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Estudio iconográfico de Apolo y las Musas en el arte

antiguo
y sus pervivencias en el tiempo

por Agustín Paullier Indart

Historia del Arte Antiguo y Medieval


Dr. William Rey Ashfield
Mag. Damiano Tieri Marino

Universidad de Montevideo

Junio de 2016
Índice

Introducción .......................................................................................................................... 3
CAPITULO I ............................................................................................................................ 4
Apolo y las Musas en el arte antiguo .......................................................................... 4
Apolo y su origen mitológico ................................................................................................... 4
Apolo citaredo ................................................................................................................................ 9
Vasijas ........................................................................................................................................................... 10
Esculturas .................................................................................................................................................... 12
Frescos .......................................................................................................................................................... 13
Numismática ............................................................................................................................................... 15
Apolo Musageta .......................................................................................................................... 16
Las Musas ..................................................................................................................................... 17
Obras Griegas .............................................................................................................................................. 25
OBRAS ROMANAS ..................................................................................................................................... 39
CAPITULO II .......................................................................................................................... 57
Análisis del relieve “Apoteosis de Homero” atribuida a Arquelao de Priene 57
CAPÍTULO III ........................................................................................................................ 63
Pervivencia de Apolo y las Musas en el tiempo ........................................................ 63
Manierismo .................................................................................................................................... 65
Barroco ............................................................................................................................................ 67
Neoclásico ...................................................................................................................................... 67
Moderno, contemporáneo ........................................................................................................ 68
Uruguayo ........................................................................................................................................ 69
Conclusión ............................................................................................................................. 71
Bibliografía ........................................................................................................................... 72

2
Introducción
En la segunda generación de los dioses de la mitología griega, la de los
Olímpicos, Apolo y las Musas ocupan un lugar destacado en la creación del
mundo y los valores que la rigen.

El presente trabajo se propone rastrear las fuentes literarias que informan


sobre le culto de Apolo y el rol de las Musas en la cultura griega, para luego
analizar como se plasmaron visualmente en vasijas, mosaicos y esculturas en
la producción artística griega, romana y la proyección hasta nuestros días. Se
analizará con mayor detención el bajorrelieve denominado “La apoteosis de
Homero” por su significación y comprensión del rol de las Musas y Apolo en la
concepción del mundo griego.

Apolo en su rol de conductor de las Musas, llamado Musageta, es también un


mensajero de los atributos que ellas poseen. Se analizará su representación de
Apolo citaredo como antecedente de cómo es presentado en su rol de
Musageta. A su vez, se rastreará el origen y esencia de las Musas en las
Ninfas y su relación con la naturaleza, para lo cual el trabajo de Walter F. Otto
es de referencia ineludible.

Las Musas son partícipes y creadoras en la poesía épica de Homero, de los


comienzos de la filosofía en Hesíodo, de la mística de los primeros tiempos de
Sócrates, patronas de la Academia de Platón y esenciales a la tragedia entera.
Las Musas atraviesan toda la cultura griega, la definen y su pervivencia en el
tiempo llega hasta nuestros días.

3
CAPITULO I

Apolo y las Musas en el arte antiguo

Apolo y su origen mitológico

El dios Apolo pertenece a la segunda generación de los Olímpicos. Es hijo del


padre de los dioses, Zeus, y de Leto. Según cuenta Homero en su “Himno a
Apolo” (ver Anexo), Leto con Apolo y Artemis en su vientre buscaba un lugar
para dar a luz, pero ninguna isla quería recibirlos por temor al dios (cada lugar
es personificado) y a su carácter colérico, por el cual será conocido uno de sus
rasgos psicológicos que lo definen. A su vez, se cuenta que Hera al estar
celosa de que Leto engendrara hijos de Zeus, había prohibido a cualquier lugar
que permitiera darle reposo a la diosa para que diera a luz1:

“a tantos lugares se dirigió Leto, al sentir los dolores del


parto del que hiere de lejos, por si alguna de dichas tierras
quería labrar un albergue para su hijo. Pero todas se
echaban a temblar y experimentaban un gran terror; y
ninguna, por fértil que fuese, se atrevió a recibir a Febo,
hasta que la veneranda Leto subió a Delos y la interrogó”2

La isla de Delos conocida por ser estéril y seca, de poco aprecio entre los
dioses, brindó refugio a Leto con la promesa de que Apolo erigiera un santuario
en sus tierras en la que los hombres traerían hecatombes y se llenaría de fama.

Otra leyenda cuenta que Hera había prohibido que Leto tuviera a sus hijos bajo
los rayos del sol. Tras lo cual Zeus le ordenó a Bóreas que llevara a Leto con
Poseidón y este creó con el agua del mar una suerte de bóveda con sus olas
sobre la isla, y de esta manera, Leto pudo dar a luz. A su vez,

Durante nueve días y nueve noches Leto tuvo dolores de parto y no pudo dar a
luz. Esto se debió a la ausencia de Hera que retenía a Ilitia, encargada de los
dolores de parto. Las otras diosas enviaron a Iris para que prometiera a Ilitia un
collar de oro y ámbar de nueve codos de longitud, tras lo cual aceptó dirigirse a
Delos. Así pudieron nacer primero Artemis y luego, ayudado por ésta, Apolo,
junto a el único árbol de toda la isla, la palmera sagrada de Delos, que luego se
convertiría en un símbolo iconográfico de Apolo. Tras su nacimiento unos
cisnes sobrevolaron la isla. Delos, al haber albergado el nacimiento del dios
Helios (luz) –uno de los epítetos que adquiera Apolo–, pasa a ser llamada
como Delos la brillante.


1 Grimal, Pierre, Diccionario de Mitología Griega y Romana, pág. 315.
2 Homero, Himno a Apolo, 40-50.

4
Figura 1. Los dioses de Delos. Crátera de 420 a.c. (dibujo de la representación, no es una
fotografía de la vasija)

En una representación de la madre con sus hijos en Delos (figura1), se ve a los


dioses (de izquierda a derecha) Leto, Artemis, Apolo y Delos o Asteria, todos
sosteniendo ramas de laurel. Se percibe la palmera sagrada de la isla bajo la
cual Leto dio a luz a sus dos hijos. Pintado según el estilo del pintor Peidas, en
una crátera – recipiente abierto, con manijas, para usos diversos. En otra
representación (figura 2) en una ánfora –utilizada para transportar o almacenar
líquidos– se lo ve a Apolo con el pelo largo y jovial, en el centro de la imagen,
tocando una lira, frente a él su hermana Artemis con un carcaj en su espalda y
ambos acompañados por su madre Leto, con su mano elevada. En la misma
escena hay dos animales, uno de ellos, el cervatillo, atributo de Artemisa
(chequear)

A poco de haber nacido, según cuenta Homero, Apolo emitió sus primeras
palabras: “Tenga yo la cítara amiga y el curvado arco, y con mis oráculos
revelaré a los hombres la verdadera voluntad de Zeus.”3 La cítara y el arco
serán dos de los atributos con los que Apolo será representado con mayor
frecuencia, estableciendo a su vez un rasgo dual de su personalidad, uno más
belicoso y otro, en cambio, más armonioso y pacífico. (luego se verá el origen
de la cítara relacionado a Hermes). El canto está presente desde el origen de
Apolo, según nos cuenta Homero, las doncellas de Delos celebran primero a
Apolo y luego a su hermana y a su madre:

“cantan el himno de los antiguos hombres y mujeres, y


dejan encantado al humanal linaje. Saben imitar las voces
y el repique de los crótalos de todos los hombres, y cada
uno creería que es él quien habla: de tal suerte son aptas
para el hermoso canto”4


3 Ibid. Ídem., 131.
4 Ibid. Idem., 150

5
Apolo se dirige al Olimpo mientras toca la cítara que suena “deliciosamente” y
allí aparecen las Musas que “celebran los presentes inmortales de los dioses y
cuantos infortunios padecen los hombres”. Uno de los efectos del canto de las
Musas, como luego se verá, es su poder curativo y de traer paz a los hombres
con su canto.

Figura 2. Ánfora ática, período clásico temprano. Artemisa, Apolo y Leto.

Tras un tiempo en la tierra de los Hiperbóreos, Apolo comienza la búsqueda de


un lugar para construir su templo. Se dirige hacia “al pie del nevado Parnaso”
que se extiende en un escabroso valle, donde decido erigir su templo que será
hogar de los oráculos que profetizarán “lo que verdaderamente está decidido” y
los hombres le traerán hecatombes en su honor. Al llegar a Delfos se encuentra
en comunión con la naturaleza, las aves cantan y las aguas claras de los ríos
bajan por la pendiente, se realizan fiestas y hecatombes que se repiten todos
los años en honor a la llegada de Apolo.

La serpiente o dragón Pitón cuidaba de la fuente de un río cerca de Delfos,


exterminaba animales y seres humanos, causando grandes desmanes:

“Cerca de allí había una fuente de hermoso raudal, donde


el soberano hijo de Zeus mató con su robusto arco una
dragona muy gorda y grande, monstruo feroz que causaba
en aquella tierra muchos daños a los hombres, y no sólo a
ellos, sino también a las reses de gráciles piernas; pues era
una sangrienta calamidad. Ella fue la que alimentó en otro
tiempo al terrible y pernicioso Tifaón, calamidad de los
mortales, después de recibirlo de Hera, la de trono de
oro”5

Hera le había encomendado a Pitón el cuidado de Tifaón. La serpiente-dragón


era hijo de la Tierra y como tal propiciaba oráculos, por lo que Apolo al estar
querer instalar su oráculo en Delfos, tuvo que matar a este monstruo. Luego
guardó sus cenizas en un sarcófago y en su honor fundó los Juegos Píticos,

5 Ibid. Idem. 294

6
juegos fúnebres, en los que se coronaba a los ganadores con una corona de
laureles, la cual pasa a ser un atributo indiscutible para identificar a Apolo. La
pitia cuando se encontraba en trance profético solía mascar hojas de laureles.
En los cantos de triunfo por la victoria de entonaron los primeros himnos en
honor a Apolo, llamado peán. También se afirma que las cenizas de Pitón se
encuentran debajo del ónfalo.

En un lecito (recipiente cerrado para aceite y ungüentos) de 470 a.c. y de


estética arcaica, se ve a Apolo sentado sobre el ónfalo (ὀμφαλός, ómphalos,
ombligo) de piedra de Delfos. Junto a él hay un trípode. Éste fue consagrado
luego de apoderarse del oráculo en el santuario ahí establecido. El trípode es
uno de los atributos más utilizados al representar a Apolo, sentada sobre el
trípode la Pitia emitía sus oráculos. En cierta ocasión que hay sido muy
representada en vasijas, Heracles intentó apoderarse del trípode del oráculo
tras no brindarle respuesta, por lo cual Apolo se enfrentó a él y lo venció.

Figura 3. Lecito de 470 a.c., Apolo sobre ónfalo y monstruo Pitón.

En la representación, Apolo le dispara flechas a la serpiente Pitón, la bestia


está representada con cabeza de mujer y pechos, con un cuerpo de serpiente,
tomando como fuente la descripción de Equidna (Εχιδνα) que hace Hesíodo en
su Teogonía:

“Otro monstruo extraordinario, en nada parecido a los


hombres mortales ni a los inmortales dioses, tuvo Medus
en una cóncava gruta: la divina y astuta Equidna, mitad
ninfa de ojos vivos y hermosas mejillas, mitad en cambio
monstruosa y terrible serpiente, enorme jaspeada y
sanguinaria, bajo las entrañas de la venerable tierra. Allí
habita una caverna en las profundidades, bajo una oronda
roca”6


6 Hesíodo, Teogonía, pág. 4.

7
Figura 4. Heracles con su mazo, le disputa
el trípode délfico a Apolo con su corono de laureles.

El ónfalo es ombligo del mundo, Delfos el centro de la tierra y fue un centro


espiritual en el mundo griego, adonde debían peregrinar aquellos que quisieran
consultar al oráculo más poderoso y certero. El ónfalo semeja al fruto de un
pino, la piña sería la semilla del árbol de la vida, el diseño de flores del ónfalo
una vez desplegado semeja al símbolo de la flor de la vida y creación del
mundo.

Figura 5. Ónfalo 330 a.c. . Diseño flor de la vida.

Figura 6. Moneda de bronce, 280-261 a.c. Anverso: Retrato de Antioquio anciano. Reverso:
Apolo sentado sobre el ónfalo, sosteniendo con su mano izquierda unas flechas y su mano
derecha descansa sobre un arco que se encuentra a su lado.

8
Apolo citaredo

El Apolo que aparece junto a las Musas suele ser Apolo citaredo, por su
relación entre la música, el canto y la danza.

Sobre el origen de la cítara o lira hay diversas fuentes de cómo llega a manos
de Apolo. Es uno de los atributos más recurrentes para representar a Apolo,
adquiere diversas formas, algunas con su caja de caparazón de tortuga, como
se relata en el “Himno Homérico a Hermes”, en ocasión de que éste, apenas
nacido, con picardía le roba un rebaño de bueyes a Apolo en su rol de pastor.
El joven encontró una caparazón de tortuga: “Hermes fue en efecto el primero
que se fabricó una tortuga musical”7, que maravilló a Apolo y decidió cederle
sus rebaños a cambio de tal instrumento: “figura encantadora, que ritmas la
danza, camarada del banquete! Bienvenida es tu aparición. ¿De dónde viene
este hermoso juguete?”8. Homero describe como Hermes construye la lira:

“Una vez que cortó en sus justas medidas tallos de caña,


los atravesó, perforando el dorso, a través de la concha de
la tortuga. Alrededor tendió una piel de vaca, con la
inteligencia que le es propia, le añadió un codo, los ajustó
a ambos con un puente y tensó siete cuerdas de tripa de
oveja, armonizadas entre sí.
Cuando lo hubo construido, en posesión de un juguete
encantador, lo tentaba con el plectro cuerda a cuerda. Al
toque de su mano, sonó prodigiosamente y el dios lo
acompañaba con su hermoso canto, practicando la
improvisación”9

luego la toca y canta junto a Apolo:

“La lira, a la izquierda de su mano, la tentaba con el


plectro cuerda a cuerda. Al toque de su mano sonó
prodigiosamente. Se echó a reír Febo Apolo regocijado y
en su fuero interno penetró el encantador sonido de la
música sobrenatural y se adueñó de él, de su corazón, un
dulce deseo mientras lo oía. (…) tañendo sonoramente su
cítara, entonó su canto a modo de preludio y lo
acompañaba su voz encantadora, celebrando a los dioses
inmortales y a la tierra tenebrosa, cómo se originaron en
un principio y cómo obtuvo su parte cada uno. Honró con
su canto de entre los dioses primero a Mnemósine, madre
de las Musas, pues ella tenía bajo su tutela al hijo de
Maya. Y de acuerdo con su edad y cómo nació cada uno,


7 Homero, Himno a Hermes, pág.1
8 Idem.
9 Idem.

9
honró a los dioses inmortales el ilustre hijo de Zeus,
narrándolo todo con orden y tañendo la cítara sobre su
brazo.”10

Vasijas

Figura 11. Detalle de Apolo tocando la lira de una escena junto a otros dioses.

Cratera con volutas (utilizada con fines funerarios, para guardar cenizas o para
mezclar vino), correspondiente del período clásico. Apolo tiene sobre su
cabeza una corona de laurel y lleva puesto remera tracia debajo de su manto.


10 Ibid. Idem. Pág. 6.

10
Figura 12. Hydra (utilizada para almacenar y transportar líquidos) del período clásico.

En ella se ve a Apolo a bordo de un trípode alado cruzando el mar, en la parte


inferior se ven delfines y agua. Se encuentra tocando la lira, en su espalda se
percibe el carcaj con flechas. El trípode podría representar la órbita del sol, en
referencia a su epíteto Helios.

Figura 13. Kylix (utilizado para beber) ático de 380 a.c.

Apolo montado de costado sobre un grifo alado (un león con cabeza de águila).
El dios sostiene una lira en una mano y una rama de laurel en la otra. Marco
circular con inscripciones geométricas.

11
Figura 14. Kylix ático de 470 a.c., atribuido a Eufronio.

Apolo sentado sobre un trípode con una lira, hecha de caparazón de tortuga, en
una mano y con la otra ofrece libaciones desde una copa. En su cabeza se
percibe una corona de laureles y un cuervo presencia la escena.

Esculturas

Figura 15. Estatua de mármol de Apolo, copia romana de un original helenístico de 200-150a.c.

12
Se encuentre desnudo, salvo por el himantion, su postura se encuentra en
quiasmo, con su pierna derecha adelantada y el brazo izquierdo levantado, el
pie izquierdo retirado hacia atrás y su brazo derecho apoyado sobre la cítara.
También en su original tenía un carcaj que asomaba sobre su espalda. Mide
2.28 de altura. La serpiente pitón envuelta sobre el soporte utilizado para
sostener la figura del dios.

Figura 16. Apolo citaredo sin fecha específica

Frescos

Figura 17. Fresco romano.

Apolo sentado sosteniendo una lira y con un carcaj que asoma sobre su
espalda, lleva una corona de laureles sobre su cabeza. Un manto rojo cubre su
regazo.

13
Figura 17. Muerte de Pitón, Casa de los Vetti, Pompeya,

Figura 18. (Detalle)

14
Numismática

Figura 18. Moneda de plata, 392-379 a.c. (circa) anverso: rostro de Apolo con corona de
laureles. Reverso: cítara

Figura 19. Camafeo de paste de vidrio imitación de un sardo, 1 d.c.-2 d.c., con un Apolo
Citaredo grabado, con un himantion envuelto en sus piernas, sostiene una lira y un plectro,
detrás un trípode.

15
Apolo Musageta

Las Musas como hijas de Zeus mantienen un estrecho vínculo con los
principales hijos de Zeus. El sobrenombre Musageta significa “conductor de las
Musas”, Safo en palabras de Maximio Trio lo dice así: “Apolo mismo, el Jefe de
las Musas, tal como Safo y Píndaro en una oda lo adornan con cabellos de oro
y una lira, y lo hacen ir al Helicón sobre cisnes y también bailar con las Musas y
las Gracias."11

En el libro I de la Ilíada Apolo toca la lira en el Olimpo y las Musas lo


acompañan en coro con “sus voces armoniosas”. Mientras que en el “Himno
Homérico a Apolo”, reunidos en el Olimpo los dioses, Apolo los encanta con su
lira y las Musas se le unen:

“rápido como el pensamiento, se va al Olimpo, a la


morada de Zeus, donde están reunidos los demás dioses; y
enseguida los inmortales sólo se cuidan de la cítara y del
canto. Las Musas todas, alternando con su hermosa voz,
celebran los presentes inmortales de los dioses y cuantos
infortunios padecen los hombres”12

Los aedos como Homero descienden de las musas, adquieren de ellas su voz
divina y la de ellos también, por eso no es casual que comience sus dos épicas
invocando a la Musa. Hesíodo confirma esta descendencia: “De las Musas y
del flechador Apolo descienden los aedos y citaristas que hay sobre la tierra; y
de Zeus, los reyes. ¡Dichoso aquel de quién se prendan las Musas! Dulce le
brota la voz en la boca.”13 (94) Y más adelante, Hesíodo hace referencia al
poder curativo de penas y desgracias de las historias antiguas que cantan los
aedos, que les fue otorgado por las Musas:

“si alguien, víctima de una desgracia, con el alma recién


desgarrada se consume afligido en su corazón, después de
que un aedo servidor de las Musas cante las gestas de los
antiguos y ensalce a los felices dioses que habitan el
Olimpo, al punto se olvida aquél de sus penas y ya no se
acuerda de ninguna desgracia. ¡Rápidamente cambian el
ánimo los regalos de las diosas!”14

Apolo actúa como director de las Musas, pero también como mensajero: “como
el canto brota del reino de Apolo y de las musas no con abundante sentimiento,
sino que es escogido mensajero de la deidad, de ese modo es instruido en
todas las ambiciones por la benevolencia de las Musas”15.


11 Safo, “Poemas”, 9, 177
12 Homero, “!Himno homérico a Apolo”, 189.
13 Hesíodo, Teogonía, 94.
14 Idem. 98.
15 Otto, ídem, pág. 37.

16
Las Musas

Las Ninfas como origen de las Musas

Los griegos veían a la naturaleza como una manifestación divina, solían


representarla con figuras antropomórficas y en comunión con bosques, montes
o ríos solían encontrar paz y regocijo en ella. En el mundo griego antiguo, la
naturaleza era “el reflejo de un silencio divino”16.

La palabra griega Αἰδώς que se traduce como vergüenza o pudor, puede ser
interpretada como un respeto por lo oculto: “El (es) prudente detenerse delante
de lo desconocido, lo tierno y lo respetable, que es extraño para todo indiscreto;
el admirarse y el aquietarse delante el milagro de la pureza, esto es la sagrada
quietud en sí misma”17. Eurípides en “Ifigenia en Áulide” (821), en palabras de
Akilieo se refiere a la diosa Aidós de esta manera: “¡Oh pudor venerable!”. Tras
lo cual alaba la belleza de Clitemnestra que le responde: “Alabo, no obstante, lo
que respetas el pudor”18.

A Artemisa se la ha mencionado, a pesar de su espíritu belicoso y cazador,


como Aidós, como reina de los montes y campos que alejados de los hombres
se mantiene en quietud, intocados, cercanos a una pureza prístina. Hipólito en
la obra de Eurípides se dirige a Artemisa con presentes:

“A ti, oh diosa, te traigo, después de haberla adornado,


esta corona trenzada con flores de una pradera intacta, en
la cual ni el pastor tiene por digno apacentar sus rebaños,
ni nunca penetró el hierro; sólo la abeja primaveral recorre
este prado virgen. La diosa del Pudor lo cultiva con rocío
de los ríos.”19

Hipólito escucha la voz de Artemisa, pero no puede ver su rostro: “Yo soy el
único de los mortales que poseo el privilegio de reunirme contigo e intercambiar
palabras, oyendo tu voz, aunque no veo tu rostro”20. Artemisa suele aparecer
como la madre de las ninfas, y por ello, poseen una belleza admirable: “Que a
los genios femeninos de la sosegada naturaleza se le haya llamado hermosas
es más que un obvio homenaje. La hermosura pertenece a su esencia porque
es un nacimiento del sosiego en su perfección”21. Es usual que las ninfas se
hagan presentes solo de manera auditiva, como espíritus que habitan zonas
montañosas, grutas, lechos de ríos y campos. Odiseo despertó de un sueño
creyendo haber escuchado a las “ninfas que pueblan las cumbres del monte,
los veneros del río, los prados hermosos”22.

16 Otto, Walter F. “Las Musas”, pag. 13.
17 Idem. Pag.13-14. Paréntesis mío ante posible error para escalecer la compresión de la cita.
18 Eurípides, “Ifigenia en Áulide” ,821.
19 Eurípides, “Hipólito”, 73-80.
20 Idem. 84.
21 Otto, Walter F. Idem. Pág. 15.
22 Homero, “Odisea”, 6, 123. Editorial Gredos, Madrid, 2000.

17
El canto y la danza de las ninfas son una manifestación más de su fluir
acompasado a la naturaleza, sus movimientos son gráciles y livianos como el
viento que mueve las hoja de los árboles. De su relación con Hermes, patrón
de su danza y amante, nace Pan, una figura antropomórfica que representa a
la naturaleza libre, pastorea sus rebaños y habita las cumbres: “las melodiosas
ninfas montaraces, acompañándole con pie ligero a la fuente de aguas
profundas, cantan y el eco resuena entorno de la cumbre del monte”23

Figura 20. Apolo y Ninfas, fecha desconocida

Las ninfas se revelan como espíritus de la naturaleza, de arroyos y montañas,


ellas contienen la capacidad de comunicar los secretos del universo. Su
procedencia puede ser celeste, terrestre, fluvial, marítima u oceánica, pero su
referencia más habitual es como habitantes de las montañas. Homero en “La
Ilíada” en ocasión de reunir a todos los inmortales en el Olimpo, también las
convoca a ellas: “las Ninfas que habitan en los deliciosos bosques o en las
fuentes de los ríos o en los verdes prados”24. Y también en un símil homérico
que refiere al sufrimiento de Niobe tras perder a sus doce hijos, menciona a las
Ninfas como habitantes del monte Sípilo: “entre las rocas inaccesibles del
monte Sipilo, donde se dice que se encuentran las moradas de las ninfas que
acompañan al Arqueloo con sus danzas”25 En la “Teogonía” de Hesíodo: “dio a
luz a las grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las Ninfas que habitan
en los boscosos montes” 26 . Este sería el origen de que sean llamadas
“montaraces” . Otto hace referencia a que este tipo de grutas en las montañas,
sirvieron refugio y santuario de los pastores y peregrinos que a su vez dejaban
ofrendas, imágenes talladas en lo formaciones naturales de las cuevas27.

Por las grutas suelen correr ríos, helechos o brotar manantiales, son lugares
húmedos y este es un elemento propio de las Ninfas. Uno de los nombres que
se les atribuyen es el de Náyades, “hijas de la humedad”. Homero hace


23 Homero, “Himnos Homéricos- Batracomiomiaquia”, pag. 72
24 Homero, “La Ilíada”, 20, 8.
25 Homero, ídem. 24, 615.
26 Hesíodo, “Teogonía”, 130.
27 Ref. Otto, pág. 16.

18
referencia en la “Odisea” a una fuente cerca de la ciudad de Ítaca de la que los
caminantes bebían y dejaban sacrificios28:

“A la fuente labrada llegaban, la de hermosa corriente, en


que el agua tomaba aquel pueblo. (…) en torno se extendía
un redondo sotillo con chopos nutridos por el agua que
arriba, brotaba la peña, caía desde allá fresca siempre; un
altar consagrado a las ninfas coronaba la roca y en él los
viandantes dejaban sus ofrendas.”29

En la antigüedad la gente atribuía al agua la capacidad profética y el espíritu de


la verdad30.“Todas las fuentes benditas del agua que surgía de lo profundo de
la tierra se atribuían a la esencia divina, cercana, purificante y fecundante de
las Ninfas”31.

La conversación en el “Fedro” de Platón que el primero mantiene con Sócrates


se desarrollo a las márgenes de un arroyo: “el encanto risueño de las olas, el
agua pura y transparente y esta rivera, todo convidaba para que las ninfas
tuvieran aquí sus juegos” 32 y más adelante: “Este sitio está sin duda
consagrado a algunas ninfas y al río Arqueloo, si hemos de juzgar por las
figurillas y estatuas que vemos”33. Ya en las ninfas está presente su poder para
inspirar y ordenar el discurso, al igual que su procedencia divina, como dice
Sócrates: “en verdad este lugar tiene algo de divino, y si en el curso de mi
exposición las ninfas de estas riberas me inspirasen algunos rasgos
entusiastas no te sorprendas” 34. Luego hace referencia y se cuestiona sobre la
habilidad de las ninfas en el arte de la palabra. Las ninfas también tienen la
capacidad de educar y encantar al otro. En la Teogonía de Hesíodo, al referirse
a los hijos de Tetis y Océano: “Tuvo también una sagrada estirpe de hijas que
por la tierra se encargan de la crianza de los hombres, en compañía del
soberano Apolo y de los Ríos”35

En el “Himno homérico a Deméter”, la musa Urania aparece como una ninfa


jugando entre un grupo con Perséfone. Las ninfas, al igual que las musas, son
diosas, y como divinidades son inmortales.

Las Musas


28 Ref. Ídem. Pág. 17.
29 Homero, “Odisea”, 17, 205.
30 Ref. Idem. pág. 22
31 Otto, Idem. pág. 17
32 Platón, “Fedro”, pág. 11
33 Idem. pág. 13
34 Idem. pág. 25
35 Hesíodo, ídem, 347

19
La palabra Musa encierra un conjunto de rasgos de la cultura griega antigua
que perviven hasta nuestros tiempos de manera notable.

Las Musas, con su antecedente en las Ninfas, están relacionadas con los
espíritus de la naturaleza en que los antiguos griegos creían. La voz sagrada
de estas deidades era la música (μουσική), el arte de las Musas (μοῦσαι) que
actúan como intermediarias o directas benefactores de un don. Las Musas eran
invocadas por pensadores, poetas, cantores, dramaturgos, escultores y
pintores, a ellas recurrían como inspiración que diera forma a sus palabras,
expresión, tono y forma.

Las Musas vendrían a ser hermanas de las Ninfas, comparten a sus padres
Zeus y Mnemósine. Hesíodo en su “Teogonía” se refiera en repetidas
ocasiones a ellas como “las hijas del poderoso Zeus”, que se unió con
Mnemósine durante nueve noches y “nueve jóvenes de iguales pensamientos,
interesadas solo por el canto y con un corazón exento de dolores en su pecho,
dio a luz aquella, cerca de la más alta cumbre del nevado Olimpo”36. Y luego al
referirse a los hijos de Zeus con las diosas: “hizo el amor a Mnemósine de
hermosos cabellos y de ella nacieron las nueve Musas de dorada frente a las
que encantan las fiestas y el placer del canto. Leto parió a Apolo y a la
flechadora Artemis”37.

El origen de las Musas como hijas de Zeus es el más aceptado y el de más


fuerte raigambre, aún así, como señala Otto, hay otras fuentes que remiten a
distintas raíces. Su madre Mnemósine es hija de Gea y Urano, pertenece al
grupo de las Titánides, el nombre Mneme (μνήμη) ha sido utilizado para
referirse a ella como única y originaria musa, como diosa de la memoria, del
recuerdo38. Pausanías la nombra como parte de las tres Musas más antiguas:

“Los primeros en hacer sacrificios en el Helicón a las


Musas y en declarar al monte consagrado a las Musas
dicen que fueron Efialtes y Oto. (…) 2- Los hijos de Aloeo
consideraron que las Musas era tres y les pusieron los
nombres de Mélete, Mneme y Aede”39.

También Sócrates en el “Eutidemo” de Platón las invoca a las Musas y a


Mneme: “De modo que yo, a semejanza de los poetas, necesito, al iniciar mi
relato, invocar a las musas y a la Memoria”40. Ovidio en “Metamorfosis” se
refiera a las Musas como “Mnemónides”, por ser hijas de Mneme o
Mnemósine41.


36 Hesíodo, Idem. 56.
37 Idem. 916.
38 Ref. Píndaro, Nemeas, 7,15.
39 Pausanías, “Descripción de Grecia”, 9,29,1-2, Ed. Gredos, pág. 302
40 Platón, “Eutidemo”, 275 d.
41 Ovidio, “Metamorfosis”, 5, 268, Ed. Cátedra, Madrid, pág. 362.

20
Como menciona Otto, la diosa Musa se daba con exclusividad en el mundo
griego, como manifestación del canto y el hablo, algo que no se da en otras
culturas. Este es un arte que “pertenece al orden eterno del ser del mundo que
solo muestra perfecta esencia en él”42

Figura 21 . Mosaico romano, 2-3 d.c. La diosa Menmósime posa su mano sobre la cabeza de
un hombre para ayudar a su memoria. El resto de la figura se ambienta en un banquete, donde
se solía cantar, recitar y orar.

Cerca del oráculo de Trofonio, en Levadea (Beocia) había dos manantiales, de


cuyas aguas bebían los consultantes: La Fuente del Olvido (Lete) y la de
Memoria (Menmósine). Las Musas en el Helicón se reunían alrededor de la
fuente Hipocrene a bailar y cantar, sus aguas favorecían su inspiración. La
fuente brotó como un manantial al ser golpeada la roca por el casco de
Pegaso, de ahí que se llame “la fuente del caballo”:

“Con sus pies delicados danzan en torno a una fuente de


violáceo reflejos (…) Después de lavar su piel suave en las
aguas del Permeso, en la Fuente del Caballo o en el divino
Olmeo, forman bellos y deliciosos coros en la cumbre del
Helicón y se cimbrean vivamente sobre sus pies”43.

El golpe con el casco de Pegaso ocurrió cuando se llevaba a cabo un concurso


de canto entre las Piérides (musas del culto a Dioiniso en Tracia) y las Musas.
El Helicón complacido se fue hinchando hasta llegar al cielo, por lo que Posidón
le ordenó a Pegaso que golpeara la montaña para que retornara a su tamaño
original. El Helicón obedeció y en el lugar del golpe de Pegaso brotó el
manantial conocido luego como Hipocrene o Fuente del Caballo. En la parte
norte del templo de Apolo en Delfos se encontraba la fuente Casotis, vinculada
al altar de las Musas, donde brotaba el agua44. En la “Metamorfosis” de Ovidio,
es la musa Urania quien toma la palabra y dice: “es Pegaso el origen de esta
fuente”45. Además de la fuente de Hipocrene en el Helicón, también estaba la
de Aganipe, llamada hiantia, o sea, beocia, como menciona Ovidio46


42 Otto, ídem. Pág. 29
43 Hesíodo, Teogonía, 6.
44 Ref. Otto. Pág. 32
45 Ovidio, ídem. 5, 263, pág. 362
46 Idem. 5, 313, pág. 364.

21
Como dice Otto, a pesar del número variable de Musas, en esencia solo hay
una Musa, en ese sentido se diferencian de las Ninfas que son siempre en
plural. Homero al comenzar “La Ilíada” invoca: “Canta, oh Musa”. Es en la
“Odisea” donde por primera vez se hace referencia a que sean nueve:

“ha salido del mar con las ninfas de las aguas y viene al
encuentro del hijo que ha muerto. (…) Nueve Musas
cantando por turno con voz melodiosa entonaron sus
trenos: no vieras allá ni un argivo con los ojos enjutos, que
así penetraba aquel canto”47.

Y luego en Hesíodo adquieren nombres propios con los que serían conocidas
posteriormente:

“Esto cantaban las Musas que habitan las mansiones


olímpicas, las nueve hijas nacidas del poderos Zeus: Clío,
Euterpe, Talía, Melpómene, Terpsícore, Erato, Polimnia,
Urania y Calíope. Esta es la más importante de todas, pues
ella asiste a los venerable reyes”48.

Calíope es la Musa de la poesía épica y de la elocuencia, se la representa con


una tablilla, veces también con un rollo o pergamino. Erato, presidía la poesía
lírica y erótica, se la representa con una lira. Clío es la Musa de la historia y se
la representa con un rollo de papeles o una caja de libros. Euterpe es la Musa
de la música y la poesía lírica, su atributo es una flauta, instrumento cuya
invención se le atribuye. Melpómene es la Musa de la tragedia, mientras que
Polimnia lo es de la poesía lírica, es decir, la de los cantos sagrados, no suele
tener un atributo que la diferencie. Talía es la Musa de la comedia, presidía los
banquetes animados por el canto y la música, sus atributos son la corona de
hiedra y una máscara. Terpsícore es la Musa que preside el canto coral y el
baile y se la representa con una lira o cítara. Urania es la Musa de la
astronomía, se ocupa del estudio de las cosas celestes y es representada con
una esfera y, a veces, una vara que la señala.

“Las Musas no son solo hijas de Zeus, como lo son otras grandes divinidades,
sino que son además partícipes de su creación”49. En el “Himno a Zeus” de
Píndaro que se perdió, pero Aristides lo leyó y su comentario permite conocer
los sucesos, según recoge Otto. Luego de crear y ordenar el mundo, Zeus le
preguntó a los dioses si faltaba algo, contestaron que faltaba una voz para
alabar los grandes sucesos, palabras y música: los dioses pidieron a Zeus la
creación del espíritu divino de las Musas. “La esencia del ser no está concluida
hasta tanto no haya una lengua que la enuncie. El ser y su magnificencia deber
ser pronunciados , esto es la plenitud del ser”50.

47 Homero, “Odisea”, 55-60, Editorial Gredos, Madrid, pág. 384
48 Hesíodo, “Teogonía”, 77.
49 Otto, ídem. Pág. 29.
50 Idem. pág. 30

22
Como diosas que son las Musas pertenecen al Olimpo, de ahí que sean
llamadas “Olímpicas”, al igual que otro monte es su hogar y por eso son
llamadas “Heliconíadas”, en referencia al Helicón. Su rol en el Olimpo según
Homero en el “Himno a Apolo”: “Las Musas todas, alternando con su hermosa
voz, celebran los presentes inmortales de los dioses y cuantos infortunios
padecen los hombres”51, el origen y el destino del los hombres también es tarea
de los cantos de las Musas. Las Musas son las únicas divinidades que, junto a
su padre Zeus, tanto en Homero como en Hesíodo, son llamadas Olímpicas52.

Al igual que en el Helicón, las Musas tenían su fuente en el Olimpo y le


llamaban Pimplea, nombre que también se le adjudicó a un monte y a una
ciudad. De ahí que los romanos se refirieran a ellas como “Pimpleas”. Horacio
en sus “Odas” las invoca: “¡Oh tú, que en las fuentes de agua pura te huelgas ,
trenza flores nacidas al sol, trenza una corona a mi querido Lamias, dulce
Pimpleide!”53.

La “Teogonía” de Hesíodo es uno de los más valiosos testimonios sobre las


Musas y su manifestación divina. Ellas se presentaron ante Hesíodo y le
enseñaron su canto mientras pastaba su rebaño en el valle del Helicón, por eso
el proemio está dedicado en gran parte a ellas:

“forman bellos y deliciosos coros en la cumbre del


Helicón y se cimbrean vivamente sobre sus pies. (…) Ellas
precisamente enseñaron una vez a Hesíodo un bello canto
mientras apacentaba sus ovejas al pie del divino Helicón
(…)“Me infundieron voz divina para celebrar el futuro y
el pasado y me encargaron alabar con himnos la estirpe de
los felices Sempiternos y cantarles siempre a ellas mismas
al principio y al final”54.

Las Musas inspiran y se apoderan de la voz de Hesíodo y, así, su canto se


convierte en divino; es capaz de ver a través de los tiempos y de dialogar con
los dioses. El cantor es mediador y partícipe de lo divino: “El poeta es también
el oyente y por esta razón es el primer orador. Su relación con lo divino, que lo
inspira, es precisa; lo expresa también la imagen cristiana de los profetas que
escuchan o la de los evangelistas”55.

“¡Pastores del campo, triste oprobio, vientres tan solo! Sabemos decir muchas
mentiras con apariencia de verdades; y sabemos, cuando queremos, proclamar
la verdad”, son las palabras de las Musas a Hesíodo. Suele decirse que en esta
frase está contenida el origen de la filosofía griega. Hesíodo recibe el encargo


51 Homero, “Himno a Apolo”, 189.
52 Ref. Otto, ídem, pág. 61
53 Horacio, “Odas”, 1,26,6 y ref. Otto, ídem, pág. 32.
54 Hesíodo, ídem, 4 ,11, 16.
55 Otto, ídem. pág. 36.

23
de las Musas de decir la verdad y no inventarse falsedades que parecen
verdad y no lo son. Frente el mito homérico, se encuentra la búsqueda de la
verdad, del logos. Hesíodo distingue – y ese es uno de sus aportes más
importantes – entre la verosimilitud homérica y la verdad, el principio, lo que
primero existió. Es la pregunta por la historia que se desliza hacía la filosofía,
hacia el problema del principio.

24
Obras Griegas

VASIJAS

Figura 22. Vaso François, Las bodas de Tetis y Peleo, 570 a.c.

El vaso François es una cratera de volutas ática, realizada y firmada por el


alfarero Ergótimos y su decoración pintada por Clitias con la técnica de figuras
negras y descubierta por Alessandro François, de quien toma su nombre. La
cratera mide 66 centímetros, un gran tamaño para almacenar vino o agua y
servirse de ella.

En la franja central que rodea toda la cratera, se representa la boda entre Tetis
y Peleo, en la morada de éste, a la que llegan caminando o en carro distintas
divinidades del mundo griego. El cortejo comienza en la parte superior
izquierda y termina a lado inferior derecho al llegar a la morada donde se
encuentra a Tetis mirando hacia fuera. Cada figura tiene su nombre
correspondiente que la identifica sobre ella. Peleo se encuentra delante de su
casa con pórticos, cerca de un altar donde algunos dioses dejan sus ofrendas.
El cortejo está liderado por Quirón, centauro célebre por haber educado a
Peleo y Aquiles, en su mano lleve dos liebres. Junto a él, Iris la mensajera,
portando un caduceo. Le sigue Dioniso con un ánfora sobre su espalda,
posiblemente con vino, y un animal bajo su brazo. Detrás se encuentran la
Horas, como representación de la estaciones. El cortejo de carros les sigue con
Zeus y Hera sobre él, debajo encabeza el coro de las Musas, la principal de
ellas, Calíope, al parecer tocando una doble flauta. Junto a ella, Urania con el
brazo levantado. En el segundo carro, tras los caballos, se encuentran juntas
Talía, Euterpe, Clío y Melpómene, sin rasgos identificables. Su presencia
también se puede explicar con motivo de realizar cantos en la ceremonia.

25
Figura 23. Imagen del Vaso François.

Le seguirían Poseidón y Anfitrite, al reina del Mar. Luego en la parte superior de


la imagen, Afrodita y Ares, seguidos por tres Gracias que se encuentran junto
al carro con los hermanos Apolo y Artemis. Le sigue Atenea parada junto a un
carro que lleva a los padres de Tetis, Nereis y Doris. Detrás, tres Moiras,
Hermes y su madre Maia. La franja superior la finaliza, o sea, comienza el
cortejo, Océano con una Nereida.

Figura 24. Vaso François, detalle de Calíope.

Hesíodo destaca el rol de Calíope en la “Teogonía”:

“Calíope, ésta es la más importante de todas, pues ella


asiste a los venerables reyes. Al que honran las hijas del
poderoso Zeus y advierten que desciende de los reyes
vástagos de Zeus, a éste le derraman sobre su lengua una
dulce gota de miel y de su boca fluyen melifluas palabras.
Todos fijan en él su mirada cuando interpreta las leyes
divinas con rectas sentencias”56.

La figura 25 está compuesta por dos imágenes de una cratera del siglo 6 a.c.,
Su estética pertenece al período arcaico, debido a lo geométrico de sus figuras
y los diseños de sus ropajes. En ella se ve a Apolo con una lira sobre un carro,

56 Hesíodo, ídem., 80.

26
ICONOGRAFÍA DE APOLO Y LAS MUSAS... 471

junto a dos musas con diademas. Apolo se estaría dirigiendo hacia su hermana
Artemis.

1. Calíope. Vaso François. (Detalle). Museo Ar-


queológico. Florencia. S. VII a.C.

Figura 25. Apolo y dos musas. Detalle de una cratera, siglo 6 a.C.
2. Apolo y dos musas. (Detalle de una cratera de Milo). Museo Arqueológico Nacional. Ate-
nas. S. VII. a.C.

Apolo Musageta suele estar representado como Apolo citaredo, portando una
lira, en su doble asociación con las Musas. En el fondo de un kylix –utilizado
como copa para beber– (figura 26) se lo ve desnudo, cubierto parcialmente por
una clámide roja y con su corona de laureles. Parece dirigirse hacia la Musa
que se encuentra frente suyo, sentada sobre una roca, algo usual en relación a
otras representaciones y que hace referencia al entorno natural del monte
Helicón. Sostiene una lira con caja de resonancia de caparazón de tortuga,
472 MARIA ISABEL RODRÍGUEZ
atributo que la identifica como Musa.

Figura 26. 3.
Apolo
Apoloy yuna
unaMusa.
Musa.Detalle
(Detallededeun
unKylix
Kylixático.
áti- 460 a.C.
co). Museo de Bellas Artes .Boston.460 a.C.
El lecitos (figura a27)
mismada, era unque
la música recipiente alto,
produce su por locon
hermana general utilizado
la ayuda para guardar
de un plectro en un
esenciasbárbiton de siete cuerdas. La tañedora está sentada, también en esta ocasión,Musa
de perfumes y, a su vez, era utilizado para guardar cenizas. La en
un soporte rocoso, como representación expresa del monte Helicón.
Una de las representaciones de Apolo Musagetas más significativas que
hemos podido encontrar en la pintura sobre cerámica del período clásico en27
Grecia pertenece a la decoración de una hidria procedente de Vulci, en la que
figuran Apolo y siete musas, dispuestas las imágenes afrontadas en cuatro pare-
sentada tocando la lira, probablemente sea Calíope, se encuentra sobre una
roca del monte Helicón, según una inscripción en la pieza. A sus pies se ubica
una pequeña ave. A su izquierda, al girar la vasija, se encuentra otra musa de
pie con manto rojo que es probable que esté escuchando la música que le llega
de la lira y de su hermana. En la parte superior tiene una guarda con figuras
geométricas cuadradas en espiral.

Figura 27. Una Musa en el Helicón. Detalle de un Lecitos de fondo blanco, 440 a.c.

En una hidra (utilizada para almacenar y transportar líquidos) del siglo 5 a.c.
vemos representadas a siete Musas y Apolo Musageta (figura 28). El dibujo de
las figuras pintadas a lo ancho de la hidra se divide en dos partes. En la
superior se puede ver Apolo citaredo, con su corona de laureles y una gran
cítara, en la parte inferior se asoma lo que parece ser una palmera, atributo que
refiera al único árbol de la isla Delos que le vió nacer. Junto a él se encuentra
una musa con un papiro abierto que podría ser Calíope; de espaldas a ella, otra
musa de pie, sosteniendo un cítara (bárbiton también), y sentada sobre una
roca – en referencia a la topografía del Helicón – se ve a otra musa con una
cítara. En la franja inferior, junto a una palmera, otra musa con un pie apoyado
sobre una roca y sostiene en su mano dos tabletas abiertas. Sentada sobre
una roca, otra musa toca un doble aulós. En el medio de la imagen se
encuentra un árbol que no identifico; la musa que se encuentra entre los dos
árboles se encuentra con el brazo derecho extendido hacia la última de las
musas que parece estar bailando.

28
ICONOGRAFÍA DE APOLO Y LAS MUSAS... 475

Figura 28. Apolo y las Siete Musas. Detalle de una Hidria, 5 a.c. (dibujo representativo)
5. Apolo y las siete Musas. (Detalle de una Hidria de Vulci). Según Navarre. S. V a.C.

El pyxis es un recipiente cilíndrico, por lo general pequeño, utilizado para


guardar aceites, ungüentos y objetos relacionados a la cosmética. La figura roja
sobre fondo blanco (figura 29) representa a siete musas (aunque en la imagen
se perciben seis porque la séptima se encuentra muy dañada la pieza y casi no
se percibe), cada una con instrumento, y a un pastor que se ha identificado
como Tamiris. Éste se encuentra en el extremo derecha de la imagen junto a lo
que parece una vaca. Tamiris fue un músico de la antigüedad al que se le han
atribuido varios poemas, se destacaba en el canto y la lira. En ocasiones su
madre es la Musa Erato y en otras Melpómene. Se cuenta que Tamiris en cierta
ocasión intento rivalizar con las Musas, tras ser vencido, las diosas se
vengaron y le quitaron su don musical. Las musas portan diversos
instrumentos: cítara, lira de tortuga, flauta común o doble aulós, mientras que la
segunda desde la derecha, con su mano alzada, parecen estar brindando
libaciones o haciendo movimientos de danza.

Figura 29. Tamirus y las de


6. Representación Musas, PyxisRelieves
tres Musas. de 460-450 a.c. (la Basa
de la llamada imagen es un montaje
de Mantinea. de Mu-
(Detalle). la
circunferencia de la vasija)
seo del Louvre. París. Fines S. IV a.C.

29
(Derecha) Detalle de una Musa tocando la lira, probablemente sea Calíope.
(Izquierda) Detalle de una Musa tocando la flauta común o el doble aulós, probablemente sea
Euterpe.

(izquierda) Crátera, fecha desconocida, Apolo y cuatro musas.


(derecha) Crátera, fecha desconocida, Apolo y musas.

Concurso entre Apolo y Marsias

El concurso entre Apolo y Marsias, y su posterior suplicio, es un tema que fue


representado en muchas vasijas de las que se han conservado registros o la
pieza completa. Marsias suele ser conocido como el inventor de la flauta de
doble tubo o doble aulós. Aunque, en realidad no fue Marsias su creador, sino
Atenea, que al ver como se inflaban sus mejillas al tocar la flauta o como se
burlaban de ellas, dependiendo de la fuente, la arrojó lejos y amenazó con
castigar a cualquiera que la tomara. Y luego, según Pausanías: “Allí está
Atenea golpeando al sileno Marsias porque había recogido las flautas que la
diosa quería arrojar lejos”57. Marsias envanecido del sonido que podría crear


57 Pausanías, Descripción de Grecia, 1,24,1, Ed. Gredos, Madrid, pág. 141.

30
con su descubrimiento retó a Apolo a generar un sonido más bello. Es probable
que se halle aquí el motivo por el cual este episodio fue tan representado en la
antigüedad, y es porque representa el pecado de “hybris” (exceso, desmesura)
del sátiro Marsias al creerse mejor que un dios.

Figura 34. Apolo, Marsias y dos Musas, cratera en campana, 380 a.c.,

Apolo aceptó el desafío con la condición de que el perdedor quedaría a la


voluntad del vencedor. Apolo resultó vencedor tras retarlo a tocar en posición
invertida. Luego colgó y desolló a Marsias, como describiera luego Ovidio en su
“Metamorfosis”: “Al que gritaba le fue arrancada la piel por la superficie de los
miembros, y nada era sino una herida”58.

En una cratera en campana de 380 a.c. (figura 34) Apolo desciende en un


cisne mientras toca la lira. El sátiro Marsias se encuentra en el extremo
derecho de la imagen con su brazo alzado en dirección al dios. En la escena
se encuentran dos musas que puedan haber oficiado de juezas del concurso,
una sentada con una lira, con la mirada en dirección a su maestro, junto a ella,
la palmera que identifica al dios y a su lugar de nacimiento, y de la que Marsias
fue colgado y desollado. La otra musa se encuentra detrás de Apolo, parecería
estar bailando, aunque hay comentarios que señalan que está sentada. En la
parte inferior hay una figura animal que no se llega a identificar. La guarda
inferior contiene formas geométricas.


58 Ovidio, “Metamorfosis”, VI, 388, Ed. Cátedra, pág. 404

31
Figura 35. Apolo, Marsias y tres Musas, crátera en campana, período clásico temprano.

En el centro de la figura 35 se encuentra Marsias bajo un pino, se percibe su


cola y orejas alargadas representativas de su condición de sátiro, sostiene su
doble aulós y desafía a Apolo a un concurso musical. Apolo se encuentra junto
a él sosteniendo una lira y un rama de laurel, está apenas cubierto por un
himantion. Estos se encuentran rodeados por tres musas a sus lados, la del
extremo derecho sostiene un caja de pergaminos, otra parece estar de pie,
inclinada hacia Marsias, y en el extremo izquierdo la Musa sostiene una lira y
parecería que un pergamino también.

Figura 36. Apolo, Marsias y dos Musas, crátera en campan, período clásico temprano.

En la figura 36 se puede ver al sátiro Marsias de perfil, sentado sobre una roca
tocando el doble aulós, se identifican su cola, orejas alargadas y nariz porcina.
Junto a él, Apolo de pie sostiene una rama de laurel. A cada lado las Musas, a
la derecha una sostiene una lira y, a la derecha, otra sostiene una caja de
pergaminos para juzgar el concurso.

32
(derecha) Detalle de Apolo tocando la lira, con corona de laureles y Marsias el doble aulós,
sentado sobre una roca o tronco. Lekanis , 360-340 a.c.
(izquierda) detalle de Musa sosteniendo una lira de caja de caparazón de rortuga

(derecha) Detalle de Musa sosteniendo una caja y una corona de flores.


(izquierda) Detalle de Musa sosteniendo un cítara, con diadema en su cabeza.

Base de Mantinea

En 1997 en Mantinea se descubrieron unos bajorrelieves que Praxíteles realizó


para el templo a Leto y sus hijos en ese lugar. En tres placas de estilo
praxiteliano, que se encontraban en la base de esculturas de Apolo, Leto y
Artemis; basada en Pausanías, se identificó en sus figuras el concurso entre
Apolo y Marsias ante las Musas.

Base de Manitinea, conjunto escultórico, Apolo, Leto y Artemis, Taller de Praxíteles,330-320 ac.

33
Detalle base. Musas. Desde la izquierda, una musa sostiene un manuscrito, en el centro
sostiene en su mano que no se identifica y sobre la derecha la musas sostiene una lira. Taller
de Praxíteles, 330-320 ac.

Detalle base. Musas. Desde la izquierda, una musa sostiene un doble auló, en el centro la
musa Polimnia quizás envuelta en su manto y sobre la derecha, sentada sobre una roca la
musa toca un corófono. Taller de Praxíteles, 330-320 ac.

Detalle base. Apolo con su lira, escita y Marsyas con su doble flauta. Taller de Praxíteles, 330-
320 ac.

34
Vaso aretino de de Cerdo M. Perenni, fecha desconocida.

El vaso aretino de Cerdo M. Perenni presenta a las Musas, cada una de ellas
con sus nombre inscriptos en griego. Se lo ha descrito como similar a la Base
de Manitea por su trabajo.

Figura 44. Apolo y Calíope, kylix clásico.

Apolo sostiene una lira, porta en su cabeza una corona de laureles y viste un
himantión. Calíope sostiene un vaso griego llamado fiale en su mano alzada, al

35
parecer ofreciéndoselo a Apolo, y en la otra un tipo de vasija llamado enócoe
utilizado como jarra de vino.

Apolo y Las Musas, fecha desconocida, vasija.

Las Musas, fecha desconocida, vasija.

36
MOSAICOS

Figura 51. Apolo, Mnemósine y las Musas mosaico 1 a.c.

El mosaico encontrado en Elis, Grecia, de forma circular contiene los nombres


y atributos de Apolo y cada una de las nueve Musas. Apolo en el centro, es
representado con una lira, al igual que Erato y Terpsícore en la sección inferior.
El atributo de Calíope es una tabla para escribir y el de Urania una esfera
terráquea, mientras que el de Polimnia es un rostro pensativo. Melpómene y
Talía (parte dañada) están representadas por las máscaras trágica y cómica,
asociadas a la dramaturgia. Euterpe lo está por dos flautas, Clío por un
pergamino (rollo). Mnemósine, madre de las musas, está representada por una
roca como parte de la montaña de Pieria, como dice en la parte superior de su
sección.

37
Figura 47. Mosaico

Figura 48. (izquierda)


Figura 49. (derecha)

Figura 50.

38
OBRAS ROMANAS

El culto a Apolo en Roma no habría existido antes de 217 a.c.. El oráculo de


Delfos era consultado por los romanos y solía regir conductas sociales de
conducta y vestimenta. Apolo llegó a ser el dios común a todas las personas.
Ante una crisis de confianza del pueblo tras la derrota de Cannae, la
superstición y los adivinos introdujeron prácticas y ritos extraños. El Senado
intervino para liberar al pueblo de estas supersticiones y para eso se
elaboraron unos escritos con profecías, rezos y reglas de conducta. En estos
textos se aconsejaba instituir juegos y ritos en honor a Apolo. En el 212 a.c. se
instauran los Juegos Apolíneos. Augusto se consideraba bajo la protección de
Apolo y el templo en su honor se encontraba en el Monte Palatino, dentro de la
ciudad sagrada. El Apolo Medicus fue el que tuvo más proyección en el mundo
romano.

SARCÓFAGOS

Figura 52. “Las nueve musas y sus patronos divinos”, mármol blanco, 180 – 200 ac, Roma

En el centro de la imagen del sarcófago se puede ver a Atenea reclinada sobre


un tronco. En el suelo hay una serpiente enrollada sobre un árbol y cerca un
búho, atributos que representan su sabiduría. Atenea lleva su casco distintivo y
sostiene en su mano una lanza.

En el extremo derecho se encuentra Apolo Musageta, desnudo, con su carcaj


cruzado sobre su espalda y una tela en su mano que descansa. A sus pies hay
un pequeño grifo, la criatura alada que Apolo solía montar.

39
Figura 53.(izquierda) (Detalle) Atenea
Figura 54. (derecha) (Detalle) Melpómene y Erato

Figura 55. (detalle)Terpsícore y Talía

40
Figura 56. Sarcófago, mármol blanco, Roma 3 d.c., Museo Pío Clementino, Museos Vaticanos

Este sarcófago romano del siglo 3 d.c., en mármol blanco, representa a las
musas, aunque con variaciones, libertades e incluso errores en sus atributos. A
la derecha de la imagen se puede ver a un hombre (esposo) sentado,
sosteniendo en su regazo un rollo de papel como si fuera un poeta. A la
izquierda de la imagen, también sentada, su esposa toca la lira. Se pueden
identificar ocho musas, cada una con plumas en sus cabezas, alrededor de la
pareja de fallecidos. La esposa sería la novena musa y se puede asumir que
fue hecho para ella.

Figura 57. Apolo y las Musas, mármol, Roma,

41
Figura 58. Las Musas, siglo 2 d.c., mármol blanco.

En el extremo izquierdo de la imagen se encuentra Clío apoyada sobre una


estructura, similar a una columna, sobre la que lee un texto. Junto a ella Talía
portando una máscara dramática, luego Erato sin ningún atributo, mientras que
Euterpe sostiene lo que parecen dos flautas. Polimnia se encuentra reclinada,
pensativa sobre una roca, junto a ella, Calíope sostiene en su mano un… . A su
lado Terpsícore toca la lira y Urania tiene su esfera a sus pies. Toda la escena
es contemplada desde el extremo derecho de la imagen, por la madre de las
Musas, Mnemósine, quien está apoya uno de sus pies sobre una roca y sobre
su rodilla apoya su brazo y apoya su mentón sobre él.

En el friso superior hay, enmarcado por dos rostros en cada vértice, una serie
de figuras masculinas no reconocidas y otra femeninas que podrían ser Ninfas
o Gracias.

Figura 59. Las Musas, siglo 2 d.c., mármol blanco.

42
NUMISMÁTICA

El monedero “Q. Pomponio Musa” es conocido por los denarios que muestran a
las nueve Musas junto Apolo. Datan de 56 a.c. y pertenecieron a la
descendencia de la familia de los Pomponia, cercana a Cicerón y a las altas
esfera de Roma.

El denario era la antigua moneda romana de plata que equivalía a diez ases o
cuatro sestercios. Como todas las monedas romanas de la época, no era solo
un medio de pago, sino un símbolo sacro y político. En la inscripción MVSA se
percibe un símbolo o acento, apex, denotando que la vocal es larga. Se
relaciona con el acento de la palabra griega Mousa. El acento desaparece en
MVSARVM.

Figura 60. Apolo y Calíope, Denario, 3.82 gr, Roma, 56,ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo a d.; detrás, llave.


Reverso: Calíope estante tocando la cítara apoyada en una columna; a ambos
lados

Figura 61. Apolo y Clío, Denario, 4.10g. Roma, 56 ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo a d.; detrás, pergamino.


Reverso: Clío leyendo pergamino, con brazo apoyado en columna.

43
Figura 62. Apolo y Melpómene, Denario, 3.76g. Roma, 56 ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, cetro.


Reverso: Melpómene, con cabeza cubierta por piel de león, parada de, con
túnica larga y encima una más corta o péplum, parazonium al lado, y
sosteniendo maza y máscara trágica.

Sabemos por Pollux que la piel de león era un atributo trágico junto al cetro,
que también nos comenta Ovidio asignándolo directamente a la Tragedia

Figura 63. Apolo y Euterpe, Denario, 3.88g. Roma, 56 aC.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, dos tibias cruzadas.


Reverso: Euterpe sosteniendo dos flautas y apoyada en una columna; a ambos
lados, Q POMPONI MVSA.

Figura 64. Apolo y Erato, Denario, 3.67g. Roma, 56 aC.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, flor (¿plectro?).


Reverso: Erato tocando cítara con plectro; a ambos lados, Q POMPONI MVSA.

44
Figura 65. Apolo y Terpsícore, Denario, 3.91g. Roma, 56 ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, tortuga.


Reverso: Terpsícore tocando lira o cítara con plectro; a ambos lados, Q
POMPONI MVSA.

Figura 66. Apolo y Urania, Denario, 3.87g. Roma, 56 ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, estrella.


Reverso: Urania tocando con una vara geométrica un globo sobre trípode; a
ambos lados, Q POMPONI MVSA.

Figura 67. Apolo y Talía, Denario, 3.98g. Roma, 56 ac.

Anverso: Cabeza laureada de Apolo, detrás, sandalia.


Reverso: Talía sosteniendo máscara cómica y bastón (pedum), mientras
reposa en columna; a ambos lados, Q POMPONI MVSA.

Figura 68. Apolo y Polimnia, Denario, 3.88g. Roma, 56 ac.

45
Anverso: Cabeza laureada de Apolo; detrás, corona.
Reverso: Polimnia portando una corona, con cintas cayéndole sobre la espalda,
completamente envuelta en el himantion, del que sobresale una túnica; a
ambos lados, Q POMPONI MVSA.
Esta es la única musa sin símbolo distintivo, musa de la memoria, las fábulas y
el arte pantomímico, la musa tácita y silenciosa por antonomasia.

MOSAICOS

Termas de Trajano – Domus Aurea

El mosaico descubierto en 1998 y luego otra sección en 2011, en lo que fue la


Sala de las Musas de Nerón que se encontraba en la Domus Aurea, la villa
residencial del emperador Nerón que incluía varias edificios, bosques y lagos.
La Domus Aurea era parte del un gran proyecto urbanístico, la Nerópolis. Tras
la muerte de Nerón en el 68 d.c. los terrenos fueron convertidos en espacios
públicos y el lujo privado enterrado y destruido.

Figura 69. Apolo

Al construirse las termas, los edificios circundantes fueron sepultados y


olvidados, y por ello se conservaron en buen estado hasta el presente. El
arquitecto de las termas, Apolodoro de Damasco, utilizó algunas
construcciones de la Domus Aurea como galería para soportar los cimientos de
las termas.

El mosaico habría sido realizado entre el 64 d.c. y el 109 d.c.. Tiene una
extensión de 16 metros de largo y los arqueólogos intuyen que podría tener
hasta 10 metros de profundidad. El descubrimiento de una figura de un hombre
desnudo, con una capa en su espalda y una cítara bajo el brazo permitió
identificar que se trata del dios Apolo. También se encontró una representación
de las Musas. Es probable que la sala se haya utilizado como lugar de
encuentro de intelectuales para escuchar poesía y literatura en un ambiente

46
semejante a una gruta con el sonido del agua, tan afín a las Musas y al dios
Apolo. A su vez, se presume que el edificio pudo haber sido utilizado como
Museaum, un espacio dedicado a la práctica de las artes y otras actividades
culturales, como también servía como lugar para almacenar obras.

A finales del siglo XV un caminante cayó por una de las grietas del Monte
Oppio, donde se encontraba la Domus Aurea y luego los Baños Trajanos, y
encontró pinturas, de un estilo que por encontrarse en lo que parecía una gruta
se dio a llamar grutesco.

Figura 70. Musa


Figura 71. Vista general restauración.

Figura 72 y 73. Lugar y espacio del mural de mosaico.

47
Figura 74. Las nueve Musas, mosaico, Rodas, siglo. 1 a.c.

Figura 75. Mosaico de las nueve musas, 3-4 d.c.

El mosaico encontrado en Neustrasse está decorado con los retratos de las


nueve musas. En la franja superior desde la izquierda, el retrato de Talía con la
máscara y el bastón de pastor como atributos. En el centro, el retrato podría
representar tanto a Terpsícore como a Erato, ambas con liras. Lo mismo
sucede con Calíope y Clío, ambas con pergaminos, en los extremos de la

48
tercera y segunda franja. Urania tiene su esfera en la sección inferior izquierda,
mientras que Melpómene, Euterpe y Polimnia no tienen atributos.

Figura 76. Las Musas, al jem museo, 3 d.c.

Figura 77. Mosaico Vichten, Homero y las nueve musas, 250 a.c.

49
El mosaico de Vichten, como se lo conoce, fue descubierto en Luxemburgo en
1995 y pertenece al 250 a.c. de la Roma Imperial. Representa a las nueve
musas junto a Homero. El mosaico se encuentra en el piso.

Figura 78. (Detalle) Homero y Calíope

En el centro del mosaico se encuentran Homero y Calíope, la musa de la


poesía épica, ambos sentados. Homero lo está en un trono, con una corona de
laureles sobre su cabeza y un brazo alzado, en su otra mano sostiene un
objeto no identificado. Calíope, al igual que el resto de las musas parece estar
utilizando sobre su cabeza, una corona de plumas.

Con respecto al rasgo de las plumas para representar a las Musas, en


Pausanías se narra sobre la competición de canto que tuvieron con las Sirenas.
Las Musas salieron victoriosas y tomaron las plumas de las alas de las Sirenas
y se hicieron coronas con ellas.

Figura 79. (detalle) La Musa Terpsícore sentada, sosteniendo una lira.


Figura 80. (detalle) La Musa Polimnia de pie con una mano alzada y en otra sosteniendo un
pergamino

50
Pinturas

Pompeya

Pinturas en las casa de Julia Félix

Las pinturas encontradas en Pompeya, en la casa de Julia Felix, fueron


desenterradas entre 1755 y 1757. En las salas adyacentes del atrio se
encontraban las pinturas de Apolo y las Musas, ocho de ellas, falta Euterpe.
Las pinturas que se encontraron en Herculano son de las primeras
representaciones en que las Musas aparecen diferenciadas por nombre y
atributo

Figura 80. Apolo, fresco, casa de Julia Felix, Pompeya.

Apolo es representado joven, semidesnudo, sentado sobre un trono y con su


corona de laureles. Una de sus mano está apoyada sobre una lira y la otra
sobre su cabeza, al costado una rama de laureles.

Calíope sostiene en sus mano un pergamino, en la figura inferior se ve a un


joven, posiblemente Apolo, con flechas y lanza intentando cazar unos ciervos.
Clío se encuentra sentada, coronada por laureles, leyendo un manuscrito con la
inscripción “kleió istorían”, a su lado, en un scriunium hay otros seis
manuscritos. En la figura inferior se ven una serie de vasijas.

51
Figura 81. (izquierda) Calíope, musa de la poesía épica. Acuarela, copia de fresco Pompeya.
Figura 82. (derecha) Clío, musa de la historia. Acuarela, copia de fresco, Pompeya.

Figura 83. Melpómene, fresco, casa de Julia Felix, Pompeya.


Figura 84.Urania, fresco.

Melpómene sostiene la máscara trágica en una mano y con la otra apoya la


maza de Heracles en el piso. Urania se encuentra sentada, con una vara
señala la esfera. Erato toca la cítara, mientras que Terpsícore toca una
pequeña lira.

52
Figura 85. (izquierda) Erato, musa de la poesía erótica. Acuarela, copia de fresco.
Figura 86. (derecha) Terpsícore, musa de la danza. Acuarela, copia de fresco.

Figura 87. (izquierda) Talía, musa de la comedia. Acuarela, copia de fresco.


Figura 88. (derecha) Polimnia, musa de la retórica. Acuarela, copia de fresco.

Talía con una máscara cómica y un bastón de pastor. Polimnia carece de


atributo, tiene su mano sobre su boca.

53
Museos Vaticanos

La sala, abierta al público en 1784, fue creada para exponer una serie de
esculturas que se encontraron en la llamada villa de Cassius en Tívoli, donde
se descubrieron muchas estatuas de musas, un Apolo Musageta, una Atenea,
y retratos de ilustres hombres griegos, del periodo de Adriano.

Las estatuas han sido transformadas por los restauradores del siglo XVIII:
algunas de ellas originalmente no representaban musas y han sido modificadas
con el fin de completar la serie de las nueve personificaciones de las artes. Los
frescos de Tommaso Conca en la bóveda representan Apolo y las Musas como
inspiradores de las artes. En el siglo XIX, la tinta de rojo pompeyano cubrió
algunas pinturas de paisajes diseñadas como telón de fondo para las estatuas.

Figura 92. (izquierda)Apolo Musageta, mármol, s.II dC.


Figura 93. (derecha) Calíope, mármol, s.II dC.

54
Figura 94. (izquierda) Clío, mármol, s.II dC.
Figura 95. (derecha) Melpómene, mármol, s.II dC

Figura 96. (izquierda) Euterpe, mármol, s.II dc.


Figura 97. (derecha) Erato, mármol, s. II dc

55
Figura 98. (izquierda)Terpsícore, mármol, s. II dc
Figura 99. (derecha) Urania, mármol, s. II dc

Figura 100. (izquierda) Talía, mármol, s. II dc


Figura 101. (derecha) Polimnia, mármol, s. II dc

56
CAPITULO II

Análisis del relieve “Apoteosis de Homero” atribuida a


Arquelao de Priene

La “Apoteosis de Homero” es un buen ejemplo de la importancia y


trascendencia que tenían las Musas entre los poetas y pensadores griegos y su
concepción del mundo. Walter F. Otto considera al relieve ilustrativo “por la
prodigiosidad y la verdad de su idea que aquí está en la base de su esbozo”59.

El relieve del período helenístico fue realizado en mármol blanco, realizado en


Alejandría, durante el reinado de Ptolomeo IV, entre el 225 a.c. y el 205 a.c.60.
Fueron los primeros Tolomeos quienes fundaron la biblioteca de Alejandría y
realizaron fiestas y competiciones de cantos en honor a las Musas y Apolo en
las que se coronaba un ganador61. La pieza fue descubierta en Bovillae, Lazio,
Italia y actualmente se encuentra en el Museo Británico desde 1891. Según
Otto62, el relieve fue donado por un poeta desconocido a un templo de Apolo y
las Musas en agradecimiento por su victoria en una competición poética63 .
Luego Arquelao de Priene se atribuye la autoría de la obra.

El relieve se encuentra dividido en tres o cuatro secciones –dependiendo de la


lectura que se realice– horizontales que se suceden paralelas entre si, con un
remate en la parte superior en la que se afina el ancho del mármol. La lectura
del relieve puede realizarse tanto de manera ascendente como descendente.

En la sección inferior se puede ver una escena de sacrificio y alabaza al


personaje principal, Homero (ver en detalle figura 3 de este capítulo). Se
encuentra sentado, portando una gran cetro en una de sus manos y en otra lo
que parecería un rollo, semejante a Zeus en su barba, mira hacia delante.
Detrás se ubican dos figuras que lo coronan, son las representaciones de los
dioses del tiempo (Cronos, sus alas son las que permiten identificarlo) y del
mundo. Estas personificaciones tienen el rostro de Ptolomeo IV y de su esposa
Arsinoe, quienes fundaron el Homerium y rendían culto al poeta64, según afirma
Rodríguez López. A sus costados dos pequeñas figuras arrodilladas que
representan a La Ilíada (primer plano) y a La Odisea (segundo plano, detrás de


59 Otto. Walter F. Pag. 25.
60 Según el Museo Británico haciendo referencia a J.J Pollitt, Art in the Hellenistic Age, Cambridge:
Cambridge University Press1986, pág. 16.
61 Ref. Otto, ver Vitrubio, 7, Introducción.
62 Quien a su vez refiere a K. Schefold, “Retratos de antiguos poetas, oradores, pensadores”, pag.
148
63 Ref. Otto, pág. 26
64 Rodríguez López, María Isabel, “Iconografía de Apolo y las Musas en el arte antiguo y sus
pervivencias en el arte occidental”, pág. 474.
https://www.academia.edu/1112929/ICONOGRAFÍA_DE_APOLO_Y_LAS_MUSAS_EN_EL._ARTE_AN
TIGUO_Y_SUS_PERVIVENCIAS._EN_EL_ARTE_OCCIDENTAL

57
la pierna de Homero), la primera parece tener bajo su brazo una espada y la
segunda habría tenido una barca.

Figura 1. “La apoteosis de Homero”, relieve en mármol, (1, 21 metros de largo y 0,76 de
ancho) s. II a.c., atribuido a Arquelao de Priene, Museo Británico, Londres.

Delante de Homero se lleva acabo un sacrificio alrededor de un altar circular,


donde se encuentran las personificaciones del Mito y de la Historia junto a un
buey para ser sacrificado. El movimiento de las piernas y los vestidos de
ambas figuras denota un avanzado trabajo técnico en el manejo del movimiento
de los cuerpos propio del helenismo. Los acompañan representaciones del arte

58
poético, la Poiesis –con sus dos brazos en alto, portando antorchas–, la
Tragedia y la Comedia, también con sus brazos en alto. En una actitud más
pasiva, el último grupo de cinco figuras (una no se divisa claramente) que
completa la sección inferior corresponden a las cualidades de los poemas
homéricos: la naturaleza, la virtud, la memoria, la confianza (honradez) y la
sabiduría65.

La segunda y tercera secciones representan la ladera del Monte Helicón, donde


se puede ver a las nueve musas rodeando a Apolo. Éste se encuentra en la
gruta sagrada como Apolo citaredo junto a una Musa no reconocida (acaso
Calíope) que “le entrega un rollo con escritos del poeta, cuya escultura puede
verse al lado de la gruta con el trípode que ha recibido como trofeo”66 (entre
Apolo y la Musa). A la izquierda de la imagen se divisan tres musas,
Terpsícore, Urania y Polimnia, identificables por la cítara en su falda, la esfera
bajo su mano y ningún atributo, salvo su manto, respectivamente.

En la tercera sección (ver figura 6 de este capítulo) ocurre un cambio con


respecto a la segunda, las musas que se encontraban en calma y reposo en la
segunda sección, al ascender se percibe movimiento e inquietud en sus gestos
corporales. Al llegar a la última de ellas, cercana a la cima y de Zeus, que
parecería danzar mientras se toma su manto, podría identificarse como
Terpsícore. Hacia la izquierda, Euterpe sostiene en su mano alzada un doble
aulós, junto a ella, sosteniendo una cítara de caja cuadrada una musa que
podría ser Erato y, por último, en el extremo izquierdo de la imagen,
sosteniendo un volumen cuadrado en su mano, la musa que podría ser Clío. En
el extremo derecho de la imagen, sobre Terpsícore, se encuentra la madre de
las Musas, Mnemósine (figura 7 de este capítulo) con su brazo en arco y su
mano apoyada en la cintura, con la otra sosteniendo un paño y la cabeza
levemente reclinada hacia atrás, parece contemplar a Zeus. El padre de las
Musas y de los dioses se encuentra recostado con la cabeza hacia la madre de
las Musas, sosteniendo un gran cetro remata el relieve. En el extremo
izquierdo, junto a su pie, se percibe a un ave.

Homero fue el más célebre de los aedos y a las Musas debe su saber e
inspiración: “de cualquier ser humano que pise la tierra, la honra y el respeto
mayor los aedos merecen, que a ellos sus cantares la Musa enseñó por amor
de su raza”67. Acompañado por representaciones de sus dos principales obras
–que comienzan invocando a las Musas, concentradas en una única figura–, el
relieve destaca las virtudes que expresa en concordancia con los preceptos
divinos de las Musas. La escultura muestra como “el espíritu de Zeus mueve a
las Musas, a las que llama sus hijas”68, y como éstas son partícipes de la
creación y el sentido que adquiere.


65 ref. Rodríguez López, ídem. Pág. 476.
66 Otto, Walter F., “Las Musas”, Ediciones Siruela, España, 2005, pág. 26.
67 Homero, “Odisea”, 480, pág. 126
68 Idem. pág. 26.

59
Figura 2. Posible Identificación de los personajes: 1. Zeus. 2. Mnemosine. 3. Clío. 4. Musa 5.
Erato. 6. Euterpe. 7. Musa 8. Terpsícore. 9. Urania. 10. Polimnia. 11. Apolo citaredo. 12. Musa
13. Estatua de un poeta. 14. Personificación del mundo habitado (οἰκουμένη). 15. Crono. 16.
Personificación de la Ilíada. 17. Homero. 18. Personificación de la Odisea. 19. Personificación
del Mito. 20. Personificación de la Historia. 21. Personificación de la Poesía. 22. Personificación
de la Tragedia. 23. Personificación de la Comedia. 24. Personificación de la Naturaleza
(φύσις). 25. Personificación de la Virtud (ἀρετή). 26. Personificación de la Memoria (μνήμη).
27. Personificación de la Confianza (πίστις). 28. Personificación de la Sabiduría (σοφία).

Figura 3. (Detalle) Primera sección.

60
Figura 4. (Detalle) Segunda sección.

Figura 5. (Detalle) Segunda sección.

Figura 6. (detalle) tercera y cuarta sección


Figura 7. (detalle)

61
Figura 8. Perfil Figura 9. Perfil

62
CAPÍTULO III

Pervivencia de Apolo y las Musas en el tiempo

Renacimiento

“El Parnaso” de Rafael Sanzio de 1511 se encuentra en la sala de la Signatura


de los Museos Vaticanos. Se representa una alegoría del monte Parnaso,
donde se consagra el culto a la música y la poesía. El eje central del fresco se
encuentra en Apolo que toca la lira de brazo, instrumento contemporáneo de
Rafael; a sus pies corre la fuente de Hipocrene. Se ha señalado que el rostro
de Apolo guarda semejanza con el del papa Julio II. Apolo Musageta se
encuentra rodeado de las Musas, a su izquierda Melpómene sosteniendo una
máscara, Terpsícore a sus pies con una lira, Polimnia y Calíope, quizás. A su
derecha, Euterpe, Clío, Talía, Urania y Erato, de blanco y con un pecho al
descubierto, musa de la poesía amorosa.

Rafael incluyó a nueve poetas de la antigüedad y a otros nueve


contemporáneos. Homero ciego, con su brazo extendido, es escuchado
atentamente por Ennio que sentado toma nota, Dante le señala la dirección a
Virgilio.

Figura 1. El Parnaso de Rafael Sanzio, 1511, Museos Vaticanos.

63
Figura 2. (Detalle) Apolo y las Musas

Figura 3. (izquierda) (Detalle) Los poetas, Dante, Homero y Virgilio con coronas de laureles.
Figura 4. (derecha) (Detalle) Erato, Ludovico Ariosto y Boccaccio

64
Figura 5. (izquierda) (detalle) Estacio, Talía, Clío, Euterpe y Erato
Figura 6. (derecha) (detalle) Safo

Figura 7. Sala Museos Vaticanos, El Parnaso junto a La Academia

Manierismo

La pintura de Bartholomeus Spranger, “Apolo y las Musas”, 1590, es uno de


varios frescos en el que el autor flamenco representa a las divinidades griegas
del canto y la música. En esta escena en el Monte Helicón se ve a Apolo, las
nueve musas junto a Atenea. Ésta se percibe en el fondo y al centro de la
composición, con su casco y lanza, junto a una Musa. Apolo aparece por su
halo en su rol de Helios, porta una lira de brazo o un violín; se encuentra
desnudo, salvo por una capa decorada al estilo de la época y una suerte de
botas, también decoradas en la parte superior, a sus pies se percibe un ave,
posiblemente un cuervo. Detrás de él, hay un grupo de tres musas, una porta
un rollo y otra un cetro. En el piso sentadas, dos musas, una de espaldas
sostiene una lira. A su derecha, a la sombra, un musa posa su mano sobre una
esfera. A su vez, se percibe un brazo que aparece sosteniendo un pie, esto se

65
puede relacionar con la otra extremidad que se encuentra el frente de la
imagen, junto a las musas sentadas, y que podría pertenecer a Marsias. En el
extremo izquierdo de la imagen , de ve a dos musas, al igual que el resto
vestidas según la moda de la época, una de ellas sosteniendo una trompeta
contemporánea y en el suelo una esfera.

Figura 8. “Apolo y las Musas” de Bartholomeus Spranger,1590.

66
Barroco

Figura 9. Claude Lorain, “Apolo y las Musas en el Monte Helicón, 1681.


En el cuadro de Lorain de 1681 se puede ver a Apolo en Delfos, en el valle del
Monte Helicón. En el fondo se ve uno de los templos, al costado se percibe a
Pegaso. Se identifican siete Musas y a Apolo en el centro, con una lira, junto a
una cueva de donde emerge un helecho de agua y había pequeñas figuras de
las Musas.

Neoclásico

Figura 10. Andrea Appiani, “Apolo y las nueve Musas”, 1811.

67
Moderno, contemporáneo

Figura 11. Maurice Denis, ”Las Musas”, 1893

En esta versión moderna de las Musas, Denis las representa en un bosque


como damas de la época, por su vestimenta y mobiliario. La paleta de colores
es plana, recurre a tonos otoñales, líneas arabescas en el vestido de la figura
central en primer plano.

Figura 12. Las Musas en una escena de la película “Hércules”, de Disney.

La figura de Apolo asociada a las de las Musas se ha desvanecido con el


tiempo, y a ellas se las representa solas. Apolo cuando es representado es en

68
su rol de Helios, de beligerante, ya no como patrono del pensamiento y la
verdad.

Figura 13. Salvador Dalí, “Sueño diurno de Galia - La Apoteosis de Homero”, 1944-1945.

Uruguayo

Figura 14. Auditorio Nely Gotiño del Sodre

La construcción fue primero destinada al teatro Eliseo, inaugurado en 1949,


luego fue la sala Brunet del Sodre y actualmente se llama Nelly Gotiño. Los
arquitectos fueron Ruano y Pietropinto. La fachada presenta un diseño que
genera la sensación de que dos grandes columnas se extienden a los costados
y son rematadas por las máscaras dramáticas. El centro de la estructura

69
contiene alguna ventas y está dividida en forma de cuadrícula. El friso es un
relieve de Apolo y las Musas, el dios en el centro porta una lira rodeado de las
nueve Musas. A sus costado, dos musas con máscaras que podrían ser
Melpómene y Talía.

Figura 15. (detalle) Friso, Apolo y las Musas.

70
Conclusión
En las Musas se concentra un aspecto esencial y definitorio del ser humano: el
lenguaje. Desde él se construye el pensamiento, la conciencia, lo que nos
diferencia de otros animales. El canto y la palabra son una manifestación del
ser de las cosas, es la búsqueda y el encuentro con la naturaleza, de donde
proviene de manera misteriosa la palabra escuchada, la esencia de la creación.

El valor de la palabra de las Musas radica en que aquél que la escucha está
ante la palabra divina, al mismo tiempo que su inspiración y lo que alguien
exprese es a través de ellas, por lo tanto, también es palabra divina. La
palabra, por lo tanto, es una forma de entrar en contacto con lo eterno, lo
verdadero e inmutable, con la esencia de la vida. Es por esto que la filosofía es
considerada el arte más elevado de las Musas, como escribe Platón y dice
Sócrates a Fedón. El conocimiento, la historia y la retórica también serán
rasgos fundamentales del origen divino de la palabra.

Hay algo mágico en el acto de hablar, hace presentes y reales cosas, eventos y
sentimientos, el habla es despegarse de la realidad concreta para alcanzar la
verdad más allá de lo pasajero, es elevarse y superar los conflictos. Los aedos,
poetas y cantores son quienes practican la esencia del lenguaje, alcanzando su
propósito intrínseco.

Toda forma de pensamiento, de expresión artística y personal, es heredera del


origen mítico de las Musas y su conductor Apolo.

71
Bibliografía
Fuentes física

- Eurípides, “Ifigenia en Áulide”, “Hipólito”


- Grimal, Pierre, “Diccionario de mitología griega y romana”, Paidós.
- Hesíodo, “Teogonía”
- Homero, “Ilíada”, “Odisea”, “Himnos Homéricos”
- Horacio, “Odas”
- Nietzsche, “El origen de la tragedia”,
- Otto, Walter F., “Las Musas”, Ediciones Siruela, España, 2005
- Ovidio, “Metamorfosis”, , Ed. Cátedra, Madrid.
- Pausanías, “Descripción de Grecia”, libros 1- 10, Ed. Gredos
- Píndaro, “Nemeas”
- Platón, “Fedro”, “Menón”, “Eutidemo”
- Safo, “Poemas”

Fuentes online

- Rodríguez López, María Isabel, “Iconografía de Apolo y las Musas en el arte


antiguo y sus pervivencias en el arte occidental”,
https://www.academia.edu/1112929/ICONOGRAFÍA_DE_APOLO_Y_LAS_MU
SAS_EN_EL._ARTE_ANTIGUO_Y_SUS_PERVIVENCIAS._EN_EL_ARTE_OC
CIDENTAL

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