You are on page 1of 88

Imagen, papel y

condición de la mujer
en los medios de
comunicación social
compilación y análisis
de los documentos de investigación
Por
Mieke Ceulemans
Guido Fauconnier
Departamentd de
Ciencia de la Comunicación
Universidad Católica de Lovaina
ISBN 92-3-301648-X
Edición francesa 92-3-201648-6
Edición inglesa 92-3-101648-2

Publicado en 1980 por


la Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cc‘+ura
7, place de Fontenoy - 75700 Paris

Impreso en los talleres de la Unesco


0 Unesco 1981[BI

Printed in France
Indice

INTRODUCC ION. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

I. L A I M A G E N DE L A S M U J E R E S EN L O S M E D I O S DE
C O M U N I C A C I O N S O C I A L ..............................

1 . Imágenes de las mujeres en la publicidad ...................


a) Norteamerica ................................
1. L a representaci611 de la mujer empleada. la mujer c o m o a m a
de casa y la mujer c o m o objeto sexual. E x a m e n de estudios
de anilisis de contenido ....................... 9
2. Percepci6n y actitudes de las mujeres frente a las
imágenes femeninas en la publicidad . . . . . . . . . . . . . . . . 12
b) Europa Occidental .............................. 14
1 . U n objetivo de la mujer es conquistar y retener un h o m b r e .... 14
2 . Finalmente y por naturaleza. las mujeres son a m a s
de casa. esposas y m a d r e s . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
c) AmBrica Latina ............................... 16

Conclusi6n .................................... 17

2 . Radiodifusi611 .................................. 17 ,

A . ImBgenes de las mujeres en la radio .................... 17


a) Norteamkrica ............................... 17
b) Europa Occidental ............................ . 18
c) Africa................................... 19'
d) Asia .................................... 20
e) AmBrica Latina.............................. 20

Conclusi611 ................................... 20

B . Imdgenes de las mujeres en la televisidn . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20


a) Norteamerica ............................... c 21
1 . Emisiones de noticias.......................... 21
2. Program as dram Bticos ...................... .22
3 . Melodram as ............................ 26 .
4. P r o g r a m a s infantiles ....................... 28

3
b) Europa Occidental............................ 30
1. Emisiones de noticias
...................... 30
2 . Programas dramBticos ..................... 30
3. Programas de preguntas. programas musicales
y coloquios ............................ 31
4 . Programas de informaci611 en forma de revista
de actualidad ........................... 31
c) America Latina ............................. 32

Conclusi6n ................................. 32

3 . ImPgenes de las mujeres en el cine ...................... 33


a) Norteam Crica y Europa Occidental . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
b) Africa .................................. 37
c) Asia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Conclusi6n ................................. 38

4 . Laprensa .................................... 38

A . ImBgenes de las mujeres en los diarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38


a) Norteam &ica ..................... ......... 39
1 . El tratamiento de las mujeres en los diarios . . . . . . . . . . 39
2. L a “secci611 femenina”. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
3. Informaci611sobre el movimiento feminista. . . . . . . . . . . 41
b) Europa Occidental. . . . . . . . . . . . . . . . . . .......... 41
1. El tratamiento de las mujeres en los diarios . . . . . . . . . . 42
2 . L a “secci6n femenina”. . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . 43
3. Informaci6n sobre el movimiento feminista. . . . . . . . . . . 43
c) Oceania ........................ ......... 43
1. El tratamiento de las mujeres en los diarios . ......... 44
2. Informaci6n sobre el movimiento feminista. . . . . . . . . . . 44
d) Asia .......................... ......... 45
1. El tratamiento de las mujeres en los diarios . . . . . . . . . . 45
2. L a ”secci6n femenina”. ............ . . . . . . . . . 45
3. Informaci6n sobre el movimiento feminista. . ......... 45
e) h d r i c a Latina .................... . . . . . . . . . 46

Conclusi6n ................................. 46

B. Revistas para la mujer ........................... 46


a) Norteam6rica .............................. 47
1. Contenido no novelesco ..................... 47
2 . Contenido novelesco ....................... 49
b) Europa Occidental............................ 51
1. Contenido novelesco ....................... 51
2. Contenido no novelesco ..................... 52

4
..................
c) Europa Central y Oriental y la URSS 55
d) Asia.................................... 55
e) AmBrica Latina.............................. 56

Conclusión ................................... 56

II. LA SITUACION PROFESIONAL DE LAS M U J E R E S EN LOS


M E D I O S 'DECOMUNICAC ION SOCIAL-....................... 57

1. L a industria publicitaria. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57

Conclusi6n . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

2. L a industria de radiodifusión .......................... 59

A . Laradio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
a) Las mujeres en las ondas ........................ 59
b) Las mujeres en puestos directivos ................... 60

Conclusión .................................. 60

B. Latelevisión................................. 61

a) L a situación de las mujeres periodistas en la televisión . . . . . . . . 61

b) L a representaci6n de las mujeres en la producción y la dirección


de la televisi6n.............................. 64

Conclusión .................................. 67

3 . L a industria cinematográfica .......................... 67

a) Las mujeres en la producción de peliculas: panorama mundial .... 68

b) Formas de discriminaci6n en la industria cinematogrdfica.


U n caso pertinente: el Reino Unido . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69

Conclusión .................................. 71

4. Publicación de diarios y revistas ........................ 71


a) L a situación de las mujeres en la redacci6n: Norteamgrica . . . . . . 72
b) L a situación de las mujeres en la redacci6n: Europa ......... 74

c) Las mujeres en la publicación de revistas femeninas ......... 75

d) Educaci611y formación sobre comunicaci6n social: oportunidades


para las mujeres en Africa y Asia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Conclusión .................................. 76

III. CONCLUSIONES. C O N S E C U E N C I A S Y R E C O M E N D A C I O N E S ........... 77

5
Introducción

L a cuesti6n de los medios de comunicación social m á s demostraci6n de que esa perspectiva de las
como reflejo en vez de como creadores de cultura relaciones reciprocas entre la comunicaci6n de
sigue siendo sin duda uno de los problemas m á s masas y la sociedad tiene consecuencias de gran
debatidos en la exploración de las relaciones entre alcance, en particular con respecto a las naciones
los medios de comunicación y la sociedad. L a COE- en desarrollo.
troversia entre los soci6logos,críticos de los m e - El presente estudio está centrado en la forma
dios de comunicaci6n, que subrayan la funcibn en que actúa este complejo proceso con respecto a
productora de valores de estos medios, y los so- un problema social de nuestro tiempo cada vez m á s
ciólogos empiricos que están interesados sobre to- importante. Su finalidad concreta es sistem atizar,
do en demostrar cómo los medios de comunicaci611 analizar y evaluar nuestros conocimientos sobre
reflejan la realidad social, parece haberse calma- la relaci6n recíproca entre los medios de comuni-
do en los Últimos años dando por resultado un cación y la situaci6n de las mujeres a base de las
compromiso en el que se integran ambos enfoques. publicaciones disponibles actualmente en este cam -
Una gran parte de la investigación empírica del Ú1- PO de estudio. A partir de esta recapitulaci6n y
timo decenio apunta realmente en la direcci6n de de este analisis crítico pretendemos determinar
un efecto cultural creador, reforzador o transfor- que aspectos del papel de las mujeres en los m e -
mador de los medios de comunicaci6n social. dios de comunicaci6n han constituido un tema de
El tema del estudio que hemos realizado por investigaci611frecuente o descuidado, qu6 continen-
invitacidn de la Unesco ofrece una ilustraci6n casi tes y países muestran interes por el problema,
perfecta de las concepciones divergentes en las cuales son las principales conclusiones que pueden
que se funda la investigaci6n sobre los medios de sacarse de los datos disponibles y, por último,qu6
comunicaci6n social. consecuencias para la investigaci6n y la política se
U n anaisis preliminar de las publicaciones derivan de esta informaci6n. L a medida en la que
relativas a la imagen, el papel y las condiciones hemos logrado cumplir tales objetivos ha dependi-
sociales de las mujeres en los medios de comuni- do en parte de las barreras que hemos encontrado
cación nos ha enfrentado con otro problema típico en el curso de nuestra investigaci6n. Aparte de
que impregna la comunicaci6n social y los estudios las limitaciones obvias de tiempo, distancia y m e -
sociales en general: un campo de investigación en dios econ6micos, las barreras culturales y lin-
estado continuo de fluidez y la falta de metodos guisticas han impedido el acceso a materiales po-
exactos de investigación para analizar la interde- tencialmente interesantes. Las insuficiencias de
pendencia de sus componentes. L a imagen de las este estudio sobre la comunicaci6n de masas se
mujeres en los medios de comunicaci6n y la parti- deben en parte a.. . problemas de comunicaci6n,
cipaci6n de las mujeres en la producci6n de los pero no a falta de cooperaci6n por parte de las
mensajes difundidos por dichos medios no pueden personas y organizaciones con las que hemos en-
estudiarse prescindiendo del contexto socioecon6- trado en contacto. Estamos particularmente agra-
mico, político y cultural general en un determina- decidos a la Unesco, así como a los diversos cen-
do momento. E n último extremo, la forma en que tros de docum entaci6n para las investigaciones
están representadas las mujeres en los medios de sobre la comunicaci6n que forman parte de la red
comunicación es el resultado de una interacciónde internacional patrocinada por la Unesco.
fuerzas que moldean la realidad social. Una de El tratamiento de esta masa diversificada de
estas fuerzas sociales son los medios de comuni- materiales de investigaci6n nos ha planteado el di-
caci6n. Los medios de comunicaci6n producen ficil problema de clasificar y analizar la documen-
sistemas de mensajes y símbolos que crean o es- taci6n pertinente, L a delimitaci6n de nuestro cam-
tructuran las imBgenes predominantes de la reali- po de investigación requería una decisi611crucial.
dad social afectando así al proceso de cam bio so- L a definición de la expresi6n "medios de comuni-
cial. E n consecuencia, los medios materiales,los cacibn social" en las publicaciones sobre teoría de
contenidos intelectuales y el desarrollo social es- la comunicaci611 social abarca una amplia gama.
tPn ligados inextricablemente. No es necesaria Para los fines de este estudio hemos optado por

7
una definici6n operacional que corresponde al uso de comunicaci6n y la sociedad, así c o m o de su
de esa expresi6n en el lenguaje popular. Los m e - efecto potencial sobre las vidas de la mitad por lo
dios de comunicacih social pueden definirse como menos ,dela poblaci6n mundial.
instrumentos portadores de mensajes desde un Los autores son responsables de la elecci6n y
comunicador hasta un vasto auditorio. Por las la presentaci6n de los hechos contenidos en esta
mismas razones prácticas hemos limitado nuestro obra, así como de las opiniones expresadas en
análisis a los cuatro medios de comunicaci6n prin- ellas, que no son necesariamente las de la Unesco
cipales: la radio, la televisi611, el cine y la pren- y de las que Bsta no es responsable.
sa, dejando así completamente inexplorados m u -
chos medios de comunicaci6n no menos impor-
tantes 1).
A pesar de las muchas insuficiencias de este 1) C o m o fecha final para el tratamiento de los
informe, que nadie conoce mejor que los autores, materiales se fij6 el 15 de mayo de 1978. Los
esperamos haber contribuido a un mejor entendi- documentos disponibles despues de esta fecha
miento de las relaciones mutuas entre los medios no han podido incluirse en la encuesta.

8
NOTA A L LECTOR

Figura a continuación la lista de las publicaciones sellaladas en el texto con X


(ejemplo: X, Report National Advertising Review Board (NARB), 197 5).
I J

Advertising and Women. A Report on Advertising Portraying or Directed to Women,


New York: the National Advertising Review Board (NARB),1975.
A Report on the Way Women View Their Portrayal in Today's Television and Magazine
Advertising, unpublished advertising study, New York: Foote, Cone and Belding Marketing
InformationService, November 1972.
Die Darstellungder Frau und die Behandlung von Frauenfragenim Fernsehen. Eine empirische
-- -_
Untersuchung einer Forschungsgru~pe'.der Universitgt Munster u. 1. v. Prof. Dr. E. Kuchenhoff
. .

(Band 34, Schriftenreihedes Bundesministers fur Jugend, Familie und Gesundheit), Stuttgart :
Verlag W. Kohlhammer, 1975.
Extent of Sex Discriminationin TV. in Media Report to Women, vol. 5. 4, April 1977, p. 5.
Fran Hosken Reports on Women's Communication Networks in Africa, in Media Report to
Women, vol. 5, 9, September 1977, pp. 12-13.
Images to Women in the Media, Women's Studies Group, Center for Contemporary Cultural
Studies, TJniversity of Birmingham, England, November 1974.
International Meeting of Women on Media, in Media Report to Women, vol. 6, 2, February 1978,
pp. 3-5.
Margita White Obtains FCC Agreement to Re-evaluate Broadcast Job Descriptions, in Media
Report to Women, vol. 6, 1, January 1978, pp. 1-2.
Methodist Women Find Prime Time TV Communicates "False Images", in Media Report to
Women, vol. 4, 9, September 1976, p. 4.
Michkle Casanave Study Found Public Radio Women's Programming 1.4 70 of Total, in Media
Report to Women, vol. 4, 10, October 1976, p. 7.
Patterns ofDiscrimination Against Women in the Film and Television Industries, London:
Association of Cinematograph, Television and Allied Technicians (ACTT),1975.
The Image of Women in Television. A survey by the Sacramento, Ca. Branch of the American
Association of University Women (AAUW), 1974.
The Relative Roles of Men and W o m e n in Television Commercials. A survey conducted by
-
the Screen Actors Guild (SAG) New York Branch Women's Conference Committee, November
13, 1974.
The Seminar on Women's Programmes on Radio and Television, in ASBU (The Arab States
BroadcastingUnion) Review, January 1976, pp. 45-52.
Window Dressins on the Set: Women and Minorities in Television. A Report of the U.S.
Commission on Civil Rights, Washington,D .C., August 1977.
WNBC News Monitoring. Findings of the Women's Advisory Council (WAC),New York,
June 9, 1976.
Women Demand More Top Media Posts, in Africom, vol. 1, 3, March/April/May 1977,pp. 113.
Women Emerging as Format D-J's, in Billboard, November 12. 1977, pp. 1/36/112.
Women Engaged in Broadcasting: Less than 1 % of Radio Devoted to Women's Programming,
in Media Report to Women, vol. 5, 11, November 1977, p. 12.
Women in the CBC. Report of the CBC Task Force on the Status of Women, Canadian
Broadcasting Corp., 1975.
Women in the Daily Press, in Isis International Bulletin, October 1976, pp. 1-11.
Women in the Wasteland Fight Back: A Report on the Image of Women Portrayed in TV
Programming, Washington,D.C. : NOW National Capitol Area Chapter, 1972.
Women in the Mass Media. Report of the meeting convened on behalf of Unesco following the
10th General Assembly and Scientific Conference of the InternationalAssociation for Mass
Communication Research, University of Leicester, England, August 30-September 4, 1976.
World Communications. A 200-countrySurvey of Press,.Radio, Television and Film, Paris:
Unesco Press/England: Cower Press/New York: Unipub, 1975.
I. La imagen de las mujeres en los medios de
comunicación social

L a investigaci611sobre las mujeres en los medios mujeres en la publicidad se concentra en las socie-
de comunicaci6n se ha centrado principalmente en dades industrializadas de consumo, particularmen-
la representaci6n del papel de ambos sexos en di- te los Estados Unidos de AmBrica, como se refleja
versos medios de comunicaci6n y en los diferentes en la siguiente exposici6n.
tipos de mensajes difundidos por dichos medios.
El análisis del contenido es el metodo emplea-
do m á s corrientemente para el estudio de las imá-
a) - -
Norteam Brica

genes de las mujeres en los medios de comunica- Los criticos de las imPgenes femeninas en la pu-
ci6n. E n la primera sección de este informe se blicidad no se interesan por el número de mujeres
examinará detenidam ente la representación de las que aparecen en los anuncios. Las investigaciones
mujeres en la radio, la televisih, la prensa y el indican que en la publicidad se ven por lo menos
cine, tal como se deduce de esos estudios. Se COG tantas mujeres como hombres (Courtney and
sidera que la publicidad tiene particular influencia -
Lockerets, 1974 O'Donnell and O'Donnell, 1978)
en la determinaci6n de las imkgenes de las muje- en oposici6n a la patente subrepresentaci6n de las
res proyectadas por los medios de comunicaci6r1, mujeres en otros tipos de medios de comunicaci6n
que dependen econ6micamente de su apoyo, por lo (vCase m8s abajo). Se considera que la represen-
que los resultados de la investigación relativa a la taci6n cualitativa de esta mujer sumamente visible
representación del papel de los sexos en los anun- es mucho m 8 s alarmante. Los sexistas pertinaces
cios se agruparán bajo un titulo separado. reiteran tres aspectos de la imagen de la mujer
en la publicidad: como empleada, como a m a de
1. LmPaenes de las muieres en la sublicidad casa y como objeto sexual (X,Report National
Advertising Review Board INARB), 1975). Para
L a publicidad ha sido un objetivo primordial de comprobar en qu6 medida estPn estereotipadas
ataque e inspección (Deckard, 1975, 380). L a ex- las mujeres en la publicidad pueden utilizarse dos
plicación básica del enfoque critico en la represen- índices:
tacidn del papel de los sexos en la publicidad resi- el anAlisis del contenido de la representaci6n
de en la estrecha relaci6n existente entre la publi- femenina en los anuncios impresos y radiodifun-
cidad, la industria de bienes de consumo y el papel didos. L a mayor parte de los materiales de in-
económico crucial de las mujeres como consumi- vestigaci6n pertenecen a esta categoría;
doras. E n consecuencia, una gran parte de los el reconocimiento por las mujeres de la forma
mensajes comerciales consideran a las mujeres en que son representadas en los anuncios y su
como su auditorio primordial (Faulder, 1977, 37). reacción frente a ella.
L a eficacia de la publicidad depende considerable-
mente de la manipulacidn de la imagen que el con- L a representación de la mujer empleada,
sumidor tiene de sí mismo (Weibel, 1977, 142). la mujer como a m a de casa y la mujer
Puesto que se percibe a las mujeres como los prin- como objeto sexual. Examen de los es-
cipales consumidores, la publicidad manipula la tudios de an8lEs de contenido
imagen femenina a fin de persuadir a las mujeres
a comprar. Los vehiculos m á s importantes para 1.1 L a representaci611de la mujer empleada
anunciar productos de consumo comprenden la te-
levisión y las revistas, en particular las dirigidas L a participaci6n de las mujeres, solteras y casa-
al público femenino. Otros medios de comunica- das, en el mercado laboral ha aumentado conside-
ci6n que contienen anuncios, como los diarios, la rablemente desde 1947 (Ferris, 1971, 85-87). E n
radio, las vallas, etc., no han atraido hasta ahora 1973, m P s de la mitad de las mujeres norteameri-
la atención de los investigadores y los críticos. canas de 18 a 64 anos de edad desempefiaban e m -
C o m o la publicidad en masa desempeña un papel pleos distribuidos (X,NARB Report, 1975). El
esencial en toda economia basada en el mercado, número de mujeres en las profesiones liberales
la investigaci6n de la representaci6n de las tam bien ha crecido apreciablemente. Durante los

9
años 60, el número de mujeres que ganaban 10.000 representados son tan indicativos como los repre-
d6lares o m 8 s se multiplic6 por siete (X,NARB sentados. No se presenta a ninguna mujer como
Report, 1975). E n comparación con la situaci6n abogado, medico, juez o científico. Incluso las
real del empleo femenino, las mujeres que traba- mujeres representadas profesionalmente rara vez
jan están insuficientemente representadas tanto en aparecen en acci6n. Son pocos los anuncios diri-
los anuncios impresos como radiodifundidos. gidos a las mujeres que trabajan.
Cantor (1972)encontr6 que las mujeres están prin-
cipalmente representadas en las emisiones comer- 1.2 L a representaci6n de la mujer
ciales de la televisi6n en papeles domesticos, como a m a de casa
mientras que los hombres suelen estar represen-
tados en papeles profesionales o en actividades no El tema del trabajo domestico ocupa un lugar es-
domesticas. Las mujeres representadas en acti- pecial en la critica feminista de la divisi611 de pa-
vidades profesionales rara vez desempeñan pues- peles entre los sexos (X,NARB, 1975). Se con-
tos elevados. E n las emisiones comerciales de la sidera que el trabajo domestico es una carga espe-
televisi6n de las primeras horas del día, los h o m - cial de las mujeres, y la rutina y las penalidades
bres que trabajan sobrepasan a las mujeres e m - inherentes a la ejecuci6n de tareas domesticas se
pleadas por 2 a 1. Las mujeres aparecen sobre perciben como una perdida de tiempo, energia y
todo como amas de casa o, si están empleadas, en talento de la mujer. L a representaci6n de las
ocupaciones tradicionalmente femeninas. Courtney mujeres en papeles relacionados con el hogar, so-
and Whipple (1974)han comparado los resultados bre todo en los anuncios de productos domesticos,
de cuatro estudios sobre la representaci6nfeme- es un motivo de preocupaci6n debido en particular
nina en la publicidad de la televisi6n durante un a la repetici6n de la imagen de a m a de casa. L a
periodo de dos años, poniendo de manifiesto la re- representaci6n de las mujeres realizando tareas
presentaci611excesiva de las mujeres en papeles domesticas y utilizando productos para el hogar en
domCsticos o familiares y la de los hombres en sus casas no es censurable en sí misma. Sin e m -
ocupaciones relacionadas con los medios de comu- bargo, la repetici6n incesante de tales imágenes
nicaci6n, la celebridad y la direcci6n de los nego- sugiere que el lugar de las mujeres es únicamente
cios. Las mujeres aparecían además en una va- el hogar (X,NARB, 1975). U n estudio ulterior de
riedad limitada de papeles laborales que no refle- Culley y Bennett (1976) demostr6 que en las emi-
jaban sus actividades en la vida real. L a gama de siones comerciales de la televisi6n en 1974, lo
ocupaciones en las que se representaba a los m i s m o que en 1971, la categoría m P s frecuente de
hombres era mucho m á s amplia que la de las m u - papeles de las mujeres era la de a m a de casa o
jeres, aunque el desequilibrio parecia estar cam - madre. Sin embargo, el porcentaje de amas de
biando. E n un analisis de las emisiones comercia- casa disminuyb del 56% en 1971 al 45 70en 1974.
les de la KDKA-TV de Pittsburgh (Women's E n los anuncios de las revistas, el papel de a m a
Advisory Council to KDKA-TV, 1975), durante la de casa o madre seguía predominando en 1974 co-
estaci6n de 1975, los hombres desempeñaban to- m o en 1970. Aunque la mayor parte de los estudios
davía una variedad mucho mayor de ocupaciones señalan la representacih abrumadora de las muje-
que las mujeres (70 contra 17). C o m o lo revelan res en papeles domesticos, se observa una tenden-
otros estudios, la mayor parte de las mujeres cia a su disminuci6n tanto en los anuncios de las
(72%) estaban representadas en papeles domesti- revistas como de la televisih. Sexton y Haberman
cos. S610 el 29% de las mujeres representadas (1974)encontraron una considerable disminuci6n
estaban empleadas y casi invariablemente en ocu- de la imagen de las mujeres como amas de casa en
paciones tradicionalmente femeninas. El 5470 de los anuncios de las revistas de 1951 a 1971. Otro
los hombres desempeñaban ocupaciones, con fre- estudio relativo al periodo 1959-1971 en los anun-
cuencia de alto nivel. Las imágenes femeninas cios de las revistas ha confirmado esa tendencia
proyectadas en los anuncios de las revistas siguen descendente (Venkatesan and Losco, 1975).
la m i s m a pauta que las observadas en las emisio- Aunque en terminos cuantitativos la represen-
nes comerciales de televisi6n. Sin embargo, taci6n de las mujeres como amas de casa parece
Sexton y Haberman (1974)observaron cierto aumen- ir mejorando, la calidad de la imagen del a m a de
to entre 1951 y 1971 en el número de las mujeres casa muestra menos signos de mejora. Con Pre-
que trabajaban, aunque estrictamente en empleos cuencia se representa a las amas de casa como
tradicionales. U n estudio aparecido en 1976 estúpidas, incapaces de realizar tareas sencillas
(Culley and Bennett, 1976) ofrece una perspectiva y dependientes del consejo del hombre (Courtney
evolutiva de la representaci6n de las mujeres tan- and Lockeretz, 1970). Una indicaci611significativa
to en los anuncios impresos como televisados des- de la posici6n de autoridad del hombre con respec-
de 1970 hasta 1974. Aunque las mujeres siguen to a la mujer es la voz invisible que se utiliza en
apareciendo con m á s frecuencia que los hombres muchas emisiones COM erciales de televisi6n para
en papeles domesticos, la diferencia entre los resumir las virtudes del producto anunciado. To-
sexos ha disminuido considerablemente con res - dos los estudios sobre la representaci611del papel
pecto a la representaci6n profesional. Sin e m bar- femenino en la publicidad de la televisi6n señalan
go, el estudio hace observar que los papeles no de un modo u n h i m e una predominancia abrumadora

10
de las voces invisibles masculinas (vease X,Screen propias hazañas en la cocina o en la limpieza. AUE-
- -
Actors Guild, 1974 Miles, 1975 Verna, 1975 - que el número de mujeres representadas en pape-
-
W A C to KDKA-TV, 1975 O'Donnell and O'Donnell, les domesticos ha disminuido en años recientes,
los anuncios siguen presentando a las amas de ca-
1978). Marecek e. a. (1978)han observado un cam-
bio sutil en la representaci6n de los hombres en sa como dependientes del consejo y la ayuda del
oposicidn a las mujeres como personas de autori- hombre en la compra y la utilizaci6n de productos,
dad en las emisiones comerciales de televisi611 de que a menudo incluyen los relacionados con la eje-
1972 a 1974. Si bien la representaci6n de las m u - cuci6n de tareas tradicionalmente consideradas
jeres lo mismo como voces invisibles de autoridad como femeninas (WACto KDKA-TV,1975). L a
que como expertos visibles en la pantalla en los frecuente representaci6n poco halagadora de las
anuncios sin voces invisibles no ha cambiado prác- amas de casa superandose debido a sentimientos
ticamente durante este periodo de tres años, ha de culpa, verguenza o envidia, define ahn m b s la
aumentado la proporcibn de expertos femeninos en imagen ya estrecha de ella como una persona con
las emisiones comerciales que utilizan una voz un sentido deformado de los valores (X,NARB
invisible de autoridad, por lo común masculina. Report, 1975).
Sin embargo, este aumento estaba limitado a las
emisiones comerciales de productos para la mujer, 1.3 L a representaci6n de la mujer
tales como los relacionados con el hogar y el cui- como objeto sexual
dado personal.
E n un estudio compararado de Courtney y Las mujeres están ofendidas por la explotaci6n del
Whipple (1974)se da otra descripci6n de la rela- cuerpo femenino en la publicidad (X,NARB, 1975),
ci6n de autoridad o dependencia entre el hombre y pues consideran que la utilizaci6n del cuerpo fe-
la mujer. Dos de los cuatro estudios examinados menino como un m e r o elemento decorativo o como
por ellos analizaban las tareas y las actividades un medio de atraer la atenci6n disminuye la propia
de los representantes de productos en los anuncios. estima de la mujer e ignora otros aspectos de la
Por lo común, las mujeres aparecían ejecutando personalidad de las mujeres y de su potencial hu-
tareas domesticas relacionadas con el producto. mano. El efecto de la publicidad basada en la
Los representantes masculinos del producto apa- sexualidad sobre las relaciones hombre-mujer y
recían la mayor parte de las veces haciendo una sobre el sentido de los valores del niño se consi-
demostraci6n del producto o dando consejos e ins- dera potencialmente dañina. L a preocupaci6n que
trucciones, pero nunca utilizándolo. Además, los causa el efecto en los niños de la representacibn
hombres aparecen como los beneficiarios en el del papel de los sexos en la publicidad es particu-
50% de los anuncios de alimentos y el 81% de los larmente importante, pues se ha encontrado que
anuncios de productos detergentes. Las categorías los anuncios dirigidos a los niños son m 8 s sexis-
de productos en cuyos anuncios aparecen mujeres tas que los dirigidos a los adultos (O'kelly and
indican tambien el concepto del anunciante sobre - -
Bloomquist, 1976 Verna, 1975 WAC to KDKA-
las capacidades femeninas. Una actualizaci6n del TV, 1975).
análisis de los anuncios de revistas, realizado por Dispenza (1975) considera que los anunciantes-
Courtney y Lockeretz en 1970 (Culley and Bennett, utilizan primordialmente a las mujeres para ven-
1976), revel6 que las mujeres predominaban en der productos tanto a ellas como a los hombres a
los productos de uso personal y domkstico, mien- base de su atractivo sexual para estos. Las estra-
tras que en los anuncios de otros productos figu- tegias varïan según el sexo del grupo destinatario.
raban mujeres y hombres juntos o solamente h o m - E n los anuncios dirigidos a las mujeres se invita
bres. E n las emisiones comerciales de televisi6n a estas a identificarse con el representante feme-
tam bien aparecen con m á s frecuencia los hombres nino del producto, al que se le ofrece la recom-
como representantes de productos no domesticos, pensa final, es decir, el 6xito con los hombres,
mientras que los representantes femeninos apare- como resultado de usar el producto, E n los anun-
cen con m á s frecuencia en los anuncios de pro- cios dirigidos a los hombres, se les promete la
ductos relacionados con el hogar (O'Donnell and mujer representada como el premio que acompaña
O'Donnell, 1978). S e g h Culley y Bennett, se de- al producto. Venkatesan y Losco (1975) encontra-
duce de esta práctica que las mujeres s610 act~an ron que los papeles femeninos representados con
independientemente en la compra de productos po- m á s frecuencia durante el periodo de 13 años de
co costosos y relacionados con el hogar. Ademas 1959 a 1971 eran la mujer como objeto sexual y la
de definir la relaci6n entre los sexos como una mujer como belleza flsica. L a representaci6n de
situaci6n de dependencia femenina y de autoridad la mujer como objeto sexual, aunque por lo gene-
masculina, muchos anuncios reflejan imAgenes ral en disminucibn, era m á s pronunciada en las
poco halagadoras de la mujer en papeles domesti- . revistas para hombres (53% de las mujeres repre-
cos (WACto KDKA-TV,1975). El a m a de casa sentadas) y para el público en general (6570).Los
aparece como una persona obsesionada por la cambios en la representaci6n femenina producidos
limpieza y avergonzada o culpable por la suciedad. durante ese periodo de 13 anos pueden atribuirse
Con frecuencia esta representada como envidiosa en su mayor parte al desplazamiento del centro de
de los Bxitos de otras mujeres u orgullosa de sus interes de las revistas para la mujer. Mientras

11
que s610 el 12'7"de las mujeres representadas en por lo menos uno de esos aspectos predominaba en
los anuncios de las revistas femeninas se clasifi- los anuncios de todos los productos. L a contribu-
caron como objetos sexuales, el inter6s se había cidn de la publicidad a la ampliaci6n de la pers-
desplazado hacia la "mujer como belleza física", pectiva de las mujeres se limita a una disminuci6n
que es la categoria de papeles representada con apreciable en el número de imBgenes de a m a de
m L s frecuencia en la prensa femenina. L a predo- casa o de madre. Aunque las mujeres que trabajan
minancia de las imágenes de la mujer como objeto aparecen con m á s frecuencia en la publicidad, si-
sexual o decorativo en las revistas para hombres guen limitadas a las ocupaciones tradicionalmente
se deduce tambien de un estudio publicado en 1976 femeninas. E n consecuencia, la investigación
por Pingree, Hawkins, Butler y Paisley. Este ofrece numerosas pruebas que corroboran las crí-
grupo de investigadores estableció una escala or- ticas persistentes de la forma en que la publicidad
dinal de 5 niveles de conciencia para medir el gra- representa tanto a las mujeres blancas como a las
do m á s que la cantidad de sexismo en la publicidad de las minorías (X,NARB, 1975).
de las revistas. Aunque toda la muestra, que in-
cluía Ms. Magazine, Playboy, Time y Newsweek, 2. Percepción y actitudes de las mujeres
contenía en total un núm ero importante de anuncios frente a las imágenes femeninas en la
de Nivel I, es decir los que presentan a las muje- oublicidad
res como objetos sexuales, objetos decorativos o
personas que dependen del hombre, Playboy supe- A pesar de las indicaciones de que las mujeres
raba a las demás revistas de la muestra con no consideran que la imagen femenina comprende un
menos del 54% de los personajes femeninos de los menosprecio como clase inferior (X,NARB, 1975)
anuncios representados como objetos sexuales o y de las campa-s feministas contra las represen-
decorativos. taciones insultantes y degradantes de la mujer en
Poe (1976)examinó la representaci6n de muje- la publicidad (Deckard, 1975, 379-380), se han
res activas, definidas como mujeres dedicadas a hecho pocas investigaciones sobre c6mo ven las
actividades físicas o a deportes, en una muestra mujeres su representación en la publicidad
de anuncios de revistas femeninas y generales en (Lundstrom and Sciglim paglia, 1977). Una agencia
1928, 1956 y 1972. Además de una disminución de publicidad (X,Foote, Cone and Belding, 1972)
general de la presencia de mujeres activas y de la pregunt6 a una muestra representativa de mujeres
insistencia en el recreo m á s que en la competici61-1, cuáles eran sus reacciones ante la forma en que
el análisis reveló que los anuncios deportivos tie- está representada la mujer en los anuncios de la
nen con frecuencia un significado sexual m á s que televisi6n y de las revistas. S610 el 1570 aproxi-
atl6tico. madamente de las que contestaron estaban verda-
Aunque la explotaci6n de las mujeres como o b deramente satisfechas. L a mayor parte de ellas
jetos sexuales parece disminuir tanto en los anun- (el 50% aproximadamente)tenian vacilaciones,pero
cios de las revistas como de la televisi6n (Culley sus reacciones eran m á s bien negativas que posi-
and Bennett, 1976), la utilizaci6n del cuerpo feme- tivas. Alrededor del 20% de las mujeres estaban
nino por su atractivo sexual es todavía una prácti- profundamente ofendidas por la representaci6n fe-
ca publicitaria bien establecida, particularmente menina en los anuncios. Aunque s610 una minoria
en los medios de comunicaci6n destinados a los de las mujeres que contestaron tenían una actitud
hombres. L a disminuci611 de las imágenes de la sumamente crítica, este grupo enunci6 con m á s
mujer como objeto sexual está ademBs compensa- claridad sus obj eciones y motivos de descontento
da por una mayor insistencia en la belleza física que el grupo satisfecho o intermedio. Además,las
femenina. Sexton y Haberman (1974) encontraron que expresaban m á s criticas solían ser m A s ins-
que la representación de mujeres con fisicos m a - truidas y acomodadas que las que expresaban cri-
nifiestamente seductores había aumentado conside- ticas debiles o ninguna y, por lo tanto, podían ser
rablemente en 1974 en comparación con 1971 en dirigentes influyentes de la opinidn pública. El 15%
tres de las cinco categorías de productos exami- de las mujeres que respondieron no tenían ninguna
nadas. S610 los anuncios de equipo para el hogar opini6n. E n general, solían tener m á s edad y es-
y oficinas no presentaban mujeres decorativas o tar situadas en una escala inferior que las mujeres
seductoras. de los otros grupos de opinibn.
El perfil femenino en los anuncios trazado por Las Características demográficas de las m u -
Sexton y Haberman (1974) a base de los resultados jeres que contestaron a una encuesta realizada por
de su investigaci6n coincide con las tendencias ge- Lundstrom y Sciglim paglia (1977) proporcionan
nerales indicadas por el análisis de contenido. L a otra prueba de que las personas m A s instruidas y
conclusión general es que la publicidad sigue pre- acomodadas suelen criticar m B s la representaci6n
sentando imágenes estrechas de la mujer. L a del papel de los sexos en la publicidad. Contesta-
mayor parte de las veces, las mujeres están re- ron m á s mujeres que hombres al cuestionario que
presentadas como seres sociales que aparecen en los investigadores enviaron por correo a unamues-
un medio fácil de predecir. Aunque el acento en tra de personas residentes en Dallas y Denver.
el aspecto seductor, decorativo o tradicional de Lundstron y Sciglim paglia interpretaron la mayor
las mujeres varía según la categoría de productos, proporci6n de respuestas de Ias mujeres como una

12
indicaci611 de un mayor grado de interes entre ellas demogrfificam ente diversificada y representativa
que entre los hombres. Las respuestas procedian de mujeres en su mayor parte j6venes (es decir,
sobre todo de personas m á s j6venes, m á s instrui- menos orientadas en general hacia la tradici6n)con
das y de u m situaci611 socioecon6mica superior a respecto a la representaci6n del papel de los sexos.
la media de los residentes en esas ciudades. Esto Se determinaron las actitudes hacia la liberación
hace pensar que las personas j6venes, instruidas de la mujer de los sujetos que participaron en el
y de las clases superiores suelen interesarse m á s experimento. Se encontró que la preferencia por
por las imágenes publicitarias de la gente que la la representaci6n del papel de los sexos se basaba
persona media. Puesto que la proporci6n de res- en la funci6n del producto anunciado m á s que en la
puestas estaba desplazada en favor de las perso- ideologia. Lull, Hanson y Marx (1977) estudiaron
nas de nivel superior, los resultados de la encues- en qué medida las alumnas y los alumnos de los
ta no pueden generalizarse a toda la poblaci6n. colegios universitarios eran m á s sensibles al pa-
El estudio revel6 que las mujeres, en mayor pel estereotipado de los sexos en las emisiones
proporción que los hombres, consideran cada vez comerciales de la televisión. L a hip6tesis de que
m á s que la publicidad sugiere que las mujeres no las alumnas serian m á s sensibles que los alumnos
hacen cosas importantes, que las representa de qued6 netamente confirmada. Los datos del estu-
una manera ofensiva y que da por supuesto que el dio ofrecieron tambien algunas pruebas de que la
lugar de la mujer es el hogar. Las mujeres esta- identificación con la liberaci611de las mujeres estfi
ban menos dispuestas que los hombres a aceptar asociada positivamente con el reconocimiento del
las afirmaciones de que la publicidad da una ima- papel estereotipado femenino en la publicidad de
gen realista de los hombres y de que representa a la televisión, aunque menos de lo esperado. El
las mujeres como objetos sexuales. L a encuesta reconocimiento de los estereotipos sexuales depen-
examinb tambien la relaci6n entre las percepcio- día en cierta medida del grado en que el estereo-
nes de la representación del papel de los sexos y tipo constituía el punto central de la publicidad.
1) la imagen de la compañía, y 2) las intenciones Las investigaciones realizadas hasta ahora reve-
de compra. Las actitudes hacia la imagen de la lan las siguientes tendencias en las actitudes hacia
compañía mostraban importantes diferencias entre la representaci6n del papel de los sexos en la pu-
ambos sexos. Las mujeres pensaban con m á s fre- blicidad:
cuencia que los hombres que las compañías que - la sensibilidad a los estereotipos sexuales en la
utilizaban anuncios ofensivos practicaban la dis- publicidad no es tan general como las feministas
criminación en el empleo y que la representaci6n podrían esperar;
de los papeles en la publicidad era simplemente - las mujeres tienen una actitud m á s critica que
una prolongación del concepto de la compañía so- los hombres;
bre el lugar de las mujeres en la sociedad. Sin - la percepci6n de los estereotipos femeninos es-
embargo, con respecto a las intenciones de com - tá relacionada positivamente con una situaci611
pra, tanto las mujeres como los hombres solían socioecon6mica y educativa elevada y, en cierta
seguir comprando productos, aunque se anunciaran medida, con la identificación con el movimiento
de una manera que se consideraba ofensiva. Si bien feminista;
las mujeres en su conjunto eran m á s sensibles a - las mujeres que tienen una actitud m u y critica
la representacih del papel sexual que los h o m - suelen expresarse mejor que las que tienen una
bres, sus actitudes no eran excesivamente críticas. actitud debilmente critica o no crítica. El grupo
Se encontró concordancia en las actitudes de las de las mujeres que tienen una situaci611 superior
mujeres con respecto a las afirmaciones de que y que se expresan claramente, alienadas por las
1) ni los hombres ni las mujeres estaban fielmen- imágenes publicitarias actuales de la mujer, re-
te representados en la publicidad, y 2) la imagen presentan un segmento influyente y potencial-
actual de las mujeres en la publicidad está mejo- mente creciente de la poblaci6n.
rando. C o m o podía preverse a partir de la pro- Aunque la investigaci611 sobre las imágenes de
porci6n de las respuestas, las mujeres que expre- la mujer en la publicidad y sobre la forma en que
saron criticas m á s fuertes eran las m á s instruidas, las mujeres las perciben se ha centrado primor-
las m á s jóvenes y las de nivel superior, que ha- dialmente en la televisi6n y en las revistas, la pu-
bían rechazado los conceptos tradicionales sobre blicidad objetable no parece estar limitada a estos
el papel de los sexos. A base de estos datos, los medios. L a fuerza de penetración de los anuncios
investigadores consideran que los críticos m á s se- ofensivos tanto en lo que respecta a los medios de
veros de la representaci611 del papel de los sexos comunicación como a la gama de productos fue el
en la publicidad incluyen a las mujeres m á s cultas resultado m á s notable de una encuesta realizada
y m á s influyentes. en Ontario, Canadá (Aaron,1975). El hecho de
Wortzel y Frisbie (1974)han explorado en un que sólo una de las 1.017 respuestas al cuestiona-
estudio otra caracterïstica del consumidor feme- rio expresara satisfacci6n por la representsción
nino critico, es decir, la orientación no tradicio- del papel de los sexos en la publicidad confirma la
nal sobre el papel de los sexos. A fin de determi- observación general de que las mujeres que tienen
nar la eficacia de la publicidad, Wortzel y Frisbie una actitud crítica expresan con m A s claridad sus
han estudiado las preferencias de una muestra objeciones que las no criticas su apoyo.

13
b) Europa Occidental consumidores masculinos como femeninos. Los
anuncios dirigidos a la mujer recurren al temor de
E n general, las publicaciones europeas sobre la dsta a ser rechazada por el hombre debido al olor
representación de las mujeres en la publicidad se corporal, al mal aliento, a un exceso de vello cor-
ocupa menos de las estadísticas y los datos num6- poral, a una piel seca o grasa, etc. Los anuncios
ricos. Su carácter es m á s bien descriptivo y a dirigidos a los hombres representan mujeres be-
menudo polCmico, utilizando datos empíricos no llas y sexualmente atractivas como recompensa
siempre com probables m etodológicamente, para final por utilizar el producto anunciado (Lode,
ilustrar los argumentos bbsicos. Este m6todo pue- -
1977 Warren, 1978). L a mujer seductora es un
de reducirse al argumento de que la eficacia de la objeto de placer para el consumo de los hombres
publicidad depende de la identificaci6n de Ias m u - (Rocard, 1968). A cambio de la belleza y la juven-
jeres con las imágenes que aqu6lla proyecta. L a tud, las mujeres son recompensadas con la segu-
función esencial de la publicidad es de orden eco- ridad y la posicibn social, el amor y el idilio
nómico. Todo, incluidas las imágenes del papel (Adams and Laurikietis, 1976). L o m i s m o que en
de los sexos, está concebido en funci6n de ese ob- Norteam&ica, la explotaci6n descarada del atrac-
jetivo comercial. "La idea general de que la pu- tivo sexual femenino en la publicidad está dismi-
blicidad se encuentra en la vanguardia del cambio nuyendo (Henstra and Pinckaers, 1976 - Gravesteyn,
y del desarrollo es err6nea. L a publicidad c o m - 1975). Sin embargo, esto no significa que la be-
prende el cambio únicamente en el sentido tecno- lleza femenina haya perdido importancia para el
lógico, no como un paso hacia el mejoramiento concepto de la feminidad definido en la publicidad.
humano o la justicia social, sino como un aumento Por el contrario, la insistencia en el físico feme-
de la eficacia y la productividad". (Millum,1975, nino atractivo aumenta realmente (Geulemans,
181). Las pruebas que lo confirman se toman con 1977 - Van D e Maele, 1978). L a mujer bella, pri-
frecuencia de estudios norteamericanos pues fal- mordialmente preocupada por el efecto de su as-
tan datos todavía sobre la situación europea (Scott, pecto físico sobre los hombres, fue la imagen fe-
1976). Debido a que la industria publicitaria nor- menina encontrada m A s frecuentemente en un estu-
teamericana es la que establece principalmente las dio sobre la publicidad en las revistas inglesas
tendencias en la forma de concebir y producir los para la mujer (Millum, 1975). A la imagen fami-
anuncios (LorCe, 1977), los mensajes publicitarios liar de la mujer preocupada por su aspecto para
distribuidos en Europa presentan una notable se- atraer Ia atenci6n del hombre y alcanzar el Cxito
mejanza con el modelo norteamericano. E n con- social, la publicidad ha añadido la imagen de la
secuencia, el perfil publicitario de la mujer tra- mujer narcisista que es igualmente sensual y cons-
zado por Scott (1976)es aplicable a la situación ciente de su belleza femenina, pero que se preo-
europea, aunque se basa principalmente en datos cupa únicamente de sus sentimientos personales
relativos al contexto cultural norteamericano. Es- sobre si misma. LorCe interpreta este fenómeno
te perfil se describe a partir de las suposiciones como un reflejo de la respuesta publicitaria a la
básicas sobre el papel y el lugar de la mujer en redefinición feminista de la identidad y el papel de
que se basan las imágenes femeninas en la publi- la mujer. L a mujer narcisista o autoerótica re-
cidad. El estereotipo femenino resultante define a presenta la versión comercial de la mujer liberada
la mujer con respecto a la esfera bipolar del ho- (vease Warren, 1978). Según Loree (1977), no se
gar y de su relación con el hombre. encuentran en los anuncios im Agenes verdadera-
mente liberadas de la mujer. L a insistencia en la
1. Un objetivo de la mujer es conquistar belleza femenina en el mensaje gráfico es ampli-
v retener a un hombre ficada por la copia publicitaria acompañante. L a
investigación de la relación recíproca entre el
Las manifestaciones de este concepto de la femi- lenguaje visual y textual publicitario en el proceso
nidad son m u y diversas: de persuasión ha revelado que las tres palabras
- las mujeres representadas en la publicidad son clave asociadas a la representacih del papel de
siempre jóvenes y atractivas; los sexos son naturalidad, belleza y originalidad
- frecuentemente están representadas como obje- (Vorlat, 1976). Para las mujeres, ser natural y
tos sexuales; bella se presenta como la esencia de la feminidad,
- la publicidad recluye a la mujer en el hogar y la mientras que ser original parace m á s importante
aisla de las demás mujeres, mientras que fuera para el hombre que para la mujer.
del hogar el hombre es su compañero favorito; E n consecuencia, la publicidad define la rela-
- las mujeres aparecen rara vez en los anuncios ción de la mujer con el hombre primordialmente
como personas com petentes o inteligentes. L a en terminos del poder que el atractivo femenino
inteligencia se presenta como un rasgo mascu- ejerce sobre el hombre. L a imagen de la mujer
lino y, en consecuencia, las mujeres inteligen- dirigida al hombre tambiCn está implícita en la
tes son poco femeninas y no les gustan a los representación de la mujer separada del mundo
hombres. exterior fuera del ambiente domCstic0 y de otras
L a insistencia en el aspecto físico de la m u - mujeres (Scott, 1976). U n análisis reciente de
jer impregna los anuncios dirigidos tanto a los los anuncios en la prensa femenina belga ha

14
suministrado pruebas que confirman la hipótesis - Las mujeres no tienen Bxito en el tra=
de que se tiende a representar a las mujeres solas fuera del hogar y no desempeñan
y recluidas en el hogar (Van D e Maele, 1978). E n empleos m asculinos
efecto, se subraya cada vez m á s el hogar como
medio natural de la mujer y como decorado para Aunque cada vez aparecen en los anuncios m&s mu-
sus interacciones tanto con los hombres como con jeres trabajando, estas no han abandonado las ocu-
las mujeres (Henstra and Pinckaers, 1976 - Van paciones de servicio tradicionalmente femeninas
De Maele, 1978). Mientras que las mujeres apa-
recen con m á s frecuencia asociadas al hombre
-
(Lorbe, 1977 Henstra and Pinckaers, 1976 -
Ceulemans, 1977). El análisis de contenido sugie-
tanto dentro como fuera del hogar, el número de re además que la frecuencia creciente de mujeres
anuncios que presentan a las mujeres en mutua empleadas está en gran parte relacionada con los
compañía ha aumentado durante los ídtimos 10 años productos y no puede atribuirse a un esfuerzo de-
(Van D e Maele, 1978). Mientras que se tiende ca- liberado de los anunciantes para colmar el vacío
da vez menos a representar solas a las mujeres, entre la imagen y la realidad social (Henstra and
los anuncios prefieren a los hombres para hacer- Pinckaers, 1976). E n particular, los anuncios de
les compañía en el hogar, y con mayor razón, fue- vacaciones y viajes, que han aumentado considera-
ra de 61 (Ceulemens, 1977). Sólo se representa a blemente enlos últimos anos, son los causantes de
las mujeres y a los hombres como socios iguales ese cambio, pues utilizan a mujeres en ocupacio-
en las situaciones sociales. E n cambio, con res- nes de servicio para atraer el interes (del hombre)
pecto a los asuntos familiares, profesionales,tCc- (Henstra and Pinckaers, 1976). L a creciente in-
nicos o complicados, el hombre actúa como la dustria de las vacaciones, el tiempo libre y los
autoridad, el experto y el consejero, mientras que viajes se dirige tambien a los consumidores feme-
-
la mujer ejecuta (Ceulemens, 1977 Van De Maele, ninos, con inclusión de los que desempeñan e m -
1978 - De Keyser, sin fecha). E n consecuencia, pleos retribuidos, ofrecihdoles un regreso tem -
la investigación demuestra a m pliam ente la hipóte- poral a la verdadera feminidad, es decir, a la
sis de que el papel de la mujer en la vida según lo juventud, la belleza y la atraccibn sexual, según
define la publicidad es atraer al hombre gracias a señala Loree. Tambien la publicidad de productos
un físico seductor y retenerlo siendo amable y domCsticos esta empezando a tener en cuenta y a
servicial con Cl. E n años recientes, la insisten- representar a las mujeres empleadas. E n este
cia en la mujer bella como objeto de placer ha caso se subraya la eficacia en terminos de resul-
aumentado, mientras que la representación de la tados y de tiempo, a fin de reducir el sentimiento
mujer como persona incapaz y dependiente desti- de culpabilidad que las mujeres podrían (iy debe-
nada a ser dominada por el hombre ha disminuido. rían!) experimentar cuando siguen una carrera
Si esta transformación debe interpretarse como un (estrictamente femenina). Según Loree (1977),es-
reflejo de un clima social en vías de cambio, indi- te cambio de estrategia indica que la publicidad
ca que la publicidad no tiene interCs en modificar esta dispuesta a tolerar las aspiraciones profesio-
la imagen de la mujer, sino que se adapta al c a m - nales de las mujeres siempre que no interfieran
bio social actualizando la imagen tradicional. con sus obligaciones matrimoniales y maternales.
E n los anuncios, las mujeres aunque estCn emplea-
2. Finalmente y por naturaleza, las mujeres das tienen que soportar la carga del trabajo do-
son amas de casa. esDosas; madres mestico. El doble trabajo es el precio que deben
pagar las mujeres por tener, o de,sear,un trabajo
L a domesticidad es el segundo polo de la imagen fuera del hogar.
bidimensional de la feminidad en la publicidad (vea-
se Flick, 1977). Que la mujer es esencialmente - Los hombres y las mujeres tienen papeles
una persona doméstica se expresa de varias m a -
neras (Scott, 1976):
-
sexuales y tareas domesticas
rigurosamente delineadas

- Las muieres no trabaian fuera del hoaar Todos los análisis de contenido indican que la pu-
blicidad divide el mundo en una esfera masculina
L a representación profesional de las mujeres es y otra femenina: el lugar de la mujer está en el
rara y sin duda no corresponde al número real de hogar, mientras que e1 mundo del trabajo es el te-
mujeres en la fuerza laboral (Ceulemans, 1977 - rritorio del hombre. Esto se deduce de la pre-
-
Van D e Maele, 1978 Millum, 1975). Aunque al- ponderancia de los papeles domksticos de las m u -
gunos estudios indican un aumento m á s o menos jeres y en la gran frecuencia de papeles profesio-
considerable en la proporción de mujeres que tra- nales para los hombres (vkase Flick, 1977). L a
bajan representadas en los anuncios durante los posici6n de autoridad del hombre en el mundo pro-
Últimos 10 a 15 años (Henstra and Pinckaers, fesional es evidente: las mujeres rara vez esth
-
1976 L o d e , 1977), en otras encuestas no se ha empleadas y, cuando lo esth, se encuentra en las
observado ese cambio (Ceulemans,1977 - Millum, posiciones de servicio y subordinación tradicio-
-
1975 Van D e Moele, 1978). nalmente reservadas para ellas. Incluso dentro

15
del hogar, las tareas respectivas de las mujeres y - A las mujeres les gusta el trabajo dombstico.
los hombres están claramente circunscritas. L a Lo encuentran satisfactorio
asociaci6n de los productos de limpieza, los de-
tergentes y los productos para los niños con la uti- Según Scott (1976), los anuncios resuelven la con-
lización por la mujer, y la de las compras m 8 s tradicci6n entre subrayar el papel domCstic0 de
costosas o importantes con la experiencia y la ca- las mujeres y el hecho evidente de que el trabajo
pacidad de decisión del hombre representa la posi- del hogar es aburrido, desagradable y servil sugi-
ción de la mujer con respecto a la del hombre en riendo lo contrario. E n consecuencia, las amas de
la unidad familiar (Ceulemans, 1977). Henstra y casa de los anuncios experimentan una gran satis-
Pinckaers (1976) atribuyen la menor insistencia en facción con sus hazañas culinarias y de limpieza.
el papel del a m a de casa, que han observado en los L o que hace la vida agradable es la ropa suave,los
anuncios de las revistas holandesas, al desplaza- suelos brillantes y los platos relucientes. L o que
miento de los anuncios de productos de limpieza y los críticos de los anuncios encuentran ofensivo es
detergentes hacia la televisión. Aunque los pape- particularmente la suposici6n inherente a esta re-
les parentales aumentan tanto en el caso de los presentación poco halagüeña, o sea, que las muje-
hombres c o m o de las mujeres (Henstra and res tienen un sentido deformado de los valores. Sin
-
Pinckaers, 1976 Van D e Maele, 1978) las rela- embargo, hasta ahora se han presentado pocos datos
ciones madre-hijo y padre-hijo difieren considera- objetivos para demostrar esta creencia amplia-
blemente. El cuidado de los niños es un trabajo mente difundida, que con frecuencia se expresa co-
femenino (vCase la encuesta sobre la opini6n ho- m o si fuera evidente.
landesa citada por Flick, 1977). Los hombres pa-
san ocasionalmente algún tiempo con sus hijos. - Las niñas crecen para ser amas de casa,
Los padres suelen aparecer juntos en un contexto esposas y madres
familiar por lo común alrededor de la mesa disfru-
tando todos de la comida preparada por la madre L a asignación de los papeles sexuales tradiciona-
(Van D e Maele, 1978). E n lo que se refiere al les a los niños podría ser una indicación importan-
empleo, el matrimonio y la maternidad, las muje- te de que la publicidad tiene primordial interCs en
res parecen tener papeles claramente delineados. mantener y reforzar el status quo. Según Scott
Que los papeles sexuales son complementarios m8.s (1976), la representaci611 de las interacciones de
que intercambiables se deduce tambiCn de Ia aso- los niños con sus padres, sus camaradas y sus ju-
ciaci6n de las cualidades de que estan imbuidos los guetes demuestra claramente que la publicidad
productos: la belleza, la suavidad, la dependencia, orienta a los niños hacia papeles sexualmente es-
la ternura y el esmero son rasgos femeninos, tereotipados. Los materiales de investigación que
mientras que la experiencia, la fuerza, la ambi- hemos consultado sólo analizan el papel de los
ción y el dominio van asociados a las masculinidad adultos, dejando así com pletamente inexplorado
(Ceulemans, 1977). Esto confirma la conclusi6n este importante sector de investigación.
de Scott de que "la publicidad niega todo lo que es
opuestamente sexual: la fuerza en la mujer, la c) America Latina
piedad y la sensibilidad en el hombre". Henstra y
Pinckaers (1976) han enfocado el problema de la Los participantes en el seminario sobre "los m e -
polarización de los papeles sexuales en la publici- dios de comunicación y su influencia en la imagen
dad desde una perspectiva diferente. Utilizan una de la mujer", que se celebr6 en el verano de 1977
escala tridimensional para identificar las caracte- en Santo Domingo y al que asistieron 20 Estados
rísticas que muestran los hombres y las mujeres Miembros de la Organizaci6n de Estados America-
representados en los anuncios en "femeninas", nos (OEA),no pasó por alto el papel de la publici-
"masculinas" o "neutras". Las características dad. L a resolución aprobada por la Comisión In-
definidas culturalmente como "femeninas" predo- teramericana sobre las Mujeres de la OEA (CIM,
minan entre las mujeres, aunque la proporci6n de 1977) subrayó la importancia de la publicidad como
mujeres que tienen un perfil psicológico franca- el principal medio de sostenimiento de los medios
mente "femenino" había disminuido en 1975 con de Comunicación. Su importancia para el estudio
respecto a 1965. L a tendencia a la despolariza- de la interrelación de los medios de comunicación
ci6n de los papeles sexuales y de sus atributos era y las imBgenes de la mujer qued6 además demos-
m A s pronunciada en el caso de los modelos de la trada desde la doble perspectiva del papel de las
publicidad masculina. Mientras que en 1965, la mujeres como importantes consumidoras y como
mitad de la población masculina de los anuncios principales elementos de persuasibn. L a publici-
presentaba un perfil claramente "masculino", la dad considera que los consumidores femeninos son
proporción de hombres "masculinos" había des- el principal auditorio de sus mensajes. Las muje-
cendido al 397'0 en 1975, mientras que el porcenta- res se utilizan además en el proceso de persuasi6n
je de perfiles de personalidad "neutra" había como mecanismos para llamar la atencidn median-
aumentado del 367'0 al 41,5%. te la explotaci6n de su atracci6n sexual. Con ese

16
fin, la publicidad representa a las mujeres como participa en todas las esferas de la vida contempo-
objetos sexuales y decorativos. L a resolución no ránea están tan ausentes como antes de las imáge-
se detiene en otros aspectos de la imagen de la nes publicitarias.
mujer, lo que significa que la representación de la
mujer como objeto sexual se considera como la 2. Radiodifusión
imagen dominante de la mujer proyectada por la
public idad. A. Imágenes de las mujeres en la radio
Conclusión L a investigación realizada hasta la fecha sobre las
imágenes de la mujer proyectadas en la radiodifu-
L a importancia de la publicidad en la evaluación sión está fuertemente inclinada en favor de la te-
del modo en que los medios de comunicaci6n afec- levisidn. Debido a la falta de un sistema de radio-
tan a la posición social de las mujeres no necesita difusi6n bien desarrollado en muchos paises de
m á s argumentos. L a publicidad tiene una impor- Africa, Asia y America Latina, o a su accesibili-
tancia vital para el funcionamiento sostenido de los dad limitada y como resultado de su pequeña in-
medios de comunicaci6n, que dependen econ6mi- fluencia, los medios de radiodifusi611 han desper-
camente de ella. Los anunciantes recurren a los tado poco interes como obstáculos o estímulos po-
medios de comunicación para maximizar el poten- tenciales para el mejoramiento de la condici6n
cial de venta de sus productos. Las mujeres figu- femenina en esos países. L a mayor parte de los
ran en ese proceso de dos maneras: como los con- materiales de investigación disponibles proceden
sumidores m á s solicitados y como instrumentos de de los Estados Unidos de AmCrica, donde la televi-
persuasión. Este último papel es el que hemos sión ha conquistado una poderosa posici6n como el
demostrado detenidam ente m á s arriba. Las prue- medio primordial de entretenimiento familiar. AUE-
bas indican que la publicidad utiliza a la mujer pa- que la situación y la diversidad funcional de la ra-
ra vender productos tanto a los consumidores mas- dio se ha resentido del advenimiento de la televi-
culinos como femeninos en virtud de su papel bi- sión, aquClla sigue siendo, sin embargo, un medio
dimensional: su función como a m a de casa, madre omnipresente en muchas sociedades y con un gran
y esposa y su función como objeto decorativo y potencial para estimular la conciencia de la posi-
sexual. El hecho de que el concepto del papel de ción social de las mujeres entre el público. L a
la mujer subyacente a esas imágenes dominantes presi6n feminista sobre las emisoras de radio,
haya permanecido prácticamente invariable duran- particularmente en los Estados Unidos yen elReino
te las hltimas ddcadas indica que la publicidad no Unido, a fin de obtener m á s tiempo de emisi611 pa-
debe percibirse ciertamente como la vanguardia ra las mujeres y los asuntos femeninos, demues-
del cambio social. Su efecto sobre el proceso de tra que el reconocimiento de ese potencial va en
cambio social es represivo m á s que progresivo aumento. T a m bidn aumenta el reconocimiento de
(vCase Flick, 1977). L a publicidad sólo adopta el la funci6n que puede desempeñar la radiodifusión.
cambio con el fin de aumentar su eficacia (vdase y particularmente la radio, para la educaci6n de
Millum, 1975). Esta es la luz a la que deben in- las mujeres del Tercer Mundo y el desarrollo en
terpretarse los cambios de la forma en que la pu- general. Aunque este reconocimiento creciente ha
blicidad representa a las mujeres. dado por resultado mayores esfuerzos para docu-
Hay dos tendencias que sugieren cierta adap- mentar la aplicación potencial de la radiodifusión
taci6n al cambio de las condiciones sociales: la a los fines del desarrollo (veanselas investigacio-
considerable disminución del número de amas de nes patrocinadas por la Unesco), todavia no se han
casa que aparecen en los anuncios y la insistencia realizado estudios sistemáticos sobre la forma en
creciente en el aspecto físico de las mujeres. Aun- que la radio representa hoy día a las mujeres o en
que la primera puede considerarse como una evo- que puede contribuir a una representación positiva
lución verdaderam ente positiva, la segunda anula de las mujeres en el futuro.
todas las esperanzas que pudieran concebirse so-
bre el interés de los anunciantes en mejorar la a) Norteamdrica
condición femenina. Los cambios de la forma en
que la publicidad representa a las mujeres reflejan A pesar de los intentos satisfactorios para utilizar
simplemente que los anunciantes se han dado cuen- la radio como vehículo de las ideas feministas
ta de que la continua insistencia en la imagen do- (Hole and Levine, 1971, 275-276), no se ha hecho
mdstica de la mujer no sirve ya a sus intereses ningím esfuerzo para evaluar cualitativamente las
comerciales. Para capitalizar la nueva imagen imágenes de la mujer reflejadas en la radio. L a
que la mujer tiene de sí misma, la publicidad se investigación, tanto de fuentes acaddm icas como
ha dedicado a manipular un aspecto de la mujer feministas, no pasa de una evaluación cuantitativa
nueva, es decir, su sexualidad. Bajo el disfraz de del tiempo de emisión dedicado a los "programas
la liberaci611sexual, la publicidad sigue explotan- femeninos". L a significaci6n precisa de la expre-
do la imagen tradicional de la mujer como símbolo sión "programas femeninos" fue el punto focal de
sexual. Otras dimensiones de la personalidad de una encuesta sobre las emisoras públicas de radio
la mujer y las numerosas formas en que esta realizada en 1975 por Michele Casanave y publicada

17
en (X,Media Report to W o m e n , octubre de 1976). femenino. Según el informe de su estudio, servir
Se estudiaron las emisoras de radio públicas, m á s los intereses de las mujeres exige una reflexión
que las comerciales, debido a que, por su propia sobre la participación de Bstas en la sociedad y en
definición, las e m isoras públicas deben satisfacer su cultura. El informe señala que la cultura fe-
las necesidades e intereses de auditorios insufi- menina esta prácticamente excluida de la radio,
cientemente atendidos por las radios comerciales. así como de otros medios de comunicaci6n. El re-
Las respuestas de las emisoras de radio locales conocimiento de este vacío cultural aumenta entre
(respondió el 58'7'0 de la muestra) demostró que los las mujeres y está abriendo un nuevo campo de
ingredientes esenciales de un programa de radio estudio centrado en la posici6n y la representaci6n
para las mujeres eran los asuntos relacionados con de las mujeres en la música popular y en las artes
ellas y la intención de llegar a un auditorio feme- -
(veaseReinartz, 1975 Goddard, 1977 Meade, -
nino. Aplicando este criterio, Casanave examinó -
1972 - RAT Staff, 1972 - Brown, 1975 Billboard,
el tiempo de emisión, el modo y el personal de 25 de febrero de 1978).
producción y el presupuesto de los problemas co-
m o indicadores del interes de una emisora de ra- b) Europa Occidental
dio por las mujeres. Los resultados demostraron
una falta de interes por los programas femeninos. L a posición y la representación de las mujeres en
M á s de un tercio de las emisoras que contestaron la radio tambien está en gran parte inexplorada en
no emitían programas para las mujeres. Las que Europa. U n intento reciente para comprobar la
lo hacían, dedicaban aproximadamente 1,4% de su posici6n de las mujeres en los medios de comuni-
tiempo total de emisión semanal a este tipo de pro- cación británicos, realizado por el grupo "Mujeres
gramas y gastaban por termino medio del l al 370 en los Medios de Comunicaci6n" incluía una en-
de su presupuesto total de programación a las cuesta detallada sobre la radio (Ross, 1977). El
emisiones para las mujeres. L a mayor parte de estudio está primordialmente centrado en las cua-
las emisoras utilizaban predominantemente perso- tro redes nacionales de la BBC. El autor señala
nal femenino para la producción, casi la mitad del que las mujeres constituyen aproximadamente los
cual consistia en empleadas a tiempo parcial o en dos tercios del auditorio de la radio en la Gran
voluntarias de la comunidad. Sin e m bargo, el es- Bretaña y que generalmente escuchan m á s la radio
tudio (al menos en la forma publicada en Media que los hombres. Según Ross, esto se refleja en
Report to Women) no analizó el contenido de los el contenido y la politica de los programas de las
programas femeninos así definidos. Tampoco se estaciones. L a encuesta reveló que las compañías
evaluó la pertinencia del contenido de las emisio- radiodifusoras definen el papel de la radio princi-
nes destinadas especificamente a las mujeres, co- palmente como un acompañamiento y como un lazo
m o se ha hecho en el caso de otros medios (vease con el mundo exterior para las amas de casa, que
m á s abajo, la sección femenina en los diarios). son su principal auditorio y a las que perciben co-
Muchos productores y no productores de progra- m o un estrato separado. Puesto que se cree en
m a s femeninos que respondieron al cuestionario general que las mujeres prefieren que las hablen
hicieron objeciones a una categorización de los hombres, creencia que permanece practicamente
programas de radio en femeninos y masculinos ba- indiscutida, las voces de los programas de radio
sándose en que todos los sectores de interes atraen, diurnos son casi invariablementemasculinas. Ross
o deberían atraer, tanto a las mujeres como a los compara la función del animador masculino de un
hombres. Este rechazo de los programas de ra- programa de discos con el de la mujer atractiva
dio segregados por sexos corresponde a las críti- de las revistas de pequeño formato, señalando que
cas feministas de la delineación de esferas de in- ambos son el resultado de lo que llama "la publi-
terCs masculinas en oposición a las femeninas en cidad basada en el sexo" y atribuye esta filosofia
los medios de comunicación. a la influencia de las estaciones comerciales pira-
Tanto si el contenido de los programas de ra- tas. L a publicidad y los comerciantes perciben la
dio relacionados con las mujeres puede calificarse radio como un medio para vender productos do-
o no de "programa femenino", al menos un grupo mesticos a las mujeres como consumidoras y afir-
de mujeres ha expresado la necesidad de m á s pro- m a n que las mujeres no pueden vender a otras
gramas de radio centrados en problemas de la mujeres por la "falta de convicción" de la voz fe-
mujer y en música para la mujer (X,Media Report menina. Según Ross, la jerarquía masculina de
to W o m e n , noviembre de 1977). Este grupo, lla- la radio utiliza este argumento para mantener el
mado "Mujeres e m pleadas en la Radiodifusión" en- status quo. E n apoyo de su explicaci6n cita las re-
contró que ninguna de las emisoras de radio co- cientes transformaciones en la emisi6n de noticias
merciales o públicas de la región de Boston dedi- por radio que demuestran que las mujeres son tan
caba m á s del 1% de su tiempo de emisión a los aceptables como los hombres como reporteros de
programas para las mujeres o sobre ellas. Puesto noticias "serias". Por otra parte, como las emi-
que el 99% restante del tiempo de emisión reduce siones diurnas mantienen estrictamente la fórmula
a las mujeres a los papeles de vender productos o establecida de la charla trivial de hombre a mujer
de cantar canciones de amor, el grupo afirma que mezclada con música, no existen otras posibilida-
la radio apenas refleja los intereses de su auditorio des para impugnar la creencia de que las mujeres

18
radioyentes rechazarran que les hablaran mujeres sociedad. Sin e m bargo, el breve exam en realiza-
y sobre asuntos que no fueran triviales. Esta idea do por Benoft de las nuevas dimensiones en las
beneficiosa para el hombre del lugar de la mujer emisiones de radio para la mujer tiene meramente
como un auditorio cautivo es m á s persistente en por objeto ilustrar las tendencias que ha observado
Radio Uno, que es el canal m á s popular entre los en las revistas femeninas (v6ase m á s abajo, I. 4.B)
jóvenes. Ross ha observado en anos recientes al- y no constituye una encuesta autdnoma basada en
gunos progresos en Radio Cuatro, pero esta ha una inspeccidn sistemática. L a autora señala la
pasado por alto las estaciones ''pop"de auditorio introducci6n de nuevos tem as, tales como asuntos
de masas. El argumento de que la voz femenina sociales y jurídicos generales, en los programas
carece de autoridad se ha utilizado en el pasado tradicionales para la mujer, que hasta ahora esta-
para mantener alejadas a las mujeres de la lectu- ban enteramente dedicados a consejos sobre asun-
ra y transmisi6n de noticias. Debido a la presión tos domesticos y sentimentales. M á s importante
ejercida sobre la BBC para suprimir esta discri- y m á s ilustrativo de las nuevas tendencias de la
minación basada en el sexo, se nombraron algunas prensa femenina es un nuevo estilo de emisiones
mujeres en Radio Cuatro para puestos de transmi- de radio del que el programa MCnie Gregoire de
si6n de noticias y direcci6n. Sin embargo, Ross Radio Televisión Luxem burgo (R.T.L.)constituye
se inclina a creer que estos nombramientos son el ejemplo m á s destacado. Este programa par-
meramente simbólicos, sobre todo por el hecho de ticular no está especialmente dirigido a las muje-
que los programas de prestigio de mayor rango si- res, pero aproximadamente los dos tercios de su
guen siendo presentados por hombres. auditorio y la inmensa mayoría de los radioyentes
E n los coloquios radiofbnicos, las mujeres que escriben cartas son mujeres. U n perfil socio-
funcionan tambien como símbolos. U n coloquio to- demografico del auditorio demuestra que la radio
talm ente femenino podría constituir una alternativa penetra m á s fácilmente que la prensa femenina en
valiosa al punto de vista exclusivamente masculino las clases sociales menos favorecidas cultural-
pero, según Ross, el coloquio totalmente femenino mente. L a principal innovacih, en com paración
de la BBC no satisface los requisitos. A juicio de con los programas convencionales de consejos y en
esta autora, sólo un programa diurno habitual pa- correspondencia con el nuevo estilo del contenido
ra la mujer se ocupa de una gran variedad de te- de las revistas para la mujer, es la preeminencia
m a s de interes para las mujeres contemporáneas. del tema de la sexualidad. L o m i s m o que en
Su edici6n de fin de semana dirigida tanto a los y en Marie-Claire, las revistas francesas exami-
hombres como a las mujeres demuestra que las nadas en el estudio, Benort observa en el progra-
compañías radiodifusoras están empezando a dar- m a Gregoire un proceso que transforma los pro-
se cuenta de que las preocupaciones femeninas tra- blemas personales en asuntos generales. Sin e m -
dicionales como el cuidado de los niños. la cocina, bargo, el proceso de revelación de la naturaleza
etc., tambien pueden ser interesantesparalos hom- social de los problemas de la mujer, es decir, la
bres. A juicio de la autora no se hará un verdade- evolución hacia el feminismo no se lleva hasta sus
ro progreso en la manera de reflejar los papeles últimas consecuencias. L a radio demuestra así la
de la mujer en la sociedad hasta que no haya m á s misma ambivalencia hacia la liberaci6n de la m u -
mujeres en los puestos que determinan la politica. jer que la prensa femenina. Benoft no da ninguna
Las emisoras locales, tanto la BBC como la radio interpretaci611 de la renuencia o la incapacidad de
comercial, parecen ser m á s progresivas a ese la radio para reflejar la creciente conciencia so-
respecto y emplean m á s locutores y productores cial de su auditorio, que se expresa cada vez m á s
femeninos. Sus programas diurnos abarcan una en las cartas de los radioyentes al programa
gama m á s amplia de temas, con inclusi6n de los G r Bgoire.
"intereses de las minorías" tales como el movi-
miento feminista. Sin embargo, la presi611 que
ejerce el grupo "Mujeres en los Medios de C o m u -
c) -
Africa

nicaci6n" sobre la radio independiente para supri- Las posibilidades de la radio para mejorar la con-
mir la preferencia por los hombres empleando dici6n de las mujeres c o m o parte integrante del
m á s mujeres en la industria s610 ha tenido un exi- desarrollo de las naciones africanas están en gran
to limitado. Según la autora, la persistencia de parte inexploradas. Sin e m bargo, la radio consti-
los programas de radio con prejuicios contra la tuye el medio de comunicación social m 8 s prome-
mujer se debe a la negativa de la industria a faci- tedor a este respecto. Los grandes porcentajes de
litar la entrada de las mujeres en la radio. analfabetismo entre las poblaciones africanas (en
El estudio realizado por Ross (1977)repre- algunos países, el porcentaje de mujeres que no
senta el único estudio detallado sobre la represen- leen ni escriben es superior al 90% X, Media
taci6n de las mujeres en la radio en Europa y en Report to W o m e n , septiembre de 1977) hace que
otros lugares. U n análisis de las revistas para la la radiodifusi6n sea m á s accesible que otros m e -
mujer realizado por Benoft (1 973) contiene algunas dios que requieren saber leer. Entre los medios
observaciones sobre la respuesta de la radio fran- de radiodifusi6n, la disponibilidad material de la
cesa a la creciente conciencia de sí m i s m a que radio sobrepasa a la de la televisi6n. que rara vez
tiene la mujer y a su posici6n cambiante en la penetra en las zonas rurales donde vive la mayoría

19
de la población. Sin embargo, la transferencia de generalmente a las mujeres c o m o seres subordi-
profesionalización, estructuras organizativas y nados y fatalistas, mientras que el último tipo pre-
tecnología de radiodifusión de los países industria- senta imágenes femeninas claramente tradicionales.
lizados a los países en desarrollo, según ha exa-
minado O'Brien (1977)en el caso de Argelia y de Conclusión
Senegal, ha impedido la creaci6n de un sistema de
radiodifusión adaptado a las necesidades y a los L a escasez de investigaciones sobre la represen-
intereses de la mayoría de su auditorio y a la rea- taci6n de las mujeres en la radio en comparación
lización de sus posibilidades. O'Brien propugna con la abundancia de encuestas sobre la televisión
la utilización de los recursos y talentos locales. (dase m á s abajo) es un índice de la posición de la
Se considera que la formación de personal para los radio en la jerarquía de los medios de comunica-
medios de comunicación, incluidas las mujeres, ci6n en la era de la televisión. Además, permite
tiene esencial importancia para la utilización fun- suponer que los críticos y los investigadores de
cional de la radio en el desarrollo social. los medios de comunicación no han apreciado has-
ta la fecha la forma en que la radio puede contri-
d) -
Asia buir a mejorar la condición de las mujeres en so-
ciedades en diversos grados de desarrollo. E n las
Lo m i s m o que en Africa, se considera que el pa- sociedades industrializadas persiste en la radio
pel de la radio para modificar la condici6n de las una idea deformada de la mujer, como lo demues-
mujeres en las zonas en desarrollo de Asia tiene tran tanto la cantidad como la calidad de los pro-
primordial importancia, en vista especialmente del gramas de radio dirigidos a ellas. E n las nacio-
limitado alcance físico de la televisih. Una en- nes en desarrollo, la utilización de este medio con
cuesta realizada en la India (press Institute of fines de educaci611y desarrollo ha sido en gran
India, 1976) reveló que sólo el 20% de las mujeres parte ineficaz o insuficiente debido a la discrepan-
de las zonas rurales que contestaron tenían radios, cia existente entre los valores y las opiniones eli-
en comparación con el 72% de las mujeres de las tistas de los profesionales de la radiodifusión, por
zonas urbanas. Se encontró que el grado de expo- una parte, y a la situación socioecon6mica, el ni-
sición a la radio, así como a los diarios, era s610 vel de educación y las necesidades de información
marginal entre las mujeres de las zonas rurales. del auditorio de la radio, por otra.
U n examen de las evaluaciones del auditorio de
programas de radio demostró que sólo se aprecia- B. Imágenes de las mujeres en la televisión
ban las emisiones de carácter recreativo. Los
programas educativos, que representan el 437' de L a mayor parte de las investigaciones sobre la re-
la producción total despertaban poco interCs. El presentaci6n de las mujeres en todos los tipos de
informe del seminario atribuye este desinteres ge- programas de televisi6n proceden de los Estados
neral al hecho de que no se tienen en cuenta los Unidos de America. El papel dominante de la te-
antecedentes escolares, las necesidades de infor- levisibn en la propagación de ideas al público nor-
mación y el grado de comprensión del auditorio de teamericano merece un serio y extenso examen de
que se trata. Este resultado tiende a confirmar la las im'genes y los conceptos del papel de los sexos
observaci6n de O'Brien (1977) de que la radiodifu- que aquClla proyecta en los programas informati-
si6n de las regiones en desarrollo no refleja ni vos y recreativos. Son pocos los estudios que han
satisface en gran parte las necesidades y los inte- explorado el efecto preciso de la exposición a la
reses particulares de su principal auditorio. televisión sobre las creencias, las actitudes y la
conducta de los telespectadores. L a falta de es-
e) AmCrica Latina tudios sobre efectos se debe primordialmente a la
dificultad de aislar las influencias de la televisión
El documento informativo de la Comisión Inter- de los efectos producidos por otras fuentes de in-
americana de Mujeres (CIM)sobre el seminariode formación de todo el mundo. L a omnipresencia de
1977 acerca de "Los medios de comunicación so- la televisi6n en los hogares norteamericanos hace
cial y su influencia en la imagen de las mujeres" prácticamente imposible encontrar sujetos de in-
identifica la radio como el medio de mayor alcan- vestigaci6n que no hayan estado expuestos nunca a
ce cuantitativo (CIM,1977). Debido a que el in- la televisión para servir de control de la influen-
forme sólo presenta las conclusiones generales de cia de &ta (X,U.S. Commission on Civil Rights,
la conferencia, no se dispone de información de- 1977). Sin embargo, la investigación indica que
tallada sobre el grado de penetraci6n de las emi- los niños aprenden de la televisión y modelan a
siones de radio en los diversos Estados Miembros veces su conducta según los ejemplos observados
de la OEA (que incluyen a los Estados Unidos y a en ella (Miles, 1975). E n algunos casos se ha de-
las naciones de AmGrica Central y del Sur). E n la mostrado que la televisión puede alterar las per-
radio, las mujeres están representadas primor- cepciones de la vida real por los niños (Miller and
dialmente en los melodramas, las canciones y los Reeves, 1976). Estos y otros resultados sugieren
programas destinados a la mujer. Según el infor- que la televisión es una f-aerza socializadora po-
m e , los primeros dos tipos de contenido representan tencialm ente poderosa.

20
Puesto que la mayor parte de los materiales de noticias y que los problemas femeninos rara
de investigaci611versan sobre la televisi6n norte- vez se trataban.
americana, el siguiente exam en tratará prim or - U n análisis de una muestra de programas noc-
dialmente de los resultados que reflejan las condi- turnos de noticias emitidos por la NBC, la C B S y
ciopes predominantes en la sociedad norteameri- la ABC en 1974-1975 (X,U.S. Commission on
cana en general y la estructura y el funcionamiento Civil Rights, 1977) reveló que los hombres blan-
de la televisión norteamericana en particular. ES- cos predominaban en las funciones de protagonis-
te examen se aplica hasta cierto punto tambien a tas de noticias con una participacibn del 78,7yodel
otras partes del mundo, pues una gran parte de los total. E n comparaci6n con los miembros de las
programas de televisi6n producidos en los Estados minorías etnicas y raciales de ambos sexos, las
Unidos se exporta para su emisi6n a Australia, mujeres blancas corrían mejor suerte y desem pe-
Canadá, Europa, America Latina, etc. N o se han ñaban el 9,9% de los papeles de protagonistas de
publicado investigaciones sobre la representaci6n noticias. Las mujeres no blancas rara vez prota-
del papel de los sexos en la televisitn en Africa y gonizaban las noticias (3,5%), mientras que el
Asia, debido en gran parte a la falta de un sistema 7,8% de los protagonistas de noticias eran hom -
de radiodifusión bien establecido y accesible a la bres no blancos. El Women's Advisory Council
mayoría de la población en muchos países de estos (X,WNBC News Monitoring, 1976) tambien ha se-
continentes. E n la medida en que la tecnología y ñalado la escasa visibilidad de las mujeres como
la organización de la radiodifusi6n occidental han locutoras. Su informe llega a la conclusi6n de que
sido transpuestas transculturalmente (vCase las mujeres son invisibles o tienen una presencia
Contreras, 1976) e influyen en las estructuras silenciosa en los programas de noticias. L a casi
y los profesionales de la radiodifusión de los paí- completa omisi611 de las mujeres, sus opiniones,
ses en desarrollo (vCase O'Brien, 1977), las ideas sus capacidades y sus realizaciones en los progra-
y los valores comunicados reflejan la influencia m a s de noticias fue la crítica m a s corriente de to-
occidental y se separan de las condiciones y las dos los observadores que participaron en un estu-
necesidades socioculturales de la mayoría de la dio de los noticiarios de una emisora afiliada a
población. L a discrepancia resultante entre la una red en Sacramento, California (X,AAUW
minoría profesional de los radiodifusores y la per- survey, 1974). El Women's Advisory Council de
tinencia de sus mensajes para las necesidades y la KDKA-TV,Pittsburgh (1975)compar6 la visibi-
los intereses de sus auditorios constituye un im- lidad de las mujeres en las noticias de la red y en
portante obstáculo para utilizar el potencial de la las noticias locales. Los programas de noticias
radio y la televisibn para los fines del desarrollo locales representaban a las mujeres relativamente
nacional. con m á s frecuencia (230/0)que los programas pro-
ducidos por la red (15,5700). Cantor (1973)indica
a) Norteam6rica la participación de un 10% de mujeres en papeles
de protagonistas de noticias en la WRC-TV de
1. Emisiones de noticias Washington, D. C.
L a categoría con que las mujeres protagoni-
Los estudios sobre la representaci611de las muje- zan las noticias fue examinada en tres casos, pero
res en los programas de noticias de Ia televisión la comparación de los datos está dificultada por
analizan generalmente tres componentes que uni- divergencias en la clasificación por categorías uti-
dos ofrecen una indicación significativa de la situa- lizada. Las mujeres consideradas de interks pe-
ción de las mujeres reflejada en las noticias de la riodístico por la WNBC-TV (X,WAC, 1976) eran
televisión. S610 nos detendremos aquí en la apa- principalmente delincuentes, victim as, artistas de
rición de las mujeres como protagonistas de noti- variedades o parientes de hombres celebres. El
cias y en el tratamiento de los problemas femeni- documento de la U.S. Commission on Civil Rights
nos. El tercer componente, las mujeres como (1977)señala una predominancia de mujeres blan-
periodistas, se examinará m á s adelante (vCase cas protagonistas de noticias que aparecen como
II. 2. B). Es necesario hacer otra distinción entre esposas y madres. L a encuesta de la AAUW (1974)
las emisiones de noticias generales y las locales. lleg6 a la conclusi6n de que los programas de no-
Existen cinco estudios, dos de los cuales analizan ticias de la televisión presentaban generalmente
los programas de noticias producidos por una de dos imágenes estereotipadas de la mujer: la vícti-
las tres redes comerciales. Dos de las tres en- m a indefensa y la esposa o madre consoladora y
cuestas restantes se refieren tanto a presentacio- sin opini6n. Esta tendencia a presentar a las m u -
nes de noticias de la red como de origen local. El jeres en un reducido número de categorías de pa-
quinto estudio no especifica el origen de los pro- peles se desprende tambien de los estudios sobre
gramas de noticias analizados. Aunque los meto- la representación de las mujeres en los peri6dicos
dos de muestre0 y recogida de datos variaban en (vease el capítulo I. 4.A). L a deformación de la
su grado de representatividad y fiabilidad, los re- realidad que constituye esa representaci6n ha sido
sultados de la investigaci6n revelaron que las m u - demostrada por una encuesta (X,WAC-WNBC,
jeres estaban considerablemente subrepresentadas 1976). en la que se com pi16 una lista de activida-
en los papeles de protagonistas y presentadores des femeninas producidas durante el periodo de

21
observación y ninguna de las cuales fue recogida las mujeres de la televisión están m á s orienta-
en las noticias. das personalmente y menos orientadas profesio-
L a segunda característica de la representa- nalmente que los hombres de la televisibn;
ci6n de las mujeres en las emisiones de noticias los personajes femeninos son m P s pasivos que
es el tratamiento desproporcionado de los proble- los masculinos;
m a s relacionados con la mujer en comparaci611 los programas di-amáticos de la televisión igno-
con otros temas de noticias. Cantor (1973)llegó ran la existencia del movimiento feminista.
a la conclusión de que no se considera noticia a Esta pauta es m á s pronunciada en el drama de
las mujeres basándose en que, de 21 categorias de aventura y acción que en la comedia.
noticias, los derechos y el papel en vías de c a m -
bio de las mujeres eran los menos subrayados. Se L a televisión representa a las mujeres con
dedicaba menos del 1% del tiempo de emisión de menos frecuencia v menos veces en DaDeles
noticias a los problemas de las mujeres. Otra centrales que a los hombres
fuente (X,U.S. Commission on Civil Rights, 1977)
señala que s610 el 1, 3T0 de las noticias de la mues- Tedesco (1974) señala una pronunciada subrepre-
tra trataban de problemas femeninos. No había sentaci6n de las mujeres en comparación con los
ninguna noticia dedicada a logros o realizaciones hombres en su analisis de los programas dramáti-
de una mujer. El concepto básico que inspira el cos emitidos a las horas de m á s auditorio en las
tratamiento de las mujeres en las emisiones de temporadas de 1960 a 1972. L a proporción entre
noticias de la televisión es el de interes periodís- hombres y mujeres en los programas dramáticos
tico. Los resultados antedichos indican que, en presentados por una emisora local de televisi6n en
la medida en que la televisión ofrece información 1972 (Cantor, 1973) confirma la afirmación de una
sobre asuntos significativos y confiere categoria a visibilidad limitada de las mujeres en la televisi6n.
la gente importante, no se considera que las muje- El 70% de los personajes eran hombres y el 3070
res son importantes ni significativas. mujeres. Los porcentajes senalados por Miles
(1975) revelan un desequilibrio numerico menos
2. Programas dramáticos pronunciado entre los personajes masculinos y fe-
meninos representados en los programas dramá-
El drama es una forma comprobada y autentica de ticos de la televisión: el 39% de mujeres y el 61%
recreo en la televisión, y representa un importan- de hombres. L a disparidad era mucho mayor
te ingrediente de los programas tanto durante las cuando se aislaban los programas de aventuras de
emisiones diurnas como nocturnas. El siguiente la muestra total (sólo el 15% de mujeres), mien-
examen se centrará en los programas dirigidos a tras que en las comedias de enredo el número de
la familia que se emiten durante la noche y las ho- mujeres se aproximaba mucho al de hombres. L a
ras de máximo auditorio. Los melodramas, que mayor proporci6n de hombres, variable según el
se emiten durante el día y para un público predo- genero dramático, se referia tanto al número to-
minantemente femenino así como los programas tal de apariciones como al de personajes impor-
infantiles, se examinarán por separado. tantes. O’Kellyy Bloomquist (1976) encontraron
Hay una cantidad considerable de materiales tambien una desviación numerica en favor de los
de investigación sobre la representación de las hombres. Sus datos (66,57’0 contra 33,5%) no son
mujeres en las obras dramáticas de la televisión. enteram ente com parables con los resultados ante-
L a evaluaci6n cuantitativa de los resultados de la dichos, pues pertenecen a una muestra de progra-
investigacih está. gravemente dificultada por dife- m a s que incluía tanto el drama como otros tipos
rencias en los mbtodos de muestre0 y de acopio de de contenido televisivo. Sin e m bargo, muestran
datos, el tema estudiado, la g a m a de programas una pauta similar.
seleccionados, la fecha y la duración de la encues- U n análisis de contenido de los programas dra-
ta, etc. A fin de sistematizar nuestro examen máticos emitidos en 1974 a las horas de m á s audi-
utilizaremos como marco fundamental de referen- torio realizado por Miller y Reeves (1976)confir-
cia una crítica en siete puntos establecida y ensa- m a tambien la pauta general. Los hombres so-
yada por McNeil (1975, 259-271). Se examinarán brepasaban considerablemente a las mujeres tanto
las siguientes hipótesis: en los papeles principales como secundarios. El
- los personajes femeninos son menos numerosos nfimero de personajes femeninos se aproximaba
y menos esenciales para la trama; m á s al de personajes masculinos en los dramas y
- se considera que el matrimonio y la paternidad las comedias para la familia. Una comparación
son m á s importantes en la vida de una mujer que de las representaciones en su primera temporada
de un hombre; y en las reposiciones reveló una ligera mejora en
- la televisión representa la división tradicional el número de mujeres, pero la diferencia no era
del trabajo en el matrimonio; estadisticamente significativa. Otro estudio de los
- se representa a las mujeres empleadas en ocu- programas emitidos por la red a las horas de más
paciones tradicionalmente femeninas, como su- auditorio y de los programas infantiles de los sá-
bordinadas al hombre y con poca categoría o bados desde 1969 hasta 1974 reveló que los hom-
influencia; bres predominaban claramente tanto en los papeles

22
principales como secundarios (X, U.S. Commission una grave subrepresentación de las mujeres en los
on Civil Rights, 1977). El estudio clasificó a los programas teatrales de la televisión comercial en
personajes dramáticos tanto por raza como por comparación tanto con el número de personajes
sexo. L a representación de personajes no blancos masculinos como con la preponderancia de las m u -
casi se duplicó durante el periodo de seis arios. jeres sobre los hombres en las cifras reales de la
Sin embargo, el aumento en la frecuencia de apa- población. El drama en la televisión pública pare-
rición benefició principalmente a los hombres de ce seguir una pauta similar a la de la televisión
las minorías a expensas de las mujeres y de los comercial en la representación de la mujer (Isber
hombres blancos. Una comparación de los estu- and Cantor, 1975).
dios realizados en 1971 y 1973 sobre los negros y
las mujeres en los programas dramáticos de la te- Se considera que el matrimonio y la paternidad
levisión comercial (Northcott e. a., 1975) contra- tienen m á s importancia en la vida de la mujer
dice este resultado. Dicho estudio s e m a un aue en la del hombre
aumento en la representaci6n numBrica de las m u -
jeres blancas y una reducida visibilidad de los ne- McNeil sólo encontró pruebas parciales de esta hi-
gros, tanto mujeres como hombres. L a menor pótesis (McNeil, 1975, 259-271). El estado m a -
frecuencia de aparici6n de los negros en la mues- trimonial y parental de las mujeres está indicado
tra de 1973 no es necesariamente incompatible con claramente con mucha m á s frecuencia que el del
el aumento de personajes de las minorías obser- hombre. Sin embargo, los datos no ofrecen una
vado en 1974, pues Northcott e. a. sólo midieron prueba concluyente de que las mujeres tiendan a
el número de negros, mientras que el segundo es- ser con menos frecuencia solteras o sin hijos que
tudio incluye la presencia de otros grupos minori- los hombres. E n el análisis realizado por Tedesco
tarios. Según el estudio m á s reciente de la repre- (1974), la proporción de personajes de la televi-
sentación de las mujeres y de las minorías en el sión que podrían clasificarse como casados com -
drama televisado durante un periodo de cinco años prendía m á s del 5070 de los personajes femeninos,
(1971-1975), la disminución en 1973 de la repre- pero menos de un tercio de los masculinos. Este
sentación de los negros en favor de las mujeres resultado tiende a confirmar la tesis de que el es-
blancas se invirtió en 1973 (Seggar, 1977). Duran- tado matrimonial es un factor m á s crucial para
te el periodo de cinco años, todos los grupos sexua- identificar a las mujeres que para identificar a los
les o raciales con la excepción de los hombres de hombres. Seggar (1975, 273-282)encontró tambien
las minorías no negras aumentaron numericamen- una diferencia significativa en la representacióndel
te, pero sólo los negros y los blancos de ambos estado matrimonial de los hombres y las mujeres
sexos aumentaron proporcionalmente. U n estudio que interpretaban papeles principales en el teatro
de los programas de la KDKA-TV de Pittsburgh televisado en 1974. Las mujeres tienen m á s pro-
(WAC to KDKA-TV, 1975) reveló tam bien la pre- babilidad de estar representadas como casadas que
dominancia de los hombres en todos los tipos de los hombres. El estudio publicado por la U. S.
papeles dramáticos. Los hombres sobrepasaban Commission on Civil Rights (1977) examinó los
considerablemente a las mujeres en los dramas y papeles matrimoniales y parentales de los per-
ligeramente en las comedias de enredo. Los re- sonajes masculinos y femeninos en los programas
sultados de Weibel (1977) confirman la tendencia teatrales de las horas de m á s auditorio durante el
general: los hombres superaban a las mujeres en periodo 1969-1972. Menos de un tercio de todos
la comedia, 2 a 1 en el drama familiar y 8 a 1 en los hombres estaban representados como maridos,
el drama de acci6n y aventuras. L a conclusión de mientras que casi la mitad de los personajes feme-
Seggar (1975, 273-282)de que la representación de ninos estaban representados como esposas. Ni las
las mujeres había aumentado considerablemente en mujeres ni los hombres adultos aparecían frecuen-
1974 en comparación con 1971 ha sido refutadapor temente en papeles parentales. Sin embargo, las
McNeil (1975, 283-288)basándose en que los datos mujeres aparecían con m á s frecuencia como m a -
analíticos de sus estudios de 1971 y 1974 no ofre- dres que los hombres c o m o padres. E n los pro-
cían una base de comparación. Esta autora afir- gramas dramAticos de la KDKA-TV,una emisora
m a además que los papeles masculinos y femeni- local de Pittsburgh (WACto KDKA-TV, 1975), Ia
nos incluidos en el estudio de 1974 no eran com - aparici6n de personajes en papeles parentales tam-
parables, pues se analizaron todos los papeles bien era m u y reducida, pero la proporción de pa-
femeninos pero sólo los principales papeles m a s - peles parentales femeninos y masculinos era casi
culinos. Por Último, señala que todos los otros igual. Las mujeres podían clasificarse con m á s
estudios, incluido su propio análisis de 1973, indi- frecuencia en papeles de a m a de casa que ICs h o m -
can una disminución de la visibilidad de la mujer. bres en papeles de esposo (l6Y0contra 3y0). Weibel
Debemos dejar aquí sin resolver si la cantidad de (1977)tambien ha observado una imagen predomi-
personajes femeninos ha disminuido realm ente en nante de la mujer como esposa y madre en la co-
los años 70, pues las diferencias metodol6gicas media de enredo, el drama profesional y el drama
entre los diversos estudios producen datos no com- familiar, mientras que en el drama de aventuras
parables que impiden sacar conclusiones definiti- las mujeres eran simplemente personajes transi-
vas. Los resultados de la investigación indican torios. Aunque el examen de Weibel no ofrece

23
datos cuantitativamente ni cualitativam ente com - campos tradicionalmente femeninos. E n los pocos
parables para los personajes masculinos y feme- casos en que las mujeres representadas en la te-
ninos, la insistencia en los papeles de esposa o levisi6n desempeñaban puestos de gran prestigio,
madre para las mujeres en oposici6n a los papeles sus papeles eran menos importantes y sus activi-
profesionales y no domésticos para los hombres dades profesionales no eran esenciales para la tra-
sugiere que la televisibn considere el matrimonio ma. E n general, los personajes femeninos traba-
y la maternidad, junto con las responsabilidades jaban bajo una estrecha supervisión y tenían mucha
asociadas a ellos, como m á s esencial para la vida menos autoridad. Ninguna mujer de la muestra
de una mujer que para la de un hombre. ejercía una autoridad directa sobre un hombre
Nuestro examen de los datos de la investiga- adulto. E n un debate con McNeil sobre la exacti-
ción ofrece amplias pruebas en apoyo de la impor- tud de los resultados, los procedimientos y las
tancia relativamente mayor del estado matrimonial conclusiones de sus respectivas investigaciones,
para las mujeres representadas en la televisión. Seggar (1975, 289-294)señala los porcentajes di-
Los datos relativos a la paternidad tambien tien- vergentes de empleos retribuidos indicados en los
den a apoyar la hipótesis, pero las pruebas son dos estudios y coincide con McNeil en que la gama
menos extensas y consistentes y, por lo tanto, m e - de papeles profesionales de las mujeres es limita-
nos concluyentes. da y estereotipada. Sin embargo, Seggar pone en
duda la conclusión de McNeil de que las mujeres
L a televisión reoresenta la divisi6n tradicional suelen ser subordinadas en las actividades relacis
del trabajo en el matrimonio
_.
nadas con el trabajo basándose en la insuficiencia
de las pruebas debida a tbcnicas de medición im-
No sólolas mujeres estaban representadas con m á s precisas.
frecuencia que los hombres en papeles matrimonia- L a parte de la tesis de McNeil relativa a los
les en el estudio realizado por McNeil (1975,259- papeles y a los campos profesionales estereotipa-
271), sino que el porcentaje de personajes emplea- dos por sexos en el drama televisado está conside-
dos difería considerablemente según el sexo. De la rablemente documentada y fuertemente apoyada
poblacióntotal masculina representada en la televi- por los resultados de la investigación disponibles.
sión, casi las tres cuartas partes desempeliaban Aunque varían los porcentajes, todos los estudios
empleos retribuidos,mientras que menos de la mi- analizados revelan una subrepresentación de per-
tad de las mujeres estaban empleadas. Entre los sonajes femeninos en papeles profesionales en
personajes casados,la disparidad era todavía m a - comparaci611con los personajes masculinos y en
yor. Pocas mujeres casadasy todavía menos m a - relación con la participación real de las mujeres
dres aparecían como empleadas. E n las comedias en la fuerza laboral. Los estudios que describen
aparecían típicamente mujeres empleadas,pero su el empleo femenino en funci6n del grado de este-
estado como tales nunca se representaba detenida- reotipos profesionales y la variedad de ocupacio-
mente. Basandose en estas observaciones McNeil nes indican una concentración de las mujeres e m -
llegó a la conclusión de que la televisi6n sigue es- pleadas en un limitado número de tareas y en
tando prácticamente inafectada por el reexam en fe- campos y papeles tradicionalmente femeninos.
ministade los papeles matrimoniales. No se dispo- Pocos personajes dramáticos femeninos ocupan
ne de otras pruebas en pro o en contra de la hipóte- puestos de alto nivel. Tres estudios han examina-
sis. Todos los demás estudios revelan una frecuerr do la evoluci6n de la representación de las muje-
cia menorde mujeres empleadas que de hombres res en la televisión a lo largo del tiempo. Weibel
empleados, pero los datos no especifican el estado (1977)ha observado la introducci6n a mediados de
matrimonial. Weibel (1977)observó un número cre- los años 70 de las mujeres policías como princi-
ciente de esposas empleadas en las comedias de pales personales en las películas policiacas, que
enredo de los años 70, pero considera que este he- se convirtieron en el principal formato dramático
cho no es significativo, pues la tendencia ha dis- de aventuras de los años 70. U n estudio compara-
minuido en años recientes y porque las mujeres tivo de los programas de 1971 y 1973 (Northcott
s610 aparecían en situaciones relacionadas con el e. a., 1975) y una encuesta sobre los programas
empleo cuando intervenian dilem as personales. dramáticos de 1969 a 1974 (X,U.S. Commission
on Civil Rights, 1977) examin6 la representación
Se representa a las mujeres empleadas en profesional de las mujeres blancas en oposición a
ocuoaciones tradicionalmente femeninas. las mujeres de las minorías. Los documentos
como subordinadas al hombre y con poca muestran una disminuci6n significativa de las m u -
categorfa y autoridad jeres blancas empleadas y las mujeres empleadas
de las minorías (en su mayor parte negras) res-
Tres series de datos parecen confirmar esta hi- pectivamente. Northcott e. a. (1975) señalan una
pótesis (McNeil, 1975, 259-271). Las ocupacio- frecuencia creciente de mujeres blancas tanto en
nes de los hombres estaban concentradas en cam - el número total de apariciones como en los pape-
pos de gran prestigio tales como la aplicación de les profesionales reservados tradicionalmente al
la ley, la medicina y la direcci6n de los negocios. hombre. Los autores atribuyen la disminución de
Las mujeres trabajaban predominantemente en los la visibilidad y la representación profesional de

24
los negros y, en particular de las mujeres negras, intervienen las mujeres, la naturaleza de sus in-
acompañada de una insistencia creciente en las teracciones y el centro de sus actividades como
mujeres blancas, a un reflejo en la respuesta de indicaciones de su orientaci6n hacia el hogar y la
la televisión a la fuerza cada vez mayor del movi- familia. Las mujeres participaban mucho m á s en
miento feminista en los años 70. conflictos familiares y románticos, mientras que
El estudio publicado por la U.S. Commission los hombres se enfrentaban m á s frecuentemente
on Civil Rights (1977) revela m á s diferencias se- con problemas relacionados con el mundo exterior
xuales que raciales en la representación profesio- y el trabajo. Las relaciones personales consti-
nal. Sólo dos de las ocupaciones representadas en tuían el 74% de las interacciones femeninas frente
los programas dramáticos de 1969 a 1974 mues- al 18% de las interacciones masculinas. Las in-
tran diferencias raciales: m á s hlancos, tanto teracciones relacionadas con la profesi6n o la
hombres como mujeres, eran directores y m á s no autoridad constituían Únicamente el 15% de las re-
blancos eran trabajadores subordinados. Incluso laciones femeninas frente al 35% de las masculi-
dentro de estas categorias profesionales aparecían nas. Una proporción mucho mayor de las activi-
las diferencias sexuales subyacentes: las mujeres dades femeninas estaba centrada en las relaciones
predominaban en los papeles auxiliares y los hom - domksticas, familiares y personales, mientras
bres en los puestos directivos. Aunque no se ob- que las actividades masculinas estaban centradas
servó ningún cambio significativo en la represen- m á s a menudo en el trabajo o la profesión. E n su
tación profesional de las mujeres blancas, el nú- debate con McNeil sobre los resultados de sus res-
mero de Bstas que aparecen en los dramas televi- pectivas investigaciones, Seggar (1975, 289-294)
sados disminuy6 realmente de 1969 a 1974. A este confirma la observación de McNeil de que en la
respecto, los resultados de los dos estudios evo- televisibn las actividades femeninas están centra-
lutivos revelan tendencias opuestas. das en torno al hogar. L a observación general de
El problem a de la dom inancia-subordinación que las mujeres están mejor representadas numk-
en la representación de las mujeres y los hombres ricamente en las comedias de enredo que en los
en la televisión requiere un examen m á s detenido. dram as de acción constituyeuna prueba adicionalde
Turow (1974)ha estudiado la pauta de los consejos la orientación personal de las mujeres en=la tele-
y las Órdenes en las interacciones hombre-mujer. visi6n. Las comedias suelen estar centradas en
Aunque los datos no están directamente relaciona- las relaciones interpersonales. Aunque en este
dos con la situación laboral proporcionan pruebas tipo de programas aparecen mujeres empleadas,
adicionales de la suposici6n de que los hombres sólo están representadas en sus tareas cuando in-
tienden a ser dominantes en los dramas televisa- tervienen problemas interpersonales (Weibel,1977).
dos. Turow encontró que en los dramas televisa- L a imagen dominante de la mujer en las comedias
dos se seleccionaban los personajes, se asignaban es la de a m a de casa dedicada a resolver conflic-
las ocupaciones y se establecían las tramas de ma- tos interpersonales y a actuar como moderadora
nera que redujeran al mínimo las posibilidades de entre los miembros de la familia.
que la mujer desplegara conocimientos superiores
a los del hombre. Cuando se les daba esta opor-
tunidad, el consejo o la orden se referian a secto-
res del conocimiento considerados como tradicio-
nalmente femeninos. Esta conclusión confirma la McNeil (1975, 259-271) ha medido dos manifesta-
hipótesis de que las esferas de acci6n y,de autori.- ciones de la pasividad: el egoismo y la soluci6n
dad del hombre y de la mujer están estrictamente de problemas. Se ha demostrado que el centro de
delineadas en la televisión. las preocupaciones masculinas es egoista con m á s
Todos los datos antedichos se refieren a pau- frecuencia que el de las femeninas. Las preocu-
tas de los programas dramáticos de la televisión paciones masculinas se deben con m á s frecuencia
comercial. El estudio de una muestra de los pro- a sus actividades profesionales, mientras que los
gramas dramáticos de la televisión pública (Isber intereses femeninos proceden m á s bien de necesi-
and Cantor, 1975) indic6 que las mujeres están dades personales. Las mujeres participaban con
igualmente subrepresentadas que en la televisión frecuencia en la solución de sus problemas, pero
comercial y desempeñan analogamente ocupacio- eran m á s propensas que el hombre a dejárselos
nes femeninas estereotipadas. completamente a otros. A menudo están repre-
sentadas como si fueran reacias o menos capaces
Las mujeres están m á s o r i e n t e de resolver sus problemas por sí mismas. McNeil
personalmente y menos orientadas interpreta estos datos como una demostración de
profesionalmente que los hombres orientación personal y de pasividad. Seggar (1975,
289-294) pone en duda la prueba de McNeil basán-
Esta hipótesis especifica los aspectos planteados dose en que es insuficiente para ser concluyente.
en las hipótesis segunda y tercera, es decir, el E n varios estudios de la representación hombre-
confinamiento de la mujer en el hogar y en las re- mujer en los dramas televisados se ha estudiado
laciones familiares y personales. McNeil (1975, la dimensión pasiva-activa de los personajes,pero
259-271) utilizó los tipos de problemas en los que utilizando diferentes medidas. Tedesco (1975)

25
interpreta la ausencia de las mujeres de la aventu- aparecieron dos personajes femeninos fuertes y
ra y la acción, su propensión de victimas en las no estereotipados, pero se subrayaron sobre todo
escenas de violencia, su dependencia del hombre sus relaciones con los hombres m á s que sus ca-
y su ineficacia como el reflejo de una imagen de la rreras. Dos estudios señalan cierto progreso en
feminidad tipificada por la pasividad. TambiCn se el reflejo por la televisión de los problemas que
ha observado la pasividad como un rasgo de la per- plantea el movimiento feminista. Northcott e. a.
sonalidad femenina en los programas dramBticos (1975)observaron una visibilidad creciente y una
de la KDKA-TV (WAC to KDKA-TV,1975). Los representación profesional no tradicional de las
hombres estaban representados como los que toma- mujeres blancas en 1973 en comparación con el
ban las decisiones y ejecutaban las acciones. L a contenido dramBtico de la televisión en 1971 yatri-
ausencia de las mujeres era evidente en los pro- buyen este cambio al reconocimiento y a la res-
gramas de acción y aventura. Cuando aparecían puesta de la televisión a la mayor fuerza del femi-
en ellos, se caracterizaban predominantementepor nismo en los años 70. Weibel (1977)utiliza la
ser pasivas y víctimas necesitadas del auxilio y la m i s m a explicación para interpretar los cam bios
protección del hombre. El control activo ejercido secundarios, pero en su mayor parte positivos, de
por los personajes masculinos resultó la principal la representaci6n de las mujeres en la televisi6n.
característica que distinguía a los hombres de Cuando la liberaci611 de la mujer se convirtió en
las mujeres en los dramas televisados de 1969- una palabra familiar a principios de los años 70,
1972 (X,U.S. Commission on Civil Rights, 1977). los problemas de la mujer resultaron aceptables
El control masculino, implicito en todas las repre- como temas de las comedias de enredo y los per-
sentaciones, era m á s explícito en las imágenes de sonajes femeninos adquirieron cierta individuali-
violencia. Las mujeres solían ser las víctimas dad y responsabilidad. Sin e m bargo, la tendencia
con gran diferencia, mientras que los hombres so- parece haber disminuido a mediados de los años 70.
lían ser los agresores. L a debilidad y la depen- A medida que declin6 el ardor inicial del movi-
dencia económica, fisica y emotiva eran los com - miento feminista a mediados de los años 70,volvió
plementos femeninos de la fortaleza y la resisten- a surgir la imagen dominante de la mujer como
cia masculina. Aunque el informe no describe la a m a de casa. L a pauta general que se desprende
feminidad en tkrminos de pasividad, la descripción de los datos de la investigación desde finales de
de la masculinidad en terminos de acción, inde- los años 60 hasta mediados de los años 70 es una
pendencia y autoridad, y la de la feminidad como fuerte insistencia en los papeles tradicionales de
su contraparte sugieren una representación m á s la mujer. Los cambios pequeños, aunque positivos,
pasiva de las mujeres en los dramas televisados. observados al comienzo de los años 70 no se con-
virtieron durante esa dCcada en un reflejo de los
Los programas dramáticos de la televisión no nuevos estilos de vida de las mujeres como resul-
reconocen la existencia del movimiento feminista tado de la fuerza creciente del movimiento femi-
nista. Tales datos sugieren que la televisi6n, al
L a muestra de programas dramáticos analizada menos en el caso de su contenido dramático, igno-
por McNeil (1975, 259-271) no incluye ni un solo ra en gran parte la existencia del movimiento fe-
personaje feminista. Por lo general, no hay nin- minista y los problemas que Cste plantea.
@n tema relativo a los principales problemas del Las investigaciones disponibles confirman en
feminismo. Cuando aparece ocasionalmente un gran parte las hip6tesis formuladas por McNeil
problema feminista, se trata de una manera no fe- (1975, 259-271)con respecto a la representación
minista. E n consecuencia, McNeil llega a la con- de las mujeres en los dramas televisados. Aunque
clusión de que las imágenes tradicionales de la este perfil de personalidad de las mujeres repre-
mujer proyectadas en los otros elementos del con- sentadas en la televisión requiere m á s confirma-
tenido permanecen indiscutidas pues no son con- ción y precisión, ofrece una base s6lida para indi-
trarrestadas por personajes y temas opuestos. car las tendencias generales de la representación
Seggar (1975, 289-294)coincide con McNeil en que de las mujeres en los programas de la noche y de
el movimiento feminista es en gran parte ignorado las horas de m á s auditorio en la televisión.
por el drama televisado. Miles (1975) sehala tam-
biCn el escaso número de mujeres no estereotipa- 3. Melodramas
das que aparecen en los programas dramaticos de
la televisión. U n estudio descriptivo de la mues- El auditorio de los melodramas está compuesto
tra de programas reveló que las mujeres eran tra- predominantemente de mujeres adultas, en su m a -
tadas como objetos sexuales, sometidos al hombre yoría amas de casa y que, por lo tanto, pueden
y al que tienen que servir sin perjuicio de estar mirar la televisión durante el dia (Katzman, 1972).
colocadas en un pedestal y representadas en pape- L a región geográfica, el grado de urbanización, el
les estereotipados de esposas o de víctimas salva- nivel de ingresos y el tamaño de la familia están
das por el hombre. E n los pocos programas que relacionados con la posibilidad de mirar una serie
representan mujeres librepensadoras e inteligen- durante el dia. El televidente típico es una mujer
tes, se ponen en ridículo sus personalidades y sus del sur o del centro-oeste de una familia numerosa
acciones. E n los programas de 1973-1974 sólo de bajos ingresos. El número de minutos diarios

26
de emisión de melodramas ha aumentado constan- mayor deterioraci6n de la situaci611 del empleo
temente desde 1967. C o m o el número de familias en las mujeres que en los hombres;
que mira la televisi6n ha aumentado asimismo, la - la acci6n principal en los melodramas consiste
cantidad de tiempo dedicado a mirar las series en conversaciones, casi siempre entre hombres
diurnas tambien ha aumentado, y mujeres (Katzman, 1972). Los temas de con-
El mundo representado en los melodramas e s versaci611 son principalmente el amor, las rela-
tá poblado por hombres y mujeres adultos en nú- ciones interpersonales y los problemas perso-
mero casi igual (Katzman,1972). Los hombres nales. C o m o lo personal se considera tïpica-
aparecen por lo común en papeles profesionales y mente la esfera femenina, no es sorprendente la
las mujeres funcionan como sus esposas o amigas, gran visibilidad de las mujeres en los melo-
secretarias o auxiliares. L a principal actividad dramas;
de estos personajes consiste en conversar en un - los melodramas presentan una clara dicotomia
ambiente interior. Los principales temas de con- entre el "bien" y el "mal" (Weibel, 1977). Aun-
versación son, por orden descendente, los nego- que tanto los hombres como las mujeres pueden
cios y las trivialidades, los asuntos familiares, ser buenos o malos, el "mal" está generalmente
las relaciones románticas y los problemas de sa- asociado a rasgos tradicionalmente masculinos
lud. E n las interacciones, los hombres tienden a tales c o m o la dedicaci611 excesiva al trabajo, el
emparejarse con las mujeres. Los hombres sue- abandono de la familia, la infidelidad y el egois-
len estar, o haber estado, casados con menos fre- mo. El "bien" está relacionado con caracterïs-
cuencia que las mujeres. El mundo del melodra- ticas convencionalmente femeninas tales como
m a es el de la clase media con los valores de esta el amor, la piedad, la lealtad a la familia, la
clase, que está un escalón por encima del nivel disposici6n a sacrificarse y a sufrir por otros,
del televidente tipico, pero no tan alejado que im- el deseo de tener hijos y la asexualidad; el sexo
pida la identificación. Los personajes y los temas sólo interviene cuando están enamoradas (Weibel,
suelen ser realistas. Según Katzman, debido a 1977). El anAlisis de Downing revela tambiCn
este realismo, los melodramas tienen un gran que las mujeres suelen representarse como m o -
efecto potencial en las actitudes y la conducta de ralmente buenas. El objetivo de la mujer es la
los telespectadores, que en gran parte están toda- felicidad de su familia.
vía sin explorar. A base de estos rasgos presentados por las
D e este esbozo descriptivo se desprenden va- mujeres de los melodramas, de su gran visibilidad
rias pautas con respecto a la representación de y de su posición respetadas en la familia y en la
las mujeres: estructura social, Downing (1974)llega a la con-
- la proporci6n casi igual de personajes masculi- clusi6n de que los melodramas representan a las
nos y femeninos en los melodramas contrasta mujeres como seres humanos reales y como los
fuertemente con la preponderancia de hombres m á s dignos de emulaci611 entre todos los persona-
en los dramas de acción y aventura, mientras jes dramáticos que aparecen en la televisión. Aun-
que las comedias de enredo son comparables a que su representación en los melodramas parece
las series diurnas en este aspecto; reflejar actitudes m á s positivas hacia las mujeres
- la ocupación predominante de las mujeres es la y m i s realismo que las imágenes femeninas pro-
de a m a de casa, mientras que la mayoría de yectadas en otros tipos de contenido televisivo,al-
los personajes masculinos son profesionales gunas dimensiones de la mujer de las series diur-
-
(Katzman, 1972 Downing, 1974). Sin embargo, nas siguen reflejando conceptos y conductas con-
Downing (1974)ha observado que, en relación vencionales de la mujer. Las mujeres de las
con la situación real del empleo, las series diur- series televisadas son casi siempre j6venes y
nas representan ligeramente por exceso a los atractivas. L a buena apariencia uniforme de las
profesionales femeninos, pero exageran fuerte- mujeres representadas y sus hogares inmaculados.
mente la proporción de profesionales masculi- así como la mayor insistencia en el papel matri-
nos. Tanto en los hombres como en las muje- monial de la mujer y profesional del hombre, re-
res, las carreras y los empleos están subordi- velan una persistencia de la divisi611 de los papeles
nados a la vida familiar y a las relaciones per- por sexos: las mujeres se preocupan de su aspec-
sonales de la máxima importancia (Weibel,1977); to y están orientadas hacia el hogar, mientras que
- el matrimonio es un factor m á s esencial para el mundo del trabajo está reservado al hombre.
identificar a las mujeres que a los hombres, Turow (1974)ha demostrado que el hecho de que
mientras que la situación profesional es m 6 s las mujeres aparezcan casi en el m i s m o número
importante para los hombres (Katzman, 1972 - que los hombres y que los personajes femeninos
Downing, 1974); ocupen una posici6n m á s central en comparación
- en lo que se refiere al aspecto físico y a la po- con el drama nocturno no garantiza la ausencia de
sición social, la gran mayoría de los personajes estereotipos sexuales, como sugiere Downing. U n
son atractivos, están bien aseados y pertenecen análisis de las interacciones mujer-hombre en
a la clase media. Según las observaciones de terminos de consejo y orden entre los sexos indicó
Downing (1974), las mujeres suelen ser m á s jÓ- que en los melodramas, lo mismo que en los dra-
venes que los hombres y la edad produce una m a s nocturnos, los hombres controlan la acci6n.

27
Los hombres formulan el 56% de todos los conse- estereotipada. E n la medida en que influye en la
jos y las Órdenes de las presentaciones diurnas. percepci6n del papel de los sexos por los niños, la
L a mayor parte de las órdenes correspondían a televisión refuerza el status quo. Este esbozo bá-
materias "neutras", es decir, ni "masculinas" (ne- sico del perfil femenino reflejado en los programas
gocios, delitos, ley, etc. ) ni "femeninas" (amor, infantiles muestra una fuerte semejanza con las
familia, problemas personales, etc. ). Aparte de tendencias de la representaci6n femenina en los
la predominancia de las órdenes del hombre sobre program as dramáticos:
materias neutras, el mantenimiento del control - las mujeres están numbricamente subrepresen-
masculino en los melodramas m á s "femeninos" es- tadas. Aunque las proporciones indicadas entre
tá reforzado por la importancia del medico,que es hombres y mujeres varían, todos los documentos
la ocupación masculina representada con m á s fre- disponibles sobre los programas infantiles de la
cuencia. L a formación medica parece facultar al televisión comercial revelan una preponderancia
hombre para dar órdenes a la mujer sobre temas de los personajes masculinos. Busby (1974)es-
típicamente "femeninos". Los m Bdicos daban el pecifica la aparici6n en función de la importancia
7oV0 de las órdenes masculinas sobre temas "feme- de los papeles. Los hombres sobrepasaban a las
ninos". Aunque en comparación con el drama de mujeres tanto en los papeles principales como
las horas de mayor auditorio, los melodramas secundarios en las proporciones de 2,5 a 1 y de
muestran un cambio en la proporción de mujeres y 4 a 1 respectivamente;
en la posición central de Cstas, la representación - las mujeres aparecían predominantemente en pa-
del papel sexual y los estereotipos no son realmerr peles matrimoniales y domCsticos. En la mues-
te distintos según Turow. Los dramas televisados, tra de programas infantiles analizada por Long
tanto en las horas del día como de la noche, fun- y Simon (1974), la mayoría de las mujeres esta-
cionan de manera que minimizan las posibilidades ban casadas. Ninguna de las mujeres casadas
de la mujer para desplegar conocimientos superio- tenía una ocupación fuera del hogar, mientras
res a los del hombre y compartimentalizan los sec- que la mayor parte de las solteras tenían un e m -
tores en los que se permite a la mujer ser inteli- pleo retribuido. Sin embargo, tanto si estaban
gente con arreglo a las pautas tradicionales. De casadas como si no y empleadas o no, las muje-
esta manera, según señala Turow, las normas res estaban casi invariablemente representadas
culturales básicas permanecen indiscutidas, al en papeles de a m a de casa y de madre;
mismo tiempo que se satisface el deseo del audi- - un estudio de la división del trabajo en el hogar
torio predominantemente femenino de ver repre- reveló que las mujeres estaban encargadas de
sentadas a mujeres en papeles centrales. las faenas domesticas rutinarias y del cuidadode
los niños, mientras que los hombres realizaban
4. Programas infantiles las tareas de jardinería y los trabajos menos ru-
tinarios de mantenimiento del hogar (Busby,
E n la medida en que la televisión tiene una influen- 1974). Los hombres tambien tenían mucho m á s
cia socializadora sobre las creencias, las actitu- tiempo libre disponible para el recreo, el de-
des y la conducta de su auditorio, los estudios so- porte y las actividades con sus hijos. E n la
bre los conceptos relativos al papel de los sexos muestra de programas infantiles analizada por
transmitidos en los programas dirigidos a los ni- Long y Simon (1974), todos los personajes feme-
ños son sumamente interesantes. Una compara- ninos estaban encargados de hacer todo el traba-
ción de los programas infantiles con otros tipos de jo domestico;
contenido televisivo reveló que los primeros tien- - el número de personajes masculinos identifica-
den a estar orientados de una manera m á s sexista dos con ocupaciones es superior al de persona-
que la muestra total de los programas públicos y jes femeninos. Cantor (1973)señala que el 25%
comerciales analizada (O'Kelly,1974). Los pro- de las mujeres estaban empleadas en compara-
gramas infantiles de televisión favorecen fuerte- ción con el 6OY0 de los hombres. Busby (1974)
mente a los hombres (blancos)en cuanto al número encontró que la gama de ocupaciones desempe-
de personajes representados (85% de hombres fren- ñada por los hombres era mucho m á s amplia que
te a 15% de mujeres). Los hombres adultos no sÓ- la desempeñada por las mujeres, que en su m a -
lo aparecen con m á s frecuencia que las mujeres yor parte realizaban tareas modestas y tradicio-
adultas, sino que la gama de las ocupaciones que nalmente femeninas. Según Busby, la represen-
desempeñan es mucho m á s amplia que la de las tación profesional en la televisión infantil no
mujeres. Las mujeres suelen estar representadas refleja la situación real del empleo de las muje-
en papeles parentales y matrimoniales con m á s res ni en cantidad ni en variedad de ocupaciones,
frecuencia que los hombres. L o s niños tambien mientras que refleja fielmente el empleo de los
aparecen m á s frecuentemente que las niñas, pero hombres en la vida real. El estudio realizado
menos que los adultos, hombres o mujeres. A ba- por OfKellyy Bloomquist (1976)revel6 tambibn
se de estas observaciones, OfKelly(1974)llega a la representación de las mujeres en ocupaciones
la conclusión de que, a pesar de la crítica femi- tradicionalmente femeninas;
nista, la televisión sigue representando a las - tanto en el hogar como en la sociedad,los h o m -
mujeres y a los hombres de una manera m u y bres ocupan posiciones de autoridad mientras que

28
las mujeres rara vez aparecen en esas posicio- mientras que las mujeres estaban representadas
nes (Busby, 1974). E n los programas examina- predominantemente como seres pasivos, cuyas ac-
dos por Long y Simon (1974), casi todas las m u - tividades primarias giraban en torno al matrimo-
jeres casadas estaban representadas en posicio- nio y al hogar. Aunque el estudio indicó que
nes de deferencia a sus maridos. Ninguna mujer "Sesame Street" constituye un intento serio de eli-
estaba representada en posiciones de autoridad minar los estereotipos etnicos y raciales, esos
ni en el hogar ni en el trabajo; esfuerzos permanecen limitados a las imágenes
- las mujeres aparecen tambien como objetos se- masculinas. Cathey-Calvert llega a la conclusión
xuales cuyos cuerpos y aspectos están sujetos a de que las mujeres de todos los grupos raciales si-
evaluación por el hombre (Long and Simon,1974). guen representadas en conductas y actividades es-
Los personajes femeninos representados en la tereotipadas. L a encuesta realizada por un grupo
televisi6n estaban m u y preocupados por su pro- de trabajo sobre las mujeres en la televisión públi-
pio aspecto, asi como por el de sus familias y ca de la Corporation for Public Broadcasting (CPB)
sus hogares. Long y Simon señalan que la re- (Cantor, 1976) revel6 tendencias similares en una
presentación fisica de las mujeres es notable- muestra de programas infantiles que incluía tam-
mente uniforme: con pocas excepciones, las bien "Sesame Street". Ni el número de personajes
mujeres son jóvenes, están bien vestidas y son femeninos ni la variedad de ocupaciones en las que
atractivas, en oposición a la gran variedad de aparecian reflejaban la participaci6n real de las
aspectos físicos de los personajes masculinos. mujeres en la fuerza laboral. E n consecuencia,se '
El análisis de Busby (1974) reveló tam bien el a s llegó a la conclusión de que la escasa frecuencia
pecto físico y ágil que presentan uniform e m ente de personajes femeninos y la estrecha gama de pa-
las mujeres cualquiera que sea su estado matri- peles profesionales que desem penaban no ofrecían
monial. El matrimonio parecía afectar al fisico suficientes modelos positivos de papeles para alen-
de los hombres de una manera diferente. Los tar a los telespectadores femeninos a darse cuenta
hombres casados tenían invariablemente un ex- de sus posibilidades. Dohrman (1975)encontr6
ceso de peso y un fisico poco atractivo en oposi- también que los seres masculinos (humanos, ani-
ción a los hombres solteros físicamente atracti- males o no humanos) predominaban numhricamente
vos y a las mujeres; en los programas infantiles de televisit~n,consti-
- se representa a las mujeres como seres depen- tuyendo las tres cuartas partes de la población re-
dientes y d6biles, mientras que se atribuye a los presentada. Además exclusivamente los hombres
hombres rasgos de personalidad generalmente representaban el papel dirigente de moderador y
asociados con la independencia y el vigor (Busby, la mayor parte de los papeles principales, asï co-
1974). Del estudio de Busby emergen tres per- m o casi todas las voces invisibles. No sólo el nú-
files de personalidad: las mujeres, los heroes mero de hombres con respecto al de mujeres era
(solteros)y los maridos. Los hombres casados m u y desproporcionado, sino que los modos de con-
tenían distinto aspecto físico y rasgos de perso- ducta asignados a los primeros difería significati-
nalidad (menos inteligentes, menos enterados, vamente de los asignados a la segunda. El analisis
etc,)que los hbroes confiados en sí m i s m o y de las conductas de los personajes en la televisión
audaces, pero ambos grupos de hombres se pa- infantil reveló una fuerte relación general entre el
recían m5.s entre sí que el grupo de mujeres. genero masculino y el dominio activo, así comoen-
Long y Simon (1974) resumen la imagen general tre el genero femenino y la dependencia pasiva.
de las mujeres en la televisión infantil como la Las interacciones hombre-mujer mostraban gene-
de unos seres dependientes y emocionales. ralmente una pauta de sujeto masculino-objeto fe-
L a televisión comercial dirigida a los niños menino. L a distribuci6n de los personajes por
refleja así los conceptos tradicionales sobre la na- edades reveló que el hombre adulto era el m á s vi-
turaleza, el papel y el lugar en la sociedad de las sible, seguido por el nino y por la mujer adulta
mujeres. Se define a estas como seres orientados casi con el mismo grado de visibilidad. L a fre-
fundam entalm ente hacia el hogar y la familia y de- cuencia de aparición de las ninas era la m 4 s pe-
pendientes del hombre para su seguridad, protec- queña. L a proporci6n de mujeres entre todos los
ción y apoyo económico. personajes era del 2470. Una inspección m á s dete-
L a televisión pública emite programas educa- nida de la representaci6n de los hombres y las
tivos para los niños que son altamente apreciados mujeres de los diversos grupos étnicos y raciales
por su calidad y su carácter progresivo. Sin e m - representados en la muestra ofrece una perspec-
bargo, los conceptos en que se basa la represen- tiva diferente de las mujeres en la televisión. Se-
tación del papel de los sexos en la televisión públi- gún Dohrman, la proporcidn de mujeres entre los
ca es tan anticuado como los que se reflejan en la personajes s610 era una minoría entre los indios
televisión comercial. U n anAlisis secuencia por americanos, los puertorriqueños y los orientales,
secuencia de un episodio de "Sesame Street" ele- que representan los grupos minoritarios menos
gido al azar revel6 que la representación de las reconocidos en la vida real. El investigador in-
mujeres seguia siendo estereotipada (Cathey- terpreta la predominancia de las mujeres en las
Calvert). Los hombres dominaban la parte visual minorías de condición inferior como el reflejo de
y especialmente la parte auditiva del programa, una identificación simbólica de la feminidad con

29
características tradicionalmente asociadas a esos 2. Proaramas dramáticos
grupos minoritarios. Según Dohrman, las conse-
cuencias de este perfil de los generos en los pro- Los resultados del análisis de los programas dra-
gramas infantiles de televisión se aplica tanto a la máticos emitidos por la televisión alemana coinci-
televisión pública como a la comercial. L a expo- den con las tendencias generales de la represen-
sición a la dominancia y al poder persistentes de tación de la mujer en la televisión norteamericana
los modelos masculinos, tanto adultos como niños, (X,KUchenhoff, 1975). Esta coincidencia no puede
de la televisión socializa al telespectador infantil sorprender teniendo en cuenta que casi la mitad de
masculino para aceptar y apreciar la posición do- los programas de la televisión alemana son impor-
minante del hombre en la sociedad, mientras que tados y que las producciones dramáticas norte-
la telespectadora infantil, que está constantemen- americanas constituyen la mayor parte de esas
te enfrentada con modelos femeninos que desem- importaciones. L a pauta reiterada de la invisibi-
peñan papeles secundarios y están sometidos a la lidad fem enina reaparece en los dramas televisa-
autoridad del hombre, aprende a aceptar el rango dos. E n comparación con los hombres, las mujeres
social disminuido de las mujeres (Dohrman,1975). están numericam ente subrepresentadas y rara vez
Los estereotipos del papel sexual inherentes a to- aparecen como figuras centrales. Los hombres
do el contenido de la televisión dirigida a los niños acaparan los papeles de personajes dominantes,
son especialmente influyentes en el caso de la te- activos y centrales. Los papeles de a m a de casa
levisión educativa. Según Dohrman, como se con- o de madre son una de las dos imágenes femeninas
sidera que estos programas son los que tienen predominantes. Sin embargo, están subordinadas
mejor contenido en la televisión infantil, sus re- cuantitativamente a la imagen de la mujer joven,
presentaciones del papel de los sexos están rodea- soltera, independiente, bella y sexualmente atrac-
das de un halo de autoridad. tiva. Aunque los investigadores interpretan esta
observación como una contradicción con la hipóte-
b) Europa Occidental sis general de que la televisión representa predo-
minantemente a las mujeres en papeles domBsticos
Sólo existen dos estudios sobre la representación y maternales, la divergencia con otros datos de la
de las mujeres en la televisión alemana (República investigación es secundaria y puede probablemente
Federal de Alemania) y en la británica respectiva- atribuirse sobre todo a los procedimientos de co-
-
mente (X,KUchenhoff, 1975 Koerber, 1977). dificación y clasificación. E n los estudios norte-
Ambos son dos encuestas generales que analizan americanos, la proporción de las mujeres que
varios tipos de programas. Mientras que el estu- podían identificarse como casadas se situaba al-
dio británico es m á s descriptivo y tiene una peque- rededor del 50%. El 35% de todas las mujeres
ña base empírica, el estudio alemán ofrece exten- representadas en los dramas de la televisión ale-
sos datos e m piricos que ilustran las tendencias mana eran casadas, el 4570 solteras, el 13yO viudas
generales de la representación del papel de los y el resto indeterminadas. Además de la mayor
sexos en la televisión alemana. especificidad de las categorías de clasificación con
respecto al estado matrimonial, el informe alemán
1. Emisiones de noticias basa su conclusión en una comparación con las es-
tadísticas reales sobre el estado matrimonial de
E n com paración con otros tipos de programas,las las mujeres en los dos grupos de edad que inclu-
mujeres son menos visibles en las emisiones de yen a la mayoría de las mujeres representadas.
noticias lo m i s m o como periodistas que como pro- E n el grupo de edad de 19-25 anos, el 7370 de los
tagonistas (X,Kuchenhoff, 1975). L a proporción personales femeninos representados eran mujeres
de mujeres en papeles de protagonistas era del solteras, mientras que en el grupo de 26-35 años
5,2% en la ARD 1) y el 6 ,670en la ZDF 2). El 5,970 el 4670no estaban casadas. E n realidad, el 85, 370
(ARD)y el 3,1% (ZDF)respectivamente de los de las mujeres alemanas de 19 a 35 anos están ca-
corresponsales de televisión eran mujeres. Ade- sadas. Aunque esas mujeres jóvenes y solteras
m á s , la aparición de las mujeres estaba limitada de la televisión eran m á s activas y m á s liberales
a las esferas tradicionalmente femeninas como las en sus relaciones con los hombres, mostraban una
noticias relacionadas con la salud y con la familia. orientaci6n básica hacia el matrimonio como Últi-
Según el informe, la posición de autoridad del m o objetivo. Otra indicación de la importancia
hombre en las noticias de la televisión, que están secundaria de la imagen de a m a de casa o madre
fuertemente centradas en la política, es un reflejo es la observación de que rara vez se representa a
exacto de la dominancia del hombre en la vida pÚ- las mujeres desempeñando realmente tareas do-
blica. Koerber (1977) sólo examin6 la participa- mesticas o maternales. Por otra parte, tam bien
ción de las mujeres en los reportajes y en la pre-
sentación de las noticias. Sus cifras, basadas en
la observación durante una semana de los progra- 1) Primer programa de televisión de la RepÚ-
m a s de noticias y asuntos públicos de la BBC y la blica Federal de Alemania.
ITV, indican una grave subrepresentación de las 2) Segundo programa de televisión de la Repú-
mujeres en esos papeles. blica Federal de Alemania.

30
se representa rara vez a las mujeres en sus e m - los resultados generales relativos a la represen-
pleos, aunque el 40% de los personajes femeninos tación del papel de los sexos. Las mujeres apare-
estaban identificados con ocupaciones. L a mitad cían en pequefío número. Tambibn estaban cuali-
de las mujeres empleadas desempeñaban empleos tativamente subrepresentadas y aparecían como
tradicionalmente femeninos. Eran pocas las que auxiliares o subordinados de los hombres o como
trabajaban en las posiciones liberales, en la direc- meras presencias físicas. Esto llevó al grupo in-
ci6n o en tareas de elevada categoría. Las muje- vestigador a la conclusi6n de que las mujeres apa-
res casadas estaban empleadas con menos frecuew recían simplemente en la televisión, mientras que
cia que las solteras. Estos datos confirman las los hombres eran los actores. El hecho de que las
conclusiones de McNeil (vbasem á s arriba) según mujeres fueran principalmente pasivas en las in-
las cuales a) las mujeres empleadas aparecen en teracciones verbales con los hombres que partici-
ocupaciones tradicionalmente femeninas con poca paban activam ente refuerza esta conclusi6n. Sin
categoría o autoridad, y b) las mujeres de la tele- embargo, los temas dominantes de los debates per-
visibn están m á s orientadas personalmente y m e - tenecían a la esfera tradicional femenina de pro-
nos profesionalmente. blemas personales, a las relaciones hombre-mujer
El estudio alemán reveló tambibn que las m u - y a los sentimientos inherentes a estas relaciones.
jeres aparecen primordialmente en la televisión en Además de ser m P s activos en la comunicaci6n
un contexto social estrecho de relaciones interper- verbal, los hombres tendían a buscar m 8 s contacto
sonales. Al parecer, los papeles profesionales físico que las mujeres por conducto de los cauces
s610 se asignan con el prop6sito de identificar la socialmente convencionales. No se examinaban los
posici6n social de las mujeres. C o m o las mujeres problemas de la mujer, definidos como los que
apenas están representadas en papeles domesticos afectan a la posición social y a la liberaci6n de las
o profesionales, los investigadores llegan a la con- mujeres. Mientras que las actividades profesiona-
clusión de que en los dramas televisados faltan en les de los hombres eran un tema frecuente de con-
general los papeles femeninos. Por consiguiente, versaci6n, la esfera primordial de acci6n de las
las mujeres de la televisión son ante todo figuras mujeres, es decir, el hogar y los hijos era engran
atractivas disponibles para las aventuras y las re- parte ignorada. E n consecuencia, los programas
laciones románticas. Mientras que el análisis de de debates reflejan claramente la divisi6n funda-
Koerber (1977) revel6 que en los programas re- mental del papel de los sexos y predominante en la
creativos ligeros, los hombres activos, audaces y sociedad. Los hombres aparecen como actores
victoriosos dominaban a mujeres maltratadas, su- principales orientados hacia el mundo exterior.
bordinadas, ridículas o simplemente simb6licas, Las mujeres están representadas como seres pa-
los dramas televisados mostraban un claro cambio sivos y emotivos que sirven de auxiliares al h o m -
en favor de las mujeres. E s mayor el número de bre o como objetos decorativos para los ojos m a s -
programas escritos por mujeres que representan culinos. Aunque las pruebas no ofrecen una imagen
a mujeres y, como consecuencia, ofrecen una pers- femenina claramente delineada, el inform e llega a
pectiva femenina de la vida de las mujeres. E n la conclusión de que los programas de debates re-
particular, los tan menospreciados melodramas presentan claramente a las mujeres de distinto
están cambiando según Koerber hacia una repre- modo que a los hombres. Koerber (1977) expresa
sentacidn m á s realista de las mujeres y de sus su evaluaci6n de la representaci6n de la mujer en
problemas en la sociedad contemporánea. Se ha los debates emitidos por la televisión británica en
citado "Coronation Street" como una ilustración de terminos similares. Los debates televisados es-
la nueva tendencia. AdemAs de presentar un cua- tán moderados por hombres, que tratan a las invi-
dro realista de las mujeres y de los conflictos en- tadas de un modo diferente que a los invitados. L a
tre los sexos, este programa, producido por una autora señala que en los programas de preguntas
mujer, se aparta m á s del mundo estereotipado de y de tablero las mujeres están representadas como
la televisión por representar gente de la clase tra- personalidades atractivas.
bajadora. E n general, los programas de televisión
están fuertemente inclinados en favor del modo de 4. Programas de informaci611 en forma
vida de la clase media, como lo demostr6 el aná- de revistas de actualidad
lisis de las producciones dramáticas de la televi-
si6n alemana (X,Kuchenhoff, 1975) y otros estu- Esta expresión designa todos los programas infor-
dios examinados m á s arriba. mativos y documentales con exclusión de las noti-
cias y de los deportes, así como los reportajes
3. Programas de preguntas, programas sobre la naturaleza y la vida animal. El análisis
musicales y debates de estos programas constituye la parte final de la
encuesta general sobre los programas de la tele-
E n general, este tipo de contenido televisivo no ha visión alemana (X,Kuchenhoff, 1975). El tema de
sido un tema central de estudio. L a parte de la la investigación era triple: el tratamiento de los
encuesta sobre los programas de la televisi6n ale- problemas de la mujer, la aparici6n de las muje-
mana (X,Ktlchenhoff, 1975) dedicada a este tipo res como protagonistas de las noticias y la pre-
de producciones indic6 una notable semejanza con sencia de reporteros, entrevistadores, narradores

33
y moderadores femeninos. Igual que en los pro- que dan lugar a falsas esperanzas y a escalas de
gramas de preguntas y de debates, las mujeres valores deformadas. Los programas generales de
aparecían sobre todo como objetos bellos, como lo la televisión no se describen en función de la re-
demuestra su preponderancia en papeles de anun- presentación del papel de los sexos, sino única-
ciadores y modelos y la poca frecuencia con que mente atendiendo a su importancia para reflejar y
aparecen como reporteros, entrevistadores y pro- producir normas y pautas de conducta de efectos
tagonistas de noticias. E n un cuarto de la mues- imprevisibles. Esta evaluación de la influencia
tra de programas, las mujeres faltaban completa- potencial de la televisión refleja la apreciación ge-
mente de las partes auditivas y visuales. E n pape- neral que se desprende del conjunto de los mate-
les de protagonistas eran representadas como riales de investigación relativos a este medio de
víctimas pasivas, en funciones de servicios o como comunicaci6n y explica en gran parte el enfoque de
meros objetos decorativos, Los políticos, los ex- la investigación en favor de la televisión.
pertos y las personas entendidas que aparecían en
las noticias rara vez eran mujeres. Los periodis- Conclusión
tas y los protagonistas femeninos aparecían sobre
todo en programas relativos a problemas tradicio- L a investigaci611de la representación del papel de
nalmente femeninos tales como asuntos domésticos, los sexos en el contenido de la televisión se debe
educación, cuidado de los niños y arte, que figura- primordialmente al convencimiento de que este me-
ban en el Último lugar de la jerarquía de categorías dio de comunicación influye fuertemente en el m o -
de noticias. Las noticias sobre problemas femeni- delado de las percepciones, las actitudes y la con-
nos eran raras y estaban tratadas, con frecuencia ducta del público. Aunque no se han demostrado
por hombres, de una manera abstracta, aislada y de una manera concluyente los efectos sobre la
personalizada. Este tratamiento, según señala el conducta, la influencia de la televisión sobre la
grupo de investigadores, no permite a los espec- percepci6n de la realidad se ha comprobado aunque
tadores femeninos identificarse con los problemas en una medida limitada. E n la medida en que los
que se examinan. C o m o su efecto no se limita a lo programas de televisión ofrecen información y re-
que presenta sino que se extiende tambikn a lo que flejan los papeles de los sexos en la vida real, su
omite, la televisión, según las conclusiones del representación de las mujeres es inexacta y defor-
informe, no sólo refuerza la división tradicional mada. Aparte de algunos pequeños cambios posi-
del papel de los sexos en la sociedad sino que di- tivos en los programas para las mujeres y algunas
suade tambiCn de examinar la liberación de la tendencias ya decrecientes en las producciones
mujer. dramáticas, todos los tipos de programas de tele-
visión presentan en grados variables una imagen
c) América Latina sumamente estereotipada de las mujeres que com -
plementa a una imagen no menos estereotipada de
L a conferencia de 1977 de la CIM sobre las muje- los hombres. Los programas de noticias ignoran
res y los medios de comunicación definió a la te- en gran parte la participaci611 de las mujeres en
levisión como un medio de gran influencia cualita- la sociedad, como lo demuestra la escasa visibili-
tiva y, por lo tanto, sumamente importante, sobre dad de las mujeres c o m o periodistas y protagonis-
las actitudes y la conducta de los telespectadores. tas y el tratamiento discriminatorio de los proble-
Las conclusiones recogidas en la resolución se m a s femeninos. Los programas recreativos de
refieren a los programas para las mujeres y a los todos los tipos de formato subrayan la imagen dua-
melodramas como contenido televisivo dirigido es- lista de la mujer como objeto decorativo y como
pecificamente a las mujeres, así como a los pro- persona pasiva, orientada hacia el hogar y el ma.-
gramas generales de la televisión. Con respecto trimonio, subordinada al hombre y dependiente del
a los programas para las mujeres, se señaló que apoyo económico, emotivo y fisico de éste. Este
su contenido muestra un progreso en la proyección reflejo consecuente de los conceptos tradicionales
de una imagen femenina concordante con la reali- sobre la naturaleza y el papel de las mujeres está
dad. C o m o no se exponen en la resolución las además reforzado por la ausencia casi total de
pruebas en las que se basa esa observación y no otros modelos de papeles que contrarresten el es-
se dispone de datos adicionales sobre los progra- tereotipo. L a exclusión, o en el mejor de los ca-
m a s para las mujeres, es imposible una evaluación sos, la aparición simb6lica de otras imágenes fe-
comparativa y una verificación de este cambio po- meninas transmite el mensaje de que la imagen
sitivo. L a evaluación de los melodramas en el in- tradicional dominante es la correcta. Esta pauta
forme de la CIM es m 5 s claramente negativo de lo de representación de las mujeres en la televisión
que hace pensar el conjunto de los materiales de es particularmente pronunciada en los programas
investigación. Aunque varios estudios indican una infantiles, incluidos los considerados como de
representación m á s positiva de las mujeres en las mejor calidad. E n la medida en que la televisión
series diurnas comparadas con otros tipos de pro- influye en la percepci6n del papel de los sexos por
gramas, el seminario de la CIM asegura firme- su auditorio, socializa a los niiios a aceptar el
mente que las mujeres están representadas en los papel dominante de los hombres y la posición se-
melodramas como seres completamente alienados, cundaria de las mujeres en la sociedad en general

32
y en el microcosmos familiar en particular. L a pero se les ha reprochado que no han formulado
televisi611 enseña a los hombres y las mujeres adul- una teoría fundamental de cómo el cine c o m o m e -
tos que la divisi6n predominante del papel de los dio de comunicaci6n produce imágenes significati-
sexos es adecuada y en definitiva satisfactoria. vas. L a comunicaci6n de la ideología tiene lugar
esencialmente en el plano formal, en el lenguaje
3. Imágenes de las mujeres en el cine visual del cine. E n consecuencia, el análisis fe-
minista debe abarcar tanto el estilo visual c o m o el
El surgimiento y desarrollo del movimiento femi- narrativo y la interacci6n entre ambos. C o m o no
nista en la Última decada ha despertado considera- existe todavía un vocabulario uniforme para descri-
ble interes en los críticos y los historiadores del bir el lenguaje visual cinemático, y teniendo en
cine por las imágenes pasadas y contemporáneas cuenta que el estilo narrativo ha precedido al esti-
de las mujeres en el cine. Aunque las contribucio- lo visual en el cine de Hollywood (Place and
nes de las mujeres a la proyecci6n cinematográfica Burston, 1976), los análisis de Haskell, Mellen y
han estado notoriamente ausentes de la historia Rosen están centrados Únicamente en el lenguaje
escrita del cine, es significativo que los intentos cinematográficonarrativo. Aunque la crítica an-
recientes para docum entar los papeles femeninos terior disminuye algo su valor, estos estudios cons-
en el cine hayan sido hechos por mujeres. Johnston tituyen importantes fuentes de documentaci6n so-
(Screen,1975)interpreta este fen6meno como unre- bre la representaci6n de las mujeres en el cine del
flejo de la intervención creciente que están tratan- pasado y del presente. E n nuestro examen se in-
do de hacer las mujeres en la industria cinemato- cluyen otros dos estudios sobre las imágenes fe-
gráfica. Puesto que la producci6n Cinematográfica meninas en los medios de comunicaci6n, publica-
y las formas en que el cine produce lenguaje gr8- dos en 1977, que tratan de los papeles femeninos
fico están dominadas por los c6digos establecidos -
en el cine (Weibel, 1977 Brayfield, 1977). Una
por Hollywood (Johnston, Screen, 1975), las inter- sexta publicación examinada en nuestra encuesta
pretaciones del papel de las mujeres en el cine se (Adams and Laurikietis, 1976) forma parte de una
han centrado principalmente en la producci6n nor- colecci6n sobre la socializaci6n del papel de los
teamericana. Sin embargo, en los años 60 se ha sexos dirigida a los j6venes y a sus padres y pro-
observado un interCs creciente de los analistas ci- fesores.
nematográficos por el cine europeo. E n los años Todos los estudios antedichos se refieren a la
60, el efecto de la atracción creciente de la televi- industria cinematográfica de Europa Occidental y
sión sacudió el sistema de estudios y estrellas de Norteam Crica. Apenas hay materiales de investi-
Hollywood. C o m o consecuencia se redujo radical- gaci6n sobre las imágenes Cinematográficas de las
mente la producci6n de películas en Hollywood y mujeres en otras partes del mundo. L a documen-
con ello el número de papeles femeninos (Haskell, taci611 sobre la representacidn cinematográfica de
1973, 325). Mientras que los directores norte- las mujeres en Africa está limitada a un artículo
americanos de peliculas perdían cada vez m á s in- que estudia una muestra sumamente selectiva de
teres por representar a mujeres, las actrices películas que representan a las mujeres africanas
europeas dirigidas por eminentes directores y (Hall, 1977). Existen dos documentos sobre las
guionistas aumentaron de categoría. E n tres es- imágenes femeninas en el cine asiático: el libro
tudios de la dimensi6n de un libro publicados en de Joan Mellen sobre el cine japones (Mellen,1976)
1973 se analizan las imágenes de las mujeres pro- y el informe de un seminario publicado por el Press
yectadas por el cine europeo y norteamericano. Institute of India (1976) sobre la situaci611y la ima-
Las obras From Reverence to Rape; The Treat- gen de las mujeres indias en el cine. No existen
ment of W o m e n in the Movies de Molly Haskell y documentos de investigación sobre las imágenes
Popcorn Venus; W o m e n , Movies and the American cinematogrhficas de las mujeres en America Latina,
Dream de Marjorie Rosen documenta, decada a Oceania, Europa Oriental y la URSS.
decada, los papeles femeninos en la historia del
cine desde los arimeros alios hasta la actualidad. a) Norteamtrica y Europa Occidental
El tercer volumen, W o m e n and Their Sexuality in
the N e w Film de Joan Mellen analiza el tratamien- L a mayor parte de los estudios que hemos exami-
to de las mujeres en el cine contemporáneo. El nado presentan una perspectiva hist6rica de los
mérito de estos tres estudios se ha evaluado aten- papeles femeninos en el cine. Con la excepci6n de
diendo a sus contribuciones al establecimiento de Adams y Laurikietis (1976), Joan Mellen (1973)es
una teoría feminista coherente (Johnston, Screen, la Única autora que no examina las dkcadas suce-
-
1975 Place and Burston, 1976). Tanto el examen sivas de la producci6n cinematográfica. Sin e m -
de Johnston como el de Place y Burston subrayan bargo, su evaluaci6n de la representaci611de las
la necesidad de un enfoque feminista sistemático mujeres en el cine contemporáneo se basa en las
del cine que, a su juicio, debe ir m á s allá de una imágenes cinematográficas del pasado. C o m o lo
evaluación de los papeles de las mujeres en el ci- sugiere el título de la obra de Molly Haskell, From
ne desde el punto de vista femenino. Haskell, Reverance to Rape, las imágenes contemporáneas
Mellen y Rosen tiene el merito de haber intentado de las mujeres se caracterizan por una deteriora-
analizar la relaci6n entre el cine y la sociedad, ci6n general desde los alios 40. Las seis autoras

33
com parten la opinión de que la representación ci- a las mujeres como personajes fuertes capaces de
nematográfica de las mujeres no presenta ningún elegir el vacío de la soledad en vez de una relación
progreso genuino (Mellen, 1973, 27) y de que la no satisfactoria. Según Haskell, Bsto constituye
industria cinematográficano refleja la situación de un reflejo m á s sincero del "espíritu de la 6poca"
las mujeres de una manera constructiva o analiti- que la violencia escapista. Estas películas con
ca (Rosen, 1973, 341). Tanto Rosen como Haskell protagonistas femeninos demuestran que el amor
suscriben la teoría del cine como un espejo que re- sigue siendo el tema central en el "cine de la m u -
fleja las normas y los valores de la sociedad. E n jer", genero que según Haskell apareció y floreció
contraste con la fuerza creciente de las mujeres en los años 30 y 40. Por otra parte, tambikn re-
en la vida real, el cambio de sus papeles, unos e s velan que los intereses de la mujer son distintos
tilos de vida m á s productivos, su libertad sexual, de los del hombre, indicando así que la separación
la nueva mujer liberada, la mujer fuerte e inde- entre los sexos es m 8 s radical que nunca en la
pendiente y la mujer empleada no están represen- historia del cine. Otro cambio moderno es la apa-
tados en los papeles cinematográficos recientes. rición del h6roe "femenino", que constituye el ex-
Por el contrario, los papeles femeninos en el cine tremo opuesto del hombre supermacho (Haskell,
norteamericano son cada vez m á s triviales y la 1973). Desde un punto de vista feminista,el h o m -
mujer va siendo gradualmente relegada a la cate- bre que adopta las características tradicionalmen-
goría de objeto sexual. Otras dimensiones de su te asociadas a la conducta femenina es una evolu-
personalidad permanecen inexploradas. Las pe- ción positiva que contrarresta el estereotipo. Sin
lículas están primordialmente centradas en un sexo embargo, la androginia en el cine está asociada
clinico, exento de emoción, indiferente y alineado. exclusivamente al sexo masculino y ha logrado
E n realidad, la idea de la sexualidad parece cada apartar efectivamente a las mujeres de la indus-
vez menos relacionada con las mujeres. E n cam - tria cinematográfica, Tanto Haskell como Rosen
bio, el erotismo va ligado a la violencia y la se- atribuyen lo que ambas perciben como una degene-
xualidad femenina se asimila a la psicopatía (Rosen, ración de la imagen de la mujer en el cine a la in-
1973, 337-338). Molly Haskell mantiene una opi- fluencia de la televisión. Cuando la televisión
nión similar de las imágenes femeninas en el cine usurpó la funci6n del cine como principal medio
actual. Según esta autora, la degeneración de las recreativo de la familia, la producci6n cinemato-
imágenes cinematográficas de la mujer se mani- grafica de Hollywood disminuyó considerablemen-
fiesta en la celebración del poder masculino y del te dejando pocas oportunidades para las actrices.
machismo unidos a la violencia contra las mujeres, Según Rosen (1973), los directores y los estudios
en la explotación sexual de estas y en el enfoque se interesaron m á s por las f6rmulas para ganar
cinemática de mundos exclusivamente masculinos. dinero y los productos aceptables para el público
L a liberaci6n de las mujeres se asimila general- en general. L a televisión modificó tambi6n el ta-
mente en el cine a la exposición y a la respuesta maño y la composición del público cinematográfico.
sexual de las mujeres a los hombres que la rodean. El cine respondi6 desplazando su orientación hacia
L a privación sexual es la fuente principal de aflic- los jóvenes y los hombres, que se hicieron predo-
ción femenina en el cine, pero la insistencia en la minantes en el público cinematográfico.
satisfacción sexual orgasm ica como form a supre- Haskell añade otro elemento que afecta a la
m a y Única de felicitad expresa un punto de vista representación de las mujeres de una manera ne-
masculino. Además de la insistencia en el sexo y gativa: la intencionalidad, y a veces la franca
en la orientación hacia los hombres, el cine se misoginia de los directores de películas. C o m o el
centra en los jóvenes (Rosen, 1973, 345). C o m o cine se habia convertido esencialmente en el pro-
resultado de ello, las actrices de m á s edad se han ducto de una sola personalidad creadora, el direc-
visto prácticamente obligadas a retirarse. tor-guionista (generalmente un hombre), la imagen
U n fenómeno paralelo es el menosprecio ge- de la mujer en el cine estaba fundamentalmente
neral por el matrimonio y la maternidad expresado definida desde una perspectiva masculina. Joan
en el cine moderno. Haskell tambibn describe es- Mellen subraya en su trabajo el enfoque sociopolí-
te aspecto en su examen del protagonista masculi- tic0 de la representaci611 cinematográfica de las
no creado por los directores norteamericanosy mujeres. Su libro consiste en una colección de
británicos. El personaje masculino central de las ensayos autónomos ordenados, no alrededor de las
películas angloamericanas de los años 60 y 7 0 es dBcadas sucesivas de la historia del cine como en
un ser alienado, con frecuencia el alter ego del las obras de Haskell y Rosen, sino alrededor del
director, atormentado por las crueldades de la vi- trabajo de un determinado director, de una pelícu-
da moderna, con inclusión del matrimonio. L a la concreta o de un tema general. Los ensayos son
mujer es la fuerza maligna que intenta hacer vol- sumamente subjetivos e im presionistas y se deri-
ver al heroe a una sociedad hipócrita donde está van, como los estudios de Rosen y Haskell, de la
la fuente m i s m a de la alienación de este. Incluso "tradición dom inante de critica práctica basada en
en las representaciones m á s sinceras y compren- la reacción personal y la subjetividad" (Johnston,
sivas de las mujeres, éstas no pueden encontrar Screen, 1975). Aunque en el primer capítulo se
ninguna satisfacción fuera del idilio, el m atrim o- procura integrar los diversos ensayos, 6stos per-
nio y la maternidad. Ocasionalmente se representa manecen inconexos debido a la falta de un marco

34
teórico y político coherente (Place and Burston, películas que representen a las mujeres como se-
1976), Mellen (1973, 16) coincide con Haskell y res angustiados y vacilantes sin relacionar sus
Rosen en que el cine contemporáneo presenta a las personalidades con la estructura social sugieren
mujeres como "criaturas disminuidas". Igual que que tales rasgos son inherentes a la naturaleza fe-
las otras dos autoras, sitúa el punto culminante de menina. A diferencia de Mellen, que ve los mis-
la representación de las mujeres en las películas m o s mitos sobre las mujeres actuando en las pe-
en los años 40, cuando las condiciones de la gue- lículas europeas, Rosen (1973, 352) afirma que
rra y el "capitalismo en crisis" obligaron a las directores como Fellini, Truffaut y Bergman re-
mujeres a buscar una forma satisfactoria de vida presentan mujeres multidimensionales en vez de
independientemente del hombre o al menos en pie los tipos norteamericanos rígidamente categoriza-
de igualdad con el. Según Mellen, el cine actual no dos. Esta autora aprecia su enfoque de las muje-
ofrece por lo general imágenes de mujeres fuertes res, incluidas las relaciones de unas con otras,así
independientes. Aunque las mujeres aparecen hoy como su exploración de la mujer liberada que deci-
día con m á s fuerza y menos timidez, están repre- de su propia vida y su futuro, aunque esta decisi611
sentadas como seres emocionalmente vacios, des- signifique la soledad. Sin embargo, Rosen m a n -
integrados, alienados e insatisfechos. El mensaje tiene que las imágenes de mujeres libres satisfe-
transmitido por el cine contemporáneo es que la chas están tan ausentes de las películas europeas
libertad sexual separada del matrimonio deja va- como de las norteamericanas. Haskell impugna el
cias a las mujeres. Según Mellen, representando concepto m u y difundido de que las imágenes feme-
mujeres sexualmente liberadas pero insatisfechas, ninas del cine europeo son m á s progresivas y po-
el cine actual intenta capitalizar la nueva concien- sitivas que sus contrapartes norteamericanas. Esta
cia de las mujeres modernas apropiándosela. Al autora percibe dos tipos fundamentales de mujer en
m i s m o tiempo se subrayan la estabilidad del núcleo las películas europeas: la insatisfecha ytrágica en
familiar y los valores establecidos. Las mujeres oposición a la estúpida yfeliz. Aunque las películas
se definen en relación con el núcleo familiar, que europeas son incapaces de representar mujeres de
es la institución social central. Este concepto se acción o mujeres sin hombres, se considera que su
aplica a la sociedad y al cine tanto socialista como exploración de la personalidad sexual femenina es
capitalista que. se&n Mellen, están igualmente menos superficial que la del cine norteamericano.
regidos por ideas burguesas. El cine oficialmente Sin embargo, Haskell ve a las actrices en las que
controlado de los países socialistas sigue repre- llama películas europeas "superiores" com o crea-
sentando a las mujeres en posiciones subordinadas. ciones de sus directores masculinos, que reflejan
L a amenaza inherente a la representación de la las visiones de estos m á s que las suyas propias.
opresión y la explotación impide la representación Haskell, Rosen y Mellen consideran el hecho de
de mujeres liberadas en el cine de los países so- que participen pocas mujeres en los aspectos crea-
cialistas. Cuando las películas socialistas repre- tivos de la producción cinematográfica comercial
sentan excepcionalmente a mujeres participando como un factor importanteque contribuye ala repre-
en la lucha social, no se hace la distinción entre sentación deformada de las mujeres en el cine ac-
liberación social y liberación personal o psicoló- tual. Según Haskell,las Únicas peliculas que repre-
gica. Según Mellen, en el cine contemporáneo pre- sentan verdaderas mujeres se producenfuera de la
dominan dos imágenes de las mujeres: o bien están industria cinematográfica norteamericana,en la pr-
representadas como seres domesticos, protegidos ducción independiente, yen cierta medida en Europa.
y asexuales o como personas sexualmente libera- Aunque Mellen cree tam bien que deberíanentrar m á s
das. L a autora afirma que la imagen de la mujer mujeres en todos los aspectos de la industria cine-
domestica pasiva ha sido cada vez m á s sustituida matográfica, no da por supuesto que su mera pre-
por la de la mujer "disoluta". Esto concuerda con sencia garantizaría una representación m á s exacta
la observación de Haskell y Rosen de que las m u - de las mujeres. Incluso el enfoque en las mujeres
jeres están predominantemente representadas co- yen sus problemas no produciría nuevas imágenes
m o simbolos sexuales. L a insistencia en la mujer a menos que la personalidad femenina se relacione
c o m o objeto sexual está m á s patentemente refleja- con la experiencia de la mujer como miembro de
da en las películas pornográficas, que tienen tanto una determinada clase socialy de la sociedad. To-
Bxito. das las mujeres comparten las percepciones pred-
Tanto las películas europeas como norteame- minantes en la sociedad,incluida su visión de ellas
ricanas siguen presentando imágenes estereotipa- mismas, que son impuestas con ayuda de las insti-
das de las mujeres como víctimas pasivas y angus- tuciones socialesy socializadoras. Según Mellen,
tiadas, atrapadas en una cultura cuyas institucio- incluso las peliculas dirigidas yescritas por muje-
nes rara vez se presentan como el origen de las res representan la subordinación femenina, pues
personalidades femeninas deterioradas. Las imá- las directoras,lo mismoque sus colegas masculi-
genes m á s interesantes de las mujeres se encuen- nos se rigen por las normas predominantes en la
tran, aunque con poca frecuencia, en las películas industria cinematográfica y en la sociedad. Las po-
que relacionan la psicología femenina con la es- cas mujeres que trabajan en la industria cinema-
tructura de la sociedad, que condiciona a las muje- tográfica son capaces de percibir y representar lo
res en la creencia de que son inferiores. Las que la sociedad 'na hecho a las mujeres, pero no de

35
concebir otras soluciones. Las Únicas imágenes perpetúa la producción de películas rentables cen-
de mujeres liberadas se encontrarían en las pelí- tradas en la violencia, el sensacionalismo y el
culas feministas. Sin embargo, Mellen las dese- sexo. Esta explicación de las escasas y superfi-
cha como "noticiarios" y documentales m á s que ciales imágenes cinematográficas de las mujeres,
como cine. E n realidad, ninguna de las tres auto- así como la insistencia en el efecto de la televisión
ras antedichas examina el problema de las pelícu- sobre el auditorio y de rechazo en la orientación
las de ficción en oposición a los documentales del cine, se aproxima mucho a la interpretaci6n de
(Johnston,Screen, 1975). Las tres limitan su an&- Rosen. Igual que Haskell, Weibel afirma que, en
lisis a las películas de ficción "en la suposición no los raros casos en que las películas representan
siempre explícita de que el modo ficticio es un mujeres que adquieren conciencia de su propia
vehículo m á s eficaz del impulso inconsciente,sub- identidad o de sus relaciones con los hombres y la
terráneo, reflectivo y emergente social y psíquico" sociedad, el objetivo real de las mujeres es siem-
(Place and Burston, 1976, 55). Según Johnston pre el matrimonio y la monogamia como el único
(Screen,197 5), los fallos de los tres docum entos modo de vida satisfactorio. Weibel no preve la
son m á s patentes precisamente en las opiniones que aparición de nuevas perspectivas de las mujeres
expresan sobre el desarrollo de un cine feminista. en el cine norteamericano mientras las condicio-
El concepto de Haskell es un retorno a las pelícu- nes socioculturales y las oportunidades para las
las de los años 40, cuando se representaban rela- mujeres en la industria no cambien radicalmente.
ciones verdaderamente igualitarias entre hombres Igual que Haskell, esta autora observa que, si bien
y mujeres. Rosen sostiene una opinión similar. los directores europeos de películas enfocan a la
Para Mellen, las nuevas imágenes positivas de la mujer de una manera m á s comprensiva, su visi6n
mujer s610 surgirán cuando las películas exploren de ellas en las películas sigue estando definida por
la personalidad femenina definida y condicionada el hombre.
por la sociedad. Según Johnston (Screen, 197 5), el El análisis de Celia Brayfield (1977) de las
hecho de que las tres autoras limiten su análisis imágenes pasadas y presentes de las mujeres en
de las mujeres y el cine al arte cinematográfico las películas refleja explicitamente un punto de
narrativo les impide adoptar un enfoque feminista vista feminista. L a autora describe el cine como
coherente del cine, así como una perspectiva de la un centro de influencia masculina con un número
forma en que deben realizarse las películas femi- decreciente de trabajadores femeninos y práctica-
nistas en el futuro. Por imperfectos e incomple- mente sin directores femeninos (vCase m á s abajo
tos que sean, estos estudios tienen el mérito de II. 3). Aunque señala tambiCn la falta de papeles
introducir los problemas feministas en la práctica femeninos y la explotación sexual de la mujer en
de la crítica cinematográfica. Según Johnston, lo las películas actuales, su evaluación es m á s ambi-
que m á s falta hace actualmente es un punto de en- valente que la de las otras autoras examinadas. L a
cuentro feminista del criticismo y de la crítica explosión de misoginia en las películas de los ailos
cinematográficos. 60 y 70 se interpreta como un reflejo de la preocu-
El estudio realizado por Weibel (1977, 91-133) pación de la sociedad y particularmente de los
examina temas e imágenes de las mujeres en las hombres por los cambios del papel de los sexos.
películas del pasado y del presente en relación con Aunque la mayor parte de las peliculas de la Última
las condiciones socioculturales en general, el es- dCcada expresan una patente misoginia o celebran
tado de la industria cinematográfica en particular el machismo, otras han explorado la identidad fe-
y el efecto de la televisión. Su enfoque subraya el menina y han documentado la opresión sexual, psi-
concepto del cine como reflector y reforzador de cológica y social de las mujeres. Brayfield con-
las normas y los valores sociales predominantes, sidera tambiCn alentadora la reevaluación de des-
opini6n que coincide con la de Haskell y Rosen. Se tacadas directoras de peliculas. A diferencia de
da por supuesto que la representación de las muje- Mellen, Haskell y Rosen, no descarta los intentos
res en el cine no cambiara hasta que mejoren la feministas en la cinematografía como insigni-fican-
percepción social de las mujeres y las condiciones tes. Dado el cambio de función (de medio recrea-
sociales que las rodean. L a evolución que observa tivo a obra artística) y de público del cine, el Cxito
esta autora al examinar los papeles femeninos en comercial o el número de personas que ven una
la historia del cine es de carácter regresivo. E n película ya no son una medida de su influencia so-
contraste con las imágenes de mujeres fuertes e cial (Brayfield, 1977, 110). L a percepción de una
independientes en las películas del pasado (en par- película como una obra de arte creada por su di-
ticular de los años 40), el cine contemporáneo no rector (generalmenteun hombre), que tuvo gran
tiene interCs en representar a las mujeres, sino aceptación en los años 60, estrechó el concepto de
que se centra en temas que las excluyen o bien que las mujeres en el cine. Se veía esencialmente a
las representan como inadaptadas sexuales o so- las mujeres a travCs de ojos masculinos y se con-
ciales vistas desde una perspectiva masculina. Las sideraba a la mujer sexualmente liberada como una
posibilidades de actrices de carácter permanecen amenaza a la masculinidad. Aunque desaparecie-
inexploradas debido a la falta de mujeres guionis- ron de los papeles centrales durante este periodo
tas y de directoras, así como a la orientación de la historia del cine y estuvieron representadas
lucrativa de la industria cinematogrlfica, que cada vez m á s como objetos sexuales, Brayfield

36
considera que la representaci6n física m á s realis- es m u y encomiable todo intento de aumentar la con-
ta de las mujeres fue un cambio positivo. A dife- ciencia de los j6venes sobre la función socializa-
rencia de las otras cuatro autoras examinadas an- dora de los medios de comunicaci6n, los estereo-
teriormente, Brayfield observa una curación de la tipos femeninos y masculinos en el cine y en los
"paranoia sexual" en las películas de los años 70 medios de comunicaci6n en general no pueden exa-
y un interes renovado por las mujeres en busca de minarse en un contexto aislado. Hay que hacer ver
su identidad. L a autora admite que las mujeres a los jóvenes el funcionamiento del medio cinema-
están asumiendo de nuevo papeles centrales, con tográfico y de la industria del cine, así como la
frecuencia s610 en virtud de su relación sexual con relaci6n entre el cine y las imágenes que presenta
el protagonista masculino, pero que, sin embargo, con la estructura y la percepción del papel de los
están representadas a menudo como mujeres c o m - sexos en la socied3.d. A este respecto, el análisis
pletas en vez de como meras criaturas sexuales. de Adams y Laurikietis resulta insuficiente.
Brayfield es m á s optimista que Mellen, Haskell,
Rosen o Weibel sobre nuevos cambios en la indus- b) Africa
tria cinematográfica: el reciente reconocimiento
de los directores femeninos, la creación de nuevas E n com paración con la amplitud de las publicacio-
oportunidades en el cine por el movimiento femi- nes sobre las imágenes de las mujeres en el cine
nista y, en el Reino Unido, la aprobaci6n por la norteamericano y europeo, los materiales sobre
Association of Cinematograph Television and Allied el tema en las películas africanas son sumamente
Technicians de directrices para eliminar la discri- fragmentarios. E n un artículo reciente de "Africa
minaci6n contra las mujeres en la industria cine- Report", Susan Hall (1977)ha examinado una se-
matográfica (vease m á s abajo IL 3). lección de películas de ficci6n y documentales que
Una colecci6n de libros publicados en 1976 por tratan positivamente la posición y los papeles de
la editorial feminista Virago y dirigida a los jóve- las mujeres contemporáneas en varias sociedades
nes y a sus profesores examina el proceso de so- africanas. Todas las películas elegidas para su
cializaci6n del papel de los sexos que actúa en la análisis están disponibles para su distribuci6n en
sociedad, incluida la función socializadora de los Norteamerica. L a accesibilidad de los materiales
medios de comunicación (Adams and Eaurikietis, determin6 probablemente el tamaño y la composi-
1976). El análisis del cine se limita a una descrip- ci6n de la muestra estudiada. L a accesibilidad co-
ción de las imágenes de las mujeres en compara- m o criterio de selección no garantiza una muestra
ción con las de 10s hombres proyectadas en varios representativa. L a naturaleza representativa de
generos cinematográficos populares. Se menciona la selección está además oscurecida por la ausen-
la escasez de mujeres que trabajan de directoras cia de informaci6n básica sobre la estructura y el
como una causa importante de la representaci611 volumen de la industria cinematográfica en Africa
deformada de las mujeres en el cine contemporá- y sobre las películas que tratan de las mujeres
neo. U n examen de películas populares revel6 las africanas. L a importancia relativa y la influencia
siguientes tendencias: potencial de las películas seleccionadas serán a m-
- los papeles femeninos en el cine actual son m u y biguas mientras no se sitúen en el contexto de toda
poco numerosos y sum a m ente estereotipados; la producción cinematográfica relativa a las muje-
- la perspectiva cinematográfica de las mujeres res africanas.
es esencialmente masculina debido a la falta de Las dos películas de argumento analizadas re-
directores femeninos; presentan la opresión de mujeres jóvenes por un
- son pocas las películas centradas en las mujeres; a m biente alienador. Los documentales tratan de los
- en el mundo masculino de las películas del oeste, estilos de vida y de los papeles ordinarios o inha-
de gangsters, de espionaje, de guerra y de vio- bituales de las mujeres de un grupo Btnico particu-
lencia, las mujeres permanecen en segundo pla- lar o de mujeres aisladas. L a autora llega a la
no en la vida de los heroes y excluidas de la par- conclusión de que, si bien tratan de preocupaciones
ticipación en la acción central; propias de las mujeres africanas, estas películas
- en las películas eróticas, las mujeres están re- no son completas. Afirma que se insiste demasiado
ducidas a símbolos y a objetos sexuales; en las influencias occidentales sobre el cam bio de
- aunque algunas películas recientes representan la condici6nde la mujer. E n lugar de ello,la re-
a mujeres en papeles centrales, son pocas las presentación de la posici6n de las mujeres en las
que reflejan la condición social actual de las sociedades africanas debería relacionarse con las
mujeres. fuerzas tradicionalesque influyen en la condición
Las autoras preven nuevos cam bios positivos pasaday presente de las mujeres. Hall subraya
en la representación del papel de los sexos en el además la necesidad de películas, no sólo sobrelas
cine bajo la influencia del movimiento feminista y mujeres africanas, sino realizadas tam bien por
de la lucha incesante de las mujeres por la igual- ellas. Sin embargo, no indica el sexo ni la naciona-
dad de oportunidades en la industria cinematográ- lidad de los directores de la mayor parte de las pe-
fica. Se da una lista de cuestiones concretas para lículas examinadas. TambiBn se omite el análisis
aumentar la conciencia del lector sobre el papel yla evaluación de las oportunidades para las muj&
estereotipado de los sexos en las películas. Aunque res africanas en la industria cinematográfica.

37
c) Asia hombre" (Mellen, 1976, 251). Muchos directores
que comprenden hasta quC punto el patriarcado ja-
Los documentos sobrela imagen Cinematográfica de pon& rebaja a las mujeres han representado la
las mujeres en Asia tambiCn son escasos. U n semi- opresión de la mujer y su dura lucha para liberar-
nario celebrado en el Press Institute of India aprin- se de la pasividad y de la sumisión que le han in-
cipios de 1976 examinó el papel de los medios de culcado desde la infancia. El cine japonCs no ofre-
comunicación en la modificación de las actitudes y ce soluciones privadas para el dilema de las muje-
las prácticas socialeshacia las mujeres. L a eva- res. Los directores que critican la posición social
luación de los papeles femeninos en el cine no pasa asignada a las mujeres critican tam bien el feuda-
de la observación de que el cine comercialrara vez lismo persistente en el Japón contemporáneo, que
representa mujeres liberadas. Según el informe, oprime tanto a los hombres como a las mujeres.
las mujeres están sumamente categorizadas en el Aunque la liberación femenina está ligada a la li-
cine,pero no se especifican los tipos femeninos que beración humana, se da por supuesto que las muje-
aparecen en el cine comercial. Se afirma que la po- res japonesas deben luchar independientemente de
sición de las mujeres en el cine "serio" es "algo los hombres que están cbmodamente instalados en
mejor", aunque no enteramente satisfactoria. Sin el presente orden social patriarcal,
embargo,no se ofrece ninguna descripción del con-
tenido. Se llega a la conclusión de que no son de es- Conclusión
perar mejoras en elcine comercial,pues Bste tie-
de necesariamente a satisfacer el mínimo común El examen de las publicaciones sobre la imagen de
denominador y, en consecuencia, representa a la las mujeres en el cine revela que Cste no refleja ni
mujer como el público desearía verla. Sin embar- trata positivamente los cambios en la percepción
go no se proporcionan datos sobre la estructura ye1 del papel de los sexos y de la conducta de &tos que
público de la industria cinematográfica comercial tienen lugar en la sociedad contemporánea. T a m -
en oposición a la de otro carácter ni sobre la con- bien se observa que es necesaria una investigación
dición de las mujeres en la sociedad india y la per- permanente en los sectores de la historia, la cri-
cepción de los papeles sexuales. L a posición de las tica y la teoría del cine a fin de obtener una apre-
mujeres en el cine indio sólo puede evaluarse si ciación exacta de los papeles de la mujer y del
se sitúa en un contexto sociocultural a m plio. hombre en el cine y de establecer nuevos enfoques
E n su "Re-introduction of the Japanese cinema de la representación cinemática de las mujeres y
to Western audiences" (Mellen, 1976, prólogo),que los hombres. L a influencia del movimiento de li-
considera demasiado retrasada, Mellen analiza las beración de la mujer ha suscitado considerable in-
imágenes de la mujer japonesa en las películas de terCs en el mundo acad6mico y feminista por la
varios destacados directores japoneses (masculi- representación de las mujeres en el cine de Norte-
nos) centradas en la posición de las mujeres en la amBrica y de Europa Occidental. L a investigación
sociedad japonesa. Según Mellen, rara vez se re- en otras partes del mundo y en otros tipos de so-
presenta a las mujeres como seres humanos inde- ciedad está mucho m á s retrasada. U n tercer pun-
pendientes, lo que está de acuerdo con la posición to de coincidencia entre los investigadores es la
de estas en la vida real. E n una sociedad domina- necesidad de mejorar las oportunidades de forma-
da por reglas para todos los aspectos de la vida, ción y de empleo para las mujeres en la industria
incluidas las relaciones entre los sexos, la vida de cinematográfica. Se considera que la falta de guis
la mujer japonesa, que pertenece a la casta social nistas y directores femeninos es una causa impor-
inferior, está regida por reglas estrictas. E n el tante de la representaci6n cinematográfica defor-
Japón patriarcal contemporáneo persiste, según mada de las mujeres.
Meller, la percepción de la mujer como esposa o
como prostituta. Esta dicotomía se refleja en el 4. L a prensa
cine japonCs. Se aplican diferentes patrones a
esos dos tipos de mujeres. El papel de la esposa A. w e n e s de las mujeres en los diarios
como guardiana del hogar y educadora de sus hijos
es incompatible con el de experimentar amor co- L a representación de las mujeres en los diarios no
m o placer. Esto Último es el privilegio de la m u - ha sido objeto de muchas investigaciones (Busby,
jer "disoluta", cuyas necesidades siguen estando 1975). Los materiales de investigación disponibles
sin embargo, subordinadas a las del hombre. L a examinan el tratamiento que se da a las mujeres
desigualdad fundamental entre los sexos impregna en el contenido gráfico, textual y lingtlístico de va-
todas las interacciones entre ellos. Según Meller, rias secciones de los diarios. Los estudios sobre
las imágenes m á s interesantes de mujeres se en- las secciones de los diarios dirigidas concreta-
cuentran en las películas de los directores que se mente a las mujeres tienen especial inter& para
oponen a los conceptos tradicionales del papel de nuestra encuesta. Aunque se les ha criticado por
la mujer. Sin embargo, en el "magnífico conjunto perpetuar perspectivas tradicionales, estas sec-
de las películas japonesas", la autora no ha podido ciones representan (al menos potencialmente) un
encontrar ningún ejemplo de mujer "que haya es- importante vehículo institucionalizado de inform a-
culpido un papel significativo para ella m i s m a CO- ción sobre las mujeres o relacionadas con ellas
m o persona y que sea valorado corno tal por un (Merritt and Gross, 1977). Se considera que la
misma existencia de una secci6n de los diarios se- vida y los papeles contemporáneos. L a autora m o -
parada para el lector femenino es inherentemente tiva su elección de las fotos de actualidad como uni-
sexista,pues da a entender que todos los demás sec- dades de análisis en que las investigaciones prece-
tores de noticias son un territorio exclusivamente dentes se habïan centrado principalmente en el pa-
masculino y que los hombres no están interesados pel de las mujeres en el contenido recreativo. A
en los "problemas femeninos" (Hole and Levine, su juicio, las fotos son uno de los primeros puntos
1971, 2 50). Un segundo punto focalde las críticas que atraen la atención de los lectores y contribu-
feministas de los diarios es su información sobre yen a establecer el contexto en el que estos inter-
el movimiento de las mujeres ylas actividades fe- pretan el relato de las noticias que las acompañan.
m inistas, que se considera desproporcionadamente El estudio demostr6 que la cobertura general de
escasa, trivial y de tono condescendiente (Hole and las fotos era semejante en ambos diarios. Las di-
Levine, 1971,266-270). L a mayor partede los do- ferencias observadas no eran atribuibles a la po-
cum entos disponibles son anAlisis de contenido. Los lítica editorial, sino m á s bien a la naturaleza de
estudios sobre efectos son poco numerosos debido las comunidades atendidas por los diarios. El nú-
principalmente a la dificultad de aislar la influencia mero de fotos de hombres era superior al de fotos
de los medios de comunicación sobre elestableci- de mujeres en todas las secciones con excepción
miento del papel de los sexos del de otras influen- de las páginas relativas al estilo de vida. E n loque
cias socializadoras tales como la escuela, la igle- se refiere a los papeles femeninos, las mujeres
sia,la familia, etc. (Busby,1975). E n el sector de estaban principalmente representadas como espo-
investigaciónde la representaci6n de las mujeres sas, personas de la alta sociedad y artistas de va-
en los diarios, Norteamerica ha sido sumamente riedades. L a información fotografica sobre las
productiva. L a mayor parte de los estudios realiza- mujeres como deportistas, profesionales, activis-
dos hasta ahora tienen un microenfoque al estilo tas y políticos era insignificante en com paraci611
tradicional de la investigación e m pirica norteam e- con su representación en los papeles antedichos.
ricana. E n Europa, la investigación en este campo Por el contrario, los hombres aparecían en las fo-
está todavía en su infancia,con una conciencia fe- tos de actualidad primordialmente com o políticos,
ministayun interCs creciente cada vez m á s articu- profesionales y deportistas. L a falta de fotos de
lado en el Reino Unido. Las feministas de Australia mujeres deportistas se debe a la preocupaci6n de
tambien están empezando a fijarse en la imagen de los diarios por los acontecimientos del deporte
las mujeres en los medios de comunicaci6n. Elma- profesional en el que hay grandes intereses. Sin
teria1 de investigación es todavíalimitado,pero se embargo, según Miller, al excluir la informaci611
ha reconocido la necesidad de un estudio sistemá- sobre los acontecimientos del deporte femenino,
tico. E n la Consulta Asiática sobre las Mujeres y los diarios perpetúan la relativa impopularidad de
los Medios de Comunicación se presentarondos do- este deporte. Las fotos de actualidad rara vez pre-
cumentos relativos al tratamiento de las mujeres sentaban a las mujeres en papeles profesionales,
en los diarios del JapÓny de Hong Kong. No se dis- aunque la influencia social y económica del empleo
pone de documentos sobre otras partes de Asia ni femenino justificaría su inclusión entre las noti-
sobre el continente africano. T a m poco existen hoy cias. Miller llega a la conclusión de que la repre-
día documentos sobre el tratamiento de las mujeres sentación de las mujeres en las fotos de actualidad
en los diarios de Europa Central y Oriental ni de la de ambos diarios no refleja los papeles que des-
URSS. E n el seminario de 1977 sobre los "Medios empeñan las mujeres en las comunidades de
de comunicaci6n social y su influencia en la imagen Washington y Los Angeles. L a información foto-
de las mujeres" se hizo un examen de los diarios gráfica se ajusta a f6rmulas periodísticas y a con-
que se resumen en la resolución publicada por la ceptos de interes periodístico aceptados pero cada
Comisi6n Interamericana de Mujeres (CIM)de la vez menos pertinentes.
OEA, patrocinadora de la conferencia. Esta reso- U n segundo sector de investigación casi total-
luci6n constituye el único documento disponible mente olvidado es la forma en que manipulan el
para el examen del papel de las mujeres en los idioma los periodistas (Ward, 1975). Cada vez es
medios de comunicaci6n de America Latina. mayor la conciencia y la crítica del lenguaje dis-
criminatorio. Ward considera que las críticas ex-
a) Norteamerica presadas en la sección de "cartas al Director" de
los diarios es un indicador pertinente del cambio
1. El tratamiento de las mujeres
de actitudes en el lenguaje. Sin embargo, la auto-
en los diarios
ra no analiza sistemáticamente tales secciones en
Tres estudios publicados en los años 70 analizan una muestra representativa de los medios impre-
las imágenes de las mujeres en el contenido gráfi- sos, sino que se limita a dar ejemplos de comen-
co, lingtiistico y textual de los diarios. tarios críticos sobre el empleo de un lenguaje
Miller (1975)analizó los papeles de las muje- sexista por los periodistas, tomados de una gran
res en comparación con los de los hombres repre- variedad de publicaciones, para ilustrar la in-
sentados en las fotos de actualidad publicadas en fluencia feminista sobre el lenguaje público. El
The Washington Post y en The Los Angeles Times, mCrito del artículo de Ward consiste principal-
elegidos por ser de los primeros diarios que mente en seflalar una laguna de la investigación
remodelaron la informacidn sobre los estilos de m á s que en contribuir a llenarla. Su examen de

39
las teorías del lenguaje feminista, formuladas por (1977)consideran que esta falta de interes puede
Miller y Swift (1976)y Lakoff (1976), así como de reflejar la baja evaluación de esa sección en la je-
sus consecuencias para la práctica y la formación rarquía periodística, así como la modesta situa-
periodísticas, es esclarecedor. ci6n y, como consecuencia de ello, el escaso inte-
Mientras que el estudio de Miller reveló las r6s que ofrecen generalmente las ocupaciones des-
diferencias en la representación femenina con res- empeñadas por las mujeres (vease m á s abajo II. 4).
pecto a la masculina en la información gráfica, y Este desprecio es indefendible, según Merritt y
el artículo de Ward señaló la discriminaci611lin- Gross, dada la evolución actual del papel de las
gUística de las mujeres, Drew y Miller (1977)pre- mujeres y las posibilidades de las páginas femeni-
pararon un experimento con estudiantes de perio- nas como tribuna pública de informacih sobre las
dismo para examinar el tratamiento de las mujeres mujeres.
en comparación con el de los hombres como prota- El reciente fenómeno de transformar las pági-
gonistas de las noticias. Para ello partieron de la nas femeninas tradicionales en una sección de in-
suposición de que los estudiantes de periodismo terCs general destinada a atraer tanto a los lecto-
clasificarían a un protagonista femenino a base del res femeninos como masculinos, ha despertado el
sexo y buscarían e incluirían información en apoyo interCs de los investigadores. Miller (1976) y
de esa clasificaci6n. L a tarea asignada a los es- Guenin (1975)han analizado el contenido de las sec-
tudiantes consistió en redactar una noticia sobre ciones designadas con el nuevo nombre de "estilo
el nombramiento de una mujer y un hombre para de vida" en muestras geográficamente diversifica-
un puesto administrativo en una escuela pública, das de diarios en comparación con las secciones
en ilustrarla y en formular preguntas para una en- femeninas que conservan su form ato tradicional.
trevista a base de los materiales proporcionados. Guenin analizó el contenido de las secciones
El análisis de las noticias redactadas demostró que femeninas de 6 diarios metropolitanos, tres de los
los periodistas eran m á s propensos a mencionar cuales habían reformado su sección para adaptarla
las calificaciones del protagonista para el empleo a las necesidades Contemporáneas, mientras que
cuando era un hombre. Drew y Miller interpreta- los otros tres la mantenían en su forma tradicional.
ron esto como una indicación de que los periodis- L a autora encontró que el contenido tradicional era
tas consideran que el hombre está m á s calificado mucho mayor en las secciones tradicionales que en
para el empleo que la mujer. las contem porbneas. Sin embargo, las secciones
Las preguntas para la entrevista revelaron actualizadas no satisfacían los criterios formula-
m á s diferencias en el tratamiento de los protago- dos por los críticos. Tanto las secciones tradi-
nistas femeninos con respecto a los masculinos. cionales como las de interes general sólo incluye-
Se dirigieron m á s preguntas a los protagonistas ron la mitad o menos de los temas sugeridos. El
femeninos sobre problemas y papeles sexuales re- análisis demostró además que los relatos recrea-
lacionados con la combinación de una carrera con tivos estaban sustituyendo al contenido tradicional
las obligaciones familiares. Tambien se les hacían en las secciones contemporáneas. L a información
con m á s frecuencia preguntas concretas sobre el de interCs para el consumidor faltaba por lo gene-
empleo, que sondeaban sus responsabilidadesy sus ral. Por otra parte, las secciones tradicionales
limitaciones. El hecho de que estas preguntas se no defraudaban a sus lectores tanto como creían
dirigieran con menos frecuencia al hombre desig- los críticos pues dos de los tres diarios incluían
nado indica que los periodistas veían menos con- temas distintos del contenido tradicional por lo me-
flictos potenciales en el desempeno del empleo por nos tan bien como las secciones actualizadas y te-
el hombre. E n general, la imagen presentada del nían un buen contenido de fondo. Guenin llegó a la
protagonista masculino solïa ser m 8 s cabal que la conclusión de que, con arreglo a los criterios es-
del protagonista femenino. Aunque los estereoti- tablecidos por los críticos, la transición desde el
pos flagrantes previstos en la hipótesis no se con- formato tradicional a la sección de interes general
firmaron, la información mostró un sutil prejuicio no ha dado lugar a una información que refleje las
basado en el sexo del protagonista. Drew y Miller necesidades de los lectores contem porheos de
predicen tambiCn que cuanto m á s inconsistente es diarios.
una noticia con el papel tradicional de la mujer m á s L a conclusión de que la modernizaci6n de las
tienden los periodistas a subrayar esa inconsisten- secciones femeninas supone simplemente un des-
cia en vez de dar una información m á s esencial. El. plazamiento del interes hacia la informaci611re-
efecto de la socializacióndel papel de los sexos y creativa coincide con las observaciones de Miller.
de la percepciónde dicho papel por los informado- El estudio de las secciones femeninas reformadas
res sobre el tratamiento que estos aplican a las de los principales diarios durante un periodo de 10
mujeres y a los hombres en las noticias sigue sien- anos, publicado en 1976 por esta autora, reveló
do un sector de estudio en gran parte inexplorado. tambih una tendencia a sustituir el contenido tra-
dicional por artïculos recreativos. E n realidad,la
-
2. L a "sección femenina" información, especialmente sobre el cuidado de
los niños y los artículos de consumo, había dismi-
Apenas existen estudios empíricos sobre la sec- nuido debido a la combinación del cambio de n o m -
ción femenina de los diarios. Merritt y Gross bre de la secci6n con la disminución del número de

40
pAginas. L a autora señala que la información so- para la posición feminista sobre la presencia de las
bre el cuidado de los niños y los artículos de con- mujeres en los medios de comunicación. Aunque
sumo es especialmente significativa hoy en día en las mujeres tienden a interesarse m á s por los prc-
vista del cambio del papel de las mujeres y de su blemas femeninos, su sola presencia no garantiza
efecto sobre el cuidado de los ninos y las obliga- automáticam ente una orientacih menos tradicional.
ciones domksticas tanto de los hombres como de
las mujeres. Aunque la reforma de las páginas 3. Información periodística sobre el
femeninas no ha producido cambios importantes en movimiento de las mujeres
la información sobre el estilo de vida y el consu-
m o , Miller llega a la conclusión de que algunos de Aunque las secciones femeninas de los diarios exa-
esos cambios han sido para empeorar. minan problemas de la mujer, la información pe-
Estos resultados de la investigación incitaron riodística sobre las mujeres y el movimiento femi-
a Merritt y Gross (1977) a hacer otro intento para nista no está exclusivamente limitado a esas pági-
evaluar si las secciones femeninas podrían contri- nas. Morris (1973) hizo un estudio cuantitativo del
buir, y de qué manera, al mejoramiento de las no- contenido general de los diarios de Los Angeles y
ticias sobre las mujeres. A ese efecto, hicieron doce diarios británicos en lo que se refiere a la
una encuesta nacional en una muestra al azar de información sobre el movimiento feminista en las
redactores de las secciones femeninas de grandes primeras fases de su desarrollo. Para ello partió
diarios metropolitanos. Al preguntarles cuál era de la hipótesis de que un mecanismo para contro-
su percepción de la finalidad normativa (lo que de- lar los conflictos producidos por la aparición de un
bería ser) y objetiva (lo que realmente es) de las movimiento que amenaza los valores sociales es-
secciones femeninas o de estilo de vida, la mayor tablecidos es sustraer información sobre 61 al pú-
parte de los redactores masculinos y femeninos blico en general a fin de minimizar su influencia.
eligieron el enfoque tradicional, es decir, el rela- Para com probar esta hipótesis se eligieron diarios
cionado con los asuntos domBsticos y los aconteci- en vez de otros medios de comunicación basándose
mientos sociales. L a disparidad entre la percep- en un estudio realizado en 1970, según el cual los
ción de la finalidad normativa y objetiva era signi- diarios eran la principal fuente de información pa-
ficativamente mayor en el caso de las mujeres que ra la mayoría de las personas que respondieron.
en el de los hombres. Entre los que no eligieron L a información generalmente escasa sobre el m o -
la orientación tradicional, las mujeres estaban m á s vimiento feminista tanto en los diarios norteame-
predispuestas a subrayar el cambio social, mien- ricanos como brithicos en un momento en que ya
tras que los redactores masculinos tendian a ele- era suficientemente grande y activo para merecer
gir los artículos recreativos como el objetivo un lugar en la prensa es interpretada por Morris
principal de la sección. Las redactoras,especial- como una confirmación de la hipótesis. Otros es-
mente las que creían que desarrollar la conciencia tudios que revelan la falta de información sobre
del cambio social en el auditorio debería ser la fi- ciertos aspectos de la vida social que podrían cons
nalidad primordial de la sección dedicaban m á s tituir una amenaza para el mantenimiento del status
espacio al movimiento feminista que los hombres.
C o m o la redacción de la página femenina es predo-
-
quo (por ejemplo, la pobreza, las minorías racia-
les) confirma la conclusi6n de Morris de que m a n -
minantemente una ocupación de las mujeres (80% tener al público en la ignorancia es un medio de
de éstas en comparación con el 20% de hombres en control social. C o m o la supresión de la informa-
la muestra) y teniendo en cuenta el mayor interés ci6n en la prensa de la clase gobernante no impide
de estas en informar sobre el movimiento feminis- crecer al movimiento, Morris predice que la pren-
ta, Merritt y Gross consideran que su presencia sa recurrir5 a otras tácticas para reducir su in-
puede garantizar la exposición del auditorio a pers fluencia. A base de pruebas presentadas en otro
pectivas de la mujer no tradicionales, al menos en lugar, la autora afirma que cuando la sociedad se
los grandes diarios metropolitanos. Las autoras apropia de algunos de los fines del movimiento, los
vacilan en deducir que la presencia de redactores medios de comunicación presentan una imagen ca-
masculinos,que tienden a realzar m á s los aspectos da vez m& "respetable" de 61 omitiendo sus as-
recreativos y son m A s ambivalentes con relación pectos m á s radicales. Esta conclusión puede re-
a los papeles femeninos, excluye automática- ducir considerablem ente el potencial del movim ierr
mente esas perspectivas. L a presencia de h o m - to para realizar una reestructuración radical de
bres puede simplemente ofrecer menos oportuni- las relaciones sociales y significa indudablemente
dades de información sobre problemas que aumen- que la prensa de la clase gobernante no está dis-
tan la conciencia del auditorio sobre otros estilos puesta a cooperar para aumentar la conciencia del
de vida y cambios en el papel de los sexos. Por público en general y su apoyo a los fines radicales
otra parte, la preponderancia de redactores de del movimiento.
orientación tradicional tanto entre las mujeres co-
m o entre los hombres puede oscurecer la insisten- b) Europa Occidental
cia en el cambio social o en los aspectos recreati-
vos de los redactores femeninos o masculinos no Los estudios sobre el tratamiento de las mujeres
tradicionales. Esta conclusión tiene consecuencias en la prensa diaria europea son en general menos

41
sistemáticos que los realizados en AmBrica. Sin principal objetivo es atraer la atención del lector
embargo, a pesar de su tendencia a describir e y ofrecer una fácil lectura. Para conseguirlo
ilustrar m á s que a analizar, esos estudios presen- recurre con frecuencia al empleo de estereotipos.
tan una perspectiva m á s amplia de lo que permite Sin embargo, el periódico es menos sexista de lo
el reducido alcance de la mayor parte de las inves- que una primera ojeada a sus numerosas fotos de
tigaciones norteamericanas. de mujeres provocativas podría sugerir. Este pe-
riódico trataba ocasionalmente problemas de im -
1. El tratamiento de las mujeres en los diarios portancia para las mujeres y defendia a mujeres
aisladas contra una clase dominante formada por
El informe ISIS sobre las mujeres en la prensa dia- hombres.
ria (X,ISIS, 1976) se basa en el análisis del con- EL principal problema planteado por los análi-
tenido de cinco diarios y una revista de noticias sis es &i la función de los diarios consiste simple-
publicados en Europa Occidental. Los m6todos de mente en reflejar la posición de las mujeres en la
muestre0 y de análisis aplicados en los estudios sociedad, o si deberían influir en la direcci6n que
distan de ser uniformes, como lo declara explíci- sigue la sociedad. Si la función primordial de los
tamente el informe. Este no tiene pretensiones diarios es reflejar el mundo tal como es, los in-
sobre los m6ritos científicos de su metodología, vestigadores tienen derecho a averiguar si las es-
pero sostiene que la uniformidad de los resultados casas referencias a las mujeres contenidas en la
com pensa las deficiencias metodológicas. mayoría de los diarios reflejan realmente una li-
Las diversas publicaciones examinadas pro- mitada contribución femenina a la vida social, cul-
yectan estereotipos similares de las mujeres, que tural y política, o si los diarios y los periodistas
están m u y a menudo representadas como víctimas están simplem ente ignorando las contribuciones
de desastres naturales o fabricados. Se subraya que están haciendo las mujeres. El empleo de un
su papel como madres y esposas y se le antepone lenguaje exclusivo se interpreta como una prueba
a sus actividades laborales o profesionales. Con en apoyo de esta Última opinión.
frecuencia se destaca el aspecto físico de las m u - U n estudio descriptivo de los diarios británi-
jeres, aunque no tenga ninguna importancia para cos, publicado en 1977 (Barr, 1977), revela tam-
el tema de la noticia periodística. Además, las bi6n el empleo de lenguaje discriminatorio,lo que
mujeres se perciben en las ngticias como pertene- implica que la norma general para los periodistas
cientes a una categoría separada, a una especie parece ser el hombre. Aunque Barr señala que los
distinta. L a existencia de una página aparte para estereotipos relativos a las mujeres van siendo
la mujer en algunas publicaciones así lo demues- lentamente reconocidos como tales por la prensa
tra. L a actitud de "el hombre es la norma" tam- diaria, todavía no se han rechazado por falta de
bien aparece en ciertas prácticas del lenguaje que validez y siguen siendo reforzados. Los estereo-
excluyen implícita o explícitamente a las mujeres. tipos se manifiestan en la insistencia en el aspecto
Aunque el análisis reveló una subrepresentación femenino y en la descripción de las mujeres, cua-
general de las mujeres periodistas, también de- lesquiera que sean sus ocupaciones, en tBrminos
mostró que Bstas no tenían menos prejuicios que de su estado matrimonial y de sus papeles domBs-
sus colegas masculinos en su tratamiento de las ticos (véanse m á s arriba las conclusiones de ISIS).
mujeres. L a encuesta realizada por Merritt y E n los diarios britAnicos, el estado familiar y
Gross (vease m á s arriba), tambih indicó que la matrimonial se considera improcedente para la
mera presencia de periodistas femeninos no ga- identificaci611 de los hombres. Igual que el infor-
rantiza otras perspectivas de las mujeres. m e ISIS, Barr no encontró ninguna diferencia en el
Las conclusiones antedichas se aplican a las tratamiento que los periodistas femeninos y mas-
diferentes publicaciones en distinta medida. Se culinos aplican a las mujeres.
elogia a L e Monde y a The Times por su informa- El uso de un doble patrón en la representación
ción directa y exacta en los pocos artículos dedi- de las mujeres con respecto a los hombres en las
cados a problemas femeninos, así como por sus noticias se observó tambi6n en un análisis de seis
imágenes y descripciones no sexistas de las muje- diarios británicos publicados en 1974 (X,University
res. L a Tribune de Geneve, aunque posee una PA- of Birmingham, 1974). El grupo de investigación

ción satisfactoria de los deportes femeninos.


-
=
gina femenina y generalmente ignora a los prota-
gonistas femeninos de noticias, daba una informa-

International Herald Tribune publicaba artículos


sobre mujeres destacadas y acontecimientos femi-
estudió la representación de las mujeres en nueve
categorías de noticias. El análisis demostró que
aparecían menos mujeres que hombres como figu-
ras políticas, profesionales, criminales y depor-
tivas. Tambi6n se percibïa a las mujeres como
nistas y había aumentado su nÚm ero de colabora- seres extraordinarios o se les asignaba la catego-
dores femeninos, Newsweek había adoptado la po- ría de Blite con menos frecuencia que a los hom-
lítica de referirse a las mujeres Únicamente por bres. L o m á s frecuente era que las mujeres es-
su apellido despu6s de su identificación inicial, tuvieran representadas como objetos sexuales y
política aplicada hasta entonces solamente a los como esposas o madres subordinadas, es decir,
hombres. The Dailv Mirror era el m á s inconse- definidas por sus relaciones con los hombres. El
cuente en su representación de las mujeres. Su predominio de este criterio de interes periodístico

42
aplicado a las mujeres refleja el reforzamiento de aunque las secciones designadas con un nuevo nom-
la imagen estereotipada de las mujeres que preva- bre siguen estando en gran parte dirigidas a aqué-
lece en la sociedad. Incluso cuando se considera llas. Aunque la autora rechaza las insinuaciones
que las mujeres tienen interés periodístico en vir- inherentes a las páginas separadas para las muje-
tud de sus actividades políticas o profesionales, res, apoya el tratamiento separado de ciertas m a -
sus imágenes en los periódicos están relacionadas terias de im portancia para las mujeres contem po-
con sus papeles de madres, esposas o seres sexua- ráneas como medida temporal (v6ase m á s arriba
les. E n la información sobre delitos cometidos Merritt y Gross). Sin embargo, el cambio de n o m -
por mujeres, se subraya el comportamiento tradi- bre de esta secci6n no ha ido siempre acompañado
cionalmente femenino (cómo llorar en la sala del de un cambio de orientacith con respecto al enfo-
tribunal). Las mujeres de categoría selecta son que tradicional de la alimentación, la moda y el
presentadas en los diarios en virtud de sus aven- hogar. Por otra parte, las redactoras de las
turas romhticas o en términos de matrimonio y secciones femeninas de diarios tales como The
de familia. Sin embargo, las descripciones de la
vida matrimonial real son sumamente raras y to-
-- --
Guardian, The Times y The Observer han ofrecido
una tribuna para el intercambio de opiniones feme-
talmente anodinas. L a representación de las m u - ninas y el apoyo a los objetivos feministas. A base
jeres como víctimas de las circunstancias o los de estos datos, la autora llega a la conclusión de
desastres sociales explota su vulnerabilidad y su que para humanizar las noticias y servir mejor los
incapacidad para actuar. E n el caso de los h o m - intereses tanto de los lectores como de las lecto-
bres descritos en esas crónicas de noticias no se ras hacen falta m á s mujeres periodistas.
subrayan la pasividad ni la incapacidad para actuar.
A base de estas observaciones, los analistas 3. Información sobre el movimiento feminista
llegan a la conclusión de que las esferas masculi-
na y femenina están rigurosamente delineadas en Según el estudio realizado por Barr (1977), la in-
los diarios. Se considera que la política, las pro- formación periodística sobre el movimiento para
fesiones y los deportes son dominios masculinos. la liberación de las mujeres refleja la opinión poco
Los asuntos matrimoniales y dombsticos se perci- halagueña y mal informada que existe en la mente
ben como las obligaciones primordiales de las m u - del público. L a descripción de los grupos feminis-
jeres. Sólo subrayando su feminidad, definida por tas y de sus actividades está falseada. L a propia
los patrones tradicionales, se permite penetrar a expresión "liberación de las mujeres''se utiliza
las mujeres en las esferas masculinas de la polí- incorrectamente para designar casi todas las acti-
tica y el deporte. Además, el amor, el matrimo- vidades femeninas distintas de las domésticas. E n
nio y la familia se sitúan a menudo en un contexto el lado positivo, el estudio demostró que la infor-
de fantasía, que presenta los papeles femeninos de mación sobretemas relacionados conla posición de
amante, esposa y madre como la realización defi- las mujeres en la sociedad aumenta constantemen-
nitiva. Se induce a las mujeres que leen los dia- te. Desgraciadamente,la prensa explota la popula-
rios a identificarse con esas imágenes y evaluar ridad creciente del tem a creando estrellas partida-
sus papeles de acuerdo con ellas. L a representa- rias del movimiento ycontrarias a 81. L a ambiva-
ción fantástica de la maternidad y el matrimonio lencia de la prensa frente a la nueva conciencia de
en los diarios sugiere que cualquier experiencia las mujeres se demuestra tambi8n enlas fotografías
menos positiva que las lectoras puedan encontrar que publica: las fotos de personas antiliberacionis-
en la vida cotidiana se debe a un fracaso personal tas eran por lo general halagadoras,mientras que
m á s que a un defecto de las estructuras sociales las de feministas destacadas solian ser poco hala-
existentes. D e este modo se refuerzan las institu- gadoras yagresivas. Tales prácticas manipulati-
ciones del matrimonio y la familia, así como los vas refuerzan el estereotipo de la mujer proyecta-
papeles femeninos tradicionales. do en la prensa diaria: se juzga a las mujeres a
El examen procedente trata,de identificar el base de su aspecto m á s que de sus actos.
concepto del papel de los sexos que inspira las
imágenes de las mujeres y los hombres en los dia- c) Oceania
rios. El reforzamiento de los valores estableci- El NQ de septiembre de 1977 del N e w Journalist,
dos y de la estructura social existente refleja la dedicado a la posición y la imagen de las mujeres
función de los diarios como preservadores del en los medios de comunicación australianos, tal
statu quo (véase m á s arriba Morris). como las analizan e interpretan las W o m e n Media
Workers, com prende cuatro artículos sobre dia-
2. L a "sección femenina'' rios. Los temas concretos examinados son: la in-
formación sobre la violación como un acto de vio-
El estudio de los diarios británicos realizado por lencia contra la mujer, la información sobre de-
Barr (1977) comprende un examen de las páginas portes femeninos y el reflejo de los ideales femi-
para las mujeres que siguen apareciendo en la nistas en otros medios de comunicación. Los
mayoría de aquéllos. L o mismo que los diarios artículos se han examinado principalmente por su
norteamericanos, muchos diarios británicos están interes descriptivo, que com pensa su imprecisión
suprimiendo la expresión "para las mujeres", metodológica. L a investigación sistemática en

43
este sector está todavía en la infancia en Australia, atletas masculinos pero no las de los femeninos;el
como se reconoce en todo el número de la revista. hecho de que en numerosas crónicas se tratan pri-
mero los acontecimientos relativos a los hombres
1. El tratamiento de las mujeres en los diarios y los resultados de las pruebas masculinas; la
práctica de llamar "girls" a las mujeres mientras
Uno de los artículos examina la representación que nunca se llama "boys" a los hombres. U n fac-
de las mujeres en el diario& de Sydney (New tor importante que contribuye al tratamiento dis-
Journalist, 1976, 5). Su conclusión de que la in- criminatorio de las mujeres en las noticias depor-
formación es sexista está apoyada en ejemplos tivas es la escasa representación de los periodis-
ilustrativos m á s que en un análisis de contenido tas femeninos en los departamentos de deportes.
sistemático. Según el autor anónimo del articulo, Esta explicación se demuestra comparando los in-
el Sun trivializa a las mujeres. Identifica los ali- formes de los periodistas masculinos con los es-
mentos y la moda como sus Únicos intereses ex- critos por las dos Únicas corresponsales femeninas.
cluyendo a las mujeres de todas las demás noticias, Las mujeres periodistas escribían desde un punto
al mismo tiempo que omite toda información seria de vista notablemente distinto, que subrayaba las
sobre problemas femeninos. L a representación hazañas individuales. Aunque la informaci611 sobre
estereotipada de las mujeres aparece en los dibu- un acontecimiento tan inhabitual y ampliamente di-
jos y en los titulares, en la descripción de las m u - fundido como los Juegos Olímpicos puede no ser
jeres en función de su papel como madres, en el representativa de la información deportiva cotidia-
tratamiento sensacionalista de la violaci6n y en na, ofrece datos en apoyo de la hipótesis m u y di-
llamar "el amigo del a m a de casal' al redactor de fundida de que la información deportiva está fuer-
las noticias para el consumidor. L a discrimina- temente deformada contra las mujeres (v6ase m á s
ción sexual en el Sun se atribuye a la prioridad de arriba Miller).
los intereses comerciales de su editor sobre todas
las demás preocupaciones. Sin embargo, la falta 2. Información sobre el movimiento feminista
de documentación esencial y el tono polémico del
articulo limita las conclusiones que podrían sa- U n cuarto artículo del New Journalist examina los
carse. otros medios de información, incluida la prensa
El artículo relativo a la informacion sobre clandestina. Según el autor, la prensa es el
violaciones (New Journalist, 1976, 7-8)tambiCn m á s accesible a las mujeres de los distintos
está escasamente e incidentalmente documentado. medios de comunicación en Australia. Se seña-
De la misma manera que en el artículo antes m e n - la un cambio gradual en la prensa clandestina
cionado, el autor anónimo afirma que el tratamiem desde la preocupaci6n por los problemas masculi-
to ambiguo y el "horror fingido" con respecto a la nos hasta el reflejo de la conciencia feminista y la
violación se utiliza como un medio sensacionalista integracih de los objetivos feministas en su pro-
de atraer la atención para aumentar la venta del grama revolucionario. El autor relaciona esta evw
diario. Al presentar la verguenza de la víctima lución de la prensa con el desarrollo del movimien-
después de la agresión como una reacción natural, to de la contracultura. Desde su origen, el movi-
los diarios refuerzan la idea de que la violación miento clandestino estuvo orientado hacia los hom -
está provocada en cierto modo por la mujer. bres y dominado por ellos. Las mujeres estaban
El análisis de la imagen de las mujeres en la relegadas a sus papeles tradicionales y excluidas
información sobre los Juegos Olímpicos de 1976 en de la actividad politica. Los medios de comunica-
tres diarios es algo m á s sistemático. Se indica la ción clandestinos y particularmente la prensa,e m -
composición de la muestra estudiada así como el pezaron gradualmente a responder a la conciencia
periodo de observación. Las conclusiones se ba- y las demandas feministas ocupándose de los pro-
san en las prácticas comunes a los tres diarios en blemas femeninos y empleando m á s mujeres en
el tratamiento de las deportistas. Se sacan tres todas las fases de la producción. El autor afirma
conclusiones generales: que la otra prensa es importante para las feminis-
- se trata exclusivamente a las mujeres con arre- tas pues ofrece posibilidades de ejercer influencia
glo a los estereotipos m á s estrictos; fuera de los medios especificam ente feministas.
- la hipótesis básica que inspira la información Al fijarse en la prensa clandestina, el articulo se
deportiva es que el hombre tiene m á s importan- aparta de la tendencia dominante en los estudios
cia que la mujer y, en consecuencia, se le de- sobre la imagen femenina en los medios de comu-
dica m á s espacio gráfico y textual; nicación, que se concentran por lo general en los
- los redactores deportivos ven al "hombre" como medios de la clase dominante. Aunque esta prefe-
la norma general, mientras que las mujeres pa- rencia pueda estar justificada por la difusión entre
recen entrar en otra categoría secundaria (véa- las masas y la fuerte penetración de la prensa es-
se m á s arriba informe ISIS). tablecida, la importancia de la prensa clandestina,
Los datos en apoyo de estas generalizaciones unida a la prensa feminista, para la introducción
incluyen el empleo del apellido de casada sin sig- y la difusión de las ideas feministas merece nue-
nificación para identificar a las deportistas; el vas investigaciones. Sería m u y provechoso un
hecho de que se enumeran las profesiones de los análisis comparativo de la información sobre el

44
movimiento feminista en los periódicos estableci- mujeres, tal como se refleja en la prensa asiática,
dos y los periódicos clandestinos, así como una a base de un análisis de las páginas femeninas de
evaluación de su auditorioy su efecto potencial res- los diarios de lenguainglesa de Hong Kong. No se
pectivos. pretende que la muestra estudiada sea representa-
tiva de los medios de comunicación asiáticos. Ade-
d) Asia más, Kulkarni observa que la prensa de lengua in-
glesa es m á s elitista y está m á s dirigida a las
Dada la extensión del continente asiático, los dife- clases medias que la prensa en lenguas asiáticas.
rentes grados de desarrollo socioeconómico y de P o r otra parte, el grado de alfabetizacih es gene-
alfabetización y los distintos conceptos de la pro- ralmente bajo en Asia. L a lectura de peri6dicos
pia prensa en las naciones comunistas y las no co- es m á s corriente entre las clases medias, cuya
munistas (vbase x,World Communications,Unesco, idiosincrasia puede suponerse reflejada en la pren-
1975), la evaluación de los papeles femeninos re- sa de lengua inglesa. Por Último, Kulkarni supone
flejados en la prensa es una tarea complicada que las costumbres básicas de la clase media ins-
(Kulkarni, 1976). E n las publicaciones disponibles truida de Hong Kong coinciden aproximadamente con
falta todavía una encuesta general sobre la repre- las que predominan en los países no comunistas de
sentación del papel de los sexos en los diarios asiá- Asia. Los resultados del análisis de contenido de-
ticos. Dos documentos presentados en la Consulta ben interpretarse teniendo en cuenta las limitacio-
Asiática sobre las Mujeres y los Medios de C o m u - nes antedichas. Las páginas femeninas contienen
nicación intentan paliar el vacío existente en la in- un número abrumador de fotografias en su mayor
vestigación. Esos artículos están centrados res- parte sobre acontecimientos sociales de la Blite de
pectivamente en las imageries femeninas de los Hong Kongyde modas. Las secciones están domi-
diarios del Japón y de Hong Kong. nadas por noticias de modas, incluían por lo común
hor6scopos y presentaban regularmente alimentos
1. El tratamiento de las mujeres en los diariE y recetas importados de Occidente. Diez de las
67 crbnicas de la muestra se referían a problemas
El documento presentado por Tokiko Fukao (1976) medicos o psicológicos, con inclusi6n de los ar-
pone de relieve una parte de los resultados de un tículos sobre control de la natalidad. S610 dos de
análisis de los diarios japoneses. Las conclusio- esos artículos estaban escritos por periodistas lo-
nes se refieren a la opinión de los diarios sobre el cales. Alrededor de los dos tercios de los articu-
papel de las mujeres en el cuidado de los niños,tal los de la muestra procedían de servicios exteriores
como se refleja en las noticias sobre abandono de contratados, estaban escritos por periodistas occi-
niños e infanticidios, asi como el concepto de la dentales, dirigidos a públicos occidentales y dedi-
mujer que se desprende de la información sobrelas cados a problemas de interes para sus sociedades
actividades de las mujeres. No se detallan aquí ni m á s que para el contexto sociocultural asiático.
el alcance ni la metodología del estudio. Sin e m - Puesto que los diarios de la muestra están desti-
bargo, el informe expone las condiciones sociales nados a la clase media instruida, el autor concluye
en el Japón, en particular las relacionadas con el que el contenido de sus páginas femeninas no s610
cuidado de los niños, y el cam bio en la situación de refleja los prejuicios de los periodistas asiáticos
las mujeres japonesas. Sobre esta base se evalha sobre los papeles y los intereses de las mujeres,
el tratamiento de las mujeres en los diarios. El sino tam bien los del público al que está dirigido.
autor llega a la conclusión de que los diarios refuer- Según Kulkarni, la conciencia de los fines del m o -
zan las nociones tradicionales sobre los papeles de vim iento feminista existe principalmente entre la
las mujeres yla feminidad, que están en marcado clase media, aunque la mayor parte de las mujeres
contraste con la redefinici6ndel papel de los sexos instruidas de la clase media en Asia no son activis-
que se está produciendo en el Japón contemporáneo. tas. E n realidad, la investigaci6n acadbmica re-
Según Fukao, las imágenes ylas descripciones es- vela que las mujeres instruidas de Asia tienen to-
tereotipadas de las mujeres reflejan una perspecti- davía conceptos bastante tradicionales del papel de
va masculina. Las propias mujeres deben ejercer los sexos.
m á s influencia para mejorar su imagen, No sólo
hay necesidad de m á s mujeres periodistas, sino 3. Información sobre el movimiento feminista
que el público femenino debe intervenir protestan-
do contra la representación de las mujeres en la Aunque los periodistas asiáticos m á s destacados
prensa y la falta de mujeres periodistas. E n con- parecen inspirarse en los medios de comunicaci6n
secuencia, el tratamiento de las mujeres en la británicos y norteamericanos, no emulan al modelo
prensa japonesa no parece ser diferente de las occidental en lo que se refiere al movimiento femi-
prácticas predominantes en la prensa de los paí- nista que, según Kulkarni (1976), ha ejercido una
ses occidentales indu stria1izados. fuerte influencia en los medios de comunicación de
Occidente. L a explicaci6n que da Kulkarni de esta
2. L a "sección femenina"
renuencia a reflejar el feminismo es que "los pe-
El documento presentado por Kultarni (1976)tra- riodistas asiáticos, debido al pasado feudal y colo-
ta de evaluar la conciencia social del papel de las nial de sus países, son el producto de valores

45
inigalitarios de la sociedad y están molestos por de noticias en virtud de su "feminidad" así definida
el ímpetu del movimiento feminista que impugna o bien reciben rasgos tradicionalmente femeninos
las posiciones atrincheradas del hombre" (Kulkarni, cuando aparecen en las noticias a título no tradicis
1976, 7). E n consecuencia, la escasa informaci6n nal, por ejemplo como políticos, profesionales,
sobre el movimiento feminista en los diarios asiá- activistas, deportistas, etc. Este mismo concepto
ticos refleja una actitud negativa. El reflejo en la de la naturaleza y de los papeles femeninos se re-
prensa occidental de las crecientes dificultades que fleja en las noticias destinadas especificamente a
está experimentando el movimiento refuerza la la-smujeres. Los temas que predominan en las
opinión que los editores asiáticos (predominante- páginas para la mujer son los alimentos, la moda,
mente hombres) tienen del feminismo como algo las noticias de sociedad y las actividades recrea-
inadecuado para las condiciones de Asia. Segím el tivas que se perciben como de interCs primordial
autor, el movimiento para igualar la condición de para las mujeres de acuerdo con sus papeles esen-
la mujer es importante para Asia como parte inte- ciales. Se refuerzan así los conceptos y la con-
grante del desarrollo socioeconómico general. ducta tradicionales del papel de los sexos. L a prep
Concentrándose en los problem as del desarrollo, sa refleja de un modo insuficiente el cambio en los
con especial atenci6n a la igualdad entre los sexos, estilos de vida y los nuevos papeles de las mujeres
la prensa podría desempeñar una importante fun- y los hombres que aparecen en la sociedad contem -
ción en el proceso del desarrollo. Sin embargo, poránea. L a función de la prensa como preserva-
Kulkarni es pesimista sobre la perspectiva de que dora del status quo se manifiesta tambien en la es-
la prensa acepte ese reto. C o m o la prensa de todo casez y la trivalización, el tono a m bivalente o
el mundo ha sido tradicionalmente en el mejor de deformado de la información sobre el movimiento
los casos un catalizador m á s que un iniciador del feminista y los problemas que plantea. L a mayor
cam bio social, el autor considera que sólo un fuer- parte de los documentos de investigación atribuyen
te movimiento social sería capaz de obligar a los la imagen tradicional de la mujer que prevalece en
medios de comunicación "letárgicos" de Asia a los diarios a la predominancia de hombres en las
desviar su orientación hacia esos importantes prc+ salas de redaccibn. L a perspectiva que tienen los
blemas. diarios sobre las mujeres es fundamentalmente una
perspectiva masculina. Aunque la investigaci6n in-
e) America Latina dica que la presencia de mujeres periodistas no
garantiza automáticamente un tratamiento no este-
L a resoluci6n de la CIM (CIM,1977) resume la reotipado de las mujeres, tambikn sugiere que
representación de las mujeres en los diarios a ba- aumentando su número existirán por lo menos m á s
se de las pruebas presentadas en el seminario so- oportunidades para que surjan nuevas imágenes de
bre los medios de comunicación y la imagen de las la mujer.
mujeres, celebrado en Santo Domingo. El trata-
miento de las mujeres en los diarios se divide en B. Revistas para la mujer
dos categorías:
- los diarios presentan imágenes de protagonistas Las revistas para la mujer se distinguen principal-
femeninos. Estos incluyen mujeres extraordina- mente de otros medios de comunicación en que es-
rias, es decir, mujeres activas y triunfadoras t8n dirigidas especificamente a las mujeres y son
en cam pos tradicionalmente masculinos, y muje- leídas primordialmente por Cstas. Este factor ex-
res consideradas de interés periodístico debido plica el interés feminista por las imágenes proyec-
a Ia naturaleza sensacionalista de la noticia; tadas en tales publicaciones, precisamente debido
- algunos artículos están destinados especialmen- a su influencia potencial sobre la conciencia y la
te a las mujeres. Tales artículos figuran a m e - autopercepci6n de las mujeres. Los estudios so-
nudo en una sección separada que se llamal'para bre las imágenes de la mujer en las revistas feme-
las mujeres", lo que implica un grado inferior ninas tienden a centrarse en la publicidad, ya que
de estima por la mujer. la inmensa mayorïa de los anuncios de artículos
L a extensión de las conclusiones anteriores al de consumo están destinados a las mujeres. E n
conjunto de los documentos de investigación exa- consecuencia, las revistas femeninas son un vehícu-
minados en la discusión precedente proporciona un lo sumamente apreciado de la publicidad. L a evo-
resumen básico de la representación de las muje- lución de las revistas femeninas desde su formato
res en los diarios de varios continentes, culturas original hasta su formato actual ha coincidido his-
y sociedades. t6ricamente con la creciente industrialización y la
importancia económica cada vez mayor de la pu-
Conclusión blicidad, como ha demostrado Weibel (1977, 142-
154) en el caso de los Estados Unidos de Amkrica.
Las imágenes de la mujer en los diarios definen a Se ha indicado que la dependencia con respecto a
esta en función de sus relaciones con el hombre. los ingresos de la publicidad es uno de los princi-
Subrayan sus papeles maternal y matrimonial, así pales factores que determinan las imágenes de la
como SU función como objeto sexual para ser exa- mujer presentadas en la prensa periódica femeni-
minado por el hombre. Las mujeres son objeto na. E n consecuencia, la publicidad y el contenido

46
editorial están inextricablemente ligados. L a se- revista, como se deduce de las cartas que éstos
paración de ambos en esta encuesta no tiene otro envían. E n contraste con esos puntos de vista tra-
prop6sito que la claridad del análisis. Sin embar- dicionales, McCall's presenta perfiles de mujeres
go, no siempre puede mantenerse una estricta se- que tienen Bxito en una gran variedad de campos
paraci6n, especialmente en el examen de los estu-
dios europeos, que suelen presentar una evaluación
incluidas las ocupaciones no tradicionales. LHJ
no restringe a las mujeres a sus papeles domesti-
global en contraste con el centro de investigación cos. Acepta el empleo, preferiblemente a jornada
m á s rigurosamente delineado de los análisis nor- parcial, para las mujeres casadas y las madres,
team ericanos. Norteam 6rica y Europa Occidental aunque se encontró que la mayor parte de sus lec-
han producido la mayor cantidad de materiales de toras eran partidarias del papel de amas de casa.
investigación en este campo, mientras que otras Sin embargo, sus perfiles de mujeres no incluyen
regiones geográficas vienen m u y detrás. E n con- el mundo del trabajo, y la informaci611 profesional
secuencia, el foso existente entre la investigación que ofrece es m u y escasa. C o s m o es una revista
de las sociedades industrializadas de consumo y para las mujeres pero sobre los hombres. Su te-
otros tipos de sociedades, particularmente las que m a principal es cómo conquistar a un hombre y
están en vías de desarrollo, se ha ensanchado. retenerlo. El contenido no novelesco relativo al
empleo femenino está centrado en los hombres m á s
a) Norteamerica que en las carreras. Se presenta el trabajo como
una oportunidad para reunirse con hombres y las
1. Contenido no novelesco descripciones de empleo tienden a ser idealizadas
y románticas. Se trata ocasionalmente de la dis-
El análisis del contenido no publicitario de las re- criminación en el empleo, de las posibilidades de
vistas fem eninas se ha concentrado primordialm en- empleo y de las mujeres de carrera que han triun-
te en el contenido novelesco, que es "el punto de- fado. Playboy se parece a C o s m o en sus actitudes
bil de todas las revistas de masas'' (Ray,1972, 41). liberales frente a los sexos. T a m b i b est6 cen-
A fin de determinar si el contenido no novelesco trada en los hombres, pero está escrita por y pa-
adolece del mismo retraso cultural, Ray analizó ra hombres. Las mujeres sólo aparecen en las
el contenido de cuatro revistas dirigidas a las m u - fotos como objetos sexuales. El contenido no no-
jeres o leídas por ellas. El foso cultural proyec- velesco muestra un desinteres general por las m u -
tado por el contenido novelesco de las revistas fe- jeres fuera de las relaciones sexuales.
meninas se define como la discrepancia existente Las relaciones hombre-mujer son el tema
entre el ideal cultural, que sitúa las principales principal de las cuatro revistas. McCall's y LHJ
obligaciones de la mujer en el hogar, y la realidad reflejan puntos de vista tradicionales sobre el pa-
de las condiciones sociales contemporáneas, que pel profesional y la conducta sexual de las muje-
muestran un empleo creciente de la mujer casada, res. McCall's apoya francamente las normas m o -
sobre todo en tareas y profesiones tradicionalmen- rales tradicionales con respecto a las relaciones
te femeninas que suelen ser las ocupaciones menos sexuales prem atrim oniales y extramatrimoniales,
calificadas y remuneradoras. mientras que la mayoría de sus lectores propenden
Se seleccionaron tres revistas femeninas para a utilizar un doble patrón para juzgar la infideli-
su análisis, o sea, McCall's y The Ladies'H o m e dad masculina O femenina. LHJ tampoco estimula
Journal (LHJ)que ocupan el primer lugar por su las relaciones sexuales prematrimoniales, pero las
tirada entre las revistas orientadas hacia la fami- reconoce como un hecho de la vida y las juzga de
lia, y Cosmopolitan, destinadas a las mujeres de acuerdo con las circunstancias a pesar del conser-
carrera de 18 a 24 aíios. Tambi6n se incluyó en vadurismo de sus lectoras a este respecto. C o s m o
la encuesta la revista Playboy, que es la revista difiere de las otras dos revistas femeninas de la
masculina de m á s venta en el país, teniendo en muestra estudiada en que propugna abiertamente
cuenta que la investigaci611 indicó que es la publi- la igualdad de los sexos, aunque su insistencia en
caci6n m á s difundida entre las mujeres empleadas. las relaciones mujer-hombre y en el matrimonio
El estudio tenia por objeto examinar que modelos es por lo menos igual de fuerte. Sin embargo, el
de papeles presentaban las revistas, cómo refle- matrimonio no se enfoca como una relación total,
jaban 6stas la realidad social y cuáles eran sus sino que se presenta como una maximización de la
posiciones con respecto al cambio de papel de las oportunidad sexual. Al subrayar el matrimonio
mujeres. Los artículos relativos al empleo feme- como el modo de vida preferible, refleja la situa-
nino reflejan una gran disparidad entre McCall's y ción de las mujeres en la cultura norteamericana,
- --
LHJ. McCall's es ambivalente con respecto a las
mujeres casadas empleadas e ignora a las madres
que discrimina a las personas solteras. Las re-
laciones sexuales extramatrimoniales sólo se exa-
empleadas. Estimula el trabajo voluntario para minan en Cosmopolitan en terminos de hombres y
las mujeres casadas como una salida culturalmen- mujeres solteras,reflejando así el doble patr6n al
te aceptable, o sugiere el trabajo a jornada par- menos con respecto a las mujeres casadas en opo-
cial para las madres de niños mayores. L a insis sición a los hombres casados. Playboy, a pesar
tencia en los papeles tradicionales para las muje- de su tratamiento gráfico de la mujer como objeto
res refleja la orientaci6n de los lectores de la sexual, pone de realce a la persona y rechaza el

47
doble patrón en todos los aspectos. Se propugna liberación de la mujer, pero es el Único lazo que
abiertamente la sexualidad prematrimonial pero queda entre el feminismo y Cosmopolitan. La auto-
no se estimula la sexualidad extramatrimonial pa- ra menciona otras posibilidades que aparecieron
ra los hombres ni para las mujeres. El matrimo- al final de los años 60 y que representaron cambios
nio se toma en serio, aunque no se subraya. m A s representativos en la imagen de las mujeres
E n lo que se refiere a la posición que adoptan en la prensa femenina. L a revista Essence, diri-
las diversas revistas con respecto al movimiento gida a las mujeres negras del mundo profesional y
feminista, Cosmopolitan da la prioridad a la im - de los negocios, proyecta imágenes de la mujer
portancia del hombre en la vida de la mujer y a la independiente y confiada en sí misma sin la insis-
libertad sexual con respecto a la liberación psico- tencia de Cosmo en la importancia primordial de
lógica, social o politica. Según Ray, la "Cosmo- conquistar a un hombre. Por Último, la revista
girl" dista de ser una mujer liberada. McCall's ha
sido el m á s consecuente en subrayar los papeles
-
Ms., ha surgido del movimiento de liberación de
las mujeres como una publicación de gran circula-
tradicionales para las mujeres, al menos hasta que ción con un punto de vista feminista. Sin embargo,
su nuevo director femenino, nombrado en 1969, Weibel no espera que la tendencia a separarse de
cam biÓ gradualmente su orientación hacia el apoyo la tradición se intensifique. Esta autora predice
a los objetivos y a los temas feministas. LHJ ha un retorno parcial a la situación anterior a 1960 y
sido la m á s criticada de las revistas femeninas. una insistencia renovada en las imágenes m á s tra-
E n defensa de su contenido y su punto de vista dicionales de la mujer.
orientados hacia la tradición, su director mascu- L a perspectiva de Weibel sobre futuras trans-
lino alega que la mayoría de sus lectoras prefie- formaciones en la respuesta de las revistas feme-
ren una vida centrada en el hogar. Plavbov
u I es a m - ninas al cambio del papel de los sexos es m á s bien
bivalente hacia la mujer liberada, pero s610 reac- claramente pesimista. U n estudio comparativo de
ciona contra la facción feminista antim asculina. la representación de los papeles en Mademoiselle,
Sin embargo, la liberación de la mujer se aprecia Redbook y M s . (Newkirk, 1977) demostró que las
primordialmente por la libertad sexual que lleva imágenes nodom6sticas de las mujeres están sien-
consigo. do gradualmente incorporadas a los formatos tra-
A base de estas observaciones, el autor llega dicionales de las dos primeras de esas revistas y
a la conclusión de que no puede llamarse feminista son las únicas representadas en la tercera. Sin
a la orientación de ninguna de las revistas. Sin embargo, en las tres publicaciones falta una repre-
embargo. K4cCall's se mueve claramente en esa
u *
sentación equilibrada de la mujer "total" de nues-
dirección, mientras que Playboy y Cosmopolitan tros días, pues incluso Ms. no representa exacta-
reflejan en Darte la nueva libertad sexual de las mente los papeles d o m k z c o s de las mujeres, se-
-
mujeres. LHJ ha respondido a las críticas femi-
nistas publicando una edición feminista, pero desde
gCln las conclusiones de la autora.
L a vía de reforma gradual que parecen seguir
entonces ha reanudado su carácter m á s o menos las revistas femeninas fue brevemente interrum -
tradicional. Según Ray, la a m bivalencia general o pida en el verano de 1976 por un episodio sumamen-
los enfoques vacilantes hacia el feminism o parecen te inusitado. Siguiendo la iniciativa de un editor,
reflejar la opinión de la mayor parte de las muje- 39 revistas se unieron para estimular un debate
res norteamericanas. Las encuestas entre los nacional acerca del problema de la Enmienda so-
lectores de LHJ han demostrado que la mayoría de bre Igualdad de Derechos (ERA)(Farley, 1978 -
las mujeres no desean ser liberadas ni aceptan los Butler and Paisley, 1978). L a amplitud de la in-
conceptos y la conducta no tradicionales de otras formaci6n y el grado de apoyo prestado para la
mujeres. Según el autor, antes de que los cambios aprobaci6n de la Enmienda varió con la política
en el papel de los sexos se reflejen en la prensa editorial, la tirada y la clase social de los lectores
femenina es necesario un cambio en los conceptos de cada revista. Las revistas que discutían fre-
que tienen las mujeres de ellas mismas y de sus cuentemente asuntos controvertidos, que tenían una
papele s. tirada media de 2,5 millones de ejemplares y un
Aunque el examen anterior sugiere cierta des- público de la clase media eran m á s propensas a
viación con respecto a la imagen tradicional domi- dar una información a m plia y a prestar un fuerte
nante del a m a de casa centrada en el hogaryorien- apoyo que las publicaciones que tenían una tirada
tada hacia el consumo en Cosmopolitan, Weibel menor, un público de la clase trabajadora y una
(1977, 135-173) señala que la "chica-Cosmo" informaci6n poco frecuente sobre temas controver-
sexualmente atractiva es simplemente otra ver- tidos. Sin embargo, la amplitud de la información
sión de la imagen pasiva tradicional de la mujer. no siempre estaba positivamente correlacionada
El origen de la aparición de la imagen C o s m o con- con la defensa de esa causa. Todas las revistas
temporánea se encuentra en la revolución sexual apoyaron la Enmienda en cierta medida, pero las
de los arios 60, cuando el advenimiento de la pïldo- revistas de modas y aventuras románticas fueron
ra anticonceptiva ofreció nuevas opciones a las sus defensores m á s decididos. El tratamiento de
mujeres solteras y divorciadas. El sexo se con- diversos temas, tales como el empleo, la uni6n
virtió en un asunto de elección personal. Weibel hetereosexual y homosexual, la violación, etc. ,
señala que la libertad sexual forma parte de la expresaba generalmente una firme posición a favor

48
de la Enmienda. Aunque la información de las re- y como amenazas para el matrimonio de otras m u -
vistas sobre los derechos de las mujeres alcanzó jeres. El a m a de casa feliz representaba la ima-
claramente un máximo a mediados de los afíos 70 gen dominante de la mujer en las novelas, y el m a -
en com paración con las decadas anteriores, inclui- trimonio se representaba m á s frecuentemente como
do el alto nivel alcanzado en los arios 20, según fuente de felicidad en 1967 que en 1957. El Único
Butler y Paisley (1978), la tendencia a largo plazo cambio importante observado durante la decada se
del interes de los medios de comunicación por los refería a los problemas con que se enfrentaban los
problemas relativos a las mujeres no es forzosa- personajes femeninos, que de ser sobre todo ro-
mente alentadora. mánticos pasaron a predominantemente psicológi-
cos en 1967. Bailey interpreta esto como una ten-
2. Contenido novelesco dencia hacia un mayor realismo, aunque sefíala que
los problemas tratados en los relatos novelescos
Nuestro examen del contenido novelesco en la pren- no eran generalmente de carácter serio. L a autora
sa femenina norteamericana está basado en cuatro llega a la conclusión de que las revistas femeninas,
estudios. Tres de ellos analizan el contenido no- al menos en su contenido novelesco, parecen reac-
velesco de las llamadas revistas "comerciales'' cionar contra las mujeres de carrera subrayando
para mujeres. El cuarto estudia las revistas de el conservadurismo y predice que los cam bios en
amor en contraposición a las revistas de aventuras la vida de las mujeres tendrán que ser m á s defini-
orientadas hacia el hombre. L a expresión "revis- dos antes de que se reflejen en los relatos noveles-
tas comerciales" designa una publicación orienta- cos que publican las revistas femeninas fv6ase m á s
da hacia el consumo y dirigida a un público predo- arriba, la conclusión de Ray sobre el contenido no
minantemente de la clase media. Las revistas de novelesco).
amor son las m á s leídas por las mujeres que tra- Lugenbeel (1975) analizó una muestra de rela-
bajan y tienen un contenido principalmente nove- tos cortos publicados en Good Housekeeping en
lesco y recreativo. 1972-1973. Los resultados del análisis confirman
L a base del estudio realizado por Bailey (1969) las conclusiones de Bailey sobre la dCcada ante-
es la crítica formulada por Betty Friedan (1963, rior. L a heroína típica sigue siendo una mujer jo-
33-69), cuyas investigaciones revelaron cambios ven (25-35años), cuyos objetivos están orientados
deplorables en el contenido novelesco de las revis- hacia el amor y cuyos problemas son de carácter
tas para mujeres. El análisis de Friedan mostró psicológico. Está representada como una esposa o
una pronunciada disminución del número de muje- madre que es víctima de las circunstancias y que
res de carrera representadas en las novelas desde se sacrifica por otros en una situación que no está
1939 hasta 1949. A finales de los años 50, las m u - creada por ella misma. Lugenbeel considera que
jeres de carrera habían desaparecido completa- los relatos novelescos de las revistas femeninas
mente del contenido novelesco de las revistas fe- tales como Good Housekeeping, que representan a
meninas y casi no había ningún personaje femenino las mujeres orientadas hacia el hogar y la familia
que desempeñara un empleo. Las mujeres emplea- sin ofrecer otras alternativas, podrían provocar
das estaban siendo sustituidas por heroínas que complejos de culpabilidad en las lectoras que no
eran amas de casa m á s jóvenes y cuyos intereses decidan sacrificar sus carreras al papel de a m a
estaban centrados en el hogar y en los nifíos. El de casa.
estudio de Bailey tenía por objeto comprobar es- Franzwa (1975) tam bien eligió Good House-
tas observaciones en las novelas publicadas en keeping, McCall's y The Ladies'Home Journal pa-
McCall's,The Ladies'H o m e Journal (LHJ)y Good ra su análisis. Para indicar la pertinencia de tales
Housekeeping (GH)en 1957 y 1967, así como exa- estudios, se refiere a los resultados de la investi-
minar si los cambios en la situación femenina ocu- gación que revelan el efecto de las imágenes re-
rridos durante esa década, tales como el aumento presentadas en los medios sobre las percepciones
de la educación y el empleo, se reflejaban en la del papel de las mujeres. Varios estudios han
representación de las mujeres en las novelas. demostrado que:
Bailey encontró que la imagen dominante era la de la formación profesional de las mujeres y sus
una mujer atractiva casada, de 26 a 35 años, con aspiraciones de carrera son afectadas por sus
uno o dos hijos, una casa en la ciudad, una educa- conceptos de los papeles femeninos, que a su vez
ción media, el trabajo domestico como principal están relacionados con sus ideas de lo que el
ocupación y el amor como objetivo primordial. E n hombre percibe como la mujer ideal;
general, se confirmaron las observaciones de la opinión que las mujeres tienen de sus papeles
Friedan, que indicaban una tendencia hacia heroí- en la vida está influida por las imagenes presen-
nas m á s jóvenes, L a Única excepción fue McCall's, tadas en los medios de comunicación. Los estu-
que aumentó considerablemente su representación dios sobre efectos en niños indican que los m e -
de mujeres mayores (36-45años). El análisis re- dios de comunicación tienen m á s influencia en la
veló además una neta disminuci6n en el número de formación de los conceptos infantiles sobre los
personajes femeninos con una carrera. Adem ás, papeles que los ejemplos de los padres.
la mayor parte de las mujeres estaban represen- El análisis abarcó un periodo de 25 alios (de
tadas como personas antipáticas, "poco femeninas" 1945 a 1970 con intervalos de cinco alios). Se

49
observó que en los relatos novelescos las mujeres apoyo a una serie de normas socialesque la litera-
están generalmente representadas como solteras tura sociológica presenta como firmemente com -
en busca de un marido, como a m a de casa o madre, partidas por la clase trabajadora norteamericana.
como solterona o como viuda o divorciada ydispues- Sólo se examinarán los resultados relativos a los
ta a volver a casarse. El Único factor que define a conceptos sobre el papel de los sexos yla conducta.
las mujeres de cada una de esas categorías es su Los hombres aparecen casi invariablemente en los
relación o su falta de relación con un hombre. El relatos amorosos como personajes importantes. E n
41 To de los personajes femeninos de la muestra es- contraste con ello, los relatos de aventuras igno-
taban e m pleados en algún momento, principalmen- ran con frecuencia completamente a las mujeres o
te en tareas de poca importancia. Sin embargo, se las representan en una relación sexual ocasional y
indica claramente que las mujeres jóvenes solteras temporal con el heroe masculino. Los relatos
que están e m pleadas consideran sus tareas como amorosos tendían a desaprobar la sexualidad pre-
ocupaciones tem porales mientras se casan. Eran matrimonial o extramatrimonial, adoptando así la
pocas las mujeres casadas que estaban e m pleadas, norma generalmente aceptada, mientras que los
pero las que trabajaban experimentaban casi inva- relatos de aventuras eran m á s propensos a apro-
riablemente graves conflictos en su papel. E n las barla. Las relaciones sexuales eran sólo una par-
muestras relativas a 1955, 1960, 1965 y 1970 no te de la trama en las revistas destinadas a los
aparecian mujeres e m pleadas. Esta observación hombres, mientras que eran la trama misma en
tiende a confirmar la observación de Friedan y los relatos de amor destinados a las mujeres. El
Bailey de que hay una disminución del núm ero de matrimonio era el objetivo primordial de la vida
mujeres empleadas que auarecen en los relatos en la mayor parte de las novelas amorosas, mien-
novelescos de las revistas femeninas contempora- tras que los relatos de aventuras rara vez se ocu-
neas, tendencia completamente opuesta a la que se paban de el. Los personajes de los relatos amo-
estaba produciendo en la vida real en los Estados rosos tendían a buscar la estabilidad y la seguri-
Unidos de America durante el mismo periodo. dad, mientras que los heroes de los relatos de
E n comparación con las revistas orientadas aventuras no mostraban ese interés. Otra obser-
hacia el hogar examinadas, Franzwa se refiere a vación interesante se refería a la norma de que las
publicaciones periódicas femeninas m á s orienta- personas que trabajan tienden a percibirse a sí
das hacia las carreras, tales como Glamour, mismas viviendo en un medio hostil. Las heroínas
M a d e m o i G e y Cosmopolitan. L a autora rechaza de los relatos amorosos enfrentadas con la hostili-
la crítica de Clarke y Esposito (1966), según la dad experimentaban sentimientos de desam paro.
cual las carreras representadas en esas revistas En contraste con ello, los heroes de los relatos de
son esotéricas, porque son inaccesibles a la mujer aventuras esperaban encontrar hostilidad y, por lo
media y ésta no aspira a ellas. Según Franzwa, común, conseguían dominar hábilmente la situa-
cualquier ampliación de la perspectivas de los pa- ción. Esto coincide con una observación revelada
peles femeninos es preferible a subrayar la condi- en un estudio anterior de los diarios británicos
ción de a m a de casa y de madre como los Únicos (véasem á r arriba, X, Birmingham, 1974), que
papeles femeninos en la vida. Esta observación presentaban a las mujeres como victimas indefen-
pierde significación a la vista de las conclusiones sas de las circunstancias y los desastres sociales,
de Ray Weibel anteriormente examinadas, según mientras que los hombres en semejantes situacio-
las cuales Cosmopolitan perpet6a fundamentalmen- nes no estaban nunca representados como seres
te las imágenes tradicionales de la mujer. Según pasivos o incapaces de actuar. L a representación
Weibel ( 1 8 7 )el único elemento nuevo en la ima- de los papeles sexuales en ambos tipos de revistas
gen que da C o s m o de la mujer es su libertadsexual, tiende a estereotipar tanto a las mujeres como a
que constituye simplemente un atributo femenino los hombres. Las mujeres aparecían generalmen-
adicional para el placer del hombre. El análisis te como seres domésticos, pasivos, emotivos y
de Ray (1972) reveló que la atención que presta dependientes. Los personajes masculinos solían
Cosmopolitan a las carreras no se basa en un ver- ser agresivos, fuertes, confiados en sí mismos y
dadero interés por la independencia económica y protectores. Sin embargo, los relatos de aventu-
la liberación social de las mujeres. Los empleos ras representaban m á s mujeres agresivas (sexual-
femeninos se describen de una manera deformada mente) que los relatos amorosos. A base de estas
en función de las posibilidades que ofrecen para observaciones, los analistas llegan a la conclusión
encontrar hombres, que son los protagonistas en de que los relatos amorosos presentan a las muje-
la vida de las mujeres representadas en Cosmo. res buscando y encontrando la felicidad en los pa-
U n estudio realizado por Smith y Matre (1975) peles convencionales, pero dependiendo para su
com para los papeles sexualesylas normas sociales identidad de los hombres que aparecían en sus vi-
reflejados en las revistas de amor destinadas a las das. Los relatos de aventuras representan un
mujeres con los reflejados en las revistas de aven- Kund0 escapista de proezas masculinas, despro-
turas dirigidas a los hombres. Ambos tipos de re- visto de obligaciones domCsticas y morales. E n
vistas son sumamente populares entre la clase tra- consecuencia, las normas de conducta de los h o m -
bajadora. El análisis mostró importantes diferen- bres y las mujeres reflejadas en los relatos no-
cias entre los dos tipos de revistas en el reflejo ye1 velescos son considerablemente distintas y no

50
contribuyen a promover en los lectores relaciones los alios 60 aparecen en las nuevas revistas "libe-
hombre -mujer mutuam ente satisfactorias. Los radas", que responden a la moralidad tolerante de
autores llegan a la conclusión de que el reforza- la Cpoca actualizando las viejas normas mediante
miento de los estereotipos y la representación de la incorporación del sexo. Sin embargo, no se to-
las relaciones hombre-mujer en los relatos nove- lera la sexualidad prematrimonial ocasional. Aun-
lescos no conducen a establecer un entendimiento que el matrimonio no es siempre un requisito pre-
mejor entre los hombres y las mujeres. vio, el amor si lo es. Cecil seliala que, si bien la
D e los resultados de la investigación anterior- novela contemporánea incluye el adulterio, el di-
mente examinados parece desprenderse que el con- vorcio y el sexo, sigue predominando la aventura
tenido novelesco constituye el "punto dkbil''de las romántica que termina felizmente. L a predomi-
revistas femeninas en lo que se refiere a perpe- nancia de las normas tradicionales lleva a Cecil a
tuar conceptos convencionales del papel de los la conclusión de que los relatos novelescos de las
sexos. Aunque el contenido no novelesco muestra revistas femeninas no parecen demasiado influidos
algunos signos de reconocimiento del cambio de por el cambio de situación de las mujeres y que el
situación de las mujeres, permanece tambien escapism0 sigue siendo SU funci6n primordial.
orientado en gran parte hacia la tradición al re- Se ha indicado que una de las funciones funda-
presentar a aqugllas y sus papeles en la sociedad. mentales que las revistas femeninas desempeñan
para su público es proporcionarle recreo mediante
b) -
Europa Occidental una ficción escapista (Wassenaar, 1976). Según
White (1977), la decadencia de las revistas de amor
El tipo de contenido como base para clasificar los en el Reino Unido que McClelland (1965)observ6
estudios sobre las revistas femeninas es un crite- en los años 60 y atribuyó a la fuerte competencia
rio menos eficaz para examinar los documentos de de la televisión, particularmente en el terreno del
investigación sobre las revistas europeas. L a m a - recreo, se ha invertido desde entonces. Los años
yor parte de los documentos tienden a presentar 70 han sido realmente testigos de un considerable
una evaluación global que integra varios tipos de aumento de la demanda de relatos escapistas en la
contenido, datos sociodemográficos sobre el públi- prensa femenina general y en las revistas noveles-
co e intentos para describir las revistas femeninas cas especializadas del Reino Unido (White, 1977).
en relación con las funciones que desempeñan para Wassenaar (1976) señala una reciente tendencia
sus lectores. Aunque este mBtodo ofrece valiosas hacia el realismo en las novelas que publica la
perspectivas sociológicas sobre el lugar que las prensa femenina de los Países Bajos. El enorme
revistas femeninas ocupan entre otros tipos de m e - Bxito de Story, que es una nueva publicación des-
dios de comunicación, es probable que adolezca de tinada principalmente a las mujeres, parece indi-
imperfecciones metodológicas. car que la fórmula romBntica no está perdiendo
terreno en modo alguno. Story y otras publicacio-
1. Contenido novelesco nes recientemente aparecidas están exclusivam en-
te centradas en el mundo de ensueño sin proble-
U n análisis del contenido novelesco de una mues- m a s del idilio. Sin embargo, estas revistas no
tra de revistas femeninas britanicas y norteame- presentan un mundo ficticio de fantasía, sino que
ricanas desde el siglo XVIII hasta nuestros días están dominadas por relatos idealizados de las vi-
(Cecil, 1974) no reveló cambios importantes en los das de personajes reales, estrellas y otros prota-
intereses fundamentales de las heroínas noveles- gonistas de la actualidad. Las revistas de novelas
cas. Las mujeres de las novelas están siempre amorosas siguen siendo populares entre las muje-
buscando el idilio y el amor verdadero. El cam bio res en Italia (De Claricini, 1965) y en Francia
principal en el contenido novelesco actual consiste, (Laink, 1974). Sin embargo, Weibel (1977), ha
según Cecil, en la introducción del sexo como un observado que lo novelesco, al menos del tipo pu-
ingrediente común de la aventura amorosa en las ramente romántico-escapista, parece estar per-
revistas femeninas que estan principalmente des- diendo im portancia en las revistas comerciales
tinadas a las mujeres j6venes "liberadas". Las norteamericanas. Esta autora considera que las
revistas femeninas m á s antiguas que tienen un pú- diferencias de clase social entre las lectoras de
blico de la clase media tambien han hecho algunos la prensa comercial y la de las revistas románti-
cambios en sus normas tradicionales en vista de cas constituyen la clave para explicar este fenó-
la com petencia, particularmente de la televisión. meno. Según Weibel, el melodrama de la televi-
Sin e m bargo, sus heroínas novelescas siguen sien- sión ha sustituido en gran parte a las revistas co-
do esencialmente amas de casa enfrentadas ahora m o entretenimiento entre las mujeres de la clase
con el divorcio y el adulterio, el Último de los media. E n el caso de las mujeres de la clase tra-
cuales tiene siempre un efecto destructor. Al in- bajadora, que son el público principal de las re-
corporar temas como el adulterio y el divorcio vistas románticas, el melodrama, que representa
tratan de establecer un equilibrio entre el realis- a personas y estilos de vida de la clase media no
m o y las normas tradicionales del relato amoroso puede competir con las revistas novelescas. Se-
(v6ase la tendencia hacia el realismo señalada por gún White (1977), los factores estructurales tales
Bailey). Las heroínas típicas de las novelas de como la clase social, la edad y los ingresos están

51
perdiendo hoy día importancia como base para la la clase media en Francia. Su evaluación de la re-
estratificación social en el Reino Unido. Las ac- presentación de las mujeres y de la imagen de la
titudes, los gustos y los estilos de vida se están feminidad en Elle y en Marie-Claire se basa en un
convirtiendo en los factores esenciales que guian examen de las publicaciones sobre la prensa €e-
cada vez m á s las estrategias de comunicación de la menina francesa com binado con un análisis de con-
prensa femenina. U n análisis reciente de la pren- tenido. El estudio no pretende ofrecer una des-
sa femenina de lengua holandesa en Bélgica (De cripción sistematizada del contenido a base de da-
Kunst, 1978) tampoco ha confirmado la tesis for- tos estadisticos, sino que indica m á s bien las ten-
mulada por Trommsdorff (1969) con respecto a las dencias actuales en relación con los conceptos
revistas femeninas de la República Federal de tradicionales de la mujer y los papeles femeninos
Alemania, según la cual el estilo y el contenido de por una parte, y la nueva conciencia feminista por
una determinada publicación están considerable- otra. Se observa en una evolución desde la
mente relacionados con el estado socioeconómico insistencia en los conceptos convencionales de los
de sus lectoras. L a fórmula del Cxito de todas las papeles femeninos (1945-1956),a traves de una
revistas femeninas independientemente de las va- objetivación creciente de las mujeres como objetos
riables sociodemográficas de sus lectoras, parece esteticos para el placer del hombre (1958-1968),
estar firmemente basada en un equilibrio entre dos hasta un primer intento para redefinir la identidad
ingredientes principales, la utilidad y el recreo. y el papel de la mujer en la vida desde una pers-
L a insistencia en uno u otro de ellos varía de acuer- pectiva femenina. Benoìt señala que la revista ha
do con las variables de sus lectores (De Kunst, reformado su contenido en anos recientes, combi-
1978). nando nuevos temas feministas, tales como la libe-
ración sexual y el empleo femenino, con temas
b) 2. Contenido no novelesco tradicionales, tales como los consejos prácticos
sobre problemas morales, sentimentales y domes-
Los análisis de contenido de las revistas femeni- ticos y la presentación estetica y el estilo no con-
nas revelan que las imágenes dominantes de las formista de su información fotográfica sobre la
mujeres son proyectadas por los anuncios que to- moda. Según Benoft, la combinación de la nueva
das las revistas contienen en grandes cantidades. conciencia femenina con la feminidad tradicional
L a dependencia económica de la prensa femenina es un reflejo de la ambivalencia de sus lectoras.
con respecto a los ingresos de la publicidad deter- C o m o indicaci& de los conceptos del papel de los
mina tanto su contenido editorial como su conteni- sexos entre las mujeres francesas se cita una en-
do publicitario. E n realidad, la distinción entre cuesta de 1971. Mientras que la mayoría de las
ambos se ha borrado cada vez m á s y el contenido mujeres contestaron que apoyaban el principio de
editorial parece simplemente apoyar a la industria la igualdad entre los sexos, el matrimonio se se-
de artículos domesticos y a sus anuncios para los guía considerando como un objetivo primordial en
cuales constituyen un excelente vehículo las re- la vida de las mujeres. L a liberación sexual se
vistas femeninas con su público homogéneo situaba dentro de la relación marido-mujer. No se
(Wassenaar, 1976). L a superposición creciente impugnaba el matrimonio en sí mismo y seguía
del contenido publicitario y del contenido editorial prevaleciendo el doble patr6n al juzgar la sexuali-
produce y promueve imágenes de las mujeres que dad prematrimonial y extramatrimonial. Según
atraen a las lectoras como consumidoras en inte- Benoft, Elle tiende a apoyar la igualdad entre los
res del orden establecido basado en el. provecho. sexos en todas las esferas, subrayando especial-
E n consecuencia, las revistas femeninas represen- mente el empleo femenino como una forma de libe-
tan una fuerza conservadora. Las mujeres están rarse de los papeles domesticos estrechos y limi-
predominantemente representadas en papeles do- tantes, así como la redefinici6n de la sexualidad
mCsticos, es decir como el principal distribuidor femenina dentro del contexto matrimonial. L a in-
de los ingresos familiares. U n cambio m a s re- sistencia en la pareja casada es m á s fuerte en
ciente es la aparición de la mujer seductora (vea- Marie-Claire, que tiende a reflejar valores m8s
se m á s arriba en el contenido novelesco), que es tradicionales. E n comparación con G, la fun-
inducida a comprar productos de belleza a fin de ción de servicio y consejo, reconocida de un modo
atraer y de gustar a los hombres. Ambas imáge- general como una de las principales funciones de
nes tienen de común, aparte de estimular el con- las revistas femeninas fv6ase Wassenaar, 1976,
sumo femenino, que definen a las mujeres exclu- 80-82), está m á s subrayada en Marie-Claire. Sin
sivamente en función de sus interacciones con los embargo, Narie-Claire tambien introduce los im -
hombres: como sus esposas, sus amas de llaves, portantes temas feministas de la sexualidad y el
las madres de sus hijos y c o m o objetos sexuales. empleo. E n consecuencia, ambas revistas han
Faltan patentemente las imágenes de mujeres in- evolucionado hacia un formato que combina la re-
dependientes o empleadas, así como otras muchas presentación de la feminidad tradicional con imá-
imágenes vitales de la mujer contemporánea genes que reflejan la nueva conciencia femenina.
(Faulder, 1977, 175). Los conflictos derivados de la combinación de pa-
Benoft (1973) analizó dos revistas de gran ti- peles domesticos y profesionales se refleja en el
rada destinadas a mujeres jóvenes e instruidas de interes creciente de las revistas por las reformas

52
de la estructura social y por una controversia in- modo, las revistas para la mujer reflejan y pres-
cipiente sobre la institución matrimonial. Benoft criben la imagen tradicional de la mujer, que re-
considera que el aspecto positivo de estos cambios fuerza el sistema socioeconómico-político estable-
recientes en la prensa femenina consiste primor- cido. Para actualizar esta imagen tradicional se
dialmente en establecer un vínculo de comunica- inyecta cierta dosis de liberación y de conciencia
ción entre las teorías feministas y el público feme- feminista. L a incorporación de ideas "liberadas"
nino. Sin embargo, de las imágenes presentadas varia según el público de la revista. Vogue y
en la prensa para las mujeres y en los medios de Votre B e e reducen la liberaci611 de la mujer a
comunicación en general está surgiendo una nueva la liberación sexual. Lejos de propugnar la igual-
cultura femenina de masas, que esta produciendo dad entre hombres y mujeres, son en realidad
nuevos mitos. Estos nuevos mitos definen la es- contrarrevolucionarias y presentan la igualdad co-
pecificidad biológica de la mujer y la feminidad m o una amenaza a la masculinidad, lo que consi-
tradicional en oposición a la masculinidad estereo- deran como un efecto sumamente indeseable. E n
tipada. Benoft llega a la conclusión de que es aquí
donde las revistas para las mujeres, que son en
-- -- -
Elle, Marie-Claire, 20 ans y F e m m e Pratique se
observan dos tendencias. En primer lugar, se
parte responsables de la cultura femenina de m a - propugna el cambio social a fin de permitir a las
sas y de su ''nueva'' mitología, dejan de reflejar mujeres cumplir su destino biológico de la mater-
los verdaderos intereses del feminismo. nidad. Sin e m bargo, no se hace ningún intento pa-
El estudio de las revistas femeninas francesas ra impugnar o redefinir el lugar de la mujer en la
realizado por Dardigna (1975)revela tambien la sociedad. L a segunda tendencia es la insistencia
ambiguedad de la imagen femenina. L a muestra en la libertad sexual para las mujeres dentro del
estudiada, cuyo tamafío y composición no se espe- matrimonio, pero no la igualdad sexual, aplicando
cifica, incluye, además de Elle y garie-Claire, patrones diferentes para evaluar la experiencia
varias otras revistas de la "clase media" como sexual masculina con respecto a la femenina. Mien-
--
Vogue, 20 ans, y Votre Baute. El análisis mues-
tra la aparición de una doble imagen: la mujer de-
tras que las generalizaciones de Dardigna, basa-
das en una mayor variedad de publicaciones, no
finida exclusivamente por sus papeles de esposa y muestran m á s desviación de las pautas tradiciona-
madre en oposición a la mujer sexualmente libera- les que una integraci6n de nuevos temas en los
da. C o m o ideal femenino percibido por los hom - conceptos convencionales del papel de los sexos,
bres se presenta la com binaci6n equilibrada de Benoft interpretó la introducción de nuevos temas
estos dos aspectos. Los papeles del hombre y de en las dos revistas femeninas de mayor tirada co-
la mujer están estrictamente delineados: la pro- m o un cambio positivo. L a aparente contradicción
ducción es la función del hombre y la reproducción entre estas dos interpretaciones es fundamental-
la de la mujer. Las revistas para la mujer pre- mente una cuestión de acento. E n Último extremo
sentan la naturaleza femenina biológicamente de - parece prevalecer la interpretación de Dardigna,
terminada en oposición a la naturaleza masculina como lo demuestra la conclusión de Benoft (véase
como base de esta estricta segregación de los pa- m á s arriba) que reduce el valor progresista de las
peles (vease m á s arriba la conclusión de Benort). revistas examinadas.
Esta definición conservadora del papel de la mujer Dardigna examin6 tam bidn dos revistas feme-
refleja la posición de esta en la estructura social ninas relativamente nuevas: la versión francesa de
dominada por el hombre, que descansa en la insti- Cosmopolitan y l'Amour, destinadas a las mujeres
tuci6n de la familia nuclear y entra en conflicto con liberadas de la clase media. Sin embargo, en vez
la realidad de la participación creciente de las m u - de presentar imageries nuevas y mejoradas de las
jeres (casadas)en la fuerza laboral. Dardigna no mujeres y de sus relaciones con los hombres, la
afirma que las revistas para la mujer ignoren com- liberación se presenta simplemente como una ex-
pletamente la realidad del empleo femenino. Sin tensión de los privilegios sexuales del hombre a la
embargo, el único propósito de exponer la explo- mujer, incluidas la explotación y la opresión. Es-
tación de las mujeres empleadas es incitar a éstas tas revistas representan lo m i s m o al hombre que
a reevaluar su verdadero papel en la vida: el de a la mujer como objetos sexuales. L a caracterís-
esposa y madre. Los papeles matrimonial y m a - tica principal de la mujer nueva es su poder de se-
ternal de las mujeres se presentan como esencial- ducción conseguido mediante el potencial orgásmi-
mente secundarios y subordinados a las necesida- CO y el consumo de productos que aumentan su
des del marido y de los hijos. L a incapacidad pa- atractivo sexual. Tanto la capacidad sexual como
ra encontrar la felicidad en la domesticidad y en la el consumo de productos de atracción sexual se
sumisión al hombre se atribuye a la mujer indivi- cultivan para el placer del hombre. L a verdadera
dual y nunca a las insuficiencias de la estructura naturaleza de la mujer sigue siendo la sumisión al
social (vease m á s arriba la conclusión de un estu- hombre, su objetivo real el matrimonio y la reali-
dio de las imágenes de la mujer en los diarios - zación femenina final la maternidad. A pesar de
X, Birmingham, 1974). Según Dardigna, los pro- los intentos de modernizar la imagen femenina,
blemas y los conflictos se reducen típicamente a principalmente apropiándose los objetivos feminis-
circunstancias personales sin examinar nunca las tas relativos a la sexualidad, la perspectiva funda-
condiciones sociales como causa de ellos. D e este mentalno ha cambiado: se confirma a las mujeres

53
en sus papeles tradicionales de esposa y madre y de interes por los fines y los problemas feministas
se refuerza la institución social básica de la fami- a la prioridad de los intereses comerciales, para
lia, así como el lugar de la mujer dentro de ella. los que el feminismo y su nueva perspectiva de las
Según Dardigna las revistas para la mujer exclu- mujeres constituye una amenaza. L a imagen do-
yen la liberación de las mujeres definiendo la na- minante de la mujer es la de a m a de casa o madre.
turaleza femenina como pasividad y subordinación Las mujeres solteras s610 aparecen en busca de la
sexual, social y económica. verdadera felicidad en el matrimonio, particular-
Lainé (1974)rechaza todavía con m á s firmeza mente en los relatos novelescos y en los anuncios.
la función de la prensa femenina en la liberación El papel primordial de la mujer casada es agradar
de la mujer. Debido a la necesidad económica de al hombre, que constituye el centro de su vida.
complacer a los anunciantes y a la mayor parte de Las mujeres empleadas o faltan o están represen-
su público que, según el autor, está satisfecho con tadas en empleos femeninos de tipo idealizado. E n
los modelos propuestos, la única función de las consecuencia, la representaci611 de las mujeres en
revistas femeninas es perpetuar el concepto domi- la prensa femenina, tanto en el texto como en las
nante de la mujer adaptándolo a las tendencias y a fotos, refuerza la estricta segregación de los pa-
las modas de nuestro tiempo. Las imágenes do- peles. Sólo dando por supuesta la dependencia y la
minantes de la mujer son las que ella determina opresión de las mujeres, y reforzándola, son ca-
por su lugar en el hogar y su relación con el h o m - paces las revistas femeninas de mantener su posi-
bre: es decir, la de a m a de casa o madre (iprstru- ción. Según Wassenaar, en un mundo en el que las
mento) y la de mujer seductora (objeto). Para mujeres y los hombres participan como socios
desem pefiar eficazmente esos papeles, las mujeres iguales con las mismas oportunidades de desarro-
tienen que comprar productos a fin de agradar al llo personal y social, las revistas femeninas re-
hombre en ambos aspectos. L a mujer empleada sultarían superfluas.
está prácticamente ausente, excepto en tareas fe- U n análisis de contenido de las revistas feme-
meninas idealizadas, aunque la mayoría de las ninas de lengua holandesa en BClgica (Lavaerts,
mujeres empleadas en Francia trabajan en las fá- 1975) llega tambi6n a la conclusión de que las re-
bricas, en las oficinas o en el servicio domCstico. vistas femeninas no contribuyen a la liberación de
Según Lainé, la insistencia en uno u otro de los las mujeres. El estudio se limitó a un análisis del
principales atributos de la feminidad, es decir,la contenido editorial relativo al empleo femenino.
atracción sexual y la domesticidad eficiente,varía Ninguna de las revistas examinadas dedicaba m á s
según el público al que se dirige la revista. Lainé del 2% por termino medio de su espacio editorial
tambiCn cita a como la m á s progresiva, pero al examen de este tema. L a evaluación del corto
senala que la presentación complaciente de las número de articulos dedicado al trabajo de la m u -
ideas feministas coexiste con los temas tradiciona- jer se basó en dos criterios que representan puntos
les de la feminidad, que siguen siendo dominantes. esenciales de la crítica feminista a los medios de
El Único cambio importante que observa en la pren- comunicación: la omisión de las consecuencias po-
sa femenina contemporánea es la integración de la líticas de la situación de las mujeres y el reforza-
liberación sexual de la mujer en la ideología domi- miento de los conceptos tradicionales del papel de
nante de la sociedad de consumo: la prensa feme- la mujer. Con arreglo a estos criterios, tres de
nina simplemente erotiza la vida de la mujer con- las cuatro revistas examinadas (Libelle/Rosita,
sumidora encerrándola en el estrecho mundo de M i m o y Ons Volk) podían calificarse de m á s o m e -
los objetos, los instrumentos y los métodos de se- nos progresistas. Estas revistas exponían la dis-
ducción. L a liberación de las mujeres se identifi- criminación contra las mujeres trabajadoras, pre-
ca con la liberación sexual como un nuevo instru- sentaban la divisi6n del trabajo en m a esfera fe-
mento para agradar al hombre, que se alcanzará menina y otra masculina como arcaica y sefialaban
mediante el consumo de productos que realzan la las obligaciones del gobierno para mejorar la si-
atracción sexual (véase m á s arriba Dardigna y tuación de la mujer. Sin embargo, Libelle/Rosita
.
-
Weibel). L a conclusión de Lain6 sintetiza el exa- era sumamente inconsecuente, pues adoptaba una
m e n precedente de la relación entre las revistas posición progresista en sus artículos, mientras
femeninas y la liberación de la mujer. L a función que expresaba un punto de vista conservador y tra-
de la prensa femenina es fundamentalmente de or- dicional en sus secciones de consejos. Het Rijk
den econ6mico y no puede esperarse m á s de ella. der Vroux, la cuarta publicación de la muestra,
El estudio de Wassenaar sobre las revistas fe- era sumamente conservadora. Esta revista igno-
meninas holandesas (Wassenaar, 1976) revela las raba el problema o rehusaba adoptar una posición'
mismas tendencias básicas que se han indicado en firme cuando introducían el tema las lectoras. Sin
los análisis franceses precedentes. A pesar del embargo, ninguna de las revistas ofrecía un aná-
cambio en la posición de las mujeres en la socie- lisis detenido del problema y las actividades femi-
dad de los Países Bajos, debido al aumento del nistas relacionadas con el empleo de la mujer eran
tiempo libre y a la participaci611creciente en la generalmente desechadas como ineficaces. A base
fuerza laboral, así como al ímpetu del movimiento de estos datos, Lavaerts llega a la conclusión de
feminista, las revistas femeninas no presentan que la falta de interes por los papeles de la mujer
cam bios importantes. Wassenaar atribuye la falta que demuestran las revistas femeninas no refleja

54
el cambio en la posición de las mujeres contempo- imposiciones comerciales que afectan a las publi-
ráneas. caciones homólogas de Europa Occidental. C o m o
Una descripción de los semanarios femeninos resultado de su independencia econ6mica, las re-
italianos (De Claricini, 1965) confirma las tenden- vistas femeninas de Europa Oriental y Central pue-
cias generales de la prensa femenina europea y den concentrarse en la educación. L a autora ob-
norteamericana de los años 60 y 70. Según D e serva dos tendencias dominantes en el desarrollo
Claricini, falta prácticamente la información polí- de la prensa femenina en Europa. L a primera es
tica, lo que refleja la opinión de que las mujeres de orientaci611 feminista y está centrada en los prc+
no están interesadas en la política o son incapaces blemas de la mujer, mientras que la segunda sub-
de entenderla, aunque representan la mayoría de raya los aspectos recreativos e incorpora gran
los votantes en Italia. De Claricini cree tambikn cantidad de mensajes comerciales. Esta Última
que el vínculo entre la publicidad y la prensa feme- tendencia predomina en la evoluci6n de Europa
nina impide que &sta refleje los problemas y los Occidental, donde las revistas de amor aparecen
intereses de las mujeres modernas. Las revistas como un subgrupo destinado a un público menos
femeninas de Italia, como las de otros países de instruido. El formato de orientacihfeminista,que
Europa Occidental y las de Norteamhrica, consti- según Lewartowska adoptaron inicialmente todas
tuyen simplemente un vehículo primordial para los las revistas femeninas especializadas,sigue sien-
mensajes publicitarios dirigidos a las mujeres en do hasta nuestros días la tradición de las publica-
atención a su capacidad adquisitiva como amas de ciones socialistas, que gozan de un Cxito continuo
casa. D e Claricini llega a la conclusión de que, expresado por el número de títulos, las tiradas y
además del consumo, el escapism0 a un mundo de el número de lectoras. L a autora relaciona los
fantasía y de romanticismo parece delinear la es- problemas económicos que padecen las revistas fe-
fera de la mujer tal como la presenta la prensa meninas en Occidente y sus tiradas decrecientes
femenina italiana. con la aparici6n de las revistas socialistas.
E n una encuesta reciente sobre las revistas Aparte del estudio resum ido anteriormente
femeninas británicas y sus editores, White (1977) sobre el desarrollo de las revistas femeninas en
ha observado un ligero cambio en la medida en que Europa Occidental en oposición a las de Europa
la adquisición de bienes de consumo se promueve Oriental y Central, no se dispone de informaci6n
como objetivo primordial en la vida. Según White, sobre la estructura, la organización y el número
hasta 1970, la promoción del consumo y la presen- de electoras ni sobre el contenido y el estilo de la
tación de una imagen de la mujer centrada en el prensa femenina en Europa Central y Oriental y
hogar y en la familia representaba la fórmula fun- la URSS. Sin embargo, las revistas femeninas si-
damental adoptada por casi todas las revistas fe- guen floreciendo en muchos de estos países, in-
meninas. Hoy día, las revistas orientadas hacia cluida la URSS, donde el número de revistas para
la familia y el consumo sigue siendo el subgrupo las mujeres, particularmente las que trabajan en
mayor y m á s próspero de las revistas femeninas. la industria y en la agricultura, aumenta constan-
Los intentos de actualizar el contenido realizados temente (X,World Communications, Unesco, 1975,
a principios de los años 70 para reflejar los inte- 108). L a falta de documentación m á s detallada
reses de la nueva mujer, activa, instruida y so- impide evidentemente examinar la representación
cialmente consciente, no han sido bien acogidos. del papel de los sexos en la prensa periódica para
Sin embargo, estos cambios han logrado, según las mujeres de Europa Central y Oriental en este
White, romper la uniformidad del contenido. D e m o m ento.
todos modos, a pesar de una actitud m á s crítica
frente al consumo y la ampliación del contenido d) Asia
esencial, las revistas femeninas contemporáneas
siguen presentando una imagen deformada del murr El seminario sobre "el papel de los medios de co-
do. L a información sobre el mundo exterior al municación social en el cambio de las actitudes y
hogar, que es el principal indicador de la posición las prácticas sociales hacia las mujeres" (Press
de una revista con respecto al contínuo tradicional- Institute of India, 1976) examinó la importancia de
progresivo según White, sigue siendo poco satis- las revistas femeninas para transmitir informa-
factorio, en particular con respecto a los proble- ción a las mujeres de la India. U n análisis de las
m a s de la educación y el empleo. Las necesidades revistas en lengua hindi durante los últimos 30
comerciales y el peligro de disminución de la ti- años mostró una disminución constante en el exa-
rada siguen limitando la libertad editorial de las m e n de problemas femeninos. Se subrayó fuerte-
revistas femeninas que se publican en el Reino mente la función educativa de la prensa femenina
Unido, así como en Europa Occidental y en Norte- en vista de la observación de que la aparición de
a m 6rica. nuevas revistas femeninas a finales de los años 50
había producido un desinterCs creciente de la pren-
c) Europa Central y Oriental y la URSS sa general por la posición de las mujeres. Sin
embargo, las revistas femeninas de la India se
Según Lewartowska (1975), la prensa femenina en ocupan casi exclusivamente de alimentos, modas
los países socialistas de Europa no padece las y belleza, reforzando así los papeles tradicionales

55
de las mujeres. Apenas hay información sobre los representación de las mujeres en las revistas fe-
problemas socioecon6micosde inter&, incluida la meninas, exceptuando las de los países socialistas
situación de las mujeres. Se considera que una de de Europa, coinciden considerablemente en sus
las principales razones de la perpetuación de las resultados. Debido a su dependencia económica
imágenes femeninas tradicionales es la dependen- con respecto a la publicidad, las revistas femeni-
cia con respecto a la publicidad que, con frecuen- nas reflejan ypromueven imágenes de las mujeres
cia, es flagrantemente sexista en su representa- que inducen a Cstas a conformarse a las normas de
ción del papel de los sexos. Las revistas femeni- la feminidad prescritas por el vigente sistema so-
nas de la India no difieren a este respecto de las cioeconómicodominado por el hombre. L a domes-
publicadas en las sociedades occidentales. L,a d e ticidad y el sometimiento se presentan como la
pendencia con respecto al apoyo de la publicidad y esencia de la naturaleza y el papel de la mujer en
las consiguientes políticas editoriales orientadas la sociedad. El desempeño eficaz de ese papel re-
hacia el consumo son la clave que explica la gran quiere consumir productos para mejorar el hogar
semejanza entre las revistas femeninas en dos y realzar el atractivo sexual de la mujer para el
tipos de cultura y de sociedad tan diferentes. Igual hombre, que es el centro de su existencia. L a
que en Occidente,las revistas femeninas indias se ausencia de imágenes de mujeres independientes y
dirigen a las mujeres primordialmente a título de e m pleadas refuerza la estricta delineación del pa-
consumidoras. E n la India, s610 las mujeres de las pel de las mujeres con respecto al delos hombres.
clases alta y media, que se supone que son ante Los intentos recientes para introducir nuevas imá-
todo a m a s de casa, tienen f&cil acceso tanto a los genes inspiradas en los cambios que se están pro-
productos de consumo como a la prensa que pro- duciendo en la identidad y la situaci611 social de la
mueve la industria de bienes de consumo entre las mujer s610 representan adaptaciones de los con-
mujeres. C o m o resultado de ello, la prensa feme- ceptos convencionales que siguen siendo básicos e
nina ignora la posici6n de la mayoría de las muje- indiscutibles. Aunque los estudios sobre la prensa
res indias, que han sido siempre económicamente femenina de la India, los Estados Unidos y varios
activas y que trabajan cada vez m L s en tareas no paises de Europa Occidental y de America Latina
clasificadas. Aunque el informe considera que la no muestran diferencias importantes en la repre-
función educativa de las revistas femeninas est5 sentación de los sexos, difieren en su evaluaci6n
ampliando el horizonte de su público mediante la de la función de la prensa femenina en el desarro-
exposici6n de las condiciones sociales de las m a - llo social. E n los países menos desarrollados, las
sas de mujeres indias, no indica si puede promo- revistas femeninas son m u y apreciadas como im-
ver, y de quC manera, la educación de la mayoría portantes medios de informaci611 para la mujer y
de la población femenina india y, en particular,la sobre la mujer, que pueden contribuir al mejora-
de las mujeres que viven en las zonas rurales don- miento de la situaci6n femenina, directamente m e -
de las tasas de analfabetismo son elevadas. diante la educación de las mujeres e indirectamen-
te poniendo de relieve su papel en el desarrollo de
e) AmCrica Latina
sus respectivos países. Los analistas de las re-
El examen de las revistasfemeninas en el informe vistas fe.meninas publicadas en las naciones indus-
de la CIM (1977) con motivo de la Conferencia de trializadas de Occidente perciben la prensa fe-
Santo Domingo sobre las mujeres y los medios de menina como una fuerza regresiva que impide el
comunicación, confirma la concordancia general mejoramiento de la situaci611 social de las mujeres
de los resultados de la investigaci611 examinados y su liberación personal, al m i s m o tiempo que re-
anteriormente (con exclusión de los relativos a chazan su potencial para contribuir a tales cambios
Europa Oriental y Central. Las mujeres como de una manera positiva.
amas de casa, consumidores y objetos sexuales Las Únicas excepciones de las tendencias iden-
son las imágenes proyectadas predominantem ente. tificadas m 2 s arriba se encuentran en la prensa
Según el informe, las imágenes, los estilos de femenina de los países socialistas de Europa Cen-
vida y los valores que promueven las revistas fe- tral y Oriental, que se ocupan de la educación m 8 s
meninas no corresponden a las realidades socioece que del recreoyel consumo, y que es independien-
nómicas de la vida de las mujeres en la mayor te de las imposiciones comerciales que determinan
parte de los países de Amkrica Latina. L a prensa el formato de la prensa femenina en otros países.
femenina tampoco refleja la importancia de las Debido a falta de pruebas, no pueden sacarse con-
contribuciones femeninas al desarrollo de sus clusiones en este momento sobre cómo la falta de
respectivas naciones. influencias comerciales y la insistencia en la fun-
ci6n educativa afecta a la representaci6n de las
Conclusión
mujeres en las publicaciones femeninas de estos
Los documentos de investigación que analizan la países.

56
II. La situación profesionalde las mujeres en los medios de
comunicación social

Las imágenes de la mujer en los medios de comu- ¿Dónde hay mujeres en esta industria, que de-
nicación que hemos examinado en el capítulo ante- pende considerablemente del mercado femenino?
rior son producciones de personas pertenecientes Según las estadísticas sobre la situación en el
a las organizaciones de los medios de comunica- Reino Unido, no se encuentran en el vbrtice. El
ción, que las conciben, las crean, las producen y número de mujeres que ocupan altos puestos en la
las aprueban. Las ideas, las actitudes, los sen- jerarquía profesional de las principales agencias
timientos y las fantasías de esas personas son lo está en realidad disminuyendo (Faulder, 1977). L a
que finalmente determina cómo aparecen las muje- relación entre mujeres y hombres es algo mejor
res en el contenido de los medios de Comunicación. en las pequeñas agencias que ofrecen a las muje-
Como hay indicaciones convincentes de que la re- res mejores oportunidades de promoción, Scott
presentación de las mujeres en puestos de crea- (1976)ofrece otros datos que indican la situación
ción y decisión en las estructuras de los medios de del empleo femenino en la publicidad. L a com po-
comunicación está gravemente desequilibrada en sición del Institute of Practitioners in Advertising
relación con la de los hombres, es razonable su- del Reino Unido se estima en 2/3 de hombres y
poner que la perspectiva de las mujeres reflejada 1/3 de mujeres. L a mayor parte de los miembros
en los mensajes difundidos por dichos medios ex- femeninos desem penaban funciones de secretaría
presan los conceptos que tiene el hombre de la y administración. Las organizaciones de estudio
mujer. Además, como el pensamiento y la acción del mercado muestran una pauta similar: pocas
de los hombres están influidos por las normas cul- mujeres en el vertice y la mayor parte de ellas en
turales prevalecientes en su medio social, en el puestos de servicio, tales como la investigación.
que las mujeres están subordinadas a los hombres, Dada esta proporción desigual entre hombres y
las probabilidades de que los conceptos que tiene mujeres, cabe preguntarse si el negocio publicita-
el hombre de la mujer estén desplazados a lo lar- rio tiene prejuicio contra las mujeres. U n análi-
go de esas líneas culturalmente definidas no están sis de las investigaciones sobre las actitudes de
equitativamente repartidas. El siguiente análisis los hombres de negocios (norteamericanos)hacia
intenta averiguar en qu6 medida dominan los h o m - las mujeres reveló varios tipos de discriminación
bres las estructuras de los medios de comunica- (Scott, 1976). E n los negocios, los hombres per-
ción y cuáles son las barreras que impiden la en- ciben a sus colegas femeninos primero c o m o m u -
trada de las mujeres en todos los niveles. jeres y luego como empleadas. E n general, el
mundo de los negocios se interesa m 6 s por la
1. L a industria publicitaria carrera de un hombre que por la promoción
profesional de una mujer. Los hombres de ne-
Aunque los estereotipos del papel de los sexos no gocios suelen ser escepticos sobre la capacidad
son en ningún sitio tan consecuentes y penetrantes de las mujeres para establecer un equilibrio en-
como en la publicidad y abundan las criticas sobre tre el trabajo y las obligaciones familiares. Se
los prejuicios masculinos en ella, los estudios so- demostró que sus ideas sobre el potencial físi-
bre las prácticas de empleo con respecto a las co y biológico de las mujeres y sobre la inter-
mujeres en la industria publicitaria son sorpren- ferencia de éste con su capacidad de trabajo
dentemente escasos. E s m u y probable que en es- eran sumamente erróneas. Se observó, sin e m -
ta laguna de la investigación tenga cierta influen- bargo, que los hombres que trabajaban con su-
cia la dificultad de determinar la contribución bordinados femeninos tenían actitudes m enos fa-
exacta del anunciante, la agencia de publicidad y vorables hacia las mujeres que los hombres que
el medio de comunicación a la formulación de los trabajaban con mujeres en un pie de igualdad.
mensajes publicitarios. El elemento central en Esta observación sugiere que no se producirá un
esta triada es la agencia publicitaria que actúa de cambio de mentalidad hasta que los hombres y
intermediario entre el anunciante y los medios de las mujeres interactúen al m i s m o nivel en el me-
comunicación. dio de trabajo.

57
Cuando se enfrenta con las acusaciones de comercial, sino que tienen tambien derecho a
aplicar estereotipos sexuales, la industria publici- comisiones por su difusión. C o m o los extras no
taria alega su inocencia. Entre los argumentos disfrutan de esos beneficios, la diferencia entre
defensivos aducidos m á s frecuentemente se encuen- la retribución de estas dos categorias puede ad-
tran los siguientes (Scott,1976 - Faulder, 1977): quirir enormes proporciones. Las voces invisi-
- las intenciones del anunciante de agradar al con- bles son tambien retribuidas con comisiones y
sumidor. A este respecto, se cita la investiga- son realmente uno de los sectores m á s lucrati-
ción del mercado como un claro ejemplo de su vos de empleo en la publicidad. El hecho de que
genuina preocupación por los intereses del con- el actor permanezca visualmente anónimo aumenta
sum idor; considerablemente sus posibilidades de empleo. El
- la función conservadora de la publicidad. L a analisis de contenido de una muestra representati-
publicidad ni sigue ni establece tendencias, sino va de anuncios comerciales de una gran variedad
que complace al segmento del mercado comer- de productos reveló que los hombres predominaban
cialmente m á s interesante, es decir, la mujer en las categorías de actores principales y de ex-
en su papel de a m a de casa, que es con el que tras en la televisión. E n particular, las voces in-
se identifican, según la industriapublicitaria, la visibles se asignaban casi siempre a los hombres.
mayor parte de las mujeres; C o m o las mujeres están subrepresentadas en todas
' las críticas de la publicidad no son generales. las categorías de papeles, pero gravemente priva-
Se descarta a las mujeres que protestan por las das de los papeles de mayor ganancia potencial, la
imágenes del papel de los sexos en la publicidad, situación y las oportunidades de empleo de las m u -
como consumeristas y adeptas del movimiento jeres son considerablemente inferiores a las del
de liberación femenina, que no son representa- hombre tanto en la pantalla como fuera de ella.
tivas del consumidor femenino medio.
Tanto si reflejan la opinión racionalizada que Conclusión
tienen los anunciantes del consumidor femenino me-
dio,sus esfuerzos conscientes para explotar o de- Aunque los datos de la investigación sobre la si-
gradar a las mujeres o una proyección subconscierr tuación profesional de las mujeres en la industria
te de sus propias fantasías,lasimágenes dela mujer publicitaria son sumamente limitados con respecto
en la publicidad reflejan claramente una perspecti- tanto al nivel de ocupación en la industria de un
va masculina, ya que la situación de las mujeres en determinado país como a la diversidad geográfica
la industria publicitaria carece de poder y de in- de las fuentes disponibles, pueden observarse va-
fluencia. Las actitudes de los profesionales mascu- rias tendencias en relación con la situación del
linos hacia las mujeres que trabajan ysu visión del empleo femenino:
trabajo doméstico como el papel básico de la mujer - las mujeres están numLricamente subrepresen-
demuestra suficientemente que esa perspectiva tadas, especialmente en los puestos de influen-
masculina es también la perspectiva culturalmente cia, de adopción de decisiones y mejor retri-
deformada de las mujeres como el sexo inferior. buidos;
Afirmando consecuentemente esos conceptos tradi- - como los hombres predominan en las categorías
cionales de la mujer, la publicidad refuerza y legi- superiores, su opinión sobre las mujeres es lo
tima las percepciones que tanto el hombre como la que determina las imágenes femeninas en la pu-
mujer tienen de su propio lugar en la sociedad y blicidad;
del lugar del otro. - como esos hombres han interiorizado los con-
Aunque las mujeres están poco representadas ceptos tradicionales del papel de los sexos que
en el nivel de adopción de decisiones, tienen una prevalecen en su medio sociocultural en general
participación apreciable en los papeles activos re- y en el mundo masculino de los negocios en par-
presentados en los anuncios impresos y radiodi- ticular, las imágenes femeninas en la publicidad
fundidos. El análisis de la relación recíproca en- reflejan, refuerzan y perpetúan las ideas tradi-
tre el tipo de papel asignado a la mujer en la pro- cionales sobre los papeles respectivos de las
ducción de los anuncios y la imagen de ella que mujeres y los hombres.
éstos proyectan constituye un enfoque interesante Frecuentemente se considera que la entrada
y original de la situación del empleo fem enino en la de m á s mujeres en la industria publicitaria es la
industria publicitaria. El Women's Conference solución m á s sencilla y m á s evidente. Se supone
Committee de la Screen Actors Guild-New York de un modo general que una mayor frecuencia fe-
Branch (X,SAG, 1974) introdujo esta perspectiva menina en todos los niveles, incluidos los escalo-
innovadora con respecto a la producción de emi- nes superiores, produciría automáticamente una
siones comerciales de la televisión. El grupo de representación m á s equilibrada de las mujeres en
investigación examinó la situación de los actores la publicidad. L a corrección de ese desequilibrio
principales, los extras y las voces invisibles en numérico constituiría indudablemente un paso po-
función de la retribución económica inherente a sitivo para igualar la posición de las mujeres en la
cada categoría de papel. L a diferencia m á s impor- industria publicitaria. E n lo que se refiere al efec-
tante entre los actores principales y los extras es to previsto sobre la imagen femenina, Bste no
el sueldo. Los actores principales no sólo cobran se producirá a menos que el mejoramiento de
una tarifa mayor por la realización de la emisión la situación de las mujeres en la industria vaya

58
acom pañado de cambios importantes en las condi- a) Las mujeres en las ondas
ciones estructurales y culturales que afectan al
concepto del papel de los sexos y en la conducta de El artículo sobre la radio incluido en la colección
la sociedad en general. Las imágenes femeninas de documentos sobre los medios de comunicación
en la publicidad, tanto si son creadas por hombres británicos compilada por el grupo "Las Mujeres
como por mujeres, reflejan en último termino los en los Medios de Comunicación" (Ross, 1977) se-
valores y las norm as socioculturales predominan- ñala que todas las voces de las emisiones radiofó-
tes, a cuya influencia condicionante están someti- nicas diurnas eran masculinas. L a autora consi-
dos los hombres y las mujeres tanto dentro como dera que el hecho de que no se oyeran voces feme-
fuera de la industria publicitaria. Si las directri- ninas durante las emisiones diurnas tiene su origen
ces relativas a disposiciones legales destinadas a en la creencia de los radiodifusores de que las mu-
eliminar la publicidad deshonesta y engañosa re- jeres, que constituyen en gran parte el auditorio
cientemente propuestas por la Comisión de las diurno, prefieren oir a los hombres, y atribuye
Comunidades Europeas pueden interpretarse como esta idea errónea, que es la responsable de m a n -
un reflejo del clima social existente en Europa, tener a las mujeres fuera de las ondas, a la in-
está aumentando el reconocimiento de la discrimi- fluencia de la radio comercial. Debido a la "falta
nación sexual perpetuada por las imágenes publi- de convicción de la voz femenina", los anunciantes
citarias. L a falta de honestidad en la representa- creen que las mujeres no son eficaces para vender
ción del papel de los sexos se definió como l'una productos a un auditorio femenino. El m i s m o ar-
violación considerable del principio de la igualdad gumento se ha utilizado durante años para excluir
social, económica y cultural entre los sexos". Sin a las mujeres de la presentación de noticias por la
embargo, la inclusión de la palabra "considerable" radio. A pesar de las encuestas recientes que re-
refleja una falta de adhesión a la rigurosa aplica- futan la idea de que las voces femeninas son ina-
ción de la propuesta y reduce gravemente su im- -
ceptables para el auditorio (Stone, 1973 Whittaker
portancia y su valor práctico. and Whittaker, 1976), persisten los prejuicios de
los radiodifusores contra las mujeres (Marzolf,
2. L a industria de radiodifusión 1977).
C o m o resultado de la tercera adhesión a esta
A. L a radio filosofía, la situaci6n de las mujeres en las ondas
ha sido una de las m P s difíciles de modificar. Se-
Al revisar las publicaciones sobre la situaciónpro- gÚn un reciente articulo de Billboard (X,Billboard,
fesional de las mujeres en la radiodifusión se com- 12 de noviembre de 1977), las mujeres están atra-
prueba de nuevo que la televisión ha suplantado a vesando actualmente esta Última frontera.
la radio. C o m o se ha señalado anteriormente con Todos los programas musicales de radio en
respecto a los estudios de contenido, la posición AmBrica se han desarrollado casi enteramente sin
de las mujeres en la radio ha sido una considera- mujeres. LOSprimeros intentos para utilizar pre-
ción secundaria en comparación con la televisión. sentadoras de discos fracasaron, aparentem ente
Aparte de su escaso número, los documentos so- porque el auditorio no estaba dispuesto a aceptar
bre la presencia de las mujeres en la radio están a las mujeres (X,Billboard, 12 de noviembre de
limitados a los contextos socioculturales norte- 1977). Esta actitud se ha ido modificando desde
americano y europeo occidental. Este estrecho finales de los anos 60. C o m o resultado de ello, un
enfoque de la investigación sobre la estructura de número cada vez mayor de mujeres está penetran-
los medios de comunicación de Occidente hasta -el do en la estructura de la radio. El gran incremen-
punto de descuidar otras regiones culturales, en to de la contratación observado en los Últimos años
particular el mundo en desarrollo, es deplorable se debe indudablemente en no poca medida a la pre-
en vista del potencial previsible de la radio, m á s sión de los grupos de derechos humanos y a los
que de la televisión, para estimular el desarrollo esfuerzos para aplicar las disposiciones de la
social. Equal Opportunities Act y Affirmative Action. Te-
Los sectores concretos de interes en lo que niendo en cuenta esta motivación para contratar
se refiere a la participación femenina en la pro- m á s mujeres, el temor de que este cambio no pase
ducción radiofónica com prenden la presencia en de ser algo simbólico no parece infundado (Epstein,
las ondas, tanto en los programas informativos c w 1974). Sin embargo, los directivos de las compa-
m o recreativos, y la representación en puestos de ñlas de radiodifusión afirman que las mujeres de-
dirección. Se considera que la ausencia casi total, ben su penetración creciente en las ondas exclusi-
o en el mejor de los casos simbólica, de las muje- vamente a su talento y a la disposición de los audi-
res en puestos de dirección es una de las princi- torios a aceptarlas (X,Billboard, 12 de noviembre
pales causas de la escasa intervención de las de 1977). Mientras que las animadoras de progra-
mujeres en todos los aspectos del trabajo radio- m a s de discos solian estar encuadradas en los 61-
fónico, así como un factor importante para per- timos periodos nocturnos de emisión en la suposi-
petuar los prejuicios masculinos en los programas ción de que esas horas eran las Únicas en las que
de radio. los radioescuchas (masculinos)apreciaban una voz

59
femenina, están pasando ahora tambih a los pe- simbólicos, ni la BBC ni la Radio Independiente
riodos de emisión de la mañana y de la tarde. Las han hecho ningún progreso para mejorar la repre-
mujeres en las ondas agradan por igual a uno yotro sentación femenina en el nivel de formulación de
sexo y su auditorio no es diferente del de sus co- la política. Desde la promulgación de la Sex Dis-
legas m asculinos. crimination Act en 1976, las compaiiías de radio-
Las calificaciones que requiere la radiodifu- difusión están dispuestas a admitir que deberían
sión además de una experiencia y una instrucción contratarse m á s mujeres a fin de que la radio fue-
adecuada, es decir, la "voz radiofónica" correcta: ra un medio verdaderamente igualitario. Sin e m -
baja, fluida y con aire de confianza, fueron un im- bargo, como resultado de la negligencia de la BBC
portante obstáculo para la penetración y la promo- y de la Radio Independiente en ofrecer oportunida-
ción de las mujeres en la presentación de noticias des a las mujeres, son pocas las que poseen una
en la radio (Bowman, 1974). Entre los principales formación adecuada y la suficiente experiencia pa-
medios norteamericanos de difusión de noticias ra desempeñar puestos de creación o de dirección.
(diarios, radio, televisión, servicio telegráfico), E n cierta medida, las emisoras de radio locales,
la exclusión m á s grave de las mujeres en los de- tanto la BBC como comerciales, han funcionado
partamentos de noticias tenía lugar en la radio. como un terreno de formación para presentadoras,
Menos del 5% del personal de noticias de la radio productoras, animadoras de programas de discos
era femenino. Se observó que las oportunidades y comentaristas de noticias. Sin embargo, según
para las mujeres en la radiodifusión estaban en señala Ross, la dirección de las emisoras es tam-
gran parte limitadas a las noticias de la televisión bién casi exclusivamente masculina.
en los mayores mercados. L a desigualdad en la L a exclusión prácticamente total de las muje-
distribución de mujeres y hombres en las jerar- res de la dirección de los departamentos de noti-
quías de los medios de comunicación era máxima cias de la radio fue una sorprendente conclusión de
en el sector de la radiodifusión. Sin embargo, la encuesta realizada por Bownan en 1974 sobre
mientras que los medios de radiodifusión tendían las mujeres periodistas en los Estados Unidos.
a discriminar m á s a las mujeres en el nivel de en- Las diferencias entre las posiciones de los hom-
trada que los medios impresos, las escalas de re- bres y las mujeres en la jerarquía profesional de
tribución económica eran m enos discriminatorias los medios periodísticos, aunque en general con-
en la radiodifusión, por lo menos en los niveles en siderable, era m á s patente en el sector de la ra-
los que habían logrado penetrar las mujeres. E n diodifusión. Las mujeres están casi com pletamen-
general, la posición de las mujeres en los depar- te ausentes de los niveles de dirección y supervi-
tamentos de noticias de la radio y la televisión era sión. L a desigualdad persistía cuando se supri-
menos equitativa que en los medios impresos. Casi mían los efectos de la experiencia y de la educa-
ninguna mujer había pasado de los niveles reporte- ción, lo que indica que las mujeres eran realmente
riles m á s bajos. Además solían ser redactoras y discriminadas y consideradas como una m inorfa
preparadoras de noticias m á s que reporteros. profesional. Se llegó a la conclusión de que el pe-
U n estudio realizado en 1974 sobre el sistema riodismo, en particular el radiodifundido,consti-
de la radio y la televisión suecas, citado por tuye una ocupación dominada por el hombre y es-
Marzolf (1977), reveló también que las emisiones tereotipada por el sexo, que ofrece a las mujeres
de noticias estaban fuertemente dominadas por los menos oportunidades que a los hombres para in-
hombres. Todos los directivos y comentadores y gresar en la profesión, ascender en ella y tener
casi todos los reporteros durante el periodo exa- éxito económico. Según Bowman, los medios pe-
minado eran hombres. Los mismos prejuicios de riodísticos, incluida la radio y la televisión, dis-
que las mujeres no sirven para presentar las "no- criminan a las mujeres porque el concepto de ellas
ticias fuertes" por falta de credibilidad parecen como seres que carecen de las caracteristicas es-
haber excluido a las mujeres del periodismo ra- peradas y que poseen rasgos "femeninos" inade-
diofónico en toda Europa Occidental lo mismo que cuados persiste en la mente de los que guardan las
en los Estados IJnidos de América (Marzolf,1977, puertas, a pesar de que saben que existen muchas
284). mujeres calificadas y entusiastas (Bowman, 1974,
213).
b) L a s mujeres en puestos directivos
Conclusión
Se considera que la ausencia general de mujeres
en altos puestos directivos es sumamente perjudi- Aunque la radio sigue siendo un cani PO en gran par-
cial para la representación femenina general en te inexplorado en el estudio de la situación del eni -
la radio por dos razones principales: los altos di- pleo femenino en los medios de comunicación, el
rectivos son los que hacen la contratación y los escaso número de materiales de investigación dis-
que están en condiciones de influir en la progra- ponibles parece indicar, con respecto a los siste-
mación (Ross, 1977, 28). L a Radio Cuatro nacio- m a s radiofónicos en las sociedades occidentales
nal del Reino Unido ha nom brado algunas mujeres que:
para puestos directivos bajo la presión del grupo - las mujeres están gravemente subrepresentadas
" W o m e n in Media". Aparte de estos nombramientos tanto en el trabajo radiofónico como en el nivel

60
de adopción de decisiones, a pesar de los inten- y la intervención femenina en la producción y la
tos realizados recientemente para contratar m á s dirección de la televisión.
mujeres en respuesta a presiones exteriores;
la posición inferior de las mujeres en la radio a) L a situación del personal femenino
sólo se debe en parte a falta de instrucción,for- de los telediarios
mación y experiencia;
las principales causas de discriminación se en- B o w m a n señaló en 1974 que la situación de las mu-
cuentran en las barreras estructurales que im - jeres en los medios periodísticos norteamericanos
piden la entrada, la formación y la promoci6n de sólo ha surgido como un "problema" en años re-
las mujeres en igualdad con los hombres, y en cientes, debido a la influencia de una mayor con-
la persistencia de mitos culturales sobre la ca- ciencia feminista y a las presiones en favor de
pacidad de las mujeres en la mente de los hom - oportunidades iguales de empleo. Las fuentes do-
bres que controlan las prácticas de empleo. cumentales sobre la posición de las mujeres perio-
Se considera que un problema prioritario de distas en Norteamkrica son escasas en relación
los esfuerzos para mejorar la representación ge- con los numerosos materiales sobre el periodismo
neral de las mujeres en la radio es aumentar el y los periodistas profesionales. U n examen de las
número de las que desempenan puestos de direc- investigaciones realizadas dio los siguientes re-
ción. sultados (Bowman, 1974, 41-42):
- las mujeres constituyen una minoría en el per-
B. Televisión sonal de redacción de la radio y la televisión;
- las mujeres trabajan en los escalones inferiores
L a televisión constituye una importante fuente de de la jerarquía profesional dentro de los medios
informacibn y de recreo en las sociedades que po- de radiodifusión;
seen una infraestructura bien desarrollada de pro- - la mayor parte del personal periodístico feme-
ducción, distribución y recepci6n de programas de nino trabaja en tareas fáciles que no constituyen
televisión en gran escala. Se considera que un re- una experiencia significativa para la prom oci6n.
quisito previo para que el medio televisivo refleje Sin embargo, la segregación por tareas es m e -
los intereses de su público femenino es la plena nos predominante en la radiodifusión que en los
integración de las mujeres en todos los niveles de medios impresos.
las organizaciones de televisión y en todos los as- L a encuesta de Bowman sobre el personal pe-
pectos del funcionamiento de la televisión. E n los riodístico reveló que, en abril de 1971, las muje-
países donde las condiciones socioecon6micasy el res constituïan una minoría en las emisoras de te-
desarrollo tecnológico no se aproximan a las exis- levisión y de radiotelevisión com binadas. Este
tentes en las sociedades tecnicamente avanzadas, porcentaje era inferior a la proporción de mujeres
se considera que los medios de comunicación so- empleadas en los medios impresos, aunque supe-
cial, incluida la televisión, son potencialmente po- rior al del personal periodístico femenino en las
derosos instrumentos para la educación y el des- emisoras de radio. L a concentración de mujeres
arrollo nacional, del que es una parte integrante en los medios periodísticos situados en pequenas
el mejoramiento de la situación de las mujeres. ciudades, que refleja tanto el pequeno tamaño del
Apenas está empezando a estudiarse lo que pueden mercado al que atienden como el de la organiza-
hacer los medios de comunicación por las mujeres ción que las emplea, se puso de manifiesto con
en los países en desarrollo y cómo pueden contri- respecto a los medios impresos pero no con res-
buir las mujeres a la utilización eficaz de la tele- pecto a la radiodifusión. L a máxima proporción
visión y de otros medios de comunicación para el de mujeres se encontró en las grandes ciudades,
programa social. C o m o resultado de ello, la do- mercados y organizaciones, que empleaban un 5270
cumentación sobre la situación profesional de las de las mujeres en comparación con el 18% sola-
mujeres en la televisi6n está limitada en gran par- mente de los hombres en la muestra estudiada.
te a los sistemas de radiodifusi6n sumamente des- Casi el 3570 de las mujeres de los departamentos
arrollados que funcionan en Europa Occidental y de noticias de la televisión trabajaban en merca-
en Norteambrica. T a m b i h faltan datos sobre la dos de tamano mediano. Esto llev6 a Bowman a la
representaci611de las mujeres en los sistemas de conclusi6n de que las oportunidades para las muje-
televisión de los países de Europa Oriental y de la res en la radiodifusión estan en gran parte limita-
URSS, así como investigaciones detalladas sobre das a los telediarios de los mercados grandes y
la posición de las mujeres en general, debido a que medianos. L a presencia de las mujeres en estos
el sexo no se considera en ellos tan importante pa- importantes mercados ha podido apreciarse en los
ra determinar la posición social de una persona últimos años por el número creciente de co-res-
I

como en otros países. ponsales femeninos que aparecen en los programas


Las publicaciones disponibles revelan dos sec- generales de noticias y que abarcan una gran va-
tores de presencia femenina en la televisión: la riedad de temas periodísticos, incluidas las tareas
participación de las mujeres en el proceso de aco- m 8 s prestigiosas. Se encontr6 que la segregación
pio de noticias, incluida su presentación al público, por tareas, que predomina todavía en los medios

61
impresos, occurre cada vez menos en la tele- corresponsales empleadas en el departamento de
visión. noticias locales y generales de la televisi6n de
L a posici6n jerárquica de las mujeres en re- Nueva York junto con directivos masculinos y di-
laci6n con los hombres era, en cambio, menos fa- rectores de telediarios. Mediante entrevistas y
vorable en los departamentos de noticias de la ra- observaciones detenidas de su trabajo cotidiano,
dio y la televisión que en los medios impresos. L a Gelfman estudió la situación del empleo femenino
mayor parte de las mujeres realizaban tareas edi- en los telediarios. E n lo que se refiere a las ca-
toriales de bajo nivel, en su mayoría como redac- lificaciones exigidas a los periodistas de la televi-
toras y preparadoras de noticias m á s que como sión, la mayor parte de los corresponsales feme-
comentadoras. Las mujeres están practicamente ninos y de los directores masculinos subrayaron
ausentes de todos los niveles administrativos y, en la importancia de la experiencia (v6ase mfis arriba,
particular, de la alta dirección. Bowman) y preferían un titulo en letras. L a Es-
Al examinar los antecedentes acadCmicos y la cuela de Periodismo no constituia un requisito,
experiencia, que son los dos requisitos principa- pero era apreciado por muchos directivos mascu-
les para el ingreso y la promoción, el perfil aca- linos. Todas las mujeres de la muestra estudiada
démico de las mujeres era m u y semejante, aunque tenian cierta formación colegial y el 87% de ellas
algo menos favorable, al de sus colegas masculi- eran titulares de un grado colegial preuniversita-
nos. Sin embargo, carecian de experiencia. Esta rio. L a mayor parte de ellas habían trabajado pa-
es probablemente la deficiencia que ha influido en ra la televisión c o m o estudiantes, secretarias,
las diferencias de distribución entre las mujeres ayudantes de producción o investigadoras, antes
y los hombres en la jerarquia profesional de los de pasar a la emisión de noticias. Otras habïan
telediarios: m á s del 40% de las mujeres interro- ingresado directamente desde sus empleos en el
gadas en la encuesta habian ingresado en el depar- periodismo de la radio o de la prensa. Las des-
tamento de noticias dentro de los cinco años pre- igualdades de sueldo entre los periodistas femeni-
cedentes. N o había mujeres en las Últimas etapas nos y masculinos eran mínimos, debido a la esca-
de su carrera en los medios de radiodifusión, lo la bksica de sueldos establecidas por la Federación
que indica que no se admitió a mujeres en las sa- Americana de Artistas de la Televisión y de la
las de redacción de la radio y la televisión antes Radio. Algunas mujeres habian conseguido nego-
de 1950. Sin embargo, incluso cuando se neutrali- ciar contratos personales con un sueldo mayor.
zaba la influencia negativa de la educación y la ex- U n factor de primordial importancia en las nego-
periencia, persistia la desigualdad. Las diferen- ciaciones monetarias es el atractivo de la mujer
cias entre las posiciones de los hombres y las periodista para los telespectadores. Las perio-
mujeres en la jerarquía de los medios de comuni- distas que aparecen en la pantalla son considera-
cación eran mayores en el sector de la radiodi- das como "talentos" por la dirección. El "talento"
fusión. o "atractivo para los telespectadores" es un re-
Otro importante indicador de la situación de quisito esencial en los telediarios, además de las
las mujeres estudiado por Bowman fue el sueldo. cualidades periodísticas generalmente reconocidas
Los principales factores que determinan el sueldo que se adquieren mediante la formacih y la expe-
son los años de experiencia, lo que perjudica a las riencia. L a televisi611 busca "personalidades de
mujeres, y la dimensión del mercado, lo que tien- las ondas" que sean capaces de crear un estilo
de a beneficiarse. Mientras que en los escalones personal distintivo que atraiga al público, con el
editoriales inferiores las mujeres ganaban menos aumento consiguiente del renombre y de los ingre-
que los hombres, en el nivel periodïstico superior sos. Se considera que el aspecto físico tiene esen-
el sueldo medio de las comentadoras m á s destaca- cial importancia para la imagen proyectada por el
das era casi el doble que el de sus colegas mascu- periodista que aparece en la pantalla. Todas las
linos. Sin embargo, la comparación de los suel- mujeres periodistas de la televisión de Nueva York,
dos de los hombres y de las mujeres en este nivel que tenfan sin excepcibn un aspecto superior a la
es insignificante, pues el número de hombres es media y la mayoría de las cuales eran jóvenes,re-
enormemente mayor que el de mujeres (97% y 3% conocían la insistencia en el atractivo fisico, es-
respectivamente). Aunque la situación general de pecialmente en el caso de las mujeres. L a mitad
las mujeres en los telediarios debe considerarse de ellas reconocieron que ser mujer había sido un
como la de una minoría profesional con menores valor positivo en su contrataci611 (simbólica),pero
oportunidades de ingreso y acceso a los puestos estimaron que sus colegas masculinos ponian en
profesionalmente y económicamente superiores, duda sus capacidades profesionales hasta que de-
las oportunidades para las mujeres periodistas en mostraron que eran ''mejoresque los hombres".
las ondas parecen estar mejorando, particular- El 80% de los directivos masculinos reconocieron
mente en los mercados importantes de gran visi- las desventajas de ser mujer en el mundo perio-
bilidad. Uno de estos mercados importantes en dístico de la televisi611 dominado por el hombre.
los que la cantidad y la calidad de los radiodifu- Los prejuicios sobre la capacidad profesional de
sores es relativamente grande en Nueva York. las mujeres afectaba doblemente a los periodistas
Judith Gelfman realizó en 1973 (Gelfman, 1976) que eran al mismo tiempo mujeres y miembros de
una encuesta sobre treinta mujeres periodistas y una minoría racial o Ctnica y que se enfrentaban

62
con el problema de ser percibidas como un doble de la red, están abrumadoramente dominadas por
símbolo. E n general, no se consideraba que el los hombres, que además suelen ser blancos. Una
sexo determinara las tareas asignadas, aunque el muestra elegida al azar de programas generales
50070 de los directivos masculinos mostraron su de noticias e m itidas durante 1974-1975 reveló que
preocupación por la seguridad de las mujeres en los hombres blancos constituían el 88,6% de las
las tareas peligrosas. L a experiencia de estas apariciones totales de corresponsales (X,U.S.
mujeres confirma en general las observaciones Commission on Civil Rights, 1977). Utilizando la
realizadas anteriormente: posición de una noticia en la emisión como medida
- las mujeres constituyen una minoria en los de- de su interes periodístico, se observó que las no-
partamentos de noticias de la televisión; ticias m á s importantes eran confiadas a reporte-
- las oportunidades de que las mujeres entren en ros masculinos. Las mujeres blancas y los h o m -
los telediarios es mayor en los mercados gran- bres y las mujeres de las minorias, que estaban
des que en los pequenos; sobrepasados en la proporción de 9 a 1 por los co-
- además de las capacidades periodísticas adqui- rresponsales masculinos blancos, transmitían
ridas mediante la educación y en especial m e - principalmente noticias relativas a las mujeres y
diante la experiencia, la televisión requiere que a las minorías. Estas observaciones demuestran
las mujeres periodistas que aparecen en la pan- que la segregación por noticias no está limitada en
talla tengan "talento". El "talento" es un con- modo alguno a los diarios impresos. Sin embargo,
cepto vagamente definido. Sus principales in- un estudio comparativo de la representación de las
gredientes son el atractivo físico y la juventud, mujeres en los programas locales y generales de
particularmente en el caso de las mujeres, aun- noticias (WAC to KDKA-TV, 1975) indicó que la
que la insistencia en el fisico ha disminuido en práctica de reservar los sectores m á s prestigio-
los últimos años; sos de noticias a los reporteros masculinos es
- la escala de retribuciones se basa en la expe- menos frecuente en las noticias locales que en las
riencia y en el atractivo visual del periodista generales. TambiBn se observó que la televisión
pero no en el sexo; local era m á s flexible en lo que se refiere al acce-
- la segregación de tareas, en virtud de la cual se so de las mujeres a las tareas periodisticas m á s
confían a las mujeres las noticias menos impor- prestigiosas: 4 de los 10 directivos que aparecían
tantes, no es tan predominante en los telediarios en las emisiones locales de noticias eran mujeres,
como en los diarios impresos; mientras que todos los directivos de las emisiones
- la principal barrera con que tropiezan las muje- de noticias de la red eran hombres. L a presenta-
res son los prejuicios de sus colegas masculi- ción de los editoriales seguía siendo territorio ex-
nos acerca de su capacidad profesional, lo que a clusivam ente masculino tanto en las noticias loca-
su vez es un reflejo de los conceptos sobre el les como de la red, lo que indica que ninguna mujer
papel de los sexos y la conducta que prevalece había alcanzado el rango directivo de alto nivel
en la sociedad. Sin embargo, la fuerza cada vez exigido a los comentadores de la KDKA-TV.
mayor del movimiento feminista y la presión de Aunque las mujeres distan de estar plenamen-
la Federal Communication Commission (FCC) en te integradas en las salas de redacción de la tele-
favor de la igualdad de oportunidades de empleo visión norteamericana, el cuadro que presenta la
están creando un reconocimiento creciente en la televisión europea occidental es todavía m á s s o m -
dirección de la televisión del cam bio en el papel brio. E n noviembre de 1975, el departamento de
de las mujeres, así como un clima social m á s noticias de la BBC no tenia ninguna mujer perio-
favorable; dista y sólo una lectora de noticias (Koerber,
- aunque las oportunidades para las mujeres pue- 1977). L a red comercial británica no tenía ningún
dan estar mejorando en el nivel de ingreso, los comentarista femenino y sólo una mujer periodista
puestos superiores tanto en terminos de presti- a la que se veía rara vez. Los asuntos de actuali-
gio como de retribución siguen estando reserva- dad y los programas documentales sólo ofrecían
dos a los hombres, como es el caso de la direc- oportunidades ligeramente mejores a las mujeres:
ción. L a fuerte resistencia contra la penetra- el 37% de los presentadores o reporteros de esos
ción de las mujeres en esos Últimos reductos de programas en la ITV eran mujeres y el 31% de los
los hombres quedó recientemente demostrada presentadores y reporteros de la BBC eran muje-
cuando el nombramiento de Barbara Walters co- res, pero ninguno de sus redactores era una mujer.
m o codirectora adjunta de las noticias generales L a dirección y la producción de programas sobre
de la ABC provocó despectivos comentarios del temas de actualidad seguía siendo en gran parte un
personal dirigente masculino sobre sus creden- territorio masculino: las mujeres representaban
ciales periodisticas, su valor en el mercado y el 14,7T0del personal de esta categoria en la ITV
sus mCritos para colocarse entre los cuatro y alrededor del 10% en la BBC.
grandes del periodism o televisado (Hennessee, E n Belgica, las mujeres constituían Únicamen-
1976). te el 7,3% del personal de noticias del sistema de
A pesar de la tendencia hacia una mayor acep radiodifusión en holandes (Tielens, Vankeirsbilck
taciÓn de las mujeres como periodistas, las noti- and Ceulemans, 1978). A diferencia de los Esta-
cias de la televisión y, en particular, las noticias dos Unidos de AmBrica donde los medios impresos

63
parecen ser m á s accesibles a las mujeres, la pro- m á s insidiosa y m á s poderosa dedicada al mante-
porción entre mujeres y hombres en BClgica era nimiento del statu quo, realizada por la Media
algo m á s favorable a las primeras en la radiodifu- Women's Association com prende un articulo des-
sión que en los medios impresos. criptivo sobre la situación del empleo femenino en
E n la televisión alemana (República Federal el personal de las cuatro redes nacionales de tele-
de Alemania), la visibilidad de las mujeres era mí- visión (Strainchamps, 1974). L a división sexual
nima en los programas de noticias, que son los del trabajo es una norma invariable en las organi-
m á s populares de la televisión, particularmente zaciones de las redes: las mujeres trabajaban en
entre el público masculino. Sólo el 3, 1% de los su mayor parte como secretarias, investigadoras
corresponsales de noticias de la ZDF y el 5, 9% de y auxiliares del hombre; la producción, la redac-
la ARD eran mujeres. Tambikn se asignaban a las ción, la revisión y la dirección eran sectores de
mujeres reporteros predominantemente las infor- empleo masculinos. L a discriminación sexual se
maciones triviales, como la salud, la familia y la manifestaba con respecto al sueldo y a la promo-
juventud. L a política, que es el tema m á s impor- ción: las mujeres que desempeñaban el mismo
tante de los noticiarios de la televisión alemana, puesto que los hombres estaban menos retribuidas
es un territorio masculino tanto en la televisión y sus oportunidades de promoción eran escasas.
como en la realidad (X,KQchenhoff, 1975). L a sub- Debido a la mayor actividad de los grupos feminis-
representación de las mujeres en las ondas y la tas recientemente organizados en el interior de las
segregación por tipos de noticias eran tam bien nor- compaflías, se han hecho algunos progresos en los
m a s claramente establecidas en los programas in- Últimos años que, sin embargo se consideran de
formativos y documentales, aunque en menor m e - carácter meramente simbólico. Las mujeres han
dida que en las emisiones de noticias. L a escasa conseguido algunos Bxitos al presionar a sus e m -
frecuencia con que aparecen las mujeres periodis- pleadores a adoptar programas de acción positivos.
tas en la televisión alemana es un reflejo de la Las empleadas de la NBC han conseguido reciente-
función y la distribución femeninas en la estructu- mente una victoria significativa. C o m o resultado
ra de las compañias de radiodifusión alemanas. U n de una demanda judicial, la NBC accedió a pagar
estudio sobre la situación del personal de redac- 2 millones de dólares de indemnización a las e m -
ción femenino en tres compañías de radiodifusión pleadas y ex empleadas de la compañia.
seleccionadas de la ARD (Freise and Drath, 1977) Una fuente de informaci611 sobre la situación
revel6 que 1) las mujeres representaban una mi- de las mujeres y de las minorías en la radiodifu-
noría profesional en el periodismo de la radiodi- sión es el informe anual que las emisoras de ra-
fusión; 2) el personal de redacción femenino esta- diodifusi6n tienen la obligación de presentar a la
ba concentrado en los escalones inferiores de la Federal Communications Commission en virtud de
jerarquía profesional y en las unidades de progra- la Equal Employment Opportunities Rule. A base
mación de menos prestigio (es decir, tradicional- de los datos contenidos en esos informes, la Ofi-
mente femeninas); 3) la administración, la orga- cina de Comunicaciones de la Iglesia Unida de Cristo
nización y el tratamiento de materiales previame= observó un aumento significativo de 1971 a 1975 en
te preparados constituía la mayor parte de su la proporciónde las mujeres clasificadas en las
trabajo ordinario, mientras que las funciones de cuatro categorías superiores de empleo (según se
naturaleza m 6 s creadora y esencialmente perio- indica en X,U.S. Commission on Civil Rights,1977,
dística, tales como redactar, comunicar y entre- 87). El porcentaje de empleados de las minorias en
vistar estaban reducidas al mínimo. Aunque este las cuatro categorías superiores tambiBn había
estudio no pretende ser representativo de todo el aumentado, pero menos netamente que la proporción
sistema ARD ni exhaustivo, confirma las conclu- de mujeres e m pleadas. L a proporción total de e m -
siones derivadas de la observación de programas: pleados clasificados en esas categorías de empleo
las mujeres periodistas suelen estar relegadas a (funcionariosy administradores/profesionales/tBc-
los sectores tradicionalmente femeninos; su acti- nicos/vendedores)había aumentado durante elmis-
vidad profesional primaria no concierne a la trans- m o periodo. Estas observaciones indujeron a la
misión ni a la presentación en las ondas. U.S. Commission on Civil Rights (1977)a examinar
Los sistemas de radiodifusión escandinavos si las compañías de radiodifusión estaban reclasi-
parecen haber adoptado una actitud m á s positiva ficando a los empleados de categoría inferior en
hacia las mujeres, que reciben igual distribución empleos de categoría superior pero mantenibndoles
e iguales tareas que sus colegas masculinos realmente en los mismos empleos y con los mis-
(Marzolf,1977, 286-288). Sin embargo, lo m i s m o m o s sueldos. Se eligió una muestra de 40 emiso-
que en Europa Occidental y en los Estados Unidos ras de televisión para investigar la amplitud de la
de AmBrica,las mujeres escandinavas están ausen- discriminación en el empleo contra las mujeres y
tes de la dirección de la televisión. las minorías. Una comparaci6n de las cifras de
empleo de 1971 y 1975 confirmó las observaciones
b) L a representación de las mujeres en la
anteriores. E n general, el número de empleados
aroducción Y la dirección de la televisión
blancos masculinos había disminuido, mientras
L a encuesta sobre los medios de comunicación nor- que la proporción de mujeres blancas, mujeres de
teamericanos, definidos como la fuerza m á s ubicua, las minorías y hombres de las minorías había

64
aumentado. Los cambios eran todavia m á s nota- Aunque los datos precedentes demuestran la
bles en las cuatro categorias superiores de empleo: subrepresentación de las mujeres en la televisión,
la proporción de hombres blancos había dism inui- y particularmente en la direccit~n,no dan ninguna
do mientras que la de mujeres blancas y hombres idea del tipo de barreras que impiden participar a
y mujeres no blancas había aumentado. Según el las mujeres en la producción de televisión en un
informe de la Comisih, estos datos indican que pie de igualdad con los hombres. El grupo de tra-
las categorías de empleo se utilizaban de manera bajo sobre la situación de las mujeres de la
que las tres cuartas partes de los empleados po- Canadian Broadcasting Corporation (X,W o m e n in
dían clasificarse en las cuatro categorias superio- the CBC, 1975) hizo una investigaci6n sobre el
res. Para determinar en qu6 medida las mujeres particular, Se encontr6 que las decisiones sobre
y las minorias estaban representadas en todos los el empleo, que mantienen la mayor parte de los
niveles en las organizaciones de radiodifusión, se puestos cerrados para las mujeres y que general-
hizo un análisis a fondo del empleo en 8 emisoras mente niegan al personal femenino una participa-
de televisión. Esta encuesta demostró que la ver- ci6n equitativa en la "riqueza común" en relaci6n
dadera situaci& del empleo de las mujeres y de con el sueldo, la formacih, la promoci6n y la ca-
las minorías estaba gravemente tergiversada. Las pacidad de tomar decisiones, se basaba en una se-
mujeres y los miembros de los grupos minorita- rie de suposiciones que el grupo de trabajo demos-
rios Ctnicos y raciales estaban prácticamente tr6 que eran falsas para la mayoría de las mujeres.
ausentes de los niveles superiores de dirección. Se determin6 que la causa fundamental de la dis-
L a mayor parte de las posiciones esenciales para criminaci611 en la CBC, con el descontento y la
la adopción de decisiones en cada categoria de em- frustración consiguientes del personal femenino,
pleo y en cada departamento de la organización era el hecho de que los hombres, que constituyen
estaban ocupados por hombres blancos. Se consi- el 75% de la plantilla de la CBC y el 93% del per-
dera que la integraci6n de las mujeres y las mino- sonal directivo, t enian opiniones considerablem en-
rias en todos los niveles de la administración y el te distintas sobre las mujeres que las del personal
funcionamiento de la emisora, y particularmente femenino, y que son estos hombres los que deci-
en el nivel de adopci6n de decisiones, tiene una den sobre las carreras y el ambiente de trabajo de
importancia esencial para garantizar una progra- las mujeres.
mación diversificada y equilibrada en la televisih. A fin de revelar la aplicación de prácticas de
Los formularios actuales de datos sobre el empleo empleo sexistas en la televisión británica, la
de la FCC no permiten descubrir las deficiencias Association of Cinematograph and Television
en la distribución del personal de las emisoras de Technicians (ACTT)hizo un detenido análisis de
televisión y facilitan la tergiversación de la situa- la estructura del empleo en la ITV, que es la red
ci6n del empleo de las mujeres y de las minorias. británica de televisi6n comercial (X,ACTT, 1975).
El hecho de que las compañías de radiodifusión Existían pocos datos sobre la BBC, porque la
utilicen esta oportunidad para tergiversar la posi- ACTT no tiene derechos de negociación en la BBC
ción de los empleados femeninos y de las minorias y la pertenencia al sindicato es completamente vo-
demuestra su falta de voluntad para ofrecer opor- luntaria para los empleados de la BBC. L a tele-
tunidades iguales de empleo. Según la Comisi6n, visi6n representa la mayor r a m a del sindicato y
la FCC es culpable de no obligar a que se cumplan el mayor sector de empleo para las mujeres: el
las disposiciones sobre la igualdad de oportunida- 49% de los miembros de la ACTT. Desde 1969,la
des de empleo (EEO).U n miembro femenino de tasa de crecimiento del número de afiliados ha si-
la FCC ha tomado recientemente la primera medi- do considerablemente mayor que la del número de
da para remediar esta situaci6n. Su propuesta pa- afiliados. U n tercio de las afiliadas a la ACTT,
ra reevaluar las descripciones de puestos en la que representa el 14% de los empleados de la ITV
industria radiodifusora fue aprobada y se están ha- en los grados de la ACTT, están permanentemen-
ciendo preparativos para revisarlas (X,Media te empleadas en la ITV en comparaci6n con la mi-
Report to W o m e n , enero de 1978). tad de los afiliados. Otra sexta parte de las afilia-
L a discriminación contra las mujeres en la das y una quinta parte de los afiliados de la ACTT
televisión que apareció en las cifras de empleo trabajan a jornada completa en la BBC. L a mayo-
correspondientes a 1975 persistió en 1976. El ria de las mujeres (7070)de la ITV trabajan para
porcentaje total de empleados clasificados en las las cinco com pañias de televisi611 m á s importantes,
cuatro categorías superiores de empleo ascendi6 donde ocupan puestos de secretaría y están exclui-
al 80% en 1976, de los cuales el 8670 eran hombres das de los empleos t6cnicos calificados. L a con-
en las emisoras de televisión comerciales y el centraci6n de las mujeres en trabajo de secretaría
80% en las no comerciales (X,Media Report to se aplica tambien a la BBC. El trabajo en la ITV
W o m e n , abril de 1977). L a mayor parte de las está claramente dividido según demarcaciones
estaciones de televisi6n no aumentaron la propor- sexuales. E n lo que se refiere a los grados donde
ción de mujeres ni de miembros de las minorias existen hombres y mujeres, excluidos los de di-
que trabajaban en los escalones superiores de las rector y productor, el 45% de los hombres en
organizaciones. oposición al 24% de las mujeres trabajaban en los

65
grados superiores. Sólo el 8% de los directores y hombres, por ejemplo, la mezcla y el montaje de
de los directores-productoresde la ITV eran m u - imágenes visuales. E n estos grados que sirven de
jeres. Son numerosos los casos de discriminaci611 peldafíos no trabajan mujeres, o si las hay no son
flagrante denunciados al sindicato. Las quejas se ascendidas sobre la m i s m a base y con la misma
refieren tanto a los puestos cerrados para las m u - rapidez que sus colegas masculinos. C o m o la rá-
jeres debido a su sexo, por ejemplo, director, re- pida expansión de la televisión ha llegado a su ter-
dactor, investigador principal, etc. ) como a los mino, la promoción ya no es automática tampoco
puestos en los que hay una gran concentraci6n de para los hombres. Sin embargo, dada la estrecha
mujeres (por ejemplo, ayudantes de producción gama de "tareas femeninas", las oportunidades son
designadas como secretarias glorificadas). Otros todavía menores para las mujeres.
factores importantes a los que se debe el manteni-
miento de la situación inferior de las mujeres en L a inseguridad en el empleo
la industria incluyen: y las relaciones de trabajo

L a depreciación de los empleos femeninos E n lo que se refiere a las perspectivas de empleo


permanente y a la situación financiera de las com -
M á s de dos tercios de las mujeres desempefían en pañías de televisi6n, el trabajo en la televisión es
la ITV empleos que ofrecen poca o ninguna oportu- m á s estable que en los laboratorios y en la produc-
nidad de promoción profesional y de Cxito eco- ción cinematográfica, que son las otras dos ramas
nómico. del sindicato. L a seguridad en el empleo relativa-
mente mayor de los empleados de la ITV en c o m -
Las calificaciones acadCmicas paración con los de otras ramas ha creado actitu-
y el condicionamiento social des m á s favorables hacia las mujeres, a las que
se percibe menos como un peligro potencial. Sin
L a proporción de mujeres que tenían algún tipo de embargo, la dirección y los afiliados masculinos
educación superior, en su mayor parte de secre- del sindicato respondieron negativamente a la in-
taría, era mucho mayor que la de hombres. Sin troducción del permiso de maternidad y de dispo-
embargo, había menos mujeres con título univer- siciones para el cuidado de los niños. Esto hace
sitario o con calificaciones en cinematografía o pensar que su liberalismo está condicionado a la
televisión. Las calificaciones acad6micas exigi- disposición de las mujeres a comportarse como
das por la ITV no son m u y rigurosas, pues la com- hombres y no tiene en cuenta las necesidades fe-
pañía cuenta primordialmente con la experiencia y meninas específicas.
la formación adquiridas en otras industrias, en
las que las mujeres faltan casi por completo,y con El derecho al trabajo y los derechos laborales
una base tCcnica general que m u y pocas mujeres
tienen estímulo para adquirir. L a ITV no patroci- Mientras qce las empleadas de la BBC tienen de-
na cursos de formación, excepto para ingenieros, recho a un permiso de maternidad, la ITV sólo
aunque el 80% de los hombres y el 70% de las m u - concede permiso de maternidad sin sueldo en vir-
jeres expresaron el deseo de asistir a tales cur- tud de un acuerdo privado y bajo una fuerte presión
sos. C o m o las oportunidades de formación dentro de la interesada. N o existen facilidades para cui-
y fuera de la televisión siguen estando en gran par- dar de los niños. E n todas las compañias de tele-
te vedados a las mujeres y las tareas distintas de visión, con la excepción de una de ellas, las m u -
las de secretaría, que son casi las Únicas para las jeres pueden afiliarse al plan de pensiones exis-
que están calificadas las mujeres, requieren una tentes a una edad posterior a la de los hombres.
gran experiencia y formaci6n, las mujeres que Las prestaciones de enfermedad son las m á s gene-
entran en la industria no tienen otra opción que rosas de todas las ramas del sindicato. Para dis-
aceptar un puesto de secretaría, por lo común pa- frutar de ellas se requiere la continuidad en el
ra permanecer en Cl indefinidamente. L a identi- servicio. Sin embargo, las mujeres interrumpen
ficaci6n de la autoridad con la masculinidad exclu- su servicio m á s a menudo que los hombres por ra-
ye a las mujeres de las tareas del nivel superior zones de promoción o de embarazo y, por lo tanto,
tales como la direccidn administrativa y la direc- están en desventaja.
ción eschica para las que están calificadas en
todos los demás aspectos. L a subrepresentación de las mujeres
en el sindicato
L a estructura del e m d e 0
Son pocas las mujeres elegidas para funciones sin-
Los grados en los que trabajan la mayoría de las dicales. L a renuencia a elegirlas se debe al temor
mujeres (por ejemplo, ayudante de producción) se de que la direccih, no los afiliados, no las tomen
consideran como carreras en sí mismos. Aunque en serio. Los principales problemas femeninos
la mayor parte de los grados de la producción no son la falta de familiaridad y de experiencia con
tienen una clara estructura de carrera, en la prác- los procedimientos y el funcionamiento del sindi-
tica algunos de ellos sirven de peldaños para los cato, así como su aislamiento con respecto a las

66
otras mujeres que trabajan en la industria. Las - la identificaci611de la autoridad con la masculi-
mujeres ayudantes de producción son las que m á s nidad impide el acceso de las mujeres a las fun-
militan en la lucha organizada por igual sueldo, ciones superiores de direccibn, producci6n y
estructura de grado y oportunidades de formación. administracibn. E n los departamentos de noti-
Por desgracia, han limitado sus peticiones a su cias de la televisión, los requisitos adicionales
propia situaci6n particular, excluyendo a las de- de atracción sobre el espectador, atractivo físi-
m á s mujeres de la industria. Las propias muje- co y personalidad ofrecen iguales posibilidades
res se han resistido a atribuir sus problemas a a las mujeres que a los hombres de conseguir
estructuras y prácticas de empleo discriminato- un puesto de locutora en la pantalla así como un
rias. Esta resistencia se debe en parte a la natu- acuerdo financiero satisfactorio. Recientemente,
raleza del trabajo femenino, que incluye el aisla- el hecho de ser mujer se ha convertido incluso
miento geográfico, y al hecho de que consideran en una ventaja para la contratación, aunque no
que su situación es relativamente privilegiada en para la promoción. Igual que en otros sectores
comparación con el de las mujeres situadas fuera de la administraci611de la televisih, las posi-
de la industria, cuyas oportunidades son con fre- ciones superiores en la comunicación de noticias
cuencia todavia m á s limitadas. Sin embargo, esta y en la direccibn siguen estando en gran parte
actitud está cambiando y muchas de las mujeres reservadas a los hombres.
ayudantes de producción han indicado que están dis- Aunque las mujeres han hecho algunos progre-
puestas a la acción. L a organizaci6n para luchar sos en ciertos sectores del trabajo de la televisi6n
por el cambio es m&s difícil entre los empleados (por ejemplo, la presentaci611de noticias), otros
de la BBC, que temen las represalias y las repri- sectores, particularmente en los niveles superio-
mendas de la dirección. L a BBC, que es una cor- res de producci6n y direccih, permanecen inac-
poración propiedad del Estado, reacciona negati- cesibles a ellas, lo que puede atribuirse en gran
vamente frente al radicalismo de sus empleados parte a la persistencia de prejuicios masculinos
con respecto a los problemas politicos y a los de- tanto en la estructura del empleo como en la opi-
rechos de la mujer. E n consecuencia, el informe nión que tienen los directores sobre la capacidad
llega a la conclusión de que las demandas de m á s profesional de las mujeres.
influencia de las mujeres dentro de la organización
y del control sobre los programas puede encontrar 3. L a industria cinematográfica
m á s resistencia en la BBC que en la ITV.
Sólo en años recientes han empezado a buscar las
- -
Conclusión mujeres puntos de apoyo femeninos y feministas
en el basti6n de influencia masculina que ha sido la
L a instrucci6n y la experiencia son las clasifica- industria cinerratográfica desde su origen. Este
ciones formales que abren el acceso al empleo en interCs creciente por el cine se manifiesta en la
la televisión. Las mujeres tienen pocas dificulta- necesidad que están senalando los criticos y los
des para satisfacer los requisitos educativos, que te6ricos femeninos del cine de una perspectiva fe-
no son una consideración primordial en la indus- minista del cine y de una teoria feminista del cine.
tria. Se insiste m á s en la experiencia, que tiene Sus intentos para formular ese punto de vista han
una importancia esencial para el ascenso dentro de dado lugar a varios enfoques, que varïan entre los
la jerarquía profesional de la organización. Las análisis impresionistas y subjetivos de la repre-
posiciones superiores en la producción y la direc- sentación de las mujeres en el cine hasta las teo-
ción, así como las funciones periodisticas de alto rías cinematográficas estructuralistas y psicoana-
nivel sólo son accesibles a los que tienen la opor- líticas (Kay and Peary, 1977). Determinar cuál
tunidad de preparar su ascenso dentro de la orga- de esos enfoques sera el m á s valioso para compren-
nización o de adquirir una formación y una expe- der el papel de las mujeres en el cine es un pro-
riencia amplias fuera de la industria y a los que blema que se presta a debate y cuyo examen se sa-
poseen la dosis adecuada de autoridad y atractivo. le de las intenciones del presente estudio. L o que
E n general, estas son las calificaciones que las aqui nos interesa es la posición de las mujeres en
mujeres no pueden adquirir: la industria cinematográfica. Los esfuerzos de los
- las oportunidades de ascenso son m á s limitadas criticos cinematográficos femeninos (y la crítica
para las mujeres que para los hombres. Las cinematográfica es un campo en el que las mujeres
mujeres no pueden ascender dentro de la jerar- figuran entre los m á s destacados e influyentes de
quia profesional porque desde su ingreso son sus cultivadores) para introducir nuevas perspec-
destinadas a tareas cerradas sin estructura de tivas sobre el cine incluyen, además de la evalua-
carrera. Las posibilidades de formaci611 que ci6n de la representaci6n femenina en el cine, la
ofrece el empleador son escasas y en su mayor documentaci611 de las contribuciones femeninas a
parte inaccesibles a las mujeres. Las probabi- la producción cinematográfica en el pasado y el
lidades de obtener la experiencia necesaria en presente. L a sorprendente observación de que las
campos afines fuera de la televisi6n son menos mujeres están notoriamente ausentes de la crónica
favorables para las mujeres que para los hist6rica de la producción cinematografica ha ser-
hombres; vido de acicate para buscar vestigios de la presencia

67
femenina en todas las facetas de la producción ci- Image et Son dedicados a las mujeres y el cine,han
nem atogrAfica durante las d6cadas pasadas (Smith, intentado colmar esta laguna. Dos de estos docu-
1975). L a investigación actual revela una contri- mentos identifican las pautas de discriminación
bución mucho mayor de las mujeres a la redacción contra las mujeres en las industrias cinematográ-
de guiones y a la dirección de lo que parecía indi- ficas británica y francesa. El tercer documento
car la documentación existente. E n efecto, antes tiene un triple objetivo: 1) presentar un panorama
de los años 20 participaban activamente en la pro- mundial de las mujeres que han participado en la
ducción cinematográfica m á s mujeres que actual- producción cinematográfica desde 1896; 2) presen-
mente (Rosen, 1973, 367). E n relación con la in- tar a las mujeres norteamericanas que están ha-
dustria cinematográfica norteamericana, Rosen ciendo películas fuera de Hollywood; y 3) propor-
señala que el número de guionistas y directores cionar un repertorio de las mujeres directoras de
femeninos disminuyó constantem ente despues de películas en los Estados Unidos de Am6rica (Smith,
los años 20, cuando el cine se convirtió en una 1975). A falta de otras fuentes, dependemos c o m -
gran industria. E n efecto, sólo dos mujeres, pletamente de estos tres documentos para infor-
Dorothy Arzner e Ida Lupino, parecen haber logra- m a r sobre este tema. C o m o enfoque preliminar
do una posición firme como directores de Holly- del tema servirá una encuesta descriptiva sobre la
wood durante los últimos 40 años. Se sigue deba- presencia femenina en la producción cinematográ-
tiendo si las películas dirigidas por esas mujeres fica de todo el mundo, tomada en gran parte de
han contribuido, y en quC medida, a aumentar la Smith (1975). E n una segunda edición, examina-
conciencia de papel de los sexos (Johnston, 197 5). remos m á s detenidamente las pautas de empleo en
El renovado interes por su trabajo en años recien- la industria cinem atoeráfica tomando la situación
tes es otra indicación de la importancia que las francesa (Image et Son,abril de 1974), y especial-
mujeres contemporáneas conceden a la presencia mente la situación británica cuidadosamente docu-
de mujeres activas en la industria cinematogrhfica. mentada fX,ACTT, 1975), como casos apropiados.
E n lo que se refiere a la participación actual de las
mujeres en la producción cinematográfica todos los a) =mujeres en la producción de peliculas:
interesados por el tema coinciden en deplorar las panorama mundial
escasas oportunidades que el cine comercial ofre-
ce a las mujeres como directoras, guionistas y Se ha afirmado repetidamente que las mujeres tu-
actrices, así como en encarecer la entrada de m á s vieron su máxima influencia en los primeros años
mujeres en los sectores creador y tecnico de la del cine, cuando participaban en todas las facetas
producción cinematográfica. E n lo due se refiere de la producción cinematográfica exceptuando el
a la integración del feminismo en el cine, los crí- manejo de la chmara. A medida que empezó a
ticos británicos y norteamericanos, que han sido prosperar la nueva industria, el número de muje-
los m á s productivos en el análisis de las interre- res que participaban activamente en la producción
laciones del cine, las mujeres y el feminismo,sos- de pelïculas disminuyó drásticam ente. Hasta fina-
tienen opiniones m u y distintas de lo que debe ser les de los años 60 no volvieron a reaparecer en
un enfoque feminista del cine (Kaplan,1977, 393- número apreciable, en respuesta a las nuevas opor-
395). Los críticos cinematográficos norteameri- tunidades que ofrecia el interCs creciente por una
canos censuran intuitivamente el monopolio m ascu- variedad de form as cinem áticas (Smith,1975). Las
lino de la industria cinematográfica por reforzar mujeres que participan en las grandes produccio-
la superioridad del hombre en oposición a la infe- nes cinematográficas teatrales son todavía poco
rioridad de la mujer, mientras que los británicos numerosas, pero el cine educativo, artístico, do-
prestan m á s atención al estudio teórico de cómo es cumental, experimental y hasta cierto punto, co-
reproducida en el cine la ideología sexista, que mercial, están creando nuevas oportunidades para
impregna la sociedad en todos sus niveles (Place las mujeres guionistas, productores, directores y
and Burston, 1976). De acuerdo con el punto de editores. Aunque la mayor parte de los directo-
vista británico, la presencia de las mujeres en el res femeninos que han tenido Cxito no se han inte-
cine no dará por resultado una representaciónm a s resado particularmente en tratar temas feministas,
equilibrada de la mujer a menos que la infusión de algunos se han ocupado de problemas femeninos.
mujeres en la industria cinematográfica "se inspi- Además, algunas feministas se han dedicado a la
re en una teoría feminista practicable y parta de dirección de películas. El hecho de que sus pelícu-
un movimiento social que tienda a reestructurar la las no haya tenido un gran Cxito comercial no dis-
sociedad en todos los niveles" (Place and Burston, minuye su importancia. C o m o señala Brayfield
1976, 62). (1977), la función del cine ha cambiado desde el
El análisis de la representación de la mujer advenimiento de la televisión, y el tamaño de su
en el cine y el examen teórico de cómo deben in- auditorio ya no es una medida exacta de su influen-
terpretarse las imágenes femeninas en el cine han cia social.
sido objeto de publicaciones con mucha m á s fre- Hay mujeres en todo el mundo participando
cuencia que la posición de las mujeres en la indus- activamente en producciones no comerciales. E n
tria cinematográfica. Dos estudios publicados en los Estados Unidos y el Canadá, está surgiendo
1975 y el número de abril de la revista francesa una nueva ola de jóvenes productores de cine

68
independientes, muchos de los cuales son mujeres redacción de guiones, la dirección y la producción
que intervienen en todos los aspectos de la produc- son el Reino Unido, Francia, Dinamarca, Checos-
ción. Si las mujeres están a punto de realizar su lovaquia y la URSS. Nelly Kaplan y Agnes Varda
gran penetración en Hollywood, una pequem van- en Francia, Lina Wertmilller y Liliana Cavani en
guardia de directores femeninos y el número cre- Italia, han surgido en años recientes como reali-
ciente de mujeres que reciben creditos para la zadoras de pelfculas de fama internacional. E n
producción están preparando el terreno. Suecia, la ex actriz Mai Zetterling es uno de los
E n el continente asiático, la participación fe- realizadores de cine m á s destacados. E n otros
menina en la producci6n cinematográfica es suma- países europeos, asi como en el resto del mundo
mente limitada. Aunque el Japón tiene la mayor (Oceania y AmCrica Latina), son relativamente pc-
producción cinematográfica del mundo, sólo han cas las mujeres que hacen películas. Las que hay,
surgido algunos realizadores femeninos desde la trabajan sobre todo en películas docum entales,
segunda guerra mundial. Entre los principales educativas y experimentales o en producciones pa-
realizadores con los que habló Joan Mellen (1975) ra la televisión.
para escribir su libro sobre el cine japonCs. nin- Del rápido recorrido trasnaciona.1precedente
gún director de películas era una mujer. El libro se desprende:
destaca las carreras de tres mujeres triunfadoras: que las mujeres están haciendo películas en todo
una diseñadora de decorados, una actriz y una m u - el mundo;
jer que ha conquistado una gran reputación inter- que su participación creadora está concentrada
nacional y una gran influencia en la industria cine- en la producción de películas no comerciales;
matográfica nacional por su trabajo en el sector de que un número creciente de mujeres, particular-
importación y exportación de películas. Cuando mente en Canadá y en los Estados Unidos de
Mellen escribió su segundo libro sobre el cine ja- Norteamerica, está trabajando fuera de la indus-
ponés (Mellen, 1976). ninguna mujer trabajaba co- tria cinematográfica establecida en todos los
m o director en el Japón. L a India es otro país aspectos de la producci6n independiente.
asiático que tiene una industria cinematográfica A base del informe de la ACTT sobre la in-
-
altamente desarrollada (Parrain, 1969 X, World dustria cinematográfica británica (X,ACTT,1975),
Communications, Unesco, 197 5). Junto con Hong examinaremos las barreras que la industria cine-
Kong, se encuentra entre los cinco primeros paí- matográfica ha erigido para impedir la entrada de
ses del mundo por el tamaño de su producción ci- las mujeres en todos los niveles.
nematográfica. E n ninguno de esos países desem-
peñan las mujeres una función significativa. b) Modalidades de la discriminación en la
pesar de la ausencia de barreras jurídicas y eco- industria cinematográfica. U n caso ilustrativo:
nómicas en la República Popular de China, son po- el Reino Unido (condatos comparativos sobre
cas las mujeres que se han dedicado a la realiza- la industria francesa)
ción de películas. Según Smith (1975), trabajan
muchas mujeres en las tareas de menor categoría, Tanto la afiliación masculina como femenina a la
pero las altas posiciones creadoras siguen estando rama de producción Cinematográfica de la Associa-
monopolizadas por los hombres. tion of Cinematograph and Television Technicians
E n el Oriente Medio, la industria israelí es (ACTT)ha venido disminuyendo en los Últimos
la que ofrece las perspectivas m á s prometedoras años. El número de afiliados femeninos muestra
para las mujeres. L a persona m á s destacada,que una mayor disminución de 1969 a 1973 (18%) que
dirige la compañía Cinematográfica m á s antigua y el de afiliados masculinos (90/0). Mientras que ha-
mayor del país, es una mujer. Hasta ahora, sólo ce 20 años, las mujeres constituian m á s del 17%
una mujer ha logrado dirigir una película de argu- de los afiliados a la rama, la proporción descen-
mento. Otros sectores en los que trabajan las dió al 12% en 1973-1974. L a representacih cada
mujeres incluyen la redacción de guiones, la foto- vez menor de las mujeres en el sindicato se atri-
grafía, la producción y la edición. buye :
El desarrollo de la industria cinematográfica a las oportunidades decrecientes de empleo en
es lento en Africa, particularmente al sur del la industria desde 1969, que indujo al sindicato
Sahara, debido a la falta de salidas comerciales, a prohibir la entrada de nuevos afiliados;
financiación y equipo, así como a la preferen- a que las mujeres trabajadoras están concentra-
cia de los públicos negros por las películas occi- das en los empleos escasamente retribuidos y
dentales. Sólo un corto número de mujeres tra- menospreciados, debido a los prejuicios contra
baja en el cine, sobre todo en la producción de las mujeres, particularmente en los grados
documentales y cortometrajes, por ejemplo, en tecnicos;
Egipto, CamerÚn, Túnez y Ghana. Sarah Maldoror, al cambio en la industria cinematográfica: la
nacida en Guadalupe, es la realizadora de pelícu- producción en estudio ha disminuido en favor del
las m á s destacada de Africa que ha conquistado un rodaje exterior y de la producción independiente
renombre internacional. de películas, lo que ha tenido una influencia par-
Los países europeos en los que las mujeres ticularmente importante en la posición de las
han participado en mayor o menor número en la mujeres. Muchos departamentos que empleaban

69
mujeres han desaparecido y los inconvenientes señalado la negativa de los empleadores a tomar
de las horas irregulares para rodar al exterior en consideracih su petición, porque ser mujer las
son una clara desventaja para las mujeres que descalificaba autom áticam ente.
tienen obligaciones domesticas.
L a división del trabajo en la industria cinema- Menosprecio de los empleos
tográfica británica está claramente estructurada en los aue oredominan las muieres
por demarcaciones sexuales. De los 60 grados in-
cluidos en los acuerdos de la ACTT, 20 no emplean A diferenciade los conocimientos que se exigen pa-
a ninguna mujer. Las mujeres trabajan en la in- ralas tareas masculinas,las cualidades que las mu-
dustria en una banda m u y estrecha de empleos: un jeres tienen que poseer para ciertas tareas no están
tercio son secretarias de rodaje o ayudantes o se- financieram ente recompensadas. Muchos empleos
cretarias de producción, otro tercio son editoras ocupados prim ordialmente por mujeres requieren
o ayudantes de editor y el Último tercio trabaja en conocimientos tknicos, pero se les designa como
los grados de preproducción (por ejemplo, distri- puestos de secretaría y se remuneran como tales.
bución) o postproducción (corte). Apenas hay m u -
jeres en el tratamiento de laboratorio ni en la toma Condicionam iento educativo y social
de vistas y la producción de películas. E n lo que v falta de medios de formación
se refiere a los grados tecnicos hay un puñado de
mujeres registradoras de sonido y ayudantes de Para trabajar en la industria cinematográfica no
fotografía y ninguna trabaja en la iluminación. hacen falta calificaciones academ icas o profesio-
Su participación en la producción y la direc- nales elevadas de carácter general. L a formación
ción (67”), así como en la edición (menos del 10o/o), en la producción de películas se ha adquirido siem-
demuestra claramente que las mujeres están con- pre durante el desempeno del empleo. Sin embargo,
centradas en los empleos m á s bajos. El único las oportunidades para recibir esa formacibn están
grado principal de producción fácilmente accesible disminuyendo en el caso de los hombres y son prác-
a las mujeres es el de director de reparto. ticamente inexistentes en el de las mujeres. Son
L a industria cinematográfica francesa mues- pocos los hombres o las mujeres empleados en la
tra un sistema de empleo semejante (Image et Son, industria cinematográfica que poseen diplomas ofi-
abril de 1974). Las mujeres están escasamente ciales. E n general, y sin contar la formación ci-
representadas en los escalones superiores. Se nematográfica y tecnica, las mujeres estaban m e -
encuentran concentradas en empleos tradicionalm en- jor calificadas que los hombres. Muchas mujeres
te reservados a las mujeres, es decir, los puestos carecen de formación tCcnica, que la National Film
subordinados, sedentarios y de segundo orden que School, cuya matrícula femenina va en aumento,
carecen de prestigio y de responsabilidad. L a auto- no proporciona.
ridad, la iniciativa y el conocimiento tecnico son Estructura del empleo
irreconciliables con la presunta conducta femenina.
E n consecuencia, los puestos que requieren esas L a estructura del empleo en la industria cinema-
cualidades y conocimientos están ocupados predo- tográfica es una de las principales barreras levan-
m inantemente por hombres. tadas contra las mujeres, para las que la industria
L a posici6n inferior de las mujeres en la in- británica ofrece pocas oportunidades de formación.
dustria cinematográfica británica se atribuye a va- Para alcanzar los niveles superiores de dirección
rios factores. A continuación se examinan las y producción, las mujeres tienen que adquirir la
principales causas detalladas en el informe de la experiencia necesaria fuera de la industria. Las
ACTT. mujeres entran en la industria a un nivel elevado
despues de haber adquirido experiencia en otro
Flamante discrim inaciÓn sitio o permanecen en sus empleos inferiores,
mientras que los hombres pueden ascender en la
Las formas de flagrante discriminación son difíci- industria. Los grados de editor, ayudante de di-
les de controlar por el sindicato pues se comuni- rector y algunos otros que sirven de peldaño en la
can pocos casos. Entre ellos, el prejuicio sexual estructura del empleo, son menos accesibles a las
es particularmente flagrante en la edición. Los mujeres que a los hombres. L a mayor parte de
anuncios de puestos vacantes que especifican el las mujeres trabajan como secretarias de produc-
sexo del candidato demuestran la descarada discri- ción y como secretarias de rodaje. Aunque estas
minación que tiene lugar en toda la industria. E n tareas requieren conocimientos de muchos secto-
general, la industria niega la existencia de prác- res de la producción, no están consideradas como
ticas discriminatorias de empleo. Cuando se les una experiencia válida para ninguna otra cosa, ex-
pregunta por qu6 no hay mujeres en puestos tbcni- cepto en cierta medida para los puestos de direc-
cos los e m pleadores contestan simplemente que tor de producción y director de reparto. El puesto
las mujeres no los piden. Aunque esto puede ser de director de reparto es realmente el único e m -
parcialmente cierto, pues la convicción de que se- pleo de alto nivel fácilmente accesible a las muje-
rán rechazadas disuade a muchas mujeres incluso res. El grado de director de producción, aunque
de pedir la plaza, varios candidatos femeninos han entraña considerables responsabilidades,tiene

70
mucha menos autoridad y capacidad creadora que según el informe, esto esti tan relacionado con el
el de productor o director. Sin embargo, la es- grado y la retribuci6n c o m o con el sexo.
tructura del empleo es mucho m A s flexible que en
otras ramas para los hombres, pero no para las Subrepresentación de las mujeres en el sindicato
mujeres. U n factor importante que perjudica a la
mujer es la importancia de los contactos y las re- Las mujeres están fuertemente subrepresentadas
putaciones. Las mujeres son excluidas con fre- en los altos cargos del sindicato. Una gran parte
cuencia, porque las imágenes que tienen los hom - del impulso para cambiar la posici6n de las muje-
bres de las mujeres que conocen, así c o m o de las res en la industria ha procedido de los afiliados
mujeres en general, están a menudo limitadas a femeninos que trabajan libremente, debido proba-
los estereotipos de secretaria y de ayudante. blemente a las difíciles condiciones de trabajo que
existen en ella y a la escasez de trabajo, en par-
Relaciones laborales e inseguridad del empleo ticular como empleo permanente. El informe se-
fiala la dificultad que encuentran las mujeres para
Son pocas las mujeres a las que se les da la posi- organizarse a fin de luchar colectivamente por el
bilidad de demostrar sus talentos. El sistema co- cambio, debido a la irregularidad del empleo, al
mercial de producción de películas hace hincapie aislamiento en que se encuentran unas mujeres de
en la resistencia: se exige que la gente sea capaz otras en la industria y la presi6n que sufren de sus
de resistir jornadas de trabajo sumamente largas colegas masculinos, que exigen que las mujeres se
y prolongados periodos de desempleo. Se conside- ajusten a las normas masculinas y consideran que
ra que las mujeres no pueden resistir esta presión los "problemas femeninos" son inoportunos.
y se las percibe como incapaces de satisfacer esas
demandas. Estos son los prejuicios con los que se Conclusión
enfrentan las mujeres, tanto por parte de sus e m -
pleadores como de sus colegas masculinos. Ade- Aunque las investigaciones actuales sobre la posi-
más,se considera generalmente que es m á s impor- ción de las mujeres en la industria cinematográfi-
tante para un hombre poder ganarse la vida que ca dejan grandes sectores sin explorar, los esca-
para una mujer, de la que se supone que tiene un sos datos disponibles confirman las acusaciones
hombre que la mantenga. C o m o resultado de ello, de discriminación sexual, E n primer lugar se ha
hay m á s mujeres desempleadas durante largos pe- demostrado que la historia del cine ha dejado de
riodos de tiempo que hombres. Por tkrmino m e - registrar muchas de las importantes contribucio-
dio, las mujeres cobran menos que los hombres y, nes que han hecho las mujeres en todos los secto-
a este respecto, pueden ser percibidas como una res de la producción de películas durante las pri-
amenaza potencial para el empleo de los hombres meras decadas de la cinematografía. E n segundo
en el mercado libre: los empleadores ofrecen m e - lugar, cabe señalar que las oportunidades actuales
nos sueldo a las mujeres. Sin embargo, las cifras para las mujeres en la producci6n cinematográfica
de desempleo indican que los hombres siguen te- son escasas. E n consecuencia, las mujeres direc-
niendo m á s probabilidades de trabajar. Las tasas toras de cine se dedican a la producci6n no comer-
m á s altas de desempleo entre los hombres se en- cial o trabajan cada vez con mayor frecuencia fue-
cuentran típicamente en los grados en los que no ra de los cruces establecidos en la producción
hay mujeres. cinem atográfica independiente. E n tercer lugar,
las causas de la ausencia de las mujeres en los
-
Derecho al trabajo sectores creadores y tecnicos de la producción ci-
nematogrdfica deben buscarse en los factores es-
A diferencia de los países de Europa Oriental y to- tructurales y en las condiciones socioculturales
dos los países de la Comunidad E c o d m i c a Euro- que prevalecen en el sistema comercial de produc-
pea excepto Irlanda, el Reino Unido no ha impues- ción de películas. C o m o las barreras estructura-
to el permiso de maternidad para las empleadas les contra la participación de las mujeres en pie
permanentes, la contratación en el mercado libre de igualdad con los hombres están basadas esen-
complica la cuestión. Tampoco hay servicios pa- cialmente en prejuicios socioculturalmente condi-
ra cuidar de los niños. El 40% de las mujeres y cionados, no se conseguirh verdaderos progresos
el 8% de los hombres interrogados pedirían trabajo con respecto tanto al grado de participación de la
con m á s frecuencia si existieran servicios para mujer en la industria Cinematográfica como a la
cuidar de los niños. El 16% de las mujeres que calidad de la representaci6n femenina en el cine
trabajan en forma independiente citaron las obli- hasta que la sociedad haya eliminado los prejuicios
gaciones domesticas como raz611para ello. sexuales a todos los niveles.
El permiso de enfermedad, lo m i s m o que el Publicaciones de diarios y revistas
4..
de maternidad, depende del servicio contínuo. Las
mujeres faltan al trabajo con una frecuencia mayor Las invesRgaciones realizadas hasta la fecha so-
que los hombres a causa de enfermedad, pero, bre la situaci611 del empleo de las mujeres en los

71
medios impresos se han centrado primordialmen- entre los periodistas masculinos y femeninos. Es-
te en las empresas que reúnen y difunden noticias. ta cifra es algo superior a la de Bowman pero in-
E n particular, la situación de las mujeres perío- ferior a la de Lublin. Sin embargo, esta Última
distas norteamericanas está bastante bien estudia- correspondía a una muestra m á s pequeña y menos
da. L a creciente influencia del movimiento femi- representativa que la examinada por Bowmanypor
nista en señalar a la atención del público la des- Robinson. E n relación con las cifras de población
igualdad de oportunidades y tratamiento ofrecidos de los Estados Unidos, los periodistas están re-
a las mujeres norteamericanas ha suscitado un presentados por exceso en los mercados grandes
genuino interes por la situación de las mujeres y medianos (más de 50. O00 habitantes) y por de-
que trabajan. Desde su fundación, el movimiento fecto en los pequeños (menos de 50.000 habitantes)
norteamericano para la liberación de las mujeres (Bowman, 1974). Los periodistas de los medios
ha reconocido la poderosa influencia que tienen los impresos, y en particular las mujeres, están con-
medios de comunicación en la formación de las ac- centrados en los mercados de mediano y pequeño
titudes y de las conductas sociales. E n consecuen- tamaño. Casi la mitad de las mujeres periodistas
cia, la igualdad de acceso a los puestos de adop- que trabajan en el sector de la prensa se encuen-
ción de decisiones en las organizaciones de los tra en los pequenos mercados. E n Canadá existe
medios de comunicación ha sido una preocupación una situación inversa, con una mayor representa-
primordial en la lucha de las mujeres por la igual- ción de las mujeres en las grandes ciudades, lo
dad. Aunque la conciencia de las oportunidades que ofrece mejores oportunidades en lo que se re-
disminuidas de las mujeres en el empleo y en otros fiere a prestigio, visibilidad y sueldo (Robinson,
aspectos de la vida no está en modo alguno limita- 1975). Tanto Robinson como Bowman utilizaron
da a NorteamCrica, en ninguna otra parte se ha dos medidas para describir la distribución de las
prestado tanta atención al problema del empleo fe- mujeres por los puestos que ocupan en las organi-
menino en los medios de comunicación. Los países zaciones de noticias: los sectores abarcados por
en desarrollo están cada vez m á s preocupados por las noticias y la posición jerárquica. El sector de
el efecto de la transposición de los conceptos y las noticias, es decir, las noticias exclusivas que
estructuras de los medios de comunicación occi- abarca cada periodista determina en gran medida
dentales sobre sus contextos socioculturales, así las oportunidades de que Cste ascienda en el esca-
como por su interferencia con la utilización ópti- lafón profesional. Lublin (1971) señaló la existen-
m a de los medios de comunicación para el progre- cia en la mayor parte de las organizaciones de
so social, incluido el mejoramiento de la situación estructuras de sectores de noticias segregadas por
de las mujeres (Coseteng, 1976). C o m o primeras sexo. Las mujeres se encargaban invariablemente
medidas para orientar el desarrollo de los medios de los sectores "femeninos", es decir, de las "no-
de comunicación hacia el progreso social en gene- ticias suaves", tales como las crónicas sobre per-
ral y el adelanto de la situación de la mujer en sonalidades y la inform ación detallada sobre temas
particular se subrayan dos requisitos: dirigir la no políticos. Aunque los datos de Bowman y
enseñanza y la investigación en materia de comu- Robinson revelaron que las mujeres habían pene-
nicación social hasta los objetivos del desarrollo trado en una gam a m ás a m plia de sectores de noti-
y formar personal tanto femenino como masculino cias, todavía estaban excluidas de m á s de la mitad
en todos los sectores. de estos en los Estados Unidos. E n Canadá, las
mujeres tenían claro acceso a casi la mitad de los
a) L a situaci611 de las mujeres sectores de noticias y estaban representadas en
en la redacción: NorteamCrie otro cuarto del total. E n consecuencia, las opor-
tunidades de promoción profesional siguen estando
L a encuesta sobre el empleo femenino en los m e - limitadas para las mujeres, particularmente en
dios de difusión de noticias, realizada por Bowman los Estados Unidos. El progreso en la esfera de
en 1971 (Bowman, 1974), reveló que la prensa es dirección, es decir, en la estructura jerárquica
el sector que ofrece menos resistencia. Casi el formal, tam bien está inhibido. El personal perio-
90% de todas las mujeres periodistas de su mues- dístico femenino estaba concentrado en los escalo-
tra de alcance nacional trabajaban en periódicos nes inferiores de la redacción de la jerarquía de
diarios o semanales o en revistas de actualidad, las organizaciones de noticias (Bowman, 1974 -
siendo los diarios los que presentaban la máxima Robinson, 1975). Las mujeres sólo estaban rela-
proporción (62,5%). L a participación de la mujer tivamente bien representadas (Canadá)o repre-
en tareas de redacción en el sector impreso as- sentadas en exceso (Estados Unidos) en las cate-
cendía al 27,7qO0,en comparación con el 7,770 en gorías representativas inferiores, porque Cstas
el sector de la radiodifusión. Las cifras indica- incluían a los redactores, predominantemente fe-
das por Lublin (1971) eran m á s favorables: las meninos, de las secciones para la mujer o el
mujeres representaban cerca de un tercio de todo estilo de vida. Los escalones superiores de la
el personal de redacción de la muestra de los pe- administración periodística siguen cerrados a
riódicos estudiados. Una encuesta realizada en las mujeres y m á s rigurosamente en Canadá que
1975 sobre los 106 diarios publicados en Canadá en los Estados Unidos. L a posición inferior de
(Robinson, 1975) reveló una proporción de 3 a 1 las mujeres tanto en la jerarquia de prestigio

72
profesional com o en la estructura administrativa Entre los redactores de la página para la m u -
de poder hace pensar en la existencia de barreras jer e m pleados por los diarios y sem anarios de una
vinculadas al sexo que interfieren con su promo- muestra de todo el territorio de los Estados Unidos,
ción. Según Bowman, la desigualdad de situaci6n las mujeres superaban a los hombres en lapropor-
entre el personal periodístico masculino y feme- ci6n de 9 a 1. Estas cifras confirmanla. conclusiÓn
nino no puede atribuirse enteramente a diferencias de que los sectoresylosdepartamentos "femeninos"
en los antecedentes academicos y en la experien- representan una tarea tradicional de las mujeres.
cia profesional, sino tambien a un tratamiento di- L a proporción de hombres en la muestra era infe-
ferencial basado en el sexo. rior a la mitad del porcentaje indicado por Merritt
Otra indicación significativa de la situación de y Gross (1977),cuyo estudio estaba limitado a los
las mujeres en el periodismo impreso es el suel- periódicos metropolitanos de gran circulación. Es-
do que ganan. El sueldo es la medida m á s tangi- ta discrepancia refleja la tendencia general a la
ble de la competencia y la aceptación de una per- concentración de las mujeres periodistas en los
sona en cualquier campo. E n el periodismo, las mercados m á s pequeños (vease m á s arriba). Uti-
mujeres estaban invariablemente peor retribuidas lizando el sueldo como una medida objetiva de la
que los hombres situados en el m i s m o nivel profe- discriminación de facto, Chang encontr6 que los
sional (con la única excepción de los puestos de di- redactores masculinos ganaban considerablemente
rección superiores en las revistas de actualidad) m á s que sus colegas femeninos. L a disparidad ob-
(Bowman, 1974). E n los diarios canadienses, los servada no estaba relacionada con diferencias en
sueldos que cobran las mujeres en cada categoría los antecedentes acadkmicos ni con los años de ex-
profesional estaban en el extremo inferior de la periencia profesional, excepto en las categorias de
escala y se aproximaban a los que se pagaban en 1 - 5 ~ 1 6 - 2años
0 de experiencia. L a percepci6npor
los mercados pequeños y medianos m á s que a los los redactores de la secci6nfemeninade la posición
predominantes en los grandes mercados (Robinson, de las mujeres en la salade redacción ofreció una
1975). El tamaño de la ciudad era un indicador medida subjetiva de tratamiento discriminatorio.
importante del sueldo de un periodista, junto con Las respuestas de los redactores femeninos apor-
los años de experiencia profesional y el sexo. Los taron algunas pruebas, aunque no extensas, de la
mecanismos vinculados al sexo que actúan dentro existencia de prácticas discriminatorias en la pro-
de la industria y que excluyen a la mujer de los fesión. Los redactores masculinos de la pagina
mayores mercados, de las posiciones de alto ni- para la mujer no compartían la opini6n de sus co-
vel y de los sectores de noticias prestigiosos, re- legas femeninos de que los periodistas femeninos
ducen considerablem ente las ganancias potenciales habían estado discriminados durante anos y rele-
de las mujeres. L a explicación que dan los inves- gados Únicamente a la crónica tradicional de la
tigadores de la discriminación de las mujeres en página para la mujer. Ambos grupos coincidieron
el periodismo incluye un factor estructural,es de- en que las calificaciones personales deben ser la
cir, el hecho de que el periodismo es una profesión única consideraci6n para la contratación y en que
dominada por el hombre, y un factor psicológico, las oportunidades para el ingreso de las mujeres
es decir, el arraigo de los estereotipos sexuales en la profesión estaban mejorando.
del papel de las mujeres en toda la sociedad, que L a gran diferencia entre los sueldos que gana-
afecta a las actitudes y a la conducta de los h o m - banlos periodistasfemeninos y masculinos fue tam-
bres y da lugar a una divisi611 sexual del trabajo bienla conclusión m á s notable de una encuesta so-
-
(Bowman, 1974 Robinson, 1975). L a relaciónque bre los corresponsales acreditados en el Congreso
encontró Lublin (1971) en los conceptos que tienen (Endres,1976). El sueldo medio de las mujeres s6-
los altos cargos masculinos sobre las capacidades lo ascendía al 580J0delde las hombres. Endres atri-
de la mujer y la posición de los periodistas feme- buye esta discrepancia a dos factores: las mujeres
ninos en su periódico confirma la influencia del interrogadas carecíande experiencia periodística
factor psicológico, en relaci6n con los hombres interrogados, pero
C o m o se deduce del examen anterior, la asig- tambien habían sido contratadas con un sueldo m á s
nación de sectores de noticias basada en el sexo es bajo. Esta Última observaci611indica un tratamien-
un importantefactorque impide a las mujeres con- to diferencial basado en el sexo. Casi la mitad de
seguir la experiencia necesaria para ascender a pues las mujeres interrogadas no eran conscientes de su
tos superiores. L a política o los asuntos del gobier- discriminación en lo que se refiere al sueldo,la pr@
no,los deportes ylas noticias femeninas figuran en- moci6n o el empleo. Los corresponsales femeni-
tre los sectores m á s estereotipados por raz6n del nos del Congreso coincidieron en que la entrada en
sexo. Los dos primeros son sectores tradicional- este campo era m á s difícil para las mujeres que pa-
mente masculinos, mientras que el último es una ra los hombres. L a pequeña proporción de inuje-
tarea convencionalmente femenina. L a posici6n de res dedicadas a la informaci6n sobre el Congreso
las mujeres que trabajan respectivamente en un de- (16,9 70en el momento de la encuesta) indica que
partamento "femenino".o sea,la sección dedicada este cam PO tradicionalmente masculino sigue es-
a las mujeres (Chang,1975)y en un sector informa- tando dominado por los hombres. Las mujeres
tivo "masculino", es decir, la crónica del Congre- interrogadas tam bien expresaron la convicci6n de
so (Endres,1976) ha sido objeto de dos estudios. que eran capaces de competir con los hombres en

73
un pie de igualdad una vez que se suprimieran las prensa de lengua holandesa y de los medios de
diferencias en la experiencia periodística. Sin e m - radiodifusión de noticias de Bblgica com prendía
bargo, la existencia de desigualdades de sueldo en por termino medio un 77' de mujeres periodistas
el nivel de acceso sugiere que ni las calificaciones (Tielens, Vankeirsbilck and Ceulemans, 1978).
academicas ni la experiencia permiten predecir Los periodistas femeninos a jornada completa en
con exactitud el sueldo de un periodista. los medios impresos representaban sólo el 15,9%.
Los resultados de la investigación examinados L a media nacional de Bélgica parece ser algo su-
m á s arriba demuestran de un modo concluyente que perior, con un 9,8% de mujeres periodistas pro-
la prensa norteamericana está invadida por la dis- fesionales (Boone). E n los Países Bajos,la pro-
crim inación sexual: porcibn de mujeres periodistas sólo era de 4,670
se niega a las mujeres la igualdad de acceso a a finales de los años 60 (Muskens, 1978). Matejko
la profesión; (1970) señala una media nacional del 2570 aproxi-
se excluye particularmente a las mujeres de las madamente de mujeres entre los periodistas de
grandes organizaciones prestigiosas, así como Polonia;
de los escalones superiores de la escala jerár- - las encuestas sobre los sueldos realizados en
quica y profesional; Suecia, Noruega, Finlandia y el Reino Unido (ci-
persiste la segregación de sectores de noticias; tadas por Marzolf, 1977, 292-294) revelaron una
la remuneración está parcialmente basada en el discrepancia entre los sueldos de los periodistas
sexo; masculinos y femeninos igualmente calificados,
la falta de experiencia profesional es un factor a pesar del principio de igual sueldo negociado
importante que dificulta el adelanto de las muje- por los sindicatos de periodistas;
res en su carrera. Sin embargo, las barreras - la dirección en el periodismo sigue siendo un te-
-
estructurales y las actitudes en favor del hom rreno reservado al hombre. L a encuesta ante-
bre impiden a las mujeres periodistas adquirir dicha sobre la prensa de lengua holandesa en
la experiencia y la formación que les permiti- Belgica (Tielens e.a., 1978) demostró que las
rían competir en un pie de igualdad con los mujeres estaban concentradas en las categorías
hombres. periodísticas inferiores y prácticamente ausen-
Los indicadores subjetivos del tratamiento di- tes de los puestos directivos. Una encuesta an-
ferencial basado en el sexo son generalmente m e - terior sobre los periodistas profesionales de
nos eficaces para revelar la discriminación. Las BBlgica indicó tambien que las mujeres ocupaban
mujeres periodistas perciben la discriminación en posiciones jerárquicas de bajo nivel (Maes,1973).
diversos sectores tales como la contratación, -la Se han señalado resultados análogos en el caso
promoción, el sueldo, la asignación de sectores de de las mujeres periodistas de la República Fede-
noticias, pero no tan abrumadoramente ni tan ex- ral de Alemania y de Francia (Reumann and
tensamente como se esperaba (Lublin, 1971 - -
Schulz, 1971 Frappat, 1970);
Endres, 1976 - Chang, 1975). Según B o w m a n - las noticias para las mujeres siguen siendo una
(1974) el hecho de que las mujeres periodistas es- tarea femenina tradicional (Marzolf, 1977 -
peren menos de su trabajo que sus colegas mascu- Tielens e. a., 1978). Aunque varias periodistas
linos en lo que se refiere al reconocimiento, pres- belgas se negaron a ser encauzadas hacia este
tigio y dinero podría explicar el resultado paradó- departamento femenino tradicional, muchas lo
jico de que las mujeres periodistas esten relativa- consideraron como una ocasión para tratar pro-
mente satisfechas con sus tareas. blemas de interes para las mujeres;
- aunque las mujeres reconocen que están subre-
b) L a situación de las mujeres presentadas en los medios periodísticos, espe-
en la redacción: Europa cialmente en los niveles de adopción de decisio-
nes, el reconocimiento de las prácticas sexistas
Aunque la situación del empleo de las mujeres pe- no estaba m u y difundido (Teilens e. a., 1978).
riodistas europeas dista de haberse estudiado ex- E n general, las mujeres se dan cuenta de las su-
haustivam ente, pueden observarse varias pautas tiles manifestaciones de los prejuicios masculi-
que se asemejan estrechamente a las que predomi- nos, que ellas atribuyen a la influencia de los
nan en la prensa norteamericana: estereotipos sexuales predominantes en toda la
- las mujeres constituyen una minoría numerica sociedad. Barr (1977) atribuye la subrepresen-
en el periodismo. A base de las cifras de sindi- tación de las mujeres en el personal de los pe-
cación obtenidas para siete paises de Europa riódicos británicos a la ausencia de oportunida-
Occidental, Marzolf (1977) señala una proporción des de form ación, a la contratación simbólica y
entre hombres y mujeres que varfa desde 9 a 1 a las actitudes paternalistas de los directores de
(Noruega, Dinamarca y República Federal de periódicos.
Alemania) hasta 2 a 1 (Finlandia). Las mujeres Los datos antedichos sugieren que los medios
suecas constituyen el 25% de la afiliación sindi- periodísticos europeos han erigido barreras es-
cal. E n Francia y en el Reino Unido, alrededor tructurales que impiden el acceso y la promoci6n
del 20% de los periodistas profesionales en 1974 de la mujer en las salas de redacci6n dominadas
eran mujeres. El personal de redacción de la por los hombres. Una segunda causa de la situación

74
inferior de las mujeres es la persistencia de ideas como el prototipo de la dominación y de los prejui-
deformadas en los hombres. Aunque no son sufi- cios masculinos. Otras publicaciones, tales c o m o
cientes para ser concluyentes, las pruebas dispo- McCallls, demuestran una clara orientación posi-
nibles indican claramente el hecho objetivo de la tiva hacia las mujeres. E n los últimos anos se
discriminación sexual, Las percepciones subjeti- han hecho algunos progresos. Desde que las muje-
vas de trato diferencial han resultado indicadores res empleadas han empezado a organizarse y, en
poco fidedignos de la discriminación sexual de algunos casos, han entablado juicios contra sus
facto. e m pleadores, se han establecido programas posi-
tivos de acción y se han incrementado los esfuer-
c) L a s mujeres en la publica= zos para contratar y promover a empleados feme-
de revistas femeninas ninos. Sin embargo, la mayor parte de los autores
que han contribuido a esta publicación tienen la
L a publicación de revistas fue uno de los cuatro impresión de que estas medidas son gestos pura-
sectores de los medios de comunicación examina- mente simbólicos que no reflejan una genuina vo-
dos por el grupo feminista Media Women's Asso- luntad de mejorar la situación del empleo femenino.
ciation, radicado en Nueva York. Su publicación, Mientras que las mujeres de los Estados Uni-
editada por E. Strainchamps (1974)estudió la es- dos empleadas en todos los sectores de las indus-
tructura y el funcionamiento de la industria de los trias de la edición y de la radiodifusión est4n or-
m e d o s de comunicación, particularmente con res- ganizándose e iniciando acciones jurídicas para
pecto a las políticas de empleo. El documento es luchar contra la discriminación en el empleo, el
una compilación de relatos personalizados de e m - personal periodístico femenino de Europa no ha
pleados o ex-empleados de varias compañías re- alcanzado todavía este nivel de conciencia que con-
presentativas de edición o radiodifusión, la mayor duce a la accibn. Segun Faulder (1977), el perso-
parte de ellas situadas en la región de Nueva York. nal de redacción de las revistas británicas para la
L a evaluación de la posición de las mujeres dentro mujer es predominantemente femenino, si se ex-
de cada organización se basaba en la experiencia ceptúan los escalones superiores de dirección.
y en la observación personales m á s que en un aná- Esta división sexual del trabajo, que relega a las
lisis sistumhtico. Este metodo de recogida de da- mujeres a las tareas de redacción de nivel inferior
tos puede reducir la objetividad de los resultados y eleva a los hombres a las posiciones esenciales
obtenidos. de formulación de la política, predomina tambien
D e los sectores de medios de comunicación en la prensa femenina de otros países de Europa
examinados, los periódicos y los servicios tele- Occidental (Marzolf, 1977).
gráficos eran los m á s progresivos en su política de
empleo con respecto a las mujeres (vhaseBowman, d) gducación y formación sobre comunicación
1974). E n lo que se refiere a la contratacih, la
promoción y las actitudes hacia las mujeres e m -
--
social: oportunidades para las mujeres
en Africa y Asia
pleadas, los periódicos metropolitanos eran m e -
nos sexistas que sus colegas suburbanos. Los Las calificaciones academicas y los conocimientos
periódicos suburbanos no cum plen las condiciones tecnicos especiales adquiridos mediante la form a-
de la Newspaper Guild vigentes en los periódicos ción o la experiencia son los requisitos formales
metropolitanos: no hay sueldo igual para trabajo que deben satisfacer las mujeres si quieren con-
igual; se encauza a las mujeres hacia posiciones seguir la igualdad de acceso al empleo en todos los
consideradas tradicionalmente como tareas feme- sectores de los medios de comunicación. Las en-
ninas y se les asignan las secciones tradicional- cuestas sobre el empleo femenino en dichos m e -
mente llamadas noticias para la mujer. Se reco- dios, particularmente en el periodismo, han de-
noce que la situación de las mujeres periodistas de mostrado que las mujeres están tan calificadas
Nueva York es mejor que la media nacional y que como los hombres para hacer carrera en ellos por
sigue mejorando, debido en parte a los esfuerzos lo que se refiere a sus antecedentes acadhmicos.
por elevar el nivel de conciencia, las críticas y la Al parecer, lo que menos tienen las mujeres es
acción organizada de las mujeres e m pleadas. una experiencia adecuada en medios de comunica-
Sin embargo, las mujeres siguen estando con- ción, lo que constituye un factor importante para
siderablemente subrepresentadas en las salas de la promoción en la carrera. A lo largo de este in-
redacción. El personal de redacción de las revis- forme se ha demostrado la manera en que las ba-
tas femeninas presenta un cuadro enteramente dis- rreras estructurales y culturales actúan en todo el
tinto. Estas .Tevistas emplean un personal nume- mundo de los medios de comunicación dominado
roso y, a menudo, predominantemente femenino por el hombre para mantener a las mujeres en las
bajo una supervisión y dirección masculinas. Los tareas inferiores y de menos prestigio en las que
hombres ocupan los puestos esenciales de adop- se las coloca cuando ingresan. E n Occidente,las
ción de decisiones. Se ha acusado a varias de las mujeres que trabajan en la industria bien estable-
compañías editoras de flagrante discriminación cida e incrustada de tradición de los medios de CO-
contra las mujeres tanto en el empleo com o en la municación hacen oir cada vez m á s sus quejas y
politica editorial. Se cita al Ladies'Home Journal se organizan para luchar colectivamente por la

75
igualdad de oportunidades de empleo. E n Asiayen Los prejuicios sobre la capacidad de las mujeres
Africa, las mujeres tienen mucho interés en evitar para atender ciertos sectores periodísticos o para
la creación de medios de comunicación en los que soportar horas de trabajo intempestivas, reduce
no haya un poder femenino (X,Africom, marzo de las posibilidades de las mujeres periodistas para
-
1977 Coseteng, 1976). Las mujeres no estánple- adquirir la experiencia necesaria. L o m i s m o que
nam ente integradas en las estructuras existentes, en las salas de redacción de todo el mundo, las
sobre todo en los niveles de formulación de la po- mujeres están relegadas a las páginas femeninas
lítica (X,Africom, marzo de 1977). Se considera y a los sectores de noticias suaves tradicionalmen-
que la creación de servicios adecuados de educa- te asignados a la mujer. Las deficiencias antes
ción y formación es un requisito primordial para descritas en la situación del empleo femenino re-
reforzar la posición y la influencia de las mujeres pite las pautas a m pliamente com probadas con res-
en los medios de comunicación. Parece existir pecto a las prácticas vigentes en los medios de
una estrecha correlación entre la existencia de e s comunicación occidentales. Entre las medidas
tructuras de los medios de comunicación relativa- propuestas para remediar esta situación se subra-
mente bien establecidas y la disponibilidad de pro- ya la importancia de la educación y la formación.
gramas académicos sobre dichos medios (Coseteng, Sólo cuando posean las técnicas y los conocimien-
1976). E n Asia, el 70% de las instituciones que tos profesionales de la teoría y la práctica de la
ofrecen cursos o grados en comunicación social comunicación serán capaces las mujeres de asu-
están concentradas exclusivamente en cinco países: mir un papel importante en la transformación de
Filipinas, Taiwan, República de Corea, India y los medios de comunicación en un instrumento efi-
Japón (Coseteng,1976). Estas sonlas nacionesque caz para el desarrollo nacional.
se aproximan a los países occidentales en lo que
se refiere a desarrollo socioeconómico y tecnoló- Conclusió5
gico. Las escuelas de formación en comunicación
social se encuentran sobretodo en los grandes cen- La situación del empleo femenino en los medios de
tros urbanos. Se considera que la concentración comunicación impresos sólo es m á s favorable que
de medios de comunicación y de comunicadores la existente en otros sectores en lo que se refiere
profesionales en las zonas metropolitanas es una a la representación numérica. Con respecto a la
situación potencialmente nociva en la medida en asignación de trabajo, el acceso a posiciones de
que los valores de la clase media urbana se pro- prestigio y poder y la remuneración, las oportuni-
yectan en las zonas rurales donde reside la mayor dades de las mujeres son considerablemente infe-
parte de la población (X,Media Report to W o m e n , riores a las de los hombres. L a conciencia de las
febrero de 1978). E n la Consulta Asiática sobre prácticas de empleo discriminatorias ha inducido
las Mujeres y los Medios de Comunicación, cele- a las mujeres que trabajan en los medios de comu-
brada en 1976 en Hong Kong, un participante de nicación a ejercer su derecho a protestar y exigir
Tailandia señaló que los profesionales femeninos la iguiildad, particularmente en los Estados Unidos
de los medios de comunicación de las ciudades no de América. L a acción organizada, incluidas con
deseaban marcharse a las provincias, donde hay frecuencia las demandas judiciales, ha aportado
demanda de personal capacitado de dichos medios algunas mejoras. Sin embargo, estos pequenos
(Terrawanji, 1976). E n los sitios donde la comu- éxitos se interpretan como meros gestos simb61i-
nicación social se ha establecido como una disci- cos que no reflejan un cam bio en las actitudes ha-
plina acadkmica, las mujeres que desean seguir cia Ias mujeres. L a estructura de la industria do-
una carrera en los medios de comunicacióntienen minada por los hombres y orientada hacia ellos,
iguales oportunidades de acceso. E n las diversas así como la predominancia de prejuicios masculi-
escuelas y universidades de Asia cuyos programas nos sobre la capacidad y el rendimiento de las m u -
de comunicación social se examinaron en la con- jeres son las principales causas de la discrimina-
sulta de Hong Kong, la matrícula femenina es alta ción sexual persistente. Los mecanismos que
y a menudo superior a la masculina. Sin embargo, interfieren con la participación de las mujeres en
los graduados femeninos tropiezan a veces con la pie de igualdad no están limitadas a los medios de
discriminación cuando buscan empleo. Las muje- comunicación altamente desarrollados de Occiden-
res calificadas no pueden competir en pie de igual- te. E n los países de Asia y Africa hay barreras
dad con los hombres por el limitado número de análogas que obstaculizan la carrera de las muje-
puestos disponibles en los medios de Comunicación. res en los medios de comunicación. Los esfuerzos
Igual que en las organizaciones de los medios de para corregir las deficiencias en el sistema de
comunicación occidentales, las mujeres asiáticas medios de comunicación situado en los centros ur-
se enfrentan con los conceptos y los valores tra- banos de una sociedad rural e influido por modelos
dicionales que condicionan la opinión de los hom - extranjeros, así como la situación de inferioridad
bres sobre la capacidad de las mujeres. C o m o de las mujeres dentro de la estructura de dichos
resultado de ello, el reclutamiento para puestos en medios,tienden a reorientar los medios de comu-
los medios de comunicación favorece a los h o m - nicación social hacia los objetivos nacionales y a
bres, y los puestos de dirección y formulación de mejorar la situaci611 del empleo femenino en dicho
la política son casi inaccesibles a las mujeres. medio.

76
111. Conclusiones,consecuencias y recomendaciones

Los datos presentados en las publicaciones actual- (Orwant and Cantor, 1977) y m á s preocupados por
mente disponibles sobre las mujeres y los medios cambiar el papel de los sexos y los estilos de vi-
de comunicación social indican que las imágenes da (Merritt and Gross, 1977). E n consecuencia,
transmitidas por estos tienden a definir a la mujer parece que aumentando su número en los medios
en los estrechos limites de SUS papeles dombsti- de comunicación se increm entarían por lo menos
cos tradicionales y de su atractivo sexual para el las probabilidad de una representación m á s equili-
hombre. Esta imagen bidimensional está insufi- brada y progresiva de las mujeres.
cientemente contrarrestada por otras imágenes Las conclusiones de este informe se derivan
viables que reflejan las numerosas contribuciones tanto de los resultados de la investigación anterior-
importantes de las mujeres en la sociedad con- mente resumidos como de las fuentes de las que
temporánea. L a redefinición feminista,el papel de proceden. Al recapitular nuestra documentación,
los sexos y el creciente reconocimiento por la opi- estam os impresionados por el desproporcionado
nión pública de la posición social inferior de las volumen de los materiales de investigación sobre
mujeres parece haber encontrado poca respuesta la imagen y la situación de las mujeres occidenta-
en los medios de comunicación. les y particularmente norteamericanas en los m e -
U n examen m á s detenido de los profesionales dios de Comunicación. Sería un error suponer que
de los medios de comunicación responsables de el trato desigual que parece concederse a las m u -
perpetuar estos estereotipos femeninos reveló la jeres en los medios de comunicación es un fenó-
estructura dominada por el hombre, orientada ha- meno limitado a las sociedades occidentales. El
cia el hombre y deformada por el hombre de la desequilibrio que hemos observado en las publica-
industria de los medios de comunicación social. ciones indica simplemente que, hasta la fecha, la
El trabajo en las industrias de la publicidad, la investigación ha dado una idea de la forma en que
radiodifusión, el cine y la edición está general- los medios de comunicaci6n reflejan y perpetúan
mente dividido según líneas sexuales que encau- los conceptos anticuados sobre el papel de los
zan y mantienen a las mujeres en tareas despro- sexos que persisten en las culturas occidentales,
vistas de prestigio y poder, mientras que reservan mientras que apenas hay información sobre el con-
las posiciones m á s influentes a los hombres. Las tenido y las politicas de organizaci6n de los m e -
restricciones que interfieren con la participación dios de comunicaci6n con respecto a las mujeres
de las mujeres en todos los aspectos y en todoslos que predominan en otras partes del mundo. L a
niveles del empleo en los medios de comunicación constatación anterior lleva im plïcita la sorpren-
están firm emente arraigadas en conceptos cultu- dente conclusión de que nuestro conocimiento de
ralmente condicionados, que afectan a las percep- las interrelaciones entre las mujeres y los medios
ciones y a las expectativas que tanto los hombres de comunicación es mucho menor, tanto cuantita-
como las mujeres tienen de sus papeles laborales. tiva como cualitativamente, que lo que falta por
Los críticos piden de un modo unánime una mayor explorar. Sugiere además que la mayor parte de
participación de las mujeres en los sectores de las conclusiones que hemos presentado en este in-
creación y adopción de decisiones de la industria. forme sólo se aplican, estrictamente hablando, a
Sin embargo, tambikn creen que esto no producirá los contextos socioculturales particulares que he-
el cambio deseado en la representación de las m o s llamado indiferenciadamente "occidentales".
mujeres en los medios de comunicación sin un Sin embargo, como los materiales de los medios
cam bio simultáneo en la definición del papel de los de comunicación occidentales, y predominante-
sexos en el conjunto de la sociedad. L a investiga- mente norteamericanos, se exportan a escala
ción ha demostrado que las mujeres y los hombres mundial, su influencia se extiende mucho m á s alla
están igualmente afectados por la socializacióndel de las fronteras geográficas de las naciones que
papel de los sexos (Orwant and Cantor, 1977). Sin los producen. Los efectos adversos de esta do-
embargo, los comunicadores sociales femeninos minancia de los medios de comunicación occiden-
parecen estar menos influidos por los estereotipos tales, tanto en lo que se refiere a la producción
de los papeles sexuales que sus colegas masculinos como a los canales de distribución, sobre las

77
naciones en desarrollo están constituyendo cada potencial con respecto a la situación social de las
vez m á s una fuente de preocupación. Se considera mujeres. Puesto que en las publicaciones actual-
que la dependencia con respecto a los programas mente disponibles y accesibles apenas hay infor-
y los servicios de noticias extranjeras impide los mación sobre el contenido de los medios de comu-
esfuerzos de esas naciones para crear programas nicación producido y difundido en la esfera socia-
y difundir información adaptadas a las necesidades lista de influencia, no podemos evaluar sus efectos,
de la mayoría de la población de las vastas zonas tanto intraculturales como transculturales. L a
rurales, donde el analfabetismo y la ausencia de interrelación entre los medios de comunicación y
una infraestructura tecnológica dificulta el acceso la situación de las mujeres, así como sus conse-
a los medios de comunicación impresos y radiodi- cuencias para la formulacibn de política en un pla-
fundidos. Se ha señalado que la excesiva utiliza- no nacional e internacional, en particular con
cidn de materiales de información importados, respecto a las naciones desarrolladas, es en defi-
unida a la concentración de las organizaciones y nitiva un problema que debe tomar en cuenta las
los profesionales de los medios de comunicación influencias políticas, culturales e ideológicas. Una
en las ciudades, ahonda la brecha cultural entre conclusión que puede sacarse de las observaciones
las Clites instruidas y acomodadas de las zonas ur- anteriores sobre la situación del mundo en des-
banas y la población rural. Aunque esta crítica arrollo es que hace falta establecer urgentemente
está indudablemente justificada, sobre todo en vis una política nacional de comunicación, así como
ta de los estereotipos sexuales que predominan en ampliar las capacidades de comunicación de esas
el contenido de los materiales de comunicaci6n naciones a fin de reducir su dependencia de las in-
producidos en occidente, es necesario matizarla fluencias extranjeras. E n la formulación y aplica-
en dos aspectos. E n primer lugar, el descontento ción de tales políticas y en el desarrollo de los
con los conceptos estereotipados del papel de los medios de comunicación, tanto nuevos como tra-
sexos perpetuados por los medios de comunicación dicionales, debe asegurarse la participación de las
va en aumento y se expresa cada vez más, incluso mujeres a fin de corregir la disparidad actual. L a
por los canales de comunicación social. L a prensa utilización de los medios de comunicación para el
está prestando cierta atención, aunque todavía in- adelanto de la mujer debe integrarse en una polí-
suficiente, a las acciones contra los estereotipos tica general de comunicación orientada hacia el
femeninos en los medios de comunicacibn. E n efec- desarrollo nacional.
to, los grupos y las organizaciones de activistas, Los resultados de la investigación disponibles,
tales como la National Organization for W o m e n en combinados con la gran laguna que sigue habiendo
los Estados Unidos de América, han utilizado los en nuestros conocimientos, perm iten formularpro-
medios de comunicación públicos en sus campañas puestas m á s específicas aplicables cualquiera que
nacionales de publicidad contra la representación sea el estado de desarrollo, el curso político o la
degradante de las mujeres en los anuncios. L a ne- especificidad sociocultural de una nación.
cesidad de pruebas objetivas que corroboren las Con respecto a dos sectores, la investigación
acusaciones de sexismo ha estimulado considera- y la formulación de políticas, proponemos las si-
blemente los esfuerzos de investigación. E n la guientes medidas que en muchos casos reiteran
medida en que los países menos desarrollados uti- sugerencias formuladas por hombres y mujeres en
lizan materiales de comunicación de fuentes occi- informes de estudios y conferencias.
dentales, algunos de los ataques contra los concep Las propuestas encaminadas a mejorar la uti-
tos del papel de los sexos reflejados en aquCllos, lidad cientifica y práctica de las investigaciones
se filtran en dichos países y pueden eventualmente sobre las mujeres y los medios de comunicación
beneficiar a la investigación o inspirar otras for- deberían incluir:
m a s de acción correctiva.
E n segundo lugar, la difusión transnacional de Estudios sobre sistemas de comunicación,
información y otros materiales de los medios de
comunicación, junto con los conceptos sociocultu-
-
contenido de los medios de comunicación
y papel de las mujeres
rales que reflejan, en particular los relativos al
papel de los sexos, no es en absoluto una prerro- análisis permanente de las imágenes femeninas
gativa exclusiva de las naciones occidentales. El en varios medios de comunicación en relación
control de los canales internacionales de comuni- con la realidad de la posición social de las muje-
cación está dividido con arreglo a las mismas lí- res y de sus autopercepciones; investigación
neas políticas que han creado distintas esferas de paralela sobre las imágenes de los hombres;
influencia en el mundo. Nuestro conocimiento ac- estudio de las imágenes femeninas en los medios
tual de la interrelación entre las mujeres y la co- de comunicación desde una perspectiva evolutiva
municación social está limitada en gran parte al o histórica para averiguar los cambios en la re-
contenido de los medios de comunicación y las es- presentación de la mujer a lo largo del tiempo
tructuras organizativas de los países occidentales. en relación con la evolución de la situación de
E n la medida en que estos materiales y conceptos las mujeres y los cam bios estructurales y fun-
organizativos se transponen transnacionalmente y cionales en los medios de comunicaci6n dentro
transculturalmente, podem os evaluar su efecto de un contexto sociocultural específico;

78
- estudio de contenido de los medios de comunica- sindicatos, las organizaciones profe sionales y
ción feministas en oposición a la prensa de la los grupos de acción feministas;
clase dominante;
- estudios transculturales y multinacionales com - Estudios sobre efectos
parativos del contenido de los medios de comu-
nicación con respecto al papel de los sexos; - investigación del efecto transcultural de los m e -
- análisis de los valores y las imágenes proyecta- dios de Comunicación, particularmente con res-
dos en los medios de comunicación y en sus m a - pecto a los papeles femeninos;
teriales con destino a un público femenino, con - estudio de la influencia de las percepciones de
inclusión de la prensa femenina tradicional en la mujer que tienen los guardianes de los medios
sus varios formatos, y los programas de la ra- de comunicaci6n sobre la selección, la concep-
dio y la televisión para las mujeres; ción y la producción de los programas de dichos
- formulación de una teoría general sobre el papel medios y las imBgenes femeninas que proyectan;
de las mujeres en un sistema social específico, - estudio de la influencia socializadora de los m e -
la función de los medios de comunicación dentro dios de comunicación con respecto a los concep-
de ese sistema social y las relaciones mutuas tos del papel de los sexos y a la conducta de los
entre ambos; adultos y de los niños de ambos sexos.
- inspección de los libros de texto de las escuelas Las recomendaciones sobre las medidas co-
de comunicación para modificar las conceptua- rrectivas que debe aplicar la industria, las activi-
lizaciones sexualmente diferenciadoras; dades positivas que deben realizar los organismos
oficiales y privados en los planos local, nacional
Investigaciones sobre el auditorio e internacional y la protesta y la presión perma-
nentes que deben ejercer los consumidores y los
- encuestas sobre la respuesta del auditorio a los trabajadores femeninos de los medios de comuni-
programas y los materiales de los medios de co- cación incluyen las siguientes acciones:
municación, con inclusión de preguntas concre- - preparar materiales de los medios de comunica-
tas sobre las reacciones de los consumidores a ci6n que representen a las mujeres de una m a -
la representación de papel de los hombres y de nera positiva y constructiva y en una gran varie-
las mujeres; dad de papeles;
- investigación de las condiciones socioeconómi- - aprobación de directrices no sexistas por los
cas, el nivel de educación, las necesidades de anunciadores , los radiodifusores, los directores
información y el grado de comprensión de los cinematográficos, los periodistas y los editores,
auditorios de los medios de comunicaci6n a fin tales como las formuladas por la National Union
de maximizar la eficacia de los materiales de of Journalists en el Reino Unido, las W o m e n
dichos medios dirigidos a determinados grupos Media Workers en Australia y el National Adver-
destinatarios; tising Review Board en los Estados Unidos de
- estudio de las modalidades de utilización de los AmCrica, a fin de eliminar los estereotipos
medios de comunicaci6n por las mujeres, in- sexuales en el lenguaje hablado, escrito y visual;
cluido la accesibilidad y el consumo de medios - redefinir los conceptos tCcnicos de "noticias" e
de comunicación en el caso de las mujeres de "interCs periodístico" para incluir a las muje-
las zonas rurales en oposición a las de las zo- res como participantes activas y fuerzas crea-
nas urbanas de los países en desarrollo; doras en la sociedad;
- dirigir materiales impresos y radiodifundidos
Investigaciones sobre los comunicadores - dedicados a problemas tradicionalmente consi-
derados c o m o "femeninos" a auditorios de uno y
- com paraciones multinacionales de la situación otro sexo;
del empleo de los profesionales masculinos con - suscitar actitudes positivas entre los comunica-
respecto a los profesionales femeninos en los dores sociales hacia la integraci& de las muje-
medios de comunicación; res en la corriente principal de la vida social,
- encuestas sobre las mujeres que ocupan puestos que les estimule cada vez m á s a presentar a la
directivos en los medios de comunicación, sus atención del público información para las muje-
antecedentes sociales, su historia profesional, res y sobre las mujeres;
su eficacia en el trabajo, así como sobre las - procurar que quienes controlan los medios de
actitudes de sus colegas masculinos hacia ellas; comunicación reconozcan la necesidad de una
- estudio del acceso y de la representación de las plantilla de personal equilibrada de ambos sexos,
mujeres en las instituciones de enseñanza y en y conseguir su adhesión a la causa de las muje-
los servicios de información que imparten cono- res calificadas e instituir una evaluación pro-
cimientos teóricos y prácticos sobre los medios mocional basada estrictamente en exigencias
de comunicación; funcionales;
- estudio de la participación de los profesionales - ampliar las oportunidades de enseñanza, forma-
femeninos de los medios de comunicación en los ción y empleo para las mujeres en relación con

79
los medios de comunicación a fin de lograr una - acción espontánea y organizada por parte de los
representación adecuada de estas en todos los consum idores para protestar contra las repre-
niveles de la organización y en todos los secto- sentaciones estereotipadas de los sexos en los
res del e m pleo, particularmente en los sectores medios de comunicación mediante campañas de
dominados tradicionalmente por el hombre, tales envío de cartas, boicoteo de productos, etc. ;
como la dirección y la formulación de políticas; - promulgar leyes contra la discriminaciónycrea-
- integrar todas las categorías de tareas y asigna- ciÓn de comisiones facultadas para reglamentar
ciones de trabajo y, cuando sea posible, elimi- las industrias de la publicidad, la radiodifusión,
nar la clasificación de tareas que impliquen un la cinematografia y la edición;
tratamiento diferencial de las mujeres con res- - incluir el estudio de las imkgenes femeninas
pecto a los hombres; proyectadas por los medios de comunicación en
- mejoramiento por las institucionesyla industria los planes de estudio de las escuelas de comu-
de los medios de comunicación del permiso de nicación;
maternidad con sueldoyde los servicios de aco- - establecer bancos nacionales e internacionales
gida infantil y establecimiento de normas labo- de datos sobre la situación de las mujeres, así
rales flexibles a fin de aumentar las oportunida- como de redes internacionales para la difusión
des de empleo de las mujeres en los medios de de esa información entre los especialistas en
comunicación; medios de comunicación, los gobiernos y los
- publicar información sobre carreras y empleos organismos privados interesados a fin de que
y anunciar los puestos vacantes con declaración sirva de base en la formulación de la política y
explícita de que están abiertos tanto a los candi- en las futuras investigaciones.
datos masculinos como femeninos; L a preparación, la promulgación y la aplica-
- presión permanente de las mujeres e m pleadas en ción de las políticas contra la discriminación que
la industria en favor de mejores oportunidades, hemos propuesto, así como la demostración per-
particularmente en los sectores dominados tradi- manente de la relación entre las mujeresylos m e -
cionalmente por el hombre, así como de la apli- dios de comunicación mediante investigaciones crí-
cación de las leyes antidiscriminatorias existen- ticas del tipo que hem os sugerido,son importantes
tes mediante inspecciones y acciones judiciales; instrumentos para corregir las prácticas actuales
- apoyo de las asociaciones profesionales,los sin- de los medios de comunicación con respecto a la
dicatos y las organizaciones femeninas a la lu- representación, la situación y el empleo de las
cha de las mujeres por la igualdad en la contra- mujeres. Sin embargo, para que puedan estable-
tación, la promoción y el sueldo; cerse esas investigaciones y esas políticas, es ne-
- campañas de publicidad patrocinadas por esas cesario sensibilizar a los que consumen, controlan
organizaciones para exponer la discriminación y regulan los medios de comunicación pública, así
contra las mujeres en los medios de comunica- como a los que patrocinan la investigación, a los
ción, informar a las mujeres sobre sus dere- problemas de la plena integración de las mujeres
chos legales y aumentar la conciencia del públi- y al establecimiento de la indispensable igualdad
co con respecto a las imágenes insultantes y entre los sexos. Esto no se conseguirá a menos
degradantes para las mujeres reflejadas en los que la sociedad deje de considerar y de tratar a
medios de comunicación; las mujeres como un segmento de la poblaci6n. L a
- crear medios de comunicaciónfem inistas e inde- comunicación social s610 constituye una fuerza,
pendientes para la difusión de informaciónque con- aunque inmensamente poderosa, en el proceso de
tribuya a dar una imagen positiva de las mujeres; reflejar y estimular este cam bio social.

80
Referencias

Aaron. D. : About Pace: Towards a PositiveImane


~. u Palo Alto, Ca. : Mayfield Publishing Co., 1975,
of W o m e n in Advertising, Toronto, Ontario: pp. 309-321.
Ontario Status of W o m e n Council, 1976. Busby, L.J. : Defining the Sex-Role Standard in
Adams, C. and Laurikietis, R. : The Gender Trap. Network Children's Programs, in Journalism
A Closer Look At Sex Roles. Book 3: Mes- Quarterly, vol; 51, 4, Winter 1974, pp. 690-
sages and Images, London: Virago, 1976. 696.
Bailey, M . : The Women's Magazine Short-Story Busby, L.J. : Sex Role Research on the Mass
Heroine in 1957 and 1967, in JournalismQuar- Media, in Journal'ofCommunication, vol. 25,
,
-
terly, vol. 46, 2, S u m m e r 1969, pp. 364-366.
Barr, P.: Newspapers, in King, G. and Stott, M.
4, Autumn 1975, pp. 107-131.
Butler, M. and Paisley, W.: Magazine Coverage
(eds.): Is This Your Life? Images ofwomen of Women's rights,^ in Journalbf Communica-
in the Media, London: Virago, 1977, pp. 67-81. ~tion, vol. 28, 1, Winter 1978, pp. 183-186.
Bate, B.: Nonsexist Language Use in Transition, Cantor, M . : Comparison of Tasks and Roles of
in Journal of Communication, vol. 28, 1, Winter Males and Females in Commercials Aired by
. __
1978. pp. 139-149.
Beasley, M. and Silver, S. : W o m e n in Media: A
WRC-TV during a Composite Week, in W o m e n
in the Wasteland Fight Back: A Report on the
Documentary Source Book, Washington, D . C. : Image of W o m e n Portrayed in TV Program-
Women(s Institute for Freedom of the Press, ming, Washington, D.C.: NOW, National Ca-
1977. pitol Area Chapter, 1972, pp. 12-51.
Belkaoui, A. and Belkaoui, J. : A comparative Cantor, M.: W o m e n and Public Broadcasting, - in
Analysis of the Roles Portrayed B y W o m e n in Journal of Communication, vol. 27, 1, Winter
Print Advertisements: 1958, 1970, 1972, in 1976, pp. 14-19.
Journal of Marketing Research, vol. 13, M a y Carisse, C. et Dumazedier, J. : Les femmes in-
__
1976. pp. 168-172.
Benoit, N. : L a Nouvelle Feminite, in Benoit, N,
novatrices, Paris : L e Seuil, 1975.
Cathey-Calvert, C.: Sexism on Sesame Street.
Morin, E . et Paillard, B. : L a f e m m e majeure. Outdated Concepts in a "Progressive" Program,
Nouvelle feminite, nouveau feminisme, Paris : Pittsburgh, Pa. : KNOW, Inc., undated.
L e Seuil, 1973, pp. 39-89 Cecil, M.: Heroines in Love 1750-1974, London:
Benoit, N., Morin, E. et Paillard, B : L a f e m m e Michael Joseph, 1974.
majeure. Nouvelle feminite, nouveau femi- Ceulemans. M.: Het vrouwbeeld in de reclame,
nisme, Paris : L e Seuil, 1973. in Communicatie. vol. 7, 3, Automne 1977.
Boeuf, A. : Doctor, Lawyer, Household Drudge, PP. 1-8.
in Journal of Communication, vol. 24, 2, Spring Ceulemans, M.: Het vrouwbeeld in de reclame,
1974, pp. 142-145. in Communicatie, vol. 7, 4, Hiver 1977-78,
Billboard : 25 fevrier 1978. pp. 9-14.
Boone, L. : Sociologie van de pers, (Notes de lec- Chang, W.H.: Characteristics and Self-percep-
ture), Departement des sciences de la c o m m u - tions of Women's Page Editors, in Journalism
nication, Universite catholique de Louvain, Quarterly, vol. 52, 1, Spring 1975, pp. 61-65.
sans date. Clarke, P. and Esposito, V. : A Study of Occupa-
Bowman, W.: Distaff Journalists. W o m e n as a tional Advice for W o m e n in Magazines, in
Minoritv GrouD in the News Media.,~Ph. D. Journalism Quarterly, vol. 43, 1966, pp. 477-
thesis, University of Illinois, Chicago Circle, 485.
1974. Comision Interamericana de Mujeres (CIM): Re-
Brayfield, C. : Films, in King, J. and Stott, M. solution adoptee lors du Seminaire sur les
(eds.): Is This Your Life? Images of W o m e n moyens de communication de masse et leur
in the Media, London: Virago, 1977, pp. 107-121. influence sur l'image de la femme, Saint-Do-
Brown, L. M.: Sexism in Western Art, in Freeman, mingue, aoat 1977, in Media Report to W o m e n ,
J. (ed.): Women: A Feminist Perspective, vol. 5, 10, October 1977, pp. 1/4-5.

81
Contreras,E . e. a. : Cross-culturalBroadcasting, Epstein, H.: W o m e n o n the Air, instrainchamps,
Reports and Papers on Mass Communication E. . .): R o o m s With N o View A Woman's
~. (ed.
no. 77, Paris: Unesco Press, 1976. Guide to the Man's World of the Media, N e w
Coseteng, A. : Access toEducation andEmployment York: Harper and Row, 1974, pp. 224-235.
in the Mass Media in the Philippines,paperpre- Farley, J. : Women's Magazines and the Equal
sented at the Asian Consultationon W o m e n And Rights Amendment: Friend or Foe? in Journal
Media (Consultationasiatique sur les femmes et of Communication, vol. 28, 1, Winter 1978,
les médias). Center for communicationStudies, pp. 187-192.
The Chinese University of Hongkong, 1976. Faulder, C.: Advertising, in King, J. and Stott,
Coseteng, A. : Opportunities for Training W o m e n M. (eds.): Is This Yoir Life?-Images of
for Media Careers in Asia/Teaching Opportu- W o m e n in the Media, London: Virago, 1977,
nities, paper presented at the Asian Consulta- pp. 37-64.
tion on W o m e n and Media (Consultationasia- Faulder, C. : Women's Magazines, in King, J.
tique sur les femmes et les medias), Center and Stott, M. (eds.)Is This Your Life? Images
for Communication Studies, The Chinese Uni- of W o m e n in the Media, London: Virago, 1977,
versity of Hongkong, 1976. pp. 173-194.
Courtney, A.E. and Lockeretz, S.W . : A Woman's Ferris, A. L.: Indicators of Trends in thestatus
Place: A n Analysis of the Roles Portrayed by of American W o m e n , N e w York: Russell Sage
W o m e n in Magazine Advertisements, in Journal Foundation, 1971.
of Marketing Research, vol. 8, 1, February Flick, M . : Political Socialization: the Social
1971, pp. 92-105. Function of Sex Roles in Advertisements.
__
Courtney, A.E. and Whipple, T.W.: W o m e n in
TV Commercials, in Journal of Communication,
Design of a Comparative Study of The Nether-
lands and Norway, Centre for Mass Communi-
vol. 24, 2, Spring1974, pp. 110-118. cation Research, Institute of Sociology, Uni-
Culley, J.D. and Bennett, R. : Selling W o m e n , versity of Bergen, Norway, April 1977.
Selling Blacks, in Journal of Communication, Françoise et Benédicte : Les femmes et la tech-
vol. 26. 4, Autumn 1976, pp. 160-174. nique du cinéma, in L a Revue du cinema. Image
Dardigna, A. -M. : F e m m e s - f e m m e s sur papier et Son, no 283, avril 1974, pp. 23-29.
glacé, Paris : F. Maspbro, 1975. Franzwa, H.: Workingwomen in Fact and Fiction,
D e Claricini, S. : Women's Weeklies in Italy, in in Wells, A. (ed.): Mass Media and Society,
Gazette, vol. 11, 1, 1965, pp. 43-56. Palo Alto, Ca. : Mayfield Publishing Co.,
Deckard, B. : The Women's Movement. Political, 1975, pp. 398-502.
Socio- économic , and Psychological Issues, Frappat, B. : Les journalistes, in Presse-Actua-
N e w York: Harper and R o w , 1975. lit6, no 57, 1970.
D e Fleur, M . : OccupationalRoles as Portrayed Freeman, J. (ed.) : Women: A Feminist Pers-
on Television, in Public Opinion Quarterly, pective, Palo Alto, Ca. : Mayfiels Publishing
vol. 28, 1, Spring 1964, pp. 57-74. Co., 1975.
D e Keyser, E.: L'image de la f e m m e dans la pu- Freise, H. and Drath, J. : Die Rundfunk Journa-
blicité, in Cahiers du Centre d'étudesJacques listin, Berlin: Verlag Volker Spiess, 1977.
Georgin, vol. 3, I, pp. 81-90. Friedan, B. : It Changed M y Life. Writings on
D e Kunst, R.: Sociale aspektenvan de vrouwenpers. the Women's Movement, N e w York: Random
(Naar een nieuw beeld van de vrouwenbladen. ) House, 1976.
licentiaatsthesis, Universith catholique de Friedan, B.: The Feminine Mystique, N e w York:
Louvain, 1978. W . W. Norton and Co., 1963.
Denisoff, R.S. and Peterson,R.A. (eds.1: The Fukao, T.: ContributionsW o m e n Make for National
Sounds ofsocialChange, Chicago: Kand McNally Development in Asia Throuth Mass Media,
and Co., 1972. paper presented at the Asian Consultation on
Dispenza, J. : Advertising the American W o m e n , W o m e n and Media (Consultationasiatique sur
Dayton, Ohio: Pflaum Publishing, 1975. les femmes et les médias), Center for C o m -
Dohrman, R. : A Gender Profile of Children's munication Studies, Chinese University of
Educational TV, in Journal of Communication, Hongkong, 1976.
vol. 25, 4, Autumn 1975, pp. 56-65. Furian, M. (Hrsg.): Kinder und Jugendliche im
Dominick, J. R. and Rauch, G.E. : The Image of Spannungsfeld der Massenmedien, Stuttgart:
W o m e n in Network TV Commercials, in Journal Bonz Verlag, 1977.
of Broadcasting, vol. 16, 3, S u m m e r 1972, Gelfman, J. : W o m e n in Television News, N e w
pp. 259-265. York/London: Columbia University Press,
Downing, M.: Heroine of the Daytime Serial, in 1976.
Journal of Communication, vol. 24, 2, Spring Goddard, T. Pollock, J. and Fudger, M.:
1974, pp. 130-137. Popular Music, in King, J. and Stott, M.
Drew, D. G. and Miller, S.H.: Sex Stereotyping (eds.): Is This Your Life? Images of W o m e n
and Reporting, in Journalism Quarterly, vol. in the Media, London: Virago, 1976, pp. 143-
54, 1, Spring 1977, pp. 141-146. 159.
Endres, K. : Capitol Hill Newswomen: A Des- Gravesteyn, M.: Rolverandering voor vrouw in
criptive Study, in Journalism Quarterly, vol. autoreclame, in Ariadne, 2 octobre 1975,
53, 1, Spring 1976, pp. 132-135. pp. 26-27.

82
Green, R.T. and Cunningham, I. C.M.: Feminine (Consultationasiatique sur les femmes et les
Role Perception and Family Purchasing Deci- medias), Center for Communication Studies,
sions, in Journal of Marketing Research, vol. 12, The Chinese University of Hongkong, 1976.
August 1975, pp. 315-332. -
Lainé, P.: L a f e m m e et ses images, Paris :
Guenin, Z. B.: Women's Pages in American News- Stock, 1974.
papers: Missing Out on Contemporary Content, Lakoff, R.: Language and Woman's Place, N e w
in Journalism Quarterly, vol. 52, 1, Spring York: Harper and Row, 1976.
__
1975,- m. 66-69/75.
Hall, S. : African W o m e n on Film, in Africa
L a revue du cinema. Image et Son, no 283, April
1974 issue on "Les femmes et le cinéma".
Report, vol. 22, 1, January-February 1977, Lavaerts, C. : Kwantitatieve en kwalitatieve ana-
pp. 15-17. lyse van de Belgische Nederlandstralige gespe-
Haskell, M . : F r o m Reverence to Rape: The cialiseerde vrouwenDers i. v. m. de Droblema-
Treatment of W o m e n in the Movies, N e w York: tiek vrouwenarbe id, licentiaatsthesis, Univer -
Holt, Rhinehart and Winston, 1973. sit6 catholique de Louvain, 1975.
Hennessee, J. : The Press' Very O w n Barbara Lewartowska, S. : Women's and Family News-
Walters Show, in Columbia Journalism Review, papers and Magazines, in Zeszyty Prasoznaw-
vol. 15, 2, July/August 1976, pp. 22-25. cze, vol. 16, 1975, pp. 65-70.
Henstra, P. and Pinckaers, L.: Het beeld van de Long, M.L. and Simon, R.J. : The Roles and
vrouw in de reclame: 1965-1975, paper pre- Statuses of W o m e n on Children and FamilyTV
sented at the conference on Advertising and Programs, in Journalism Quarterly, vol. 51,
W o m e n , E rasmus University, Rotterdam, 25 1, Spring 1974, pp. 107-110.
February 1976. Lorée, M. : L'image de la f e m m e dans la publi-
Hole, J. and Lévine, E.: Rebirth of Feminism, cite nord-américaine et française, in Michel,
N e w York: Quadrangle Books, 1971. A. (ed.) : F e m m e s , sexisme et sociétés,
Horowitz, D., Lerner, M . and Pyes, C. (eds.): Paris : Presses universitaires de France,
Counterculture and Revolution, N e w York: 1977, pp. 133-145.
Random House, 1972. Lublin, J. : Discrimination against W o m e n in the
Isber, C. and Cantor, M.: Report of the Task Newsroom, M . A. thesis, Stanford University,
Force on W o m e n and Public Broadcasting, June 1971.
Washington, D. C. : Corp. for Public Broad- Lublin, J. : Discrimination against W o m e n in the
casting, 1975. Newsroom: Fact or Fantasy?, in Journalism
Johnston, C. : Feminist Politics and Film History, Quarterly, vol. 49, 2, S u m m e r 1972, pp.35-
inscreen, vol. 16, 3, Autumn 1975, pp. 115- 361.
124. Lugenbeel, B.D.: Defining Story Patterne in
Johnston, C.: Notes on Women's Cinema, London, "Good Housekeeping", inJournalism Quarterly,
Society for Education in Film and Television, vol. 52, 3, Autumn 1975, pp. 548-550.
1975. Lull, J.T., Hanson, C. A. and Marx, M.J. : R e -
Johnston, C .: The Work of Dorothy Arzner. cognition of Female Stereotypes in TV C o m m e r -
Towards a Feminist Cinema. London: British cials, in Journalism Quarterly, vol. 54, 1,
Film Institute, 1975. Spring 1977, pp. 153-157.
Kaplan, E.A. : Interview with British Cine-Femi- Lundstrom, W.J. and Sciglimpaglia, D.: Sex
nists, in Kay, K. and Peary, G. (eds.): W o m e n Role Portrayals in Advertising, in Journal of
and the Cinema: A Critical Anthology, N e w Marketing, vol. 41, 3, July 1977, pp. 72-79.
York: Dutton, 1977, pp. 393-406. Maes, L.: D e journalisten van de geschreven
Katzman, N. : Television Soap-Operas: What's pers in Belgie. Een sociologisch onderzoek,
Been Going O n Anyway?, in Public Opinion licentiaatsthesis, Universite de Gand, 1973.
Quarterly, vol. 36, 2, S u m m e r 1972, pp. 200- Marecek, J. e. a. : W o m e n as TV Experts: The
212. Voice of Authoritv? " . . in Journal of Communi-
Kay, K. and Peary, G . (eds.): W o m e n and the cation, vol. 28, 1, Winter 1978, pp. 159-168.
Cinema: A Critical Anthology, N e w York: Martyra, W. : What Does "He" Mean? Use of
Dutton, 1977. Generic Masculine. in Journal of Communica-
King, J. and Stott, M. (eds.): Is This Your Life? -
tion, vol. 28, 1, Winter 1978, p. 131-138.
Images of W o m e n in the Media, London: Virago, Marzolf, M . : U p from the Footnote. A History
1977. of W o m e n Journalists, N e w York: Hastings
Koerber, C.: Television, in King, J. and Stott, House, 1977.
M. (eds.): Is This Your Life? Images of Matejko,A. : NewslsaDer Staff as a Social System,
W o m e n in the Media, London: Virago, 1977, in Tunstall, J. (ed.): Media Sociology, London:
pp. 123-142. Constable, 1970, pp. 168-180.
Kllchenhoff, E.: Die Darstellung der Frau im McClelland. W . D . : Women's Press in Britain,
Fernsehen, in Furian, M. (Hrsg.): Kinder und inGazette, vol. II, 2/3, 1965, pp. 148-
Jugendliche im Spannungsfeld der Massenme - 165.
-dien, Stuttgart: Bonz Verlag, 1977.
Kulkarni, V. G.: Asian Social Consciousness of
McNeil, J. C. : Feminism, Feminity and the T e -
levision Series: A Content Analysis, in Jour-
Women's Roles in Mass Media, paper presented nal of Broadcasting, vol. 19, 3, S u m m e r 1975,
at the Asian Consultation on W o m e n and Media pp. 259-271.

83
McNeil, J. C. : Imagery of W o m e n in TV Drama: Newkirk, C.R. : Female Roles in Non-Fiction of
Some Procedural and Interpretive Issues, in Three Women's Magazines, inJournalism Quar-
Journal of Broadcasting, vol. 19, 3, S u m m e r terly, vol. 54, 4, Winter 1977, pp. 779-782.
1975, pp. 283-288. Noelle-Neumann, E. and Schulz, W.: Publizistik,
M c Neil, J. C.: Whose Values? in Journal of Frankfurt-am-Main: Fischer Tachenbuch
Broadcasting, vol. 19, 3, S u m m e r 1975, Verlag, 1971.
pp. 295-296.
.. Northcott, H.C. Seggar, J.F. and Hinton, J. L.:
Meade, M . : The Degradation of W o m e n , in Deni- Trends in TV Portrayal of Blacks and W o m e n ,
soff, R.S. and Peterson, R.A. (eds.): The in Journalism Quarterly, vol. 52, 4, Winter

and Co., 1972, pp. 173-177.


~~

Sounds ofSocialChange, Chicago: Rand McNally __


1975, PP. 741-744.
~

O'Brien, R. C. : Professionalism in Broadcasting


Mellen, J. : The Waves at Genji's Door. Japan in Developing Countries, in Journal of C o m m u -
Through its Cinema, N e w York: Pantheon nication, vol. 27, 2, Spring 1977, pp. 150-153.
Books, 1976. O'Donnell, W.J. and O'Donnell, K.J. : Update:
Mellen, J. : Voices from the Japanese Cinema, Sex-Role Messages in TV Commercials, in
N e w York: Liveright, 1975. Journal of Communication, vol. 28, 1, Winter
Mellen, J. : W o m e n and Their Sexuality in the 1978, pp. 156-158.
N e w Film. N e w York: Horizon Press. 1973. O'Kelly, Ch. : Sexism in Children'sTelevision,
Merritt, S. and Gross, H.: Women's Page/Life- in Journalism Quarterly, vol. 5, 4, Winter
style Editors: Does Sex Make a Difference? 1974, pp. 722-724.
unpublished research report, Governors State O'Kelly, Ch. and Bloomquist, L. : W o m e n and
University, Park Forest South, Illinois, June Blacks on TV, in Journal of Communication,
1977. vol. 26, 4, Autumn 1976, pp. 179-184.
Michel, A. (ed.): F e m m e s , sexisme et societes, Orwant, J. and Cantor, M.: H o w Sex Stereoty-
Paris :Presses universitairesde France, 1977. ping Affects Perceptions of News Preferences,
Miles, B.: Channeling Children. Sex Stereo- in Journalism Quarterly, vol. 54, 1, Spring
typing in Prime Time TV, Princeton, N. J. : 1977, pp. 99-108.
-
W o m e n on Words and Images, 1975. Parrain, P. : Regards sur le cinema indien,
Miller, C. and Swift, K.: Words and Women. Paris, Edition du Cerf, 1969.
N e w Language and N e w Times, Garden City, Pingree, S., Hawkins, R., Butler, M. and
N. Y. : Anchor Books/Doubledag, 1976. Paisley, W.: A Scale for Sexism, in Journal
Miller, M.M. and Reeves, B.: Diamatic TV of Communication, vol. 26, 4, Autumn 1976,
Content and Children's Sex Role Stereotypes, pp. 193-201.
in Journal of Broadcasting, vol. 20, 1, Winter Place, J. and Burston, J. : Feminist Film Cri-
1976, pp. 35-50. ticism, in Movie, no. 22, Spring 1976, pp 53-
Miller, S.H. : Changes in Women's/lifestyle Sec- 62.
tions, in Journalism Quarterly, vol. 53, 4, Poe, A. : Active W o m e n in Ads, in Journal of
Winter 1976, pp. 641-647. Communication, vol. 26, 4, Autumn 1976,
Miller, S.H.: The Content of News Photos: pp. 185-192.
Women's and Men's Roles, in JournalismQuar- Press Institute of India: Report of the Seminar
-
terly, vol. 52, 1, Spring 1975, pp. 70-75. on the Role of the Mass Media in ChangingSocial
Mills, K.: Fighting Sexism on the Airwaves, in Attitudes and Practices Towards Women.
Wells, A. (ed.): Mass Media and Society, Palo Indian Institute of Mass Communication, Indian
Alto, Ca. : Mayfield Publishing Co., 1975, Council of Social Science Research, January
pp. 403-406. 23-25, 197.
Millum, T.: Images of Woman. Advertising in Rat Staff: Cock Rock: M e n Always Seem to End
Women's Magazines, London: Chatto and U p on Top, in Horowitz, D.,Lerner, M. and
Windus, 1975. Pyes, C. (eds.): Counterculture and Revo-
Morris, M.B.: Newspapers and the N e w Femi- lution, N e w York: Random House, 1972,
nists: Black Out as Social Control?, in Jour- pp. 96-102.
nalism Quarterly, vol. 50, 1, Spring 1973, Ray, L.: The American W o m e n in Mass Media:
pp. 37-42. H o w Much Emancipation and What Does It
Muskens, G.J. : Journalist als beroep. Een so- Mean?; in Safilios-Rotschild,C. (ed.): To- -
ciologische analyse van de leden van de Neder- wards a Sociology of W o m e n , Lexington, Mass. /
landse Vereniging van Journalisten, Band I, Toronto: Xerox College Publishing, 1972,
Verslag van her onderzoek, Nijmegen, Socio- pp. 41-62.
logisch Instituut, 1968. Reinartz, K.F.: The Paper Doll: Images of
Mustafa, H.: Access to Education andEmployment American W o m e n in Popular Songs, in Freeman,
in Mass Media in Malaysia, paper presented at J. (ed.): W o m e n : A Feminist Perspective,
the Asian Consultation on W o m e n and Media Palo Alto, Ca. : Mayfield Publishing Co.,
(Consultationasiatique sur les femmes et les 1975, pp. 293-308.
medias), Center for Communication Studies, Reumann, K. and Schulz,W.: Journalist, in Noelle-
The Chinese University of Hongkong, 1976. Neumann, E. and Schulz, W. (Hrsg.): Publi-
N e w Journalist, no 24, numero de septembre 1976 zistik,Frankfurt-am-Main:Fischer Tachenbuch
redige par " W o m e n Media Workers". Verlag, 1971.

84
Robinson, G.J. : W o m e n Journalists in Canadian Tinker, I., Bramsen, M.B. andBuvinic, M. (eds.1:
Dailies: A Social and Professional Minority W o m e n and World Development, N e w York/
Profile. DaDer Dresented at the Association for
. 1 I I W ashingtonlLondon: P rae ger Publishers, 19 76.
Education in Journalism Convention, Carlton Trommsdorff, G. : Kommunikatiosstrategiesechs
University, Ottawa, August 16-19, 1975. Westdeutscher Frauenzeitschriften: E inkom-
Rocard, G. and Gutman, C. : Sois belle et achète. menshohe der Leserin als beschrankender
L a publicite et les femmes, Paris : Edition E influss auf ihre soziale OrientierungsniUgli-
Gonthier, 1968. chkeiten, in Kolner Zeitschrift fur Soziologie
Rosen. M.: PoDcorn Venus: W o m e n . Movies and
I -
und Sozialpsychologie, vol. 21, 1969, pp. 60-
the American Dream, N e w York: Coward, 92.
McCann and Geoghehan, 1973. I
Tunstall, J. (ed.): Media Sociology, London:
Ross, M.: Radio, in King, J. and Stott, M . (eds.): Constable, 1970.
Is This Your Life? Images of W o m e n in the Turow, J. : Advising and Ordering: Daytime,
Media, London: Virago, 1977, pp. 5-35. Prime Time, in Journal of Communication,
Safilios-Rotschild,C. (ed.): Towards a Sociology vol. 24, 2, Spring 1974, pp. 138-141.
of W o m e n , Lexington, Mass. /Toronto: Xerox Van D e Maele, B.: Het beeld van de vrouw in de
Publishing, - 19 72. reclame van de Nederlandstalige vrouwen-
Scott, R. : The Female Consumer, London: Asso- bladen: een inhoudsanalyse, Universitb catho-
ciated Business Programs, 1976. lique de Louvain, 1978.
Seggar, J.F. : Imagery as Reflected Through Venkatesan, M. and Losco, J. : W o m e n in Maga-
TV's Cracked Mirror, in Journal of Broad- zine Ads: 1959-1971, in Journal of Advertising
casting, vol. 19, 3, summe^-1975, pp. 297-299. Research, vol. 15, 5, October 1975, pp.49-54.
Seggar,
_- J. F.: Imagery of W o m e n in Television Vergne, E.: Les mCtiers du cinema : Script-girl,
Drama: 1974, in Journal of Broadcasting, in L a Revue du cinema. Image et Son, no 283,
vol. 19, 3, S u m m e r 1975, pp. 273-282. avril 1974, pp. 30-32.
Seggar, J. F.: Television's Portrayal of Minori- Verna, M.E.: The Female Image in Children's
ties and W o m e n , 1971-1975, in Journal of TV Commercials, in Journal of Broadcasting,
Broadcasting, vol. 21, 4, Fa111977, pp. 435-446. vol. 19, 3, S u m m e r 1975, pp. 301-308.
Seggar, J.F. : Women's Imagery o n T V : Feminist, Vorlat, E.: Waar houdt de verleider zich schuil?
Fair Maiden o r Maid? Comments on McNeil, Het taalspel in de reclame, in Streven, juin
in Journal of Broadcasting, vol. 19, 3, S u m m e r 1976, pp. 773-786.
1975, pp. 289-294. Wagner, L. and Banos, J. B.: A Woman's Place:
Sexton, D.E. and Haberman, P.: W o m e n in M a - A Follow-Up Analysis of the Roles Portrayed
gazine Advertisements, in Journal of Adverti- by W o m e n in Magazine Advertisements, in
-
sing Research, vol. 14, 4, August 1974, pp. 41- Journal of Marketing Research, vol. 10, M a y
46.
Smith, M.D. and Matre, M . : SocialNorms and Sex
~ __
1973, pp. 213-214.
Ward, J. : Attacking the King's English: Impli-
Roles in Romance and Adventure Magazines, - cations for Journalism in the Feminist Cri-
in Journalism Quarterly, vol. 52, 2, S u m m e r tiques, in Journalism Quarterly, vol. 52, 4,
1975, pp. 309-315. Winter 1975, pp. 699-705.
Smith, S. : W o m e n W h o Make Movies, N e w York: Warren, D.: Commercial Liberation, in Journal
Hopkinson and Blake, 1975. of Communication, vol. 28, 1, Winter 1978,
Stone, V. : Attitudes towards Television News- pp. 169-173.
women, in Journal of Broadcasting, vol. 17, 1, Wassenaar, I. : Vrouwenbladen. Spiegels van
Winter 19 73 - 19 74. een mannenmaatschappij, Amsterdam: Wetens-
StrainchamDs. E.
I - (ed. : R o o m s With No View. A
. . ,)
I
chappelijke Uitgeverij, 19 76.
Woman's Guide to the Man's World of the Media, Weibel, K.: Mirror, Mirror. Images of W o m e n
N e w York: Harper and R o w , 1974. Reflected in Popular Culture,GardenCity, N.Y.:
Tedesco, N. : M e n and W o m e n in TelevisionDrama. Anchor Books, 1977.
The Use of T w o Multivariate Techniques for White, C.L.: The Women's Periodical Press in
Isolating Dimensions of Characterization. Ph. D. Britain 1946-1976, London: Her Majesty's
thesis, University of Pennsylvania, 1975. Stationery Office, 1977.
Tedesco, N. : Patterns in Prime Time, in Jour- Whittaker, S. and Whittaker, R. : Relative Effec-
nal of Communication, vol. 24, 2, Spring 1974, tiveness of Male and Female Newscasters, in
pp. 119-124. Journal of Broadcasting, vol. 20, 2, Spring
Terawanji, S. : Access to Education and Employ- 1976, pp. 177-184.
ment in Mass Media in Hongkong, paper pre- Women's Advisory Council to K D K A - T V : W o m e n
sented at the Asian Consultation on W o m e n and on TV: Reflections in a Funhouse Mirror,
Media (Consultationasiatique sur les femmes Pittzburgh, Pa., 1975.
et les medias). Center for Communication Stu- Wong, S. : Access toEducation andEmployment in
dies, The Chinese University of Hongkong,1976. Mass Communication insingapore,paperpresen-
Tielens, M . , Vankeirsbilck, L. and Ceulemans, ted at the Asian Consultationon W o m e n and Media
M.: D e professionele status van vrouwen in de (Consultation aisatique sur les femmes et les
nieuwsmedia, in Communicatie, vol. 8, 1, mbdias), Center forCommunication Studies, The
Printemps 1978. Chinese UniversityofHongkong, 1976.

85
Wortzel, L. M. and Frisbie, J. M . : Women's Yu, T.: Access to Education and Employment in
Role Portrayal Preferences in Advertisements: Mass Media in Hongkong, paper presented at
AnEmpiricalStudy, inJournalofMarketing, vol. the Asian Consultation on Women,and Media
38, 4, October 1974, pp. 41-46.
..
(Consultation asiatique sur les femmes et
Ying, Y.: Access to Education and Employment les médias), Center for Communication
in the Mass Media for W o m e n in the Republic Studies, The Chinese University of Hongkong,
of China, paper presented at the Asian Consul- 1976.
tation (Consultation asiatique sur les femmes et Yu, T. and Chu, L.L.: W o m e n andMedia inAsia,
les mCdias), Center for CommunicationStudies, Center for CommunicationStudies, The Chinese
The Chinese University of Hongkong, 1976. University of Hongkong, 1977.

86
PUBLICACIONES DE LA UNESCO: AGENTES GENERALES DE VENTA
(lista abreviada)
Alemania (República S. Karger G m b H , Karger Buchhandlung. Angerhofstr. 9, Postfach I, D-8034 GERMERINo/MuNCHEN.“EI Correo”
Federal de) edición alemana solamente : Colmantstrasse 12, 5300 BONN. Para Ios mapas científicos soIamnle :Ceo Center,
Postfach 800830, 7000 STUTTGART 80.
Antillas Holandesas Van Dorp Eddine N.V., P.O.Box zoo, Willemstad (Curaçao, N.A.).
Argelia Institut pédagogique national, I I, rue Ali-Haddad (ex-rue Zaatcha), ALGER.SociétC nationale d’édition et
de diffusion (SNED) 3. boulevard Zirout-Youcer,ALGER.
Argentina EDILYR, Tucumán 1685, 1050. BUENOSAIRES.
Bolivia Los amigos del libro, casilla postal 4415, L A PAZ; Av. de las Heroínas 3712. casilla postal 450, COCHABAMBA.
Brasil Fundação Getúlio Vargas, Serviço de Publicações, caixa postal 9.052-zc-02,Praia de Botafogo 188,RIODE
JANEIRO,GB.
Colombia Editorial Losada Ltda., Calle IEA,n.o 7-37,apartado aCreo 5829, apartado nacional 931,BOGOT~; Subdepósitos :
Edificio La Ceiba, Oficina 804, MEDELLIN.
Costa Rica Librería Trejos, S.A., apartado 1313,SAN Josb.
Cuba Ediciones Cubanas, O’Reilly n.o 407, LA HABANA.
Chile Bibliocentro Ltda., casilla 13731,Constitución n.O 7, SANTIAGO(21).
República Dominicana Librería Blasco, avenida Bolívar n.O 402, esq. Hermanos Deligne, SANTODOMINGO.
Ecuador Publicaciones periódicos solamente : RAYD de Publicaciones, Av. Colombia 248 (Ed. Jaramillo Arteaga),
oficina 205, apartado 2610, QUITO; Libros solamente :Libreria Pomaire, Amazonas 863, QUITO; Todas las
publicaciones :Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas, Pedro Moncayo y g de Octubre, casilla
de correos 3542, GUAYAQUIL.
El Salvadcr Libreria Cultural Salvadoreña, S.A., calle Delgado n.” I 17,apartado postal 2296, SAN SALVADOR.
España Ediciones Liber, apartado 17,Magdalena 8, ONDÁRROA (Vizcaya);D O N A I R E , ronda de Outeiro 20, apartado
de correos 341, LA CORUAA; Librería Al-Andalus, Roldana I y 3, SEVILLA 4; Mundi-Prensa Libros, S.A.,
Castel16 37, MADRID I; Librería Castells, Ronda Universidad 13. BARCELONA7. Para “EI Correo” :Editorial
Fenicia, Cantelejos 7. “Riofrio”, Puerta de Hierro, MADRID 35.
Estados Unidos de
América Unipub, 345 Park Avenue South, N.Y. IOOIO.“El Correo de Ia Unesco” en español únicamente :Santillana Publishing
Company. Inc., 575 Lexington Avenue, NEW YORK, N.Y. 10022.
Filipinas The Modern Book Co., 926 Rizal Avenue, P.O.Box 632, MANILA.
Francia CCP 12598-48.
Librairie de l’Unesco, 7. place de Fontenoy, 75700 PARIS.
Guatemala Comisi6n Guatemalteca de Cooperaci611 con la Unesco, 3.8 avenida 13-30,zona I. apartado postal 244.
GUATEMALA.
Honduras Libreria Navarro, 2.. avenida n.O 201, Comayagiiela, TEGUCIGALPA.
Jamaica Sangster’s Book Store Ltd., P.O. Box 366, 101 Water Lane, KINGSTON.
Marruecos Todas Ias publicaciones :Librairie “AUX Belles Images”, 281,avenue M o h a m m e d V, RABAT(CCP68.74).
Únicamente “EI Correo” (para el cuerpo docente) :Commission nationale marocaine pour l’Unesco, 19,rue Oqba,
B.P. 420, AODAL-RABAT ( C C P 324.45).
México SABSA, Servicios a Bibliotecas, S.A., Insurgentes Sur n.O 1032-401,M ~ X I C OD.F.; Librería “EI Correo
12,
de la Unesco”, Actipán 66, Colonia del Valle, MBXICO 12, D.F.
Panamá Agencia Internacional de Publicaciones S.A., apartado 2052, PANA& I.
Paraguay Agencia de Diarios y Revistas, Sra. Nelly A. de García Astillero, Pte. Franco 104, ASUNCI~N.
Perú Editorial Losada Peruana, Jir6n Contumaza 1050, apartado 472, LIMA.
Portugal Dias & Andrade, Livraria Portugal, rua do Carmo 70. LISBOA.
Puerto Rico Librería “Alma Mater”, Cabrera 867, Río Piedras, PUERTORICO00925.
Reino Unido Catúlogos y morerid pubIi&wio :H.M. Stationery Office,P.O. Box 569, LONDONSEI g N H ; Gouernmenr
bookshops :49 High Holborn, LONDONW C I V 6 H B ; 50 Chichester Street, BELFASTB T I 4 J Y ; 258 Broad
Street, BIRMINGHAMBI z H E ; 50 Fairfax Street, BRISTOL BSI 3 D E : rog St. Mary Street, CARDIFF CFI
I JW. 13a Castle Street, EDINBURGH EH2 3 A R ; Brazenmose Street, MANCHESTER M60 BAS.
PubIi$cionespiriódicor y orrus publicaciones :H . M . Stationery Office, P.O. Box 569, LONDONSEIgNH.
Uruguay Editorial Losada Uruguaya, S.A., Maldonado 1092, MONTEVIDEO.
Venezuela Libreria del Este, av. Francisco de Miranda 52, Edif. Galipán, apartado 60337, CARACAS;L a Muralla Distribu-
ciones S.A., 4.6 Avenida entre 3.. y 4.. transversa1,“Quinta Irenalis”. Los Palos Grandes, CARACAS 106.

[B.101CC.81/XVII/84S
ISBN 92-3-301648-X

You might also like