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.Las ideas respetables.

Por mucho que algunos se empeñen, respeto y tolerancia no son equivalentes. Existen
ideas que merecen consideración, ideas que se pueden tolerar e ideas intolerables.

Ignacio Sánchez Cámara.

Existe un tópico al que se apela como creencia indiscutible: Todas las ideas son
respetables, mientras se defiendan pacíficamente, es decir, mientras no se intente
imponerlas mediante la violencia. Conviene hacer algunas distinciones. En primer
lugar, el tópico parece referirse principalmente a ideas sociales y políticas, que
pretenden realizarse en la práctica. No se trata de que, por ejemplo, el geocentrismo sea
tan respetable como el heliocentrismo. Cada uno puede defender las ideas y propuestas
más extravagantes, inmorales, nocivas o perversas, con tal de que lo haga sin violencia.

En segundo lugar, conviene distinguir entre lo respetable y lo tolerable . Respeto y


tolerancia no son lo mismo, ni recaen sobre lo mismo. Todo lo respetable debe ser
tolerado, pero no todo lo tolerable es igualmente respetable. Existen dos acepciones
fundamentales, desde el punto de vista de que lo que aquí interesa, de la palabra
“respeto” en el diccionario de la Academia. La primera se refiere a la atención o
consideración que merece algo. La segunda, la hace sinónima de veneración y
acatamiento. En cualquiera de los dos sentidos, no todas las ideas merecen el mismo
respeto. Algunas, no pocas, no merecen ninguno.

Respetar todas por igual es la máxima forma de la falta de respeto. La lista de ideas que
no merecen respeto puede variar según los credos y las ideologías. No es respetable la
defensa de la esclavitud, de la segregación racial, del sometimiento físico y moral de las
mujeres, la justificación de la pederastia o de la violación o del aborto, ni la justificación
de prácticas como la mutilación sexual o los sacrificios humanos rituales.
Evidentemente, cabría seguir. Por mi parte, no creo que ninguna de estas ideas ni otras
semejantes sean respetables. Simplemente, no merecen respeto. Luego, el tópico que
pretende que todas las ideas son respetables, mientras no se recurra a la violencia para
imponerlas, es falso.

Quizá no se pretenda hablar de respeto, sino de tolerancia, que es otra cosa distinta.
Tolerar es permitir la defensa y difusión de una idea o creencia, y la realización de una
práctica, a pesar de que se estima errónea o perniciosa. Puede admitirse a favor de la
libertad y de los derechos ajenos, y también como medio para garantizar una
convivencia pacífica. Es lo que sucedió con la tolerancia religiosa durante el siglo XVII.
El bien y la virtud no se toleran. Sólo se tolera lo que se considera erróneo, equivocado
o malo. A favor de la tolerancia, puede añadirse una razón más: la grave inconveniencia
de atribuir al poder político el derecho a determinar qué es lo que debe ser tolerado y lo
que no. Así, algunos (especialmente liberales) han defendido la tesis de que todas las
ideas deben ser toleradas. Por ejemplo, John Stuart Mill. Tal vez esto sea lo que
entiendan los defensores del tópico. Sin embargo, argumentaré que incluso así
entendido, como tolerancia y no como respeto, el tópico es incorrecto o falso. ¿Debe
una sociedad tolerar todas las ideas, incluso las que tienden a destruirla política o
moralmente? Es muy frecuente escuchar el tópico cuando se habla de terrorismo. El mal
no estaría en las ideas (es un decir) o, mejor, en los fines de las organizaciones
terroristas sino en su método. Sus propuestas serían respetables. Lo criminal serían los
medios. Por mi parte, creo que las propuestas tampoco son respetables. No lo es, baste
un ejemplo, pretender destruir una nación utilizando los derechos y los medios legales
que ella proporciona. Eso es deslealtad y traición. No son respetables y, si no me
equivoco, tampoco merecen la tolerancia.

Abundan las naciones democráticas que prohíben la existencia legal de partidos con
programas secesionistas (por supuesto, aunque no recurran a la violencia). La tolerancia
es limitada. Un organismo humano puede tolerar muchas sustancias nocivas para su
salud, pero algunas que son letales, no. No tiene sentido hablar de tolerancia al cáncer.
El tumor debe ser extirpado. No pretendo establecer una analogía organicista entre las
sociedades y los cuerpos, pero me parece que las sociedades tienen el derecho y el deber
de garantizar su supervivencia. El separatismo no merece ser tolerado. Y sólo debería
serlo en el caso (muy improbable) de que motivos de prudencia aconsejaran que
tolerarlo sería más beneficioso para la unidad nacional que prohibirlo.

En este sentido, existen ideas que sin ir acompañadas de la violencia, bien merecerían
la intolerancia. ¿Qué se gana con admitir la legalidad de un partido esclavista? Existe lo
intolerable, lo que no se debe tolerar. Y más aún, existe lo que no merece respeto, ni
atención ni consideración, ni mucho menos veneración o acatamiento. No todas las
ideas son respetables (ni tampoco tolerables), aunque no recurran a la violencia para
imponerse.

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