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Prácticas de crianza, temperamento y comportamiento prosocial de estudiantes de Titulo

educación básica
Aguirre Dávila, Eduardo - Autor/a; Autor(es)
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud (Vol. 13 no. 1 En:
ene-jun 2015)
Manizales Lugar
Centro de Estudios Avanzados en Niñez y Juventud alianza de la Universidad de Editorial/Editor
Manizales y el CINDE
2015 Fecha
Colección
Desarrollo del niño; Comportamiento; Prácticas de crianza; Infancia; América Latina; Temas
Colombia;
Artículo Tipo de documento
"http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/alianza-cinde-umz/20150512044312/EduardoAguirre.pdf" URL
Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND Licencia
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www.clacso.edu.ar
EDUARDO AGUIRRE-DÁVILA

Referencia para citar este artículo: Aguirre-Dávila, E. (2015). Prácticas de crianza, temperamento y comportamiento
prosocial de estudiantes de educación básica. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 13 (1),
pp. 223-243.

Prácticas de crianza, temperamento y


comportamiento prosocial de estudiantes de
educación básica*
EDUARDO AGUIRRE-DÁVILA**
Profesor Universidad Nacional de Colombia, Colombia.

Artículo recibido en octubre 11 de 2013; artículo aceptado en marzo 10 de 2014 (Eds.)

x Resumen (analítico): En este artículo presento los resultados de la investigación en la que


indago por la relación entre las prácticas de crianza, el temperamento de los niños y niñas, y su
comportamiento prosocial. La muestra fue de 281 padres y madres (M = 40.1 años y DS = 7.0)
de familia con hijos e hijas (M = 11.3 años y DS = 0.9) que cursaban quinto y sexto grado de la
educación básica, pertenecientes a diferentes estratos socioeconómicos. Apliqué tres instrumentos:
el Cuestionario de Prácticas de Crianza (CPC-P) versión padres, el Inventario de Temperamento y
Carácter Juvenil (JTCI) versión padres, y la Escala de Comportamiento Prosocial para adolescentes.
Para el análisis de los resultados utilicé la regresión logística. Los resultados muestran que la
asociación entre las variables prácticas de crianza y temperamento de los niños y niñas predicen su
comportamiento prosocial.
Palabras clave: relaciones padres-hijos/hijas, prácticas de crianza, temperamento y
comportamiento prosocial (Tesauro de Ciencias Sociales de la Unesco).

Parenting practices, children’s temperaments and prosocial behaviour of primary


education students

x Abstract (analytical): This article presents the results of research that explores the relationship
between parenting practices, children’s temperament and their prosocial behavior. The sample
consisted of 281 parents (M = 40.1 years and SD = 7.0) with children (M = 11.3 years and SD =
 ZKRZHUHLQ¿IWKDQGVL[WKJUDGHRISULPDU\HGXFDWLRQZLWKGLIIHUHQWVRFLRHFRQRPLFVWDWXVHV
Three instruments were used: Parenting Practices Questionnaire (CPC-P) - parent version, Youth
Temperament and Character Inventory (JTCI) - parent version and Prosocial Behavior Scale for
adolescents. Logistic regression was used for the analysis of results, which show that the association
between the variables of parenting practices and child temperament predict children’s prosocial
behavior.
Key words: parent-child relationships, child-rearing practices, temperament and prosocial
behavior (Social Science Unesco Thesaurus).

*
Elaboré este DUWtFXORGHLQYHVWLJDFLyQFLHQWt¿FD\WHFQROyJLFD con base en los resultados del estudio denominado “Relación entre prácticas
de crianza, temperamento y comportamiento prosocial de escolares de 5º y 6º grado de la educación básica de la ciudad de Bogotá, D. C.”, el
cual presenté para optar al título de Doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud de la Universidad de Manizales-Cinde, 2013. Realicé la
investigación entre mayo de 2010 y febrero de 2012.
**
Psicólogo, master en Psicología Comunitaria, doctor en Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, profesor del Departamento de Psicología de la
Universidad Nacional de Colombia, director del Grupo de Investigación en Socialización y Crianza. Correo electrónico: eaguirred@unal.edu.co

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3UiWLFDVGHFULDQoDWHPSHUDPHQWRHFRPSRUWDPHQWRSURVVRFLDOGHHVWXGDQWHVGH
HGXFDomREiVLFD

Resumo (analítico): Neste artigo presento os resultados da investigação em que indago sobre a
relação entre as práticas de criança, e o temperamento de meninos e meninas, e seu comportamento
SURVVRFLDO$ DPRVWUD IRL GH  SDLV 0   DQRV \ '6    GH IDPtOLD FRP ¿OKRV H ¿OKDV
(M = 11.3 anos y DS = 0.9) que cursavam quinto e sexto grau da educação básica, pertencentes
a diferentes estratos socioeconômicos. Apliquei três instrumentos: o Questionário de Práticas de
Criança (CPC-P) versão pais, o Inventario de Temperamento e Caráter Juvenil (JTCI) versão pais,
e a Escala de Comportamento Prossocial para adolescentes. Para a análise dos resultados utilizei a
regressão logística. Os resultados mostram que a associação entre as variáveis práticas de criança e
temperamento de meninos e meninas predizem seu comportamento prossocial.
Palavras-chave:UHODo}HVSDLV¿OKRV¿OKDVSUiWLFDVGHFULDQoDWHPSHUDPHQWR\FRPSRUWDPHQWR
prossocial (Tesauro de Ciências Sociais da Unesco).

-Introducción. -Hipótesis. -Método. -Resultados. -Discusión. -Lista de referencias.

Introducción por medio del cual los niños adquieren las


habilidades sociales, emocionales y cognitivas
En la evolución de la especie humana necesarias para funcionar en la comunidad.
ha jugado un papel muy importante el Ellos adquieren estas habilidades a través de
reconocimiento que hacen las personas del sus interacciones sociales para las que han sido
estrecho vínculo que las une a sus semejantes, biológicamente preparados” (p. 691).
así como lo fundamental que es esta relación Autores como Bornstein y Cote (2003,
para su supervivencia y desarrollo. Este 2004), Cole, Tamang y Shrestha (2006), Cole
reconocimiento del otro es un elemento y Tan (2007), LeVine (1980), Martín-Baró
distintivo del comportamiento humano, no solo (1989), Pachter y Dumont-Mathieu (2004),
porque la persona es consciente de dicho nexo Tenorio (2000), entre otros, agregan que la
sino también porque es capaz de orientarlo a socialización es un proceso cultural e histórico
voluntad. TXHUHÀHMDORVPRGRVFRPRFDGDJUXSRKXPDQR
El vínculo que establecen los seres humanos ha estructurado las relaciones sociales.
entre sí da lugar al proceso de socialización, el En el caso de los niños y niñas, la primera
FXDOWLHQHXQDLQÀXHQFLDGHWHUPLQDQWHDORODUJR forma -tal vez la más fundamental- en la que
de la vida, pero en especial en los primeros años, VH PDQL¿HVWD OD VRFLDOL]DFLyQ HV OD FULDQ]D
en donde los hombres y las mujeres aprenden dispositivo que organiza las acciones tanto de
a dominar sus impulsos, a buscar canales más los padres y madres de familia como de los
adecuados para satisfacer sus necesidades, niños y niñas, y que permite a los sujetos adultos
a reconocer y manejar la hostilidad y la orientar el desarrollo del niño o niña, acción que
GHVFRQ¿DQ]DDVtFRPRWDPELpQDPDQLIHVWDUXQ se constituye en un factor de protección para la
comportamiento solidario y comprometido con vida infantil. Schaffer (2006) sostiene que “…
las necesidades de sus semejantes. no ha habido realmente duda que la crianza
En la vida temprana de los seres humanos, sea sobre todo dirigir el desarrollo de los niños
a diferencia de la mayoría de los animales, la en las direcciones socialmente aprobadas”
socialización es un importante mecanismo para (p. 184), lo cual quiere decir que esta es ante
su supervivencia, gracias al cual los individuos todo una práctica.
adultos garantizan condiciones apropiadas
para el desarrollo físico, psíquico y social de Prácticas de Crianza
las futuras generaciones. Al respecto Grusec y De acuerdo con Wells y Sarkadi (2012),
Davidov (2010), siguiendo a Bugental (2000), hoy en día los padres y madres de familia han
sostienen que la socialización “es el proceso adquirido cada vez más responsabilidades
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en la crianza de sus hijos e hijas, a pesar de $GHPiV VH SXHGH D¿UPDU TXH OD
las exigencias de la vida moderna que los LQÀXHQFLD GH ODV SUiFWLFDV GH FULDQ]D VREUH HO
condiciona a rutinas laborales exigentes. Hacen comportamiento de los niños y niñas depende
“importantes y singulares aportaciones al de dos factores: del contexto en el que viven
desarrollo social, emocional, comportamental, las familias (Beaver & Belsky, 2012, Chen,
del lenguaje y educativo de sus hijos, […] lo  *ULI¿Q 6DPXROLV  :LOOLDPV   \
cual permite a los niños ser más competitivos de los rasgos idiosincrásicos de los miembros
en el mundo social” (p. 25). Esto evidencia el de las familias (Lee et al., 2010, Murry, Simons,
papel activo de las prácticas de crianza en la Simons y Gibbons, 2013).
vida de los niños y niñas. Por otro lado, tal como lo señalaron
+RJKXJKL   GH¿QH OD SUiFWLFD GH autores como Aguirre-Dávila (2000), Amato y
crianza como el conjunto de “actividades Fowler (2002), Bell (1968), Bugental, Olster y
TXH HVSHFt¿FDPHQWH VH GLULJHQ D SURPRYHU HO Martorell (2003), De Haan, Dekovic y Prinzie
bienestar del niño” (p. 5). (2012), Grusec y Davidov (2010), Kuczynski
A través de las prácticas de crianza los (2003), Padilla-Walker, Carlo, Christensen y
padres y madres pueden comunicar a los niños Yorgason (2012), Schaffer (1989, 1999, 2006),
y niñas sus diferentes exigencias, y así orientar entre muchos otros, es necesario resaltar que en
ODVDFFLRQHVLQIDQWLOHV&RPRORD¿UPD0\HUV la práctica de crianza se está frente a un proceso
(1994), interactivo y bidireccional.
(…) la persona que cuida al niño trae a A este respecto, Padilla-Walker, Carlo,
esta labor: (1) cierta tecnología (serie de &KULVWHQVHQ\<RUJDVRQ  D¿UPDQTXH
prácticas); (2) una idea de lo que debe Teóricamente, los modelos bioecológicos
hacer, esto es, las prácticas reglamentarias del desarrollo humano sugieren un proceso
y (3) creencias de por qué una u otra GLQiPLFR HQ HO TXH ORV QLxRV LQÀX\HQ HQ VX
práctica es mejor que la otra. Esto afecta HQWRUQR \ D VX YH] VH YHQ LQÀXLGRV SRU HVH
el estilo y la calidad del cuidado a los ambiente (Bronfenbrenner & Morris, 2006).
niños. Por ejemplo, la práctica de cargar Las reconceptualizaciones de la crianza
a un niño tiene un efecto diferente en su también han argumentado que las relaciones
desarrollo que la práctica de dejarlo en entre los padres y sus hijos pueden ser más
una cuna o en un corral (p. 10). bidireccionales que unidireccionales (Bell,
Estos tres componentes de las prácticas 1968, Grusec & Goodnow, 1994), y recientes
de crianza, presentes en las relaciones entre investigaciones empíricas han apoyado esta
padres o madres e hijos o hijas, como un todo, idea. Por ejemplo, un estudio longitudinal
determinan el ajuste de los niños y niñas a examinó el problema comportamental de
los diferentes contextos en los cuales se da ORV DGROHVFHQWHV \ HO FRQÀLFWR SDGUHKLMR
su desarrollo psicosocial. A este respecto encontrando que para representar los datos es
Knafo, Israel y Ebstein (2011), señalan que la mejor un modelo bidireccional que un modelo
disciplina inductiva (prácticas de razonamiento) unidireccional (Maggs & Galambos, 1993),
incrementa la conciencia de los niños y niñas en LQGLFDQGR ODV LQÀXHQFLDV UHFtSURFDV HQWUH HO
torno a las consecuencias de su comportamiento comportamiento de padre e hijo (p. 400).
sobre los otros; Kiff, Lengua y Zalewski Por lo que en esta concepción interaccionista
(2011), y Mistry, Benner, Biesanz, Clark y de las prácticas de crianza, se reconoce
Howes (2010), sostienen que las prácticas de que no solo los sujetos adultos orientan el
crianza afectuosas, sensibles y consistentes son comportamiento de los niños y niñas, sino que
importantes predictores de las competencias estos son también capaces de condicionar y
socioemocionales y del comportamiento PRGL¿FDU ODV DFFLRQHV GH VXV SDGUHV \ GH VXV
SURVRFLDO\+R  D¿UPDTXHODVSUiFWLFDV madres. En este sentido, no es posible concebir
GH LQYROXFUDPLHQWR VRQ HVWUDWHJLDV H¿FDFHV al niño o niña como una tabula rasa o una
para el ajuste ecológico de los niños y niñas. masa de arcilla lista para ser moldeada a gusto

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del escultor (padres, madres, u otros sujetos sociabilidad e impulsividad. La emocionalidad


cuidadores), sino como un sujeto activo. es la predisposición a ponerse fácilmente
Temperamento DÀLJLGR \ PROHVWR OD DFWLYLGDG VH UH¿HUH DO
Autores como Ato, Galián y Huescar tempo y al vigor de los movimientos motores
(2007), Carrasco y Del Barrio (2007), Carter, y las expresiones verbales; la sociabilidad tiene
Joyce, Mulder y Luty (2001), Eggers, De Nil y que ver con la tendencia a preferir la presencia
van den Bergh (2010) y Rothbart y Bates (2006), de otras personas a estar solo, y la impulsividad
FRLQFLGHQ HQ D¿UPDU TXH HO WHPSHUDPHQWR HV se relaciona con la respuesta inmediata e
una estructura disposicional que responde a una impetuosa ante un estímulo.
fuerte base biológica y que se expresa en un En la década de los ochenta, Rothbart (1988)
estilo conductual característico del individuo. propone un nuevo modelo para dar cuenta de
$Vt HO WHPSHUDPHQWR VH GH¿QH FRPR HO los rasgos principales del temperamento, el
núcleo constitucional genéticamente heredado FXDO VHJ~Q HVWH LQYHVWLJDGRU VH SXHGH GH¿QLU
de la personalidad, que se expresa en conductas a partir de la reactividad y la autorregulación.
y respuestas emocionales, y que es el precursor Las dimensiones que se aíslan en el modelo
de las características psicológicas de los son: Explosividad (surgency)/extraversión,
individuos. De acuerdo con Cloninger, Bayon afectividad negativa y control voluntario
\6YUDNLF  HOWHPSHUDPHQWRVHUH¿HUHDO (effortful control) (Gartstein & Rothbart, 2003).
sesgo que se da en las respuestas automáticas Cloninger, en la década de los noventa,
ante un estímulo emocional, el cual tiene un SUHVHQWD RWUR PRGHOR HQ HO TXH VH LGHQWL¿FDQ
DOWR FRPSRQHQWH ELROyJLFR \ VH PDQL¿HVWD cuatro dimensiones del temperamento
de manera estable a lo largo de la vida, con (Cloninger, Svrakic & Przybeck, 1993). Para
independencia de la cultura y del aprendizaje este autor tales dimensiones son de origen
social. genético y heredado, y que por esta condición
Ahora bien, las diferentes aproximaciones ELROyJLFDWLHQHQXQDUHSUHVHQWDFLyQ¿VLROyJLFD
DO HVWXGLR GHO WHPSHUDPHQWR KDQ LGHQWL¿FDGR en el sistema nervioso central. En el transcurso
dimensiones en torno a las cuales se organizan de la vida estas dimensiones interactúan con
las respuestas relativamente automáticas de las las condiciones del ambiente, dando lugar a la
personas. Por ejemplo, el modelo de adecuación expresión de conductas particulares.
del ajuste recíproco de Thomas, Chess y Cloninger, Zohar, Hirschmann y Dahan
%LUFK   LGHQWL¿FD QXHYH GLPHQVLRQHV  GH¿QHQODVFXDWURGLPHQVLRQHVRIDFWRUHV
1) nivel de actividad, 2) ritmo (regularidad), del temperamento de la siguiente manera: 1)
3) proximidad/retraimiento, 4) capacidad de búsqueda de novedad, tendencia heredada a
adaptación, 5) umbral sensorial, 6) intensidad la activación o iniciación de comportamientos
de reacción, 7) estado de ánimo, 8) distracción como la frecuente actividad exploratoria, la
y 9) capacidad de atención/persistencia. toma de decisiones de manera impulsiva, la
Zentner y Bates (2008), al analizar este modelo, respuesta exagerada a señales de recompensa,
sostienen que si bien “la lista de dimensiones ha la rápida pérdida de paciencia y la evitación
sido seminal, el análisis factorial realizado por activa de frustración; 2) evitación del daño,
varios grupos de investigación (p. e., Martin, tendencia heredada a la inhibición o cesación
Wiesenbaker & Huttunen, 1994) ha mostrado GH FRPSRUWDPLHQWRV TXH VH PDQL¿HVWD HQ OD
una cierta redundancia entre las dimensiones. preocupación pesimista en la anticipación, la
Por lo tanto, pocos psicólogos utilizan la lista evitación pasiva, el temor a la incertidumbre,
completa” (p. 8). la timidez ante los extraños y la rápida fatiga;
Otro modelo en el que se resaltan 3) dependencia de la recompensa, tendencia
dimensiones particulares es el de Buss y heredada al mantenimiento o la continuación
3ORPLQ    HQ HO FXDO VH LGHQWL¿FDQ de comportamientos en curso, y se expresa
cuatro dominios en las manifestaciones en forma de sentimentalismo, apego social y
del temperamento: emotividad, actividad, dependencia de la aprobación de los demás;

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y 4) persistencia, tendencia heredada a la Caprara, Alessandri y Eisenberg (2012)


perseverancia a pesar de la frustración y la fatiga; señalan que el comportamiento prosocial tiene
se expresa como ambición, perfeccionismo y claras consecuencias positivas sobre la persona
empeño en el trabajo. que realiza este tipo de acción; esto quiere
Estas dimensiones del temperamento GHFLUTXHVHPDQL¿HVWDDOJ~QWLSRGHEHQH¿FLR
HVWiQ DVRFLDGDV FRQ OD ¿VLRORJtD GHO VLVWHPD personal o social. Un ejemplo de ello lo brindan
nervioso central; en el caso de la búsqueda de estos autores cuando evidencian que “los niños
la novedad, con el sistema de activación de prosociales se desempeñan mejor en la escuela
la conducta (actividad dopaminérgica); en la y tienen menos riesgo frente a los problemas de
evitación del daño, con el sistema de inhibición comportamiento” (p. 1.289).
conductual (actividad serotonérgica); y en la En esta línea, Wentzel, Filisetti y Looney
dependencia de la recompensa y la persistencia, (2007) señalan que comportamientos tales
con el sistema de mantenimiento de la conducta como compartir, ayudar o cooperar están
presentes en forma de competencia social desde
(actividad noradrenérgica).
la infancia, y se asocian con la aceptación y
aprobación social, y con el fortalecimiento de
Comportamiento Prosocial las competencias intelectuales y el rendimiento
La manera como los seres humanos académico. Carlo (2006) y Padilla-Walker,
se comportan frente a la adversidad de sus Carlo, Christensen y Yorgason (2012), indican
semejantes siempre ha suscitado interrogantes, que los niños y niñas que tienen altos niveles
en especial preguntas que indagan por las de conducta prosocial se caracterizan por
motivaciones que tienen las personas cuando mostrar comportamientos personales y sociales
brindan ayuda a los demás, incluso hasta poner positivos, tales como toma de perspectiva,
en riesgo su vida. VLPSDWtD DXWRUUHJXODFLyQ FRQ¿DQ]D \ EXHQDV
'H PDQHUD PiV HVSHFt¿FD (LVHQEHUJ relaciones con su padre y su madre.
)DEHV\6SLQUDG  D¿UPDURQTXHHOLQWHUpV De esta manera, la acción de ayudar a los
por conocer las características y el desarrollo del demás, que se evidencia desde la niñez, muestra
comportamiento prosocial, se fundamenta en que los seres humanos nos distinguimos por
ODLPSRUWDQFLDTXHWLHQHODFXDOL¿FDFLyQGHODV el hecho de que nuestra realización, muchas
interacciones entre individuos y entre grupos; veces a pesar nuestro, se da en función del
la sociedad necesita que se promocionen establecimiento de vínculos o sociedades
comportamientos sociales que contribuyan a la VLJQL¿FDWLYDV
convivencia, a la tolerancia y a la participación Si bien es posible reconocer la solidaridad
activa de los ciudadanos y ciudadanas. en otras especies, es en el ser humano en el que
La conducta prosocial está asociada a acciones se expresa como comportamiento prosocial,
WDOHV FRPR EHQH¿FLDU D ORV GHPiV GRQDU GDU GH WDO IRUPD TXH VH PDQL¿HVWD FRPR XQ WLSR
apoyo emocional, ayudar, y está asociada GH DFFLyQ PiV FRPSOHMD GDGR TXH VH GH¿QH
igualmente al voluntariado (Eisenberg, Fabes por la necesidad de colaborar con los otros,
& Spinrad, 2006). Al respecto, Fetchenhauer, apoyada en valores y principios éticos. Así,
Flache, Buunk y Lindenberg (2006) sostienen aunque en sus orígenes se relaciona con el
comportamiento cooperativo en general,
TXH HO FRPSRUWDPLHQWR SURVRFLDO VH GH¿QH
conforme la conducta de ayuda se va tornando
por “la voluntad (…) para ayudar a otros que
más humana, esta expresa la relevancia cultural
se encuentran pasando necesidades, para y las determinaciones sociales. Es aquí en
contribuir al bien común, para mostrarse digno donde la familia juega un papel importante, en
GH FRQ¿DQ]D \ SDUD VHU MXVWR \ FRQVLGHUDGR´ WDQWR TXH HV HO PHGLR PiV VLJQL¿FDWLYR SDUD
(p. 3). Además, se asocian a este tipo de ODFRQ¿JXUDFLyQGHODVROLGDULGDG\ODD\XGDD
FRPSRUWDPLHQWRIDFWRUHVFRPRODFRQ¿DQ]DHO los demás, y para su puesta en práctica en las
vínculo seguro, la empatía, el locus de control y más diversas situaciones de la vida diaria de las
el automonitoreo (Procházca & Vaculík, 2011). personas.

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En la década de los 90 surge un fuerte interés cual contribuye a mejorar el ajuste de los niños,
por conocer más del comportamiento prosocial niñas y adolescentes a las condiciones de las
de los sujetos adolescentes, en especial el modo interacciones personales y al cumplimiento con
como razonan y actúan prosocialmente en la las exigencias escolares.
temprana adolescencia. La atención hacia esta Respecto a la relación entre comportamiento
población está motivada por el papel protagónico prosocial y desempeño escolar positivo, la
que ha venido alcanzando en la sociedad, tal investigación pone en evidencia una alta
como lo evidencian las investigaciones sobre correlación entre la prosocialidad y los buenos
juventud (Marín & Muñoz, 2002, Miles, 2006, resultados académicos en el colegio (Caprara,
Nilan & Feixa, 2006 Pedersen, 2002), las Barbaranelli, Pastorelli, Bandura & Zimbardo,
cuales muestran que el nuevo rol de la gente 2000, Eisenberg, Sadovsky & Spinrad, 2005,
adolescente se debe, entre otras razones, a los Miles & Stipek, 2006). Así mismo, se observa
cambios en la dinámica y estructura familiar, a un “… fuerte impacto positivo sobre el posterior
ODPRGL¿FDFLyQGHORVKiELWRVGHFRQVXPRDOD logro académico y la preferencia social”
JUDQ LQÀXHQFLD GH OD WHFQRORJtD LQIRUPiWLFD \ (Caprara, Barbaranelli, Pastorelli, Bandura &
de comunicación, y a la globalización. Zimbardo, 2000, p. 302).
Los adolescentes y las adolescentes de hoy Por otro lado, investigadores como
se enfrentan a un mundo abierto y comunicado, Carlo, Hausmann, Christiansen y Randall
que hace que sus relaciones interpersonales se (2003), Eisenberg, Fabes y Spinrad (2006),
tornen más exigentes y con un serio peligro de Garaigordobil (2006), Garaigordobil y García
HQWUDUHQFRQÀLFWR(VWRKDFRQGXFLGRWDOFRPR (2006), Padilla-Walker, McNamara, Carroll,
OR D¿UPDQ &DUOR +DXVPDQQ &KULVWLDQVHQ \ Madsen y Nelson (2008), Taylor, Eisenberg,
Randall (2003), a que Spinrad, Eggum y Sulik (2013), Welsh,
(…) haya un aumento en el interés por Parke, Widaman y O’Neil (2001), demuestran
los comportamientos sociales positivos que cuando se compara el comportamiento
de los adolescentes, especialmente en prosocial de niñas y niños, las niñas son más
la comprensión de las características de prosociales. A este respecto, Malti, Gummerum
estos (...) Gran parte del reciente interés \%XFKPDQQ  D¿UPDQTXHODVQLxDVVRQ
se desprende de la labor de académicos más simpáticas que los niños y tienen mayor
e investigadores, quienes sostienen que motivación moral, dos aspectos que predicen el
para el desarrollo de programas efectivos comportamiento prosocial. Spinrad, Eisenberg
dirigidos a reducir las conductas y Bernt (2007) sostienen que las adolescentes
riesgosas y antisociales es necesario una exhiben una mayor tendencia al altruismo y
mejor comprensión del desarrollo social una emocionalidad prosocial más alta que los
positivo (p. 108). hombres, pero estos últimos muestran más
Ahora bien, diferentes estudios han comportamientos prosociales en público que
mostrado que el comportamiento prosocial las muchachas. Así mismo, estos investigadores
contribuye positivamente en el desempeño encuentran que los adolescentes (hombres y
escolar de los individuos adolescentes y en las mujeres) tienen más probabilidad de demostrar
relaciones con sus pares. Delgado, Torregrosa, tendencias prosociales que los preadolescentes.
Inglés y Martínez (2006), Inglés, Martínez- En cuanto a la relación entre
Gonzáles, Valle, García-Fernández y Ruiz- comportamiento prosocial y pares, se evidencia
Esteban (2010) e Inglés et al. (2005), sostienen que los adolescentes y las adolescentes cuyos
que en la adolescencia la prosocialidad impulsa amigos y amigas expresan acciones prosociales
la formación de las relaciones positivas, tienden también a comportarse de manera
promueve el mantenimiento del bienestar prosocial, y que la aceptación por parte de
personal y grupal, y facilita la aceptación por los pares se ve favorecida por este tipo de
parte de los compañeros y compañeras de comportamiento (Wentzel, Barry & Caldwell,
estudio y de los profesores y profesoras, todo lo 2004, Wentzel & McNamara, 1999). Al

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respecto, Barry y Wentzel (2006) encontraron padres y madres perciben a sus hijas e hijos
que “los amigos son similares en el grado en y a sí mismos. Gurian (1999) sostiene que
el que expresan comportamientos prosociales y es probable que un padre o madre de familia
están motivados a hacerlo” (p. 153). responda de cierta forma frente a un niño
o niña demasiado activo e impulsivo, y en
Prácticas de Crianza, Temperamento y forma diferente frente a uno retraído y tímido.
Comportamiento prosocial $Vt HO ³WHPSHUDPHQWR LQÀX\H HQ HO PRGR
En cuanto a la relación entre las prácticas de seleccionar las actividades y ambientes;
de crianza y las características de personalidad FRQ¿JXUDODVUHVSXHVWDVGHORVRWURV\PRGL¿FD
de los niños y niñas, ha sido de mucho interés el impacto del ambiente” (Keogh, 2006, p. 37).
determinar el tipo de respuestas que dan los Ahora bien, Burke, Pardini y Loeber
padres y madres de familia frente a estos rasgos (2008), Hipwell, Keenan, Kasza, Loeber,
GHODVSHUVRQDVPHQRUHV'HPDQHUDHVSHFt¿FD Stouthamer-Loeber y Bean (2008), Kiff,
se han adelantado estudios sobre el papel que Lengua y Zalewski (2011), Pettit, Laird, Dodge,
juega el temperamento de los niños y niñas en Bates y Criss (2001), Padilla-Walker, Carlo,
las prácticas de crianza. Christensen y Yorgason (2012), señalan que las
Lengua (2006), Sanson, Hemphill y relaciones de los niños y niñas con su entorno
Smart (2004), sostienen que el tipo de relación social es de carácter bidireccional. Por ejemplo,
entre prácticas de crianza y temperamento Verhoeven, Junger, van Aken, Dekovi y van
de los niños y niñas es un buen predictor del Aken (2010) encontraron que los problemas
comportamiento infantil y de su adaptación en de comportamiento de los sujetos adolescentes
el transcurso del desarrollo. Ganiban, Ulbricht, predicen las prácticas de crianza punitivas,
6DXGLQR 5HLVV \ 1HLGHUKLVHU   D¿UPDQ carentes de estructura y con una tendencia a
que la personalidad estable de los sujetos ejercer el control psicológico. Esto quiere decir
adolescentes está asociada con prácticas de que el comportamiento de los niños y niñas
crianza positivas. De otro lado, Porter, Hart, y sus rasgos de temperamento condicionan
Yang, Robinson, Olsen, Zeng y Olsen (2005), las respuestas de las demás personas, y a la
señalan que los resultados de la investigación vez su comportamiento se ve determinado
sobre prácticas de crianza y temperamento por los otros. Este hecho es muy importante
sugieren que los rasgos de temperamento de en el vínculo entre padres o madres e hijos e
los niños y niñas, tales como adaptabilidad, hijas, en donde los rasgos de temperamento se
sosiego y sociabilidad, tienden a relacionarse constituyen en una variable moduladora de la
con padres y madres tiernos y cariñosos. relación.
Por el contrario, los niños y niñas rotulados Por ejemplo, Kiff, Lengua y Zalewski
como difíciles, con rasgos de temperamento (2011) sostienen que se ha encontrado que los
FRPR HPRFLRQDOLGDG QHJDWLYD \ GL¿FXOWDGHV niños y niñas con puntuación alta en frustración,
en su capacidad de adaptación, tienen padres y impulsividad y con bajos puntajes en el control
madres poco receptivos. En esta misma línea, consciente, son más vulnerables a prácticas de
/HQJXD   D¿UPD TXH OD HPRFLRQDOLGDG crianza negativas, las que llegan en muchos
negativa de los padres y madres puede estar casos a incrementar las características negativas
motivada por el temperamento de los niños de su temperamento.
y niñas; por ejemplo, el afecto negativo de Hipwell, Keenan, Kasza, Loeber,
los niños y niñas se ha visto asociado con la Stouthamer-Loeber y Bean (2008), también
aplicación inconsistente de la reprimenda y el reportan una estrecha relación entre los rasgos
refuerzo. de temperamento de las adolescentes y las
Así, se puede decir que el estilo de prácticas de crianza; en su estudio encontraron
temperamento de los niños y niñas condiciona, que las adolescentes con problemas de
por un lado, el empleo de prácticas de crianza comportamiento relacionados con los rasgos
particulares, y por otro, la manera como los de temperamento, tenían padres o madres que

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usaban castigos severos, lo que les conduce a y control contribuyen también a la


asegurar, apoyados en un análisis de regresión, regulación de emociones (p. 55).
que el comportamiento de los padres y madres Knafo y Plomin (2006) y Knafo, Israel y
es un fuerte predictor del incremento de los Ebstein (2011) sostienen que existe una vasta
problemas de conducta. Antes Bates, Pettit, literatura que demuestra que las prácticas de
Dodge y Ridge (1998), también mostraron que la crianza positivas ejercen un papel importante
asociación entre ciertos rasgos de temperamento en el desarrollo del comportamiento prosocial.
-como la irritabilidad y la impulsividad- y las $¿UPDQTXHSUiFWLFDVGHFULDQ]DUHODFLRQDGDV
prácticas de crianza centradas en el control con la disciplina inductiva, el soporte emocional
restrictivo y el castigo, es un predictor de o el impulso de la autonomía de niños, niñas
problemas de comportamiento. y adolescentes, se han visto asociadas a
Al respecto Mestre, Tur y del Barrio comportamientos empáticos y prosociales.
(2004) señalan que hay evidencia que indica Por el contrario, “las relaciones cargadas de
que los “factores temperamentales, como la hostilidad, críticas y rigidez excesivas, junto
emocionalidad de los hijos, llegan a mediar en con una actitud de rechazo o ignorancia del
la calidad de la expresividad positiva que los hijo/a inhiben la disposición prosocial” (Mestre,
padres ofrecen a la prole” (p. 9). Así mismo, Samper, Tur & Díez, 2001, p. 55).
Pérez y Cumsille (2012) señalan que los $KRUD ELHQ OD LQÀXHQFLD GH ODV SUiFWLFDV
adolescentes y las adolescentes con niveles altos de crianza sobre el comportamiento prosocial
de ira-frustración y cuyos padres y madres no no actúa directa y mecánicamente, sino que
ejercen el control del comportamiento, presentan depende de las capacidades sociocognitivas de
problemas de conducta, a diferencia de aquellos ORVQLxRV\QLxDVODVFXDOHVVHFRQ¿JXUDQFRPR
con el mismo rasgo de temperamento pero con una instancia mediadora entre las acciones de
padres y madres que sí ejercen el control del los padres y madres y la conducta de sus hijos e
comportamiento. Por otro lado, “la disciplina hijas (Hardy, Carlo & Roesch, 2010).
ǥVXDYH¶SURPRYHUtDHOGHVDUUROORGHDXWRFRQWURO Así, en diferentes estudios (Grusec &
en los niños miedosos manteniendo bajos sus Goodnow, 1994, Padilla-Walker & Carlo, 2007,
niveles de ansiedad” (Alto, Galia & Huescar, Sim & Koh, 2003, Wyatt & Carlo, 2002) se ha
2007, p. 36). observado que las expectativas -en especial de
'HRWUDSDUWHH[LVWHVX¿FLHQWHHYLGHQFLDHPStULFD los adolescentes y las adolescentes- sobre las
que permite asegurar que las prácticas de crianza reacciones de los padres y madres en relación
juegan un papel importante en el desarrollo y las con su comportamiento prosocial o antisocial,
manifestaciones del comportamiento prosocial se han visto relacionadas con la internalización
(Dekovic & Jassenns, 1992, Eisenberg, Eggum de los valores paternos; cuando las personas
& Di Giunta, 2010, Fabes, Eisenberg, Karbon, adolescentes les atribuyen intenciones positivas
Bernzweig, Speer & Carlo, 1994, Hardy, Carlo a las demandas de los padres y madres, son
& Roesch, 2010, Janssen, 2012, Mestre, Tur, capaces de internalizar mejor los valores que se
Samper, Nácher & Cortés, 2007, Wentzel, les intenta transmitir.
Filisetti & Looney, 2007). Otro aspecto que es importante señalar
En la asociación entre prácticas de crianza está referido al uso de las recompensas como
y comportamiento prosocial, Mestre, Samper, un medio para orientar el comportamiento
Tur y Díez (2001) señalan que de los niños y niñas. Las prácticas de crianza
(…) una mayor implicación de los que emplean la recompensa social antes que
padres en la educación de los hijos se la recompensa material tienen unos efectos
relaciona con una mayor disposición a positivos. Carlo, McGinley, Hayes, Batenhorst
ayudar (empatía y conducta prosocial). \ :LONLQVRQ   D¿UPDQ TXH HVWH WLSR GH
Esta mayor disposición prosocial inhibe práctica de crianza favorece valores prosociales
las conductas agresivas, por lo tanto las mientras que el refuerzo material termina
prácticas paternas que incluyen apoyo socavando dicho comportamiento.

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Los autores antes citados, mencionan que Hipótesis


otra dimensión de las prácticas de crianza que
se relaciona positivamente con el desarrollo H: La asociación entre prácticas de crianza
del comportamiento prosocial es el tipo de (comunicación, apoyo emocional y regulación
conversación que entablan los padres y madres del comportamiento) y temperamento del niño o
con sus hijos e hijas. Los padres y madres niña (búsqueda de novedad, evitación del daño,
que sostienen diálogos con sus hijos e hijas dependencia de la recompensa y persistencia)
acerca de temas morales y de acciones sociales predice el comportamiento prosocial de los
facilitan que estos internalicen los valores niños y niñas.
y principios de los padres y madres, y los Ho: La asociación entre prácticas de crianza
expresen en comportamientos prosociales. “Las (comunicación, apoyo emocional y regulación
conversaciones frecuentes entre padres e hijos del comportamiento) y temperamento del niño o
niña (búsqueda de novedad, evitación del daño,
e hijas se espera que faciliten las relaciones
dependencia de la recompensa y persistencia)
interpersonales cercanas, las cuales deberían
no predice el comportamiento prosocial de los
fomentar la empatía, la simpatía y las relaciones
niños y niñas.
interpersonales prosociales” (Carlo, McGinley, Método
Hayes, Batenhorst & Wilkinson, 2007, p. 150).
Respecto a la relación entre la expresividad Participantes
positiva en las prácticas de crianza y las La muestra la tomé de manera intencionada
respuestas empáticas de los niños y niñas, \ HVWUDWL¿FDGD \ HVWXYR FRQIRUPDGD SRU 
Valiente, Eisenberg, Fabes, Shepard, madres de familia y 52 padres de familia,
&XPEHUODQG \ /RVR\D   D¿UPDQ TXH OD pertenecientes a 6 estratos socioeconómicos1
expresividad emocional, entendida como una con su respectiva hija o hijo (121 niñas y 160
manifestación verbal y no-verbal explícita, niños) quienes cursaban 5º o 6º grado de la
contribuye al desarrollo de respuestas empáticas educación básica. El promedio de edad de los
y prosociales en los niños, niñas y adolescentes. padres y madres es de 40.1 años y el de los
Finalmente, en cuanto a la relación niños y niñas de 11.3 años, con una desviación
entre temperamento, prácticas de crianza y estándar de 7.0 y 0.9 respectivamente. Respecto
comportamiento prosocial, Gallagher (2002) al estrato socioeconómico de los padres y
indica que en las personas adolescentes madres de familia, 14.6% pertenecían al estrato
temerosas, la práctica de crianza centrada en el 1, 23.5% al estrato 2, 21.0% al estrato 3, el 22.4
uso de un control moderado -entendido como al estrato 4, 12.8% al estrato 5 y 5.7% al estrato
GLVFLSOLQDGHEDMRFRQWUROLQÀX\HSRVLWLYDPHQWH 6.
en el desarrollo del comportamiento prosocial.
La explicación de este hallazgo consiste en Instrumentos
que el bajo control en los sujetos adolescentes Empleé tres instrumentos, dos destinados
temerosos estimula acciones prosociales, a los padres y madres de familia y uno para
como por ejemplo compartir y realizar tareas los niños y niñas. Para los padres y madres el
&XHVWLRQDULRGH3UiFWLFDVGH&ULDQ]D9HUVLyQ
escolares en grupo, además de mantener bajos
padres de Aguirre-Dávila (2003), con un alfa de
los niveles de ansiedad.
Cronbach de 0.78, conformado por 3 escalas:
Es en este contexto en el que planteo la
Comunicación (alfa de Cronbach de 0.68),
siguiente pregunta de investigación: ¿Cuál es Expresión de afecto (alfa de Cronbach de 0.78),
la relación entre las prácticas de crianza, el Grado de exigencia (Alfa de Cronbach de 0.79)
temperamento y el comportamiento prosocial
de niños y niñas de 5º y 6º grado de la educación
básica, pertenecientes a diferentes estratos  /D /H\  GH  GH¿QH HQ &RORPELD ORV HVWUDWRV
VRFLRHFRQyPLFRV VHJ~Q OD FODVL¿FDFLyQ GH ORV LQPXHEOHV
socioeconómicos de la ciudadGH%RJRWi'&" residenciales, y se contemplan seis (6) estratos: 1, bajo-bajo; 2,
bajo; 3, medio-bajo; 4, medio; 5, medio-alto; y 6, alto.

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y el Inventario de Temperamento y Carácter conductos regulares de comunicación que cada


-XYHQLO -7&,  9HUVLyQ 3DGUHV de Cloninger institución tiene para entrar en contacto con las
(1992), adaptado por Quintana y Muñoz familias. Simultáneamente solicité al director o
(2010), conformado por 4 escalas: Búsqueda directora del curso seleccionado que aplicara el
de Novedad, Evitación del Daño, Dependencia cuestionario de comportamiento prosocial. El
de la Recompensa; y Persistencia, con un total análisis estadístico consistió en el análisis de
de 95 ítems y con un alfa de Cronbach igual a regresión logística, el cual se llevó a cabo con
0.7. A los niños y niñas se les aplicó la prueba el paquete estadísticos R, versión 2.11.1.
de Comportamiento Prosocial de Caprara
y Pastorelli (1995), la cual tiene un alfa de Resultados
Cronbach de 0.60.
&RQ HO ¿Q GH HVWDEOHFHU OD UHODFLyQ
Procedimiento entre prácticas de crianza, temperamento y
Con base en la información sobre colegios comportamiento prosocial, decidí adelantar
que dispone el Icfes y el grupo de investigación un análisis de regresión logística, debido a
“Socialización y Crianza” de la Universidad que se espera que las prácticas de crianza y
Nacional de Colombia, seleccioné 8 colegios temperamento de los niños y niñas (variables
que cumplían con los criterios de inclusión predictoras o independientes) sean predictoras
de la muestra: tipo de colegio (público- de su comportamiento prosocial (variable
privado) y pertenecientes a los seis estratos criterio o dependiente).
socioeconómicos, a los cuales solicité la Para llevar acabo el análisis de regresión
información sobre el número de cursos de los logística, hice uso del programa estadístico R
grados 5º y 6º de educación básica y el número (versión 2.11.1), el cual es de código abierto
de estudiantes por curso, para proceder a la y de distribución gratuita. Para el análisis de
selección al azar un curso de cada grado. Envié HVWDUHODFLyQSUHGLFWRUDSDUWtGHODGH¿QLFLyQGH
a los padres y madres los cuestionarios de una sentencia (un modelo) en R, la cual fue la
crianza y temperamento, haciendo uso de los siguiente:

Figura 1: Modelo Inicial de Regresión.

¿WJOP SURVRFLDOa%1(''53$'&$7$7&&&&&IDPLO\
ELQRPLDOGDWD SUR

El modelo de regresión toma como utilizados en el ajuste. Con empecé a buscar


variables predictoras todas las respuestas a las el modelo que describiera adecuadamente
escalas del inventario de temperamento y del las series y tuviera el mínimo AIC. Utilicé la
cuestionario de prácticas de crianza, y como función StepAIC porque es la que evalúa los
variable criterio las respuestas al cuestionario posibles modelos y arroja el modelo con el
de comportamiento prosocial. menor AIC.
Para seleccionar el modelo de regresión El mejor modelo de ajuste fue el siguiente:
conté con la función step, que selecciona el
modelo a partir del criterio de información de
Akaike (AIC, siglas en inglés). Así, creé un
estadístico que permite decidir el orden de un
modelo. AIC toma en consideración tanto la
medida en que el modelo se ajusta a las series
observadas como el número de parámetros

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Tabla 1. Cálculo de Regresión Logística.

!VWHS$,& ¿W

6WDUW$,& 
SURVRFLDOa%1'5('3$'&$7$7&&&&&

6WHS$,& 
SURVRFLDOa('3&

Df Deviance AIC
<none> 364.63 380.63
- C2 3 373.81 383.81
-P 2 371.88 383.88
- ED 2 373.07 385.07

&DOOJOP IRUPXOD SURVRFLDOa('3&IDPLO\ ELQRPLDOGDWD SUR

&RHI¿FLHQWV

(Intercept) DR. Bajo DR. Medio P. Bajo P. Medio C2B C2MA C2MD

-1.1292 0.5192 -0.4838 0.8185 1.3052 0.3910 -0.6465 -0.2857

Degrees of Freedom: 280 Total (i.e. Null); 273 Residual


Null Deviance: 389.5
Residual Deviance: 364.6
AIC: 380.6

Tabla 2. 'HWHUPLQDFLyQGH&RH¿FLHQWHV

!H[S FRHI ¿W


(Intercept) EDBajo EDMedio PBajo PMedio C2B C2MA C2MD
0.3232776 1.6806052 0.6164277 2.2670638 3.6885698 1.4785272 0.5238945 0.7514607

En la tabla 3 presento la prueba realizada suponer solo el intercepto, tal como se puede
para saber si el PRGHOR HV VLJQL¿FDWLYR. Para FRUURERUDU HQ HO VLJXLHQWH ÀXMR GH FiOFXORV
este procedimiento fue necesario construir un realizados en el programa R.
modelo que solo tiene intercepto, y mediante
XQDSUXHEDGHKLSyWHVLVYHUL¿TXpTXHHUDHUUDGR

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Tabla 3. 3UXHEDGH6LJQL¿FDQFLD

!¿WJOP SURVRFLDOaIDPLO\ ELQRPLDOGDWD SUR

!DQRYD ¿W¿WWHVW ³&KLVT´ SUXHEDSDUDHOLQWHUFHSWR

Analysis of Deviance Table

Model 1: prosocial ~ 1
0RGHOSURVRFLDOa('3&

Resid. Df Resid. Dev Df Deviance Pr (>Chi)

1 280 389.46

2 273 364.63 7 24.835 0.0008117 ***

Signif. codes: 0 ‘***’ 0.001 ‘**’ 0.01 ‘*’ 0.05 ‘.’ 0.1 ‘ ’ 1

Alfa ~ 0.05

Como se puede corroborar en la tabla Figura 2. Observaciones extremas en la


3 anterior, el resultado de la prueba de respuesta.
VLJQL¿FDQFLDLQGLFDTXHHOPRGHORGHVDUUROODGR
HVVLJQL¿FDWLYRGHELGRDTXHHOYDORUDUURMDGR
de 0.0008117 es menor que el valor del alfa
seleccionado, que fue 0.05, una condición que
se establece para este tipo de cálculos en el
análisis de regresión logística.
Este comportamiento del modelo de regresión
ORJtVWLFDVHYHFRQ¿UPDGRDOKDFHUXVRGHXQD
UHSUHVHQWDFLyQ JUi¿FD OD FXDO SHUPLWH KDOODU
EDQGDVGHFRQ¿DQ]DWDOFRPRVHSXHGHREVHUYDU
HQ OD ¿JXUD  &RQ HVWH SURFHGHU YHUL¿TXp VL
existían posiciones extremas en las respuestas,
lo cual constituiría una señal de que alguna
anomalía se presenta en el comportamiento Un procedimiento complementario que
GHORVGDWRV\FRPRVHFRQVWDWDHQHOJUi¿FR se recomienda en estos casos es elaborar el
no existen puntos por fuera de los márgenes JUi¿FR GHQRPLQDGR ³443ORW´ FRQ HO FXDO
establecidos por el programa para correr el se puede asegurar que el modelo no presenta
modelo. En este sentido, se puede concluir que inconsistencias. Para el caso del análisis
HO PRGHOR HV VLJQL¿FDWLYR SRUTXH ORV SXQWRV que vengo realizando, este procedimiento se
que representan las respuestas se encuentran REVHUYDHQOD¿JXUDHODERUDGDFRQXQQLYHO
dentro de los márgenes establecidos. GHVLJQL¿FDQFLDGHO
(Q HVWH FDVR VH YHUL¿FD TXH ORV SXQWRV TXH
representan las respuestas caen dentro de las
EDQGDV GH OD ¿JXUD VLQXVRLGDO UHSUHVHQWDFLyQ
TXHIXHHODERUDGDFRQXQQLYHOGHVLJQL¿FDQFLD

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del 5%, lo que indica que efectivamente el Esta asociación resulta importante toda
VXSXHVWR VH FRQ¿UPD HVWR TXLHUH GHFLU TXH vez que la evitación del daño TXH VH GH¿QH
HO PRGHOR WLHQH VLJQL¿FDQFLD SRU OR WDQWR OD como la predisposición de los niños y niñas a
fórmula Prosocial~ED+P+C2 representa una responder de una manera activa a los estímulos
asociación predictora en la relación que se aversivos y a inhibir las respuestas que los
puso a prueba entre las variables predictoras: sitúen en posición pasiva frente al castigo o lo
prácticas de crianza y temperamento, y la desconocido, aparece relacionada con algunas
variable criterio: comportamiento prosocial. YDULDEOHV VRFLRGHPRJUi¿FDV TXH DPSOtDQ
Claro está, solo en algunos valores que la comprensión de este fenómeno y que a
toman estas variables, esto es, Regulación del continuación propongo discutir.
Comportamiento para el caso de las prácticas Cuando se relaciona la evitación del daño
de crianza, Evitación del Daño y Persistencia con el sexo de los niños y niñas, se encuentra
para el temperamento. que las niñas, más que los niños, tienden a ser
consideradas por sus padres y madres como
Figura 3. QQ Plot personas que evitan el daño. En la prueba de
Cloninger (1992) los puntajes altos se relacionan
con comportamientos tales como anticipación
de problemas futuros, cuidado y cautela,
conductas de evitación pasiva, inhibición o
supresión de conductas, timidez ante personas
extrañas; por lo que las niñas, al presentar un
puntaje alto en esta variable, tenderían a tomar
menos riesgos y a presentar menor número de
comportamientos agresivos.
Por el contrario los niños, al tener un
puntaje bajo -como se puede observar en la
tabla 18 de los resultados- tenderían a presentar
comportamientos desinhibidos, descuidados,
con una actitud optimista ante el futuro, falta
de necesidad de seguridad e infravaloración del
peligro.
Discusión Estos datos están en consonancia con
otras investigaciones que indagan la relación
De acuerdo con el análisis de los resultados entre sexo y temperamento (Betts, Gullone &
GH OD UHJUHVLyQ ORJtVWLFD VH SXHGH D¿UPDU TXH Allen, 2009, Dolcet, 2006, Eisenberg, Zhou,
la hipótesis se comprueba parcialmente, debido Losoya, Fabes, Shepard & Murphy et al., 2003,
a que en la relación establecida entre prácticas Else-Quest et al., 2006, Sanson, Smart, Prior
de crianza, temperamento y comportamiento & Oberklaid, 1996, Windle, 1992), las cuales
SURVRFLDO VROR KDOOp VLJQL¿FDQFLD SDUD HO indican que los niños tienden a manifestar
modelo de regresión logística creado a partir de comportamientos riesgosos y externalizados,
la asociación entre Prosocial~ED+P+RC; confrontación y emociones negativas.
HQ GRQGH (' VLJQL¿FD Evitación En el caso de las niñas sus rasgos de
del Daño \ 3 VLJQL¿FD Persistencia temperamento pueden ser explicados:
-las cuales son escalas de la variable a) Por la aparición de conductas
predictora temperamento 5& VLJQL¿FD adaptativas de prevención motivadas
Regulación del Comportamiento, que es por su constitución morfológica, la
una escala de la variable predictora las cual podría situarlas, frente a los rasgos
prácticas de crianza, Prosocial que es el masculinos o situaciones riesgosas, en
Comportamiento prosocial, la variable una relativa posición de desventaja,
dependiente del modelo. fenómeno que en las más recientes

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décadas viene siendo estudiado por En cuanto a la persistencia, esta conducta


la psicología evolucionista. A este se asocia a una tendencia neurobiológica que
respecto, Dolcet (2006) señala que lleva a los sujetos a mantenerse en condiciones
la evitación del daño está asociada al de extinción y a repetir las acciones reforzadas
(…) Sistema de Inhibición Conductual positivamente; se puede decir que al estar
(SIC), o sistema de castigo, según relacionada con la evitación del daño contribuye
la teoría de Gray. Este sistema a mantener el comportamiento de ayuda a los
se relaciona con la ansiedad y la demás y la cooperación desinteresada, y esto
actividad de la serotonina del sistema a pesar de estados de frustración y fatiga, algo
septohipocámpico (Gray, 1983). TXHVHUiGH¿QLWLYRSDUDTXHORVQLxRV\QLxDVQR
Los sujetos altos en esta dimensión abandonen la iniciativa prosocial.
desarrollan respuestas condicionadas De acuerdo con Kose (2003), los individuos
de evitación ante estímulos aversivos, persistentes
lo que hace que sean personas (…) tienden a ser industriosos,
cautelosas, aprensivas y temerosas (p. trabajadores, persistentes y estables a
10). pesar de la frustración y la fatiga. Por lo
JHQHUDO VH LQWHQVL¿FDQ VXV HVIXHU]RV HQ
b) Por las condiciones socioculturales respuesta a la recompensa esperada. Ellos
que determinan los aprendizajes están listos para ser voluntarios cuando
tempranos, los cuales llevan a las niñas hay algo que hacer, y están ansiosos por
a desarrollar conductas destinadas a empezar a trabajar en cualquier tarea
prevenir las situaciones riesgosas para asignada. Personas persistentes tienden
ellas. a percibir la frustración y la fatiga como
En relación con este característica del un reto personal. Ellos no se rinden
fácilmente y, de hecho, tienden a trabajar
temperamento de las niñas, Else-Quest, Hyde,
más duro cuando se les critica o se
Goldsmith y van Hulle (2006) encontraron que
enfrentan a errores en su trabajo (p. 91).
estas demuestran una particular habilidad para Así, la persistencia está asociada a la
regular o repartir su atención, lo mismo que denominada “voluntad de logro”, que tiene
una gran habilidad para controlar respuestas TXH YHU FRQ OD SODQL¿FDFLyQ RUJDQL]DFLyQ \
inapropiadas, comportamientos que hacen parte ejecución de tareas, por lo tanto la persistencia
de la evitación del daño, en la medida en que no solo sería un estado motivacional sino que
para responder apropiadamente a estímulos implicaría un estado cognitivo, el cual permite
aversivos o evitar situaciones en las que a las personas, en este caso a los niños y niñas,
asuman pasivamente el castigo, necesitan de las DOFDQ]DU ODV PHWDV ¿MDGDV &RPR YDULDEOH
conductas antes mencionadas. predictora se asocia a comportamientos de
Así mismo, este conjunto de respuestas ayuda que permanecen de manera consistente
temperamentales hace parte de las conductas a través del tiempo, lo cual contribuye a que se
prosociales, dado que una de las características OHVLGHQWL¿TXHFRQFLHUWDIDFLOLGDGFRPRVXMHWRV
de este tipo de comportamiento es el de no típicamente prosociales, dado que sus acciones
hacer daño y apoyar a los otros para resolver no responden solo a exigencias transitorias sino
o enfrentar un problema particular. Esto quiere TXH VXV DFFLRQHV SURVRFLDOHV VRQ HO UHÀHMR GH
decir que la evitación del daño, en tanto que se una manera de actuar continua.
origina en la constitución biológica y psicosocial Por otro lado, cuando la persistencia
de los niños y niñas, se presenta como un factor se relaciona con las prácticas de crianza
modulador de su comportamiento prosocial, HVSHFt¿FDPHQWH OD regulación del
dado que les permite ajustar los alcances de sus comportamiento-, se ha observado que los
acciones desinteresadas que buscan el bienestar niños y niñas persistentes provienen de familias
de los otros, generando alertas para no poner en en las que los padres y madres invierten tiempo
riesgo su estabilidad psicológica o física. y recursos psicosociales en el cuidado de estos,

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favoreciendo así el adecuado ajuste a la realidad En resumen, respecto a la hipótesis


social y la tolerancia a la frustración. planteada en la presente investigación puedo
Así, la asociación entre regulación del D¿UPDU EDViQGRPH HQ OD HYLGHQFLD HPStULFD
comportamiento, entendida desde la práctica recogida- que se comprueba parcialmente, dado
de crianza emergente denominada orientación que no todas las escalas de las pruebas utilizadas
SRVLWLYD\ODSHUVLVWHQFLDVHFRQ¿JXUDFRPRXQ alcanzaron asociaciones estadísticamente
factor predictor del comportamiento prosocial, VLJQL¿FDWLYDV6RORVHSUREyHOPRGHORProsocial
en la medida en que permiten la sostenibilidad ~ ED + RP + P, cuya discusión propuse en este
de comportamientos como la empatía, el capítulo.
ser agradable o el voluntariado, lo cual
constituye una evidencia empírica para aceptar Lista de referencias
parcialmente la segunda hipótesis.
Otra evidencia proviene de la relación Aguirre-Dávila, E. (2000). Socialización y
entre temperamento, evitación del daño, y el Prácticas de Crianza. En E. Aguirre & E.
nivel socioeconómico. Los datos analizados Durán. Socialización: Prácticas de Crianza
mostraron que los niños y niñas provenientes y Cuidado de la Salud. Bogotá, D. C.: CES,
de familias de los estratos bajos puntuaron Universidad Nacional de Colombia.
más alto en la escala de evitación del daño, y Aguirre-Dávila, E. (2003). Cuestionario
al contrario en el caso de los niños y niñas que de Prácticas de Crianza (CPC-P) de
vienen de los estratos altos, quienes obtuvieron autodiligenciamiento, versión para padres.
SXQWDMHVVLJQL¿FDWLYDPHQWHEDMRV Bogotá, D. C.: Universidad Nacional de
Este hallazgo es consistente con otros Colombia.
estudios (Sameroff, Seifer & Elias, 1982, Amato, P. R. & Fowler, F. (2002). Parenting
Bradley & Corwyn, 2002) en los que se ha
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observado que la variable socioeconómica
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se asocia al temperamento, esto quiere decir
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que condiciona la manifestación de los rasgos
de temperamento, ya sea en los problemas de Ato, E., Galián, M. D. & Huescar, E. (2007).
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conducta social. temperamento y ajuste social en la infancia:
A este respecto, Sanson, Hemphil y Smart Una revisión. Anales de Psicología, 23, 1,
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EDUARDO AGUIRRE-DÁVILA

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