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Ingeniería Civil en la Grecia Antigua

Enrique Oromendía
Diciembre, 2017
INDICE

INDICE ........................................................................................................................................ 1
INDICE DE IMÁGENES ........................................................................................................... 2
1.- Introducción ........................................................................................................................... 3
2.- Abastecimiento y saneamiento de poblaciones .................................................................... 3
2.1.- Captación y distribución ................................................................................................ 4
2.2.- Regulación ..................................................................................................................... 10
2.3.- Almacenamiento............................................................................................................ 10
2.4.- Drenaje y saneamiento ................................................................................................. 11
3.- Transportes........................................................................................................................... 13
4.- Formación técnica de los ingenieros de la Grecia antigua ............................................... 15
5.- Bibliografía ........................................................................................................................... 17
5.1.- Bibliografía .................................................................................................................... 17
5.2.- Webgrafía ...................................................................................................................... 18

1
INDICE DE IMÁGENES

Figura 1: Pozo profundo de captación en la Acrópolis de Atenas ................................................ 4


Figura 2: Galería de filtración de Pérgamo.................................................................................... 5
Figura 3: Conducciones a presión minoicas .................................................................................. 5
Figura 4 Acueducto de Eupalino (sección transversal) ................................................................. 7
Figura 5: Acueducto de Eupalino (secciones horizontal y vertical del túnel)................................ 7
Figura 6: Acueducto de Eupalino (Vista de la sección en túnel) ................................................... 8
Figura 7: Acueducto de Pisístrato ................................................................................................. 8
Figura 8: Funcionamiento de un sifón invertido ........................................................................... 9
Figura 9: Restos de los anclajes del sifón de Pérgamo .................................................................. 9
Figura 10: Esquema de anclajes del sifón de Pérgamo ................................................................. 9
Figura 11: Presa de Alyzia............................................................................................................ 10
Figura 12: Depósito doble de Mégara ......................................................................................... 11
Figura 13: Letrinas de época micénica ........................................................................................ 12
Figura 14: Letrinas de época clásica ............................................................................................ 12
Figura 15: Drenaje pluvial y sanitario en Agia Triada .................................................................. 12
Figura 16: Gran Dren del Ágora de Atenas.................................................................................. 12
Figura 17: Pavimentación del Diolkos con los carrilles visibles ................................................... 13
Figura 18: Planta del Diolkos en distintas secciones ................................................................... 14

2
1.- Introducción
La ingeniería civil en la Grecia antigua no se ha distinguido ni por las grandes
infraestructuras de transporte ni por sus obras de paso asociadas, como ha sido el caso de
la civilización romana. En Grecia se centraron sus esfuerzos en satisfacer las necesidades
más primarias de sus pobladores que tenían más que ver con el suministro de agua, el
drenaje de aguas pluviales y la evacuación de aguas residuales que con las redes viarias,
los puentes y otras obras de ingeniería en las que el arco y su producto de revolución, la
bóveda, harán su eclosión a partir de formas incipientes que ya empiezan a apuntarse
durante el dominio griego y que se concretarán definitivamente durante el dominio
romano. Las más importantes ciudades de la Grecia antigua ocupaban paradójicamente
emplazamientos caracterizados por precipitaciones pluviométricas limitadas que apuntan
a que estos lugares eran seleccionados de forma consciente por sus pobladores. En estos
emplazamientos, el terreno y el agua controlan el crecimiento de las poblaciones. Por
otra parte, el mar era el principal medio de comunicación por lo que las principales obras
civiles en materia de transporte tendrán relación con los puertos. En este trabajo vamos a
hacer una revisión fundamentalmente de la ingeniería civil que tiene relación con el agua
y haremos una breve mención de alguna obra singular relacionada con el transporte.
2.- Abastecimiento y saneamiento de poblaciones
El desarrollo de las comunidades agrícolas y las ciudades en la antigüedad era
enormemente dependiente del agua, en lo que hace referencia al abastecimiento
(captación y distribución), la regulación, el control de avenidas y el saneamiento
(evacuación de aguas residuales y prevención de la contaminación). Unas instalaciones
en buen estado aparte de garantizar el suministro de agua potable garantizaban la
prevención de riesgos ambientales y sanitarios. La importancia del agua en relación con
la salud ya fue recogida en trabajos de Alcmeon de Crotona (ca 470 ac) e Hipócrates1 (ca
400 ac) y reflejada en obras posteriores en autores como Vitrubio2, Frontino3, Plinio el
Viejo o Galeno.
Por esta razón las obras hidráulicas tuvieron un amplio desarrollo en el mundo antiguo
dando lugar a instalaciones como cisternas de almacenamiento, acueductos de transporte,
redes de distribución en las ciudades, presas de regulación y redes de saneamiento y
drenaje desde épocas muy tempranas, dotadas algunas de ellas con sistemas diversos que
procuraban garantizar la calidad de las aguas como tanques de decantación, tamices o
filtros. Muchos logros tecnológicos modernos en relación con los recursos hídricos fueron
establecidos en la Grecia antigua en particular durante las épocas minoica y micénica que
florecieron en el segundo milenio ac 4, 5, aunque la influencia de los pueblos del Oriente
Próximo con una larga tradición hidráulica también es importante.
Son numerosas las obras hidráulicas desarrolladas en la Grecia antigua de las que nos ha
quedado constancia y aquí haremos un breve repaso de algunas de las más significativas.

1
HIPOCRATES, 2017
2
VITRUBIO, 2017
3
FRONTINO, 2017
4
ANGELAKIS et al., 2005
5
VUORINEN et al., 2006

3
2.1.- Captación y distribución
Los sistemas más sencillos de captación de aguas se basan en tomas directas de aguas
fluyentes o en la captación de agua de lluvia que mediante sistemas de conducciones se
hacen llegar a aljibes y depósitos de almacenaje, bien sean individuales o colectivos. En
muchos casos las tomas de aguas superficiales planteaban problemas en relación con la
calidad del agua captada, dado que eran destino preferente de vertidos contaminantes de
todo tipo por lo que el siguiente paso consistió en el aprovechamiento del agua
subterránea mediante pozos generalmente excavados y de poca profundidad, que también
se encuentran distribuidos en abundancia en todos los emplazamientos de la Grecia
antigua. Por su sencillez constructiva este tipo de pequeñas obras se encuentra repartido
en numerosos emplazamientos y al tener un interés artístico limitado no serán tratadas en
este trabajo.
De mayor interés son las obras que
pretenden incrementar el caudal captado
bien sea mediante la ejecución de pozos de
mayor profundidad (Figura 1: Pozo profundo
de captación en la Acrópolis de Atenas) o
mediante la realización de galerías de
captación horizontales, como la realizada
para el sistema de abastecimiento de
Pérgamo (Figura 2: Galería de filtración de
Pérgamo)6. Uno de los más conocidos de
estos sistemas, que sigue en funcionamiento
en la actualidad, es el existente en el
manantial de Peirene, en Corinto. El
objetivo con este tipo de obras era aumentar
la superficie de captación para incrementar
de esta forma los caudales explotables.
Pero la captación es tan solo una de las
etapas de las que consta un sistema de
abastecimiento hidráulico. En numerosas
Figura 1: Pozo profundo de captación en la Acrópolis de
ocasiones, el agua captada debe ser llevada Atenas
a un punto de consumo distante para lo que
es preciso desarrollar sistemas de transporte y distribución, en algunos casos bastante
complejos y sofisticados como tendremos oportunidad de ver. El transporte y la
distribución podía hacerse por medio de sistemas de superficie mediante conducciones en
lámina libre, el sistema más sencillo para la época. Pero pronto se vio la necesidad de
proteger de alguna forma el preciado elemento, lo que motivó que se recurriera a
conducciones subterráneas o canalizadas a través de conductos cerámicos o metálicos7 lo
que originó que en ocasiones estas conducciones entraran en presión.
Estos sistemas de distribución tienen una larga trayectoria histórica. En efecto, el
manantial de Perseia en Micenas fue llevado en forma subterránea desde su nacimiento

6
FAHLBUSCH, 2008
7
HUMPHREY, 2006, pág. 35-40

4
hasta una balsa en el centro de la ciudad. De mayor interés es la captación del manantial
de Mavrokolyvo para abastecer el palacio de Knosos en Creta. Su característica más
importante es que parte de las conducciones funcionaban a presión aunque esta fuera
pequeña, lo que supone una de los primeros empleos conocidos de esta práctica. En una
reciente publicación de Chiotis8 aparece descrita esta obra junto a las características de
las conducciones utilizadas (Figura 3: Conducciones a presión minoicas) que poseen
ingeniosos sistemas de acloplamiento entre los distintos segmentos de conducciones. En
la figura anterior puede apreciarse que algunas de estas piezas disponen de lo que parecen
asas que no estarían justificadas para la mejor manipulación de las mismas ni por el
tamaño ni por el peso, lo que se ratifica al haber piezas que no disponen de dichos
elementos. No hemos encontrado justificación de su uso, y la hipótesis que hacemos iría
en el sentido de ser dispositivos que pudieran utilizarse para anclar y afianzar las
conducciones sobre el terreno.

Figura 2: Galería de filtración de Pérgamo

En esta misma publicación aparece


citada una detallada relación de obras
hidráulicas minoicas y micenicas, en
las que hacen presencia diversos
acueductos de mayor o menor
envergadura. Entre ellas se cuentan las
localizadas en Tebas: Ciudadela de
Kadmeia, Agios Nikolaos, casa de
Kadmos, Kolonaki y suburbio de
Tachi. Cuando se utilizaban
conducciones cerámicas era habitual que Figura 3: Conducciones a presión minoicas

8
CHIOTIS, 2015

5
se dispusieran enterradas por dos razones: para preservar su integridad estructural y para
evitar su daño por el enemigo en caso de asedio, cuando discurrían por el exterior de los
recintos fortificados.
En algunas circunstancias los ingenieros griegos aprovechaban conductos cársticos
naturales para minimizar los trabajos de perforación, como es el caso del abastecimiento
de la ciudad de Corinto. En esta ciudad como ya se ha indicado se hicieron también
galerías excavadas en su totalidad con el fin de incrementar el caudal captado del
manantial de Peirene. Muchas de las características que encontramos en estas
construcciones minoicas, como los conductos tallados en roca o las tuberías de terracota
fueron bastante avanzadas para su tiempo a pesar de su simplicidad y aparecerán de nuevo
en épocas bastante posteriores como los conductos de piedra del sistema de drenaje del
ágora ateniense (s. VI ac) o las tuberías de terracota del acueducto de Eupalino9 10 de los
que tendremos oportunidad de hablar más adelante. Mays también cita diversas obras
hidráulicas minóicas y micénicas11, en particular el acueducto de Tiliso, que transportaba
el agua captada en el manantial de Agios Mamas, y que en el punto de captación contaba
con un sistema de filtrado constituido por un dispositivo de terracota relleno de carbón
vegetal, una manifestación clara no solo del conocimiento que se tenía de la influencia
del agua sobre la salud sino de alguna de las técnicas utilizadas para prevenir problemas
sanitarios.
El túnel de Eupalino, que forma parte del acueducto homónimo, es citado por Herodoto
como una de las maravillas localizadas en la ciudad de Samos:
“Algo más de lo regular me voy dilatando al hablar de los samios, por parecerme que son a ello acreedores,
atendida la magnificencia de tres monumentos, a los cuales no iguala ningún otro de los griegos. Por las
entrañas de un monte que tiene 150 orgias de altura abrieron una mina o camino subterráneo, al cual hicieron
dos bocas o entradas. Empezaron la obra por la parte inferior del monte, y el camino cubierto que allí abrieron
tiene de largo siete estadios, ocho pies de alto, y otros tantos de ancho. A lo largo de la mina, excavaron
después un conducto de 28 codos de profundidad y de tres pies de anchura, por dentro de la cual corre
acanalada en sus arcaduces el agua, que tomada desde una gran fuerte, llega hasta la misma ciudad. El
arquitecto de este foso subterráneo, que sirviera de acueducto, fue Eupalino el megarense, hijo de Naustrafo.
Este es uno de los tres monumentos de Samos. El otro es su muelle, terraplén levantado dentro del mar, que
12
tendrá 20 orgias de alto y más de dos estadios de largo.”

El túnel fue descubierto en 1853 por el arqueólogo francés Victor Guerin cuando buscaba
el “gran manantial” citado por Herodoto y las primeras descripciones fueron publicadas
por el arqueólogo Stamiadis en 188413. Una relación bastante detallada de la historia del
acueducto y de sus característica propias se puede encontrar en la página web dedicada al
proyecto14.
El sistema, construido en torno a 530 ac es descrito por diversos autores15 16 17. Una
cuenca triangular colecta el agua del acuífero que alimenta el sistema y permite la

9
CHIOTIS, 2015
10
ANGELAKIS, A.N.; KOUTSOYIANNIS, D., 2003
11
MAYS, 2010, pág 18-23
12
HERODOTO, 2006, 3, LX
13
STAMIADIS, 1884
14
GREEK TUNNELLING SOCIETY, 2017
15
FAHLBUSCH, 2008
16
MAYS, 2010, pág 24
17
HUMPHREY, 2006, pág. 40

6
sedimentación de limos. La cuenca está techada sobre 14 pilares y a su vez recubierta de
tierra para ocultarla de posibles sitiadores en caso de guerra. A partir de este sistema
colector parte una conducción que discurre protegida en un tunel de unos 890 m del tipo
quanat (un pozo vertical desde el que se perfora el túnel en horizontal en dos direcciones)
cuyo objetivo es proteger estructuralmente la conducción. A continuación viene el túnel
de Eupalino, que es el que causó la admiración de Herodoto y no sin razón, ya que fue
una obra muy avanzada a su tiempo. Este túnel de 1036 m de longitud fue excavado
partiendo desde los dos puntos extremos con el objeto de reducir el tiempo de excavación
requerido y aplicando una técnica que permitía garantizar el encuentro de las dos galerías
cerca del punto medio gracias a los avances realizados en la época en geometría y
geodesia y al empleo de un par de recursos ingeniosos.
En primer lugar, es posible que en esta obra se utilizara la dioptra, instrumento
topográfico descrito por Herón de Alejandría varios siglos después. Aparte de tener un
control bastante ajustado acerca de por donde discurría la excavación, se utilizaron dos
sistemas complementarios para garantizar el encuentro de las dos galerías: al llegar cerca
del punto de encuentro, uno de los ramales incrementaba progresivamente la altura del
techo mientras que el otro disminuía la cota del suelo. Por otro lado, al acercarse al punto
de encuentro teórico, un ramal se desplazaba hacia su derecha mientras que el otro se
desplazaba hacia su izquierda (Figura 5: Acueducto de Eupalino (secciones horizontal y vertical
del túnel)).

Figura 4 Acueducto de Eupalino (sección transversal)

Figura 5: Acueducto de Eupalino (secciones horizontal y vertical del túnel)

7
Figura 6: Acueducto de Eupalino (Vista de la sección en túnel)

Otra obra de interés es el acueducto de Pisistrato en Atenas (¡Error! No se encuentra el


origen de la referencia.). Construido ca 510 ac tenía una longitud de aproximadamente
7.5 km y discurría en su mayor parte en un túnel excavado a una profundidad que llegaba
a alcanzar 14 m. Tenía tramos en forma de canal y otros conducidos a través de tuberías
cerámicas. En época romana, paralelo a su trazado discurría el acueducto de Adriano18.
Sus conducciones destacan por disponer de unos orificios elípticos con tapa que permitían
la limpieza de las conducciones a la vez que preservaban al agua de la contaminación.
Vemos que a diferencia de las conducciones utilizadas en la época minoica que eran
cónicas, en este caso son ya cilíndricas.
Finalizamos este apartado con otra obra
de la antigüedad que sorprende en este
caso por el problema técnico que tuvo
que resolver. El acueducto de Pérgamo
fue construido en torno a 200 ac, bajo el
gobierno de Eumenes II. Su longitud
supera los 3000 m y es el primer ejemplo
conocido a gran escala donde el agua
circula bajo presión, llegando a alcanzar
una presión estática de 19 atmósferas.
La razón es que tenía que resolver un
desnivel acusado y que al no disponer
del sistema constructivo mediante
Figura 7: Acueducto de Pisístrato
arquerías que caracteriza a los

18
KOUTSOYIANNIS, 2002

8
acueductos romanos hubo de recurrir a la técnica del sifón invertido (Figura 8:
Funcionamiento de un sifón invertido).

Figura 8: Funcionamiento de un sifón invertido

Figura 9: Restos de los anclajes del sifón de Figura 10: Esquema de anclajes del sifón de Pérgamo
Pérgamo

Las conducciones cerámicas utilizadas en la época minoica eran capaces de soportar


pequeñas presiones, pero eran totalmente ineficientes en una situación como esta. Por esta
razón en Pérgamo hubo que recurrir a conducciones metálicas, en este caso de plomo,
que pudieran soportar las presiones a las que se verían sometidas. Además, era preciso
afianzar las conducciones para evitar desplazamientos indeseados que habrían arruinado
la obra. Nos han quedado restos del sistema de anclaje empleado (Figura 9: Restos de los
anclajes del sifón de Pérgamo) y de sus dimensiones aproximadas (Figura 10: Esquema de
anclajes del sifón de Pérgamo).

Los sifones planteaban además diversos problemas ausentes en las conducciones de


lámina libre. Por ejemplo, los procesos de colmatación de las instalaciones debidos al
arrastre de finos eran más difíciles de remediar y cuando se procedía al llenado de las
conducciones y durante su operación era frecuente que quedara ocluido aire en los codos

9
superiores que dificultaba la circulación del agua o que producía procesos de cavitación
y transitorios que podían acabar arruinando las instalaciones. A este tipo de problemas es
a los que ya en época romana se referirá Vitruvio19 cuando habla del vis spiritus y de la
necesidad de instalar colluvaria (dispositivos de purga) para atajarlos.
2.2.- Regulación
Entre 1600 y 1100 ac la civilización micénica construyó diversas presas cuya
funcionalidad principal era la captación y regulación. Estaban ubicadas en el Peloponeso
y Beocia de las cuales Mays20 cita las de Pheneos (2.5 m de altura, 2500 m de longitud),
Stymphalos (2.5 m de altura, 1900 m de longitud), Orchomenos (2.0 m de altura, 2100 m
de longitud), Mantinea (3.0 m de altura, 300 m de longitud), Taka (2.0 m de altura, 900
m de longitud), Boedria (2.0 m de altura, 1250 m de longitud), Thisbe I (2.5 m de altura,
1200 m de longitud) y Thisbe II (4.0 m de altura, 200 m de longitud).
La presa de Alyzia es otro caso que
merece nuestra atención (Figura 11: Presa
de Alyzia). Está ubicada en la zona oeste
de Grecia y tenía por objeto proteger la
llanura de aguas abajo frente a
inundaciones y sedimentos. Como
informan Koutsoyiannis y Patrikiou21
dispone de un vertedero excavado en la
roca que protege a la presa del vertido por
encima del labio lo que ha permitido que
Figura 11: Presa de Alyzia
siga operativa al cabo de 2500 años.
Junto a ellas, la presa de Tirinto es de especial significación por su funcionalidad. Fue
construida tras las inundaciones que se produjeros en ca 1250-1200 ac. La presa medía
10 m de altura y 300 m de longitd y contaba con un canal de desvío de 1.5 km para desviar
el flujo de agua de la ciudad de Tirinto. La presa constaba de un núcleo de tierra y dos
muros de mampostería22.
2.3.- Almacenamiento
Las ciudades y las propias viviendas contaban con elementos de almacenamiento. En el
caso de las viviendas solían ser pequeños depósitos cuya función era el almacenamiento
del agua de lluvia que se colectaba a través de canalizaciones situadas sobre los tejados.
Las ciudades podían disponer de sistemas de almacenamiento colectivos, que actuaban
como sistemas de regulación y que tenían una función esencial en caso de que la ciudad
sufriera un asedio durante la guerra.
Uno de los de mayor tamaño era el depósito de Mégara (Figura 12: Depósito doble de
Mégara)23 cuya capacidad ascendía a 250 m3. Con unas dimensiones de 13.7 m x 17.9 m,

19
VITRUVIO, VI, 2017
20
MAYS, 2010
21
KOUTSOYIANNIS, D.; PATRIKIOU, A., 2014
22
KOUTSOYIANNIS, 2002
23
FAHLBUSCH, 2008

10
disponía de un techado sustentado por 35 columnas. Estaba construido con un mortero
puzolánico resistente bajo el agua.
Este depósito fue durante un tiempo erróneamente asociado con la fuente de Teágenes,
citada por Pausanias, aunque posteriormente se ha comprobado que su ejecución es
anterior:
“En la ciudad hay una fuente que construyó Teágenes para ellos, cuya hija, como antes mencioné, se había
unido en matrimonio con el ateniense Cilón. Este Teágenes, cuando fue tirano, construyó la fuente, digna
24
de ver por su tamaño y su decoración y por el número de sus columnas” .

Figura 12: Depósito doble de Mégara

2.4.- Drenaje y saneamiento


Las operaciones de drenaje y saneamiento también eran importantes en las ciudades de la
Grecia antigua como lo son hoy en día. Como atestiguan las exploraciones arqueológicas
realizadas en distintos emplazamientos, tanto en la época minoica como en la clásica el
uso de letrinas conectados a sistemas de evacuación de aguas residuales era habitual.
Sorprende la similitud de las letrinas minoicas, sumamente parecidas en lo conceptual a
las actuales, frente a las letrinas de uso comunitario de la época clásica, con varios puestos
en una sala que impedían la intimidad (Figura 13: Letrinas de época micénica, Figura 14:
Letrinas de época clásica).

Los sistemas de evacuación eran generalmente unitarios, esto es, no solían separar las
aguas drenadas pluviales de la residuales y las aguas colectadas eran vertidas
posteriormente a cauces de superficie, lo que justifica la mala calidad de estas aguas que
hemos tenido oportunidad de comentar en párrafos anteriores. En ocasiones, como
recogen Lofrano y Brown25, estas aguas residuales eran utilizadas en plantaciones
agrícolas como agua de riego.

24
PAUSANIAS, 1994, pág. 190
25
LOFRANO y BROWN, 2010

11
Figura 13: Letrinas de época micénica Figura 14: Letrinas de época clásica

El drenaje de aguas de lluvia y de aguas


residuales de las ciudades se practicaba en
Grecia desde la época minoica.
Habitualmente se utilizaban conducciones
talladas en piedra que colectaban las aguas
hasta los puntos de vertido (Figura 15:
Drenaje pluvial y sanitario en Agia Triada).

Figura 15: Drenaje pluvial y sanitario en Agia Triada

El Gran Dren ubicado en el Ágora de Atenas


es otra obra digna de mención dentro de las de
esta categoría (Figura 16: Gran Dren del Ágora de
Atenas). Su construcción se remonta al
principio del siglo V ac y sigue en
funcionamiento en la actualidad.

Figura 16: Gran Dren del Ágora de Atenas

12
3.- Transportes
La orografía de Grecia y la estructura
orgánica de las ciudades no favorecía el
desarrollo de grandes redes de transporte
de superficie ni de las obras a ellas
asociadas. La mayor parte del transporte
se realizaba por vía marítima. Una de las
escasas obras singulares en relación con
el transporte que nos ha quedado de la
época antigua es el diolkos que podemos
definir como una pista empedrada
guiada que salvaba el istmo de Corinto
entre el golfo de Corinto y el golfo
Sarónico (Figura 17: Pavimentación del
Diolkos con los carrilles visibles). El
primero en identificar partes del diolkos
fue el arqueólogo alemán Habbo
Gerhard Lolling en 1883, como nos
describe Werner en uno de los trabajos
más completos en relación con esta Figura 17: Pavimentación del Diolkos con los carrilles visibles
obra26.
Los restos que quedan corresponden a un camino pavimentado de aproximadamente 7.5
km de largo (si hacemos caso a Estrabón, que le asignaba una longitud de 40 estadios)27
y entre 3 y 6 m de anchura que cuenta con dos huellas a modo de carriles separadas unos
1.5 m, y que evidencian el uso de algún medio de transporte que utilizaba estas roderas
(Figura 18: Planta del Diolkos en distintas secciones). Está datado ca 600 ac, durante el
gobierno de Periandro, segundo tirano de Corinto. Estrabón asumía que la longitud del
diolkos era la misma que la del istmo, lo que se contradice con el hecho de que el actual
canal tiene una longitud de 6340 m.
Diversas fuentes, entre las que se encuentran Tucídides, Estrabón, Plinio… nos hablan
del transporte de barcos a través del istmo de Corinto entre los años 412 ac y 30 ac,
prolongándose su empleo durante el dominio romano, aunque parece que solo podían
transportarse los barcos más pequeños.
“Al comienzo de la primavera los de Quíos pidieron a los lacedemonios que les enviasen los barcos que les
habían prometido, porque temían mucho que los atenienses fuesen avisados de los tratos que tenían con ellos,
y de los cuales ninguna cosa habían sabido hasta entonces. Por esta causa enviaron tres ciudadanos a los de
Corinto para avisarles que debían pasar por el istmo todos los barcos, así los que Agis había dispuesto para
enviar a Lesbos, como los otros de la mar a donde ellos estaban, y encaminarlos a Quíos, cuyos barcos eran
cuarenta y nueve.

Cuando Agis supo que los lacedemonios habían deliberado enviar primero los barcos a Quíos, no quiso ir
contra su determinación, y los aliados, habiendo celebrado consejo en Corinto, opinaron también que
Calcídeo fuera primero a Quíos, el cual había armado cinco trirremes en Laconia y tres Alcámenes, a quien

26
WERNER, 1997, pág 98-119
27
ESTRABÓN, 2008, VIII 2.1

13
Agis había escogido por capitán para ir a Lesbos, y finalmente, que Clearco, hijo de Ranfias, fuese al
Helesponto. Mas ante todas cosas ordenaron que la mitad de sus buques pasaran con toda diligencia el istmo
antes que los atenienses lo supiesen, temiéndose que éstos diesen sobre ellos y sobre los otros que pasasen
después”28.

Sin embargo su uso principal parece haber sido el comercio, según una hipótesis
recientemente aventurada por Cook29. Este autor cree que el diolkos tuvo un éxito
modesto lo que le permitió ser utilizado incluso en tiempos de Estrabón y Plinio, según
las fuentes, pero que debido a la rugosidad de la pista y la limitación de los carruajes de
la época la carga máxima que podía transportarse desde un punto de vista práctico debía
de ser limitada, lo que ha hecho que no haya sido excesivamente citado teniendo en cuenta
el periodo durante el que estuvo operativo, lo que dificultaría el transporte de
embarcaciones. Lewis30 apunta igualmente algunas dudas acerca de la utilidad dada al
diolkos. Raepsaet31 cuestiona algunas de las observaciones de Cook en lo referente a las
limitaciones que planteaba el uso del diolkos. Como detalla de forma precisa en su
artículo, los ingenieros griegos poseían una amplia experiencia en el transporte de cuerpos
pesados y voluminosos de todo tipo, por lo que la gestión del diolkos no debería
plantearles un problema irresoluble, más allá que estas operaciones de transporte por sus
características debían de ser lentas, y complejas de organizar y de financiar.

Figura 18: Planta del Diolkos en distintas secciones

Es probable, en efecto, que lo que se transportara fuera exclusivamente la carga de los


navíos mediante el diolkos pero Drijvers insiste, basándose en un texto de Estrabón, que
pudieran haberse transportado también pequeñas embarcaciones32. En efecto, Estrabón

28
TUCIDIDES, 2008, VIII-2
29
COOK, 1979
30
LEWIS, 2001
31
RAEPSAET, 1993
32
DRIJVERS, 1992

14
refiere el paso de embarcaciones y utiliza una palabra griega, porthmeia, que se ha
sugerido correspondía a embarcaciones de pequeño tamaño:
“La anchura del Istmo por el díolkos a lo largo del cual las naves son arrastradas por tierra de un mar a
otro, ya se ha dicho que es de cuarenta estadios”33.

No debía sorprender a los griegos esta práctica ya que al menos es citada en otra fuente
que habla del transporte de naves a través de otro estrecho, en esta ocasión el de Léucade,
aunque en este caso no conste que hubiera una instalación permanente para facilitar esta
maniobra:
“Por edicto se mandó en todo el Peloponeso que cada cual debiese enviar socorro a Pilos, y a las sesenta
naves que estaban en torno de Corcira que fuesen a la parte de Pilos, las cuales pasando por el estrecho de
Léucade hicieron tan rápido viaje que arribaron a Pilos antes que las de los atenienses que estaban en Zacinto
lo pudiesen sentir, y por la parte de tierra la infantería de los peloponesios estaba ya dispuesta antes de que
llegasen estos barcos a Pilos”34.

De cualquier modo, el diolkos no llegó a satisfacer todas las necesidades sentidas en


relación con el transporte a través del istmo por lo que como nos recuerda Werner, hubo
intentos de hacer un canal que atravesara el istmo desde la época de Periandro (ca 625-
585 ac) hasta la de Demetrio Poliorketes (336-283 ac) en época griega35, que se retomaron
bajo el dominio romano pero que no llegaron a consumarse hasta bien entrado el s. XIX.
En la misma línea pero de más trascendencia en el caso de que hubiera podido consumarse
es el proyecto del antiguo Canal de Suez36 iniciado durante el reinado de Ptolomeo II
(283-246 ac). Los antecedentes de este proyecto se remontan al faraón Sesostris I (1960
ac) y es citado por Estrabón. El proyecto se retomaría posteriormente durante el reinado
de Nechao II (600 ac) y en fecha más temprana en tiempos de Dario I (510 ac). Es posible
que en esta época se adquirieran los conocimientos de los griegos en materia de
construcción de compuertas para ser usadas en los canales.
En un pueblo marinero, el tipo de obras que debía estar a la orden del día eran las
relacionadas con la construcción de puertos. Por razón de economía se aprovechaban en
lo posible las protecciones naturales, pero en muchas ocasiones había que recurrir a la
ingeniería para conseguir el resguardo adecuado para la flota griega. En párrafos
anteriores hemos tenido oportunidad de conocer el asombro de Herodoto ante el túnel de
Eupalino y en la misma fuente cita como otra obra singular de los samios, realizada por
el mismo ingeniero, el dique del puerto de Samos.
4.- Formación técnica de los ingenieros de la Grecia antigua
La mayor parte de los logros técnicos obtenidos por los ingenieros de la antigüedad fueron
precedidos por estudios teóricos de los cuales los filósofos y científicos griegos fueron
los primeros desarrolladores. Por ejemplo, las instalaciones hidráulicas desarrolladas en
la época respondían a los planteamientos teóricos contenidos en obras como las de
Alcmeón de Crotona (ca 470 ac) o Hipócrates37 (ca 400 ac), que establecían la
importancia de la calidad del agua sobre la salud humana y los requirimiento necesarios

33
ESTRABÓN, 2008, VIII 2.1
34
TUCÍDIDES, 2008, IV.1
35
WERNER, 1997, pág. 114-116
36
ASOCIACION LESSEPS-SUEZ, 2017
37
HIPÓCRATES, 2017

15
para garantizarla, lo cual condicionaba el tipo de instalaciones a construir. El
conocimiento de la meteorología pretendía encontrar explicaciones al ciclo del agua en
fechas tan tempranas como el s. VI ac, cuando Anaximenes (585-525 ac) inició el estudio
de los fenómenos meteorológicos. Más tarde se aportaron las primeras explicaciones del
ciclo del agua por Anaxagoras (500-428 ac), Empedocles ( 493-433 ac), Aristóteles (384-
323 ac) en su Meteorologica38, Teofrasto (372-287 ac) o Epicuro (341-270 ac), por solo
citar a algunos de ellos. Pero estas publicaciones podemos considerarlas más bien de
contenido científico que de contenido técnico. Avanzando los años comenzaron a
aparecer tratados de contenido más técnico de la mano de científicos-ingenieros como
Arquímedes (287-212 ac, Sobre las espirales), Ctesibio (285-222 ac, Pneumatica) o
Heron de Alejandría (ca 150 ac, Pneumatica, Mecanica, Dioptra…) cuyas aportaciones
permitieron desarrollar dispositivos como el tornillo de Arquímedes o la bomba de doble
pìstón que eran utilizados para la elevación de agua o explicar el funcionamiento de
sistemas como los sifones, que ya hemos mencionado.
Como hemos tenido oportunidad de ver en los epígrafes anteriores, las técnicas de
captación y distribución de agua utilizadas podían variar de unos emplazamientos a otros.
Por ejemplo y solo refiriéndonos a los periodos minoico y micénico en el caso del palacio
de Knosos la captación se hacía a partir de un manantial; en el palacio de Phaistos se
utilizaba una captación de agua superficial y en el palacio de Zakros se hacía una
captación subterránea39. Parece claro que dado el elevado número de instalaciones
construidas que comprendían sistemas de captación y distribución, canales, presas,
cisternas, pozos, redes de drenaje y evacuación… debía existir un grupo de personas con
conocimientos técnicos y responsabilidad suficientes para realizar la construcción,
operación y mantenimiento de estas instalaciones. La ausencia de publicaciones técnicas
en esos periodos tempranos induce a pensar que las técnologías aplicadas correspondían
más bien a un corpus adquirido de forma práctica mediante una sucesión de pruebas y
errores que a desarrollos técnicos con una base metodológica firme, ya que como hemos
visto los griegos estaban más interesados en los conocimientos científicos que en la parte
más práctica asociada a los conocimientos técnicos aplicados.
Hasta época romana no aparecen las primeras publicaciones con las especificaciones
técnicas medianamente detalladas requeridas para dar una explicación a este tipo de
construcciones. Tenemos que esperar a Vitruvio40 (ca 30 ac) o a Frontino41 (ca 90 dc)
para encontrar los primeros tratados de tipo técnico referidos a obras hidráulicas42.
Vitruvio dedica el libro VIII de su De Architectura a la hidráulica, tratando temas que
van desde el arte de descubrir aguas, la calidad de las aguas, y modos de nivelar y de
conducir y captar aguas. El conocimiento que demuestra sobre hidrostática está extraido
de científicos griegos que le antecedieron como los ya mencionados Ctesibio o
Arquímedes.
Pero incluso en el caso de Frontino, que se reconoce deudor del conocimiento y
experiencia acumulados por generaciones de ingenieros y técnicos anteriores, no aparece

38
ARISTOTELES, 1931
39
KOUTSOYIANNIS, D.; ANGELAKIS, A.N., 2003
40
VITRUVIO, VIII, 2017
41
FRONTINO, 2017
42
LANDELS, J.G., 1978

16
mención de sistemas como los sifones invertidos que se venían utilizando con profusión
tanto en el mundo griego como en el romano varios siglos antes.
5.- Bibliografía
5.1.- Bibliografía
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