You are on page 1of 1

;-í&3Wjrv

C A R A / Y CARETA/

"A la mar me han echado Cielo, cielito que sí,


los enemigos, cielo, cielito que no,
porque dicen que mato porgue dicen que mato
con un suspiro. con el suspiro"...

'El Pericón"
EGÚN los historiadores más veraces,

S
que abren las alas y se esponjan y estiran
el "Pericón" nació de la mezcla del el pescuezo, y se inclinan al suelo en reve-
Gato con la Giiella. Nadie lo inventó. rencias llenas de solemnidad cuando bus-
Vino al mundo, como las obras de Homero, can piedritas o cuando los espantan. El ne-
por el concurso popular anónimo. Sin gro bailando el Pericón fué, quizás, el pri-
embargo, puede observarse en él la misma mero que en su fantasía de africano asoció
influencia melódica del África. Su nombre a su danza la imagen del ñandú.
de Pericón se atribuye a los negros que, al — ¡Pericón!
pequeño avestruz que los criollos llaman Digamos la verdad ahora que estamos
charabón, daban el apelativo de perico; y viejos. El pueblo debe a Pepe Podestá —
al avestruz más grande: pericón... Pepe el mayúsculo — la difusión de este
Me preguntaréis, ¿qué parentesco puede baile patriótico. Fué Pepe quien lo trajo y
tener el "Pericón" — danza patricia — con lo hizo conocer al mundo en la fiesta criolla
el avestruz?... * de su "Juan Moreira". Después, Antonio
El Pericón es el baile del avestruz. Ob- Podestá, otra figura del teatro americano,
servad los movimientos de las parejas, ha- compuso su magnífico pericón "Por María"
ciéndose gambetas, cuerpeándose en "la para una ópera criolla, inédita, que guar-
cadena" con la elegancia de los avestruces da en sus baúles.

A la voz de ¡aura
N resumen... Los bailes criollos "A la güeya, güeya,

E fueron, en todos los instantes de la


' vida nacional, un reflejo de nues-
tras pasiones. Podría seguirse, paso a pa-
degüeya sin cesar"...
Un alarido de espanto estremece las fi-
bras de los bailarines. Los danzantes giran
so, la historia de la patria a través de las alrededor de los charcos de sangre. La tie-
danzas. "El Malambo" surge en las últimas rra palpita. No hay criollo con el alma bien
horas de la colonia, cuando la metrópoli montada que, viendo bailar una "Güeya",
aprieta las cadenas y el gaucho sufre, se no sienta en la garganta el puñal mazor-
queja, zapatea, escobilla y prueba con imá- quero...
genes danzantes, su tesonero afán de liber- Hierve después "La Refalosa", baile de
tarse y su constancia firme en el esfuer- la cocina, hermano de la "Güeya"; aparece
z o . . . El "Gato" es la raza que vibra. Tras "El Triunfo" que anuncia la aurora; esta-
él viene el "Cielito", donde el gaucho se lla la "Firmeza' que revela el carácter de
embandera de cariño a la patria — la pa- los hombres nuevos y, por fin, caídos los
tria ya libre — cuyo cielo celeste arranca tiranos, se nos presenta el "Pericón" — el
de sus labios hoscos una música ingenua de baile de las manos unidas — la concordia,
ternura. Son voces de niño que llaman a la organización, la unidad nacional, la Car-
la madre diciéndole: / ta Magna del 5 3 . . . Son las catorce provin-
"Cielo, cielito"... cias dándose la mano. Al final, sobre las ca-
bezas de los gauchos y de las criollitas, flo-
Después aparecen los caudillos que ma- recen en azul y blanco los catorce pañuelos
tan; surgen ¡as hordas bárbaras que tocan que gritan con amor:
a degüello: — / Viva la Patria!

>»--v^^^s^, 7^-€^/e^

You might also like