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ESCUELA DE CAPACITACIÓN DE LÍDERES 21

1 Lección 6.
Presentación del Mensaje

6.1 DIFERENTES FORMA DE SERVIR


Hay diferentes razones que pueden mover a un creyente a servir a Dios y es importante
conocerlas para determinar cuál es la motivación adecuada que nos impulsa a desarrollar
el trabajo que Dios nos ha encomendado:

6.1.1 Servicio por Obligación


Dios nos ha dejado un mandamiento. Solo por eso estaríamos en la obligación de predicar
las Buenas Nuevas. Cuando Dios ordena es para ser obedecido. Pero al hombre le agobia
y le descorazona el hacer las cosas porque “tiene que hacerlas” y Dios sabe eso.

6.1.2 Servicio por Necesidad


Hay quien sirve porque se ve en la necesidad de hacerlo, no le queda otro remedio. Pero
en este tipo de servicio hay una tendencia a la amargura, al resentimiento. A pensar que el
más grande y menos necesitado se aprovecha del más pequeño y en necesidad.

6.1.3 Servicio por Amor

Pero hay una forma diferente de servir (Fil. 1:15)

“Algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de


buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente,
pensando añadir aflicción a mis prisiones; pero los otros por amor, sabiendo que
estoy puesto para la defensa del evangelio.”

Por amor. Claro que nos es impuesta necesidad y hay de mí si no predico el evangelio!
Claro que tenemos un mandamiento del Señor que debemos cumplir… pero qué alegría
servir por amor. Es que cuando alguien ama está dispuesto al sacrificio, cuando el ser
humano está movido por el amor no hay tarea demasiado grande ni carga gravosa. Es así
con Dios, si un evangelista ama a Dios no será quejumbroso, no le parecerá que el
sacrificio es demasiado. Jesucristo estuvo dispuesto a ir hasta el sacrificio cumbre, con tal
de salvarnos, solo porque nos amaba.
22 LECCION 5. PORQUÉ DECAEN LAS CÉLULAS
6.2 COMO PRESENTAR EL MENSAJE

Un procedimiento brusco o desconsiderado en la labor evangelística causará más daño que


bien. A la mayoría de la gente le gusta el Evangelio pero no les gusta la manera como
algunos cristianos se lo presentan. Debemos tener en cuenta este criterio en la labor
evangelística. El inconverso tal vez quiera lo que tiene el evangelista; sólo falta que se le
presente de la manera adecuada.

De cuando en cuando se oye decir a al algún evangelista: “A mí no me quieren porque les


digo la verdad”. Se olvidan que es muy importante que el evangelista sepa como decir la
verdad. Una persona puede darme una manzana poniéndola en mi mano, pero otra persona
puede darme la manzana aventándomela con todas sus fuerzas. Las dos me están dando
una manzana, pero qué diferente manera de hacerlo. En verdad la segunda persona no me
dio una manzana sino un manzanazo.

6.3 COMO COMBATIR EL ERROR


Cuando tengamos la tentación de atacar las supersticiones de la gente y las costumbres
religiosas inútiles de muchos recordemos lo siguiente:

Si veo en la calle un perro flaco y hambriento que lleva en su boca un hueso sucio que
encontró en un basurero, no podré convencerlo de que lo suelte regañándole por buscar
huesos entre la basura y razonándole que aquel hueso sucio y viejo no tiene alimento que
satisfaga su hambre. Si lo intentara y aún más pretendiera quitárselo por la fuerza, lo único
que conseguiría sería que me ladrara o mordiera. El perro no puede desechar aquel hueso,
aunque sea viejo y sucio, porque es lo único que tiene. La manera de quitárselo es
echándole una chuleta fresca y apetitosa. El perro notará la diferencia y abandonará el
hueso.

Así ocurre con los hombres y sus supersticiones y costumbres religiosas equivocadas. No
les regañemos, ni les razonemos, ni intentemos quitárselas por la fuerza. Echémosle la
buena comida del Evangelio de Cristo, demostrémosle que a nosotros nos alimenta y
sostiene y ellos solos abandonarán sus “huesos sucios y viejos”.

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