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Mateo 4:18-22 18 Mientras caminaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos
hermanos: uno era Simón, llamado Pedro, y el otro Andrés. Estaban echando la red
al lago, pues eran pescadores. 19 «Vengan, síganme —les dijo Jesús—, y los haré
pescadores de hombres». 20 Al instante dejaron las redes y lo siguieron.
Hay una gran diferencia entre cuando el llamado de Dios es extendido a una persona
y cuando esta persona responde al llamado que le fue hecho. La verdad el problema
nunca ha sido con el que llama pero con el que responde.
El pasaje que hemos tomado esta mañana ubica al Señor Jesús caminando junto al
mar de galilea, noten que él no se encuentra en una ubicación religiosa, no está en
una sinagoga, no está en un templo, no está en una reunión de oración, pero está
caminando por la playa. Para nosotros esto debe ser importante por 2 razones: una
que contradice la idea de un Dios ausente, alejado de nuestra vida cotidiana, no es
un Dios ausente, no es un Dios lejano, no es un imperador que no se mezcla con el
pueblo, La otra verdad presentada es que los más grandes encuentros que las
personas ha tenido con Dios suceden en la simplicidad de la vida diaria.
Fue cuando Eliseo estaba arando con sus bueyes que Dios, le llamo, fue cuando la
mujer samaritana fue buscar agua en el pozo que Dios la estaba esperando, fue
cuando Saulo estaba en el camino Damascos viajando de que el Señor se le presento.
II-Pero tenga algo bien claro, que el llamado de Dios siempre será
disruptivo en tu presente vida- ¿qué significa esto? Significa que debe
esperar por una ruptura brusca.
Aquí tengo una sencilla observación: gente que no quieres experimentar nada
disruptivo en sus vidas no está listo para el llamado del Señor.
Pero los estaba liberando para que fuesen libres para adorar, :”Deje ir a mi
pueblo para que me adoren en el desierto”
Yo no estoy sacándote de este lio para que después que salgas continúe
haciendo lo que siempre hiciste. Porque muchos quieren el auxilio divino,
pero quieren continuar viviendo la vida a su manera.
Dios no está en el negocio de liberarte para que solamente celebres tu libertad.
Permítame decirte; Que ser liberado de algo sin comprometerse a algo te
dejara en un estado de permanente inestabilidad y desequilibrio.
Uno de los peores errores que alguien puede cometer es abandonar una
atadura y no reemplazarla con algo espiritual y santo.
La biblia nos recuerda de cuando un demonio se va, trata de regresar y cuando
encuentra la casa arreglada pero vacía, invita la compañía de 7 más chamucos
y la condición prosterna de la persona seria peor que la primera.
Peor, No porque fracasaste en ser libre del primero demonio. NO, Lo que
fracasaste es en no haber encontrado el propósito de Dios para su vida.
Yo te puedo garantizar si no estás aun viviendo el propósito de Dios para tu
vida estas entonces en conflicto o luchando con el primero o los otros 7
demonios.
El único antídoto no es ser solamente libre es también llenar la casa con el
propósito divino.
III-Este llamado de Dios nunca te pedirá que hagas lo que piensas que
puedes, quieres o eres capaz de hacer. No tiene nada ver con fuerza de
voluntad y con lo quieres hacer.
Días después Becky vio a Marcia con muchas maletas con lágrimas en los ojos
caminando por el pasillo, y amigas preguntando te fuiste de tu casa? No me fui de mi
casa yo encontré mi casa yo vine a ser una cristiana soy una hija de Dios.
Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus
hechos. 19 Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros
y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era
cincuenta mil piezas de plata.20 Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del
Señor.
Ninguna arma forjada contra mí, no tenga miedo de la santa muerta tenga miedo
del dios vivo, Si Dios no te protege nadie te puede proteger
El llamado de Dios te pedirá por lo que piensas que nos puedes hacer
Es aquí que las marcas de una verdadera conversión a Dios es ilustrada por 3
elementos:
hay una inmediata instantánea respuesta al llamado de Dios,
hay un dejar de lo que estaban acostumbrados a hacer y
hay un seguir.
El seguir es nuestra parte el hacer es la parte que corresponde a el