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PAREJA
23 NOV 2017
Sea como sea, nos relacionamos de forma diferente con las personas que
nos atraen y aunque a veces no seamos conscientes, sí que se ponen en
juego estrategias de seducción para llamar su atención y/o para
mantenerla.
Muchos hombres creen que una de las mejores técnicas para seducir a una
mujer es acercándose a ella y convirtiéndose en su mejor amigo.
Probablemente, en algunas ocasiones esto surta efecto pero también son
muchos los hombres que consideran que este tipo de técnica no sólo es un
riesgo sino que está avocada al fracaso, “si te ve como un amigo, no te ve
como nada más”.
La seguridad en uno mismo puede ser uno de los mejores alicientes. Ojo, no
es ser un prepotente que se va regalando flores en cada frase que
intercambia, sino saber que uno tiene sus puntos fuertes, tiene algo que
ofrecer a los demás y a ella, sabe quién es y le gusta.
Aunque en la adolescencia ser inteligente y un “empollón” puede no ser
algo atractivo, en la vida adulta la inteligencia y la cultura son cualidades
que llaman la atención. Muchas mujeres desean que sus hombres tengan
un punto de “chico malo” pero también que puedan ofrecerle algo más,
que puedan impresionarlas.
“Lo fácil es aburrido” Una frase que parece inolvidable y es que para
muchos hombres es necesario que la mujer suponga un reto para que llame
su atención, por lo que hacerte la difícil puede ser un punto más a añadir a
tu atractivo pero ojo, hay un punto en que lo difícil llega a cansar y no
todos los hombres se rigen por lo mismo.
A las mujeres les gusta el olor a masculinidad del hombre, para muchas no
es necesario que utilicen colonia o perfume porque su propio olor puede
convertirse en el mejor sexapil pero muchos hombres disfrutan con el
perfume de la mujer. Encuentra el perfume o el olor que te define, ese con
el que volver loco a un hombre para que siempre que lo huela se convierta
en un recuerdo permanente de ti misma.
La seguridad en ti misma puede ser tu mejor arma. Reconoce la belleza que
hay en ti, poténciala y siéntete poderosa, sexy, nada mejor que saber
cuánto vales para que otros también quieran descubrirlo.