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MANUAL MISIONES JUFRA 2017

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Contenido
¡HERMANO MISIONERO!............................................................................................................ 3
¿Que debo llevar? ....................................................................................................................... 3
PRIMER CONTACTO CON LA COMUNIDAD ...................................................................... 4
Políticas o Reglas para el visiteo:......................................................................................... 4
Contenido de la visita: ............................................................................................................ 5
¿Qué celebramos?........................................................................................................................... 6
DOMINGO DE RAMOS ............................................................................................................. 7
JUEVES SANTO ......................................................................................................................... 9
VIERNES SANTO..................................................................................................................... 10
SABADO SANTO...................................................................................................................... 13
DOMINGO DE RAMOS ............................................................................................................... 16
LUNES SANTO ............................................................................................................................. 31
MARTES SANTO .......................................................................................................................... 33
MIÉRCOLES SANTO ................................................................................................................... 35
JUEVES SANTO (Día de compartir)........................................................................................ 38
VIERNES SANTO......................................................................................................................... 49
VIACRUCIS ................................................................................................................................ 68
SABADO SANTO.......................................................................................................................... 81
EVALUACION EQUIPO DE MISIONES ................................................................................ 95
EVALUACION DIARIA (En equipo) ..................................................................................... 95
ORACIÓN DE LA JUVENTUD FRANCISCANA .................................................................... 98
TEMAS PROPUESTOS PARA MISIONES ............................................................................. 99

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¡HERMANO MISIONERO!
Te presentamos este gran proyecto por el que has optado para colaborar y lo
que debes de tomar en cuenta.

Presentamos algunos consejos para los misioneros, para que los tomemos en
cuenta y así la vivencia de cada uno y del equipo sea un verdadero testimonio
de cercanía y compromiso para los jóvenes con quien tengamos contacto.

¿Que debo llevar?


Suponemos que, si te has comprometido con este proyecto, estás dispuesto a
entrarle parejo al trabajo y al ambiente que se requiere en esta misión. Es por
eso que confiamos que conoces las reglas básicas de cualquier apóstol del
Señor. De cualquier manera, aquí se te presentan algunos criterios y pistas
para favorecer que esta vivencia te enriquezca como joven cristiano, y
enriquezca la iglesia con nuestro servicio.

 Nadie da lo que no tiene. Si vamos a dar a Dios, debemos venir llenos de


Él. Prepárate recibiendo los Sacramentos y pidiendo a Dios que sus
criterios sean lo que te muevan y no los tuyos
 Debemos traer muchas ganas de disponer nuestra persona, con todo lo
que tenemos (ingenio, cualidades, fuerza de trabajo, virtudes,
experiencias), para aportarlo en la construcción del Reino de Dios en
estas misiones JUFRA
 Debes traer solo lo necesario: cambios de ropa (adecuados a la actividad
y tiempo que viviremos como misioneros), artículos de higiene personal,
papel de baño, alguna medicina que sea necesaria.
 Sleeping bag (bolsa de dormir)
 Casa de campaña
 Biblia, y si puedes material de tu elección que te ayude vivir y saber
compartir estos días (tales como misal, biblia, laudes, la semana santa
del pueblo, catequesis, etc)
 Instrumento musical y libro de canto
 Linterna, botiquín de emergencia, gorra, si te es posible dinero para
imprevistos

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Nota: Es importante por equipo llevar despensa para la comunidad (o de ser
necesario como reserva), platos y vasos de plástico, repelente, así como
material litúrgico para las celebraciones, manteles para las celebraciones (de
color blanco, morado y rojo), cirio, panes, relicario, crucifijo, rosario, etc

PRIMER CONTACTO CON LA COMUNIDAD


¡A PONERNOS EN ACCION!

Es indispensable que el visiteo que se lleva a cabo de primera mano para hacer
la invitación a las personas de la comunidad sea por laicos preparados (nadie
nace sabiendo, ¡preparémonos!), por ello aquí algunos puntos a tomar en
consideración.

Objetivos

Que la gente sienta el interés de la Iglesia Católica, es decir, de todos


nosotros por ellos. Darles un mensaje de ánimo. Hacerles una invitación a
conocer más su fe. Apuntar quiénes quieren conocer más su fe, hacer su
primera comunión, casarse por la Iglesia. Informarles e invitarlos a las
diferentes actividades que se van a organizar en la semana.

Políticas o Reglas para el visiteo:


Los visitadores deben llevar siempre su distintivo (paliacate, playera, signo).

• Las visitas deben ser hechas al menos por un par de personas. Nunca una
mujer sola.

• Ser prudentes para prever peligros. Preguntar antes alguna referencia a los
del lugar. A ser posible uno de los visitantes sea una persona del lugar. El
coordinador debe saber qué casas están visitando y quiénes: debe seguirse un
plan.

• Se debe ser discretos y respetuosos para no preguntar cosas que puedan


lastimar a las personas.

• Hacer oración antes y durante la visita en el interior del corazón.

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• Ser corteses en extremo: saludar, escuchar con atención, agradecer,
despedirse, desear la bendición de Dios,

Contenido de la visita:
Mostramos algunos ejemplos, pero se debe estudiar lo que conviene en cada
lugar:

- Saludo personal: ¿Buenos días? ¿Buenas tardes? ¿Qué tal? ¿Cómo están? …

- Presentación: Somos católicos, somos los misioneros que vamos a estar con
ustedes en esta Semana Santa...

- Objetivos de la Misión: Queremos compartir nuestra vida, venimos a servirlos


en lo que podamos, a ayudarles a celebrar la Semana Santa y a conocer un poco
más la fe cristiana católica... - Les traemos un saludo: del Padre… de esta
parroquia: ellos han dado permiso para hacer estas misiones para hacer que
crezca la vida cristiana en todos nosotros… Recuerden que el Papa dice a todas
las familias cristianas que el plan de Dios es que todos sus miembros se ayuden
a ser mejores y más felices.

Preguntas de fondo:

¿Cuántos son ustedes? -

¿Quiénes no han hecho la Primera Comunión y ya tienen más de ocho años?

- ¿Están casados por la iglesia? ¿quisieran hacerlo? ¿qué dificultades tienen?

- ¿Quieren ustedes conocer más su fe católica?

- ¿Tienen aquí algún modo de poderla conocer más?

- Si se forma algún grupo para conocerla más, ¿estarían dispuestos a


participar?

¿Hay algún enfermo delicado en la casa? ¿Quisieran que se hiciera oración por
él?

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- ¿Qué problemas tienen en que pudiéramos ayudarlos? ¿cuáles son los
problemas principales de este pueblo?

Mensajes: (Mucho depende de la plática que se ha tenido con la gente)

- Recuerden que no estamos solos en nuestros problemas, Dios está con


nosotros y a más de eso quiere que nos ayudemos unos a otros.

- Recuerden que solo nuestra fe en Dios puede ayudamos a tener ánimo para
luchar por ser mejores, por tener una vida más digna de hijos de Dios; sólo
Dios nos puede dar paz y esperanza y sólo El puede unir nuestros corazones
para luchar todos juntos por ser un pueblo mejor.

Avisos: horarios de la pláticas, celebraciones y actividades a realizar


(previamente planificados según la realidad de la comunidad).

Muchas veces al hacer el visiteo nos encontramos con personas alejadas de


Dios y de la Iglesia, pero que desean encontrase con él. Esta una pequeña guía o
mini-evangelización para presentar la Buena Noticia a quien no la conoce.

IMPORTANTE

1. .Todo misionero debe tener bien en claro el desarrollo de cada una de las
celebraciones que se vayan a tener con el comunidad.

2. La gente debe ser invitada no sólo anticipadamente, sino también de una


manera inmediata antes de la celebración; para esto es muchas veces
indispensable anunciar con la campana (solo el jueves), y otros medios los
demás díaS. (Viernes y sábado)

3. Es de cada equipo organizarse de tal manera que tengan en mente todo lo


referente a una celebración de la palabra, para no cometer errores o se olviden
cuestiones de esta misma.

¿Qué celebramos?

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DOMINGO DE RAMOS
1.- ¿Qué es lo que de forma especial celebramos el Domingo de Ramos?

 El Domingo de Ramos celebramos el triunfo de Jesús, pero triunfo que


tuvo que pasar por la muerte, es decir, por la entrega total de sí mismo.
 Celebramos la entrada triunfal del Mesías salvador y liberador,
prometido desde antiguo por Dios, pero no de un Mesías glorioso como
esperaba la gente, "sino de un Mesías "sufriente" que vino a enseñarnos
que las cadenas de la opresión se caen con el amor y no con la fuerza.
 Celebramos a Cristo como rey, pero un rey servidor y pastor que más que
mandar, guía y precede a las ovejas.
 Celebramos la entrada de Cristo a Jerusalén como la decisión de
obedecer los planes de su Padre hasta la muerte.
 La Iglesia quiere que también celebremos simbólicamente en este día la
entrada triunfal de Cristo en el cielo (la Jerusalén celeste) que fue
conseguida con su muerte.

2.- ¿Con qué acciones especiales celebramos el Domingo de Ramos?

Con la celebración contrastada de la procesión solemne de ramos y con la


lectura de la Pasión.

3.- ¿De qué manera especial debemos vivir la Comunión del Domingo de Ramos?

El Domingo de Ramos nos unimos a Cristo en la comunión para: tener, como El y


con Él, la fuerza suficiente para obedecer a Dios hasta la muerte y así obtener
el triunfo de la Resurrección.

4.- ¿Cuáles son los signos o elementos con que llevamos a cabo en la procesión
de Ramos?

 En la procesión de Ramos aclamamos a Cristo Jesús con cantos dirigidos


directamente a Él.
 La reunión. El primer signo es el de una reunión inhabitual en el exterior
de la iglesia. Es una convocatoria de los fieles que debe resaltar por su
carácter festivo y popular.

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 El desarrollo. A diferencia de otros domingos, el de Ramos tiene un
desenvolvimiento original y pedagógico para introducir en la dinámica del
misterio pascual: bendición de los ramos, proclamación de la entrada
solemne en Jerusalén, procesión a la iglesia, lectura de la pasión, para
terminar en la Eucaristía del Resucitado.
 Los ramos. Como indican las oraciones de bendición, los ramos son
destinados ante todo a festejar a Cristo Rey y a aclamar el triunfo de
Cristo. Habría que resaltar con algún gesto festivo, por ejemplo
levantando los ramos uniformemente en algunos momentos del canto, su
significado de aclamación. El altar o la cruz podrían estar adornados con
algunos ramos.
 La cruz. En torno a ella se reúnen los fieles. Podría ser una cruz grande,
artística, bella, que sería llevada por varias personas, adultos y niños.
 La procesión. Es una de las raras veces que este gesto colectivo se
propone a los cristianos en domingo. Si no es posible realizar la procesión
con toda la asamblea, al menos debe hacerse en alguna representación
de sus componentes: niños, jóvenes, adultos, ancianos, religiosas, etc. Es
la procesión litúrgica más significativa de toda la semana santa .
 La Pasión. Es parte muy importante de la celebración. Puede ayudar a su
recta proclamación la diversidad de lectores, las diferentes actitudes
de la asamblea (sentados de pie, inclinados, de rodillas), las aclamaciones
cantadas en algunas partes, incluso donde sea posible, los distintos
lugares de lectura: ambón, altar, junto a la cruz.

5.- ¿Para qué se bendicen los ramos y los objetos que llevamos en la procesión y
para qué tenerlos en la casa durante un tiempo como objetos benditos?

Los ramos flores u objetos benditos son "cosas” que deben ayudarnos, con la
gracia y bendición de Dios, a recordar que nos hemos decidido a seguir a Cristo
y lo hemos hecho Señor de nuestra vida; que no debemos con los hechos de
nuestra vida gritar "crucifícale" después de haberle gritado "vivas". Lo
importante de este domingo no es el momento en que se echa agua bendita a
los ramos, sino el momento en que gritamos vivas y aclamamos a Cristo Jesús.

6.- ¿Qué significa el color rojo en los ornamentos que se usan en este día?
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El color rojo en la liturgia es símbolo de martirio y a la vez de triunfo y alegría.

JUEVES SANTO
1.- ¿Qué celebramos el Jueves-Santo?

El Jueves Santo celebramos la Última Cena de Cristo, en donde nos dejó la


Eucaristía, es decir, se quiso hacer presente entre nosotros cuando
bendecimos el pan y el vino como memorial suyo: antes de ser entregado, Cristo
se entregó como alimento. Celebramos la Cena en donde lavando los pies a sus
discípulos nos dejó el mandato del amor, pero de un amor que se hace servicio,
por eso se dice que hoy es "el día del amor". Celebramos la Cena en donde
Jesús oró por nosotros a su Padre. Pero sobre todo eso, celebramos hoy, no
tanto la muerte de Jesús (no nos adelantamos al Viernes Santo), sino el
ofrecimiento consciente que hizo de su pasión y muerte "por nuestra salvación"
y por amor al Padre. Celebramos la institución del sacerdocio ministerial, al
ordenar a sus apóstoles conmemorar la Cena del Señor.

2.- ¿Con qué acciones celebramos el Jueves Santo?

Lo celebramos con una Santa Misa solemne, con "el Lavatorio de los pies", la
renovación de promesas de los ministros o servidores de la Iglesia, con la
procesión con el Santísimo Sacramento en "los siete altares", la adoración de
Jesús en "el Monumento" o en "la Visita de las siete casas"; también en la
mayoría de las Iglesias Catedrales se celebra hoy la Misa de los Santos Óleos.

3.- ¿Qué enseñanza principal nos da cada una de las tres lecturas de la Misa
del Jueves Santo?

La narración del sacrificio pascual judío nos hace pensar que la Misa es un
sacrificio que debe llevamos a la liberación de todas nuestras esclavitudes. La
narración de la Institución de la Eucaristía nos debe hacer pensar que la Misa
es un memorial de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La narración del

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Lavatorio de los Pies nos debe hacer considerar la Misa como una reunión de
hermanos en la cual aprendemos a amamos y a servimos cada vez más.

4.- ¿Qué celebramos con el "Lavatorio de los Pies"?

Celebramos el mandato de Cristo de amar a los demás como El nos amó hasta
dar la vida por ellos. Celebramos el mandato del amor como servicio

5.- ¿Qué celebramos en la procesión con el Santísimo Sacramento o procesión


de los 7 altares?

Celebramos a Cristo Jesús que inició su pasión llevado de un lado al otro (de
Herodes a Pilatos), pero que al mismo tiempo se quiso quedar como alimento y
fortaleza en los sufrimientos de nuestro caminar por la vida.

6.- ¿Qué y cómo debemos orarle a Jesús en la comunión y en la adoración de la


Eucaristía en el Jueves Santo?

Debemos vivir de distinta manera el Jueves Santo y la Fiesta del Cuerpo y


Sangre de Cristo, por eso más que detenernos en darle gracias de una manera
general por haberse quedado entre nosotros, debemos en este día hablar con
El de su entrega total hasta la muerte y de nuestra entrega, de sus
sufrimientos y de los nuestros y los del mundo, pidiéndole su fuerza y su
serenidad.

VIERNES SANTO
1.- ¿Qué celebramos el Viernes Santo?

El Viernes Santo celebramos la Pasión y Muerte del Señor Jesús, es decir, su


obediencia a Dios y su entrega por nosotros pecadores hasta la muerte de
Cruz. Pero, por otra parte, todas las celebraciones de este día deben estar

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dirigidas no sólo a recordar los sufrimientos de Jesús y despertar con
nuestros sentimientos una especie de compasión hacia El, sino a mover nuestra
voluntad en el seguimiento de Cristo llevando nuestra cruz de cada día.

2.- ¿Con qué acciones celebramos el Viernes Santo?

Con el Viacrucis, con una Celebración Litúrgica, con la Procesión del Silencio y
con el Rosario de Pésame a la Virgen María. También en algunas partes se
acostumbra a la meditación especial de algún momento de la Pasión, como por
ejemplo, el Sermón de las Siete Palabras, las Tres Caídas, el Descendimiento
de la Cruz.

3.- ¿Cuáles son los momentos principales de la Celebración Litúrgica oficial de


la Iglesia?

La Postración, las Lecturas Bíblicas y en especial de la Pasión según San Juan,


las Oraciones solemnes de intercesión por toda la humanidad, la Adoración de
la Cruz y la Comunión. Este día no se celebra propiamente la Misa, porque se da
la Comunión con Hostias consagradas el jueves Santo.

4.- ¿Por qué en esta celebración del Viernes Santo el sacerdote se postra en
tierra?

Porque el postrarse por tierra es una postura de suma humillación que nos
recuerda la humillación del Hijo de Dios que, como dice San Pablo, no sólo se
humilló haciéndose en todo igual al hombre sino que, como hombre, se humilló
hasta la muerte y" muerte de Cruz por salvarnos; así el sacerdote debe estar
dispuesto a postrarse hasta el polvo para interceder por su pueblo y salvarlo.

5.- ¿Cuál es el significado de cada una de las lecturas del Viernes Santo?

La lectura de Isaías (52. 13-53,12.) habla de un servidor de Dios que sufre, no


por sus pecados, sino por los de las multitudes, pero que por eso mismo será
exaltado: la Iglesia ha visto siempre en este Siervo del Señor al mismo Cristo.
La lectura de la Carta a los Hebreos (4, 14-16; 5, 7-9) habla de Cristo Jesús
como sacerdote y víctima, que puede compadecerse de nosotros y por eso

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podemos acercarnos con confianza a Dios; si somos obedientes como El, como
El seremos salvados.

La lectura de la Pasión según San Juan (18, 1-19, 42) no es la simple narración
histórica del proceso de Jesús, sino que lo presenta, visto tras la luz de la fe
en la Resurrección, majestuosamente soberano, que sabe que va a la muerte y
va libremente, con una lucidez total, consciente de que va a realizar la obra de
nuestra salvación.

6.- ¿Por qué el Viernes Santo la Iglesia le da tanta importancia a la Oración


Universal, que es un conjunto de súplicas a favor del mundo entero?

Porque la Iglesia quiere hacer suyas las intenciones de Cristo que, con los
brazos extendidos en la Cruz, estuvo ofreciendo su vida y orando por todas las
necesidades de sus hermanos los hombres.

7.- ¿Cuál es el significado de la Adoración de la Cruz?

No podemos pensar en Cristo sin la cruz ni en la cruz sin Él, por eso decimos
que vamos a adorar la cruz; claro que nuestra adoración no es al palo, sino a
Jesús colgado de ella, en la máxima prueba de su amor. La cruz y el amor de
Cristo son uno. Adorar la cruz es haber descubierto el amor de Jesús y
arrodillamos humildes y asombrados ante Él.

8.- ¿Cuál es el significado especial que le debemos dar a la Sagrada Comunión


en este día?

Comulgamos para pedirle a Cristo la fuerza para cargar la cruz que el amor al
prójimo nos echa a cuestas cada día.

9.- ¿Qué queremos celebrar con la Procesión del Silencio?

Queremos unirnos a todos los hombres que están prolongando en su vida la


Pasión y Muerte de Cristo; por eso se puede decir que esta celebración es una
celebración cívica de nuestra fe.

10.- ¿Qué celebramos en el Rosario de Pésame a la Virgen María?

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Reconocemos el gran dolor de María ante su Hijo sufriente y le agradecemos
ese dolor que, unido al de su Hijo, sirvió también para nuestra salvación.

SABADO SANTO
1. -¿Qué celebramos el Sábado Santo?

El Sábado Santo celebramos la resurrección de Cristo, que no es un simple


volver a esta vida, sino el inicio de la vida eterna plenamente gloriosa.

2.- ¿Qué relación hay entre Sábado Santo y Domingo de Resurrección?

El Sábado Santo desde el atardecer y el Domingo de Resurrección son para el


cristiano "el día" de la celebración de la Fiesta de las fiestas. La celebración
hecha en la noche del sábado se llama "Vigilia Pascual", pero este nombre
despista a muchos haciéndoles pensar que el sábado se celebra algo distinto de
lo del Domingo; por eso convendría más bien que se llamara Celebración de la
Resurrección "en la vigilia" o "en el día", según corresponda. Se puede decir que
sólo tiene un sentido meramente devocional el que quien haya participado en la
Vigilia Pascual, participe también en la celebración del domingo por la mañana o
por la tarde. Por otra parte, las celebraciones de la Resurrección hechas
durante el Domingo son tan pobres en signos que los que sólo celebran la
Resurrección de esa manera, difícilmente pueden distinguir el Domingo de
Resurrección de un domingo cualquiera.

3.- ¿Con qué acciones celebramos el Sábado Santo?

Con la celebración del Fuego Nuevo, con la bendición del Cirio Pascual y la
Procesión, con varias lecturas de la Historia de la Salvación; con la bendición
del agua y la renovación de las promesas del bautismo o incluso con la
celebración de bautizos y en general, con la celebración de una Misa lo más
solemne posible.

4.- ¿Qué significa la Bendición del Fuego Nuevo?

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La Celebración del Fuego Nuevo preparada con la celebración de las tinieblas,
representa la energía y el calor de la resurrección que inició la transformación
de nuestro mundo de pecado y de muerte

5.- ¿Qué significa el Cirio Pascual?

El Cirio Pascual bendecido de forma solemnísima y honrada tan grandemente


por la iglesia en el canto llamado "Pregón Pascual" y en sus principales
celebraciones litúrgicas representa a Cristo que con su resurrección da luz y
nuevo colorido a toda la realidad humana y cósmica.

6.- ¿Cuál es el significado general de toda la serie de lecturas de la Biblia que


la iglesia propone a nuestra meditación en la Vigilia Pascual?

Todas esas Lecturas Bíblicas leídas a la luz de la resurrección adquieren un


nuevo y pleno sentido y su plena realización, por ejemplo: La narración de la
Creación (Gen 1, 1-2,2): la resurrección nos hace ver en plenitud cómo todo lo
creado por Dios "era bueno ", tan bueno que está llamado a convertirse en
"cielos nuevos y tierra nueva " y nos hace pensar, como dice San Pablo, que
todo está gimiendo en espera de que seamos hombres nuevos, resucitados. La
narración del Sacrificio de Isaac (Gen, 22, 1-13.15-18): nos dice que Dios no ha
rehusado pedirle a Cristo el sacrificio total de su vida, pero que al mismo
tiempo no lo ha dejado bajo el poder de la muerte. La narración de la Pascua
judía (Ex 14, 15-15, la): nos hace pensar en la resurrección como en un
grandioso éxodo o epopeya realizada por Dios en donde Cristo Jesús es
liberado de la muerte y nosotros con El.

La cuarta lectura nos habla de la Nueva Jerusalén (Is 54, 5-14): a partir de la
resurrección nuestra relación con Dios no debe ser de temor a un castigo
eterno y a un sufrimiento que no se acaba, sino de confianza a un amor que es
capaz de renovarnos, de embellecer nuestro ser entero, de hacernos fieles en
el amor, de darnos, en fin de cuentas, la vida gloriosa de Cristo resucitado.

La lectura de Isaías 55, 1-11, leída a la luz de la resurrección, nos hace


contemplar la eficacia de Cristo, Palabra de Dios, que vuelve a su Padre
habiendo dejado en el mundo una gran fuerza de transformación y una nueva

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vida. La profecía de Baruc (3. 9-15.32-4, 4) nos hace pensar que el seguimiento
de Cristo que es nuestra verdadera sabiduría, y la obediencia a sus mandatos
es decidirse por la vida; alejarse de El es arrojarse al poder de la muerte. La
profecía de Ezequiel (36, 16-17a. 18-28) llega a su realización máxima con la
efusión del Espíritu Santo que Cristo resucitado nos da, Espíritu que nos une,
nos purifica y pone en nosotros un corazón nuevo para amar.

7.- ¿Por qué se bendice el agua y se renuevan las promesas del bautismo en
esta fiesta de la Resurrección o por qué es un día que la Iglesia ha escogido
como muy significativo para los bautizos?

Porque en el bautismo es donde se inicia nuestra vida "eterna" de unión con


Cristo resucitado.

8.- ¿Cuál es el significado del Vialucis o Camino de la Luz?

El Vialucis o Camino de la Luz consiste en reflexionar y orar sobre catorce


momentos en que los discípulos de Jesús experimentaron su presencia
resucitada. Si reflexionamos sobre la pasión y muerte de Jesús, debemos
hacerlo mayormente sobre la resurrección, ya que este es el destino final de
Cristo y de nosotros.

9.- ¿En qué consiste el "Viacrucis Glorioso" de Cristo?

Es una práctica piadosa en la que queremos hacer nuestros los pensamientos


que seguramente tuvo María después de la resurrección, al recordar los hechos
y lugares de la pasión y muerte cíe su Hijo y lo que sobre eso le comentaban los
demás. Queremos reflexionar cómo cada hecho de la pasión se convirtió en un
motivo de gloria para Cristo Jesús, como lo reconoce la Iglesia en la misma
bendición del Cirio Pascual al decir: "sus santas llagas 'gloriosas' ".

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DOMINGO DE RAMOS

CONVOCACIÓN En algún lugar conveniente se convoca a la gente, se indica la


hora de bendición de las palmas y el inicio de la procesión hacia la capilla para
la celebración de la palabra de Dios. Se avisará a todos: hombres, mujeres y
niños que lleven palmas o cualquier ramo de flores y hojas verdes.

MATERIALES NECESARIOS

1. Agua bendita y ramos

2. Misal mensual con las lecturas propias de este tiempo

3. Copias de cantos para el Domingo de Ramos (40 copias o más)

4. 3 Copias de la lectura de Pasión del Señor de manera dialogada

5. Dos mesas: una grande y otra pequeña

6. Un mantel rojo o blanco

7. Un ambón provisional (si es posible)

8. Un crucifijo que servirá como cruz alta

9. Velas o veladoras que se utilizarán como ciriales

10. Un monitor para la celebración (puede ser alguien del equipo)

PREPARACIÓN: Tener lista el agua bendita y los ramos que llevará el ministro
y los ayudantes. Llevar: cruz alta, dos cirios o veladoras y el misal.

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COMENZAMOS…

En este día la Iglesia recuerda la entrada de Cristo nuestro Señor a Jerusalén


para consumar su misterio pascual. Por lo tanto. Se conmemora esta entrada
del Señor por medio de una procesión (primera forma), una entrada solemne
(Segunda forma) o por medio de una entrada sencilla (tercera forma). A la hora
señalada, los fieles se reúnen en un lugar adecuado, fuera del lugar hacia el
cual va a dirigirse la procesión. Muy importante explicar antes a la comunidad
de manera breve lo que se va realizar y recalcar que no se dará homilía, que al
final habrá una reflexión del día. (Esto aplica según el celebrante, se puede
encomendar un mensaje después del evangelio)

PROCESIÓN DE RAMOS

Ministro: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Queridos
hermanos: Después de habernos preparado desde el principio de la Cuaresma
con nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy nos reunimos para
iniciar, unidos con toda la Iglesia, la celebración anual de los misterios de la
pasión y resurrección de nuestro Señor Jesucristo, misterios que empezaron
con la entrada de Jesús en Jerusalén. Acompañemos con fe y devoción a
nuestro Salvador en su entrada triunfal a la ciudad santa, para que,
participando ahora de su cruz, podamos participar ahora de su gloriosa
resurrección y de su vida. Se hace una breve pausa para orar en silencio,
prosigue sin extender las manos y sin hacer la signación sobre los ramos,
diciendo: Ministro: Aumenta Señor, la fe de los que tenemos en ti nuestra
esperanza y concede a quienes agitamos estas palmas en honor de Cristo
victorioso, permanecer unidos a él para dar frutos de buenas obras. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Y, en silencio, rocía los ramos con agua bendita. Al
término de la aspersión proclama el evangelio sin signar ni besar el libro.

Ciclo A. EVANGELIO Mateo 21, 1-11

Evangelio Ministro: Escuchen, Hermanos, el santo Evangelio según San ...

No hay homilía y se dispone hacer la procesión de ramos.

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Ministro: Queridos Hermanos: Como la muchedumbre que aclamaba a Jesús,
acompañemos también nosotros, con júbilo al Señor. Y se inicia la procesión
hacia el lugar donde va a celebrarse la liturgia. Va delante la cruz adornada.
(con ramos) Al avanzar la procesión, el pueblo entona los cantos o salmos
apropiados. Salmo Responsorial (para usar mientras avanza la procesión)

R. Hosanna al Hijo de David, bendito

1.- El que viene en nombre del Señor. El Señor es la tierra y lo que ella tiene, El
orbe todo y los que en él habitan, Pues él lo edificó sobre los mares, Él fue
quien lo asentó sobre los ríos. R.

2.- ¿Quién subirá hasta el monte del Señor?, ¿Quién podrá entrar en su
recinto santo? El de corazón limpio y manos puras Y que no jura en falso. R.

3.- Ese obtendrá la bendición de Dios. Y Dios, su salvador, le hará justicia. Esta
es la clase de hombre que te buscan Y vienen ante ti, Dios de Jacob. R.

4.- ¡Puertas, ábranse de par en par; Agrándense, portones eternos, Porque va a


entrar el rey de la gloria, R.

5.- Es el Señor, fuerte y poderoso, El Señor, poderoso en la batalla. R.

6.- ¡Puertas, ábranse de par en par. Agrándense, portones eternos. Porque va a


entrar el rey de la gloria! R.

7.-Y ¿quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, El Señor,


poderoso en la batalla. R.

EN LA CAPILLA

Oración Colecta Ministro: Dios Todopoderoso y eterno, que has querido


entregarnos como ejemplo de humildad a Cristo, nuestro Salvador, hecho
hombre y clavado en una Cruz, concédenos vivir según las enseñanzas de su
pasión, para participar con él, un día, de su gloriosa resurrección. Por nuestro
Señor Jesucristo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos. Amén

LITURGÍA DE LA PALABRA Se leen las lecturas teniendo listo a los lectores:

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Ciclo A.

PRIMERA LECTURA Isaías 50,4-7

SALMO RESPONSORIAL Salmo 21

SEGUNDA LECTURA Filipenses 2,6-11

EVANGELIO Mateo 26 ,14-27, 66

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

El Evangelio de la Pasión del Señor se puede hacer de manera dialogada: +


Jesús; S: Sinagoga (discípulos, pueblo y otros personajes); C: Cronista. Cuando
se hace por tres lectores, debe reservar al ministro la parte correspondiente a
Cristo. No se hace al principio el saludo acostumbrado para Para la lectura de
la Pasión.

Ministro: Escuchen, hermanos, el santo Evangelio según San Lucas (Lc 19, 28-
40)

A continuación; el ministro prosigue con la celebración, si la explicación no fue


dada al principio, es el momento; la reflexión se hará al final de la celebración.

ORACIÓN UNIVERSAL

Monitor: Como Jesucristo oró al Padre en el momento de su máximo


sufrimiento, oremos también nosotros con toda confianza ante Dios, nuestro
Padre, pidiendo especialmente por los hombres que más comparten el
sufrimiento de Jesús, diciendo: Te rogamos Señor

-Dios se reveló sobre todo en el amor de Jesús, en su sufrimiento, en su


humillación hasta morir en la cruz. Pidamos que la Iglesia y los cristianos no
busquemos la gloria y el poder, sino el servicio humilde, atento, comprometidos
con los más necesitados, con los más pobres. Roguemos al Señor. R. Te
rogamos Señor.

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-Jesús, en la cruz, clamó al Padre con el grito del hombre que se siente
abandonado. Pidamos por las mujeres y los hombres, los niños, jóvenes o
ancianos, que se sienten solos, perdidos, abandonados, para que sepamos
portarnos con ellos como hermanos. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-Jesús fue juzgado y condenado por los poderosos. Pidamos por todos los que
tienen algún poder en la sociedad, para que luchen de verdad por la paz y la
justicia para todos los hombres, muy especialmente para los más
menospreciados y oprimidos. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-En este Domingo de Ramos, en este día en que los niños aclaman con alegría al
Señor, oremos por ellos, para que Dios bendiga su inocencia. Roguemos al
Señor. R. Te rogamos Señor.

-Y por todos nosotros, para que celebremos de tal modo estos días santos que
progresemos en nuestro camino de seguimiento de Jesucristo. Roguemos al
señor. R. Te rogamos Señor.

Ministro: Padre, tú nos has revelado la inmensidad de tu amor a través del


camino que siguió Jesús hasta la muerte. Haz que, contemplando su pasión y
muerte, compartamos más su vida nueva: aquella vida nueva que tú quieras para
todos los hombres. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén

RITO DE LA COMUNIÓN Si hay reserva de la Eucaristía y si se va a impartir


la comunión, el ministro pone el corporal sobre el altar y va por el Santísimo al
Sagrario, ya en el altar hace una genuflexión. Acción de gracias antes de la
Comunión

Ministro: Proclamemos la bondad de Dios y exaltemos su misericordia, que se


ha manifestado, en las palabras de salvación que hemos escuchado. No se debe
cantar el Santo, ni un canto que hace referencia a la ofrenda de pan y vino.

Ministro: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina


enseñanza, nos atrevemos a decir: Padre nuestro… (No se dice ni se canta el
Cordero.)

Ministro: Dense fraternalmente la paz.

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A continuación, el ministro hace genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola un
poco elevado sobre el relicario, la muestra al pueblo diciendo:

Ministro: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos
los invitados a la cena del Señor. Todos: Señor, no soy digno de que entres
en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme

El ministro comulga y dice en secreto: El cuerpo de Cristo me guarde para la


vida eterna

Se inicia el canto de comunión Después toma el relicario, se acerca a los que


van a comulgar y elevando un poco la hostia, la muestra a cada uno y dice:

- El cuerpo de Cristo –

La persona que recibe la comunión responde: Amen.

Terminada la comunión el ministro va a guardar la reserva del Santísimo,


mientras tanto se hacen unos breves momentos de silencio. En seguida el
monitor invita a la gente a dar gracias a Dios con estas u otras palabras
parecidas:

Monitor: Hemos recibido muchas bendiciones de parte de Dios, nos hemos


reunido a escuchar su Palabra, hemos recordado y celebrado juntos el triunfo
de Jesucristo nuestro Rey. Profesamos nuestra fe, nos hemos alimentado del
pan del Cielo. Por todo esto demos gracias al Padre por tantos beneficios. El
monitor invita a la gente a ponerse de pie para la oración final.

Ministro: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna. Amén. Ministro: Glorifiquen al Señor con su vida. O bien: La alegría del
Señor sea nuestra fuerza. Todos: R. Demos gracias a Dios

Se entona el canto de salida. Después el ministro, hecha la debida reverencia,


se prepara para dar la reflexión A continuación hay una alternativa de
reflexión pero es pertinente que cada coordinador prepare su reflexión usando
los materiales que se crea conveniente. Reflexión

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Hermanos: con esta conmemoración del Domingo de Ramos, estamos iniciando
la celebración de la Semana Santa, así renovamos lo que sucedió hace ya más
de dos mil años en la ciudad de Jerusalén, donde nuestro Señor Jesucristo es
recibido entre aclamaciones y un gran ambiente de entusiasmo. En este día que
es conmemorado desde tiempos muy antiguos comprende el triunfo real de
Cristo y el anunció de su Pasión. Es el cumplimiento de su Misterio Pascual. Hoy,
nosotros, para celebrar este acontecimiento de fe y devoción, hemos traído
ramos y palmas para imitar las aclamaciones y gestos de alegría que hicieron los
niños hebreos cuando salieron al encuentro del Señor y fervorosamente
cantaban: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Por eso la bendición de los ramos de este domingo, es un signo de aclamación y
de reconocimiento a Cristo como Dios que salva al hombre con su triunfo desde
la cruz; aunque el verdadero triunfo del Señor se verá cuando resucite al
tercer día después de sus padecimientos. Las maldades de nosotros lo han
llevado a la muerte en la cruz, pero Dios no permitirá esto mucho tiempo.
Nuestra participación en estos momentos nos debe ayudar a reconocer que
seguido pecamos y que continuamente nos alejamos del buen camino; todo esto
se ve con claridad cuando cometemos delitos, cuando cornos injustos con los
más pequeños, cuando nos calumniamos y nos levantamos falsos, cuando damos
malos ejemplos o nos dejamos llevar por los vicios, cuando no trabajamos como
es debido o bien cuando olvidamos nuestras responsabilidades con la familia,
los amigos, el trabajo, etc., entonces como personas individuales o como pueblo
estamos apartándonos del camino que lleva a la victoria con Jesucristo. Mejor
caminemos con Jesús hacía la nueva Jerusalén, la ciudad de Dios, donde
reinaremos con El, allá donde ya no habrá más cruz ni sufrimiento.

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GUIA PARA LAS CELEBRACIONES

 Es importante que para hacer partícipes en la celebración a todos los


asistentes, se les comparta la respuesta de la asamblea pausada y
claramente indicando cada ocasión de respuesta, y el responsorial.

Reunido el pueblo, el ministro se sitúa en su lugar. Si el Santísimo Sacramento


está reservado, hará una genuflexión. Si no lo está, hará una inclinación hacia el
altar, pero en ningún caso besará el altar.

Terminado el canto el ministro dice: MINISTRO: EN EL NOMBRE DEL


PADRE DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO.

Todos se santiguan y responden:

ASAMBLEA: AMEN

Luego el ministro saluda a los presentes diciendo:

MINISTRO: LOS SALUDO A TODOS USTEDES COMO DELEGADO DEL


PADRE (NOMBRE DEL PÁRROCO DEL LUGAR).

EN SU AUSENCIA NOS REUNIMOS PARA CELEBRAR EL DIA DEL SEÑOR,


ALIMENTANDO NUESTRA VIDA CON LA PALABRA DE DIOS Y CON EL
CUERPO DE CRISTO. ALABEMOS JUNTOS EL NOMBRE DEL SEÑOR.

ASAMBLEA: BENDITO SEAS POR SIEMPRE SEÑOR.

El ministro invita a los fieles al arrepentimiento:


MINISTRO: HERMANOS: PARA PARTICIPAR CON FRUTO EN ESTA
CELEBRACION, RECONOZCAMOS NUESTROS PECADOS.

Se hace una breve pausa en silencio. Después, hacen todos en común la


confesión de sus pecados:

ASAMBLEA: YO CONFIESO ANTE DIOS TODOPODEROSO…..

El ministro concluye con la siguiente plegaria:

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MINISTRO: DIOS TODOPODEROSO TENGA MISERICORGDIA DE
NOSOTROS, PERDONE NUESTROS PECADOS Y NOS LLEVE A LA VIDA
ETERNA.

ASAMBLEA: AMEN.

Acabado el Acto penitencial, el ministro dice:

MINISTRO: OREMOS Y todos juntos oran en silencio durante unos momentos.

Después el ministro, sin extender las manos, dice la oración colecta:

MINISTRO: DIOS TODOPODEROSO Y ETERNO, QUE HAS QUERIDO


ENTREGARNOS COMO EJEMPLO DE HUMILDAD A CRISTO, NUESTRO
SALVADOR, HECHO HOMBRE Y CLAVADO EN UNA CRUZ, CONCÉDENOS
VIVIR SEGÚN LAS ENSEÑANZAS DE SU PASIÓN, PARA PARTICIPAR CON
ÉL, UN DÍA, DE SU GLORIOSA RESURRECCIÓN. POR NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO, TU HIJO, QUE VIVE Y REINA CONTIGO EN LA UNIDAD
DEL ESPÍRITU SANTO Y ES DIOS POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS.

ASAMBLEA: AMEN.

b) Liturgia de la Palabra. Se puede comenzar con la siguiente monición:


MONITOR: NOSOTROS QUE SOMOS LA IGLESIA DEL SEÑOR, SABEMOS
QUE SOMOS EL PUEBLO DE LA NUEVA Y DEFINITIVA ALIANZA,
GRACIAS A LA PASIÓN SALVADORA DE JESÚS, LA CUAL ES REALIZADA
OBEDIENTEMENTE POR ÉL. SABEMOS LO QUE LE HA COSTADO A JESÚS,
QUIEN NO PROTEGIÓ SU CARA A LOS GOLPES Y QUE SINTIÓ EL
DESAMPARO Y LA SOLEDAD EN LA CRUZ, CON TAL DE QUE SEAMOS
HIJOS EN EL HIJO. ESCUCHEMOS CON ATENCIÓN.

Una vez hecha la monición anterior, se acerca el primer lector al ambón, para
hacer la lectura correspondiente sin decir "PRIMERA LECTURA", ni leer el
pequeño texto que la sintetiza, sino que sólo dirá: "Lectura del libro de ..." e
iniciará inmediatamente la lectura del texto bíblico correspondiente. Para
indicar el fin de la lectura, el lector dice:

LECTOR: PALABRA DE DIOS

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ASAMBLEA: TE ALABAMOS, SEÑOR

Terminada la lectura de la Palabra, el salmista se acercará al ambón para decir


el salmo correspondiente, pero sin anunciar

"SALMO RESPONSORIAL", sino que salmodiará la parte que le corresponde y


la asamblea responderá de la misma manera. Posteriormente se harán las
lecturas siguientes de igual modo que la primera. Terminada la segunda lectura,
se entonará la aclamación antes del Evangelio, ya sea salmodiada o cantada por
el coro, según la manera acostumbrada en cada ermita.

CORO: Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

SEGUNDO LECTOR: Aclamación antes del Evangelio…

ASAMBLEA: Honor y Gloria a ti, Señor Jesús

Se procede a la lectura de la Pasión del Señor. El ministro va al ambón, sin


saludar a la asamblea como el sacerdote, sin signar el libro como el sacerdote,
pero signándose el y la asamblea. El ministro dice:

MINISTRO: ESCUCHEN HERMANOS EL SANTO EVANGELIO SEGÚN


SAN…

posteriormente con la lectura. Una vez que se ha terminado la lectura, el


ministro de la Palabra dirá:

MINISTRO: PALABRA DEL SEÑOR.

Y la asamblea responderá:

ASAMBLEA: GLORIA A TI SEÑOR JESÚS.

El ministro NO debe besar el libro. Se guardan unos minutos de silencio (2 ó 3)


y se prosigue con la profesión de fe que dirá toda la asamblea. Lo inicia el
ministro de la Palabra.

MINISTRO: CREO EN UN SÓLO DIOS, PADRE TODOPODEROSO, CREADOR


DEL CIELO Y DE LA TIERRA, DE TODO LO VISIBLE Y LO INVISIBLE, CREO
EN UN SOLO SEÑOR, JESUCRISTO, HIJO ÚNICO DE DIOS, NACIDO DEL

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PADRE ANTES DE TODOS LOS SIGLOS: DIOS DE DIOS, LUZ DE LUZ,
DIOS VERDADERO DE DIOS VERDADERO, ENGENDRADO, NO CREADO, DE
LA MISMA NATURALEZA QUE EL PADRE, POR QUIEN TODO FUE HECHO;
QUE POR NOSOTROS, LOS HOMBRES Y POR NUESTRA SALVACIÓN, BAJÓ
DEL CIELO, Y POR OBRA DEL ESPÍRITU SANTO SE ENCARNÓ DE MARÍA,
LA VIRGEN, Y SE HIZO HOMBRE; Y POR NUESTRA CAUSA FUE
CRUCIFICADO EN TIEMPOS DE PONCIO PILATO, PADECIÓ Y FUE
SEPULTADO Y RESUCITÓ AL TERCER DÍA, SEGÚN LAS ESCRITURAS, Y
SUBIÓ AL CIELO, Y ESTÁ SENTADO A LA DERECHA DEL PADRE; Y DE
NUEVO VENDRÁ CON GLORIA, PARA JUZGARA A VIVOS Y MUERTOS, Y
SU REINO NO TENDRÁ FIN. CREO EN EL ESPÍRITU SANTO, SEÑOR Y
DADOR DE VIDA, QUE PROCEDE DEL PADRE Y DEL HIJO, QUE CON EL
PADRE Y EL HIJO, RECIBE UNA MISMA ADORACIÓN Y GLORIA, Y QUE
HABLÓ POR LOS PROFETAS. CREO EN LA IGLESIA, QUE ES UNA, SANTA,
CATÓLICA Y APOSTÓLICA. CONFIESO QUE HAY UN SOLO BAUTISMO
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. ESPERO LA RESURRECCIÓN DE LOS
MUERTOS Y LA VIDA DEL MUNDO FUTURO. AMÉN.

Inmediatamente después vienen las oraciones de los fieles, las que iniciará el
ministro de la Palabra:

MINISTRO: PARA QUE EN ESTA SEMANA SANTA LA IGLESIA SE


PURIFIQUE PLENAMENTE CON LA SANGRE DE CRISTO...

ASAMBLEA: POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR

MINISTRO: PARA QUE POR MEDIO DE LA REDENCIÓN DE CRISTO,


LLEGUE A TODOS LOS PUEBLOS LA PAZ Y LA SALVACIÓN...

ASAMBLEA: POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR

MINISTRO: PARA QUE TODOS LOS QUE ESTÁN UNIDOS A CRISTO POR
ENFERMEDAD Y LAS PENAS, SE OFREZCAN CON VALOR Y FORTALEZA EN
SU PASIÓN.

ASAMBLEA: POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR

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MINISTRO: PARA QUE TODOS NOSOTROS, POR MEDIO DE LA PASIÓN Y
MUERTE DE JESUCRISTO, LLEGUEMOS A LA GLORIA DE LA
RESURRECCIÓN.

ASAMBLEA: POR LA PASIÓN DE CRISTO, ¡SÁLVANOS, SEÑOR

Se pueden añadir algunas intenciones libres preferentemente de las


necesidades de la comunidad.

Terminadas, se pasa al rito de la comunión o al rito de la paz, si no hay hostias


consagradas.

TERCERA PARTE RITO DE LA COMUNIÓN

(Este rito se realiza solamente donde se tenga la reserva del Santísimo


Sacramento).

Lo que se necesita para la 1. El ministro extraordinario de la


Celebración: Comunión. (o misionero delegado)

1. El altar dignamente vestido, con 2. La asamblea reunida.


sus velas, pero sin flores por ser
Cantos a preparar:
cuaresma.
1. Cantemos al Amor de los Amores.
2. Corporal y purificador
2. Altísimo Señor.
3. El manual que estás estudiando.
3. Corazón Santo.

Quiénes la realizan:

Una vez terminadas las oraciones de los fieles, el ministro extraordinario de la


Comunión, extiende el corporal sobre el altar, se acerca al lugar donde está
reservado el Santísimo Sacramento, toma el copón, lo deposita sobre el
corporal, hace genuflexión, y puesto de rodillas entona con la asamblea:
“CANTEMOS AL AMOR DE LOS AMORES”. Terminado el canto, invita a
recitar el Padre Nuestro con las siguientes palabras:

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MINISTRO: PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN
DEL SEÑOR, HEMOS CONSEGUIDO SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL
PADRE...

MINISTRO: PADRE NUESTRO, QUE ESTAS EN EL CIELO,

ASAMBLEA: SANTIFICADO SEA TU NOMBRE; VENGA A NOSOTROS TU


REINO; HÁGASE SEÑOR TU VOLUNTAD EN LA TIERRA COMO EN EL
CIELO. DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DÍA; Y PERDONA NUESTRAS
OFENSAS, COMO TAMBIÉN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS
OFENDEN; NO NOS DEJES CAER EN LA TENTACIÓN, Y LÍBRANOS DEL
MAL. AMEN

Terminada la oración del Padre Nuestro, se invita a la asamblea a cambiar un


signo de paz con las siguientes palabras:

MINISTRO: DENSE FRATERNALMENTE LA PAZ

Todos intercambian brevemente un signo de paz según la costumbre del lugar,


manifestando la caridad común. Nunca se debe cantar o decir el "Cordero de
Dios". Terminado el signo de paz, el ministro extraordinario de la Comunión
hace genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola un poco elevada, sobre el
copón, vuelto hacia el pueblo dice:

MINISTRO: ESTE ES EL CORDERO DE DIOS QUE QUITA EL PECADO DEL


MUNDO, DICHOSOS LOS INVITADOS A LA CENA DEL SEÑOR. }La
asamblea responde:

ASAMBLEA: SEÑOR, NO SOY DIGNO DE QUE ENTRES EN MI CASA, PERO


UNA PALABRA TUYA BASTARÁ PARA SANARME.

El ministro extraordinario de la Comunión comulga diciendo en secreto: "Que el


cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna".

Inmediatamente después, toma el copón, se acerca a los que van a comulgar,


presenta a cada uno la hostia elevándola un poco y diciendo:

MINISTRO: EL CUERPO DE CRISTO.

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El que va a comulgar responde "AMEN" y recibe la hostia. Mientras el ministro
da la comunión, se entonan los cantos Eucaristicos (puede ser “Altisimo
Señor”). Terminada la distribución de la comunión, el ministro, vuelve al altar,
recoge las partículas sobrantes en el copón y se purifica los dedos si es
necesario. Después reserva el Santísimo Sacramento y hace genuflexión. Se
guarda un momento de silencio, invita al pueblo a orar y dice la siguiente
oración teniendo las manos juntas:

MINISTRO: TÚ, QUE NOS HAS ALIMENTADO CON ESTA EUCARISTIA, Y


POR MEDIO DE LA MUERTE DE TU HIJO NOS DAS LA ESPERANZA DE
ALCANZAR LO QUE LA FE NOS PROMETE, CONCÉDENOS, SEÑOR, LLEGAR,
POR MEDIO DE SU RESURRECCIÓN, A LA META DE NUESTRAS
ESPERANZAS. POR JESUCRISTO NUESTRO SEÑOR.

ASAMBLEA: AMÉN.

Terminado el rito de la Comunión se pasa al rito de despedida.

RITO DE PAZ

(Este rito se realiza en donde NO se dé la comunión).

Lo que se necesita: Quiénes lo realizan:

1. El manual que estás 1. El ministro de la Palabra


estudiando.
2. La comunidad o asamblea reunida.
Cómo realizarlo: Una vez que se han terminado las oraciones de los fieles el
ministro de la Palabra invita a la asamblea a rezar el Padre Nuestro con las
siguientes palabras:

MINISTRO: PORQUE SABEMOS QUE POR LA MUERTE Y RESURRECCIÓN


DEL SEÑOR, HEMOS CONSEGUIDO SER HIJOS DE DIOS, DIGAMOS AL
PADRE...

MINISTRO: PADRE NUESTRO…

Terminado el Padre Nuestro, el ministro de la Palabra invita a la asamblea a


darse la paz según la costumbre local, diciendo las siguientes palabras:

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MINISTRO: DÉMONOS COMO SIGNO DE COMUNIÓN FRATERNA, UN
SALUDO DE PAZ

COMUNION ESPIRITUAL

(Se puede realizar en comunidad repitiendo pausadamente)

Creo, Jesús mío, pero no pudiendo hacerlo

que estás real ahora sacramentalmente,

y verdaderamente en el cielo venid al menos

y en el Santísimo Sacramento del espiritualmente a mi corazón.


Altar.
Y como si ya os hubiese recibido,

os abrazo y me uno del todo a Ti.


Os amo sobre todas las cosas

y deseo vivamente recibirte


Señor, no permitas que jamás me
dentro de mi alma, aparte de Ti. Amén

Terminado el rito de paz se pasa al rito de despedida

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Nota: (Lunes, Martes y Miercoles). Estos días se utilizarán para las pláticas de
formación en los horarios que se establezca con la comunidad. De igual forma deben
ser utilizados para el visiteo y la integración con la comunidad: convivencias con
jóvenes, niños, etc.

Es recomendable si se ve conveniente realizar la celebración de la palabra antes o


después de los temas de la tarde (por ejemplo el de los adultos), esto con la finalidad
de que asistan más personas a las charlas de formación y una manera de concluir las
actividades del día convocando a niños, jóvenes y adultos a dicha celebración.

LUNES SANTO

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (42,1-7):

Así dice el Señor:


«Mirad a mi siervo, a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He
puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará,
no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha
vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se
quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas.
Esto dice el Señor, Dios, que crea y despliega los cielos, consolidó la tierra con
su vegetación, da el respiro al pueblo que la habita y el aliento a quienes
caminan por ella:
«Yo, el Señor, te he llamado en mi justicia, te cogí de la mano, te he formé e
hice de ti alianza de un pueblo y luz de las naciones, para que abras los ojos de
los ciegos, saques a los cautivos de la cárcel, de la prisión a los que habitan en
tinieblas».

Palabra de Dios

Salmo (Sal 26,1.2.3.13-14)

R/. El Señor es mi luz y mi salvación

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El Señor es la defensa de mí vida, mi corazón no tiembla;
¿quién me hará temblar? R. si me declaran la guerra,
me siento tranquilo. R.
Cuando me asaltan los malvados
para devorar mi carne, ellos,
enemigos y adversarios, tropiezan y
Espero gozar de la dicha del Señor
caen. R.
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
Si un ejército acampa contra mí,
ten ánimo, espera en el Señor. R.

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (12,1-11):

Seis días antes de la Pascua, fue Jesús a Betania, donde vivía Lázaro, a quien
había resucitado de entre los muertos. Allí le ofrecieron una cena; Marta
servía, y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. María tomó una
libra de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se
los enjugó con su cabellera. Y la casa se llenó de la fragancia del perfume.
Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dice:
«¿Por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios para
dárselos a los pobres?».
Esto lo dijo, no porque le importasen los pobres, sino porque era un ladrón; y
como tenía la bolsa, se llevaba de lo que iban echando.
Jesús dijo:
- «Déjala; lo tenía guardado para el día de mi sepultura; porque a los pobres los
tenéis siempre con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis».
Una muchedumbre de judíos se enteró de que estaba allí y fueron, no sólo por
Jesús, sino también para ver a Lázaro, al que había resucitado de entre los
muertos.
Los sumos sacerdotes decidieron matar también a Lázaro, porque muchos
judíos, por su causa, se les iban y creían en Jesús.

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Palabra del Señor

MARTES SANTO
Tiempo de Cuaresma.

PRIMERA LECTURA DE LA MISA

Te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín
de la tierra

Lectura del libro de Isaías 49, 1-6

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos:


Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y
pronunció mi nombre.
Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano;
me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba
y me dijo: «Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso.»
Mientras yo pensaba: «En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado
mis fuerzas», en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi
Dios.
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le
trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel —tanto me honró el Señor, y mi
Dios fue mi fuerza—: «Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de

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Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones,
para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.»

SALMO RESPONSORIAL

Salmo responsorial Sal 70, 1-2. 3-4a. 5-6ab. 15 y 17 (R/.: cf. 15)

R/. Mi boca contará tu salvación, Señor.


A ti, Señor, me acojo: no quede yo derrotado para siempre; tú que eres justo,
líbrame y ponme a salvo, inclina a mí tu oído, y sálvame. R/.
Sé tú mi roca de refugio, el alcázar donde me salve, porque mi peña y mi
alcázar eres tú. Dios mío, líbrame de la mano perversa. R/.
Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza y mi confianza, Señor, desde mi
juventud. En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me
sostenías. R/.
Mi boca contará tu auxilio, y todo el día tu salvación. Dios mío, me instruiste
desde mi juventud, y hasta hoy relato tus maravillas. R/.

Versículo antes del evangelio

Salve, Rey nuestro, obediente al Padre; fuiste llevado a la crucifixión, como


manso cordero a la matanza.

EVANGELIO DE LA MISA

Uno de vosotros me va a entregar... No cantará el gallo antes que me


hayas negado tres veces

Lectura del santo evangelio según san Juan 13, 21-33. 36-38

En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo:


—«Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo
decía. Uno de ellos, el que Jesús tanto amaba, estaba reclinado a la mesa junto
a su pecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía.
Entonces él, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó:
—«Señor, ¿quién es?»

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Le contestó Jesús: —«Aquel a quien yo le dé este trozo de pan untado.» Y,
untando el pan, se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan,
entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo:
—«Lo que tienes que hacer hazlo en seguida.»
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la
bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la
fiesta o dar algo a los pobres. Judas, después de tomar el pan, salió
inmediatamente. Era de noche. Cuando salió, dijo Jesús:
—«Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios
es glorificado en el, también Dios lo glorificara en sí mismo: pronto lo
glorificara. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Me buscaréis,
pero lo que dije a los judíos os lo digo ahora a vosotros: "Donde yo voy,
vosotros no podéis ir."»
Simón Pedro le dijo: —«Señor, ¿a dónde vas?» Jesús le respondió: —«Adonde
yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde.» Pedro
replicó: —«Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi
vida por ti.» Jesús le contestó: —«¿Con que darás tu vida por mi? Te aseguro
que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.»

Palabra del señor:

MIÉRCOLES SANTO
Tiempo de Cuaresma.
PRIMERA LECTURA DE LA MISA
No me tapé el rostro ante ultrajes
Lectura del libro de Isaías 50, 4-9a

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una
palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los

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iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la
espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba;no me
tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos.
El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes;por eso endurecí el rostro
como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.
Tengo cerca a mi defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos.
¿Quién tiene algo contra mi? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda,
¿quién me condenará? . Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL

Salmo responsorial Sal 68, 8-10. 21-22. 31 y 33-34 (R/.: 14c y b)

R/. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor.

Por ti he aguantado afrentas, la vergüenza cubrió mi rostro. Soy un extraño


para mis hermanos, un extranjero para los hijos de mi madre;porque me devora
el celo de tu templo, y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.

La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. Espero compasión, y no la


hay; consoladores, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi
sed me dieron vinagre. R/.
Alabaré el nombre de Dios con cantos, proclamaré su grandeza con acción de
gracias. Miradlo, los humildes, y alegraos, buscad al Señor, y revivirá vuestro
corazón. Que el Señor escucha a sus pobres, no desprecia a sus cautivos. R/.

Aclamación del Evangelio


Versículo antes del evangelio
Salve, Rey nuestro,
Solamente tú te has compadecido de nuestros errores.

EVANGELIO DE LA CELEBRACIÓN

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El Hijo del hombre se va, como está escrito; pero, ¡ay del que va a entregarlo!

Lectura del santo evangelio según san Mateo 26, 14-25

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos
Sacerdotes y les propuso:
—« ¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?» Ellos se ajustaron con
él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando Ocasión propicia
para entregarlo.
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le
preguntaron: —« ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó: —«Id a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi
momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos."»
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua.
Al atardecer se puso a la mesa con los Doce. Mientras comían dijo:
—«Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.» Ellos, consternados, se
pusieron a preguntarle uno tras otro: —« ¿Soy yo acaso, Señor?» Él respondió:
—«El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a entregar. El Hijo
del Hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que va a entregar al
Hijo del ¡Hombre!;más le valdría no haber nacido.»
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: —«¿Soy yo acaso,
maestro?» Él respondió: —«Tú lo has dicho».
Palabra del señor.

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JUEVES SANTO (Día de compartir)
Hoy recordamos la última cena del Jesús la víspera de su muerte… pero no es
todo.

Una meditación profunda en un día de jueves Santo debe calar mucho más
hondo en la vida del cristiano, y será mucho más que un recuerdo.
Hoy es el día del simbolismo. Es el día del Sacramento Eucarístico, el del amor.
Nosotros vivimos tan habituados al lenguaje de los signos, de los códigos, de las
claves y de las imágenes, que muchas veces ya las aceptamos rutinariamente y
no nos damos cuenta de la profundidad que encierran.

Lo más hermoso que Dios nos regala –por ejemplo el amor y la alegria, la
esperanza y la Fe- son realidades muy fuertes en nuestra vida, pero no existen
por sí mismas. No tienen rostro. Solo en el momento en que les presentamos
figura o nuestro propio rostro, se encarnan y adquieren personificación y
significado.

Esta es la belleza del “Sacramento”. Solo se hace visible cuando lo asumimos


Todo gesto, toda sonrisa, toda mirada, cualquier acción humana puede llevar
impresas la huellas del amor de Dios.

Y así en la Misa, encontramos a Cristo que quiere que volvamos a cenar en su


compañía, porque El mismo nos va a enseñar a “partir el pan”.
En este día, ÉL quiere renovar la Alianza de amor con cada uno, quiere
asociarnos a su obra Salvadora.

Todo en nuestra vida va a ser un “Partir el pan”. Unas veces estará en nuestras
manos y nos tocara repartirlo; en cambio otras veces lo recibiremos de otros,
pero siempre será compartir el amor de Cristo, compartiendo el mismo ideal,
las mismas inquietudes, las mismas fatigas… Ya no estamos solos
El sacramento de Cristo en amor y presencia Él ha querido estar con nosotros,
quedarse con nosotros para siempre bajo El Signo de Pan. Y ha querido también
que todos unidos formemos su Cuerpo Místico. Este es nuestro Jueves Santo.

38
Es la herencia que el señor nos dejó, cuando vio que había llegado su hora, y
decidió instituir la Eucaristía.

LAVATORIO DE LOS PIES E INSTITUCION DE LA EUCARISTIA

Por la tarde, en todos los templos se renovara lo que Jesús hizo y ordeno que
se continuara habiendo: hacerse servidor y lavar los pies a los hermanos y
amigos, indicando que el no vino a buscar privilegios y honores, sino a hacerse
servidor de los que le necesitaran.

El cristiano y el sacerdote tiene una vocación de servir, aun en las cosas más
sencillas, a todo prójimo. Además, como acontecimiento principal, se novará la
Ultima Cena en que Jesús nos dejó el signo de su presencia permanente entre
nosotros, en el pan y el vino. Fue la primera misa de la historia, una cena que
hace presente los signos de su muerte y resurrección, un alimento que da vida
interior, una fuente ese amor para transformar la vida personal, la familia y la
sociedad.

Toda Misa es una renovación de Ultima Cena: los discípulos de Jesús se reúnen
en torno al altar para escuchar su palabra, dar gracias al Padre del Cielo por
todos los beneficios recibidos y encontrar la fuerza necesaria para el caminar
de todos los días.

REFLEXION (personal para el misionero)

¿Con qué actitud de lo que acabo de leer, me identifico en mi servicio?

¿En qué momento de mi vida he sido Eucaristía, me he compartido a los demás?

¡MANOS A LA OBRA!

CONVOCACIÓN

A la hora más oportuna de la tarde se convoca previamente a la gente en la


capilla del lugar. Se avisará el horario de la celebración de este día.

MATERIALES NECESARIOS

• Misal con las lecturas propias • Mantel blanco


del día
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• 2 Veladoras • Agua, jabón, toalla, una jarra
y una bandeja
• 12 apóstoles
• Lectores para las lecturas
• Mesa y sillas para los
apóstoles • Materiales para la adoración
(cantos, música grabada,
• Pan y jugo de uva (u otra
reflexiones, etc.)
bebida que simule el vino)
PREPARACIÓN Se buscará, a las personas que van a ayudar en las lecturas y
en los cantos. El altar debe estar cubierto con un mantel blanco, dos ciriales o.
veladoras. Preparar las lecturas de la Palabra de Dios.

Se buscarán a doce personas (de preferencia hombres adultos que quieran


comprometerse, pero si no niños o mujeres) que serán los apóstoles en la
ceremonia del lavatorio de los pies. Se tendrá un lugar especial y visible para
los apóstoles desde el inicio de la celebración.

Tener listos: agua, jabón y toalla. Si se cuenta con reserva del Santísimo,
deberá adornarse algún lugar donde exponer el Santísimo para adorar
solemnemente hasta la media noche. Se sugiere una hora de adoración a: niños,
jóvenes, mujeres y hombres.

REALIZACIÓN

Muy importante explicar antes a la comunidad de manera breve lo que se va


realizar, que al final habrá una reflexión del día. (Esto puede aplicar según el
celebrante)

“Día del amor fraterno”

El ministro y los ayudantes entran en procesión, hacen reverencia al altar,


mientras se entona un canto apropiado. Terminando el canto de entrada, se
puede hace una monición para orientar la celebración.

Monitor: Ciclo A Jesús se sienta a la mesa con sus Apóstoles a celebrar la


última cena con ellos y les encargó que la celebrasen en el futuro en memoria
suya. Esta celebración abre el Triduo Pascual, ésta nos prepara para la

40
celebración por excelencia de los cristianos: la Vigilia Pascual, que
celebraremos, Dios mediante, el próximo sábado. Las lecturas de hoy nos
ayudarán a entender lo que Jesús hizo y nos dan las pautas para lo que
nosotros tenemos que hacer hoy. Nos ponemos de pie para comenzar cantando
con alegría mientras recibimos a los ministros de esta celebración.

Ministro: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Para el
saludo a la comunidad pueden utilizarse las siguientes fórmulas: Ministro:
Hermanos, bendigan al Señor, que nos invita benignamente a la mesa del Cuerpo
de Cristo. Todos: Bendito seas por siempre, Señor.

ACTO PENITENCIAL

Ministro: Hermanos: Para participar con fruto en esta celebración,


reconozcamos nuestros pecados. Se hace una breve pausa en silencio y
después, hacen todos en común la confesión de sus pecados:

Todos: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que


he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa,
por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a Santa María, siempre
Virgen, a los ángeles, a los santos, y a ustedes, hermanos, que intercedan
por mí ante Dios, nuestro Señor.

Ministro: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone


nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. Amén

(Se hace una breve pausa.)

Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad. R.
Señor, ten piedad.

Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo ten piedad. R. Cristo ten
piedad

Tú que estás sentado a la derecha del Padre Para interceder por nosotros: R.
Señor, ten piedad.

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El ministro concluye con la siguiente plegaria: Dios todopoderoso tenga
misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén

IMPORTANTE: No se canta el Señor ten piedad SE ENTONA EL CANTO


DEL GLORIA.

Mientras se canta, se tocan las campanas. Terminado el canto, las campanas no


vuelven a tocarse hasta la Vigilia Pascual.

ORACIÓN COLECTA

Se hace una breve pausa para orar en silencio.

Ministro: Dios nuestro, que nos has reunido para celebrar aquella cena en la
cual tu hijo único, antes de entregarse a la muerte, confió en la Iglesia el
sacrificio nuevo eterno, sacramento de su amor, concédenos alcanzar por la
participación en este sacramento, la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro
Señor Jesucristo tu hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios. Por los siglos de los siglos. Amen

LITURGÍA DE LA PALABRA

Se leen las lecturas teniendo listo a los lectores:

PRIMERA LECTURA Éxodo 12,1-18.11-14

SALMO RESPONSORIAL Salmo 115

SEGUNDA LECTURA Primera carta de San Pablo a los Corintios 11,23-26

EVANGELIO Jn. 13, 1-15 Aclamación antes del Evangelio

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús

Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros,
como yo los he amado. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús

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Ministro: Escuchen, hermanos, el santo Evangelio según

Lectura del santo Evangelio según San Juan 13, 1-15.

A continuación; el ministro prosigue con la celebración, si la explicación no fue


dada al principio, es el momento; la reflexión se hará al final de la celebración

LAVATORIO DE PIES

Las personas designadas para el rito van acompañadas por el ministro, a ocupar
los asientos preparados para ellos en un lugar visible. El ministro se acerca a
cada uno de ellos y les lava los pies y se los seca. Terminada la lectura del
evangelio, el monitor invita a la gente a que con mucha devoción participen en la
ceremonia del lavatorio de los pies Monitor: Repitiendo el gesto de Jesús en la
última Cena, ahora, el ministro lavará los pies a algunos miembros de la
comunidad. Así recordaremos el servicio y la entrega de Jesús a los hombres;
de esta manera comprenderemos el ejemplo que los cristianos debemos seguir.

A continuación, se realiza el rito del lavatorio de los pies. Los varones


designados para el rito van, acompañados por el ministro, a ocupar los asientos
preparados para ellos en un lugar visible. El ministro se acerca a cada uno de
ellos y les lava los pies y se los seca. Para esto debe estar preparado la toalla,
agua, jabón, toalla y bandeja. Se entona el canto “Un mandamiento Nuevo” u
otro que hable del amor. Terminado el lavatorio de los pies vuelven a su lugar y
continúa la oración universal. No se dice el Credo.

ORACIÓN UNIVERSAL

Monitor: Amados hermanos, al Padre, por medio de Jesucristo, quien antes de


entregarse a la muerte, nos dejó en la Eucaristía el memorial de su Pasión
diciendo: Te rogamos Señor.

-Por la Iglesia, para que no deje nunca de celebrar el memorial de la muerte y


resurrección del Señor, y haga presente en el mundo aquel amor y aquel
servicio por los cuales Jesús lo dio todo. Roguemos al Señor. R. Te rogamos
Señor

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. -Por todos los hombres y mujeres del mundo, para que vivan con aquel amor
con el cual Jesús los ama. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-Para que la semilla del amor que Dios ha sembrado en el corazón de los
hombres crezca y dé fruto. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-Por los pobres, para que encuentren en nosotros una señal eficaz de la entrega
de Jesús. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-Por los sacerdotes, para que sean fieles ministros de la Eucaristía y vivan
intensamente aquello que celebran. Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

-Por todos nosotros, para que, del mismo modo que nos hemos reunido para
participar en la cena del Señor, vivamos unidos en la caridad fraterna.
Roguemos al Señor. R. Te rogamos Señor.

Ministro: Dios nuestro, que has hecho del amor a ti y a los hombres la plenitud
de tu ley, escucha la oración que con amor te presentamos por los necesitados
del mundo entero. Por Jesucristo Nuestro Señor.

ACCIÓN DE GRACIAS ANTES DE LA COMUNIÓN

Ministro: Proclamemos la bondad de Dios y exaltemos su misericordia,


proclamemos la bondad de Dios que se ha manifestado en las palabras de
salvación que hemos escuchado. No se debe cantar el Santo, ni un canto que
hace referencia a la ofrenda de pan y vino.

RITO DE COMUNIÓN

Ministro: Antes de participar en el banquete de la Eucaristía, signo de


reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos como el Señor nos ha
enseñado: Padre nuestro…. No se dice ni se canta el Cordero.

Ministro: Dense fraternalmente la paz.

A continuación, el ministro hace genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola un


poco elevado sobre el relicario, la muestra al pueblo diciendo:

Ministro: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos
los invitados a la cena del Señor.
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Todos: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra
tuya bastará para sanarme

El ministro comulga y dice en secreto: El cuerpo de Cristo me guarde para la


vida eterna

Se inicia el canto de comunión. Después toma el relicario, se acerca a los que


van a comulgar y elevando un poco la hostia, la muestra a cada uno y dice: El
cuerpo de Cristo La persona que recibe la comunión responde: Amen.

Terminada la comunión el ministro va a guardar la reserva del Santísimo,


mientras tanto se hacen unos breves momentos de silencio.

COMUNION ESPIRITUAL

(Se puede realizar en comunidad


repitiendo pausadamente)

Creo, Jesús mío, pero no pudiendo hacerlo

que estás real ahora sacramentalmente,

y verdaderamente en el cielo venid al menos

y en el Santísimo Sacramento del espiritualmente a mi corazón.


Altar.
Y como si ya os hubiese recibido,

os abrazo y me uno del todo a Ti.


Os amo sobre todas las cosas

y deseo vivamente recibirte


Señor, no permitas que jamás me
dentro de mi alma, aparte de Ti. Amén

En seguida el monitor invita a la gente a dar gracias a Dios con estas u otras
palabras parecidas:

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

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Monitor: Señor, tú que nos permites disfrutar en esta vida de la Cena
instituida por tu Hijo, concédenos participar también del banquete celestial en
tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Posterior a esto se pueden dar los avisos generales de la comunidad.

El monitor invita a la gente a ponerse de pie para la oración final.

Ministro: El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida
eterna.

Todos: R. Demos gracias a Dios

Se entona el canto de salida. Después el ministro, hecha la debida reverencia,


se prepara para dar la reflexión.

A continuación hay una alternativa de reflexión, pero es pertinente que cada


coordinador prepare su reflexión usando los materiales que se crea
conveniente.

Reflexión: El ejemplo que realizó Jesús de lavar los pies a sus discípulos, en
realidad no es nada fácil de comprender, ya escuchamos la reacción de san
Pedro cuando se acercó a él: "Señor, ¿me vas a lavar tú a mí los pies?" Jesús
era reconocido como el Maestro, gozaba de una fama especial, eso lo sabían los
apóstoles.

Lavar los pies era un oficio que desempeñaban los criados de las casas de las
grandes familias de "alta dignidad social". No era propio de los señores un
trabajo tan "insignificante". ¿Qué pensar de Jesús cuando lavó los pies a los
apóstoles? El, siendo Rey, el Hijo de Dios, el Maestro. Lo que hizo el Señor en
realidad fue una gran enseñanza, porque en seguida les preguntó a los
discípulos: "¿Comprenden lo que acabo de hacer con ustedes? Ustedes me
llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. Pues si yo que soy el
Maestro y el Señor, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los
pies los unos a los otros.

Les he dado ejemplo, para que lo que yo he hecho con ustedes, también ustedes
lo hagan" (Jn 13, 12-15). Y para nosotros ¿qué significa lavar los pies a los

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hermanos? En nuestros días significaría vivir en disposición de cultivar la
paciencia, perdonar al enemigo, corregir fraternalmente al que ha fallado,
reconocer nuestras limitaciones, abrirse a la fraternidad y a la comunión, ver al
otro cómo es y no bajo nuestros intereses. Significa también enriquecernos
conociendo a los demás, compartiendo logros, alegrías, la lucha por la vida, etc.
Todos los cristianos tenemos la vocación de servir en cualquier trabajo o cargo
que desempeñemos. Hemos de sentir que con ello en realidad servimos .A los
demás. El verdadero servicio es desinteresado muchas veces conduce al
sacrificio, como donación a los demás.

La Eucaristía nos recuerda el servicio de la redención de Cristo a la humanidad


y nuestro compromiso por la vocación cristiana y nos prepara para una entrega
cada vez más generosa y más plena al mundo. El evangelista san Juan no nos
narra la institución de la Eucaristía, pero en su lugar nos ha dejado el
testimonio del lavatorio de los pies; esto quiere decir que la celebración de la
Eucaristía no se puede entender si no nos lleva al servicio generoso y con amor.
La segunda lectura del apóstol San Pablo nos narra el testimonio de la Ultima
Cena, donde Jesús nos dejó su presencia permanente entre nosotros- por
medio del Pan y del Vino consagrados. También instituyó, el Orden Sacerdotal,
de modo que los presbíteros cuando absuelven, bendicen, celebran la Eucaristía
y predican la Palabra de Dios, lo hacen en nombre de Cristo. Translación del
Santísimo Si se va a trasladar el Santísimo, se hace inmediatamente después
de la Oración.

Esto se tiene que planear bien. La Translación del Santísimo es opcional, y no


se debe hace cuando no hay lugar adecuado para recibirlo. Exhórtese a los
fieles, según las circunstancias, a dedicar alguna parte de su tiempo, en la
noche, a la adoración delante del Santísimo Sacramento. Se entona un canto o
plegaria eucarística (Bendito sea Dios, Altísimo Señor, Cantemos al amor de los
amores, etc.)

Alabanzas de Desagravio (al exponerlo y al retirarlo) Bendito sea Dios. Bendito


sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero
Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo
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Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea la
excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada
Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María
Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo Esposo. Bendito sea Dios
en sus Ángeles y en sus Santos. Amén.

La adoración al Santísimo se hace dejando abierto el Sagrario, no se expone en


custodia. En seguida se desnuda el altar y, si es posible, se quitan del templo
las cruces (prever quien lo hará). Si algunas no se pueden quitar, es conveniente
que queden cubiertas con un velo de color oscuro o morado. De igual forma las
imágenes de los santos. No se encenderán velas, veladoras o lámparas ante las
imágenes de los santos. Se quitan flores y arreglos. Esta adoración después de
la media noche, hágase sin solemnidad, dado que ha comenzado ya el día de la
Pasión del Señor. La adoración al Santísimo Sacramento se puede realizar por
medio de horas santas, rosarios, oraciones, meditaciones, cantos, según
convenga al equipo organizador conforme a la comunidad en donde están
sirviendo.

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VIERNES SANTO

Hoy domina el pensamiento y el sentimiento de la pasión de Cristo. Es el día de


dolor. Un día muy rico en contenidos, en personajes, y en meditación.

Si miramos a nuestro alrededor podemos constatar que el sufrimiento humano


sigue siendo una realidad en nuestro mundo ¿hay alguien que pueda decir que no
ha sufrido?

Poco o mucho, pequeña o grande, cada uno lleva en su vida una cruz que le
asemeja al Señor.

Es interesante considerar que Cristo se hizo hombre para ser en todo


semejante a sus criaturas; pero si bien no quiso probar el pecado, si quiso
participar en los sufrimientos, en las fatigas, en el dolor, de los cuales tomo
para si una buena parte, casi diríamos, la mayor parte.

Con esto, darnos ejemplo, para que aprendiéramos que en la vida humana este
aspecto es uno de los más importantes, ya que hay más dolores que gozos. Los
momentos verdaderamente felices son destellos de la luz en medio de la
oscuridad.

No siempre entendemos el “por qué” de tantos y tantos sufrimientos que


abundan en nuestros caminos, ni siquiera comprendemos por que la alegría esta
tan dosificada.

Es necesario mirar el dolor de Cristo que sufre y entender que el sentido del
dolor no se reduce a una actitud de fatalista resignación a lo inevitable, sino
que es Amor, Redención y Salvación.

El viernes Santo no es un día para llorar los sufrimientos soportados por Cristo
hace dos mil años. No es un día para asistir < un< representación de la Pasión.
No es un día para mirar en la televisión la más conmovedora “telenovela”.

El viernes santo más bien es un día para acércanos al Señor y aprender de


sufrimientos, la forma adecuada de enfrentarnos a los nuestros.

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Un día para meditar los hechos de la pasión, mirar los personajes que rodearon
y siguieron a Cristo, descubrir en qué lugar nos pide cristo que nos coloquemos
nosotros.

Hoy todavía hace falta verónicas que enjuguen y den un consuelo al dolor de un
Cristo que pasa sufriendo a nuestro lado.

Hace falta Marías y Juanes y…muchos personajes más, porque son muchos
ahora los que llevan en su carne el dolor de Cristo. Y porque hay todavía
verdugos que fustigan a latigazos a sus hermanos.

Es bueno ir la iglesia y participar en algún culto que nos enseñe a valorizar las
enseñanzas tan ricas, tan abundantes de un día como este.

Con Cristo todos será más llevadero, todo será meritorio ya que con Él y en Él
todo sufrimiento adquiere dimensiones nuevas de Redención y Santificación.

¡MANOS A LA OBRA!

Día de ayuno y abstinencia, en memoria de la muerte de Jesucristo: día de


contemplar hasta donde es capaz de llegar Dios en su amor y el hombre en su
limitación y pecado: día de pedir perdón por nuestras equivocaciones, pero día
de acercarse con inmensa confianza a quien permanece con los brazos abiertos
para levantarnos y resucitarnos.

Durante la mañana, en ninguna parte se celebra Misa, sino solo los tradicionales
Via-Crucis o las representaciones populares de la Pasión.

Por la tarde en todos los templos se lleva acabo los oficios litúrgicos que
constan de tres parte

CONVOCACIÓN

Se avisa previamente a la gente que se reúnan en la capilla a la hora acordada.


Ha de ser después del mediodía. La celebración de la Pasión del Señor, que
consta de tres partes. Liturgia de la Palabra, Adoración de la Cruz y Sagrada
Comunión. Por razones pastorales puede elegirse una hora más conveniente
para que los fieles puedan reunirse fácilmente: por ejemplo, desde el mediodía

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hasta el atardecer, pero nunca después de las nueve de la noche y que no dé
más importancia al Vía crucis que a esta celebración litúrgica que debe ser lo
principal.

Los horarios de los ejercicios piadosos han de regularse con el horario de la


celebración de la adoración de la cruz, de tal modo que aparezca claro que esta
acción está sobre el viacrucis, las procesiones de la pasión, la marcha del
silencio y el recuerdo de los dolores de la Virgen, que tampoco han de ser
descuidados dada su importancia pastoral.

MATERIAL NECESARIO

• Crucifijo para la adoración • Alcohol y algodón o paño

• Tela para cubrir la cruz • Mantel y corporal

• 2 Velas o veladoras • Lectores para las lecturas


(ensayar con anticipación)

-PRIMERA PARTE

LITURGIA DE LA PALABRA-En que se lee la historia de la Pasión como la narra


el evangelista San Juan y e hace 10 oraciones solemnes por la Santa iglesia, por
el papa, por el pueblo de Dios y sus Obispos, sacerdotes, Diáconos y Ministros,
por los Catecúmenos (los que van a ser bautizados), por la unidad de todos los
cristianos, por los judíos, por los que no creen en Cristo, por los que no Creen
en Dios, por los Gobernantes y por todos los que se encuentran en alguna
tribulación.

SEGUNDA PARTE

ADORACION DE LA CRUZ- Es una ceremonia muy sobria, pero muy emotiva.


Se presenta a la asamblea reunida, una cruz cubierta y progresivamente se va
descubriendo mientras se invita a “Mirad el árbol de la Cruz, donde estuvo
clavado Cristo, venid y adoremos” Y al tiempo que los fieles se acercan a besar

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la cruz como signo de petición, de perdón, de veneración y gratitud al salvador
del mundo.

TERCERA PARTE

SAGRADA COMUNION- Hoy en ninguna parte del mundo se celebra Misa,


desde una muy antigua tradición, pero si se aconseja insistentemente
participar de todos los frutos de la muerte de Jesucristo por medio de la
Comunión, para tener en la vida diaria los mismos sentimientos que tenía Jesús
y saber perdonar y dar la vida por quien nos necesite como Él.

Se termina toda la acción Litúrgica del viernes santo con una Oración y se deja
el Altar sin manteles, para significar que, con la muerte de Cristo, todo está de
luto y sin celebraciones. Mañana no habrá ninguna ceremonia, hasta que por la
noche se celebre la vigilia pascual de la Resurrección.

REFLEXION

¿Cómo he asumido mis sufrimientos?

¿Con qué personajes de escena me identifico y por qué?

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CELEBRACIÓN DE LA PALABRA

(Estando en la capilla)

Después de la procesión o de la entrada solemne, el ministro comienza la


celebración con la oración colecta.

Ministro: ORACIÓN COLECTA Dios Todopoderoso y Eterno, que has querido


entregamos como ejemplo de humildad a Cristo, nuestro Salvador, hecho
hombre y clavado en una cruz, concédenos vivir según las enseñanzas de su
pasión, para participar con Él, un día de su gloriosa Resurrección. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de les siglos. El pueblo responde: Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

Se leen las lecturas teniendo listo a los lectores:

PRIMERA LECTURA Isaías 50,4-7

SALMO RESPONSORIAL Salmo 21

SEGUNDA LECTURA Filipenses 2,6-11

Aclamación antes del Evangelio

R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Cristo se humilló por nosotros, y por obediencia aceptó incluso la muerte y una
muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el
nombre que está sobre todo nombre. R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

El Evangelio de de la Pasión del Señor se puede hacer de manera dialogada: +


Jesús; S: Sinagoga (discípulos, pueblo y otros personajes); C: Cronista. Cuando
se hace por tres lectores, debe reservar al celebrador la parte
correspondiente a Cristo. No se hace al principio el saludo acostumbrado para
la lectura de la Pasión del Señor. Se puede hacer de rodillas frente al altar o
de pie.

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PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO SEGÚN SAN MATEO 26, 14-
27, 66 C.

En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado Judas Iscariote, fue a los sumos
sacerdotes y les propuso: S. -« ¿Cuánto me dan si les entrego a Jesús?»

C. Ellos quedaron en darle treinta monedas de plata. Y desde ese momento


andaba buscando una oportunidad para entregárselo. El primer día de fiesta de
los panes Ázimos, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron:

S. -« ¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»

C. Él respondió: + -«Vayan a la ciudad, a casa de Fulano, y díganle: "El Maestro


dice: Mi hora está ya cerca; voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu
casa "»

C. Ellos hicieron lo que Jesús les había ordenado y prepararon la cena de


Pascua. Al atardecer, se sentó a la mesa con los Doce, y mientras cenaban, les
dijo: + -«Yo les aseguro que uno de ustedes va a entregarme.»

C. Ellos, se pusieron muy triste y comenzaron a preguntarle uno por uno:

S. -« ¿Acaso soy yo, Señor?»

C. Él respondió: + -«El que moja su pan en el mismo plato que yo, ése va a
entregarme. Porque el Hijo del hombre va a morir, como está escrito de él;
pero, ¡ay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado! Más le
valiera a ese hombre no haber nacido.» C. Entonces preguntó Judas, el que lo
iba a entregar: S. -« ¿Acaso soy yo, Maestro?» C. Jesús le respondió: + -«Tú lo
has dicho.»

C. Durante la cena, Jesús tomó un pan, y pronunciada la bendición, lo partió y lo


dio a sus discípulos, diciendo: + -«Tomen y coman. Este es mi cuerpo.» C. Luego
tomó en sus manos una copa de vino, y pronunciada la acción de gracias, la pasó
a sus discípulos, diciendo: + -«Beban todos de ella, porque ésta es mi Sangre,
Sangre de la nueva alianza, que será derramada por todos, para el perdón de
los pecados. Les digo que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día en

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que beba con ustedes el vino nuevo en el Reino de mi Padre.» C. Después de
haber cantado el himno, salieron hacia el monte de los Olivos.

Entonces Jesús les dijo: + -«Todos ustedes se van a escandalizar de mí esta


noche, porque está escrito: “Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del
rebaño”. Pero después de que yo resucite, iré delante de ustedes a Galilea.» C.
Entonces Pedro le replicó: S. -«Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca
me escandalizaré.» C. Jesús le dijo: + -«Yo te aseguro que esta misma noche,
antes que el gallo cante, me habrás negado tres veces. » C. Pedro le replicó: S.
-«Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. » C. Y lo mismo dijeron todos
los discípulos.

Entonces Jesús fue con ellos a un lugar llamado Getsemaní, y dijo a sus
discípulos: + -«Quédense aquí mientras yo voy a orar más allá.» C. Se llevó
consigo a Pedro y a los hijos de Zebedeo y comenzó a sentir tristeza y
angustia. Entonces les dijo: + -«Mi alma está llena de una tristeza mortal.
Quédense aquí y velen conmigo.» C. Se adelantó unos pasos más, se postró
rostro en tierra y comenzó a orar, diciendo: + -«Padre mío, si es posible, que
pase de mí este cáliz; pero que no se haga como yo quiero, sino como quieres
tú.» C. Volvió entonces a donde estaban los discípulos y los encontró dormidos.
Dijo a Pedro: + -« ¿No han podido velar conmigo ni una hora? Velen y oren, para
no caer en la tentación, porque el espíritu está pronto, pero la carne es débil. »
C. Y alejándose de nuevo, se puso a orar, diciendo: + -«Padre mío, si este cáliz
no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.»

C. Después volvió y encontró a sus discípulos otra vez dormidos, porque tenían
los ojos cargados de sueño. Los dejó y se fue a orar de nuevo, por tercera vez,
repitiendo las mismas palabras. Después de esto, volvió a donde estaban los
discípulos y les dijo: + -«Duerman ya y descansen. He aquí que llega la hora y el
Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los pecadores. ¡Levántense!
¡Vamos! Ya está aquí el que me va a entregar.» C. Todavía estaba hablando
Jesús, cuando llegó Judas, uno de los Doce, seguido de una chusma numerosa
con espadas y palos, enviada por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo.
El que lo iba a entregar les había dado esta señal: S. -«Aquel a quien yo le dé un
beso, ése es. Aprehéndanlo.» C. Al instante se acercó a Jesús y le dijo: S. -«
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¡Buenas noches, Maestro!» C. Y lo besó. Jesús le dijo: + -«Amigo, ¿es esto a lo
que has venido?» C. Entonces se acercaron a Jesús, le echaron mano y lo
apresaron. Uno de los que estaban con Jesús, sacó la espada, hirió a un criado
del sumo sacerdote y le cortó la oreja.

Le dijo Jesús: + -«Vuelve la espada a su lugar, pues quien usa la espada, a


espada morirá. ¿No crees que si yo se lo pidiera a mi Padre, él pondría ahora
mismo a mi disposición más de doce legiones de ángeles? Pero, ¿cómo se
cumplirían entonces las Escrituras, que dicen que así debe suceder?» C.
Enseguida dijo Jesús a aquella chusma: + -« ¿Han salido ustedes a apresarme
como a un bandido, con espadas y palos? Todos los días yo enseñaba, sentado
en el Templo, y no me aprehendieron. Pero todo esto ha sucedido para que se
cumplieran las predicciones de los profetas.» C. Entonces todos los discípulos
lo abandonaron y huyeron. Los que aprehendieron a Jesús lo llevaron a la casa
del sumo sacerdote Caifás, donde los escribas y los ancianos estaban reunidos.
Pedro los fue siguiendo de lejos hasta el palacio del sumo sacerdote. Entró y se
sentó con los criados para ver en qué paraba aquello. Los sumos sacerdotes y
todo el sanedrín andaban buscando un falso testimonio contra Jesús, con ánimo
de darle muerte; pero no encontraron muchos testigos falsos. Al fin llegaron
dos, que dijeron:

S. -«Éste dijo: "Puedo derribar el templo de Dios y reconstruirlo en tres


días."» C. Entonces el sumo sacerdote se levantó y le dijo: S. -« ¿No respondes
nada a lo que éstos atestiguan en contra tuya? C. Como Jesús callaba, el sumo
sacerdote le dijo: S. -«Te conjuro por Dios vivo a que nos digas si tú eres el
Mesías, el Hijo de Dios.» C. Jesús le respondió: + -«Tú lo has dicho. Además, yo
les declaro que pronto verán al Hijo del hombre, sentado a la derecha de Dios,
venir sobre las nubes del cielo.» C. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus
vestiduras y exclamó: S. -«Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de
testigos? Ustedes mismos han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?» C. Ellos
respondieron: S. -«Es reo de muerte.» C. Luego comenzaron a escupirle en la
cara y a darle de bofetadas.

Otros le golpeaban, diciendo: S. -«Adivina quién es el que te ha pegado» C.


Entretanto, Pedro estaba fuera, sentado en el patio. Una criada se le acercó y
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le dijo: S. -«Tú también estabas con Jesús, el Galileo.» C. Pero él lo negó ante
todos, diciendo: S. -«No sé de qué me estás hablando.» C. Ya se iba hacia el
zaguán, cuando lo vio otra criada y dijo a los que estaban ahí: S. -«También ése
andaba con Jesús, el Nazareno.» C. El de nuevo lo negó con juramento: S. -«No
conozco a ese hombre.» C. Poco después se acercaron a Pedro los que estaban
allí y le dijeron: S. -«No cabe duda de que tú también eres de ellos, pues hasta
tu modo de hablar te delata.» C. Entonces él comenzó a echar maldiciones y a
jurar que no conocía a aquél hombre. Y en aquel momento cantó el gallo.
Entonces se acordó Pedro de que Jesús había dicho: «Antes de que cante el
gallo, me habrás negado tres veces.» Y saliendo de ahí, se soltó a llorar
amargamente. Llegando la mañana, todos los sumos sacerdotes y los ancianos
del pueblo celebraron consejo contra Jesús para darle muerte.

Después de atarlo, lo llevaron ante el procurador, Poncio Pilato, y se lo


entregaron. Entonces Judas, el que lo había entregado, viendo que Jesús había
sido condenado a muerte, devolvió arrepentido las treinta monedas de plata a
los sumos sacerdotes y a los ancianos, diciendo: S. -«Pequé, entregando la
sangre de un inocente.» C. Ellos dijeron: S. -« ¿Y a nosotros qué nos importa?
¡Allá tú!» C. Entonces Judas arrojó las monedas de plata en el templo, se fue y
se ahorcó. Los sumos sacerdotes tomaron las monedas de plata y dijeron: S. -
«No es lícito juntarlas con el dinero de las limosnas, porque son precio de
sangre.» C. Después de deliberar, compraron con ellas el Campo del alfarero,
para sepultar ahí a los extranjeros. Por eso aquel campo se llama hasta el día
de hoy “Campo de sangre”. Así se cumplió lo que dijo el profeta Jeremías:
«Tomaron las treinta monedas de plata en que fue tasado aquel a quien
pusieron precio algunos hijos de Israel, y las dieron por el Campo del alfarero,
según lo que me ordenó el Señor» Comienza la lectura breve C. Jesús
compareció ante el procurador, Poncio Pilato, quien le preguntó: S. -« ¿Eres tú
el rey de los judíos?» C. Jesús respondió: + -«Tú lo has dicho.» C. Pero nada
respondió a las acusaciones que le hacían los sumos sacerdotes y los ancianos.
Entonces le dijo Pilato: S. -« ¿No oyes todo lo que dicen contra ti?» C. Pero él
nada respondió, hasta el punto de que el procurador se quedo muy extrañado.
Con ocasión de la fiesta de la Pascua, el procurador solía conceder a la multitud

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la libertad del preso que quisieran. Tenían entonces un preso famoso, llamado
Barrabás.

Dijo, pues, Pilato a los ahí reunidos: S. -« ¿A quién quieren que les deje en
libertad: a Barrabás o a Jesús, que se dice el Mesías? » C. Pilato sabía que se lo
habían entregado por envidia. Estando él sentado en el tribunal, su mujer
mandó decirle: S. -«No te metas con ese hombre justo, porque hoy he sufrido
mucho en sueños por su causa.» C. Mientras tanto, los sumos sacerdotes y los
ancianos convencieron a la muchedumbre de que pidieran la libertad de
Barrabás y la muerte de Jesús. Así, cuando el procurador les preguntó: S. -«
¿A cuál de los dos quieren que les suelte?» C. Ellos respondieron: S. -«A
Barrabás. » C. Pilato les dijo: S. -« ¿Y qué voy a hacer con Jesús, que se dice el
Mesías?» C. Respondieron todos: S. -«Crucifícalo.» C. Pilato preguntó: S. -
«Pero, ¿qué mal ha hecho?» C. Más ellos seguían gritando cada vez con más
fuerza: S. -« ¡Crucifícalo!»

C. Entonces Pilato, viendo que nada conseguía y que crecía el tumulto, pidió agua
y se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: S. -«Yo no me hago responsable de
la muerte de este hombre justo. Allá ustedes» C. Todo el pueblo respondió: S. -
« ¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!» C. Entonces
Pilato puso en libertad a Barrabás. En cambio a Jesús lo hizo azotar y lo
entregó para que lo crucificaran. Los soldados del procurador llevaron a Jesús
al pretorio y reunieron alrededor de él a todo el batallón. Lo desnudaron, le
echaron encima un manto de púrpura, trenzaron una corona de espinas y se la
pusieron en la cabeza; le pusieron una caña en su mano derecha, y
arrodillándose ante él, se burlaban diciendo: S. -« ¡Viva el rey de los judíos!» C.
Y le escupían. Luego, quitándole la caña, lo golpeaban con ella en la cabeza.
Después de que se burlaron de él, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y
lo llevaron a crucificar. Al salir, encontraron a un hombre de Cirene, llamado
Simón, y lo obligaron a llevar la cruz.

Al llegar a un lugar llamado Gólgota, es decir: «Lugar de la Calavera», le dieron


a beber a Jesús vino mezclado con hiel; él lo probó, pero no lo quiso beber. Los
que lo crucificaron se repartieron sus vestidos, echando suertes, y se quedaron
sentados ahí para custodiarlos. Sobre su cabeza pusieron por escrito la causa
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de su condena: “Este es Jesús, el rey de los judíos”. Juntamente con él,
crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda. Los que
pasaban por ahí lo insultaban moviendo la cabeza y gritándole: S. -«Tú, que
destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres el
Hijo de Dios, baja de la cruz.» C. También se burlaban de él los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos, diciendo: S. -«Has salvado a otros y no
puede salvarse a sí mismo. Si es el rey de Israel, que baje de la cruz y
creeremos en él. Ha puesto su confianza en Dios, que Dios lo salve ahora, si es
que de verdad lo ama, pues él ha dicho: “Soy el Hijo de Dios”» C. Hasta los
ladrones que estaban crucificados a su lado lo injuriaban. Desde el mediodía
hasta las tres de la tarde, se oscureció toda aquella tierra. Y alrededor de las
tres, Jesús exclamó con fuerte voz: + -«Elí, Elí, ¿lemá sabactaní?» C. Que
quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Algunos de
los presentes, al oírlo, decían: S. -«Está llamando a Elías.» C. Enseguida uno de
ellos fue corriendo a tomar una esponja, la empapó en vinagre y sujetándola a
una caña, le ofreció de beber. Pero los otros le dijeron: S. -«Déjalo. Vamos a
ver si viene Elías a salvarlo.» C. Entonces Jesús, dando de nuevo un fuerte
grito, expiró. (Todos se arrodillan, y se hace una pausa) C. Entonces el velo del
templo se rasgó en dos partes, de arriba a abajo; la tierra tembló y las rocas
se partieron.

Se abrieron los sepulcros y resucitaron muchos justos que habían muerto, y


después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se
aparecieron a mucha gente. Por su parte, el oficial y los que estaban con él
custodiando a Jesús, al ver el terremoto y las cosas que ocurrían, se llenaron
de un gran temor y dijeron: S. -«Verdaderamente éste era Hijo de Dios.» Fin
de la lectura breve C. Estaban también allí, mirando desde lejos, muchas de las
mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas
estaban María Magdalena, María, la madre de Santiago y de José, y la madre
de los hijos de Zebedeo. Al atardecer, vino un hombre rico de Arimatea,
llamado José, que se había hecho también discípulo de Jesús. Se presentó a
Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús, y Pilato dio orden de que se lo entregaran.
José tomó el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia y lo depositó en un

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sepulcro nuevo, que había hecho excavado en la roca para sí mismo. Hizo rodar
una gran piedra hasta la entrada del sepulcro y se retiró. Estaban ahí María
Magdalena y la otra María, sentadas frente al sepulcro. Al otro día, el siguiente
de la preparación de la Pascua, los sumos sacerdotes y los fariseos se
reunieron ante Pilato y le dijeron: S. -«Señor, nos hemos acordado de que ese
impostor, estando aún en vida, dijo: "A los tres días resucitaré." Manda, pues,
asegurar el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos, lo
roben y digan luego al pueblo: "resucitó de entre los muertos." Porque esta
última impostura sería peor que la primera.» C. Pilato les dijo: S. -«Tomen un
pelotón de soldados, vayan y aseguren el sepulcro como ustedes quieran. » C.
Ellos fueron y aseguraron el sepulcro, poniendo un sello sobre la puerta y
dejaron ahí la guardia. Palabra del Señor

Habiendo terminado la reflexión se guardan unos momentos de silencio. Se


inicia la oración universal.

La oración Universal se hace de esta manera: un ayudante, junto al ambón, dice


el invitatorio, en el cual se expresa la intención. Enseguida oran todos en
silencio durante un breve espacio de tiempo y luego el celebrador, de pie en su
lugar o ante el altar, dice la oración. Los fieles pueden permanecer arrodillados
o de pie durante todo el tiempo de las oraciones. Solamente el Obispo tiene
derecho a añadir alguna intención especial a la Oración Universal de este día: el
celebrador no debe cambiar esta Oración Universal. Por tanto aquí no habrá
lugar a peticiones particulares.

I. Por la Santa Iglesia

Lector Oremos, hermanos, por la Santa Iglesia de Dios, para que el señor le
conceda la paz y la unidad, la proteja en todo el mundo y nos conceda una vida
serena, para alabar a Dios Padre Todopoderoso.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo revelaste tu gloria a todas


las naciones, conserva la obra de tu amor, para que tu Iglesia, extendida por

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todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

II Por el Papa

Lector: Oremos también por nuestro santo padre el Papa Juan Pablo II, para
que Dios nuestro Señor, que lo eligió entre los obispos, lo asista y proteja para
el bien de su Iglesia, como guía y pastor del pueblo santo de Dios.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, cuya providencia gobierna todas las


cosas, atiende a nuestras súplicas y protege con tu amor al Papa que nos has
elegido, para que el pueblo cristiano, confiado por ti a su guía pastoral,
progrese siempre en la fe. Por Jesucristo nuestro señor. R. Amén

III. Por el pueblo de Dios y sus Ministros

Lector: Oremos también por nuestros obispos, Felipe, Juan y Rafael y por
todos los obispos, presbíteros, diáconos, por todos los que ejercen algún
ministerio en la Iglesia y por todo el pueblo de Dios.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que con tu Espíritu santificas y


gobiernas a toda tu Iglesia, escucha nuestras súplicas y concédenos tu gracia,
para que todos, según nuestra vocación, podamos servirte con fidelidad. Por
Jesucristo, nuestro Señor R. Amén

IV. Por los catecúmenos

Lector: Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo, para que
Dios nuestro Señor les conceda vivir sinceramente lo que profesan y se digne a
reunirlos para siempre en un solo rebaño, bajo un solo pastor.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que sin cesar concedes nuevos hijos a tu
Iglesia, aumenta en los catecúmenos el conocimiento de su fe, para que puedan

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renacer por el bautismo a la vida nueva de tus hijos de adopción. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

V. Por la unidad de los cristianos

Lector: Oremos también por todos los hermanos que creen en Cristo, para que
Dios nuestro Señor les conceda vivir sinceramente lo que profesan y se digne
reunirlos para siempre en un solo rebaño, bajo un solo pastor.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, tú que reúnes a los que están dispersos
y los mantienes en la unidad, mira con amor a todos los cristiano, a fin de que,
cuantos están consagrados por un solo bautismo, formen una sola familia, unida
por el amor y la integridad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

VI. Por los Judíos

Lector: Oremos también por el pueblo judío, al que Dios se dignó hablar por
medio de los profetas, para que el Señor le conceda progresar continuamente
en el amor a su nombre y en la fidelidad a su alianza.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que prometiste llenar de bendiciones a


Abraham y a su descendencia, escucha las súplicas de tu Iglesia, y concede al
pueblo de la primitiva alianza alcanzar la plenitud de la redención. Por
Jesucristo, nuestro Señor. /R. Amén

VII. Por los que no creen en Cristo

Lector: Oremos también por los que no creen en Cristo, para que, iluminados
por el Espíritu santo, puedan encontrar el camino de la salvación.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, concede a quienes no creen en Cristo


buscar sinceramente agradarte, para que encuentren la verdad; y a nosotros
tus fieles, concédenos progresar en el amor fraterno y en el deseo de

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conocerte más, para dar al mundo un testimonio creíble de tu amor. Por
Jesucristo, nuestro Señor. R. Amén

VIII. Por los que no creen en Dios

Lector: Oremos también por los que no conocen a Dios, para que obren siempre
con bondad y rectitud y puedan llegar así a conocer a Dios.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, que has hecho a los hombres en tal
forma que en todo, aun sin saberlo, te busquen y sólo al encontrarte hallen
descanso, concédenos que en medio de las adversidades de este mundo, todos
reconozcan las señales de tu amor y, estimulados por el testimonio de nuestra
vida, tengan por fin la alegría de creer en ti, único Dios verdadero y padre de
todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor. /R. Amén

IX. Por los Gobernantes

Lector: Oremos también por los jefes de Estados y todos los responsables de
los asuntos públicos, para que Dios nuestro Señor les inspire decisiones que
promuevan el bien común, en un ambiente de paz y libertad.

Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, en cuya mano está mover el corazón de


los hombres y defender los derechos de los pueblos, mira con bondad a
nuestros gobernantes, para que, con tu ayuda, promuevan una paz duradera, un
auténtico progreso social y una verdadera libertad religiosa. Por Jesucristo,
nuestro Señor. R. Amén

X. Por los que se encuentran en alguna tribulación

Lector: Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que se libre al


mundo de todas sus miserias, de salud a los enfermos y pan a los que tienen
hambre, libere a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos, conceda
seguridad a los que viajan, un pronto retorno a los que se encuentran lejos y la
vida eterna a los moribundos.

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Se ora un momento en silencio. Luego prosigue el celebrador.

Ministro: Dios todopoderoso y eterno, consuelo de los afligidos y fortaleza de


los que sufren, escucha a los que te invocan en su tribulación, para que
experimenten todos la alegría de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro
Señor. R. Amén

RITO DE LA ADORACIÓN DE LA CRUZ

Primera forma: quitando el velo poco a poco ante el altar

Se lleva al altar la cruz, cubierta con un velo y acompañada por dos acólitos con
velas encendidas. El celebrador, de pie ante el altar, recibe la cruz descubre un
poco su extremo superior, la eleva y comienza a cantar el Invitatorio “Mirad el
árbol de la cruz”, cuyo canto prosigue juntamente con el coro.

Todos responden: “venid y adoremos”

Terminado el canto, todos se arrodillan y adoran en silencio, durante algunos


instantes, la cruz que el celebrador, de pie, mantiene en alto.

En seguida el celebrador descubre el brazo derecho de la cruz, y elevándola de


nuevo, comienza a cantar (en el mismo tono que antes) el invitatorio “Mirad el
árbol de la Cruz”, y se prosigue como la primera vez.

Finalmente descubre por completo la cruz, y volviéndola a elevar, comienza por


tercera vez el invitatorio “Mirad el árbol de la Cruz”, como la primera vez.

Enseguida, acompañada por dos acólitos con velas encendidas, el celebrador


lleva la cruz a la entrada del presbiterio a otro sitio adecuado y la coloca ahí, o
la entrega a los acólitos para que la sostengan, y se colocan las dos velas
encendidas a los lados de la cruz.

Se hace luego la adoración de la Santa Cruz como se indica más abajo.

Segunda forma: procesión con la cruz sin velo

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El celebrador, el monitor y otra persona, van a la puerta de entrada del templo,
allí el Celebrador recibe la cruz entran en procesión con las dos velas
encendidas una a cada lado.

Cerca de la entrada el ministro levanta la Cruz y canta o recita:

Mirad el Árbol de la Cruz donde estuvo clavado Cristo, el Salvador del mundo.

El pueblo responde: Venid y adoremos.

La gente se arrodilla después de la respuesta y adoran un momento en silencio.

Se repite lo mismo a la mitad del templo y frente al altar. Enseguida se coloca


la cruz a la entrada del presbiterio o frente al altar y se ponen a sus lados las
velas encendidas. Para esto se debe tener previsto el lugar. Después el monitor
invita a la gente a formar filas para pasar a adorar la cruz de la siguiente
manera: estando frente a la cruz se hace una genuflexión se besa (según la
costumbre del lugar). Mientras es la adoración de la cruz se entonan cantos
apropiados, por ejemplo: Pueblo mío, Postrado ante la cruz, Oh Cruz fiel, Nadie
te ama como yo u otro que haga referencia al sacrificio de Jesús en la Cruz.

Terminada la adoración, la cruz se lleva a un lugar visible y se colocan veladoras


a los lados.

RITO DE LA COMUNIÓN

Terminada la oración de los fieles (si hay reserva de la Eucaristía y si se va a


impartir la comunión), el ministro pone el corporal sobre el altar y va por el
Santísimo al sagrario, ya en el altar hace una genuflexión.

Acción de gracias antes de la Comunión

Ministro: Proclamemos la bondad de Dios y exaltemos su misericordia, que se


ha manifestado, en las palabras de salvación que hemos escuchado.

A continuación se hace la acción de gracias y adoración al santísimo con un


canto apropiado. No se debe cantar el Santo, ni un canto que hace referencia a

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la ofrenda de pan y vino. Después el celebrador, de pie, inicia la oración del
Padre Nuestro:

Ministro: Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina


enseñanza, nos atrevemos a decir:

Todos: Padre nuestro……

Ministro: Dense fraternalmente la paz.

A continuación, el celebrador hace genuflexión, toma la hostia y, sosteniéndola


un poco elevada sobre el copón, la muestra al pueblo diciendo:

Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del Señor

El celebrador dice junto con el pueblo:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará
para sanarme

Si también el celebrador comulga, dice en secreto:

El cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna

Se inicia el canto de comunión y el monitor exhorta a los fieles a recibir el


cuerpo del Señor.

COMUNION ESPIRITUAL

(Se puede realizar en comunidad


repitiendo pausadamente)

Creo, Jesús mío, y en el Santísimo Sacramento del


Altar.
que estás real

y verdaderamente en el cielo
Os amo sobre todas las cosas

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y deseo vivamente recibirte espiritualmente a mi corazón.

dentro de mi alma, Y como si ya os hubiese recibido,

pero no pudiendo hacerlo os abrazo y me uno del todo a Ti.

ahora sacramentalmente,

venid al menos Señor, no permitas que jamás me


aparte de Ti. Amén

Oración después de la Comunión

Oremos

Dios todopoderoso y eterno, que nos ha redimido con la gloriosa muerte y


resurrección de Jesucristo, por medio de nuestra participación en este
sacramento prosigue entre nosotros la obra de tu amor y ayúdanos a vivir
entregados siempre a tu servicio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

El pueblo responde: Amén.

Al terminar se avisa a la gente el horario para la celebración de la Vigilia del


Sábado por la noche:

Se sugiere que todos traigan una vela (recordar que el equipo debe llevar por
lo menos una caja).

Ponerse de acuerdo para la convivencia Pascual

Después el celebrador invoca la bendición de Dios y se santigua, diciendo:

El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

O bien:

El señor omnipotente y misericordioso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos


bendiga y guarde.

Todos responden: Amén.

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Luego el celebrador despide al pueblo diciendo:

Glorifiquen al Señor con su vida. Pueden ir en paz.

Todos responden:Demos gracias a Dios

Para finalizar, el ministro y sus ayudantes hacen reverencia al altar. Todos se


retiran en silencio (No hay canto de salida). A su debido tiempo se desnuda el
altar.

VIACRUCIS
Es el camino doloroso que Jesús recorre, durante su Pasión.

Dispongámonos a recorrer el camino más difícil e incomprensible de la vida de


Jesús sigamos a Jesús llevando nuestra Cruz, marcada con su Sangre y con su
Amor.

Vamos a prepararnos a revivir la prueba de definitiva del Amor infinito del hijo
en favor de la humanidad.

1° ESTACION: JESUS ES CONDENADO A MUERTE:

Jesús ha sido azotado y coronado con espinas, humillado y torturado, ahora


Pilatos injustamente lo condena a morir en la Cruz “¡Iras a la Cruz!”.

Jesús acepta la sentencia de muerte.

Cristo ¿Qué has hecho? ¿qué delito tan grande has cometido, que te condenan
a morir? NINGUNO.

Lo único que tú has hecho, son obras buenas: dar la vista a los ciegos escuchar
a los sordos, salud a los enfermos de toda clase. Dar de comer al hambriento,
consolar al triste, socorrer al necesitado.

Cristo tú no vas a morir al calvario por delitos propios, vas por nuestros
delitos, vas por nuestros pecados, vas por nuestros odios y nuestros

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escándalos, impurezas, nuestra avaricia y envidia, por tantos pecados de
nuestra vida.

Por esos pecados estamos condenado a muerte eterna y tú, movido de la más
honda compasión y del más fino amor te ofreciste a morir por nosotros, para
salvarnos.

Yo juntamente con Pilatos, firme con mis pecados tu sentencia de muerte.

SIMBOLO: vamos a cerrar los ojos para poder imaginarnos que nosotros con
nuestros pecados firmamos con Pilatos la sentencia de muerte. Condenamos a
Jesús a morir canto

2° ESTACION: JESUS CON LA CRUZ ACUESTAS

Jesús acepta su cruz.

Después de haber derramado mucha sangre en el huerto, en la flagelación, en


la coronación de espinas, después de una noche de malos tratos, la cruz es
colocada sobre los hombros de Cristo y debe llevarla al Calvario. Cristo sabe y
confía que por este acto Dios su padre va a demostrar su amor por la
humanidad, por eso la asume, la abraza reconociendo en ella los sufrimientos de
tantos hermanos, y él los carga para quitarles el peso a los que mucho han
sufrido por la pobreza, las injusticias, las enfermedades. Reciben con amor el
madero que pesa por mis pecados, mis injusticias, mis miserias, mis faltas las
que cometo y no las redimo. Cristo las paga por mi ¿no es eso ser verdugo de
Cristo? ¿No deberíamos ser más bien sus amigos?

SIMBOLO: por parejas pónganse de espaldas y recárguense unos con otros


dejando caer el peso sobre el de atrás, experimentando su peso,
experimentando la cruz de los demás. Ese peso que sientes, es solo la cruz tuya
y la de tu hermano, no se compara con la de Cristo, pues en esa, van todas las
cruces del ser humano.

CANTO:

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3° ESTACION JESUS CAE POR PRIMERA VEZ

Muchos brazos se extienden hacia Él, pero ninguno para ayudarlo.

Mira como lo tratan, los verdugos lejos de tener compasión, lo obligan a


levantarse con burlas y humillaciones, con gritos, con golpes.

Los verdugos somos nosotros, hemos obligado a Jesús con nuestros pecados, a
que se arrastre como un gusano por el suelo, cuántas veces hemos pecado y no
le damos importancia, nos reímos y hasta en ocasiones presumo mi pecado,
como si fuera un gran logro, pareciera que pecamos y no nos pasa nada, pero si
le sucede algo a Jesús con nuestros pecados.

Muchas veces a lo largo de nuestro camino nos encontramos a personas que


caídas sufren, están desalentadas, abatidas por la pobreza, por la soledad y
por otros muchos sufrimientos ¿Qué aremos para levantar a Cristo caído en las
personas de aquellos que sufren o se encuentran solos?

Jesús debilitado por todo su sufrimiento, tropieza y cae en el camino al


calvario. Lucha y se levanta a pesar de todo y continua hacia su muerte.

SIMBOLO: Vamos a dejarnos caer de rodillas. Tratemos de experimentar los


que Jesús sintió en esos momentos…

Canto:

4° ESTACION: JESUS ENCUENTRA A SU MADRE:

Jesús encuentra a su Madre María en el camino. Él sangra y ella tiene el


corazón adolorido y traspasado por verlo así. Es un encuentro de corazones
unidos en la misma Causa.

Contemplemos a Cristo ante su madre llorando; contempla a su madre llorando


ante su hijo desfigurado y escarnecido. Los ojos llenos de llanto de María. El
polvo, el sudor, la sangre, pero aun así no se deja de mirar en lo más íntimo de
sus corazones.
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María ¿Cómo es posible que mires este espectáculo sangriento, cuando no hace
mucho tu Hijo triunfaba en el mundo y movía corazones con su vida y
predicación y míralo ahora…

SIMBOLO Y REFLEXION: debe ser muy duro mostrar a una madre un rostro
desfigurado de un hijo…Y tú ¿alguna vez has hecho llorar a tu madre? ¿Te ha
visto desfigurado(a) alguna vez quizás no por golpes, sino porque por tu mal
actuar no se te alcanza a reconocer la bondad que vio en ti cuando eras
pequeño(a)? vamos a sentarnos y a pensar las veces que hemos hecho sufrir a
nuestra Madre.

Canto

5° ESTACION: EL CIRENEO AYUDA A JESUS A LLEVAR LA CRUZ

Temiendo que Jesús muriera antes de llegar al Calvario, y no podrían ponerlo


vivo en la cruz, obligaron a un hombre llamado Simón de Cirene para que
ayudara a Jesús a cargar con la cruz.

Pesada e infame era la cruz cuando habiendo tantos hombres a quienes Jesús
alimento y sano, nadie se ofreció a ayudarle.

Feliz suerte la tuya Cireneo. Quizás antes de abrazar esa cruz le pareció muy
pesada, pero después quien sabe la dulzura que pudo haber experimentado
aquel hombre.

Todos tenemos que ser Cireneos. Todos tenemos que ayudar a llevar la cruz.

Lo que hace falta es que llevemos con Jesús y por Él, pues solo así esa cruz se
convierte en salvación.

“El que quiera seguirme dice Jesús que tome su cruz y me siga”

Dulce redentor mío, aquí estoy yo también quiero ser Cireneo, yo también
quiero llevar con ánimo la cruz.

SIMBOLO: Pónganse de pie frente a alguien y mírense a los ojos. Mira a Jesús
en tu hermano, de esa manera lo ayudaremos con la cruz…Sin embargo en esta

71
comunidad hay muchas situaciones que hacen sufrir a mas hermanos piensa
¿qué puedes hacer para cargar con esos sufrimientos?

Canto

6° ESTACION: LA VERONICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESUS

Iba Jesús con el rostro desfigurado por el polvo mesclado con sudor y sangre,
que le dejaron nuestros pecados, cuando una mujer llamada verónica, movida
por la compasión, atraviesa por en medio de la multitud, incluso pasa por en
medio de los soldados, y acercándose a cristo le limpio el rostro con piadosa
ternura y solidaridad.

Valiente mujer que, sin hacer caso al “que dirán” consuela a Cristo.

Hoy el hombre no quiere comprometerse por temor al qué dirán, por temor a la
burla. No solo no se acercan a Dios, si no que se van lejos de él, lejos de los
sacramentos, de la iglesia incluso algunos, o porque no le digan con burla “ya
pareces padrecito”, prefieren nunca acercarse a la iglesia, prefieren lo
mundano.

Somos cobardes, no nos atrevemos a confesar a Jesús ante los hombres, no


nos atrevemos a salir al camino como la Verónica y limpiar su rostro, no me
atrevo a ser piadoso ante los demás; no me atrevo a ser misericordioso,
limpiando el rostro de Cristo, en todos los que sufren.

Limpia el rostro de Cristo con tus lágrimas y con tu amor. Él te lo agradecerá,


que el señor estampe en tu corazón su imagen. Solo así entraremos en el reino
de los cielos.

Oh dulce redentor. Quiero consolarte. Quiero acercarme a ti para no


apartarme jamás. Detesta mi cobardía para que ante el mundo te proclame a ti.

SIMBOLO: Con respeto, pon tu mano en el rostro de tu


compañero(a)…Experimenta como puedes ser limpiar el rostro de Dios en los
Hermanos que sufren, en tu hermano.

Canto

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7° ESTACION: JESUS CAE POR SEGUNDA VEZ

Era tanto el agotamiento de Jesús que sin poder evitarlo, volvió caer, por
segunda vez humillado, cae a los pies de los soldados, sus verdugos lo obligan a
seguir hacia el calvario, sin compasión alguna descargan en el su ira y su
crueldad.

Oh Dios mío, pero… ¿no eres tú el rey de los cielos y de la tierra? ¿No está
escrito que los ángeles cuidaran de ti para que no tropieces? ¿Cómo pueden
hacerte esto, como pueden tratarte así los verdugos? ¿Cómo vuelves a besar el
suelo?

¡Ah ya lo sé, lo que pasa es que nos amas demasiado, yo he tocado lo más bajo,
incluso más allá del suelo con mis p

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74
ecados, y tú has caído en tierra por el amor que nos tienes, para que no llegue a
nosotros la condenación! Callo tu gran misericordia para que se levantara mi
gran Miseria.

Gracias dulce redentor mío, no quiero que vuelvas a caer, ayuda señor mi
debilidad para que ya no vuelva a pecar.

SIMBOLO: Caigamos de rodillas otra vez, la Cruz es más pesada con nuestros
pecados

75
Canto

8° ESTACIÓN: JESUS SE ENCUENTRA CON LAS MUJERES DE


JERUSALEN

Jesús nos pide compasión por él. De nada sirve lamentarse por los sufrimientos
de los demás si no hacemos algo por ellos, algo concreto. Cristo no se sometió
al sufrimiento solo de manera aparente, o para buscar la compasión, si no que
acepto el dolor y lo amo para enseñarnos que por la cruz y el dolor se llega a la
resurrección.

Llorar por nuestros pecados que son la causa de nuestra condenación y muerte.
Cuándos lloran al paso de Jesús y que pocos lo siguen. Cuantos sarmientos
secos de viña y pocos vivos y doblados por el peso de los frutos. Pecamos con
tanta facilidad que en ocasiones no sirve de nada llorar si no se acompaña de
obras que muestren solidaridad y misericordia.

Señor que nosotros sepamos asumir una actitud de Fe, amor y esperanza
frente a nuestro sufrimiento ay al de los demás. Mírame corrígeme. Sabes mi
debilidad que me tiene al marguen de tu camino. Dime como a Lázaro:
“Levantanté y anda”.

SIMBOLO: De pie. Piensa cual pecado es más grande en tu vida y que no lo


puedes vencer. Pídele a Dios perdón.

Canto

9°ESTACION: JESUS CAE POR TERCERA VEZ

Estaba ya Jesús junto a la cumbre del calvario, cuando volvió a caer por
tercera vez.

Contemplemos a Dios caído de nuevo en tierra, cubierto de polvo y sangre por


nosotros. Tercera vez oh hermanos, con sus duras caídas pretende Jesús
resucitar a las nuestras. Y por qué hemos caído tantas veces en pecado, por

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eso Jesús vuelve a caer una y otra vez ¡oh hermanos, Jesús sabe ser constante
en el sufrir! ¡Oh hermanos nosotros sabemos ser constantes en el pecar!

Cristo a prometido subir al calvario y al calvario llegara.

Nosotros en cambio prometemos seguirle, y ¡Que pronto nos volvemos a tras!


En cuanto hacemos un propósito, al instante lo quebrantamos, olvidando lo que
prometimos; así no nos salvaremos, solo el que persevere hasta el fin ese será
coronado.

Jesús cuando veas que me sumerjo perdiendo la confianza, que tus manos me
tomen, que tus manos me digan: “Hombre de poca fe ¿por qué dudas?”
concédeme que me levante de una vez para siempre. Hazme que suba contigo
hasta la cumbre del calvario, y que suba contigo a la cruz para escalar el reino
de los cielos.

SIMBOLO: Caigamos de rodillas con las manos en la cara inclinados hasta el


suelo.

Canto

10° ESTACION: DESPOJAN A JESUS DE SUS VESTIDURAS

Jesús termina de recorrer el camino que lo conduce hasta el lugar de su


martirio final. Los verdugos quitan furiosamente su túnica a Jesús que se le
nota agotado, y al arrancarle la túnica pegada las llagas se renueva la carnicería
y el dolor.

Tortura indescriptible la de Cristo en aquellos momentos, el hijo purísimo de la


Virgen Pura; el Castísimo Jesús, esplendor de la Gloria del Padre y presencia
del Amor Divino en el mundo, queda desnudo ante el público y sus enemigos lo
humillan hasta el último.

El sol niega su luz para no ilumina tanta afrenta, y la tierra tiembla ante tanto
delito ¿¡nosotros pecadores no temblamos!? Jesús calla, no se queja ni se
altera ha aceptado todo esto por amor. Nosotros en cambio, a veces aceptamos

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el dolor solo de dientes para afuera, pero cuando llega nos asustamos y nos
volvemos atrás, nos quejamos, nos alteramos y ponemos el grito en el cielo,
llegando incluso con derecho a reclamarle a Dios y a culparlo por ese momento
de dolor.

Jesús desposado, sin nada de ropa; Jesús pobre, yo rico, esplendido, por mis
culas y mis malos deseos, y por mis codicias y mis injusticias, Jesús padece
pobreza, deshonra, soledad.

SIMBOLO: Vamos a quitarnos una prenda como señal de renunciar al pecado y


a todo lo que nos esclaviza.

Canto

11°ESTACION: JESUS ES CLAVADO EN LA CRUZ

Ha llegado el momento más doloroso de Cristo: ser clavado en la Cruz.

A pesar de ser tratado con tanto odio y desprecio, Jesús encuentra palabras
de perdón para los responsables de su muerte: “padre perdónalos, porque no
saben lo que hacen.”

Y para ser más palpable su amor y su perdón, nos regala a su madre, para que
ella nos guie hacia Dios. Una herencia de perdón y de amor.

Extiende sus manos. Las mismas con las que repartió tantas bendiciones las
mismas que dieron tantos regalos, las que curaron tantos enfermos, esas
mismas manos, ahora son traspasadas por desgarrantes clavos que no salvajes
martillazos, rasgan nervios y venas, trituran huesos y dejan salir sangre a
montones.

Clavan ambas manos, no ha terminado el terrible tormento. Se oyen nuevos


martillazos y también aquellos pies que buscaron por caminos escabrosos y Pol
vientos a la oveja pérdida, quedan clavados en el madero.

Ya está sujeto Jesús; clavadas las manos, y así no puedan vengarse y clavados
los pies para no escapar.Ya no se oyen martillazos, pero su eco sigue sonando en

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los oídos de la virgen madre, cuyo corazón se siente traspasado también con
invisibles clavos, con afiladas espadas de dolor.

Por las malas obras de mis manos, por los malos pasos de mis pies, están tus
manos y pies clavado en la cruz.Quiero llorar de vergüenza por haberte clavado
por mis culpas y pecados, no quiero pecar más.

SIMBOLOS: Clava en la Cruz ese pecado que no te deja en paz. (Aquí se


requerirá una cruz de madera ya se hecha por ellos mismos o los
organizadores)

Canto

12°ESTACION: JESUS MUERE EN LA CRUZ

Jesús muere para salvarnos, para quitar de nosotros la muerte eterna


merecida por el pecado.

Que alta, que profunda, que ancha es la cruz de Jesucristo. Mayor es su


infinito amor. Dijo él mismo que nadie ama tanto a sus, amigos como el que da la
vida por ellos. Pero el amo a un más pues la dio por sus enemigos. Era yo su
enemigo por el pecado y, sin embargo, me ama y se entregó a la muerte por mí.

¿Quién nos ha amada tanto? ¿Nuestros amigos? ¿Nuestros hermanos?


¿Nuestros padres o alguien más se dejarían azotar por mí? ¿Se dejaría morir
por mí?... Esto lo ha hecho del modo más perfecto Jesús, lo hace porque nos
ama, y ¡cuando nos ama!

Contemplemos a nuestro amigo, a nuestro Rey, a nuestro hermano, a nuestro


Dios muerto por nosotros.

Jesús ha muerto por amor. Abrázate al madero en el que con nuestros pecados
crucificamos a Dios. Sube a la cruz que es la única escalera por cuyos peldaños
se escala a la salvación.
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Todo lo había consumado nada más podía ser ya. ¿Nos parece poco esto? Según
lo que se puede ver: si nos parece poca sin duda; porque aún seguimos pecando
y pecando, nos parece poca la sangre y la muerte de Dios.

Señor ayúdanos a comprender que morir no es quedar muertos si no vivir


plenamente.

SIMBOLO: Siéntate y mira hacia el cielo pidiendo perdón por la muerte de


Cristo

Canto

13°ESTACION: JESUS ES PUESTO EN EL SEPULCRO

Después que la virgen dolorosa hubo regado con abundantes lágrimas el cuerpo
de su hijo Jesús, fue envuelto en vuelto en una sábana y fue colocado en el
Sepulcro. El Sepulcro del señor es una urna de esperanza. Es silencio
prometedor de victoria; es ansia de Resurrección.

Hermano, hermana, ¿Eres capaz de decir que no tenemos culpa en la muerte de


Jesús? Nosotros le hemos matado, nosotros le hemos llevado al sepulcro,
después de la Cruz.

Oh triste madre que sola te quedas, yo te prive de tu hijo me pesa aceptarlo,


quisiera ser el consuelo de tu corazón y de tanta soledad. Quisiera llenar en
alguien ese vacío, perdonando y amando como tu hijo Jesús.

SIMBOLO: Ahora pensemos en una persona que necesitamos perdonar.

Que nuestra decisión de perdonarla sea uno de los modos en que puedo reparar
mi falta ante María y Jesús. Decidamos perdonar a esa persona.

Canto

80
SABADO SANTO
CONVOCACIÓN
Se avisará a la gente que se reúnan a la hora más conveniente después de a
puesta del sol. El lugar de la reunión es en la entrada de la capilla. Todas las
familias con sus velas. Se avisará a la gente que en esta noche celebramos la
fiesta más grande del año y que vale la pena desvelarse. En una cartulina se
avisará la hora en que va a comenzar la Vigilia Pascual.

MATERIALES NECESARIOS:
• Agua bendita • Flores, globos, adornos para
• 2 cajas de velas partidas a la la capilla
mitad • Mantel blanco para el altar
• Lectores ensayados • Leña para el Fuego Nuevo
• Cirio Pascual arreglado como • Todo para la convivencia:
lo indica el misal pedir a la gente que prepare comida,
• Cartulina para letreros agua; preparar cantos, juegos, etc

.PREPARACIÓN

 Se nombrará una comisión para adornar el lugar con flores, suficiente


luz, etc. de modo que se note la grandeza de la fiesta que celebramos. El
altar y el ambón de color blanco.
 Puede hacerse letreros con frases como éstas: "Cristo resucitó,
Aleluya", ''Cristo luz del mundo", "Felices Pascuas", "La Vida venció a la
muerte", "El Señor ha resucitado". "Tú eres el Señor de la Vida".
 Fuera de la capilla tener leña suficiente para encender una fogata.
 Preparar un cirio o una vela para la ceremonia del lucernario.
 Preparar a las personas que van a leer las lecturas y los salmos
responsoriales. Si las circunstancias pastorales lo piden, pueden
reducirse el número de lecturas del Antiguo Testamento, pero téngase
en cuenta que la lectura de la Palabra de Dios es parte fundamental de la
Vigilia de Pascua.

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 Deben leerse, por lo menos, tres lecturas del Antiguo Testamento y, en
casos muy urgentes, dos. Pero nunca se omita la tercera, tomada del
Capítulo 14 del Éxodo.
 Preparar los cantos de la celebración.
 Tener agua bendita en algún lugar que resalte.

Primera parte: Lucernario

Se apagan todas las luces de la Iglesia. En un lugar adecuado, fuera de la


capilla, se junta el pueblo y se enciende el fuego. Llega el celebrador con el
cirio pascual, ya preparado con el año y los clavos como indicado en el misal, y
saluda al pueblo:

Ministro:

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Hermanos:

En esta noche santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la


vida, La Iglesia invita a todos sus hijos, diseminados por el mundo a que se
reúnan para velar en oración.

Conmemoremos, pues, juntos, la Pascua del señor, escuchando su palabra y


participando en sus sacramentos, con la esperanza cierta de participar también
en su triunfo sobre la muerte y de vivir con él para siempre en Dios.

Monitor:

La celebración de esta noche tiene cuatro partes:

1. Primera: El rito del fuego. Se enciende un cirio significando así la presencia


de Cristo

Resucitado.

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2. Segunda: La liturgia de la Palabra. Es la escucha de las promesas de Dios y
las maravillas que el Señor hizo desde el principio.

3. Tercera: la renovación de las promesas bautismales. Significa el anhelo que


sentimos de encontrarnos con el señor, libres del pecado, renovados y
renacidos por el bautismo.

4. Cuarta: la comunión sacramental. Es la invitación que el Señor nos hace a


participar con

El en su mesa, figura del banquete celestial en la vida eterna.

En esta Noche Santa, en que nuestro Señor Jesucristo pasó de la muerte a la


vida, la Iglesia invita a todos sus hijos dispersos por el mundo a que se reúnan
para velar en oración.

Celebremos, pues, juntos la Pascua del Señor, con la esperanza de participar


también en su triunfo sobre la muerte y de vivir con Él para siempre en Dios.

Enseguida bendice el fuego rociándolo con el agua bendita:

Ministro:

Oremos.

Dios nuestro, que por medio de tu Hijo nos ha comunicado el fuego de tu vida
divina, bendice este fuego nuevo y haz que estas fiestas pascuales enciendan
en nosotros el deseo del cielo, para que podamos llegar con un espíritu
renovado a la fiesta gloriosa de tu Reino. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Al finalizar la oración, el celebrante toma el cirio y con un punzón, graba una


cruz en el cirio. Después traza sobre él la letra griega Alfa y, debajo, la letra
Omega; entre los brazos de la cruz traza los números del año en curso,
mientras dice:

1. Cristo Ayer y hoy

Traza la línea vertical

2. Principio y fin

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Traza la línea horizontal

3. Alfa

Traza la letra Alfa, arriba de la línea vertical

4. y Omega

Traza la letra Omega, debajo de la línea vertical

5. Suyo es el tiempo

Traza el primer número del año en curso, en el ángulo superior izquierdo de la


cruz

6. y la eternidad

Traza el segundo número del año en el ángulo inferior izquierdo

7. A él la gloria y el poder

Traza el tercer número del año en el ángulo inferior izquierdo

8. por los siglos de los siglos. Amén

Traza el cuarto número del año en el ángulo inferior derecho.

Después de haber trazado la cruz y los demás signos, el celebrante puede


incrustar en el cirio cinco granos de incienso, en forma de cruz, diciendo al
mismo tiempo:

1. Por sus santas llagas

2. Gloriosas

3. Nos proteja

4. Y nos guarde Jesucristo nuestro Señor. Amén.

El ministro enciende el cirio diciendo:

Ministro:

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Que la luz de Cristo Resucitado y glorioso disipe las tinieblas de nuestro
corazón y de nuestro espíritu.

El ministro eleva el cirio y canta (o simplemente recita): Cristo luz del


mundo.

El pueblo responde: Demos gracias a Dios.

Avanza y se coloca en la entrada del templo y recita o canta de nuevo:

Cristo luz del mundo.

El pueblo responde: Demos gracias a Dios.

Aquí se encienden las velas de las personas y van pasando al interior del
templo. Al llegar al altar el ministro dice por tercera vez: Cristo luz del
mundo.

El pueblo responde: Demos gracias a Dios.

Aquí se encienden las luces de la capilla, pero no se encienden las velas del
altar, esto será posteriormente.

Enseguida el celebrador va al ambón y hace la proclamación del Pregón Pascual.

PROCLAMACIÓN DEL PREGÓN PASCUAL

Alégrense, por fin, los coros de los Y que, radiante con el fulgor del rey
ángeles, eterno,

Alégrense las jerarquías del cielo Se sienta libre de las tiniebla que
cubría el orbe eterno.
Y, por la victoria de rey tan
poderoso Alégrense también nuestra madre la
Iglesia
Que las trompetas anuncien la
salvación. Revestida de luz tan brillante;

Goce también la tierra, inundada de Resuene este templo con las


tanta claridad, aclamaciones del pueblo.

V. Levantemos el corazón

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R. Lo tenemos levantado hacia el Y los hiciste pasar a pie el mar Rojo.
Señor.
Esta es la noche en que la columna
V. Demos gracias al Señor, nuestro de fuego Esclareció las tinieblas del
Dios. pecado.

R. Es justo y necesario. Esta es la noche que a todos los que


creen en Cristo
En verdad es justo y necesario
Por toda la tierra,
Aclamar con nuestras voces
Los arranca de los vicios del mundo
Y con todo el afecto del corazón,
Y de la oscuridad del pecado,
A Dios invisible, el Padre
todopoderoso, Los restituye a la gracia y los
agrega a los santos.
Y a su único Hijo, nuestro Señor
Jesucristo. Esta es la noche en que,

Porque él ha pagado por nosotros Rotas las cadenas de la muerte

Al eterno Padre la deuda de Adán Cristo asciende victorioso del


abismo ¿De qué nos serviría haber
Y ha borrado con su sangre
nacido si no hubiéramos sido
inmaculada
rescatados?
La condena del antiguo pecado.
¡Qué asombroso beneficio de tu
Porque éstas son las fiestas de amor por nosotros!
Pascua,
¡Qué incomparable ternura y
En las que se inmola el verdadero caridad!
Cordero
¡Para rescatar al esclavo entregaste
Cuya sangre consagra las puertas de al Hijo!
los fieles.
Necesario fue el pecado de Adán,
Esta es la noche en que sacaste de
Que ha sido borrado por la muerte
Egipto
de Cristo.
A los israelitas, nuestros padres,

86
¡Feliz la culpa que mereció tal Que arde en llama viva para la gloria
Redentor! de Dios.

¡Qué noche tan dichosa! Y aunque distribuye su luz, no


mengua al repartirla,
Sólo ella conoció el momento
Porque se alimenta de cera fundida
En que Cristo resucitó al abismo.
Que elaboró la abeja fecunda
Esta es la noche de la que estaba
escrito: Para hacer esta lámpara preciosa.
¡Qué noche tan dichosa, en que se
“Será la noche clara como el día,
une el cielo con la tierra, lo humano
La noche iluminada por mi gozo”. con lo divino!

Y así, esta noche santa ahuyenta los Te rogamos, Señor,


pecados,
Que este cirio consagrado a tu
Lava las culpas, devuelve la nombre
inocencia a los caídos,
Para destruir la oscuridad de esta
La alegría a los tristes, expulsa el noche,
odio,
Arda sin apagarse y, aceptado como
Trae la concordia, doblegada a los perfume,
potentes.
Se asocie a las lumbreras del cielo.
En esta noche de gracia, acepta
Que el lucero matinal lo encuentre
Padre Santo,
ardiendo,
El sacrificio vespertino de esta
Ese lucero que no conoce ocaso,
llama,
Jesucristo, tu Hijo,
Que la santa Iglesia te ofrece
Que volviendo del abismo.
En la solemne ofrenda de este cirio,
Brilla sereno para el linaje humano
Obra de las abejas.
Y vive y reina por los siglos de los
Sabemos ya lo que anuncia esta
siglos.
columna de fuego,

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R. Amén.

LITURGIA DE LA PALABRA

En esta Vigilia, se proponen nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos
del nuevo (La Epístola y el Evangelio). Por razones pastorales puede reducirse
el número de lecturas del Antiguo Testamento. Deben leerse, por lo menos,
tres lecturas del Antiguo Testamento. Nunca se omita la tercera lectura,
tomada del capítulo 14 de Éxodo.

Terminado el pregón, todos apagan sus velas y se sientan. Antes de comenzar


las lecturas, el monitor exhorta a la asamblea con estas palabras u otras
semejantes:

Monitor:

Hermanos:

Con el pregón solemne de la Pascua, hemos entrado ya en la noche santa de la


resurrección del Señor. Escuchemos con recogimiento la palabra de Dios.
Meditemos cómo, en la antigua alianza, Dios salvó a su pueblo y en la plenitud
de los tiempos, envió al mundo a su Hijo para que nos remidiera.

Oremos para que Dios, nuestro Padre, conduzca a su plenitud esta obra de
salvación, iniciada con la muerte y resurrección de Jesucristo.

Siguen luego las lecturas. Un lector va al ambón y lee la primera lectura.


Después del salmista dice el salmo. Enseguida todos se levantan, el celebrador
dice oremos y después de que todos han orado en silencio durante unos
momentos, dice la oración colecta. Lo mismo se hace en cada lectura.

En lugar de decir el salmo responsorial, se puede guardar un breve espacio de


silencio para hacer oración.

En este caso se omite la pausa después del “oremos”.

Se leen las lecturas, los salmos y la epístola.

Aleluya y Salmo después de la Epístola

88
Terminada la epístola, todos se ponen de pie y el celebrador entona el Aleluya,
que todos repiten. Luego un salmista dice el salmo al que el pueblo responda.
Aleluya.

R. Aleluya, aleluya.

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna.


Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. R.

La diestra del Señor es poderosa, la diestra del Señor es nuestro orgullo. No


moriré, continuaré viviendo, para contar lo que el Señor ha hecho. R.

La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es


obra de la mano del Señor es un milagro patente. R.

Ministro:

A continuación se proclama el evangelio correspondiente

Evangelio según San Mateo 28, 2-10

El Ministro puede hacer una breve meditación acerca de la Palabra de Dios que
se ha proclamado o bien leer la siguiente reflexión:

Reflexión

El pueblo de Israel en una celebración litúrgica, recuerda el acontecimiento


histórico de su liberación de la esclavitud en Egipto; hacer memoria de ello le
ayudará a tomar conciencia de su pertenencia como pueblo escogido de Dios.

La salida hacia la tierra prometida, la persecución de los egipcios, el paso por el


Mar Rojo, serán los hechos más importantes de la historia sagrada del pueblo
de Israel. Dios les abre un camino en el mar dividiendo las aguas para salvarlos
de la persecución de sus enemigos que finalmente mueren ahogados en el mar.
Desde entonces fue el centro de la confesión de fe del pueblo de generación
en generación.

Los antepasados hebreos (israelitas), cuando peregrinaban con sus rebaños,


celebraban cada año la Pascua del cordero en la primera luna llena de la
primavera, noche del primer mes que marcaba el inicio del año. Al anochecer se
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inmolaba el cordero o un cabrito sin defecto y sin mancha, de un año, se lo
comían con panes ázimos (sin levadura) y hierbas amargas.

El Señor Jesús celebró también la Pascua. El Señor se reunió con sus discípulos
aparte, según la tradición judía de aquel tiempo. "El primer día de la fiesta en
que se comen los panes sin levadura, cuando se sacrificaba el Cordero Pascual,
sus discípulos le dijeron" ¿Dónde quieres que vayamos: a preparar la cena de
Pascua?" (Mt 26, 17).

Renovación de las promesas Bautismales

Terminada la reflexión todos se ponen de pie y encienden de nuevo sus velas.

Monitor:

Hermanos:

Por medio del bautismo, hemos sido hechos partícipes del misterio pascual de
Cristo; es decir, por medio del bautismo, hemos sido sepultados con él en su
muerte para resucitar con él a una vida nueva. Por eso, después de haber
terminado el tiempo de Cuaresma, que nos preparó a la Pascua, es muy
conveniente que renovemos las promesas de nuestro bautismo, con las cuales un
día renunciamos a Satanás y a sus obras y nos comprometimos a servir a Dios,
en la Santa Iglesia católica.

Ministro:

¿Renuncian ustedes al pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios?

Sí, renuncio.

¿Renuncian a todas las seducciones del mal para que el pecado no los esclavice?

Sí, renuncio.

¿Renuncias a Satanás, padre y autor de todo pecado?

Sí, renuncio.

¿Creen ustedes en Dios, padre todopoderoso, creador del cielo y la tierra?

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Sí, creo. ¿Creen en Jesucristo, su Hijo único y Señor nuestro, que nació de la
Virgen María. Padeció y murió por nosotros, Resucitó y está sentado a la
derecha del padre?

Sí, creo.

¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica, en la comunión de los


santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la
vida eterna?

Sí, creo.

Que Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Que nos liberó del
pecado Y nos has hecho renacer por el agua y el Espíritu Santo, nos conserve
con su gracia unidos a Jesucristo nuestro Señor, y hasta la vida eterna.

Amén.

El celebrador rocía al pueblo con el agua bendita, mientras todos cantan un


canto bautismal: Bautízame Señor con tu Espíritu, etc.

Realizado esto, el ministro regresa a su lugar, de donde dirige la Oración


Universal.

Oración Universal

Ministro:

Oremos confiadamente a Cristo resucitado que venció el pecado y la muerte y


nos da la luz de la vida por medio de su resurrección diciendo confiadamente:
Te rogamos, Señor

Monitor:

-Por la Iglesia, signo de Vida y esperanza en medio de todos los pueblos.


Roguemos al señor.

R. Te rogamos, Señor.

-Por los nuevos bautizados, para que confirmen su nuevo nacimiento con la fe y
el testimonio de una vida injertada en Jesucristo. Roguemos al Señor. R.

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-Por el anuncio de la Buena Noticia a todos los hombres. Roguemos al Señor. R.

-Por la paz, justicia y la solidaridad entre todos los hombres y todos los
pueblos, frutos de la

Pascua del Señor. Roguemos al Señor. R.

-Por cuantos celebramos esta Noche Santa con la renovación de nuestra fe, de
nuestro bautismo, de nuestra vida de hijos de Dios y hermanos de Jesús.
Roguemos al Señor. R.

Ministro:

Señor Jesucristo, que con tu resurrección renovaste la creación y el hombre,


infunde tu Espíritu de amor en nosotros, para que amando como tú nos amaste,
seamos testigos de la vida nueva que por el Bautismo hiciste brotar en
nuestros corazones. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

R. Amén

No se dice Credo.

RITO DE LA COMUNIÓN

Terminada la oración de los fieles (si hay reserva de la Eucaristía y si se va a


impartir la comunión), el ministro pone el corporal sobre el altar y va por el
Santísimo al sagrario, ya en el altar hace una genuflexión.

Acción de gracias antes de la Comunión

Ministro:

Proclamemos la bondad de Dios y exaltemos su misericordia, que se ha


manifestado, en las palabras de salvación que hemos escuchado.

A continuación se hace la acción de gracias y adoración al santísimo con un


canto apropiado. No se debe cantar el Santo, ni un canto que hace referencia a
la ofrenda de pan y vino.

Después el celebrador, de pie, inicia la oración del Padre Nuestro:

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Ministro:

Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su divina enseñanza, nos


atrevemos a decir:

Todos: Padre nuestro……

Ministro: Dense fraternalmente la paz.

A continuación, el celebrador hace genuflexión, toma la hostia y,


sosteniéndola un poco elevado sobre el copón, la muestra al pueblo
diciendo:

Este es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo, dichosos los
invitados a la cena del Señor

El celebrador dice junto con el pueblo:

Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará
para sanarme

Si también el celebrador comulga, dice en secreto: El cuerpo de Cristo me


guarde para la vida eterna.

Se inicia el canto de comunión y el monitor exhorta a los fieles a recibir el


cuerpo del Señor.

Monitor:

Ahora podemos acercarnos a recibir el Cuerpo de Cristo, pan para el camino,


alimento para nuestra debilidad, remedio para nuestros pecados y fuerza de
unidad.

Oración después de la Comunión

Ministro: Oremos.

Infúndenos, Señor, tu espíritu de caridad para que vivamos siempre unidos en


tu amor los que hemos participado en este sacramento de la muerte y
resurrección de Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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El pueblo responde: Amén

RITO DE CONCLUSIÓN

El ministro invoca la bendición final y hace la señal de la cruz sobre sí.

El Señor nos bendiga, nos guarde todo mal y nos lleve a la vida eterna.

El pueblo responde:

Amen

Ministro:

En el nombre del Señor, pueden ir en paz, ¡Aleluya, Aleluya!

El pueblo responde:

Demos gracias a Dios, ¡Aleluya, Aleluya!

Parar finalizar, el ministro y sus ayudantes hace reverencia o genuflexión si


hay Santísimo, mientras se retiran se entona un alegre canto de acción de
gracias. Se recomienda si es la última celebración consumir toda la reserva
eucarística

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EVALUACION EQUIPO DE MISIONES
Así como es vital la evaluación y discernir personal de cada misionero durante
el desarrollo de la misión, también es necesario que como equipo misionero nos
demos el tiempo para evaluar y detectar puntos a mejorar.

Se realizan evaluaciones en diversos momentos de la misión, comenzando desde


su preparación, pasando por una evaluación diaria ya estando en la misión y
concluyendo con una evaluación final después de haber terminado toda la
experiencia

EVALUACION DIARIA (En equipo)


Se hace en equipo junto o después de la oración de la noche y en ella se tiene
en cuenta:

• Unidad del equipo

• Oración del Equipo

• Horario, puntualidad y disciplina del equipo

• Organización general de todas las actividades

• Problemas habidos

• Problemas a prever y resolver

• Cumplimiento de acuerdos

• Ambiente general entre la gente

• Cumplimiento de. cargos

• Participación de los diferentes grupos

• Grado de convocatoria (número de asistentes a cada evento organizado y


proporción con respecto a la población en general).

• Celebraciones (puntualidad, desarrollo, participación del pueblo,


ministerios, viveza, duración...}

• Hospedaje y comida

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• Desarrollo de los temas (dinámicas, canto, acogida, actividades,
contenido, viveza, orden, participación de los destinatarios, etc.)

• Visiteo

• Cosas a preparar para el día siguiente o para los otros días, sobre todo
si las cosas requieren de tiempo

• Orden y disciplina del equipo y de las personas

• Miembros más positivos de la comunidad, a los cuales hay que estimular y


seguir posteriormente

• Necesidades de la comunidad del lugar que hay que ayudar a resolver

• Síntesis del día: puntos positivos generales y retos o puntos negativos


para mejorar

96
97
ORACIÓN DE LA JUVENTUD FRANCISCANA

Señor Jesucristo, Tú que eres la luz y alegría de nuestras vidas, humildemente


te pedimos que nos concedas tu Espíritu de pobreza para que nos proteja del
mal; concédenos tu Espíritu de humildad y sencillez para que nos libere de ser
esclavos de nosotros mismos; Danos sabiduría y una comprensión generosa de la
cruz para que te amemos sólo a Ti, y contigo y en ti, amemos a toda la creación,
a todas las personas y cosas.

Ante todo, Señor, danos corazones y cuerpos puros para que podamos
sembrar alegría donde quiera que vayamos, buscar el bien y oponernos al
mal; para que ayudemos a nuestros hermanos y hermanas, en los que estás
presente, a hacer el bien cada día y estar más cerca de Ti. Mira, oh Señor, a
nuestros corazones y almas, que están dispuestos a responder a todas tus
llamadas; danos tu gozo para que seamos alegres heraldos de Tu Reino.

Esto es lo que te pedimos, Señor, unidos a tu madre y nuestra madre, la


bienaventurada Virgen María, y a nuestro seráfico padre, a quien hemos
escogido como guía para nuestro camino.

¡Amén!

98
TEMAS PROPUESTOS PARA MISIONES
“Ven espíritu santo bendito, ven por medio de la poderosa intercesión del
inmaculado corazón de María, tu amadísima esposa”

PARA ENCONTRAR LA GRACIA HAY QUE ENCONTRAR A MARÍA

Todo se reduce, pues, a encontrar un medio sencillo para alcanzar de Dios la

gracia necesaria para hacernos santos. Yo te lo quiero enseñar. Y es que para

encontrar la gracia, hay que encontrar a María.

Estas son las razones:

1. María encontró la gracia

Sólo María halló gracia delante de Dios (Lc 1,30) 7 , tanto para sí como para

todos y cada uno de los hombres, a diferencia de los patriarcas y profetas y

todos los santos del Antiguo Testamento, que no pudieron encontrarla .

2. María es Madre de la gracia

María dio el ser y la vida humana al Autor de toda gracia. Por esto se la llama

la Madre de la gracia.

3. María es llena de gracia

Dios Padre, fuente única de todo don perfecto (Sant 1,17) y de toda gracia, al

darle su propio Hijo, le entregó a María todas las gracias. De suerte que -como

99
dice san Bernardo- en Cristo y con Cristo el Padre le ha entregado hasta su

propia voluntad.

4. María es la dispensadora de la gracia

Dios la escogió como tesorera, administradora y distribuidora de todas sus

gracias. De suerte que Él comunica su vida y sus dones a los hombres, con la

colaboración de María. Y, según el poder que Ella ha recibido de Dios –en

expresión de san Bernardino10–, reparte a quien quiere, como quiere, cuando

quiere y cuanto quiere de las gracias del Padre, de las virtudes del Hijo y de los

dones del Espíritu Santo.

5. María es Madre de los hijos de Dios

Así como en el orden natural, todo niño debe tener un padre y una madre, del

mismo modo, en el orden de la gracia, todo verdadero hijo de la Iglesia debe

tener a Dios por Padre y a María por Madre. Y quien se jacte de tener a Dios

por Padre, pero no demuestre para con María la ternura y el cariño de un

verdadero hijo, no será más que un impostor, cuyo padre es el demonio ...

6. María es Madre de los miembros de Cristo

María ha formado a Jesucristo, Cabeza de los predestinados. Ella debe, por

tanto, formar también a los miembros de esta Cabeza que son los verdaderos

cristianos. Que una madre no da a luz la cabeza sin los miembros, ni los

miembros sin la cabeza . Por consiguiente, quien quiera ser miembro de

Jesucristo, lleno de gracia y de verdad (Jn 1,14), debe dejarse formar en

María por la gracia de Jesucristo. María está llena de la gracia de Jesucristo

100
para comunicarla en plenitud a los miembros verdaderos de Jesucristo, que son

también hijos de María.

7. María colabora con el Espíritu Santo

El Espíritu Santo se desposó con María , y en Ella, por Ella y de Ella produjo su

obra maestra que es Jesucristo, la Palabra encarnada. Y dado que no la ha

repudiado jamás, continúa produciendo todos los días a los predestinados en

Ella y por Ella, de manera real, aunque misteriosa .

8. María nos lleva a la madurez en Jesucristo

María ha recibido de Dios un dominio especial sobre los predestinados para

alimentarlos y hacerlos crecer en Jesucristo . San Agustín llega a decir que en

este mundo todos los predestinados se hallan encerrados en el seno de María y

que nacen definitivamente sólo cuando esta Madre bondadosa los da a luz para

la vida eterna . De modo que, así como un niño saca todo su alimento de la

madre, que se lo da proporcionado a su debilidad, del mismo modo los

predestinados sacan todo su alimento y fuerza espirituales de María.

9. María habita en los verdaderos cristianos

Dios Padre ha dicho a María: Hija mía, pon tu tienda en Jacob (BenS 24,8; VD

29); es decir, pon tu morada en mis predestinados, prefigurados en Jacob. Dios

Hijo ha dicho a María: Madre querida, entra en la heredad de Israel (BenS

24,13; VD 31); es decir, en mis elegidos. Finalmente, Dios Espíritu Santo ha

dicho a María: Echa raíces, ¡fiel Esposa mía!, en el pueblo glorioso (BenS 24,13;

101
VD 34); es decir, en mis escogidos. Por tanto, María habita en todos los

elegidos y predestinados. Está presente en sus corazones, y siempre que se lo

permitan echará en ellos las raíces de una profunda humildad, de una caridad

ardiente y de todas las virtudes.

10. María es el molde viviente de Dios

San Agustín llama a María molde viviente de Dios. Y, en efecto, lo es. Quiero

decir que sólo en Ella se formó Dios como hombre perfecto, sin faltarle rasgo

alguno de la divinidad, y que sólo en Ella se transforma el hombre

perfectamente en Dios por la gracia de Jesucristo, en cuanto lo permite la

naturaleza humana. Los escultores pueden hacer una estatua o busto perfectos

de dos formas: 1ª -atendiéndose a su pericia, a su fuerza, a su ciencia y a la

perfección de sus herramientas y trabajando sobre una materia dura e

informe; o, 2ª -utilizando un molde. Largo, difícil y expuesto a muchos

tropiezos es el primer procedimiento: un golpe desafortunado de cincel o de

martillo, basta con frecuencia para echarlo a perder todo. El segundo método,

en cambio, es rápido, sencillo, suave, más económico y menos fatigoso, siempre

que el molde sea perfecto y represente con exactitud la figura a reproducir y

que la materia utilizada sea maleable y no oponga resistencia a su manejo.

María es el molde maravilloso de Dios, hecho por el Espíritu Santo para formar

a la perfección a un Hombre-Dios por la encarnación y para hacer al hombre

partícipe de la naturaleza divina, mediante la gracia. María es el molde en el

cual no falta ni un solo rasgo de la divinidad. Quien se arroje en él y se deje

moldear, recibirá todos los rasgos de Jesucristo, verdadero Dios. Y esto, en

102
forma suave y proporcionada a nuestra debilidad, sin grandes trabajos ni

angustias, de manera segura, sin peligro de ilusiones, puesto que el demonio no

tuvo ni tendrá jamás entrada donde esté María; de manera santa e inmaculada,

sin rastro alguno de pecado.

11. María facilita la unión con Dios

Que nadie se imagine, pues, como ciertos pretendidos iluminados, que María -

por el hecho de ser creatura constituya un obstáculo para la unión con el

Creador. Ya no vive María; Cristo, o mejor, Dios sólo, vive en Ella (Gál 2,20). Su

transformación en Dios supera a la de san Pablo y a la de los demás santos más

de cuanto se eleva el cielo sobre la tierra. María se halla totalmente orientada

hacia Dios y cuanto más nos acercamos a Ella tanto más íntimamente nos une a

Él. María es el eco portentoso de Dios. Que cuando alguien grita “¡María!”,

responde “¡Dios!”; y, cuando -con santa Isabel- la proclamamos dichosa,

responde glorificando a Dios (Lc 1,45-47). Si los falsos iluminados, a quienes el

demonio engaña tan miserablemente, incluso en la oración, hubiesen encontrado

a María, y por María a Jesús, y por Jesús al Padre, no hubieran sufrido tan

lamentables caídas. Una vez hayas encontrado a María, y por María a Jesús, y

por Jesús al Padre, habrás encontrado –como dicen los santos – todos los

bienes, sin excepción alguna, toda la gracia y amistad de Dios, la plena

seguridad contra los enemigos de Dios, la verdad completa para combatir el

error, la facilidad absoluta y la victoria definitiva en las dificultades que hay

en el camino de la salvación, la dulzura y el gozo colmados en las amarguras de

la vida.

103
12. En conclusión:

El secreto consiste, pues, en encontrar de verdad a la excelsa María para

hallar la abundancia de todas las gracias. Dios, dueño absoluto de todo, puede

comunicar directamente lo que de ordinario sólo concede por medio de María.

Más aún, negar que actúe así algunas veces sería temerario. Pero, según el

orden establecido por la divina Sabiduría –como dice santo Tomás–, Dios no se

comunica de ordinario a los hombres, en el orden de la gracia, sino por medio

de María. Para llegar hasta Dios y unirse con El, es indispensable acudir a la

misma persona escogida por El para descender hasta nosotros, para hacerse

hombre y comunicarnos sus gracias. Esto se realiza mediante una auténtica

devoción a la Santísima Virgen.

Los 10 mandamientos.

Objetivo: dar a conocer los 10 mandamientos de forma nueva y entretenida a


las personas en forma de reflexión.

1.- Amaras a Dios sobre todas las cosas:

Parece un mandamiento fácil de entender, pero realmente lo seguimos; en la


biblia vemos varios tipos de amor a dios el primer ejemplo es el joven rico que
le pregunta a Jesús ¿Qué más debe hacer para entrar al cielo? Y Jesús le
responde que siga los mandamientos a lo que él responde que el los sigue y

104
entonces Jesús dice entonces ve y regala la mitad de lo que tiene, entonces él
se va decepcionado y triste por él no quería apartarse de sus bienes.

El segundo amor es como el de José de Arimatea es el amigo de Jesús que lo


siguió de lejos por miedo a ser crucificado como él; José fue el que dio el
sepulcro donde Jesús estaría después de su crucifixión, esto nos dice que a
veces queremos seguir a Jesús hasta que se presenta una dificultad ya no lo
seguimos tan de cerca o incluso nos alejamos un tiempo de él.

El tercer amor es el amor de oro o perfecto y de ejemplo de eso es María


porque ella nunca se alejó del señor siempre estuvo con él y nunca dijo no a
nada del mandato del señor, nunca oculto su fe, nunca tuvo miedo de las
consecuencias por sabía que él nunca la iba a dejar desamparada.

Entonces hay que se hacer que nuestro amor aumente como el de María para
poder cumplir este mandamiento al 100%.

2.- No tomaras el nombre de Dios en vano:

El segundo mandamiento dice “no tomaras en vano el nombre de Dios” y


significa que no se debe pronunciar el nombre de Dios sin respeto, no se debe
jurar en vano (o sea sin grave necesidad), no se debe jurar diciendo que es
verdad una mentira, no se debe jurar hacer lo que no se va a hacer o
pronunciar el nombre de Dios sin respeto

Jurar es poner de testigo a Dios de que lo decimos es verdadero o que lo que


prometemos va a ser cumplido (o sea hacer un voto)

Debemos regular el uso de nuestras palabras, respeto a las cosas santas ya que
el nombre del Señor es santo y por lo tanto el ser humano no puede
pronunciarlo sin el debido respeto

3.- Santificaras las fiestas:

105
El domingo es un regalo especial de Dios para toda familia y para toda la
humanidad. Es un día para dedicarlo a Dios, a nuestra familia, a nuestro
descanso personal y para hacer algo por los demás.

Con este mandamiento debería quedar bien claro que nuestra religión cristiana
y católica no es triste ni aburrida, sino alegre, pues la fiesta está en el centro
de la vida cristiana... El mejor descanso de la semana está en el domingo.

¿QUÉ CELEBRAMOS EL DOMINGO?

1° Cada domingo estás celebrando las maravillas obradas por Dios Creador.

2° Cada domingo es el día del Señor Resucitado.

3° Cada domingo es, además, el día de la Iglesia.

4° El domingo es también día del hombre.

5° El domingo es el día de los días.

4.- honraras a tu padre y a tu madre:

Dice Dios en el libro del Éxodo 20, 12: “Honra a tu padre y a tu madre, para que
se prolonguen tus días sobre la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar”.

Este, mandamiento obliga no sólo a los hijos con los padres, sino también a los
padres con los hijos. Es más, también a los alumnos con respecto a sus
maestros y profesores, y a éstos respecto a sus alumnos; al obrero y al
patrono, a los súbditos y a los superiores.

5.-No mataras:

No solo se refiere a matar de forma física sino también a matar sueños,


esperanzas de los demás hermanos ya que eso también se mata y hiere al
hermano.

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6.-No cometerás actos impuros:

Este mandamiento prohíbe consentir malos pensamientos, malos deseos, hacer


actos impuros, tener malas conversaciones, etc.

Por lo tanto los principales pecados contra este mandamiento son los siguiente:
adulterio, masturbación ,lujuria, prostitución, violación, fornicación, leer o
mirar pornografía, cantar o escuchar con gusto canciones inmorales, oír o
decir con gusto chistes sexuales, el incesto, el concubinato, etc.

7.- No robaras:

No solo se trata de tomar lo que no es tuyo sin permiso sino se trata en todo
en la vida no robes sueños, esperanzas, novios, maridos y todo lo que se pueda
robar.

8.-No dirás falsos testimonios ni mentiras:

Dice la Biblia en el libro del Eclesiástico 20,26: La mentira es una tacha infame
en el hombre.

Este mandamiento sigue vigente, aunque hoy se diga: “Hoy día ya no es posible
vivir sin mentira, ya no es posible hacer política y llevar negocios sin mentir”

Si tomáramos en serio el octavo mandamiento, casi no habría manera de charlar


en los cafés, en reuniones de amigos; los diarios saldrían con las páginas en
blanco, ¿no crees?

Este mandamiento salvaguarda nuestro honor y nuestra fama.

La Sagrada Escritura está llena de advertencias sobre este mandamiento. Se


llega incluso a identificar a Dios con la verdad y al demonio con la mentira.
Cristo vino a dar testimonio de la verdad. Es más, Él se autodefinió como el
Camino, la Verdad y la Vida. Lo puedes consultar en el evangelio de san Juan,
capítulo 14, versículo 6.

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9.- No desearas a la mujer de tu prójimo:

Este mandamiento nos ayuda a liberar el corazón de esos deseos impuros, que
tanto manchan el alma. Trata de salvaguardar la virtud de la castidad en su
propia raíz, en el corazón de la persona humana. ¿Qué sería la virtud de la
castidad puramente externa o superficial si no incluyese su espíritu, es decir,
la opción moral por ella, los deseos y actitudes íntimas tuyas?

La importancia en el orden moral es la verdadera pureza del corazón, no la


mera observancia exterior, que puede ser una simulación. A Dios le agradan las
manos inocentes y el corazón puro, como dice el Salmo 23.

10.- No codiciaras:

Este mandamiento apunta al deseo de toda persona a ser feliz. ¿Dónde reside
la felicidad? ¿En el dinero, en el tener cosas? Dios con este mandamiento
quiere que busquemos la felicidad donde sí la podemos encontrar y no quiere
que perdamos lo más valioso que tenemos por buscar tener más y más bienes
materiales, que siempre son perecederos y efímeros.

Si se llega a incluir una se pude que incumplas dos o más casi nunca se incumple
solo uno se logras cumplir el primero los demás se darán por añadidura.

¿Qué es la fe?

Hebreos 11:1, "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de


los que no se ve".

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Muy seguido proclamamos el credo, que es donde se reúne todo lo que decimos
creer pero es necesario interiorizarlo y pedirle a Dios que nos de la fe
necesaria para alabarlo en cada minuto de nuestra vida.

En el catecismo de la iglesia católica nos dice que por la fe el hombre se


entrega libremente a Dios y por ella se esfuerza por conocer y hacer la
voluntad de Dios. Por eso se dice que la fe es el fundamento de la vida moral.
Es el don más grande que puede recibir el hombre, es más grande que la vida.
De hecho, la fe da sentido a la vida, enseña a comprender el dolor y el
sufrimiento, da sentido a lo cotidiano, llena la vida con la presencia de Dios.

La fe, que es la virtud sobrenatural por la que creemos en Dios y en todo lo que
Él nos ha dicho y revelado y que la Iglesia nos propone, porque Él es la verdad
misma. Es decir, es la virtud sobrenatural por la que creemos ser verdadero
todo lo que Dios ha revelado. Es imposible sin tener fe, tener un contacto
íntimo con Dios.

Es una virtud que nos viene dada por Dios pues casi todas las verdades que
creemos exceden la capacidad natural de la mente humana y hace falta una
gracia especial de Dios para que se pueda dar el asentimiento. Nos es dada en
el Bautismo.

La fe es un requisito fundamental para alcanzar la salvación. Todo el que cree


en Cristo se salvará, esto nos dice el Evangelio en Mc. 16,16: “el que crea y
fuera bautizado se salvará y el que no crea se condenará”. Pero, hay que tener
cuidado en no caer en la visión protestante de que sólo la fe basta y las obras
no importan. Así como el que carece de fe no se salva el que, a pesar de tener
fe, no la convierte en obras, tampoco se salva. “Como el cuerpo sin el espíritu
es muerto, así también es muerta la fe sin obras”. La fe es decir sí a las
verdades reveladas por Dios.

La fe no es un simple sentimiento de la presencia de Dios en la vida sino fiarse


de Dios, confiar en Él. No tiene como fin primario capacitar al hombre para su
tarea en este mundo, sino iniciarle a la vida divina que sólo alcanzará su
perfección en la vida eterna. La fe es adhesión de la inteligencia a la palabra de

109
Cristo (Evangelio) y entrega confiada a Él de toda la persona. Tiene, por tanto,
un carácter intelectual y una dimensión existencial (que abarca a toda la
existencia en sus múltiples facetas).

Por tanto, en la fe entran la inteligencia y la voluntad; los actos de fe son actos


humanos. Por ello no podemos reducir la fe sólo a sentimientos o a emociones,
ni considerarla como algo irracional o absurdo que simplemente obedecemos sin
buscar su significado profundo o su coherencia interna. La fe es racional
aunque a veces al hombre le cueste encontrarle sentido. La dificultad, en este
caso, no es de la fe sino de la limitación humana.

Pero existen deberes que impone la fe al que la posee son: conocerla,


confesarla y preservarla de cualquier peligro.

El conocerla No se trata sólo saber a qué se refiere la fe, sino que también hay
que interiorizarla. Todo hombre dependiendo de su estado y condición tiene el
deber de conocer las principales verdades de fe es por ello que cuando menos
hay que conocer:
 Los dogmas fundamentales, contenidos en el Credo.
 Lo que es necesario practicar para salvarse, como son: los Mandamientos de la
Ley de Dios y de la Iglesia.
 El Padrenuestro.
 Los medios de salvación: Los sacramentos.
Confesarla, manifestándola con palabras y hechos. Así, por ejemplo, al recitar
el Credo conscientemente estamos haciendo una confesión de fe en las
verdades fundamentales que nos ha revelado Dios. Al hacer una genuflexión
ante la Eucaristía, manifestamos nuestra fe en la presencia de Cristo bajo las
especies de pan y vino. Muchas veces, estos gestos sin la presencia de la fe
resultarían incomprensibles o grotescos.
 A través de la coherencia entre lo que creemos y hacemos en la propia vida,
por medio de las obras. En nuestra vida cotidiana, en nuestras palabras y, si es
necesario, en la confesión clara y explícita, aun a costa de la propia vida, debe
manifestarse nuestra fe. En determinadas ocasiones se podrá ocultar o
disimular la fe (ante la persecución, por ejemplo), pero nunca es lícito negarla.

110
En los tiempos actuales en que la fe se debilita en muchos hombres, en que el
paganismo avanza y parece ponerse de moda el vivir como si Dios no existiese,
los católicos tenemos un deber especial de extender el Evangelio, de predicar,
de utilizar todos los medios a nuestro alcance para iluminar a los hombres con
la revelación de Cristo igual que hacían los primeros cristianos. Esto supone una
vivencia auténtica de la fe, un verdadero amor a Cristo y una justa valoración
de lo que significa la salvación de un alma.

 Por la práctica del apostolado, que nos lleva a hacer partícipes a otros del don
que poseemos.
Y es muy importante preservar la fe.
Es obligatorio evitar todo lo que la pueda poner en peligro o debilitarla por ser
la fe un don sobrenatural de inmensa riqueza. Una manera de preservarla es
cumpliendo fielmente los mandamientos y demás compromisos del cristiano. Las
crisis de fe son generalmente crisis de conducta.

Pero también existen algunos pecados contra la fe ya que se puede pecar


contra la fe por negarla interiormente, por no confesarla exteriormente y por
exponerla a peligros.

Una forma de negarla es la incredulidad: es la carencia culpable de la fe ya sea


total (ateísmo) o parcial (falta de fe). Supone El rechazo del principio y
fundamento de la salvación eterna.
- Por negligencia en la instrucción religiosa;
- Por rechazar o despreciar positivamente la fe después de haber
recibido la instrucción religiosa básica.
- Apostasía: abandono total de la fe cristiana recibida en el
bautismo. No es una pérdida paulatina, como en la infidelidad,
debida al desprecio, a la vida de pecado o a la negligencia en la
propia formación, sino una opción clara y global: cambio de religión
o adhesión intelectual al panteísmo, racionalismo, marxismo,
masonería...
- Herejía: es el error voluntario y pertinaz contra alguna verdad
definida como dogma de fe. En realidad, la herejía, al rechazar
una verdad de fe, está rechazando toda la fe y está rechazando

111
implícitamente la autoridad de dios que revela. Es, por tanto, un
pecado gravísimo pues se rechaza formalmente a Dios. Por eso, la
Iglesia denuncia las herejías para proteger a los fieles.
- Dudas contra la fe. Si estas dudas se vencen sometiendo
humildemente nuestro entendimiento a la revelación, a Dios,
hacemos un acto virtuoso. Sin embargo, si estas dudas son
admitidas deliberadamente o no se ponen los medios para salir de
ellas, se está incurriendo en una falta contra la fe.

Por no confesarla externamente por vergüenza o temor este defecto consiste


en la vergüenza de confesar externamente la fe por miedo a la opinión que los
demás puedan formarse sobre mí. Puede llevar a omitir preceptos graves (por
ejemplo, no voy a Misa el domingo por temor a que se enteren mis amigos con
los que estoy pasando el fin de semana), o a veces puede suponer desprecio de
la religión o ser causa de escándalo (por ejemplo, no responder ante un ataque
al Papa en una conversación).

Por exponerla al peligro


es el pecado de los que no se apartan de todo lo que puede hacer daño a la fe.
Se puede presentar de muchas formas: conversaciones, lectura de libros
contrarios a la fe, películas, conferencias, negligencia en la formación religiosa,
supersticiones (la guija, espiritismo, etc).

Cuando se perciba alguna ocasión de peligro para tu fe, conviene acudir a un


director espiritual o confesor fiel a la Iglesia y consultarle sobre las
dificultades o los peligros que puedan aparecer.

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