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HIDRÁULICA DE AGUAS

SUBTERRÁNEAS

2ª edición

María Victoria Vélez Otálvaro


Profesora Asociada

Facultad de Minas

Universidad Nacional de Colombia

Sede Medellín

1999
PREFACIO

Dentro de los recursos de agua dulce explotable existentes en la tierra, el agua


subterránea constituye casi un 98% del total. Sin embargo en Colombia,
cuarto país en el mundo en abundancia de recursos hídricos, no se ha dado en
las universidades y centros de investigación la importancia que merece el
estudio de este campo de la hidrología. Existe carencia no solamente de
cursos de entrenamiento, sino también de material bibliográfico adecuado.

Este libro es el resultado de la recolección de material bibliográfico, cursos,


dirección de tesis, proyectos de grado y trabajos que la autora ha realizado
durante varios años de asesoría en la Facultad de Minas de la Universidad
Nacional sede de Medellín.

El libro consta de quince capítulos. El primero es una breve introducción a lo


que constituye el estudio de las aguas subterráneas y lo que ha sido su
evolución a lo largo de la historia. En el segundo y tercer capítulo se hace un
corto repaso de los conceptos hidrológicos y geológicos básicos, necesarios
para entender el movimiento del agua en el subsuelo. Los capítulos cuarto,
quinto y sexto, presentan los aspectos teóricos fundamentales asociados al
estudio de las aguas subterráneas. El capítulo siete describe el procedimiento
de las redes de flujo, una solución gráfica de la ecuación de Laplace, muy útil
en la resolución de problemas prácticos en hidrogeología. El capítulo octavo,
muestra los principales aspectos de la hidráulica de pozos, complementado
con el capítulo noveno donde se tratan los ajustes de pruebas de bombeo. El

ii
capítulo diez hace una breve introducción al estudio de los acuíferos costeros.
El capítulo once expone los principales criterios para el diseño de pozos y en
el capítulo doce se hace una introducción sobre los aspectos más importantes
en la construcción de pozos. A uno esos aspectos, el equipo de bombeo, se le
dedica el capítulo trece. La prospección de aguas subterráneas es tratada
ampliamente en el capítulo catorce, donde se hace mención de una de las
técnicas mas utilizadas durante los últimos años en la hidrogeología, como es
la los isótopos ambientales. Finalmente en el capítulo quince se tratan los
principales parámetros que influyen en la calidad del agua, introduce el
concepto de vulnerabilidad a la contaminación de un acuífero y se dan algunas
guías para definir el perímetro de protección de las captaciones de agua por
medio de pozos

Tanto los aspectos teóricos como prácticos se ilustran en cada capítulo con
algunos ejemplos resueltos y al final de cada capítulo se proponen ejercicios
representativos que el lector puede resolver.

iii
ACERCA DEL AUTOR

María Victoria Vélez Otálvaro es Ingeniera Civil, egresada de la Facultad


de Minas de la Universidad Nacional de Colombia. Realizó estudios de
posgrado en la Escuela de Minas de París, donde obtuvo en 1984 su
DIPLOME D’ETUDES APPROFONDIES en Hidrogeología.

Ha estado vinculada a la Universidad Nacional de Colombia desde 1979,


desempeñándose como docente en los cursos de Hidrología, Hidrogeología,
Flujo en medios porosos, Aguas Subterráneas, Hidráulica y Mecánica de
Fluidos. Ha participado, además, en varias investigaciones y proyectos de
asesoría y es autora de artículos publicados en memorias de congresos
nacionales e internacionales y en publicaciones periódicas tanto del país
como del exterior.

Ha ocupado los cargos de Jefe de la Unidad de Hidráulica y Directora del


Departamento de Ingenieria Civil.

ACERCA DEL LIBRO

Este libro es resultado de años de recolección de material bibliográfico,


cursos, tesis y proyectos de grado, trabajos de asesoría que la autora ha
tenido a cargo durante varios años en la Facultad de Minas de la
Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. El libro hace
referencia, además, a aspectos del uso del agua subterránea en Colombia,
enfatizando los proyectos en los cuales la autora ha participado.

Se presentan en este texto los aspectos más importantes relacionados con la


hidráulica de las aguas subterráneas, ilustrados con ejemplos prácticos
resueltos en cada capítulo, junto con una selección de problemas propuestos
y una completa lista de referencias.
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xxii
Capítulo 1
INTRODUCCIÓN
2
1.1. IMPORTANCIA DEL ESTUDIO DE LAS AGUAS
SUBTERRÁNEAS

El agua subterránea es utilizada para el abastecimiento de agua potable, tanto


en viviendas individuales, como en aglomeraciones urbanas, en proyectos
agropecuarios para riego y para uso animal; igualmente, muchas industrias
consumidoras de grandes cantidades de agua hacen uso de este recurso.

Uno de los aspectos que hacen particularmente útil el agua subterránea para el
consumo humano es la menor contaminación a la que está sometida y la
capacidad de filtración del suelo que la hace generalmente más pura que las
aguas superficiales. Además que este recurso es poco afectado por períodos
prolongados de sequía.

La utilización del agua subterránea se ha venido incrementando en el mundo


desde tiempos atrás y cada día gana en importancia debido al agotamiento o
no existencia de fuentes superficiales. Se estima que más de la mitad de la
población mundial depende del agua subterránea como fuente de agua potable.
Grandes ciudades como Bangkok, Mombara, Buenos Aires, Miami y Calcuta
usan el agua subterránea para el abastecimiento de su población (Coughanowr,
1991). La explotación acelerada del recurso agua subterránea ha causado
muchos problemas en muchos lugares de la tierra. En Ciudad de Mexico, con
una población de más de 20 millones de personas, el agua subterránea es casi
la única fuente de agua potable. La explotación del acuífero ha producido una
baja de los niveles piezométricos de casi un metro por año, lo que ha traído
graves problemas de subsidencia.

3
En Colombia existen regiones como el Valle del Cauca y el Urabá Antioqueño
donde el agua para riego depende casi que exclusivamente de las aguas
subterráneas. En la primera de las regiones antes mencionadas, se bombean
anualmente 1200106 m³, que representan solo el 40% del potencial total de
los acuíferos lo que da una idea de la magnitud del recurso de esa zona
(Azcuntar, 1992).

En Urabá la explotación del banano (segundo renglón agrícola de exportación


de Colombia actualmente) depende en gran parte de los recursos de agua
subterránea de esa zona. En 1993 el volumen diario de explotación de agua
subterránea en Urabá era de unos 58000 m³, de los cuales el 65% se usaba en
la agricultura y el resto en la industrial y abastecimiento público
(INGEOMINAS, 1993).

En el norte del país, principalmente en los departamentos de Guajira y Sucre,


casi que el agua subterránea es la única fuente de abastecimiento de agua, para
consumo humano. En Sucre el 91.7% del área urbana se abastece de fuentes
subterráneas, captadas a través de pozos profundos. En promedio se extraen
217.7 L/hab/día (Donado et al 2002)

La región del norte de Colombia donde se utiliza el agua subterránea en mayor


porcentaje para regadío y ganadería es la que corresponde a los valles del río
Cesar y Arigua, (Huggett, 1988).

En los campos petroleros donde hay extracción de petróleo con recuperación


secundaria se usa el agua subterránea en forma amplia, como en el campo
casabe, en el Municipio de Yondó, Antioquia

Sin embargo, todavía en Colombia no está muy desarrollada la explotación


racional de los recursos en aguas subterráneas. En los últimos años una serie
de entidades, tanto a nivel regional como de todo el país, han impulsado
ciertos programas tendientes a conseguir dicho objetivo. Entre las principales
puede mencionarse la CVC en el Valle del Cauca, e INGEOMINAS con

4
estudios de evolución de este recurso en regiones tales como la Guajira.

Las aguas subterráneas en Colombia jugarán en el futuro un papel de enorme


importancia, bien sea como una alternativa tecnológica para la explotación del
recurso, en áreas donde su costo pueda competir con la utilización de agua
superficial, o como única alternativa disponible en regiones donde el balance
demanda-disponibilidad presente situaciones críticas.

El agua subterránea tiene importancia también como componente esencial del


ciclo hidrológico y como reserva fundamental. Así por ejemplo, a escala de
todo el globo terrestre las reservas en agua están distribuidas
aproximadamente como se muestra en la Tabla 1.1. De dichas aguas el 97.2%
es agua salada y sólo el 2.8% es agua dulce que se reparte a su vez en el 2.2%
en agua superficial y el 0.6% en agua subterránea. Del agua superficial el
2.15% está en los glaciares, el 0.01% en lagos y el 0.0001% en ríos y en
corrientes. Del 0.6% correspondiente a agua subterránea el 0.3% resulta
económicamente explotable y el resto se encuentra a profundidades mayores
de 800 m, lo que hace poco viable su extracción para fines prácticos. De lo
anterior puede verse el enorme potencial que representan las aguas
subterráneas como fuente de agua potable en nuestro planeta.

TABLA 1.1. Distribución del agua en la tierra.

km3x106 %
Océanos 1320 97.2
Glaciares y nieves
perpetuas 30 2.15
Aguas subterráneas a
menos de 800 m 4 0.31
Aguas subterráneas a
más de 800 m 4 0.31

Desde otro punto de vista, es necesario estudiar el movimiento y distribución


del agua subterránea por los efectos desastrosos que puede causar en las obras

5
civiles, tales como taludes, minas, fundaciones, etc. El papel desastroso del
agua se traduce en efectos fisicoquímicos de degradación de los materiales
(roca, suelo), acciones mecánicas (fuerzas hidrostáticas y dinámicas) que en
ciertas circunstancias destruyen el equilibrio de macizos naturales o artificiales
(represas, túneles, etc.). Tales rupturas de equilibrio pueden conducir a
catástrofes (Malpasset en Francia, Vayont en Italia, Villatina y Quebrada
Blanca en Colombia) deslizamientos de terrenos, frecuencia de grandes
cantidades de agua en túneles y galerías, que dificultan los trabajos y
aumentan los costos.

La habilidad del agua subterránea para disolver los minerales de las rocas y
redistribuir grandes cantidades de masa disuelta tiene importantes aplicaciones
en la génesis química, economía de la mineralización y trabajo geológico en
general (Domenico, 1987) y es la clave para el transporte de materiales y calor
en procesos metasomáticos. Los procesos metamórficos no pueden ser
totalmente examinados en ausencia de una fase líquida, el agua es el principal
catalizador de las reacciones y recristalización de los minerales existentes
(Yoder 1955, citado por Domenico, 1987)).

Los fenómenos de escurrimiento del agua en el suelo tienen pues una


importancia capital para muchas ramas de la ingeniería: la construcción, la
minería, la hidrogeología.

De lo anterior se desprende la importancia del conocimiento de los recursos en


aguas subterráneas, su hidráulica, la evaluación de las reservas y su
explotación racional y conservación.

A manera de resumen, puede afirmarse que las aguas subterráneas constituyen


un recurso natural de gran importancia para el hombre en razón
principalmente de:

 Su abundancia relativa con respecto a las aguas superficiales.


 La regularidad de los caudales debido a las características de su
almacenamiento natural.

6
 Su protección contra las pérdidas por evaporación.
 Su protección contra la polución superficial a la cual están constantemente
sometidas las aguas de ríos y lagos.
 Su estrecha relación con las corrientes de superficie ya que éstas obtienen
de las capas acuíferas la mayor parte de su caudal.

Para su adecuada explotación deben considerarse aspectos como:

 Sobrexplotación.
 Contaminación.
 Uso conjunto de aguas subterráneas y superficiales.
 Área de recarga.

1.2. CONCEPTO DE HIDROLGEOLOGÍA

La definición y los términos utilizados para denominar el estudio de las aguas


subterráneas han variado a través del tiempo. Actualmente se aceptan como
términos adecuados los de hidrología subterránea (para diferenciarla de la
hidrología de superficie, división ésta introducida por Meinzer en 1942),
hidrogeología o geohidrología.

Así pues, puede decirse que la hidrogeología hace parte de la hidrología


general considerando ésta como "la ciencia que trata de las aguas terrestres, de
sus maneras de aparecer, de su circulación y distribución en el globo, de sus
propiedades físicas y químicas y sus interacciones con el medio físico y
biológico y sus reacciones a la acción del hombre", definición ésta adoptada
por el Comité Coordinador del decenio hidrológico internacional iniciado en
1965 bajo patrocinio de la UNESCO.

Puede entonces definirse la hidrología subterránea como "aquella parte de la


hidrología que estudia el almacenamiento, la circulación y la distribución de
las aguas terrestres en la zona saturada de las formaciones geológicas,

7
teniendo en cuenta sus propiedades físicas y químicas, sus interacciones con el
medio físico y biológico y sus reacciones a la acción del hombre".

1.3. LA HIDROGEOLOGÍA EN EL CAMPO DE LAS CIENCIAS

La hidrogeología es una rama del conocimiento que se basa y utiliza el


concurso de muchas y muy variadas disciplinas, una de las principales es la
geología ya que son precisamente las formaciones geológicas las que
constituyen el medio donde se almacena y se mueve el agua subterránea. Sin
un conocimiento básico de ciertos aspectos de la geología es imposible un
estudio de los recursos en aguas subterráneas y mucho menos su explotación
racional.

Otras disciplinas son:

 La hidroquímica que permite el conocimiento de las características químicas


del agua que va a ser explotada, aspecto éste esencial tanto desde el punto de
vista técnico como en lo que se relaciona con la utilización.

 La mecánica de los fluidos para poder estudiar las leyes que rigen el
movimiento de un fluido en un medio poroso.

 La hidrología de superficie ya que los recursos superficiales están


íntimamente relacionados con las aguas subterráneas.

 La climatología para evaluar la precipitación y la evapotranspiración,


factores esenciales desde el punto de vista cuantitativo, en particular en lo
relativo a la recarga de los acuíferos.

 La estadística, en particular con el desarrollo de nuevos métodos basados en


variables aleatorias que permiten estimar los recursos en aguas subterráneas
de una región dada.

8
1.4. BREVE RECUENTO HISTÓRICO DE LA HIDROGEOLOGÍA

Aunque teorías oscuras y míticas prevalecieron por miles de años, acerca del
origen de fuentes y manantiales de aguas subterráneas, su utilización es
conocida desde tiempos antiquísimos. En efecto, muchos siglos antes de
nuestra éra los pueblos del Oriente Medio construían obras de captación de
dichas aguas y el uso de los pozos excavados desde la superficie estaba
bastante generalizado.

Tolman (1933) reportó que los chinos construyeron pozos entubados en


bambú, con profundidades de más de 1500 m, con diámetros de 2 a 10 m, que
tomaban hasta tres generaciones para construirse. Se usaron muchos
mecanismos para extraer agua de estos primitivos pozos, empleando la fuerza
humana o la animal. Sin embargo, el sistema más notable de extraer agua
subterránea, no requería ningún tipo de mecanismo: Los persas, 800 A.C.,
desarrollaron un sistema de extracción por medio de túneles y canales que
drenaban por gravedad, llamados Kanats. Hay gran número de Kanats, aún
funcionando que cubren regiones áridas del sudoeste de Asia y Afganistán. En
Irán hay hoy en día aproximadamente 22000 kanats que suplen las 3/4 partes
del total del agua usada en el país. P. Beaumont, en 1971, se refería al más
largo de ellos, cerca de Zarand. Este tiene 29 km. de longitud y no menos de
966 pozos a lo largo de su recorrido; generalmente éstos son poco profundos,
sin embargo se han encontrado algunos cuyas profundidades exceden los 250
m. Los caudales de estos pozos no sobrepasan los 100 m3/h.

No obstante lo anterior, fue sólo en el primer siglo de nuestra era cuando el


arquitecto romano Marco Vitrubio expuso la primera teorización correcta e
importante, determinando que el agua subterránea se originaba principalmente
de la infiltración de las lluvias y de la nieve que se funde a través de la
superficie y que dichas aguas aparecían luego nuevamente en las zonas bajas.

Durante la Edad Media y el Renacimiento no hubo avances significativos en


los conceptos teóricos de la hidrogeología, a pesar de los importantes trabajos

9
de Leonardo Da Vinci, reconocidos solamente siglo y medio más tarde. Sólo
se desarrolló en occidente la técnica de la perforación de pozos por el método
de percusión, aunque cabe anotar que los chinos ya utilizaban dicho método
desde 1500 años antes. Se desarrolló mucho el uso de los pozos emergentes o
pozos artesianos, los cuales derivaron su nombre de la región de Artois en
Francia que se hizo famosa precisamente por la gran cantidad de dichos pozos
que allí se encontraban.

Como ciencia puede considerarse que la hidrología comienza propiamente a


partir del siglo XVII. Investigadores como los franceses Pierre Perrault (1608-
1680) y Edmé Mariotte (1620-1684) y el inglés Edmund Halley hicieron ver el
papel de la infiltración, del agua subterránea y de la evaporación en el ciclo
hidrológico. Sin embargo, el inicio de la hidrogeología sólo puede ubicarse a
partir del surgimiento y desarrollo de la geología a partir del siglo XVIII y de
la consiguiente aplicación de ciertos principios geológicos al tratamiento de
algunos problemas hidrológicos, en particular por William Smith. En 1839-
1840 Hazen y Pouiseuille desarrollan la ecuación del flujo capilar y en 1856 el
francés Henri Darcy estableció la ley matemática que rige el flujo subterráneo
y publicó su obra "Les fontaines publiques de la Ville de Dijon".

En 1863 otro francés, Jules Dupuit, desarrolla la fórmula para calcular el flujo
del agua en los pozos en régimen permanente, a partir de la aplicación de la
ley de Darcy.

En el presente siglo se ha desarrollado mucho la hidrología subterránea, en


particular sobre la base de la aplicación de la mecánica de los fluidos al
movimiento de los líquidos en un medio poroso. En 1935 el norteamericano
Theis presenta su trabajo sobre el flujo del agua en los pozos para un régimen
transitorio. Después de la segunda guerra mundial la hidráulica de las aguas
subterráneas tuvo avances significativos, debido principalmente al problema
de evacuación de desechos radioactivos de plantas nucleares, ya que se
empezaron a estudiar los efectos que tendría enterrar éstos en las formaciones
geológicas y en las aguas que almacenaban, lo que obligó a los investigadores
a profundizar en el conocimiento de su hidráulica.

10
En los últimos años se ha presentado un elemento nuevo para el estudio de los
recursos hidrogeológicos cual es la aplicación de las variables regionalizadas y
la inferencia estadística a tales problemas.

Actualmente puede decirse que hay dos corrientes en lo que se relaciona a la


investigación en hidrogeología: de una parte la investigación matemática
mediante la aplicación de las leyes que rigen el flujo en un medio poroso, y de
otro lado el método naturalista basado en la observación y en la
experimentación sobre el terreno y que ha sido preconizado principalmente
por los geólogos. Sin embargo, un uso apropiado de las dos metodologías
parece ser el camino más correcto para el conocimiento y evaluación de los
recursos en aguas subterráneas.

11
Capítulo 2
EL CICLO HIDROLÓGICO

16
17
Aunque la hidrogeología se refiere exclusivamente al estudio del agua
subterránea, un hidrogeólogo debe comprender todos los aspectos del ciclo
hidrológico, ya que las aguas subterráneas no representan más que una parte
del ciclo hidrológico total del agua.

El agua en la naturaleza sigue un movimiento cíclico permanente de un sitio a


otro, pasando por diversos estados: sólido, líquido y gaseoso. El agua en
estado líquido se encuentra en la atmósfera, lagos, mares, ríos, lluvia y en el
suelo y subsuelo, siendo esta última el objeto de estudio particular desde el
punto de vista hidrogeológico. El agua en el suelo se distribuye de la manera
siguiente: la zona más cercana a la superficie constituye la zona denominada
no-saturada, en la cual el agua se encuentra en los vacíos o poros
conjuntamente con aire y está sometida principalmente a fuerzas de
capilaridad; a partir de una cierta profundidad el agua llena completamente los
vacíos del suelo siendo ésta la llamada zona saturada, donde el agua está
sometida principalmente a fuerzas gravitacionales y a resistencias viscosas.

Finalmente, el agua en estado sólido se encuentra bajo las formas de nieve,


hielo o granizo y el agua en estado gaseoso la constituye el vapor de agua
presente en la atmósfera.

18
2.1. DESCRIPCIÓN DEL MOVIMIENTO DEL AGUA

El agua que se encuentra en la atmósfera en forma de vapor se condensa en


nubes, las cuales originan las precipitaciones (P) en forma de nieve, lluvia o
granizo. Una parte de dichas precipitaciones se evapora nuevamente antes de
llegar a la superficie del suelo y la otra cae al suelo por la acción de la
gravedad. De esta última, una parte es interceptada por la vegetación o por
otras superficies y luego se evapora igualmente y la otra entra en contacto
directo con el suelo o con cuerpos de agua (lagos y mares principalmente).
Aquella que cae al suelo puede alimentar la red hidrográfica directamente
(escorrentía superficial), almacenarse en algunas partes de la superficie
(almacenamiento superficial) o penetrar en el suelo y subsuelo (infiltración)
para de esta manera alimentar las reservas de las capas acuíferas. Ver Figura
2.1.

La energía calorífica proveniente del sol evapora parte del agua que está en las
superficies libres (lagos, mares, etc.), en la red hidrográfica y en la superficie
del suelo. De igual manera una parte del agua que está en la zona no-saturada
del suelo se evapora directamente o se absorbe por las plantas las cuales a su
vez le devuelven a la atmósfera en forma de vapor mediante el mecanismo de
transpiración. Estos fenómenos son generalmente designados con el término
de evapotranspiración. En cuanto al agua que se ha infiltrado en las zonas
más profundas de la corteza terrestre y que alimenta las capas acuíferas, puede
alcanzar más profundidad, o pasar a alimentar el flujo de los ríos, o retornar
directamente a los mares a causa de la percolación, donde se inicia
nuevamente el ciclo.

La Figura 2.1 es una representación del ciclo hidrológico.

De la anterior descripción se desprende lo siguiente:

 Las fuentes principales de energía que mueven el ciclo del agua a través de
sus diferentes fases son la energía calorífica proveniente del sol y la energía
gravitacional.

19
FIGURA 2.1. El ciclo hidrológico.

16
Las fases del ciclo son las siguientes:

Precipitación (P)
Evapotranspiración (ET)
Escorrentía superficial (ESD)
Infiltración (I)

En el desarrollo de estos procesos el agua se encuentra, como ya se anotó, en


diferentes estados y en distintos almacenamientos. Así una partícula de agua
que dé el ciclo completo y que se encuentra en el océano pasa, en razón de la
evaporación, a la atmósfera en forma de vapor; después de un cierto tiempo se
condensa y cae a la superficie bajo la forma de lluvia y luego como escorrentía
superficial o subterránea, puede volver al mar. Ligado a lo anterior aparece un
concepto importante cual es el de tiempo de residencia que da una idea del
orden de magnitud del tiempo medio que una partícula de agua permanece en
cada emplazamiento. En la Tabla siguiente aparecen los tiempos medios de
residencia.

TABLA 2.1 Tiempos medios de residencia.

Emplazamiento Tiempo medio de residencia

Océano 3000 años


Ríos 15-20 días
Lagos de agua dulce 10 años
Lagos de agua salada 150 años
Zona no-saturada del suelo Semanas a años
Casquetas polares y glaciares Miles de años
Agua subterránea Decenas a miles de años
Atmósfera (vapor de agua) 8-10 días

Puede verse cómo el ciclo del agua tiene lugar en tres medios diferentes que
son: la atmósfera, la superficie del suelo y el subsuelo. Estos tres niveles

16
definen a su vez tres campos de estudio: la hidrometereología o estudio de las
aguas atmosféricas, la hidrología de superficie y la hidrología subterránea,
todos ellos fuertemente relacionados.

2.2. BALANCE DE AGUA PARA UNA CUENCA HIDROLÓGICA

Un balance hídrico ya sea global, ya sea a nivel de una cuenca o de una zona
más reducida (un acuífero por ejemplo) se establece siempre sobre la base de
la ecuación de continuidad:

Entradas = Salidas  Variación de almacenamiento

Esta ecuación se aplica igualmente para un tiempo cualquiera, considerándose


que para tiempos relativamente grandes la variación de almacenamiento es
prácticamente despreciable y que por consiguiente las entradas son iguales a
las salidas.

Considerando la cuenca como un volumen de control, la ecuación de


conservación de masas se puede escribir en términos de volumen como:

dV (2.1)
 IO
dt

Donde: V, volumen de agua dentro del volumen de control; t , tiempo; I,


volumen que entra y O, volumen que sale del volumen de control,
respectivamente.

Si se considera la representación esquemática de una cuenca, figura 2.2, la


ecuación de balance puede escribirse así:

dV (2.2)
 P  ESD  q we  EVP  q ws
dt

17
Donde:

P: precipitación

FIGURA 2.2 . La cuenca como volumen de control

ESD: escorrentía superficial directa


EVP: evapotranspiración real
qwe: flujo subterráneo que entra
qws: flujo subterráneo que sale.

Todos los anteriores términos se pueden expresar en unidades de L3T-1. Así


el caudal, Q, de una corriente se puede expresar como:

Q  ESD  q ws (2.3)

Ahora, si el balance se considera sobre un período de tiempo suficientemente


largo (t1 año) donde, la variación en el almacenamiento sea despreciable
(dV/dt=0), se puede obtener de las ecuaciones 2.2 y 2.3:

18
Q  P  EVP  q wE (2.4)

Frecuentemente qwe es despreciable y la ecuación anterior se puede escribir


como:

Q=P-EVP (2.5)

Conviene aclarar que no siempre los límites geográficos de la cuenca


hidrográfica son los límites de los acuíferos, ver Figura 2.3. Si existen
estructuras geológicas permeables, hay necesidad de considerar los aportes qwe,
en la ecuación de balance.

FIGURA 2.3 Mecanismo de aporte de aguas de otras cuencas.

Hay que tener en cuenta también los posibles aportes o pérdidas hacia las
capas profundas. Sin embargo, para estas capas el ciclo hidrológico es mucho
más largo que para las capas acuíferas superficiales y no está ligado por lo
tanto al ritmo climático actual. Ese ciclo hidrológico es de orden geológico (de
algunos milenios a centenas de miles de años. La variación de las reservas de

19
las capas profundas presenta una duración superior a la del período
considerado para hacer el balance y por consiguiente no es tenida
generalmente en cuenta.

Una de las variables que presenta mas dificultad para su determinación en el


ciclo hidrológico es la evapotranspiración real, la cual es el efecto
combinado de la evaporación del agua del suelo y la transpiración a través
de las plantas y seres vivos.

La transpiración es variable en el tiempo y en el espacio; en el tiempo por


que está afectada por factores climáticos tales como la radiación solar,
vientos, temperatura, etc., y es también variable en el espacio ya que cada
tipo de planta evapora agua a distinta intensidad, dependiendo del suelo y
latitud en que se encuentren.

Para predecir con certeza la evapotranspiración real se deben conocer tanto


la humedad del suelo como la transpiración provocada por las plantas. Un
parámetro que mide la humedad es la capacidad de campo, que el grado de
humedad de una muestra que ha perdido su agua gravífica o agua que puede
circular por efecto de la gravedad. La capacidad de campo puede suponerse
igual a la humedad cuando se somete a una presión de 0.1-0.3 bares.

En el cálculo de la infiltración eficaz, definida como la lámina de agua que


alcanza la zona saturada, la capacidad de campo juega un papel muy
importante ya que solo después de que el suelo alcance una humedad igual a
esta capacidad se produce una recarga hacia la capa saturada.

La intensidad de agua transpirada puede exceder la intensidad de agua de


suministro del suelo, o superar la capacidad de conducción del agua de los
tejidos vegetales entre las raíces y las hojas. Si esta situación persiste se
reduce el contenido de agua de los tejidos vegetales y la planta se marchita
(Norero, 1984).

El punto de marchitez será el contenido de agua existente en el suelo que no

20
es potencialmente aprovechable por la planta. La poca agua que la planta
adquiere se debe a altas tensiones de succión por las raíces lo cual incide en
bajos rendimientos de producción de follaje. El punto de marchitez puede
determinarse de manera similar a la de la capacidad de campo en el
laboratorio, sometiendo la muestra a una presión de 15 atmósferas y
hallando después su grado de humedad. (SAI, 1987 y UNESCO, 1981).

La capacidad de campo depende obviamente del tipo de suelo. Por ejemplo


en la zona del cercano oriente Antioqueño, (Rionegro, La Ceja, Marcella,
Guarne, Santuario) se tiene un perfil de suelo, tal como se muestra en la
Figura 2.4 (Universidad Nacional de Colombia, 1996). En este tipo de suelo
la capacidad de campo es del 40.36 % y el punto de marchitez el 22.96 %.

La tabla 2.2 muestra capacidades de campo y puntos de marchitez para


diferentes tipos de suelos.

TABLA 2.2 Capacidad de campo y punto de marchitez

TEXTURA SUELO CAPACIDAD PUNTO


CAMPO MARCHITEZ
Arenoso 9% 2%
Arenoso-franco 14% 4%
Franco arenoso-limoso 23% 9%
Franco arenoso +materia 29% 10%
orgánica
Franco 34% 12%
Franco arcilloso 30% 16%
Arcilloso 38% 34%
Arcilloso con buena 50% 30%
estructura

La disponibilidad de agua en el suelo está limitada por la magnitud de


transpiración por esto se hace necesario distinguir entre evapotranspiración

21
máxima o potencial y evapotranspiración real.

La evapotranspiración potencial se define como la evapotranspiración que


realmente ocurrirá sobre una determinada área, si el suministro de agua es
ilimitado tanto para el estoma de las plantas como para la superficie del
suelo. Se ha encontrado que este valor es función esencialmente de las
variables meteorológicas y de la rugosidad de la superficie del suelo.

22
FIGURA 2.4 Perfil del suelo en una zona del oriente antioqueño.

La evapotranspiración desde la superficie libre de agua de un lago podría ser

23
un ejemplo de la evapotranspiración potencial. Esta variable es una de las
que más influyen el cálculo de la recarga y su estimación confiable es uno de
los retos actuales de la hidrología.

Existe en la literatura gran cantidad de métodos para calcular o estimar la


evapotranspiración ya sea por métodos directos o métodos indirectos. Uno
de los métodos directos más populares son los tanques evaporímetros. El
más común es El Tanque Evaporímetro Clase A, utilizado por el U.S Water
Bureau. Es un depósito cilíndrico de chapa galvanizada con un diámetro de
120 cm y 25.4 cm de altura, instalado sobre un enrejado de madera, a unos
15 cm del suelo. El nivel del agua debe mantenerse en días sucesivos entre
dos señales a 20 y 17.5 cm del fondo del recipiente. La medición se efectúa
apoyando en un tubo de nivelación un tornillo micrométrico que tiene un
extremo en forma de gancho cuya punta se enrasa con el nivel del agua.

La evaporación (E) procedentes de lagos y embalses se estima a partir de los


datos del evaporímetro, por :

E  KT  ET (2.6)

donde ET es la evaporación desde el recipiente o tanque de evaporación y K


es un coeficiente del tanque evaporímetro. El coeficiente del tanque varía de
0.6 a 0.8 siendo el valor más usado de 0.7. El valor de K depende de
factores tales como la velocidad del viento, la humedad relativa, y distancia
del tanque a zonas con vegetación. Hay una gran variación en el valor del
coeficiente empírico, K, debido a estos factores, pero el método puede
proporcionar una primera aproximación, muy útil, de la evaporación anual
en un lago. La Tabla 2.3 da valores de este coeficiente (McWhorter y
Sunada, 1977).

Existen numerosos métodos indirectos para estimar la evapotranspiración


potencial y la real, todos basados en parámetros climáticos tales como la
TABLA 2.3 Valores de coeficiente KT de tanque (McWhorte y Sunada,
1977).

24
Coeficiente K
Humedad Relativa %
Longitud de zona
Viento km/día cultivada en 20 - 40 40 - 70 > 70
dirección del viento
Ligero< 170 km/d 0 0.55 0.65 0.75
10 0.65 0.75 0.85
100 0.70 0.80 0.85
1000 0.75 0.85 0.85
Moderado 0 0.50 0.60 0.65
170-425 km/d 10 0.60 0.70 0.75
100 0.65 0.75 0.80
1000 0.70 0.80 0.80
Fuerte 0 0.45 0.50 0.60
425-700 km/d 10 0.55 0.60 0.65
100 0.60 0.65 0.70
1000 0.65 0.70 0.75
Muy fuerte 0 0.40 0.45 0.50
> 700 km/d 10 0.45 0.55 0.60
100 0.50 0.60 0.65
1000 0.55 0.60 0.65

humedad relativa, número de horas de sol, velocidad del viento, etc.. El


IDEAM (Dobrea y Guzmán, 1977) hizo un estudio de la evapotranspiración
en Colombia y su estimación, usando parámetros climáticos.

Como resultado de este trabajo, J .B. García y J. D. López, 1970, proponen


la siguiente expresión:

EPT  1.21  10 n  1  0.01 H R   0.21 T  2.30 (2.7)


7.45  T
n
234.7  T

H R medida a las 8:00 a .m   H R medida a las 14:00 p.m 


HR 
2

25
donde :

EPT : Evapotranspiración potencial (mm/día).


T : Temperatura media diaria del aire en °C.
HR : Humedad relativa media diurna (%).

Existen además otras expresiones empíricas basadas en correlaciones entre


la evapotranspiración y parámetros climáticos para una región en particular.
Ejemplo de estas, son la fórmula de Thornthwaite desarrollada para una
región del este de los Estados Unidos, la fórmula de Blaney Criddle
desarrollada para una región árida del oeste americano y muchas otras como
la de Turc. En recientes trabajos hechos en la Universidad Nacional, sede de
Medellín se han empleado además, la ecuación propuesta por Cenicafé y la
evapotranspiración real se halla transformando la potencial por medio de la
ecuación de Budyko. Estas fórmulas se presentan a continuación.

 Turc Modificado.

 R g  50
 T 
ETP  K  (2.8)
 T  15 
para una humedad relativa media mensual superior al 50% y

 50  H R 
 R g  50 1 
 T 
ETP  K   (2.9)
 T  15   70 
para una humedad relativa media mensual inferior al 50%.
ETP es la evaportranspiración real en mm/mes, K es una constante igual a
0.40 para meses de 30 y 31 días, 0.37 para el mes de febrero y 0.13 para 10
días, T es la temperatura media mensual en grados centígrados, Rg es la
radiación solar global incidente del mes considerado expresada en
cal/cm²/día.

26
 Ecuación de Cenicafé.

Obtenida por el Centro Nacional de Estudios del Café a partir de


correlacionar los valores obtenidos de aplicar el método de Penman a los
datos de las estaciones climáticas en Colombia (Jaramillo, 1989). Su cálculo
es sencillo, ya que, la ETR, sólo depende de la altura sobre el nivel del mar.

ETR 4.658 exp  0.0002 h  (2.10)

ETR es la evaporación potencial en mm/día y h es la cota sobre el nivel del


mar en m.

 Ecuación de Thornthwaite
a
 T
ETP  1.6 10  (2.11)
 I

ETP es la evaporación potencial en cm/mes, T es la temperatura media


mensual en grados centígrados, I es el índice calórico anual dado por:
  Tanual 1.514 
I  12   
  5  
(2.12)
 

El exponente a está dado en función de I como se muestra a continuación,

     
a  675 109 I3  771 107 I2  179 104 I  0.492 (2.13)

 Budyko.

27
1 (2.14)
  P   ETP   ETP  
2
ETR  ETP  P  tanh   1  cosh    senh   
  ETP    P   P  

ETR es la evaporación real, P es la precipitación, ETP es la evaporación


potencial en mm por el período considerado. Esta ecuación será utilizada
para transformar los registros de ETP (Evapotranspiración potencial) a ETR
(Evapotranspiración real) que es la que interesa en el momento de realizar el
balance.

La Tabla 2.4 es un ejemplo de la discrepancia de valores hallados por las


diferentes metodologías. Los datos que se usaron fueron los de la estación
La Selva, del IDEAM, en Rionegro Antioquia.

Una revisión completa de todos estos métodos con sus ventajas y


desventajas, y su aplicación en Colombia puede verse en la referencia,
Universidad Nacional de Colombia, 1997.

TABLA 2.4 Valores promedios multianuales de ETP (Universidad


Nacional de Colombia, 1996).

Método ETP (mm)

Blaney 1169.51
Chistiansen 782.87
García y López 733.80
Hargreves 873.71
Thornthwaite 736.63
Tanque K=1.0 1206.83
Tanque K=0.8 965.44

EJEMPLO 2.1

28
Una pequeña isla del Caribe con una superficie de 5.400 km² recibe una
precipitación promedia anual de 1350 mm. La isla es esencialmente plana y
compuesta de un limo meteorizado altamente permeable. Este tiene una alta
capacidad de infiltración que previene una excesiva escorrentía. El acuífero
descarga al mar. La isla no está desarrollada y no se usan cantidades
significativas de agua por el hombre. La isla está cubierta con pastos,
freatofitas y otras plantas. Las freatofitas comprenden el 35% de la superficie.
El coeficiente de uso de agua para los pastos es de 0.6. La evaporación de un
tanque clase A USWB localizado a unos 10 m del terreno donde hay pasto es
1905 mm

El viento es moderado y la humedad relativa promedio es 78%. Estimar la


descarga anual del acuífero al mar (Tomado de McWhorte y Sunada, 1977).

Solución:

Como la capacidad de infiltración del limo meteorizado es muy alta, se supone


que toda la precipitación se infiltra inmediatamente; en las aguas ya infiltradas
se produce una evapotranspiración causada por el tipo de plantas que se
tienen, pastos y freatofitas. Si se considera un período de un año, donde no
hay cambios en la cantidad de agua almacenada el balance puede establecerse
así:
P = ET + q
donde:

P : Precipitación.
ET : Evapotranspiración real.
q : Descarga al mar.

Además:
ET = E Tpastos + E Tfreatofitas

Si la evaporación se estima como en este caso con un tanque evaporímetro, se

29
tiene que:
E = KT ET

donde:

KT : Coeficiente de Tanque.
ET : Evaporación en el tanque.
E : Evapotranspiración real.

El coeficiente de tanque KT, depende de condiciones como velocidad del


viento, humedad, distancia del tanque a la vegetación que según la Tabla 2.2
ese coeficiente de tanque es 0.75, lo que implica que la evaporación debida a
pastos y a freatofitas es:

ETPastos  190.50  0.75  0.65  0.60


ETPastos  55.72 cm

ETFreatofitas  190.50  0.75  1.00  0.35


ETFreatofitas  50.00 cm

O sea que la recarga, R, es:

R= q  P  ET
q  135.00  55.72  50.00
q  29.30 cm

En el ejemplo anterior la infiltración eficaz se calculó directamente de la


ecuación de balance hídrico. Cuando se tiene una corriente instrumentada,
la llamada curva de recesión puede servir para estimar la infiltración pues es
un hecho bien reconocido en hidrología que el caudal en períodos sin lluvia
proviene del agua de los acuíferos cercanos a la corriente.

Una de las formas más conocidas de esta ecuación es:

30
q( t )  q 0 e  k t (2.13)

donde :

q(t) : Caudal en un tiempo t


q0 : Caudal inicial
k : Constante de recesión.

Se ha demostrado que la constante de recesión k depende de parámetros


morfométricos de la cuenca y de parámetros del acuífero adyacente al cauce.
En una zona del departamento de Antioquia se hizo un estudio sobre curvas
de recesión (Blandón y Saldarriaga, 1997) y se encontró el coeficiente de
recesión como una función del área, densidad de drenaje, ancho y pendiente
promedio de la cuenca. El ejemplo 2.2 muestra como puede utilizarse la
curva de recesión para el cálculo de la infiltración efectiva.

EJEMPLO 2.2

La Figura 2.5 muestra el hidrograma del río Axe en Inglaterra en los años
1964-1965. Su cuenca tiene un área de 7.03 millas2, una precipitación anual
de 39" y una evaporación real de 19".

a) Determinar la componente del agua subterránea y expresarla en forma de


porcentaje y de pulgadas de infiltración efectiva sobre la cuenca.

b) Qué tan significativa es la infiltración efectiva. (Propuesto en Rodríguez,


1981).

Solución:

Inicialmente se separa el flujo base de la escorrentía superficial directa, tal


como muestra la línea punteada en la Figura 2.5. Midiendo el área total bajo
el hidrograma se encuentra un volumen total de 638.323.200 pies3.

31
Convirtiendo este valor a lámina de agua se tiene:

L = ESD + Ie
L = V/A
Donde:

L : Lámina de agua.
ESD : Escorrentía superficial directa.
Ie : Infiltración eficaz o flujo base.
V : Volumen en pies3.
A : Area de la cuenca.

638.323.200
L  L  39"
7.03  5280 2

El flujo base es aproximadamente un 82.2 % del total, o sea que:

Ie = Componente agua subterránea = 0.822  39 = 32 pulgadas.

Para establecer el balance se tiene que tener en cuenta que la escorrentía


superficial (ESD) mas la infiltración (Ie) constituyen el caudal (Q), como se
mide en la corriente en cualquier tiempo (t). La ecuación de balance queda
entonces así:
P = E + ESD + Ie
39 = 19 + 39.

Lo anterior implica que 19 pulgadas vienen de otra cuenca, debido tal vez a
una disposición litológica especial.

32
FIGURA 2.5 Hidrograma del río Axe (Inglaterra)
16
2.3. EL AGUA SUBTERRÁNEA EN COLOMBIA

En Colombia, el Instituto Nacional de Investigaciones Geológico-Mineras


(INGEOMINAS), organismo responsable de los estudios de agua
subterránea en el país, elaboró el mapa hidrogeológico de Colombia en
escala 1: 2’500.000. Dividió el país en provincias hidrogeológicas a nivel
regional y halló las áreas potencialmente acuíferas y la calidad química del
agua subterránea. En el país se ha considerado el valle del río Cauca como
el principal acuífero, debido a su alta producción y espesor. Se encuentran
en el valle sedimentos de material grueso con permeabilidad alta a
moderada, productos de un relleno aluvial cuaternario de aproximadamente
200 m de espesor, desarrollándose allí acuíferos regionales de tipo
semiconfinado y confinado. Los rendimientos fluctúan entre 30 y 130 l/s.

En el Urabá Antioqueño existen acuíferos formados de areniscas y


conglomerados con sedimentos, con rendimientos que oscilan entre 25 - 50
l/s.

Recientemente se terminó un estudio preliminar del potencial acuífero de los


municipios del oriente de Medellín; El Retiro, La Ceja, Rionegro, Guarne,
El Carmen de Viboral, y Marinilla y se estimó una reversa potencial de
cerca de 540106 m³ de agua (Universidad Nacional de Colombia, 1996).

La Sabana de Bogotá constituida por rocas sedimentarias, tiene también un


alto potencial de agua subterránea. Actualmente se tienen registros de unos
2800 pozos con caudales que oscilan entre 1 y 40 l/s (Huggett, 1988).

La Isla de San Andrés, depende para abastecimiento de agua dulce, casi que
exclusivamente de las aguas subterráneas. En ésta región se ha producido
una intensa explotación de sus acuíferos, constituidos por rocas calizas y
sedimentos originados de estas. Esto ha ocasionado un proceso acelerado de
intrusión marina, que producirá en un futuro no muy lejano, la pérdida de
este recurso si no se toman las medidas necesarias, Se ha calculado que el
nivel seguro de explotación del acuífero son 3500 m³/d y actualmente se

31
tienen niveles de explotación muy cerca a ésta cifra (Angel, 1993).

Día a día, cobra más importancia la utilización del recurso agua subterránea
en Colombia y necesario por esto emprender campañas que permitan el
conocimiento de nuevos potenciales y un adecuado manejo del agua
subterránea para evitar en el futuro, la pérdida de este recurso tan esencial.

2.4. OTROS ORÍGENES DEL AGUA SUBTERRÁNEA

Además del ciclo del agua ya descrito, las aguas subterráneas pueden tener
otros orígenes diferentes. Las aguas subterráneas originadas en el ciclo del
agua se denominan aguas vadosas o meteóricas, las otras se denominan de
acuerdo a su origen:

 "Precipitaciones ocultas" son aguas que provienen de la condensación del


vapor de agua atmosférico en los poros del suelo.

 Aguas juveniles que son aquellas de origen profundo, como es el caso de


un magma granítico que al enfriarse expulsa un pequeño volumen de agua.
Estas aguas provienen del interior de la tierra y nunca han estado en
contacto con la superficie.

 Aguas fósiles que son aguas vadosas atrapadas en el terreno y que


permanecen en él durante miles de años. Es el caso de las aguas en el
Sahara que se estima entraron al acuífero hace 300.000 ó 400.000 años.

 Aguas geotermales que son aguas vadosas que siguen un camino


complicado, calentándose en las zonas profundas y volviendo a subir a la
superficie.

 Aguas marinas que son las aguas del mar que han invadido recientemente
los sedimentos costeros.

32
La explotación de una cuenca subterránea puede empezar con unos pocos
pozos, pero si la demanda aumenta este número puede incrementarse,
aumentando el caudal bombeado. Si éste es mayor que la recarga natural y si
el bombeo continúa sin cambios, pueden abatirse los niveles fréaticos; pero si
las entradas y salidas de una cuenca pueden regularse, un acuífero puede
funcionar óptimamente de manera indefinida, igual que lo hace un embalse
superficial..

TABLA 2.5 Comparación entre embalses subterráneos y embalses


superficiales.

Superficiales Subterráneos
Desventajas Ventajas
Dificultades en encontrar sitios Muchos sitios disponibles sin
disponibles. necesidad de ocupar áreas superficiales
Pérdidas altas por evaporación Prácticamente no hay pérdidas.
Pueden fallar súbitamente. No hay riesgo de falla.
Pueden contaminarse fácilmente. Usualmente tienen aguas puras, aunque
puede ocurrir contaminación.
El agua debe ser transportada. El sistema permite el transporte de
agua sin necesidad de tubos y canales.
El agua puede fluir por gravedad. El agua debe ser bombeada.
Usos múltiples. Usados sólo para almacenamiento y
transporte.
Aguas poco mineralizadas. El agua puede tener gran porcentaje de
minerales.
Grandes caudales. Caudales limitados.
Relativamente fáciles de investigar y Costosos y difíciles para investigar y
manejar. manejar.

33
Superficiales Subterráneos
Desventajas Ventajas
Recarga depende de la precipitación. Recarga depende de la infiltración.
Es usual considerar los pro y los contra de embalses subterráneos y embalses
superficiales. Las ventajas y desventajas de cada sistema, se pueden resumir
de acuerdo a la Tabla 2.5

34
Capítulo 3
LA GEOLOGÍA RELACIONADA CON LA
OCURRENCIA Y MOVIMIENTO DE LAS AGUAS
SUBTERRÁNEAS
38
Según Maxey (1964), la hidrogeología puede definirse como el estudio de las
interacciones entre el agua y la disposición geológica del suelo. El agua
subterránea involucra el estudio de aquella parte del agua del ciclo hidrológico
en los primeros miles de metros de la corteza terrestre. En este capítulo se
discutirán los factores geológicos básicos relacionados con el estudio de las
aguas subterráneas.

3.1. CONTROLES GEOLÓGICOS

Se considera como agua subterránea aquella parte del agua del ciclo
hidrológico que está bajo la superficie del terreno, a presiones mayores que la
atmosférica (Davist, De Wiest, 1966). Esta agua subsuperficial satura el
medio a través del cual se mueve y en el cual es almacenada. No se incluye
como agua en el medio saturado, aquellos pequeños cuerpos de agua
transitorios que pueden ser el resultado de infiltraciones muy altas durante
períodos muy lluviosos. Su ocurrencia se da en varios tipos de espacios
abiertos en las rocas, tales como fisuras, intersticios entre los granos, fracturas
y diaclasas; debido a las diferencias de presión hidrostática esta agua, está en
continuo movimiento. Se puede decir entonces que la existencia, movimiento
y almacenamiento del agua subterránea están controlados por la secuencia,
litología, espesores y estructura de los materiales que forman la tierra.

39
El movimiento y la capacidad de almacenamiento son controlados por la
permeabilidad (que mide la habilidad del agua para moverse a través del
medio poroso) y la porosidad (relación de vacíos y volumen total de material).
Se puede definir, entonces, un acuífero como una unidad litológica que
contiene agua en cantidades apreciables y que además la deja circular.

Los acuíferos pueden presentarse en cuatro distintas formaciones geológicas:

a) Depósitos de gravas y arenas no consolidadas, intercalados


frecuentemente con estratos de limos y arcillas, con pocas unidades de
carbonatos.

b) Formaciones consolidadas y semiconsolidadas de conglomerados y


areniscas, que tienen permeabilidad y porosidades primarias
(intergranulares) y secundarias (fracturas y diaclasas).

c) Formaciones carbonatadas que tienen fisuras y fracturas, que pueden


ensancharse por disolución. Tienen porosidades y permeabilidades
primarias muy pequeñas.

d) Rocas ígneas y metamórficas con fisuras y fracturas que permiten el


almacenamiento y circulación del agua.

3.1.1. Conductividad y porosidad. Los espacios abiertos, vacíos o


intersticios en las rocas son los receptáculos para almacenamiento y
circulación del agua subterránea. Son de dos tipos:

a) Poros intergranulares (primarios): se encuentran en rocas


sedimentarias clásticas consolidadas o no.

b) Poros que resultan de fisuras y fracturas, formando dos grupos:

- Rocas estratificadas fisuradas que pueden sufrir disolución, formando


canales a lo largo de las fracturas y planos de estratificación

40
(evaporitas, calizas, carbonatos).

- Rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias, que son capaces de


almacenar y transmitir agua por medio de las fisuras y fracturas.

La manera como esos poros están intercomunicados entre sí define lo que se


denomina permeabilidad o conductividad hidráulica, que mide la "habilidad"
del agua para circular por los diferentes formaciones geológicas. Lo anterior
significa que un material puede tener porosidad muy alta (Arcillas) y sin
embargo su permeabilidad ser nula, ya que los poros no están
intercomunicados.

3.2. EFECTOS DE LA ESTRATIGRAFÍA Y LA SEDIMENTACIÓN

En una región dada las formaciones sedimentarias se disponen unas sobre


otras como una pila de libros. Ellas mismas son estratificadas y consisten en
una sucesión de capas o lechos, que yacen unos sobre otros. Ver Figura 3.1.
Estas capas pueden diferir en composición textura y grado de consolidación.
La estratificación refleja los cambios en las condiciones físicas y químicas que
ocurren durante la depositación.

FIGURA 3.1 Estratificación de una roca.

41
Muchas unidades sedimentarias persisten a través de áreas grandes, sin
embargo cambian gradualmente de un lugar a otro, reflejando diferencias
locales en el ambiente geológico. Por ejemplo un río deposita material grueso
en las partes altas de la cuenca y materiales finos en las partes bajas.

La inclinación o buzamiento de los estratos puede deberse a depositación en


pendiente o a deformaciones posteriores. Los depósitos aluviales tienen
ligeros buzamientos con dirección aguas abajo de las corrientes y los
depósitos lacustres o costeros, y se vuelven casi horizontales a medida que se
alejan de la costa.

Lo anterior implica la necesidad de conocer la disposición de los estratos para


determinar las zonas de permeabilidades altas con sus respectivos espesores.

3.3. CONTROLES ESTRUCTURALES

3.3.1. Plegamientos. En muchas regiones los estratos han sido


deformados, por efecto de movimientos de la tierra, quedando plegamientos
irregulares. Los principales tipos son:

- Sinclinales: pliegues cóncavos hacia abajo, con las rocas más jóvenes hacia
el centro de la curvatura. Ver Figura 3.2.

- Anticlinales: pliegues convexos hacia arriba con las rocas más antiguas
hacia el centro de la curvatura. Ver Figura 3.3.

Estos plegamientos introducen mucha incertidumbre en la localización de


pozos productivos, siendo necesario obtener datos de campo en muchos
puntos de un área dada, para obtener un mapa que muestre las unidades más
permeables y la posición de los niveles piezométricos.

42
3.3.2. Fisuras y fracturas. Las fisuras ocurren generalmente en rocas
duras y masivas como resultado de esfuerzos de tracción y compresión
producidos por los movimientos de la tierra.

FIGURA 3.2 Sinclinal.

FIGURA 3.3 Anticlinal.

43
El espaciamiento y continuidad de las fisuras y fracturas es muy variable. Las
fisuras verticales son importantes "ductos" conductores de agua. Donde hay
un estado de fisuración bien desarrollado, el espaciamiento de este tipo de
fisuras según datos de campo puede variar entre tres y siete pies, y puede
alcanzar profundidades hasta 50 pies. Las fisuras horizontales son más
espaciadas que las verticales, decreciendo en número con la profundidad. Su
continuidad rara vez excede los 150 pies (Meinzer, 1923). Se desarrollan más
en las pendientes que en los valles.

3.3.3. Fallas. Una falla es una zona de fractura a lo largo de la cual hay
desplazamientos diferenciales. Las fallas son de tres tipos: normal, inversa y
de rumbo. Ver Figura 3.4.

FIGURA 3.4 Tipos de falla: a) Falla normal. b) Falla inversa.

44
Las fallas pequeñas afectan muy poco el agua subterránea a menos que como
las fracturas, sirvan de pequeños lugares de almacenamiento. Las fallas de
extensión, desplazamiento y profundidades considerables, afectan la
distribución y posición de los acuíferos. Pueden actuar, ya sea como barreras
o como conductos de agua, Figura 3.5.

FIGURA 3.5 Posibles efectos de una falla sobre la posición de los


acuíferos.

En vez de una falla simple y bien definida, puede haber una zona de falla con
numerosas fallas paralelas y masas de rocas fracturadas y pulverizadas,
llamada brecha de falla. Tales zonas pueden también servir como conductos o
barreras para el agua (Tolman, 1937).

Las fallas afectan las condiciones del agua subterránea, no solamente


desplazando unidades de alta permeabilidad, sino también modificando la
altitud y topografía de la superficie en los lados opuestos de la falla. Por
ejemplo, el lado elevado de una falla, puede producir una escarpa. También
puede haber cambios que se traducen en la depositación de material altamente
permeable en el lado bajo de la falla, causado por erosión de las rocas
expuestas en el lado superior, tal como se observa en la Figura 3.6.

45
FIGURA 3.6 Acuíferos formados por la erosión de las escarpas
(Meinzer,1923).

Con el tiempo, la erosión de la escarpa puede remover cualquier evidencia


topográfica de su existencia. Eventualmente puede ser cubierta por
depositación de sedimentos jóvenes sobre el área.

La depositación de material a lo largo de la falla reduce la permeabilidad. Sin

46
embargo las fallas también pueden actuar como conductos para el flujo. En
regiones donde éstas tienen profundidades considerables, las fisuras y
fracturas asociadas a ellas permiten el ascenso del agua, dando origen a las
llamadas aguas termales.

3.4 LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN LAS ROCAS ÍGNEAS Y


METAMÓRFICAS

Pocas tareas hay tan difíciles en la hidrogeología como elegir con acierto el
emplazamiento de los pozos en formaciones ígneas y metamórficas. Los
cambios bruscos que pueden presentarse en la litología y en la estructura de
estos terrenos, dificultan la prospección hidrogeológica. Además las pequeñas
fracturas, que son en este tipo de rocas las que proporcionan el caudal en los
pozos, no son fácilmente detectables por técnicas geofísicas normales.

Las muestras de rocas metamórficas y plutónicas no alteradas presentan


siempre una porosidad total inferior al 3% y casi siempre inferior al 1%. Las
permeabilidades son tan pequeñas que pueden considerarse como nulas desde
el punto de vista práctico. Sin embargo a través de fracturas y zonas
descompuestas pueden desarrollarse considerables porosidades y
permeabilidades. La permeabilidad de campo en este tipo de rocas puede ser
del orden de 1000 veces la permeabilidad medida en el laboratorio.

Las permeabilidades debidas al fracturamiento de rocas no alteradas oscilan a


partir de una cierta profundidad, entre 0.001 y 10 m/día.

La meteorización química de las rocas cristalinas produce el llamado


saprolito, con porosidades que pueden variar entre 40 - 50 %. Este material
como un embalse subterráneo, almacenando el agua infiltrada, y alimentando
el caudal que circula por fisuras y fracturas en este tipo de rocas.

En regiones sometidas a una meteorización fuerte, los efectos de la

47
descomposición meteórica de las rocas pueden extenderse hasta profundidades
superiores a los 100 m. Sin embargo las profundidades mas frecuentes, en las
que estos efectos son apreciables están entre 1.5 - 15 m. La alteración
superficial de la roca puede dar lugar a formaciones muy sueltas que alcanzan
porosidades totales superiores al 35%. Por esta razón la porosidad disminuye
con la profundidad. En general, en las rocas parcialmente descompuestas, las
mayores permeabilidades se encuentran por debajo de la zona en que abunda
el material de tamaño arcilla.

Muchas rocas metamórficas y un número reducido de rocas plutónicas,


contienen minerales carbonatados, que son susceptibles de ser rápidamente
disueltos por el agua circulante.

La permeabilidad media de las rocas plutónicas y metamórficas disminuye a


medida que la profundidad aumenta, fundamentalmente por dos razones:

- El peso de las capas superiores.


- Efectos menores de la meteorización.

Las diaclasas, fallas, y demás fracturas tienden a cerrarse en profundidad por


efecto del peso de materiales supradyacentes.

Entre los agentes de alteración y descomposición superficial que originan


permeabilidad en rocas plutónicas y metamórficas se encuentran los
deslizamientos, los asentamientos y la erosión superficial la cual produce un
efecto de recarga en las rocas infrayacentes, la descomposición química, las
raíces de las plantas, la acción del hombre. Los deslizamientos y
asentamientos afectan sólo zonas poco profundas y pueden dar lugar a la
aparición de zonas de material detrítico suelto, que actúan a modo de área de
recarga y pueden llegar a constituir excelentes acuíferos. La descomposición
química actúa generalmente a profundidades menores de 100 m. La acción
del hielo y las raíces es efectiva sólo a pocos metros de profundidad.

En general en casi todos los pozos excavados en rocas plutónicas y

48
metamórficas, los caudales de explotación son bajos. Están comprendidos
entre 0.5 - 1.5 l/s.

En una misma región puede haber diferencias de caudales de un sitio al otro,


que suelen ser debidas más al grado de alteración y fracturación que a las
diferencias de composición mineralógica y textura. Los mayores caudales
corresponden a rocas carbonatadas, donde la circulación del agua tiende a
ensanchar las fracturas por disolución de los cristales de calcita y dolomita.

Un mismo tipo de roca puede proporcionar caudales diferentes aún en la


misma unidad geológica. Se obtienen por lo general mayores caudales en
climas húmedos que en climas secos por razones obvias de recarga. Se ha
comprobado que la topografía en las regiones de rocas metamórficas y
plutónicas es un factor importante por considerar en los trabajos de
prospección, Figura 3.7. La ausencia de aguas subterráneas en las pendientes
escarpadas o cerca de ellas se explica por el hecho de que en estas zonas la
erosión ha barrido gran parte de la superficie de alteración, desposeyéndolas
así de sus niveles porosos y permeables.

En general la calidad del agua subterránea suele ser excelente. Se encuentran


excepciones en el caso de regiones áridas donde puede haber concentración de
sales, por efecto de la evaporación y en lugares donde el agua salada ha
emigrado hacia el interior de las fracturas.

Las aguas procedentes de las rocas ricas en dolomita y de los mármoles suelen
poseer durezas entre moderadas y elevadas.

La contaminación biológica del agua subterránea constituye un problema en


zonas donde el suelo que recubre las formaciones acuíferas tiene poco espesor
o está ausente. A pesar de que las fracturas pueden tener frecuentemente
espesores menores de 1 mm, los organismos patógenos se desplazan en estos
acuíferos con una facilidad mayor que en los acuíferos aluviales normales.

Las rocas volcánicas que se cristalizan en la superficie producen altas

49
porosidades asociados con flujos de lava y piroclastos . Las cenizas volcánicas
tiene porosidades altas, lo que las convierte en zonas importantes para la
recarga de los acuíferos.

3.5. LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN ROCAS SEDIMENTARIAS

Las arcillas, limolitas, argilitas y otra serie de rocas detríticas de grano fino,
representan aproximadamente el 50% de todas las rocas sedimentarias. Le
siguen en importancia las areniscas, luego los conglomerados, los yesos, los
chert, tilitas y las diatomitas. Estas rocas también tiene porosidades y
permeabilidades de las formaciones.

50
FIGURA 3.7 Pozos productivos y su relación con la topografía (Citado
en Davis et al, 1971).

El espesor medio de los estratos de las formaciones sedimentarias suele estar


comprendido entre unos pocos centímetros y algunos metros. Aunque la
alternación de capas de arcilla, caliza y arenisca, suele ser la secuencia
estratigráfica más frecuente, puede ocurrir que cada estrato individual sea tan
potente, que los pozos no lleguen a atravesar mas que un solo tipo de roca, a
pesar de que pueden tener profundidades mayores de 100 m.

La mayor parte de las rocas detríticas de grano fino poseen porosidades altas,
pero bajas permeabilidades. Frecuentemente, este tipo de rocas constituye
barreras para el movimiento del agua; sin embargo es un error común creer
que a través de estos lechos confinantes no hay ningún desplazamiento de
agua. El gran volumen que ocupa los espacios porosos de las rocas de grano
fino permite el almacenamiento de grandes cantidades de agua. Aunque de
los pozos situados en ellas, no se puedan extraer grandes volúmenes de agua, a
veces es posible provocar un drenaje a través de ellas hacia los acuíferos
confinados. Por esta razón el agua almacenada en arcillas y rocas afines debe
ser tenida en cuenta, particularmente en los casos en que haya diferencias
piezómetricas importantes entre los acuíferos y las formaciones confinantes,
permitiendo un drenaje vertical de estas últimas.

En las areniscas la porosidad total varía entre un 5 y un 33%. El factor que


más influye es el tipo de cemento. Las más comunes son la arcilla, la calcita,
la dolomita y el cuarzo.

La permeabilidad de las areniscas suele ser de una a tres veces menor que la
permeabilidad de los correspondientes sedimentos no consolidados ni
cementados. Mientras que la arena media tiene una permeabilidad entre 1 - 30
m/día, los valores para las areniscas correspondientes de grano medio varían
entre 1 mm - 0.5 m/día. La permeabilidad en las rocas carbonatadas puede
variar desde menos de un mm/día en el caso de las calizas ricas en minerales
de arcilla, hasta varios miles de metros por día en el caso de brechas groseras,

51
apenas cementadas. Posiblemente la mayor transmisibilidad de casi todas las
calizas es debida a la presencia de grietas y fracturas ensanchadas por efecto
de disolución del agua.

La mayor parte de los pozos abiertos en rocas sedimentarias moderadamente


compactadas posee caudales entre 0.05 - 30 l/s. Las rocas de grano fino
proporcionan caudales del orden de 0.5 l/s. Las areniscas entre 0.5 - 15 l/s y
las calizas entre 0.5 -1.5 l/s. En rocas sedimentarias compactadas, las zonas
mas favorables para la explotación de aguas subterráneas se sitúan a lo largo
de zonas de falla y en regiones profundamente fracturadas.

3.5.1 Depositos Aluviales. Son formados por los materiales transportados por
los ríos. Los acuíferos ubicados en este tipo de depósitos son una fuente
importante de agua potable. La figura 3.7 ilustra la morfología y variación en
depósitos formados por ríos trenzados y meándricos. Estos depósitos tienen
gran variabilidad en sus propiedades hidráulicas. Los ríos trenzados se forman
en topografías donde los sedimentos tienen gran cantidad de gravas y arenas y
las velocidades son significativas debido a pendientes grandes. El
alineamiento variable de los canales y barras puede crear depósitos extensos
de arena y gravas y depósitos más pequeños de limos y arcillas que llenan
canales abandonados. Los ríos meándricos y sus correspondientes llanuras de
inundación también forman depósitos de gravas y arenas, sin embargo, los
depósitos de limos y arcillas son mucho más abundantes que en ríos
trenzados. La prospección se aguas subterráneas en este tipo de ambientes es
díficil debido a la alta variabilidad de los caudales y fuentes de sedimentos
(Freeze, 1979).

3.5.1.1 Aluviones en valles tectónicos. Muchos valles son producto más de


la actividad tectónica que de la erosión fluvial o glacial. El levantamiento de
los macizos montañosos forma cuencas. La erosión de las montañas produce
sedimentos que son transportados a los valles formando laderas y abanicos
aluviales. Los valles también se pueden formar por caídas de grandes
cantidades de corteza producidas por fallas de bloque. Los sedimentos de este
tipo de ambientes son gruesos , con conductividades hidráulicas altas que dan

52
lugar a buenos acuíferos.

3.5.2 Rocas carbonatadas. Rocas carbonatadas como la limolita y la


dolomita estan formadas principalmente por minerales como la calcita y la
dolomita con pequeñas cantidades de arcilla. Estas rocas son solubles en agua

53
FIGURA 3.7 Naturaleza de los depósitos formados en a) ríos
trenzados;b) Llanuras de inundación de ríos meándricos (Allen, 1970)

y su disolución causa ensanchamientos de planos de contacto, fracturas ,


fisuras y fallas. Este tipo de rocas puede dar lugar a lo que se conoce como
topografía carstica, que debe su nombre a la llanura de Kras en Eslovenia
(antigua Yugoeslavia) localizada a lo largo de la costa nororiental del mar
Adriático donde dicha topografía está extraordinariamente desarrollada.

Como resultado de esta solubilidad y de varios procesos geológicos a través


del tiempo se forman paisajes propios de este tipo de terrenos, caracterizados
por depresiones (llamadas dolinas), cárcavas, corrientes intermitentes y ríos
subterráneos. Las superficies freáticas em muchas zonas cársticas son casi
planas debido las altas conductividades hidráulicas. Para la formación de
Karst se requieren las siguiente condiciones: a) existencia de un ambiente
adecuado para el desarrollo de los procesos y fenómenos cársticos, b)
movimientos tectónicos y descomposición y meteorización de la superficie del
terreno, c) presencia del agua como agente meteorizante (Milanovic, 1981)

En las veredas El Plan, Media Luna y Perico de Medellín y Envigado, se han


identificado geoformas cársicas en el cuerpo ultramáfico Dunitas de
Medellín donde la disolución de la roca a través de planos de debilidad
como fracturas y fallas ha creado una red de drenaje subterránea
(Herrera,2003). Herrera, verificó la importancia de estas formaciones en el
aporte de caudal a varias quebradas de la zona; la figura 3.8 presenta un
esquema de funcionamiento de este sistema.

54
FIGURA 3.8 Funcionamiento de un sistema cárstico (Herrera 2003)

55
Capítulo 4
LOS ACUÍFEROS COMO EMBALSES
SUBTERRÁNEOS
54
Para considerar una formación como acuífera es necesario que se presenten
dos condiciones: una formación hidrogeológica permeable o embalse y la
presencia de agua subterránea. El término agua subterránea, designa toda el
agua contenida o circulante en el embalse subterráneo.

La liberación de agua del acuífero se debe a la acción de la gravedad


(acuífero libre) o a la descompresión (acuífero confinado). Las dos
condiciones están en interacción permanente, pero para facilitar su análisis
se estudiaran en este capítulo por separado.

Desde un punto de vista hidrogeológico, se pueden definir dos grandes


clases de rocas de acuerdo a su comportamiento hidrológico:

 Rocas porosas o con intersticios, caracterizadas por estar formadas por


granos de formas y dimensiones muy diversas, que dejan entre ellos
vacíos de muy pequeñas dimensiones llamados poros. Estos poros
pueden ser ocupados por líquidos o gases.

 Rocas fisuradas que son rocas compactas cuyos vacíos más importantes
son esencialmente fisuras o grietas abiertas. También se les llama rocas
fracturadas.

 Hay algunas rocas que presentan características intermedias entre los dos
tipos anteriores, como lo son ciertos tipos de rocas calcáreas.

Es decir que las rocas contienen en general un porcentaje de vacíos que

55
pueden ser ocupados por líquidos, principalmente agua, y gases, en
particular aire y vapor de agua. La existencia de dichos vacíos constituye lo
que se denomina la porosidad. Además de la existencia de los poros, es
necesario considerar la interconexión que existe entre ellos y que es lo que
permite la circulación del agua, fenómeno que se denomina permeabilidad.

Estos dos grandes tipos de vacíos permiten diferenciar la existencia de


acuíferos en dos tipos de rocas, desde un punto de vista hidrogeológico:

- En las rocas no consolidadas.


- En las rocas compactas fisuradas.

La Tabla 4.1 presenta la clasificación según los tipos de vacíos.

TABLA 4.1 Clasificación hidrogeológica de los acuíferos.

Escalas Tipos de Vacío Tipos de Medio


Microscópica: Poros Intercristal
1/10 - 1 mm Intergranos Poroso
Continuo
Microfi- Diaclasas Fisurado
suras Fisuras

Macrofi- Canales y Fisurado No


Macroscópica > 1 mm suras cavidades continuo
en Karst

El estudio de los vacíos, fundamental para la identificación de la estructura


del acuífero, reposa fundamentalmente en técnicas de campo y de
laboratorio. Las técnicas de laboratorio aplicadas a muestras de terreno,
comprenden análisis granulométricos, estructurales, medidas de porosidad.

Los estudios de campo comprenden prospecciones geológicas, por medio de


análisis estructurales, además de sondeos y estudios de geofísica.

56
En resumen los dos métodos de estudio de los vacíos son:

 La granulometría para las rocas no consolidadas, que se hace en


laboratorio

 El análisis estructural para las rocas compactas y fisuradas realizado


tanto en el campo como en el laboratorio.

4.1. LA GRANULOMETRÍA

Una roca no consolidada está constituida por un ensamblaje de partículas


sólidas o granos. Sus características geométricas son el diámetro y la
superficie y las del acuífero son su distribución y disposición. El análisis
granulómetrico tiene como fin la medida de los diámetros de los granos y
los parámetros granulométricos.

4.1.1. Clasificación granulométrica. Las dimensiones de los granos de las


rocas no consolidadas se clasifican de una manera continua. El análisis
granulométrico ordena los granos, de acuerdo a tamices de tamaño estándar.
Una clasificación común es la que se presenta en la Tabla 4.2.

Para el análisis granulométrico de una muestra de suelo se hace pasar ésta


por una serie de tamices con mallas de distintos tamaños, ordenados de
tamaño mayor a menor. Posteriormente se procede a pesar la cantidad de
material que es retenida sobre cada tamiz, y con los resultados obtenidos se
pueden trazar dos tipos de curvas:

- La curva granulométrica
- La curva acumulativa

57
TABLA 4. 2 Clasificación granulométrica.

Clasificación Diámetro de los granos en mm


Superior a 16
Gravas, piedras, bloques
Grava 2 a 16
Gravilla
Grueso 0.50 a 2.0
Tamices Arena Media 0.25 a 0.5
Fina 0.06 a 0.25
Limo 0.06 a 0.002
Arcilla <0.002

La curva acumulativa es la más utilizada en hidrogeología y consiste en


llevar los datos a un diagrama semi-logarítmico, en el cual el eje de las
abscisas es en escala logarítmica y el eje de las ordenadas en escala
aritmética. Los tamaños de los diámetros de los granos se reportan en
valores descendentes sobre el eje de las abscisas y en las ordenadas los
porcentajes acumulados, con respecto al peso total de la muestra que pasa a
través de cada tamiz. Esto da lugar a una curva descendente, Figura 4.1.
También pueden tomarse los porcentajes acumulados retenidos sobre cada
tamiz, obteniéndose así una curva ascendente.

Para la interpretación de la curva, se pueden considerar dos aspectos


principales:

 La posición de la curva que permite determinar las características


predominantes en el material (si se trata de un suelo principalmente
compuesto de arenas, gravas, etc.), Figura 4.1.

 La pendiente que permite saber la uniformidad del material: a mayor


pendiente más uniforme es la granulometría.

58
FIGURA 4.1 Curva granulométrica acumulada.

4.1.1. Parámetros granulométricos. Hay una serie de parámetros que


además de permitir comparar unas curvas con otras, permiten igualmente
caracterizar la posición de la curva y el grado de homogeneidad de la
granulometría. Dichos parámetros son los siguientes:

 El diámetro eficaz d10 que es aquel para el cual el 10% del peso de la
muestra tiene un diámetro inferior.

 El diámetro d60 diámetro para el cual el 60% del material tiene un


diámetro menor.

 Coeficiente de uniformidad CU definido como la relación d60/d10. La


granulometría es tanto más homogénea cuanto menor es este coeficiente,
y mientras más próximo esté a la unidad, mayor es la porosidad del
material. Se dice que la granulometría es uniforme cuando CU < 2 y
variada o heterogénea si CU >> 2.

59
4.2. LA POROSIDAD

La porosidad es una medida del espacio intersticial de una roca y por


consiguiente, de la cantidad de fluido que el medio puede almacenar.

En general se distinguen dos tipos de porosidad:

1) Porosidad total o verdadera n que se define como la relación entre el


volumen de los vacíos (Vv) y el volumen total de la roca (V), expresado
en %.
V
n v (4.1)
V

2) La porosidad eficaz o efectiva ne que se define como la relación entre el


volumen del agua gravítica y el volumen total V expresada en porcentaje.
Esta representa un porcentaje, en general bajo, de la porosidad total.

En mecánica de suelos se utiliza también como un parámetro indicativo de


la porosidad de una roca el índice de vacíos e, definido como la relación
entre el volumen de vacíos (Vv) y el volumen de sólidos (Vs).

Vv (4.2)
e =
Vs

Este índice de vacíos está ligado a la porosidad total y expresa, de hecho,


una misma propiedad del terreno. Las expresiones que relacionan estos dos
parámetros son:
e n (4.3)
n = e =
1+ e 1- n

La porosidad total depende de los siguientes factores principales:


a) La forma de los granos, la cual determina a su vez la forma y

60
dimensiones de los poros. Así, por ejemplo, un suelo en el cual
prevalece la forma esférica tiene una porosidad menor que otro para
el cual los granos tienen forma cúbica.

b) La colocación de los granos: por ejemplo, para el caso de granos


esféricos existen varios tipos de arreglos posibles, los cuales afectan
en forma directa la porosidad, de tal forma que a diámetro igual de
los granos la porosidad total es función de la colocación de los
granos.

c) La granulometría: mientras más uniforme sea la granulometría


mayor es la porosidad. Esto debido a que en los suelos con
granulometría heterogénea los granos pequeños tienden a llenar los
vacíos que quedan entre los granos de mayor tamaño.

d) El grado de compactación: a causa de una mayor compactación se


pueden reducir considerablemente tanto el volumen de los poros
como la interconexión entre ellos.

Determinación de los factores. La forma de los granos puede ser


determinada en el laboratorio con la ayuda de un microscopio y la
granulometría igualmente por medio del análisis granulométrico. La
colocación de los granos es de muy difícil determinación debido a que al
tomar la muestra generalmente ésta es perturbada.

4.2.1. Valores numéricos de la porosidad. En general la porosidad total


de las rocas no compactas varía entre el 5 y el 40%, siendo el valor más
frecuente el 15%. Una porosidad mayor de 20% se puede considerar
grande, entre el 5% y el 20% es mediana y menor del 5% es pequeña. La
Tabla 4.3 presenta valores de porosidad para algunos materiales.

61
TABLA 4.3 Valores de porosidad para algunas rocas.

Material Porosidad (%)


Grava 25 - 40
Arenas y gravas 36
Arenas 25 - 50
Limos 35 - 50
Arcillas 40 - 70
Mármoles 0.1 - 0.2
Esquistos 1 - 10
Dolomitas 2.9
Granitos 1.5 - 0.02
Basaltos 0.1 - 2.9

4.2.2. Otros parámetros relacionados con la porosidad.

- Porosidad de superficie. Se define para una sección de un medio


poroso cualquiera como la relación entre la superficie de los vacíos y
la superficie total.

- Superficie específica. Se define como la relación entre la superficie


total de los vacíos y el volumen total del medio.

Como es claro la superficie específica aumenta a medida que el tamaño de


los granos es más pequeño. Así mientras para una arena puede valer de
150 a 220 cm²/cm³, para una arcilla puede alcanzar varios millones de
cm²/cm³. Este parámetro reviste una gran importancia en el estudio de los
fenómenos que acompañan el comportamiento de la fase líquida en el
suelo.

4.2.3. Medidas de la porosidad. Son de varios tipos:

a) En laboratorio sobre una muestra : Se introduce la muestra aislada por


parafina o caucho en un líquido y se determina su volumen total V.

62
Se seca la muestra a 105 - 110 grados centígrados hasta obtener peso
constante y se determina el peso de la muestra seca P1.

La muestra se introduce nuevamente en agua hasta su saturación y se


determina su peso P2. Figura 4.2.

n =   %
Vv
Vv = P2 - P1
 V

FIGURA 4.2 Determinación del volumen V de una muestra.

b) Medidas in situ. Aunque hay varios métodos para realizar estas medidas:
diagrama neutrón, bombardeo del terreno con rayos gamma, velocidad
del sonido, el mas común es inferir porosidades a través de medidas de
resistividad del terreno, como se explica a continuación. Con excepción
de las arcillas, los minerales usualmente presentes en el terreno son
aislantes y la electricidad circula en el terreno por medio de la fase
líquida. La resistividad es entonces, una función de la porosidad. Se
define una factor de formación F así:

Resistividad de la roca (4.4)


F =
Resistividad del agua contenida en la roca
Si se usa el factor F, la geofísica propone la expresión de Archie para
encontrar la porosidad total

63
C (4.5)
F =
nm

donde C1 y m es un factor que depende de la cementación. Varía de 1.3


para las rocas no consolidadas a 2 por las calizas.

La fórmula se puede corregir si existen partículas arcillosas en cantidades


conocidas dentro de la roca (Marsily, 1986).

4.3. CARACTERÍSTICAS FÍSICAS DEL MEDIO PERMEABLE

El medio permeable presenta tres parejas de características físicas:

- Continuidad o discontinuidad
- Isotropía o anisotropía
- Homogeneidad o heterogeneidad

Un medio permeable con vacíos interconectados, en el sentido del flujo, se


dice que es continuo. Las rocas porosas y las rocas compactadas, con
sistemas de fisuras o fracturas interconectados, se dice que constituyen
medios continuos. Las rocas con macrofisuras y las rocas kársticas son
medios discontinuos.

Si la resistencia al flujo del agua es la misma en todas direcciones se dice


que el medio es isótropo. Si la resistencia al flujo varía de acuerdo a las
distintas direcciones se presenta la anisotropía del medio poroso.

El medio se dice que es homogéneo si sus propiedades de isotropía o


anisotropía son las mismas en todos los puntos, y es heterogéneo si esas
propiedades varían de un punto a otro del medio.

64
Un medio puede ser isotrópico y heterogéneo a la vez, como puede ser el
caso en que la permeabilidad no varíe en ninguna dirección, pero sí varíe en
el espacio de un punto a otro.

Las leyes de la hidrodinámica subterránea debido a la complejidad de las


ecuaciones generalmente no se aplican sino a medios homogéneos,
isotrópicos y continuos. La isotropía y la homogeneidad están ligadas a la
escala del dominio considerado. Este dominio, se llama volumen elemental
de referencia VER. El tamaño de este VER está comprendido entre dos
límites extremos: debe ser tan pequeño como para que el medio se pueda
considerar homogéneo e isotrópico y debe ser lo suficientemente grande
para permitir la continuidad del escurrimiento y representar las
características estadísticas significativas de los parámetros del acuífero.

Las dimensiones del VER pueden variar desde centímetros, hasta


kilómetros. Así un acuífero de aluviones puede ser considerado como
homogéneo a escala regional. Cortado en volúmenes más pequeños, es
heterogéneo y cada volumen es homogéneo.

4.4. CARACTERÍSTICAS Y TIPOS DEL AGUA EN EL SUELO

El agua que se va analizar es toda aquella que se presenta en el suelo,


cualquiera sea su tipo y profundidad. Cantidades importantes de agua son
retenidas en la superficie de los granos o contra las paredes de las
microfisuras por efecto de interacciones agua-roca, mediante fuerzas de
atracción molecular y tensión superficial, que se presentan debido a la
estructura bipolar de la molécula de agua. La clasificación de los tipos de
agua presentes en el suelo está de acuerdo a niveles de energía crecientes,
que se necesitan para su extracción: fuerza de la gravedad, fuerza centrífuga,
calor, etc. Las fuerzas que ligan las moléculas entre si, son funciones de las
características de los campos que existen: campo de la gravedad, campos
eléctricos, etc..

No se tendrá en cuenta en este análisis el agua que hace parte de la

65
composición química de las rocas y que se denomina agua de constitución.
En los poros está presente agua en forma de vapor, la cual tampoco será
tenida en cuenta.

Un medio poroso puede contener entonces agua de dos tipos diferentes:

- Agua de retención
- Agua gravítica

Esta clasificación se basa en el estudio de las distintas fuerzas a que se


pueden ver sometidas las moléculas de agua presentes en los medios
porosos. Desde el punto de vista hidrogeológico esta distinción es
fundamental ya que no toda el agua que hay en los vacíos de una formación
determinada es utilizable en forma efectiva, situación que está ligada al
concepto definido anteriormente de porosidad eficaz. La Tabla 4.4, es una
clasificación de los diferentes tipos de aguas subterráneas que existen, según
los medios y la energía necesaria para su extracción.

TABLA 4.4 Tipos de Aguas Subterráneas.

Tipos de Agua Subterránea Medios de Fuerzas


extracción ejercidas

Agua Agua gravitacional Goteo Gravedad


disponible Secado a 108 °C Calor

Agua Centrífuga Atracción


Agua no Agua de pelicular
disponible retención Agua de molecular
adsorción Vacío

4.4.1. Agua de retención. Es sabido que la molécula de agua en su


estructura está polarizada eléctricamente, es decir que ella se comporta
como un dipolo tal como lo muestra la Figura 4.3. Los granos que

66
conforman las rocas también tienen una carga eléctrica natural, sea positiva
o sea negativa. A causa de estos dos fenómenos se observan dos
consecuencias principales:

FIGURA 4.3 Representación de una molécula de agua.

- Por una parte hay fuerzas de atracción eléctrica entre los granos del
suelo y las moléculas de agua.

- Por otro lado, hay igualmente efectos de atracción molecular entre


las moléculas mismas de agua.

Estos dos tipos de atracción dan lugar igualmente a dos clases de agua que,
considerados en conjunto, conforman lo que se ha llamado el agua de
retención: el agua higroscópica y el agua pelicular.

- Agua higroscópica: es llamada también agua de adsorción y es la


que impregna directamente las partículas del suelo. Sólo puede
extraerse por medio de la evaporación y no por medios de tipo
mecánico.

- Agua pelicular. Este tipo de agua se presenta rodeando los granos


del suelo y su agua higroscópica y formando una delgada película de
espesor variable que no se desplaza bajo la acción de la gravedad.

67
Esta agua sólo puede extraerse en el laboratorio sometiendo la
muestra de suelo a ultra-centrifugación.

La cantidad de agua pelicular que las rocas pueden contener, varía desde 40
- 45% para las arcillas hasta 1.5 - 3% para las arenas.

En forma general, puede decirse que el agua de retención no es un agua útil


ni desde el punto de vista hidrológico ni tampoco para su aprovechamiento
por parte de las plantas ya que las fuerzas de retención son superiores a las
fuerzas de succión de las raíces.

La cantidad de agua de retención en un suelo depende en lo fundamental de


su granulometría, ya que mientras más pequeños sean los granos, más
grande es la superficie total de retención (superficie específica) y por lo
tanto mayores son las fuerzas de atracción molecular que ligan el agua a los
granos.

Desde el punto de vista de la circulación del agua en el suelo, el agua de


retención puede ser considerada como constitutiva de la roca misma, ya que,
como se anotó antes, las fuerzas que la retienen son fuerzas de carácter
distinto a las fuerzas de la gravedad y por lo general, de magnitudes
superiores a las de éstas.

Este fenómeno es el que hace que se diferencie la porosidad total de la


porosidad eficaz, considerando que el volumen vacío de un medio poroso a
través del cual el agua puede circular es inferior a la porosidad total.

Más adelante se verá cómo el concepto de porosidad eficaz se relaciona con


la velocidad de circulación del agua en el suelo. Por lo pronto, se puede
remarcar el hecho de que un suelo puede ser altamente poroso, es decir tener
una alta porosidad total, y sin embargo no presentar buenas características
como acuífero debido a su baja porosidad eficaz. Este es el caso general de
las arcillas.

El agua capilar también hace parte del agua de retención. En un medio

68
poroso los vacíos que quedan entre las partículas que lo forman están
intercomunicados entre sí y dan origen a toda una serie de pequeños canales
o tubos capilares, de trayectorias más o menos caprichosas. Las moléculas
de agua se desplazan a través de dichos "tubos", en forma continua y bajo la
acción de la gravedad. Se dice por lo tanto que un medio poroso es un
medio continuo en el cual el agua se mueve siguiendo las leyes de la
hidromecánica subterránea.

En las formaciones permeables el diámetro de dichos tubos capilares varía


entre 0.5 y 1 mm y permite un movimiento relativamente rápido del agua;
por el contrario, en las formaciones impermeables el diámetro es mucho
más reducido, debido entre otras cosas a que el agua de retención ocupa una
parte muy importante del espacio vacío, y por consiguiente el movimiento
del agua es muy lento.

Ahora bien, dichos "tubos" pueden estar completamente llenos de agua, lo


cual ocurre en la zona saturada del suelo, o parcialmente llenos (agua + aire)
en la zona aireada. Encima del límite de la zona saturada (superficie
piezométrica) se presenta una zona de transición en donde el agua es
retenida en los "tubos" por acción de fuerzas llamadas capilares. Estas
fuerzas son producto de la tendencia de las moléculas de agua a se
absorbidas por los sólidos, combinada con la tensión superficial que resulta
del contacto entre el agua y el aire, que son fluidos no miscibles.

El agua que se encuentra sometida a las fuerzas capilares recibe el nombre


de agua capilar y la parte ocupada por dicha agua se llama zona capilar.
Ahora bien, el agua capilar puede ser de dos tipos según su posición con
respecto a la superficie piezométrica: en primer lugar, el agua que se
encuentra en la parte inferior de la zona capilar, en contacto directo con la
zona saturada y que llena completamente los poros e intersticios capilares y
cuyo movimiento se rige por las leyes de la gravedad, se denomina agua
capilar continua o sostenida; en segundo lugar, la parte superior de la zona
capilar en la cual el agua se encuentra mezclada con aire y vapor de agua y
que es retenida exclusivamente por acción de las fuerzas capilares y no se
mueve, por lo tanto, por acción de la gravedad, es denominada agua capilar

69
aislada o suspendida. Esta agua es la que aprovechan las plantas.

El espesor de la zona capilar es bastante irregular y varía constantemente


con los cambios en el nivel de la superficie piezométrica y con la magnitud
de las recargas debidas a la infiltración.

El agua que se encuentra en esta zona está sometida a presiones negativas


producidas por las fuerzas capilares, estas presiones se denominan presiones
de succión o capilares. La figura 4.4 ayuda a aclarar este concepto.

Figura 4.4 Fuerzas capilares (Tomada de Hornberger et al 1998)

En la figura:

PB  PC  Patmosferica  0
PA  PB  gh 2
Pcapilar  Patmosferica  PA

La altura del agua en los tubos capilares, hC, es inversamente proporcional a


su radio,r; esta relación se puede expresar como:

70
0.153 (4.6)
hC 
r
En los tubos capilares coexisten tanto el agua como el aire. Para caracterizar
el contenido de agua en esta zona se utiliza varios parámetros. El contenido
volumétrico de agua, , llamado también humedad se define como.

VW (4.7)

VS
Donde:
VW: volumen de agua
VS: volumen de suelo.

La humedad del suelo varía desde cero para suelos completamente secos a
valores máximos para suelos totalmente saturados.

El contenido de agua gravimétrico, g, se define como:

masadeagua (4.8)
g 
masadesuel o sec o

El porcentaje de saturación, S, se expresa así:

 (4.9)
S  100
n

La curva de retención de humedad muestra la relación entre el contenido


volumétrico de agua,, y la presión capilar. A mayor presión capilar menor
contenido de agua. La figura 4.5 muestra curvas típicas para suelos finos y
suelos gruesos. En esta figura el valor para el cual la curva se vuelve
asintótica al eje de las presiones, Sr, se conoce también como capacidad de
campo, definida ya en el capítulo 2.

71
FIGURA 4.5 Curva de retención

4.4.2. Agua gravítica. El resto del agua que llena los poros de una
formación geológica y que está sometida a las fuerzas de la gravedad es la
llamada agua gravítica, denominada también agua libre o agua de
percolación y la única que puede extraerse directamente del suelo por
procedimientos mecánicos. Es entonces el agua útil desde un punto de vista
hidrogeológico y constituye por lo tanto el agua subterránea propiamente
dicha. Su circulación se hace por efecto de las diferencias de gradientes
hidráulicos.

Así las reservas útiles de un acuífero están condicionadas por la porosidad


eficaz (o verdadera) y ésta a su vez tiene como factor principal la
granulometría del material, en particular el diámetro eficaz d10.

72
Algunos valores de la porosidad eficaz son:

Gravas 25 %
Arena 20 %
Arena fina 10 %
Arcilla + Gravas 5%
Arcilla 3%
Aluviones 10 a 20 %

4.5. TIPOS DE ACUÍFEROS

Ya se ha señalado que dos características importantes de las formaciones


geológicas desde un punto de vista hidrogeológico son la porosidad, la cual
está ligada a la capacidad de almacenamiento de agua en las rocas y la
"habilidad" de las mismas a dejar circular dicha agua bajo la acción de la
gravedad, capacidad que se denomina permeabilidad.

De esta manera, las diversas formaciones geológicas presentan distintas


características en cuanto a su porosidad y a su permeabilidad. Es así como
unas tendrán una porosidad relativamente alta y a su vez permiten un fácil
movimiento del agua, es el caso, por ejemplo, de los aluviones, las arenas,
etc. Otras presentarán una alta porosidad, pudiendo por consiguiente
almacenar considerables cantidades de agua, pero sin permitir el fácil
desplazamiento de la misma, tal es el caso de la mayoría de las arcillas y
limos. Finalmente, habrá otras formaciones que no pueden ni almacenar ni
transmitir el agua como lo son ciertas rocas metamórficas no fracturadas.

Es importante señalar, que no se debe hablar de formaciones absolutamente


impermeables. Se trata siempre de un concepto relativo, de la mayor o
menor capacidad de la formación a permitir el movimiento del agua, pues en
unas formaciones el agua puede desplazarse bajo la acción de la gravedad a
velocidades mayores que en otras.

73
De acuerdo con lo anterior, se pueden definir los siguientes conceptos:

Acuíferos: son formaciones geológicas que almacenan el agua y que a su


vez permiten el movimiento de la misma, bajo la acción de las fuerzas de la
gravedad, de tal forma que puede ser explotada en cantidades relativamente
apreciables.

Acuicludos: son formaciones que almacenan el agua, a veces en


proporciones altas, pero que no la transmiten en cantidades apreciables.

Acuitardos: son formaciones que almacenan el agua pero que sólo permiten
el flujo de la misma en forma muy lenta, en comparación con los acuíferos.
Estas formaciones pueden tener una gran importancia cuando se estudia el
movimiento del agua a nivel regional, ya que sobre áreas relativamente
grandes pueden transmitir grandes cantidades de agua a pesar de la baja
velocidad de flujo. Así, pueden permitir el paso de agua de un acuífero a
otro cuando éstos se encuentran separados por un acuitardo. Este fenómeno
reviste particular importancia cuando se estudian casos de contaminación de
las aguas subterráneas.

Acuifugos: son formaciones impermeables que no almacenan ni transmiten


el agua.

Los acuíferos pueden clasificarse de acuerdo con las condiciones de presión


hidrostática a las que está sometida el agua almacenada por ellos,
condiciones que varían según la posición estratigráfica de la formación. De
esta manera, puede hablarse de los siguientes tipos:

1) Acuíferos libres o no confinados: son aquellos que presentan una


superficie libre de agua que está en contacto directo con la atmósfera,
sometida por consiguiente a la presión atmosférica. Dicha superficie se
denomina superficie freática o Tabla de agua, Figura 4.4.

2) Acuíferos cautivos, confinados o artesianos: en estos acuíferos el agua se


encuentra sometida a una presión mayor que la atmosférica y son

74
formaciones permeables que son limitadas por capas impermeables. En
este caso la formación se encuentra completamente saturada. Aquí no
existe una superficie libre del agua, pero si puede hablarse de una
superficie piezométrica la cual es una superficie imaginaria que coincide
con el nivel hidrostático del agua en el acuífero, Figura 4.5.

3) Acuífero semi-confinados: son acuíferos que se encuentran


completamente saturados de agua y están limitados ya sea por su base o
por el techo, o por ambos, por una capa o formación semipermeable
(acuitardo). Esta situación permite que haya un flujo entre acuíferos que
se encuentren separados por el acuitardo, flujo que puede efectuarse en
dirección de la diferencia de niveles piezométricos existente entre los
mismos, Figura 4.6.

4.6. PARÁMETROS FUNDAMENTALES RELACIONADOS CON


LOS EMBALSES SUBTERRÁNEOS

La capacidad de los acuíferos para almacenar y liberar el agua es


determinada o caracterizada por los siguientes parámetros:

1) La porosidad (n), ya definida anteriormente y que mide el volumen


relativo de los poros o vacíos en una formación geológica
cualquiera. La parte más importante desde el punto de vista
hidrogeológico es la porosidad eficaz (ne) que mide la cantidad de
agua que el acuífero puede liberar por acción de la gravedad, es decir
el agua útil o realmente explotable.

2) La permeabilidad que es la aptitud del medio para permitir el flujo


del agua bajo el efecto de un gradiente hidráulico (diferencia de
potencial hidrostático) por unidad de longitud. Para dar una medida
mecánica de la permeabilidad se ha definido el coeficiente de
permeabilidad de Darcy (K) que es el volumen de agua gravítica que
circula durante una unidad de tiempo, bajo el efecto de una unidad
de gradiente hidráulico, a través de una sección de área unitaria
perpendicular a la dirección del flujo y a una temperatura de 20

75
grados centígrados.

FIGURA 4.4 Acuífero libre.

FIGURA 4.5 Acuífero confinado.

76
FIGURA 4.6 Acuífero semiconfinado.

Como se verá más adelante este coeficiente de permeabilidad tiene


las dimensiones de una velocidad [L/T].

3) La transmisividad T. Si se considera un acuífero cuya zona saturada


tiene una altura b, la transmisividad se define como el volumen de
agua por unidad de tiempo (o caudal) que pasa a través de una
sección vertical de ancho unitario y de altura b, bajo el efecto de una
unidad de gradiente hidráulico y a una temperatura de 20 °C.

De acuerdo a esta definición y a la definición de coeficiente de


permeabilidad puede escribirse que:

TK b (4.6)

siendo K el coeficiente de permeabilidad del material.

Es así que T tiene dimensiones [L²/T]. Cuando se perfora un pozo


en un acuífero, la transmisividad es un parámetro que da una idea de
la productividad del acuífero, es decir de su capacidad del mismo
para permitir la extracción del agua en el pozo.

77
4) Coeficiente de almacenamiento: en los acuíferos libres el agua que
se extrae a través de un pozo proviene esencialmente del agua
liberada por efecto de la gravedad. En los acuíferos cautivos, los
cuales se encuentran completamente saturados y bajo otras
condiciones de presión, el agua es liberada debido a fenómenos de
elasticidad que operan tanto sobre el material sólido o armazón del
acuífero como sobre el agua misma, lo que se estudiará mas
adelante.

El coeficiente de almacenamiento (S) se define como el volumen de


agua que es liberado por un prisma del acuífero de sección unitaria y
de altura igual a la parte saturada del mismo cuando se produce un
cambio unitario del nivel piezométrico.

El coeficiente de almacenamiento es un número adimensional y es


mucho mayor en los acuíferos libres que en los acuíferos confinados,
ya que para los primeros está entre 0.02 y 0.3 y para los últimos
entre 0.0001 y 0.001.

78
Capítulo 5
LA LEY DE DARCY
78
El francés Henry Darcy en el siglo XIX estudió en forma experimental el
flujo del agua a través de un medio poroso, y estableció la ley que se conoce
con el nombre de Ley de Darcy. Dicha ley se basa en las siguientes hipótesis
que condicionan la validez de su ley.

 Medio continuo, es decir que los poros vacíos estén intercomunicados.


En este sentido, los medios kársticos no se pueden considerar como
continuos.
 Medio isotrópico
 Medio homogéneo
 Flujo del agua en régimen laminar

Darcy realizó su experiencia en cilindros verticales de 2.5 m de altura por


0.35 m de diámetro interior, llenos de arena con una porosidad total del 38%,
Figura 5.1.

Darcy demostró que el caudal Q es proporcional a la pérdida de carga e


inversamente proporcional a la longitud del lecho de arena y proporcional al
área de la sección y a un coeficiente que depende de las características del
material.

De esta manera estableció que:

Q  K A  h1  h 2  / l (5.1)

79
en donde K es un coeficiente que se ha denominado coeficiente de
permeabilidad con unidades L/T.

FIGURA 5.1 Experimento de Darcy

Q : caudal constante en m³/s.


h1 y h2 : carga hidráulica en m de agua.
A : área de la sección en m².
l : longitud del lecho de arena en metros.

Si en lugar de considerar el tubo vertical, se le da una cierta inclinación, se


tiene:

P1 P2 h  h 1  h 2
h1  Z1  h2  Z2 
 

Para este caso se continúa cumpliendo la ley de Darcy, de tal forma que
puede escribirse:

80
h (5.2)
Q  KA
l

FIGURA 5.2 Flujo de un liquido a través de un medio poroso en un


tubo inclinado.

ahora h/l no es otra cosa que la pendiente de la línea de carga, o sea la


pérdida de carga por unidad de longitud del lecho filtrante, la cual se llama
gradiente hidráulico. Este gradiente se puede simbolizar mediante la letra i,
entonces:
h (5.3)
i
l

En este caso la expresión Q queda así:

81
h (5.4)
Q  KA  K A i
l

De 5.4 puede escribirse:

Q (5.5)
V  Ki
A

La expresión Q/A recibe el nombre de velocidad de flujo o velocidad de


Darcy, simbolizada por V.

Si se tiene en cuenta que el agua en un medio poroso se mueve a velocidades


variables según el tamaño y orientación de los poros, es claro que esta
velocidad de flujo no coincide, a una escala microscópica, con la velocidad
real del agua a través de los poros del mismo. No obstante lo anterior, para el
estudio de las características hidráulicas del flujo a través de un medio poroso
se utiliza la velocidad de Darcy.

Puede concluirse entonces, que el movimiento del agua en un medio poroso


se produce cuando hay diferencias de carga.

Si se analiza la ley de Darcy se ve entonces que ella comporta tres parámetros


principales:

- La permeabilidad, K.
- El gradiente hidráulico, i.
- La velocidad del flujo, V.

Estos parámetros serán estudiados detenidamente a lo largo de este capítulo.

EJEMPLO 5.1

Un filtro de café tiene la forma de un cono circular recto de 10 cm de altura y

82
vértice en ángulo recto. Si termina en una parte cilíndrica de 2 cm de altura,
la cual se llena con café cuyo coeficiente de permeabilidad es de K=10-3m/s,
calcular el tiempo que se demora en pasar el agua cuando se llena
completamente el filtro.

Solución:

Esquemáticamente el filtro puede representarse de la siguiente manera:

En cualquier momento t, el diferencial de caudal pasando a través del filtro,


puede expresarse como:

dV h
dQ   KA ; siendo dV un diferencial de volumen.
dt L

dV = h2dh h2 dh/dt = - KAh/L


2
L 2 t  L h2
K A 10 0
h dh  dt  t
2KA 10

83
 L  100 4   1920 seg.
t 
K A  2 2 

5.1. ESTUDIO DE LA PERMEABILIDAD

5.1.1. El coeficiente de permeabilidad de Darcy. Se ha dicho ya en el


capítulo anterior que la permeabilidad es la capacidad de un medio poroso
para permitir el movimiento del agua y que se mide numéricamente por
medio del coeficiente de permeabilidad K o permeabilidad de Darcy.

Si V = Ki, en donde:

V: velocidad de flujo,
i: gradiente hidráulico,

Se observa que K tiene las unidades de una velocidad, ya que i es un


parámetro sin unidades. Al coeficiente de permeabilidad K también se le
denomina conductividad hidráulica. Pero este coeficiente mide una
propiedad, en términos macroscópicos, como es el flujo de un fluido a través
de un medio poroso, no sólo está condicionado por las características del
medio (porosidad, geometría de los granos, etc.), sino también por ciertas
características propias del fluido mismo como son su peso específico y su
viscosidad. Es esta la razón por la cual se ha desarrollado una expresión para
el coeficiente de permeabilidad K que tiene en cuenta todos esos factores.

La expresión para dicho coeficiente es:

 (5.6)
K  K0

En donde:

K0 : es la llamada permeabilidad intrínseca o geométrica y es un

84
parámetro característico del medio poroso, que será analizado más
adelante.
 : es el peso específico del fluido.
 : es la viscosidad dinámica del mismo.

Si se considera la viscosidad cinemática () del fluido, se tiene que:

 (5.7)


en donde  es la densidad del fluido y como  =  g, entonces:

 g g
 
  

Por consiguiente el coeficiente de permeabilidad se podrá expresar también


bajo la forma:
g (5.8)
K  K0

5.1.2. La permeabilidad intrínseca. Como ya se dijo, K0 es un parámetro


que depende de las características del medio poroso, en particular del tamaño,
forma y disposición de los granos.

En forma experimental se han establecido toda una serie de fórmulas para K0,
basadas todas ellas en la porosidad y en el diámetro eficaz de las partículas.
Una de las más conocidas es la fórmula de Hazen que establece que:

K 0  C d 10
2
(5.9)

En la cual C es un coeficiente sin dimensiones llamado factor de forma y que


tiene en cuenta los efectos de la estratificación, la disposición de los granos, la

85
distribución granulométrica y la porosidad.

Como regla general la permeabilidad debe ser determinada mediante ensayos


de laboratorio y no a partir de las propiedades tales como el tamaño de los
granos. En general el tipo de suelo y el tamaño de grano pueden usarse sin
embargo, como indicadores del rango de permeabilidades a esperarse.

Si se toma K en cm/s y d10 en cm, se ha establecido que el coeficiente C


puede tomar los siguientes valores (Castany, 1982):

Arena muy fina mal gradada 40 - 80


Arena fina 40 - 80
Arena media bien gradada 80 - 120
Grava arenosa pobremente gradada 80 - 120
Grava arenosa limpia bien gradada 120 - 150

La expresión de Hazen es una ecuación empírica hallada a partir de estudios


hechos para el diseño de filtros de arena para plantas de tratamiento (Heath,
1968).

En general C varía entre 90 y 120.

Para arenas uniformes C = 120

Es usual tomar C = 100 y en este caso:

K 0  100 d 10
2

Esta última expresión tiene dos límites, en términos del coeficiente de


uniformidad, Cu, y el d10, así:

CU < 5

0.01 mm < d10 < 0.3 mm

86
Las unidades de K0 se pueden determinar de la siguiente manera, a partir de la
ley de Darcy:

Q  KAi

Como K = K0 / , entonces:


Q  K0 Ai

Esto implicaría que:

Q L3 T 1 M L1 T 1 


K 0      L2 
    
A  L2
M L2
T 2

No obstante lo anterior, se han definido otras unidades para K0 que son
ampliamente utilizadas. Dichas unidades son el Darcy y el milidarcy. El
Darcy corresponde a una permeabilidad de un medio que deja pasar 1 cm3/s
de agua a través de una sección de 1 cm2 de área cuando la pérdida de carga
es de 1 atm/cm y con el agua a una temperatura de 20 °C. Un Darcy equivale
a 0.987H10-12 m2.

El milidarcy, es una unidad muy utilizada fluidos tales como petróleos (1


milidarcy = 10-3 Darcy), por adaptarse mejor a las condiciones de flujo.

En E.U se utiliza también el Meinzer que es el caudal en galones por día que
pasa a través de una sección de un pié cuadrado bajo un gradiente hidráulico
unitario y a una temperatura de 60 °F. Resulta así que: 1 meinzer = 0.041
m/día

5.1.3. Factores que influyen en la permeabilidad. El coeficiente de


permeabilidad de Darcy se expresa en función de la permeabilidad intrínseca

87
que, como ya se anotó, mide ciertas características propias del medio poroso y
en función de parámetros propios del fluido. De acuerdo con lo anterior, los
factores que influyen en la permeabilidad pueden dividirse en factores propios
del medio y factores propios del fluido.

1) Factores propios del medio. Cuando un fluido pasa a través de un medio


poroso, la resistencia al flujo que presenta dicho medio es función de:

- La forma de los granos.


- Las dimensiones de los poros y granos.
- La intercomunicación de los poros y granos.

En otras palabras, de la porosidad de la formación y de la granulometría.

Se ha mencionado la fórmula de Hazen que establece que K0 es


proporcional al cuadrado del diámetro eficaz d10 (K0 = Cde2), siendo C un
coeficiente de proporcionalidad que engloba el efecto de factores tales
como la porosidad, la geometría de los granos, etc.

De acuerdo con lo anterior se puede decir entonces que los principales


factores propios al medio y que afectan la permeabilidad son los siguientes:

- La granulometría que da una medida del diámetro eficaz d10 y del


coeficiente de uniformidad CU. Se ha establecido que un material es
prácticamente impermeable para un diámetro de granos menor a 0.01
mm.

- Taylor (1948) deduce a partir de la ley de Poseulli y considerando el


flujo en un medio poroso análogo al flujo en tubos capilares, la
siguiente expresión para la conductividad hidráulica:

n3 g
K  C d 10
1 n 

88
De esta expresión el término que corresponde a la permeabilidad intrínseca
es:
n3
K 0  C d 10
1 n

Otras expresiones que relacionen permeabilidad intrínseca con parámetros


granulométricos, pueden consultarse en (Angel, 1989).

2) Factores propios al fluido. El coeficiente de permeabilidad K es función


también de la relación /, es decir del peso específico del fluido () y de la
viscosidad del mismo (). Por consiguiente, todos aquellos factores que
hagan variar alguno de estos dos parámetros afectarán igualmente el
coeficiente de permeabilidad. Los principales factores son los siguientes:

- La temperatura. Es bien conocido que la viscosidad de un líquido, varía


notablemente con la temperatura, decreciendo a medida que ésta
aumenta. Ahora, como K= K0/, entonces el coeficiente permeabilidad
varía en forma inversa con la viscosidad y por lo tanto en función
directa con la temperatura.

La permeabilidad K aumenta aproximadamente un 3 % por cada grado


centígrado cuando la temperatura varía entre 10 °C y 40 °C.

Como T=20 °C es una temperatura típica, se ha tomado como valor de


referencia para el coeficiente de permeabilidad K, la medida del mismo a
dicha temperatura.

Si se considera el rango de temperatura entre 10 grados centígrados y 40


grados centígrados, que representa las condiciones más frecuentes en la
realidad, se tiene que la permeabilidad a una temperatura T (KT) está
relacionada con la permeabilidad a 20 grados centígrados (K20) de la
siguiente manera (Rodríguez, 1981):

89
K 20 40

K T T  20
Válida para:

10 °C  T  40 °C

- La profundidad: como la temperatura del agua subterránea aumenta con


la profundidad, entonces ésta a su vez influye directamente sobre la
viscosidad y por consiguiente también sobre la permeabilidad. La
Tabla 5.1 muestra esas variaciones.

TABLA 5.1 Variación de la permeabilidad con la profundidad.

Profundidad T Viscosidad K
(m) (°C) (Poises x 102 ) (m/d)
0 10 1.308 1.0
100 13 1.207 1.08
200 16 1.12 1.18
500 25 0.994 1.5
1000 40 0.656 2
3000 100 0.284 4.6

- Otros factores: otro factor de una importancia relativa menor que los
anteriores, es el contenido en sales disueltas que afecta el peso
específico y la viscosidad. La presión es un factor secundario.

5.1.4 Valores de la permeabilidad. En general, los valores de la


permeabilidad K, varían para la mayoría de las rocas entre 10-9 y 102 cm/s.
En cuanto a la permeabilidad intrínseca K0, ésta puede variar desde 10-8

90
darcys hasta 105 darcys.

Algunos valores dados en la referencia (Rodríguez, 1981), aparecen en la


Tabla 5.2.

TABLA 5.2 Valores de la permeabilidad.

Rocas K (m/día)
Grava limpia 1000
Arena gruesa limpia 10 - 1000
Mezcla de arena 5 - 10
Arena fina 1-5
Arena limosa 0.1 - 2
Limo 0.001 - 0.5
Arcilla < 0.001

Una clasificación dada por los mismos autores para las distintas formaciones
según la permeabilidad es dada por la Tabla 5.3.

5.1.5. Determinación de la permeabilidad. El coeficiente de permeabilidad


puede determinarse tanto mediante ensayos sobre el terreno como mediante
ensayos en el laboratorio.

1) Métodos de laboratorio. En el laboratorio la permeabilidad de un material


se determina mediante el permeámetros. Se toman muestras del material
en el terreno y se introducen al permeámetro cuidando que estén lo
menos perturbadas posible y en estado de saturación. Se puede utilizar
ya sea permeámetro de cabeza constante o de cabeza variable.

91
TABLA 5.3 Clasificación de las formaciones según la permeabilidad.

El permeámetro de cabeza constante permite hacer circular el agua a través de


la muestra con una diferencia de carga siempre constante, Figura 5.3.

FIGURA 5.3 Permeámetro de cabeza constante.

El coeficiente de permeabilidad se calcula entonces a partir de la ley de


Darcy, así:

92
V
Q
t

h Ql
Q KA K
l A h

Si el coeficiente de permeabilidad es inferior a 10-5 cm/s, el permeámetro a


carga constante debe ser reemplazado por el permeámetro a carga variable,
donde la muestra está sometida a cargas mas altas, por medio de un tubo
largo de sección delgada, Figura 5.4. En el permeámetro de cabeza variable
se mide el descenso del volumen de agua durante un tiempo t y luego por
integración calcula el coeficiente K. De la Figura 5.4, según la ley de Darcy y
despreciando perdidas por fricción en el recipiente antes de que el agua
alcance la muestra se puede escribir:

h
Q KA
l

FIGURA 5.4 Permeámetro de cabeza variable.

93
Q es también la variación de volumen por unidad de tiempo, lo que implica:

dh dh A K dt
Q  a 
dt h a L

De lo anterior se concluye que:

h AK (5.10)
ln  t  t 0 
h0 aL

Si se dibuja en papel semilogaritmico log h vs t, se obtiene una recta donde la


pendiente es proporcional a K.

Las medidas efectuadas en el laboratorio pueden ser muy distintas a las


permeabilidades reales del terreno, por las siguientes razones:

- La muestra puede ser perturbada y no representa por consiguiente la


situación en el terreno, por ejemplo en cuanto hace relación al grado de
compactación.

- Las muestras que se toman son necesariamente puntuales y por lo tanto es


difícil que el valor de K determinado en el laboratorio sea el valor
promedio del acuífero en las condiciones reales. Además, la permeabilidad
en el laboratorio puede ser varios ordenes de magnitud mas pequeña que la
obtenida en el campo.

Por estas razones se considera que la determinación de K en el terreno da


resultados más ajustados a las condiciones reales. Desafortunadamente,
muchas veces no es posible hacer dichos ensayos debido a su costo, pero
siempre que ello sea posible, es lo más aconsejable.

2) Determinación de K mediante ensayos de terreno. Los métodos de campo


para determinar la permeabilidad son principalmente de dos tipos:

94
a) Ensayos de bombeo. Es quizás el método mas utilizado. Las medidas se
hacen directamente en el campo, en un pozo especialmente equipado, tal
como lo muestra la Figura 5.5. La base del tubo está equipada con
una rejilla filtrante de largo L y de diámetro D. El ensayo puede hacerse
por inyección o por bombeo de un caudal Q, tanto en régimen
permanente como transitorio. Los ensayos por bombeo se verán en
capítulos posteriores.

FIGURA 5.5 Esquema típico de un pozo para un ensayo de bombeo.

Los ensayos de permeabilidad por inyección, se realizan principalmente en


terrenos no saturados. Si se tiene régimen permanente y H es la diferencia
de carga, que corresponde a un caudal Q, la permeabilidad está dada por:

Q (5.11)
Km
H

95
Donde m es un coeficiente que depende de la forma y el diámetro de la
rejilla filtrante. Para que la ecuación 5.11 sea dimensionalmente
homogénea, es necesario que m tenga dimensiones L-1. Si la zona filtrante
es cilíndrica y está en el fondo del pozo, se tiene que:

 (5.12)
m
D

 es un coeficiente de forma adimensional, que depende de la relación l/D,


siendo l la longitud de la zona filtrante y D su diámetro. Para valores de 0
 l/D 10,  puede expresarse como:

l (5.13)

l 1
2 
D 4

Una explicación mas detallada de estos métodos puede encontrarse en (9).

b) Utilización de trazadores: se utilizan trazadores para determinar la


velocidad real de flujo (Vr) del agua. Conocido el gradiente hidráulico
i y la porosidad eficaz ne, K se puede calcular por la expresión:

V  Ki V  Vr ne ne
K  Vr
i

El problema de la utilización de trazadores radica en el hecho de la baja


velocidad del agua subterránea, que obliga a efectuar ensayos a cortas
distancias dando resultados muy localizados.

5.1.6. La permeabilidad en terrenos estratificados. En un medio


estratificado puede definirse una permeabilidad global Kv, perpendicular a la
estratificación cuando el flujo es también perpendicular a la misma o una

96
permeabilidad Kh, global y paralela a la estratificación cuando el flujo es
también paralelo a la misma.

Sea un medio estratificado compuesto por dos materiales de permeabilidades


K1 y K2 y espesores l1 y l2 respectivamente. La expresión para la
permeabilidad vertical equivalente puede hallarse de la siguiente manera.

La descarga a través del acuífero estratificado por unidad de ancho y normal a


la sección mostrada en la Figura 5.6 es:

h Q h
Q  Kv A V  Kv A
l1  l 2 A l1  l 2

h  h 3  h 1

h 3  h1 (5.14)
V K v
l1  l 2

FIGURA 5.6 Flujo perpendicular a la estratificación.

97
h 3  h1 V l2 (5.15)
V  K2  h 3  h1
l2 K2

h 2  h1 V l1 (5.16)
V  K1  h 2  h1
l1 K1
Sumando la 5.15 y la 5.16:

l l  h 3  h1 (5.17)
h 3  h1  V  1  2  V
 K1 K 2   l1 l2 
K  K 
 1 2 

Igualando la 5.14 y la 5.17:

h 3  h1 h  h1
Kv  3
l1  l 2 l 1 l
 2
K1 K 2

Si l1 + l2 = l entonces:

l (5.18)
Kv 
l1 l
 2
K1 K 2

Generalizando:

n
(5.19)
l
i 1
i

Kv  n
li
K
i 1 i

El mismo problema para el caso de un flujo horizontal (paralelo al sentido de

98
la estratificación). En este caso la permeabilidad es horizontal, Figura 5.7.

h
Q  Kh A
l
A = lb y b es el ancho.

FIGURA 5.7 Flujo a través de estratos colocados en serie.

Q  Q1  Q 2

h h (5.20)
Q1 K1 A1  K1 l1 b
l l

h h (5.21)
Q 2 K 2 A 2  K 2 l2 b
l l

Si L = l1 + l2 y sumando la 5.20 y la 5.21:

K1 l1  K 2 l 2 (5.22)
Kh 
l

99
Generalizando:
n
(5.23)
K
i 1
i li
Kh  n

l
i 1
i

5.1.7. Ensayos de permeabilidad en rocas consolidadas. Uno de los


ensayos mas comúnmente utilizados en rocas consolidadas es el Método de
Lugeon, que consiste en inyectar agua a presión en el terreno sobre una
abertura a lo largo de un sondeo determinado, en general 5 m, Figura 5.8.

FIGURA 5.8 Esquema general de un ensayo Lugeon.

Se revisten 5 m de sondeo, se fija un obturador y se inyecta el agua a presión


en el volumen de orificio delimitado de esta manera. Un manómetro y un
contador de agua permiten medir las presiones y los caudales. A presión
constante, por ejemplo 5 bars, se mide el caudal inyectado durante un
intervalo de tiempo determinado, generalmente 5 ó 10 minutos. Luego se
repite la operación aumentando la presión. La gama de presiones utilizada
depende de la fisuración. Con el fin de evitar la creación de fisuras
artificiales o levantamientos de las capas, no se debe sobrepasar los 10 bars.

100
Los ensayos se efectúan en tramos o pasos continuos de 3 a 5 m. Para
comparar entre sí los resultados es necesario expresarlos en términos de
absorción unitaria, es decir cantidad de agua absorbida en litros por minuto
por metro de sondeo y bajo la presión de un bar.

Q (5.24)
Absorcion unitaria 
ep
Donde:

Q : caudal en litros por minuto.


e : altura del tramo en metros (entubado).
P : presión en bars.

Un terreno es impermeable si la absorción es inferior a 0.6.

Para calcular K se construye un gráfico con las presiones en bars, en las


abscisas y en las ordenadas los caudales absorbidos en litros por minuto,
Figura 5.9.

FIGURA 5.9 Presiones vs caudales para la determinación de la


permeabilidad Lugeon.

101
Según la referencia (Castany, 1982), si se obtiene una recta, la permeabilidad
K, puede expresarse como:
log  R / r  (5.25)
K  0.366 Q
ep
Donde:
R : radio de influencia (20 a 250 m)
Q : caudal (m3/s).
p : presión (m).
r : radio del pozo (m).
Si los puntos experimentales no se ajustan a una recta:
Q 1 (5.26)
K  0.159
e rp

5.2. EL GRADIENTE HIDRÁULICO

Es la pendiente de la curva que representa la superficie piezométrica. Es otro


parámetro que aparece en la Ley de Darcy y fue definido como la pérdida de
carga por unidad de longitud, medida esta longitud en la dirección del flujo.Si
se considera un acuífero y dos piezómetros, Figura 5.10:

FIGURA 5.10 Gradiente hidráulico en un acuífero: h/L

102
pA pB
h1   ZA h2   ZB
 

en donde PA es la presión hidrostática en A y ZA la altura del punto A con


respecto al nivel de referencia, e idem en el punto B.

Al nivel de h en cada punto se le denomina nivel piezométrico. Al tubo que


permite determinar la altura de la columna de fluido se le denomina
piezómetro y al lugar geométrico de todos los niveles piezométricos se le
llama superficie piezométrica.
El gradiente hidráulico i será entonces:

 h h 1  h 2 (5.27)
i 
l l

El signo negativo se debe a que la carga hidráulica disminuye con L en la


dirección del flujo. Expresando el gradiente hidráulico en forma diferencial
se tiene:
h h (5.28)
i   lim 
h  0 l l

El fluido se mueve entonces de los puntos de mayor nivel piezométrico hacia


los de más bajo nivel.

Para el caso de un acuífero libre la superficie piezométrica coincide


prácticamente con el límite de la zona saturada y se le denomina superficie
freática. El agua en estos puntos está sometida a la presión atmosférica.

5.2.1. Determinación del gradiente hidráulico. De la anterior discusión se


puede concluir que los problemas de determinación del gradiente hidráulico
reposan sobre medición en el terreno del nivel piezométrico. En efecto, si se
considera nuevamente el acuífero con los diferentes piezómetros se tiene,
Figura 5.11:

103
FIGURA 5.11 Niveles piezométricos en un acuífero.

Z : cota del suelo


h1 y h2 : profundidad del agua en el piezómetro
hA y hB : niveles piezométricos

entonces:
 h
i h  h A  h B
l

Lo anterior implica que:

h  Z1  Z 2   h 2  h1 

Lo que se mide entonces en el terreno es la profundidad del agua en el


piezómetro, medida que se hace con la ayuda de una cinta metálica y de un
pequeño tubo atado a su extremidad el cual está conectado a una fuente de
corriente. El tubo al entrar en contacto con el agua cierra un circuito
registrándose dicho cierre ya sea con medidor de corriente, o con una fuente
luminosa. En este aparato se puede medir con una precisión de 0.5 cm - 1.0
cm. Obviamente, para tener en cuenta el desnivel del terreno se hace
necesaria una nivelación topográfica.

104
5.2.2. Las curvas isopiezas. Como su nombre lo indica, las curvas isopiezas
son líneas de igual altura piezométrica y se les denomina también líneas
equipotenciales. Estas curvas son las que resultarían si se cortara la superficie
piezométrica por planos horizontales igualmente espaciados.

En la práctica lo que se hace realmente es establecer mapas de isopiezas,


trazando las curvas por diferentes métodos a partir de la determinación del
nivel piezométrico en algunos puntos del acuífero. Estas curvas son las que
definen la superficie piezométrica. Las líneas de corriente se trazan normales
a las isopiezas, condición que se cumple en un medio isotrópico. El corte de
las isopiezas y las líneas de corriente constituye lo que se llama una red de
flujo.

En la Figura 5.12, se puede calcular el gradiente hidráulico entre dos puntos


A y B del acuífero. En general a partir de los mapas de isopiezas se puede
calcular el gradiente hidráulico para grandes distancias.

FIGURA 5.12 Gradiente hidráulico entre A y B. Con cotas


piezométricas 100 y 90 respectivamente.

105
Si A y B están separados por ejemplo 2.500 m, entonces:

100  90
i  0.004
2500

Una gran cantidad de información útil para estudios hidrogeológicos, se


puede extraer de los mapas de isopiezas. Generalmente los planos de
isopiezas se referencia a los planos topográficos, lo que permite determinar
profundidad del agua subterránea, dirección del flujo, hacer inferencias sobre
la permeabilidad de las formaciones, etc..

La Figura. 5.13 muestra el mapa de isopiezas para una zona cerca de


Medellín, en el altiplano del Río Negro.

Es importante señalar que las isopiezas deben trazarse de acuerdo con las
condiciones de borde del acuífero. Así por ejemplo, dichas curvas son
normales a los límites impermeables.

5.3. VELOCIDAD DE FLUJO

5.3.1. Velocidad de Darcy y velocidad real. La velocidad dada por la Ley


de Darcy no es la velocidad real a la cual se desplaza el agua en un medio
poroso. En efecto, dicha velocidad considera que el flujo se hace a través de
toda la sección y se define como Q/A, mientras que realmente el fluido se
desplaza únicamente a través de los poros, siendo por lo tanto el área menor
que el área de toda la sección. Esta es la razón por la cual a la velocidad de
Darcy se le denomina también velocidad aparente o velocidad de flujo para
diferenciarla de la velocidad real que viene a ser la velocidad de
desplazamiento de las moléculas de agua a través de los poros y que puede
determinarse mediante el uso de trazadores. A esta velocidad real de flujo se
le denomina también velocidad de filtración o velocidad eficaz o efectiva.

106
FIGURA 5.13 Mapa de isopiezas (Universidad Nacional de Colombia,
1996)

De esta forma, si la sección que se considera tiene un área A, puede definirse


a partir de la porosidad eficaz ne, una sección eficaz, que será la sección a
través de la cual circula realmente el fluido. Esa sección eficaz será entonces:

107
S  A ne (5.29)

Ahora, si se considera el flujo a través de una sección A, se tiene que por la


ley de Darcy:

Q  AKi (5.30)

Pero considerando que el agua se desplaza únicamente a través de los poros y


definiendo como Vr la velocidad real de desplazamiento, se tendrá que:

Q  Vr S (5.31)

Igualando 5.30 y 5.31 y teniendo en cuenta que V = Ki:

V  Vr n e (5.32)

que es la relación existente entre la velocidad de Darcy y la velocidad real.

De lo anterior se desprende que la ley de Darcy es válida únicamente cuando


se trata de estudiar el desplazamiento de una masa de fluido, pero no lo es
cuando se estudia el desplazamiento de las partículas, lo cual constituye un
fenómeno mucho más complejo.

EJEMPLO 5.2

Sea un acuífero cuya porosidad eficaz es 10%. Se desea bombear agua a


través de un pozo a una tasa de 1 m3/s. Si el área total de flujo es 200.000 m2,
cuales son los valores de la velocidad de Darcy y de la velocidad real?

Solución:

108
Q 1 m
V   5  10 6
A 200000 s
Q Q 1 m
Vr     5  10 5
S A n e 200000  0.10 s

5.3.2. Valores de la velocidad aparente y de la velocidad real: Castany


cita los valores dados en la Tabla 5.4 en que las velocidades aparente y real,
son determinadas todas para un gradiente hidráulico i= 1. Para este valor de i
se tiene que V = K.

TABLA 5.4 Velocidades aparentes y reales para varios materiales.

Material Diámetro de Velocidad aparente Velocidad real


granos (mm) (cm/s) (cm/s)
Limos 0.01 0.0000183 0.000058
0.04 0.0002930 0.000922
0.06 0.0006600 0.00208
Arenas 0.1 0.00183 0.00576
0.2 0.00732 0.02310
finas
Arenas 0.4 0.0293 0.0922
medias 0.5 0.0438 0.1441
Arenas 0.6 0.0659 0.208
Gruesas 0.8 0.1170 0.369
Arenas muy 1 0.183 0.576
gruesas 2 0.732 2.307
Gravas 5 4.58 14.41

109
EJEMPLO 5.3

Un acuífero con K=1 cm/s y ne=0.25 descarga en un río. El flujo en el


acuífero es prácticamente horizontal y el gradiente forma un ángulo de 45
grados con el río, según se muestra en la Figura y en magnitud es 0.01. Un
trazador es introducido a una distancia perpendicular al río de 6 m. Calcular
el tiempo en que el trazador llega al río.

Solución:

V 0.01  1 cm
Vr    0.04
ne 0.25 s
6
x  8.49 m
sen 45 

e 8.49  10 2 cm
t   2.12  10 4 seg.
Vr cm
0.04
s

110
5.4. LÍMITES DE VALIDEZ DE LA LEY DE DARCY

La ley de Darcy establece una relación lineal entre la velocidad y el gradiente


hidráulico del tipo v = Ki y es válida para un régimen de flujo laminar y en un
medio isotrópico y homogéneo. Puede decirse que en la generalidad de los
casos, el flujo del agua subterránea cumple con esta ley, aún cuando a veces
se presentan ciertas condiciones, particularmente referidas al numero de
Reynolds que originan separaciones con respecto a ella.

La ley de Darcy deja de ser válida para condiciones extremas de flujo: para
valores altos del gradiente hidráulico y por consiguiente de la velocidad de
flujo y para valores bajos del mismo gradiente hidráulico.

En el estudio hidrodinámico del flujo en un medio poroso se ha definido, por


analogía con el flujo en tuberías, un número de Reynolds Re que expresa,
como en aquel caso, una relación entre las fuerzas de inercia y las fuerzas de
viscosidad que actúan en el flujo. Dicho número de Reynolds se define en
función de la velocidad de flujo v, de un diámetro característico del material y
de la viscosidad cinemática del fluido, así:

Vd (5.33)
Re 

El diámetro d puede ser, o bien el diámetro eficaz d10 del material, o bien el
diámetro promedio.

Se ha definido también un coeficiente de fricción de la siguiente manera


(Schnneebeli, 1966):

igd (5.34)
Cf 
V2

Las características del flujo quedan completamente definidas por estos dos
parámetros que tienen en cuenta el gradiente hidráulico i y la velocidad de

111
flujo v y que se relacionan entre sí mediante una expresión del tipo:

 f 
igd V d (5.35)

V 2   

Experimentalmente se ha estudiado esta relación para diferentes tipos de


material y distintos fluidos y se ha encontrado que gráficamente el
comportamiento es de la siguiente manera: en coordenadas logarítmicas se
tiene que la relación es lineal hasta un cierto rango de valores de Re (1 Re 
10), rango que corresponde a las condiciones de un flujo laminar; a partir de
estos valores se presenta una zona de transición aproximadamente hasta Re =
10, y para valores mayores de Re el régimen es ya turbulento. La ley de
Darcy se cumple entonces hasta el rango de valores de Re entre 1 y 10,
valores para los cuales el efecto de las fuerzas de inercia es prácticamente
despreciable, hipótesis asumida en la ley de Darcy. Para valores más altos de
Re el papel de dichas fuerzas es cada vez más importante y por consiguiente
la ley de Darcy no puede aplicarse para estos casos.

Estrictamente hablando no se puede determinar un valor crítico de Re a partir


del cual la ley de Darcy deja de ser válida ya que el cambio es gradual, razón
por la cual se habla más bien de un rango de valores para Re (1  Re  10) en
el cual se ubica el punto de desviación de la ley de Darcy.

Sin embargo según el trabajo presentado por Angel (1989), se tiene que el
límite máximo para el cual el flujo es laminar es un Re de 20. En ésta
investigación se analizaron solo materiales homogéneos e isotrópicos.

Pero como se decía anteriormente, la mayor parte de los problemas de aguas


subterráneas cumplen la ley de Darcy. Las condiciones de flujo que se
apartan de ella debido a las altas velocidades se presentan en la práctica en
terrenos kársticos y en formaciones rocosas fracturadas en donde el flujo del
agua presenta altas velocidades e igualmente en las cercanías de los pozos de
bombeo.

112
Según Marsily (1976), para valores muy bajos de i (caso de arcillas
compactas) no existe linealidad en la relación v vs. i y ésta comienza sólo a
partir de un cierto valor de i, por debajo del cual la permeabilidad se
considera nula.

5.5 LEY DE DARCY EN MEDIOS FISURADOS

Existen actualmente dos aproximaciones al estudio del flujo en los medios


fisurados:

1) Modelar el flujo, teniendo en cuenta las fracturas una a una.

2) Modelarlo como si fuera un medio continuo equivalente.

Teniendo en cuenta estas dos aproximaciones, Louis (1974) propuso las


siguientes expresiones:

Régimen laminar:

V  Kf Jf (5.36)

Régimen turbulento:

V  K 'f J f (5.37)
Donde:

V : velocidad media dentro de la fractura.


Kf : conductividad hidráulica de la fisura.
Kf, : conductividad turbulenta de la fisura.
Jf : proyección horizontal del gradiente hidráulico sobre el plano de
fracturación.
 : grado de no regularidad sobre el plano de escurrimiento (0.5  
 1).

113
Para un sistema de fisuras paralelas y continuas en régimen laminar, puede
calcularse la conductividad hidráulica del medio por la siguiente expresión:

e (5.38)
K kf  km
b

Donde:

e : apertura de la fisura.
B : distancia media entre fisuras.
K : permeabilidad de la matriz rocosa.
m
K : permeabilidad direccional, dada por un gradiente hidráulico
paralelo al plano de la fisura.

Si el sistema de fracturas es discontinuo (las fisuras son de longitud infinita y


no están conectadas), Louis propone para la conductividad direccional
equivalente:

 1 l 
K  K m 1     
l (5.39)
 2  L  l L 
Donde:

l : extensión media de fisuras.


L : distancia media entre fisuras no conectadas.

Las anteriores son las permeabilidades de un medio continuo equivalente.

En el caso de fisuras continuas, la permeabilidad direccional del medio


equivalente es función de la tercera potencia de la abertura e de la fisura.

114
e3 F g  (5.40)
K
12  b C
Donde:

F : grado de separación de la fractura, y es igual a la superficie


abierta de la fractura sobre la superficie total de la fractura.
C : es un coeficiente que depende del tipo de régimen.

Los tipos de regímenes son mostrados en la Figura 5.14. La clasificación


depende del número de Reynolds y de la rugosidad relativa. El primero está
definido para un conducto cilíndrico como:

 (5.41)
R  Vd

Donde:
d : diámetro del conducto.
 : densidad del fluido.
 : viscosidad absoluta.

Para una fisura plana, se reemplaza el diámetro del conducto, por el "diámetro
hidráulico" definido por:

S (5.42)
Dh  4
p

Donde:

S : área de la fractura.
P : perímetro mojado de la fractura.

115
FIGURA 5.14 Regímenes de escurrimiento según Louis (1974).

La rugosidad relativa (adimensional) está definida por:

 (5.43)
Rr 
Dh

Donde:

 : altura media de las rugosidades dentro de la fractura.

Las leyes para flujo permanente en cada tipo de régimen, son funciones de la
abertura e, de la viscosidad cinemática /, de la rugosidad relativa Rr y del
gradiente de carga dentro de la fisura, Jf y están definidas para los diferentes
regímenes así:

116
Tipo 1, régimen laminar liso:

g e2 (5.44)
V Jf
12 

Tipo 2: turbulento liso:


4/ 7
 g  2  e 5  1/ 4  (5.45)
V     jf 
 0.079    

Tipo 3: turbulento rugoso:

 3.7  (5.46)
V    4 e g log  Jf
 Rr 
Tipo 4: laminar rugoso:

 g e2  (5.47)
V    J
1.5  f
 12  1  8.8 R r  

Tipo 5: turbulento muy rugoso:

 19  (5.48)
V    4 e g log  Jf
 Rr 

Maine y Hocking (1977) muestran en la Figura 5.15 la equivalencia entre la


permeabilidad de un medio fracturado y la permeabilidad de un medio
poroso.

Por ejemplo el caudal a través de una sección de medio poroso, de 100 m de

117
espesor, y con una permeabilidad de 10-7 m/s, puede ser el mismo que pasa
por una sola fisura cuya abertura sería de 0.2 mm.

Para modelar el escurrimiento en un medio de muchos sistemas de fracturas


conductoras, existen dos posibilidades:

1) Aproximación al medio continuo. Cada familia de fracturas define una


permeabilidad direccional, formando entonces un tensor de
permeabilidades. Conociendo la frecuencia y dirección de estas
permeabilidades, es posible calcular las direcciones de anisotropía del
tensor y las permeabilidades en esas direcciones.

Esta aproximación es válida para una cierta escala de observación: no se


tendrán exactamente las velocidades o las alturas piezométricas en cada
fractura, sino un valor medio del conjunto de ellas.

Para definir las permeabilidades de cada familia se tienen dos caminos:


medir las propiedades geométricas de las fisuras (abertura, rugosidad,
espaciamiento, etc) y utilizar las expresiones dadas anteriormente o medir
directamente por ensayos in situ, las permeabilidades Kf de las fracturas
elementales.

2) Medio discontinuo. Consiste en tener en cuenta ya sea cada una de las


fisuras elementales del sistema, ya sea fisuras equivalentes que reemplazan
muchas fisuras elementales de una misma familia. El modelo está
constituido de nudos donde se cortan las fisuras, unidas por planos donde
escurre el fluido, según las leyes direccionales dadas anteriormente. Se
calculan las cargas en los nudos y las velocidades en los planos. Esta
aproximación permite representar mas fielmente el flujo, sin embargo,
demanda muchísima mas información acerca de las propiedades, posición
de las fisuras, individualmente o reagrupadas por familias.

118
FIGURA 5.15 Comparación entre las permeabilidades de medios
fisurados y medios porosos en función de la apertura
de la fisura, (Maine y Hocking, 1977, citado por
Marsily, 1986).

Si se desea profundizar más en el tema se recomienda la referencia (Toro,


1987). En ella se hace una aplicación de esta metodología a un caso real, los
túneles de carga de la represa de Chivor en Colombia.

5.6. GENERALIZACIÓN DE LA LEY DE DARCY

La ley de Darcy establece que para un medio isotrópico se cumple:

119
V  Ki (5.49)

Ya se mostró como en una dirección cualquiera del flujo el gradiente puede


expresarse como:
dh (5.50)
i
dL

Donde h es la carga total y dh es la pérdida de carga en la dirección del flujo.


Se tiene por consiguiente que en una dirección dada:

dh (5.51)
V  K
dL

Si se considera el problema del flujo subterráneo en tres dimensiones y se


acepta que la ley de Darcy es válida en cualquier punto del terreno en todas
las direcciones, se tiene que con respecto a un sistema de ejes de coordenadas,
las velocidades de flujo en cada una de las tres direcciones estarán dadas de la
siguiente manera:

h h h
Vx   K i Vy   K j Vz   K k
L L L

Es decir que la velocidad en una dirección cualquiera será:

 h h h  (5.52)
V  K  i j k
 L L L 

Lo cual es equivalente a decir que:

V  K h (5.53)

Siendo el vector v y el vector gradiente paralelos. Lh es llamado el vector


gradiente hidráulico.

120
Esta expresión se cumple para un medio isotrópico en el cual la
permeabilidad no varía en ninguna dirección.

FIGURA 5.16 Velocidades de Darcy en tres dimensiones.

También puede escribirse de la siguiente forma:

  Kh  Kh  Kh  (5.54)


V   i j k
 x y z 

Si definimos un potencial de velocidades  = Kh , la ecuación que describe el


campo de velocidades toma la forma:

V    (5.55)

El flujo darcyano se llama por esto seudopotencial.

Para un medio anisotrópico, para el cual K = K (x, y, z) es necesario


considerar entonces la variación de la permeabilidad en cada una de las

121
direcciones. En este caso se tiene:

h h h
Vx   K x Vy   K y Vz   K z
x y z

Lo anterior implica que la permeabilidad es una propiedad tensorial,


resultando entonces un tensor de 9 componentes, así:

K x x Kxy Kxz 
K  K y x Kyy K y z  (5.56)
 K z x Kzy K z z 

Este es una tensor simétrico con:

Kxy  Kyx Kxz  Kzx Kyz  Kzy

Sin embargo, físicamente solo hay escurrimiento en aquellas direcciones


donde el gradiente es paralelo a la permeabilidad. Matemáticamente X, Y, Z,
son las direcciones de los vectores propios de la matriz, estas direcciones son
llamadas direcciones principales de anisotropía del medio. En este caso el
tensor se reduce a tres componentes diagonales:

K x x 0 0 
K   0 Kyy 0  (5.57)
 0 0 K z z 

En un medio estratificado es evidente que las direcciones paralelas y


perpendiculares a la estratificación son direcciones privilegiadas de
escurrimiento, en las cuales el gradiente de carga y las velocidades se
confunden, es decir que las componentes del tensor se reducen a las
componentes diagonales.

122
En la practica, en los medios estratificados horizontalmente se distinguirán
dos permeabilidades: una permeabilidad vertical Kzz y una permeabilidad
horizontal Kxx = Kyy, la relación de anisotropía
Kzz /Kxx está comprendida entre 1 y 100.

EJEMPLO 5.4

El agua sale por un lente de arena muy delgado, confinado por la pared de
un embalse. El goteo hacia el acuífero subyacente es constante y uniforme.
Derivar una ecuación para Qo, si ho, T y w son conocidos y L es
desconocido.

Planteando la ecuación de continuidad:

dh
Qo  W x   T
dx

Integrando a ambos lados de la igualdad

  Qo  W x dx   
L 0
T dh
0 ho

123
L
W x2
0  Qo  W x dx  0 T dh
L ho
  Qo x   T ho
2 0

W L2
Se obtiene: Qo L   T ho
2

El caudal por unidad de ancho es: Qo = W L 1

Qo
Entonces L  , reemplazando y despejando Qo se obtiene finalmente:
W

Qo  2 W T ho

EJEMPLO 5.5

Una columna de medio poroso forma un ángulo de 30° con el plano


horizontal, ver Figura. La magnitud de la velocidad de Darcy es 0.005 cm/s.
Si la presión es siempre la misma en la columna, cual es la conductividad
hidráulica ?.

De la Ley de Darcy se tiene: V  ki

124
h 1  h 2 h
Donde el gradiente hidráulico es: i 
L L

Como la columna está inclinada, h  Ltan30

Ahora;
Ltan30 
i  i = tan30°
L

Reemplazando se tiene una conductividad hidráulica de:

0.005
k  k = 0.0087 cm/s
tan30 

EJEMPLO 5.6

Un flujo horizontal ocurre a través de una columna de medio poroso no


homogéneo en el cual la conductividad hidráulica varía continuamente de
acuerdo a la siguiente expresión: K(x) = Km exp(-x/L) donde Km es la
conductividad en x = 0 y L es la longitud de la columna. Para Km = 0.019
cm/s, L = 1.3 m y una diferencia de presión de 3 m a lo largo de la columna,
calcular la velocidad de Darcy. Dibujar la distribución de presiones a lo
largo de la columna.

Aplicando la Ley de Darcy:


x
 dh
V   K i  Km e L
dx
reemplazando
x
 dh
 V  0.019 e L
dx
Integrando:

125
V 1.3
x
0

0.019 
0
e L dx   dh
3

Evaluando la integral
1.3
 V  L 
x

h3
0
e
0.019  
0

se obtiene finalmente
cm
V  0.0026
s

Si se considera un caudal constante, la distribución de presiones tiene una


forma exponencial que depende de la permeabilidad así:

x
 dh
V  0.019 e L
dx

Graficando esta expresión se tiene:

126
EJEMPLO 5.7

Agua a una temperatura de 10 °C fluye a través de una columna vertical de


arena formada de arena de 0.5 mm de diámetro, longitud L=120 cm y área
transversal A=200 cm². El diámetro medio de las partículas de arena es de
0.5 mm, la porosidad, n, es 0.36 y la conductividad hidráulica k es 20 m/día.

Se requiere :

a. Analizar si es aplicable la Ley de Darcy.


b. Cuál es el caudal total Q ?
c. Cómo cambiarían las respuestas de las preguntas a y b si la temperatura
varía de 10 °C a 30 °C ?.

Solución :

a. Se puede aplicar la Ley de Darcy ya que se tienen las siguientes


características :
 Es un medio Homogéneo
 Es un medio continuo, ya que se puede decir que todos los vacíos de la
arena están intercumunicados entre si.
 Es un medio isotrópico.
 Además se puede verificar si el flujo es laminar si R < 10

vd
R

R : Número de Reynolds
v : Velocidad de Darcy
d : Diámetro promedio del material
 : Viscosidad cinemática del agua
10°C = 0.01310 cm²/s

127
30°C = 0.00804 cm²/s

h 120
El gradiente hidráulico es: i  1
L 120

Remplazando en la ecuación de Darcy v=k*i

v = 20(m/día) * 1 v = 20 m/día = 0.000231 m/s

Se obtiene un número de Reynolds de

0.000210.0005
R  0.088846 R < 10 con lo que se
1.0e  6
demuestra que el flujo es laminar y es aplicable entonces la Ley de Darcy.

b. El Caudal total será :

Q=k*A*i
Q = 20(m/día) * 0.02(m²) * 1
Q = 0.4 m³/día

c. Si la temperatura cambia de 10 °C a 30 °C los cambios en las respuestas


serán las siguientes:

Como T= 30 °C se puede, con la siguiente expresión encontrar la


permeabilidad correspondiente:

K 20 40 20 40
  o   KT = 25 m/día
K T T  20 K T 30  20

El nuevo caudal sería entonces:

 Q = 25 (m/día) * 0.02(m²) = 0.5 m³/día

128
Verificando de nuevo el número de Reynolds, se tiene :

0.000210.0005
R  0.143657 por lo que el flujo sigue siendo
1.0 6
laminar y sigue siendo válida la Ley de Darcy.

Como se observa, que al cambiar a 5 m/día la conductividad, también


aumenta el caudal circulante.

129
PROBLEMAS PROPUESTOS

5.1. Se tiene un acuífero confinado con espesor variable, tal como se


muestra en la figura. Encontrar el caudal que circula por él.

Respuesta : 0.008 m³/d-m

5.2. En un acuífero anisotrópico las permeabilidades son las siguientes


kx=36m/d y ky=16 m/d. El gradiente hidráulico con un valor i=0.004,
forma un ángulo de 30° con el eje x, determinar el caudal q, por unidad
de área y el ángulo que forma con el gradiente.

Respuesta: q= 0.129 m/d  = 14.4°.

5.3. La figura muestra un acuífero con una pendiente del 2% que drena
hacia un río. La permeabilidad del acuífero es de k=2.5 m/d. Los
afluentes de una planta de aguas servidas, se infiltran en el terreno para
reducir la contaminación del río. El sistema debe diseñarse para evitar
la escorrentía superficial de las aguas servidas. Si los rociadores (de
aguas servidas) tienen una tasa de 2 cm/d, cual es el máximo ancho w
del área que ellos pueden rociar al tiempo, sin que se produzca
escorrentía superficial.

130
5.4. Cinco capas diferentes separan un acuífero confinado de la superficie
del terreno. Las capas son anisotrópicas y tienen los siguientes valores
de permeabilidad y espesor:

Capa Espesor (m) Kx (m/d) Ky (m/d)


1 1.5 0.5 0.1
2 2.0 3.0 0.5
3 0.3 0.1 0.05
4 4.0 2.0 0.8
5 1.0 0.01 0.02

a) Si la superficie piezométrica del acuífero está en el fondo de la capa


5, cuál es la recarga por unidad de área que llega al acuífero
confinado, suponiendo que todas las capas estén saturadas y que la
infiltración es suficiente para mantener un flujo vertical, sin que
haya agua estancada sobre la superficie del terreno.

b) Si las cinco capas suprayacen en un lecho impermeable en lugar de


un acuífero confinado con una inclinación del 1%, cuál es le flujo
lateral por unidad de ancho a través de las capas.

Respuesta: a) 1.66x10-2 m/d; b) 0.45 m/d

131
5.5. Calcular la cabeza piezométrica, la cabeza de presión y la cabeza de
elevación en los puntos A, B y C indicados en la columna vertical.

5.6 La porosidad de las arenas en el esquema de la figura es 0.35. Si la


conductividad hidráulica de la arena 1 es 5 x10-3 cm/s, el caudal que circula
en régimen permanente es 1 x 10-3 cm/s y el área transversal de la columna
es 0.1 m2 . Calcular:
 La altura del agua en el manómetro
 La permeabilidad de la arena 2
 Llenar la siguiente tabla:

PUNTO CABEZA CABEZA PRESIÓN CABEZA


ELEVACIÓN PIEZOMÉTRICA
A
B
C
D
E
F

132
5.7 Un relleno sanitario se construyó en los suelos indicados en el esquema.
El relleno ocupa un área de 278 m por 200 m. La excavación para el relleno
se profundizará 13 m en la morrena oxidada, la cual tiene el nivel freático 5
m bajo la superficie y una k=10-7 m/s. Las morrenas no oxidadas tienen una
permeabilidad de 10-8 m/s. Hay un gradiente hidráulico regional en la zona
de 0.072. Asumir una porosidad de 0.01. Calcular:

a) Velocidad y caudal en las morrenas oxidadas


b) Velocidad vertical a través de las morrenas no oxidadas
c) Tiempo para el lixiviado alcanzar el acuífero formado por
arenas.

133
134
Capítulo 6
ECUACIÓN GENERAL DEL MOVIMIENTO DEL
AGUA SUBTERRÁNEA
132
Las ecuaciones diferenciales para el flujo en medios porosos se desarrollan
combinando la ley de Darcy con los principios del balance de masas. El
balance de masas involucra consideraciones de entrada y salida de flujos y
cambios en el almacenamiento.

Las leyes básicas que gobiernan el flujo fueron deducidas en el capítulo


anterior. En general se tiene que h = h(x,y,z); la ley de Darcy implica la
determinación de las tres componentes de la velocidad, además del valor de K
es decir que se tienen tres ecuaciones y cuatro incógnitas (si el medio no es
isotrópico K es un tensor, y se tienen otras tres incógnitas Kxx, Kyy y Kzz), por
lo que es preciso, para resolver el sistema, introducir una nueva ecuación que
es la ecuación de continuidad o de balance de masas.

El objetivo que se persigue en este capitulo es el desarrollo de las ecuaciones


de conservación de masa, para un dominio tridimensional y para diferentes
tipos de acuíferos. La distribución de h en un dominio específico se obtiene
resolviendo las ecuaciones con las apropiadas condiciones de borde y de
frontera.

6.1. ESFUERZOS EFECTIVOS EN UN MEDIO POROSO.

El concepto de esfuerzo efectivo o esfuerzo intergranular fué introducido por


Terzaghi (1925). Esencialmente, este concepto asume que en un medio
poroso granular, la presión del agua que rodea casi completamente cada grano,
produce en éstos, esfuerzos de igual magnitud, sin contribuir a la deformación
del esqueleto sólido, la cual se produce solamente por las fuerzas de contacto,

133
que se transmiten de grano a grano a través de los puntos de contacto. El
esfuerzo intergranular se obtiene substrayendo la presión de poro del esfuerzo
total en el material sólido.

Tan importante como la noción de esfuerzo efectivo es la deformación


observada de materiales granulares, como resultado de cambios en los
esfuerzos, es mucho mayor que la que puede ser explicada por la compresión
del material mismo. Esto sugiere que la deformación es producida
principalmente por el reacomodo de la matriz, con deslizamientos y
desplazamientos localizados.

Las investigaciones de laboratorio demuestran también que, durante la


deformación, los granos se deslizan y desplazan. Esto significa que el proceso
de deformación es gobernado por lo que sucede en puntos de contacto
localizados, donde esfuerzos normales y de corte concentrados, son
transmitidos de grano a grano, sin ser afectados por cambios en la presión de
poro. Por lo tanto un cambio en las presiones de poro, con iguales cambios en
los esfuerzos totales, no produce deformación y podrían no producir cambios
en los esfuerzos efectivos.

Terzaghi llamó esfuerzos efectivos, a aquellos que son transmitidos


directamente de grano a grano. Ellos tienen efecto solo en la fase sólida,
contrariamente a la presión del líquido intersticial llamada presión neutra o de
poro.

Los esfuerzos totales aplicados al complejo sólido - líquido se descomponen


entonces en esfuerzos efectivos y presiones neutras en un material solamente
sometido a compresiones así:

  p (6.1)
Donde:

: esfuerzo total
: esfuerzo efectivo.

134
p: presión neutra o de poro.

6.1.1. Teoría de la consolidación. Cuando se sobrecargan ciertos terrenos


poco permeables y saturados de agua, inicialmente puede advertirse solo una
pequeña compresión, sin embargo al final de un tiempo largo la subsidencia
puede ser considerable. Este fenómeno se denomina consolidación.

Terzaghi mostró que la consolidación se explica por el escurrimiento lento del


agua intersticial contenida en el suelo, tal como se muestra en la analogía de
los pistones, Figura 6.1

Si el recipiente está vacío, la sobrecarga es soportada totalmente por los


resortes, que se contraen, siendo esto instantáneo y elástico. Pero si el
recipiente está lleno de agua y los orificios entre los pistones son muy
pequeños, la contracción de los pistones no será inmediata: la sobrecarga se
traducirá inicialmente por un aumento de la presión del agua, que se escapará
poco a poco del sistema y dejará a los resortes la tarea de soportar la
sobrecarga, comprimiéndose. La matriz sólida del suelo representa en la
analogía el papel de los resortes; los orificios entre los pistones representan los
poros o vacíos.

FIGURA 6.1 Analogía de los pistones.

La teoría de la consolidación supone que:

1) El escurrimiento intersticial sigue la ley de Darcy.

135
2) La permeabilidad del terreno no varía en el curso de la consolidación
(esto sólo es una aproximación a la realidad).

3) El agua y los elementos sólidos son incompresibles, una compresión


corresponde entonces a una disminución de la porosidad.

4) La compresibilidad del suelo es "elástica", es decir que existe una


relación lineal entre el esfuerzo de compresión efectivo y la
disminución de volumen del suelo.

El mecanismo de la consolidación supone que una sobrecarga exterior


aplicada al suelo es soportada en parte por la fase sólida (aumento del esfuerzo
efectivo) y en parte por el agua intersticial (aumento de la presión). Por efecto
de este aumento de presión, hay un escurrimiento transitorio, hay un aumento
progresivo del esfuerzo efectivo y por lo tanto hay subsidencia.

6.2. CAMBIOS EN EL ALMACENAMIENTO

En un medio saturado, la masa de agua presente en un volumen unitario de


medio poroso, puede expresarse como n. Cuando hay flujo, la presión p, en
el agua, varía con el tiempo. Si el esfuerzo total permanece constante, los
esfuerzos efectivos varían con el tiempo.

El cambio en la masa de fluido por unidad de volumen está dado por:

 n   n (6.2)
n 
 t  t t

La ecuación general de estado para un fluido es  =  (p, c, T) la cual muestra


que la densidad del fluido , depende de la presión p, de la concentración de
varios componentes c, y de la temperatura absoluta T. En condiciones
isotérmicas y si el fluido es homogéneo o con una sola componente, la
ecuación de estado se reduce a  = (p). Esto significa que:

136

d  dp
p (6.3)

El coeficiente de compresibilidad  a concentración y temperatura constantes


está definido por:

1 

 p (6.4)

Se definirán a continuación cada uno de los términos del lado izquierdo de la


ecuación 6.2.:
 y n
n 
t t

1) 
n
t

De la ecuación general de estado de un fluido para condiciones de igual


presión e igual concentración y de la ecuación 6.4, se tiene:

  p p
n n  n
t p  t t (6.5)

2) n

t
Con el fin de relacionar el segundo término del lado derecho de la ecuación
6.2, con el cambio de la presión, y de acuerdo a Jacob (1940), se asume que no
hay desplazamientos horizontales en el terreno. Todas las deformaciones,
fuerzas y esfuerzos resultantes actúan solamente en la dirección vertical. Si se
asume que el esfuerzo total  no cambia, entonces, de la ecuación 6.1:

d  dp (6.6)

137
Lo que significa que cualquier incremento de presión, va acompañado por una
disminución igual del esfuerzo efectivo.

Si se acepta la definición de porosidad n, como Vv/Vt, (Vv volumen de vacíos)


en cualquier punto de la muestra, el volumen total, Vt , es igual a:

Vt  Vw  Vs Vs  1  n Vt (6.7)

Donde :

Vw: Volumen de agua.


Vs: Volumen de sólido

Se puede asumir que el volumen Vt, se deforma como resultado de los


cambios en los esfuerzos efectivos, y el volumen Vs permanece constante, lo
que concuerda con la afirmación de que los granos son incompresibles.

En las ecuaciones 6.6 y 6.7, se obtiene:



Vs
0 1  n Vt  0
  (6.8)

Lo que implica:
Vt
1  n  Vt n  0
 

1 Vt 1 n 1 n
 
Vt  1  n   1  n p (6.9)

En este punto de la deducción, se asume que se trata de volúmenes


relativamente pequeños, de tal manera que el suelo pueda tratarse como un
material elástico, con un coeficiente de compresibilidad, , definido por:

138
1 Vt
 (6.10)
Vt 

Pero se sabe que n= n(p), lo que implica:

n p n
 (6.11)
 t  t p

Combinando 6.9, 6.10 y 6.11:

n p
  (1  n )
t t (6.12)

Sumando las ecuaciones 6.5 y 6.12, se obtiene finalmente:

(n) p
  n  (1  n )
t t (6.13)

Considérese la vecindad de un punto en el acuífero, donde la presión se reduce


por medio de bombeo. El resultado es un incremento de los esfuerzos
compresivos intergranulares transmitidos por el esqueleto sólido del acuífero.
Esto, a su vez, causa la compactación del acuífero reduciendo su porosidad.
Al mismo tiempo, como resultado de la reducción de la presión, el agua se
expandirá. Los dos efectos conjuntamente, la ligera expansión del agua y la
pequeña reducción en porosidad, causan que una cierta cantidad de agua sea
liberada del acuífero. Si se asumen que tanto el agua como la matriz sólida
son perfectamente elásticas, este proceso es reversible. En la realidad, sin
embargo, los cambios en la matriz granular son irreversibles. El estudio de
estas deformaciones irreversibles escapa al contenido de estas notas.

139
6.3. ECUACIÓN DE BALANCE DE MASAS

Considérese un volumen de control, como el de la Figura 6.2. La altura


piezométrica en un punto cualquiera va a variar con el tiempo.

Puede entonces establecerse la siguiente ecuación:

Masa de fluido que entra = masa que sale + cambio en la masa almacenada
con el tiempo.

FIGURA 6.2 Conservación de la masa en un volumen de control.

Se va a considerar que el medio es isotrópico, o sea que K = cte y que las


variaciones espaciales de la densidad son muy pequeñas.

Masa que entra por unidad de tiempo:

(Vx )dydz  (Vy )dxdz  (Vz )dxdy

Masa que sale por unidad de tiempo:

Vx Vy Vz


(Vx  dx )dydz  (Vy  dy)dxdz  (Vz  dz)dxdy
x y z

140
Haciendo la diferencia se tiene, que la variación de la masa con el tiempo de
masa (ecuación 6.13) es :

 Vx Vy Vz      


       Vx  Vy  Vz   M
 x y z   x y z  (6.14)

Si se considera un medio en el que la variación espacial de la densidad  sea


despreciable, el segundo término del lado izquierdo de la ecuación anterior
desaparece.

De la ley de Darcy se tiene:

h Vx  2h
Vx  K   K 2
x x x
h Vy 2h
Vy  K   K 2 6.15)
y y y
h Vz  2h
Vz  K   K 2
z z z

Aplicando la ley de Darcy y con 6.13, 6.14 y 6.15, se obtiene:

p
K 2 h n  (1  n )
t (6.16)
Pero:
p
h  Z  constante

h Z 1  p  
    p 
t t   t t 

Como la topografía no varía con el tiempo (en la escala de tiempo considerada

141
que es de años y días) se tiene entonces:

Z y p 
0 0
t  2 t

Lo anterior implica que:


p h

t t (6.17)

y evaluando 6.17 en 6.16:

h
K 2 h  n  (1  n )g
t
(6.18)
h
K 2 h  n  (1  n )g
t

El término  n    (1  n) 1es llamado coeficiente de almacenamiento


específico Ss, que tiene unidades de [1/L] y es la cantidad de agua almacenada
que se libera por unidad de volumen del acuífero cuando el gradiente
hidráulico disminuye una unidad. Sus componentes pueden interpretarse así:
 g  (1 n) 2es el agua almacenada, liberada por unidad de volumen, debido
a la compresión del esqueleto intergranular cuando el potencial disminuye una
unidad.  g n  3es el agua almacenada liberada por unidad de volumen,
debido a la descompresión del agua, cuando el nivel piezométrico desciende
una unidad.  es generalmente del orden de 1/25  (Bear, 1987), por esta
razón Ss, puede escribirse, como:

SS n   g (6.19)

La ecuación 6.18 queda entonces como:

142
SS  h
2h  (6.20)
K t

Multiplicando arriba y abajo el miembro derecho de la ecuación por el espesor


del acuífero, b, se tiene:

SS b h
2h 
Kb  t
donde (6.21)
Kb  T
SS b  S

S es llamado coeficiente de almacenamiento y es uno de los parámetros que


caracterizan un acuífero, junto con la transmisividad T.

La transmisividad T, se define como la tasa de flujo por unidad de ancho a


través de todo el espesor del acuífero y para un gradiente hidráulico unitario.
Este concepto es válido sólo en modelos bidimensionales. Debe tenerse en
cuenta que el espesor del acuífero no es necesariamente constante. La
ecuación general de flujo para un medio homogéneo e isotrópico queda
entonces:
S h
2h 
T t (6.22)

Esta ecuación es llamada también ecuación de difusión o ecuación de


Boussinesq.

Si el flujo es permanente, la ecuación anterior se reduce a la bien conocida


ecuación de Laplace:

2h  0 (6.23)

143
Podemos entonces definir el coeficiente de almacenamiento S, para un
acuífero confinado como el volumen de agua Vw, que sale de un acuífero, por
unidad de área horizontal, A, y por una caída unitaria del gradiente, Figura 6.3.
S es un parámetro adimensional.

FIGURA 6.3 Coeficiente de almacenamiento para


a) acuíferos confinados, b) acuíferos libres.

De la discusión anterior se concluye que la salida del agua, se debe tanto a su


comportamiento elástico como al de la matriz rocosa.

También se puede definir un coeficiente de almacenamiento para un acuífero


libre. Si se considera el área horizontal A de un acuífero libre, Figura 6.3b, el
volumen de agua almacenada está limitado por el nivel freático. Si como
resultado de un bombeo, sale más agua de la que está entrando al acuífero, el

144
nivel freático descenderá. Puede definirse entonces el coeficiente de
almacenamiento de un acuífero libre de la misma manera que para uno
confinado, excepto que la caída h es la del nivel freático.

A pesar de la similitud de las dos definiciones, el almacenamiento en cada tipo


de acuífero obedece a razones diferentes. En un acuífero confinado el
coeficiente de almacenamiento es el resultado de la compresibilidad tanto del
agua como de la matriz rocosa. En un acuífero libre, el agua es drenada
principalmente de los poros, debido a la posición inicial y final del nivel
freático. El coeficiente de almacenamiento en un acuífero libre es llamado,
frecuentemente, rendimiento específico Sy, y expresa la producción de un
acuífero por unidad de área y por unidad de caída del nivel freático.

Se debe tener el cuidado de no identificar el rendimiento específico con la


porosidad en un acuífero libre. Cuando el agua se drena de los intersticios o
poros, el drenaje nunca es completo, pues como se dijo en capítulos anteriores,
una cierta cantidad es retenida en el suelo por las fuerzas capilares, superiores
a las de la gravedad. El agua que queda en el acuífero después del drenaje es
llamada, como ya se dijo, agua de retención, Sr, lo que implica que:

S y  Sr = n (6.24)

Por esta razón, Sy, es llamada algunas veces porosidad efectiva.

Valores típicos de S en un acuífero confinado son del orden de 10-4 - 10-6 , de


los cuales aproximadamente el 40% corresponde a la expansión del agua y el
60% a la compresión del medio poroso. En un acuífero libre (arenas) Ss,
puede ser del orden de 0.1 cm-1 y Sy puede ser el 20%-30% de este valor.

6.4 LA SUBSIDENCIA

145
La subsidencia o reducción de la cota de la superficie del terreno debido a
compactación de capas compresibles puede ser causada por la explotación
excesiva de acuíferos. Al reducirse los niveles piezométricos, se
incrementan los esfuerzos efectivos y causan el movimiento de la superficie
de la tierra hacia abajo. Es mucho más común en acuíferos aluviales con
estratos de limos y arcillas intercalados con gravas y arenas. Las gravas y
arenas son relativamente incompresibles por lo cual, el incremento de los
esfuerzos efectivos no causa compactación apreciable en los acuíferos
constituidos solamente por estos materiales. La subsidencia asociada a la
explotación de aguas subterráneas está ligada a tres mecanismos principales:
compactación de acuíferos, disolución y posterior colapso de rocas solubles
en agua (limolitas, evaporitas, calcitas) y desecamiento de suelos orgánicos.
Puede dañar edificios, puentes, acueductos y alcantarillados, canales y
reducir la capacidad de almacenamiento de los acuíferos.

Algunos de los casos más conocidos son los de Ciudad de Méjico , donde en
algunos sitios se han presentado subsidencias de 8 m, iniciadas desde 1938.
En Tokio y Osaka se han presentado subsidencias de 3-4 m y en el Valle de
San Joaquín, en California, se han tenido tasas de subsidencia de 1 m cada 3
años en el período 1935-1970.

El principal parámetro en la subsidencia es la es la variación de la presión


efectiva o intergranular. Dos aproximaciones se usan para calcular la
subsidencia. Una está basada en la teoría de la elasticidad y otra en la teoría
logarítmica.

Con la teoría de la elasticidad se asume que la subsidencia sobre el espesor,


Su/Z, varía linealmente con el incremento de esfuerzos, i 2  i1 así:

 i 2  _  i1
E (6.25)
Su
Z

Donde:

146
Z espesor del acuífero
E: módulo de elasticidad
σ : esfuerzo efectivo.
Su: subsidencia

Los módulos de elasticidad E para varios materiales son:

Material E, Kg/cm2

Gravas y arenas densas 2000-10000


Arenas densas 500-2000
Arenas sueltas 100-200
Arcillas y limos densos 50-100
Arcillas sueltas 10-50
Turbas 1-5

Terzaghi y Peck (1948) encontraron cuando se dibujaba la relación de vacíos


e vs σ , se obtenía una curva donde la pendiente  de la sección recta de la
curva se puede expresar como:

e1 _ e 2
tan 
log i 2 _ log i1 (6.26)

Tan  es llamado el índice de compresión del material, Cc. La ecuación


anterior se puede escribir entonces, como:

i 2 (6.27)
e1 _ e 2  C c log
i1

Se puede demostrar que:

147
Cc 
Su  Z log i 2 (6.28)
e1  1 i1

Cc es un parámetro adimensional con valores que varía, para arcillas, con el


límite líquido, Lq, entre 0.1-1 de acuerdo a la siguiente ecuación (Skempton
1944, citado por Bower,1978):

C c  0.007(L q _ 10%) (6.29)

Si:

Cc
Cu 
e1  1 (6.30)

Cu, llamado coeficiente de compresión, la ecuación 6.28 queda:



Su  ZCu log i1
12 (6.31)

Cu tiene los siguientes valores( Bower, 1978):

Material Cu

Arena 0.005-0.05
Limo 0.05-0.1
Arcilla 0.1-0.3
Turba 0.2-0.8

Según Lohman (1961) la subsidencia puede ser calculada como:

S
b  p(  nb)
 (6.32)

148
Donde:
b: subsidencia en m
p: reducción en la presión en N/m2
: peso específico del agua.

EJERCICIO 6.1

En una ciudad bajo la cual hay un acuífero confinado de 50 m de espesor, se


ha producido en los últimos años una subsidencia de 0.5 m, causada por
descensos en los niveles piezométricos de 10 m. Si =5x10-10 Pascal-1, y la
porosidad del acuífero, n, es del 20% calcular el coeficiente de
almacenamiento S.

El coeficiente de compresibilidad , se define (ecuación 6.10) como:

1  Vt

Vt 

Sabemos también que

d  dp

dp  gh
reemplazando:
0.5 110 3
 
50  g 10 g

De la ecuación 6.19:

SS n   g

reemplazando:

149
SS 110 3  g  0.2  

El segundo término de ésta ecuación, es despreciable frente al primero, y se


tiene entonces:
SS b  S  110 3  50
S = 0.05

EJERCICIO 6.2

Considérese un acuífero formado por una capa de arena de 60 m de espesor,


sobre una capa de 25 m de arcilla, tal como muestra la figura. El nivel
freático está a 10 m de profundidad de la superficie del terreno, la porosidad
de la arena es 35%, la humedad de la arena por encima del nivel freático es
de 0.08, el peso específico de la arena es s=25.5 kN/m3 y el peso específico
del agua es 9.81 kN/m3. Si el nivel freático se abate 40 m calcular la
subsidencia si el módulo de elasticidad de la arena es 105 kN/m2. (Tomado
de Delleur, 1999)

Solución:

Es necesario encontrara el incremento en los esfuerzos efectivos producidos

150
por la caída del nivel freático. Se encontraran primero los esfuerzos
efectivos para la posición inicial del nivel freático así:

El esfuerzo total en el fondo de la capa de arena , para la posición inicial del


nivel freático es:
CORREGIR
 = (1-0.35)25.5 + 0.08*9.81 +50(1-0.35)25.5 +0.35*9.81= 1174 kPa

La presión hidrostática en el fondo de la capa de arena es:

P = 9.81*50=490.5 kPa

El esfuerzo efectivo será entonces:

 = 1174 –490.5 =683.5 kPa

El esfuerzo total en el fondo de la capa de arena cuando el nivel freático se


abate 40 m es:

 = 50(1-0.35)25.5+0.08*9.81 + 10  (1-0.35)25.5 + 0.35*9.81


= 1068.1 kPa

la presión hidrostática es.

P= 9.81*10 0 =98.1 kPa

El esfuerzo efectivo será entonces:

 = 1068.1-98.1=970 kPa.

El incremento en el esfuerzo efectivo será entonces:


 = 970-683.5 = 286.5 kPa

La caída del nivel freático produce una variación lineal del esfuerzo efectivo

151
de 0 kPa a 10 m de profundidad a 286.5 kPa a 50 m de profundidad. El
incremento promedio del esfuerzo efectivo es:

 = (0 +286.5)/2 =143.25 kPa

y la subsidencia para la profundidad de 10 a 50 m es:

Su1= 40*143.25/105= 0.0573 m

La subsidencia en el estrato de 50 a 60 m es:

Su2= 10*286.5/105= 0.0287 m

EJERCICIO 6.3

En una zona existe un acuífero confinado con un espesor promedio de 30 m,


que se extiende superficialmente 800 km². La superficie piezométrica
fluctúa anualmente de 19 a 9 m sobre el techo del acuífero. Asumiendo un
coeficiente de almacenamiento de 8x10-4, calcular el volumen de agua
almacenada anualmente.

Por definición se tiene

VH 2O
S
HA
donde

V: volumen almacenado
H: variación en los niveles piezométricos
A: área

Despejando

152
VH2O  S  H A
VH2O  8 10 4 10  800 10 6
VH2O  64 105 m3

6.5. CONDICIONES DE BORDE USUALES PARA LA SOLUCIÓN


DE LAS ECUACIONES QUE RIGEN EL FLUJO
SUBTERRÁNEO

Las ecuaciones básicas presentadas en la sección anterior son ecuaciones


diferenciales parciales de segundo orden y primer grado; las ecuaciones son
solamente las expresiones para un balance de masas y no suministran ninguna
información para un caso específico de flujo, ni aun sobre la forma del
dominio en que éste ocurre. Cada ecuación tiene un número infinito de
soluciones, cada una de las cuales corresponde a un caso particular de flujo en
un medio poroso. Para obtener de esta multitud de posibles soluciones una
solución particular de un problema específico, es necesario tener una
información adicional no contenida en las ecuaciones. Esta información, que
junto con las ecuaciones diferenciales parciales, define el modelo para un
problema particular, incluye especificaciones sobre las condiciones iniciales
y las condiciones de frontera.

Las primeras describen la distribución de los valores de la variable


considerada en algún tiempo inicial, frecuentemente t=0, en todos los puntos
del dominio considerado. Por ejemplo:

h = h(x, y, z, t=0) = f(x, y, z)

Donde f(x, y, z) es una variable conocida.

Las condiciones de frontera expresan la manera como el dominio considerado


interactúa con el entorno. En otras palabras expresan las condiciones de
caudales y cabezas piezométricas conocidas que el dominio externo, impone

153
al que se está considerando.

Diferentes condiciones de borde producen diferentes soluciones, de ahí la


importancia de fijarlas correctamente. También es claro que su contenido
expresa una realidad física tal como la entiende la persona que está
construyendo el modelo, aunque tales condiciones formen parte de un modelo
teórico - matemático.

Dichas condiciones son, desde el punto de vista matemático, de tres tipos

a) Condición de Dirichlet que fija el valor de la variable h: h = cte.

b) Condición de Neumann que fija el valor de la primera derivada de la


h
variable h: impuesta en un contorno.
n

h h
c) Condición de Fourier que fija los valores de h y :h impuestos.
n n

Se añadirá una cuarta condición que es la condición de superficie libre o de


goteo, que es una condición de frontera doble. Más adelante se estudiará el
problema de las condiciones iniciales.

Esas mismas condiciones, desde un punto de vista hidrogeológico significan


lo siguiente:

a) Condiciones de potencial impuesto que corresponden a la condición de


Dirichlet, o sea h = cte. Es el caso que se presenta cuando el acuífero está
en contacto con una masa libre de agua tal como un río o el mar, Figura
6.4. En esta situación la carga potencial es constante en todos los puntos de
la superficie de contacto entre el acuífero y el río o entre el acuífero y el
mar, y está definida por la altura del agua en el río o en el mar. En estas
masas de agua las pérdidas de carga son prácticamente despreciables pues
si bien es cierto que la carga pueda tener ciertas variaciones con el tiempo,

154
dichas variaciones no dependen del funcionamiento del acuífero sino de
condiciones externas a él como lo son las precipitaciones, por ejemplo. La
condición se expresa por lo tanto como h = cte.

b) Condiciones de flujo impuesto. Son equivalentes a la condición de


h
Neumann, ya que si se impone un valor a , (el gradiente en la dirección
n
h h
n), se tiene a partir de la Ley de Darcy: VN   K y como  cte ,
n n
entonces Vn = cte y por consiguiente el caudal o flujo es también constante.

FIGURA 6.4 Condición de potencial impuesto. (en el contorno A del


acuífero el potencial es constante).

Pueden presentarse los siguientes casos:

h
- Condiciones de flujo nulo:  0 Este tipo de condiciones se encuentran
n
por ejemplo cuando el acuífero está limitado por una superficie
impermeable, Figura 6.5.

h
- Flujo impuesto diferente de cero, es decir  0. Es el caso, por
n

155
ejemplo, de la explotación de un pozo con un caudal dado o un
afloramiento en una zona donde la tasa de infiltración es inferior a la tasa
de "adsorción" de la napa, Figura 6.6.

c) Condiciones de Fourier. Supóngase un río que drena o alimenta un


acuífero, Figura 6.7, que tiene un fondo colmatado por un material poco
permeable.

La diferencia de carga h = h(río) - h(napa), expresada como hr - h, crea el


gradiente necesario, para que haya un flujo por unidad de superficie de
contacto río - acuífero.

Según la ley de Darcy:

h h h
q  K'  K' r
e' e'

FIGURA 6.5 Condición de flujo nulo.

156
FIGURA 6.6 Condiciones de flujo no nulo.

FIGURA 6.7 Condiciones de Fourier.

También según la ley de Darcy, el caudal por unidad de superficie es:


h
q  K , con n normal a la superficie de contacto. Por conservación de
n
flujo a través de la interfase AB, se puede escribir:

157
h K' K'
K  h  hr
n e' e'

La cual es, por definición, una condición de Fourier.

d) Condiciones de flujo a superficie libre. Dos condiciones definen una


superficie libre:

- La presión sobre todo punto M de la superficie libre es la presión


atmosférica. Se puede escribir entonces: h = z.

- Además la superficie libre es una superficie a flujo impuesto, que puede ser
h
nulo si el acuífero no es alimentado por su superficie, o sea  0 , y si la
n
h
napa es recargada por su superficie, entonces  a . Esta "alimentación"
n
puede ser también negativa, como en el caso en que haya evaporación. Ver
Figura 6.8.

FIGURA 6.8 Condición de superficie libre.

Aparece aquí entonces una doble determinación. El problema principal reside


en el hecho de que la posición de la superficie libre no es conocida, sino que

158
por el contrario debe ser determinada y a su vez dicha superficie constituye
una condición de borde del flujo. Se trata entonces de una superficie que
h
cumpla simultáneamente las dos ecuaciones: h = z y  cte . Lo que se
n
hace en la práctica es determinar la posición de la superficie por
aproximaciones sucesivas. Primero se supone la posición de la superficie,
limitando así el dominio de integración, luego se fija la carga para dicho
h
dominio h = z y se verifica que el caudal calculado K , sea correcto. Si
n
dicho flujo no es correcto, se varía la posición de la superficie libre.

Hay condiciones de límites con flujo a superficie libre, por ejemplo en los
acuíferos libres en los cuales la superficie piezométrica es la misma superficie
freática. También en el caso del flujo a través de una presa de tierra, la línea
de saturación constituye un límite de flujo a superficie libre.

En muchos casos la superficie libre es cortada por una superficie que está en
contacto con la atmósfera, y aparece lo que se denomina una línea de
emergencia del fluído, dejando de existir una continuidad entre la superficie
libre y el plano de agua hacia abajo. Dicha superficie de contacto entre la
superficie libre y la atmósfera es llamada superficie de goteo. Como ejemplos
de superficies de goteo se pueden precisar los mostrados en la Figura 6.9: flujo
a través de una presa de tierra, flujo hacia un pozo, contacto de un acuífero
con una masa libre de agua. En la figura el sector AB es la superficie de
goteo.

En este caso entonces las condiciones de borde en la superficie de goteo se


expresan por la ecuación:

h=z (6.33)

159
FIGURA 6.9 Superficies de goteo.

Aquí también se presenta el problema de determinar la extensión de la


superficie de goteo, lo cual se hace también por aproximaciones sucesivas,
como en el caso de la posición de la superficie libre.

En ciertos casos, cuando se supone que el dominio de integración es infinito,


es posible abstraerse de las condiciones de frontera. Esto es muy utilizado
cuando se están buscando soluciones analíticas a la ecuación de difusión. Los
métodos numéricos se adaptan mejor cuando se tienen condiciones de frontera
conocidas.

Para los problemas de flujo transitorio es necesario definir las condiciones


iniciales del problema o sea el valor de h en todo el dominio, cuando t=0.

EJEMPLO 6.4

Encontrar el caudal que fluye debajo de una presa que descansa sobre una
fundación permeable, Figura 6.10.

160
FIGURA 6.10 Flujo debajo de una presa.
Solución:

Considerando el acuífero confinado y el flujo permanente se tiene:

2h  0

Si se considera además, que el flujo es unidimensional :

 2h
0
x 2

Integrando esta última ecuación se tiene:

h  C1 x  C 2

161
Las condiciones de borde son:
Para x = 0, h=H1 y para x=B, h=H2. Esto implica que:

C2 = H1 y C1=(H2 - H1)/B

La cabeza piezométrica en cualquier punto debajo de la presa será entonces:

H 2  H1
h x  H1
B

y el caudal total, si L es la longitud de la presa, será:

Q  VA A  Le
dh H  H2
V  K K 1
dx B

Q
KLe
H1  H 2 
B

EJEMPLO 6.5

Dos tanques cilíndricos están conectados por un tubo de 3 cm de diámetro


lleno de arena cuya permeabilidad es 9.1x10-4 cm/s. La profundidad en el
mayor de los tanques es de 40 cm y en el pequeño 10 cm, cuando t=0 (ver
Figura 6.11). Las áreas transversales de los tanques son de 1000 cm2 y 250
cm2 respectivamente. Cuanto tiempo tardará en descender 5 cm la
profundidad en el tanque grande?

162
FIGURA 6.11 Flujo a través de dos tanques

Solución:

Considerando que existe una relación lineal entre las carga h1 del primer
tanque y los gradientes hidráulicos (variando en el tiempo), se tiene:

30
h 1  40i   0.15
200
5
h 1  35i   0.025
200

40  35
h1  40  i  0.15
0.15  0.025

h 1  34
i
40

El volumen de agua que entra al tubo de arena por unidad de tiempo es:
A 1 dh 1
1, siendo A1 el área transversal del cilindro mayor. Este volumen es
dt

163
igual al que está circulando por el tubo de arena, que puede expresarse por la
ley de Darcy como KA t i 2, siendo At el área del tubo de arena. O sea que:

A1 dh 1  h  34 
 KA t  1 
dt  40 

A1 dh 1
35 t
40
KA t 
40 h  34
1
  dt
0

El tubo de arena tiene un diámetro de 3 cm, lo que implica que At=7.07 cm2;
si se reemplazan valores y se integra la ecuación anterior se tiene t=128 días

6.6. MODIFICACIÓN DE LA ECUACIÓN DE LAPLACE EN EL


CASO DEL FLUJO EN UN ACUÍFERO LIBRE CON BASE EN
LAS HIPÓTESIS DE DUPUIT

La solución de la ecuación 2h = 0 para flujo permanente es difícil en


acuíferos libres pues como ya se anotó la posición de la superficie libre no es
conocida y por lo tanto los límites de integración no están generalmente bien
determinados. Por otra parte, las condiciones de borde sobre dicha superficie
libre se expresan en forma cuadrática, en términos de las derivadas de la carga
hidráulica h. Las hipótesis de Dupuit (1863) son probablemente la
herramienta mas poderosa para tratar escurrimientos en acuíferos libres.
Dupuit basó sus hipótesis en la observación de que frecuentemente se
encuentran pendientes de 1/1000 - 1/100 en los niveles freáticos de los
acuíferos libres.

Si se considera flujo permanente en el plano bidimensional XZ, Figura 6.12


(sin recarga), el nivel fréatico es una línea de corriente. En cualquier punto P,
a lo largo de esa línea, la descarga específica, en una dirección tangente al
nivel fréatico, está dada por la ley de Darcy:

164
 Kdh1  KdZ
qs    Ksen  (6.33)
ds ds

FIGURA 6.12. Hipótesis de Dupuit.

Lo anterior es válido porque a lo largo de la línea freática p=0 y h=Z. Como 


es muy pequeño, Dupuit sugirió reemplazar sen  por tan  = dh/dx. Asumir
que  es pequeño, equivale a decir que las equipotenciales son verticales y
que el flujo, por lo tanto, es esencialmente horizontal. La hipótesis de Dupuit
permite calcular la descarga teniendo en cuenta que h=h(x,y) así:
h
q x  K
x
(6.34)
h
q y  K
y

La ventaja de la hipótesis de Dupuit es que h = h(x,y,z) ha sido reemplazada


por h = h(x,y), y esto significa que z no aparece como variable independiente.

165
En general h varía con el tiempo así que h = h (x,y,t).

Las hipótesis simplificativas de Dupuit, permitieron a Forcheimer la


deducción de una ecuación que sustituye a la 6.23. Considérese un prisma de
acuífero cuya base es horizontal coincidiendo con la base misma del acuífero
y la parte superior es la superficie libre, Figura 6.13. Un punto cualquiera
sobre la superficie h (x,y) representa a la vez la altura de la superficie libre por
encima del plano de referencia y el potencial hidráulico en cada punto de la
vertical, trazada desde un punto dado de la superficie libre.

El caudal a través del área elemental hy, en la dirección x es:

h
Q x  K h y
x (6.35)

FIGURA 6.13 Continuidad en un acuífero libre.

El caudal a través del área elemental x+x es:

166
h   h 
Q x  x  K h y  x   K h y  (6.36)
x x  x 

En el supuesto de que K sea constante, la diferencia entre el caudal de entrada


y salida es:

  h    1 h 2 
x yK  h   x yK  
x  2 x 
(6.37)
x  x 

De una forma similar, la diferencia de caudales en la dirección y vale:

  1 h 2 
x yK  
y  2 y 
(6.38)

De acuerdo al principio de continuidad, la diferencia entre el caudal que entra


y el que sale tiene que ser igual a la variación del volumen de agua contenida
en el prisma. Esta variación es nula si en el interior del prisma no existen
manantiales ni sumideros; por tanto:

K   2h 2  2h 2 
x y   0
2  x 2 y 2 
(6.39)
 h 0
2 2

En el caso que haya recarga a través de la superficie libre, esta ecuación se


puede modificar sin ninguna dificultad. Si se expresa como R el valor de la
recarga por unidad de superficie (dimensiones L/T), la recarga que
experimenta el prisma de la Figura 6.13 es R xy y por efecto de la
conservación de masas se tiene:

167
K   2h 2  2h 2 
x y     R x y  0
2  x 2 y 2 
(6.40)

Es decir que:
R
2h 2  2 0 (6.41)
K

es la ecuación de Poisson para h2

EJEMPLO 6.6

Calcular el flujo por debajo de una presa permeable que descansa sobre una
fundación impermeable, Figura 6.14.

Solución:

La ecuación 6.34, suponiendo un flujo unidimensional sin recarga, se reduce


a:

d2h 2
0
dx 2

Integrándola:
h 2  Ax  B

Las condiciones de borde son:

para x = 0 , h = H0
para x = L , h = H1

168
FIGURA 6.14 Flujo a través de una presa.

H 12  H 02
O sea que B = Ho2 y A  3. El caudal a través de cualquier sección
L
vertical se puede expresar como:

dh
Q  K h
dx

Pero h dh/dx es igual a A/2, lo que implica que:

Q
K
2L

H 12  H 02 

EJEMPLO 6.7

Una capa horizontal impermeable de 5 m existe bajo la superficie del terreno,


en un suelo en una región húmeda, donde la precipitación excede la
evapotranspiración en 28 cm. Un sistema de drenaje subterráneo está
compuesto de drenes paralelos igualmente espaciados, requeridos para

169
mantener la elevación máxima de nivel freático a una profundidad de un
metro bajo la superficie del terreno (Figura 6.15). Si los drenes se colocan 2.1
m bajo la superficie del terreno y K= 1.4x10-4 cm/s, se pregunta cual sería el
espaciamiento de los drenes, asumiendo que no hay escorrentía superficial
directa.

FIGURA 6.15 Colocación de los drenes.

Solución:

Se trata de un acuífero libre, o sea que se pueden utilizar las hipótesis de


Dupuit y se tiene:

R
 2 h 2  2
K

 2h 2 R h 2 R
 2   2 x  C O 
x 2
K x K

R 2
h2   x  C O x  C1
K

Si se toma como nivel de referencia la base impermeable y como origen de

170
coordenadas un punto que es la intersección de una perpendicular al nivel de
referencia por el centro del dren y este, las condiciones de borde son:

para x=0, h=2.9


para x=L/2, h=4
para x=l, h=2.9

Reemplazando estas condiciones de borde en la ecuación anterior se tiene:

C1  2.9 2

R 2 L
16   L  C O  2.9 2
4K 2

R L2
2.9 2    LC O  2.9 2
K

Efectuando las operaciones se tiene que:

RL
CO 
K

Reemplazando los valores de C0 y C1 y resolviendo el sistema resulta un


espaciamiento de L = 69.18 m.

EJEMPLO 6.8

Considerando la Figura 6.16, hallar una expresión para las cabezas


piezométricas, en cualquier punto, suponiendo que el flujo es bidimensional.

Solución:

La ecuación para un flujo permanente en el plano xy es:

171
 2h 2  2h 2
 0
x 2 y 2

FIGURA 6.16 Flujo permanente bidimensional en un acuífero


confinado.

La expresión matemática para las condiciones de borde es la siguiente:

h
0 en y = 0 y en y = yL
y

h = hO en x = 0
h = h1 en x = xL
Se puede resolver h(x,y), usando la técnica de separación de variables. Si se
considera que la solución es un producto de la forma siguiente:

h(x, y)  X(x)  Y( y)

La ecuación de Laplace puede escribirse entonces como:

d2X d2Y
Y  X 0
dx 2 dy 2

172
Dividiendo por XY:

1 d2X 1 d2Y
 
X dx 2 Y dy 2
Se tiene que:

Fi(x) = -Fd(y)
Fi(x) = constante
Fd(y) = constante.

Por lo tanto:

1 d2X y 1 d2Y
G G
X dx 2 Y dy 2

La constante G puede ser positiva, negativa o cero. Todos los tres casos son
solución del producto, pero sólo G=0, permite una solución con significado
físico inmediato. Se tiene entonces que:

1  2X y 1  2Y
0 0
X x 2 Y y 2

Las anteriores son ecuaciones diferenciales parciales cuyas soluciones son:

X  Ax  B y Y  Cy  D

El producto h(x, y) se transforma en:

h(x, y)  (Ax  B)(Cy  D)

Las condiciones de borde enunciadas anteriormente, permiten evaluar los

173
coeficientes A, B, C y D. Derivando con respecto a y la ecuación anterior:

h
 (Ax  B)C
y

h
Reemplazando la condición de borde  0 4, implica que C=0 y el producto
y
queda:

h(x, y)  (Ax  B)D  Ex  F

Invocando las condiciones de borde restantes se tiene que F  h O y


h  h1
E 0 5. La solución es entonces :
xL

x
h (x, y)  h O  (h O  h 1 )
xL

Esta solución es idéntica a la encontrada en el ejemplo 6.1, en el que


inicialmente se supuso flujo unidimensional.

EJEMPLO 6.9

Se tiene una galería de 200 m de longitud en un acuífero libre con una


permeabilidad de 60 m/d, tal como muestra la figura.

174
Si H = 7 m, h1 = 2, y L = 400 m, calcular:

a. El caudal drenado por la galería.


b. La ecuación de la superficie freática.

Solución:

El caudal por unidad de longitud de galería, fluyendo por un lado de ésta es:

h
q  VA  k h
x
Integrando
kh 2
qx   C1
2
k h 21
Cuando x=0, h=h1, de donde C1  
2
Se obtiene entonces:
q
k 2
2x

h  h 12  (A)

Si x=L, h=H

q
k
2L

H 2  h 12  (B)

175
De la ecuaciones (A) y (B) se obtiene la ecuación del nivel freático:

h  h 12 
L

x 2
H  h 12 
Reemplazando los valores se obtiene:

Q  2ql 
kl 2
L

H  h 12 
60  200 2
Q
2  400

7  22 
Q = 1350 m³/d

h  4  0.1125x

176
PROBLEMAS PROPUESTOS

6.1. La Figura presenta una sección de acuífero entre 2 ríos, separados 3000
m. La permeabilidad es k=20 m/d, ho=30 m y hL=20 m. Si la
infiltración efectiva es de 500 mm/año, determinar los caudales que
fluyen hacia las dos corrientes y la forma de la superficie freática.

6.2 Una capa de arcilla de 50 m de espesor se encuentra encima de un


acuífero confinado formado por arenas. Un piezómetro perforado en el
techo del acuífero tiene una cabeza piezométrica de 7 m sobre la
superficie del terreno. El peso específico de la arcilla saturada es de 2.4
ton/m3. Asumir que el nivel freático está en la superficie del terreno.
a)Cuál es el valor de la presión total de la presión efectiva y de la
presión de poro en el fondo de la capa de arcilla. b)Si se hace una zanja
de 6 m de profundidad en la arcilla, cuáles son las presiones totales,
efectiva y de poro en el fondo de la capa de arcilla debajo de la zanja.
Asumir que la zanja está llena de agua. c)Cuál es la profundidad de la
zanja que puede causar una falla en el fondo.

6.3. Dos ríos separados 3000 m están conectados por un acuífero libre con

177
una permeabilidad de 20 m/d. El nivel del agua en el río de la derecha
es + 25 m y en el río de la izquierda + 35 medidos respecto a un fondo
horizontal con una cota de - 20 m. En ambos ríos, la profundidad del
agua es de 5 m aproximadamente. Se requiere calcular :
a. El caudal hacia cada río
b. La elevación del nivel freático en el punto medio del valle que une los
ríos.
c. La localización de la máxima altura del nivel freático.
d. El caudal drenado por una galería horizontal localizada a 1000 m del
río izquierdo. La elevación de la galería es + 15 m.

178
Capítulo 7
REDES DE FLUJO
172
La Ecuación de Laplace es una de las más importantes de la física matemática.
Para muchos problemas prácticos de la ingeniería es muy útil obtener su
solución gráfica.

En aguas subterráneas son particularmente interesantes los cálculos de las


redes de flujo del escurrimiento. Este capitulo se dedicara al estudio de los
fundamentos teóricos de la ecuación de Laplace y a mostrar algunos ejemplos
de su manejo práctico en aguas subterráneas.

Si consideramos un flujo laminar y permanente a través de un medio poroso,


homogéneo e isotrópico, el fluido se moverá según lo descrito por la ley de
Darcy:

h h
Vx  K Vy  K
x y (7.1)

La ecuación de continuidad para la masa, a su vez, produce que:

Vx Vy
  0  2h (7.2)
x y

supuesta una permeabilidad invariable. Por lo tanto h(x,y) es una solución de


la ecuación de Laplace. La permeabilidad intrínseca, ya mencionada, permite
escribir entonces:

K O (gh ) K (gh )
Vx   Vy   O
 x  y

173
KO K
V gh   O gh (7.3)
 

con  2 gh  0 1 como ecuación del escurrimiento. Nótese de inmediato que


gh opera como un "potencial de velocidades" para este flujo, como si se
tratase de un flujo "potencial" puro. Pero la viscosidad es insoslayable en
este flujo, y disipa "carga" de energía del fluido, y por ello el flujo darcyano
se considera apenas "seudopotencial" y la función:

  g  cte, 2   0 (7.4)

Es el potencial generalizado para estos flujos. Particularmente importante es


el flujo de un flujo bidimensional, con h(x,y), pero nada impide aplicar las
mismas nociones a los escurrimientos darcyanos tridimensionales. En este
capítulo se restringirá el estudio al caso de movimientos planos.

Las curvas   constante 2, o lo que es lo mismo, gh = constante, se conocen


como líneas equipotenciales. A lo largo de ellas d  0 3, es decir:

 
d  dx  dy  0
x y (7.5)

y resulta para una pendiente la expresión:



 x   x  pendienteen la equipotencial
dy V
dx   Vy (7.6)
y

Las cargas hidráulicas gh son las mismas en todos los puntos de la


equipotencial. No debe esperarse pues ningún flujo a lo largo de ellas, ningún
gradiente movería el flujo. El flujo debe ser normal a las equipotenciales.

Si consideramos la pendiente de una línea de corriente (paralela por definición


a la velocidad), resulta:

174
dy Vx
 Vy dx  Vx dy  0 (7.7)
dx Vy

Existe otra función, que se construye siempre, que existe en todo tipo de
flujos, muy útil para describir las líneas de corriente. Es la función de
corriente de Lagrange, (x, y) . Si consideramos la ecuación 7.7, puede
preguntarse si no podrá sintetizarse en una forma diferencial total, dígase
d  0 4 en la línea de corriente. Esto sería:

  (7.8)
d  dx  dy  0
x y

e igualando con la ecuación 7.7, resultaría que si 5 existe, debería ser tal
que:
 
Vx   Vy 
y x (7.9)

Pero debe garantizarse la existencia de 6. Considérese la forma diferencial:

M N

y x (7.10)

Será cierto que la forma Vydx -Vxdy es exacta? Si lo es, existe 7. Y con M
= Vy, N = -Vx, resulta la condición:

Vy Vx V Vy


 obien x  0 (7.11)
y x x y

Ahora bien, esta condición la satisfacen siempre los líquidos, es la ley de


conservación de su masa. Y queda visto que la función de corriente 8 existe
siempre, en cualquier flujo bidimensional, permanente ó no. La ecuación de
la línea de corriente es =0 y su pendiente es:

175
dy Vy
 (7.12)
dx  Vx

Y es claro que la equipotencial y la línea de corriente se cortan ortogonales en


cada punto:

dy dy Vy Vx
   1 (7.13)
dx  dx  Vx Vy

Las ecuaciones que sintetizan lo anterior se conocen como ecuaciones de


Cauchy - Riemann. Si se igualan las expresiones para las velocidades según 
y :
 
Vx : 
x y
(7.14)
 
Vy : 
y x

Ecuaciones son de la mayor utilidad, y en los escurrimientos darcyanos sirven


de base para construir la red de flujo en forma gráfica. Nótese que  es
también una función de Laplace (si en 7.14 se deriva la primera ecuación con
respecto a y, la segunda con respecto a x, y se restan, resulta de inmediato
 2   0 9).

En un problema específico, en el que haya unas condiciones de frontera fijas,


la solución de la ecuación de Laplace para  y , con las condiciones de
frontera existentes en el flujo produce una descripción completa del campo de
flujo. La red de flujo representa la descripción en forma gráfica: está
constituida por líneas equipotenciales separadas igualmente en , por líneas de
corriente separadas igualmente en . Todas las intersecciones de la red son
ortogonales. Se va a aprender a construirlas en diversos flujos darcyanos.

176
7.1. PROPIEDADES DE LAS REDES DE FLUJO.

Puesto que las líneas de corriente se trazan igualmente espaciadas en , el


caudal que fluye entre dos líneas consecutivas es el mismo por unidad de
ancho. La cantidad 10 tiene las unidades de un caudal unitario, y 11
se considera entonces la representación del caudal que fluye entre las dos
líneas. El espacio entre ellas se llama canal de flujo o canal de corriente,
Figura 7.1.

Ni las equipotenciales pueden cortarse entre sí, dentro del medio fluido, ni las
líneas de corriente pueden cortarse entre sí dentro del medio fluido.

FIGURA 7.1 Canal de flujo entre dos líneas de corriente.

El método de las redes de flujo utiliza esos postulados para resolver el


problema de un modo sencillo y gráfico. Se trata entonces de definir en cada
caso las condiciones de frontera específicas del problema y de trazar,
cumpliendo aquellas, las dos familias de curvas ortogonales, obteniendo así
una verdadera imagen gráfica del problema.

Al acomodar en un dibujo hecho a mano las dos familias, respetando las


condiciones de frontera y ortogonalidad, se tendrá una aproximación a la
solución única del problema. Esta, si el dibujo está hecho con cuidado, es lo
suficientemente buena para los fines ingenieriles.

Según Harr (1962) el trazado de una red de flujo incluye los siguientes pasos:

- Dibujar los límites del dominio.

177
- Fijar tentativamente 3 ó 4 líneas de corriente. La distancia a través de
líneas de corriente adyacentes se incrementa en la dirección de la línea
del mayor grado de curvatura (línea menos curva).

- Trazar tentativamente equipotenciales, formando ángulos rectos.

- Ajustar.

- Comprobar la bondad del ajuste si al trazar las líneas diagonales de los


cuadrados se obtienen también curvas suaves, formando una nueva
red.

7.2. CÁLCULO DEL CAUDAL

Al trazar cualquier red de flujo se dibujan las equipotenciales de tal manera


que la h sea la misma y que el q entre dos líneas de flujo sea el mismo,
Figura 7.2.

FIGURA 7.2 Caudal y gradiente en un canal.

Se tiene que:
h
q  ka
b (7.15)
Si:

178
nf = # canales de la red
nc = # caídas de potencial

Entonces:

q h
q  yh  (7.16)
nf nc

Donde:

q: caudal unitario total


h: carga total

Reemplazando 7.9 en 7.8:

q h n a
 Ka q  f Kh (7.17)
nf nc nc b

Si q, k, nf y nc son constantes a/b = cte. O sea que la relación entre el ancho y


el largo de todos los rectángulos curvilíneos debe ser la misma. Esta
condición implica que se estén cumpliendo las dos condiciones iniciales (q y
h iguales). Por lo tanto, el único requisito para satisfacer estas dos
condiciones es que a/b = cte (cualquiera). Si esta constante es igual a 1 el
problema se simplifica bastante, los rectángulos se transforman en cuadrados
curvilíneos (mucho más fáciles de verificar en cuanto a la corrección de su
dibujo).

Si se acepta que la red es cuadrada, puede escribirse:

nf
q Kh
nc (7.18)

179
nf
12, el "factor de forma" de la red.
nc

7.3. TIPOS DE REDES DE FLUJO

Las redes de flujo pueden ser de varios tipos, dependiendo de la configuración


y el número de zonas de suelo o roca a través de las cuales el drenaje ocurre.
Una primera división puede ser la siguiente:

1) El flujo es confinado dentro de límites de saturación conocidos y el


nivel freático es conocido también.

2) El flujo es no confinado: el nivel freático no es conocido.

Una segunda división puede ser hecha si hay permeabilidad simple o si hay
dos o más permeabilidades. Esta clasificación da cuatro posibles condiciones
de flujo:
- Flujo confinado en secciones con una permeabilidad K.
- Flujo confinado en secciones con dos ó más permeabilidades K1 y K2.
- Flujo no confinado con una permeabilidad K1.
- Flujo no confinado con 2 ó más permeabilidades K1 y K2.

1) Flujo confinado. Como ejemplos de flujo confinado la Figura 7.3,


presenta el flujo bajo una tablestaca y una presa de hormigón. En la
tablestaca se tienen los siguientes límites del dominio:

Línea AB = máxima equipotencial


Línea CD = mínima equipotencial
Línea BEC = la línea de flujo más corta
Línea FG = la línea de flujo más larga

Bajo la presa, los límites son los siguientes:

Línea AB = máxima equipotencial.


Línea IJ = mínima equipotencial.
Línea BEFGHI = línea de flujo mas corta.
Línea KL = línea de flujo mas larga.

180
2) Flujo no confinado. Sistemas con el nivel freático desconocido, como
es el caso que se presenta en una presa de tierra, Figura 7.4. Los
límites del dominio son los siguientes:

Línea AB = máxima equipotencial


Línea AC = línea de corriente. La posición del nivel freático es
desconocida, pero puede esperarse razonablemente que esté en algún
lugar de la zona rayada BED.

FIGURA 7.3 Redes de flujo confinadas. a) Red de flujo bajo una


tablestaca. b) Red de flujo bajo una presa.

181
FIGURA 7.4 Red de flujo no confinada.

Antes de empezar a construir una red de flujo con nivel freático desconocido,
la cabeza total h, debe ser dividida en un número conveniente de partes iguales
 h (caídas de potencial). En la Figura 7.5, h= h/5.

FIGURA 7.5 Red de flujo a través de una presa.

Las condiciones que establecen la posición de la línea freática en la Figura 7.5


son:

- Caídas de potencial = 5
- Las líneas equipotenciales deben interceptar el nivel freático en el
punto correcto.

182
En la Figura 7.5 pueden existir diferentes posiciones de la línea de saturación.
La posición más correcta sólo puede determinarse a través de un proceso
iterativo, el cual se explica a continuación.

Se escoge una línea de saturación aproximada y se dibujan las equipotenciales


correspondientes, tratando de hacer con éstas todas las intersecciones en
ángulo recto, Figura 7.5. Si la relación a/b es uno, en toda la red, se garantiza
que el caudal es constante en los canales de flujo. Entre cada par de
equipotenciales se miden las relaciones a/b y se suman. El total se coloca en
la parte inferior de la red. En la Figura 7.5 ese valor es 1.3, para los cuadrados
comprendidos entre las equipotenciales 1-1 y 2-2. Como puede verse esos
valores no son iguales y es necesario entonces, ajustar la red, reubicando la
posición de la línea de saturación. En este caso particular, la parte inferior de
la línea de saturación debe colocarse más arriba.

3) Redes de flujo en medios anisotrópicos. Suponiendo que se tienen dos


estratos de espesores iguales con permeabilidades k1 y k2, siendo k1 >
k2, el ancho de los canales en el estrato 1 deberá reducirse,
proporcionalmente al valor de la permeabilidad, para conservar
constantes los caudales. El flujo se comporta en forma similar a los
rayos de luz cuando pasan de un medio a otro, refractándose. Sin
embargo, la ley que gobierna esta refracción, sigue una relación de
tangentes y no de senos, como ocurre con los rayos luminosos.
Considérese la Figura 7.6:

dh 1 dh
k 1a  k 2c 2 (7.19)
dl1 dl 2

En ambos medios las equipotenciales sucesivas están separadas una misma


cantidad d  gh 13, lo que implica que h  dh 1  dh 2 14.

Por geometría:

a dl
cos 1  a  bcos 1 ;sen 1  1
b b
c dl 2
cos  2  c  bcos  2 ;sen  2 
b b

183
FIGURA 7.6 Flujo en un medio anisotrópico.

Reemplazando en 7.19:

k 1 cos 1 k 2 cos  2 b

bcos 1 sen  2 b
(7.20)
k 1 tan1

k 2 tan 2

La ecuación 7.21 es la ley de las tangentes, que gobierna la refracción del agua
subterránea en la frontera de un medio heterogéneo. Conociendo k1, k2 y 1,
puede resolverse la ecuación 7.21 para 2.

Lo anterior quiere decir que en el estrato más permeable se tendrán

184
rectángulos (menor sección para el mismo caudal) alargados en la dirección de
flujo y en el estrato menos permeable se tendrán cuadrados. Podría usarse el
siguiente criterio práctico:
d k2
 k 2 k 1
c k1

Si en la zona con permeabilidad k1 las figuras dibujadas son cuadrados, en la


zona con permeabilidad k2, deben dibujarse rectángulos elongados con una
relación longitud/ancho c/d.

7.4. FUERZAS DE FILTRACIÓN

El agua circulando en un medio poroso, imparte energía a los granos sólidos


por fricción. Considérese en la Figura 7.7 un volumen de arena confinado, en
el cual se tiene un nivel de agua h1 antes y un nivel h2 después de la arena.

FIGURA 7.7 Fuerzas de filtración.

La fuerza resultante en el volumen de arena es:

F = P1 - P2

Donde:

P1 =  h1 A y P2 =  h2 A

185
A es el área transversal de la muestra.

Substituyendo:

F = (h1 - h2) A =  h  A

Si se considera un volumen unitario: 1 = Al A = 1/l

Reemplazando:


F  h F  i (7.21)
l

La dirección de F es paralela al flujo y puede localizarse dependiendo de la


posición del centro de gravedad del elemento analizado.

Para suelos anisotrópicos, debe utilizarse el concepto de sección transformada


así:

Si kh es la permeabilidad horizontal y kv la permeabilidad vertical y las


kv
distancias horizontales son multiplicadas por 15, la sección así obtenida
kh
es denominada sección transformada. Si kh > kv, la sección transformada
será más pequeña en su dimensión horizontal, tal como se indica en la Figura
7.8.

186
a) b)
FIGURA 7.8 Concepto de la sección transformada. a) Sección original.
b) Sección transformada.

Se dibuja la red de flujo para una sección transformada y luego se reconstruye


la sección natural, antes de que la magnitud y dirección de la fuerza puedan
ser determinadas.

Las fuerzas de filtración pueden combinarse con el peso del suelo, para
mejorar la estabilidad o empeorarla, dependiendo de la dirección en que
actúen y su relación con la forma geométrica de la sección. Consideremos los
elementos a y b en la figura la Figura 7.9.

Si W es la fuerza debida al propio peso, las fuerzas de filtración se oponen a


las de gravedad, en el elemento b, neutralizando parte del peso del suelo,
reduciendo por tanto el esfuerzo efectivo y la resistencia al corte; el elemento
b no estará en equilibrio y habrá inestabilidad. Esto puede prevenirse
construyendo un filtro.

187
FIGURA 7.9 Fuerzas en elementos de una red de flujo.

EJEMPLO 7.1.

Calcular el caudal que está pasando por debajo de la presa de la Figura 7.10, si
K = 10 m/d y la longitud es de 100 m.

FIGURA 7.10 Presa sobre una formación impermeable.

188
Solución:

Una posible representación de la red de flujo, es la que se muestra en la Figura


7.11. Se puede observar que la caída total de potencial es 9 m - 1.5 m o sea
7.5 m y se tienen en total 13 caídas de potencial , 6 canales de flujo, lo que
implica que:

FIGURA 7.11 Red de flujo bajo una presa.


n
Q  KhL f
nc
10  (9  1.5)  6100
Q
13
m3
Q  3461.5
s

189
EJERCICIOS PROPUESTOS

7.1. Las cotas piezométricas son medidas simultáneamente en trece pozos


que penetran un acuífero confinado de espesor b=50 m, k= 20 m/día y
n=0.27.

Pozo 1 2 3 4 5 6 7
x (m) 860 3300 1400 600 2200 4400 1600
y (m) 200 700 1020 1300 1400 1300 1800
h (m) 34.6 35.1 32.8 32.1 31.5 34.5 33.3

Pozo 8 9 10 11 12 13
x (m) 640 3620 2700 800 1740 3900
y (m) 2360 2000 2580 3100 3220 3260
h (m) 34.4 34.3 35.2 35.2 37.3 36.3

a) Dibujar la red de flujo (h= 1.0 m).


b) Determinar el caudal en los puntos A(1000,400) y B(1600,1100).
c) Determinar el caudal entre los pozos 10 y 9.
d) Cuál es el tiempo promedio de viaje para una partícula entre los pozos 12
y el pozo 5.

7.2. En tres pozos de observación, se midieron las siguientes cabezas


piezométricas:

Pozo A B C
Coordenada x (m) 0 300 0
Coordenada y (m) 0 0 200
Altura piezométrica (m) 10 11.5 8.4

Asumir que los pozos penetran un acuífero confinado, homogéneo,


isotrópico y de espesor constante igual a 20 m, n= 0.2 y k=15 m/día.
Determinar:

190
a) Gradiente hidráulico (magnitud y dirección).
b) Descarga total en el acuífero por unidad de ancho.
c) Velocidad del agua en el punto P(100,100).
7.3. La figura adjunta muestra el esquema de un acuífero que conecta una
laguna con un río. Este acuífero es de material arenoso (K=10-2 cm/s) y
se encuentra limitado inferiormente por una base impermeable.
Superiormente existe un relleno arcilloso (K/10000) cuyos extremos
están más elevados y actúan de barrera hidráulica. Según lo anterior, y
con los niveles habituales en la laguna y en el río (inicialmente H1 = 10
m y H2 =2m), no es posible la circulación de agua en superficie y la
descarga de la laguna hacia el río se produce únicamente de forma
subterránea. En el fondo de la laguna existe una acumulación de arena
gruesa de alta permeabilidad (100K).

a). Dibujar la red de flujo para el acuífero representado en la figura,


indicando las líneas equipotenciales y las líneas de corriente, y explicar
qué significa que los elementos de la malla cambien de tamaño según
qué zona se considere. A partir de la red de flujo, obtener y representar
gráficamente la variación de nivel piezométrico con la distancia
horizontal, y estudiar si esta variación de niveles es lineal.

b).Discutir la necesidad o no de modificar la red de flujo obtenida si los


niveles de la laguna y del río varían. Obtener la relación entre el caudal

191
infiltrado y la diferencia de nivel. Explicar el método a seguir para obtener
mayor precisión en los cálculos y cómo se verían afectados el caudal y los
niveles al mejorar la red de flujo.

c) En la hipótesis de que el espesor del acuífero disminuyese linealmente


entre la laguna y el río, se considerasen como puntos de cálculo los situados
en la bisectriz de la zona de acuífero y el nivel piezométrico fuera constante
tanto en los puntos de la sección de entrada como en los de la de salida,
determinar la expresión analítica que proporciona el caudal y niveles en el
acuífero. Comparar el resultado que se obtiene con esta relación con el
procedente de la red de flujo.

d) Indicar dónde tiene lugar la situación más desfavorable con respecto al


sifonamiento y la condición que debe cumplirse para que no se produzca.
Determinar los niveles posibles entre la laguna y el río que no haya
sifonamiento y discutir si el sifonamiento depende de la diferencia de
niveles (H1-H2) o del valor absoluto de los mismos.

192
Capítulo 8
HIDRÁULICA DE POZOS
192
8.1. GENERALIDADES

Cronológicamente, la hidráulica de pozos es uno de los temas más antiguos de


la hidráulica subterránea, ya que los trabajos de Dupuit fueron publicados en
1863, solamente 7 años después de la famosa memoria de Darcy. Sin
embargo los problemas que presentan las captaciones son mas difíciles de lo
que podría creerse a primera vista e importantes contribuciones a la teoría se
han desarrollado recientemente.

En este capítulo se introducirán en primer lugar algunos conceptos


fundamentales necesarios para desarrollar los modelos matemáticos que
permiten describir el flujo de agua hacia las captaciones, y luego se estudiará
el funcionamiento de los pozos en flujo permanente y en flujo transitorio para
cada uno de los tipos de acuíferos que existen.

8.1.1. Tipos de captaciones. Las captaciones de agua subterránea son todas


aquellas instalaciones que permitan poner a disposición del usuario el agua
contenida en los acuíferos. Los diferentes tipos de captaciones pueden
clasificarse así:

a) Pozos. Perforación vertical, generalmente en forma cilíndrica y de


diámetro mucho menor que la profundidad. El agua penetra a lo largo de las
paredes creando un flujo de tipo radial. Serán el objeto de estudio de este
capítulo.

b) Drenes y galerías. Perforaciones o instalaciones horizontales de


sección mas o menos circular, con una longitud mayor que el
diámetro. Se crea a lo largo un flujo paralelo y horizontal.

193
c) Zanjas. Excavaciones rectilíneas en trinchera, generalmente de poca
profundidad, poco usadas como captaciones y con funcionamiento
similar a los drenes y galerías.

d) Pozos de drenes radiales. Consisten en pozos revestidos de los que


salen drenes horizontales en varias direcciones. El conjunto actúa
como un pozo de gran diámetro.

Los pozos son el tipo de captación mas utilizado. Cuando se perfora un pozo
este puede atravesar todo el espesor del acuífero y en ese caso se dice que es
un pozo completo. Cuando la zona filtrante del pozo sólo alcanza una parte
de ese espesor se denomina pozo incompleto.

Los pozos más eficientes son los completos y siempre, para efectos del estudio
de este capítulo, se supondrá que se trata de uno de este tipo.

Este capítulo estará dedicado al estudio de la hidráulica de los pozos, es decir


a la aplicación de las leyes de la hidráulica subterránea, ya discutidas
anteriormente, en ellos.

Los primeros resultados teóricos fueron presentados por J. DUPUIT desde


1.863 en lo que concierne al régimen de flujo permanente. Sin embargo, el
caso del flujo transitorio sólo fue resuelto en este siglo, en particular con los
trabajos de THEIS (1935) y los posteriores aportes de JACOB. En la segunda
mitad de este siglo los trabajos de HANTUSCH son particularmente
importantes.

8.1.2. Principales conceptos básicos.

a) Flujo hacia el pozo. Al perforar un pozo el nivel del agua dentro de él


coincidirá con el nivel de la superficie freática, si se trata de un pozo en
acuífero libre, o con el nivel de la superficie piezométrica si el acuífero es
cautivo, Figura 8.1.

Cuando se inicia un bombeo en el pozo, el efecto inicial es el de producir


un descenso en el nivel del agua en él, ocasionándose de esta manera un
gradiente hidráulico entre dicho nivel en el pozo y los puntos adyacentes
del mismo acuífero. La aparición de este gradiente hace que el agua fluya

194
hacia la captación. Si el pozo es de forma cilíndrica, como la superficie de
filtración del agua es toda la superficie lateral del mismo, el flujo del agua
se produce desde todos los puntos del acuífero y en dirección del centro del
pozo, estableciéndose de esta forma lo que denominamos flujo radial,
Figura 8.2.

En otras palabras, las líneas de flujo están orientadas hacia el centro del
pozo. Si esto es así, entonces las isopiezas serán curvas concéntricas al
pozo.

FIGURA 8.1 Nivel del agua en pozos en acuífero libre y en acuífero


confinado.

b) Abatimiento (s). Si el bombeo se continúa después de un determinado


tiempo t se observa que el nivel del agua en el pozo empieza a descender,
lo mismo que los niveles piezométricos en las inmediaciones del pozo. La
superficie piezométrica toma la forma de un cono invertido cuyo eje de
simetría es el eje del pozo y que se denomina cono de depresión. Las
curvas de intersección de dicho cono con planos horizontales son curvas
isopiezas y la curva de intersección con un plano vertical que pase por el
centro del pozo se llama curva de abatimiento, Figura 8.3.

195
FIGURA 8.2 Flujo radial hacia un pozo.

FIGURA 8.3 Parámetros característicos de un pozo.

Al nivel piezométrico se le denomina también nivel estático y a la curva de


abatimiento, nivel dinámico. Los factores que determinan dicho
abatimiento son el tiempo de bombeo, el caudal de bombeo, las
características hidrogeológicas del acuífero y la distancia al eje del pozo.

c) Radio de acción de un pozo (R). Ya se ha anotado que al principio del


bombeo el nivel del agua en el pozo empieza a descender debido a que el

196
agua que se extrae es proveniente del almacenamiento del acuífero en las
zonas cercanas al pozo. Mientras el nivel del pozo está descendiendo se
dice que el pozo está trabajando en régimen no permanente o transitorio.
El descenso puede suspenderse a causa, por ejemplo, de una recarga
exterior (río, lluvia o masa de agua almacenada), caso en el cual se
establece un régimen permanente cuya característica es la de que el caudal
aportado por la fuente de recarga es igual al caudal bombeado. También
puede suceder que el nivel no se estabilice como en acuíferos
completamente cautivos o en acuíferos libres sin recarga exterior y en este
caso el régimen será siempre transitorio.

Pero en la práctica, sucede muy a menudo que para acuíferos de gran


extensión, y debido a que la velocidad de descenso del agua en el pozo
disminuye poco a poco a causa de la mayor superficie del cono de
depresión, llega un momento en el cual la velocidad de descenso del nivel
en el pozo es tan lenta, que se puede considerar prácticamente constante.
En este caso se puede decir que se ha establecido un régimen casi
permanente. La distancia entre el eje del pozo y el punto en el cual los
abatimientos son cero o cercanos a cero se llama radio de influencia del
pozo (R).

d) Eficiencia de un pozo. Se denomina eficiencia de un pozo la relación


entre el descenso teórico y el descenso real medido en el pozo.

e) Capacidad específica. La capacidad específica o caudal específico de un


pozo se define como la relación entre el caudal bombeado Q y el
abatimiento en el pozo Sp.

Q
q (8.1)
Sp

Sus unidades son por lo tanto m3/día/m ó lt/s/m.

El caudal específico varía con el abatimiento, pero tiende a estabilizarse a


medida que este lo hace. Pueden construirse curvas que relacionan el caudal

197
bombeado con el abatimiento y el caudal específico con el mismo
abatimiento. Dichas curvas son denominadas curvas características del pozo.

Tanto el caudal específico como las curvas características dan una idea del
rendimiento o eficiencia de un pozo.

8.1.3. Efectos de la anisotropía y heterogeneidad de los acuíferos reales.


Si el flujo es perfectamente horizontal (caso de un pozo completo o de una
zanja totalmente penetrante en un acuífero cautivo) la anisotropía por
estratificación no tiene importancia, pero cuando la velocidad del agua tiene
una componente vertical, como sucede en las proximidades de pozos o zanjas
incompletas o en el caso de acuíferos libres, el efecto de la anisotropía aparece
haciendo disminuir o aumentar esa componente vertical. Para obtener el
mismo caudal se precisan descensos mayores o bien con el mismo descenso se
obtienen caudales menores.

Así, un pozo incompleto en un acuífero con una permeabilidad vertical mucho


menor que la horizontal, se comporta como si estuviera en un acuífero cuya
transmisividad fuera la que correspondiera a la porción de acuífero enfrentado
con la zona filtrante:

T  K en vez de T  Kb .
Donde:

: longitud de la zona filtrante.


b: espesor del acuífero.

Un caso especial de heterogeneidad y anisotropía es el de las rocas permeables


por fisuración. Si la fisuración es densa, vertical y orientada al azar, el
material se comporta como un medio aproximadamente homogéneo e
isotrópico. Sin embargo es muy frecuente que las fisuras tengan orientaciones
preferentes o que la fisuración sea poco densa o que las grietas no sean
verticales, en cuyos casos o combinación de ellos, el medio se comportará
como anisótropo y/o heterogéneo.

8.2. POZOS EN RÉGIMEN PERMANENTE

198
Un flujo permanente, en un dominio determinado, resulta cuando en todos los
elementos del dominio las entradas son iguales a las salidas. En un sentido
estricto, el régimen permanente rara vez ocurre en el campo. Sin embargo,
considerando este tipo de régimen, es posible muchas veces obtener una gran
cantidad de información útil para el tratamiento de problemas de tipo práctico.
En todos los casos, todos los análisis de flujo son aproximados, sean ellos
basados en desarrollos analíticos, sofisticados modelos de simulación o
informaciones de campo o de laboratorio, debido a las limitaciones que se
tienen respecto a la determinación de parámetros geológicos e
hidrogeológicos. La aplicación práctica del análisis de flujo permanente en el
campo depende de las herramientas matemáticas y de la interpretación física
de los problemas que tenga el hidrogeólogo.

Cuando se estudia la hidráulica de un pozo se trata de establecer la relación


existente entre las características geométricas del cono de depresión (Radio de
influencia, abatimiento y perfil de curva de abatimiento) el caudal bombeado
Q y el tiempo de bombeo t.

Existen tres factores principales que afectan el cono de depresión:

 El tiempo de bombeo: a medida que aumenta el abatimiento s, se ha


probado que:
 s =f(log t).
 La transmisividad T, coeficiente de almacenamiento S, y la porosidad
eficaz ne, que son factores ligados a las características del medio.
 El régimen de flujo.

En este apartado se estudiará el caso del flujo permanente para distintos tipos
de acuíferos: acuífero confinado, acuífero libre y acuífero semi-confinado. Se
supondrán, salvo que se indique lo contrario, las siguientes hipótesis de base:

 El acuífero es homogéneo e isotrópico y el agua tiene densidad y


viscosidad constantes.
 El espesor del acuífero es constante y la base es horizontal.
 El flujo es radial y horizontal.
 Es válida la ley de Darcy.
 El coeficiente de almacenamiento, S, es constante en el espacio y en el

199
tiempo.
 El agua liberada del almacenamiento aparece simultáneamente y
proporcionalmente a la disminución del nivel piezométrico.
 Si no se indica lo contrario, se supondrá que el acuífero es de extensión
infinita.
 El pozo es completo.
 El caudal de bombeo es constante.

Estas hipótesis son bastante restrictivas pero en la práctica son admisibles


pequeñas desviaciones, que no invalidan las formulaciones a las que se llegue.

8.2.1. Pozo en acuífero confinado. La ecuación de continuidad para flujo


permanente,  2 h  0 1, puede transformarse en coordenadas cilíndricas, de
acuerdo a los cambios de variable dados por la Figura 8.4, así:

1   h  1  2 h  2 h
r    0 (8.2)
r r  r  r 2  2 z 2

Si se aplica la hipótesis de que el flujo es plano, es decir que la velocidad en


todos los puntos de una misma vertical es constante, se tendrá entonces que
2h
 0 y por lo tanto la ecuación 8.2 queda:
z 2
1   h  1  2 h
r   0 (8.3)
r r  r  r 2  2

En este caso el problema queda reducido a dos dimensiones y la anterior


ecuación representa  2 h  0 2 en coordenadas polares. Suponiendo
igualmente que el flujo es radial, o sea que es independiente del ángulo , en
otras palabras que h es constante a lo largo del perímetro de cualquier círculo
2h
concéntrico con el pozo, se tiene entonces que  0 y la ecuación queda:
 2
1   h 
r   0 (8.4)
r r  r 

200
FIGURA 8.4 Transformación de coordenadas cartesianas en cilíndricas.

Integrando la ecuación 8.4:

h h a
r  a  h  a ln r  b
r r r (8.5)

La Figura 8.5 muestra las condiciones de borde para este caso.

Para r = R y h = ho :

h 0  a ln R  b (8.6)

Por otra parte, si r0 es el radio del pozo, se tiene que para r = r0, el caudal que
pasa a través del cilindro de altura b y radio r, debe ser igual a Q.

201
FIGURA 8.5 Pozo en un acuífero confinado.

De esta condición se tiene que:

 h 
Q  2Kr0 b  , como Kb = T:
 r  r r0

 h   h  Q
Q  2Tr0   r   pero :
 r  r r0  r  2T
h
r  a para cualquier r lo que implica que:
r

Q
a
2T (8.7)

Reemplazando 8.7 en 8.5 y en 8.6:

Q
h ln r  b
2T

202
Q
h0  ln R  b
2T

Restando se obtiene:

Q R
h0  h  s  ln
2T r (8.8)

Si bien es cierto que esta fórmula ha sido establecida para el caso de un pozo
en el centro de una isla circular, también puede aplicarse para pozo en acuífero
confinado que se extienda infinitamente, en el que, cuando el cono de
depresión alcanza una superficie suficientemente extensa, el régimen
establecido se considera casi permanente, tal como se dijo antes.

De esta manera, si se conoce la altura piezométrica h1 en un punto cualquiera


r=r1 se tendrá que:

Q
h1  ln r1  b
2T (8.9)

Restando de la 8.7 la 8.9:

Q r
h1  h  ln 1
2T r (8.10)

Esta se conoce como ecuación de THIEM, 1906, y permite determinar la


forma de la superficie piezométrica conociendo su posición en un punto.

Si se analiza la ecuación (8.9) se observa que si r crece indefinidamente h


también lo hace. Pero en la realidad no sucede así, sino que h está limitado.
Es esta la razón por la cual dicha ecuación solo es válida a distancias no muy
grandes del pozo, siendo el límite r=R. En otras palabras, la ecuación de
THIEM representa la superficie piezométrica para un intervalo de valores de r
menores que R y no muy lejanos del centro del pozo.

203
El radio de influencia R depende de las características del acuífero y en
realidad es ligeramente creciente con el tiempo transcurrido desde el comienzo
del bombeo. Para efectos prácticos, cuando se tienen tiempos de bombeo
largos, su valor es constante. Para acuíferos confinados su valor oscila entre
200 y 10000 m. Los errores en su determinación no inciden sensiblemente en
el valor del abatimiento, ya que está afectado del signo logarítmico, así ln 200
= 5.3 y ln 10000 = 9.2, lo que significa que para un valor de r cincuenta veces
mayor, el logaritmo sólo se multiplicó por 1.7. En acuíferos libres los valores
de R son inferiores y suelen oscilar entre 10 y 500 m.

EJEMPLO 8.1

En un acuífero confinado con T=1000 m2/día, el radio de influencia puede


considerarse que vale 1000 m. Si se extraen 50 m3/h en un pozo que tiene 50
cm de diámetro, calcular el abatimiento en el pozo mismo y en pozos de
observación situados a 10, 100 y 500 m de distancia. Resolver el mismo
problema si el radio de influencia es 2000 m.(Tomado de Llamas-Custodio,
1976))

Solución:

Para calcular los abatimientos en el pozo se utiliza la ecuación 8.8, que


expresada en función de logaritmos decimales es:

Q R
s  0.366 ln
T r

Los resultados de los cálculos para las distintas distancias, se muestran en la


siguiente Tabla. Puede observarse que para puntos próximos al pozo la
diferencia es moderada, siendo en cambio mayor para puntos muy alejados del
pozo. Para el pozo mismo el error es muy pequeño.

La influencia del radio del pozo en la producción no es significativa, como


puede observarse en el ejemplo 8.2, ya que el valor de rp aparece dentro del
logaritmo.

204
r (m) Abatimiento m s 1000/s2000 % Diferencia
R=2000 R=1000
0.25 1.71 1.58 1.08 8
10 1.01 0.88 1.15 15
100 0.57 0.44 1.30 30
500 0.26 0.13 2.00 100

Si se considera la fórmula de Thiem aplicada al pozo de bombeo, se tiene:

ln R  rp 
Q R Q
sp  ln 
2T rp 2T

Como el radio del pozo está bajo el signo logarítmico y su valor es mucho
menor que el radio de influencia R, su variación afecta poco los resultados
de la fórmula. Puede demostrarse que para incrementar n veces el caudal
del pozo con el mismo abatimiento, es necesario incrementar el radio del
pozo hasta un valor de:

n rp R n 1

Por ejemplo para duplicar el caudal, el radio del pozo necesita aumentarse
hasta un valor de: rp R 3, lo que implica un aumento demasiado grande del
radio, con consecuencias en el valor de los costos.

EJEMPLO 8.2

En un acuífero en que el radio de influencia se estima en 1000 m se tiene un


pozo de 0.5 m de radio. Determinar el radio del pozo, para con el mismo
abatimiento obtener doble caudal.

Solución:

Radio  0.5  1000  22.4m

205
Este resultado desde el punto de vista práctico es absurdo, lo que en
resumidas cuentas significa que no es razonable buscar un incremento del
caudal aumentando el radio del pozo.

8.2.2. Pozo en acuífero libre. En principio un acuífero libre sin recarga


puede asimilarse a un acuífero confinado siempre y cuando la superficie
libre del agua se mantenga aproximadamente horizontal, o sea que el
descenso producido por el bombeo sea muy pequeño en comparación con el
espesor saturado del acuífero. La diferencia fundamental estriba en el valor
mucho mas grande del coeficiente de almacenamiento en acuíferos libres.

Si el abatimiento producido es importante respecto al espesor del acuífero,


la transmisividad es variable en el espacio, siendo menor en los puntos
donde se tengan abatimientos mayores. Además el flujo ya no es radial pues
aparecen componentes verticales de la velocidad. El análisis riguroso de la
hidráulica de acuíferos libres es complicado, tal como se indicó en capítulos
anteriores. Una aproximación válida en la mayoría de los casos es la
aproximación de Dupuit-Forcheimer que consiste en admitir que en cada
momento:

 El flujo es perfectamente horizontal.


 El gradiente que origina el movimiento del agua viene definido, por la
pendiente de la superficie freática y vale dH/dx, siendo x la dimensión
horizontal y H el espesor saturado.
 La velocidad es constante a lo largo de una misma vertical o sea que las
superficies equipotenciales son verticales.

Estas aproximaciones aunque aparentemente burdas, son bastante aceptables


en la realidad, dado que en general en los acuíferos las dimensiones
horizontales son mucho mayores que las verticales.

De la Figura 8.6 se tiene:

206
FIGURA 8.6 Pozo en acuífero libre.

dH
Q  2r KH
dr

que es una ecuación diferencial cuya solución es:

Q
H2  ln r  A
K

Las condiciones de borde son:

r=R  H = H0 y se tiene entonces:

Q
H 2o  ln R  A
K

Restando las dos ecuaciones anteriores se llega a:

Q R
H 2o  H 2  ln
K r (8.11)

207
Conocida como fórmula de Dupuit.

Se tiene que :

s  H o  HH  H o  s

Factorizando y reemplazando este valor en la ecuación 8.11 se llega a:

 s  Q R  s  Q R
2H o s1    ln s1    ln
 2H o  K r  2H o  2H o K r

 s 
El término s 1   es llamado "Corrección de Jacob", 1969. Si s es
 2 Ho 
mucho menor que 2H0 la ecuación anterior se reduce a:

Q R Q R
s ln  ln
2H o K r 2To r

que es de nuevo la fórmula de Thiem en la que T0 es la transmisividad


inicial.

Si en la ecuación 8.11, r=rp, H=Hp, se tiene:

Q R
H 2o  H 2p  ln
K rp (8.12)

La ecuación 8.12 permite calcular el abatimiento teórico del pozo,


suponiendo que no existen pérdidas en el mismo. Sin embargo en las
cercanías del pozo existen componentes verticales de la velocidad, lo que
hace que la ecuación de Dupuit no reproduzca exactamente la posición del
nivel fréatico en el pozo mismo, Figura 8.6.

La posición real del nivel fréatico es menor que la hallada por la ecuación de
Dupuit, apareciendo entonces una superficie de goteo H´4. Se han propuesto
multitud de fórmulas para el cálculo de esta superficie, con éxito variable. En

208
general se trata de fórmulas empíricas o semiempíricas. Las mas conocidas
son las siguientes:

- Fórmula de Ehrenberger.

H  Hp 
2

H'  0.5
o

Hp

- Fórmula de Boulton.

Q
H'  H o  H p  c
2KH o

rp
c  3.75si  0.1
Ho

rp
c  3.50si  0.25
Ho

- Fórmula de Hall.
2.4
 Hp 
1   
H  Hp  H 
H'  
rp r 
1 5 1  0.02 ln  
H r 
 p 

H: espesor saturado con r > 1.5Ho; H = Ho si r = R.

EJEMPLO 8.3

Calcular los abatimientos en un pozo de rp =0.25 m a distancias de 10 y 100

209
m, si Q = 80 m3/h, H0 = 10 m y T0 = 500 m2/día. Suponer R = 200 m.
Aplicar las fórmulas de Thiem y la de descenso corregido de Jacob.

Solución:

a) Fórmula de Thiem, 1906:

Q R
s 0.366 log
To r

0.366  80  24 200
s log  4.08m
500 0.25

b) Corrección de Jacob, 1969:

Q R
H 2o  H 2p  ln
K rp
1
  2
 80  24 200 
H p  100  ln   4.28s  10  4.28  5.72
 500 0.25 
  
 10 
Suponiendo como correcta la corrección de Jacob, (la que más se aproxima
a los resultados reales) se tiene, la siguiente comparación para los distintos
radios.

r Thiem Corregida % diferencia


0.25 4.08 5.72 29
10 1.82 2.03 10
100 0.42 0.43 2

Puede observarse en el cuadro anterior que la diferencia se hace menor a


medida que la distancia al pozo es mayor.

210
La superficie de goteo, (para el mismo problema), si se considera Hp = 4.28
m, es:

- Ehrenberger:

H'  0.5
10  4.28
2
 3.82m
4.28

- Boulton:

80  24
H'  10  4.28  3.75   3.43m
2 50 10

Puede tomarse para efectos prácticos, un valor promedio de los resultados


anteriores, 3.62 m.

8.2.2.1. Relación entre abatimiento, caudal y radio del pozo. Para


diseño del pozo, es importante conocer cual es el abatimiento óptimo que
puede esperarse en él, en un acuífero libre.

La expresión corregida de Jacob en términos de logaritmos decimales es:

T  s 2p 
Q  s  
R  p 2H o 
0.366log   (8.13)
rp

El máximo abatimiento se obtiene cuando s=H0 lo mismo que el máximo


caudal. Reemplazando este valor de abatimiento en la 8.13, se obtiene:

T 2Q max
 (8.14)
R Ho
0.366log
rp

Si se reemplaza la 8.14 en 8.13:

211
Q  s2  s 2p sp
Q  2 max s  p   
Q
0 (8.15)
Ho  p 2H o  2H 2 H 2Q max
  o o

La Tabla 8.1 muestra relaciones entre sp/H0 y los correspondientes valores


de Q/Qmax obtenidos de la ecuación 8.15.

TABLA 8.1 Relaciones entre sp/Ho y Q/Qmax.

sp/H0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.0
Q/Qmax 0.19 0.36 0.51 0.64 0.75 0.84 0.91 0.96 0.99 1.0

Observando la ecuación 8.13 se ve que (Q/sp) es máximo, si sp es mínimo.


Reemplazando esta condición en la ecuación 8.13, se obtiene

Q T
  
s 
 p  max 0.366log R (8.16)
rp

Despejando esta ecuación en la 8.13:

Q  Q   s 
 1  p  (8.17)
s p  s p   2H o 
max

El máximo caudal y el mínimo abatimiento se obtienen cuando


d  Q
 Q  5 sea máximo. De la 8.15 y la 8.16 se obtiene :
ds p  s p 

Q  s2  Q   
Q
Q   2 max s  p   1  s p 
s  Ho  p 2H o  s p   2H o 
 p    max

212
Derivando e igualando a cero:
2
 sp  s
3   8 p  4  0 (8.18)
 Ho  Ho

sp 2
La solución de esta ecuación es  , la cual significa que el abatimiento
Ho 3
óptimo es un 67% del espesor saturado inicial, lo que implica que la zona de
admisión de agua al pozo (rejilla) debe colocarse en el tercio inferior del
acuífero.

8.2.3. Pozo en acuífero libre con recarga. Sea un acuífero libre recargado
uniformemente, dicha recarga puede ser la lluvia o excedentes del riego. Se
supone que en cualquier punto el acuífero se recarga uniformemente al ritmo
de W m3/m2/año, o sea W m/año. Las hipótesis son las mismas que en el
apartado anterior y además se considera que el pozo está en el centro de una
isla circular de radio R, de modo que a esa distancia el potencial es
constante.

Por un cilindro de radio r concéntrico con el pozo, pasa un caudal (Figura


8.7):

dH
Q r  2r KH (8.19)
dr

y entre dos cilindros de radio r y r+dr se recarga un caudal de:

 dQ r  2rdr W (8.20)

213
FIGURA 8.7 Pozo en un acuífero libre con recarga.

Integrando esta última ecuación :

Q r  2W r 2  A;A  cte

Para r = rp , Qr = Q = caudal del pozo, por lo que:

Q  W rp2  A A  Q  W r p2  Q (8.21)

ya que la cantidad de agua caída directamente en el pozo es muy pequeña.


Así pues:

Q r  Q   r 2 W  agua extraída - agua caída en el círculo de radio r, tal como


era de esperar.

Igualando esta expresión a la ecuación 8.19:

dH
2r KH  Q  r 2 W
dr (8.22)

214
Aplicando las condiciones de borde H=H0 para r=R:

H 2o  H 2 
Q R W 2 2
ln 
K r 2K
R r   (8.23)

Para s<<Ho se cumple que:

s
Q R
ln 
W
2To r 4H o
R2  r2  
Cuando W=0, o sea que no hay recarga:

Q R
H 2o  H 2  ln
K r

que es la fórmula de Dupuit. Cuando no hay bombeo Q=0 y:

s
W 2
4T
 
R  r 2 siH o  s

La ecuación 8.22 puede obtenerse también utilizando el principio de


superposición, que se verá mas adelante.

8.2.4. Pozo en acuífero semiconfinado. Para este caso se establecen las


siguientes hipótesis específicas (además de las ya consideradas en
forma general):

a) La recarga se establece a partir de otro acuífero situado encima del


que se estudia y el nivel piezométrico en ambos es el mismo.

b) El acuífero que recarga mantiene su nivel piezométrico constante.

c) La recarga es proporcional a la conductividad hidráulica K'/b' del

215
acuitardo confinante y a la diferencia de niveles en los dos acuíferos.

d) La recarga es lo suficientemente pequeña como para suponer que las


líneas de corriente, prácticamente verticales en el acuitardo, se
vuelven horizontales al centro del acuífero. Ello equivale a suponer
que la recarga no perturba el régimen de flujo radial horizontal
producido en el pozo, o sea que K/K' es muy grande (por ejemplo
500).

Si se consideran dos cilindros de radio r y r+dr concéntricos con el pozo,


Figura 8.8, entre ellos se produce una recarga:

ho  h
 dQ r  2rdr K' (8.24)
b'

FIGURA 8.8 Pozo en un acuífero semiconfinado.

El caudal que cruza la superficie del cilindro de radio r es según la ley de


Darcy:
dh
Q r  2rT
dr

y el incremento de caudal:

216
d2h dh
dQ r  2rT 2
 2T (8.25)
dr dr

Como el flujo es permanente 8.24 = 8.23:

d2h dh h h
2rT 2
 2T  2rT o K'  0
dr dr b'

o sea:

d 2 h 1 dh K' / b'
  h o  h   0 (8.26)
dr 2 r dr T

Haciendo los siguientes cambios de variable:

K ' / b' r
xr 
T B

T
B = factor de goteo =
K,
b,
s =h0 - h

Se obtiene:
d 2 s 1 ds
 s  0 (8.27)
dx 2 x dx

Que es una ecuación modificada de Bessel de orden cero. La solución


conduce a:
Q K o (r / B)
s (8.28)
2T (r / B)K 1 (r / B)

217
Donde K0 y K1 son funciones modificadas de Bessel. Esta ecuación es
válida si rp <<B, tal como sucede en la mayoría de los casos.

r
En general K 1 ( r / B)  1 y por lo tanto:
B

Q
s K o (r / B)
2T (8.29)

La anterior es llamada fórmula de De Glee o de Jacob-Hantush. Es válida si


b/B  0.7.

La función K0 (r/B) está tabulada, ver Figura 8.9.

FIGURA 8.9 Función de pozo en acuífero semiconfinado.

En las proximidades del pozo r/B es pequeño y cuando r/B < 0.1, puede
admitirse que

Q 1.123B
s ln
2T r

218
Para efectos prácticos, la anterior fórmula es válida para r/B < 0.33, con un
error menor del 1%. Esta fórmula es idéntica a la fórmula de Thiem, con
R = 1.123 B.

8.3. FLUJO EN RÉGIMEN TRANSITORIO

Las hipótesis de base para el estudio de este problema son prácticamente las
mismas que fueron establecidas para el flujo permanente, o sea:

- Acuífero homogéneo e isotrópico.


- La Ley de Darcy es válida.
- La densidad y viscosidad del agua no varían.
- El flujo es radial y horizontal.
- El acuífero es de extensión infinita, de espesor uniforme y de base
horizontal.
- El pozo es completo y el caudal de bombeo es constante. Además
para este caso se considera que:
- El coeficiente de almacenamiento no varía ni en el espacio ni con el
tiempo.
- El radio del pozo es pequeño y el volumen de almacenamiento en el
pozo mismo no incide sobre el caudal de bombeo.
- El agua bombeada proviene completamente del agua almacenada en
el acuífero, esto significa que no hay recarga lateral alguna.

8.3.1. Pozo en acuífero confinado. Si no hay recarga, la ecuación de


continuidad queda reducida a:

1   h  S h
r  
r  r   r  T T

Esta ecuación debe ser resuelta para las siguientes condiciones:


1) h=h0 para r=> 4 siendo h0 el nivel piezométrico inicial.

219
h
2) lim 2  r T  Q 6 que significa que el caudal bombeado es igual al
r 0 r
caudal que entra en el pozo.

3) h=h0 para cualquier tiempo anterior al inicio del bombeo.

La solución de esta ecuación diferencial conduce a:

Q
ho  h  s  W(u )
4T (8.30)

llamada fórmula de Theis (1935), siendo:

 e x r 2S
W(u )   dx yu 
u x 4T t

En donde:

s: abatimiento en metros, en un punto cualquiera.


Q: caudal bombeado en m3/día.
T: transmisividad del acuífero en m3/día/m.
r: distancia del punto donde se mide al pozo en metros.
S: coeficiente de almacenamiento.
t: tiempo de bombeo en días.

La función W(u) se conoce con el nombre de función de pozo en acuífero


cautivo y es un parámetro adimensional. La relación gráfica entre W(u) y u
es mostrada por la Figura 8.10. De igual manera dicha función está tabulada
para diferentes valores de u. La Tabla 8.2 presenta algunos valores.
r p2 S
Esta fórmula es válida para cualquier valor de rp si t  30 7.
T

TABLA 8.2. Valores de W(u) vs u.

220
u W(u) u W(u)
10-15 34.0 10-7 15.5
10-14 31.6 10-6 13.2
10-13 29.3 10-5 10.9
10-12 27.0 10-4 8.6
10-11 24.7 10-3 6.33
10-10 22.4 10-2 4.04
10-9 20.1 10-1 1.82
10-8 17.8 1 0.22

8.3.1.1. Aproximación logarítmica de Jacob. La función


e x
W( u )   dx se puede desarrollar como una serie de potencias de u y se
u x
puede expresar de la manera siguiente:

0.562 u2 u3 u4
W(u )  ln u    ...
u 2.2! 3.3! 4.4!

o lo que es lo mismo:

u2 u3 u4
W(u )  0.5772  ln u  u     ...
2.2! 3.3! 4.4!

221
FIGURA 8.10 Función de pozo.

r 2S
Con u  8. Para valores pequeños de u (u  0.01) Jacob demostró que
4Tt
puede tomarse como suficiente aproximación de W(u) los dos primeros
términos de la serie, o sea que:

W (u )  0.5772  ln u
0.562
 ln
u

u será pequeño por ejemplo, cuando el tiempo de bombeo es grande y en


este caso la ecuación de Theis quedará, reemplazando el valor de u:

Q 2.25T t
s ln 2
4T r S (8.31)

o utilizando logaritmos decimales:

222
0.183Q 2.25T t
s log 2 (8.32)
T r S

Haciendo s = 0, r = R (radio de influencia del pozo) y reemplazando en la


ecuación 8.31:

2.25T t 2.25T t
ln 2
 0 2 1
r S r S
Tt
r 2  2.25
S
Tt
r  RR  1.5
S

Como se ve este radio de influencia es independiente del caudal y depende


de las características del acuífero (T y S) y del tiempo de bombeo (t).

Tt
Reescribiendo la ecuación de JACOB y asumiendo que R  2.25 1 se
S
tiene:
Q R
s ln
2T r

Expresión análoga a la ecuación de THIEM ya deducida para el caso del


flujo permanente.

8.3.2. Pozo en acuífero libre. Si los descensos no son grandes comparados


con el espesor saturado del acuífero, pueden aplicarse las fórmulas de
THEIS y JACOB deducidas para un acuífero cautivo, pero teniendo en
cuenta lo siguiente:

- Como en este caso la transmisividad varía con el espesor saturado


(variación en el espacio) y con el tiempo por ser un régimen
transitorio, el valor que se toma para T en las ecuaciones antes dichas

223
es el inicial, o sea T0 = K H0, es decir que para descensos pequeños
se considera constante.

- En segundo lugar, tal como ya se anotó, el coeficiente de


almacenamiento para acuíferos libres es numéricamente igual a la
porosidad eficaz ne.

- En tercer lugar el tiempo de bombeo debe ser grande.

Para piezométros ranurados en todo el espesor del acuífero, se cumple:

Q  r2S 
H H 
2
W
2

2K  4KH o t 
o (8.33)

Válida para:

Hp r p2 S
 0.5yt  30
Ho KH o

Si el tiempo de bombeo es largo y u < 0.03:

Q 2.25KH o t
H o2  H 2  ln (8.34)
2K r2S

Kt
Válida si  5.
SHo

Si 0.05 < Kt/SHo < 5, el abatimiento en el pozo se calcula mediante la


ecuación de HANTUSH, 1964:

 
Ho  Hp 
Q    ln H o  (8.35)
2KH o  rp 
 

224
En donde  es un parámetro que toma los siguientes valores:

Kt/Sho 5.0 1.0 0.2 0.05


 1.288 0.512 0.087 -0.043

La fórmula de acuíferos confinados, puede aplicarse a acuíferos libres, si los


H2  H2
descensos son pequeños, haciendo: s  o y T  K H o . Además la
2 Ho
reducción del espesor saturado hace aconsejable tomar un coeficiente de
Ho
almacenamiento ficticio S*, definido como: S*  ne .
Ho  s

8.3.3. Pozo en acuífero semi-confinado. La ecuación de continuidad para


un acuífero semi-confinado en régimen transitorio será:

F S h
2h  
K T t
F K ' / b'
 (h o  h )
K T

HANTUSH resolvió esta ecuación y encontró que:

Q
s W(u, r / B)
4T
B: factor de goteo (8.36)
T
B
K ' / b'

Esta ecuación es válida para:

225
rp2 S   10rp 
2
rp 
 0.1yt  30 1    
B T   B  

La función W (u,r/B ) está tabulada y además existen gráficos de 1/u vs


W(u,r/B), figura 8.11. Dicha función recibe el nombre de función de pozo
semiconfinado.

FIGURA 8.11 Curvas tipo para acuífero semiconfinado (Walton,1962 )

8.4. PRINCIPIO DE SUPERPOSICIÓN

Dado que las leyes del flujo subterráneo en captaciones son soluciones de la
ecuación de Laplace y esta es una ecuación diferencial lineal de segundo
orden, una combinación lineal de sus soluciones es también una solución.
Aprovechando esta propiedad de la ecuación de continuidad, se pueden
resolver infinidad de problemas prácticos que se presentan en hidrogeología
de una manera analítica. Lo anterior implica que para calcular el abatimiento

226
en un punto de un campo de pozos, éste será la suma se los descensos
provocados individualmente por cada uno de los pozos de bombeo.

Así para un acuífero confinado o libre con abatimientos pequeños, se


cumplirá que el abatimiento total será:

a) Régimen permanente:

1 R

n
sT  Q ln
2T i 1 (8.37)
i
ri

b) Régimen transitorio:
Se tiene la ecuación de Theis:

1

n
sT  Q W(u i )
4T i 1 i (8.38)
ri2 S
Siendo u i  .
4T ti
Para un acuífero semiconfinado puede escribirse:

a) Régimen permanente:

1

n
sT  Q K o (ri / B)
2T i 1 i (8.39)

b) Régimen transitorio:

1

n
sT  Q i W(u i , ri / B)
4T i 1 (8.40)

EJEMPLO 8.4

227
Calcular el abatimiento total que se observará en un piezométro situado a
distancias r1=20 m y r2=100 m de sendos pozos, que bombean Q1 = 100
m3/h y Q2 = 1000 m3/h, de un acuífero confinado, sabiendo que el primero
está funcionando hace un día y el segundo hace tres días. La transmisividad
T, es 1000 m2 /día y S=10-4.

Solución:
1  2.25T t 1 2.25T t 2 
sT  Q1 ln  Q 2 ln 
4T  2
r1 S r22 S 

1  2.25  1000  1 2.25  1000  3 


sT  100  24 ln 4
 1000  24 ln 
4  1000  20  10
2
100 2  10 4 

sT = 2.09 + 16.84 = 18.93 m.

EJEMPLO 8.5

Una mina de uranio será explotada a cielo abierto en un extenso acuífero de


areniscas, donde el gradiente natural es 0.008 y la transmisividad, T=0.0018
m2 /s. Para poder efectuar los trabajos se requiere abatir los niveles
freáticos y se estima que será necesario bombear continuamente 0.025 m3
/s. Como parte del estudio de impacto ambiental la compañía debe estimar
los efectos del abatimiento en los alrededores de la explotación. Calcular la
h
distancia a lo largo de la línea y=0 en la cual los gradientes se
x
incrementarán un 10 % por encima del gradiente natural (propuesto en
McWhorter Y Sunada, 1977).

Solución:

Los gradientes naturales pueden representarse por una ecuación del tipo:

228
h o  ix

y los niveles piezométricos producidos por un pozo, bombeando un caudal


Q, se representan en coordenadas cartesianas (siendo C una constante) así:

hB 
Q
2T

ln x 2  y 2  1
2
C

Por el principio de superposición la altura piezométrica resultante será:

h f  ix 
Q
2T

ln x 2  y 2  1
2
C

En la línea y=0 obtengo:

h Q 1
i
x 2T x

Reemplazando los valores:


h
 0.0088
x
i = 0.008
T = 0.0018 m³/s
Q = 0.025 m³/s

Se obtiene x = 2763 m.

8.5 POZOS EN ACUÍFEROS LIMITADOS. TEORÍA DEL POZO


IMAGEN

Si un pozo bombea cerca de un borde impermeable o de un límite a


potencial constante (río, lago, mar) cuando el radio de influencia alcanza al
citado límite, el flujo empieza a ser afectado y las fórmulas deducidas para
acuíferos de gran extensión ya no son válidas.

229
Si esos límites son bruscos y rectilíneos, el método de las imágenes permite
sustituirlos teóricamente por un conjunto de pozos y entonces el problema se
reduce al estudio de la superposición de efectos en un campo de bombeo de
extensión infinita.

Considérense en la figura dos pozos distintos de centro O, y O, bombeando


respectivamente Q y Q,. Se buscará el valor de h en todo punto del
dominio. De acuerdo al principio de superposición se tiene en M:

Q Q'
hM  ln r  ln r 'cte
2T 2T

La constante se encontrará en función de las condiciones de frontera. Se


estudiarán dos casos: límite a potencial impuesto y límite a flujo impuesto.

1) Límite a potencial impuesto. Supóngase que en el pozo O, se bombea


un caudal (-Q), lo que es lo mismo que inyectar un caudal Q. La altura
piezométrica en el punto M será:
Q r
hM  ln  cte
2T r '

En los puntos M donde r=r, es decir los puntos que pertenecen a la mediatriz

230
de OO, hM = cte, ver la figura anterior.

Dicho de otra manera, la carga h es impuesta y constante en la mediatriz


OO’. Lo anterior significa que un límite a potencial constante se puede
reemplazar por un pozo, llamado pozo imagen, simétrico con el de bombeo,
situado a una distancia r del límite y que bombea un caudal -Q.

2) Límite a flujo impuesto nulo. En la expresión inicial que relaciona los


pozos O y O, si se tiene que Q=Q,, la expresión quedará:

Q
hM  ln rr 'cte
2T

En coordenadas cartesianas r2 = x2 + y2. Reemplazando, se demuestra que


h
en x=0 (mediatriz de OO,)  0 . Lo que quiere decir que un límite a
x
flujo nulo, por ejemplo una barrera impermeable, se puede reemplazar por
un pozo imagen, simétrico con el pozo de bombeo, situado a una distancia r
de la barrera y que bombea un caudal Q.

EJEMPLO 8.6.

Un pozo bombeando un caudal Q, se encuentra a una distancia d de un río,


tal como muestra la figura. El nivel freático antes del bombeo tenía una
pendiente i. Hallar una expresión para h en cualquier punto vecino del pozo
y calcular el caudal máximo que puede obtenerse del bombeo, sin que haya
recarga del río al pozo.

La expresión para el nivel freático antes del bombeo es:

h o  ix  cte

231
Cuando el pozo empieza a bombear, según el método del pozo imagen, la
expresión para h será:

Q r'
hB  ln
2T r

Expresando r y r, en coordenadas cartesianas:

r x  d 2  y 2 r ,  x  d 2  y 2
Aplicando el principio de superposición:

hF  ho  hB

h F  ix 
Q
ln
x  d   y 2  cte
2

4T x  d 2  y 2

El caudal máximo que puede sacarse sin que haya recarga por parte del río
h
se tiene cuando en x=0 y y=0,  0 o sea:
x

232
 x  d 2  y 2
    
2( x  d) ( x  d) 2  y 2  2( x  d) ( x  d) 2  y 2 
h Q  x  d   y
2 2
i 
x 4T 
 x 
 d  2
 y 
2 2 

 

En el punto (0,0) se tendrá:

h Q
i Q max  Tdi
x Td

Lo anterior es válido siempre y cuando se considere que se ha establecido un


flujo permanente. Suponiendo que el río es rectilíneo y que no hay pérdida
de carga en la infiltración, el bombeo en un pozo próximo produce una
infiltración de agua en el acuífero, de modo que el caudal infiltrado (en el
pozo) al ir transcurriendo el tiempo es una proporción cada vez mayor de
agua del río, hasta que pasado un tiempo suficientemente largo se infiltra
tanta agua como se bombea, alcanzándose el régimen permanente. La
expresión para calcular el caudal que aporta el río, Qs, en cualquier
momento t, después de iniciado el bombeo, es según Glover y Balmer
(1954):

  
  
Q s  Q1  erf 
d 
(8.41)
  4T t 
  
  S 

En la expresión anterior Q es el caudal de bombeo y erf es la función de


error. La Tabla 8.3 presenta valores de la función. Obsérvese que cuando el
argumento de la función error es pequeño (cuando los tiempos de bombeo t,
son grandes), la función se aproxima a cero y la descarga del río Qs al
acuífero se aproxima al caudal de bombeo Q.

8.6. ABATIMIENTO CON CAUDALES DE BOMBEO VARIABLES

233
La ecuación de Theis vista anteriormente predice los abatimientos en
cualquier tiempo para un caudal de bombeo constante. Si se tiene un
aumento Qi, en el caudal en un tiempo t=ti, el abatimiento para un tiempo t
puede expresarse como:

 
Q i  r 2 

Si  W para t  ti (8.42)
4T  T 
 4 (t  t i ) 
 S 

Para obtener el abatimiento total por el principio de superposición, el


abatimiento dado por la ecuación 8.41, puede adicionarse al abatimiento que
se tuviera si el cambio Qi no hubiera ocurrido. En otras palabras, el cambio
en la respuesta debido a una variación del caudal de bombeo, es
independiente de la historia previa del caudal de bombeo. El abatimiento en
un tiempo t tn, si hay n cambios en el caudal de bombeo, es:

 
1  r 2 
 Q i W T
 
n
Si  para t  tn (8.43)
4T i 1 
 4 (t  t i ) 
 S 

La aplicación de la ecuación 8.42 a un caso en el cual el caudal de bombeo


se cambia de Q1 a Q2 en un tiempo t2 se ilustra en la Figura 8.12.

La situación que presenta la Figura 8.12, puede por la ecuación 8.42, ser
representada como:

   
Q1  r2  Q  Q  r 2 
Si  W  2 1
W  para t  t2
4T  T  4T  T 
4 t  4 (t  t 2 ) 
 S   S 

234
FIGURA 8.11 Superposición de abatimientos

Lo anterior es equivalente a calcular el abatimiento debido al bombeo de un


caudal Q1, empezando en un tiempo t=t1 =0 y sumarle el abatimiento debido
a un bombeo de un caudal Q2 - Q1 empezando en t = t2, en un pozo
imaginario situado en el mismo punto que el pozo real. La ecuación 8.42 es
usada para calcular la respuesta a la operación intermitente de un pozo.

EJEMPLO 8.7

Un pozo localizado a 200 m de un río bombea 2 m³/min durante una


semana, luego de la cual el bombeo se detiene. La transmisividad del
acuífero es 1 m2/min y el rendimiento específico es 0.1. Calcular la
descarga del río al acuífero (tomado de McWhorter y Sunada, 1977).

235
a) 96 horas después de iniciado el bombeo.

b) 36 horas después de interrumpido

Solución:

Con la información suministrada se tiene que el argumento de la función erf


es:
200
1
d (4  1  96  60) 2
  0.417
4T t 0.12
S

Interpolando en la Tabla 8.5 se obtiene erf (0.417)=0.44. La descarga del río


al acuífero 96 horas después de iniciado el bombeo es:

Qs = Q (1 - 0.44 ) = 2*(0.56) = 1.12 m³/min

Después de que la bomba ha sido apagada, el nivel piezométrico no se


recobra inmediatamente y la recarga por parte del río continúa. Suponiendo
que el bombeo no se inicie de nuevo, toda el agua retirada del
almacenamiento del acuífero será reemplazada por el río. La tasa de recarga
del río al acuífero, después que el bombeo se ha detenido, se calcula usando
el procedimiento discutido anteriormente para caudales variables.

TABLA 8.3 Valores de la función de error.

x erf x
0.000 0.000
0.200 0.223
0.400 0.428

236
0.600 0.604
0.800 0.742
0.900 0.797
1.000 0.843
1.100 0.880
1.200 0.910
1.300 0.934
1.400 0.952
1.500 0.966
1.600 0.976
1.700 0.984
1.800 0.989
1.900 0.993
2.000 0.995
- 1.000

El bombeo se asume constante a Q=200 m³/min durante un período mayor


de una semana; un segundo pozo imaginario, situado en la misma posición
que el real, recarga un Q=-200 m³/min durante un t=t2 =1 semana=10080
min. La descarga real del río es la suma de las descargas inducidas por los
dos pozos.

     
     
Q s  Q1  erf   Q1  erf  
d  d
  
4T t    4T( t  t 2 ) 
     
  S    S 

    
    
Q s  Qerf    erf 
d d 
  4T( t  t 2 )   4T t 
    
  S   S 

T/S= 10 m²/min; t = 1 semana + 36 horas = 12240 min

237
t2=10080 min
d d
 0.680  0.286
4 T (t  t 2 ) 4Tt
S S

Qs= (2)[erf(0.680) - erf(0.286)]

Qs= (2)[0.665 - 0.315] = 0.7 m³/min

PROBLEMAS PROPUESTOS

8.1. El acuífero adyacente a un río está conectado hidráulicamente con él.


La disposición de los niveles freáticos, sin bombeo, se muestra en el
Plano 1. El espesor del acuífero es de 50 m y la porosidad efectiva es
del 15%.

El Plano 2, muestra el mapa de niveles piezométricos, producidos por

238
un pozo que bombea 100 m³/h.

a. Estimar la transmisividad del acuífero a partir de los valores de las


alturas piezométricas en A, B y C.
b. Si el caudal se aumenta a 250 m³/h hay infiltración de las aguas del
río en el pozo?. Si este es el caso, estime la distancia a lo largo del
río, donde tal infiltración puede ocurrir.
c. Si se toma la línea de corriente más rápida que une al río con el pozo,
calcular una expresión para la velocidad en función de la distancia,
x, al río.

8.2. Los coeficientes de transmisividad y almacenamiento de un acuífero


confinado son 4800 m³/d-m y 34x10-5 respectivamente. El acuífero está
limitado por un lado por una barrera impermeable. Un pozo bombea
94.0 l/s, durante 100 minutos. Se observa un abatimiento de 1 m, en un
piezómetro situado perpendicularmente a 90 m del pozo de bombeo.
Calcular la distancia del pozo de observación al pozo imagen asociado
con la barrera impermeable.

8.3. Un pozo con un radio de 0.4 m, construido en un acuífero confinado


homogéneo, bombea 300 m³/h durante una semana, luego de la cual el
bombeo se detiene una semana. Se reinicia con un caudal de 200m³/h
durante una semana y se suspende nuevamente el bombeo. Cuál será el
abatimiento 3 días después de la suspensión del bombeo, si T=5000
m³/d y S=4x10-5 ?.

239
Escala PLANO 1
Régimen natural
0 100 200m
Río +20.0 m
A(20.61 m)

+21.0 m

C(21.13 m)

+22.0 m

+23.0 m

+24.0 m
B

Río +20.0 m
A(20.31 m)

20.50 m

C(20.40 m)

21.0 m

Pozo

22.0 m

23.0 m

B(23.12 m)
Mapa piezométrico con un pozo

PLANO 2
FIGURA DEL PROBLEMA 8.1.

240
8.4. El centro de un dren largo, aproximadamente horizontal y con un radio
de 0.15 m, está a 2 m de profundidad del fondo de un lago, en el cual el
nivel del agua se mantiene 20 cm por encima del fondo. La
profundidad de la base impermeable del acuífero, con permeabilidad de
4x10-4 cm/s es bastante grande. Calcular el caudal por unidad de
longitud en el dren.

8.5. Un pozo ha estado bombeando bajo la siguiente regla de operación:

Q= 50 m³/h 0 h  T  8 h.
Q= 75 m³/h 8 h  T  12 h.
Q= 0 m³/h T > 12 h.

Si 15 horas después de iniciado el bombeo, el abatimiento en el pozo


fue de 0.261 m. Estimar la transmisividad.

8.6. El punto A de la figura representa un pozo totalmente penetrante en un


acuífero cautivo, homogéneo e isotrópico de base horizontal y de 8 m de
espesor, con permeabilidad de k=95 m/d. Se desea calcular el caudal que
se infiltra en el tramo MN del río cuando se extrae agua del pozo. La
diferencia de cotas entre el nivel del río y el nivel del pozo es de 15 m.
Se supone régimen permanente.

241
8.7. Un pozo en un acuífero confinado bombea un caudal de 4 m³/min por 3
días, seguido de un período de descanso de 7 días. Este ciclo se repite 7
veces. El radio del pozo es de 0.3 m, la transmisividad, T, es de 1.2
m²/min y el coeficiente de almacenamiento, S, es de 9x10-2. Calcular el
abatimiento es el pozo, al final del 7 período de descanso y al final del 8
período de bombeo.

8.8. Tres pozos de 200 mm de diámetro están localizados en los vértices de


un triángulo equilátero de 120 m de lado y penetran totalmente un
acuífero de 20 m de espesor. Calcular el caudal cuando un solo pozo
está funcionando con un s= 3 m. Cuánto disminuye el caudal en este
pozo, si los tres pozos están funcionando con abatimientos de 3 m en
cada uno. Asumir que el radio de influencia es de 200 m y la
permeabilidad del acuífero es 45 m/día.

8.9. Un pozo de 30 cm de radio bombea 1000 l/min, T=0.015 m²/s. Si el


pozo está localizado a una distancia de 120 m de un río, cual será el
abatimiento en:

a. En el pozo de bombeo
b. En un pozo de observación situado a 30 m del pozo de bombeo, en el
lado opuesto del río.

8.10. La transmisividad y el coeficiente de almacenamiento para un acuífero


confinado son 0.1 m²/min y 2.7x10-4 respectivamente. Un pozo
localizado perpendicularmente a una barrera impermeable a una distancia
de 500 m, bombea 0.967 m³/min. Estimar el tiempo (desde el inicio del
bombeo) en que la barrera empieza a influir en los abatimientos del pozo.

242
Capítulo 9
ENSAYOS DE BOMBEO
242
9.1. GENERALIDADES

El material discutido en el capítulo anterior, puede usarse en la determinación


de los parámetros hidrogeológicos de un acuífero. Las propiedades del
acuífero son obtenidas de una prueba de bombeo determinando los valores del
coeficiente de almacenamiento S, la conductividad hidráulica K y la
transmisividad T que hacen los abatimientos dados por las soluciones teóricas
vistas anteriormente, próximos a los abatimientos reales medidos en uno o
dos pozos de observación. Estos parámetros son usados para diseñar pozos,
estimar los efectos del bombeo en la superficie freática, calcular la recarga de
agua subterránea, estimar el flujo hacia minas y muchos otros propósitos.

Los ensayos de bombeo tienen cuatro objetivos en orden creciente de


complejidad:

- Determinación de las características del complejo acuífero-pozo. Este


es el ensayo de bombeo del pozo, destinado a determinar sus
características técnicas.

- Medida en el terreno de los parámetros hidrodinámicos S y T.

- Estudio cuantitativo de las características particulares del acuífero:


condiciones de frontera, estructura, heterogeneidad, drenaje, etc.

- Observación directa del efecto de la explotación sobre el acuífero.

243
Previsión de la evolución de los abatimientos en función de los
caudales bombeados.

Los ensayos de bombeo requieren una considerable inversión de tiempo y


dinero, por lo que deben planearse cuidadosamente de tal manera que pueda
obtenerse de ellos la máxima cantidad de información posible.

Ya que las propiedades del acuífero serán determinadas ajustando los


abatimientos medidos con los predichos por las ecuaciones teóricas, es
importante que la geometría del acuífero, condiciones de frontera y
condiciones iniciales en el sitio de la prueba sean asumidas lo mas cercanas
posibles al comportamiento real del acuífero. Debe tenerse en cuenta esto
para la selección del sitio, si éste no ha sido previamente determinado.

La construcción y localización de los pozos de observación es un factor a


tener en cuenta. Estos son generalmente hechos con tubos perforados, con
diámetros que oscilan entre 5 - 15 cm. Cuando el acuífero es libre es deseable
que el piezómetro penetre totalmente el espesor saturado y que esté perforado
en toda su longitud bajo el nivel freático. Esto ayuda a asegurar que el pozo
indica realmente la cabeza piezométrica promedia sobre la sección vertical.
En acuíferos confinados debe sellarse la comunicación con los estratos
superiores e inferiores.

La localización y número de pozos de observación depende de los


requerimientos de la prueba, el dinero disponible y las condiciones
particulares del sitio. Es muy recomendable tener dos o mas pozos de
observación. Si las condiciones limitan su número, por ejemplo a dos o tres,
estos deben ser localizados en diferentes puntos en líneas radiales medidas
desde el pozo de bombeo y formando entre si ángulos de 90 grados. Esto
permitirá detectar cualquier anomalía del cono de depresión.

El espaciamiento de los pozos depende del grado de penetración del pozo de


bombeo en el acuífero, de si el acuífero es confinado o no y de la duración de
la prueba. Las componentes verticales de la velocidad causadas por

244
penetración parcial de los pozos son despreciables a distancias mayores que
1.5 veces el espesor saturado del acuífero, lo que significa que es necesario
localizar pozos de observación a distancias menores que éstas para pozos
parcialmente penetrantes. Los pozos de observación deben ser perforados en
el mismo intervalo de profundidad que el pozo de bombeo.

Debido a que el radio de influencia se expande mucho mas rápidamente en


acuíferos confinados que en libres, la distancia máxima entre el pozo de
bombeo y los pozos de observación puede ser mayor para pruebas en
acuíferos confinados. Durante la construcción de los piezómetros y del pozo
de bombeo deben recolectarse muestras del material del acuífero y la columna
estratigráfica debe prepararse. Esto ayuda a obtener valores estimados de la
permeabilidad y la transmisividad.

Pueden ser hechas también estimaciones burdas sobre el coeficiente de


almacenamiento. Estos datos, junto con el caudal de bombeo y la duración de
la prueba, permiten calcular los posibles abatimientos a diferentes distancias
(r) del pozo de bombeo y localizar por lo tanto los pozos de observación, de
tal manera que se puedan tener medidas confiables durante la prueba.

Se deben tomar también las disposiciones necesarias para medir y controlar el


caudal de bombeo (Orificios, contadores, medidas volumétricas). Cuando el
abatimiento se incrementa en el pozo de bombeo, la cabeza dinámica total a
vencer por la bomba también, lo que hace que el caudal pueda disminuir si no
se controla. El control del caudal por una válvula, requiere que el caudal de
bombeo sea menor que el caudal que se tendría con toda la válvula abierta.
La prueba debe empezarse con la válvula parcialmente cerrada, para poder
abrirse paulatinamente con el incremento del abatimiento.

El caudal bombeado debe evacuarse, de tal manera que no afecte los


resultados. Lo mejor sería conducir el agua por tubería hasta una distancia
que exceda el radio de influencia esperado durante la prueba, lo que garantiza
que no habrá recarga en las vecindades del bombeo. Lo anterior es
importante porque una prueba puede durar 72 horas o más y volúmenes

245
importantes de agua pueden removerse del acuífero.

Los niveles en los pozos de observación deberían ser monitoreados en los días
anteriores a la prueba, cuando esto sea posible. Cualquier traza de los niveles,
determinada durante este período, puede extrapolarse al período de la prueba
y los abatimientos observados corregirse, si esto fuere necesario. También es
necesario tener las cotas topográficas de los pozos.

Las primeras medidas deben tomarse con intervalos de minutos y a medida


que la prueba transcurre, pueden espaciarse a intervalos de horas.

La duración de la prueba depende del uso y confiabilidad de los datos que se


obtendrán. Generalmente las pruebas para estimar T y S duran mas de 24
horas. Esto es cierto sobre todo para acuíferos libres, por la influencia del
drenaje vertical y del rendimiento específico. Algunas pruebas duran 72
horas o más. También es buena práctica medir niveles después que el
bombeo ha sido interrumpido, pues esto puede aportar información acerca de
las características del acuífero.

9.2. ACUÍFEROS CONFINADOS

Los procedimientos para evaluar T y S en acuíferos confinados a partir de


pruebas de bombeo pueden dividirse en métodos para régimen permanente y
métodos para régimen transitorio.

9.2.1. Régimen permanente. Con la ecuación de Thiem se tiene:

Qln( r2 / r1 )
T (9.1)
2(s1  s 2 )

Esta ecuación permite calcular T, teniendo el caudal Q de bombeo y los


abatimientos s1 y s2 medidos a distancias r1 y r2 del pozo de bombeo,
respectivamente.

246
Teóricamente, los niveles en los pozos de observación nunca alcanzarán el
estado de equilibrio, pero puede lograrse sin embargo un nivel lo
suficientemente cercano para obtener razonables estimativos de T. Después
que T ha sido calculado, S, puede estimarse a partir de la ecuación de Theis,
si el abatimiento en uno de los pozos ha sido medido en un tiempo t.

9.2.2. Régimen transitorio. Hay dos métodos de uso común: el de Theis y


el de Jacob, ambos basados en un ajuste gráfico de los puntos
experimentales obtenidos en la prueba de bombeo.

9.2.2.1. Método de Theis. Un procedimiento gráfico para evaluar T y S fué


desarrollado por Theis (1935) y también por Lohman (1972). La ecuación de
Theis puede escribirse en términos logarítmicos como:

Q
logs  log  log W(u )
4T (9.2)
r2 S
donde u  1, que de manera similar a la anterior ecuación puede
4tT
escribirse como:
r2 4T
log  log  log( u ) (9.3)
t S

Fácilmente puede observarse que como Q/4T y 4T/S son constantes para
una prueba dada, la relación entre log s y log r2/t debe ser similar a la relación
entre log W(u) y log u. Lo que significa que si se dibuja s vs r2/t y W(u) vs u
en el mismo papel doblemente logarítmico, las curvas resultantes tendrán la
misma forma, pero desplazadas vertical y horizontalmente por las constantes
4T/S y Q/4T. Si cada curva se dibuja separadamente, las curvas pueden
hacerse coincidir moviéndose horizontal y verticalmente (guardando los ejes
paralelos). Un punto arbitrario se selecciona en el tramo en el cual las curvas
se ajusten y las coordenadas de este punto se leen en ambos gráficos. Se
tienen entonces valores de s, r2 /t, u y W(u) que se usan para calcular los

247
valores de T y S. El procedimiento a seguir es el siguiente:

1) Dibujar la curva tipo W(u) vs 1/u en papel doblemente logarítmico.

2) Dibujar los abatimientos medidos en el campo s vs r2/t en un papel


doblemente logarítmico, del mismo ciclaje y escala que el de la curva tipo.

3) Superponer la curva tipo a la curva de datos de campo, guardando los ejes


paralelos. Ajustar hasta que la mayoría de los datos de campo se ajusten a
la curva tipo.

4) Seleccionar un punto arbitrario en la zona de ajuste, leyendo las


coordenadas 1/u, W(u), s, r2/t.

5) Con estos valores, y con Q y r, se calcula T así:

QW (u )
T (9.4)
4s

6) S se calcula de:

4uT t
S (9.5)
r2

EJEMPLO 9.1

Sea el caso de un pozo completo en el que se bombea constantemente un


caudal de 31.5 l/s. Los abatimientos medidos durante 6 horas en un pozo de
observación situado a 53.4 m del pozo de bombeo se indican en la Tabla 9.1.
Calcular los valores de T y S. (Tomado de Llamas, 1976).

Solución:

248
La Figura 9.1 muestra la curva tipo superpuesta a los datos de campo. El
punto de ajuste tiene las coordenadas u=0.21, r2 /t=6.83x105 m2 /día, s=1.02
m y W(u) = 1.2. De la ecuación 9.4 se deduce que T es:
31.5  10 3  1.2
T  2.95  10 3 m 2 / s  255m 2 / dia
4  3.14  1.02
y de la 9.5:
4  2.55  10 2  2.1  10 1
S  3.14  10  4
6.83  10 5

TABLA 9.1 Datos del ensayo de bombeo con r = 53.4

t en minutos s en metros
0 0.0
2 0.37
3 0.58
4 0.75
5 0.89
6 1.02
7 1.11
8 1.25
10 1.40
14 1.68
18 1.87
24 2.14
30 2.37
40 2.59
50 2.75
60 2.90
80 3.06
120 3.14
180 3.20
240 3.25
360 3.30

249
FIGURA 9.1 Método gráfico de superposición.

9.2.2.2. Método de Jacob. Para valores pequeños de u < 0.01, se puede


utilizar la ecuación de Jacob, tal como se vió en el capítulo anterior. Esta,
expresada en logaritmos decimales es:

Q 2.25T t
s  0.183 log 2 (9.6)
T r S

250
La cual también puede escribirse:

0.183Q 2.25T 0.183Q


s log 2  log t
T r S T

La representación en papel semilogarítmico de la ecuación anterior


corresponde a una recta cuya pendiente es 0.183 Q/T.

El coeficiente de transmisividad se calcula a partir del caudal de bombeo por


medio de la expresión siguiente, que se ha obtenido de la ecuación 9.6:

Q
T  0.183
m

Donde:

T : coeficiente de transmisividad en m3/hora/m.


Q : caudal de bombeo en m3 /hora.
m : pendiente de la recta.

El coeficiente de almacenamiento se calcula también muy fácilmente,


mediante el gráfico utilizando el tiempo t0, correspondiente a un abatimiento
nulo. De la ecuación 9.6 se tiene:

225T t O
S (9.7)
r2

EJEMPLO 9.2

Los datos que muestra la Tabla 9.2 corresponden a valores medidos en un


pozo de observación situado a 15.3 m de un pozo que bombea un caudal de
15.7 l/s. Determinar T y S. (Tomado de Castany, 1975).

251
Solución:

La Figura 9.2 representa los puntos obtenidos en el campo en papel


semilogarítmico. A partir de esta recta se obtiene:

Q
n  0.183  4.15m
T
es decir:

FIGURA 9.2 Método de Jacob.

0.183  15.7  10 3
T  6.95m 2 / s  60m 2 / dia
4.15

252
TABLA 9.2 Datos del ensayo de bombeo r = 15.3 m

t(min) 30 50 70 90 120 150 200 400 600 900


s (m) 1.98 2.74 3.35 3.78 4.30 4.70 5.19 6.45 7.20 7.93

De la ecuación 9.7 se obtiene:

2.25  6.95  10 3  6.72


S 2
 5  10 3
15.3

Una vez calculados los valores de T y S, se debe comprobar si u cumple la


condición de validez del método: u  0.01. En este caso la condición se
cumple para t = 30 min.

9.2.2.3. Recuperación de niveles. Uno de los aspectos mas útiles e


interesantes de la hidráulica de pozos en régimen variable, es el estudio de la
recuperación del nivel de agua en un pozo después del cese del bombeo en el
mismo. Si el pozo ha estado bombeando durante un tiempo  un caudal
constante Q, parar el bombeo, equivale a continuarlo, poniendo en marcha en
el momento del paro, un pozo similar en el mismo sitio que recargue un
caudal Q. Así pues, el paro equivale a superponer el efecto de un pozo de
caudal -Q situado en el mismo lugar, a un pozo de caudal Q sin parar el
bombeo. Ambos pozos se diferencian en el tiempo que hace que se inició el
bombeo.

Los descensos, transcurrido un tiempo t después del cese del bombeo valen:

s'  QZ(r,   t )  QZ(r, t ) (9.8)

s’ se llama descenso residual y está referido al nivel de agua en el acuífero,


anterior al bombeo. Para un acuífero confinado:

253
s' 
Q
W(u  t )  W(u t )
4T (9.9)

Si la aproximación de Jacob es válida puede escribirse:

Q 2.25T(  t ) Q 2.25T t
s'  ln  ln 2
4T 2
r S 4T r S
 (9.10)
Q t
s'  ln
4T t

La cual es llamada fórmula de recuperación de Jacob. Con esta ecuación


puede obtenerse T y también información importante sobre el
comportamiento del acuífero. El procedimiento se basa en que si en un papel
semilogarítmico se representan los descensos residuales s’ en función de log
(t+)/t, se obtiene una recta de pendiente m = 0.183 Q/T, suponiendo que
u0.01. Es posible que esta condición no se cumpla para los primeros puntos
para los que [t+]/t es grande, pero suele cumplirse para valores de (t+)/t
pequeños, en especial para el pozo de bombeo y puntos de observación
cercanos.

La recta obtenida debe pasar por el punto [s, = 0, log (t+)/t = 0], ya que para
t=4, (t+)/t=1. Los puntos próximos a este último valor pueden ser poco
precisos y conviene darles poco significado. En ocasiones, la recta corta el
eje de las abscisas en puntos tales que (t+)/t >1, Figura 9.3, lo que quiere
decir que se produce una recarga que hace que el acuífero se recupere mas
rápido que el modelo teórico. Otras veces la recta prolongada corta al eje de
abscisas en valores de (t+)/t <1, lo que implica que nunca se recuperará el
nivel inicial. Esto sucede en acuíferos limitados y sin recarga. Sin embargo
es preciso operar con precaución ya que en bombeos de larga duración se
puede haber tenido una variación en el nivel estático del acuífero que
desvirtúe las deducciones que puedan hacerse, ya que estas se refieren al nivel
estático inicial.

254
Este método de recuperación no permite obtener directamente el valor del
coeficiente de almacenamiento S, pero éste puede deducirse tomando un
punto de medida cualquiera, en un sitio diferente al pozo de bombeo.

Después de bombeos muy prolongados puede modificarse el coeficiente de


almacenamiento del acuífero por efecto de la compactación del terreno. En
este caso la recuperación se hace con un valor de S menor que el de bombeo y
la recta de recuperación corta el eje de las abscisas en (t+)/t >1, pero rara vez
rebasa el valor de 2.

FIGURA 9.3 Anomalías en la recuperación de niveles.

En la gráfica 9.3 se tiene:

1. Recuperación en acuífero confinado o libre no recargado y con descensos


pequeños.

255
2. Efecto de una posible disminución del coeficiente de almacenamiento.
3. Efecto de una recarga.
4. Efecto de un ascenso del nivel de referencia.
5. Efecto de un descenso del nivel de referencia.

EJEMPLO 9.3

Calcular la transmisividad de un acuífero en que se ha realizado un ensayo de


recuperación luego de bombear un caudal Q=200 m3 /h durante t=1.5 horas.
Discutir las anomalías que se presentan. Los descensos residuales se
presentan en la siguiente tabla. (Tomado de Castany, 1975).

Solución:

Representando estos valores en papel semilogarítmico se obtiene la Figura 9.4


en la que m = 8.

Por lo tanto:
0.183  200  24
T  110m 2 / dia
8

(t+)/t s, (m) (t+)/t s, (m)


95 15.8 4.2 6.8
55 15.1 2.5 5.3
36 14.1 1.8 3.8
21 12.4 1.1 2.4
13 10.6 0.75 1.0
6.7 8.8 4.8 0.10

Como (t+)/t = 0.57, ello indica que el acuífero ha sufrido un vaciado o se ha


producido un descenso del nivel estático, por lo que el valor de T es solo un
indicativo.

256
FIGURA 9.4 Ensayo de recuperación en un acuífero sin recarga.

9.3. ACUÍFEROS SEMICONFINADOS

9.3.1. Régimen permanente. Como se vio en el capítulo anterior, la fórmula


básica que rige este tipo de acuíferos es la fórmula de De Glee, 1930:

Q
s K O (r / B)
2T

en la que K0 está tabulada y graficada. El método para analizar ensayos de


bombeo en este tipo de acuíferos es también el método de coincidencia de
curvas ya mencionado anteriormente.

Si al perfil de descensos dibujado en papel doble logarítmico (log s - log r) se


le superpone la gráfica tipo log K0 (r/B) - log r/B, haciendo coincidir las

257
curvas manteniendo los ejes paralelos, se señala un punto en la zona de
coincidencia, para el cual se tienen entonces, valores de s, K0 (r/B), r/B y r.
Se tiene por lo tanto :
Q
T K O (r / B)
2s
T
B
K / b,
,

Para valores de r/B < 0.1 es difícil efectuar el ajuste con precisión, porque la
curvatura es muy pequeña, pero entonces puede aplicarse el método de Thiem
para hallar T. El valor de B se obtendría extrapolando la recta hasta cortar el
eje de las abscisas leyendo el valor de R obtenido y B = R/1.123. En este
caso se emplea papel semilogarítmico en vez de papel doblemente
logarítmico.

EJEMPLO 9.4

Se realiza un ensayo de bombeo en un acuífero semiconfinado. Calcular las


características hidráulicas del acuífero y del acuitardo mediante los valores de
la tabla siguiente, obtenidos en un ensayo de bombeo en régimen permanente
con un caudal de 30 m3 /h. El espesor del acuitardo es de 10 m. (Tomado de
Castany, 1975).

Solución:

La Figura 9.5 representa la función log s - log r. Superponiendole la curva


log K0 (r/B) - r/B, se tienen los valores: (K0 )=1, s=0.33, (r/B)=1 y r=180.

Por lo tanto:
30  24  1
T  347m 2 / dia
2  0.33

Punto de Distancia al pozo de Abatimiento

258
observación bombeo (m) observado (m)
1 r1 = 3 s1 = 1.4
2 r2 = 10 s2 = 1.0
3 r3 = 100 s3 = 0.29
4 r4 = 300 s4 = 0.06

FIGURA 9.5 Acuífero semiconfinado en régimen permanente.

r
Como:  1  B  180
B

b' T 10  347
k'    0.11m 2 / dia
B2 180 2

259
9.3.2. Régimen transitorio. La ecuación que rige este tipo de acuíferos es la
de Hantush:
Q r2S
s W(u, r / B) yu 
2T 4T t

La representación gráfica de esta función puede verse en la Figura 8.10 del


capítulo anterior.

El análisis de los datos de bombeo se efectúa en forma similar a lo indicado


en el apartado anterior, escogiendo la curva tipo con el valor de r/B, que
mejor se ajuste a los datos de campo.

9.4. ACUÍFEROS LIBRES

9.4.1. Régimen permanente. El cálculo de T en acuíferos libres se realiza


con la fórmula de Thiem, en forma similar a lo expuesto en el numeral 9.2.1.
Si los abatimientos son importantes en relación con el espesor saturado inicial
H0 se emplea la corrección de Jacob:

Q R
H o2  H 2  ln
K r
0.366 Q
Si se grafica H02- H2 - log r la pendiente de esta recta será 2, lo que
K
permite hallar el valor de K y T0 = KH0.

9.4.2. Régimen transitorio. Los acuíferos libres dan lugar a problemas de


hidráulica difíciles de solucionar, aunque las aproximaciones de Dupuit-
Forcheimer permiten llegar a soluciones técnicamente aceptables para
régimen permanente. La mayor complicación del problema se presenta para
régimen transitorio ya que:

- El vaciado de los poros no es instantáneo y se produce un efecto de


drenaje diferido.

260
- La transmisividad en cada punto varía con el tiempo.
- El dominio de flujo varía con el tiempo ya que el límite superior está
constituido por la superficie freática.

En acuíferos libres el agua tomada del almacenamiento es liberada mediante


tres fenómenos:

1. Compactación del acuífero.


2. Expansión del agua.
3. Drenaje gravitacional de los poros.

Este último fenómeno produce el mayor aporte, pero el drenaje por gravedad
es lento, tanto mas cuando mas estratificado sea el acuífero y mas fina su
granulometría. Como no se cumple uno de los supuestos básicos de la
fórmula de Theis, su aplicación a acuíferos libres puede dar lugar a errores si
no se toman las debidas precauciones.

La curva descensos vs. tiempo muestra tres fases bien diferenciadas ver
Figura 9.6 ( Walton, 1960 ).

En los primeros minutos el nivel en el pozo de observación decrece


rápidamente. Sin embargo este nivel no es indicador de la elevación del nivel
freático del acuífero, siendo éste más alto que el del pozo de observación.

Debido a que el nivel freático no desciende significativamente durante los


primeros minutos de bombeo, el volumen de agua extraído no debe ser
resultado del drenaje de poros sino más bien de la compactación del acuífero
y expansión del agua. Por lo tanto el tramo 1 tiene un comportamiento
cercano al de un acuífero confinado con coeficiente de almacenamiento S.

En el tramo 2 hay drenaje vertical debido a la diferencia de cabezas


piezométricas entre el pozo y el nivel freático.

En el tramo 3, el acuífero evoluciona de acuerdo con la fórmula de Theis (si s

261
<< H0) coincidiendo S con ne. Los valores de T y S deducidos mediante el
análisis de este tramo, son válidos para predicción de niveles futuros. Este
tramo puede iniciarse tras los primeros minutos de bombeo o bien puede
tardar varios días en aparecer si el acuífero es de granulometría fina cerca al
nivel freático y/o muy heterogéneo.

Boulton (1954) derivó una ecuación para tener en cuenta estos efectos,
suponiendo que el drenaje diferido se realiza de acuerdo con una fórmula
exponencial. Así, el ritmo de cesión de agua diferida por unidad de superficie
en el tiempo t, debido a un incremento de abatimientos s en el tiempo  <t
es:

 2 s 1 s S s S' t s
exp  ( t  )dt
T 0 
   (9.11)
r 2 r r 2 T  t
Donde:
 : constante empírica de dimensiones 1/tiempo.
S’ : agua que ha quedado en forma diferida por unidad de área y
unidad de descenso.
S : coeficiente de almacenamiento del acuífero si fuese confinado.

Según Boulton esta fórmula es aplicable a:

1) Acuífero libre con drenaje diferido.


2) Acuífero confinado con un nivel superior menos permeable no
directamente afectado por el pozo.
3) Acuífero confinado con intercalación de niveles menos permeables y
compresibles.

262
FIGURA 9.6 Abatimientos en un acuífero con drenaje diferido.

Para valores de S, > 100 la solución de la ecuación anterior según Prickett


(1965) es:
Q
s W(u, r / D)
4T (9.12)

r2 S
Para tiempos cortos (primer tramo): u y D  3
4Tt

r 2 S' T
y para tiempos largos (tercer tramo): u y D 4
4Tt  S'

En donde 1/ es el índice de retraso y suele medirse en días. La Figura 9.7 da


algunos valores de este índice en función del tipo de material.

263
FIGURA 9.7 Valores del índice de retraso (Custodio-Llamas, 1976).

Para tiempos intermedios la función se puede expresar aproximadamente


como W(u,r/D) = 2K0 (r/D), similar a una función de acuífero semiconfinado
en régimen permanente.

La Figura 9.8 representa curvas tipo en función del parámetro r/D. Estas
curvas tienen dos escalas de u; las curvas A tienen la escala 1/u superior y las
curvas B la escala 1/u, inferior.

El decalaje entre las dos escalas 1/u y 1/u, depende de S,/S. Así, según las
condiciones del acuífero las curvas A y B pueden estar más o menos alejadas,
siendo variable la longitud de las curvas en lo que se definió previamente
como tramo segundo. Estas curvas de unión son aproximadamente rectas y
para valores de S’/S > 100, son casi horizontales. Una vez establecida la
separación de las curvas se pueden trazar aproximadamente como rectas
tangentes a las correspondientes curvas A y B.

Si   0 (índice de retraso muy elevado) la ecuación 9.12 se convierte en:

264
Q
s W (u ' )
4T (9.13)

que es la ecuación de Theis para acuífero libre sin drenaje diferido.

FIGURA 9.8 Curva tipo para bombeo en acuífero con drenaje diferido.

El método para analizar las curvas de descenso vs. tiempo es el siguiente:

a. Dibujar log s vs. log t con los datos experimentales.

b. Aplicar el método de coincidencia de curvas a las curvas tipo A,


tratando de ajustar a ellas los datos de bombeo.

c. Tomar nota del valor r/D de la curva A seleccionada.

d. Determinar las coordenadas de un punto de coincidencia s, W, 1/u, t.

QW(u ) QW(u )
e. T   0.183
4s s

265
4Ts
f. S  2
r (1 / u )

g. Desplazar los papeles paralelamente al eje de abscisas hasta superponer


los puntos experimentales a la curva B del mismo valor de r/D.
Determinar las coordenadas de un punto de coincidencia: s, W, 1/u, t .
QW(u ) QW(u )
h. T1   0.183
4s s

4T t
i. S'  2
r (1 / u ' )

j. Comprobar si Tl = T. Si no es así, el método no está correctamente


aplicado o bien el modelo teórico no es adecuado al problema real.

S' T
k. (r / D)  r '  (r / D) 2 2 5
T S'r

En la práctica la parte A de las curvas se obtiene pocas veces y es preciso


conformarse con el análisis de las curvas B, si el bombeo ha sido
suficientemente largo. En caso contrario es casi imposible realizar una
interpretación aceptable.

Si los descensos son importantes con relación al espesor saturado conviene


efectuar la operación de restar a los descensos experimentales el valor s²/2H0.

Los valores de S’ y  son válidos solamente para la parte de acuífero drenada


y por lo tanto no representan valores medios de todo el espesor saturado. Si
el acuífero es semilibre  representa una propiedad del acuitardo inferior.

266
EJEMPLO 9.5

Se ha realizado un ensayo de bombeo en un acuífero aluvial cuyo perfil


geológico viene dado por la Figura 9.9 y cuyo espesor saturado es de 30 m.
El pozo está ranurado en las gravas inferiores y el pozo de observación está
situado a 60 m del pozo que bombea 225 m3 /h. Interpretar el ensayo de
bombeo (datos tomados de Pricket 1965) con los datos de la Tabla 9.3. Los
valores de s ya están corregidos por oscilaciones de nivel y por disminución
del espesor saturado. (Tomado de Castany, 1975).

FIGURA 9.9 Perfil geológico del acuífero.

Solución:

En la Figura 9.10 se ha dibujado el gráfico log s - log t. El punto de


correspondencia 1 representa el ajuste para los primeros momentos del
bombeo con las curvas tipo. Se obtienen los siguientes valores:

267
TABLA 9.3 Abatimientos del ejemplo 9.5.

Tiempo s s
min corregido cm medido cm
1 0.450 0.520
2 0.455 0.530
3 0.460 0.535
4 0.460 0.545
5 0.465 0.540
6 0.470 0.540
7 0.470 0.545
8 0.475 0.550
9 0.480 0.550
10 0.485 0.555
11 0.490 0.565
12 0.495 0.565
15 0.500 0.575
20 0.515 0.590
25 0.525 0.600
30 0.535 0.610
40 0.545 0.620
50 0.560 0.635
60 0.565 0.645
90 0.590 0.665
120 0.610 0.685
150 0.630 0.710
180 0.650 0.730
210 0.665 0.750
243 0.680 0.765
276 0.695 0.780
341 0.725 0.815
567 0.790 0.880
667 0.790 0.880
817 0.810 0.905
1147 0.890 0.985

268
FIGURA 9.10 Ensayo de bombeo en un acuífero con drenaje diferido.

W = 0.1 ; s = 0.012 ; 1/u = 1 ; t = 0.9 ; r/D = 0.6

Con estos se obtiene:

Q 225  24
T W 0.1  3580m 2 / dia
4s 4  0.012

4T t 4  3580  0.9
S   2.5  10 3
r (1 / u ) 1440  60  1
2 2

Ajustando la misma curva r/D=0.6 al tramo final de datos de campo se tiene:

W = 0.1 ; s = 0.012 ; 1/u = 10 ; t = 90 min

Con los valores anteriores se tiene:

269
Q 225  24
T W 0.1  3580m 2 / dia
4s 4  0.012

4T t 4  3580  90
S'    2.5  10  2
r (1 / u ' ) 1440  60  10
2 2

(r / D)(1 / u ' ) 0.6 2  10


   1  10  2 min 1
4t 4  90

Indice de retraso 1/ = 100 min = 0.069 días.

9.5. ACUÍFEROS LIMITADOS

Se considerarán los casos de pozos cerca a bordes de recarga y a bordes


impermeables, que pueden ser estudiados como ya se vió en el capítulo
anterior usando la teoría del pozo imagen. Se estudiará en este numeral el
efecto de tales condiciones de frontera en una prueba de bombeo. Se
mostrará que la presencia de límites naturales e hidráulicos es evidente a
partir del análisis de los datos de la prueba de bombeo y que su posición
también puede ser determinada a partir de este análisis.

9.5.1. Acuífero con un borde rectilíneo de recarga. Este tipo de


condiciones se simula asumiendo que el acuífero es infinito y que hay un
pozo (imagen) que recarga el mismo caudal que se bombea y que está situado
a una distancia del límite, igual a la que está el pozo de bombeo real.

La Figura 9.11 muestra que los abatimientos, en el caso de una recarga,


divergen del comportamiento teórico previsto por las ecuaciones de Theis o
Jacob. En otras palabras, en cualquier instante después que el efecto de la
recarga se hace sentir en el pozo de observación, los abatimientos son
menores que los que cabría esperarse usando la curva tipo. Esta divergencia
continúa hasta que los niveles se estabilizan.

270
Como en los primeros momentos del bombeo el acuífero se comporta como si
fuere infinito, el primer tramo de la curva se aprovecha para determinar S y T
por los métodos vistos anteriormente. Es importante destacar que si en el
ensayo de bombeo se considera por error un tramo afectado por el límite, se
obtiene un valor de T mayor que el real, lo que conduce a valores de S
menores.

FIGURA 9.11 Pozo cerca de un límite de recarga.


A) Curva de Theis. B) Método de Jacob.

9.5.2. Acuífero con borde rectilíneo impermeable. Límites impermeables


causan divergencias de los abatimientos con respecto a la curva tipo, en
sentido opuesto a los límites de recarga. O sea que los puntos de campo
aparecen por encima de la curva tipo de Theis y por debajo de la línea recta
del método de Jacob, Figura 9.12. Respecto al hallazgo de S y T, son válidas

271
las mismas observaciones que se hicieron en el caso de recarga.

FIGURA 9.12 Pozo cerca de una barrera impermeable.


A) Curva de Theis. B) Método de Jacob.

9.5.3. Análisis de las distancias a los límites. Un límite de recarga es


representado casi siempre por un lago, río u otro cuerpo de agua semejante y
su posición real respecto al pozo de bombeo es aparentemente definida. Su
posición hidráulica, sin embargo, puede diferir considerablemente de su
posición real. En lugares donde el fondo de ríos o lagos esté recubierto por
sedimentos impermeables, el límite hidráulico puede estar alejado de la
posición real del río o lago.

La posición de límites impermeables puede ser bien conocida en algunas

272
ocasiones, sin embargo en otros casos las barreras pueden estar
completamente escondidas y su presencia no sospecharse hasta que los datos
de las pruebas de bombeo se dibujan. No es poco común que cantidades
pequeñas de agua se muevan a través de "barreras impermeables", causando
que el límite hidráulico esté mas retirado que la posición real de la barrera.
Un conocimiento de la naturaleza de los límites y su distancia hidráulica al
pozo de bombeo es esencial para determinar el rendimiento del acuífero.

El comportamiento de un pozo en las vecindades de una recarga o un límite


puede simularse con el método del pozo imagen. El abatimiento de un pozo
real en un acuífero "ideal", si no hubiera límites, seguiría la curva de Theis o
la línea recta del método de Jacob.

Usando el concepto de pozo imagen, la diferencia en abatimiento entre la


curva tipo o la línea recta (del método de Jacob) y los puntos experimentales
puede atribuirse a cambios en el nivel de bombeo producidos por un pozo
imagen.

La hipótesis básica para la determinación de la distancia al pozo imagen es


que el acuífero sea homogéneo, esto es, que S y T sean constantes a través del
acuífero. Si T y S son constantes, el caudal Q es el mismo para el pozo de
bombeo y el pozo imagen y si se asumen iguales los abatimientos creados por
el pozo de bombeo y por el pozo imagen, considerando la fórmula de Theis
Q
s W( u) 6se tiene una ecuación idéntica a la ley de los tiempos en la
4T
conducción del calor y se deduce de la manera que se muestra a continuación
.
W(u) p  W(u) i u p  u i
rp2 S ri2 S
2
rp ri2
   (9.14)
4T t p 4T t i tp ti

273
ti
ri  rp
tp

Una forma rápida de conocer la distancia ri es la siguiente:

1) Elíjase un tiempo tp en el tramo no influido por el límite, al que


corresponde un descenso sp.

2) Determínese un tiempo ti para el que la diferencia de abatimientos entre el


tramo influido por el límite y la curva tipo (o prolongación del tramo recto
en el caso del método de Jacob) valga también sp. En este caso se cumple
la ecuación 9.14 acabada de deducir.

Para localizar un punto en un plano es preciso conocer la distancia a tres


puntos. Teniendo tres puntos de observación no alineados se pueden
determinar tres distancias; el lugar geométrico del pozo imagen respecto a
cada punto de observación es la circunferencia cuyo radio es la distancia
calculada, Figura 9.13.

Dos de esas circunferencias se cortan en dos puntos, los cuales son dos
posiciones posibles del pozo imagen. La tercera circunferencia permite
localizar finalmente la posición definitiva del pozo imagen. La mediatriz de
la línea pozo real - pozo imagen permite calcular la posición efectiva de la
barrera.

Si sólo se tienen dos puntos de observación, el conocimiento de la región


permite con frecuencia seleccionar la situación adecuada entre dos posibles.
En realidad los cálculos de distancia a los límites son poco precisos. Por ello
la localización del pozo imagen es sólo una primera aproximación que
necesita ser confirmada por los conocimientos geológicos, fisiográficos y
estructurales que se tengan de una región.

Es preciso no confundir con el efecto de barreras las anomalías en los

274
abatimientos observados, las fluctuaciones en los niveles regionales del
acuífero o la influencia de captaciones próximas, que pueden hacer aparecer
como pozos imagen los que no lo son. El efecto de un borde de recarga es
similar al de un acuífero semiconfinado, produciendo curvas abatimiento -
tiempo similares. Para distinguir entre estas dos posibilidades es necesario un
conocimiento de la zona.

FIGURA 9.13 Situación del pozo imagen respecto a un límite


impermeable.

EJEMPLO 9.6

Se tiene un caudal de 63 l/s. Determinar las características del acuífero, el

275
tipo de frontera y las distancia a la cual se encuentra.

Se presentan los datos de t vs. s de los pozos No. 1 y No. 3 y la distancia del
pozo No. 2 al pozo imagen (r2 = 2500 pies), Figura 9.14 a

Empleando el método de superposición gráfico de Theis se tiene:

QW (u ) 4uT t ti
T S ri  rp
4s r2 tp

Con estos valores se obtiene:

Pozo de Observación No. 1:

Superponiendo la función de pozo y los datos de campo, según el


procedimiento indicado anteriormente, se obtienen los siguientes valores:

1/u = 3.0 W(u) = 0.80 s = 0.92


tp = 20 ti = 280

La posición de la curva obtenida con los datos de bombeo, en relación con la


posición de la curva teórica indican la existencia de un límite que recarga, el
cual se representa como un pozo imagen con un caudal +Q.

276
Pozo No. 1 Pozo No. 3
t (min) S (pies) t (min) s (pies)
4 0.09 16 6x10-3
5 0.15 20 16x10-3
6 0.21 22 23x10-3
7 0.27 25 34x10-3
10 0.45 30 58x10-3
13 0.62 35 85x10-3
16 0.77 40 0.114
20 0.96 45 0.139
25 1.13 50 0.176
35 1.43 60 0.236
50 1.78 80 0.344
70 2.03 100 0.435
90 2.24 120 0.505
110 2.36 150 0.610
150 2.26 200 0.700
200 2.69 300 0.840
300 2.82 500 0.950
500 2.98 700 1.010
700 3.07 900 1.040
900 3.10 1100 1.060
1100 3.11 1400 1.080
1400 3.14 1800 1.100
1800 3.16 2200 1.110
2200 3.18 2600 1.130
2600 3.20 3000 1.140
3000 3.20 3600 1.140
3500 3.2 4000 1.130
4000 3.21

277
Pozo No. 1

500'

500'

Pozo No. 2 PB

1500'

Pozo No. 3

FIGURA 9.14 a). Ubicación de los pozos de bombeo.

278
Los valores de T, S y ri son:

0.063  0.8
T T = 1.43*10-2 m²/s
4(0.92 / 3.28)
T = 0.858 m²/min
T = 1235.4 m²/día

4  0.33  0858  20
S S = 1.0*10-3
(500 / 3.28) 2

280
ri  500 ri = 1871.0 pies
20

Para el Pozo de Observación No. 3.

Superponiendo las curvas de la función W(u) vs. 1/u y s vs. t se obtiene:

1/u = 2.0 W(u) = 0.55 s = 0.42


tp = 99 ti = 500

y los valores de T, S y ri son:

0.063  0.58
T T = 2.15*10-2 m²/s
4(0.42 / 3.28)
T = 1.29 m²/min
T = 1860.0 m²/día

4  0.50  1.29  99
S S = 1.22*10-3
(1500 / 3.28) 2

279
500
ri  1500 ri = 3371.0 pies
99

El pozo imagen se localizará en la intersección de las circunferencias con


centro en Pozo No. 1. Pozo No. 2, Pozo No. 3 y con los radios r1, r2 y r3
respectivamente.

r1 = 1871 pies
r2 = 2500 pies
r3 = 3371 pies

La solución gráfica aproximada se muestra en la Figura 9.14 b). Se señala la


posición del límite rectilíneo de recarga, correspondiente a la mediatriz del
segmento que une el pozo de bombeo PB y el correspondiente pozo imagen
PI. El límite de recarga está a 1100’ del pozo de bombeo. Las características
del acuífero son:
1235.4  1860
T  1547.7 m 2 / d
2
1.0  10 3  1.22  10 3
S  1.11  10 3
2

9.6. CURVAS CARACTERÍSTICAS DE UN POZO

En las proximidades de los pozos, el flujo puede dejar de seguir la ley de


Darcy y en la penetración del agua en el pozo y en el movimiento de agua en
el mismo se producen pérdidas de carga, originando que el abatimiento
medido en el pozo sea mayor que el que teóricamente se debía observar. Este
sobredescenso crece rápidamente al aumentar el caudal. Conociendo varios
caudales y sus correspondientes abatimientos puede establecerse una fórmula
general para el pozo, llamada curva característica, la cual es de gran utilidad
para tareas como hallar el caudal de bombeo, escoger la bomba mas eficiente,
determinar procesos de colmatación de la rejilla o de la zona filtrante y en
general hacer análisis económicos sobre el comportamiento del pozo.

280
PI

'
00
Pozo No. 1 11

Radio 1 '
00
11

Pozo No. 2 PB

Radio 2

Pozo No. 3

Radio 3

FIGURA 9.14 b). Solución gráfica del ejemplo 6.4.

281
El abatimiento observado en un pozo de bombeo es la suma de los
abatimientos debidos a:

a) Pérdidas en el acuífero.

b) Pérdida por no validez de la ley de Darcy. Si en los alrededores del


pozo el flujo es turbulento se presenta un abatimiento mayor que el
teórico predicho teniendo con la ley de Darcy. Esto puede suceder en
pozos de pequeño diámetro, con rejillas cortas y mal desarrollados.
También puede presentarse en acuíferos donde el agua fluye por unas
pocas fisuras.

c) Pérdidas locales de entrada del agua al pozo por la rejilla.

d) Pérdida por entrada de agua a la bomba.

e) Pérdidas por fricción. Se dan en el trayecto de la zona filtrante a la


bomba.

El abatimiento en un pozo será la suma de los abatimientos que se producen


por las causas enumeradas anteriormente. Según Rorabaugh (1953) el
abatimiento en un pozo puede escribirse como:

s p  BQ  CQ n (9.15)

BQ expresa el abatimiento debido a las pérdidas en el acuífero y CQn el


abatimiento debido a los demás factores. B es llamado coeficiente de
pérdidas en la formación y es variable con el tiempo de bombeo y C se llama
coeficiente de pérdidas en el pozo y es independiente del tiempo de bombeo.
El valor de n puede variar entre 1 y 3.5 (Lennox 1960).

La fórmula 9.15 es mas general que la propuesta anteriormente por Jacob


(1947, 1950) en la que se fijaba el valor de n en 2, o sea:

282
s p  BQ  CQ 2 (9.15)

Esta fórmula es de mas fácil manejo, pero no siempre n=2 es el valor más
adecuado. Si la velocidad de entrada del agua al pozo es baja, puede resultar
que n=1 y el abatimiento será proporcional al caudal, si éste no sobrepasa
cierto valor, lo que no significa decir que las pérdidas en el pozo sean nulas.

9.6.1. Realización de los ensayos. Para determinar los coeficientes C, B y n


es necesario conocer los abatimientos para tres caudales diferentes. Los
abatimientos pueden obtenerse mediante ensayos sucesivos de bombeo a
caudal creciente, pero constante en cada intervalo, Figura 9.14. El
abatimiento provocado en el primer escalón con caudal Q1 es s1, cuya
obtención es inmediata.

El segundo escalón, en el que se ha provocado un incremento de caudal Q2 -


Q1, provoca un incremento del abatimiento s2 y así sucesivamente. El
abatimiento para el caudal Q2 será:

s 2  s1  s 2

y el correspondiente al caudal Q3 será:

s 3  s1  s 2  s 3

Si al final de cada etapa los niveles están prácticamente estabilizados no hay


ninguna dificultad en leer los valores s2 y s3. Sin embargo, es frecuente
que al final no se haya alcanzado la estabilidad en los niveles, entonces debe
medirse s2 a partir de la extrapolación de los descensos correspondientes al
primer escalón y s3 a partir de la extrapolación de los correspondientes al
segundo escalón, Figura 9.15. Si no se realiza así pueden cometerse errores
significativos. Para tener más precisión en las extrapolaciones se dibujan los
abatimientos en escala aritmética y los tiempos en escala logarítmica. Los
caudales no deben ser muy próximos entre sí. Deben ser crecientes en

283
proporción 1, 2, 3.

FIGURA 9.15 Ensayo de bombeo con caudal creciente.

9.6.2. Análisis de los resultados. Si se desea ajustar la fórmula de Jacob:


s p  BQ  CQ 2 7, se dibuja s/Q vs Q, Figura 9.16. La pendiente de la recta
que pasa por esos puntos da el valor de C y la ordenada en el origen, el valor
de B.

Si tomar el valor de n=2 no parece ser lo mas acertado, se resuelve el sistema


de ecuaciones:
s1  BQ1  CQ n1
s 2  BQ 2  CQ n2
s 3  BQ 3  CQ n3

Para resolver el sistema pueden emplearse los siguientes métodos.

1) Método de tanteo del valor de n. Cada una de las ecuaciones del sistema
anterior puede transformarse en :

284
s
 B  CQ n 1
Q

Figura 9.16 Determinación gráfica de B y C partiendo de la fórmula de


Jacob.

Si se dibuja s/Q en función de Qn-1 se obtiene una recta de pendiente C y


ordenada en el origen B. Basta ensayar ordenadamente diferentes valores de
n hasta conseguir que los puntos queden alineados. El método es poco
preciso pues diferentes valores de n pueden hacer aparecer los puntos como
aproximadamente alineados.

2) Método de Sheehan, 1983. El método consiste en preparar curvas tipo de


Qi vs s/Qi para diferentes valores de n, Figura 9.16. Este método gráfico,
compara los puntos de la prueba escalonada con las curvas tipo. Estas son
construidas dibujando valores arbitrarios de Qi vs s/Qi en papel log-log
para diferentes valores de n y asumiendo que B y C valen 1. Los puntos
de la prueba escalonada son dibujados en papel log-log de la misma escala
de las curvas tipo, se superponen buscando la curva que mejor se ajuste.

285
El valor de n es leído directamente de la curva tipo.

Los valores de C y B pueden ser calculados. Para distinguir los números de


las dos hojas de papel, los valores de la curva tipo tienen el subíndice i y los
datos de campo tienen el subíndice x. La línea índice es aquella en la que s/Qi
= 2, ver Figura 9.17.

FIGURA 9.17 Curvas tipo para la ecuación 9.15.

Como las curvas tipo son dibujadas con B=1, se leen los valores de s/Qx y Qx
en la intersección de la curva tipo escogida y la línea índice. El valor de B
será:
s / Qx
B
2
y el valor de C será:
B
C  n 1
Q x

286
Donde Qx es el valor de la abscisa donde los puntos de campo cortan la línea
índice y s/Qx es la ordenada correspondiente.

3) Método de Labadie y Helweg, 1983. Usa el método de los mínimos


cuadrados para encontrar los parámetros B, C y n. El método trata de
encontrar valores de B, C y n que hagan mínima la diferencia entre los
datos de campo y los valores teóricos. De la ecuación 9.15, la función
objetivo será:

E
min
(B, C, n )

N
i 1
 
BQ i  CQ in  s i  2

Donde:

N: # de etapas en la prueba.
Qi : caudal en el escalón.
si : abatimiento en el escalón.

Esta es una función no convexa, lo que significa que el mínimo no puede ser
encontrado por el método tradicional de igualar la primera derivada a cero.
Sin embargo si el valor de n es fijado, la función objetivo será:

E(n ) 
min
(B, C)

N
i 1
 
BQ i  CQ in  s i 
2
(9.16)

Esta ecuación es estrictamente convexa. Por lo tanto, como los valores de n


están siempre entre 1 y 4, un valor cualquiera, por ejemplo 1.1 se puede
escoger y la ecuación 9.16 se resuelve. Entonces, pueden elegirse otros
valores de n, para generar otros valores de E(n). La solución es el valor
mínimo de estos:

287
min
E(n )
n

9.6.3. Discusión de la ecuación 9.15. Tal como se ha dicho, n puede variar


con el caudal. Para caudales pequeños el régimen es laminar y n=1, pero para
caudales mayores en acuíferos confinados n=2 o mas grande. En acuíferos
libres, n puede variar entre 2 y 3, incluso puede llegar a 3.5. Los valores mas
frecuentes se sitúan entre 2.5-2.9.

El valor de B, (coeficiente de pérdidas en la formación) no está claramente


definido. En principio corresponde a las pérdidas en el acuífero y por lo tanto
no debería depender sino del diámetro del pozo; sin embargo las diferencias
de profundidad, heterogeneidades en la formación, barreras, etc., pueden
hacer que el valor de B para dos pozos de igual diámetro en el mismo
acuífero puedan diferir y es necesario efectuar correcciones. Con frecuencia
el valor de B incluye pérdidas en el pozo proporcionales a Q. En realidad
debería considerarse que s P  BQ  B' Q  CQ n 8, siendo B exclusivamente
las pérdidas en el acuífero y B’, las pérdidas en el pozo, pero hacer esta
separación en la práctica es muy difícil.

El valor de C, en cualquier tipo de régimen, depende del tipo de zona filtrante,


del porcentaje de aperturas y su disposición, del grado de desarrollo del
acuífero y del movimiento del agua dentro del entubado hasta llegar a la
bomba. El valor de C antes y después del desarrollo de un pozo es una
medida de su efectividad.

Walton (1964) dice que para pozos bien construidos y desarrollados el valor
de C es generalmente menor que 2.5 x 10-7 días2/m5; valores entre 2.5 -
50x10-7 señalan un principio de incrustación en la rejilla y valores mayores de
50x10-7, señalan que la incrustación o taponamiento es ya importante. Si C es
mayor que 200x10-7 días2/m5 la incrustación es ya muy fuerte y la
rehabilitación es prácticamente imposible. Estos valores se refieren al valor
de C que se obtiene para n=2.

288
Mogg (1968) discute la validez del valor de C como indicador de la
incrustación de un pozo, concluyendo que deben tomarse precauciones, ya
que pozos que bombean caudales grandes de acuíferos con T elevado
muestran valores de C menores que los que se encuentran en pozos con
caudales pequeños en acuíferos poco transmisores.

9.6.4. Eficiencia de un pozo. La eficiencia de un pozo es la medida de su


efectividad en extraer agua del acuífero. La eficiencia se expresa
como:
9.6.5.
steorico caudal especifico verdadero
e 
sverdadero caudal especifico teorico

s teórico es el abatimiento que se tendría en las paredes del pozo de acuerdo a


los valores de transmisividad y coeficiente de almacenamiento del acuífero y
s real es el descenso real observado en el pozo. Si se admite que BQ es el
abatimiento teórico e = BQ/s. En régimen laminar la eficiencia de un pozo es
una constante y empieza a disminuir rápidamente al aumentar el caudal
cuando empieza el régimen turbulento.

El caudal para el que se inicia la disminución de la eficiencia se llama caudal


crítico, Figura 9.18. La comprobación sistemática de la eficiencia de un pozo
puede mostrar los efectos de incrustación y corrosión, señalando la necesidad
de mantenimiento, Figura 9.19.

EJEMPLO 9.7

Hallar la curva característica en un pozo que tiene las siguientes dimensiones:


Profundidad 300.5 m, diámetro de la tubería de revestimiento:

70 cm de 0 a 18.6 m. 40 cm de 23 a 66 m
55 cm de 18.6 a 23 m 30 cm de 66 a 205 m

289
FIGURA 9.18 Caudal crítico en un pozo.

FIGURA 9.18 Tipos de curvas características en un pozo.

290
La tubería está ranurada a partir de 18.6 m. Se realizó un ensayo escalonado
cuyos resultados se presentan en el cuadro siguiente. (Tomado de Castany,
1975).
Etapa Q Tiempo de Abatimientos
(m3 /día) bombeo (horas) (m)
1 119 24 8.15
2 314 24 39.40
3 475 24 81.90

Solución:

Se tienen entonces las siguientes ecuaciones:

81.90 = 475 B + C475n


39.40 = 314 B + C314n
8.15 = 119 B + C119n

Resolviendo gráficamente este sistema por el primer método explicado


anteriormente se obtiene:

n = 2 ; B = 3.3 x 10-2 ; C = 2.9 x 10-4

La ecuación del pozo queda: s=3.3x10-2Q+2.9x10-4Q2

El valor de C indica que existe una pérdida de carga muy importante debida
probablemente a la circulación del agua en régimen turbulento. La rejilla
tiene la especificación correcta o sea que las pérdidas se deben probablemente
a que el agua en los alrededores del pozo está circulando por unas pocas
aberturas, con lo que adquiere gran velocidad. Un desarrollo mejor del pozo
probablemente mejoraría las condiciones.

En Jaramillo y Vélez, 1992, se encuentran descritos programas de


computador que permiten realizar los ajustes de las pruebas de bombeo que se
han descrito en este capítulo. En la citada referencia se dan además

291
instrucciones detalladas para su uso.

9.7 OTROS MÉTODOS

En pozos hechos a mano de diámetros cercanos a un metro, la literatura mas


reciente, (Mace, 1999) recomienda utilizar pruebas “Slug-Test”. En estas
pruebas se bombea el pozo hasta que el abatimiento alcanza su valor
máximo y luego se miden los abatimientos residuales durante la
recuperación del pozo. Existen varios métodos para interpretar los
resultados de este tipo de ensayos, como son el de Cooper-Bredehoeft-
Papadopulos y el de Hvorslev. Se expondrán a continuación los
fundamentos teóricos del método Coopper-Bredehoeft-Papadopulos.

9.7.1 Método de Cooper – Bredehoeft – Papadopulos. Se tiene un pozo


en un acuífero confinado, tal como se muestra en la Figura 9.19, con radios
rc, y rs del pozo y de la rejilla respectivamente. Inmediatamente después de
que el pozo alcanza su mínimo nivel Ho, se empiezan a medir los niveles H
en un tiempo t. L relación:

 F ,  
H
Ho (9.17)

Donde:
Tt rs ²S
 
r ²C rc ² (9.18)

Y F ,   es una función, que puede representarse por medio de curvas tipo
como la mostrada en la Figura 9.20.

292
FIGURA 9.19. Esquema para una prueba de bombeo “Cooper-
Bredehoeft-Papadopulos”

H
Los valores de campo de vs t se dibujan en un papel semilogaritmico
Ho
que tenga la misma escala que las curvas tipo. Estos datos se superponen a
la curva tipo, que más se ajuste, manteniendo los ejes paralelos. Se
Tt
selecciona en la zona de coincidencia un punto donde  1 lo que
r ²C
1.0 rc ²
implica que T  . La transmisividad se encuentra como
t1
S  rs ² rc ²  ; sin embargo, el valor de S obtenido con este método debe
usarse con cuidado. Además el valor de T hallado sólo es representativo de

293
la formación vecina al pozo.

Figura 9.20. Curvas tipo para “Slug Test”.

9.7.2 MÉTODO DE HVORSLEV (1951). Al igual que en el método anterior se


miden las cabezas piezométricas h, correspondientes a su tiempo t y se
h
grafica en papel semilog la relación log vs t, como muestra la Figura
ho
9.21. En la gráfica To es el tiempo que transcurre para que el agua alcance
un 37% de su nivel inicial.

294
FIGURA 9.21. Cabezas piezométricas vs t para el método de Hvorslev.

L
Si se tiene un pozo como el mostrado en la Figura 9.22 y >8 se puede
R
aplicar la siguiente ecuación:

K
 R
r ² Ln L
(9.19)
2 L To

295
donde K es la permeabilidad, r el radio del entubado, R el radio de la rejilla
y L la longitud del pozo.

FIGURA 9.22. Parámetros para la prueba de Hvorslev

296
PROBLEMAS PROPUESTOS

9.1. Un pozo bombea un caudal de 4 m³/min por 3 días, seguido de un


período de descanso de 7 días. Este ciclo se repite 7 veces. El radio del
pozo es de 0.3 m, T= 1.2 m²/min y S= 0.09. Calcular el abatimiento en
el pozo, al final del 7 período de descanso y al final del 8 período de
bombeo.

9.2. Un pozo localizado a 100 m de un río, bombea 250 m³/h, de un acuífero


en el que T= 5000 m²/día y S= 3x10-5. Determinar el abatimiento, en un
punto situado a 200 m del pozo (en una línea paralela al río) después de 7
días de bombeo. Determinar el abatimiento 3 días después, de ser
suspendido el bombeo.

9.3. Un pozo bombea 15.7 l/s de un acuífero horizontal, homogéneo e


isotrópico; se observan los abatimientos en un pozo de observación
situado a 30 m del pozo de bombeo. Calcular T y S. Qué clase de
frontera existe y a que distancia?

T (min) 11 14 18 21 28 35 52
S (m) 2.13 2.19 2.44 2.50 2.68 2.80 3.11

T (min) 60 74 88 100 112 130


S (m) 3.29 3.41 3.54 3.60 3.78 3.90

9.4. Hallar S y T para un pozo que bombea 2500 m³/día, de un acuífero


confinado. Se tienen los siguientes datos en un piezométro situado a 60
m del pozo de bombeo.

T (min) 0.0 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0 4.0


S (m) 0.0 0.2 0.27 0.3 0.34 0.37 0.41

297
T (min) 5 6 8 10 12 14 18
S (m) 0.45 0.48 0.53 0.57 0.60 0.63 0.67

T (min) 24 30 40 50 60 80 100
S (m) 0.72 0.76 0.81 0.85 0.90 0.93 0.96

T (min) 120 150 180 210 240


S (m) 1.0 1.04 1.07 1.10 1.12

Comparar los resultados hallados por los métodos de Theis y Jacob.

9.5 La excavación para un parqueadero de un edificio de apartamentos


queda por debajo del nivel freático y éste necesita ser abatido. La
excavación tiene un ancho de 30 m y una profundidad de 10 m. El nivel
freático está a un metro de la superficie y un lecho de roca impermeable se
encuentra a 40 m de éste.

a) Se recolectaron muestras durante la investigación de campo. Se hizo


una prueba con permeámetro de cabeza variable. La muestra tiene
50 mm de diámetro y 70 mm de altura. La cabeza inicial fue de 800
mm y la cabeza final de 400 mm después de una hora y 20 minutos.

298
El diámetro del permeámetro es 10 mm. Cuál es la conductividad
del suelo?.

b) Se hizo también una prueba de bombeo con un caudal de 0.85


m3/min. El abatimiento después de un largo tiempo en dos pozos de
observación situados a 10 m y 5 m del pozo de bombeo fue de 2 m y
2.6 m respectivamente. Cuál es la conductividad hidráulica. Cuál
valor, el de campo o laboratorio usaría usted para el diseño de los
pozos de abatimiento. Por qué?

c) La ubicación del pozo de abatimiento se ha pensado en el centro de


la excavación y debe abatir el nivel hasta 1 m por debajo de la
excavación.. Con qué caudal debe diseñarse el pozo. Justifique sus
hipótesis.

d) Un pozo situado en el centro de la excavación puede crear problemas


durante la construcción, además el bombeo con un solo pozo podría
ser muy costoso (El Kw-h vale $1000 en el sitio). Qué otra
alternativa de ubicación de pozo o pozos sugiere usted?. Cuál sería
el esquema de bombeo?. Justifique su respuesta.

9.6 Se dan los datos de una prueba d bombeo, para hallar los parámetros de
la curva característica del pozo. Hallar también la transmisividad. Que
conclusiones se pueden extraer de los resultados.

C1: Tiempo Inicio


C2: Tiempo de bombeo (minutos, min).
C3: Tiempo t’ (minutos, min).
C4: Incremento en el caudal (galones por minuto, gpm).
C5: Caudal de bombeo (galones por minuto, gpm).
C6: Abatimeineto S o Abatimiento s’ ( pies, ft).

299
C1 C2 C3 C4 C5 C6 C2 C3 C4 C5 C6 C2 C3 C4 C5 C6
07:10 0 30 30 0.00 105 4.74 210 12.85
2 1.29 110 4.76 215 12.91
4 1.43 115 4.78 220 12.96
6 1.59 120 30 120 4.81 225 13.01
8 1.63 122 6.43 230 13.06
10 1.67 124 6.94 235 13.10
12 1.71 126 7.17 240 13.13
14 1.73 128 7.30 245 13.16
16 1.77 130 7.39 250 0 0 0 13.18
18 1.80 132 7.45 251 1 6.45
20 1.81 134 7.49 252 2 4.79
25 1.85 136 7.54 253 3 3.93
30 30 60 1.88 138 7.58 254 4 3.47
32 2.67 140 7.61 255 5 3.13
34 2.83 145 7.67 256 6 2.90
36 2.93 150 7.72 257 7 2.71
38 2.99 155 7.75 258 8 2.57
40 3.03 160 7.79 259 9 2.41
45 3.11 165 7.82 260 10 2.29
50 3.15 170 7.85 262 12 2.07
55 3.18 175 7.88 264 14 1.91
60 3.22 180 30 150 7.90 266 16 1.77
65 3.24 182 11.23 268 18 1.65
70 30 90 3.27 184 11.83 270 20 1.55
72 3.83 186 12.12 275 25 1.34
74 4.19 188 12.29 280 30 1.21
76 4.33 190 12.40 285 35 1.10
78 4.43 192 12.49 290 40 1.01
80 4.49 194 12.55 295 45 0.94
85 4.57 196 12.61 300 50 0.87
90 4.63 198 12.66 305 55 0.82
95 4.67 200 12.71 310 60 0.77
100 4.71 205 12.79

300

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