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In this article, the author analyzes the trends in the studies about professions, from the first tentatives,
during the sixties, until its critical period in the eighties, and he questions the validity of some of those studies
to theorize in this field. Therefore he clarifies the nature of a concept as “profession”, situating it within a generical
conception of employment. He also takes the concept as a historical construction of some societies and analyzes
in a general way the development, the use and the outcomes that such a concept can have in those societies.
The article finally tackles with the problem of the conceptual definition, its relativity and partiality
and shows potential research outlines that would help to continue this critical study.
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La teoría de las profesiones. Estado del arte Eliot Freidson (2001), vol. XXIII, núm. 93, pp. 28-43
Aun cuando las profesiones nunca han La década de los sesenta marcó un par-
estado entre los temas principales de la teo- teaguas en los escritos sociológicos sobre
rización sociológica, un gran número de las profesiones. Por un lado, el sabor eva-
prominentes sociólogos de lengua inglesa, luativo de la literatura cambió, mientras
desde Herbert Spencer (1914, pp. 179- la mayoría de los sociólogos (aunque
324) hasta Talcott Parsons (1968), le han consciente de sus deficiencias) ponía el
dedicado algo más que una simple atención énfasis en los logros y las funciones posi-
pasajera. Hasta hace poco tiempo, la mayo- tivas de las profesiones, escritores más re-
ría de los sociólogos se había inclinado por cientes han sido consistentemente más
considerar las profesiones como sirvientes, críticos. Por otro lado, la preocupación
muy estimados, de la necesidad pública, y principal de la literatura ha cambiado. En
las concebían como ocupaciones especial- la literatura anterior, los principales auto-
mente distintas de otras por su orientación res académicos abordaban, básicamente, el
al servicio de las necesidades del público, análisis de las relaciones entre los papeles
por medio de la aplicación educada de su [role] y las normas profesionales y la inte-
conocimiento, singularmente esotérico, y racción en los ambientes de trabajo.
de sus complejas habilidades. En contraste, Aunque todos reconocían la importancia
los representantes de las otras ciencias de los factores políticos y económicos, no
sociales han enfatizado características bas- los analizaron a profundidad. La más
tante diferentes de las profesiones. Los eco- reciente literatura académica, por otra
nomistas prefieren resaltar el cerrado carác- parte, se concentra en la influencia políti-
ter monopólico del mercado de trabajo ca de las profesiones (Freidson, 1970a),
profesional (Cairnes, 1887, pp. 66-67; en la relación de las profesiones con las
Friedman, 1962, pp. 137-160). Los politó- élites, políticas y económicas, y el Estado
logos tratan a las profesiones como gobier- (Jonson, 1972) y con el mercado y el sis-
nos privados privilegiados (Gilb, 1966); y tema de clases (Larson, 1977).
los encargados de diseñar las políticas con- A pesar de que los cambios importan-
sideran que los expertos profesionales tie- tes se dieron en los énfasis evaluativo y
nen una visión extremadamente estrecha e sustantivo de los escritos sociológicos
insular de lo que es bueno para el público sobre las profesiones, éstos reflejan cam-
(Laski, 1931). bios en el contenido de la teorización,
mas no en su naturaleza; ello sucedió aun
cuando algunas de las más recientes críti-
* El cuerpo básico de este artículo lo escribí mientras cas al enfoque tradicional han sido de
fui investigador senior Fulbright-Hays en el Laboratoire carácter metateórico. Desafortunadamen-
d’Economie et de Sociologie du Travail (CNRS), Aix-en-
Provence. Deseo expresar mi más profunda gratitud a M. te, estas críticas metateóricas han aborda-
Guy Roustang, entonces director del CNRS, y de M. Marc do temas sin importancia o bien temas
Maurice, director de investigación, por su hospitalidad y que, en esencia, no tienen solución, debi-
motivación intelectual.
[N. del E.: La versión original de este artículo se publicó
do a la naturaleza misma del concepto de
en The sociology of the professions: Lawyers, doctors and profesión en sí. Por esta razón, en la déca-
others (1983), editado por Robert Dingwal et al., Londres, da anterior no se lograron avances signifi-
Macmillan, pp. 19-37. Agadecemos al autor su permiso
para publicarlo.]
cativos en el desarrollo de una teoría de
** Profesor emérito de Sociología, Universidad de Nueva York. las profesiones que no tuviera las mismas
eliotf@itesa.ucsf.edu deficiencias que las teorías anteriores.
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Éste es el tema del presente trabajo. En to a los elementos, los rasgos característi-
él examino diversos asuntos metateóricos cos o los atributos que incluyen, un
comunes, abordados en escritos recientes número de éstas ha demostrado una per-
sobre las profesiones, y evalúo tanto su sistente falta de consenso sobre cuáles ras-
validez como su utilidad para desarrollar gos deben acentuarse en la teorización
una teoría de las profesiones. Al hacerlo (Millerson, 1964, p. 5). Una parte consi-
será necesario que aborde el concepto de derable de la crítica a la literatura tradi-
profesión en sí. Argumentaré que la natu- cional sobre las profesiones se ha dedica-
raleza misma de este concepto desempe- do a señalar la falta de consenso. Como
ña un papel sumamente importante en la no parecemos estar más cerca de dicho
generación de algunos de los problemas consenso de lo que estábamos en 1915, y
abordados por los escritos metateóricos, a debido a que el uso varía sustancial, lógi-
la vez que impide su solución en términos ca y conceptualmente (Freidson, 1977),
abstractos y teóricos. Plantearé que la algunos analistas dan la impresión de que
naturaleza del concepto de profesión nos reprueban la práctica misma de buscar
proporciona un número limitado de una definición. Pero dicha reprobación
opciones. La opción que puede conducir es, con toda seguridad, inapropiada. Para
a un método de análisis coherente y siste- pensar clara y sistemáticamente sobre
mático requiere dejar de lado el intento cualquier cosa, uno debe delimitar la
de tratar la profesión como un concepto materia por abordar mediante el análisis
genérico e intentar, más bien, formular empírico e intelectual. No podemos ela-
una concepción genérica de las ocupacio- borar una teoría si no estamos seguros
nes dentro de la cual podamos localizar sobre lo que tratamos.
analíticamente las ocupaciones particula- Un método utilizado para tratar de
res que han sido etiquetadas como profe- solucionar el problema de la definición
siones. Para avanzar en el desarrollo de ha sido el de restar valor al hecho de defi-
una teoría de las profesiones, sin embar- nir las características de las profesiones
go, se requiere de una opción algo dife- como “inherentemente distintas de las
rente, que trate el concepto como una otras ocupaciones” (Klegon, 1978, p. 268)
construcción histórica en un número y exhortar, más bien, a analizar el proceso
limitado de sociedades y estudie sus desa- por el cual las ocupaciones demandan o
rrollos, usos y consecuencias en esas se ganan el estatus profesional. El resulta-
sociedades sin intentar más que las más do de esta posición, sin embargo, es que
modestas generalizaciones. se evita por completo cualquier defini-
ción consciente mientras, de hecho, se
EL PROBLEMA DE LA DEFINICIÓN presenta subrepticiamente una definición
implícitamente vaga y no satisfactoria de
Por lo menos desde Flexner (1915), gran la profesión como una ocupación que ha
parte del debate se ha centrado en cómo obtenido estatus profesional. ¿Qué es el
las profesiones deberían definirse, cuáles estatus profesional? ¿Cómo se determina
ocupaciones deberían ser llamadas profe- cuándo existe y cuándo no? ¿Cuáles son
siones y según cuáles criterios institucio- sus características?
nales. Pero mientras la mayoría de las Una sugerencia estrechamente rela-
definiciones se traslapan entre sí en cuan- cionada consiste en cambiar el enfoque,
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considerarse como responsable de la varie- viable sobre el uso, y las actividades y rela-
dad de concepciones de profesión pro- ciones que implica. No obstante, ni siquie-
puestas, cada una dirigida a su propio ra esto es suficiente, entre los grupos que
público, responsable del disenso caracte- deben ser tomados en cuenta están los
rístico en torno al uso y a los referentes mismos sociólogos, quienes definen la pro-
ocupacionales concretos del término. Sin fesión por decreto, ya que ellos, también,
embargo, ¿se puede decir que una de son miembros del mundo fenomenológi-
esas perspectivas tiene autoridad acadé- co de las ocupaciones.
mica como concepto? ¿Hay otras de las Los sociólogos son parte de la vida
que se pueda decir que no son válidas ni social y producen algunos de los recursos
importantes? simbólicos empleados por otros miem-
Muchos críticos recientes de la literatu- bros de su sociedad, muy especialmente
ra sobre profesiones parecen sentir que es cuando desempeñan el deliberadamente
algo inapropiado para los sociólogos hacer accesible papel de comentar y analizar
sus propios pronunciamientos sobre la asuntos sociales contemporáneos. A su
esencia del concepto de profesión y, por lo manera, al representar su papel especial
tanto, servir como árbitros o víctimas ino- de intelectuales, los sociólogos logran la
centes. Algunos plantean que deberían, profesión tanto como lo hacen las ocupa-
más bien, estudiar cómo otros miembros ciones que ellos analizan. Aun sin tener
de la sociedad emplean el concepto sin que hacer esfuerzos especiales –como el
proyectar sus propias concepciones. En un de “popularizar” sus análisis para difun-
planteamiento bien razonado, Dingwall dirlos ampliamente–, el trabajo especiali-
(1976, pp. 331-349) sugería que en lugar zado y esotérico del sociólogo es buscado
de definir las profesiones por decreto, los por otros y, si no es tomado como la
sociólogos harían mejor si se dedicaran al autoridad en el campo, por lo menos se le
estudio y la explicación de la forma en que considera digno de ser tomado en cuen-
los miembros ordinarios de algunas ocupa- ta. Tal vez muy consecuentemente para el
ciones en particular invocan y emplean el proceso real de profesionalización, algu-
término durante el curso de sus activida- nas formaciones sociológicas se emplean
des cotidianas, para estudiar cómo dichos en parte como explicación y justificación
miembros “logran” una profesión, inde- para la creación de las categorías ocu-
pendientemente de las definiciones de los pacionales oficiales que las agencias gu-
sociólogos. Sin embargo, a diferencia de bernamentales y corporativas modernas
muchos críticos que están satisfechos con utilizan para clasificar y ordenar las ocu-
la sola exhortación, Dingwall presenta paciones, con el interés de justificar las
información de un interesante estudio que diferencias en los salarios, las prestaciones
realizó, para el cual tomó dicho consejo y los requisitos (Scoville, 1965; Désro-
seriamente. Pero mi lectura de su estudio sières, s.f.; Davies, 1980b). Estas catego-
revela que en su mencionado “logro” de la rías, o títulos, oficiales, y los criterios
profesión por parte de los miembros de mediante los cuales se constituyen, pre-
una ocupación, éstos tienen que incluir las sentan contingencias críticas para las
concepciones de los miembros de otras recompensas disponibles de una ocupa-
ocupaciones con quienes interactúan, así ción, incluyendo el estatus de “profesión”.
como negociar con ellos algún acuerdo Si quieren tener éxito en su intento por
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e intereses en la literatura sociológica im- éste. Pero, al mismo tiempo, se han que-
plica una variedad de opciones. También dado cortos y no han logrado crear con-
implica que las perspectivas de unanimi- ceptos totalmente abstractos que trascien-
dad en el futuro son más bien pobres. dan el concepto tradicional. Si estos
¿Cómo, entonces, puede avanzarse el esfuerzos fueran a ser realmente abstrac-
estado del arte? tos y “científicos”, entonces su conceptua-
ción debería ponerse a prueba mediante
MÁS ALLÁ DEL CONCEPTO el examen de todas las ocupaciones que se
TRADICIONAL (FOLK) sabe han postulado rasgos esenciales de
confianza, autonomía, control colegiado
Una forma de intentar resolver el proble- o cualquier otro; pero, en cambio, estos
ma de definir y teorizar en forma cohe- escritores sólo hacen mención de las ocu-
rente sobre las profesiones en términos paciones llamadas profesiones. Cuando
institucionales, radica en sostener el papel trascienden el concepto tradicional, ya no
del sociólogo como un analista con una están hablando de las profesiones como
autoridad especial, libre de hacer a un tales en tanto que ocupaciones en gene-
lado el uso ordinario a favor de sus pro- ral. Ése es el quid del asunto.
pias abstracciones más precisas y “cientí- Yo no creo que sea posible trascender
ficas”. Incluso los sociólogos que desem- el concepto tradicional de profesión sin
peñan este papel no pueden alegar que desechar las propias preocupaciones sobre
son independientes de su tiempo y lugar, las profesiones (Turner y Hodge, 1970, p.
aunque sí pueden intentar crear concep- 33). Para realmente trascender el concep-
tos abstractos cuya aplicación trascienda to tradicional, uno debe preguntarse, con
su tiempo y lugar. Este intento fue reali- base en algunas posturas teóricas justifi-
zado por algunos de los escritores sobre cadas, cuáles son las características o los
profesiones con una mayor inclinación atributos que nos permiten distinguir,
teórica. Al mantenerse preocupados por útil y consecuentemente, entre las ocupa-
el análisis de las profesiones históricas, ciones en general y los procesos a través
abandonaron el esfuerzo para delinear de los cuales se desarrollan, se mantienen,
todos los rasgos característicos que las crecen y declinan. Basados en dichos atri-
profesiones tienen en común e intentaron butos uno podría distinguir, teóricamen-
poner el énfasis en un parsimonioso con- te, agrupaciones o tipos importantes de
junto de circunstancias que tienen impor- ocupaciones y procesos ocupacionales por
tancia analítica en sí mismas y con las cua- medio de los cuales las ocupaciones defi-
les se pueden relacionar, sistemáticamente, nidas históricamente, incluyendo las pro-
otras características institucionales (Goode, fesiones, podrían clasificarse y entender-
1969, pp. 266-313; Freidson, 1970a, pp. se. Ya que la cuestión es la prominencia
71-84; Jonson, 1972, pp.37-47). teórica, y no las profesiones históricas
Aunque se trata de esfuerzos interesan- angloamericanas como tales, no se podría
tes, éstos están demasiado comprometi- hacer ningún intento para crear una clase
dos para tener éxito. Ya no son, como en la que cupieren todas las ocupaciones
observa Becker (1970, p. 91), fieles al que son llamadas profesiones. Por la na-
concepto tradicional, porque lo utilizan turaleza de la empresa, no se necesita
resumido o sólo seleccionan partes de hacer intento alguno. La “esencia” de la
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profesión deja de ser una cuestión. Nues- único, genérico, de ocupación. Pero ello
tra conceptuación debería ser evaluada no significa que no hay futuro para una
por su capacidad para ordenar y guiar la teoría de las profesiones. El futuro de
explicación de las circunstancias de una una teoría de las profesiones parece radi-
variedad de ocupaciones históricas, sin car en la adopción de una estrategia dife-
importar cómo llegaron a ser etiquetadas rente. Mientras una teoría de las ocupa-
por un público u otro, en un país en par- ciones se dedicaría a desarrollar una
ticular y en un momento en particular. genuina teoría abstracta que intente ser
Liberado del concepto de profesión exhaustiva en su aplicabilidad, una teoría
mediante tal enfoque, uno también se de las profesiones, liberada de la tarea de
libera de la grotesca dicotomía, o conti- la generalización, intentaría, más bien,
nuum, según el cual un tipo o modelo desarrollar mejores medios para entender
ideal de “profesión” se usa para ordenar e interpretar lo que se concibe como un
todas las ocupaciones. Como virtualmen- fenómeno concreto, en constante cam-
te ninguna ocupación se ajusta a ese bio, histórico y nacional. El futuro de la
modelo, toda la rica variedad se reduce a profesión radica en adoptar el concepto
ser meramente no-profesiones, definidas en tanto tradicional e intrínsecamente
negativa y huecamente en tanto que care- ambiguo y multifacético, del cual sabe-
cen de características profesionales. Cuan- mos que no hay una definición única y
do uno trasciende el concepto tradicional que ningún intento de aislar su esencia
e intenta conceptuar la variedad de ocu- será contundente en términos generales.
paciones entre las que deberían contarse Dada la naturaleza de este concepto, tal
las profesiones históricas, nos colocamos teoría se desarrolla al reconocer que no
en una posición para formular un con- hay un rasgo o un atributo único que
junto de conceptos considerablemente realmente explique todo –incluyendo un
más flexible sobre las ocupaciones, que candidato tan reciente como “poder”–, y
logre, en gran medida, remediar la actual que pueda unir todas las ocupaciones lla-
pobreza conceptual que surge del uso de madas profesiones más allá del hecho real
tal dicotomía o continuum estrecho y de llegar a ser denominadas profesiones.
simplista. Por lo tanto, la profesión debe abordarse
como una entidad empírica sobre la que
Insistir en el concepto tradicional hay poca base para generalizar, ya que no
se trata de una clase homogénea o una
El programa teórico que nos lleva más categoría conceptual lógicamente exclusi-
allá del concepto tradicional remplaza, va. La tarea de una teoría de las profesio-
deliberadamente, la tarea de elaborar una nes consiste en documentar los descuidos
teoría de las profesiones por la de elabo- y las inconsistencias del fenómeno empí-
rar una teoría de las ocupaciones, más rico y explicar su carácter en los países
general y abstracta, por medio de la cual donde exista. Tal teoría tendría, pienso
se puedan analizar las profesiones históri- yo, dos tareas principales.
cas así como otras ocupaciones en los Primero, debería ser capaz de rastrear
mismos términos conceptuales. Esto, no y explicar el desarrollo y la importancia
obstante, sin asumir que esas profesio- del uso del título en las sociedades anglo-
nes necesariamente representan un tipo americanas. Para esta tarea se cuenta con
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la ayuda (sólo la ayuda, ya que no resuel- han investigado los problemas que los
ve la tarea en toda su extensión) de la cro- miembros de dichas ocupaciones tienen
nología del uso que proporciona el inva- en sus empleos al negociar con los admi-
luable diccionario Oxford Unabridged. nistradores, con otras ocupaciones y con
Una cronología, sin embargo, no nos dice los clientes por las prerrogativas del títu-
por qué se desarrolló el uso como lo hizo lo. En los estudios sobre los privilegios
en los países de lengua inglesa; en oposi- especiales se informa sobre las consecuen-
ción a los que tienen la misma raíz en sus cias del uso legal y oficial del título; por
vocabularios, pero que en su forma sus- su parte, en los estudios de campo, cita-
tantiva se refieren a ocupaciones en gene- dos anteriormente, se informa sobre
ral y requieren de un adjetivo como “libe- cómo el título es negociado y logrado en
ral”, “libre” o “educada” para significar un una vida de trabajo diario. Sin embargo,
tipo particular de ocupación. Asimismo, como lo han observado correctamente
una cronología del uso tampoco nos dice diversos críticos, un número desmedido
cómo y por qué ciertas ocupaciones en de estos estudios se orienta a las ocupa-
particular llegaron a ser etiquetadas como ciones relacionadas con la salud que recla-
profesiones por sus miembros y reconoci- man el título. Los avances en la teoriza-
das como tales por otros; cómo y por qué ción sobre el título y su uso requieren, sin
se desarrollaron las clasificaciones oficia- duda alguna, de un estudio sobre muchas
les que emplean el término; por qué cam- ocupaciones de otros sectores.
biaron con el tiempo las ocupaciones así Mientras la primera tarea se ocupa
clasificadas, o cuáles fueron las con- principalmente de analizar el título “pro-
secuencias de la membresía en tales cla- fesión” como un artefacto sociopolítico;
sificaciones, tanto para la ocupación or- la segunda debe ocuparse, básicamente,
ganizada como para sus miembros. del análisis, en cierto detalle, de las ocu-
Actualmente, se ha iniciado un pequeño paciones a las cuales se ha aplicado el
movimiento hacia el desarrollo de una título. En el espíritu de distinguir entre
teoría de la nomenclatura ocupacional una sociología de las ocupaciones y una
(Scoville, 1965; Katz, 1972; Désrosières, sociología de las profesiones, se debe
s.f.; Sharlin, 1979), así como un modesto decir que el impulso de tal tarea deberá
esfuerzo para analizar el desarrollo del ser ocuparse del papel que desempeña el
título oficial de profesión en los países de título en las aspiraciones y fortunas de
lengua inglesa (véanse Reader, 1967; Davies, aquellas ocupaciones que lo demandan, y
1980b); pero falta mucho por hacer antes de alguna cualidad o rasgo característico
de que nos encontremos en posición que podrían compartir todas las ocupa-
para dignificar lo que sabemos llamán- ciones que reclaman el título. La estrate-
dolo teoría. gia de análisis, por lo tanto, es particular
En contraste con la investigación de la más que general, al estudiar las ocupacio-
naturaleza del título oficial en sí mismo, nes como casos empíricos individuales y
mucho se ha hecho por investigar los pri- no tanto como especímenes de algún
vilegios especiales de las ocupaciones concepto fijo y más general.
organizadas que han obtenido el recono- Al pensar en casos individuales, la pre-
cimiento oficial como profesiones. Ade- gunta que surge, entonces, es cómo la
más, en numerosos estudios de campo se búsqueda de la clasificación en las catego-
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to que los escritores serios sobre el tema so para buscar simplemente la mejoría
deberían comprometerse a presentar a de su estatus o posición económica? Si
los lectores lo que ellos tienen en mente no tiene sentido hablar de la profesiona-
cuando usan la palabra profesión; es lización del trabajo en general, a medida
decir, a indicar la definición a partir de que los términos y las condiciones de su
la cual plantean su exposición y, para trabajo mejoran con el paso del tiempo,
más claridad aun, a dar ejemplos de las ¿qué características deben existir antes de
ocupaciones que ellos incluirían y de las que tenga sentido hacerlo? ¿Debe utili-
que posiblemente excluirían. Si dispo- zarse el término sólo retrospectivamente
nen de tal guía, los lectores entonces para etiquetar el proceso mediante el
estarán en posición para juzgar si “x” cual las profesiones actuales han obteni-
está hablando realmente de lo mismo do su posición? ¿Existe una diferencia
que “y”. Si “x” sólo hace referencia a las categórica entre la profesionalización en
pocas ocupaciones reconocidas por casi particular y los esfuerzos colectivos de las
todo el mundo como profesiones, con ocupaciones en general para mejorar la
muy alto prestigio y un genuino mono- seguridad y estabilidad de su trabajo, sus
polio sobre un conjunto de tareas con condiciones de trabajo, sus ingresos y
mucha demanda, mientras “y” también prestigio? No hay duda que sobre estos
se refiere a las ocupaciones que tratan de asuntos, así como sobre los relacionados
mejorar su bajo prestigio y su débil posi- con la definición de profesión, los escrito-
ción económica al autodenominarse pro- res tendrán diferencias, pero no es proba-
fesiones, estarían hablando de categorías ble que sean capaces de debatir las virtu-
incomparables y tanto los escritores des relativas de esas diferencias si no están
como sus lectores deberían estar al tanto conscientes de lo que son. Es, precisamen-
de este hecho. te, debido a que las diferencias son inevi-
La misma obligación debería ser reco- tables, que su especificación debería ser
nocida por quienes escriben sobre la una obligación para el escritor y un requi-
“profesionalización”, aunque la claridad sito que el lector le imponga al escritor.
es más difícil debido al carácter de pro- Tal obligación tal vez no incremente el
ceso del concepto. Incluso si se definen consenso, pero ciertamente aumentará la
los rasgos que constituyen el punto final claridad y la precisión de un cuerpo de
hacia donde se supone que avanza el literatura cuyo estatus ha sido vago y caó-
proceso, ¿cuántos de estos rasgos, y hasta tico durante demasiado tiempo.
qué grado, debe presentar una ocupa-
ción antes de que tenga sentido decir Traducción de Laurette Godinas
que está involucrada en un proceso de y Jorge Armendáriz Pérez (Facultad
profesionalización, en lugar de un proce- de Psicología, UNAM)
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