Aquí encontramos, junto con otros textos que difieren muy profundamente en su estilo y

funciones: textos "completados" por supuesto, como para ser presentados en revistas académicas,
pero también notas cortas, recuentos de presentaciones orales, textos de trabajo, como
borradores y alegatos intermediarios, donde las intenciones teóricas, el procedimiento de
verificación empírica y los datos sobre los cuales se realiza el análisis. La voluntad de dar acceso al
taller en sí, que no sabe otras reglas que las del método, y entregar los archivos del trabajo que se
realiza implica el abandono de la mayoría rituales: alineación correcta de tipografía, retórica de
seguimiento de voz, artículos y números de longitud uniforme y, más en general, cualquier cosa
que conduzca a la regularización y "estandarización" de productos de investigación. Ello no
reconoce ningún otro imperativo que esos impuestos por el rigor de la demostración y, en
segundo lugar, la búsqueda de su legibilidad, es deshacerse de la censura, el artificio y
perversiones engendradas por el deseo de ajustarse a las convenciones y buen tono del campo
universitario: retórica de precaución o falsa precisión, aparatos y apariciones de discursos de
celebración que no son nunca auto-celebración, pérdida ostentosa de señales de pertenencia a los
grupos más selectivos y selectos del mundo intelectual.

Al renunciar a formularios y, a veces, a formatear, hacemos también es posible la búsqueda de un

modo de expresión realmente adaptado a requisitos de una ciencia que, tomando como objeto las
formas y los formalismos sociales, deben reproducirse en la exposición de sus resultados la
operación de desacralización que hizo posible llegar a ellos. Nos encontramos aquí que es
indudablemente la especificidad de la ciencia social: conquistado en contra (ilegible) derechos
sociales de ocultación, sus logros no pueden informar a uno, ya sea divisional o colectiva, si su
difusión logra escapar parcialmente de las leyes que rigen la circulación de todos los discursos en
el mundo social. En este caso, transmitir es entregar, siempre que sea posible, los medios para
rehacer, prácticamente y verbalmente, las operaciones que hicieron posible conquistar la verdad,
asi pues es practico tener que proporcionar instrumentos de percepción y hechos que pueden
comprenderse que mediante estos instrumentos las ciencias sociales, y ellos no solo deben
demostrar sino también mostrar, registros actuales de la existencia diaria, fotografías,
transcripciones de voz, facsímiles de documentos, estadísticas, etc. Acceder al conocimiento de los
objetos que son más a menudo investidos con todos los valores de lo sagrado, a condición de que
entreguen las armas del sacrilegio: a menos que creamos en la fuerza intrínseca de la idea
verdadera, no podemos romper el encanto de la creencia de que al oponerse a la violencia
simbólica y poner, cuando sea necesario, las armas controversia en el servicio de las verdades
ganadas por la controversia de la razón científica

El discurso de la ciencia puede parecer desencantado solo para aquellos que tener una visión
encantada del mundo social. Él está tan lejos del utopismo, que toma sus deseos de realidad como
sociologismo, que se deleita en la charla de las leyes fetichizadas. La ciencia social se contenta con
destruir el pretexto y las evasiones forjado por una visión religiosa del hombre cuyas religiones
reveladas no tienes un monopolio.