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ARTICULO: PRODUCCIÓN ORGÁNICA DE HORTALIZAS, TUBÉRCULOS Y

GRANOS PARA LA SEGURIDAD ALIMENTARIA DE PUCARÁ

Cristhian P. Hilario F.

INTRODUCCIÓN

La palabra seguridad alimentaria aparece en el año 1970 y según la


Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (en
adelante FAO), esta “se da cuando todas las personas tienen acceso físico,
social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad
suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias
alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable”.

En el trabajo de campo realizado por los alumnos del IV semestre de la


Facultad de Antropología de la prestigiosa y honorable Universidad Nacional
del Centro del Perú, se realizó un diagnóstico acerca de la seguridad
alimentaria en la comunidad campesina de Pucará, enfocándonos
principalmente en los aspectos de producción agropecuaria, observando en
manejo de tierras, agua y principalmente en la utilización de elementos
químicos que pueden ser desfavorables y nocivos tanto para salud humana y
así como también para la fertilidad de la tierra , asimismo se estudiaron
aspectos generales de la comunidad pucarina.

METODOLOGÍA

El conjunto de métodos y técnicas sistematizadas tales como: Trabajo de


campo, observación participante, entrevistas, fichas de observación, cuadernos
de campo, estadísticas, recopilación de datos y perennización fotográfica;
fueron los pilares fundamentales que nos permitieron obtener información y
datos verídicos de la producción agropecuaria, asimismo proporcionarnos
aspectos singulares de la comunidad campesina de Pucará.

RESULTADOS

El distrito de Pucará se encuentra ubicado en la provincia de Huancayo


departamento de Junín que históricamente está conformado por familias
comuneras, que a lo largo de su historia han acumulado conocimientos y
experiencias en el manejo de la tierra. Pucará es uno de los pocos lugares del
valle del Mantaro en donde aún mantienen prácticas culturales ancestrales de
producción de carácter orgánico y natural, que ha permitido a los comuneros
sobrevivir y asegurar su alimentación a través de los tiempos; no solo Pucará
es resaltante en el ámbito de producción agropecuaria, sino también tras su
desarrollo histórico conformaron una identidad manifestada simbólicamente en
los restos arqueológicos, fiestas patronales y la participación activa en la
campaña de la Breña de 1882 en las batallas de Marcavalle y Pucará , así
como también costumbres y tradiciones que se mantienen hasta nuestros
tiempos, tal es el caso del “Huaylarsh” manteniendo la verdadera esencia y
sentido de este baile de carnavales, así también una gran representante de la
música vernacular del valle del Mantaro, Paula Efigenia Chávez Rojas “Flor
Pucarina”; todo este proceso de adquisición, formación y expresión de estas
prácticas culturales generaron al distrito de Pucará las denominaciones de :
“Origen y cuna del Huaylarsh” y “Tierra de hortalizas y eternos manantiales”.

El eje principal en el que se desarrolló la investigación es la seguridad


alimentaria; teniendo en cuenta a Granados (2010) quien menciona que “La
alimentación de las personas no queda resuelta con la ingesta de comida,
debido a que la disponibilidad de los alimentos por sí mismos no garantiza que
se consuman los nutrientes básicos. De ahí que los efectos en la calidad de la
vida terminan siendo evidentes. En este sentido, para que los alimentos
contribuyan a la calidad de la vida de las personas, deben tratarse en forma
integral los aspectos de producción, cultura, disponibilidad, calidad y
accesibilidad de los alimentos, salud y otros ámbitos relacionados” (pág. 17).

Con una base de investigación ya establecida y principalmente queriendo


conocer aspectos de la actividad productiva agropecuaria, emprendimos el
camino hacia la zona sur del valle del Mantaro, con el objetivo de evidenciar y
comprobar la hipótesis planteada antes de salir al campo:
…………………………………………………………………………………………….

La comunidad campesina de Pucará cuenta con aproximadamente 7.000


hectáreas de tierras, ubicadas en los pisos ecológicos: Quechua (3200 – 3500
m.s.n.m.), Suni (3500 – 4100m.s.n.m.) y Puna (4100– 4800 m.s.n.m.).
En la “parte baja o Quechua”, la comunidad es favorecida con cristalinos
manantiales, tales como “Milo pacha” (fuente con arbustos espinosos), “Ishpay
puquio” (chorrito de agua que se produce como al orinar), “Rosas puquio” (fuente
rodeada con rosas silvestres), “Ucursh puquio” (fuente del ratón), “Arshna
Puquio” (fuente pestilente por la hediondez del barro), “Huari puquio” (fuente de
los huaris), “Malco puquio” (fuente con arbustos medicinales) y “Ñahuin puquio”
(ojo de agua), los cuales hacen posible el cultivo de hortalizas durante la época
de ausencia de lluvias, esto les da ventaja frente a otras comunidades del valle,
así como también a tierras comunales que se encuentran en la altura.

Los cultivos principales que presenta esta zona son: rabanitos, lechuga, col,
cebollas, cebollita china, zanahorias, seguido por las arvejas, el haba de grano
verde y el maíz choclo (Ministerio de agricultura, 2012). Así como también
algunos cultivos de papa.

En la parte “media o Suni” principalmente se producen tubérculos, tales como la


papa, olluco, oca y mashua. Seguido por la parte “alta o puna” donde prima la
producción de papas nativas.

Es por eso que “Flor Pucarina” interpreta: “¡Arriba! ¡Arriba! pucarinita, cebolla
colishlla ipilla calpish, ¡Arriba! ¡Arriba! pucarinita, cotisha costalla ipilla calpish”.

“Nuestras verduras son el orgullo de la región centro, ya que son obtenidos de


forma natural, mediante un sistema agrícola libre de pesticidas. Este hecho
hace que nuestros productos sean muy pedidos tanto en los distritos
aledaños como en grandes mercados como el de Huancayo”. Señala un
agricultor; pero también considera que el uso de fertilizantes y pesticidas para
la producción va en incremento, y entre los que hacen la utilización de
agroquímicos existe gran desconocimiento de la manipulación adecuada de
estos insumos.

Respecto a ello hemos podido evidenciar que los fertilizantes más usados son:
la urea agrícola, superfosfato triple, súper mix y cloruro de potasio; en
pesticidas resaltan el Furadan, Sherpa, Tamarón, etc.

Pero eso no significa que debemos generalizar y señalar que todos los
agricultores producen con elementos agroquímicos; ya que la mayoría de
comuneros agricultores emplean el abono natural (guano de corral), abono
verde, humus de lombriz y compost.

Cada familia comunera maneja parcelas ubicadas en los terrenos de la


comunidad, haciendo un manejo responsable de los pisos ecológicos en los
que estos se encuentren. El cultivo y la producción orgánica de variedades de
hortalizas, tubérculos y granos les ha concedido minimizar los riegos de
hambruna, asegurando el autoabastecimiento familiar y económico.

Estás prácticas agrícolas orgánicas tradicionales, son parte de la seguridad


alimentaria mundial, así como también lo viene siendo de la comunidad, el valle
del Mantaro y la ciudad capital de Lima.

Según el informe anual del Centro Internacional de la Papa (2010) menciona


que “se debe enfrentar la crisis alimentaria con la estrategia de la seguridad y
la soberanía alimentaria de nuestros países; acción que pasa por la promoción
de cultivos y crianzas locales, incluyendo las promisorias; para lo cual es
necesario implementar programas agresivos de extensión rural, investigación
participativa, crédito, infraestructura de apoyo a la producción, etc.”

Todos estos cultivos y crianzas “nativas” son aportes valiosos a la alimentación


no solo de los países de Latinoamérica, sino también del mundo. En estos
tiempos ya se está discutiendo de la segunda oportunidad de la papa como
redentora de la crisis alimentaria, sin dejar de lado a productos tan valiosos
como la quinua, kiwicha, maca, yacon, camu camu, sacha inchi, aguaymanto,
cuy, etc. (CIP, 2010).

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