forzar a tu propio hijo a vivir con virtud no era nada más que abuso.
Comparado con eso, creo que mi padre era más honesto.
Para ese pueblo asqueroso, él estaba bien.
“Toma las cosas que quieres”
“Sácalas de ahí mismo”
“Gánate tu comida”
Eso era lo que estaba bien.
De verdad eso era. No tenía nada que objetar.
Comparado con todo lo demás, las fantasías que predicaba mi madre…lo que yo quería que ella
me enseñara no eran cosas sobre Dios o el cielo, si no cosas prácticas que me fuesen útiles para
sobrevivir el día a día.
Y obviamente, se lo dije.
Le dije que no existe tal cosa como el paraíso.
Dije que éste era el infierno, y que no había nada más.
Cuando lo hice, mi madre se puso triste.
“No lo entiendes porque aún eres un niño. Cuando crezcas, comprenderás”.
Me dijo.
“Por supuesto que existe el cielo, y hay una manera de llegar ahí. Es por eso que debemos vivir con
el propósito de alcanzarlo”.
¿Por qué?
Aunque fuera cierto, ¿Por qué debíamos vivir así? Además, menos me iba a convencer
recalcándome que yo era nada más que un niño. Porque para un pequeño, la única forma de
finalizar una conversación era usando la violencia.
Además era totalmente irrazonable forzar a un niñito que apenas entiende el mundo a creer esas
palabras.
Todavía lo pienso.
La coerción de mi madre era anormal.
Me pregunto si ella se sentía afligida viviendo una vida tan dolorosa y mundana. Quién sabe,
quizás actuando de buena forma podía mantenerse en sus cabales…probablemente.
Cielo, ésa es la palabra clave.
Para ella, la salvación.
Una verdadera estupidez. Así que sólo asumiré que perdió su salud mental debido a su estómago
vacío y los golpes que le daban.
Si mi madre hubiese vivido hasta que yo hubiese crecido un poco más, en vez de usar la fuerza
bruta como mi padre, la podría haber convencido usando la lógica y con eso, quizás la hubiese
salvado de su maldición.
Eso es indudable.
Le hubiera hecho saber que su forma de vivir estaba mal.
La hubiera convencido.
Aunque en la realidad, sólo era un niñito. Y ella murió abruptamente.
La enterramos en un funeral bastante insípido así que dudo que así hubiese llegado a su paraíso. E
inclusive ese día, mi padre estaba ebrio.
“No puedes hacer nada frente a la muerte. ¿O acaso piensas que por hacer un funeral, los muertos
volverán a la vida? Pequeño idiota”.
Esa era su opinión y su punto de vista. Y obviamente, pensé que estaba en lo cierto.
No me sentía triste.
De hecho, me sentía renovado.
Para mi madre hubiese sido algo bueno.
Sí, bueno.
Por fin fue capaz de morir.
Por fin podía descansar, pensé.
Sigo creyendo que ella no pudo haber alcanzado su objetivo, pero que era suficiente con ser
liberada de este infierno.
Desafortunadamente tampoco creo que yo sea capaz de ir allá arriba.
Ahora mismo estoy buscando la manera y he encontrado indicios, pero bueno…al menos ya tengo
el stand “The World”, el pasaje de ida, aunque así como van las cosas y el estado en el que me
encuentro, no pareciera que esté listo para ascender.
Eso es lo que concluyo.
Y aunque no pienso rendirme, estoy forzado a admitir que será difícil…será difícil llegar ahí por mi
cuenta.

:::
Lo que necesito es un amigo en el cual pueda confiar.
Debe ser un humano que pueda controlar sus deseos.
Un humano sin ambición de poder, fama o lujuria. Debe ser alguien que ponga las leyes de Dios
por sobretodo lo creado por la humanidad. ¿Seré yo, Dio, capaz de encontrar a alguien así?
Una persona que sea completamente opuesta a mí.
Debo hallarla.
Debo hallar a ese amigo.
Estoy registrando la información en este diario a modo de preparación.
“Cómo llegar al cielo”.
Sin importar lo que llegue a suceder, estoy registrando en detalle a ver si logro obtener ese poder
convincente para notar si logré mi meta o no.
Debo decir que dejar esta evidencia es algo peligroso…sería muy desagradable si este diario fuese
encontrado, por ejemplo, por alguien como mi viejo enemigo: Jonathan Joestar.
No quiero que alguien como él sepa de mis metas.
Si “él” o “ellos” se enterasen, harían lo posible por detenerme…aunque claro, si interfirieran, sólo
tendría que derrotarlos, pero aún no estoy listo para hacerlo.
Aún no estoy completamente acostumbrado a este cuerpo que le robé a Jonathan hace cien años
atrás.
Dicho de otra forma, estoy algo “defectuoso”.
Tengo fe de que podría derrotarlos usando a “The World”, pero considerando el orgullo que
pongo en estas cosas, no puedo evitar acordarme de mi derrota de hace un siglo.
Es un riesgo anotar los pasos para ir al cielo. Pero es un riesgo que debo tomar.
Esto no es algo que se mantendrá para mí, algo que solo yo podría entender. Es necesario que lo
organice y lo escriba para que esos amigos que tengo por conocer puedan comprender mis
métodos.
Para que incluso si yo no estuviese, aún se pueda lograr mi cometido.
Tomar un lápiz y escribir tanto es algo que no había hecho en mucho tiempo…tal vez me haga bien
continuar, aparte de que me sirve para organizar mis ideas. Sí, me hace recordar mis días de
estudiante. Esos días en los que pretendí ser amigo de Jonathan.

:::
Hay muchas cosas grandiosas que debo hacer.
Me gustaría poder viajar por el mundo en búsqueda de mi futuro amigo…aunque tendría que
hacerlo con mis propias piernas. Pero en este mundo tan distinto, encontrar una persona pura
como la que necesito será algo muy difícil de hacer.
Y ganarme la confianza de esa persona será aún más difícil…no puedo transformarla en un zombie
o implantarle un brote de carne. Tiene que ser una persona en la que yo tenga puesta mi fe más
sincera. Parece ridículo que yo pudiera hacer algo así…
Hay demasiados obstáculos esperando por mí.
Es por eso que necesito de este registro.
Un registro objetivo.
Un punto de vista que no esté basado en mi opinión.
Si lo hago, puede que me dé cuenta de cosas que podría estar pasando por alto…
Independiente de eso, planeo mantener este diario en secreto de la gente que me sirve,
especialmente de Enya. Ellos no lo comprenderían.
De hecho, ya puedo oír a la anciana diciéndome “Eso es inservible, no debió hacer algo como eso”.
Le dije a esa extraña mujer que mi meta era posicionarme en la cima del mundo ya que es algo a lo
que estoy destinado.
Y ahora que lo pienso, puede que sea verdad. Al menos no es algo imposible. “The World” parece
ser el tipo de stand que tal vez exista para ese propósito.
Pero no.
La felicidad no es algo que se alcance por tener un cuerpo invencible, grandes riquezas, o por
situarse en el pináculo de la humanidad.
Esa felicidad no me la traerá ni siquiera la victoria.
Una persona victoriosa es aquella que ha visto el “cielo”.
No importa cuántos sacrificios me tome, llegaré ahí.
Aunque eso signifique sacrificar mi séquito o mi propio stand.
Eso es seguro.

:::
Ayer escribí algo como “ahora que han pasado cien años, lo entiendo” y sigo sin poder negar que
mi madre fuera estúpida.
No obstante, había alguien más idiota que ella: mi padre. Ahora que ha pasado tanto tiempo
desde su muerte, me doy cuenta.
La violencia que antes era dirigida hacia ella, ahora era dirigida hacia mí.
Él me golpeaba a diario.
Yo era un niño, así que era obvio que me golpeara cuando cometía errores propios de uno. Pero
inclusive cuando hacía las cosas bien, si a él no le parecía, me golpeaba mucho más duro que
cuando realmente me equivocaba, al punto en que yo sangraba.
Era como si golpeándome mi padre practicase algún tipo de entrenamiento.
He oído monstruosidades como “Adelante, golpea a tu hijo. Aunque no sepa por qué lo haces, el
niño entenderá” pero en ese instante, yo no lo comprendía.
Lo hice después.
Comprendí que no se necesitaban razones.
Mi padre era el tipo de persona que tiranizaba a la gente débil para afirmar su propia dominación.
Mi madre era tonta. Real e irremediablemente tonta. Y aunque no lo hubiera sido, si hubiese
tenido una personalidad acorde a ese pueblo, estoy seguro de que mi padre hubiese encontrado
otro motivo para tiranizarla.
Sí, porque mi madre estaba en un error, que porque era tonta abusaban de ella. Y al final, eso no
tenía nada que ver. Y respecto a lo que dije, que ella podría haber amortiguado el daño
quedándose callada, pienso que tampoco hubiese sido así.
Él empezó a golpearme sin motivos.
Siempre estaba irritado.
Siempre de mal humor.
Era tan violento que era incapaz de saciar su enojo con algo.
En mi vida me encontré con mucha gente infame que me fue útil para crear zombies poderosos.
Como por ejemplo, Jack el destripador. Pero aun comparándolo con un asesino de esa categoría,
mi padre no se quedaba atrás.
Él era un malhechor sin arreglo.
Era un tacaño de la peor bajeza, pero cuando pienso en lo excelente que hubiese resultado como
zombie, me doy cuenta que de verdad él era mi padre, padre de Dio.
Pensarlo es algo que me pone un poco incómodo.
En cualquier caso, él era un pobre hombre que tenía un terrible complejo de inferioridad que
dirigía hacia su esposa e hijo. No hubiese sido raro que hubiese perdido la vida después de pasarla
entre golpizas incesantes.
En ese momento, me puse a trabajar para huir de ese infierno. Trabajé, gané dinero y lo usé para
llevarle alcohol.
Era imposible evitar sus arranques violentos, pero si lo ignorabas y dejabas que siguiera en lo suyo,
entonces bebía hasta quedar inconsciente.
Y obviamente así no podría golpearme.
Pero yo era sólo un niño.
A pesar de que lo llamaba trabajo, no era trabajo propiamente tal. En ese pueblo salvaje tenían su
propio sistema. Y había muchas cosas que se podían hacer, aunque no fueran legítimas.
Ellos trabajaban con sobornos, como era algo natural de hacer, así que el dinero que un niño podía
reunir no era demasiado. Sin embargo las apuestas lo eran todo. Así que era fácil incrementar la
cantidad como para al menos comprar alcohol.
Aquí fue donde puse en práctica la educación que me dio mi madre.
La educación que me dio cuando yo era muy pequeño. La usé en el juego.
Estoy seguro de que eso hubiera ido en contra de sus creencias. Es algo irónico, porque esa fue la
primera vez que me sentí agradecido con ella.
Pienso que fue gracias a ella el que yo haya podido vivir hasta el día de hoy.
Fue la primera vez que sentí aprecio por esa mujer.
Mi padre no podía ganar mucho por su cuenta, así que cuando su pequeño hijo le llevaba licor, se
enfurecía y me golpeaba. Pero para ese borracho inútil, aparentemente ese líquido era prioridad y
estaba por encima de todo, entonces se detenía paulatinamente.
Pareciera ser que incluso alguien como él era capaz de darse cuenta de que si me violentaba hasta
dejarme inmóvil, entonces ya no tendría a nadie que le llevara su amada bebida.
Y seguí pensando: “mi madre estaba equivocada”.
Eso decía yo, en mi mente de niño.
No importaba que ahora estuviera agradecido por la educación y conocimiento que me dio, seguía
opinando aquello.
A pesar de ser tan pequeño, Creía que mi madre y yo éramos muy diferentes. O tal vez se trataba
de que la única cosa en la que nos parecíamos era en que ella fue incapaz de abandonar a mi
padre, sin importar lo mucho que le reprochaba su estupidez y sus emociones. Aunque me cueste,
si debo hacerlo para llegar al cielo, lo voy a admitir. Eso era lo que teníamos en común.
“Yo tenía razón y mi madre no”.
“¿Si mi padre hubiese dejado de beber, hubiese sido una buena persona?”.
“Eso no es cierto, ¿verdad?”.
“Al contrario, mientras más bebe más amable se vuelve, ¿no es así?”.
No al nivel de mi padre, sino más bien al de mi madre. Si yo le hubiese creído, habría sido muy
estúpido.
Un error típico de la juventud. Un error imprudente porque yo no era nada más que un niñito.
El hecho de pensar que si mis padres no me maltrataban los hacía“buenos”…es digno de risa. Pero
para el pequeño Dio, eso constituía un descubrimiento magnífico.
Como resultado, cuando alcancé una edad más avanzada, me dediqué constantemente a forzar mi
pequeño cuerpo a soportar una ridícula cantidad de trabajo para ganarme el licor de mi padre.
…me estoy demorando demasiado con esto.
Dejaré mi escritura hasta aquí.

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Me he encontrado con un usuario de stand muy interesante.
Se trata de un apostador llamado Daniel J. D’Arby.
Un hombre que ha vivido en el negocio del juego toda su vida. Me di cuenta de que era usuario de
stand luego de charlar un poco con él.
Fue extraño, era como si lo supiera de la nada.
De alguna forma u otra me puedo dar cuenta si una persona posee un stand o no, o si al menos
tiene talento. Es una sensación que describo como “espontánea” y la entiendo con claridad.
En otras palabras, puedo darme cuenta si tal persona es apta para ser atravesada por “el arco y la
flecha”. Aunque ese trabajo, el de reunir sirvientes para mi séquito se lo dejo a la anciana Enya.
Pero, reunir camaradas para ayudarme a llegar al cielo es algo que debo hacer yo, Dio, con mis
propias manos.
Si aparece alguien de mi interés, debo actuar rápido.
Daniel J. D’Arby.
Creo que me voy a volver a reunir con él.
Podría ser que él sea mi tan “ansiado amigo”….no, eso sería esperar demasiado.
Un apostador como él puede tener un alma pura.
Aunque sí podría significar un indicador para mi objetivo.

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Decidí que iba a matar a mi padre en el momento en que él vendió el vestido de mi madre para
comprar alcohol.
En ese instante yo aún tenía algunas esperanzas en él, algunas expectativas.
Un día este hombre va a cambiar. Sin duda va a entender.
No tenía ni el más mínimo motivo para pensar de esa forma, aunque quizás sólo quería hallar en
él algo paternal, si es que no planamente humano.
Ahora, después de tantos años, es difícil recordar lo que de verdad sentía en ese momento, pero al
menos sabía que tenía muchas oportunidades para deshacerme de él.
Vivíamos en la misma casa, y él sólo vagaba por ahí para tomar siestas larguísimas sin ninguna
preocupación en el mundo. Si tan sólo yo hubiese tenido un cuchillo, lo hubiese matado a pesar de
mi corta edad.
La razón por la que no lo hice fue porque aún lo veía como un padre. Aunque yo no lo quería en lo
más mínimo, lo veía así.
Pero me equivoqué.
Ese hombre no era nada más que basura.
Él no era un padre, era basura humana.
Incluso ahora, cien años después, es muy desagradable tener que llamarlo como tal. A un hombre
así sólo puedo verlo como una presa. De hecho preferiría llamarle padre a George Joestar.
Entonces, ese tipo vendió el vestido.
De verdad lo hizo.
Y me opuse incontables veces, pero cuando le quité los ojos de encima, ese bueno para nada ya se
encontraba en la casa de empeño.
Era un vestido viejo así que no le dieron mucho a cambio.
Aquel hombre intercambió los valiosos recuerdos que tenía con mi madre por un poco de licor.
No, es probable que ni siquiera eso tuviera.
Sólo era un vestido que estaba guardado en el armario por casualidad, una prenda que se podía
olvidar fácilmente, y que así de simple, lo vendió. Para él fue tan sencillo como recoger una
moneda caída detrás de un estante.
Sí.
Él era un inútil.
Un bueno para nada.
Lo noté.
Desde el fondo de mi corazón, lo noté.
Por eso decidí matarlo.
No, para ser honesto, me sería difícil decir que contaba con tanta determinación. Lo puedo
describir más como el sentimiento de aplastar un bicho que se esconde detrás de un estante.
Si uso el término “control de plagas” sería como desvalorizarme a mí mismo… Pero miro hacia
atrás y siento algo de remordimiento. Luego me pregunto por qué no lo hice, por qué no me
arrepentí de matarlo, por qué no lo dejé vivir. No puedo hallar la respuesta.
Era exasperante trabajar día y noche para llevarle su alcohol y algunas medicinas. Sin mencionar
vergonzoso.
Vaya error había cometido.
Pensé.
Mi padre era un “sustractor”.
Mi madre una “donante”.
Podía discernir eso.
Podía y a la vez no.
A quien le sustraían ahora, era a mí.
Sentí que lo estaba haciendo de maravilla mientras vivíamos juntos. Lo aguantaba con ayuda de mi
obstinación y astucia. Pero en realidad no era tan así.
Yo estaba siendo explotado.
Hasta que me di cuenta de que se estaba aprovechando de mí, tratándome como a un esclavo.
Para cuando lo hice, era tarde.
No…no debería haber sido muy tarde. Aún debería haberme quedado algo de tiempo.
Por eso es que decidí hacerlo.
Decidí despacharlo de una vez por todas.
Sin embargo para cuando eso sucedió, yo ya no era un niño de cinco años. Ya no podía hacer algo
impulsivo como arrancarle el estómago con un cuchillo mientras dormía.
A pesar de vivir en un pueblo sin normas ni ley, incluso para esa gente, matar a tu propio padre era
un crimen imperdonable. Pero no tenía intenciones de desperdiciar mi vida por el bien de ese
sujeto.
Aunque ya lo había hecho, le había regalado diez años de ella. No quería seguir dándole más.
Por esa razón, investigué con cautela sobre diversas formas de asesinarlo. Si lo iba a hacer, tenía
que ser un crimen perfecto.
Yo ya contaba con la habilidad para vivir por mi cuenta aun siendo tan pequeño, estaba consciente
de eso y lo reconocía. No tenía ninguna intención de darme a ceder.
No planeaba matarlo con desesperación, planeaba matarlo con intención.
Por eso debía ingeniar la mejor forma de hacerlo.

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Justo como predije, y aunque suene algo pesimista, D’Arby no es el amigo que busco. No es ese
amigo en el que debo confiar “desde el fondo de mi corazón”. Desde mi perspectiva, su codicia es
demasiado profunda, lo cual a pesar de todo me dejó una buena impresión. Tal vez la codicia sea
un talento indispensable para un apostador, por ello su personalidad no es apta para ir al “cielo”.
Me pregunto si existe una que sí pueda…
Mi ansiado amigo. Si un humano tan puro existe en este mundo…no. Puede ser incluso que ya lo
haya conocido y que aún no me haya dado cuenta. Y a decir verdad no puedo negar que algunos
nombres se me vienen a la mente, aunque no podría escribirlos con toda confianza.
Hmm.
Voy a tomar ese enfoque. Si esto se trata de un estancamiento, tendré que hacer algunos
cambios. De lo contrario voy a empezar a deprimirme.
Pero esto no ha sido completamente en vano.
Como era de esperarse, entrar en contacto con D’Arby sí arrojó buenos resultados. Yo, por
supuesto, logré hacerlo mi subordinado, pero fue su stand lo que me dio una pista.
El nombre de su stand es “Osiris”.
No es una referencia a las cartas del tarot como mi “The World” o el “Justice” de Enya, sino más
bien alude al nombre de uno de los nueve dioses egipcios, como el “Geb” de N’Doul.
Osiris no posee poder.
Francamente, en un combate mano a mano contra mí, ni siquiera sería necesario utilizar la
habilidad de mi stand. Podría matar a D’Arby sólo con la mera fuerza de mis músculos, más
específicamente, con la fuerza vampírica de mis músculos.
Pero es la forma en la que él utiliza su poder lo que incluso me impediría a mí, Dio, poder
superarlo. Eso es porque Osiris no tiene poder ni velocidad, pero lo compensa con una habilidad
muy especial. Su stand es capaz de “manipular almas”.
Es capaz de extraer las almas de los cuerpos de aquellos que pierden en sus apuestas, lo que deja
en evidencia su maravilloso poder.
Debido a que él es un experto en el juego, cuando D’Arby extrae las almas, éstas toman la forma
de una ficha. Honestamente me parece innecesario pero…nunca imaginé que pudiese haber un
stand que te permitiese tocar un alma.
Y otra cosa que me sorprendió, es que tiene un hermano menor que al parecer también es un
usuario de stand especializado en el arte de manipular espíritus.
También parece ser que sus stands no son resultado del “arco y la flecha”, sino que nacieron como
tal. Quizás el linaje tiene algo que ver con ello.
Debo investigarlo más, pero por ahora diré que sólo son “almas”.
Con ese stand, sería posible reunir 36 de ellas.
“Se necesitan más de 36 almas que hayan cometido pecados atroces para poder alcanzar el cielo”.
Entraré en detalle luego acerca de por qué se necesitan específicamente 36. Ahora, si preguntas
por qué deben haber cometido esos pecados, es porque las almas de los pecadores tienen mucho
poder.
Tal como aprendí hace un siglo atrás, mientras más diabólico era el criminal que me encontraba,
más fuerte resultaba cuando lo convertía en zombie. Las almas sucias por el pecado contienen un
enorme poder.

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He especulado que se debe al poder de “querer ir al cielo”, a la sensación de “quiero ser feliz” la
que eleva la etapa en la que se encuentra el alma.
El otro día, un chiquillo al que me gané como subordinado, Noriaki Kakyoin, estableció una teoría
sobre que aquellos que pierden en un conflicto, representan el verdadero mal. No estoy muy de
acuerdo, porque creo que alguien es malo por el simple hecho de que tiene un alma infame, por
eso es que tienen un deseo mayor por la victoria. Lo que significa que, el querer ir al cielo, querer
llegar ahí y ser feliz, es el deseo del verdadero éxito. En cualquier caso, he hecho algunos
progresos.
He enfrentado unos obstáculos y progresado. Lo que ahora es crucial es asegurarme de que nadie
se entere de esto. Por supuesto que eso incluye a Enya y los demás, pero también a los hermanos
D’Arby.

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Lo maté envenenándolo.
Es lamentable que el deseo de matar se haya debilitado dentro de mí, pero de todas formas eso
no es nada más que una sensación insignificante para la satisfacción personal. Yo no mato porque
desee sentir algo.
No asesiné a mi padre como resultado de mi ira o mi rencor, mucho menos para hacerme sentir
vigorizado.
Simplemente me encargué de él.
Sí, me encargué de él. Esas son las palabras adecuadas.
Tal como hacer las tareas de la casa.
Hice lo que tenía que hacer.
No había necesidad de emociones superfluas.
Lo que era mucho más importante era asegurarme de que aquello no me causase problemas en mi
vida. Para mí no había nada más importante que la vida que iba a llevar de ahora en adelante.
“La vida que iba a llevar”. Mirando hacia atrás, como alguien a quien le fue imposible vivir como
un humano, es algo terriblemente irónico. Pero independiente de eso, ese fue el motivo por el que
lo asesiné.
Mi padre siempre se sentía enfermo. Quizás debido a su constante borrachera, así que se lo
pasaba en cama. Y yo, muy obediente, le preparaba su medicina y atendía todas sus necesidades.
Sólo que, reemplacé su medicina con veneno.
Así, nadie sospecharía de mí.
Un hijo devoto –algo extraño en ese pueblo- o en otras palabras, un hijo típico de que aquella
estúpida mujer, que se preocupaba un montón por la salud de su padre pero que a pesar de sus
cuidados, murió igualmente.
Concluirían algo como eso.
Y obviamente, no podía darme el lujo de cometer errores en cuanto a qué tipo de veneno usaría.
Tenía que asegurarme de que fuera un veneno indetectable, uno que no dejase ninguna evidencia.
Podía hacerlo gradualmente en el transcurso de unos meses.
Así me sería más fácil encontrar una solución en caso de que algo extra ocurriera. Por eso decidí
regular la cantidad de veneno a usar. A veces lo entremezclaba con hierbas ordinarias. Debía
tomarme mi tiempo para matarlo lentamente.
Estaba de suerte.
En una ciudad cercana todavía más inmunda que el pueblo en el que yo vivía, en un lugar llamado
Ogre Street, oí que se encontraba un hombre chino que trataba con medicinas orientales de
dudosa procedencia. Así que, al usar un fármaco desconocido para la medicina occidental, sería
capaz de matar a mi padre sin dejar evidencia y por consiguiente, no tendría ningún obstáculo en
mi futuro.
Cuando llegué a esa conclusión, yo, Dio, me sentí aliviado.
Por el simple hecho de alcanzar esa idea, sentí que me podía salvar. Y puede que me esté dejando
llevar por el sentimentalismo, pero…de verdad sentí la sensación de poder “llegar” al paraíso.
“Dio, no importa lo que suceda. Debes vivir noble y con orgullo. Si lo haces, de seguro te irás al
cielo”.
Es como si las enseñanzas de mi madre, aquellas enseñanzas que yo descartaba como si fueran
basura, cobraran vida.
Incluso en ese momento sentí que el hecho de envenenar a mi padre, se trataba de una buena
acción en aras de alcanzar mi objetivo.
Hasta parecía que matarlo era el acto más noble y orgulloso que yo podía cometer.
¿Parecía?
No, estaba convencido.
Estaba convencido de que hacerlo me garantizaría mi pasaje al paraíso.
Creí que así yo sería feliz y que mi vida iría de maravilla después de eso.
Estaba seguro de que iba a poder recuperar todo lo que había perdido hasta ahora, todo lo que
me habían robado. Pero ahora lo veo y también estaba equivocado al respecto.
Eso no era más que el inicio.
El inicio de la refinada historia de mi vida. Nada más que el inicio de una historia de la cual ni
siquiera hoy, puedo ver el final.
Para la persona que está leyendo este diario, como si fueras mi tan ansiado amigo por conocer; tú,
cuya identidad desconozco, te tengo una pregunta: ¿Recuerdas cuántos trozos de pan has comido
en tu vida?
Yo no.
Con la finalidad de mantener este cuerpo inmortal, el número de vidas que he tenido que
“devorar” es incontable. No es como si hubiese intentado numerarlas en primer lugar.
Por suerte, la sangre fresca de mujeres jóvenes es la que restaura mi cuerpo de la forma más
eficiente, así que la porción más grande de vidas que me han servido como sacrificio han sido de
ese tipo. Aunque no puedo verificarlo con exactitud.
Por supuesto, ningún humano conoce la cantidad de trozos de pan que ha comido, pero yo sí
recuerdo el sabor del primero que devoré.
Mi primer trozo de pan.
La primera vida que tomé.
Dario Brando…mi padre.
Ese sí que fue un trozo insípido.
En términos actuales, se sintió como masticar poliestireno.
Matar a una persona con una droga oriental no me dejó una sensación gratificante. De hecho
cuando murió, no lo sentí como un logro ni nada parecido.
Sólo sentí el picor de la duda.
“¿Era necesario asesinarlo?”
“¿De verdad era necesario que yo, Dio, me ensuciara las manos?”
Eso fue lo que pensé.
Esa era la razón de mis preguntas.
Igualmente con todo lo que bebía, no hubiese sido capaz de vivir mucho más por su propia cuenta.
Su cuerpo ya se había deteriorado al punto de necesitar medicina a diario.
El sólo haberme abstenido de darle sus medicamentos, el no haberlos comprado en primer lugar,
hubiese sido suficiente para acabar con su vida.
“Olvida la medicina, ¡ve y tráeme alcohol!” Diría él.
Si le hubiera hecho caso, hubiese muerto al poco tiempo. ¿Por qué no pude aguantarme un poco
más?
Quizás elegí matarlo porque buscaba sentir ese “alivio”. Tal vez eso era todo. No importa qué tan
detestable resultara ser un homicidio, quizás sólo tenía ganas de tomar la vida de mi padre con
mis propias manos para que al finalizar, me ganara un ticket de ida al cielo.
Sí de verdad ese era el motivo, entonces matarlo habría sido mi misión. Y fue así como me di a esa
tarea.
Pero todo lo que obtuve fue un vacío enorme.
Mi padre murió.
Así de simple. Murió como un insecto.
El efecto de ese veneno milagroso era de verdad impresionante.
Mi padre murió sin desperdiciar nada.
Nadie sospechó de mí.
Por supuesto, ni siquiera él.
Había logrado el crimen perfecto sin mucho esfuerzo, al grado de que podía sacar esa conclusión
con la máxima confianza.
Devoré el pan.
Pero no me sentí satisfecho en lo absoluto.
Saboreé algo desabrido. Estaba forzado a hacerlo.
Por más de diez años de mi vida, mi padre me robó constantemente y aun así seguía con hambre.
Continué con hambre.
Si tuviera que definirlo, el eco que dejó el asesinato de ese hombre en mí fue como decir “tengo
hambre”.

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Voy a obtener las almas de esos 36 pecadores en un abrir y cerrar de ojos gracias a las habilidades
de los hermanos D’Arby. Puede que más de 36, incluso. Traté de comprobarlo, pero en los juegos
de azar y en los duelos de habilidad pareciera haber una pequeña cantidad que puede derrotarlos.
Yo, Dio, soy testigo de ello.
La destreza del hermano mayor, Daniel J. D’Arby, es particularmente formidable. Es un verdadero
apostador. Respecto al hermano menor, su habilidad se encuentra menos pulida debido a su edad,
sin embargo su stand, “Atem”, no sólo extrae las almas de los perdedores, sino que también lee
sus colores.
Su stand tiene la habilidad de medir la “temperatura” de las almas.
Es muy interesante. Si él perfeccionase sus capacidades bajo mi ojo vigilante, podría convertirse en
un oponente extraordinario. Obviamente, el más fuerte seguiría siendo el hermano mayor debido
a su vasta experiencia, pero no sería una pérdida de tiempo el pulir al menor como reserva.
Por desgracia, cuando averigüé sobre los parientes consanguíneos de los hermanos D’Arby
(específicamente sus padres y su primo) descubrí que no poseían ninguna cualidad peculiar. Eran
humanos comunes y corrientes.
Aunque sea muy pronto para concluirlo, creo que sería beneficioso asumir que sólo los hermanos
poseen la habilidad para controlar las almas. Siendo así, los puedo tratar con más importancia.
No es necesario que les implante un “brote de carne”.
O más bien, no planeo hacerlo.
Ese es un plan que concebí de acuerdo a las sugerencias de Enya. Esos brotes son muy efectivos
para manipular gente, pero –a diferencia de los zombies, los cuales son creados al momento de
succionarles la sangre- es una técnica espectacular que convierte a la víctima en un esclavo
permitiéndole a su vez, conservar su uso de razón y su inteligencia. Pero, tal cual las garras de la
máscara de piedra, debido al efecto que tienen en el cerebro, o dicho de otra forma, porque
comprenden una conexión directa con la mente, tienen la debilidad de disminuir el poder del
stand de la víctima y la habilidad para usarlo.
Los sirvientes que he obtenido a través de estos brotes, tales como Jean Pierre Polnareff y Noriaki
Kakyoin, eran usuarios de stand espectaculares. Pero ya que usé ese método en ellos, era
indiscutible que había minimizado el poder de sus stands.
Aun así a pesar de ese inconveniente, seguían siendo usuarios excelentes. Al final, esos son errores
que no puedo evitar cometer en mi búsqueda por ir al cielo.

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Más de 36 almas…si utilizo los poderes de los D’Arby, las podría reunir en un santiamén.
El problema reside en hallar a los 36 pecadores adecuados para la tarea. Este mundo se ha vuelto
considerablemente más pacífico de lo que era hace cien años atrás. Hay menos gente pecaminosa
e incluso los criminales más infames conservan algo de raciocinio.
Tal cual debo encontrar a ese “amigo” que aún no descubro, a la vez debo buscar a estos
pecadores.
Entre los aliados que he reunido hay asesinos formidables (si es que los puedo llamar así),
hombres como Devo y su stand “Ebony Evil” o Alessi con su stand “Sethan”, así que tampoco
puedo decir que no he congregado a nadie.
Lo que me recuerda, que debo escribir las palabras clave.
Las 14 palabras clave para ir al cielo.
Se componen de contraseñas y palabras literales que servirán como una llave para abrir las
puertas del paraíso.
“Escalera caracol”
“Escarabajo rinoceronte”
“Pueblo fantasma”
“Tarta de higo”
“Escarabajo rinoceronte”
“Via dolorosa”
“Escarabajo rinoceronte”
“Singularidad”
“Giotto”
“Ángel”
“Hortensia”
“Escarabajo rinoceronte”
“Singularidad”
“Emperador secreto”
Todo lo que se necesitan son estas “14 palabras”. Y para no olvidarlas, voy a tallarlas en mi propio
stand.
No existe razón alguna para preocuparse, no temo olvidarlas. Es por eso que son contraseñas.
Estas palabras de por sí no poseen un significado en especial. Sólo son parte de la letra de una
canción de cuna que mi madre me cantaba para dormir cuando yo era niño.
O tal vez se traten de palabras delirantes en una canción de cuna para poder entrar al cielo.
Y a la vez, un réquiem, un regalo de su parte.
Mi padre en cambio, no me dejó nada.
Eso era inevitable ya que él no tenía ni dónde caerse muerto.
Tenía deudas, claro, pero las tenía dentro de un marco que yo podía manejar. Incluso sus deudas
eran miserables. Aunque bueno, no se podría esperar que en ese pueblo hubiese alguien lo
suficientemente imbécil como para prestarle dinero a ese padre mío.
No obstante, en el lecho de su muerte y sin tener mucho para mí, me señaló un “camino”.
Él me dio cierta “información”.
Si lo llaman herencia, entonces se podría decir que ésa fue la mía.
Se podía decir que esa fue la única cosa que ese hombre me dio, un hombre que no hacía nada
más que sustraer. En los últimos momentos de su vida, ese sujeto, Dario Brando, pasó de ser un
“sustractor” a un “donante”.
Eso me hizo infeliz.
Devastadoramente infeliz.
El hecho de cambiar su rol justo antes que la cortina de su vida cayera, abría lugar a la posibilidad
de que ese sujeto, a quien no se le puede describir como nada más que un canalla, pudiese ir al
cielo. El sólo pensarlo me erizaba la piel. Sabía que la probabilidad era mínima, pero no dejaba de
ser insoportable.
La idea de que al final él haya sentido lástima por el hijo del que abusó sin descanso hizo que mi
cuerpo estuviera a punto de estallar.
Sigo sin creer que mi madre llegase al cielo, pero quizás mi padre sí lo logró.
“Si de verdad lo hizo…” pensé.
“Si lo hizo, sería mi deber ir allí y reunirme con él otra vez para matarlo de nuevo”.
Ese era el tipo de cosas que reflexionaba.
Pero ese fue el único momento en que lo pensé. Llámalo un impulso salvaje. Como soy ahora, no
pienso andar a tientas buscando el camino al cielo con esos pequeños impulsos en mi cabeza.
Aunque, si al final de verdad me reúno con mi padre en esta larga búsqueda por mi destino, por
supuesto que lo volveré a matar…meramente como una cosa extra. No he puesto mis ojos en el
paraíso en aras de esos impulsos retrógrados.
Sí he de decir que ansío ese lugar por el bien de la humanidad, puede que sea cierto. En realidad
sería más para alcanzar la siguiente etapa de la evolución.
Lo hago para alcanzar nuevas alturas.
Muy parecido a cuando me puse la máscara de piedra y me convertí en vampiro.
O similar a cuando usé el arco y la flecha para convertirme en usuario de stand. Deseo alcanzar la
siguiente etapa.
Para convertirme en un verdadero ganador.

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“¡Dio! Ven acá un segundo. Tengo algo que decirte”.
“No me queda mucho tiempo…sabes lo que eso significa, ¿cierto?”
“Pronto voy a morir”.
“La única preocupación que me deja mi muerte eres tú, mi único hijo… ¿Me estás oyendo, Dio?”
“Cuando muera, toma esta carta y dirígete a la dirección que ahí indica”.
“Ese tipo está en deuda conmigo…estoy seguro de que cuidará de ti”.
“Incluso puede que te envíe a la escuela”
“Él me debe un favor”.
“¡Dio, cuando muera, ve a la mansión Joestar! Eres un muchacho muy inteligente, ¡con eso puedes
volverte el hombre más rico que jamás haya existido!”.
Era un pésimo padre.
Lo llamo así, pero no pienso en él como tal.
Pero igual decidí aceptar con gratitud esa “herencia” que me dejó. A pesar de que yo era más que
capaz de vivir por mi cuenta, estaba dispuesto a usar cuanto tuviera a mano.
Por primera vez sentí que mi vida empezaba.
Sí, eso era.
Al tomar la vida de mi padre, la mía recién comenzaba.
La conexión entre la familia Brando y la familia Joestar se había dado con 12 años de anterioridad,
pero personalmente para mí, ese vínculo había empezado en ese mismo instante.
Para no levantar sospechas, me tomé el tiempo de celebrar un funeral para él. Lo que es más,
incluso lloré. Fui un hijo devoto hasta el final.

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Se acaba de presentar un pequeño percance.
Honestamente, no es para nada pequeño, y no lo llamaría percance si así pudiese, pero es
correcto referirme a él como tal.
No, era algo que me preocupaba desde hace mucho tiempo, pero yo había hecho que mis
sirvientes investigaran, y ahora los resultados son claros.
Existen descendientes vivos de la familia Joestar.
Y están al tanto de mi existencia.
Desde hace un tiempo he tenido la sensación de ser “observado”. Al principio creí que era mi
imaginación, que me estaba preocupando por nada. Francamente pensé que estaba sufriendo de
una paranoia que había traído conmigo desde hace un siglo, pero no era el caso.
Estoy siendo observado.
No, para ser más preciso, me están “fotografiando” con una habilidad conocida como “fotografía
espiritual”.
Y por habilidad, por supuesto que me refiero a un stand.
De hecho, además de “The World”, yo poseo otro stand. Enya me dijo que su nombre era “Hermit
Purple”.
Puede parecer curioso que hable de mi poder como si fuese de alguien más, pero estrictamente
hablando, no lo es. Le pertenece al hombre al que le quité su cuerpo, a Jonathan Joestar.
Esos sucesos de hace cien años atrás…
Yo estaba débil… era tan sólo una cabeza. Así que si no hubiese tomado este cuerpo, si no hubiese
poseído la energía de ese hombre, no hubiese sido capaz de sobrevivir por tanto tiempo en el
fondo del océano.
Pero independiente de eso, aunque desconozco los motivos detrás, pareciera ser que este cuerpo
tiene una especie de conexión con los descendientes de Jonathan, similares a los lazos entre
padres e hijos.
Su nieto, Joseph Joestar.
Su bisnieta, Holy Kujo
Y su tataranieto, Jotaro Kujo
Ellos saben de mi existencia.
Debido a que éste es el cuerpo de Jonathan, cuando yo fui atravesado por el arco y la flecha,
obtuve nuevos poderes conocidos como stands: “The World” y “Hermit Purple”. Los cuales están
teniendo efectos físicos en los cuerpos de sus sucesores.
Los límites y la fuerza son dos caras de la misma moneda. No se puede tener una sin la otra.
¿Tal vez debería verlo como una bendición?
Ellos están viviendo actualmente en la tierra de Noriaki Kakyoin, en Japón. Entonces, tendré que
hacer el primer movimiento.
A pesar de que ese muchacho ha sido debilitado por el brote de carne, debería ser más que
suficiente para encargarse de ellos.
Debo exterminarlos.
La familia Joestar debe ser eliminada.
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Continuando con lo de ayer, cuando me di cuenta de que me “observaban”, nunca se me cruzó
por la mente que esa mirada le pertenecía a uno de los descendientes de Jonathan.
Pensé que al momento de adueñarme de este cuerpo automáticamente había acabado con esa
familia…nunca imaginé que su linaje perduraría cien años hasta hoy, un mundo que al menos para
mí, es completamente diferente.
Erina Joestar –anteriormente Erina Pendleton.
No tengo idea de cómo, pero al parecer ella, la mujer que se casó con Jonathan, sobrevivió al
hundimiento del barco. Y no sólo eso, sino que además dio a luz a su hijo.
Ella tenía un carácter muy fuerte.
Recordándolo, esa mujer constituía un obstáculo constante en mis planes desde el principio. Si no
fuera por ella, dudo bastante que Jonathan hubiese crecido tan determinado como era. Al
contrario, probablemente se hubiese convertido en mi perro faldero. Pero Erina previno eso con
brillantez.
Sí…en cierto modo, ella era muy parecida a mi madre.
Era orgullosa, noble como una santa, y por sobretodo, tonta.
Tonta, porque amó a un hombre como ese. No puedo evitar asociar su imagen con la de mi madre,
quien amaba a un imbécil como mi padre.
Aunque, de acuerdo a mis investigaciones, el hijo de Erina, un piloto de guerra llamado George
Joestar II, fue asesinado por uno de mis zombies. Es irónico, o tal vez sólo fue cosa del destino.
No, es una exageración llamarlo así. Del gran número de zombies que logré engendrar, no me
parece raro creer que el hijo de aquel que me persiguió hasta el final sería liquidado por uno de
ellos. Así que tal vez no debería preocuparme tanto respecto a estos nuevos descendientes.
Y puede que incluso ni siquiera posean el temple que Jonathan tenía. Puede que hayan sido
increíblemente debilitados por esta nueva era, puede que sean hasta cobardes.
De igual forma nunca está de más tomar medidas…llámalo acoso si deseas, pero de verdad me
gustaría poder resolver las cosas de una vez por todas con la familia Joestar.
Y como aún no estoy completamente acostumbrado a este cuerpo, no puedo ir a buscarlos yo
mismo. Así que le ordené a Kakyoin el extraer la sangre de sus cadáveres y traérmela.
Su sangre.
Estoy seguro de que le vendrá de maravilla a este cuerpo.
En ese sentido, ah…tenía planeado hacer una crónica de esto en la última mitad de este diario,
pero me parece que ahora es un buen momento, así que lo escribiré antes de lo previsto. Por
supuesto que yo no iba olvidarme de escribirlo, pero yo, Dio, estoy bastante familiarizado con el
disgusto de perderme una buena oportunidad.
Tal como Jonathan tuvo un hijo –y muchos descendientes después- luego de que yo, Dio,
despertase de mi letargo de cien años y ascendiera a la superficie, antes y después de ganar mi
stand, yo, “hice” un cierto número de niños.
No te alarmes. Yo, Dio, tengo hijos.
De entre todas las mujeres que se me ofrecían como “comida”, había algunas que…cómo decirlo,
tenían cierto “potencial”, a las cuales preñaba. Sin embargo y a pesar de que pueda sonar a que no
estoy tomando la debida responsabilidad, no tengo idea de qué sucedió con ellas después de eso.
Estoy escribiendo esto, asumiendo el hecho de que tengo esos hijos. Pero es posible que esas
mujeres los hayan abortado, no puedo asegurarlo. También es correcto afirmar que no se puede
crear una raza mestiza entre humanos y vampiros, y que puede que los hayan abortado
espontáneamente, tal cual le sucedió a mi pequeño hermano o hermana.
No obstante, todo aquello fue hecho con este nuevo cuerpo. La química humana es muy potente,
por lo que hay una gran posibilidad de que esos niños nacieran como seres humanos normales.
Es muy probable que nacieran y fueran criados en algún lugar.
Lo llamo potencial, pero en realidad me refiero a la fuerza maligna. Mientras más malvada era la
mujer, mientras más oscuridad contenía su corazón, mejor madre sería.
Llena de ira, irritable y fértil.
Sin nada de elegancia, de boca maleducada, sin conocimiento alguno de modales.
Mientras más así, mejor.
Eso era lo que yo creía.
En otras palabras, mientras más opuestas a lo que era mi madre, mejores madres serían. Yo daba
fe de eso.
Creía que una madre era mucho mejor no como una santa, sino como una mujer malévola.
Por lo tanto escogí a ese tipo de mujer para convertirse en madre de mis hijos. Y cuando llevaban
ese tipo de doncellas ante mí, no me las comía. No les chupaba la sangre ni les lavaba el cerebro.
Las dejaba ir.
Por supuesto, la sensación de querer tener hijos, de querer formar una familia y esas cosas tan
evidentemente familiares, no son algo que yo posea.
Y claro, luego de crecer en ese sumidero de casa, es natural que no las tenga. Sólo lo hice porque
era necesario. Simplemente los “hice”.
Fue una medida que tomé por el propósito de ir al cielo.
Mis hijos.
Esto es algo que respecta a algunas décadas en el futuro aunque para mí, eso es muy poco tiempo.
Tengo la seguridad de que esos niños esparcidos por el mundo me guiarán hacia mi meta.
En cambio lo que me preocupa, lo que de verdad me inquieta, es que ellos no sólo heredaron mi
sangre, sino también la de Jonathan. Al final, de quien sea que resulte ser la sangre que
prevalezca, jugará un papel importante en cómo van a resultar las cosas.

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A mi padre no le simpatizaban los nobles. De hecho, los detestaba. De verdad los odiaba. Sería
mentira decir lo contrario.
Los despreciaba.
Para mi padre, los nobles eran una peste digna de odio. La idea de que él dictaminase algo como
malvado, es completamente graciosa. Pero cuando hablaba de eso se convertía en la viva imagen
de la seriedad.
Para ese pródigo padre mío, los nobles eran la única cosa que debía tomarse en serio. Aunque
simplemente se tratase de un resentimiento personal.
Él siempre chillaba sobre cómo todos ellos eran unos presumidos y engreídos y los culpaba de la
mísera vida que teníamos. Debido a que nos explotaban, a que nos quitaban cosas, a eso atribuía
el hecho de que éramos pobres. Y lo decía muy seguido.
Entonces, gracias a que crecí con ese tipo de padre, sus palabras se grabaron en mí. Así que no era
sorpresa que desde el principio yo no tuviera una buena imagen de la familia Joestar.
Los nobles eran gente que era despreciada incluso por basura como mi padre.
Pensaba que era imposible que fueran gente buena.
Y cuando conocí al heredero de esa familia, a Jonathan Joestar, reafirmé mi opinión con total
seguridad.
Confié inquebrantablemente en esa idea.
“Tú debes ser Dio Brando”
Cuando lo vi diciéndome eso con una sonrisa en su rostro, lo supe de inmediato.
Intuitivamente comprobé que yo estaba en lo cierto.
Este chico era un “heredero”.
No era ni un “donante” ni un “sustractor”.
Sino un “heredero”. Y eso me hizo enfadar.
No, enfadar no es la palabra. Más bien, me hizo enfurecer.
Sentí que estaba hirviendo de la rabia.
Claro que a ese punto yo ya estaba formulando métodos para hacerme con su fortuna. Pero
preferí guardar silencio y adoptar una postura expectante. Jonathan Joestar no era nada más que
una presa para mí. Lo cual también quería decir que no esperaba nada de él. Y, sinceramente,
tampoco deseaba actuar en su contra.
Me dirigí como un jovencito bien educado y obediente hacia el señor de la casa y a su hijo. Debo
decir que no tiene sentido narrar los planes que elaboré hace tantos años atrás, pero si alguno de
ellos hubiera salido bien, mi plan original de robarles su fortuna hubiese sido exitoso.
El crimen perfecto podría haber sido llevado a cabo con excelencia.
Lo puedo asegurar.
Pero no fui capaz de hacerlo.
Caí preso de mis emociones y, acorde a esa exaltación, me descargué con el perro de Jonathan –si
mal no recuerdo su nombre era Danny- y lo pateé con fuerza.
Había pensado en matarlo algún día (y de verdad lo hice) pero antes, lo pateé muy duro.
En respuesta a mis acciones, Jonathan se enfureció y me gritó. Y dentro de mí, yo quería hacer lo
mismo.
Jonathan me dijo que no me iba a perdonar. Y yo tampoco podía perdonarlo a él.
Exacto, no podía perdonarlo.
No podía perdonar su sonrisa.
No podía perdonar su atrevimiento.
No podía perdonar su alegría.
No podía perdonar su actitud amistosa.
No podía perdonar que un niño rico y mimado que jamás había conocido el más mínimo
sufrimiento en su vida, existiese en este mundo.
Ni siquiera se deshacía de las cosas que tenía.
Él sólo heredaba sin tomar nada de nadie. Y eso, desde el fondo de mi corazón, era algo que no
podía perdonar.
Sentía que debía golpearlo, que debía hacerlo sufrir.
Sentí con furia que mi misión era la de aplastar su cabeza con mi pie.
Y aunque no tenía el más mínimo interés en comprender los sentimientos de mi padre; en ese
instante empaticé en su odio contra la nobleza.
Decidí que iba a arrinconar emocionalmente al heredero de la familia Joestar, a Jonathan.
Todo por el bien de quedarme con su fortuna, claro. Pero ahora que lo pienso, creo que había más
razones detrás.
Tomé la decisión.
La decisión de quitarle todo a ese heredero.
Me he dejado llevar por mis emociones. Y a pesar de que estoy escribiendo esto en el mismo día
de la entrada anterior, voy a pasar a una nueva página.

:::
Ahora que han pasado cien años, me sorprende que mi ira no gatille los recuerdos de aquellos
días.
No obstante debo afirmar que en ese entonces mi determinación aún estaba en desarrollo. De
todos modos, fui exitoso al tomar el cuerpo que antes le pertenecía a ese niño consentido.
Fallé en adueñarme de la fortuna de su familia, pero “sustraje” algo mucho mejor, algo que sólo le
pertenecía a él.
La vida de Jonathan.
Podríamos decir que sustraje todo lo que tenía.
Mi misión había sido cumplida.
Lo había logrado.
Pero en ese momento, no se sintió como una victoria, tal cual me pasó con mi padre. Sólo
experimenté un desánimo insignificante, insípido y de mal gusto.
Una vez que obtuve su cuerpo, me pregunté: ¿Por qué era que lo quería?
Sentí que esa preguntaba aplicaba a todos mis planes.
Puede que yo sea propenso a empezar la casa por el tejado, o que tal vez mi objetivo era el simple
acto de sustraer.
Tal vez se debía a la incapacidad de mi padre para tolerar al resto (y que yo tampoco tengo) que
nos convertimos en “sustractores” y comenzamos a quitar y quitar.
Eso debe ser.
Y si no, pues no importa.
Aunque por nada del mundo quería convertirme en un donador imbécil como mi madre; tampoco
quería convertirme en un heredero despreocupado como Jonathan.
Ni nobleza ni orgullo, yo quería seguir siendo un sustractor.
En ese entonces, ahora, y en el futuro.
Hace un siglo y de ahora en adelante.
No importa cuántos años pasen, eso nunca cambiará. Así es como lo veo.
A eso añadiré que, la cantidad de tiempo en la que le expuse mis verdaderos sentimientos a
Jonathan fue en realidad, insignificante.
Y de todas las cosas, Jonathan me devolvió el daño que le hice.
Escribiré sobre eso mañana.

:::
Recibí un informe de Kakyoin.
Al parecer logró identificar a uno de los descendientes de los Joestar: Jotaro Kujo. Ahora se
encuentra siguiéndolo.
También me informó de que el nieto de Jonathan, Joseph, está viajando con un vidente de nombre
Muhammad Avdol. Aunque Kakyoin planea enfocarse primero en Jotaro.
Muhammad Avdol.
Él es un usuario de stand al que conocí hace un tiempo personalmente. Un hombre con una
habilidad inagotable, era alguien a quien deseaba añadir a la lista de mis seguidores. Pero en
cuanto me vio, huyó al instante, así que no me dio tiempo para neutralizarlo con uno de mis
brotes.
Me pareció extraño que reaccionara así tan rápido, pero ahora comprendo. Él había oído de mí,
¿de la boca del nieto de Jonathan…?
Su habilidad para manipular el fuego puede haber sido necesaria para mi plan de alcanzar el cielo,
por esa razón deseaba hacerlo mi subordinado…pero ahora que adoptó otra postura, no me
queda más que rendirme.
Una lástima.
Ha habido un cambio de planes.
O más bien, no me queda otra que hacer un cambio.
Kakyoin ha fallado.
Y no sólo falló. No, no sólo eso.
Si sólo hubiese fracasado, no estaría sorprendido. Las batallas de stand tienen eso a lo que
llamamos afinidades. Su “Hierophant Green” es un stand poderoso, pero no invencible como el
mío. Además, recordemos que debilité su poder con mi brote de carne, así que el que fallara
contra Jotaro Kujo o cualquier otro stand, era una posibilidad que existía desde el principio.
Lo que me frustra es lo que vino después. No es sólo que Jotaro no asesinó a Kakyoin, sino que
puso su propia vida en peligro para removerle el brote que le implanté en su cabeza. Qué historia
más increíble.
No.
Quizás no lo sea tanto.
Un acto así es realmente digno del Jonathan que conozco.
O dicho de otra forma, algo que heredó de él.
Hasta el día de hoy, Jonathan logró hacer pasar esa voluntad poderosa, su temple, ese formidable
y explosivo poder a sus descendientes.
Cómo me hubiera gustado que hubiesen nacido cobardes.
No importa las habilidades stand que posean, si ellos no hubiesen heredado la voluntad de
Jonathan, tal vez los hubiese dejado ser.
Pero esa ya no es una opción.
¿Tal vez sea el destino? Entonces que así sea.
Lo tomaré.
Los tendré en mi pilar para ascender al cielo.
Dispuse de todos los medios que tenía para acabar con Jonathan. Aunque ahora que lo analizo, al
principio no le hacía nada más que intimidarlo inofensivamente. No éramos más que niños
atrapados en los límites de la sociedad infantil. Con eso bastaba.
Todas las noches, Jonathan lloraba hasta dormir.
Esa actitud tan quejumbrosa sólo hacía que me irritase aún más. Eso era todo lo que hacía falta
para lograrlo.
Desde pequeñas cosas como saltarse las comidas, ser regañado por nuestro padre, perder
amistades, eso era suficiente para romper su corazón en pedacitos. Su poca resistencia era de
verdad imperdonable.
Un corazón como ése colapsaría en una sola noche de vivir en el pueblo en el que crecí, ni siquiera
hubiese durado una hora ahí.
Era muy llano el ver cuánto lo habían consentido en su vida, el verlo tan desesperado con tan
poco…pensé que tenía que empujarlo mucho más, pero…
Como mencioné antes, el periodo en el que atormenté a Jonathan no duró demasiado. Para
aplastar por completo su corazón, con la finalidad de hacerlo, puse mis manos sobre esa mujer.
Mi primer error.
Jonathan era un hombre que no se contenía, sin importar lo muy oprimido que podía llegar a
estar. Pero cuando se trataba de otros, especialmente de aquellos que eran de gran importancia
para él, entonces estaba dispuesto a estallar.
Yo menosprecié esa parte de su personalidad y por ello, fui lanzado hacia un muro.
Perdí contra Jonathan en una pelea mano a mano totalmente honesta. Voy a tragarme mi orgullo
y voy a admitir que cuando eso pasó, lloré.
No de esas lágrimas falsas como las que usé en el funeral de mi padre. Lloré de verdad.
Y no por el dolor de sus golpes.
Lloré por la frustración, por la tristeza, por lo mísero que me sentía, por eso lloré. Ya en ese punto,
había decidido posicionarme por encima de Jonathan con todo lo que tenía. Y en ese instante
también aprendí que aquello no era más que una ilusión.
Sabía que eso no era diferente a cuando mi padre nos golpeaba a mí y a mi madre pero aun
así…lloré.
Luego de eso, cesé mis ataques contra Jonathan. Incluso en frente de él, me puse la máscara de
“niño bueno” como lo hice con el señor Joestar.
Pero no me olvidé de nada.
La humillación que sentí ese día, no pude olvidarla por siete años. Ni siquiera ahora lo he hecho.
Independiente de eso, la mujer de Jonathan –la hija de un médico, Erina Pendleton- era una mujer
muy extraña. No, tal vez la palabra extraña no sea adecuada para describirla. Eso sería poco, sería
menospreciarla.
Pero sí que era rara.
Si no hubiese sido por ella, la familia Joestar jamás hubiese prevalecido hasta hoy. Al contrario y
de otra forma, yo hubiese tenido la victoria asegurada en mi plan de destruir esa familia.
Puede que así no me hubiese podido convertir en inmortal. Puede que no haya podido obtener
juventud eterna, pero como la cabeza de la familia Joestar, creo que hubiese vivido una vida
celestial.
Me hubiese sentido en el cielo.
Hubiese sido feliz.
Podría haber obtenido esa vida de la que siempre fui despojado.
Un poco después de que Jonathan me hiciera llorar (y luego de reflexionar sobre mi mal genio),
quise ir a investigar más sobre Erina.
No planeaba disculparme por lo que le hice.
Jamás hubiese hecho algo así.
14
Hablando de eso, ah… planeaba registrar esto en la segunda mitad de este
diario, pero este parece un momento propicio para hacerlo, de modo que lo escribiré
antes de lo planeado. Por supuesto nunca olvidaría escribirlo por algún descuido, pero
yo, Dio, estoy bastante acostumbrado a la insipidez de pasar por alto una buena
oportunidad.
Simplemente estaba interesado en ella. Desde el momento en que le robé su primer beso, ella
ganó su orgullo de vuelta al lavarse la boca con agua lodosa. Desde ahí que ella captó mi atención.
Me sentía muy intrigado respecto a cómo ella “recuperó” algo que le habían “quitado”.
Como alguien que jamás cometería actos estúpidos dignos de mi madre, no iba a reunirme con
ella. No, al contrario, pensé en observarla desde lejos.
Pero ni siquiera eso pude hacer.
Debido a temas del trabajo de sus padres (o algo así), Erina se fue del pueblo. ¿Debido a temas de
trabajo? Eso suena terriblemente conveniente.
Ahora que lo pienso luego de tantos años (aunque no tengo intenciones de confirmarlo) creo que
la causa de la mudanza de la familia Pendleton fue porque puse mis manos sobre su hija. El tomar
una medida tan extrema, fue algo que me pareció un acto desesperado de proteger su orgullo, o al
menos un intento por proteger a Jonathan.
No puede ser. La verdadera razón por la que se fueron eran motivos laborales, ¿cierto? Dudo que
haya existido una mujer así de orgullosa. Y no es mera sospecha mía, más bien se debe a la alta
estima le tengo a ella.
Pero sigo pensando en esa chica y la vida simple que vivía y no puedo evitar sentir las manos del
destino.
Madre.
Erina Pendleton.
Parece ser que son siempre esas mujeres santas y puras las que interfieren en mi vida.
Ellas me obstaculizan.
Así que aquella con el nombre de santa, Holy Kujo (o como sea) estoy seguro de que también será
un obstáculo para mí.

:::
Consulté sobre el tema de las almas con los hermanos D’Arby y confirmé que mi hipótesis era
correcta.
No tiene caso seguir dudándolo.
Como lo sospeché, las almas son lo verdaderamente crucial.
Y no se limitan sólo a las de origen humano, si no a todas las que existen en el planeta Tierra,
incluyendo animales, plantas, peces e insectos.
Este es un buen momento para hacerlo, así que lo voy a resumir.
Tal cual la proporción de agua y tierra se mide en la escala 7:3, igual de preciso es el número de
almas existentes que provienen de criaturas vivientes.
Simplificándolo, mientras más crece la población terrestre, más disminuirá la cantidad de otra
especie. Así, el número de almas se mantendría constante. Es un poco diferente de la ley de
conservación de la materia, pero a la vez un poco similar.
Pero estas “almas”.
Si existe la manera de que un solo humano posea varias, o “miles” de ellas, si existe la forma de
adueñárselas, entonces, ¿Qué es lo que realmente sería ese humano?
Así como un stand corresponde a una persona, hay un alma para cada una. Sin embargo yo poseo
la capacidad de tener dos stands: “The World” y “Hermit Purple”.
Eso se debe a que este cuerpo es de Jonathan, pero…bajo el mismo método, confirmo que es
posible adueñarse no sólo de la cáscara, sino también del alma.
El menor de los hermanos D’Arby tiene el hobby de sellar las almas que ha robado dentro de
marionetas. Aunque yo no lo llamaría un hobby agradable, me pregunto qué sucedería si uno
usara humanos en vez de muñecos. ¿Qué ocurriría si diferentes almas fueran puestas en
diferentes cuerpos? Si eso va de acuerdo a lo que creo, entonces mis preparaciones estarían
completas.
Pero debido a razones que no voy a explicar aquí, es difícil para este D’Arby el llevar a cabo este
experimento. Y porque atrapar almas es un hobby; cambiarlas de lugar es algo totalmente distinto.
Viéndolo así, su habilidad no es más que su pasatiempo.
Y si soy sincero, aún le falta madurar para llegar a ser como su hermano mayor.
Entonces, ¿Tengo más alternativas?
Sé que sí.
:::
Me ha surgido una idea mientras estaba escribiendo.
Sí, con su stand, ese experimento sería posible.
Enrico Pucci.
Es alguien a quien conocí mientras estaba en Estados Unidos.
Si yo pudiese a usar su habilidad…
Planeaba ir a América para encontrarme con él, pero al final no lo hice. Esto porque ha habido
algo de actividad en esa isla situada en el oriente.
De acuerdo a los reportes de Nijimura (aquel a quien envié para que investigara los
acontecimientos recientes) la mujer del linaje Joestar, Holy Kujo, ha colapsado presa de una fiebre.
La llaman la “fiebre del stand”.
Es algo complejo de entender, pero parece que hay casos en los que el stand puede herir a su
usuario. Debido a los efectos del cuerpo de su antepasado (Jonathan) ella se ha convertido
también en usuaria de stand. Lo cual debiese ser algo bueno, pero en cambio, la está destruyendo.
Un stand es manejado por el espíritu de quien lo contiene, por su “alma”. Es algo que se controla
gracias al espíritu de lucha que se posea. Pero si un humano con una personalidad pacífica es
afectado, jamás sería capaz de controlarlo. Supongo que es todo lo que hay que explicar.
Así que no me equivocaba al decir que esta Holy tiene la personalidad que antes sugerí. Es una
mujer santa. Y como predije, su colapso ya se ha vuelto un obstáculo para mí.
No hay que dudar que su padre, Joseph Joestar; y su hijo, Jotaro Kujo, vendrán a Egipto para
detenerme y así liberarla de esta maldición.
Creí que con mi objetivo aún oculto de los efectos de la fotografía espiritual, planearían sus
movimientos con cautela. Pero sólo les bastó que un pariente se encontrase en peligro para que se
aventurasen hasta aquí con tanta precipitación.
Como resultado de esto, el que debe ser cuidadoso soy yo. Puede que yo sea inmortal y que posea
un stand increíble, pero para mi pesar, aún no logro dominar este cuerpo por completo. Y lo que
es más, está mi debilidad más grande: el sol.
Si me fueran a atacar estando solo durante el día, estaría indefenso.
Pero nada me impedirá seguir buscando la forma de ascender al cielo. Quizás sea por Jonathan,
pero no pienso aplazar mis planes por culpa de sus descendientes.

:::
Supongo que no tengo elección.
Llamaré a Pucci por teléfono para que venga a Egipto como muchas veces lo he hecho antes, así
que no será necesario enviar a alguien que lo reciba. Tal vez a quien deba darles la bienvenida es a
los Joestar.
No voy a reparar en gastos para darles una cálida acogida, y pienso que el mejor para la tarea sería
el usuario de “Tower of Gray”.
Pura destrucción y desastre.
Un stand que simboliza un viaje interrumpido.

:::
El heredero de la familia Joestar, Jonathan Joestar… Decidí que lo acabaría
emocionalmente.

Ese fue por supuesto el propósito de heredar la fortuna de la familia Joestar,


pero pensándolo ahora, creo que tenía muchas razones para ello.

Tomé la decisión.

De tomar todo de él, el heredero.


Los siguientes siete años que pasé en la mansión Joestar o más bien, los siete años antes de que
mi plan fuera descubierto, no fueron muy placenteros. A pesar de que no fue nada difícil fingir ser
un estudiante modelo y engañar al señor de la casa, a Jonathan, a los sirvientes y a nuestros
compañeros de escuela. De hecho fue algo que hice con facilidad. Aunque era obvio que luego del
primer conflicto que tuve con mi hermano adoptivo, él nunca dejase de dudar de mí…pero
mientras no fueran más que dudas, logré ganarme su confianza de todas formas. De hecho,
Jonathan llegó a sentirse mal por dudarme. Qué gracioso.
Así que aparte de mi relación con esa familia, las cosas eran demasiado sosas.
Todo era demasiado tranquilo.
Si se me permite exagerar un poco, pensé que me volvería loco. Por supuesto que ese ritmo de
vida sería conveniente para mí, pero más allá de esa pequeña muestra que Jonathan tuvo de mi
verdadero yo, todos eran excesivamente ingenuos. Ninguno oponía resistencia.
Para alguien que veía a los nobles con tanta hostilidad (como yo) esa falta de resistencia se sentía
como golpear aire. Sentía que había cometido un error gravísimo.
¿No se supone que la nobleza era mi enemiga? Entonces, ¿En qué momento las cosas comenzaron
a sentirse tan indiferentes?
¿Es que ahora todo lo que hacía era inútil? ¿Estaba perdiendo mi tiempo? Me pregunté.
Como en ese tiempo yo aún era un simple mortal, la sola idea de “perder tiempo” me hacía vivir el
infierno.
A veces me encontraba a mí mismo con la idea de querer desahogarme. Darle rienda suelta a mis
emociones y convertir a todo el mundo en mi enemigo. Muy dentro de mí yo quería volver a sentir
esa ira de cuando Jonathan y yo nos golpeamos el uno al otro en el vestíbulo.

:::
Esa es la adrenalina que sentí en mi juventud. Pero como se dieron las cosas al final, nunca
expresé mis emociones con honestidad, las oculté tras la fachada de niño bueno con la cabeza
gacha…
Cuando esos siete años llegaron a su fin, Jonathan descubrió mis planes, así que no tenía sentido
seguir con la farsa.
No veo la utilidad de anotar los detalles de un plan fallido, no obstante, omitirlo por completo iría
en contra del propósito de mantener este registro. Así que lo contaré con brevedad.
Primero, fui legalmente adoptado por la familia de Jonathan.
Pasé de ser Dio Brando a Dio Joestar. Y ahora que de verdad lo pienso, Joseph, Jotaro, y Holy, a
quienes estoy intentando borrar del mapa y siendo descendientes de mi hermano adoptivo,
también vendrían siendo mis propios descendientes, de Dio, al menos ante los ojos de la ley. No
veo diferencia.
Sin embargo nunca estuvo en mis planes el convertirme en miembro de esa estirpe. Y aunque le
robé su cuerpo, no me convertí en Jonathan. Más bien, Jonathan se convirtió en mí. Por lo tanto,
no albergo ninguna emoción positiva hacia ellos.
No siento lazos familiares ni nada parecido.
Similar a eso, el haber heredado el apellido Brando –la herencia que me dejó mi padre- no podría
ser más detestable. Pero tener el apellido Joestar era peor.
Por eso después de que fui adoptado legalmente, en la escuela seguí usando el apellido Brando. La
razón fue porque sinceramente no tenía ningún anclaje hacia los Joestar, entonces estaba bien si
podía conservar mi apellido original.
Todo esto con la finalidad de apropiarme de los bienes de esa familia.
Era necesario que yo me convirtiese en su hijo legal, independiente de si yo estaba contento con el
hecho de ser “el hijo de una familia a la que los Joestar le debían un favor y que ahora cuidamos”.
Pero de otra forma no hubiera sido posible llevar a cabo mi plan.
Tenía que llamarlo “padre”.
Y claro que lo hice. Pero nunca quise a George Joestar como tal. Y Dario Brando era un pobre
miserable sin nada bueno que ofrecer a quien desprecié toda mi vida. Comparándolos, George era
todo lo contrario, él era amable, dulce, un caballero con una gran personalidad. Un hombre con
infinitas cualidades, por el que sentía exactamente el mismo desprecio.
Pero al final, y sin importar cuánto los detestaba a ambos, prefería dirigirme a George como padre.
Aunque sus modales y buen carácter me irritasen.
Creo que eso se debió a que, a pesar de que estaba cambiando al rol de “donante”, George seguía
siendo un “heredero”.
Tampoco esperaba que cambiara, más bien, me sentía ansioso al respecto.
Sea como fuere, llamándolo expectativas o ansiedad, al ser bienvenido y criado por la familia
Joestar y vivir en su mansión; yo, Dio, puedo decir que llegué a pensar que podría perder la única
cosa que adquirí en mis días viviendo en aquel pueblo de porquería: mi ambición.
Obviamente eso no sucedió. De hecho jamás debí preocuparme por eso.
Seguí odiando a los nobles hasta el final. No sólo a los de mi nueva familia, si no que a esa actitud
prepotente, la actitud de simpatizar con las circunstancias como si fuera lo más obvio de hacer.
Aquello era lo más imperdonable que yo podía concebir.
Sentí cómo mi vida comenzó el día en que asesiné a mi padre. Así que al acabar con George, mi
vida iba a dar otro salto hacia adelante.
Por lo que sin dudarlo, decidí acabar con mi padrastro.
Mi ira y mi odio respaldaban mi decisión.
Pero necesitaba una excusa real.
Eso era de vital importancia.
Seguiré escribiendo mañana.

:::
Sobre todas las cosas, Jonathan me devolvió el dolor que le provoqué. Escribiré
sobre eso mañana.
He recibido un reporte de Noriaki Kakyoin.

Parece que ha ubicado a un descendiente de la familia Joestar. Jotaro


Kujo…. Ahora él lo perseguirá.

También ha confirmado que cómo el nieto de Jonathan, Joseph Joestar, está


viajando con un vidente llamado Mohammed Avdol, ha decidido poner en la mira al
nieto primero.

Mohammed Avdol.

Es un usuario Stand con el que hice contacto personalmente antes…. Un hombre


con una habilidad sin límites, un hombre al que no deseaba más que adoptar como
subordinado. Pero huyó al instante, y fui
incapaz de controlarlo con un “implante de
carne”.

Creí extraño que haya decidido huir


tan rápido, pero ahora lo veo. ¿Habrá oído
del nieto de Jonathan sobre mí….?

Su Stand de “llamas” pudo haber sido


necesaria para “ir al cielo”, por ello deseaba
tanto hacerlo mi subordinado…

Pero ahora que ha tomado esta


postura, no tengo elección más que
abandonar esa meta.

Una lástima.
Continuando lo de ayer.
La razón por la que esperé siete años para asesinar a mi padre adoptivo fue porque debía ser
mucho más prudente que cuando maté a mi padre real. Necesitaba esos siete años para ganarme
su confianza y el derecho a heredar sus bienes antes de mover un dedo.
Pero fallé porque al final usé el mismo método de antes. Sí, esa fue la razón de por qué fallé. Algo
tan simple como eso.
Lo envenené con un fármaco oriental.
Por supuesto que usar un cuchillo o un arma de fuego era impensable. Aunque voy a aceptar que
sí debí considerar otras opciones.
Cuando George cayó enfermo (me parece que por un simple resfriado), tomé el lugar del
mayordomo y reemplacé sus medicinas con el veneno que había comprado, asegurándome de que
se lo tragara.
Y así se fue debilitando poco a poco.
Mostró los mismos síntomas que mi padre biológico.
Esos síntomas fueron indicios fatales.
Se convirtieron en el primer paso para que Jonathan me descubriera.
“La única preocupación que me deja mi muerte eres tú, mi único hijo… ¿Me estás oyendo, Dio?”
“Cuando muera, toma esta carta y dirígete a la dirección que ahí indica”.
“Ese tipo está en deuda conmigo…estoy seguro de que cuidará de ti”.
George tenía una tendencia a aferrarse a las cosas…quizás por eso guardó durante tanto tiempo la
carta que le escribió mi padre. Tal vez por mera cortesía hacia el hombre con el que estaba en
deuda.
No, no era eso.
El señor Joestar sabía que no le debía nada a Dario Brando. Sabía que él era un simple ladrón.
Yo no era el hijo de alguien con quien estaba en deuda, era el hijo de un ladrón. Y a pesar de ello
se encargó de mí.
Esos “donantes” de verdad que son extraños.
Estoy seguro de que si mi madre hubiese sido parte de la nobleza, hubiese hecho exactamente lo
mismo. Y cada vez que lo pienso, me lleno de ira.
No quiero desviarme más del tema.
Entonces, el motivo por el cual George guardaba esa carta no era porque sentía que le debía algo a
ese hombre, sólo era un hábito que tenía como el caballero que era.
Viendo lo enorme que era esa mansión, algo así era muy simple.
La carta ya estaba sellada desde el momento en que la envié, así que jamás pude leerla, pero
imaginé que en ella mi padre describía los síntomas de su enfermedad.
Esto era lo que decía:
“Ahora…me encuentro enfermo.
Sé que no me queda mucho tiempo de vida.
Desconozco la enfermedad que me aqueja, pero sufro de fuertes dolores en el corazón; tengo los
dedos hinchados; y una tos incesante. Cuando yo muera, mi hijo, Dio, quedará sin nadie. ¿Sería
usted capaz de recibirlo en mi lugar? Muy a diferencia mía, él es un muchacho excelente. Estoy
seguro de que no le dará problemas.”
Bueno, la mitad del contenido de la carta no son más que palabrerías.
Lo que importa es la parte donde describe sus síntomas, los mismos que presentó el señor Joestar.
Obviamente, era el mismo veneno siendo suministrado por la misma persona así que hubiese sido
raro que no los tuviera.
Y Jonathan halló esa carta por pura coincidencia.
Según lo que escuché, sucedió mientras estaba estudiando la máscara de piedra. Es casi como si la
máscara tuviese voluntad propia y haya decidido revelar mi plan a propósito. O puede ser que la
misma máscara me haya buscado para convertirme en un vampiro poco después.
Lo que sucedió fue culpa de mi torpeza.
Pero a pesar de clasificar mis acciones como torpes, Jonathan de verdad desconfiaba de mí.
¿Qué había de malo en que mi padre biológico y mi padre adoptivo tuviesen los mismos síntomas?
¿Tal vez así era como debían suceder las cosas?
Un poco después, Jonathan me atrapó cambiando la medicina por veneno. Lo que no quita que
antes sospechaba igualmente de mí, y lo que además significaba que todo lo que le hice desde que
había llegado a esa mansión (lo que le hice a Erina y a su perro) eran cosas que él jamás olvidó y
que lo quemaron desde adentro por todos esos años.
Por fuera, Jonathan y yo éramos amigos y familia. Pero tal amor fraternal o tal amistad jamás
existieron.
Él no tenía nada más que sospechas hacia mí.
Y fue un error garrafal el haberme permitido ser dominado por mis emociones y haber sido así de
agresivo con él cuando éramos niños. Si no lo hubiese hecho (y sumando la personalidad pacífica
y tranquila de Jonathan) me hubiese salido con la mía.
Jonathan es el tipo de persona que madura mientras más lo golpeas. Pero sin querer lo golpeé
demasiado fuerte.
Aunque finalmente, tomando nota de mis propios errores y el crecimiento que tuvo, lo que más
resuena en mí no es nada de eso. Lo que me resuena es mi padre.
Ese maldito padre mío que no me dejó nada. Que incluso después de muerto, aún era una piedra
en mi camino. Incluso hoy, que ya ha pasado un siglo, sigo sin comprender sus objetivos. ¿Por qué
fue necesario indicar sus síntomas en esa carta…?
Hasta se podía sentir el rencor en sus palabras.
“Después de todo eres mi hijo”.
Siento que eso era lo que intentaba decirme susurrando tan cerca de mi oído, tanto que casi podía
sentir su respiración. Parecía que mi cerebro se iba a pudrir. Sus palabras atravesaron mi cabeza
con mayor profundidad que las garras de la máscara de piedra.
“¡Dio! ¡Júralo como un caballero, júralo por tu padre biológico! ¡Por el señor Dario Brando, jura
que eres inocente!”
Cuando Jonathan me dirigió esas palabras, me enfurecí.
Ese fue otro error.
Debí haber cedido de la misma forma que fingí ser bueno por siete años. Y no sólo eso, si no que
probablemente esa respuesta hubiese sido suficiente para él. ¿Así que para qué? Pero ya no tenía
sentido arrepentirme.
¿Por el honor de mi padre?
Tal cosa no existía.
¿Cómo iba a poder jurar sobre algo que no existía? Sólo porque a diferencia mía Jonathan sí tenía
un padre honorable no significaba que todos fuesen igual.
Ese fue el resultado de sus intenciones como caballero.

:::
“Tower of Gray” fracasó.
A pesar de ser el stand más veloz (después del mío) Tower of Gray falló. Esta es una situación
alarmante.
Jamás me hubiese imaginado algo así.
Sin embargo, parece que sí fue capaz de derribar el avión en el que viajaban los Joestar, así que se
podría decir que no fue del todo un fracaso.
Y aunque no puedo negar que me sorprendí al enterarme de que habían sobrevivido al ataque y a
la caída del avión…no debo olvidar que el disgusto de esa familia por no involucrar gente inocente
supera cualquier cosa, así que es obvio que no tomarán otro. De seguro irán por mar o por tierra.
Ese tiempo me será suficiente para encontrar la forma de ir al cielo.
Pucci debiese estar llegando a Egipto en breve. Mientras tanto, enviaré a otro de mis sirvientes.
Aparte de Jean Pierre Polnareff (el usuario de “Silver Chariot” y al cual ya envié) decidí añadir al
usuario de “Dark Blue Moon” para cuando viajen por vía marítima. Eso debería acabar con mis
preocupaciones.
Si de alguna forma también fuesen derrotados, no me quedaría más opción que encargarme de
ellos yo mismo…
Dejando un poco de lado lo que me “preocupa”, estoy asombrado por el poder que presentó
Noriaki Kakyoin luego de ser liberado de mi control. Lo creo porque me informaron que fue
específicamente él quien acabó con Tower of Gray…
De ninguna forma hubiese sido capaz de hacerlo cuando estaba bajo mi mando.
Es un fenómeno impresionante.
Funcionan distinto con los humanos corrientes, pero cuando yo, Dio, utilizo un brote de carne para
convertir a un usuario de stand en mi sirviente, se convierten en seres completamente sólidos. Esa
es la única conclusión a la que he llegado. Las criaturas con un espíritu débil, seguirán siéndolo
aunque posean un stand. Y ya que estos brotes interfieren con el espíritu y debilitan el ego, no son
adecuados para todos.
Es difícil hallar gente que valga la pena para añadir a mi séquito.
Supongo que debo usar la “maldad”.
A la vez, creo que esto conecta con la colección de esas 36 almas que necesito.

:::
Ya me reuní con Pucci.
Para evitar que la bruja Enya o los hermanos D’Arby se den cuenta, nos encontramos en un lugar
lejos de la mansión. Desafortunadamente no obtuve ninguna respuesta favorable independiente
de las cosas que le pregunté.
La habilidad stand que le otorgó el arco y la flecha se llama “White Snake”, un stand único en su
tipo, con una habilidad casi milagrosa. Es capaz de remover los recuerdos y el stand de su objetivo
(sería difícil decir que los iguala, pero su poder para manipular almas no se queda atrás a la de los
hermanos D’Arby) y es fantásticamente útil.
Sí. Recuerdos y stands.
Como son cosas completamente aparte, yo, Dio, jamás había analizado esto, pero si se unen,
ambos componen la totalidad del “alma”.
Si ese es el caso, el stand de Pucci estaría más calificado para ir al cielo que los de los hermanos
D’Arby, los cuales necesitan ganar un juego antes de extraerlas.
Se lo hice saber.
Le pregunté lo siguiente: ¿Qué pasaría se colocaras los recuerdos y el stand de una persona en el
cuerpo de otra?
Con ello le estaba preguntando en esencia, si era posible que un humano obtuviese dos stands y
dos tipos de recuerdos. De forma distinta a mí, Dio, que poseo dos cuerpos físicos de dos personas
y dos stands acorde.
Esto fue lo que me respondió: “Claro que es posible”.
Como es obvio, siendo el usuario de su stand, Pucci es capaz de leer esos recuerdos. Pero
pareciera ser que si el “inserta” esos recuerdos en tal persona, ésta también sería capaz de leerlos.
Así es.
Obviamente esa persona “x” no será capaz de manejarlos como el huésped original, pero si se le
inserta un stand con el poder de White Snake, sea una persona común o un usuario de por sí, va a
ser capaz de manejar el stand que se le dé.
Esas eran excelentes noticias, de hecho esa respuesta era incluso mucho mejor de la que yo
esperaba.
Si alguien era capaz de contener recuerdos diferentes y varios stands, entonces serían capaces de
poseer varias almas. Al pensarlo, mi corazón dio un salto de alegría.
Pero Pucci prosiguió:
“Pero Dio, incluso aquello tiene un límite. En un nivel fundamental, sólo se pude insertar un
“disco”. Aunque intentaras forzar más de uno, a lo más serían cinco. Por lo demás, ignoro la
naturaleza de tu pregunta”.
Cinco discos.
La esencia de cinco personas.
Eso no es suficiente.
Si yo no era capaz de insertar 36 almas en un mismo cuerpo, las puertas del paraíso seguirían
cerradas. Pero ya que había idealizado tan precipitadamente al stand de Pucci al calificarlo
perfecto para mi objetivo, cuando me enteré de eso me sentí increíblemente decepcionado.
Aunque sí había ganado algo de esto.
De hecho ése era el motivo original de por qué quería que nos reuniéramos. Él podía ser el
elegido.
El elegido para poner en práctica el método que había formulado para llegar al cielo.
Los requerimientos para ello, podrían encontrarse en él.
“Me gustan los humanos que se desarrollan por sí mismos. Tú eres un rey entre reyes. A donde te
dirijas, iré contigo. Te adoro como adoro a Dios”.
Recuerdo cuando me dijo esas palabras.
Definitivamente se iba a convertir en un buen clérigo.
Pero tal vez no sea él el que me acompañe cuando yo vaya al cielo si no al contrario, yo lo
acompañaré a él cuando eso pase. Él me va a guiar hasta allí.
Yo, Dio, debí haberlo sabido mejor.
Me di cuenta cuando Pucci regresó a América. Me di cuenta de que si bien era imposible meter
tantas almas, recuerdos y stands en un cuerpo humano, con previa reflexión de esto, yo, Dio,
entonces no sería uno.
Yo rechacé mi humanidad hace cien años. Lo hice en el momento en que usé la máscara de piedra.
Las garras de hueso que contenía ese artefacto y que perforaron mi cabeza, me dieron un cuerpo
invencible incomparable al de un humano.
Así que, ¿Tal vez no me pasaría nada si insertara más de cinco discos en mi cuerpo? Estoy seguro
de que podría aguantarlo, mucho más que cualquier persona…
Si tan sólo lo hubiese recordado ayer, lo podría haber puesto a prueba… ¿O es que acaso sería
demasiado peligroso?
Debo tomar en cuenta que sigo sin poder adaptarme por completo a este cuerpo.
Aún hay demasiado de Jonathan en él, demasiada “humanidad”.
Si fuese a llevar a cabo tal experimento, tendría que dejarlo para después. Si bebiese la sangre de
una mujer, o tal vez la de un miembro de la familia Joestar, quizás podría dominarlo totalmente.
Tengo que realizar el experimento después de eso.
Y si la máscara de piedra aún estuviese en mi posesión, podría crear vampiros para usar como
conejillos de indias, pero me parece que esas máscaras ya no existen…Quizás si me dedicase a
buscar por todo el mundo encuentre una, pero sinceramente no sé por dónde empezar.
No funcionaría con los zombies.
A pesar de que ellos sean inmortales y eternos al igual que los vampiros, en el momento en que
alguien se convierte en zombie, se convierte en un cadáver viviente, carente de alma. Lo que
resultaría en un experimento inútil, así que…no.
Pensándolo bien… y debido a que son cáscaras vacías…el experimento sí podría tener un valor
empírico. Además así podría aprovechar de crear algunos después de mi extenso letargo. Tal vez
me dedique a hacer uno o dos, sólo para probar…
De igual modo, debo contactar a Pucci de nuevo.
Lo he conocido por bastante tiempo hasta ahora. Es por eso que creo que él es el “amigo” que
buscaba.

:::
Me enteré de que “Silver Chariot” y “Dark Blue Moon” también han sido derrotados. Y lo que es
peor, el usuario del primero (a quien yo controlaba con un brote de carne, Jean Pierre Polnareff)
ha sido liberado de mi control gracias al stand de Jotaro: “Star Platinum” y, al igual que sucedió
anteriormente con Kakyoin, Polnareff se ha unido a su causa.
He perdido a otro valioso sirviente. Y es de esperar que al momento de quitarles los brotes, estos
sujetos pierdan su lealtad hacia mí, Dio, pero… ¿Por qué motivo unirse a los Joestar?
Especialmente Polnareff.
Si todo lo que él desea es vengar a su hermanita, eso sería mucho más fácil de lograr como mi
subordinado que uniéndose a los otros…
A lo mejor tiene un resentimiento a ser manipulado.
¿Tal vez se guía por las emociones que le causé al pisotear su carácter y sus derechos humanos?
Si ese es el caso, sería razón suficiente para abstenerme de usar un brote de nuevo. Aunque ya no
puedo hacer nada al respecto de los que ya usé.
Los brotes son una habilidad desarrollada en aras de controlar a la gente, así que nunca se me
cruzó por la mente una forma de cancelar su efecto, nunca pensé en una.
Fuera de eso, no puedo permitir que el número de sirvientes siga disminuyendo. No puedo seguir
perdiendo a estos usuarios que he reunido por el bien de ir al cielo. Y puede que siga sin poder
controlar bien este cuerpo, pero ya que he llegado a esto, no puedo discutirlo.
Por lo tanto, he tomado la decisión de acabar personalmente con los Joestar.
O al menos quería, pero ahora debo decir muy lamentablemente que gracias a la impertinencia de
la bruja Enya, esa ya no es una opción.
“¿Es que planea ir por su cuenta sólo porque resultaron ser un poco más astutos de lo esperado,
amo Dio?”
“¡Qué ridiculez! ¡Usted no debe hacer algo tan insensato!”
Ella siempre está diciendo ese tipo de cosas. Luego de eso me contó que había enviado a siete
usuarios de stand a matarlos. Y a pesar de que no podía condenarla directamente por su
imprudencia, tampoco quería revelarle mi objetivo, esperando que reaccionara de la misma forma
diciendo que es algo que yo “no debo hacer”.
Pero ahora estoy en un dilema.
Afortunadamente, los usuarios de stand que envió Enya no son del mismo tipo que aquellos
controlados por brotes de carne, así que incluso si pierden, es muy probable que me traicionen.
Y por el contrario, si de verdad son capaces de borrar del mapa a los Joestar, eso sería sin duda
algo bueno…de hecho, sería el mejor resultado. No tengo deseos de llevar a cabo esa misión con
mis propias manos.

:::
No ha habido ningún problema últimamente.
Ignorando la posibilidad de que quizás Enya ahora sea capaz de leer mis movimientos, nada más
ha pasado. Me contacté con Pucci tan pronto como llegó a América. Tal parece ser que no seré
capaz de ir a ningún lado así que le dije que viniera en cuanto sea necesario.
El mundo se ha vuelto mucho más pequeño que en mis tiempos, pero aun así un viaje desde
Estados Unidos a Egipto no es algo fácil para una persona.
Y sin ninguna queja en su rostro (o más precisamente en su voz) él asintió. Entonces lo supe.
Él era el indicado.
Es raro cómo no lo pensé antes. Tal vez me he vuelto reacio al concepto de amistad desde los
tiempos en los que llamé amigo a alguien como Jonathan.
Por ello es mejor mantener la cabeza fría.
Tener cuidado es la mejor opción.
De verdad lo creo. Así que le dije que no había prisa. No quiero interferir con su fe. Necesito que
se mantenga profundamente religioso. No tanto como mi estúpida madre, pero a un nivel casi
similar.
De hecho le voy a dar un trozo de hueso.
Cuando surja la necesidad, éste le permitirá obtener cierto poder.
¿Cuál es la diferencia entre humanos y animales? Ambos tienen alma, inteligencia e incluso
tecnología. ¿Qué es aquello que sólo los humanos poseen?
Más allá de eso, ¿Qué hace a un humano, humano?
Cosas como clasificaciones biológicas son algo que los académicos deciden por su cuenta. No hay
mucho significado al respecto. Ellos crean esas categorías como se les viene en gana, y cuando se
encuentran con una criatura que no califica en ninguna, se rasgan las vestiduras.
Así que al final no importan las categorías, éstas siempre van a colapsar. Y talvez no se trata de
una diferencia entre humanos y animales, sino de cualquier criatura. Todas son iguales.
De eso estaba hablando.
Ayer, mientras hablaba con Pucci por teléfono, sin ningún motivo real, saqué el tema a la
conversación. Cuando lo hice, Enrico Pucci respondió así: “Dio, creo que lo que diferencia a
humanos de animales es el deseo de ir al cielo. Toda la gente lo desea. En cambio, los animales no
tienen ese concepto. La gente debe vivir su vida para poder alcanzar el paraíso, eso es lo que los
hace destacar”.
Primero déjame decir que nunca le mencioné el concepto de “cielo”. Él lo mencionó por su cuenta,
casi de forma automática.
Quizás sea un poco forzado tomarlo como una “implicación”. Aun así, si es que allí hay alguna
pista, debo realizar una aproximación.
Gravedad.
Si hay una fuerza que actúa como un punto de atracción entre la gente, quizás la gravedad sea
responsable de haberme llevado hasta Enrico Pucci. ¿Pero qué clase de gravedad? ¿Acaso será la
misma que me ató a la familia Joestar?
Estoy seguro de que él me va a guiar al cielo.
La próxima vez que lo vea, traeré a varios de mis sirvientes conmigo, sólo para estar seguro.
No, tal vez sea mejor llamar a la persona indicada para el trabajo indicado.

:::
Joseph Joestar y Jotaro Kujo, al igual que Avdol, Kakyoin y Polnareff, no deben ser tomados a la
ligera. Todavía no los considero una amenaza, pero anteriormente ya perdí tres veces contra un
oponente al que consideraba igual. El debilucho de Jonathan.
La primera vez, me golpeó.
La segunda, me quemó vivo y me empaló.
La tercera, hizo exactamente lo anterior.
La cuarta, fue un empate debido a que uno de nosotros estaba herido.
Tengo que admitirlo.
Al final, no he podido ganar una sola vez contra esa familia. No he obtenido nada más que
derrotas contra Jonathan Joestar, por ende, debo prepararme en caso de que suceda lo peor. Y
puede que lo que diré a continuación no tenga conexión alguna con el hecho de ir al cielo, pero
creo que ahora es necesario registrar algunos detalles sobre la máscara de piedra.
No sé hasta qué punto la persona leyendo este diario (probablemente sea Pucci) tenga
conocimiento de esto, así que puede ser que la historia sea algo difícil de entender.
La máscara de piedra era el objeto de investigación de Jonathan. Él planeaba usar la tesis que
escribió sobre ella como respaldo para entrar al mundo de la arqueología.
Y después de indagar en sus documentos, descubrí que no había nada claro respecto a sus
orígenes … pero haré un registro de lo que sé aquí mismo.
Se trata de un artefacto ancestral creado por la gente del sol, los aztecas.
Un reino de altos paisajes ubicado en el centro de México y que vivieron entre los siglos XII y XVI.
Una maravilla transmitida por generaciones.
No obstante, mientras era “transmitida” por ellos, parece ser que no era un tesoro que ellos
habían creado. Un claro indicio es cómo fueron borrados de la faz de la tierra sin haber aprendido
a manejar la máscara por completo.
Y eso fue todo lo que quedó de su civilización.
Lo que diré a continuación no es nada más que un rumor, pero los responsables de desenterrar tal
tesoro fue el grupo de investigación del maestro de Jonathan: William A. Zeppeli.
Al igual que ellos o los cazarrecompensas que extrajeron mi ataúd del fondo del océano, aquellos
que se aventuran a buscar tesoros son más propensos a encontrar grandes cosas. ¿Tal vez también
podríamos llamar a eso fuerza de gravedad? Así que en vez de decir que ellos encontraron esas
cosas, más bien fueron atraídos a ellas, y así.
De hecho escuché que el grupo de Zeppeli fue completamente aniquilado con excepción de él
mismo. Todo debido al poder de la máscara y a su propia estupidez.
Cuando eso pasó, la máscara se perdió.
También oí que todo aconteció en el mar, así que sería correcto deducir que la máscara debió
hundirse hasta el fondo, pero por algún raro giro del destino, volvió a aparecer en los anales de la
historia, esta vez sin desperdiciar mucho tiempo.
Fue un poco después de eso que la madre de Jonathan viajó a Londres y se la compró a un
vendedor de antigüedades.
La madre de Jonathan Joestar.
Supe que murió en un accidente camino a casa, y que fue ahí cuando mi padre “fue al rescate”. Así
que obviamente, jamás llegué a conocerla, pero escuché que cuando esto ocurrió, la encontraron
con Jonathan en sus brazos en un acto de protegerlo, así que ya puedo deducir qué tipo de
personalidad tenía esa mujer.
De seguro era noble y orgullosa.
Probablemente como una santa.
Probablemente como mi madre.
Aun así, fue cautivada por esa espeluznante máscara, tanto como para comprarla, por lo que de
seguro no era una mujer ordinaria.
Si ella no hubiese muerto en ese accidente, si hubiese estado viva para cuando me adoptaron y se
hubiese convertido en mi madre adoptiva, entonces mi vida hubiera sido completamente
diferente. Es interesante pensar en esas cosas.
Como de seguro era muy parecida a mi madre biológica, me pregunto cómo se las hubiera
arreglado para criar a un niño tan malo como yo, aunque ella terminase siendo asesinada por mí,
al igual que George.
Hablando de eso, parece que el señor Joestar tenía esa máscara colgada en la pared como un
recuerdo de su difunta esposa, para reemplazar quizás una fotografía. Aunque cuando Jonathan se
la pidió para analizarla, él se la cedió casi de inmediato así que deduzco que no le tenía mucho
apego.
Pero por supuesto, no creo que no tuviera apego por los recuerdos de su mujer. Podría decirse
que en realidad Jonathan “heredó” dicho objeto.
Un “heredero”.
Jonathan Joestar.
Y gracias a que yo, Dio, le quité esa máscara, el mundo se convirtió en algo mucho mejor, a un
punto que llegó a ser increíble.
Esa máscara se las arregló para viajar desde México hasta mí como si hubiese sido atraída por la
gravedad.
Viéndolo así, incluso puede ser que el accidente de la madre de Jonathan haya sido algo
provocado intencionalmente por la máscara. Es algo extraño.
Es buen momento para detenerme. Continuaré escribiendo mañana.

:::
Ayer escribí sobre los orígenes de la máscara, así que hoy voy a hablar sobre su bizarra estructura.
Aunque no se trata de algo tan complejo como para merecer una descripción muy detallada, de
hecho, es bastante simple.
Cuando a la máscara se le aplica sangre humana, una especie de “agujas” o “garras” surgen del
interior de ésta (Jonathan las llamó garras de hueso, me parece un nombre apropiado), entonces
estas garras perforan la cabeza de quién la esté usando.
No se trata precisamente de que apuñalen la carne, sino que más bien penetran profundamente el
cerebro de la víctima.
Básicamente así es como funciona. Además de ser todo lo que Jonathan había alcanzado a anotar
en sus libros. Él no sabía nada más allá, ya que la única forma de comprobar esos datos era
experimentando con una persona, algo que él jamás hubiese sido capaz de hacer. Es por eso que
sus notas quedaron en un punto muerto.
Había un tipo de escritos aztecas al interior de la máscara, por lo que él quiso descubrir más
intentando descifrarlos; lo cual obviamente no produjo resultados fructíferos.
En cambio yo, Dio, logré comprobar los efectos de ese extraño objeto en un experimento que llevé
a cabo por mero accidente.
Tengo algo de prisa.
Seguiré mañana.

:::
Por fin tengo algo de tiempo para continuar con mi registro.
Tal como esperaba (si es que pudiese decirlo así) el ánimo de Enya se ha deteriorado bastante…y
como temí, los siete usuarios que ella envió a matar a los Joestars están siendo masacrados.
“Strenght”
“Ebony Evil”
“Yellow Temperance”
Todos ellos han sido reducidos a un estado deplorable.
Las cosas no van nada bien…
Respecto a esas 36 almas que necesito, hombres que carecen de conciencia moral como los
usuarios de “Ebony Evil” y “Yellow Temperance” son considerablemente valiosos hoy en día.
Además que la derrota de aquel usuario no humano- en otras palabras- el usuario de “Strenght”
(que es un orangután) y que es la prueba viviente de que los animales poseen alma, ha tenido
repercusiones en mis planes.
Y por el bien del plan que he estado elaborando en secreto, no puedo llamar a ese simio enfrente
de Enya. Al menos si no quiero levantar sospechas.
Pero no todo está perdido.
Sé que puedo levantarme otra vez.
Mientras tenga en mi poder el arco y la flecha, soy capaz de encontrar cuantos usuarios de stand
yo desee, ¿no es así?
Se rumorea que el usuario del stand que representa a la carta “The Fool” es un perro. Sin
embargo, convertirlo en mi subordinado parece una tarea casi imposible. Y si los rumores son
ciertos, en parte se debe a que Muhammad Avdol lo conoce de hace bastante tiempo.
Es por eso que desde que comencé a escribir esta entrada me he visto con algo de tiempo libre.
Así que por ahora voy a dejar mis preocupaciones para después, para así poder retomar el tema
de ayer.
La máscara de piedra.
Ah sí, respecto a su estructura y de cómo descubrí sus efectos gracias a un accidente. Debo añadir
que descubrir el uso de las garras de hueso fue también pura coincidencia.
Esto sucedió cuando Jonathan me retó a una pelea, furioso por lo que le hice a Erina. Me golpeó
brutalmente hasta que escupí sangre.
Y esa cantidad de sangre, nuevamente por mera coincidencia, en verdad mera coincidencia,
salpicó en la máscara que en ese entonces se hallaba colgada en la pared, haciendo que sacara sus
garras y cayera al suelo.
Puede ser que debido a que la cantidad de sangre fue poquísima, que las garras se contrajeron de
inmediato. Y, como sucedió tan rápido, Jonathan creyó que él había sido el único en presenciar ese
fenómeno. Pero yo, Dio, incluso en el mísero estado en el que me encontraba, llorando y todo,
también fui testigo de ello.
Vi la misma cosa que Jonathan vio.
La diferencia fue que él se fue por el camino de la arqueología para poder descifrar la causa de ese
misterioso sistema, pero yo, escondí mis intenciones pensando en que ese mecanismo me sería
útil en el futuro.
Escribir sobre un plan que nunca se llevó acabo me da algo de vergüenza, pero siento que es
necesario contarlo.
Si Enrico Pucci o alguien con una personalidad similar está leyendo este diario, entonces no creo
que les sorprenda demasiado.
Y si lo hacen, entonces significa que no tengo buen ojo para la gente.
Así que, esto fue lo que planeé:
Para adueñarme de la fortuna de los Joestar, todo lo que tenía que hacer, -o lo que hice que
consideré necesario- era deshacerme de mi padre adoptivo, ese hombre tan sofisticado y
caballeroso: George.
El haberlo envenenado fue mi último recurso, porque lo que ideé primero fue asesinarlo usando la
máscara.
Quería colocársela un poco después de que se fuera a dormir, aplicar la sangre y activar su
mecanismo. Así las garras hubiesen atravesado su cabeza lo que le hubiese causado una muerte
instantánea.
O eso es lo que mi razonamiento me dictó.
Eso era lo que yo creía en ese entonces.
Si él hubiese sido despachado al otro mundo de esa forma, el primer sospechoso hubiese sido
nadie más que aquel que tenía la máscara para su estudio, aquel que era el único que conocía
sobre ella: su hijo, Jonathan.
Si el caso hubiese proseguido así, lo habrían declarado culpable y posteriormente habría sido
totalmente desheredado y ya que, el único hijo restante habría sido yo, la fortuna me hubiera
pertenecido a mí. Mi plan de “sustraer” todo habría resultado exitoso.
Dado como estaban yendo las cosas, estaba convencido de que eso sería lo que pasaría. Pero
mientras más lo analicé, no pude evitar dar con una gran falla en este plan.
Si el heredero (en ese momento) hubiese querido asesinar a la cabeza de la familia usando un
arma letal, eso hubiese significado ensuciar el nombre de los Joestar. Y con ello, su reputación
como comerciantes se hubiera ido a la basura.
Yo no sólo deseaba esa fortuna, también quería su honor y reconocimiento. Y obviamente yo no
pretendía heredar un nombre manchado.
Así fue como descarté ese plan y decidí matar a George con el veneno. En ese instante calculé el
método con el que había tenido los mejores resultados. Por lo que una vez calmados los ánimos,
quería causarle un “accidente” a Jonathan.
Aunque tal vez… ¿Hubiese sido mejor apegarme al plan original?
Incluso si la carta jamás se hubiese puesto en mi camino, quizás sí fue algo muy básico el haber
matado a George de la misma forma que lo hice con mi padre biológico.
No, eso no es tan cierto.
El error más grande que cometí fue (en realidad fueron muchos errores) el no darme cuenta de
que debí haberme deshecho de Jonathan primero.
Pero esa decisión la tomé después de que mi plan fuese descubierto, así que no lo hice. Como si
alguna vez lo hubiese considerado mi amigo…ja.
En cualquier caso, decidí rescatar algunas partes de ese plan, y me dispuse matar a Jonathan con
la máscara.
Continuaré mañana, aunque creo que voy a estar algo ocupado. Tal vez pasado mañana.

:::
Gente como N'Doul… o como Jack El Destripador, a quien usé hace 100 años.

Aquellos que deberían hacer mis fechorías son aquellos que no están atados por
los lazos del bien, "El Mal" puro y simple.

Al mismo tiempo, esto esta probablemente conectado con la reunión de 36


almas malignas.
Gracias a los Joestar, mi plan no está yendo como debería. De todos los usuarios de stand que
Enya envió, sólo quedan:
“Empress”
“Wheel of fortune”
“Hanged Man”
Y “Emperor”
Dejando de lado a “Empress” y “Wheel of Fortune”, debo destacar que el usuario de “Hanged
Man”, J.Geil; es el hijo de Enya. Y si me atrevo a decirlo, su naturaleza demente es un regalo muy
raro. Por otro lado, el usuario de “Emperor”, Hol Horse, tiene una personalidad algo neutral, que
no cae ni en lo bueno ni en lo malo. No parece que él fuese a contribuir en nada a mi propósito de
ir al cielo, pero tengo un apego hacia él que me impide dejarlo ir.
En otras palabras, no quiero perder más aliados.
De hecho, creo que las posibilidades de que Hol Horse y J.Geil puedan acabar con los Joestar son
bastante altas.
Yo, Dio, lo puedo predecir.
He estado reflexionando acerca de los motivos por los cuales los asesinos que Enya y yo enviamos
fallaron, y me parece que la respuesta es muy simple: no es nada más que una diferencia
numérica.
Los Joestar son un equipo.
Esa diferencia representa una ventaja en las batallas de stands, ¿no es así? Tal vez sea precipitado
afirmarlo, pero al menos en las peleas humanas, los números juegan un papel fundamental para la
victoria.
En cambio en las batallas de stand es difícil para los usuarios formar equipos, sobre todo cuando
los usuarios más débiles desean ocultar sus habilidades.
Voy a decir esto como si fuese de conocimiento público, pero de hecho hay unos pocos que de
verdad conocen el poder de mi “The World”.
La bruja Enya, los hermanos D’Arby y otros más. ¿Creo que también se lo dije a Pucci el otro día?
La razón por la que alguien quisiera mantener oculta la habilidad de su stand, es porque los puntos
fuertes están directamente conectados con los puntos débiles. Así que si planeas formar un
equipo, debes informarle al resto sobre tu poder, lo que también incluye, tus debilidades.
Sea cual sea el caso, eso es algo que nadie querría hacer.
Es por ese motivo que los subordinados que utilizo trabajan solos. Ni siquiera yo los conozco por
completo.
Puede que haya formado este séquito conmigo a la cabeza, pero es probable que todos oculten un
as bajo la manga. Además, como regla fundamental, aquellos humanos que poseen un stand se
vuelven arrogantes y tienen una tendencia a menospreciar al resto.
El caso de los Joestar, en el que ellos pueden trabajar en equipo con mucha efectividad, es algo
extremadamente raro.
Y hasta donde sé, los únicos sirvientes que tengo que trabajan en equipo, son los hermanos
consanguíneos Oingo y Boingo. Ah, y ese hombre que no posee ninguna de las previas cualidades,
que no mira en menos a nadie y que preferiría acabar en segundo lugar que primero: Hol Horse.
Esas son sus fortalezas.
El equipo formado por Hol Horse y J.Geil es fuerte.
Creo que es factible que ellos acaben con los Joestar (sin antes mencionar que el traidor de
Polnareff quiere vengar a su hermana pequeña, quien fue asesinada por J.Geil).
O en otras palabras, hay una oportunidad de que Polnareff decida actuar solo. Si eso llega a pasar,
el riesgo de que se abra una grieta que pueda dividir al equipo Joestar es muy alto.

:::
Estoy esperando las buenas noticias.
Estoy esperando por la sangre de mis enemigos.
Enya me ha sugerido una estrategia muy interesante. Una que realmente vale la pena escuchar.
“Amo Dio, en este momento mi hijo y su amigo están localizando al grupo de los Joestar. Pero hay
otro plan que me gustaría gestar en secreto”.
“Puede que hayamos sufrido pérdidas consecutivas, pero tengo fe en que los usuarios que
enviamos no les van a dar tiempo para recuperarse ni relajarse aunque fueran derrotados”.
“Ahora mismo, de seguro están haciendo todo lo posible para asegurar su protección, lo que
significa que su ‘cuartel general’ está vulnerable”.
“Por cuartel general me refiero a Japón.”
“La Fundación Speedwagon se está encargando de cuidar a Holy Kujo, pero ellos no cuentan con
ningún usuario de stand. La única que lo tiene, no lo puede controlar, es decir, Holy”.
“En otras palabras, creo que sería demasiado fácil eliminar a esa mujer”.
“Y una vez que lo hayamos hecho, traeremos su cuerpo por vía aérea hasta aquí, a El Cairo, para
que así usted, amo Dio, pueda beber su sangre. Por consiguiente, usted completaría el proceso de
adaptación a su nuevo cuerpo, ¿o me equivoco?”.
“Jotaro Kujo y Joseph Joestar, al darse cuenta de la pérdida de su madre e hija por la que dieron
todo para salvar, perderán toda su moral y no les quedarán más ganas de seguir luchando. ¿Qué
opina?
“Yo ya he enviado muchos usuarios de stand a ese lugar con anterioridad. Todo lo que necesito es
su permiso, amo Dio, y la muerte de Holy Kujo se llevará a cabo en un santiamén. Por favor,
considérelo.”
Pero vaya sugerencia, Enya.
Qué sugerencia tan maligna y retorcida. Un plan que ni siquiera yo, Dio, hubiese podido idear. Lo
cual me decepciona de mí mismo, pero lo atribuiré a la sabiduría de los ancianos.
Esa bruja me dejó claro que con esa idea, ya se encontraba dos pasos delante de mí.
Puede que yo haya logrado vivir más de un siglo, pero esa mujer era tan astuta que me hace creer
que ella podría lograr vivir mucho más si lo quisiera.
Un nivel de bajeza que cualquier padre adoraría.
Me gusta ese tipo de mujer mucho más que las mujeres puras y buenas como mi madre o Erina. Si
Enya fuera un poco más…no, si Enya fuera mucho más joven, me gustaría engendrar hijos con ella
en aras de mi plan para alcanzar el cielo.
En ese momento no le respondí, pero de hecho, planeé rechazar su propuesta.
Si ese plan resultara (y es muy probable que lo hiciera), sería magnífico. Pero si por un extraño giro
del destino las cosas salieran mal, las consecuencias serían catastróficas.
Y fue porque puse mis manos sobre Erina sin ninguna pizca de prudencia, que Jonathan maduró. El
hijo de la familia Joestar maduró lo suficiente para crecer y ser capaz de derrotarme. Por eso, si yo
fuese a poner mis manos sobre esta mujer cuyo nombre es literalmente el significado de la pureza,
Holy Joestar, entonces hay una gran posibilidad de que lo mismo les suceda a Joseph y Jotaro.
No tocar a esas mujeres santas es lo que mantiene mi buena suerte.
Incluso si yo, Dio, quisiera beber esa sangre, no debo cometer fallas para lograrlo.
No debo caer en el mismo error.
Tal cual debí haber asesinado a Jonathan antes que a George, debo liquidar a Jotaro y Joseph
antes que a Holy.
De seguro Enya estará decepcionada, pero lo compensaré en otra ocasión. Por ahora sólo me
queda esperar el informe de su hijo.

:::
He ganado un poco más de tiempo, así que voy a continuar con la entrada de hace unos días atrás.
Esa historia que no para de resonar en mi alma. La historia de cómo decidí asesinar a mi hermano
adoptivo utilizando el fruto de su trabajo.
Lo hubiese tenido que matar aun así hubiese descubierto mi plan inicial o no. Hice lo que era
“necesario”.
Así mismo.
Lo únicamente necesario.
No sentí nada. Ningún conflicto humano dentro de mí, nada. Como si yo ya hubiese dejado de ser
humano incluso antes de usar la máscara.
Me cuestiono si es que de verdad algún día lo fui.
¿Había algo de humanidad en la vida que llevé y en el lugar en el que crecí? En ese asqueroso
pueblo no existían los humanos. Ni siquiera podría llamar a mi madre una.
No.
Como diría Pucci, “el deseo de ir al cielo”.
Eso es lo que hace humana a una persona, por lo que supongo que mi madre sí lo era. ¿Quizás sea
posible que un vampiro inhumano como yo, Dio, también pueda serlo?
Ese tema es sin duda un material interesante para una discusión filosófica, pero me limitaré a
hablar sólo de los hechos, de las cosas que realmente pasaron.
Ahora que lo analizo, este diario se está convirtiendo en una analogía de mis fracasos. De igual
forma creo que no importa cuántas veces se pierda mientras se sea victorioso al final. Eso es
suficiente.
Esa máscara no era una herramienta de matar en primer lugar. Debido a la forma en la que su
mecanismo estaba diseñado, me pareció que era más una herramienta de tortura como la dama
de hierro. Pero me di cuenta de lo contrario en el último momento.
Me siento aliviado de no haberla usado con George.
Cuando Jonathan se había ido hacia Ogre Street para averiguar más sobre el veneno que yo estaba
usando (arriesgando su vida en ese lugar), yo me encontraba deambulando de noche por la ciudad
con una botella de vino en la mano.
Después de que me descubrieran y, con Jonathan queriendo llegar al meollo del asunto, no tenía
más remedio que beber.
Mientras más bebía, más perdía mi temperamento. Me enfurecía conmigo mismo por estar
siguiendo los mismos pasos de mi padre, y sentía que me iba a ahogar en mi propio auto
desprecio.
Mi objetivo de despachar a Jonathan no iba a cambiar aunque él consiguiera las evidencias
necesarias. Sabía que él no sería capaz de volver a casa en el mejor estado, aunque eso no me
consolaba demasiado.
Mi plan se estaba descalabrando.
Mi vida estaba convirtiéndose en un caos.
Luego de tanto tiempo, el futuro de ese Dio de aquel entonces estaba al borde del colapso. Con
eso en mente podía predecir que aunque lograra asesinar a mi hermanastro con la máscara, no
podría saborear el éxito.
Así que mientras me perdía en mis ideas, me crucé con dos tipos en el camino. Ese tipo de
hombres que yo normalmente ignoraría pero a los que desde niño estaba tan acostumbrado a
tratar, así que intenté pasarlos por alto hasta que se dirigieron a mí.
“! Gyajajajaja! Oye, ¿¿Estás oyendo mocoso??”
“¡Je, mírate tambaleándote así por toda la calle!”
“¡No deberías alejarte de tu mami cuando salgas!”
Mami.
Mi madre.
La rabia me cegó cuando oí esas palabras, así que con la botella de vino golpeé a uno de ellos en la
cabeza.
Me he desordenado un poco con mis ideas. Continuaré mañana con los detalles del experimento.

:::
J. Geil y Hol Horse están atacando a los Joestar en este instante. Aún debo recibir un informe
cuando eso acabe. Así que continuaré mi narración anterior con genuino placer.
Sin antes mencionar que este grupo ha estado saboteando mis planes sin descanso. Aunque
gracias a eso he sido capaz de recordar más cosas sobre mi pasado.
Como la última vez que sentí tal ansiedad.
Siendo alguien que posee emociones conflictivas hacia la gente, me gusta resolver las cosas a
golpes y sin piedad. No había tenido una pelea así desde que Jonathan y yo éramos niños, y las
técnicas que tu cuerpo aprende desde el inicio son cosas que jamás olvidas, sin importar cuánto
tiempo haya pasado.
Aunque eso no contribuye al hecho de que yo estaba en desventaja contra esos dos hombres, por
lo que quise golpear a uno solo para acabar con el otro después.
Los números son cruciales en una batalla, sea con stands o no, así que lo mejor es convertir una
pelea de dos contra uno en dos peleas de uno contra uno.
Ése es un aspecto fundamental respecto a las luchas callejeras.
Fue con el segundo hombre con el que utilicé la máscara.
Y apuñalé al anterior con una navaja que él mismo ocultaba para activar el mecanismo. Esa
vendría siendo mi segunda rebanada de pan, ¿No es así?
La segunda y la tercera de hecho.
Como era de esperarse, también resultaron ser insípidas. El hecho de haberlos matado de una
forma mucho más directa que mi padre, no hizo que aquello se sintiera más real.
Y no creo que eso pueda cambiar.
De cierto modo, me he vuelto un poco como él. No importa que esos asesinatos hayan sido
gatillados por el licor y la embriagues, ya no podía hacer nada para cambiarlo. Y honestamente
digo que si yo no hubiese bebido en esa mugrienta calle esa noche, nada de eso hubiese ocurrido.
Pero no me arrepiento, porque obtuve algo de eso. Si yo no hubiera matado a esos hombres,
jamás hubiese descubierto los efectos dela máscara de piedra y por lo tanto, hubiese probado su
eficacia en la cara de Jonathan.
Cuando pienso en la posibilidad de que eso podría haber pasado, me dan escalofríos. No. ¿Quizás
sea más correcto decir que me estremecía?
Es muy interesante pensar en cómo eso hubiese cambiado nuestros destinos por completo.
Jonathan habría sido el que hubiese terminado convertido en un vampiro inmortal, mientras que
el guerrero que dominaba el arte marcial del Hamon hubiera sido yo, Dio. Mi misión hubiese sido
la de exterminarlo a él.
Como destinos que se entrecruzan.
Que se invierten.
Pero no son más que fantasías. Aunque es interesante imaginárselo, eso no fue lo que pasó. Yo no
hubiese podido soportar algo así, o dicho apropiadamente: “ni de chiste”.
Volviendo al experimento en sí.
Las garras de hueso se activaron justo después de manchar la máscara con sangre. Le perforaron
el cerebro a ese tipo y la máscara brilló con intensidad.
Emitió una luz cegadora. Puede que se haya tratado de una ilusión, o al menos eso pensé cuando
lo vi. Creí que se trataba de un brillo similar al que emanaba de las pinturas o las esculturas y que
no era nada más. Pero otra vez, estaba equivocado.
Lo di por muerto. Entonces me di vuelta para recoger mi sombrero (el que se había caído durante
la pelea) y justo entonces, el hombre se levantó y me atacó.
Qué poder tan aterrador.
Con ese cuerpo que había vuelto a ser joven.
Que no sentía dolor alguno.
Me quebró la clavícula tan sólo tocándola, con una fuerza inmensa que aplicó con la intención de
matar.
No eso no fue así.
Él no quería matarme.
Él quería comerme.
Y si el sol hubiese salido tan sólo unos pocos segundos después, me hubiese convertido en el
primer “trozo de pan” de ese vampiro que creé por accidente.
Yo era un humano común, así que ni siquiera poseía conocimientos sobre el Hamon como para
defenderme.
El sol de la mañana convirtió el cuerpo del vampiro en polvo. Lo redujo a cenizas. Desapareció por
completo. Así fue como aprendí que la debilidad de esa forma de vida tan superior era el mismo
sol.
Yo no planeé nada de eso, todo fue coincidencia.
Fue coincidencia el que aprendiera sobre la máscara y sobre los vampiros, todo fue el resultado de
algunos errores.
Aunque cuando tantas coincidencias se apilan una después de la otra, se crea un patrón.
Cuando los errores se apilaron, se convirtieron en éxito.
Eso es lo que creo.
Por supuesto que en ese instante yo aún no planeaba usar la máscara en mí. Claro que garantizaba
un enorme poder y un cuerpo inmortal, pero el precio por ello era demasiado alto.
Citando la investigación de Jonathan, decía algo similar sobre cómo la máscara sacaba todo el
potencial oculto en el cerebro humano.
Su verdadero potencial. El cerebro es un órgano que aún se nos hace increíblemente misterioso.
No me tomó mucho deducir que las garras de hueso despertaban ese poder oculto dentro de él,
un poder dormido que ignoramos que tenemos.
Despertaba al cerebro, lo levantaba.
Para eso había sido creada. Aunque eso no descartaba otras preguntas al respecto. Acababa de
experimentar tan sólo con una persona, y no quería usarla conmigo, sin embargo…
Pronto me hallé en una situación que no me dejó alternativa.
Luego de vagar en las calles, de haber llevado a cabo esa prueba, jamás me imaginé que Jonathan
me estaba esperando en la mansión, sano y salvo de su viaje a Ogre Street.
Estaba completamente acorralado, no tenía escapatoria alguna.
Pero conociendo el tipo de hombre que era Jonathan, yo me encontraba acorralado desde mucho
antes.
Eso no quería decir que yo iba a abandonar la residencia y huir. Yo jamás hubiese huido de alguien
como él.
Regresé a la mansión, a las fauces de la muerte, para enfrentarlo.
“Logré conseguir un antídoto”.
“En otras palabras, tengo la prueba, Dio”.
“Quiero que sepas que hago esto con el corazón destrozado. No puedo decir que realmente nos
llevábamos bien, pero crecimos como hermanos. Ahora me veo forzado a entregarte a la policía”.
Jonathan dijo algo como eso.
Él lucía reacio y triste cuando me vio entrar.
“Lo lamento tanto, de verdad que lo lamento…”
“Tal vez no lo entiendas, pero así es como me siento…Dio”.
Cómo….cómo puedo expresar esto. Que el hombre al que quería matar me dirigiera esas palabras
tan amables… ¿Me pregunto si Jonathan se imaginó el daño profundo que me hizo cuando me dijo
todo eso?
Esos ojos llenos de tristeza y compasión…
Dudo que Jonathan se imaginara lo mucho que me magulló el alma.
Pero en vez de enojarme, lo aguanté. Soporté su insulto.
Así que luego le dije

:::
Acabo de recibir un informe inesperado, por eso es que no pude terminar la entrada anterior.
Aparte ignoro el hecho de que este diario acabe siendo un memorándum o un cuadernillo común,
por lo que no vale la pena molestarse en la estructura del contenido. Lo que no quita que romper
los temas me haga sentir incómodo. Pero no tuve opción, sucedió algo de suma importancia que
debo comentar primero.
Algo para nada agradable.
Acabo de recibir noticia de que el equipo único en su tipo conformado por J. Geil y Hol Horse ha
sido derrotado por los Joestar. Y al parecer, ya varios días que lleva de esto.
Y hay una razón para que yo haya recibido este informe apenas ahora. Un motivo inevitable al que
yo, Dio, calificaría con un “qué se le va a hacer”. Sí, esto se debe a que la persona encargada de
traerme la información, la bruja Enya, acaba de enloquecer.
La derrota.
Al parecer Hol Horse logró huir de alguna forma (increíble que fuera capaz de hacerlo). Y respecto
al hijo de Enya…fue empalado por el Silver Chariot de Polnareff.
Mataron a su querido hijo.
Quién diría que incluso esa bruja podía sentir tristeza.
A pesar de no ser una de esas mujeres santas, de todas formas era madre.
Pero por sobre todo fue una sirvienta que no hizo más que escuchar por casualidad el contenido
de esa noticia tardía.
Pero ellos no fueron los únicos en perder. Me han dicho que el hombre cuya función era ser el
pilar del grupo de los Joestar, el adivino Avdol, ha sido eliminado también. Si consideramos que J.
Geil murió pero que Hol Horse escapó, eso nos dejaría con un empate en pérdidas. Podemos
declarar que estamos iguales. Las vidas, las “almas” son cosas que se pueden añadir y extraer,
pero jamás dividirse. Pero respecto a los números en nuestras filas, creo que a esto igual le
podemos llamar una victoria.
Un triunfo.
Sí, algo como un triunfo.
O así sería en otra ocasión. Sin embargo Enya, a quien puedo llamar el centro administrativo de
nuestra organización, perdió la razón. Por lo que, pensándolo bien, el resultado no es tan
balanceado.
Hemos sufrido daños importantes.
No, más bien, daños catastróficos.
Siendo honesto, no sé cómo ni cuándo nos vamos a recuperar de esto.
Ne este momento, “Empress” está usando su habilidad para enfrentar a los Joestar, pero me
inquieta no saber qué resultados tendrá. Una vez que se pierden las cadenas del comando en una
organización, ¿Qué tal rendirá su funcionalidad?
Parece que ha llegado la hora de esforzarme de verdad. Después de todo el que tiene esa
conexión predestinada con los Joestar soy yo. Y pareciera ser que ese lazo que nos une debe ser
cortado directamente.
Debo ponerme a elaborar.
Debo ponerme a preparar una estrategia.
Así como me vi obligado a hacerlo cuando quise robar la fortuna de esa familia.
Pero antes, debo hacer algo al respecto con Enya, acerca de su recientemente adquirida locura.
Hay muchas cosas grandiosas sobre las que debería escribir, pero son tantas que no sé por dónde
empezar. A la larga, este diario es el registro de la forma para ir al cielo. Dicho así, es muy distinto
del tipo de diario que manejaba Jonathan cuando estudiaba la máscara.
Por eso creo que no es necesario seguir indagando en los detalles de ese tema. Y estoy seguro de
que si sigo escribiendo sobre mi estado mental en aquellos días, sólo conseguiré ponerme de mal
humor.
Lo cual no sería bueno considerando que mi situación actual está empeorando. ¿Tal vez sea
necesario que detenga mi plan ahora mismo?
¿Quizás deba dedicarme por completo a mi batalla contra la familia Joestar?
Tal vez sí…
No, si lo pienso de forma objetiva entonces eso es lo correcto de hacer. La búsqueda por el cielo es
algo que no puede ser ejecutado de aquí a unos pocos días más, es un plan a largo plazo que no
pareciera tener un fin cercano.
Así que es mejor dejarlo de lado por ahora y hacer lo correcto. El problema es que “lo correcto” es
una opción muy desagradable para mí.
El sólo pensarlo y escribirlo me pone enfermo.
Básicamente irritante.
Debo desviarme de mi propósito original para encargarme del nieto de Jonathan y de los demás.
Algo como esto no debería estar pasando, el que yo actúe de forma prudente y luego postergar mi
plan por mi propia voluntad.
Obedeciendo aquello, entonces Dio, ya no sería más Dio. Aunque vuelvo a decir que nada de esto
me impedirá continuar después.

:::
Sin mayores percances, seguiré desde donde quedé.
Yo había sido acorralado por Jonathan. Me vi compadecido por él. Pero me tragué la humillación
que sentí. Así que fingí ser bondadoso y cuando llegó el momento, intenté apuñalarlo con un
cuchillo. Las consecuencias ya no eran importantes.
Estaba decidido a matarlo.
Eso era todo lo que tenía en la cabeza en ese instante. Pero Jonathan se había preparado
meticulosamente.
Él ya se las había arreglado para respaldarse con la brigada policial en la mansión, aunque…dudo
que esa haya sido su idea.
Más bien, ese tipo de idea debe haberle correspondido al tipo con el que regresó de Ogre Street,
Speedwagon, o como sea su nombre.
Él…no, ese tipo me dijo algo.
Mientras yo, Dio, seguía actuando para exprimir más de la compasión de Jonathan, ese tipo pateó
un candelero hacia mí y dijo:
“¡Este tipo apesta! ¡Apesta peor que el vómito! ¡Jamás había conocido a alguien tan malévolo!”
“¿Qué las circunstancias lo volvieron cruel? ¡Patrañas! ¡Este tipo nació malvado! Señor Joestar,
¡Apresúrese y entréguelo a la policía!”
Qué palabras tan correctas.
Puede que haya sido en otro lugar, pero él también creció en un pueblo inmundo apartado de la
sociedad…y aun así fue perfectamente capaz de ver a través de mí. Sea como fuere, dudo que nos
pudiésemos haber entendido el uno con el otro, ni siquiera me imagino caminando cerca de él.
Y quizás él tenía razón sobre que yo nací malvado, estoy seguro de ello.Hasta yo lo creo. Porque de
hecho, no puedo recordar un momento de mi vida en el que yo haya sido puro, bueno, o
derechamente inocente.
Siempre me burlé de lo santa que era mi madre. Hasta ese punto, yo no había realizado ninguna
buena acción.
A lo más tomaría en cuenta los siete años que fingí ser bueno con los Joestar, pero aquello lo hice
para despojarlos de sus cosas; eso no puede ser llamado una buena acción. Fue un acto
deshonesto, algo mucho peor que haber sido directamente malo.
Por lo que Speedwagon estaba en lo cierto.
Yo nací malvado.
Sus palabras sonaron con el poder de la completa verdad. Pero en todo lo demás, él se
equivocaba.
Estaba algo desinformado.
Aunque lo que dijo fue cierto y que mi alma realmente está maldita…no se puede negar que el
entorno en el que crecí era terrible.
Soy malvado.
Y mis circunstancias eran malas.
No hay contradicción. Es consistencia.
Luego de eso fue que mis impulsos cedieron para usar la máscara y abandonar mi humanidad. E
increíblemente, el que me alentó a hacerlo fue ese hombre, Speedwagon.
Cuando lo pienso, suena muy curioso.
El destino está estrechamente arreglado, pero con los más mínimos errores se puede cambiar.

:::
Le implanté un brote de carne a Enya. Era la única forma para que recuperara su cordura. Bueno,
eso pensé mientras se lo colocaba, pero no funcionó. Se mejoró un poco nada más.
Recibí noticia de que “Empress” y “Wheel of Fortune” perdieron contra Joseph Joestar. También
supe que Enya fue a matarlos por su cuenta sin siquiera hacérmelo saber.
Me pregunto cuál será el resultado.
La habilidad del stand “Justice” de Enya es un poder que le permite controlar una gran cantidad de
cadáveres, por lo tanto, casi iguala el poder de la máscara de piedra. Si la atacan de frente, ningún
stand podría derrotarla. O aunque no lo hagan así, el resultado no cambiaría demasiado.
El stand de esa mujer tiene el poder de superar la desventaja de uno contra muchos, pero lo que
me preocupa es el brote en su cabeza. El hecho de que con ello su stand se ha debilitado, es algo
que me tiene con cuidado…
No tengo muchas ganas de seguir escribiendo.
Continuaré mañana.

:::
“Dio…”
“Ya lo escuché todo”
“De verdad es una…lástima”
“Yo estaba en deuda con tu padre…pero de verdad te crie y amé como si fueras mi propia sangre”
“Voy a descansar a mi habitación…no quiero tener que presenciar el arresto de mi hijo…”
Recuerdo que esas fueran las palabras de mi padre adoptivo.
Las palabras de George Joestar.
Me miró con tristeza en sus ojos al igual que Jonathan. No había una pizca de falsedad en sus
palabras.
Él de verdad estaba devastado.
Tanto que de verdad no quería ver cómo me arrestaban. No luego de que me dijera que me había
amado como a su propio hijo y que tenía las mismas expectativas sobre mí que sobre Jonathan.
Me di cuenta de algo al escribir esto.
¿De verdad George nunca se dio cuenta de mi plan? ¿De las infames ideas de su hijo?
Y respecto a lo que dijo sobre su deuda con Dario Brando, él sabía que no era así, que la verdad
era que ese hombre le había robado. A pesar de todo eso, él lo negó, recibió a su hijo y le dio
amor.
Él era ese tipo de persona.
El tipo de persona que aun sabiendo de mis malévolas intenciones, seguiría tratándome como a su
propio hijo.
Respecto al veneno que le di, quizás lo tomó sabiendo que no era medicina. El solo pensarlo me da
escalofríos. Si George siguió bebiéndose esa sustancia con las esperanzas de que yo detuviera mi
plan, que yo iba a cambiar de parecer, se me hace una idea terrorífica llena de una locura que ni
yo, ni nadie en este mundo podrían imaginar.
Es distinto de la amabilidad o la dulzura.
Era amor a un nivel descabellado.
¿Qué tanto planeaba este “donante” entregarme a mí?
Tal vez lo estoy pensando demasiado…
Dudo que alguien hubiese sido capaz de tal cosa. Esto va más allá del reino de la santidad.
El amor que sentía este padre opacaba al de mi madre.
Pero aún creo…
Creo que este hombre, quien poco después murió a mis manos protegiendo a su verdadero hijo,
fue directo al cielo.
Fue a ese cielo al que no creo que mi madre haya llegado.
Y puede ser que una vez allí, se haya encontrado con Dario Brando. Ambos padres reunidos. Si ese
es el caso, me pregunto de qué hablaron.
Estoy comenzando a sentirme algo mal.
Continuaré mañana.

:::
Estaba acorralado. Acorralado y compadecido por ambos: George y Jonathan. No me quedo otra
que usar la máscara.
Decidí dejar de ser humano.
Si en la mansión sólo se hubieran encontrado ellos dos, o incluso quizás con ese tipo Speedwagon,
yo hubiese dejado esa cosa de lado y hubiese luchado como una persona normal.
Pero había una escuadra completa de policía, todos armados, ellos no me dejaron otra elección.
Se podría decir que en conjunto me alentaron a hacerlo, pero yo no lo planeé. Ellos fueron en
parte culpables por llevarme a mi límite, gracias a ellos yo fui capaz.
Fui capaz de rechazar mi humanidad.
Me parece que le dije a Jonathan algo como esto: Quiero que seas tú quien me espose. Entonces
me acerqué a él y le dije:
“Jojo…”
“Las habilidades humanas tienen un límite”.
“Si hay algo que he aprendido en mi corta vida es…que mientras más se planean las cosas, peor
van a rendir debido a las impredecibles circunstancias…”
“Yo debo convertirme en algo que sobrepase a los humanos…”
Lo que opino al respecto no ha cambiado ni un poco, ni siquiera hoy.
Mientras más se planean las cosas, peor van a rendir debido a las impredecibles circunstancias.
Pero debo complementar esa frase.
Aquello va a suceder no importa si se es humano o no porque, siendo vampiro, me sigue pasando.
Ahora mismo de hecho, las cosas se están desmoronando.
“La forma de ir al cielo”
Mi plan, que debió haber sido perfecto, se está desmoronando por circunstancias impredecibles
gracias a la familia Joestar. Es algo que no se puede evitar.
De cualquier forma, me puse la máscara enfrente de Jonathan. Rechacé mi estado previo enfrente
de sus propios ojos. Y quería llevar esto acabo con su sangre, pero la que obtuve en su lugar fue la
de aquel que lo protegió, la sangre de George.
El padre que protegió al hijo.
Luego de eso, las garras perforaron mi cerebro.

:::
Steely Dan me acaba de informar que el “Justice” de Enya fue derrotado por el “Star Platinum” de
Jotaro Kujo.
Eso confirma que los brotes de carne sí tienen efectos secundarios. Así que le ordené a Steely Dan
que acabara con Enya.
Sólo me limito a hacer lo que se debe.
Hice lo que tenía que hacer.
No me produjo ninguna emoción.
Ahora, si pienso sobre lo que sigue, entonces sí me preocupo. Más allá del hecho de que ya no
tendré a disposición los trabajos que le encargaba a esa mujer, es el hecho de que las cosas no
van bien.
Estoy algo exhausto.
Voy a descansar un poco.

:::
El método por el que funciona la máscara es infalible, te conviertes en vampiro sí o sí, sin
excepción. Pero la cantidad de conciencia humana que queda después, depende de cada persona.
Por ejemplo, ese hombre al que usé accidentalmente como conejillo de indias y la primera víctima
que conocí de esa cosa, no era muy distinto a un zombie, incluso luego de ser vampiro. Sólo tenía
apetito y deseo de matanza. Por supuesto que yo estaba muy confundido así que no puedo
asegurarlo pero, puedo decir con motivos que él perdió la razón y la cordura.
No había rastro de su personalidad.
Así que deduzco que dependiendo de la fuerza mental de cada uno, el resultado va a variar.
Así que mientras algunos pierden su ego cuando son afectados por la máscara, otros se convierten
en vampiros con conciencia.
Eso creo. Aunque a decir verdad, puede que yo haya perdido mi ego, mi cordura y mi razón mucho
antes de eso.
Uno no puede decir si realmente está sano.
Pero estaré bien mientras yo siga siendo yo.
Humano o no.
Si lo soy, es suficiente, mientras siga siendo el orgulloso yo, Dio.
No Dio Brando.
No Dio Joestar.
D-I-O.
Lo único que me importa es que yo siga siendo únicamente Dio, por sobre todo lo demás.
Lo que hice con la máscara de piedra hace cien años fue un acto de desesperación. Pero fui
afortunado de poder conservar mi carácter tranquilo.
Sin embargo hasta ahí llegó mi buena suerte, de verdad que sólo hasta ahí. Porque al final, luego
de unos pocos minutos, perdí contra el explosivo poder de Jonathan.
Logré exterminar al escuadrón de policía con mis poderes vampíricos pero Jonathan me quemó
junto con la mansión.
Fui quemado hasta la “muerte” en esa mansión.
No, para ser más preciso, no fueron las llamas las que me mataron. Si sólo hubiese sido el fuego,
podría haber escapado, mucho más con la habilidad especial que tiene un vampiro para
recuperarse. Debí haber sido capaz de huir.
Pero no pude.
La diosa guardiana de la mansión Joestar, la diosa del amor, fue la que me atravesó y logró
mantenerme ahí para que el fuego me consumiera.

:::
Miro a la entrada que escribí ayer y me da vergüenza.
Fui empalado y quemado por la diosa del amor…aunque se trate de una descripción retórica,
suena demasiado narcisista. ¿Qué demonios estaba intentando escribir? ¿Literatura o algo?
Nada de eso.
Lo que me derrotó fue la buena suerte de Jonathan. Su buena suerte y quizás su voluntad
inconsciente.
La estatua de esa diosa sólo decoraba el vestíbulo de la mansión. En otras palabras, perdí ante la
voluntad inconsciente de Jonathan quien utilizó una mera decoración a su alcance, nada más.
Voy a escribir con simpleza el hecho objetivo de cómo él, con su sangre y carne, logró subyugarme
a mí, un vampiro inmortal. Así que sin inmiscuir ninguna extraña coincidencia, voy a narrar las
cosas tal como fueron.
Jonathan pensó que quemarme sería buena idea, incluso luego de ver cómo mi cuerpo inmortal
pudo evitar las balas de esos policías, de cómo se recuperó como si nada.
Las llamas comunes no serían suficientes.
Intentó matarme con llamas enormes, lo suficiente para que también quemaran la mansión
completa. Para ser honesto, creo que él también planeaba morir conmigo. Lo podríamos llamar un
doble suicidio… planeaba asegurarse de mi derrota sacrificándose a sí mismo también. Pero él
sobrevivió, y la única forma en la que puedo explicar cómo solamente yo salí herido, la única
forma en la que puedo explicar la división entre luz y oscuridad de ese destino, es que él
simplemente tuvo buena suerte y yo no.
Hace un rato estaba hablando sobre la inconsciencia, acerca de cómo el inconscientemente utilizó
la estructura de la mansión en la que vivió por tanto tiempo, de cómo sin quererlo le dio uso a la
diosa que decoraba ese lugar. Pero en términos de conocimientos arquitectónicos, el mío no fue
peor que el de Jonathan.
Aun así el sobrevivió.
Y yo “morí”.
¿Cuál fue la diferencia?
Como dije, fue suerte. ¿Pero es que acaso es la suerte la que lo decide todo?
¿Acaso el hecho de alcanzar el cielo también es algo decidido por la suerte? ¿Aquellos que la
tienen pueden alcanzarlo y aquellos que no, no? ¿Eso es todo?
Independiente de la nobleza o el orgullo.
De las buenas acciones o la humanidad.
Me pregunto… ¿Con qué clase de significado mi madre usó la palabra “cielo”? No se trata de algo
que aún deba cuestionarme ahora, pero mi comprensión es muy vaga.
Se me es difícil pensar en el cielo como algo basado en la devoción religiosa. ¿Acaso sólo
significaba “un lugar más feliz que éste”? Honestamente se puede encontrar un lugar así en
cualquier parte, ¿cierto? Se puede decir que cualquier lugar lejos de aquel pueblo era el “cielo”.
Un paso fuera de la casa Brando, sólo uno que la pusiera en ese inmundo lugar, para mi madre era
la “felicidad”.
Era como si ella fuese un monje ascético que pagaba penitencias para alcanzar la iluminación, así
como vivió toda su vida y como murió.
¿Eso era amor o algo parecido?
Amor por mi padre y amor por mí.
Y amor por los habitantes de ese pueblo. Como una mujer santa haría.
¿Era algo así?
Si al final todo se basa en la suerte, entonces el hacer un registro como éste así como mi meta de
alcanzar el paraíso, perderían todo el sentido. Porque no importa cuánto piense en ello, no
importa cuánto me desviva por mis metas; no importa cuánto trame, debido a esas circunstancias
impredecibles, a esas situaciones inesperadas, todo se reducirá a la nada.
Suerte.
Quizás mi mala suerte comenzó cuando nací gracias a Dario Brando y esa tonta madre mía. En
cambio, la buena suerte de Jonathan comenzó cuando él nació como el heredero de los Joestar.
¿Entonces todo se trata del nacimiento?
¿Todo se trata de la crianza?
Supongo que después de todo, Speedwagon estaba equivocado. Tal vez el entorno lo era todo. ¿O
tal vez el nacer malvado era igual que nacer en malas circunstancias?
¿Acaso el hecho de que puedas llegar al paraíso es algo que depende única y exclusivamente del
momento en el que naces?
Estoy seguro de que ella no lo logró pero, ¿qué hay si mi madre de verdad fue al cielo?
De acuerdo a la cuenta de todas las buenas acciones que realizó en su vida, es posible. Tal vez
incluso gracias a cosas de las que no me di cuenta.
Si ese fuera el caso, estaría perdiendo mi tiempo. Estaría haciendo algo inútil y sin sentido.
¿Debería tirar este diario a la basura?
Quizás sea lo mejor. Tal vez pueda alcanzar mi objetivo sin hacer absolutamente nada y si no, no
importa lo que haga, no sería posible de igual forma.
El esfuerzo es inútil y resistirse es en vano.
¿Qué pasaría si no hay más que eso?
Pero aunque lo fuera, seguiré escribiendo mis declaraciones desde ahora mismo hasta el final. Al
menos por ahora.
Incluso si no hay más significado, puedo completar este registro para tener el placer de reírme
cuando lo lea otra vez. Porque, luego de que derrote a los Joestar y me acostumbre por completo
a este cuerpo, es posible que mi vida pierda significado.
Así que, adelantándome a ello, creo que voy a preparar algo divertido para tener una vida mejor.
Como sea, estoy algo conmocionado.
Mis fracasos ya son bastante frustrantes de por sí, y no son muy agradables de recordar ni de
escribir.
Para recobrar la calma, hoy sólo escribiré sobre la situación actual. Sólo hablaré sobre las cosas
que realmente han pasado los últimos días.
El “Lovers” de Steely Dan ha sido derrotado, al igual que “Sun” y “Death Thirteen”.
Parece que “Judgement” y “High Priestess” ya se pusieron en marcha, pero no creo en lo absoluto
que sean competencia para el grupo Joestar.
Estos subordinados que originalmente eran sirvientes directos de la bruja Enya, están actuando
por su cuenta. No están esperando a que yo, Dio, les dé órdenes, están actuando para rendir
logros. Me atrevería decir que las cosas están en un estado desbocado.
No tengo cómo detenerlos sino tengo control sobre ellos. Tal vez debí haberles implantado brotes
antes de que esto sucediera, pero ya sé cuáles son los efectos secundarios de eso.
Y tal como esperaba, el usuario del stand “The Fool”, ese perro llamado Iggy, ha sido provisto por
la Fundación Speedwagon.
Speedwagon.
Ese hombre.
Me causa problemas incluso después de muerto. Cuando miro la fundación que creó, sin importar
que alguna vez intentara ser un hombre malo, no puedo evitar preguntarme a qué clasificación
pertenecía, si era un “heredero” o un “donante”.
He roto la promesa que tenía conmigo mismo. Esto es ridículo.
De igual forma es probable que Iggy se una a los Joestar en un futuro cercano.
Por la forma en que estoy narrando las cosas, pareciera ser que sólo ha habido malas noticias,
pero también hay algunas buenas.
Al igual que ese perro con “The Fool” y ese orangután con su “Strenght” he encontrado otro
usuario de stand animal.
El usuario de “Horus”.
Se trata de un halcón.
Lo he nombrado Pet Shop y le di la misión de proteger esta mansión.
Y con él, he logrado reunir a los “Nueve grandes dioses de Egipto” y ponerlos a mi servicio. Todos
ellos son cartas diferentes a las que tenía Enya a su disposición.
Creo que por primera vez los voy a reunir a todos aquí.
Aprovecharé mientras que los usuarios que envió esa bruja están siendo aniquilados, mientras aún
están arriesgando sus vidas para ganar “tiempo” para mí.
Ah, sí, debo llamar a Hol Horse. Necesito que venga completamente solo…

:::
He acordado un día para que Pucci venga a visitarme de nuevo.
Intentaré tener una definición clara sobre el “cielo” para cuando él llegue.
¿Qué es el cielo?
Ahora que me he calmado, continuaré hablando sobre mi pasado.
Yo perdí.
Perdí contra Jonathan.
No.
Perdí contra el padre y el hijo de los Joestar. Y luego “morí”. Me “mataron”.
Pero obviamente no lo hice.
Yo también sobreviví.
Un pilar que colapsó gracias al incendio destruyó a la diosa que me empaló, justo en el último
momento. Así fue como salí con vida.
Si esto era buena suerte, sería tal cual lo dijo ese vendedor chino. Él me dijo que yo la tenía...
Quedé en un estado del que no me iba a recuperar muy pronto, un estado delicado, pero de igual
forme salí adelante, y continué viviendo.
Mi vida continuó.
No como humano, pero lo hizo.
Y lo sigue haciendo ahora.
No solamente escapé de la muerte, sobreviví por completo al desastre.
Eso debería decirlo aquí.
Pero por un tiempo tuve que esconderme. Ya me había convertido en un vampiro inmortal con la
capacidad de recuperarse, pero reponerme después de estar al borde de la muerte tomaría
tiempo y fuerza vital.
Así que mientras ganaba sirvientes como Jack el destripador y bebía sangre de mujeres jóvenes,
esperé a que sanaran mis heridas.
Y lo logré.
Esperé pacientemente el día en que me vengaría de Jonathan.
Pero en el tiempo en el que yo seguía esperando, Jonathan adquirió esa destructiva habilidad: el
Hamon.
La energía del sol, la conmemoración de la humanidad.
O se podría decir que era el alma misma o la propia vida. Esa técnica que él aprendió, era especial
para exterminar vampiros.
Él la adquirió.
Me parece que lo escribí antes, pero el que le enseñó a usar el Hamon a Jonathan fue Will A.
Zeppeli. Él fue su maestro.
Según lo que oí, Jonathan había logrado encontrarse de nuevo con Erina Pendleton después de
muchos años y, mientras caminaban por un sendero, se encontraron con este hombre, quien
estaba esperándolo con mucha calma. Acto seguido, Zeppeli sanó los huesos rotos de Jonathan y
amablemente le informó sobre que yo, Dio, me encontraba con vida y que era su deber aprender
el Hamon para exterminarme.
Qué risa.
No, no me puedo reír de eso.
En realidad me hace enojar.
Parece que sin importar a donde fuera, Jonathan seguía siendo un “heredero”. Él nunca tuvo que
buscar la manera para derrotarme.
Él nunca tuvo que viajar a las profundidades de las montañas del Tíbet y pedir que lo entrenaran.
Muy al contrario y a diferencia de mí, la persona a la que podemos llamar su archienemigo, él
nunca tuvo que investigar por su cuenta.
De hecho estoy seguro de que él pensó algo como “voy a intentar olvidarme de todo lo más rápido
posible” respecto a mí y a la máscara de piedra.
Ése era el tipo de hombre que era. El tipo de hombre que se alejaría del concepto de “asesinato”.
El tipo de hombre que podía olvidar el sabor del pan que comió.
Y el tipo de hombre que, sin mayores preocupaciones, podía regresar a su vida normal. A lo que
yo, Dio, debería agradecerle. Pero Zeppelli le “donó” y “heredó” sus conocimientos.
Heredó la técnica del Hamon y el destino dela máscara.
Lo heredó todo.
Él nunca movió un dedo. Todo se lo dieron.
Jonathan Joestar vivió su vida sin tener que esforzarse por nada.
Cuando lo pienso, pareciera ser que él y el borracho de mi padre tenían algo en común. Y tal vez se
pueda decir que aquello era que yo, quien era archienemigo de ambos.
Sin embargo mi padre era un “sustractor”.
Un “sustractor” como yo.
Así que si fueras a indagar en la batalla entre Jonathan y yo, encontrarías que era una lucha entre
“sustractores” y “herederos”. Y si vas más lejos y consideras el hecho de que yo perdí, verías que
al final, sin importar cuánto se intente los “sustractores” no pueden ganar. Tal cual aquellos que
nada tienen no pueden ganar contra los que sí.
No, puede que no sea tan cierto.
Es verdad que perdí dentro un corto plazo.
Pero la batalla entre el linaje Joestar y yo, aún no acaba.
Continúa hasta el día de hoy.
“Geb” de N’Doul.
“Khnum” de Oingo.
“Toth” de Boingo.
“Anubis” (sin usuario).
“Bastet” de Mariah.
“Sethan” de Alessi.
“Osiris” de Daniel J. D’Arby.
“Atum” de Terence T. D’Arby.
“Horus” de Pet Shop.
Los nueve grandes dioses de Egipto.
Ya los tengo reunidos en mi mansión junto a Hol Horse. De verdad es algo a lo que puedo llamar
una obra maestra. Si estos diez stands formaran un equipo y atacaran a la vez, ni siquiera yo
tendría oportunidad.
Pero sé muy bien que eso no va a pasar.
No formarán un quipo ni mucho menos actuarán como camaradas.
Los usuarios de stand le temen a que otros usuarios descubran sus habilidades. Pero algunos sí
tienen la capacidad para trabajar juntos, aunque como dije antes, son excepciones a la regla; en
este caso, Hol Horse y los hermanos Oingo y Boingo.
A ellos ya les di las órdenes que deben seguir ya que, es altamente probable que los Joestar ya
hayan acabado con “Judgement” y “High Priestess” para llegar a Egipto, así que les ordené
emboscarlos.
Esto también va con el propósito de que pueda reunirme con Pucci sin problemas. Como ya sabes,
por el bien de mis metas así como para poder adaptarme al cuerpo de Jonathan.
Fuese cual fuese la razón, no puedo decir que estoy en una condición apta para enfrentarlos,
mucho menos tomando en cuenta de que ese grupo es más poderoso de lo que parece.
El problema es que de acuerdo a los informes, la Fundación Speedwagon ya sabe de este
encuentro. En otras palabras, le ha informado a los Joestar sobre la mansión en la que yo, Dio,
estoy viviendo ahora.
La idea de huir es algo que me repugna, pero en una situación como ésta, quizás sea mejor que me
aleje de aquí.
Voy a convocar a Kenny G. y a Vanilla Ice.
Éste último es mi as bajo la manga pero… nunca se sabe lo que podría pasar.

:::
Procederé a narrar los resultados de la reunión de ayer, lo cual debí haber hecho ayer mismo, pero
necesitaba tiempo para ordenar mis ideas, porque de hecho, tuve una bastante salvaje.
No, en realidad, la dejaré para otro día.
Tengo la mala costumbre de entusiasmarme demasiado, lo que me ha llevado a nada más que
fracasos y decepciones respecto a mis planes de ir al cielo y a otros proyectos ¿No es así?
Hoy sólo voy a escribir las cosas como han sido.
Lo que diré ahora debe ser descrito con un “me lo esperaba”.
Los Joestar han eliminado a “Judgement” y “High Priestess”. Pero las malas noticias no acaban ahí.
Parece que Mohammad Avdol (el usuario de “Magician’s Red” el cual supuestamente había sido
aniquilado por J. Geil y Hol Horse) está, vivo.
Y esto no se debe a que sobrevivió así como así o que lo hizo por mera coincidencia, todo se debió
a un complejo plan elaborado por Joseph Joestar, a un complejo y engañoso plan formulado por el
mismísimo nieto de Jonathan, que indicaba que Avdol tenía que hacerse pasar por muerto.
Tristemente debo aceptar que caí completamente en él y gracias a mi ingenuidad, lograron entrar
a Egipto. Todavía no puedo creer que Avdol fingiese estar muerto y que además preparase un
submarino…
Escuché que un poco después, “High Priestess” logró destruir la nave, pero que estuvo bastante
lejos de ponerle si quiera una mano encima a Jotaro…
Y así, fue derrotada.
Pero por otro lado, me he dado cuenta de un lado de mí mismo que había estado ignorando todo
este tiempo. Un lado que de hecho recibe las malas noticias con mucha tranquilidad, que incluso
ha sido capaz de aceptarlas como si fueran buenas.
Decir que el plan de Joseph fue engañoso lo hace sonar agradable, pero en verdad fue un plan
muy sucio para timar al enemigo que se basó en la humillación y el fraude.
En cuanto a Jotaro Kujo, a pesar de que sea un usuario de stand, ha demostrado ser una bestia
despiadada desde el momento en que lastimó a una mujer hasta dejarla en un estado
irrecuperable.
Y hablando de eso, Joseph también aniquiló a la usuaria de “Empress” sin si quiera dudarlo. Todos
esos actos son impensables e indignos de alguien como Jonathan o George. Actos sucios para nada
caballerosos que hace cien años atrás hubieran sido inconcebibles.
Así que puedo estar tranquilo, porque esos “herederos” ciertamente no “heredaron” el temple de
Jonathan. En algún punto de esa familia, un poco, o quizás en la mayor parte, ese temple debe
haber desaparecido por completo. Se perdió.
Así que no hay caso en temerles.
De seguro los nueve dioses de Egipto serán capaces de borrarlos del mapa. Puede que incluso no
derramen una sola gota de sudor al hacerlo, tal cual como N’Doul.
Estoy ansioso porque llegue mañana.
Mañana, cuando organice mis ideas.
Las habilidades stand de estos nueve dioses, al igual que las de los hermanos D’Arby, son
completamente únicas. En ese caso, supongo que las cartas del tarot significaron un punto de
partida en esta batalla.
Ayer escribí sobre qué pasaría si todos ellos atacaran en conjunto o algo así. Pero ahora que lo
pienso, si tan sólo uno de ellos supiera la forma correcta de usar su poder, entonces ese único
sujeto tendría el calibre para oponerse directamente a mi stand, a Dio.
Y de entre ellos, a quien más tengo en consideración es al stand de Boingo: “Thoth”.
Es un chiquillo tímido, o más bien, desconfiado. Debido a que él sólo se abre con su hermano
mayor Oingo, me ha sido difícil interrogarlo…y si tuviera que describir el poder de su stand, lo
llamaría “predicción del futuro”.
Thoth toma la forma de un libro, y ahí, el futuro se revela en imágenes. Su debilidad es que sólo es
capaz de predecir el futuro cercano y que aparte de eso no posee ningún poder de ataque, pero es
justamente eso lo que lo hace tan peligroso. Sus “predicciones”.
Este niño me dijo que es imposible que el futuro se desvíe de lo que él ve en el libro.
“Mis visiones son 100% verídicas”.
Eso fue lo que me dijo.
Y para que este niñito, quien no posee ningún tipo de confianza consigo mismo o los demás, fuese
capaz de afirmarme eso con total seguridad es un suceso importante. Y hasta ahora, ha sido cierto.
Cuando descubrí por primera vez la existencia de Thoth pensé:
“¿Servirá para algo?”
“¿Qué utilidad tendrá el saber con anticipación sobre un futuro inalterable?”
“Si el destino está predeterminado, entonces, ¿Qué caso tiene saberlo o no?”
Eso pensé en ese momento.
Obviamente sería mucho mejor poder escuchar predicciones más placenteras. De esa forma
valdría mucho más la pena hacer lo posible por cumplirlas en el menor tiempo posible.
Pero en el caso de que en ese libro apareciera una predicción desagradable, ¿Qué debería hacer
uno? O en el caso extremo, ¿Qué pasaría si predijera tu propia derrota?
Si aquello se pudiese evitar sería muy beneficioso, pero no es posible hacerlo.
“Un absoluto 100%”.
Inevitable. Si una tragedia es segura e inevitable, sería mejor no saberlo, ¿cierto?
Y tomando aquello en cuenta, ese conocimiento equivaldría a ser consciente sobre la dirección
que tomaría la vida de una persona desde el momento en que nace. No importa cuánto te
esfuerces o cuánta disciplina le pongas, sería inútil.
El nacimiento lo es todo.
Estaba pensando en qué pasaría si Thoth predijera la propia muerte de Boingo. ¿Qué haría él al
respecto?
Esto me estuvo dando vueltas desde hace días, pero de hecho aún lo pienso. Hace dos días atrás
se lo pregunté.
Le pregunté a Boingo que si se predijera su muerte o no precisamente eso, pero algún tipo de
futuro triste y lóbrego (tal vez como la muerte de su hermano) ¿Qué podría hacer él?
Quizás fue una pregunta cruel para un niño.
Pero no pude evitarlo, tenía que hacerlo porque hasta el más mínimo detalle podría ser una pista
que aporte a mi plan, era necesario hacerlo antes de la llegada de los Joestar.
Boingo se estaba acobardando, no quería mirarme a los ojos. Temblaba y tartamudeaba. Pero de
la nada, con una voluntad para nada característica de él, dijo lo siguiente:
“Pero”
“Pero aun así, amo Dio”.
“Si usted se enfrentara a una tragedia inevitable, si la conociera, podría ‘prepararse’ para ella”.
Fueron palabras que no parecían salidas de la boca de un chiquillo.
Yo me vi obligado a madurar prematuramente gracias al tipo de padres que tuve. Pero jamás
hubiera sido capaz de decir algo tan osado cuando yo tenía su edad.
Si conoces el “futuro” puedes “prepararte” para él.
Si puedes hacer eso, estarás caminando hacia la “felicidad”.
Dicho de otra forma, ¿eso significaría que el “cielo” es el futuro?
Conocer un futuro desastroso no equivale a la “desolación” si no a la “esperanza”. ¿Es así? Aunque
supieras que morirías mañana, si te prepararas para ello, serías “feliz” ¿o no?
La “preparación” acaba con la “desolación”.
Y el cielo propiamente tal es el futuro. Esa es la hipótesis.
Aunque sólo es eso, una hipótesis. La habilidad de Boingo no es suficiente. “Thoth” está lejos de
serlo. Porque conocer meramente una pequeña porción de ese futuro, te permite prepararte sólo
un poco, al parecer.
La cantidad de soluciones que se pueden obtener en ese caso, no son muy altas.
Eso no es lo que yo quiero. Hay una gran diferencia en la preparación que se puede realizar al
estar en un pequeño apuro y aquella que se puede lograr cuando alguien a quien quieres mucho
corre peligro. Depende de la situación. Así que sin mucha sorpresa, vuelvo a dudar sobre que el
cielo esté a nuestro alcance.
No es suficiente. Al menos no por ahora. No siento que haya descubierto la manera para llegar ahí.
Es una posibilidad el hecho que desde que inicié este plan, me haya movido por aquí y por allá,
pero jamás haya dado un paso adelante.
Entonces vuelvo a cuestionarme el propósito de este diario. ¿Acaso esto es el registro de mi
estancamiento o algo por el estilo?
Qué ridiculez.
He sido atrapado por pensamientos inapropiados ya que yo, Dio, me comparo con un emperador,
por lo tanto algo así no debería suceder.
Voy a ordenarlas.
Las cosas que se necesitan para ir al paraíso.
“El alma de 36 pecadores”
“Las 14 palabras clave”
“Un amigo en el que pueda confiar”
Y mi stand, el stand del “tiempo”.
“The World”.
Sí, todo está bien. Estoy avanzando. Estoy logrando un progreso.
Me estoy moviendo firme, inquebrantable y apropiadamente con el paso del tiempo. No importa
lo que me falte o lo que haya perdido, eso es seguro, no me cabe la menor duda.
Me he perdido la oportunidad pero ahora es un buen momento.
Procederé a detallar por qué son necesarias las almas de 36 personas. Hasta este punto, las he
señalado como el “material” principal de mi plan. Pero me he decidido gracias a los esfuerzos de
Boingo.
Mi propia resolución, la que he formulado considerablemente.
Por supuesto eso sí, que sigue sin ser suficiente para mi propósito. Hace tiempo que anoté la
cantidad necesaria de almas pero ¿qué hay del volumen? ¿Qué hay acerca de la masa del alma de
una sola criatura?
Supongamos que tenemos diez de ellas.
Viéndolo desde la base de que diez es el número más simple de dividir para humanos y vampiros.
De cada base numérica, diez es la más amplia de todas. Al parecer esa es la razón por la que cada
persona posee un total de diez dedos entre ambas manos.
Así que ése será mi fundamento principal.
Démosle a estas almas una proporción entre bondad y maldad. Puede ser que la mayoría de la
gente se encuentra en un punto equilibrado de 5:5. Por ejemplo, Daniel J. D’Arby es capaz de
dividir las almas que ha convertido en fichas, las que puede a su vez dividir en más fichas, siendo
su límite el número diez.
Cuando supe sobre eso, sentí que podía asumir que la cantidad capaz de ser encontrada en un
alma sería efectivamente diez.
El problema es cómo clasificarlas.
Así que las vamos a dividir en una escala de blanco y negro.
Para una persona honrada como Jonathan, las diez fichas de su alma probablemente serían
completamente blancas. La proporción por ser una persona así de buena sería de 10:0.
Con mi madre pasaría igual.
Una persona de 10:0. En otras palabras, una mujer santa.
Y para mí, o alguien como Jack el destripador o el hijo de la bruja Enya, estoy seguro de que las
fichas serían negras como el carbón. Gente con un balance de 0:10.
Entonces, lo que estoy tratando de reunir son 36 fichas negras.
36 veces diez: 360. Hasta un niño puede calcularlo.
El número que representa una circunferencia: 360. Una circunferencia y a la vez un “reloj”.
36 almas. El “tiempo” completaría su ciclo si mi alma les fuera añadida al final.
Sí.
En conclusión, esa cantidad de almas completan una rotación.
El “tiempo” creará un “circuito completo”.
Ése es el proceso para llegar al cielo, la guía para ello.
Lo escribo como si supiera todo lo que hay que saber sobre el tema, pero en este preciso
momento, debo decir que mi método está incompleto. Si mi razonamiento es correcto, para poder
ponerlo en práctica, requiero del valor para eliminar mi propio stand.
Lo que más necesito es el “valor” para hacerlo.
Mi stand será quien albergue y absorba todas esas almas.
Y entonces, algo “nuevo” va a nacer.
Al hacerlo, el ser “nacido” va a despertar, y el amigo en el que confío y que confía en mí, le
proferirá las 14 palabras, acto que representa la inteligencia.
Yo me convertiré en un “amigo”.
Parece ser que Jonathan adquirió la técnica del Hamon con facilidad. Claro, le costó algo de
riguroso entrenamiento, el que se llevó a cabo en una semana o dos. Eso sólo cuenta como un
esfuerzo mínimo, y aun así fue capaz de usarlo con maestría…
Ah, siendo honesto… ¿Cómo lo digo? Sin tapujos, me irrita.
Fue capaz de aprender fácilmente algo que otros humanos y yo no podemos hacer. Pero
independiente de eso, logró instruirse en ese arte de una forma u otra.
Tal vez sólo sea talento.
Una aptitud que sólo posee uno entre 10.000 o algo por el estilo.
Jonathan logró alcanzarme a mí, a quien le costó su humanidad y muchos sacrificios el llegar hasta
aquí.
“Sustractores” y “herederos”.
¿De verdad existe una diferencia entre ambos?
Me pregunto si yo hubiese sabido de estas diferencias desde el inicio, y de cómo con el tiempo
surgirían aún más, ¿En ese entonces hubiese sido yo capaz de tomar una resolución adecuada?
Si hubiese conocido el futuro que me aguardaba, ¿Hubiese sido yo feliz?
Claro que sí. Al menos más que Jonathan. Obviamente yo no sé de qué forma se hubiera
preparado él, tampoco es que me interese saberlo.
Pero respecto a su preparación, recuerdo que él viajó a la ciudad que usé para esconderme
mientras me recuperaba. Se dirigió a la ciudad oculta entre las montañas, a “Windknights”. Lo hizo
para exterminarme luego de mi transición de humano a monstruo.
Se trataba de un pueblo fundado en el medioevo que se ocupaba como lugar de entrenamiento
para los caballeros que servían a los reyes. Además, sus habitantes aprovecharon la formación
natural del terreno (tomando en cuenta que el lugar era rodeado por montañas en tres
direcciones) y construyeron una prisión.
Por supuesto, la razón por la que elegí Windknights como mi escondite fue por esa prisión. Como
ya he dicho muchas veces antes, los humanos más nefastos hacen los mejores zombies.
En ese entonces yo quería crear un ejército de ellos. Y gracias a todos esos factores, fui capaz de
resucitar a dos de los más poderosos y legendarios caballeros, quienes apenas fueron
mencionados en los libros de historia: Tarkus y Bruford, y los convertí en mis asistentes más
cercanos.
Luego de eso fue que planeé aumentar el número de subordinados, tomar el control total del
pueblo, luego de Londres, y finalmente el mundo entero. Esa era mi meta en aquel entonces.
Eso era lo que yo creía me traería “felicidad”.
O quizás, creía que ése era el camino para llegar al cielo.
Pero ya no pienso así.
Reconozco los errores que cometí en el pasado.
Todo se trata sobre estar en la cima, ya sea la cima de un ecosistema o de la cadena alimenticia, al
final es lo mismo. Pararse en el pináculo del mundo no es algo a lo que podamos llamar victoria.
La victoria es el acto mismo de contemplar el cielo.
Me parece que la siguiente conversación la tuve con la bruja Enya.
Le pregunté algo como esto:
“¿Qué significa vivir?”
“¿Por qué motivo los humanos siguen viviendo?”
Su respuesta fue simple y práctica:
“Lo hacen para obtener lo que desean. Resumiéndolo, de eso se trata la vida. Deseamos dinero,
fama. Buscamos comida, amor, y una pareja”.
Fue una respuesta grandiosamente realista.
Sin embargo, cuando uno intenta conseguir lo que desea, siempre se presenta algún tipo de
conflicto, y si no ganas contra esos problemas y te quedas sin nada, te sientes herido, derrotado,
lastimado…por lo que a la siguiente batalla…
Te sentirás asustado.
Así que le dije a Enya:
“Yo creo que el significado de vivir se trata de conquistar el miedo. Por ejemplo, aquel que se sitúa
en la cima del mundo no siente ni el más mínimo fragmento de esa sensación”.
A lo que ella me respondió algo que me pareció sumamente extraño:
“Amo Dio… ¿A qué le teme alguien tan grandioso como usted?”
Y le dije:
“Al linaje Joestar. No puedo restarle importancia a esa familia”.
La anciana se mofó un poco. Lo suficientemente como para que yo pudiese reprenderla. Aunque
ahora las cosas están yendo justo en la dirección que yo predije en ese instante.
Los usuarios de stand que he enviado para asesinar a los Joestar han sido derrotados uno tras
otro, e incluso dos de ellos se les unieron.
Y entre sus risas, Enya también se sentía desalentada. Pero al final, tuve que ordenar que la
eliminaran para darles el paso a Egipto.
Esto ya se encuentra más allá del punto de “no debo restarles importancia”. Es más que suficiente
para hacerme arrepentir de mis decisiones.
Debí haberme esforzado un poco más y haberlos acabado cuando pude. Ahora, mi meta tendrá
que ser pospuesta sin importar si “corro” o me “oculto”.
Lo que menos me gustaría hacer en este momento sería utilizar la palabra “asustado” pero si de
verdad la aplicase, no estaría lejos de la verdad.
No puedo engañarme a mí mismo.
Debo reconocerlo y convencerme de ello.
Estoy sintiendo mucha ansiedad. Y se está convirtiendo en un estorbo en mi vida.
Es como la antítesis del significado de la existencia.
No estoy lo suficientemente preparado.
Los humanos (e incluso aquellos que dejaron de serlo, como yo) quienquiera que sean, viven en
aras de conquistar el miedo y la ansiedad para obtener tranquilidad.
El deseo de fama, de dinero, de poder manipular a otros… todo se hace para obtener tranquilidad.
Lo mismo pasa con el matrimonio y la amistad.
El servirle a otros un propósito
El esforzarse por conseguir el amor y la paz.
Todo se hace por la tranquilidad. Ésa es la meta de la raza humana.
Al menos eso es lo que yo creo.
Y en ese caso, si tal “miedo” y “ansiedad” estuviesen compuestos de una convicción clara e
indudable, se convertirían en “tranquilidad”, ¿cierto?
Así como yo estaba hace muchos meses atrás, yo ya estaba al tanto de los descendientes de los
Joestar, pero fui incapaz de tomar una decisión.
Creo que fue porque no sabía cómo darle un giro a la situación, o quizás fue porque pensé que
había una alta probabilidad de que las predicciones de Enya fuesen correctas y que ese grupo de
hombres podría ser eliminado por “Strength” o alguno de los otros. Pero no.
De verdad pensé que había posibilidades.
Es por eso que ahora sufro de esta ansiedad, de esta sensación de inseguridad.
Porque yo no estaba “preparado”.
Me suelo poner inquieto en las situaciones que no puedo predecir.
Por lo que así el futuro sea inhóspito o que las probabilidades sean directamente malas, si llego a
comprenderlo, entonces sería perfectamente capaz de lidiar con las situaciones presentes con
toda la calma posible.
“Preparación” es igual a “paraíso”.
Mientras más lo pienso, más lo creo, debido a que una de las cosas que mi madre siempre solía
decir conecta perfectamente con ello.
“Dio, no importa lo que suceda. Debes vivir noble y con orgullo. Si lo haces, de seguro te irás al
cielo”.
Noble y con orgullo.
Se debe a que en ese lugar de mis raíces, había “resolución”, ¿no es así? Incluso ese lugar inmundo
podía llegar a sentirse como el paraíso mientras existiera “preparación”, ¿o no?
El cielo no está lleno de felicidad.
Debes saber que el cielo es la alegría misma. No se necesita saber de nada más para prepararse y
tomar una resolución.
El cielo es el futuro.
Es el mañana.
Y si es así, ¿cuándo es mañana?
El mañana es el lugar al que apuntan las agujas del reloj.

:::
Sí, una clase de victoria.

Normalmente debería de ser capaz de llamarlo así.... Pero ahora la anciana


Enya, quien podría ser llamada la esencia de nuestra organización y su dirigente, ha
perdido la cabeza, por esto no puedo decir que el resultado fue equilibrado para ambas
partes.

Sufrimos daños mayores.

No, daños catastróficos.

Con toda honestidad, es un daño del que no anticipo recuperación.

Justo ahora, “Empress” está utilizando su habilidad Stand para perseguir al


grupo Joestar, pero ignoro el resultado… ¿Qué tan funcional pueden ser las partes de
una organización una vez que se ha perdido la cadena de mando?

Parece que ha llegado el momento. Parece que debo hacer un esfuerzo mayor.
Soy yo, después de todo, quien tiene una conexión por designio con la familia Joestar...
y parece que esa conexión debe ser cortada directamente.

Debo formular.

Formular una estrategia.

Como lo hice hace cien años...


Como tenía que hacerlo.

… Pero poniendo eso a


un lado, primero debo hacer algo
acerca de Enya.

Acerca de esa mujer que


perdió la cordura.
Los Joestar derrotaron a N’Doul.
La causa principal de esa catástrofe fue que su oponente era el stand “The Fool” de Iggy. Bueno,
supongo que incluso para un astuto estratega como él, una batalla en pleno desierto significaría
muchos obstáculos considerando que su rival posee un stand de arena.
¿Acaso fue una coincidencia? ¿Una mera coincidencia? ¿Tan sólo sucedió que cuando lucharon en
el desierto, justamente tenían a un usuario de stand que manipula la arena entre sus filas?
La sincronización es demasiado precisa.
No importa cuánto se trate de justificar, es una enorme coincidencia. ¿Entonces se puede decir
que es una cosa del destino?
¿O tal vez se trate de buena suerte? Obviamente, si el oponente hubiese sido Jonathan,
reconocería que fue suerte. Como consecuencia, los cien años que sobreviví en el fondo del mar
también se debieron a su suerte.
Fue gracias a esa misma suerte que pude salir a la superficie completamente sano y salvo. En otras
circunstancias me hubiese podrido allí, en el océano.
Incluso en aquella fatídica batalla hace un siglo atrás, si todo hubiese ido a un ritmo normal, yo le
hubiese ganado a Jonathan mil veces. Calcular la posibilidad de perder era ridículo porque era tan
baja.
Pero igualmente perdí.
Todas nuestras batallas, las perdí.
Ahora mismo de hecho, aquel hombre al que creí haber derrotado, Mohammad Avdol, sobrevivió.
En última instancia se trata del destino.
En otras palabras, tal cosa como el “futuro” parece haberse aliado con los Joestar.
No obstante, también hay buenas noticias.
A pesar de que N’Doul aún no se retira por completo, logró herir gravemente a Kakyoin. Por lo que
de momento, su poder ha sido disminuido.
Supongo que debo darle crédito…
De hecho me gustaría elogiarlo directamente…pero no será posible porque ya está muerto.
Creo que él estaba “preparado”.
Él era un usuario de stand de nacimiento, no fue hecho gracias al arco y la flecha. También sabía
que gracias a su condición, jamás podría familiarizarse con el mundo que lo rodeaba.
Pero eso no fue obstáculo para que siguiera su vida.
Él vivió sin temerle a nada, confiando plenamente en su stand y haciendo toda clase de cosas
infames.
Y yo respeto el estilo de vida que llevó.
Probablemente si Speedwagon estuviese vivo, diría que alguien así, que nació con un stand, que
fue incapaz de adaptarse al mundo en el que nació; y que no caminaba por el sendero de la moral,
debiese ser tildado de “malo de nacimiento”.
N’Doul fue un hombre que no tenía espacio en su mente para la simpatía. Fue tan malo, que hacía
que la gente no quisiera mirarlo a la cara. Él asesinaba, discriminaba y tiranizaba sin pensarlo dos
veces.
Pero yo no me considero un mesías de la maldad (como él solía llamarme). Yo sólo creo que la
gente malvada es más fácil de manipular y que además sirven como los subordinados más
poderosos.
Mientras más perversos, más fuertes son.
Pero aquellos engreídos que descartan a la gente clasificándola como personas que “nacieron
malas”, me hacen sentir algo similar al enojo.
En una palabra: los encuentro desagradables.
También debo determinar la forma de llegar al cielo por el bien de N’Doul (aunque claro, yo soy la
prioridad más alta).
Ir al cielo.
Quienquiera que sean.
Gente mala o gente estúpida.
Debo determinar la forma de llegar ahí.
Es mi deber como el ser que trascendió lo humanidad, como aquel que tiene el peso del “mundo”
sobre sus hombros.
Ése es mi objetivo.

:::
Pucci llegó a Egipto un poco antes de lo planeado.
Parece que descubrió por sí solo lo que estoy pasando en este momento.
Es gracias a esas preocupaciones suyas que él puede ser mi amigo…tal vez. No es muy propio de
mí decir algo así, pero es lo que pienso.
Y en este instante, de entre todos mis sirvientes, él es el mejor candidato. No existe un hombre
más altruista y devoto que Pucci. No obstante, aún no estoy seguro de que pueda diferenciar al
cielo que describen sus libros sagrados, del cielo que yo describo.
Pero tengo fe.
Nunca he tenido mucha fe en los demás, por lo que no estoy muy seguro de cómo se hace, pero
por el bien de mi objetivo, aprenderé.
Mi amigo.
“Mi amigo en el que confío desde el fondo de mi corazón”.
Tal como esperaba, me miró perplejo cuando le informé de la existencia de este diario. Pero ya no
me queda tiempo.
Le conté que escribí un diario “por el bien de mis metas”.
Aunque para ser preciso y como te habrás dado cuenta, está incompleto. Y ésta es la primera vez
que le cuento a alguien sobre él.
Enrico Pucci.
¿Estás leyendo mis palabras ahora mismo?
Desconozco las circunstancias en las que estás leyendo esto. Ni siquiera sé si aún sigo vivo o no al
momento en que sucede. Pero si decimos que esa cosa llamada destino es la que reina en este
mundo, entonces podemos asumir también que existe una fuerza gravitacional entre la gente.
Si de verdad existe esa amistad entre nosotros, entonces de alguna forma tú debes estar leyendo
esto.
Para entonces, ya debes saber qué es el cielo.
Si estás de acuerdo conmigo, entonces voy a preguntártelo.
Yo, Dio, inclinaré mi cabeza y te lo preguntaré.
¿Cuál es la forma de llegar al paraíso?
No importa lo que suceda, no importa qué métodos debas usar, no importa los sacrificios que
debas hacer, por favor, lleva a cabo esta misión.
Yo lo haré.
Y te pido que tú también lo hagas.
No me he puesto emocional, sino más bien nostálgico, así que decidí que voy a saltarme hasta la
siguiente página.
Qué ridículo. La forma en la que acabo de escribir me hace parecer que estoy declarando un
testamento.
Yo ya he sido asesinado antes, por Jonathan.
Dos veces.
¿O no? Y puede que ahora esté sintiendo algo como que “mi vida corre peligro”, pero sólo es un
malentendido. Ahora no me estoy enfrentando a Jonathan, me estoy enfrentando a sus
descendientes.
Estoy enfrentando a sus herederos, no al Jonathan que conocí. No hay nada a lo que deba temerle,
nada que deba provocarme ansiedad.
Pero supongamos…sólo en un caso hipotético, supongamos que ellos me “derrotan”. No me
gustaría conocer ese desenlace de una forma tan borrosa, si no que me gustaría conocerlo con
total certeza.
De esa forma, podría “prepararme”.
Podría luchar con “resolución”.
De forma tan natural como que las once en punto vienen después de las diez y que luego le siguen
las doce.
Si pudiésemos conocer el futuro, verlo como el tictac de un reloj, tanto humanos como cualquier
otra especie, podríamos formular una “resolución”.
Pucci se devolvió a Estados Unidos rápidamente.
Aunque ahora que Enya está muerta, ya no tengo motivos para ser tan cuidadoso cuando él viene.
Sólo que en reemplazo de la vigilancia que ella tenía sobre mí, se encuentran los Joestar,
acercándose cada vez más.
Sería desalentador que ellos se enteraran de la existencia de mi amigo.
No quiero que sepan que Pucci tiene algo que ver conmigo. Aun así, a pesar de que ahora no lo
hice y sólo por si acaso, lo enviaré a casa con un guardaespaldas.

:::
El nombre del guardaespaldas es Johngalli A. Es el usuario del stand “Manhattan Transfer”.
Al igual que Vanilla Ice y Kenny G, su stand no representa a una carta del tarot ni a ninguno de los
nueve dioses egipcios. Lo llamaré “usuario de stand callejero”. Y conociéndolo, será capaz de
escoltar a Pucci sin que los Joestar se den cuenta.
He hecho todo lo que he podido.
Sólo hay un poco más.
Un poco más.
Los hermanos Oingo y Boingo ya fueron derrotados.
Y tristemente, perdieron de una forma muy estúpida…
Preferiría no indagar en los detalles así que me restringiré el hacerlo, pero parece que el hermano
mayor, Oingo, malinterpretó el futuro que Thoth predijo.
La habilidad de Boingo es la que más se acerca a lo que busco respecto a la predicción del futuro,
como el conocimiento propiamente tal. Pero resulta ser insuficiente para mi objetivo de llegar al
cielo ya que su stand sólo puede predecir el futuro cercano que además está abierto a “múltiples
interpretaciones”.
Como ya he dicho, cuando uno conoce el futuro, puede prepararse para él.
Lo que dijo Boingo no fueron mentiras ni palabras erradas, pero si es cierto que lo que aparece en
su libro tiene más de una interpretación, entonces lamentablemente puedo llegar a la conclusión
de que no tienen ninguna forma de “resolución”. Aunque el futuro que se muestre sea un futuro
perdido, es típicamente humano el querer convertirlo en algo positivo o bueno para uno mismo,
¿no es así?
Pues eso no es nada bueno.
Lo que estoy visualizando es el conocimiento absoluto del futuro por venir.
Ya sea éste un futuro terrible o prometedor, el futuro absoluto.
Es por ese motivo que “Thoth” no es suficiente. Y dado el caso, pensé en tomar prestado su poder
para continuar con mi objetivo, pero las cosas siguen volviéndose complejas, aunque…
Parece que el mayor de esos hermanos, Oingo (el usuario de stand que puede transformarse en
otros, “Khnum”) está más o menos fuera de combate. No obstante creo que Boingo podrá
recuperarse y volver a pelear. Quizás porque él tuvo más tiempo para “prepararse” que su
hermano.
Eso sí debo tomar en cuenta que su stand no puede pelear por sí solo, pero…
Si fuese a formar equipo con alguien más…
La habilidad de Oingo tampoco sirve para pelear, por eso lo puse a trabajar con su hermano quien
además era el único en quien confiaba. Pero si esta vez Boingo trabajase con un usuario de stand
que tenga el poder de matar…
Alguien que mate junto a alguien que predice el futuro… quizás esa sea la clave para acabar con el
grupo de los Joestar.
El problema es quién debe unírsele.
De verdad no existe nadie dispuesto a formar un equipo con otro usuario además de Hol
Horse…hm.
Un reloj.
Ya me acuerdo. De repente lo he recordado.
Siento tal vez pueda olvidarme de esto, así que lo escribiré rápidamente. De cualquier forma esto
es sólo un memorando.
Hace cien, no, más precisamente hace ciento ocho años, tomé prestado un reloj que era de
Jonathan. Y aún no lo devuelvo.
De seguro se perdió en el incendio en la mansión aquella vez.
En los momentos en que yo no me ponía la máscara en frente de él (no la de piedra si no la de ser
un chico bueno), tomé ese “reloj”. Aunque fue más un robo que un préstamo.
Y ahora que lo pienso, tal vez se deba a eso que mi stand, “The World”, tiene la habilidad que
tiene.
“No planeaba devolverlo hasta que estuviera roto”.
De verdad no quería devolverlo hasta que se hubiese detenido por completo. Pero “detener” no
es suficiente.
Simplemente detener el tiempo.
Debo continuar hasta que pueda dominar el mundo por completo.
Pero antes debo dominar “todo lo que hay en el presente”.
Y si logro ser capaz de controlar el “futuro”, luego el “cielo”, entonces ahí será cuando mi “The
World” deba avanzar a la siguiente etapa.
Controlar el tiempo no es suficiente.
“Un stand que hace que el tiempo fluya”.
“Un stand que acelera el tiempo”.
Por ese propósito…debo tener el “valor”.
El valor para deshacerme temporalmente de “The World”.
¿Seré capaz de hacerlo?
“Donantes”
“Sustractores”
“Herederos”
No debo ser nada de eso, debo convertirme en un “descartante”.
:::
“Sethan”, “Anubis”, y “Bastet” están fuera de combate.
Se siente como si estuvieran siendo desechados uno tras otro. A estas alturas ya no espero
informes positivos como resultado de las misiones. Fui yo quien personalmente reclutó a los
nueve dioses egipcios, por lo que sé lo excepcionalmente fuertes que son. Por otra parte, el
desarrollo que han tenido los Joestar ha sido simplemente superior.
¿O quizás se deba a que no soy tan bueno dando órdenes como lo era la bruja Enya? Tal vez sí. A
pesar de que he logrado vivir más de cien años, la mayor parte de ellos los pasé en el fondo del
mar.
Por lo que no puedo definirme como un veterano experimentado.
Y hablando de veteranos, parece que Mariah fue derrotada gracias a un plan hecho por Joseph. Tal
como pensé, él no se contiene ni siquiera si su oponente es una mujer.
Es un hombre que usa descaradamente todo tipo de trucos sucios, engaños y trampas para poder
ganar. Es completamente distinto a Jonathan.
El sólo hecho de poder comprobarlo es lo que le da significado a la derrota de Mariah. Pero el
verdadero problema es Alessi.
La habilidad de su stand le permite “rejuvenecer” a la gente. Cuando me puse a pensarlo, recién
hoy me di cuenta de que aquello se asemeja un poco a mis ideales…
“La habilidad de rehacer una vida”.
Si esa fuese la “resolución”, entonces los humanos crecerían de la misma forma, poseerían los
mismos defectos, cometerían los mismos errores, y vivirían sus vidas idénticamente aunque las
rehicieran desde el inicio.
¿Entonces rehacer una vida no sirve de nada?
No lo creo.
Si uno fuese capaz de hacerlo, pienso que valdría la pena, aunque la “nueva” vida resultase igual a
la anterior.
La gente debería pasar varias veces por ese ciclo, ¿no crees?
Mientras buscaba respuesta a esas preguntas fue cómo me interesé en el stand de Alessi, pero
parece que su personalidad provocó la ira de Polnareff, lo que lo llevó a su derrota.
Y ahora se encuentra en un estado irrecuperable.
Qué mal, supongo.
A pesar de que los Joestar no saben nada sobre mis planes de “ir al cielo”, se las han ingeniado
para entrometerse en mi camino con una precisión alarmante.
Y sea coincidencia o no, igual me pone de malas. Estoy comenzando a creer que de verdad tendré
que eliminarlos yo mismo, y pronto.
Pero aún no es tiempo. Primero debo adaptarme por completo a este cuerpo, a Jonathan.
Mientras, he notado que el lado izquierdo es más débil cuando se trata de recuperarse.
Aún no estoy preparado para enfrentar a aquellos que han ganado incontables batallas. Pero no
puedo evitar pensar que, llegadas las cosas a este punto, también es mi deber ir y acabarlos de
una buena vez.
No tiene caso pensar en eso.
Pronto cambiaré mi escondite. Voy a esperarlos hasta el final, como un emperador.
Y hablando de emperadores…
El que me informó sobre la derrota de Mariah y Alessi fue Hol Horse.
De verdad es un hombre interesante.
En ese instante lo provoqué un poco, y él respondió intentando matarme con su stand, “Emperor”.
Me apuntó directamente en la nuca.
De verdad interesante.
En el momento exacto en que lo intentó, ni siquiera derramó una gota de sudor. Tampoco jadeó ni
nada por el estilo. Qué gran demostración de “resolución”.
Aquellos que poseen “resolución” son gente superior. Ese Hol Horse de veras me impresiona.
Así que sin pensarlo dos veces, usé a mi stand.
Usé a “The World” para detener el tiempo. Exhibí mi habilidad, una verdadera amenaza para él. Y
extrañamente para alguien con su personalidad, me dejó parado solo donde estaba. ¿Tal vez él sea
capaz de ascender al paraíso?
Al final, no hay nadie más aparte de él que haya vuelto vivo de una pelea contra los Joestar.
Ésa sí que es suerte.
Mientras que otros usuarios de stand con una habilidad excepcional como J. Geil y Enya fueron
masacrados, Hol Horse sobrevivió sólo con la ayuda de un stand que toma la forma de una pistola.
Ése es el tipo de mundo en el que vivimos.
Creo que esto se lo dije a Pucci una vez, pero en realidad, los stands no poseen los conceptos de
fortaleza y debilidad.
Así que le recomendé indirectamente a Hol Horse que formara un equipo con Boingo (en cuanto
éste salga del hospital).
Conociéndolos, conociendo su “preparación”, aunque no ganen, sé que sacarán algo bueno de
esto.
Sí, aunque no ganen.
Incluso si pierden.

:::
Cuando estaba ocultándome en el pueblo de Windknights, me recuperé, sané mis heridas, me hice
más poderoso y además creé zombies a partir de los cadáveres de los criminales enterrados bajo
la prisión, y resultaron ser poderosos sirvientes. Tenía la intención de crear un ejército, pero
además hice otras cosas.
Hice lo que hice. Hice lo que tenía que hacer. Hice las cosas de la forma en que debían ser hechas.
En otras palabras, llevé a cabo la experimentación humana.
Intenté aprender sobre las posibilidades de la máscara de piedra.
Y las posibilidades de la inmortalidad.
Sin embargo, nunca más volví a experimentar usando la máscara en otros, de hecho, nunca más la
toqué. En ese entonces había decidido que usarla sería un privilegio que sólo yo tendría.
No fue precaución si no una conclusión natural a la que llegué.
Yo, como vampiro inmortal, perdería valor si es que hubiesen otros iguales a mí. La cima siempre
es hermosa cuando sólo hay uno en el pináculo.
En cambio, los experimentos que llevé a cabo fueron del siguiente tipo: Fusionar el cuerpo de un
perro con la cabeza de un humano y viceversa. Intenté combinar el cuerpo de un humano con el
de un zombie, y viceversa.
También puse serpientes dentro de algunos cadáveres, y otras cosas más.
A simple vista, esos ensayos no parecían más que juegos grotescos, pero yo no estaba jugando en
lo más mínimo. Y de hecho, esas pruebas dieron frutos.
Mi cabeza, la de un vampiro, y el cuerpo humano de Jonathan.
El hecho de que ése experimento fuera fructífero se debió a todo lo que hice anteriormente.
Mis creaciones cobraron vida.
Fue porque el Hamon de Jonathan comenzó a recorrer mi cuerpo que tuve que cercenar mi propia
cabeza. Pero yo ya tenía pruebas de que posteriormente sería capaz de tomar otro cuerpo.
Fui capaz de llegar tan lejos como para desechar un cuerpo infectado por el Hamon.
Y, para ser muy honesto, cualquier cuerpo me hubiera venido bien. No había necesidad de llegar
más allá como para tomar precisamente el cuerpo de mi enemigo.
Si yo me hubiese adueñado del cuerpo de una persona débil, de una persona común, entonces tal
vez yo no habría sido sepultado en el fondo del océano. Pero eso no fue lo que hice.
Yo lo quería sin importar las consecuencias.
El cuerpo de Jonathan Joestar.
Lo quería demasiado, de verdad demasiado. Así demostré mi respeto por él, el que fue mi
archienemigo en ese entonces.
Especialmente respeto por su cuerpo.
Pensaba en él como el mío propio.
Es por eso que me atreví a robarlo.
Como un “sustractor” natural, decidí que sería mío.
Y por supuesto, no estaba equivocado al respecto. Si consigo adaptarme por completo, este
cuerpo se convertirá definitivamente en mí. En nadie más que en mí.

:::
Daniel J. D’Arby ha sido derrotado.
Ese apostador innato llegó al punto de tomar el alma de Jean Pierre Polnareff y Joseph Joestar,
pero en lo que se podría llamar “ronda final” fue derrotado por Jotaro Kujo.
Según los informes que recibí, la causa de su derrota fue porque él conocía el secreto de mi stand.
“The World” fue quien causó su fracaso.
Uno de los usuarios de stand con la habilidad más rara perdió indirectamente contra mí, gracias a
los Joestar.
Me deja con una sensación de vacío.
También de desesperación. Me hace sentir que no importa lo que haga, la familia Joestar siempre
encontrará una forma de salirse con la suya. En realidad es una sensación de paranoia la que se
está gestando en mi interior.
Pero a la vez siento que, el hecho de que ellos estén impidiendo constantemente mis planes (ya
sea intencional o no) es una señal de que voy por el camino correcto.
De verdad tengo la impresión de que el hecho de que Jonathan bloquee mi camino, significa que
más allá de él se encuentra el “cielo” que tanto busco.
Usuarios de stand capaces de manipular almas…
El candidato principal, Pucci, ya ha vuelto a América, así que no debiesen haber demoras en el
plan. Pero no puedo negar que he perdido a uno de los sirvientes que más me tenían confiado.
Además no quiero ni pensar en perder al D’Arby menor.
Tal vez debería enviarlo fuera del país también, sólo por precaución.
No, no puedo hacer eso.
No importa lo que le diga a ese joven, es tan orgulloso que no dejaría esta mansión por ningún
motivo. Aunque le diga la verdad de mis planes, sobre ir al cielo, él me respondería con algo como
“entonces hay más razones para que me quede aquí. Debo quedarme a su lado”. Puedo prever lo
que me dirá sólo leyendo sus expresiones faciales.
Para ser un poco más positivo, Terence tiene una personalidad muy obstinada en comparación a la
personalidad flexible que tenía su hermano mayor. Tan así, que no escuchará lo que le digo a
menos que le implante un brote de carne.
Pero obviamente eso no lo haré, no quiero que su increíble habilidad se vea afectada.
No tengo más opción que aceptar su voluntad.
Debo mantener mi política de no interferir.

:::
Ruego para que Hol Horse y Boingo acaben con los Joestar…y me avergüenzo de pensar en ello
como alguien que trascendió la humanidad, pero como estoy ahora, eso es lo único que puedo
hacer.
De verdad no hay mucho más que pueda hacer. Así ha sido desde hace un siglo.
Como ya he perdido mucha libertad, he renunciado a escribir este diario de forma lógica. No voy a
escribir desde los puntos que quiero, sino de los que debería.
Sobre aquello que más debería escribir es sobre “el arco y la flecha”. Podría decir que se trata de
unos objetos “mágicos” que sacan a relucir todo el talento dentro del potencial humano,
específicamente del alma. Eso es lo que son.
Y aunque me he acostumbrado al hecho de describir ambos objetos (porque así me refería a la
idea de ellos cada vez que lo discutía con Enya) en realidad el arco no es para nada importante.
Lo que importa es la flecha.
Específicamente la punta de ésta.
Una vez más digo, que si es Pucci quien está leyendo estos escritos, entonces te digo que tú ya
experimentaste personalmente el golpe de la flecha, por lo que no creo que sea necesario que dé
más detalles al respecto. No obstante hay una pequeña posibilidad de que otra persona esté
leyendo, así que voy a describir la naturaleza de la flecha con detalle, como si fuera una reseña.
Tengo poco tiempo así que seré breve.
Cuando una persona que tiene un gran potencial; es atravesada por la flecha; inmediatamente
gana un stand, el cual es activado por el contacto de la punta de ésta con el alma. En esos casos,
hasta el más suave de los golpes es necesario para lograrlo.
Por el contrario, si una persona no es apta para soportar el stand, no importa que la flecha no
toque ningún punto vital; él o ella fallecerá.
Una vez Enya dijo: “Mientras más diabólica sea la persona, mayor es la posibilidad de que
sobreviva”.
Esa lógica es bastante parecida a la que yo usaba con mis zombies. Una maldad fuerte equivale a
una voluntad fuerte, lo que está vinculado a un espíritu con la misma fortaleza.
Y esa fuerza es la que se extrae y se comprime en la forma de un stand. Más o menos así.
De hecho yo me convertí en un usuario de stand gracias a la flecha, y obtuve simultáneamente a
“The World” y a “Hermit Purple”.
Quien originalmente consiguió la flecha fue Enya. Ella la obtuvo a través de una ruta en particular
(o algo así) y luego de eso, la trajo hasta mí.
Esa bruja ya había hecho algunos experimentos.
Experimentos con humanos.
Había atravesado a varias personas con la flecha. Ella pulió la creación de los usuarios de stand,
sacrificó mucha gente, y se deshizo de todos aquellos que no cumplían con sus expectativas.
Incluso se usó a sí misma a pesar de su avanzada edad, regalándose a su “Justice”.
“Lord Dio” dijo.
“¿Qué es lo que opina al respecto? Es cierto que su vida correría un poco de peligro, pero estoy
segura de que usted cumple perfectamente con los requisitos”.
No había razón para dudarlo.
O más bien, sentí que debía poseer esa “súper habilidad” antes desconocida hace cien años. Tenía
que ser mía.
Probablemente si yo no me hubiese convertido en vampiro, me hubiese dedicado a aprender el
arte del Hamon. Más específicamente a “sustraerlo” de Jonathan, quien lo “heredó” de Zeppeli.
Por eso acepté el golpe de la flecha, lo cual no fue precisamente el Hamon sino más bien una
forma “fantasmal” de éste.
No me importaba lo que tuviese que sacrificar, quería obtener ese poder.
Ahora que analizo cuando tomé esa decisión, ahora que ha pasado más de un siglo, fue algo muy
riesgoso de hacer…una apuesta increíblemente arriesgada que ni siquiera los hermanos D’Arby
hubiesen sido capaces de aceptar. Sin embargo yo resulté ganador.
Lo que Enya había dicho, era cierto.
Así que como era naturalmente de esperarse, obtuve un stand. Obtuve un stand y un pasaje de ida
al cielo.
No, no estoy tan seguro de eso.
¿De verdad gané esa apuesta?
Es verdad que sobreviví la prueba del arco y la flecha y que adquirí lo que necesitaba.
Pero no estoy tan seguro.
A pesar de mi cuerpo inmortal, tomé el riesgo de “morir” y como resultado obtuve mi stand pero a
la vez, también como resultado de eso, Joseph Joestar y Jotaro Kujo también ganaron uno sin
pasar por ningún tipo de riesgo. Así que, ¿serían ellos quienes realmente ganaron?
Por otro lado, Holy Kujo obtuvo la fiebre del stand y ahora se encuentra al borde de la muerte.
Sólo ella, la mujer santa.
Así que finalmente, tanto Joseph como Jotaron son también “herederos”. Heredaron sus stands
gracias al cuerpo de su ancestro.
Si en ese entonces yo hubiese rechazado la propuesta de Enya, entonces no me cabe duda de que
Joseph,Jotaro y Holy jamás se hubiesen enterado de mi existencia.
Al menos ninguno de ellos estuvo al tanto de mí durante el tiempo en el que me encontraba en el
fondo del mar.
Y si yo hubiese decidido no tener un stand, entonces jamás habría encontrado un camino al cielo.
Sin la capacidad de detener el tiempo, jamás habría hallado las pistas para ir al paraíso.
Las ventajas y las desventajas son dos caras de la misma moneda…
De verdad soy capaz de hacer las cosas bien.
Quizás no hay diferencia entre ir al cielo o al infierno. Puede ser que en vez de apuntar al paraíso,
me esté dirigiendo al averno.
Si así fuera el caso, no me importaría demasiado.
Porque yo ya sé que el infierno es un lugar mucho más apacible que aquel pueblo en el que crecí.
Al parecer Enya le compró la flecha a un niño que había excavado y encontrado el objeto
enterrado aquí mismo. Y al principio pensé que quien creó dicho artefacto también podría haber
creado la máscara de piedra, pero no parecía ser el caso debido a las diferencias geográficas entre
México y Egipto.
Sin embargo, ese niño despertó mi interés.
O mejor dicho, aún me da vueltas en la cabeza.
Si llego a tener la oportunidad, me gustaría poder investigarlo.
Pero ahora que Enya murió, será difícil seguirle el rastro. No obstante no será del todo imposible,
ya que al menos sé que el nombre del niño era “Diavolo”.
Si se aplica la gravedad, si existe gravedad entre ese niño y yo, estoy seguro de que nos vamos a
encontrar.
En cualquier caso, si ese chiquillo aún vive, es probable que se haya convertido en un usuario de
stand. Después de todo, los usuarios de stand se atraen los unos a los otros.
Todo será posible.
Mientras yo también viva, claro…
:::
He perdido un poco de mi libertad. Puedo sentir que Joseph y Jotaro están cada vez más cerca.
Creo que es un tipo de efecto que aplica el cuerpo de Jonathan el que yo pueda sentirlos. También
es parte del “linaje Joestar”, por lo que nuestros cuerpos responden los unos a los otros.
Así que eso significa que no sólo yo soy capaz de advertir su aproximación, ellos también pueden
sentir mi presencia.
Esos descendientes estarán aquí muy pronto. Se acercan cada vez más a mi nuevo escondite.
Parece que Hol Horse y Boingo aún no entran en contacto con ellos y se han mantenido al margen.
Supongo que esa es una característica distintiva que posee Hol…en otras circunstancias disfrutaría
mucho más de este momento.
No es como si ahora no pudiese huir o encontrarme con Pucci en Estados Unidos. Hablando
realistamente se trata de que escapar no es una opción.
Y aunque los deseos del D’Arby menor respecto a quedarse resuenan en mi mente, me di cuenta
de que sí poseo un cierto nivel de obstinación como para no querer huir por mi propia cuenta. De
verdad que no puedo.
Soy la cabeza de toda una organización, y para un líder hacer algo tan antiestético como escapar
cuando se acerca el peligro es algo que jamás podría mostrarle a ninguno de mis subordinados.
Aunque aquello fuera un paso necesario para alcanzar el cielo, hacer que mis sirvientes
comprendan mi excelsa meta sería una tarea absolutamente titánica.
Dudo bastante que sea capaz de explicar en detalle todo lo que aquí he escrito, partiendo por mi
niñez.
¿Por qué quieres ir al “cielo”?
¿Realmente tienes que ir? ¿Pero qué es exactamente el cielo? Aunque les respondiera esas
preguntas, no creo que pudieran comprenderme.
Estaría mucho más incómodo si más gente supiera sobre esto al igual que Pucci.
Quizás podría lograr cambiar el lugar de mi escondite con la excusa de que así sería más fácil
emboscar a los Joestar, pero dejar El Cairo en este preciso momento, salir de Egipto sin decir nada,
tendría horribles consecuencias que resultarían en la destrucción de la organización que Enya y yo
construimos.
Por el momento sólo me quedan unos pocos usuarios de stand aparte de Hol Horse y Boingo aquí
en esta ciudad. Sin embargo, quienes realmente pueden darle pelea a ese grupo son el “Horus” de
Pet Shop y el antes mencionado D’Arby menor.
Al igual que Kenny G. y Vanilla Ice, de los cuales también he hablado con anterioridad.
En otras palabras, todos quienes aún residen en mi mansión.
También es posible que este lugar pronto se convierta en un campo de batalla.
Si eso sucede, tendré que encontrar un escondite para este diario…dependiendo de cómo sucedan
las cosas, es posible que Joseph, Jotaro, Polnareff o Avdol (Iggy no, por supuesto) puedan echarle
un vistazo a mis escritos.
Debo evitar que eso pase.
:::
Me di cuenta de cómo escribí “debo evitar que eso pase” al final de la entrada que escribí ayer,
¿pero es el “eso” algo que de verdad tengo que evitar?
Déjame pensarlo un poco.
Antes de desechar esta idea por completo, voy a pulirla…puede que este pensamiento se me haya
venido a la mente debido a toda la libertad de acción que he perdido, pero creo con firmeza que
considerarla me ayudará a enfriar mi cabeza.
Básicamente, esta idea se trata de…”cooperar” con los Joestar.
Debe ser obvio que ellos no tengan la más mínima idea de lo que estoy planeando o de cuáles son
los objetivos que quiero alcanzar. Ellos están actuando con el único propósito de salvar a su madre
e hija, por lo que dudo bastante que tengan en consideración mis propias circunstancias.
Por lo tanto, es probable que ellos crean que mi meta es dominar el mundo (tal cual sucedió hace
tanto tiempo) o tratar de estar por encima de cualquier ser humano, cosas por el estilo.
Esas son las cosas que suponen de mí.
Suponen que soy “malvado” y que como tal debo ser absolutamente derrotado, afirman que soy
un asesino violento. Y eso está bien.
No puedo decir que no están en lo cierto.
Soy “malvado”. Los asesinos que envié a matarlos también lo son. Las únicas excepciones fueron
Kakyoin y Polnareff, a quienes controlé a través de los brotes.
Pero estos Joestar son diferentes de Jonathan.
Desde luego que ellos no están luchando por la mera razón de hacer justicia, más bien parece que
su deseo de salvar a Holy Kujo es mucho más fuerte que eso.
En ese caso, si me encargo de la vida de esa mujer, entonces Joseph y Jotaro perderán sus motivos
para venir a destruirme, ¿No es así?
Así que, una especie de trato no tendría por qué ser tan imposible, ¿O me equivoco?
Con la ayuda del poder de los stands de Joseph, Jotaro, Polnareff, Avdol, Kakyoin e Iggy, las
puertas del cielo se abrirían mucho más fácil y mucho más rápido.
Aunque todos ellos sean buena gente y no puedan convertirse en el cimiento de mi meta, no se
puede negar que sus almas son fuertes. Además, si el nieto de Jonathan me brindase su
conocimiento, mi investigación progresaría increíblemente rápido ¿tengo razón?
Nada más que paz entre la familia Joestar y yo, Dio.
Una tregua entre ellos y yo sería un acuerdo histórico.
Yo salvaría su linaje
Y ellos me ayudarían a llegar al cielo.
Muy conveniente. Demasiado, incluso. Lo único que podría decir si es que eso llegase a pasar
sería: “entonces no habría ningún problema”.
Antes de que considerara este plan, una tregua con los Joestar se veía como algo absolutamente
poco convencional. En primer lugar porque la base de esa premisa, no puede ocurrir. No puedo
idear ninguna manera de liberar a Holy Kujo de su maldición. Tal vez si uso la máscara de piedra en
ella y sus garras perforaran su cerebro entonces…no, no. Verdad que la máscara ya no existe.
Bueno, tal vez aún haya una en algún lugar del mundo, pero no está en mi poder.
Y aunque la tuviera, supongo que hacer una cosa así resultaría en otro conflicto con esta gente y
los demás que los acompañan.
Aunque trate de lograr un acuerdo, nuestras características son demasiado diferentes. No hay
manera de que un “sustractor” y unos “herederos” trabajen juntos sin pelear en el intento.
Por sobretodo dudo que Joseph y Jotaro tengan el más mínimo interés de ascender al paraíso.
Muy al contrario, “herederos” como ellos, que han vivido sus vidas al máximo, no tienen por qué
sentir el deseo de ver el cielo con sus propios ojos.
¿Ves? Ahora he comenzado a reflexionar sobre cosas inútiles cuando me queda tan poco tiempo.
Sólo que no podía evitar pensarlo, especialmente ahora que tengo este cuerpo. Al final igual debía
considerarlo.
Si yo me hubiese quedado para siempre con la máscara del chico bueno en vez de la de piedra,
aunque mi propia naturaleza hubiese quedad intacta y hubiese fingido bondad no por siete, sino
por diez; veinte; o cincuenta años, tal vez hubiese existido la posibilidad de salir adelante con
Jonathan y toda su familia.
Lo he pensado.
He pensado que ese tipo de “cielo” podría haber sido. Claro, George Joestar hubiera muerto
eventualmente ya fuese por el veneno o por causas naturales. Si yo sólo hubiera querido prestigio,
entonces haber usado fortalezas de Jonathan hubiese sido un plan excelente.
¿Entonces por qué no lo hice?
Me quité la máscara de bondad y en su lugar me puse la de piedra. Jamás debí haberlo permitido.
No podía perdonar que con todas sus riquezas, esa familia aún tuviera más cosas.
Así que de la misma forma, tampoco puedo perdonar a sus descendientes.
Y recíprocamente, Joseph y Jotaro jamás me perdonarían a mí, Dio.
Para ellos es completamente irrelevante lo que yo haya hecho o lo que esté por hacer. Ellos
piensan que mi sola existencia es la maldad en sí. Mientras que yo, Dio, también comparto ese
sentimiento y también creo que su existencia es igual de malévola.
Hace cien años le dije lo mismo a Jonathan.
Pero vaya relación que logramos construir.

:::
Hol Horse y “Emperor”.
Boingo y “Thoth”.
Ambos ya fueron derrotados. Parece ser que ahora más que nunca los usuarios de stand (todos
esos asesinos que yo, Dio, tenía a mano y envié a matar a los Joestar) han sido completamente
aniquilados.
Pero me siento algo renovado.
Siento que me deshice de toda la bravuconada.
Así que en vez de esos desechos hablaré de algo mejor.
A Hol Horse le dieron un tiro en la frente con una de sus propias balas, así que ahora se encuentra
en un estado irrecuperable. Boingo, por otro lado, perdió su espíritu de lucha cuando Iggy lo
mordió. Pero a pesar de todo eso, yo, Dio, los juzgo como sirvientes muy capaces por haber
llegado tan lejos. Los valoro bastante.
Hablando con claridad, estuvieron muy cerca del triunfo. Pero independiente de las posibilidades,
al final perdieron.
Como si hubiese sido cosa del destino.
Perdieron como si hubieran estado predestinados a ello.
Estaban predispuestos a perder, por eso sucedió.
Estoy seguro de que las predicciones de “Thoth” fueron malinterpretadas, pero en última instancia
creo que la “resolución” de los Joestar fue superior a la de Hol Horse y Boingo.
De seguro ellos contemplaban el “futuro”.
De manera inconsciente ellos están apuntando hacia el futuro con resolución.
Por esa razón es que ellos están muy cerca del paraíso. O al menos lo están mucho más que Hol
Horse, Boingo o incluso que yo.
Aquellos que contemplan hacia el cielo obtienen la victoria.
La victoria en todo y contra todos.
Por lo tanto, los verdaderos ganadores son aquellos que alcanzan el cielo. Aunque voy a verificar
eso otro día. Si es que me queda tiempo, claro.
Boingo no quedó gravemente herido, al menos no físicamente ya que su espíritu se quebrantó al
ser mordido por un perro. Por el simple hecho de una mordida.
Sólo tendrá que pasar un poco más de tiempo en el hospital. Y si al final todo llega a su fin con los
Joestar entonces tal vez yo, Dio, sea capaz de hacer uso directo de su stand.
Puede ser algo drástico tomando en cuenta la personalidad de ese niño, pero lo haré si es
necesario. Tomaré las medidas necesarias para lo que sea.
Ya he perdido a la mayoría de mis sirvientes de mayor confianza. Pero por otro lado, me he
acercado un poco más a mi objetivo.
Estoy seguro de que sí.
Estoy acercándome cada vez más con mucha resolución.
Para cuando Jonathan Joestar, Will A. Zeppeli y Speedwagon llegaron a Windknights, las
quemaduras de mi batalla previa habían sanado casi por completo.
En cierta forma llegaron algo tarde, pero como aún me faltaba un poco para controlar ese pueblo
por completo, podríamos decir que ellos también estuvieron algo a tiempo. Ya sea porque su
cronometraje fue bueno o porque tuvieron buena suerte.
Cuando nos enfrentamos el uno al otro, Jonathan dijo:
“Dio…escucha lo que tengo que decir”
“Como un caballero que soy, esto me avergüenza un poco pero… siendo honesto, yo, Jonathan
Joestar…”
“¡Por el bien de acabar con esto de una vez, yo…!”
“¡Voy a matarte, Dio!”
Cuando vi ese gesto desafiante en su rostro, quise decir “¡Qué estupidez!” pero siento que debería
escribir con honestidad, que el resto de lo que sentí fue gozo.
Ese Jonathan. El hecho de que yo lo hice ser como llegó a ser…
Jonathan, quien siempre vivió con la idea de ser un caballero de corazón… que al final dijera algo
como eso me hizo sentir… logrado.
Ese fue un instante en el que de verdad sentí que había logrado algo.
No obstante, comparado con él, yo era un poco débil. En ese entonces, mi “resolución” era menor
a la que tengo ahora.
Es un buen momento para hablar con toda honestidad: Yo tenía sentimientos que no quería que
alcanzaran a Jonathan por nada del mundo.
Sentía que tenía que matarlo. Los bienes de la familia Joestar que tanto deseaba usurpar ya se
habían perdido en el incendio y si así hubiesen pasado las cosas, no hubiese heredado nada y
Jonathan hubiese vivido. Pero todo fue distinto gracias a que él aprendió el Hamon y que por
ende, se estaba entrometiendo en mi camino. Por eso sabía que tenía que aniquilarlo.
Al principio quería dejarles ese trabajo a mis sirvientes.
La idea de matar a mi hermano adoptivo (o convertirlo en un no muerto) con mis propias manos
no me emocionaba mucho. Después de todo, vivimos juntos y crecimos en la misma casa como si
fuésemos hermanos biológicos. Por eso les dejé la tarea a ellos.
Comparándolo con esa mentalidad mía, Jonathan fue mucho más sólido con su determinación. Él
declaró con seguridad que no sentía nada por mí, Dio. Ni siquiera culpa.
Fue algo impresionante.
Pero es probable que haya dicho la verdad.
En el momento en que lo dijo, las cosas ya no eran sólo un conflicto entre el bien y el mal, ya que
luego de utilizar la máscara, yo, Dio, me convertí en un depredador, y Jonathan (o más bien la
humanidad) sólo se estaba defendiendo en esa batalla.
Puede que yo les haya parecido nefasto, pero yo sólo los veía como alimento. Y en lo que a eso
respecta, si no existiera el mal, entonces tampoco existiría el bien.
No puedo llamar a esto como nada más que una lucha entre organismos.
Así que ni siquiera pensé que era ridículo cuando Jonathan comenzó a parlotear
desvergonzadamente sobre moral y justicia. Ni siquiera lo vi como un oponente digno. De hecho,
fue gracias a sus gritos de emoción que acepté su desafío.
Desafortunadamente todo resultó en mi derrota.
Pero no del todo, ya que mi cabeza quedó intacta.
:::
Pet Shop desapareció.
He sabido de historias sobre como los animales se alejan de sus dueños cuando les llega la hora de
su muerte, pero creo que este no es el caso. Ese halcón atacaba y despachaba a los intrusos que
intentaban entrar a esta mansión según yo se lo ordenaba. Pero igual terminó asesinado.
Sobre lo que tengo entendido, quien lo mató fue el “The Fool” de Iggy…una batalla entre dos
usuarios de stand animales.
Los animales también poseen alma.
Me hubiese gustado ver luchar la imagen de esas “almas” frente a frente. ¿Me pregunto si algo así
hubiese sido posible con la ayuda del arco y la flecha? Si uno pudiese flechar a cada animal que se
cruce en el camino…
Sin embargo, otorgarle un stand a animales con un nivel bajo de inteligencia constituiría un gran
riesgo. Dependiendo de la habilidad que obtengan ¿quién sabe qué podría pasar? Se podría
desarrollar una gran alteración biológica.
Dejaré esa idea de lado por ahora.
Es muy probable que los Joestar ya hayan descifrado la ubicación de mi escondite. Bueno, si
contamos con que Joseph posee a “Hermit Purple” al igual que yo, eventualmente sería capaz de
encontrar este lugar gracias a su “fotografía espiritual”. Así que sólo es cuestión de tiempo.
Nuevamente debo mencionar, con el propósito de seguir convenciéndome, que yo, Dio, no huiré
ni me ocultaré.
Voy a enfrentar a mis enemigos en esta mansión.
Tal cual lo hice hace cien años atrás.
Cuando pienso en el stand de hielo de Pet Shop, no puedo evitar recordar una técnica que alguna
vez yo utilicé. La técnica de “congelar a través de la vaporización”.
Supongo que fue un método que creé para oponerse al Hamon. Una técnica llevada a cabo gracias
a la manipulación de mi cuerpo vampírico. Básicamente se trataba de poder vaporizar la humedad
en mi cuerpo y así poder congelar a otro.
Todavía soy capaz de usarla, pero ya que este cuerpo no es mío, no puedo dominarla a la
perfección. Y más importante aún, la vaporización no sería nada útil en una batalla de stands.
Muy a diferencia de los “misiles de hielo” que usaba Pet Shop, yo no puedo congelar a otro stand.
Por lo tanto y al igual que el Hamon, la vaporización es un “arte del pasado”.
El Hamon ya no es una amenaza ahora que tengo a “The World”, y para los usuarios de stand,
quienes luchan con sus almas, la técnica de la vaporización y la técnica de los rayos de los ojos
tampoco les constituyen una.
El pasado.
No me importa mucho. El pasado quedó atrás.
Lo que ahora importa es el futuro. El cielo.
Incluso llegará un punto en el que mi propio stand será una cosa del pasado.
Y pronto, estos lazos centenarios que he tenido con la familia Joestar también van a quedar atrás.
Debo lograrlo.
Así es como debe ser
:::
Oí que las heridas en los ojos de Kakyoin ya han sanado y que se ha reunido con el grupo otra vez.
Qué increíble sincronización…
¿Será también cosa de la gravedad?
La gravedad entre la gente.
Pienso que llamarlo una “conexión predestinada” le queda mejor. Ahora que lo pienso, la
conexión entre Kakyoin y yo es similar a la que tengo con los Joestar…
Ambas son relaciones “bizarras”.
Si mañana me encuentro en un entorno en el que pueda seguir escribiendo, hablaré sobre eso.
Sobre la gravedad.
Y con ello, este diario estará casi completo.
Las fuerzas de mis enemigos se componen de Joseph Joestar, Jotaro Kujo, Jean Pierre Polnareff,
Mohammad Avdol, Noriaki Kakyoin e Iggy el perro.
Mientras que en mis filas estoy primero yo, Dio, luego Vanilla Ice, Kenny G, Terence T. D’Arby…y
supongo que debo mencionar al zombie de Nukesaku.
Ya estoy en desventaja en cuanto a números.
Vuelvo a decir que, en la guerra, los números son el elemento más importante. Pero si lo pienso
con mucho cuidado, yo poseo el cuerpo de Jonathan, pero mi cabeza y cerebro propios, así que
poseo el valor de dos almas.
Tengo dos stands en mi poder, lo cual es extraordinario.
En ese caso, estaríamos a la par en números: Seis contra seis.
Aunque el cuerpo de Jonathan deba ser su aliado en esta pelea, voy a finalizar la entrada de hoy
con ese pequeño consuelo.

:::
Me parece que era Dire.
El nombre de ese guerrero del Hamon que apuñaló mi ojo derecho en ese entonces. Utilicé mi
técnica de congelación en él y lo rompí en pedazos, reduciéndolo sólo a una cabeza, pero aun así
fue capaz de atrapar con su boca una rosa inyectada con Hamon y lanzarla directo a mi ojo.
Si no hubiese sido por ese ataque, yo no habría perdido contra Jonathan después. Si yo hubiese
quedado ileso y en perfectas condiciones, sin ese punto ciego dentro de mi campo de visión
(aunque no estoy completamente convencido de ello) hubiese sido capaz de sobrepasar a
Jonathan.
Así de enorme fue la diferencia de poder entre nosotros.
Esto no se trata de resentimiento o un “Si no hubiese sido por el maldito de Dire”.
No, estoy escribiendo sobre el hecho indiscutible de que Jonathan tuvo un aliado llamado Dire.
Cuando ellos llegaron a Windknights, sólo eran tres, pero cuando llegaron hasta mí, se les habían
unido varios guerreros del Hamon.
Similar a como Kakyoin llegó justo a tiempo, también lo hicieron esos guerreros.
Creo firmemente que ese cronometraje se debió a la “gravedad” entre la gente.
Me parece que cuando conocí a Pucci hablamos sobre algo así.
“¿Crees en la ‘gravedad’?”
“¿Crees en que hubo una razón por la cual tropezaste conmigo?”
“¿Acaso aquello que llamamos ‘encuentros’ son algo diferente a la ‘gravedad’?”
“No sé qué impresión te he dado, pero estoy recorriendo el mundo en busca de esos
‘encuentros’”.
“¿Por qué se conoce la gente?”
Ése es el tema.
El tema de la vida. El tema del cielo.
Un poco después, Pucci pasó por un momento difícil. Parece ser que perdió a su hermano y
hermana menor de la peor manera imaginable.
Fue ahí cuando él ganó su muy peculiar habilidad, “White Snake”. Así que se puede decir que si no
hubiese sido por esa tragedia, él jamás habría obtenido un stand.
Entiendo lo que sintió.
Si yo no hubiese conocido a Jonathan, si yo no hubiese entrado en su familia, entonces es
probable que mi vida hubiese sido completamente diferente a la que tengo ahora.
Porque nunca habría encontrado la máscara de piedra y así.
O el arco y la flecha.
No, eso no. Tengo fe de que mi encuentro con Jonathan fue lo que me permitió convertirme en lo
que soy ahora, algo más que un humano.
Y si no hubiese sido por mí, pienso que la familia Joestar hubiese colapsado de una forma u otra. Si
él no me hubiese conocido, Jonathan jamás se habría convertido en el hombre que resultó ser.
Probablemente habría vivido toda su vida como un mocoso consentido. Habría heredado la
fortuna de su padre, se habría convertido en arqueólogo o algo por el estilo y habría gastado su
fortuna con plena libertad. Eso es lo que creo.
Para mí, que soy una persona que sólo mira hacia el futuro, mirar al pasado no tiene mucho
sentido. Pero cuando lo hago, todo pareciera ser que fueron circunstancias inevitables (como las
piezas de un rompecabezas inconcebiblemente complejo que se juntan). No puedo ver nada más
que el fruto de las uniones entre personas.
Los usuarios de stand se atraen los unos a los otros.
Lo mismo sucede con los humanos. Y como resultado de todo eso, Jonathan y yo nos convertimos
en uno con el mismo cuerpo.
Sí.
Ahí radica la importancia de la “gravedad”.
La clave más importante para llegar al cielo. Pienso que la pieza final del rompecabezas será la
capacidad de controlar la gravedad.
La gravedad y el tiempo son elementos estrechamente conectados.
Por lo tanto, si deseo tener un control mayor sobre el tiempo, debo aprender a controlar la
gravedad.
¿Pero cómo?
Hay algo que me produce una sensación de dificultad igual a la de controlar los “encuentros”. ¿De
verdad es posible hacerlo? ¿Esos vínculos predestinados?
Si no se pudiera…
¿Contaré con la “preparación” para ello?
Estos lazos que he arrastrado conmigo por más de cien años se acercan cada vez más.
Ya llegaron.
Todo el grupo de los Joestar ha llegado a mi mansión. El grupo completo. Sin que les falte ninguna
persona.
Una de las patas delanteras de Iggy se ha visto afectada, pero tal como es de esperarse de una
criatura como él, no parece significarle un obstáculo para la batalla.
Mi enemigo ha llegado hasta aquí sin haber perdido a nadie.
En cambio yo, y si cuentas a Kakyoin y a Polnareff, he perdido a veinticinco usuarios de stand
formidables. Esas cosas no pueden ser comparadas con una simple suma y resta, pero no importa
cómo se vea, no puedo negar que mis esfuerzos han sido desproporcionadamente infructuosos.
¿Qué tan lejos planean llegar estos hombres con tal de salvar a una mujer? ¿O es que acaso ellos
creen que las vidas de muchos “villanos” no valen nada en comparación a la de una mujer santa?
Yo planeo reunir 36 almas como el cimiento para ir al cielo, ¿Pero qué es lo que planean ellos
pisoteando 25 o incluso más personas?
Salvar a una hija, salvar a una madre.
Me pregunto qué van a hacer después de eso.
Bueno, es muy probable que no tendré la oportunidad de preguntarles.
De acuerdo a uno de los informes de Nukesaku, Terence D’Arby los ha separado en dos grupos. Se
llevó consigo al grupo compuesto de Joseph Joestar, Jotaro Kujo y Noriaki Kakyoin al sótano.
Está actuando con tanta confianza como siempre.
Espero que eso no le juegue en contra. Él es espiritualmente más frágil que su hermano mayor. Y
dado que él puede leer mentes, su resistencia es menor.
La debilidad del alma está vinculada a la debilidad del stand y por lo tanto a la “preparación”.
Todo esto sucedió en la tarde, así que estoy algo cansado.
Tomaré una siesta.
Espero que todo se haya resuelto para cuando despierte. No obstante, no quiero mantener mis
esperanzas en alto. Yo también debo “prepararme”.
“Prepararme” para el “futuro”.
:::
Vanilla Ice me despertó.
Me despertó de mi sueño.
Y lo hizo para darme las noticias de que Terence había sido derrotado por los Joestar. Es algo que
en el fondo esperaba de mi preciado mayordomo, pero parece ser que perdió luego de estar muy
cerca de la victoria. Aunque logró atrapar el alma de Kakyoin, falló un poco antes del final. Su
“resolución” no fue lo suficientemente fuerte.
Terence T. D’Arby.
Un hombre capaz de ver y atrapar almas.
El menor de los D’Arby era un genio.
Inequívocamente un genio.
Puedo afirmar con total seguridad que él tenía la habilidad para ganar.
En teoría, creo que él debería haber ganado.
Pero aun así perdió.
Sí, estaba destinado a la derrota.
Esto se debe a su resolución, porque fue más débil. Ése fue el problema y causa de su pérdida. La
poca cantidad de resolución que tenía.
Ahora que ya se ha ido, el único usuario de stand restante que pude manipular las almas es Pucci y
su “White Snake”, por lo tanto su importancia ha aumentado considerablemente.
La verdad ignoro hasta qué punto él me considera su amigo, y dudo que yo de verdad pueda
referirme a él como alguien en quien confío desde lo más profundo de mi ser, pero ahora, de la
única cosa que estoy seguro es de que su habilidad es indispensable para alcanzar mi objetivo.
Ahora más que nunca.
Y hablando de eso, ¿Qué hay de Vanilla Ice?
Vanilla Ice y su “Cream”.
Ese hombre tiene lo que yo llamaría un nivel de lealtad anormal hacia mí, y eso que no fue
necesario implantarle un brote ni mucho menos transformarlo en zombie. Su lealtad llega a tal
nivel que fue capaz de cercenar su propia cabeza por mí. Me pregunto si sería posible sustituir esa
lealtad por resolución.
No lo sé.
No sé si realmente tiene que ver con eso.
¿Se puede igualar esa lealtad anormal a la cantidad de resolución y preparación?
¿O se trata de cosas totalmente distintas? ¿Es esa fidelidad algo que no es apto para encajar en el
cielo?
Supongo que hallaré las respuestas en los resultados.
Como sea, ya que Vanilla Ice cortó su cabeza cuando se lo ordené, tuve que “zombificarlo” para
revivirlo, lo que le otorgó una fuerza física increíblemente superior, pero no puedo negar que el
poder de su stand disminuyó con creces. De igual forma espero que él pueda sobreponerse a eso.
Mientras escribí todo lo anterior, recibí otro informe de Nukesaku. Parece que uno de los dos
equipos que se formaron al dividirse, más específicamente el grupo de Polnareff, Avdol e Iggy,
derrotó a Kenny G…
Por lo que ahora todas las ilusiones que envolvían esta mansión han sido anuladas.
Entonces, hasta donde sé, el único stand “ilusorio” que queda sería el de Enrico Pucci. Sin embargo
parece que luego de la derrota de Kenny G, Vanilla Ice lo “logró”.
Logró atrapar al usuario del stand de fuego, a Mohammad Avdol dentro de su subespacio.
Definitivamente ahora no hay cabida para que pueda seguir con vida.
Luego de 26, no, 27 pérdidas consecutivas que incluyeron muchos sacrificios, finalmente logramos
arrancarle una preciada victoria a los Joestar, y el cronometraje no podría ser más perfecto.
En este momento, Vanilla Ice se está enfrentando a Polnareff e Iggy. Con su habilidad sin duda
será capaz de eliminarlos también.
Después de haberme dado el informe, Nukesaku fue a enfrentar al equipo de Joseph, Jotaro y
Kakyoin. Él no es más que un simple zombie, no es un usuario de stand, así que no pensaba que
sería capaz de ir a confrontar a esos tres, pero ya que estamos como estamos, no podía detenerlo.
Nukesaku.
Un zombie en el cual usé mi “técnica de combinación”, tal cual yo soy un híbrido entre mi propia
cabeza con el cuerpo de Jonathan, él es una criatura que tiene el rostro de una mujer “adherido” a
su nuca.
Pero parece que mi experimento para ver si un zombie era capaz de contener más de un alma
falló. Seguir realizando estas pruebas entre vampiros e inmortales ya no tiene ningún sentido,
pero podríamos decir que Nukesaku fue el último de ellos.
Él es un tipo que prácticamente no tiene habilidad para pelear. Para ser honesto, es inútil, pero le
tengo un extraño aprecio. Simplemente no puedo odiarlo y, a diferencia de Terence o Vanilla Ice,
él carece de lealtad. Así que si finalmente pierde contra los Joestar, estoy seguro de que me va a
traicionar.
Pero hasta que eso no suceda, debo estimarlo como a cualquiera de mis preciados sirvientes.
Él, un individuo que fue a luchar por su propia voluntad.
Él, a quien estuve destinado a conocer en este mundo luego de cien años.
No puedo detenerlo.
Hm… acabo de pensar en algo. Lo anotaré sólo por diversión.
Hace cien años, hice muchos zombies de dos caras como Nukesaku.
Realicé diversas pruebas para “combinar” dos tipos de vida en una, y lo hice con frecuencia.
Aunque obviamente, yo jamás especulé que iba a perder mi cuerpo.
Entre todos esos experimentos y entre muchas pruebas y errores, me parece que me dediqué a
“reemplazar las manos de un zombie con las de un humano”. Fue hace más de un siglo así que no
puedo recordarlo con claridad pero, en medio de esos ensayos, parece que cometí el imprudente
error de crear un humano con dos manos derechas.
Lo cual puede haber sido parecido a lo que le pasó a la bruja Enya, aunque no precisamente a ella
sino más bien a un pariente de sangre (en este caso su hijo), o algo así.
Si ese es el caso, entonces sí tengo una profunda conexión con la bruja que me enseñó todo sobre
cómo obtener un stand hace tanto tiempo. No estoy haciendo más que suponer cosas, y puede
que ahora suene un poco absurdo, pero no tengo forma de verificarlo.
Pero si debo plantear una hipótesis, puede ser muy posible que mi encuentro con Enya, quien me
despertó de mi sueño centenario, fuera cosa del destino.
Los cazarrecompensas que estúpidamente confundieron mi ataúd con un cofre del tesoro,
naturalmente se convirtieron en miles de trozos de pan para mí. Aunque sólo fueron unos pocos.
Sólo fueron tres o cuatro personas que me proveyeron de nutrientes. Ciertamente no fue
suficiente para saciar el estómago que pasó vacío por tantos años, pero sirvió. Todo esto sucedió
en el medio del océano atlántico.
Aunque luego me oculté en la cabina de un crucero, el sol del mediodía lo cubría todo, por lo que
no estaba a salvo. Si la bruja Enya se hubiera demorado unos días más en encontrarme,
probablemente hubiera muerto.
Ya fuera por el sol o por el hambre.
Esa mujer fue a rescatarme, así fue…
“Lo vi en las cartas del tarot”
Eso fue lo que me dijo, pero no le creí.
Había poca gente que conocía la historia de que un monstruo se había hundido en esa zona del
océano hace un siglo. Pensé que de alguna forma ella se había enterado de eso y que
posteriormente había corrido la voz. Incluso llegué a concluir que esos cazarrecompensas eran sus
subordinados.
Eso no era resultado de la adivinación.
Ella tenía ambición y buscaba encontrarse una oportunidad así. Me parece que lo pensé
demasiado.
Ella me lo dijo.
Para mí se sintió como si hubiese sido transportado inmediatamente hacia el futuro, por lo que
ella se encargó de ponerme al día y enseñarme lo necesario sobre esta nueva era. Pero más
importante aún, me enseñó sobre los stands. Cuando le pregunté cuál era su verdadero objetivo,
me respondió:
“Mi deseo es permanecer a su lado…verá, los stands son espíritus guardianes, ¡y su espíritu posee
un inmenso poder! Eso es el resultado de haber llevado una vida peculiar con una suerte muy
extraña…”
“¡Quiero ver cómo desenvuelve su vida! Eso sería más que suficiente para mí…”
Tal vez de verdad eso era todo lo que quería.
Tal vez ella…no era el resultado de uno de mis previos experimentos, sino un conejillo de indias
como tal.
Si no hubiese sido por esa mujer, yo jamás me hubiese podido adaptar a esta nueva época. Así es
el nivel de cambio que este mundo alcanzó mientras yo dormía.
Durante todo ese período, el tiempo “aceleró”.
Esa bruja describía a los stands como espíritus guardianes pero ellos son el alma en sí. Entonces
quizás Enya era mi propio espíritu guardián.
A veces lo pienso.
De cualquier forma, mis experimentos no fueron en vano, ya que pude unirme a un cuerpo que no
era mío.
Cuento con que la experiencia de esos ensayos me siga sirviendo en el futuro.
Para que pueda volverme uno con las almas que necesito, los éxitos y pérdidas de mis
experimentos conforman el cimiento de esa unión. Eso también incluye a Nukesaku, así que su
creación no fue para nada inútil.
No lo fue.
Dije con anterioridad que mis subordinados se están encargando de los Joestar, aunque con esos
enemigos dentro de mi propia mansión, no puedo negar que me he cuestionado el hecho de que
estar escribiendo tranquilamente en este diario sea la mejor cosa para hacer, pero continuaré
haciéndolo para demostrar que ese grupo no me preocupa demasiado.
Lo que me despertó fue la lealtad de Vanilla Ice. A veces eso me mantiene despierto.
Suelo desvelarme de forma tal que siento que estoy logrando un progreso, mucho más de lo usual.
Mis ideas se están aclarando. De seguro esto se debe a un efecto del linaje de los Joestar. Tal vez
el cuerpo de Jonathan está reaccionando a la presencia de su nieto, lo que ha proporcionado un
efecto positivo en mi cerebro.
Visto así, Joseph y Jotaro me están ayudando indirectamente con mi plan.
Si ese es el caso, no puedo desperdiciar esta oportunidad.
Debo recopilar todas mis ideas antes de que mis subordinados (o quizás yo mismo) eliminen a esos
dos. Las ideas que tengo para lograr mi meta.
A pesar de que mi mente está despejada, cambiaré a una nueva página y buscaré mis recuerdos.
Mis recuerdos finales. Esas remembranzas del momento en que fui derrotado por el Hamon de
Jonathan y de cuando mi cuerpo se deshizo en pedazos.
“¡No hay nada que los humanos no puedan hacer mientras crean en sí mismos!”
“Los humanos crecen. ¡Te lo demostraré!”
Y con esa divertida reflexión, Jonathan pasó a través de mi técnica de congelación incendiando sus
guantes, y así dirigió el Hamon a través de mi cuerpo.
Cuando el impacto me lanzó hacia atrás, corté mi propia cabeza (más o menos como lo hizo Vanilla
Ice) para proteger mi cerebro y mi vida.
Yo ya había comprobado el hecho de que podía sobrevivir en ese estado luego de haber
experimentado lo mismo en mis zombies. También sabía que volvería a estar bien si podía
adueñarme de otro cuerpo.
Como ya he dicho antes, el único cuerpo que yo deseaba para mí era el de Jonathan.
Por lo que esperé a tener la oportunidad.
La oportunidad en la que ni los demás guerreros del Hamon ni Speedwagon interferirían, esperé el
momento indicado para pelear contra él uno a uno.
Claro que, reducido a una cabeza, me avergonzaba que otros me vieran así, pero por otro lado,
necesitaba hablar de hombre a hombre con Jonathan. Yo quería tener una charla honesta con él
más allá de la situación y los vínculos.
No obstante me vi obligado a traer conmigo a uno de mis zombies y además, Jonathan estaba en
medio de su luna de miel, así que no podíamos estar realmente a solas.
Era comprensible.
Yo sólo era una cabeza así que no podía moverme por mí mismo. Y en última instancia, Jonathan
siempre fue bendecido con el apoyo de otras personas, así que siempre había alguien cerca de él.
En ese entonces, quien lo acompañaba era esa mujer pura, Erina Pendleton.
Aunque para el momento, su nombre era Erina Joestar.
Leí en un periódico sobre su luna de miel con destino a América.
No pensé que sería probable que nos interrumpieran en un barco. Que me interrumpieran cuando
tomara el cuerpo de mi enemigo. Eso era lo que yo esperaba, y como salieron las cosas, no estaba
equivocado.
Y aunque no hubiera sido así, si yo hubiese cometido algún error, supongo que de todas formas un
barco es un lugar que un vampiro debería evitar.
Hay un pequeño defecto en los vampiros: Se trata de que no podemos cruzar agua corriendo.
También hay otras debilidades, como que somos afectados por crucifijos y que detestamos el ajo,
pero yo los considero como simples mitos. No obstante, y sólo para esta ocasión, debí haber
tomado en cuenta esas supersticiones.

:::
Luego de que atraje a Jonathan a una cabina situada debajo de la cubierta, lo golpeé dos veces con
los rayos de mis ojos en un ataque sorpresa. No era capaz de usar la congelación sin un cuerpo que
pudiese ejecutarla, así que si Jonathan hubiese atacado primero, yo no habría salido victorioso, así
que tomé la iniciativa. No tenía intención de hacerlo sufrir ni de torturarlo.
Apunté al medio de sus ojos para así infringirle una muerte rápida e indolora, pero su cuerpo lo
esquivó, haciendo que mis rayos perforasen su garganta. Aunque así, él ya no podía respirar bien y
como consecuencia, no podía hacer uso del Hamon. Mi victoria estaba casi asegurada.
Debía estarlo.
El motivo por el que al final todo quedó en lo que yo llamo un empate, fue porque Erina entró en
esa cabina.
¿Tal vez ella tuvo un mal presentimiento?
¿O quizás se trató del lazo entre marido y mujer?
Tal vez fue la “gravedad” que había entre ellos dos.
De cualquier forma, ella llegó justo cuando le disparé.
Y Jonathan “estalló”.
Por primera vez, Jonathan demostró un poder realmente explosivo, ese poder al que yo le
“temía”.
Qué irónico.
Esa Erina, quien hizo madurar a Jonathan, que lo hizo crecer como humano, esa mujer que alguna
vez me enfureció, interrumpió nuestra batalla final.
Y no puedo pensar en una ironía más grande que la de cómo ella logró guiar a Jonathan de una
derrota segura a un empate.
Mi error fue haber enfrentado a mi enemigo en un barco, expuesto a una de las debilidades
naturales de los vampiros. He bromeado con eso, pero honestamente, el verdadero error fue
subestimar a Erina Pendleton. No, a Erina Joestar.
El artículo que describía la noticia de su luna de miel, la señalaba como señora Joestar al lado de su
fotografía.
Cuando lo leí, me di cuenta de que ella era la chica que había conocido de joven. Hasta ese punto
me había asegurado de que ni los guerreros del Hamon ni Speedwagon fuesen a intervenir, pero
olvidé imprudentemente lo importante que ella era para Jonathan y para mí, Dio.
Noble, orgullosa.
Ella era una mujer pura y santa, como mi madre. Debí haberme dado cuenta del peso que su
presencia tenía para mí, para Jonathan, para nosotros.
Ahora más que nunca, como Erina Joestar.
Ella ya era parte de esa familia.
Continuando, Jonathan reunió fuerzas para ejecutar su último Hamon.
Fue un ataque que no provenía de su respiración, sino que de su propia fuerza vital, Hamon hecho
de su propia “alma”.
Puede que también esa técnica la haya heredado de Zeppeli. Además de que la usó para controlar
al zombie que traje conmigo y hacer que detuviera la rueda del motor, justo en el eje.
Esa fue la desdicha del zombie que alguna vez fue el hombre llamado Wang Chen, quien me
vendió el veneno oriental que les suministré a mi padre y a mi padre adoptivo. Incluso en ese
mismo instante no pude evitar sentir un vínculo, o más bien, “gravedad”.
Jonathan usó la fuerza sobrehumana de Wang Chen para detener el eje de la rueda, haciendo que
el vapor dentro de los pistones quedara atrapado, lo que acumuló presión. Porque ése era su plan,
hacer que todo el barco explotara.
Aquel no era un plan hecho sin pensar, él estaba dispuesto a estallar junto con el barco.
Fue un hombre que lo dio todo hasta el final. Aunque de seguro fue una amarga decisión de
tomar. Aparte de mí y de los zombies que Wang Chen creó ahí mismo, había muchos pasajeros
inocentes que murieron en esa explosión.
Supongo que Jonathan pensó que aquello sería mucho mejor que dejarme a mí, Dio, libre por el
mundo. Pero puedo afirmar que no le fue una decisión fácil.
La elección de sacrificar tanta gente.
Para él, debió ser absolutamente complicado.
Aun así le permitió escapar a Erina.
Ella corrió hacia él (de verdad, qué mujer más pura)y le dijo:
“No tengo idea de qué está pasando…esto está más allá de mi comprensión. Ni siquiera sé si llorar,
gritar o desmayarme…”
Ese fue el prólogo de lo que dijo a continuación.
Erina Joestar dijo lo siguiente:
“Pero hay una cosa que puedo decir…yo voy a morir contigo”.
Sus palabras no me sorprendieron en lo más mínimo.
Estoy seguro de que mi madre hubiese dicho lo mismo.
Y, mientras escribía eso, parece ser que aniquilaron a Vanilla Ice.
Sí, aniquilaron.
No lo mataron ni lo derrotaron. Ya que Vanilla Ice quedó hecho un vampiro gracias a mi sangre, es
probable que la luz del sol lo haya convertido en cenizas, sin dejar rastro alguno.
No puedo llamarlo un “vínculo sanguíneo”, pero aparte de su lealtad hacia a mí, gracias a nuestro
lazo de amo-sirviente, puedo confirmar que Vanilla Ice fue aniquilado sin necesidad de recibir un
informe de parte de nadie…
Además, con Nukesaku en camino a enfrentar al grupo restante, tampoco me queda nadie que me
dé las noticias.
Perder un subordinado del calibre de Ice…es un golpe fuertísimo. Y con él habiendo sido
“aniquilado”, me puedo dar cuenta de lo mucho que le afectó el haberlo traído de vuelta a la vida.
Un aspecto negativo que surgió gracias a mis propias acciones.
Pero no puedo reconocerlo como error. El destino sólo estaba del lado de mis enemigos. Aunque
yo sea o no un aliado de los Joestar, o tal vez gracias a que aún no domino por completo el cuerpo
de Jonathan, puede ser que inconscientemente esté tomando decisiones benéficas para ellos…
Estoy un poco agitado.
No lo suficiente para entrar en pánico…pero con mis subordinados asesinados, mis guardianes de
confianza eliminados, mi mansión al descubierto, yo, completamente solo y desprotegido, no
podría estar complacido.
Pero incluso en esta situación tan desesperada, y de acuerdo a lo que puedo anticipar, sé que
puedo enfrentarlos con “resolución”.
Si este fuese un futuro que yo hubiese visto y comprendido con anterioridad, entonces sabría
cómo enfrentarme a él sin perturbación alguna.
Supongo que eso es el “cielo”.
Debo verlo. Debo alcanzarlo y convertirme en un verdadero ganador. La victoria debe ser mía.
Aniquilado o no, esa habilidad que tenía Vanilla Ice, tengo fe en que pudo acabar o con Polnareff o
con Iggy. Y si no, al menos debió haberlos herido de gravedad.
O aunque hubiesen sobrevivido, Iggy, independiente de su intelecto, sigue siendo un perro por lo
que en realidad, Polnareff está básicamente solo.
Siento que será inútil pero…
Creo que lo voy a desafiar.
Polnareff se acaba de separar del grupo de Joseph y Jotaro. Enfrentarlo solo es una oportunidad
que probablemente no vuelva a tener.
Si existe esa fuerza de gravedad que atrae a la gente…podemos decir que esa fuerza existe entre
Polnareff y yo. Y estaría bastante agradecido de tenerlo de vuelta conmigo ahora que todos mis
subordinados han muerto (y en vista de que no puedo aliarme con los Joestar).
Kakyoin está junto a los otros dos así que negociar con él sería imposible, pero Polnareff…
Si yo no le hubiera implantado ese brote de carne, él no me tendría ese rencor. Él ya asesinó con
sus propias manos a aquel que odiaba, a J. Geil. Y lo más importante y a diferencia de Kakyoin, él
es el único que no ha conocido personalmente a Holy Kujo.
Así que dependiendo de cómo lo haga, quizás sea posible tenerlo de vuelta. Ahora, si pudiera
lograrlo antes de que se reúna con los Joestar de nuevo…
Creo que lo haré.
Espero contar con buenas noticias para cuando escriba la siguiente página.

:::
No funcionó.
Me rechazó rotundamente. Y para ser honesto, yo, Dio, no puedo imaginar qué fue lo que lo dejó
tan insatisfecho.
¿Tal vez sólo siente un gran deseo de justicia? ¿O quizás está dirigiendo el resto de su rencor hacia
mí?
Supongo que es una posibilidad.
Aunque Polnareff haya obtenido una venganza directa sobre J. Geil, eso no traerá de vuelta a su
hermana, así que es obvio que aún contenga un poco de odio en su interior. Quizás ahora me está
dirigiendo su ira porque J.Geil era mi subordinado.
No puedo pensar en otra razón para que rechazara mi oferta además de que él no conoce a Holy
Kujo.
En otras palabras, puede ser que la hermanita de Polnareff, Sherry, haya sido una mujer santa al
igual que Holy y al igual que mi madre.
Sherry.
Me parece que ese nombre significa “amor” en francés…lo que confirma que yo, Dio, estoy
destinado a perder contra el concepto del amor.
Amor parental.
Amor familiar.
Amor por la humanidad.
…No.
Yo, Dio, todavía no he perdido.
Sin importar lo que haya sucedido hace cien años atrás, lo único que acaba de pasar es que un
increíble usuario de stand como lo es Jean Pierre Polnareff ,ha rechazado mi oferta.
Eso no cuenta como derrota.
No obstante, sí puedo decir que la “gravedad” no actuó a mi favor. Dependiendo del tiempo,
nosotros podríamos haber llegado a ser amigos. Sí, si tan solo el cronometraje hubiese sido
distinto.
¿Cronometraje?...
No, espera, eso no está bien. La palabra cronometraje significa básicamente “tiempo”, ¿pero eso
es todo? Si hablo respecto al tiempo, entonces yo debería ser capaz de controlarlo.
Sabemos que “The World” puede manipular el tiempo y aun así me veo en este aprieto.
Entonces, lo que de verdad importa no es el cronometraje ni el tiempo. Estrictamente hablando, el
tiempo no lo es todo. Existe algo igual o incluso mucho más importante que eso.
La “ubicación”.
Como aquel vestíbulo, la ubicación en la cual Jonathan me golpeó y donde mi sangre alcanzó la
máscara de piedra. Esa ubicación que justamente poseía la estatua de la diosa sobre la que caí. Y
la ubicación en la que planeé apoderarme del cuerpo de Jonathan, el océano. La palabra
“ubicación” posee un significado mucho más grande.
Y es lo último que me falta.
De cualquier forma, ya no tengo tiempo.
Voy a calmarme y escribiré una nueva página. Eso es lo que debo hacer por ahora.
No tengo que emocionarme. Este no es el momento para elevar mis esperanzas, porque cada vez
que lo hago termino decepcionado, ¿o no? Ah, sí, Enrico Pucci dijo que en momentos como éste,
es bueno contar números primos.
Los números primos son los únicos que son únicamente divisibles por 1 y por ellos mismos.
La soledad le da a uno la fuerza.
Voy a enumerar esas cifras:
2, 3, 5, 7, 11, 13, 17, 19, 23, 29, 31, 37, 41, 43, 47, 53, 59, 61, 67, 71, 73, 79, 83, 89, 97---hmm.
No parece estar funcionando como dijo que lo haría.
No importa, de igual forma tengo que calmarme.
Primero, voy a concluir la historia de mi pasado.
Es cierto que Polnareff rechazó lo que le ofrecí, pero si hubiese tenido el tiempo para hablar un
poco más con él y explicarle sobre la naturaleza inequívoca de mi stand, hubiese existido la
posibilidad de que él hubiese cedido ante mí, pero…
La “gravedad” lo atrajo hacia sus camaradas.
Joseph, Jotaro y Kakyoin entraron atravesando un muro, y con los rayos del sol a sus espaldas,
Polnareff se les volvió a unir.
En cuanto a mí, tuve que escapar de esa “ubicación” porque, obviamente la luz solar es mi más
grande debilidad.
Debo decir que a pesar de no contar más con las ilusiones de Kenny G, esta mansión mantiene una
estructura considerablemente compleja, así que no creo que lleguen hasta mí demasiado pronto.
Sin embargo, parece que Kakyoin puso a Kenny G dentro de una bolsa (probablemente para
protegerlo del sol, aunque no deja de ser una cosa muy cruel de hacer) para guiarlos, así que
también es probable que no se demoren tanto como espero.
Pero antes de que eso pase, debo hablar sobre mi “descubrimiento”. No le tengo miedo ni a
Joseph ni a Jotaro como individuos propiamente tal, es su linaje el que me tiene con cuidado. Tal
como me sucedió hace tanto tiempo.
La mujer santa, Erina Joestar.
Esa mujer santa fue la primera y la última en interferir con mis planes en aquel entonces. Y ella
estaba determinada a morir con su marido, con Jonathan.
Pero aunque ella juró acompañarlo en la salud y la enfermedad, en las buenas y en las malas, dudo
que haya acordado morir junto a él.
Esa mujer estaba dispuesta a perder su vida por el hombre que la salvó una sola vez en su niñez.
Que asombrosamente estúpido.
Un acto puro, honesto y hermoso.
Pero irremediablemente estúpido.
Otra vez vuelvo a pensar que ella era muy parecida a mi madre, y eso me provoca mucho rencor.
Por eso no podía perdonarla.
No podía permitir que una mujer así se acurrucase con el que sería mi cuerpo, el de Jonathan,
cuando nadie había hecho eso conmigo antes.
¿Por qué? ¿Por qué ella lo quería a él?
Madre.
Madre.
Mamá…
“Mi madre, también…”
Jonathan dijo eso.
Él apuntó al cadáver de una mujer que yacía cerca. Aparentemente había estado huyendo de mis
zombies hasta que se cayó por una escalera sosteniendo un bebé en brazos.
Entonces prosiguió:
“Esa mujer…murió protegiendo a su bebé”.
“Mi madre murió de la misma forma…”.
“Toma a ese niño…tómalo y huye, ¡Rápido!”
“Está bien si lloras… pero debes vivir”.
La mujer estaba muerta, pero su bebé seguía con vida.
Así que Jonathan le dijo a su esposa que lo salvara. Le dijo eso a su mujer, quien estaba consignada
a morir a su lado. Qué hombre más inconsciente.
Pero era esa inconsciencia la que lo hacía ser Jonathan Joestar.
Mi eterno archirrival.
El único hombre al que he respetado.
A pesar de que lo odiaba, y a pesar del resentimiento que tengo con sus descendientes, yo los
respeto. Por ese motivo es que yo quería su cuerpo.
Porque al final, él pasó de ser un “heredero” a un “donante”. Y Erina, cumplió su deseo con sus
ojos llenos de lágrimas.
El deseo de un hombre moribundo, de un hombre amoroso.
Ella no podría haberse rehusado.
Entonces yo, siendo sólo una cabeza, reuní lo último que me quedaba de fuerza tal cual había
hecho Jonathan momentos antes y le lancé agujas hechas de vasos sanguíneos. Me parece que
Erina se separó del cuerpo de su marido justo a tiempo.
No recuerdo muy bien qué sucedió después.
He olvidado todo respecto a ese momento final.
Ni siquiera me acuerdo del sonido del barco explotando.
Quizás fue en ese momento en el que Jonathan y yo trascendimos la vida y la muerte, que por fin
logramos sentir amistad el uno por el otro.
Me puse algo sentimental, así que voy a empezar una nueva página para recuperar la compostura.
:::
Parece que Nukesaku, en un intento por no ceder, está guiando a los Joestar por lugares
equivocados. Sin embargo dudo que él sepa que estoy escribiendo un diario en un momento como
éste. Además él no tiene idea sobre los pasajes secretos ocultos en esta mansión. Podría escribir
infinitamente sobre la arquitectura de este lugar, pero es probable que los esté guiando hacia la
habitación de la torre más alta, y ahí es a donde me voy a dirigir.
De cualquier forma a este paso, que él sea eliminado por el Hamon de Joseph o algo por el estilo
es una conclusión previsible. Yo, Dio, le demostraré eso personalmente. Tiene un cuerpo inmortal,
así que si además tiene suerte, puede que incluso sobreviva.
Ahora, dije que no recuerdo que sucedió después de la explosión, pero para ser preciso, de verdad
no tengo idea de qué pasó. Si me pongo a pensarlo demasiado, podría haber contradicciones.
Desde mi perspectiva actual, de alguna forma u otra puedo afirmar que tomé el cuerpo de
Jonathan con un éxito rotundo. Y no sólo eso, sino que además me mantuve “vivo” durante cien
años dentro de un ataúd. Sé que después de obtener ese cuerpo, usé el ataúd como refugio y
sobreviví al incidente.
Esas son conclusiones lógicas.
Lo que no entiendo es por qué Erina tomó a ese bebé y sobrevivió. ¿Cómo demonios salió ilesa?
Los zombies que creó Wang Chen debieron haber destruido el barco y los salvavidas. Yo le ordené
hacer eso en caso de que Jonathan tratase de huir.
Así que aunque Erina cumpliera con su deseo, que ella sobreviviera era imposible.
Debería haber sido su destino el que se hundiera junto a ese bebé. Pero no, gracias a que ella vivió
es que ahora soy “fotografiado” por el “Hermit Purple” de Joseph.
Pensé que los había destruido.
Pensé que se habían ido para siempre, y aun así…
Aunque no lo sepa con exactitud, la única forma que se me ocurre sobre cómo Erina sobrevivió,
sería que ella buscó refugio en el ataúd que yo preparé, el que yo ordené que metieran a ese
barco. Era lo único que podía usarse en ese momento…
¿Pero era realmente posible?
En ese féretro sólo cabía una persona, aunque con esfuerzo es probable que cupieran dos. Desde
luego que no estaba diseñado para que mi cuerpo encajara a la perfección luego de habérselo
quitado a otro. Pero no es descabellado pensar que tanto Erina como yo estábamos ahí dentro.
De hecho ni siquiera éramos dos, si no tres. En realidad éramos cuatro.
Jonathan, el bebé, Erina y yo, todos dentro del mismo ataúd. Eso explica los acontecimientos
posteriores.
Jonathan poseía un cuerpo grande, de 1.95 cm. Yo tenía una estatura similar y en ese momento no
era más que la pura cabeza. En cuanto a Erina, ella era mucho más pequeña y obviamente, el bebé
era un bebé.
Puede que hayamos estado un poco apretados pero es cierto que no era físicamente imposible
que cupiéramos todos en un cajón hecho para uno solo.
Físicamente, eso es.
Tengo que decir que emocionalmente, eso no podía pasar. Jonathan había sido atravesado en la
garganta, había liberado su último Hamon y murió.
Me parece que yo mismo confirmé su muerte.
Así que, si yo estaba consciente para cuando eso pasó, yo jamás le habría permitido a Erina
refugiarse conmigo.
Lo puedo asegurar con severidad, aunque no lo recuerde.
Si estaba consciente, entonces…las cosas no habrían sucedido así.
Así que creo que me desmayé luego de reunir tanta fuerza para obtener mi nuevo cuerpo.
Perdí la consciencia.
Aunque suene un poco mejor si lo digo así, básicamente agoté mis fuerzas.
Entonces, ¿quién fue el que me puso totalmente desmayado dentro del ataúd? A veces concluyo
que yo mismo lo hice de manera inconsciente para así poder salvarme.
Viendo que sigo vivo, no puedo hallar otra explicación. Pero si considero cómo Erina Joestar
también estaba viva, las cosas cambian.
Aunque yo mismo me hubiese situado ahí dentro, cuando Erina entró, de seguro se hubiera
desecho de mí, ¿no es así? De mí, a quien ella odiaba, quien mató a su amado, de seguro debería
haberme tirado ¿cierto? Pero no.
Mejor no le sigo dando importancia.
Ya conozco la respuesta, pero no quiero admitirla.
Fue Erina.
Cuando digo que ella heredó el linaje Joestar, la determinación y voluntad de esa familia, entonces
la respuesta es clara. Yo lo sabía. Lo sabía, pero no quería aceptarlo.
Fue Erina Joestar quien me salvó la vida. Pero no me gusta aceptarlo.
Considerando las circunstancias, no existe otra respuesta. Estando yo agotado y puesto en el
cuerpo de su marido, Erina me puso dentro del ataúd y me colocó junto a ella.
No hay otra forma en la que ella y yo, al igual que ese bebé, nos salváramos.
Pensándolo con un poco de sentido común, tal vez ella lo hizo porque se trataba del cadáver de su
esposo, por lo que no podía simplemente dejarlo tirado.
Pero sé que eso no fue así.
Ahora es cuando debo admitirlo.
Esa mujer tan noble, orgullosa e increíblemente tonta, sintió lástima, de entre todos, por mí, Dio.
“Dio…”
“¿Puedes oírme, Dio?”
“Si yo hubiese nacido pobre como tú lo hiciste, yo hubiera hecho lo mismo…si yo hubiera poseído
un corazón ambicioso y me hubiera alejado del camino de la humanidad igual que tú…”
“El cuerpo de Jonathan ahora te pertenece”
“Ahora de verdad eres un miembro de la familia Joestar”
“Por favor, descansa junto a mi esposo en el fondo del mar”
“No sé si sea dentro de cincuenta o cien años…pero algún día, por favor deja de lado tu maldad y
conviértete en una persona de bien…para que puedas ir al cielo”
“Por favor conviértete en un hombre noble, orgulloso, que pueda llegar ahí”
“Descansa…”
Tengo la sensación de que escuché a alguien decirme todo eso. Siento que de verdad oí esas
palabras, las palabras de Erina…
Lo que me dijo fue muy fuerte. Tan fuerte como las palabras de mi madre.

:::
Lo único que me falta es la ubicación.
Ubicación y tiempo.
Ya lo tengo calculado.
28 grados, 24 minutos al norte, 80 grados, 36 minutos al este, y a esperar por la luna nueva.
Ese debe ser el cronometraje para alcanzar el cielo.
Ahora, ha llegado el momento. Los Joestar ya están aquí.
Yo ya tengo clara cuál es la forma para ascender, pero desafortunadamente debo dejar mis
escritos hasta aquí por hoy. Iré a la torre, y finalmente, pondré un fin al lazo predestinado que me
une con esa familia.
No hay necesidad de entrar en pánico, después de todo, poseo un cuerpo inmortal.
Tengo todo el tiempo que necesito.
Continuaré escribiendo mañana.

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Recuerdo que la primera imagen que vi respecto a Jojo’s Bizarre Adventure fue la del muñeco
controlado por “Ebony Evil” y de cómo éste le cortó la cara a un trabajador del hotel como si
fuera una máscara. Obviamente en ese momento me pregunté cómo era posible que ese
muñeco se moviera, entonces justo después, una especie de guerrero con armadura apareció y
entonces seguí leyendo sin siquiera saber lo que era un stand. Pero puede deberse a eso que
puedo recordar esa sensación de ser atrapado en la lectura como si hubiera sido ayer. Bueno, en
ese instante yo ya había leído la Weekly Shounen Jump, y si mal no recuerdo, me parece haber
leído ese capítulo en el que Jotaro estaba por descubrir la identidad del usuario de “Dark Blue
Moon”. Así que sí, me equivoqué al decir que la imagen de Ebony Evil había sido lo primero que
vi, así que ¿por qué estoy diciendo que lo recuerdo como si fuera ayer? Si tengo que explicarlo
de una mejor forma, entonces sería porque esa imagen tuvo un impacto mucho más grande en
mí cuando era niño que la del corte en la cara. Sin embargo hoy en día no es tan fácil plasmar un
acto como ése en la Shonen Jump. Por lo que en cierto modo, lo recuerdo con cariño. Los
tiempos han cambiado mucho desde entonces, pero una cosa que creo que no ha cambiado es la
tendencia que Jojo’s Bizarre Adventure creó y que fue heredada en la revista. Entre la gente que
lo hizo, me encuentro yo, un poco incomprendido por cierto.
Es por ese motivo que se considera este libro como la novelización de una obra maestra de este
siglo si es que no de muchos. Una obra maestra que aún será leída dentro de cien años, “Jojo’s
Bizarre Adventure”. Y esta es la historia de Dio. Creo que incluso se podría substituir el Jojo del
título por Dio, quedaría como “Dio’s Bizarre Adventure”. De cualquier forma, me sentí muy
afortunado al poder escribir la historia de este villano en este libro, soy afortunado de ser el
autor y un fanático a la vez, pero también se me hace algo raro el poder escribir un epílogo tan
honesto como éste. Así que de esta forma concluye la novelización de Jojo’s Bizarre Adventure:
Overheaven.
Por cierto, dije que tenía mucha suerte de ser un fan y además el autor, pero en realidad el
escribir esta novela fue todo un reto como jamás lo he tenido. Se puede decir que tuve que
pasar por muchas cosas para poder terminarla. Estoy profundamente agradecido con el
departamento editorial de Shuueisha’s Jump jBooks por haberme esperado pacientemente
hasta que finalizara el trabajo, y también con el maestro Hirohiko Araki por haberse dado el
tiempo de dibujar las hermosas ilustraciones y la portada del libro aunque estuviera ocupado
con la parte 8 “Jojolion”. Hm, parece ser que me dejé llevar otra vez. Supongo que “Jojo” saca a
relucir la honestidad que hay en la gente.
-Nisio Oisin

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