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Análisis de los campos léxicos de Eugenio Coseriu

aplicado a un fragmento de “Exámenes y ortografía”


de Fernando Lázaro Carreter

ELABORADO POR: Amal Ait Nani

Curso académico: 2016-2017


El fragmento que nos corresponde analizar según el modelo de Coseriu, está sacado de
“El dardo en la palabra” que es un libro que recoge los artículos periodísticos del filólogo Fernando
Lázaro Carreter desde el año 1975 hasta 1996. El propósito de este libro es analizar diferentes
aspectos del lenguaje, los típicos errores que cometen los medios de comunicación.

Ahora bien, el interés de este fragmento radica en subrayar que la mayor perturbación que
enfrenta al profesor a la hora de calificar un examen, es las faltas de ortografía cometidas por los
alumnos en el momento de traducir gráficamente sus pensamientos. Algo que el autor, considera
como resultado de una incultura ortográfica difícilmente superable e inadmisible, y que para
solucionarla hay que recorrer a una escolarización adecuada.

De modo que todo el texto parece articularse en torno a dos idea, la de las faltas de
ortografía como factor perturbador en la calificación de los exámenes, y la segunda sobre el motivo
que explica tal situación y su remedio. De hecho, la lectura total del texto permite establecer una
relación paradigmática ya que las unidades léxicas de contenido que aparecen, se articulan sobre la
idea de “la ortografía” como dilema que enfrenta a los profesores en las correcciones de los
exámenes. Así que en el mismo contexto, si nos fijamos en las palabras Escritura y Lectura nos damos
cuenta de que constituyen un paradigma léxico ya que expresan “una determinada competencia”.
Pasamos ahora a examinar su composición desde el punto de vista del contenido; constatamos en
este sentido, que hay una oposición en la manera de ejercer la acción ya que supone una
presentación gráfica u oral de las palabras. En este caso la oposición existente entre Escritura y
lectura consiste en presencia o ausencia del rasgo oral: [+oral] [- oral] de modo que las dos palabras
son antonímicas y entre ellas hay una oposición privativa.

Siguiendo la misma línea de análisis ambas palabras se erigen en el núcleo del texto que
analizamos, dado que constituyen el obstáculo que enfrenta al profesor a la hora de calificar un
ejercicio o examen: las faltas de ortografía se derivan principalmente de la transcripción del
pensamiento gráficamente pero de forma errónea debido a la poca dedicación por parte de los
alumnos. Aquello enfrenta el profesor a una gran perturbación, cuya expresión, el autor manifestó a
través del uso de unos campos léxicos determinados:

- Primero aparecen de forma repetida los verbos {temer, inquietar, desazonar}


que se oponen entre sí desde el punto de vista semántico por una sola dimensión que se
puede llamar “actitud psíquica de turbación”. Desde el punto de vista formal, las oposiciones
que mantienen estos verbos son de tipo unidimensional, multilaterales ya que la misma
oposición se puede encontrar entre ellos (aunque con grados distintos), pero tienen la misma
base semántica lógica “la turbación”, y una oposición equipolente porque lógicamente son
equivalentes.

- En segundo lugar, este temor e inquietud por parte del profesor frente a los
exámenes se manifiesta justo a la hora de ponerse a calificar el ejercicio. Esta perturbación
viene expresada en el texto mediante lexías que expresan “valoración” y que se agrupan en
{ratificar, calificar, contrarrestar, comparar}. Si queremos examinar su composición a nivel de
contenido, podemos notar que hace falta más de una dimensión semántica para oponer
estas unidades verbales: Se impone una diferenciación entre dos clases de verbos según la
finalidad de “la acción de valorar”. Sí la finalidad es poner en contraste a dos elementos
comparar y contrarrestar o bien resaltar la validez de un solo elemento y aprobarlo calificar y
ratificar. Entonces la finalidad es la que impone una serie de distinciones inmediatas entre
{comparar, contrarrestar} y {calificar, ratificar} por referirse los primeros a “examinar dos
elementos” y los segundos a “determinar la validez de un solo elemento”. Entonces
formalmente se da una oposición privativa proporcional fundada en la presencia de dos
elementos a la vez o no.
- la calificación de un examen puede estar sometida a estados de ánimo de
quien corrige y desde luego juzgar inadecuadamente alguna tarea. Esta subjetividad la ilustra
el autor mediante el par { Benevolencia, Rigor} que semánticamente tienen una sola
oposición privativa : ausencia o presencia de flexibilidad

Benevolencia Rigor
[+Flexibilidad] [-Flexibilidad]

Como se nota, la antonimia para estos dos sustantivos queda expresada mediante lexemas
independientes morfológicamente, el uno respecto al otro.

En el mismo sentido se agrupan los adjetivos {correcto, desastroso, aleatorio, alarmante,


enojoso, exacto, aceptable} que el autor ha utilizado para referirse al resultado calificativo de un
examen y el efecto que ejercen las faltas de ortografía en este proceso. En este caso estos adjetivos
citados forman un paradigma léxico “juicio de valor” donde se observa una oposición privativa:

Presencia de defecto Ausencia de defecto

- desastroso - exacto
- aleatorio - correcto
- enojoso - aceptable
- alarmante

Al mismo tiempo se establece una relación de oposición gradual colateral, pues en cada lado
se establecen grados: entre exacto, correcto y aceptable cabe el grado de máxima o mínima
perfección mientras que entre alarmante y enojoso se establece el grado de máxima o mínima
presencia del defecto.

En relación con lo último, en el texto viene expresada la incompetencia a nivel de ortografía


como un problema común entre los alumnos, y que tiene sus propios motivos y justificación. Así que,
El autor del artículo tras la refutación de unas premisas basadas en la complejidad del idioma como
motivo derivativo de la incompetencia ortográfica, explica la posibilidad de superar esta
incompetencia y para ello se vale de una serie de adjetivos que se agrupan en el siguiente campo
léxico cuyo paradigma léxico expresa grado de dificultad {superable, vencido, conciliable,
complicado, difícil, insuperable} Estos adjetivos pertenecen al campo unidimensional y que se
pueden dividir en dos pares: los antonímicos {superable} {insuperable} y los sinonímicos {vencidos,
conciliable, complicado}, pues superable equivale a vencido pero se oponen los dos a complicado e
insuperable, que a su vez entre ambos hay una equivalencia. En definitiva, entre estas lexías verbales
hay una oposición privativa: [+grado de dificultad] [-grado de dificultad].

En conclusión podemos dar por cierto que los campos semánticos encerrados en el este
fragmento de texto, se agrupas entorno a la idea de “la ortografía” como dilema que enfrenta a los
profesores en las correcciones de los exámenes. Estos conjuntos léxicos están constituidos por los
siguientes campos :

- campo de sustantivos que expresan una determinada competencia


- campo de lo los verbos de actitud psíquica de turbación
- campo de los verbos de valoración
- campo de los adjetivos de juicio de valor
- campo de adjetivos del grado de dificultad

La estructuración de las lexías del texto nos ha revelado que, desde el punto de vista de la
clasificación, sólo existen campos unidimensionales, limitación que se explica por la naturaleza de
ciertos campos (por ejemplo el campo de los adjetivos de juicio de valor). En cuanto a la clasificación
formal de las oposiciones, se nota que se dan más oposiciones antonímicas debido a las constantes
dualidades (dificultad/facilidad, superable/insuperable) del mismo modo la sinonimia no deja de
hacerse notar en el corpus semánticos del texto, lo cual indica la riqueza léxica del que sirve el autor
para abordar el dilema de la ortografía en todos sus aspectos

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