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Juntas cambiaremos el mundo

Juntos cambiaremos el mundo este año


si nos unimos, si nos amamos,
si a todos damos la paz.

Cuántas palabras, cuántos deseos,


cuántos esfuerzos por un mundo mejor.
Un mundo fiel al Evangelio
que está en la mente pero no en el corazón.

Un Cielo Nuevo ante nosotros


con hambre inmensa por poder alcanzar.
El mundo nuevo de la Palabra
que haga presente la nueva humanidad.

(Todas juntas)

Como mujeres de buena voluntad


mantengamos la mirada fija
en quienes tienden sus manos clamando ayuda
y pidiendo nuestra solidaridad.
Son nuestros hermanos y hermanas
creados y amados por el Padre celestial.
Señor, que reaccionemos ante la
cultura del descarte
y que hagamos nuestra
la cultura del encuentro.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.

8 1
Estamos llamadas a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirar-
los a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que
rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es tam-
bién una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades y a recono-
cer el valor que tiene la pobreza en sí misma. Hoy los pobres pertenecen
a la Iglesia por derecho evangélico y obligan a la opción fundamental por
ellos. Benditas las manos que vencen las barreras de cultura, la religión y
la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la hu-
manidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin
peros ni condiciones, son manos que hacen descender sobre los herma-
nos la bendición de Dios.
En éste último día del año, hagamos una relectura de El papa Francisco nos invita como comunidad cristiana a convertir-
nuestra vida cristiana: repensémosla y proyectémosla nos cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los
hacia el futuro. Como seguidoras de Cristo, el modo últimos y los más necesitados. Nos hace un fuerte llamamiento, de modo
de amor del Hijo de Dios lo conocemos bien y sabe- que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres
mos que se basa en dos pilares: Dios nos amó primero nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los po-
y nos amó dando todo, incluso su propia vida. bres no son un problema sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir
Un amor así no puede quedar sin respuesta, acojamos la esencia del Evangelio.
(Papa Francisco, I jornada mundial de los pobres)
en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad mise-
ricordiosa; de tal manera que mueva nuestra voluntad
e incluso nuestros afectos, para amar a Dios mismo y al prójimo.
Pensemos en las actitudes que mueven nuestro corazón a ser más de Dios y ¿Cuál es mi compromiso? ¿A qué me siento llamada?
a ser más de los Pobres. ¿Cómo voy a hacer efectivo mi llamada hacia los Pobres desde la
Comunidad?

Audio: Sólo el amor (Silvio Rodr íguez

Silencio- reflexión-compartir
Debes amar la arcilla que va en tus Debes amar el tiempo de los in-
manos, debes amar su arena hasta tentos, debes amar la hora que
la locura y si no, no la empren- nunca brilla y si no, no pretendas Después de haber compartido en voz alta las reflexiones de nuestro cora-
das que será en vano. tocar lo cierto. zón en salida; para expresar que el compromiso, además de ser personal
Sólo el amor engendra la maravi- es comunitario, se invita a que las Hermanas anuden su trozo de lazo con
Sólo el amor alumbra lo que per- la Hermana que esté más cercana, de esta forma juntas podemos cami-
dura, sólo el amor convierte en lla, sólo el amor consigue encen-
nar y estar siempre en salida hacia los Pobres.
milagro el barro. der lo muerto.

2 7
Se invita a las Hermanas a que expresen una petición de perdón al Se-
ñor, a la Comunidad… Como símbolo de querer restablecer el amor y de
curar al hermano herido, se pone la tirita en el corazón que está ambien-
tando la capilla.

Los misericordiosos (Brotes de olivo) Texto evangélico (Col 4, 1-3)


Tengo miseria de no tener, soy miserable en la cumbre. “Perseverad en la oración, velando en ella
por querer ser quien no soy, no soy ni siquiera yo. con acción de gracias, orando también a la
Mi vacío me hace comprender a quienes no me entienden vez por nosotros a fin de que Dios nos abra
y a aquellos que me maltratan ¡Sé que yo no soy mejor! la puerta de la Palabra para revelar el miste-
Espero ser yo algún día, en mi miseria yo espero rio de Cristo.”
que algo nazca de mi nada, aunque sé que nada soy.
Alguien repite en mi mente que en mi miseria me ama, El fundamento de nuestra vida y de nuestra misión será siempre la ora-
con misericordia me quiere y ese alguien es mi Dios. ción. No hay que olvidar que el Padre Nuestro es la oración de los pobres.
Si me sintiese herido o tratado con violencia, La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades
nunca quisiera sentirme lleno de odio y rencor. básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseña con esta oración
manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la
Ha de llenarse mi alma de infinita misericordia. existencia y de la falta de lo necesario. A los discípulos que pedían a Jesús
hay alguien que me lo pide y ese alguien es mi Dios. que les enseñaran a orar, él les respondió con las palabras de los pobres
que recurren al único padre en el que todos se reconocen como herma-
nos. El padre nuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se
pide es nuestro, y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad
común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cual-
quier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación.
Tengamos un corazón orante, un corazón agradecido por el pan eucarísti-
co que se nos entrega cada día, un corazón agradecido por el Amor que el
Señor nos tiene sin condiciones, un corazón agradecido porque Dios sigue
contando con nosotras para hacer posible lo que oramos en el Padre
Texto evangélico (Col 3, 9 - 11) Nuestro.
(Papa Francisco, I Jornada mundial de los pobres)
“Despojaos del hombre viejo y revestíos del nuevo que sucesivamente
se renueva hasta adquirir el pleno conocimiento conforme a la imagen ¿Cómo es mi oración?
del que lo ha creado, en el que no cabe distinción entre griego y judío;
circunciso o incircunciso; bárbaro, escita, siervo, libre, sino que Cristo ¿La oración me lleva a la aceptación del otro como hermano?
es todo en todos.”

6 3
Te Deum (recitado a dos coros)

A Ti, oh Dios, te alabamos, Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.


a Ti, Señor, te reconocemos. Tú eres el Hijo único del Padre.
A Ti, eterno Padre, Tú, para liberar al hombre,
te venera toda la creación. aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen. Texto evangélico (Col 3, 12-15)
Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran. Tú, rotas las cadenas de la muerte, “Por tanto, como elegidos de Dios, santos y
Los querubines y serafines abriste a los creyentes amados, revestíos de un corazón compasivo,
te cantan sin cesar: el Reino de los Cielos. bondadoso, humilde, manso, magnánimo, so-
Santo, Santo, Santo es el Señor, Tú sentado a la derecha de Dios brellevándoos unos a otros, perdonándoos
Dios del universo. en la gloria del Padre.
Creemos que un día mutuamente cuantas veces alguno tuviese
Los cielos y la tierra has de venir como juez. motivo de queja contra otro. Del mismo modo
están llenos de la majestad de tu gloria. que el Señor os perdonó, así también vosotros
A Ti te ensalza Te rogamos, pues, debéis perdonaros. Pero, ante todo, revestíos de caridad que es
el glorioso coro de los apóstoles, que vengas en ayuda de tus siervos, el lazo de la perfección. Igualmente que la paz de Cristo presida
la multitud admirable de los profetas, a quienes redimiste vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados para cons-
el blanco ejército de los mártires. con tu preciosa sangre. truir un solo cuerpo. Y sed agradecidos”
Haz que en la Gloria eterna
A Ti la Iglesia santa, nos asociemos a tus santos.
extendida por toda la tierra, La oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la cari-
te aclama: Salva a tu pueblo, Señor,
Padre de inmensa majestad, y bendice tu heredad. dad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangéli-
Hijo único y verdadero, Sé su pastor ca. El cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por
digno de adoración, y ensálzalo eternamente. la caridad compartida en el rostro de las personas de los hermanos y her-
Espíritu Santo, Defensor. manas más débiles. Como discípulos de Cristo la pobreza es ante todo voca-
ción para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de Él y con Él, un ca-
mino que lleva a la felicidad del Reino de los cielos. La pobreza significa un
Hoy, Señor , te daré…(Brotes de olivo) corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y
pecadora para superar la tentación de omnipotencia que nos engaña ha-
ciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón
Hoy Señor, te daré las gracias por mi vivir, que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de
por la tierra y mis amigos, porque siempre fui feliz, vida y condición para la felicidad.
(Papa Francisco, I Jornada mundial de los pobres)
por el tronco en que nací y la savia que encontré,
y los brotes que nacieron portadores de tu fe.
¿Tengo un corazón pobre?
¿Mi estilo de vida me acerca a los pobres?
Por las veces que caí y las que me levante,
porque en ellas siempre vi el amor de tu poder, ¿Comparto lo que soy y tengo con los pobres?
por lo bueno que viví y en lo que sentí dolor,
siempre en todo yo te vi, te doy gracias, Señor. Silencio- reflexión.

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Te Deum (recitado a dos coros)

A Ti, oh Dios, te alabamos, Tú eres el Rey de la gloria, Cristo.


a Ti, Señor, te reconocemos. Tú eres el Hijo único del Padre.
A Ti, eterno Padre, Tú, para liberar al hombre,
te venera toda la creación. aceptaste la condición humana
sin desdeñar el seno de la Virgen. Texto evangélico (Col 3, 12-15)
Los ángeles todos, los cielos
y todas las potestades te honran. Tú, rotas las cadenas de la muerte, “Por tanto, como elegidos de Dios, santos y
Los querubines y serafines abriste a los creyentes amados, revestíos de un corazón compasivo,
te cantan sin cesar: el Reino de los Cielos. bondadoso, humilde, manso, magnánimo, so-
Santo, Santo, Santo es el Señor, Tú sentado a la derecha de Dios brellevándoos unos a otros, perdonándoos
Dios del universo. en la gloria del Padre.
Creemos que un día mutuamente cuantas veces alguno tuviese
Los cielos y la tierra has de venir como juez. motivo de queja contra otro. Del mismo modo
están llenos de la majestad de tu gloria. que el Señor os perdonó, así también vosotros
A Ti te ensalza Te rogamos, pues, debéis perdonaros. Pero, ante todo, revestíos de caridad que es
el glorioso coro de los apóstoles, que vengas en ayuda de tus siervos, el lazo de la perfección. Igualmente que la paz de Cristo presida
la multitud admirable de los profetas, a quienes redimiste vuestros corazones, pues a ella habéis sido llamados para cons-
el blanco ejército de los mártires. con tu preciosa sangre. truir un solo cuerpo. Y sed agradecidos”
Haz que en la Gloria eterna
A Ti la Iglesia santa, nos asociemos a tus santos.
extendida por toda la tierra, La oración, el camino del discipulado y la conversión encuentran en la cari-
te aclama: Salva a tu pueblo, Señor,
Padre de inmensa majestad, y bendice tu heredad. dad, que se transforma en compartir, la prueba de su autenticidad evangéli-
Hijo único y verdadero, Sé su pastor ca. El cuerpo de Cristo, partido en la sagrada liturgia, se deja encontrar por
digno de adoración, y ensálzalo eternamente. la caridad compartida en el rostro de las personas de los hermanos y her-
Espíritu Santo, Defensor. manas más débiles. Como discípulos de Cristo la pobreza es ante todo voca-
ción para seguir a Jesús pobre. Es un caminar detrás de Él y con Él, un ca-
mino que lleva a la felicidad del Reino de los cielos. La pobreza significa un
Hoy, Señor , te daré…(Brotes de olivo) corazón humilde que sabe aceptar la propia condición de criatura limitada y
pecadora para superar la tentación de omnipotencia que nos engaña ha-
ciendo que nos creamos inmortales. La pobreza es una actitud del corazón
Hoy Señor, te daré las gracias por mi vivir, que nos impide considerar el dinero, la carrera, el lujo como objetivo de
por la tierra y mis amigos, porque siempre fui feliz, vida y condición para la felicidad.
(Papa Francisco, I Jornada mundial de los pobres)
por el tronco en que nací y la savia que encontré,
y los brotes que nacieron portadores de tu fe.
¿Tengo un corazón pobre?
¿Mi estilo de vida me acerca a los pobres?
Por las veces que caí y las que me levante,
porque en ellas siempre vi el amor de tu poder, ¿Comparto lo que soy y tengo con los pobres?
por lo bueno que viví y en lo que sentí dolor,
siempre en todo yo te vi, te doy gracias, Señor. Silencio- reflexión.

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Se invita a las Hermanas a que expresen una petición de perdón al Se-
ñor, a la Comunidad… Como símbolo de querer restablecer el amor y de
curar al hermano herido, se pone la tirita en el corazón que está ambien-
tando la capilla.

Los misericordiosos (Brotes de olivo) Texto evangélico (Col 4, 1-3)


Tengo miseria de no tener, soy miserable en la cumbre. “Perseverad en la oración, velando en ella
por querer ser quien no soy, no soy ni siquiera yo. con acción de gracias, orando también a la
Mi vacío me hace comprender a quienes no me entienden vez por nosotros a fin de que Dios nos abra
y a aquellos que me maltratan ¡Sé que yo no soy mejor! la puerta de la Palabra para revelar el miste-
Espero ser yo algún día, en mi miseria yo espero rio de Cristo.”
que algo nazca de mi nada, aunque sé que nada soy.
Alguien repite en mi mente que en mi miseria me ama, El fundamento de nuestra vida y de nuestra misión será siempre la ora-
con misericordia me quiere y ese alguien es mi Dios. ción. No hay que olvidar que el Padre Nuestro es la oración de los pobres.
Si me sintiese herido o tratado con violencia, La petición del pan expresa la confianza en Dios sobre las necesidades
nunca quisiera sentirme lleno de odio y rencor. básicas de nuestra vida. Todo lo que Jesús nos enseña con esta oración
manifiesta y recoge el grito de quien sufre a causa de la precariedad de la
Ha de llenarse mi alma de infinita misericordia. existencia y de la falta de lo necesario. A los discípulos que pedían a Jesús
hay alguien que me lo pide y ese alguien es mi Dios. que les enseñaran a orar, él les respondió con las palabras de los pobres
que recurren al único padre en el que todos se reconocen como herma-
nos. El padre nuestro es una oración que se dice en plural: el pan que se
pide es nuestro, y esto implica comunión, preocupación y responsabilidad
común. En esta oración todos reconocemos la necesidad de superar cual-
quier forma de egoísmo para entrar en la alegría de la mutua aceptación.
Tengamos un corazón orante, un corazón agradecido por el pan eucarísti-
co que se nos entrega cada día, un corazón agradecido por el Amor que el
Señor nos tiene sin condiciones, un corazón agradecido porque Dios sigue
contando con nosotras para hacer posible lo que oramos en el Padre
Texto evangélico (Col 3, 9 - 11) Nuestro.
(Papa Francisco, I Jornada mundial de los pobres)
“Despojaos del hombre viejo y revestíos del nuevo que sucesivamente
se renueva hasta adquirir el pleno conocimiento conforme a la imagen ¿Cómo es mi oración?
del que lo ha creado, en el que no cabe distinción entre griego y judío;
circunciso o incircunciso; bárbaro, escita, siervo, libre, sino que Cristo ¿La oración me lleva a la aceptación del otro como hermano?
es todo en todos.”

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Estamos llamadas a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirar-
los a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que
rompe el círculo de soledad. Su mano extendida hacia nosotros es tam-
bién una llamada a salir de nuestras certezas y comodidades y a recono-
cer el valor que tiene la pobreza en sí misma. Hoy los pobres pertenecen
a la Iglesia por derecho evangélico y obligan a la opción fundamental por
ellos. Benditas las manos que vencen las barreras de cultura, la religión y
la nacionalidad derramando el aceite del consuelo en las llagas de la hu-
manidad. Benditas las manos que se abren sin pedir nada a cambio, sin
peros ni condiciones, son manos que hacen descender sobre los herma-
nos la bendición de Dios.
En éste último día del año, hagamos una relectura de El papa Francisco nos invita como comunidad cristiana a convertir-
nuestra vida cristiana: repensémosla y proyectémosla nos cada vez más y mejor en signo concreto del amor de Cristo por los
hacia el futuro. Como seguidoras de Cristo, el modo últimos y los más necesitados. Nos hace un fuerte llamamiento, de modo
de amor del Hijo de Dios lo conocemos bien y sabe- que estemos cada vez más convencidos de que compartir con los pobres
mos que se basa en dos pilares: Dios nos amó primero nos permite entender el Evangelio en su verdad más profunda. Los po-
y nos amó dando todo, incluso su propia vida. bres no son un problema sino un recurso al cual acudir para acoger y vivir
Un amor así no puede quedar sin respuesta, acojamos la esencia del Evangelio.
(Papa Francisco, I jornada mundial de los pobres)
en nuestro corazón la gracia de Dios, su caridad mise-
ricordiosa; de tal manera que mueva nuestra voluntad
e incluso nuestros afectos, para amar a Dios mismo y al prójimo.
Pensemos en las actitudes que mueven nuestro corazón a ser más de Dios y ¿Cuál es mi compromiso? ¿A qué me siento llamada?
a ser más de los Pobres. ¿Cómo voy a hacer efectivo mi llamada hacia los Pobres desde la
Comunidad?

Audio: Sólo el amor (Silvio Rodr íguez

Silencio- reflexión-compartir
Debes amar la arcilla que va en tus Debes amar el tiempo de los in-
manos, debes amar su arena hasta tentos, debes amar la hora que
la locura y si no, no la empren- nunca brilla y si no, no pretendas Después de haber compartido en voz alta las reflexiones de nuestro cora-
das que será en vano. tocar lo cierto. zón en salida; para expresar que el compromiso, además de ser personal
Sólo el amor engendra la maravi- es comunitario, se invita a que las Hermanas anuden su trozo de lazo con
Sólo el amor alumbra lo que per- la Hermana que esté más cercana, de esta forma juntas podemos cami-
dura, sólo el amor convierte en lla, sólo el amor consigue encen-
nar y estar siempre en salida hacia los Pobres.
milagro el barro. der lo muerto.

2 7
Juntas cambiaremos el mundo

Juntos cambiaremos el mundo este año


si nos unimos, si nos amamos,
si a todos damos la paz.

Cuántas palabras, cuántos deseos,


cuántos esfuerzos por un mundo mejor.
Un mundo fiel al Evangelio
que está en la mente pero no en el corazón.

Un Cielo Nuevo ante nosotros


con hambre inmensa por poder alcanzar.
El mundo nuevo de la Palabra
que haga presente la nueva humanidad.

(Todas juntas)

Como mujeres de buena voluntad


mantengamos la mirada fija
en quienes tienden sus manos clamando ayuda
y pidiendo nuestra solidaridad.
Son nuestros hermanos y hermanas
creados y amados por el Padre celestial.
Señor, que reaccionemos ante la
cultura del descarte
y que hagamos nuestra
la cultura del encuentro.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amen.

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