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SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE MENDOZA MAXIMOS PRECEDENTES __ DERECHO AMBIENTAL DERECHO COMERCIAL DERECHO DE LAS OBLIGACIONES DERECHO DEL CONSUMIDOR CARLOS A PARELLADA ARIEL G. PARELLADA BB iaasees uae] Tienes FX toontss LOT trates he LA LEY SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE MENDOZA MAXIMOS PRECEDENTES > Tomo III DERECHO AMBIENTAL DERECHO COMERCIAL DERECHO DE LAS OBLIGACIONES DERECHO DEL CONSUMIDOR Directores CARLOS A. PARELLADA ARIEL G. PARELLADA Autores FERNANDO AVECILLA- FERNANDO GAMES FABIANA MARTINELLI - FERNANDO PEREZ HUALDE CHRISTIAN PETTIS - MAURICIO PINTO Coordinadora ANGELICA CORREA LA LEY Carlos Alberto Parellada Méximos precedentes : Suprema Corte de Justicia de Mendoza / Carlos Alberto Parellada ; dirigido por Carlos Alberto Parellada. - 1a ed. - Ciudad Auténoma de Buenos Aires : La Ley, 2013. ¥.3, 752 p. ; 24x17 cm. ISBN 978-987-03-2611-3 1, Doctrina. I, Carlos Alberto Parellada, dir. CDD 340 © Carlos A. Parellada, 2013 © de esta edicién, La Ley S.A.E. eT, 2013 Tucumén 1471 (C10SOAAC) Buenos Aires ‘Queda hecho el depésito que previene la ley 11.723 Impreso en ta Argentina Todos los derechos reservados Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida © tansmitida en cualquier forma o por cualquier medio electrinico o mecénico, incluyendo fotocopiado, grabacién © cualquier otro sistema de archivo y recuperacién de informacién, sin el previo permiso por escrito del Editor y el autor. Printed in Argentina All rights reserved No part of this work may be reproduced or transmitted in any form or by any means, electronic or mechanical, including photocopying and recording ‘or by any information storage or retrieval system, ‘without permission in writing from the publisher and the author. Tirada: 400 ejemplares ISBN 978-987-03-2611-3 (Tomo III) ISBN 978-987-03-2608-3 (Obra completa) SAP 41545900 SET 41545897 Even MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 241 La politica y planificacién ambiental son, entonces, una cues- tién de interés nacional, provincial y municipal, conforme surge de las leyes 25.675 y 5961. En tal materia, donde las relaciones ecosistémicas no se guian por divisiones polfticas 0 gubernamentales, la cooperacién y con- certacién entre los distintos niveles y jurisdicciones de gobierno se presentan como una exigencia imprescindible. Y la carencia de ta- les mecanismos s6lo genera antinomias que debilitan la vigencia real y efectividad de las normas tuitivas del ambiente. El fallo anotado es una muestra de las tensiones que la aplica- cién de las normas ambientales presenta en torno a las variadas jurisdicciones y competencias que caracterizan el sistema federal y también el orden de gobierno municipal vigente. Cada disputa competencial, cada conflicto entre las autoridades que deben apli- car el derecho, cada tensién entre normas de diversos ambito, no hacen mas que facilitar la falta de eficacia del sistema. V. EL DERECHO ADMINISTRATIVO SANCIONADOR YLA TUTELA AMBIENTAL = SC Mendoza, 26/11/2013, “Y.P.F. S.A. c. Departamento Gral. de Irrigacién s/A.P.A.”. Sumarios 2. Elrégimen de aguas, en cuanto ala jerarquia constitucional del Departa- mento General de Irrigacién y el déslinde de su competencia en todo lo vinculado a materia de aguas en la Provincia, constituye una reglamen- tacién y derivaci6n ldgica de las normas contenidas en los arts. 186 a 196 de la Constitucién de Mendoza. Ante un pasivo ambiental o aun ante la amenaza de su ocurrencia, resul- tan competentes en forma concurrente diversos organismos y agencias estatales a los fines de su prevencién y/o reparacién, debiendo la activi- dad del Departamento General de Irrigacion estar en consonancia con la del Poder Judicial, el Legislativo y el Ejecutivo; y todo ello coordinado a su vez con los poderes nacionales, provinciales y municipales. La determinacién reglamentaria de las actividades prohibidas, cuya realizaci6n constituyen faltas sancionables, se encuentra entre las atri- 256 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) aes SL ee 1. Introduccién Aunque el Derechy Ambiental se caracteriza por su horizon- talidad, haciendo un corte transversal entre todas las disciplinas cldsicas"), y por ello sin amoldarse en concreto en ninguna de Jas ramas tradicionales del derecho®), es sin dudas importan- te la conformacién que del mismo se realiza desde las discipli- nas de derecho publico, y especialmente desde las propiamente administrativas. Es que al referir las ramas de derecho publico a las personas como miembros de la sociedad, y atender dentro de sus contenidos alas relaciones de los ciudadanos, no entre sf, sino con los poderes publicos®*, en las mismas encuentra cabida gran parte de las re- gulaciones que atienden la salvaguarda de los bienes ambientales, los que por su naturaleza colectiva se ubican en la denominada es- fera social, es decir, propia de las relaciones supraindividuales®™, directamente relacionadas con el interés general que justifica las regulaciones policiales. En este esquema, signado por la actuaci6n de las autoridades publicas en ejercicio de sus potestades, la eficiencia del régimen ambiental depende en gran medida de la existencia de consecuen- cias adecuadas y proporcionales que desincentiven las conductas que resulten inconvenientes con respecto al ambiente como bien juridico protegido. Por ello, las inconductas ambientales deben presentar conse- cuencias de corte retributivo mediante sanciones que desalienten Jas acciones nocivas al entorno. Martin Mateo explica en este senti- do la necesidad del Derecho Ambiental de apoyarse en dispositivos sancionadores, ya que aunque sus objetivos son fundamentalmen- te preventivos, es justamente partir de la amenaza de sancién que (359) Carrerarta, Néstor, “Panorama actual del Derecho Ambiental’, Cossari, NELSON G. A. y LUNA, DANIEL G., Cuestiones actuales de Derecho Ambiental, El Derecho, Buenos Aires, 2007, p. 11 (360) MORALES LAMBERTI, ALICIA y NOVAK, ALDO, Instituciones de Derecho Ambiental, Letner, Cordoba, 2008, p. 49 (361) AFTALION, ENRIQUE, GARCIA OLANO, FERNANDO y VILANOVA, Jost, Introduccion al Derecho, Cooperadora de Derecho y Ciencias Sociales, Buenos Aires, 1980, p. 485, (862) LorENzeTT1, RicaRDo, Teoria del derecho Ambiental, La Ley, Buenos Aires, 2008, p. 10. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 257 se procura evitar que se produzcan los supuestos que dan lugar al castigo, y por ello la represi6n lleva implicita siempre una vocacion de prevencién 9), Incluso, en el fallo que anotamos la misma Suprema Corte de Justicia de Mendoza ha entendido que la policfa administrativa constituye una actividad que utiliza la coaccién, como técnica principal, ya sea mediante el poder conminatorio de la sancién prevista, ya sea por medio de la imposici6n de ellas a quienes trans- greden o violan las restricciones y el ordenamiento fijado 4), Consiguientemente, es correcto afirmar que la sancién admi- nistrativa ambiental posee la potencialidad de evitar el agravio atin no consumado, pero también de paralizarlo o hacerlo cesar cuando éste ya ha ocurrido, 0 cuando no se ha producido en su totalidad 9), Con ello, resulta de interés analizar los distintos mecanismos sancionatorios que integran las normas tuitivas del ambiente, sea desde la vertiente administrativa -como atendemos en esta nota- 0 desde la penal ®), Y el fallo que se anota, junto a otros precedentes similares que traeremos a consideracién, brindan la base jurispru- dencial oportuna para tal reflexi6n, permitiendo apreciar la aplica- cién jurisprudencial de los principios que rigen la materia. 2. El fallo que se anota El 26/11/2013 la Sala I de la Suprema Corte de Justicia de Men- doza emitié sentencia in re “Y.P.F. SA c. Departamento Gral. de Trrigacién s/A.P.A.”, confirmando una sancién de multa impuesta (363) Martin Marzo, Ram6n, Tratado de Derecho Ambiental, vol. 1, Trivium, Madrid, 1991, p. 93. En este mismo sentido, VALLs, Mario, Derecho Ambiental, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1993, ps. 58 y 59, quien ademas observa que la elasticidad de la sancién contravencional la hace muy adecuada para prevenir conductas dafiosas ya que por su naturaleza lo ambiental requiere més prevencidn que represién. (364) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Sala I, in re “Y.P.F. SA c, Departamento Gral. de Irrigacién s/A.P.A.; sentencia del 26/11/2013. (365) HutcHtNson, ToMAs y FALBO, ANfBat, Derecho Administrative Ambiental en Ia Provincia de Buenos Aires, Platense, 2011, Buenos Aires, p. 385. (366) Sobre la tutela penal del ambiente, remitimos a nuestra nota “Particularidades del Derecho Penal como instrumento de proteccién ambiental’, que integra esta misma Ppublicacién con motivo del fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza in re “Fiscal ¢. Arredondo Alberto p/infraccién ley 22.421 (conservaci6n de la fauna) s/Cas’, sentencia del 3/4/2006. 258 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) a la empresa petrolera en atencién al régimen de contaminacién de aguas. Este fallo, junto a otros precedentes que el maximo Tribunal mendocino ha pronunciado en la misma tematica®”), conforman un bagaje jurisprudencial propicio para analizar los principios ju- risprudenciales que rigen la actividad policial sancionatoria en re- laci6n a la tutela ambiental. En todos ellos, el actuar administrativo desarrolla la aplicacién. de sanciones por eventos contaminantes o potencialmente conta- minantes, los que son cuestionados por diversos motivos por los distintos infractores. En cada uno de los casos, el referido Tribunal confirmaré —al menos parcialmente— las sanciones, aunque antes desarrollara diversos andlisis que hacen a los principios de aplicacién del Dere- cho Administrativo Sancionador en materia ambiental. 3. El Derecho Sancionador y la tutela ambiental El Derecho Ambiental es un sistema de normas que contem- pla las diferentes conductas protectoras 0 agresivas del ambiente, sea para incentivar las primeras, o para prevenir o reprimir las se- gundas, y la referida horizontalidad del mismo, aunque importa un contenido que invade a todas las ramas conocidas de la ciencia juridica, no implica de modo alguno que el ordenamiento deje de conformar una unidad, ni que existan regimenes totalmente sepa- (367) Suprema Corte de Justicta de Mendoza, in re “Embotelladora de Los Andes SA c. Dpto. Gral. de Inrigacién s/APA.; sentencia del 20/12/2006; in re “FECOVITA . Dpto. Gral. de Inrigacién s/A.P.A.; sentencia del 16/8/2007; in re “Estado Nacional- Comisién Nacional de Energia Atémica/ Departamento General De Irrigacién s/A.P.A’, sentencia del 17/5/2012 , publicado Revista de Derecho Ambiental, n° 34, abril/junio 2013, Abeledo Perrot, p. 277, con nuestra nota "Contaminacién minera y recurso hidrico: a propésito de la eficacia en el control”; in re “Polipetrol SA c. Dpto. Gral. de Irrigacién s/APA., sentencia del 6/3/2013, publicado Revista de Derecho Ambiental, n° 35, julio/ setiembre 2013, Abeledo Perrot, p. 219, con nuestra nota “El régimen sancionatorio ante riesgos de contaminacién hidrica: aplicacién jurisprudencial de los principios de prevencién, precaucién y responsabilidad ambiental’; in re “YPF SA c. Dpto. Gral. de Inrigacién s/A-P.A’ sentencia del 6/5/2013, publicada en Revista de Derecho Ambiental, n° 36, octubre/diciembre 2013, Abeledo Perrot, con nota de HERNADEZ, VITOR GUTLLERMO, “Nuevos alcances de la competencia del Departamento General de Irrigacién ala luz dela ‘Suprema Corte de Justicia de Mendoza’ MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 259 rados“*®); sino que sélo se conforma un nuevo enfoque de abor- daje para su estudio, reconsiderdndose aspectos de otras ramas tradicionales, con énfasis en la tutela del entorno como objeto de regulacién. Dentro de las tradicionales ramas juridicas de Derecho Publico, los Derechos Penal y Administrativo presentan como indefectible nota comin que tienen por materia a las infracciones —esto es, las. conductas contrarias a la ley— y a las sanciones —consecuencias juridicamente perjudiciales correspondientes a la comisién de las infracciones, impuestas retributivamente y no como reparacién de los perjuicios causados—®), En funcion de esas similitudes, puede considerarse que ambas Tamas conforman el denominado Derecho Sancionador, es decir, aquel que pone por centro de anilisis las normas que regulan la imposicién de sanciones a los responsables de los ilicitos; y el Dere- cho Sancionador Ambiental resultar4 cuando el andlisis se centra en las normas que contemplan las diferentes conductas protecto- Tas o agresivas del ambiente. A diferencia de autores que aseguran que las normas que re- gulan la sancién penal y contravencional presentan idéntica na- turaleza jurfdica y sdlo reflejan una diferencia de cantidad deter- minada por la especie o la medida de la pena®™, entendemos que la distincién entre las mismas reside justamente en la naturaleza juridica de las infracciones que regulan: mientras la contravencién es una infraccion a los deberes impuestos a los individuos por la le- gislacién que regula la actividad administrativa estatal y persigue reforzar la cooperacién de las personas con el logro de objetivos publicos®”, la ley penal sanciona infracciones a deberes que no tienden a obtener de los individuos esa cooperacién con la accién administradora de la autoridad, sino tutelar los bienes de los indi- viduos como tales 0 como miembros de la sociedad *), (868) Jaquenop De Zs&G6n, StLv1A, Introduccidn al Derecho Ambiental, Dykinson, Madrid, 1999, ps. 53 ys. (369) NuNz, RICARDO, Manual de Derecho Penal. Parte General, Marcos Lerner, Cérdoba, 1999, p. 37. (870) SoLER, SrRasTIAN, Derecho penal argentino, t. 1, TBA, Buenos Aires, 1970, p.234. (871) Viveros Gavinia, Eisy HENNY, “Procedimiento sancionatorio en materia ambiental’, en Lecturas sobre Derecho del Medio Ambiente, t. IM, Universidad Externado de Colombia, Bogotd, 2002, ps. 619 y 635. (872) Nukez, Rican, Manual de Derecho Penal. Parte General, cit, p. 41, 260 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) Consecuentemente, la legislacién comin propia del régimen penal difiere de la legislacién represiva contravencional protectora del ambiente, en cuanto su objetividad juridica atiende a la simple violacién de un interés que funda el bien juridico protegido —am- biente—, en tanto las sanciones contravencionales procuran el res- guardo de las normas administrativas que refieren al ambiente a efectos de potenciar el actuar preventivo de la Administracién®®. Esta diferencia de naturaleza entre los regimenes que contem- plan los delitos y las contravenciones, ademas de impactar en algu- nos de los principios tradicionales en la materia, que analizaremos infra, se manifiesta con un eminente efecto practico en el régimen constitucional argentino, tanto en la distribucién competencial so- bre la regulacién de esas materias entre el Estado Nacional y los Estados provinciales, como en la potestad de aplicar tales normas, tal como se analizaré en el apartado siguiente. 4. La regulaci6n de la proteccién ambiental en Argentina La evolucién histérica de valores ambientalistas ha incidido en la conformacién de un nuevo paradigma que contextualiza la vida social, y claro est, su manifestacién juridica en el sistema normati- vo"), Ese paradigma se acufio constitucionalmente en Argentina en 1994, al incorporandose en la Carta fundamental una “clausula ambiental” que reconoce el derecho a un ambiente sano y equili- brado, apto para el desarrollo humano sustentable®), A partir de este momento, se ha sostenido que se impuso un verdadero Esta- do Ecolégico de Derecho), donde las autoridades presentan una obligacién activa en la tutela del entorno. Hasta ese momento, en el esquema federal argentino, la Cons- titucién Nacional habia delegado en la autoridad legislativa nacio- nal el dictado de ciertas normas que sdlo indirectamente incidian en la gestién del ambiente. Entre ellas, destacamos —ademas de los Cédigos Civil y Minero— aquellas normativas que integran el (373) Manpe1ut, ADRIANA, La proteccién Penal del medio ambiente en la Reptiblica Argentina, Marcos Letner, Cérdoba, 1986, p. 43. (374) LoneNzerti, RICARDO, Teorfa del Derecho Ambiental, cit, 2008, p. 6. (378) Puvro, Mauricio y ANDINO, Marceta, “El derecho humano al ambiente en Argentina y su relacién con el sistema interamericano de derechos humanos; en EMBID Inujo, ANTONTO (dit.), Fl derecho a un ambiente adectado, lustel, Madrid, 2008, p.514. (376) Expresién que tomamos de Qutnoca Lavié, HumBeRto, “El Estado ecolégico de derecho en la Constitucién Nacional’, La Ley, 16/4/1996, p. 1. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 261 derecho sancionatorio de naturaleza penal, sin perjuicio de esta- blecerse la aplicacién de esas normas nacionales por parte de cada jurisdiccién provincial (art. 67, inc. 11, CN de 1853/1960, actual art. 75, ine. 12, CN). Sin embargo, toda otra potestad que no estuviera expresamente delegada en la Nacién ha sido reservada en poder de las Provincias {art. 104, CN de 1853/1960, actual art. 121, CN de 1994), con lo que el dictado de las normas de policfa que alcanzaban a los recursos naturales y al ambiente —con la excepci6n de las propias de la acti- vidad minera— se realiza provincialmente. Por ello, como observa Dromi, mientras que en materia penal existe una unidad de legis- Jacién impuesta por el art. 75, inc. 12, CN, la materia contraven- cional es eminentemente local, correspondiendo a cada provincia dictar las leyes de policia que contienen sanciones®), Este esquema se alter6 a partir de la reforma constitucional de 1994, donde a la vez que se manten{a en manos del Estado Nacional Ja regulacién de las sanciones penales, el nuevo art. 41, CN dispuso que corresponde al Estado Nacional dictar normas de presupues- tos minimos de proteccién ambiental, y a las provincias normas complementarias con exigencias tuitivas diferenciales para cada ambito local, sin que las normas nacionales puedan alterar la ju- tisdiccién local. Ese régimen competencial generé un sistema complejo®), donde existen algunas regulaciones policiales con vigencia en todo el territorio nacional, y otras que son propias de cada Estado pro- vincial®’9), de modo que los aspectos sustanciales y procedimen- tales que hacen a la tutela ambiental y las eventuales responsabi- lidades contravencionales en la materia deben ser analizadas en funci6n de cada régimen local. Consecuentemente, el Derecho Sancionador Ambiental en Ar- gentina, aunque afianzado en materia penal en un régimen tinico, (877) Dro, Rozenro, Derecho Administrativo, Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1994, p.94. (878) La conformacién del sistema de distribucién competencial que desarrollamos ‘resumidamente en esta apartado en relacién a los poderes locales y nacionales, lo hemos desarrollado con mayor amplitud en nuestra nota “Las competencias ambientales: potestades nacionales, provinciales y municipales’, al fallo de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza in re “Telefénica Comunicaciones Personales SA c. Municipalidad de la ‘Ciudad de Mendozas/A.P.A’; sentencia del 28/5/2009, que se incluye en esta publicacion. (879) Puvro, Mauricio, “Las competencias ambientales a diez afios de la Ley 25.675" Revista de Derecho Ambiental, Abeledo Perrot, julio/setiembre 2012, n°31, p. 384. 262. (CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) presenta una diversidad de normas de naturaleza policial que se distinguen de una provincia a otra, donde por encima de las re- gulaciones de tutela minima que ha dictado el Congreso Nacional, existen disparidades sustantivas entre los regimenes sanciona- torios administrativos vigentes en cada ambito territorial. Como refieren Hutchinson y Falbo, la definicién de la infraccién surgira no sélo del texto normativo que la establece y especifica, sino de la confluencia de éste con las normas de presupuestos minimos**), A todo ello, hay que sumarle que el esquema federal y republi- cano fijado en el constitucionalismo argentino, no sdlo ha dispues- to como principio el actuar de la autoridad local de cada Provincia (arts. 41, 121 y 122, CN), sino que ademas ha vedado la posibilidad de que autoridades administrativas ejerzan la funcién judicial (arts. 5 y 109, CN, y sus concordantes en las Constituciones de cada Provincia), lo que importard entonces que —por una parte— el sis- tema normativo serd aplicado principalmente por autoridades de cada Estado Provincial; distribuyéndose ademas la competencia entre las autoridades administrativas y judiciales en raz6n de si el contenido reglado en la normativa ambiental resulta de naturaleza policial o jurisdiccional®*, Estas reglas acarrearan la aplicacién del Derecho Contraven- cional Ambiental por las autoridades administrativas de cada pro- vincia, mientras que en materia penal la competencia en la materia serd de la autoridad judicial local, salvo casos de interjurisdiccio- nalidad del conflicto, correspondiendo en estos supuestos la potes- tad de intervencién a la justicia federal ©”), Con todo ello, puede advertirse que esa distincién de compe- tencias, donde normas penales y contravencionales serdn dictadas y aplicadas por autoridades distintas, permite percibir que la po- testad sancionadora carece de autonomia propia, constituyendo una funci6n instrumental ligada a los bienes juridicos que prote- ge cada dmbito normativo, y por ello debe ser concebida como el desenvolvimiento de una actividad conexa a la competencia sus- (380) Hurcminson, ToMAs y FALBO, ANIBAL, Derecho Administrativo Ambiental en Ia Provincia de Buenos Aires, cit, p. 384. (381) Prvro, MAURICIO, “Las competencias ambientales a diez aftos de la Ley 25.675" cit, p. 383. (382) Carrerarta, NésToR, “Otravezsobrela competencia judicial penal ambiental’ LA LY, 2004-B, 386. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 263 tantiva asignada a la autoridad publica #9), Consecuentemente, tal potestad en ejercicio de la funcién administrativa —aplicando el Derecho Administrativo— encontrara sus propios principios, no necesariamente consistentes de manera plena con los que corres- ponde al actuar judicial que aplica normas penales. 5. El Derecho Administrativo Sancionador y la tutela ambiental 5.1. Contenido y alcance de nuestro andlisis El Derecho Administrativo Sancionador Ambiental, también llamado Contravencional Ambiental, se conforma en relacién a las sanciones administrativas previstas en funcién de los incum- plimientos de preceptos de policfa que imponen ciertas pautas en torno a la preservacién ambiental. Elrégimen competencial argentino, que hemos descripto supra, importard que exista una diversidad de regimenes administrativos dispares entre las distintas provincias argentinas, aspecto que en materia ambiental no varia, ya que a pesar de la potestad nacional de dictar normas de presupuestos minimos de proteccién validas de manera uniforme para todo el territorio nacional, las provincias pueden regular complementariamente tales preceptos con mayo- res exigencias tuitivas (art. 41, CN). Se resalta en este aspecto la existencia de algunos regimenes contravencionales previstos en las normas nacionales, lo que gene- ra lanecesidad de considerar su vinculacién con el derecho provin- cial que pueda existir en la materia. Y en este sentido, se considera que —salvo que dichas normas resulten presupuestos minimos de proteccién ambiental— su contenido resultarfa inconstitucional por avanzar sobre competencias no delegadas@**), Sin embargo, algunas de las contravenciones han sido regu- ladas en normas nacionales de presupuestos minimos“®), como (383) BurELER, ALFONSO, “Limites dela potestad sancionatoriade. laadministracién’, LALEY, 2011-A, 677. GaMERO CaSADO, EDUARDO y FERNANDEZ RAMOS, Severiano, Manual Basico de Derecho Administrativo, Madrid, Tecnos, 2007, p. 460. (384) CALABRESE, ANronro, “Elrégimen penal y sancionatorio dela ley de proteccién del patrimonio arqueolégico y paleontolégico ‘La Ley NOA, t.2008, p. 933. (385) Puvto, Mauricio y Marrix, Liser, “Bl régimen juridico y ambienta de los residuos en Argentina’, en Montes Conrits, CAROLINA, Régimen juridico y ambiental de Tos residuos s6lidos, Universidad Externado de Colombia, Bogoté, 2009. 264 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) ocurre en las leyes 25.612, 25.670, 25.916, 26.331 y 26.639. Estas dis- posiciones importan un piso sobre el cual las Provincias pueden extender regulaciones complementarias, fijando otras sanciones 0 penas més rigurosas, tal como expresamente reconocen las leyes 26.331 y 26.639, 099) Dentro de esa variabilidad notoria de regulaciones policiales, que cambian de una provincia a otra, es posible atender ciertos principios que rigen la materia, sea desde la especialidad contra- vencional como de la ambiental. 5.2. Los principios del Derecho Contravencional Ambiental y su especificidad 5.2.1. Su consideracién en general El término “principio” refiere a una proposicién de contenido inconcreto que funciona como criterio fundamental 0 punto de partida de un sistema; mds precisamente, es una proposicién de extensién general y abstracta, que constituye la base de un sistema de proposiciones, sea porque funciona como primera premisa del sistema, 0 porque acttia como una regla de conocimiento con suje- cién a la cual el sistema puede ser elaborado o fundamentado &*”), Los principios del derecho son fundamentos evidentes del mis- mo, las bases inconmovibles del razonamiento juridico; aquellos hitos que no pueden pasarse por alto al razonar juridicamente, y presentan una triple funci6n: acttian como fundamento del orde- namiento juridico —fuente de las fuentes—; como orientadores de la interpretacién —criterio interpretativo de las leyes—; y como fuente en caso de insuficiencia del ordenamiento positivo —ele- mentos de integracion del derecho—@*). Existe consenso en que hay una relacién entre la sancién ad- ministrativa y penal a partir de los principios que las rigen, men- (386) Pmvro, Mauricio, “Técnicas y principios aplicables a las sanciones ambientales’, Jurisprudencia Argentina, 2013-IV, suplemento fasciculo ne 9, 27/11/2013. p13. (387) Smrru, JuaN C., “Cardcter, funcién y relatividad de los principios generales de! derecho’ LA LEY, 1981-D, 1203. (388) Gampio, SreLLa M. y Lopez Mpsa, Marcio, “Someras reflexiones en toro a los principios generales del derecho, su alcance y aplicaci6n’; La Ley Patagonia, t. 2004, p. 430. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 265 cionndose, entre otros, los principios de reserva legal y tipicidad, non bis in idem, informalismo, debido proceso, in dubio pro reo, proporcionalidad. De todos ellos, se precisara sobre aquellos que presentan particularidades en el ambito ambiental, remitiendo al andlisis que los autores administrativistas han realizado en rela- cidn a los restantes. Una parte importante de la doctrina sostiene la traslacién di- tecta de los principios aplicados en Derecho Penal al Derecho Administrativo Sancionador, lo que se justificaria desde la pers- pectiva de aquellos que ven en ambas especialidades expresiones juridicas de igual naturaleza, diferenciables tinicamente por una cuestién cuantitativa determinada por la especie o la medida de la pena. Contrariamente, otra parte importante de la doctrina y la ju- risprudencia entienden que tal traslacién no es absoluta, sino que debe modularse a las caracteristicas del régimen administrativo, el cual presenta sus particularidades y principios especfficos que lo separan de las exigencias del Derecho Penal. Dentro de esta ultima tendencia, Buteler®) sostiene que la especialidad administrativa permitiria el dictado de un régi- Men propio, aunque ante la falta de regulacién debe adoptarse de manera analégica los preceptos que brinda el Derecho Penal. En este sentido, la generalidad de normas administrativas han introducido preceptos que estatuyen expresamente o desarro- llan algunos de los mentados principios, especialmente en lo que hace al debido proceso, el informalismo, o el principio de proporcionalidad. Es que —como ha explicado Comadira—, los principios que in- forman al procedimiento administrativo deben ser acordes a las exigencias de la funcién que cumple tal procedimiento™, y tal funcién no es coincidente con la del régimen represivo penal. Ademés de ello, y coincidiendo con Ia segunda de tales pos- turas, hemos entendido que el conjunto de preceptos sanciona- dores, sean penales o contravencionales, en realidad responden a principios generales del derecho, muchas veces especificados (389) BureLER, ALFONSO, “Limites de la potestad sancionatoria delaadministracién’ cit, p.677. (390) Comapina, Jut10 R., Derecho Administrativo, Lexis Nexis, Buenos Aires, 2003, ». 130. 266 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) en esquemas normativos de mayor jerarquia —constitucional o convencional—&), En este sentido, en el régimen argentino los principales prin- cipios que hacen a las garantias de las personas sometidas a un proceso sancionador, en caso de estar positivados en una norma escrita, no encuentran su génesis en el Derecho Penal, sino en ins- tancias de mayor trascendencia y jerarquia normativa, propias del Derecho Constitucional (arts. 18 y 19, CN) y del Derecho de los Tra- tados de Derechos Humanos, constitucionalizados en el régimen argentino (art. 75, inc. 22, CN). Por ello, es una consideracién chau- vinista el pretender que los principios resultan un acervo de una de las ramas del Derecho Sancionador, cuando mas bien todas ellas se nutren de esas pautas juridicas fundamentales. En esa perspectiva, es evidente que la proposicién genérica que constituye un principio acttia como criterio fundamental en la conformacién del Derecho Sancionador, y con ello tanto en mate- ria penal como contravencional existird una base comin irradiada por las premisas que fijan los preceptos constitucionales para todo el sistema sancionador®). Aunque no en todos los casos podrd existir una coincidencia plena entre los mecanismos de garantia contravencional y penal, ya que las leyes que los desarrollen en cada materia podr4n adoptar perfiles disfmiles sin desconocerlos (art. 28, CN). Cada disciplina juridica especificard asi las reglas juridicas que le corresponden dentro de la fuente y fundamento que irradian los principios comunes. Pero las particularidades del procedimien- to administrativo llevaran a que los principios de tal subsistema normativo resulten acordes a su realidad y fundamento; e incluso, dentro de la especificidad del Derecho Contravencional Ambien- tal, existird un ajuste con respecto al sistema administrativo gene- ral como resultado de los fundamentos propios de tal regulacion, tal como esta materializando la practica jurisprudencial que he- mos atendido para desarrollar estas lineas. (891) Punto, Mauricio, “Técnicas y principios aplicables a las sanciones ambien- tales’ cit p. 14, (392) Travan Jnmiwez, J. Manuet y Acuapo I Cupota, Viceng, Derecho Administrativo Sancionador: Materiales, Cedecs, Barcelona, 1995, p. 26. (393) Nok, Gasnista Caria, “Prineipios y normas del derecho penal aplicables en el procedimiento administrativo. Alcance y limites; La Ley Gran Cuyo, t. 2008, ps. 2yss. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL, 267 5.2.2. El principio de Reserva Legaly Tipicidad En lo que hace al andlisis que se realiza en este trabajo, destaca el Principio de Reserva Legal y Tipicidad, con fundamento consti- tucional en los arts. 18, 19 y 75, inc. 22, CN, el que implica la impo- sibilidad de sancién si ésta no se basa en una ley anterior al hecho que se sanciona. Tal como referimos al analizar genéricamente este tema, la conformacién de estos principios presenta particularidades en el Derecho Administrativo que lo distinguen de la rigurosidad con que se aplica en materia penal), De este modo, Noe®*) observa que existe una distinta intensi- dad en la aplicacion del principio en cuestién en materia adminis- trativa con respecto al régimen penal, advirtiendo que en aquella las conductas pasibles de aplicar una sancién, si bien estan deter- minadas a priori por la legislacién vigente —leyes, reglamentos, estatutos especiales—, su aplicacidn exige una cierta dosis de dis- crecionalidad en la evaluacién de la misma, todo dentro del Ifmite de la razonabilidad, siendo esto porque los preceptos legales de- ben ser en algunos casos genéricos, ya que no podrian describirse con minuciosa precisién todas las conductas a observar o seguir (a diferencia del Derecho Penal), y por ello aunque el nuicleo de la conducta debe estar caracterizado en la norma esto puede ser con alguna necesaria vaguedad. En relacién a esta modulacién administrativa de la maxima nullum crimen sine lege, en materia ambiental —explica Calvo Cha- rro°5)— tal principio resulta de impensable aplicacién de manera absoluta, dada la complejidad técnica y las exigencias de constan- te adecuaci6n, con lo cual el desarrollo reglamentario resulta una exigencia inexcusable, citando en apoyo jurisprudencia del Tribu- nal Constitucional espaiiol. En ese sentido, Hutchinson advierte que debe'reconocerse un Ambito de especial sujecién de quienes se encuentran sometidos (394) TRaYTER Jiméwez, J, MANUEL y AGUADO I CuDOLA, VICENG, Derecho Administrativo Sancionador: Materiales, cit. p. 39. (395) Nok, Gaarera Canina, “Principios y normas del derecho penal aplicables en el procedimiento administrative. Aleance y limites’ cit. (396) CaLvo CHtaRRo, Mania, Sanciones Medioambientales, Marcial Pons, Madrid, 1999, p. 55. 268 CARLOS A. PARELLADA ~ ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) a la potestad sancionatoria ambiental”); y Falbo explica que los supuestos de sujecién especial de la esfera ambiental distinguen el ejercicio del ius puniendi en la misma de otras materias adminis- trativas, entrando en un dmbito donde se reduplica la exorbitancia del poder estatal y ello permite flexibilizar el principio de reserva legal y tipicidad, adaptandolo a la especial situacién °™®, Por ello, afirman que el Derecho Administrativo sancionador no guarda una idéntica relacién que el Derecho Penal con ciertos principios, y ello con mds intensidad en materia ambiental, sien- do frecuente que la regulacién contemple sanciones bajo formulas vagas como “toda infraccién a las disposiciones de esta ley, su re- glamentacién y normas complementarias’, sin especificar concre- tamente las acciones u omisiones que se consideran en infraccién legal. Esta indefinicién deja un amplio margen a la discreciona- lidad administrativa que no sdélo estard facultada a elegir la pena aplicable dentro de los maximos y minimos fijados por la ley, sino también para encuadrar la conducta irregular en un marco de gran amplitud®*), Desde el punto de vista jurisprudencial, la Corte mendocina ha asumido esta modulacién en pronunciamientos que han confir- mado sanciones por contaminacién, donde la conducta tipica se encuentra descripta en la resolucién reglamentaria de la ley que estipula la sanci6n. Asi, in re “Embotelladora de Los Andes SA c. Dpto. Gral. de Irrigacién s/A.P.A.” 9, la Corte entendié que en el caso “se veri- fica que la demandada ha violado la prohibicién establecida en el art. 5, inc. b) y 9 de la res. 778/1996 y que la D.G.I. ha actuado dentro de sus atribuciones legales, imponiendo una sancién en virtud de la potestad sancionadora correctiva que tiene frente a las infracciones a las normas administrativas detectadas, en un todo de acuerdo con el procedimiento establecido en los arts. 55, 57 y 58 de dicho cuerpo legal. [...] Si el hecho existe y es real puede (397) Hurcmnson, TomAs, “Responsabilidad publica ambiental’ Mosser ITURRASPE, JORGE; HUTCHINSON, ToMAS y DONNA EDGARDO ALBERTO, Dario ambiental, +. Rubinzal-Culzoni, Santa Fe, 2011, p. 380. (398) Faso, Awipat, “La sancién administrativa ambiental’, Revista de Derecho Ambiental, n° 2, abril/junio 2005, Lexis Nexis, p. 39. (399) HurcrNson, ToMAs y Fano, ANIBAL, Derecho Administrativo Ambiental en Ia Provincia de Buenos Aires, cit, p. 383. (400) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, in re “Embotelladora de Los Andes SA ¢. Dpto. Gral. de Irrigacién s/A.P.A,; sentencia del 20/12/2006. MAURICIO PINTO ~ DERECHO AMBIENTAL 269. suceder que no sea el hecho tipificado por la norma como situa- cién factica habilitante para que actiie el administrador. En tal caso, como la decisién administrativa en cuestion no se ajusta al Derecho, debe ser observada por el érgano del control. [...] En el supuesto de autos verifico que la situacién factica que diera causa al acto, consistente en la infraccidn atribuida a la actora, efectiva- mente existié y se encuentra suficientemente documentada |... También encuentra respaldo legal en la res. 778/1996, indicando- se en los considerandos que... a fs. 157/158 emite el dictamen legal respectivo y sugiere la aplicacién de sanciones determinadas por la res. 778/1996 del H.T.A.”. De igual forma, in re “FECOVITA c. Dpto. Gral. de Irrigacién s/A.P.A.”@, se entendid que se habia verificado que “la demanda- da ha violado la prohibicién establecida en el art. 5, inc. b) y9 dela res. 78/1996 y que el D.G.I. ha actuado dentro de sus atribuciones Jegales, imponiendo una sancién en virtud de la potestad sancio- nadora correctiva que tiene frente a las infracciones a las normas administrativas detectadas, en un todo de acuerdo con el proce- dimiento establecido en el art. 35, inc. a) puntos 2; 55, 57 y 58 de dicho cuerpo legal”. En esta misma linea, in re “Polipetrol SA c. Dpto. Gral. de Irri- gacidn s/A.P.A.”“), la Cote consideré que “la sancién aplicada d viene de una situacién o causa concreta que es la contaminacién constatada por los inspectores del Departamento General de Irri- gacién la que se encuentra prohibida por la normativa aplicable ala empresa. En efecto, la res. 778/1996 en su art. 5° dispone que “...est4 prohibido el vertido, derrame o infiltracién directo o indirecto a los... acuiferos subterréneos de toda clase de sustancias, Ifquidas © sdlidas, desechos o residuos...”. Los incs. c) y d) de la referida disposicién expresan: “la acumulacién de sustancias no autoriza- das, basura o residuos, escombros desechos domésticos, quimicos 0 industriales o de cualquier otro material en dreas 0 zonas que puedan implicar un riesgo o peligro para el recurso hidrico” y “En general, la realizacién de cualquier tipo de actividad o accién que pueda ocasionar la degradacién, alteracién o contaminacién del agua y sus entornos afectados””. (401) Suprema Corte de Justicia de Mendoza in re “FECOVITA ¢. Dpto. Gral. de Trrigacién s/A.P.A;; sentencia del 16/8/2007. (402) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, in re” Polipetrol SA c. Dpto. Gral. de Unrigacién s/A.P.A.; sentencia del 6/3/2013. 270 CARLOS A. PARELLADA - ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) En esta causa, ademas, la Corte mostré la vinculacién que debe existir entre la norma reglamentaria que desarrolla la conforma- ci6n del ilicito administrativo, y la necesaria base legal que funda las previsiones del reglamento determinando —aunque sea gené- ricamente— el ilfcito. Asi, observo que “la mencionada reglamen- tacién resulta clara en tanto dispone la proteccién de la calidad de las aguas del dominio piblico provincial y la sancién de multa es consecuencia de la responsabilidad del generador de efectos de- gradantes del ambiente quien debe responder por los costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposicién y también por los sistemas que rigen la responsabilidad ambiental, como lo es en el caso el art. 50 de la Reglamentacién 778/1996 y las leyes en las que se funda (Ley de Aguas, Ley 6044)”. En la causa “YPF SA c. Dpto. Gral. de Irrigacién s/A.P.A.”@, re- suelta el 6/5/2013, también queda de manifiesta esta relacién en- tre la norma reglamentaria que especifica la falta y la norma legal genérica en que funda, en cuanto la Corte entiende que en el caso “es de advertirse que la demandada le impuso la sancién de multa, a través del dictado de la res. 13/2007, que a su vez tuvo en cuen- ta en forma genérica las disposiciones de la Ley General de Aguas, la ley 6044 y la res. 778/1996 de su H.T.A. La ultima norma citada constituye el “Reglamento General para el Control de Contamina- cién Hidrica” y en su art. 5° expresamente prevé...” la descripcién del hecho sancionado. Finalmente, en una segunda causa también caratulada “Y.P.F. SA c. Departamento Gral. de Irrigacién s/A.P.A.”4, la Corte ha analizado con mayor profundidad este tema al sefalar que “res- pecto al cuestionamiento de la actora relativo a que la demandada no tiene poder de policia, es decir, no puede crear por sf misma infracciones para luego sancionarlas, tal como afirma que ocurre con el dictado de la res. gral. 778/1996, se observa que esta norma junto ala ley 6044, fueron aplicadas por el D.G.1. en la res. 312/2006, alos fines de ordenar la remediacién del pasivo ambiental y la im- posicién de una multa a la actora. La mencionada resolucién ge- neral constituye el “Reglamento General para el Control de Conta- minacién Hidrica’” y en su art. 5° expresamente prevé...” los actos definidos como prohibidos. (403) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, in re“YPPSAc. Dpto. Gral. delrrigacion s/A-P.A’ sentencia del 6/5/2013. (404) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, in re “V.RE. SA c. Departamento Gral de Inrigacién s/A.P.A sentencia del 26/11/2013. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 271 Sobre tal base, el maximo Tribunal afirma que “esta determi- nacién de las actividades prohibidas, cuya realizacién constituyen faltas sancionables, se encuentra entre las atribuciones del D.G.1. que expresamente le fueron otorgadas por el Legislador y el Cons- tituyente, a través de las respectivas normas que més arriba se transcribieron. El reglamento cuestionado por la actora constituye una determinacién legitima de las actividades que constituyen la disposicién de efluentes residuales a cualquier curso 0 cuerpo re- ceptor, que signifique una degradacién directa o indirecta del re- curso hidrico, tal como esta previsto en el art. 42 de la ley 6044 [...]. Luego, tal ley en su art. 45 establece sanciones, que expresamen- te tipifica, para el supuesto de violacién o incumplimiento de sus Preceptos o de sus normas reglamentarias, ya sea que se cometan por operadores 0 por terceros no prestatarios. Entre las sanciones previstas se encuentra la de multa entre $100 y $1.000.000 (inc. 2°), ala que remite con expresa transcripcién el art. 50 del cuestionado Reglamento”. Y sobre tales consideraciones, el Tribunal concluye que “Como puede observarse la actividad de la demandada se ha mantenido dentro de las facultades de policfa administrativa respecto de las aguas, que son asignadas por la Constitucién Provincial y las leyes ya citadas, sin afectacién del principio de reserva legal contenido en art. 19 de la Constitucién Nacional’. j 5.2.3. El principio non bis in idem Otra maxima que merece atencién, es el denominado non bis in idem, principio general de derecho, o regla juridica no positiviza- la, que en su vertiente material significa la garantia para quien co- mete un acto ilfcito, de que no podra ser sancionado dos veces por el mismo hecho; y en su aspecto procesal, que un mismo hecho no podra ser objeto de dos procesos distintos, constituyendo un limite ala potestad sancionadora de la Administracién 4), De este modo se limita la posibilidad de aplicar distintas penas nte a una identidad de sujeto, hecho y fundamento, aunque se cepta que si una misma actuacién infringe diversas normas, al- una de proteccién ambiental y otras que tutelan otros valores o (405) Maijan, Dantst, Derecho Administrativo Sancionador, Ad Hoc, Buenos Aires, 104, p. 245. 272 CARLOS A. PARELLADA ~ ARIEL G. PARELLADA (DIRECTORES) bienes, es posible la aplicacién acumulativa de sanciones heterogé- neas en cuanto al fundamento y bien protegido que las justifica¢". En general, se sostiene que en el derecho argentino este princi- pio, sin embargo, no inhibe la posibilidad de aplicar ante un mismo hecho tanto sanciones administrativas como penales, en virtud de responder las mismas a distintos fundamentos y regimenes, exte- riorizando responsabilidades de distintas naturaleza“*”, de modo que el principio referido no obsta a que puedan existir multiples juicios que abarquen distintos tipos de responsabilidad —civil, ad- ministrativa, politica 0 penal—, y con ello un mismo hecho puede ser objeto simultaneamente de sanciones administrativas y pena- les, sin que ello violente el principio non bis in idem“). No debe confundir en este tema otras experiencias existentes enel derecho comparado, como ocurre en el caso espanol, que ad- quieren ciertas configuraciones por su desarrollo positivo; en di- cho pais, si bien anteriormente era posible aplicar ambas sancio- nes —administrativas y judiciales— frente a un mismo ilicito®™”, a partir de la Constitucién de 1978 (arts. 25 y 45.3) se ha considerado a esta posibilidad vedada, dandose lugar a una prevalencia de la sancién penal frente a la administrativa™, lo que desnaturaliza el caracter de ultima ratio que suele asignarse al Derecho Penal. Con ello, s6lo ante una prohibicién expresa puede inhibirse un régimen sancionatorio frente a otro, no siendo ello una regla extrapolable en forma directa a otras realidades normativas como la argentina. Ademés, no debe perderse de vista que la posibilidad de que un mismo hecho genere una asignacién de responsabilidad que se materialice en distintas sanciones que integren una misma pena. Asf, por ejemplo, en materia contravencional vinculada a la Ley de Fauna la Corte Federal ha observado que la aplicacién de la san- cion de decomiso, multa e inhabilitacién respecto de quien trans- (406) CaLvo CHarno, Mania, Sanciones Medioambientales, cit., p. 107. (407) Nos, Gaprizta Canina, “Principios y normas del derecho penal aplicables en el procedimiento administrativo. Alcance y limites’ cit, p. 6. (408) Suprema Corte de Justicia de Mendoza,, in re “Fiscal c. Troyano, Angel Miguel Hurto Y Daito p/Casacién’, sentencia del 11/8/2000; in re "Panella, Alberto « Municipalidad de San Martin s/A.P.A%, sentencia del 28/12/1998; in re “Jofre José Tomas c. Gobierno de la Provincia p/Accién Procesal Administrativa’ sentencia de! 13/5/1962 ; in re “Ana Pedro Wilson c. Gobierno de la Provineja p/Contencioso Administr sentencia del 15/6/1967. (409) Noe, Gaprizta Carina, “Principios y normas del derecho penal aplicables e= el procedimiento administrativo. Alcance y limites’ cit., p. 7. (410) Catvo CHanno, Marta, Sanciones Medioambientales, cit. p. 96. MAURICIO PINTO - DERECHO AMBIENTAL 273 gredié el régimen de la ley 22.421, no constituye una triple pena por una sola infraccién, sino que se trata de una pena tinica con pluralidad de sanciones, modalidad corriente en las leyes penales y contravencionales, con presencia en diversos articulos del Cédigo Penal"), De igual forma, la Corte provincial ha determinado que no vio- lenta el principio non bis in idem la aplicacién de varias sanciones que tienen como presupuesto factico algunos hechos comunes, cuando las mismas responden a distintas causas. 2) En materia ambiental, en particular, la posibilidad de que a un mismo hecho se le asignen distintas responsabilidades —civil, pe- nal, administrativa, ambiental— ha sido especificada en el deno- minado principio de responsabilidad previsto en la ley 25.675, al que referiremos infra, oportunidad que analizaremos la jurispru- dencia de la Corte que resulta pertinente a este t6pico. 5.2.4. Los principios del debido proceso e in dubio pro reo El Principio del debido proceso y la presuncién de inocen- cia —in dubio pro reo— resultan también propios de los procedi- mientos sancionadores, no siendo posible consiguientemente la sancién si —luego de la debida defensa— existe falta de conven. cimiento sobre la existencia de la falta; convencimiento que estard necesariamente ligado a la actividad probatoria desarrollada en el marco del principio de la verdad material y el sistema de la libre conviccién 9), Es constante la doctrina judicial en cuanto a que la apreciacién de los hechos pertenecen al ambito de las facultades discrecionales del tribunal administrativo y los jueces sélo pueden ejercer control siempre que se acredite arbitrariedad manifiesta, por lo que desde esta materia sdlo cabe apartarse de las sanciones impuestas si los hechos no han sido probados. (411) Corte Suprema de Justicia de la Nacién, in re “Césary Antonio Karam SCICA c. Poder Ejecutivo Nacional’; sentencia del 24/2/1987, Fallos, 310:360. (412) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, Sala I, in re “Empresa Distribuidora de Electricidad de Mendoza —-EDEMSA— c. Gob. de la Provincia de Mza. s/Acc. de Inc sentencia del 27/12/2004, donde se validé diversas sanciones aplicadas a la prestadora del servicio eléctrico, en las que algunas respondian a fallas concretas del servicio, y otra alamerma de calidad que ocasionaba el conjunto de fallas individualmente sancionadas. (413) Suprema Corte de Justicia de Mendoza, in re “José Cartellone Construcciones SA c, Departamento General De Irrigacién s/A.P.A.; sentencia del 13/5/2013.

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