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RADIACIÓN SOLAR.
1. Naturaleza de la Energía Solar.
Para los fines del aprovechamiento de su energía, el Sol es una inmensa esfera de gases a
alta temperatura, con un diámetro de 1.39x109 m, situado a la distancia media de
1.5x1011m respecto de la Tierra. A esta distancia se llama unidad astronómica
representado por las siglas UA (ver ilustración 2.2).
Se estima que la temperatura en el interior del Sol debe ser del orden de 107ºK, pero en
la fotósfera, es decir, en la superficie externa del Sol, la temperatura "efectiva de cuerpo
negro" es de 5762 ºK (i.e., calculada según el modelo radio activo del cuerpo negro).
Existen, sin embargo, otras formas de calcular la temperatura de la fotósfera, que dan
como resultado alrededor de 6300 ºK. Es claro que nadie ha colocado un termómetro en
la superficie del Sol. Su temperatura se mide por métodos indirectos, basados en diversos
modelos. De ahí que no coincidan todas las estimaciones de su temperatura.
Algunos datos interesantes acerca del Sol son los siguientes: el Sol genera su energía
mediante reacciones nucleares de fusión -por ejemplo dos átomos de hidrógeno que
producen helio, o uno de helio y uno de hidrógeno que producen litio, etc.- que se llevan a
cabo en su núcleo (ver ilustración 2.1.). La generación de energía proviene, por tanto, de
la pérdida de masa del Sol, que se convierte en energía de acuerdo con la famosa
ecuación de Einstein, E = m.c2, donde E es la cantidad de energía liberada cuando
desaparece la masa m; y c es la velocidad de la luz.
El núcleo solar es la región comprendida dentro del 23% de su radio, a partir del centro,
que corresponde a tan sólo el 15% del volumen, pero en cambio contiene el 40% de la
masa y ahí se genera el 90% de la energía. En esa región, la temperatura es del orden de
107ºK y la densidad es del orden de 105 kg/m3. (Recordemos que la densidad del agua es
103kg/m3).
A una distancia del 70% del radio solar, la temperatura es del orden de 105ºK y la
densidad es de unos 70 kg/m3. La zona que va del 70% al 100% del radio solar, se conoce
como zona convectiva y su temperatura cae hasta 5000 a 6000 ºK, mientras que la
densidad desciende a 10-5 kg/m3.
Sobre la fotosfera existen también gases, en condiciones tales que son esencialmente
transparentes, que se conocen como la corona solar, observable durante los eclipses
totales de Sol. La corona solar es la atmósfera del Sol.
De forma similar a como sucede en la Tierra, la corona es cada vez más tenue a medida
que se está a mayor distancia del núcleo solar, hasta confundirse con el vacío relativo
que existe en el espacio interestelar.
Se llama flujo de "algo" (materia, energía), la cantidad de ese "algo" que pasa a través
de una superficie, por unidad de área y por unidad de tiempo. Por tanto, el flujo
luminoso, que es un flujo de energía, tiene unidades de energía por unidad de área y por
unidad de tiempo, por ejemplo, J/m2 - s, equivalentes a W/m2..
El recurso energético solar está mucho más ligado, en la superficie terrestre, a las
variaciones meteorológicas, que a las solares.
La radiación emitida por el Sol, junto con sus condiciones geométricas respecto de la
Tierra, dan por resultado que, sobre la atmósfera terrestre, incide una cantidad de
radiación solar casi constante. Esto ha dado lugar a la definición de la llamada
Constante solar.
La constante solar, Gsc, es el flujo de energía proveniente del Sol, que incide sobre una
superficie perpendicular a la dirección de propagación de la radiación solar, ubicada a
la distancia media de la Tierra al Sol, fuera de toda atmósfera (ver ilustración 2.2).
Ilustración 2.2: La Constante Solar es la cantidad de calor que recibe del Sol un centímetro
cuadrado de superficie perpendicular situado a una unidad astronómica de distancia.
Todos sabemos que la intensidad de la radiación solar es mucho mayor en Mercurio que
en la Tierra, y que en nuestro planeta es mucho mayor que en Plutón. Como la órbita que
describe la Tierra alrededor del Sol no es circular, por lo tanto, la distancia Tierra-Sol no
es constante, debe considerarse un valor promedio, para poder hablar de una constante.
Por último, nuestra ya famosa superficie hipotética, debe estar colocada fuera de la
atmósfera, para evitar la atenuación de la radiación causada por la diversidad de
fenómenos físicos y químicos que se verifican en la atmósfera.
El valor comúnmente aceptado para Gsc ha variado en los últimos años, según las
técnicas de medición que se han empleado, lo cual no indica que haya variado en sí la
magnitud de la energía que se recibe del Sol. En este manual usaremos el valor:
G sc = 1353 W/ m2 (2.1)
Las distintas radiaciones solares, de las cuales la luz visible es sólo una pequeña parte,
viajan por el espacio en todas las direcciones, como los radios de un círculo, de donde
proviene su nombre.
Debido a que las radiaciones viajan como ondas a la velocidad de la luz (c), tendrán
como característica la longitud de onda ( λ ), que es la distancia entre dos máximos (ver
la ilustración 2.3).
El número de ondas que a una velocidad constante pasan por un determinado punto a
cada segundo se le llama frecuencia (v). Mientras menor sea la longitud de onda, más
ondas pasarán cada segundo, siendo por lo tanto mayor la frecuencia, y cuando λ es
mayor, menos ondas pasarán y por tanto la frecuencia será menor, por lo que, a la
velocidad de la luz (c), la frecuencia será inversamente proporcional a λ .
Las radiaciones de mayor frecuencia tendrán también mayor energía, ya que la energía
(E) es igual a la frecuencia y multiplicada por la constante de Plank (h), siendo h =
6.626x10-34 J.s. La energía será, por lo tanto:
E = h·v (2.2)
La pequeña porción del espectro electromagnético que percibe el ojo humano es llamada
"luz visible" y está compuesta por radiaciones de poca energía, con longitudes de onda
( λ ) que van de 400 a 800 nm (nm = nanómetro = 10-7 cm =10-9 m). La luz de menor
longitud de onda ( λ = 400 nm) es de color violeta; le sigue la de color azul; después
tenemos la luz verde, seguida de la luz amarilla y la anaranjada y, por último, a 800
nm, la luz roja con la que termina el espectro visible (véase la siguiente ilustración).
Ilustración 2.4: Espectro electromagnético en función a los colores que son visibles para el
ojo humano.
En la ilustración anterior se observa que antes del violeta, es decir a longitudes de onda
menores de 400 nm, existen radiaciones de alta energía que el ojo humano no puede
percibir, llamadas ultravioleta. Otras radiaciones de alta energía, y por lo tanto
peligrosas para la vida, son los llamados rayos X y las radiaciones gamma. Por su
parte, a longitudes de onda mayores que la de la luz roja (800 nm) existen radiaciones
de baja energía, llamadas infrarrojo, microondas y ondas de radio. El cuadro siguiente
muestra el espectro electromagnético, así como algunas de sus aplicaciones.
C
Bλ (T ) = 1
⎛ C2 ⎞
⋅ λ −5 (2.3)
⎜ ⎟
⎝ λT ⎠
exp −1
Donde c1 y c2 son constantes (c1= 1.1910439 x 10-16 W/m2 - s, c2= 1.438769 x 10-2 m-ºK), T
es la temperatura (ºK) y λ la longitud de onda (m).
E = σ ⋅T 4 (2.4)
2897.9µ m−º K
λm = (2.5)
T
En consecuencia, el Sol, con una temperatura superficial de, aproximadamente 6000 ºK,
tiene un máximo a 0.5 mm, el cual se encuentra en el centro del espectro visible. Por otra
parte la Tierra, con una temperatura superficial de unos 300 K, tiene un máximo cerca
de los 10 a 12 mm en la región del IR (infrarrojo).
La superficie de nuestro planeta no se comporta como un cuerpo negro radiante
perfecto. La intensidad real de la radiación emitida (I) por cualquier material a una
determinada longitud de onda ( λ ) depende de la temperatura de su superficie (T), y de
la emisividad espectral ( ε λ ):
I λ = ε λ ⋅ Bλ (T ) (2.6)
Tabla 2.1: Valores de Emisividad para algunos materiales importantes en la Ingeniería solar.
2.3. Perturbaciones de la radiación solar.
Reflexión y dispersión de los rayos solares dan como resultado la radiación solar difusa:
a ella corresponden las primeras luces antes de la salida del Sol y gracias a su existencia
el pasaje del día a la noche y viceversa se hace en forma gradual.
Como ya mencionamos, esa radiación electromagnética del Sol que llega al tope de la
atmósfera, a la cual los meteorólogos llaman insolación y los astrónomos irradiación
solar, es la responsable de la circulación atmosférica y, por tanto, del tiempo.
Se conoce como radiación directa, la que se recibe directamente del Sol, sin sufrir
ninguna dispersión atmosférica. La radiación extraterrestre es, por tanto, radiación
directa. Generalmente se usa el subíndice "b" para indicar radiación directa, por el
término que se utiliza en inglés: beam (haz, rayo).
La radiación difusa es la que se recibe del Sol, después de ser desviada por dispersión
atmosférica. Es radiación difusa la que se recibe a través de las nubes, así como la que
proviene del cielo azul. De no haber radiación difusa, el cielo se vería negro, aun de día,
como sucede por ejemplo en la Luna. Suele utilizarse el subíndice "d" para la radiación
difusa.
La radiación directa (Gb) está formada por aquellos rayos que inciden en
línea recta con el Sol. La radiación difusa (Gd) está formada por los rayos no
directos y que son dispersados por la atmósfera. La radiación albedo (Gr)
está formada por los rayos provenientes de reflexiones en el suelo u otras
superficies.
Por otro lado, se conoce como radiación terrestre la que proviene de objetos
terrestres, por ejemplo, la que refleja una pared blanca, un charco o un lago, etc. Se
conoce como radiación total, la suma de las radiaciones directa, difusa y terrestre que
se reciben sobre una superficie. Por ejemplo, sobre una pared o una ventana, incide la
radiación directa del Sol, la difundida por las nubes y por el cielo y, además, puede
entrar la luz reflejada por algún otro objeto frente a la pared o ventana. Un caso
particular, pero de mucho interés práctico en el estudio de la energía solar, es el medir la
radiación total sobre una superficie horizontal "viendo" hacia arriba. En este caso puede
considerarse que no existe radiación terrestre y se conoce también como radiación
global. Por tanto, la radiación global es la suma de la directa más la difusa.
El estudio de la geometría solar es necesario para realizar una perfecta orientación y/o
ubicación de los sistemas de captación (térmicos y fotovoltaicos) con el objetivo de lograr
un mejor aprovechamiento de la energía solar.
Plano que contiene la órbita de la tierra alrededor del sol. Esta órbita en forma eclíptica
varia de 147.1 x 10 9 m a 152.1 x 10 9 m (ver ilustración 2.7).
Denominamos así a cuatro puntos de la orbita terrestre alrededor del sol, cuyo diámetro
varia; siendo máximo en los equinoccios y mínimos en los solsticios (ver ilustración 2.8).
Ilustración 2.8: Equinoccios y Solsticios, que determinan el comienzo de las estaciones
respectivas y la posición de la tierra en el eje solar.
Eje alrededor del cual gira la tierra durante un movimiento de traslación. El ángulo que
forma tanto el eje polar como el plano de la eclíptica es constante, cuyo valor es de
aproximadamente 23º, 27’ (ver ilustración 2.9).
Ilustración 2.9: Eje Polar ó Eje Terrestre (PN – PS), eje alrededor del cual la Tierra describe
su movimiento de rotación, mientras gira alrededor del Sol.
Esfera imaginaria que sirve para el estudio del movimiento del sol alrededor de la tierra
(supuesto relativo, se considera como punto de observación la Tierra). Véase y analícese
la siguiente ilustración:
Ilustración 2.10: La Esfera Celeste, sistema imaginario de análisis donde se considera el giro
del Sol alrededor de la tierra, para entender el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
Ilustración 2.11: El Ecuador Celeste, el giro del sol a través de la eclíptica y el giro de la esfera
alrededor de la tierra tienen sentidos contrarios.
Angulo formado entre el eje tierra – sol (Plano orbital terrestre) y el plano ecuatorial.
Este ángulo define la posición del sol en cualquier momento del día con respecto a la
tierra (ver ilustración 2.12).
La declinación puede variar entre 23 º 27’ (solsticio de invierno) y – 23º 27’ (solsticio de
verano) en el hemisferio Sur y entre – 23º 27’ (solsticio de invierno) y 23º 27’ (solsticio de
verano) en el hemisferio Norte. El valor de ( δ ) en los equinoccios de primavera ( 21 de
septiembre) y en los equinoccios de otoño ( 21 de marzo) se anula; solo para el hemisferio
sur, cuando esto ocurre la duración del día es igual al de la noche además de existir
coincidencias entre la salida y puesta del sol con el verdadero este y oeste
respectivamente.
Ilustración 2.13: Hora de salida y puesta del Sol para diferentes declinaciones en el
hemisferio Sur.
⎡ 360 ⎤
δ = 23.5 ⋅ sen ⎢ .( d n + 284 ) ⎥ … Hemisferio Norte (2.9)
⎣ 365 ⎦
⎡ 360 ⎤
δ = 23.5 ⋅ sen ⎢ .( d n − 81) ⎥ … Hemisferio Sur (2.10)
⎣ 365 ⎦
Estas dos ecuaciones permiten calcular la declinación tanto para el hemisferio Norte
como para el hemisferio Sur. A continuación presentamos un gráfico de la declinación
Solar en función al día del año para el hemisferio Norte y l hemisferio Sur:
Para el caso del Hemisferio Sur la curva es igual en forma; sin embargo, los máximos y
mínimos se invierten, debido a lo mencionado anteriormente, diferenciándose en el
aumento de lo más un grado aproximadamente para algunos días del año. Auque la
diferencia con las tablas náuticas con respecto a estas últimas expresiones es de 15’, esta
precisión es suficiente para realizar cálculos de ingeniería.
Notas:
Como primer paso es necesario considerar como punto de observación a la tierra. Para
facilitar el cálculo definiremos los sistemas de referencia relativos al movimiento del sol:
AH = coordenadas angulares horarias del sol para un observador a latitud L
y una longitud dada.
Es el ángulo formado entre el eje tierra - sol y el plano ecuatorial (véase ilustraciones
2.18). Marca la posición del sol en el cielo en cualquier hora del día. Comienza con 0º al
amanecer, culmina al medio día solar con un valor máximo dependiente de la ubicación
geográfica del lugar y vuelve a 0º al atardecer. Este ángulo toma valores positivos
durante el día y negativos durante la noche.
Que es la ecuación que indica la altura del sol al medio día (medio día solar).
⎛π ⎞ π
sen( β ) = = sen⎜ − L + δ ⎟ ⇒ β max = − L + δ = 90º − L + δ (2.13)
⎝2 ⎠ 2
Que es la ecuación que indica la máxima altura del sol en un día cualesquiera.
Ángulo que determina la posición del sol a partir del medio día solar con respecto al
norte geográfico (Hemisferio norte) y sur geográfico (Hemisferio sur).
El azimut solar será igual a 0º al medio día solar, punto a partir del cual se considera el
origen de la misma, es necesario también tener en cuenta el signo de la ecuación, en
relación con el ángulo horario (positivo en la mañana y negativo durante la tarde).
De tal manera que el ángulo azimutal φ podrá ser determinado a partir de:
⎛ cos(δ ) ⋅ sen( AH ) ⎞
φ = arc sen ⎜ ⎟ (2.14)
⎝ cos( β ) ⎠
Es el ángulo formado por el radio vector sol - tierra y la vertical del lugar (Cenit local).
Es positivo a partir del cenit (ver ilustración 2.20).
que define el ángulo cenital solar en función de la latitud del lugar, del día del año
definido por su declinación media y la hora del día definida por el ángulo horario.
Ángulo que mide el desplazamiento del sol desde un punto A hacia otro punto A’ sobre el
plano de la eclíptica. Este ángulo tiene una variación de 15º por cada hora solar, y es
positivo a partir de la salida del Sol hasta el medio día solar y a partir de este hasta el
anochecer toma valores negativos (ver ilustración 2.21).
Ilustración 2.21: Sistema referencial para el análisis y determinación del ángulo horario
(AH).
El ángulo solar (AH) puede ser despejado de cualquier fórmula anteriormente descrita
que la contenga, sin embargo, para casos prácticos se utiliza la relación:
AH º = (12 − xh) ⋅ 15 (2.16)
Donde:
2
N diario = ⋅ arc cos [ − tan( L).tan(δ ) ] (2.18)
15
Se sugiere que en el cálculo se determine primeramente la hora de puesta del Sol y luego
se calcule la salida mediante:
Mediante esta ecuación se puede calcular la distancia máxima permisible de dos o más
colectores con la finalidad de evitar la posible sombra que pueda existir entre ellos, lo
cual desminuiría la potencial captación de energía y por ende la disminución en la
eficiencia de nuestro sistema. La altura solar β o , se refiere a la posición del Sol al medio
día durante el solsticio de invierno, válido para el hemisferio Sur. La ecuación es:
Este ángulo indica la divergencia entre los rayos solares y la normal a la cara estudiada.
Cuanto más se aproximen estos a la perpendicularidad, menor incidencia resultará, de
manera que si caen formando 90º con la normal, la incidencia resultará 0º.
En fin, estas ecuaciones determinan el ángulo de incidencia de los rayos solares con
respecto a la normal sobre una superficie colectora inclinada un ángulo ( θ s ) y no
inclinadas.
La distancia Tierra – Sol posee una magnitud que varía de acuerdo con la posición de la
Tierra en la eclíptica para un instante de tiempo. Johannes Kepler a finales del siglo
XVII demostró que las órbitas de los planetas poseen una forma elíptica en las cuales el
Sol ocupa uno de los focos de la elipse. La distancia Tierra – Sol promedio es igual a
149.46 x 10 6 Km (1 UA) con una variación del 1.7 %. La órbita de la tierra se puede
escribir en coordenadas polares (Iqbal, 1983) como:
UA ⋅ ⎡⎣1 − e 2 ⎤⎦
d= (2.25)
[1 + e ⋅ cos (Γ)]
Donde:
360 ⋅ (d n − 1)
Γ= (2.26)
365
Para efectos radiométricos una expresión que permite calcular la distancia Tierra – Sol,
con gran precisión y para cualquier día del año obtenida por Spencer quien expresó esta
distancia en términos de una serie de Fourier cuya exactitud es alrededor del 0.01%, es la
siguiente.
2
⎛r ⎞
ε o = ⎜ o ⎟ = 1.00011 + 0.034221 ⋅ cos(Γ ) + 0.001280 ⋅ sen(Γ ) + 0.000719 ⋅ cos ( 2Γ ) +
⎝r⎠
Donde dn es el número del día del año a partir del primero de Enero, r es la distancia al
Sol, ro es el valor medio de la distancia Tierra Sol, que como ya dijimos no es más que la
unidad astronómica y Γ es la misma expresión que ha sido utilizada anteriormente
para calcular la declinación solar.
La siguiente ilustración muestra que para valores de 0º en el ángulo Γ , la Tierra se
encuentra en la posición más cercana al Sol (perihelio), cuando Γ es igual a 180º, la
Tierra se encuentra en la posición más distante al Sol (afelio).
Ilustración 2.25: La pequeña excentricidad de la elíptica (0.01673) hace que la distancia entre
el sol y la tierra varíe de acuerdo con la ecuación anterior.
2
⎛r ⎞ ⎛ 360 ⎞
ε o = ⎜ o ⎟ = 1 + 0.033 ⋅ cos ⎜ ⋅ dn ⎟ (2.28)
⎝r⎠ ⎝ 365 ⎠
Gráfico 2.2: Representación gráfica de la ecuación de la distancia Tierra – Sol (ecuación 2.55)
para el transcurso de un año.
3.4. Ecuación del tiempo.
En la mayoría de los cálculos solares se requiere la hora solar, mientras que los relojes
indican la hora civil. La hora solar es la que indica un reloj de Sol, por ejemplo, el
mediodía (12:00 hrs.) corresponde exactamente al paso del Sol por el meridiano. Como
en la práctica esto haría que lugares relativamente cercanos tuvieran horas distintas, se
han establecido los husos horarios. Esto evita, por ejemplo, que ciudades que estén más
al poniente que la anterior tengan horas distintas, como en cada una de estas ciudades la
hora solar es diferente, pero la hora civil es la misma.
Ilustración 2.26: La hora solar (hora verdadera), es diferente para localidades ubicadas a
diferentes longitudes, razón por la cual se ha creado la hora civil que es igual para
localidades situadas a distancias relativas.
Donde el factor 4 representa la cantidad de minutos (tiempo) que tarda el sol en recorrer
un grado de longitud. Este factor será positivo para los usos al Este del Meridiano de
Greenwich y negativo para los que estén al Oeste.
Hay que tener en cuenta el adelanto o atraso del sol dependiendo del día en el que
hagamos el cálculo. Esta diferencia viene reflejada en el analema. Si nos encontramos al
oeste del meridiano central el mediodía se produce antes de las señales horarias; si nos
encontramos al este se produce después.
Gráfico 2.3: El analema.
(
ET = 229.2 ⋅ 0.000075 + 0.001868 ⋅ cos [ Φ ] − 0.032077 ⋅ sen [ Φ ] − 0.014615 ⋅ cos [ 2 ⋅ Φ ] −
− 0.04089 ⋅ sen [ 2 ⋅ Φ ] ) (2.30)
360
Donde: Φ = ( d n − 1) . (2.31)
365
La siguiente figura muestra una gráfica de la ecuación del tiempo, según las ecuaciones
anteriores. Nótese que el Sol se "atrasa o se adelanta", según la fecha, hasta más de 15
minutos, respecto de la hora solar media. Aunque para cálculos aproximados se puede
despreciar la ecuación del tiempo, en términos generales no es despreciable esta
corrección.
hora civil = hora solar − ET − 4 ( lst − lloc ) , donde lst para esta localidad la podemos
determinar por ejemplo del mapa 1.1 o de cualquier otro, donde determinamos que la
longitud de referencia es 90º para todos los países de Centro América (exceptuando
Panamá). Por lo tanto:
Lo que quiere decir que para el día 15 de Junio el Sol se colocará exactamente en la mitad
del cielo a las 11 de la mañana con 35 minutos y 26.1 segundos para la localidad de
Cartago.
Nótese que la irradiancia tiene la virtud de indicar muy claramente que la radiación es
un fenómeno que transcurre en el tiempo, que "va de pasada", que no es estático. Es
energía que incide instantáneamente sobre una superficie.
Como hemos expuesto, la radiación extraterrestre que incide sobre la Tierra está sujeta a
las variaciones geométricas y a las condiciones físicas del propio Sol.
Por otro lado, la órbita que describe la Tierra alrededor del Sol no es circular, sino
cuasielíptica. La pequeña excentricidad de la órbita hace que, alrededor del 4 de enero,
cuando la Tierra se encuentra en el perihelio (mínima distancia al Sol) la radiación solar
extraterrestre sea máxima. Por otro lado, alrededor del 1 de julio (seis meses después) la
Tierra se encuentra en el afelio (máxima distancia al Sol) y entonces la radiación solar
extraterrestre es mínima.
La ecuación que describe el flujo de energía sobre un plano normal a la radiación solar
extraterrestre, a lo largo de un año, o dicho de otra manera la constante solar para un
día n del año es:
⎛ 360 ⋅ n ⎞
Gon = Gsc ⋅ ⎜ 1 + 0.033 ⋅ ⎟ (2.33)
⎝ 365 ⎠
Por último, el subíndice "n" se utiliza para la radiación medida en un plano normal a la
dirección de propagación de la radiación. De esta forma, el subíndice "on" se utiliza
para la radiación extraterrestre observada en un plano normal a la radiación.
Consideremos por ahora el cálculo de la radiación directa sobre una superficie. El flujo
de energía sobre una superficie determinada depende no sólo de la irradiancia que
exista, sino también de la orientación que tenga la superficie en cuestión respecto de la
dirección de propagación de la radiación.
La irradiancia será máxima sobre un plano que esté en posición normal a la dirección de
propagación de la radiación (es decir, que le dé "de frente" o "de cara"). En cambio, será
mínima si el plano es paralelo a la radiación (es decir "de canto").
⎛ −1 ⎞
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ 3.8⋅ cos (θ c −1.6 ) ⎠
Gb ( media ) = 1230 ⋅ e , para un cielo en condiciones normales. (2.34)
⎛ −1 ⎞
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ 6 ⋅ cos (θ c −1) ⎠
Gb (max ima ) = 1220 ⋅ e , para un cielo muy limpio. (2.35)
⎛ −1 ⎞
⎜⎜ ⎟⎟
⎝ 2.3⋅ cos (θ c − 3) ⎠
Gb (min ima ) = 1260 ⋅ e , para un cielo en una zona industrial. (2.36)
⎛ ⎡ 360 ⋅ n ⎤ ⎞
Gbh = GSC ⋅ ⎜1 + 0.033 ⋅ ⎢ ⎥ ⎟ ⋅ [ sen( L) ⋅ sen(δ ) + cos( L) ⋅ cos(δ ) ⋅ cos( AH )] (2.38)
⎝ ⎣ 365 ⎦ ⎠
La radiación solar global disponible en una localidad se caracteriza por los siguientes
promedios:
en donde H ijk es la radiación global del día i – ésimo del mes j – ésimo y del año k –
ésimo, i’ es el número de días del mes j y n es el número de años considerados.
Es una ecuación que relaciona el promedio de radiación con las radiaciones de un día
claro, correspondiente a la localidad en cuestión y una fracción media de las posibles
horas de radiación solar, este es:
⎛ n⎞
GTh = Goh ⋅ ⎜ a + b ⋅ ⎟ (2.42)
⎝ N⎠
donde:
GTh
• = K t =Promedio del índice de transparencia atmosférica.
Goh
n
• = Se conoce como la fracción o el porcentaje de insolación o sol brillante.
N
2
N diario = ⋅ arc cos (- tg σ ⋅ tg L ) (2.43)
15
Tabla 2.3: Clasificación climática basada en el mapa de clima de Trewartha (1954, 1961).
Tabla 2.4: Clasificación de la vegetación basada en el mapa de Küchler.
Tabla 2.5: Constantes climáticas y horas de Sol posibles en %. Las constantes climáticas a y b
dependen de la localidad.
GTh ⎛ n⎞
Kt = = 0.29 ⋅ cos ( L) + 0.52 ⎜ ⎟ (2.44)
Goh ⎝ N⎠
GTh ⎛ n⎞
Kt = = 0.18 + 0.62 ⎜ ⎟ (2.45)
Goh ⎝ N⎠
Resulta sorprendente que los valores de Kt obtenidos con estos modelos en diferentes
lugares del mundo sean muy parecidos, lo que hace pensar que las diferencias en los
valores de a y b se deben a problemas de calibración y al tipo de instrumentos así como
al procedimiento utlizado para calcular en la regresión Goh y N.
Una expresión para calcular la irradiación incidente en un plano horizontal, IOh, desde
un tiempo inicial hasta un tiempo final, con ángulos horarios AH1 y AH2,
respectivamente, en J/m2, es:
⎛ ⎛ 360.n ⎞ ⎞ ⎡ 2π rad
I oh = 3600 ⋅ GSC ⋅ ⎜ 1 + 0.033.cos ⎜ ⎟ ⎟ ⋅ ⎢ sen (δ ) ⋅ sen ( L ) + ⋅ cos (δ ) ⋅ cos ( L ) ⋅
⎝ ⎝ 365 ⎠ ⎠ ⎣ 360º
cos ( AH + 7.5º ) ⎤⎦ (2.47)
Unas expresiones empíricas que permiten evaluar la radiación global sobre una
superficie horizontal GTh son:
Para períodos de una hora (pero no para todo el día), es posible también usar el mismo
factor de transmitancia para estimar la irradiación en un día despejado:
−k
τ b = a0 + a1.e θ c
(2.53)
en donde ao, a1 y k son parámetros ajustados empíricamente. Para el cálculo de estas
cantidades, que viene siendo la corrección por altura y tipo de clima, se usan las
ecuaciones:
a0 = f 0 . ⎡ 0.4237 − 0.00821.( 6 − A ) ⎤
2
(2.54)
⎣ ⎦
Donde A es la altura sobre el nivel del mar, en kilómetros. Los valores de las diversas r
están dados en la siguiente tabla, para diversos tipos de clima.
Faltaría entonces estimar la irradiación (o irradiancia en una hora) difusa, para tener el
modelo atmosférico completo. La radiación difusa es más difícil de modelar con
precisión, pero afortunadamente es menor, desde el punto de vista energético.
Generalmente se supone que la radiación difusa proviene homogéneamente de todo el
cielo, esto es, no tiene una dirección preferencial. Para una superficie horizontal, la
transmitancia a la radiación difusa está dada por:
en donde Gbi se refiere a la irradiancia directa sobre un plano con cualquier inclinación
( θ S ) y Gon se refiere a la irradiancia medida sobre un plano normal a la dirección de
propagación de la radiación a lo largo de un tiempo determinado.
La radiación solar recibida por una superficie inclinada esta compuesta por la radiación
directa recibida del Sol, la radiación difusa proveniente del cielo y la radiación reflejada
por el piso (ver la ilustración 2.28).
Esto se puede llevar a cabo, tanto para la componente directa de la radiación, como para
la difusa.
Si se supone que el Sol brilla uniformemente, de manera que tengamos una distribución
igual durante el día y si adoptamos una curva standard de radiación para la irradiancia
directa, que nos relacione la irradiancia normal directa con la altura cenital solar, se
puede estimar, mediante cálculos trigonométricos y posterior integración numérica, la
relación existente entre la radiación directa mensual sobre cualquier superficie plana
inclinada y la correspondiente radiación directa media mensual sobre un plano
horizontal.
Gráfico 2.5: Promedios mensuales de radiación difusa diaria y diaria total, como una función
del índice promedio mensual de nubosidad (Liu y Jordan 1960).
Donde:
H d Promedio mensual de radiación difusa diaria.
= (2.62)
H Th Promedio mensual de radiación diaria total.
Gráfico 2.6: Relación entre la radiación horaria y la diaria, ambas sobre una superficie
horizontal
Donde:
Se puede obtener una aproximación más sofisticada teniendo en cuenta los efectos de la
turbidez de la atmósfera y su efecto sobre la radiación solar.
Ilustración 2.30: Componente directa de la radiación solar incidente sobre una superficie
horizontal.
Ilustración 2.31: Componentes de la radiación solar incidente sobre una superficie inclinada
orientada hacia el Norte.
De acuerdo a las figuras anteriores se tiene:
⎛ cos (θ ) ⎞
Sabemos que: Gbi = Gbh ⋅ ⎜ ⎟ , por lo tanto, para un día está dado por:
⎝ cos (θC ) ⎠
⎛ cos (θ ) ⎞
AH 2 S
H bi = Gbh ⋅ ∫ ⎜ ⎟ ⋅ d ( AH )
AH1 S ⎝ cos (θ C ) ⎠
(2.69)
Siendo:
π /2
π ⋅ A2 π ⋅ A2
Gd ( dx → A2 ) =
2
⋅
π
∫
- /2
cos (θ + θ s ) ⋅ dθ ⇒ Gd ( A1 → A2 ) =
2
⋅ (1 + cosθ s ) (2.70)
que es la radiación difusa procedente del cielo que llega a una superficie inclinada un
ángulo θ s .
Para, θ s = 0 , (superficie horizontal), la radiación difusa que del cielo llega a la superficie
A2 es:
Gdh = π ⋅ A2 (2.71)
1 + cos (θ s )
Gd ( cielo→ A ) = Gdh ⋅ (2.72)
2
2
que es lo mismo que decir que una superficie inclinada un ángulo θ s respecto a la
horizontal ve una parte de la bóveda celeste tal como se muestra en la siguiente
ilustración:
1 + cos (θ s )
(2.73)
2
1
Gdh = ⋅ Gbh (2.74)
3
1 − cos (θ s )
en la que , es el albedo del suelo.
2
En las proximidades del mar hay que tener en cuenta la reflexión sobre la superficie del
agua.
La radiación solar no se absorbe por completo por el suelo, en el que los diferentes
colores indican reflexiones selectivas y difusas. La fracción de radiación absorbida varía
con la longitud de onda; en una pradera es de 0,94 para λ > 0,55 mm y de 0,78 para
λ < 0,55 mm.
1 + cos (θ s ) 1 − cos (θ s )
Gd = Gd ( cielo→ A ) + Galb ( suelo→ A ) = Gdh ⋅ + (Gbi + Gdh ) ⋅ ⋅ρ (2.76)
2 2
2 2
La radiación total sobre una superficie inclinada que incluye el albedo, es:
1+ cos(θs ) 1− cos(θs )
GTi = Gbi + Gd (cielo→A ) + Galb( suelo→A ) = Gbh ⋅ rd + Gdh ⋅ + (Gbh + Gdh ) ⋅ ⋅ρ (2.77)
2 2
2 2
en una superficie horizontal recordemos que la radiación total está dada por:
relación conocida como factor eficaz de energía solar en una superficie inclinada
con respecto a la horizontal, representada por: ηeficaz , por tanto:
Gráfico 2.6: Radiación total recibida por una superficie horizontal en función del ángulo
cenital solar en condiciones medias y extremas de turbidez, para cielo claro sin nubes.
Gráfico 2.7: Valores de la radiación directa y difusa recibida por una superficie horizontal en
función del ángulo cenital solar en condiciones medias y extremas de turbidez, para cielo
claro sin nube.
Radiación difusa
La relación es muy sensible al coeficiente σ de turbidez, tal como se
Radiación total
Gráfico 2.8: Variación de la relación (Radiación directa/Radiación global) recibida por una
superficie horizontal en función del ángulo cenital solar, para diversos valores de la turbidez
atmosférica.
∆t
⎛ πt ⎞ 2
H T = GT max ⋅ ∫ sen ⎜ ⎟ ⋅ dt = ⋅ GT max ⋅ ∆t (2.85)
0 ⎝ ∆t ⎠ π
4.2.4. Efecto de la orientación y movimiento de la superficie receptora.
La mayoría de los datos disponibles sobre radiación solar lo son para superficies
horizontales, pero casi siempre es necesario conocer los efectos que origina la
orientación de la superficie receptora; los métodos vistos anteriormente indican cómo se
pueden calcular los efectos de la orientación de la superficie para períodos cortos. Para
períodos largos, en localidades en las que no existen datos sobre las variaciones
estacionales de las condiciones atmosféricas, los cálculos sobre efectos de la radiación
hay que basarlos en cálculos relativos a la radiación directa.
Para que un receptor realice una absorción de energía máxima anual deberá estar
orientado al Sur para ubicaciones al norte del Ecuador y al norte para ubicaciones al
Sur de la misma, con una inclinación aproximadamente igual a la latitud del lugar,
θ s = L y. Para optimizar la captación en invierno, la inclinación hacia el Sur debe ser
igual a (L + 10°) y en el verano (L - 10°), siendo lo contrario para el hemisferio Sur.
Gráfico 2.9: Radiación solar anual relativa sobre superficies fijas, inclinación θs = 0,9 L con
orientación Sur, desviadas al sureste un ángulo φ.
Gráfico 2.10: Radiación solar anual relativa sobre superficies fijas, con orientación hacia el
Ecuador un ángulo θ s y, φ = 0.
4.3: Estimación de la radiación solar en un lugar sin estaciones.
8
⎛ Gi ⎞
∑⎜ d
1=1 ⎝ i ⎠
⎟
H= 8 (2.86)
⎛1⎞
∑ ⎜ ⎟
1=1 ⎝ d i ⎠
donde:
i = Octante
Gi = Radiación de la estación más próxima en el octante i.
di = Distancia de la estación en el octante i más próxima al lugar.
Este método se empleará no solo para la radiación solar global, sino también para la
directa, difusa y el brillo solar. Este método de estimación es ampliamente utilizado en la
elaboración de mapas, especialmente empleando técnicas avanzadas de graficación de
resultados por computador.
Para muchas aplicaciones prácticas, no basta con calcular la radiación teórica que incide
sobre un lugar o sobre un equipo solar determinado. Es necesario hacer las mediciones,
para tener los valores efectivos de energía disponible o incidente sobre un colector.
Existen varios métodos para medir la radiación solar, ya sea en forma de irradiancia o de
irradiación. El método más aceptado comúnmente, es el uso de un piranómetro.
Es posible utilizar piranómetros para medir radiación directa y difusa por separado, de la
siguiente forma. Se requieren dos piranómetros. Uno de ellos se instala horizontalmente y
mide radiación global. Al otro se le coloca una "sombra" que consiste en una banda o un
disco para obstruir la radiación directa. Entonces, este piranómetro medirá sólo radiación
difusa. La resta de la global menos la difusa, da como resultado la directa.
La información generada por un piranómetro debe ser registrada, ya sea por un método
gráfico o electrónico. Esto permite entonces integrar las irradiancias en períodos dados,
para obtener la irradiación correspondiente. La ilustración muestra la pantalla de un
programa de cómputo desarrollado en el Grupo Solar, que permite recuperar la lectura
del piranómetro, además de permitir el cálculo de la irradiancia en atmósfera clara y
extraterrestre.
Tabla 2.9: Pantalla del programa Datasol, que muestra la radiación medida y calculada con dos
modelos.
Cuando la irradiancia medida está muy por debajo de la de atmósfera clara, se debe
generalmente a la aparición de nublados (suponiendo que no se trata de la sombra de un
árbol, o de un eclipse). Por otro lado, ocasionalmente puede ocurrir que la radiación
medida sea mayor que la calculada con el modelo de atmósfera clara. Esto puede suceder
por varias razones:
6.1. Data on Incident Solar Energy - M.P. Thekaekara – Suppl. Proc. 20th Ann Metting
Inst for Environmental Sci – pag 21 – 1974.
6.2. Solar Radiation and its Variation in Time – C. Fröhlich y R.W. Brusa – Sol. Phys –
1981 – pags 209 – 215.
6.3. Solar Engineering Thermal Processes - J .A. Duffie y W. Beckman - J. Wiley - 1980
– Nueva York.
6.7. Statistics and Data Análisis in Geology – J. Wiley – Segunda Edición - New York –
1986.
6.8. Principles of Solar Engineering – F. Kreith y J.F. Kreider – Mc. Graw Hill – New
Cork – 1978.
6.11. An Introduction to Solar Radiation –M. Iqbal - Academic Press – Toronto – 1983.
6.12. Cálculo diferencial e integral – Howard E. Taylor y Thomas L. Wade – Limusa
Wiley – 1973.
6.13. Física Universitaria – Sears, Zemansky y Young- Addison Wesley – Sexta Edición –
USA – 1986.